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Llega a 29 la cifra de muertos por los incendios que asolan a Australia

Oceanía/Australia/20-01-2020/Autor(a) y Fuente: www.publimetro.co

La Policía australiana informó este domingo del fallecimiento de un hombre de 84 años que era tratado por las quemaduras sufridas durante los incendios que asolan el país y que con este ya ha causado 29 muertos.

El hombre, residente de la población de Cobargo, permanecía desde el 31 de diciembre ingresado en un hospital de Sídney, capital del estado de Nueva Gales del Sur, donde murió la mañana del sábado.

En incendio en Cobargo, de 776 habitantes, también causó la muerte a otras dos personas, un padre y su hijo, de 63 y 29 años, respectivamente.

Llega a 29 la cifra de muertos por los incendios que asolan a Australia

La lluvia y la bajada de las temperaturas de los últimos días han ayudado a los bomberos a contener las decenas de focos activos en Victoria y Nueva Gales del Sur, el estado más afectado donde se han registrado 21 de las víctimas mortales.

Desde el septiembre pasado, los incendios han arrasado una superficie de más de 80.000 kilómetros cuadrados, mayor que la de Irlanda o Panamá, incluidas más de 2.000 viviendas.

Además, hasta mil millones de animales, principalmente mamíferos, aves y reptiles, se habrían visto afectados a raíz de estos devastadores incendios, según la estimación de ecologistas australianos.

Fuente e Imagen: https://www.publimetro.co/co/noticias/2020/01/19/llega-a-29-la-cifra-de-muertos-por-los-incendios-que-asolan-a-australia.html

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Australian education bodies take action as bushfires still rage

Australian education bodies take action as bushfires still rage

International education association considers its frequent flyers footprint, as university representative body joins crisis talks

Australia’s international education representative body is vowing to curb its carbon emissions, as the bushfire emergency elevates climate consciousness across the scorched country.

The International Education Association of Australia is developing a carbon neutral policy to mitigate the climate impacts of globetrotting education leaders. Meanwhile the leading university body is joining education minister Dan Tehan’s crisis meeting on the bushfires.

Mr Tehan said Prime Minister Scott Morrison had asked him to call the meeting of the sector’s representatives “to hear first-hand how the bushfires have impacted education, and how our government can help”.

The summit, scheduled for 15 January, echoes similar forums of key players in other sectors. It will focus primarily on schools and childcare centres, where the summer break ends much earlier than at universities.

But Universities Australia chief executive Catriona Jackson said the meeting offered an opportunity to thrash out how her members could continue supporting affected communities.

“University expertise is being deployed to help the community make sense of the crisis, across almost every aspect,” she said.

Ms Jackson highlighted the need for clear communication with international students during the crisis. She said students heading for Australia should contact their prospective universities if they had queries or concerns, while those already in the country should “reach out to university support services if they feel distressed or anxious”.

The support has not all been one-way, with international students among those contributing to the relief effort. International media has carried a story about Mark Yeong, a Singaporean student at the University of Sydney who joined a volunteer firefighting brigade.

International education representatives from Australia’s eight states and territories are also putting together a joint statement on the bushfire emergency, in collaboration with the education and trade departments and IEAA.

Its primary focus is ensuring the safety of current and incoming foreign students, in line with provisions outlined in a “collaborative marketing framework” developed a year ago by the Council for International Education, which is convened by IEAA chief executive Phil Honeywood.

The provisions are designed to coordinate the sector’s responses to critical incidents, and to ensure that jurisdictions do not profit from each other’s misfortunes in situations like the bushfire crisis.

Mr Honeywood said the disaster had also presented an “appropriate time to have a comprehensive look at the carbon footprint situation and to lead by example”. He said that given their considerable domestic and overseas travel, international education representatives needed to find ways to alleviate the climate impact.

This included encouraging webinars and teleconferences as an alternative to international travel. When flying became unavoidable, education representatives should support measures offered by airlines to mitigate the carbon footprint, such as paying for trees to be planted.

He said the industry should also look at ways of reducing the far greater carbon footprint generated by the international travel of students themselves. An obvious measure was to put more resources into branch campuses rather than focusing on onshore recruitment.

“Australia has not been very good on transnational education,” he said. “Surely it’s part of our mission as a sector to be more accessible to the largest number of students possible…to provide world class education in countries where it’s not readily available.”

He said the policy was expected to be approved by the end of February.

Fuente de la Información: https://www.timeshighereducation.com/news/australian-education-bodies-take-action-bushfires-still-rage

 

 

 

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Incendios forestales: el cambio climático y la deforestación aumentan el riesgo global

Por: Tim Schauenberg

Enormes incendios forestales han estado ardiendo en Australia durante meses. Pero el riesgo de incendios está aumentando en todas partes. Una mirada al vínculo entre el cambio climático y esta tendencia devastadora.

Después de meses de calor extremo y sequía en Australia, finalmente llegaron los incendios. Australia experimenta incendios forestales cada año. Pero este año son particularmente extremos, y el verano en el hemisferio sur acaba de comenzar.

Según la evaluación preliminar de los incendios, ocho millones de hectáreas han sido destruidas por las llamas hasta el momento. Veinticinco personas y millones de animales han muerto. Regiones enteras se han quedado sin energía y las nubes de humo ahora cubren la mitad del continente.

Docenas de incendios arrasan el paisaje australiano. Millones de animales y 25 personas han muerto hasta ahora.

Docenas de incendios arrasan el paisaje australiano. Millones de animales y 25 personas han muerto hasta ahora.

Pero Australia no es el único lugar en llamas. En 2019, la plataforma en línea Global Forest Watch Fires (GFW Fires) contó más de 4,5 millones de incendios en todo el mundo que fueron mayores de un kilómetro cuadrado. Eso es un total de 400.000 incendios más que en 2018.

«El número de incendios y su tamaño varían de año en año, pero la gran tendencia es que el riesgo de incendio aumenta a nivel mundial», dijo a DW Susanne Winter, gerente del Programa Forestal de WWF en Alemania.

Las razones por las cuales los incendios comienzan y se establecen en principio son complejas. Pero los expertos ahora apuntan a una conexión entre el creciente número de incendios y las temperaturas oceánicas más cálidas como resultado del cambio climático.

Los mares más cálidos actúan como aceleradores de fuego

Los gases de efecto invernadero producidos por el hombre han elevado la temperatura promedio de la Tierra en un grado Celsius estimado desde el siglo XIX. La superficie del mar también se ha calentado 0,8 grados centígrados. Cuanto más cálido se vuelve el océano, menos energía y CO2 de la atmósfera es capaz de absorber y almacenar el agua.

«El océano es como el aire acondicionado del planeta», explica Karen Wiltshire, subdirectora del Instituto Alfred Wegener de Investigación Marina y Polar.

Los fuertes vientos conducen el fuego cada vez más profundamente en el monte. Es casi imposible extinguir los incendios en este punto.

Los fuertes vientos conducen el fuego cada vez más profundamente en el monte. Es casi imposible extinguir los incendios en este punto.

Las consecuencias de esto podrían ser devastadoras. Si el mar continúa calentándose, tendrá un enorme impacto en el clima, desde temperaturas extremas, tormentas y sequías hasta inundaciones y temporadas de lluvias tardías que perturban los ecosistemas.

Cuando fuertes vientos desgarran paisajes cálidos y secos como Australia, el riesgo de incendios forestales aumenta significativamente. Pero el riesgo también está creciendo en regiones que alguna vez fueron templadas y frescas.

Incluso el Ártico está ardiendo

Además de los grandes incendios en Europa y California, en 2019 también se produjeron incendios forestales en el Ártico. «El tipo de incendios que nunca habíamos visto antes», dice Clare Nullis de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

El fuego se encuentra con el hielo. La cicatriz de la quemadura claramente visible de uno de los muchos incendios forestales en Siberia en 2019.

El fuego se encuentra con el hielo. La cicatriz de la quemadura claramente visible de uno de los muchos incendios forestales en Siberia en 2019.

Alaska experimentó temperaturas récord de hasta 32 grados centígrados, creando condiciones para los incendios. Según la OMM, podemos esperar ver arder los bosques en el hemisferio norte como nunca lo han hecho en los últimos 10.000 años.

En Alberta, en el norte de Canadá, cientos de incendios quemaron durante meses más de 800.000 hectáreas de tierra en el verano de 2019. Según las estimaciones de las autoridades rusas, se quemaron alrededor de 9 millones de hectáreas de bosque en Siberia, un área más grande que todo Portugal. El humo tóxico se asentó sobre pueblos y ciudades.

 Waldbrände in Sibirien im Juli 2019 (NASA/J. Stevens)

Columnas de humo de incendios siberianos en julio de 2019 a la deriva a cientos de kilómetros hacia el oeste desde el este

Los humanos tienen la culpa del incendio de los bosques

Los incendios son en realidad un proceso natural en la regeneración y renovación de los ecosistemas. Sin embargo, el 96 por ciento de los incendios del mundo ahora están siendo provocados deliberadamente o causados involuntariamente por humanos. Solo el 4 por ciento de los incendios se dan naturalmente, por ejemplo, debido a la caída de rayos, según un informe de WWF.

Muchas áreas se limpian utilizando el método de tala y quema para dar paso a la agricultura, la ganadería o la industria, particularmente en la región amazónica. También en Indonesia, más de 27 millones de hectáreas de bosque han sido destruidas desde 1990 para las industrias del papel y el aceite de palma.

Infografik Karte Waldbrände weltweit ES

África

Los datos de Global Forest Watch Fires muestran que muchos incendios afectan a África, desde Sudán del Sur hasta África Occidental. Los expertos dicen que la alta densidad de población ha llevado a un uso cada vez más intensivo de los recursos naturales, lo que significa que los ecosistemas tienen cada vez menos tiempo para recuperarse. Y los incendios también se están volviendo más comunes.

«La razón principal de esto es el uso generalizado de los cultivos itinerantes», explica Winter. «Los propietarios de tierras y los agricultores usan el fuego para limpiar sus campos, a fin de deshacerse rápidamente de la vegetación y hacer que el suelo sea fértil a corto plazo». Algunos de estos incendios pueden salirse de control y provocar incendios forestales más grandes.

El Amazonas

El año pasado hubo más incendios en Sudamérica que en 2010. Grandes áreas de bosques fueron taladas para la agricultura en la región amazónica en 2019. «Estas no fueron causas naturales», dice Nullis. «Los incendios forestales en Brasil tienen motivaciones políticas. Por supuesto, no podemos compararlos con los incendios en África», agregó Winter.

Entre enero y noviembre de 2019, más del 80 por ciento de los bosques fueron destruidos en comparación con el año anterior. Hace treinta años, el Amazonas todavía estaba tan húmedo que incendios como los que vemos hoy no hubieran sido posibles, dice Winter. Sin embargo, el Amazonas se está volviendo cada vez más seco gracias a la tala cada vez mayor.

Más incendios forestales crean un ciclo de retroalimentación: el CO2 liberado alimenta el cambio climático, lo que a su vez aumenta el riesgo de más incendios.

Más incendios forestales crean un ciclo de retroalimentación: el CO2 liberado alimenta el cambio climático, lo que a su vez aumenta el riesgo de más incendios.

El cambio climático y el ciclo del fuego

La deforestación, el cambio climático y el riesgo de incendios forestales están directamente relacionados. «Estamos lidiando con un efecto de retroalimentación», dice Winter. «Más deforestación significa un aumento en el cambio climático, lo que aumenta las posibilidades de que la vegetación se seque, lo que a su vez aumenta el riesgo de incendio».

Los incendios de 2019 en el Amazonas fueron devastadores. En toda América del Sur se han dado más incendios en comparación con 2010.

Los incendios de 2019 en el Amazonas fueron devastadores. En toda América del Sur se han dado más incendios en comparación con 2010.

Y los incendios continúan aumentando los gases de efecto invernadero en la atmósfera. Según Greenpeace, cada año se liberan alrededor de 8 mil millones de toneladas de CO2. Esto es aproximadamente la mitad de las emisiones causadas por la quema de carbón en todo el mundo.

Los incendios forestales en Australia ya han liberado la mitad de la cantidad de CO2 que el continente produciría normalmente durante un año. Y el humo ahora se está extendiendo a través del Pacífico hacia Argentina y Chile.

Fuente e Imagen: https://www.dw.com/es/incendios-forestales-el-cambio-clim%C3%A1tico-y-la-deforestaci%C3%B3n-aumentan-el-riesgo-global/a-51946276

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Incendios en Australia: una guía visual sobre los incendios forestales y el calor extremo

Oceanía/Australia/26-12-2019/Autor(a) y Fuente: www.bbc.com

Australia está lidiando con incendios forestales masivos alimentados por temperaturas récord y meses de sequía severa.

En el estado más afectado, Nueva Gales del Sur, los incendios han quemado más de 3 millones de hectáreas (7,4 millones de acres) destruyendo más de 800 casas. Ocho personas, incluidos dos bomberos voluntarios cuyo vehículo fue golpeado por un árbol, han muerto.

¿Cuál es la situación en Nueva Gales del Sur?

El clima cálido y seco combinado con una sequía prolongada y fuertes vientos han creado las condiciones perfectas para que el fuego se propague rápidamente.

Mapa: incendios activos, 23 de diciembre
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Casi 100 incendios se están quemando en todo el estado, con muchos incontenidos y que continúan amenazando vidas.

Los incendios se han exacerbado por las temperaturas de 40 ° C y los fuertes vientos, creando condiciones difíciles para los 2.500 bomberos desplegados en el campo.

El pequeño pueblo de Balmoral, al suroeste de Sídney, fue destruido en gran parte y decenas de casas fueron arrasadas en medio de condiciones catastróficas el 22 de diciembre.

Las carreteras principales al sur de Sydney han sido cerradas y se aconseja a los turistas que «revisen sus planes» para viajar, informa el Sydney Morning Herald.

En el norte de Nueva Gales del Sur, se están produciendo grandes incendios en la región entre Port Macquarie y Byron Bay.

Más al sur, existe el temor de que el gran incendio de Gospers Mountain, que se originó en el Parque Nacional Wollemi, pueda fusionarse con el resplandor de Green Wattle Creek en las montañas azules más bajas.

El incendio en las Montañas Azules, un área del patrimonio mundial y popular destino turístico, tiene un tamaño de 64,000 hectáreas y está fuera de control, dijo el domingo el Servicio de Bomberos Rurales de NSW.

Las cuadrillas de bomberos de la región están aprovechando las condiciones más frías para realizar una ‘quema a contracorriente’, donde pequeñas áreas se queman deliberadamente para crear descansos para detener o frenar el incendio forestal principal.

El humo de estos incendios ha soplado periódicamente hacia el sudeste para llegar a Sydney, causando severa contaminación del aire en la ciudad más grande de Australia.

Gráfico: tamaño comparativo de incendios de 2019

Para poner el daño del fuego en Nueva Gales del Sur en perspectiva, se quemaron 1,8 millones de hectáreas en los incendios forestales de California en 2018 y unas 900,000 hectáreas se perdieron en los incendios de Amazon en 2019.

Se han reportado llamas de hasta 70 m (230 pies) de altura.

¿Cuál es la situación en otros estados?

Según los informes, el incendio de Cudlee Creek en el sur de Australia destruyó más de 80 hogares y se mantiene una advertencia de «vigilar y actuar» en partes de la región de Adelaide Hills.

Imagen de satélite que muestra el humo de los incendios en el este de Australia

En el estado vecino de Victoria, varios incendios grandes están ardiendo en el campo al oeste de Melbourne, con una alerta de «vigilar y actuar» para el incendio de Tambo Crossing.

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Entonces, ¿están empeorando los incendios forestales?

Muchos australianos se hacen esa misma pregunta y si estos incendios están relacionados con el cambio climático, pero la ciencia es complicada.

Los científicos han advertido durante mucho tiempo que un clima más cálido y seco contribuirá a que los incendios se vuelvan más frecuentes y más intensos.

Gráfico: peores incendios en la historia de Australia
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El desastre forestal más mortal de Australia fue el «Sábado Negro» en febrero de 2009, cuando unas 180 personas murieron en Victoria.

Los datos muestran que Australia se ha calentado en general un poco más de 1 ° C desde 1910, y la mayor parte del calentamiento se produjo desde 1950, según la Oficina de Meteorología.

Gráfico que muestra cómo Australia se ha vuelto más cálida en las últimas décadas
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El día más caluroso registrado

Australia rompió su récord de temperatura de todos los tiempos dos veces la semana pasada. Se registró un máximo promedio de 40.9C el 17 de diciembre, que se rompió un día después por 41.9C, superando el récord de 2013 de 40.3C.

Mapa: temperaturas máximas medias para el 19 de diciembre.
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El principal impulsor del clima detrás del calor ha sido un dipolo positivo del Océano Índico (IOD), un evento donde las temperaturas de la superficie del mar son más cálidas en la mitad occidental del océano, más frías en el este.

La diferencia entre las dos temperaturas es actualmente la más fuerte en 60 años.

Mapa que muestra los efectos de un dipolo positivo del Océano Índico
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Fuente e Imagen: https://www.bbc.com/news/world-australia-50585968

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América del Sur: Estos son los riesgos que corren más de 260 especies por los incendios en la Amazonia

América del Sur/Región Amazónica/El Espectador

En lo que va de 2019, las conflagraciones han destruido cerca de 43.753 km² del área total de bosques en esta región. En el mismo período de 2018 se quemaron 17.553 km², lo que representa un aumento de casi el 150% en un año.

La selva amazónica alberga cerca de 30.000 especies de plantas, es decir, en esta región se encuentran el 30% de todas las especies de plantas en América del Sur. AFP

Los incendios que se han registrado en las últimas semanas en la Amazonia no solo tienen en riesgo a sus pobladores y a las comunidades indígenas, sino también a las 265 especies amenazadas que habitan esta región. La zona que mayor riesgo presenta es el bosque de Brasil. (Lea: Con el aval de siete países y sin la presencia de Venezuela se concreta el Pacto de Leticia por la Amazonia)

En este país, actualmente, habitan 180 especies de fauna, de las cuales 124 son únicas en el bioma, y 85 amenazadas de flora. A pesar de que las Unidades de Conservación (UC) o los Planes de Acción Nacionales (PAN) protegen el 76% de las especies amenazadas en el bioma amazónico, no pueden proteger la fauna y la flora de la quema.

El 5 de septiembre de 1850 se creó la provincia amazónica en Brasil. Desde entonces se convirtió en una fecha de celebración para todo el bioma en este país.

La quema es uno de los principales factores de riesgo para la supervivencia de las especies que están en peligro de extinción y que son contempladas por alguna medida de protección. Entre estos ejemplares están el armadillo gigante, el pecarí de labio blanco y el oso hormiguero gigante.

Pero, el riesgo es mucho mayor para aquellas especies que están siendo afectadas por las llamas y que no cuentan con ninguna protección. La zarigüeya lanuda de hombros negros es uno de esos animales. Sus ejemplares se registraron en 1964 en Rondônia, uno de los estados con las tasas de deforestación más altas. Según WWF, otras 60 especies amazónicas se encuentran en esta situación vulnerable. (Puede leer: Los incendios de la Amazonia han destruido un área equivalente a 21 veces Bogotá)

No solo las especies animales presentan riesgo, las áreas protegidas tampoco se han salvado de las llamas. «Los incendios han afectado principalmente a aquellas con altas tasas de deforestación: Área Protegida Ambiental Triunfo do Xingu en Pará (PA), Bosque Nacional Jamanxim (PA), Área Protegida Ambiental Tapajós (PA), Reserva Extractiva Jaci Paraná (RO), Estación Ecológica Terra do Meio (AP), Reserva Extractiva Chico Mendes (AC), Bosque Nacional Altamira (PA), Reserva Extractiva Rio Preto – Jacundá (RO), Reserva Biológica Serra do Cachimbo (PA) y Bosque Nacional de Amanã (AM / PA)», alerta la organización.

Un panorama que es aterrador y que debe ser prioridad en los gobiernos, ya que la selva amazónica alberga cerca de 30.000 especies de plantas, es decir, en esta región se encuentran el 30% de todas las especies de plantas en América del Sur. En los bosques están la mitad de las especies terrestres del mundo y «son uno de los agentes responsables de la mayor cantidad de la captura de carbono, lo que ayuda a mitigar la crisis climática mundial», añade WWF.

Marcelo Oliveira, biólogo y experto en conservación para WWF-Brasil, explica que «la deforestación y la quema destruyen los hábitats de especies críticas, causando daños durante muchos años.  Debe haber una señal clara del gobierno y la sociedad de que Brasil ya no acepta la destrucción de su principal patrimonio biológico. El gobierno debe garantizar que las áreas protegidas y las tierras indígenas estén efectivamente protegidas de las ocupaciones y las actividades ilegales».

Se estima que en las áreas protegidas afectadas en Brasil hay al menos 55 especies amenazadas (44 de fauna y 11 de flora), de las cuales 24 son endémicas de Brasil. Estas son algunas de ellas:

 
Las especies acuáticas también están en riesgo

A pesar de que las consecuencias de los incendios son más evidentes en las especies terrestres, las acuáticas también están en riesgo. La principal causa es que la calidad del agua depende directamente de los bosques ribereños en las orillas de los ríos. Además, los otros cuerpos de agua pueden ser destruidos total o parcialmente por los incendios y, por las cenizas, resultan contaminados. (Le puede intereser: ¿Realmente la Amazonia es el “pulmón del planeta”?)

Fuente e imagen: https://www.elespectador.com/noticias/medio-ambiente/estos-son-los-riesgos-que-corren-mas-de-260-especies-por-los-incendios-en-la-amazonia-articulo-880000

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Noam Chomsky: “Las quemas en la Amazonia son un crimen de lesa humanidad”

Redacción: Rebelión

Los incendios forestales en la Amazonia han causado indignación y preocupación en todo el mundo. Chomsky, el intelectual vivo más relevante según el New York Times, explica a El Mostrador que la deforestación de esta selva tropical, a causa de las «quemas ilegales», debe ser considerada como crimen de lesa humanidad. Del mismo modo, el pensador y activista político estadounidense asevera que la emergencia climática constituye la problemática más importante que ha surgido en la historia humana, ya que esta crisis ambiental, a menos que se aborde seriamente y pronto, «condenará la vida humana organizada».

Los cerezos han florecido en agosto en Santiago de Chile, un mes antes del comienzo de la primavera, que solía llegar en septiembre en el hemisferio sur. Un bello efecto que es rápidamente ensombrecido al constatar que el otoño se reduce inexorablemente. Pero no es lo único que cambia, ni menos lo más grave.

La Amazonia lleva semanas ardiendo y la amenaza se cierne sobre una cuarta parte de las especies de la Tierra: 30 mil tipos de plantas, 2.500 especies de peces, 1.500 de aves, 500 de mamíferos, 550 de reptiles y 2,5 millones de insectos. Ello sin contar que esta selva proporciona el 20 por ciento del agua dulce no congelada del planeta y también, como se ha dicho, produce un 20 por ciento del total de oxígeno disponible en la Tierra.

Aunque es cierto que el oxígeno que produce la Amazonia es consumido en la misma Amazonia, las palabras del ministro de Medio Ambiente de Brasil, cuando declara que dicha región “no es el pulmón del mundo», debido a que tiene su ciclo cerrado y que, por lo tanto, «es un patrimonio brasileño» y que «esta historia de que pertenece a la humanidad es una bobería”, encierran la enorme dimensión de la crisis que afrontamos al desconocer su papel vital en el flujo de las precipitaciones en toda América Latina, en la regulación del clima global y en la aportación de nutrientes a los microorganismos que producen en el mar el oxígeno que respiramos, y que, todo ello, repercute directamente en la supervivencia de la humanidad.

La emergencia climática, entonces, es un problema de Derechos Humanos. Así al menos comienza a ser comprendido en forma creciente. Noam Chomsky, actual académico en la Universidad de Arizona, descrito por The New York Times como el intelectual vivo más relevante, contestó un cuestionario para El Mostrador, en el que sin recelos repara en que, de no abordar seriamente y pronto la emergencia climática, esta condenará la vida humana organizada.

-Hasta hace pocos años se sostenía que la temperatura global iba a tardar al menos dos décadas en aumentar, pero esto ha ocurrido en cuestión de años. ¿Comparte la impresión de que la emergencia climática se ha dejado caer mucho más rápido de lo esperado?

Se ha demostrado repetidamente que el consenso del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático fue demasiado conservador, lo cual no es sorprendente. Un consenso tiende a mantenerse en el mínimo común denominador. Las perspectivas de ahora, sin embargo, son considerablemente más sombrías de lo que se suponía recientemente.

-Hoy existe coincidencia de que el sistema neoliberal es directamente responsable del impulso depredador y que, en este sentido, los medios de comunicación globales que hoy parecen alarmados, durante décadas ignoraron el problema y defendieron el sistema económico pese a los costos. ¿Qué responsabilidad ve en ello?

Definitivamente tienen responsabilidad los medios de comunicación. Durante años, apenas abordaron este problema, que constituye el más importante que ha surgido en la historia humana, ya que la emergencia de esta crisis ambiental, a menos que se aborde seriamente, y pronto, condenará la vida humana organizada. Los medios en el pasado, cuando abordaron la problemática, la presentaron como una disputa entre dos grupos: los alarmistas y los negacionistas, estando en el primer grupo casi todos los científicos del clima acreditados en el mundo. Los informes finalmente han comenzado a cambiar, pero no lo suficiente, teniendo en cuenta lo que está en juego, esto respecto a los medios dirigidos a grandes audiencias

-¿Y en el mundo de los negocios?

Las páginas de noticias de la prensa empresarial, como el Wall Street Journal (WSJ), tienden a ser bastante precisas. El mundo de los negocios es muy consciente de que sus políticas están destruyendo la vida en la Tierra y que están explotando en la cara de sus propios negocios. Tome el ejemplo más obvio y bien estudiado: ExxonMobil. Sus propios científicos estuvieron a la cabeza, desde los años 60, explicando las graves amenazas del uso de combustibles fósiles. Pero la gerencia no solo avanza a toda velocidad para maximizar su uso, sino que también ha sido el principal financiador del negacionismo, continuando hasta el presente. Esa es la lógica capitalista estricta.

-Respecto de los incendios en la Amazonia, la evidencia científica, que a su vez ha sido replicada en múltiples medios en el mundo, ha puesto su foco en responsabilizar a la deforestación ilegal como una de las causas de estos incendios forestales. ¿Qué piensa de estas políticas del gobierno de Bolsonaro que alientan la quema para despejar terrenos para uso agrícola?

Que deberían considerarse un crimen de lesa humanidad, muy grave. La Amazonia es uno de los grandes sumideros de carbono del mundo y produce alrededor del 20 por ciento del oxígeno del mundo. Las políticas de Bolsonaro son verdaderamente criminales y deberían enfrentar una oposición enérgica.

-Por estos días se han gestado protestas en las embajadas de Estados Unidos y Brasil, ¿qué opina de ellas?

Estados Unidos y Brasil son estados fuera de la ley. Afortunadamente, en ambos países hay protestas internas y activismo, los cuales merecen el apoyo internacional. Pero las políticas de los dos gobiernos son de hecho «suicidas», para la humanidad en general. Deberían protestar vigorosamente en todo el mundo, de todas las maneras posibles.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=259927

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África arde más que la Amazonia

África/29 Agosto 2019/El país

Unos 10.000 incendios están activos solo en Angola y Congo frente a los 2.127 de Brasil. Los campesinos usan los fuegos como técnica agrícola, pero un 10% queda fuera de control

En plena agitación mundial por los incendios en la cuenca del Amazonas, una imagen de satélite difundida hace unos días por la NASA y analizada por Weather Source revelaba que en África central había más incendios que en Brasil. Solo en Angola y el sur de la República Democrática del Congo (RDC) había más de 10.000 fuegos activos, frente a los 2.127 del país sudamericano. Durante la cumbre del G7 en Biarritz, el presidente francés, Emmanuel Macron, llegó a anunciar la posibilidad de desbloquear fondos para combatir el fuego también en el continente africano. Sin embargo, según los expertos, no son fenómenos comparables. La mayor parte de los incendios en África, y ocurre cada año, responde a técnicas agrícolas ancestrales usadas por el hombre en actividades agrícolas y pastorales, están controlados y no afectan a grandes masas boscosas sino a pastizales y tierras de cultivo.

Una imagen de satélite muestra el fuego que cruza por Angola, Zambia y el Congo, el pasado 25 de agosto.
Una imagen de satélite muestra el fuego que cruza por Angola, Zambia y el Congo, el pasado 25 de agosto. NASA REUTERS

“El uso del fuego para cazar, favorecer las mejores plantas para la alimentación o la fibra, la limpieza para la agricultura y el pastoreo, facilitar los viajes y controlar las plagas está bien documentado, es tradicional y continúa en la actualidad en muchas partes de África”, asegura Peter Moore, especialista en gestión de fuegos del departamento de Bosques de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación). Es el sistema preferido por la mayor parte de campesinos, especialmente en zonas donde tienen escasos ingresos y la agricultura no está mecanizada, ya que es más económico, puede acabar con ciertas plagas y enfermedades y las cenizas del matorral quemado aportan nutrientes a los futuros cultivos, aunque a medio plazo y sin una gestión adecuada de su alcance e intensidad aceleran la erosión del suelo.

La imagen del satélite muestra que además de Angola y la RDC, Zambia, Mozambique o Madagascar también sufren el mismo fenómeno. Sin embargo, se estima que nueve de cada diez fuegos en África no crean grandes daños, sino más bien beneficios a la comunidad. Tosi Mpanu Mpanu, negociador congolés en las conferencias sobre el clima de Naciones Unidas, incide en que “en la Amazonia, el bosque arde sobre todo a causa de la sequía y el cambio climático. Pero en África central se debe esencialmente a técnicas agrícolas”, informa AFP.

África arde más que la Amazonia

Ante la alarma incipiente, el Gobierno de Angola ha querido salir al paso para advertir de las comparaciones entre lo que sucede en este país africano y Brasil, que pueden conducir, asegura en un comunicado, “a una dramatización de la situación y a la desinformación de las mentes más imprudentes”. Según el Ministerio de Medio Ambiente angolés se trata de fuegos que los agricultores generan cada año al final de la estación seca. “En esta época del año y en numerosas regiones de nuestro país se producen incendios por parte de los campesinos en fase de preparación de las tierras debido a la proximidad de la estación de lluvias”, añade el comunicado.

Desde luego, también hay riesgos. Moore explica que, según los estudios más recientes, cada año arde entre el 3% y el 4% de la superficie terrestre del Planeta. Y aunque la tendencia es descendente en África (300 millones de hectáreas quemadas en 2016 frente a 340 millones en 2003), se trata de uno de los continentes más afectados. Se calcula que el 10% de los incendios se escapan de control y son los responsables del 90% de la superficie que arde. “Estos son los que causan la pérdida de vidas, daños materiales e impacto ambiental. Son incontenibles hasta que cambia el clima o las condiciones del combustible que los hace arder. En muchos países de África la capacidad de manejo de incendios no está bien desarrollada”, añade Moore. En el origen suelen estar los accidentes, falta de comprensión del riesgo, malas prácticas o descuidos. En 2016 la superficie quemada fue seis veces España.

Los colectivos defensores del Medio Ambiente alertan de que esta técnica de desbroce y quema provoca una grave deforestación y pérdida de la biodiversidad, así como la erosión de la tierra. La deforestación es real, aunque la causa principal no es la quema sino la tala. Según aseguró Mpanu Mpanu a AFP, “la cubierta forestal de la RDC ha pasado del 67% al 54% de su territorio entre 2003 y 2018”. El propio presidente Tshisekedi aludió a la pérdida de árboles en la cuenca del río Congo, la segunda masa forestal del Planeta, en su discurso de investidura. En un país donde solo el 9% de la población tiene acceso a electricidad, la madera es una importante fuente de energía y se permite la tala artesanal, que en ocasiones esconde los intereses de empresas madereras.

África arde más que la Amazonia

Emisiones a la atmósfera

Otro aspecto de los incendios tiene que ver con sus emisiones de gases nocivos a la atmósfera. «Cuando se usa el fuego para transformar áreas forestales en tierras abiertas hay una adición neta de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Combustibles que no se suelen quemar, como turberas y selvas tropicales, contribuyen de manera intensa a dichas emisiones», explica Moore. Sin embargo, cuando se quema un terreno y la vegetación se regenera con el tiempo, esas plantas eliminan el de la atmósfera a medida que crecen.

La FAO propone mejorar las habilidades de las comunidades en la gestión de incendios a partir de sus propias tradiciones y conocimientos, teniendo en cuenta el impacto positivo que tienen la mayoría de los fuegos controlados. Al mismo tiempo, recomienda mejorar sus capacidades para la extinción y la comprensión de los riesgos. “Los incendios forestales dañinos”, como los que atraviesa en la actualidad el Amazonas, “no son una emergencia sin precedentes. La combinación de políticas, planeamiento y gestión desfasadas han creado un contexto en el que los incendios generan daños y pérdidas”, concluye Moore.

Fuente e imagen: https://elpais.com/sociedad/2019/08/28/actualidad/1566978341_414043.html

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