Por: Roxana Sandá
Este año, el Grito Global por el Aborto Seguro contiene demandas centrales del movimiento de mujeres y las disidencias sexuales. Al reclamo por la implementación de la ESI, contra la desfinanciación del Estado y por la completa soberanía de los cuerpos, se suma la campaña de apostasía colectiva feminista rebelde para decidir, frente a la contrarrevolución oscurantista de las iglesias católica y evangélicas.
No vamos a negociar bajo ningún punto de vista los ataques constantes a la familia, la Iglesia y todo lo que tenga que ver con Dios.
María Eugenia Vidal y Mauricio Macri se miraron. Estaban acostumbrados, casi les divertían las acotaciones picantes del pastor Jorge Sennewald, un viejo conocido que los acompañó con tiempo, aportes y masa de fieles durante la campaña para la gobernación bonaerense, cuando Vidal ni siquiera soñaba con ser cabeza de ese playón electoral. Pero a esta altura de septiembre Mauricio y María Eugenia sólo esperaban el compromiso de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera) de recibir ayuda alimentaria en el conurbano para evitar “el sistema de punteros”, como suelen referir en la alianza Cambiemos, y que la comida llegue a los comedores sin intermediarios.
El reclamo de “la banda evangélica” -encabezada en la ocasión por Osvaldo Carnival, de la Congregación Catedral de la Fe, y Pedro Ibarra, de Quilmes- en la voz de Sennewald, los descolocó y terminó de marcar la cancha de la avanzada de las Iglesias católica y evangélicas que se profundizó en las últimas semanas y que hoy culmina en un nuevo embate de los sectores antiderechos contra el grito global por el Aborto Seguro que en la Argentina promueve la Campaña Nacional, con una movilización masiva en reclamo de la aprobación de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) y por el cumplimiento de la Ley nacional de Educación Sexual Integral (ESI), la gran piedra en el zapato provida. Atrincherados en Plaza de Mayo el sector evangelista y en la Catedral con misa incluida los grupos católicos, no pudieron sin embargo detener la marea popular: a la acción de la Campaña contra el desfinanciamiento del Estado en salud, educación y trabajo, de la violencia patriarcal y por la completa soberanía de los cuerpos se suma una apostasía feminista colectiva contra la histórica posición antiderechos. “¡Apostatamos para decidir! No en mi nombre”.
“Los fundamentalismos religiosos ejercen cada vez más violencia contra las mujeres, cuerpos feminizados y gestantes. Las Iglesias se unieron para impedir la ley de Aborto y ahora van contra la ESI. La lucha por el Estado laico es la lucha por nuestras vidas. Este viernes date de baja de esa institución femicida en una apostasía colectiva”, es la llamada del colectivo NiUnaMenos, una de las organizaciones convocantes de todo el país.
La apostasía no significa renunciar a la creencia religiosa. “Pero para quien no está representado por la Iglesia es un acto de desafiliación, como si a una edad temprana nos hubiesen anotado en un club o en un partido político con el que no coincidimos”, explicó a este diario Fernando Lozada, referente de la Coalición Argentina por un Estado Laico, impulsora junto con una veintena de colectivos de la campaña de desafiliación contra el poder hegemónico clerical.
-Tenemos iglesias en todos los barrios -advirtió Sennewald, que dirige la de El Encuentro, en Luis Guillón y que desde Argentina Oramos por Vos integra la mesa chica de Aciera, la misma que armó las concentraciones y movilizaciones de las congregaciones de todo el país durante los debates por la IVE en Diputados y en Senado y que observa con fascinación el crecimiento del Partido Celeste, el primer espacio político antiderechos y que en Córdoba, con la presencia de la ex senadora Liliana Negre de Alonso, acaba de conformar un frente común para las elecciones de 2019.
“Los encuentros históricos que pongan en alto el nombre del Señor y que demuestren que como iglesias en el país defendemos el derecho humano de las dos vidas” van ahora por la Ley de Educación Sexual Integral. Los enfureció que el 4 de septiembre, cuando transcurría la reunión cumbre mencionada arriba y en la que también participaron la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, y su par provincial, Santiago López Medrano, la Cámara de Diputadxs bonaerense lograra un dictamen de mayoría para reformar la iniciativa. “Con mis hijos no” es un lamento en redes y afiches que acusa a la reforma de “copia y pegue del proyecto lgbt”. Los celestes en todas sus gamas se oponen fundamentalmente a la modificación del artículo 5° de la Ley nacional 26.150, que declara la ESI de orden público y sus contenidos curriculares de aplicación obligatoria en todas las instituciones educativas de la Argentina, públicas o privadas, eliminando la posibilidad de que la ley se adapte “a su ideario institucional según las convicciones de sus miembros”. Vidal tomó nota. Ya anunció su oposición y según Sennewald va a frenar el progreso de la ESI en el Senado bonaerense.
-Ella se comprometió a que esto no va a avanzar.
Las locas laicas
En el inicio de la audiencia pública en la Cámara de Diputados del 6 de septiembre por la separación de la Iglesia y el Estado, el colectivo NiUnaMenos denunció en el documento “La genealogía del caldero” los retrocesos en políticas sexuales y reproductivas fomentados por las religiones en un escenario neoliberal de alta intensidad que articula “una nueva guerra contra las mujeres”
“Esta guerra se expresa en el crecimiento de las tasas de femicidio, de violencia y crímenes sexuales, sumado a un retroceso en materia de políticas sexuales y reproductivas fomentado por las Iglesias, y en particular la Católica, financiada por el Estado según decretos de la última dictadura militar.”
El documento resalta la ofensiva contra el derecho al aborto y el poder lobbista de las jerarquías religiosas en los ámbitos de educación y salud. Todavía hoy siguen vigentes decretos de la última dictadura cívico militar que establecen la presencia de sacerdotes católicos y monjas en los hospitales públicos de la Ciudad de Buenos Aires. El 20 de septiembre grupos ultracatólicos empapelaron La Plata con carteles de oposición a la ESI. Allí es moneda corriente la agresión a chicas que llevan los pañuelos verdes. En Tandil, “padres autoconvocados” fueron a la Jefatura Distrital de Educación para exigir que la educación sexual en las escuelas “no esté bajo la ideología de género”. El lema del obispo Hugo Santiago -cabeza del sector provida de la región- en la procesión de la Virgen de San Nicolás, fue “Con María anunciamos que toda vida vale”.
“Vivimos un proceso de fascistización abonado por fanatismos religiosos”, sostiene el documento de NUM. “Mientras las fuerzas de seguridad (legales e ilegales) reprimen a las mujeres, patotas de machirulos atacan a chicas en la calle por andar con pañuelos verdes, o vandalizan espacios de activismo alternativo. Todo esto con la aprobación de la policía y habilitado por el discurso de odio de las jerarquías eclesiales.”
María José Albaya, integrante de la Campaña Feminista por el Estado Laico, todavía se emociona al leerlo. “Es la revitalización permanente de nuestras demandas feministas. Desde otras veredas no soportan que nos salgamos de los roles tradicionales que nos tienen asignados. Pero después de la media sanción del proyecto de aborto en Diputados y de escuchar tantas atrocidades en el Senado decidimos organizar las apostasías colectivas del 8 y el 18 de agosto.”
El resultado fue una multitud haciendo fila para apostatar en jornadas de hasta doce horas en Corrientes y Callao, pleno centro porteño. Hoy llevan contabilizados cerca de 4.500 pedidos de todo el país. “Se convirtió en un hecho político contundente que hoy vamos a replicar en la mesa de apostasía feminista colectiva de Avenida de Mayo y Sáenz Peña. Ciertamente, seguir en manos de la Iglesia no nos deja tranquilxs.”
¿Cuál fue la reacción de la Iglesia?
– El lunes pasado llevamos todos los pedidos a la Conferencia Episcopal. Es un trámite complicado, con registros de lxs apóstatas que se los queda la Iglesia y que debería quemarlos. Es inquietante saber que conservan datos personales sensibles. El próximo paso será exigir una ley de protección de esa información. En el mapa nacional, hoy y mañana hay apostasías en Rosario y La Pampa. Pero las diócesis no tienen un criterio unificado. En Mar del Plata realizan apostasías regulares hace años, pero Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero y La Rioja dificultan el trámite con requisitos absurdos. La oleada antitodo siempre está presente.
Esta semana, grupos religiosos del sur volvieron a intentar que se impida el 33° Encuentro Nacional de Mujeres en Trelew bajo la excusa de posibles “hechos de violencia”. El Consejo de Pastores de Iglesias Evangélicas de esa ciudad (Copiet) entregó una nota al intendente Adrián Maderna para que suspenda el Encuentro, con la inclusión de firmas católicas. Copiet ya había organizado las marchas antiderechos en Trelew durante el debate por el aborto y articula con la jerarquía eclesiástica local para perjudicar las actividades del ENM. No es la única señal de alerta. El 28S y la campaña de apostasía colectiva ocurre en el marco del Foro Interreligios G20 que concluye hoy, “Construyendo consenso para un desarrollo equitativo y sostenible: la contribución de las religiones para un futuro digno”, organizado por G20 Interfaith Forum Association, el Consejo Argentino para la Libertad Religiosa (Calir) y el proyecto latinoamericano Ética y Economía.
La abogada Analía Mas, integrante de la Coalición Argentina por un Estado Laico (CAEL) y secretaria de Género y Laicismo de la Federación Argentina LGBT, es precisa: “Quedan cada vez menos dudas de que las mujeres e identidades disidentes somos el enemigo para las religiones institucionalizadas.” Asegura estar viviendo un revival. “En 2009, cuando luchábamos por el Matrimonio Igualitario, surgió la diputada Cynthia Hotton con su avanzada evangélica y un proyecto de ley de libertad religiosa igual al que quieren impulsar ahora, que cercena todos los derechos. La Iglesia actuó en las sombras hasta que llegó el debate al Senado y entonces se mostró abiertamente en las provincias con la masividad que le aporta la Iglesia Evangélica.”
La reacción del movimiento de mujeres desde el 8A hasta hoy dio vuelta esa historia.
-Una reacción basada en la indignación. Creo que fue la primera vez que se tomó plena conciencia de la importancia de tener un Estado laico. Porque es la única manera de vivir pacíficamente teniendo distintas perspectivas de vida. Hace diez años que en CAEL estamos con apostasías, pero no tengo dudas que esta fuerza tiene que ver con la revolución feminista. El 28 viene absolutamente pegado como reacción a meterse con nuestros derechos sexuales y reproductivos; estos temas hacen que siga viva la llama. Defender ESI es defender Estado Laico. Tenemos que terminar con esta Iglesia Católica que sigue conservando el estatus de persona jurídica regida por sus leyes canónicas, en situación de privilegio y sin tener que rendir cuentas de lo que hace.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/144891-heretica-y-erotica