Introducir lecturas en la asignatura de Matemáticas resulta ideal para el que alumnado de Bachillerato reflexione, razone y aprenda distintos conceptos de la materia. El docente Víctor Tilve lo puso en marcha con la lectura Planilandia, de Edwin A.Abbott, y este fue el resultado.
¿Cómo se puede proponer a los estudiantes de 1º de Bachillerato una lectura de Matemáticas? Con Planilandia, una novela escrita por el teólogo inglés Edwin A. Abbott en 1884: en ella se cuenta la historia de un cuadrado que vive en el plano y debe hacer frente al descubrimiento de otras dimensiones de la mano de una esfera, al mismo tiempo que nos cuenta las costumbres y la vida en la sociedad de la época haciendo uso de la sátira y la crítica hacia la sociedad victoriana. También se les encarga un trabajo posterior.
Ante la propuesta de leer un libro en esta materia, los alumnos inicialmente protestan aludiendo que ya leen en las de lenguas (castellana, inglesa y cooficial). Sin embargo, la reacción posterior a la lectura es muy positiva y las quejas se centran en el tipo de literatura, mientras que el contenido matemático es del agrado de los alumnos.
¿Por qué esta lectura?
El contenido de Planilandia es ideal para introducir, a través de la geometría, diferentes formas de deducir y demostrar en Matemáticas (inducción, deducción y analogía) y para demostrar que en esta materia hay espacio para la lectura y el debate, además de para la formalización de enunciados y fórmulas.
Esta propuesta permite trabajar las competencias lingüística, matemática y otras competencias básicas en ciencia, tecnología y conciencia y expresiones culturales.
Los espacios y sus significados
Varias son las dimensiones que aparecen en la novela, en las que además de analizar aspectos matemáticos también se abordan temas sociales. En Linealandia, el Rey de esa dimensión le explica al protagonista, el cuadrado, entre otras cosas, la manera en la que se reproducen y la posición que ocupan en la línea los recién nacidos. Es esta una buena oportunidad para introducir los números irracionales comparando esta situación con lo vivido por los antiguos griegos, quienes entendían el mundo con números naturales, enteros y racionales.
Otra parte del libro, y en la que se produce la primera aparición de la esfera en la historia, se produce una especie de juego de intersecciones entre ella y el plano donde habita el cuadrado dando lugar a diferentes figuras geométricas.
Puede servir esto como introducción a la geometría en las tres dimensiones… ¡Pero hay más! Y es que la esfera le explica al cuadrado cómo moviendo un punto de un lado a otro se genera una recta, cómo moviendo una recta arriba y abajo se genera un cuadrado y cómo moviendo un cuadrado en otro eje perpendicular a los anteriores se obtiene un cubo…
En esta ocasión, el protagonista aplica el razonamiento matemático para deducir que pueden existir más dimensiones. Esto coloca tanto al lector como al protagonista en la dicotomía de enfrentar la dimensión matemática a la dimensión física y que antes de la formulación matemática hay lugar para el debate y la reflexión, para conjeturar, para buscar analogías, deducir e inducir, todas ellas acciones comunes en esta materia que no siempre son evidentes dentro de las aulas.
En Planilandia también se explica la organización de una sociedad a través de las formas geométricas. El cuadrado, como protagonista, descubre que cuantos más lados tenga un habitante de Planilandia éste tiene mejor consideración y clase social, pero que solo es posible que un descendiente aumente en uno el número de lados y que los seres más perfectos son los círculos. Dentro de Planilandia todas las figuras se ven como líneas rectas, pero en el primer viaje que hace el cuadrado fuera de su dimensión de la mano de la esfera, ‘arrancándole’ de su plano para que vea su mundo desde una tercera dimensión, el cuadrado descubre desde esta nueva perspectiva las formas de los triángulos, cuadrados y otros polígonos. Estas circunstancias permiten introducir la aproximación del número pi utilizando el algoritmo de Arquímedes.
Conclusiones de su aplicación en el aula
Si se dedica una sesión de 50 minutos a trabajar los contenidos mencionados y los temas introducidos, éstos resultan claramente motivadores para los estudiantes, sobre todo porque no hay formalismos, solo reflexiones y debates. De este modo, cuando llega el momento de afrontar las matemáticas como se hace normalmente en el aula, las ideas en la cabeza de los alumnos están avanzadas, han sido reflexionadas y se ven como algo más que números y fórmulas.
Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/lectura-de-matematicas-mejora-el-aprendizaje/120250.html
La calidad de nuestra educación, un mito muy costoso
Miguel Ángel Rodríguez
Es generalizado el mito de que tenemos una extraordinaria educación. Ese es tal vez el mayor obstáculo para entrarle de lleno a la incapacidad de nuestro sistema docente para dotar a los jóvenes de las habilidades intelectuales, emocionales y sociales necesarias para afrontar con éxito las condiciones del siglo XXI. Este es, en mi opinión, el mayor desafío que debemos enfrentar para resolver nuestras deudas con la justicia y el progreso.
Hace pocos días, se dio a conocer el resultado de la prueba PISA, el Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes, que efectúa cada 3 años la OCDE desde el 2000, y que califica las habilidades de jóvenes alumnos de 15 años en lectura, matemáticas y ciencia. Costa Rica participa desde 2009.
De nuevo, los resultados son decepcionantes. A finales del siglo XIX nuestro alfabetismo era muy elevado comparado con los niveles prevalecientes en el mundo. La expansión de la educación secundaria fue muy exitosa en la segunda mitad del siglo XX hasta la crisis de la deuda externa. Pero con esa crisis sufrimos un grave deterioro en la escolaridad de secundaria y la calidad de nuestra enseñanza no ha mejorado al ritmo que han exigido los tiempos.
PISA señala que lectura tenemos un rendimiento de 426 puntos, 61 por debajo del promedio de la OCDE. En matemáticas de 402 con una diferencia en contra de 87 puntos, y en ciencia con 416 puntos Costa Rica está atrás por 73 puntos. Es como si los alumnos en Costa Rica tuvieran dos años de atraso.
La falta de capacidad de nuestro sistema educativo para crear las habilidades que el siglo XXI demanda se refleja en lectura con un 42%, en matemáticas con un 60% y en ciencia con un 48% de los estudiantes que no alcanzan el nivel mínimo aceptable para tener alguna capacidad de ejercer esas habilidades.
Entre los mejores estudiantes, en los países de OCDE un 16% de los quinceañeros que estudian alcanzan los niveles más altos de habilidad en al menos una de las tres materias. Entre nosotros apenas un 1% lo logra. Nuestros pobres resultados no se dan solo porque muchos alumnos no alcanzan los niveles mínimos.
Lo más grave es que no solo estamos mal, sino que además hemos empeorado.
En los tres campos de 2009 a 2018 ha descendido el nivel alcanzado.
En lectura y en ciencia la disminución ha sido continuada desde 443 y 430 puntos respectivamente en nuestra primera participación, hasta 426 y 416 en esta última prueba. En estos dos casos la disminución es estadísticamente significativa y aunque se puede señalar que se da al mismo tiempo que aumenta la escolaridad para jóvenes de 15 años, también se debe tomar en cuenta que esa escolaridad sigue siendo baja en relación con los países más desarrollados. Matemáticas es la materia en la cual desde 2009 hemos obtenido la más baja calificación con 409 puntos, y también en esta materia se ha venido disminuyendo la calificación hasta 402 en 2018.
Ese mal resultado y su deterioro se dan al tiempo que hemos aumentado inmensamente la inversión en educación. Hemos alcanzado la inversión acumulada por alumno de 6 a 15 años que PISA señala es el límite después del cual no hay relación entre mayor gasto y mejores rendimientos. De 2008 a 2018 el gasto en el Ministerio de Educación Pública respecto al PIB pasó de 5 a 7,6%, un incremento de 52%. El gasto por estudiante en términos reales de 2008 a 2016 (última cifra disponible) aumentó en un 110%. El aumento es inmenso en cada uno de los tres niveles de preescolar, primaria y secundaria. Pero no es simplemente gastar más, ni tener más horas sentados a los alumnos en los pupitres, ni nuevos programas.
No se puede lograr el mejor fruto de la educación si se sigue contratando docentes sin examinar sus conocimientos, enviándoles a enseñar sin apoyo inicial en el ejercicio de su arte (imagine a un médico sin pasar por el internado) y luego sin ninguna evaluación para recapacitarlos.
Tenemos una enorme y urgente tarea por delante a la que nos convocan la justicia, la obligación de generar igualdad de oportunidades, la necesidad de crecer aceleradamente y los retos del siglo XXI.
Debido al mal posicionamiento de Colombia en las pruebas PISA, analistas consideran que se deben asumir retos para mejorar la enseñanza y también la formación de pedagogos.
Desde el 2006 en Colombia se viene aplicando el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos, PISA, (por sus siglas en inglés) que evalúa el desarrollo de las habilidades y conocimientos de los estudiantes de 15 años, a través de tres pruebas principales: lectura, matemáticas y ciencias.
Colombia ocupó en esta oportunidad el puesto 58 entre 79 países participantes, convirtiéndose en el país perteneciente a la OCDE con el menor puntaje.
Para la investigadora de la Universidad Piloto de Colombia, Claudia Rincón, no es la primera vez que no le va bien a Colombia en las pruebas PISA.
La experta añadió que se sabe que hay ciertas tareas y llamados urgentes de la educación a mejorar. No obstante, enfatizó en que usualmente el tema de la calidad educativa se vuelve mediático y luego desaparece como si se hubiese solucionado.
Sin embargo, es claro que desde hace un tiempo ya se tienen mediciones que muestran los urgentes retos en educación que tiene el país, para mejorar la educación en todos los niveles.
De esta misma opinión es Luis Fernando Ramírez, vicerrector Administrativo de la Universidad de La Salle, al considerar que definitivamente se tiene que trabajar mucho más desde la primera infancia, ya que desde la educación temprana es dónde se desarrollan fundamentalmente las principales capacidades neuronales de los niños y también su nivel de socialización. De cumplirse este objetivo, asegura, se mejoraría en las competencias fundamentales para iniciar los ciclos normales de educación básica y media secundaria.
Los retos
Ante el balance de la prueba PISA, ¿qué cosas habría que tener en cuenta para mejorar estos resultados? La investigadora de la Universidad Piloto asegura que en primer lugar, que no es una responsabilidad de los docentes; en segundo lugar, que no es una responsabilidad de los estudiantes exclusivamente y tercero, que no es una responsabilidad solo del gobierno. La experta no atribuye responsabilidades individuales de los actores del sistema y por el contrario plantea la necesidad de unos compromisos para generar ciertas transformaciones.
En ese orden de ideas plantea la investigadora, se podría decir que para los estudiantes es muy importante desarrollar áreas, incluso aquellas que no son medidas en PISA, por ejemplo, competencias ciudadanas o socioemocionales.
Por el lado de los docentes, dice la experta, es un sector descuidado y se requiere inversión, trabajo en la formación y ofrecerles oportunidades para el desarrollo de competencias tanto de su área de conocimiento, como pedagógicas, es decir, promover que se formen como pedagogos y formadores de alta calidad.
Finalmente, es necesario revisar la política pública del Gobierno, evaluar cómo se hace la inversión, si se tiene en cuenta la voz de aquellos que participan en la creación del Plan Decenal, y por qué no se obtienen los resultados esperados.
En cifras
1. En la sección correspondiente a lectura, el puntaje bajó de 425 puntos en el 2015 a 412 en el 2018
2. En cuanto a las competencias en matemáticas, se subió un punto pasando de 390 en 2015 a 391 en 2018
3. Y en el último examen, que evalúa ciencias, los resultados bajaron, pasando de 416 en el 2015 a 413 puntos en el 2018.
4. De 79 países evaluados, Colombia está en el puesto 58 por debajo de naciones como Bielorrusia, Lituania, Hungría, entre otros. En América Latina, Chile obtuvo la mejor puntuación
En cifras
1.
En la sección correspondiente a lectura, el puntaje bajó de 425 puntos en el 2015 a 412 en el 2018
2.
En cuanto a las competencias en matemáticas, se subió un punto pasando de 390 en 2015 a 391 en 2018
3.
Y en el último examen, que evalúa ciencias, los resultados bajaron, pasando de 416 en el 2015 a 413 puntos en el 2018.
4.
De 79 países evaluados, Colombia está en el puesto 58 por debajo de naciones como Bielorrusia, Lituania, Hungría, entre otros. En América Latina, Chile obtuvo la mejor puntuación
Recomendaciones
De acuerdo con Luis Fernando Ramírez, vicerrector Administrativo de la Universidad de La Salle se podría hablar de aspectos:
Aumentar las jornadas educativas, es decir, que haya más permanencia de los niños en los planteles, pero no únicamente con materias escolarizadas, sino con materias que permitan desarrollar destrezas complementarias como arte, cultura, deportes, música, etc. Está demostrado, como en el caso japonés, que estas materias ayudan al desarrolla de ambos lados del hemisferio cerebral.
El grado cero debe generalizarse más en Colombia, porque hay una distancia entre la educación privada y la pública.
Se debe hacer una labor pedagógica con los docentes, en el sentido que tienen que involucrar nuevas tecnologías a las que los niños ya están accediendo desde temprana edad. En Colombia todavía es muy restringida esa posibilidad de combinar la presencialidad con la virtualización, y el uso de herramientas tecnológicas para mejorar la enseñanza.
Se necesita más conectividad en las zonas más apartadas para nivelar sobre todo en el tema de internet y en el uso de esos aplicativos porque es una ventana al mundo pero tenemos casi el 40% del país, geográficamente hablando, que no tiene acceso a estas nuevas tecnologías.
Fuente de la Información: https://www.vanguardia.com/colombia/que-hacer-para-mejorar-la-educacion-DI1758522
«¿El artista no se esfuerza? Mucho. Convirtamos a todos los alumnos en artistas y ya tienes la clave». Doris Sommer cree, y demuestra, que cualquier, con esfuerzo y jugando, tiene mucho que enseñar y aprender. Hablamos con ella (pero no solo) sobre su proyecto Pre-Textos.
Hace unos días Doris Sommer (profesora de lenguas y literatura románica y de estudios africanos y afroamericanos en la Universidad de Harvard. También es directora de la Iniciativa de Agentes Culturales en Harvard) visitó España durante unos días. Barcelona y Madrid. Doris Sommer es una mujer enjuta y llena de energía. Es una intelectual en muchos sentidos. Profesora en Harvard, experta en literatura latinoamericana, que habla español con una gran fluidez y un fuerte acento norteamericano. Y es modesta como solo las personas que saben mucho pueden serlo.
Quedamos en CaixaForum en Madrid para hacerle una entrevista. Acude con Marta García-Matos, licenciada en física teórica y doctora en matemáticas, colaboradora de EduCaixa y que ha trabajado y trabaja con proyectos que desarrolla Doris Sommer. La excusa de la entrevista es hablar de su programa Pre-Textos, un «duro» protocolo que tiene por objetivo un aprendizaje cívico-político, de ciudadanía crítica, que dispara la creatividad, la escucha activa y el uso del arte. Todo ello a base de un trabajo arduo, complejo y entretenido.
La entrevista no es la típica. El propio entrevistado termina respondiendo sus propias preguntas. También lo hace Marta e, incluso, Patricia Alocén, directora del Departamento de Acción Educativa de EduCaixa. Doris Sommer le llama a eso «pasar la batuta» y es parte de lo que supone Pre-Textos: que cada cual vaya construyendo saberes mediante la escucha de los demás, mediante la reflexión sobre lo que ocurre.
Pre-Textos es un juego de palabras en sí mismo. A Doris le gusta mucho doblar, rebuscar y resignificar palabras. Lo hace durante la hora larga que dura la conversación. Empezando por la palabra escuela. Confiesa que hace poco que ha aprendido la etimología: ocio. Pero eso es otra historia.
Pre-Textos es una metodología que bien puede ser utilizada para el acercamiento a una obra literaria que para aprender sobre trayectorias de acercamiento al planeta Marte. La materia es lo de menos. Lo importante es el protocolo.
Y para explicarlo, Doris decide que mejor lo haga Marta. Marta, además de haber hecho cursos de capacitación en el protocolo, es matemática y se dedica a la divulgación y educación sobre las matemáticas. El resumen rápido del taller es más o menos así:
Tenemos, lo primero, un texto complejo, nada fácil. Puede ser un pasaje de Esquilo, por ejemplo. La facilitadora leerá en voz alta el texto, mientras el grupo, no menor de 20 personas, realiza trabajos manuales. En este caso, la portada del libro que les están leyendo. Tienen pegamento, cartón, cartulinas, papel celofán, lápices… un largo etcétera.
Después de que se haya leído el texto, cada persona puede leerlo de nuevo para, en un segundo momento, formular una pregunta a ese texto. Algo que no haya comprendido del todo bien. Las preguntas de todas las personas se cuelgan de un cordel, con una pinza. Después, cada persona ha de dar una respuesta a la pregunta o preguntas que quiera. Se cuelgan también del cordel.
El siguiente paso será la propuesta, por parte de la persona facilitadora, de una actividad relacionada con el texto que se hará en grupos de tres. Por ejemplo, bailar el texto o buscar una metáfora que entre las tres tendrán que representar, componiendo una escultura viviente. Antes de que se lleve a cabo la actividad se abre un turno de preguntas y sugerencias. Con una norma que parece pequeña pero no lo es. Todo el mundo ha de hablar. Y lo hará, en principio, una sola vez. Aunque quiera responder a otro participante, tendrá que esperar a que el resto haya intervenido. No hay manera de entablar un diálogo o una discusión a tres. Todo el mundo debe ser escuchado.
Una vez que se ha realizado este turno, el resto del grupo esperará a que cada trío haya hecho su representación, por ejemplo. Han de encontrar en el texto qué es lo que está representando cada grupo.
Después de todo esto, se abre de nuevo un turno en común bajo el título ¿Qué hicimos? De nuevo, todo el mundo debe intervenir y si alguien quiere hacerlo dos veces, tendrá que esperar a que el resto ya haya expresado su opinión.
El taller dura 15 horas. Se trabaja en dos días o cinco. Al menos, por lo que nos han contado. Siempre se trabaja sobre un mismo texto, que puede tener una extensión de página y media. No hace falta más. Y ya estaría todo.
Detás de esto, algo de bibliografía: Kant, Schiller («mi santo patrón», dice Sommer), Boal, Habermas… La simpleza del protocolo también es rigidez: es el que es por un motivo claro y fundamentado. Y, aunque Doris insiste en que no es necesario conocerlo para realizarlo, uno piensa que siempre es interesante profundizar en la justificación teórica.
En cualquier caso, funciona.
Competencias siglo XXI y educación cívica
Ambos conceptos son parte de los objetivos que busca Pre-Textos. Creatividad, pensamiento crítico, trabajo en grupo, respeto a las opiniones de los demás, espera, paciencia. Todo esto sale una y otra vez entre los objetivos del sistema educativo. Aunque no parece que una lección magistral sobre ello pueda enseñar estos conceptos. Hay que practicarlos. Y, quiera uno o no, las 15 horas del taller de capacitación de Pre-Textos es todo esto al mimo tiempo. Un aprendizaje hecho de experiencia personal.
«El desarrollo social es el principal encanto de Pre-Textos, dice Doris Sommer. Estamos descubriendo la importancia de la educación socioemocional y muchas veces eso se entiende como un momento, como una actividad distinta al desarrollo cognitivo o intelectual cuando tienen que ir de la mano».
Sommer es una defensora a ultranza de las humanidades y las artes en sí mismas y como vehículos de diferentes aprendizajes. «¿Dónde se desarrollan esas destrezas que necesitan los estudiantes (creatividad, pensamiento crítico, comunicación y colaboración? En las humanidades. Nos hemos olvidado de ellas, pero son creativas, porque uno ve una obra de arte y tiene que inventarse muchas cosas (contextos, interpretación); el pensamiento crítico es lo que hace un humanista, con su interpretación. Y la comunicación; si un humanista no sabe escribir… comunicarse… Estamos desaprovechando los recursos de las humanidades».
Es el momento en el que uno se acuerda de aquellas palabras de José Ignacio Wert durante la implantación de la Lomce y la necesidad de reducir o eliminar las «asignaturas que distraen»… como la Filosofía o la Historia. Para ella, más que distraer, lo que hacen ciertas materias «inútiles» es abrir el campo a la etimología de la palabra escuela, es decir, al ocio. Ocio entendido como un tiempo «para filosofar, hacer arte, para hablar, hacer deporte. Y el ocio es para concentrarse en cosas que no tienen un valor económico». «Yo no usaría la palabra distracción, porque filosofar no es distraerse, es hacer algo con el tiempo que no se dedique a cosas prácticas, algo improductivo. Es lo opuesto de negocio, precisamente de ahí viene la palabra. A mí me gustan las etimologías».
Repite, copia y roba
Podrían ser tres técnicas básicas de Pre-Textos. Primero porque el protocolo hay que repetirlo, sin salirse del guión, para que funcione. Cuando más lo repite la persona que facilita, mejor ocurre la «magia». De hecho Marta y Doris cuenta el caso de una persona en Barcelona que se saltó un paso del protocolo. No funcionó la actividad, se descontroló y no salío del todo bien. «Menos mal que hubo un caso así, dice Doris, porque todo el mundo vio la diferencia entre coconstruir y decir: ‘Tengan fe en que va a salir bien’».
Copiar es muy importante en todas las fases del proyecto. En el primer paso, alguien lee en voz alta a personas que hacen un trabajo manual. Doris Sommer no se ha inventado nada. Supo que en las antiguas tabacaleras cubanas, los trabajadores pagaban a una persona para que les leyera textos en alto. Trabajadores analfabetos que podrían mantener conversaciones de alto nivel intelectual escuchando algunas obras importantes de la literatura. «¿Por qué crees que hay una marca de cigarros que se llama Montecristo?».
Colgar preguntas y respuestas en un cordel con pinzas es una práctica que sale de la literatura de cordel que, aunque surge en España y Portugal, tiene mucha raigambre en Brasil.
Que todo el mundo tenga que intervenir en un momento dado, escuchar a todo el grupo sin entablar diálogos y, con todo lo dicho, se construya una actividad (aunque en realidad sirva para afianzar la propuesta inicial de la facilitadora) tiene todo que ver con Habermas: «El concepto de la acción comunicativa, explica Sommer, en diálogo, en conversación, donde la acción más importante es escuchar».
«Yo he robado mucho a Boal, a los cartoneros (de quienes copia la edición en material reciclado), a los lectores de las tabacaleras. La literatura es también material reciclado. ¿Qué hace Esquilo? Recicla, pone una palabra junto a otra para componer una metáfora, eso es lo que hace uno cuando usa el idioma». Dicho de otra manera, y tirando de nuevo de etimología, la palabra texto y la palabra textil tienen la misma raíz latina. Y, cuenta Sommer, el texto se compone de hebras, como la tela, y puedes sacar una, meter otra, transformarla. Es lo que hacen durante el taller también.
Un largo juego de aprendizaje que pasa por un esfuerzo no menor y continuo. El texto elegido, cuenta Marta, «tiene que ser complicado para que dé juego y no sea obvio. Pero no necesariamente ha de ser un texto oscuro o difícil». «O un buen texto de cualquier materia», puntualiza Doris. Explica que han hecho la capacitación con investigadores astrofísicos con un un texto titulado: Opciones de trayectorias para tripulaciones que van a Marte. «Yo no entendí nada. No tengo que entender nada, soy la facilitadora. Pero los astrofísicos sí entendieron. Bailamos las trayectorias, por ejemplo», dice.
Y ese largo juego del que hablan con tanta viveza, supone un reto que hay que enfrentar. «Preguntadle a los jóvenes qué texto odian, que texto les da más trabajo en la escuela. Qué vamos a usar como un trapo. Qué vamos a destrozar». Algo que comparten esta humanista y Marta, desde las matemáticas. «Me dedico a que a los demás les gusten las matemáticas, pero no diciendo que son fáciles y divertidas porque vendrás y verás que no son nada fáciles; pero es un placer enfrentarse a un problema complicado y resolverlo. Gracias a ese placer vas al siguiente problema». Los mismo ocurre con los textos que se utilizan en Pre-Textos.
Para muestra un botón: «Hicimos una capacitación en la Escuela de Verano de El Escorial y usamos un capítulo del Quijote. Una niña de 8 años que acompañaba a su mamá porque no tenía dónde dejarla, venía todos los días, hizo las 15 horas y participó en todo. Al final, en la última reflexión dijo: ‘Yo quiero leer el Quijote’. Así, inocentemente, tengo curiosidad por el libro. Esa es la clave», cuenta Sommer.
Y el protocolo de Pre-Textos, cuando se hace bien, es replicable en multitud de lugares y contextos. Tanto desde el ámbito empresarial como el social. Se ha desarrollado para poner en marcha proyectos de igualdad de género en la Cañada Real de Madrid, al igual que en cárceles en México.
La clave está en saber que todo el mundo tiene algo que aportar, que todo el mundo aprende y que cualquiera es artista. A través del juego de creación artística se alcanzan todos los objetivos propuestos por el taller. «¿El artista no se esfuerza? Mucho. Convirtamos a todos los alumnos en artistas y ya tienes la clave».
Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/12/04/la-letra-con-salsa-entra/
Europa/España/08-12-2019/Autor(a): Pablo Gutiérrez del Álamo/Fuente: eldiariodelaeducacion.com
Por: Pablo Gutiérrez del Álamo
Estabilidad en la serie histórica de matemáticas y ciencas, aunque con importantes diferencias, a la baja, en comunidades como Madrid o Catalunya.
Cada tres años la expectativa ante los resultados del famoso informe de la OCDE sobre los sistemas educativos es enorme. Medios de comunicación y administraciones llevan tiempo preparándose ante la nueva ronda de datos de la organización que analiza casi 80 sistemas de todo el planeta. Pero este año, España se ha quedado fuera del informe principal dedicado a la comprensión lectora.
Hace unos días informó la OCDE de que había encontrado niveles de respuestas incongruentes en los exámenes de chicas y chicos españoles de 15 años. Un porcentaje de estos, el 5%, en diferentes partes del país, había respondido demasiado deprisa a muchas preguntas sobre velocidad delectura y, además, se había hecho siguiendo patrones de respuesta (todas sí, todas no, etc.).
El problema es que esta es la parte principal del informe de este año y tiene incildencia en no pocos de los resultados y análisis que arroja el informe cada tres años. No solo los datos relativos a la comprensión lectora, que las autonomías ya conocían hace meses, sino otros como el nivel de equidad del sistema educativo en relación a estos resultados; las diferencias entre chicas y chicos, los resultados del alumnado de origen migrante o de cada nivel socioeconómico.
Tan solo se han conocido los resultados de ciencias y matemáticas. La organización asegura que aunque se han producido algunas respuestas extrañas, estas no han influido en los datos finales en ambas competencias. Eso sí, los datos tampoco son muy buenos. Ni muy malos. De hecho, se constata que el alumnado de 15 años español se encuentra más o menos en la misma puntuación, en el mismo lugar de la tabla, desde hace años. En Matemáticas obtienen 481 puntos y 483 en ciencias (489 para la OCDE en ambos casos).
Diferencias autonómicas
Como todos los años, hay enormes diferencias entre comunidades autónomas. Mientras Navarra alcanza en matemáticas 503 puntos, en el otro punto de la tabla se encuentra Ceuta, con 411 puntos. Solo hay que echar la cuenta para saber qué supone esto, cuando la OCDE avisa de que una diferencia de 30 puntos es equivalente a un curso lectivo de formación. En Ciencias es Galicia la que lidera el ranking, con 511 puntos frente a los 415 de Ceuta.
Castilla-La Mancha (479), Murcia (474), Valencia (473), Estremadura (470), Andalucía (467) y Canarias (460) se encuentran por debajo de la media de España en competencia matemática. También las dos ciudades autónomas, territorios que gestiona directamente el Ministerio de Educación. En cuanto a la competencia científica, prácticamente se repiten las mismas en idéntico orden: Baleares (482), Murcia (479), Valencia (478), Extremadura (473), Andalucía (471) y Canarias (470).
En la parte alta de la competencia matemática: además de Navarra, ya mencionada, se encuentran Castilla y León (502), Euskadi (499), Cantabria (499) y Galicia (498). En la compentencia científica: Galicia (511), Castilla y León (501), Asturias (496), Cantabria (495) y Aragón (493).
Desde la edicion anterior, de 2015 y conocida en 2016, ha habido algunas variaciones, no muy grandes. Aunque sí algunas sorpresas desagradables, sobre todo, para la Comunidad de Madrid. En 2015 consiguió 503 puntos en matemáticas (frente a los 486 de 2018, 19 puntos de diferencia) y en ciencias consiguó 516 puntos frente a los actuales 487, 29 puntos menos. Una situación que denunciara el consejero de Educación en una rueda de prensa en la que, incluso, aseguró que habían pedido a la OCDE que retirase todos los datos de España en PISA por la posible contaminación de las cifras por los errores detectatos en la prueba de lectura.
Fuentes próximas al Ministerio apuntan a varias causas posibles para esta varianza de los datos. La principal respuesta podría estar en la repercusión que los recortes, sobre todo, desde 2012, han tenido en el sistema educativo. Principalmente en las medidas de atención a la diversidad, tanto por la reducción de personal especializado como por el aumento de la ratio alumno/profesor como, por ejemplo, el hecho de que en los cursos de PMAR haya la mitad de alumnos de los que había en diversificación curricular. De hecho, el alumnado examinado comenzó su escolarización en el curso 2009-2010, es decir, comenzaron su educación en el momento en el que ya empezaban los primeros recortes. Según el informe PISA, la mitad de los directores de centro españoles denuncian escasez de recursos personales y materiales, el 49% exactamente. Quince puntos por encima de la media de la OCDE, del 34%.
También podría ser que el desarrollo de la Lomce, su puesta en marcha, hubiese tenido influencia en estos resultados, aunque seguramente menos acusada que la de los recortes educativos. El alumnado que en mayo de 2018 realizó las pruebas ya había cursado toda la secundaria bajo la Ley Wert. Otros factores podrían encontrarse en un mejor nivel socioeconómico y cultural de las familias españolas. Este índice explica un porcentaje aproximado del 12% del resultado del alumnado en PISA.
Por último, en la primavera de 2018 se desarrollaron unas cuantas evaluaciones externas en un breve espacio de tiempo y esto podría haber impactado en los resultados.
No solo Madrid ha perdido cancha. Otras comunidades como Catalunya han bajado sustancialmente: en 2015 sacaron 500 en matemáticas (490 en 2018) y 504 en ciencias (489 en 2018). Otras sospresas son la de Navarra en ciencias que ha pasado de 512 puntos a 492; la de Aragón, de 508 en 2015 a 493, o la de Castilla y León: de 519 a 501.
Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/12/03/espana-se-queda-sin-buena-parte-de-la-informacion-de-pisa-2018-por-la-incongruencia-de-los-datos/
Asia/China/08-12-2019/Autor(a) y Fuente: spanish.xinhuanet.com
Estudiantes de la parte continental china obtuvieron el nivel más alto en lectura, ciencia y matemáticas en la reciente prueba de educación global PISA realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de acuerdo con los resultados publicados este martes.
Les siguen estudiantes de Singapur y de dos regiones administrativas especiales de China: Macao y Hong Kong. Los primeros lugares de los países no asiáticos de la OCDE fueron Estonia, Canadá, Finlandia e Irlanda.
La prueba PISA de la OCDE 2018 examinó a unos 600.000 estudiantes de 15 años de edad en 79 países y economías en lectura, ciencia y matemáticas. El foco principal fue puesto en la lectura y la mayoría de los estudiantes realizaron la prueba en computadoras.
Los estudiantes de Beijing, Shanghai, las provincias de Jiangsu y Zhejiang, representaron a la parte continental china en esta prueba. En lectura, obtuvieron una puntuación significativamente más elevada que sus pares de otros países.
«La mayoría de los países, en particular en el mundo desarrollado, ha presenciado poca mejoría en su desempeño en la última década, a pesar de que el gasto en educación aumentó 15 por ciento en el mismo periodo», señaló la OCDE al publicar los resultados.
«Uno de cada cuatro estudiantes en los países de la OCDE son incapaces de completar las tareas de lectura aun más básicas, lo que significa que probablemente tendrán problemas para forjar su camino en la vida en un mundo cada vez más volátil y digital», agrega.
En ciencia y matemáticas, alrededor de uno de cada cuatro estudiantes en los países de la OCDE, en promedio, no lograron el nivel básico de ciencia (22 por ciento) o matemáticas (24 por ciento). Eso significa que no pueden, por ejemplo, convertir un precio en otra moneda distinta.
Alrededor de uno de cada seis estudiantes (16,5 por ciento) en Beijing, Shanghai, Jiangsu y Zhejiang de China, y uno de cada siete en Singapur (13,8 por ciento), tuvieron el mejor desempeño en matemáticas, en comparación con sólo 2,4 por ciento en los países de la OCDE.
Respecto a la equidad en la educación, los estudiantes tuvieron un mejor desempeño que el promedio de la OCDE en 11 países y economías, incluidos Australia, Canadá, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Japón, la República de Corea, Noruega y Reino Unido, mientras que la relación entre el desempeño de lectura y el estatus socioeconómico fue el más débil.
«Esto significa que estos países cuentan con los sistemas más equitativos en los que los estudiantes pueden prosperar, sin importar su origen», expresó la OCDE.
La prueba descubrió que las niñas superaron de manera significativa a los niños en lectura en promedio entre los países de la OCDE, en el equivalente a casi un año escolar.
En todo el mundo, las brechas más estrechas estuvieron en Argentina, la parte continental china, Chile, Colombia, Costa Rica, México, Panamá y Perú. Los niños se desempeñaron ligeramente mejor que las niñas en matemáticas, aunque un poco por debajo en ciencias.
La colaboración entre docentes, con las familias, entre centros educativos y entre las propias regiones es la mejor manera de mejorar el sistema educativo. Este, según el canadiense, debe proveer a sus integrantes, la condiciones necesarias para poder realizar este cambio.
Michael Fullan es un hombre de 79 años lleno de energía. Ha estado en España un par de días en los que ha impartido sendas conferencias sobre la reforma educativa en la que trabajó, a partir de 2003, en Ontario (Canadá). Una reforma que mejoró sustancialmente los resultados en comprensión lectora y matemáticas y en la tasa de graduación en secundaria.
Una cosa está clara, tras escuchar a este investigador dedicado hoy a la puesta en práctica de sus métodos en ocho países diferentes. La colaboración entre docentes es un factor decisivo en la mejora de los resultados, tanto de estos (así como su satisfacción profesional) como del alumnado y de todo el sistema. Una colaboración basada en la comunicación entre las diferentes partes; también en la comunicación, pues ambas consiguen dar coherencia a las actuaciones que se llevan a cabo.
Para incidir en el sistema educativo, según Fullan, hay una serie de impulsores, de palancas, que resultan inadecuados y que suelen ser habituales en muchos países. Entre ellos se encuentran los exámenes, o ligar los salarios docentes a los resultados del alumnado, o el trabajo individual de cada profesor.
En cuanto al salario docente, Fullan explicó que «hay que pagar bien, pero hay que ir más allá, al desarrollo de sus capacidades, puesto que el salario no es una motivación suficiente».
Frente a esto, Fullan defiende la necesidad de que el profesorado trabaje de manera conjunta, colaborando unos con otros para que así el conjunto aprenda. Según explicó, es importante la formación inicial docente, pero lo es más la continua, trabajar con grupos pequeños de profesores que colaboran entre sí para mejorar su acción.
El objetivo es que el profesorado trabaje junto, en red, dentro de los centros y que estos, a su vez, puedan trabajar con otros colegios e institutos para crear redes de centros.
Fullan explicó los ocho pasos que realizaron en Canadá de 2003 a 2013 para conseguir que el país saliera de su estancamiento en comprensión lectora, matemática y en la tasa de graduación. Lo primero fue elegir un número pequeño de objetivos ambiciosos; poner el foco en el liderazgo y el desarrollo de las capacidades docentes; se estableció una Oficina de Lecto-escritura y Matemáticas; se movilizó la evidencia entre los docentes de maneras no punitivas; realizaron acciones estratégicas para involucrar a todos los niveles del sistema educativo; fueron aprendiendo del propio sistema (de sus protagonistas) según se implementaban las políticas; en buena medida, durante el proceso fue surgiendo un liderazgo intermedio (entre docentes y direcciones escolares), y, finalmente, hubo inversión de recursos. Tras este tiempo, la mejora de los resultados fue evidente, por ejemplo, en la tasa de graduación,que pasó de un 68% del alumnado a un 88%.
La clave, o parte de ella, se encuentra en la autonomía docente. Pero no una autonomía entendida como trabajo aislado del docente, sino una «autonomía conectada» que tiene en cuenta al grupo de profesores, que habla entre sí, que se comunica y tiene coherencia en sus acciones. «La colaboración mejora todos los resultados», asegura Fullan. «La autonomía no es aislamiento; si estás aislado como docente, te deterioras. Los neurocientíficos lo saben: las personas solas no viven tanto como el resto. Los mismo ocurre con los docentes. Los que trabajan solos se marchitan».
Fullan insistió en que es necesario establecer alianzas entre docentes y familias; pero que también las escuelas deben colaborar entre sí y, por encima, la colaboración debe extenderse a las diferentes regiones del país (los 72 distritos de Canadá o las 17 comunidades autónomas en España). «Y finalmente todo el sistema; un sistema que debe proveer las condiciones necesarias para que la colaboración tenga lugar».
Además de un trabajo conjunto y colaborativo entre el profesorado, parte del esfuerzo pedagógico del proyecto puesto en marcha en Ontario en su momento y, ahora, en otros ocho países por parte del grupo de Michael Fullan, pasa porque buena parte del trabajo que realiza el alumnado en su proceso de aprendizaje, sea con metodologías más activas, investigativas, con más trabajo por proyectos, en definitiva. Proyectos, además, que tienen un impacto directo en la comunidad escolar. Muy similar, en cierta forma, a lo que se desarrolla en los proyectos de aprendizaje-servicio.
Es lo que Fullan y su grupo ha llamado deep learning, aprendizaje profundo. «Que sea atractivo, que utilice la tecnología y que esté centrado en la resolución de un problema», explica.
Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/11/27/michael-fullan-la-colaboracion-mejora-todos-los-resultados-de-los-docentes-y-el-alumnado/
OtrasVocesenEducacion.org existe gracias al esfuerzo voluntario e independiente de un pequeño grupo de docentes que decidimos soñar con un espacio abierto de intercambio y debate.
¡Ayúdanos a mantener abiertas las puertas de esta aula!