Venezuela: Registro del Carnet de la Patria agiliza la preselección de becas estudiantiles

Venezuela/Abril de 2017/Autor: Pablo Duarte/Fuente: MPPE

Durante la transmisión de su programa radial Patria que Educa, el viceministro de Comunidades Educativas y Unión con el Pueblo del Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE), Jehyson Guzmán, invitó a los estudiantes venezolanos a participar en el registro del Carnet de la Patria para avanzar en la recolección de la información necesaria para la preselección de los beneficiarios y beneficiarias del programa de becas estudiantiles.

El funcionario indicó que una de las maravillas del proceso de asignación de las 28 mil becas-en su fase inicial- es que “las personas no tuvieron que hacer cola ni esperar tres meses para que les abrieran una cuenta bancaria. Tampoco se vieron en la necesidad de entregar cientos de papeles de recaudos, solo tuvieron que registrarse en el Carnet de la Patria para recibir el beneficio a través del banco”, destacó.

Por su parte, Jeinderly Velásquez, integrante de la Organización Bolivariana de Estudiantes (OBE), dijo la entrega de la beca la motiva a seguir trabajando por la educación en Venezuela.

“Gracias al Carnet de la Patria logré este beneficio. Este medio permite localizar a las personas que presentan una situación económica difícil para apoyarlas de manera inmediata. Yo me inscribí voluntariamente en la fase de registro del Carnet de la Patria en mi liceo. Los estudiantes deben asumir el compromiso de seguir impulsando la educación en nuestro país Ello debe hacerse desde cada escuela, liceo o salón de clase. Tenemos que aprovechar al máximo los recursos y los medios que tenemos a nuestro alcance para impulsar la educación”, subrayó Velásquez.

Apoyo a estudiantes de Escuela Técnica Luis Razetti

Durante la transmisión del programa Patria que Educa, el viceministro de Comunidades Educativas y Unión con el Pueblo del MPPE se comprometió con los estudiantes de la Escuela Técnica Liceo Luis Razetti del Distrito Capital a apoyarlos a restituir las condiciones de funcionamiento normal de la institución, en virtud de que este centro educativo fue víctima de distintos actos vandálicos recientemente, cuyo saldo fue la sustracción de equipos informáticos y otras herramientas para su funcionamiento.

“La idea es que los estudiantes de esa escuela puedan culminar el año escolar. No podemos enviar computadoras si la comunidad no se compromete con nosotros; deben ayudarnos a determinar los nombres de los responsables de los actos vandálicos suscitados en ese centro de enseñanza”, finalizó Guzmán.

Fuente: http://www.me.gob.ve/index.php/noticias/81-noticias-2027/abril/2852-registro-del-carnet-de-la-patria-agiliza-la-preseleccion-de-becas-estudiantiles

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Entrevista a Jesús Martín Barbero: «Necesitamos jóvenes problemáticos»

05 de Febrero 2017/Fuente: Colombia2020/Autor: Nicolás Sánchez

Con casi 80 años, el académico es contundente en criticar las políticas educativas del gobierno de Juan Manuel Santos y en aseverar que no aportan a la paz ni reflejan las necesidades de los jóvenes. Tal y como, según él, pasa con las escuelas.

Jesús Martín Barbero recuerda el momento, en los años 60, en el que Manuel Marulanda Vélez, más conocido como ‘Tirofijo’, declaró que Marquetalia, Riochiquito y El Pato Guayabero como zonas libres de América. Se encontraba en la Universidad Nacional y el furor revolucionario hacía parte de la vida estudiantil.

Desde aquella época, Martín se ha dedicado a estudiar las transformaciones culturales y es testigo de los cambios que ha habido en Colombia. En Cali fundó el Departamento de Comunicaciones de la Universidad del Valle, en donde trabajó de la mano con referentes de la cultura caleña como el escritor Andrés Caicedo y el cineasta Carlos Mayolo. “Yo me enamoré de la gente joven de Cali”, cuenta. Sin embargo, de esa ciudad tuvo que salir en 1996 porque las presiones del Cartel del Norte del Valle se cernían sobre la universidad.

Martín no es políticamente correcto. Asevera que en Colombia “hay escuelitas para formar periodistas, pero les falta mucho país”. Ha criticado las posturas de la izquierda frente a la cultura y cuenta que tuvo problemas con gobiernos del siglo XX “por pensar con mi propia cabeza”, dice. Además, entre el 2000 y el 2003 se tuvo que exiliar en México.  

Su producción ha girado en torno a dos temas: la juventud y la cultura. Sus libros son consultados en las facultades de periodismo y de trabajo social en todo el país. Al filo de cumplir 80 años, está por publicar un nuevo libro sobre la juventud.

Ese nuevo texto que estaría listo en abril de 2017 verá la luz en un momento en el que la juventud ha empezado a reclamar espacios en la construcción de paz. Esto, luego de que se conocieron los resultados del plebiscito para refrendar el Acuerdo de La Habana entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc.

Los jóvenes han empezado a tomarse las calles de varias ciudades del país pidiendo que su consigna de paz no se fuera al traste debido a la victoria del No. Desde ese momento, han pedido celeridad en el cumplimiento del acuerdo al que llegaron el Gobierno y la guerrilla. A su vez, se han reunido en la Plaza de Bolívar de Bogotá para exigir que el proceso de diálogo con el ELN arranque cuanto antes.

Jesús Martín Barbero camina pausadamente pero su tono es vivaz.  “Cuando uno está viejo, regular es lo mejor que se puede estar”, bromea. Este español llegó a Colombia en 1963, se fue en el 68, y regresó en el 72. Volvió a buscar a la mujer que sería su esposa y con quien echó raíces y tuvo dos hijos.

En esta entrevista habla sobre lo que el país tiene que cambiar para que “la paz” dialogue con los jóvenes.

-¿Cómo siente usted que las universidades están preparando a los jóvenes para este momento histórico donde se empieza a hablar incluso de posconflicto? 

La verdad es que los jóvenes no son una referencia para las universidades, son alumnos. La palabra alumno está por encima de niño, adolescente y joven. Pidiéndole perdón a Gina Parody, ella no se ha enterado de eso. En sus pretendidas reformas no se ha enterado de lo que son las escuelas. Los maestros que no son capaces de entender ni a los niños, menos a los adolescentes y menos a los jóvenes. Hay un desconocimiento muy fuerte de lo que está pasando en el mundo joven. Hay un montón de clichés religiosos y psicológicos que vienen muy bien para calmar la consciencia de los papás y de los maestros.

La clase media en Colombia apenas acaba de subir y tiene mucho miedo de bajar, entonces le apuesta a que sus hijos, con el mayor amor del mundo, salten y puedan llegar más lejos que ellos. La obsesión es el éxito social. Allí hay una trampa que se le está haciendo al país.

Hay una cierta mala consciencia de que el país no está entendiendo a sus jóvenes y por eso se ha venido toda esta vaina educativa, pero lastrada por esta huevonada de Pisa. No saben qué es Pisa ¡Es una empresa privada, no es pública! Depende de un conglomerado de empresas privadas. Hay un documento contra Pisa de cientos de investigadores europeos y gringos, pero en este país nadie lo ha leído.

-¿Cómo salir de esas trampas para hacer de los jóvenes un sector social que impulse la construcción de paz?

El lugar clave para eso es la escuela, el sistema educativo. Por eso yo soy muy duro en mi crítica porque las dos primeras ministras que tuvo Juan Manuel Santos no tenían nada que ver con la educación y la última es una señora que ha trabajado la mitad de su vida en el Ejército, que es de lo más retrogrado y de lo más inculto que haya habido.

Las claves para entender el mundo de los jóvenes son la escuela y los cambios de costumbres. No estoy diciendo que los maestros no quieren entender a los jóvenes, el tema es que ellos no están ahí para entenderlos, están para hacer lo que dicta el Estado.

En este momento estoy trabajando con un pequeño grupo de la Secretaría de Educación de Bogotá en formación de maestros, eso es cambiarles el chip. Por más de que el sistema de Estado haga los programas, ellos tienen que asumir la transformación de esos programas para que realmente sirva a la vida de los niños y de los jóvenes como sujetos humanos. Eso significa que tienen vida propia, que hay cosas que les gustan y cosas que les revientan.

-¿En Colombia se ha dejado de lado a los jóvenes como sujetos?

La prueba que tengo que en este país no se forman sujetos es que la gente no aprende a escribir, aprende a hacer tareas, no a escribir, no a contarse, no saben contar su vida. Pasan a la universidad y les preguntan de dónde vienen, pero no saben cómo responder. Sus padres y sus abuelos son eso, la memoria. Un mínimo de memoria.

-Usted ha hecho un llamado a poner el presente de los jóvenes en historia. Estamos en un momento histórico en el que necesitamos empezar a construir memoria ¿Cómo aterrizar el llamado que usted hace a esa construcción de memoria que estamos por empezar?

Ese es uno de los temas más importantes de mi vida. Yo nací con una España que estaba en guerra y viví las transformaciones de la memoria. Es decir, qué se recordaba antes de la guerra y qué se podía recordar después, porque tuvimos 50 años de franquismo.

Los historiadores estudian historia de atrás para adelante, los niños, los adolescentes y los jóvenes la estudian a partir de su presente. Para que la historia se convierta en memoria de los muchachos hay que partir de su presente. Hay que poner el presente en historia, eso nunca lo ha hecho la escuela.

Los profesores tendrían que escribir sobre la memoria de los niños. Ahí vamos a empezar a saber para dónde vamos. Si fuéramos capaces de empezar las clases diciendo de dónde vengo yo, de dónde vienes tú. Poner eso en común es transformar un montón de alumnos en una escuela de aprendizaje mutuo.  Lo que tú eres es el resultado de unas culturas, de unas memorias.

-Existe mucho miedo de mostrarles a los niños y a los adolescentes las atrocidades que se han cometido en el país ¿Cuál es su opinión frente a eso?

Yo pienso que no es solo miedo, es no entender qué es un país. Un país es una historia en común y esa historia tiene un montón de relatos. Yo descubrí que contar es la palabra más importante del castellano y de todos los idiomas. Contar significa contar cuentos, saber narrar, saber contar. Segundo, contar es tener en cuenta o no al otro, eso es vital en las relaciones sociales. Finalmente, hacer cuentas, contar es contar números.

Hay que aprender a contar con sus propias palabras. Lo que usted ha vivido no lo puede contar nadie más. Hay que aprender a contar su cuento para ser tenidos en cuenta y también hacer cuentas para la reparación.

-¿Usted cree que en Colombia se ha construido memoria excluyendo a la juventud?

Esa es la pregunta del millón ¿Qué tienen que ver los jóvenes con la memoria hoy? Primero con la memoria del país. La memoria del país está, en buena parte, en las novelas, los cuentos y los relatos, ahí está y ahí sigue. Gabriel García Márquez es un memorioso, él ha hecho memoria del país.

No es que este país no tenga memoria. En términos de relatos, sí ha habido. Pero no en la gente. Hoy lo que está descubriendo el país es que la gente tiene derecho a tener memoria y a que esa memoria sea tenida en cuenta para hacer cosas con la gente. Que sea con ella, no utilizándola, sino contando con ella, ahí hay un cambio radical.

-¿Qué espacio tienen ahí los jóvenes?

Yo diría que primero son sujetos, no solamente un objeto sobre el cual contar cosas. Son los jóvenes los que tienen que contar su cuento. No lo puede contar nadie por ellos. No todo tiene que ser escrito, hay muchas maneras de contar ahora. Yo por salud mental no estoy en Facebook porque solo con correos electrónicos tengo. El día que me escribiste tú me escribieron otros seis o siete y a ninguno lo invité, no sé por qué te invité. La verdad algo leí que me pareció distinto, pero podías haber caído según el humor que tengo cada mañana cuando me levanto.

Los jóvenes son los mediadores entre lo que está pasando en la escuela y lo que está pasando en la sociedad. Pero la escuela tiene que asumir que los jóvenes son capaces de contar su memoria, su historia, su familia, su barrio, su país ¿De qué país habla la gente jóven? ¿Dónde están los que están haciendo libros con relatos de la gente joven? El lugar donde se podría cocinar eso con sentido es sacándolo de la palabra tarea. Esto no se hace por tareas ¿dónde la escuela está desarrollando gente creativa e innovadora? En los países en los que la escuela no es una sumatoria de tareas, sino de dimensiones de la vida con proyectos.

-¿Qué sensación tuvo cuando después del plebiscito los jóvenes invitaron a marchar y se tomaron las calles?

Lo lindo, para mí, es que fueron jóvenes, fueron viejos, fueron indígenas, fueron incluso enfermos de hospitales que pidieron que los ayudaran. Fue un país en chiquito, pero enormemente diverso y creativo. Fue realmente un movimiento político en su más profundo sentido.

Fue una sorpresa para todos porque ese país no existía, no se había visto desde hacía mucho tiempo. Siento que los jóvenes pusieron la primera piedra y después la continuidad. Fueron ellos los que sacaron al país a caminar.

-Usted dice que occidente se jodió cuando el juego dejó de ser importante para la educación ¿A qué se refería con eso?

En un simposio al que me invitaron en Barcelona coincidí con un sociólogo alemán que a la mitad de la conferencia se quedó en silencio y gritó: “¿Cuándo se jodió occidente?” y se respondió: “Cuándo separó el trabajo del juego”.

Hubo un tiempo en que el trabajo y el juego estaban juntos y este tenía que ver no sólo con la producción, sino con la creación que tiene que ver mucho más con el juego que con otras cosas. Empezando con que los niños jueguen con su cuerpo ¿Qué pueden hacer con el cuerpo? Pecados. Nacimos en esa iglecita católica que nos encerró en unos sustos porque el cuerpo era peligrosísimo, tanto el sexo como la imaginación eran los enemigos del mundo y de la sociedad.

Occidente perdió la capacidad de pensar su propio sentido: para dónde va, qué quiere, qué está haciendo. Donald Trump es un primer punto de llegada de eso que empezamos a percibir hace mucho tiempo. Se forman gerentes, es decir alguien que sabe hacer cosas, pero no sabe, es un saber instrumental. No es un saber de cuerpo, de barrio, de ciudad, de país, no. Es un saber instrumental así le pongamos muchos títulos.

-Un ejemplo…

Estoy planteando, que lo que estamos viviendo hoy es una mutación a nivel mundial, sobre todo en occidente, una mutación cultural. La modernidad fue un tiempo en el cual la clave era el progreso. Fue muy bueno porque la modernidad fue la liberación de muchas cosas: libertad y creatividad. Eso se fue poco a poco.

El fenómeno joven es estratégico para entender la mutación. Quien está viviendo la mutación y, de alguna manera, disfrutándola es la gente joven. La mutación tanto en sentido de transformación de los modos de escribir, de leer y de jugar, de todo. Está cambiando el juego, por lo tanto, está cambiado la clave de la vida.

El cuento viene a esto si queremos entender al mundo de los jóvenes tenemos que pensar en esta palabrita, hay una mutación cultural, como si hubiera una mutación genética.

-¿Esa mutación cultual hacia dónde va?

No va para un solo sitio. Por ejemplo, hoy el vestido es otra cosa. El vestido para la gente joven es otra cosa distintísima a lo que fue para sus padres y no es que los jóvenes no tengan vanidad. El sentido de la moda cambió.

-¿Cómo la paz puede aterrizar en las escuelas?     

Preguntándoles a los niños, a los adolescentes y a los jóvenes por el país del que vienen. Construyendo con ellos sujetos problemáticos y complejos que son los sujetos verdaderos. La escuela se tiene que conectar con los cambios que piden los alumnos y trabajar para construir una imagen de país que tenga que ver con ellos y que cuente con ellos, todo lo demás va a ser muy pasajero.

Lo que se ha hecho de bulla con la educación, con las ministricas de Santos, no vamos a tener memoria para nada. Para que la escuela geste memoria tiene que empezar por saber de qué estamos hablando porque los maestros en su mayoría piensan que los que tienen memoria son los mayores. Ya no hay historia de Colombia en bachillerato, lo que me parece atroz porque no tienen idea de lo que se ha hecho en su país. En la mayoría de las casas de este país no hay libros, la gente joven no se va a enterar de dónde viene y si no se entera de dónde viene mucho menos va a saber a dónde va.

Fuente de la entrevista: http://colombia2020.elespectador.com/pedagogia/las-12-peliculas-para-aterrizar-eso-que-llaman-paz

Fuente de la imagen:http://colombia2020.elespectador.com/sites/default/files/styles/gallery_custom_user_md_1x/public/gallery-files/gus_6548.jpg

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Así son los bonos culturales para jóvenes en España

Europa/España/27 Agosto 2016/Autor: Ignacio de la cierva/Fuente: Aprende más

Algunas comunidades autónomas y regiones españolas ya tienen sus propios bonos, similares a los anunciados en Italia, para fomentar el consumo de cultura entre los jóvenes.

La medida anunciada por el primer ministro italiano, Matteo Renzi, de otorgar 500 euros a los jóvenes italianos que cumplan la mayoría de edad este año para gastar en productos y eventos culturales ha levantado envidias y ha abierto un encendido debate a nivel mundial sobre si se trata de una iniciativa electoralista o si realmente incentivará la curiosidad de los jóvenes por la cultura.

En España, según informó el diario El Español, el exministro de Educación José Ignacio Wert y su sucesor, Iñigo Méndez de Vigo, ya rechazaron en su día un bono cultural para fomentar la lectura. Sin embargo, a nivel autonómico, sí que existen ayudas culturales parecidas a las de Italia.

Extremadura

La iniciativa cultural de la Junta de Extremadura, en funcionamiento desde hace dos años, consiste en un bono de 32 euros para gastar en productos culturales.

Según informa el diario Hoy, estos talonarios son aplicables a libros, música en formato CD, películas en DVD y BlueRay, entradas, y abonos de cine, espectáculos en vivo, obras teatrales, musicales, museos, exposiciones y suscripciones a prensa diaria en formato impreso o digital por el periodo de un mes.

Para poder conseguirlo hay que tener entre 18 y 30 años, poseer el Carnet Joven Europeo y solicitarlo a través de la plataforma bonocultural.gobex.es. El plazo para solicitar los bonos abrió el pasado 1 de junio y termina el próximo 31 de octubre. La validez del cupón es hasta el 30 de noviembre de 2016.

Galicia

Desde hace un año, los gallegos pueden solicitar una tarjeta-bono cultural. Tiene un coste de 33 euros y viene con un monto de 50 euros para gastar en el sector editorial y en el de artes escénicas.

El bono se puede utilizar en los productos culturales de aquellas librerías y teatros que se hayan adherido a la iniciativa –unos 180, según La Voz de Galicia– y ofrece un descuento del 10% en los espectáculos escénicos y libros en gallego. Esta tarjeta es compatible con otros descuentos y ofertas.

Para conseguir la tarjeta hay que tener entre 18 y 30 años  y solicitarla a través de la web tarxetabonoculturagalega.com Cada bono tendrá una validez de dos meses desde el momento de la compra.

Santander

El bono de Santander tiene un precio de 10 euros y un valor de 15. Se puede usar para la compra de libros, música, entradas de cine y espectáculos teatrales en los 18 establecimientos adheridos al programa, así como del festival de música independiente ‘Santander Music’ que tuvo lugar a comienzos de agosto.

A falta de concretar una fecha, el Ayuntamiento de Santander ha anunciado que ampliará en 2017 el Bono Cultura tras agotarse todas las unidades iniciales. Cuando llegue la nueva remesa, cualquier persona podrá adquirirlo a través de la red de Cajeros de Caja Cantabria, la red de cajeros de Liberbank, el teléfono 902 106 601 y la web entradas.liberbank.es

Gipuzkoa

Los bonos de cultura de Gipuzkoa son de dos categorías: uno tiene un coste de 20 euros y un valor de 30, y se puede gastar en libros, discos y DVDs;  el otro tiene un coste de 25 euros y un valor de 40, y se puede utilizar para adquirir entradas de espectáculos en directo.

Tras una primera convocatoria, actualmente no se puede adquirir ni usar el bono, pero se espera que dentro de poco anuncien la apertura de un nuevo plazo para solicitarlo. Cuando llegue ese momento, se podrá solicitar en los establecimientos y teatros de Gipuzkoa adheridos al programa.

¿Madrid?

La  presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, incluyó en su programa electoral un “Cheque Cultural” de 100 euros anuales para que los menores de 30 años y los mayores de 65 años puedan acudir a espectáculos y acontecimientos culturales. De momento, se ha quedado en una promesa electoral…

Fuente: http://www.aprendemas.com/es/blog/mundo-educativo/asi-son-los-bonos-culturales-para-jovenes-en-espana/

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