Por: Diana Manzo
Juchitán, Oaxaca. Irma Pineda Santiago es poeta y profesora binnizá y Kaimen Pabe es maestra náhuatl de primaria. Ambas son defensoras de sus lenguas y, para ellas, conservarlas no significa crear más universidades, como la reciente “Universidad de las Lenguas Indígenas de México, ULIM”, impulsada por el gobierno federal, porque consideran que la defensa de las lenguas debe ser el fortalecimiento de las instituciones que ya existen, con acciones como renovar o impulsar los planes de estudios de las escuelas Normales, Pedagógicas e Interculturales del país.
Desde la Montaña de Guerrero, la maestra Kaimen Pabe impulsa esfuerzos valiosos para conservar la lengua en las niñas y niños. Ella creó una lotería en lengua Náhuatl basándose en los elementos de su entorno y que comúnmente sus estudiantes conocen y conviven, y ha funcionado.
Irma Pineda, con la creación de literatura indígena y desde las aulas con estudiantes de la Universidad Pedagógica Nacional en Ixtepec, Oaxaca, enfatiza que de nada sirve centralizar las lenguas indígenas en una universidad, cuando los interesados vienen de comunidades alejadas o bien están en zonas con mala o nula señal de internet y celular.
“Es otro elefante blanco más”, recalcó la poeta juchiteca al señalar que si bien es cierto que en la Ciudad de México se hablan 50 de las 68 lenguas indígenas del país, eso no garantiza una conservación ni revalorización, porque no todos los hablantes de una lengua indígena están involucrados en el tema de la educación.
La representante de los pueblos indígenas ante la ONU precisó que desde hace dos años, cuando se impulsó la creación de la Universidad de las Lenguas Indígenas, dejó claro que sería más de lo mismo y que se trataría de una repetición del centralismo.
“No le veo sentido”, dijo la escritora juchiteca al recalcar que, de acuerdo con las materias curriculares de la Universidad de las Lenguas Indígenas, el programa es similar al que se imparte en las escuelas normales y pedagógicas.
“Se gastó para una nueva infraestructura, quién sabe cuántos miles de pesos invirtieron, y sólo para levantarse el cuello y decir que ya defienden las lenguas indígenas. Eso no es defender, lo que sería ideal es fortalecer las infraestructuras ya existentes”, señaló Pineda.
Por su parte, Kaimen Pabe precisa que el problema real está en las escuelas de los niños hablantes de su lengua materna, quienes son atendidos por docentes que en algunas ocasiones son monolingües en español o hablan otra lengua distinta a la de ellos. Por tal razón coincide en que es necesario fortalecer los espacios educativos que tienden a formar a los futuros docentes y que estarán justamente en estos espacios comunitarios, como la Universidad Pedagógica Nacional (UPN).
Como profesora bilingüe que ha impartido clases en escuelas recónditas de Guerrero, Pabe critica también el actuar de la Dirección General de Educación Indígena a nivel nacional, pues asegura que sus acciones son como como “letra muerta” al no garantizar el derecho de los niños y jóvenes a recibir una educación en sus lenguas maternas.
Por último, recalcaron que son en las escuelas normales, especialmente las rurales, donde surge el semillero de futuros docentes, quienes llegarán a las aulas y la mayor parte a las comunidades indígenas, por lo que urge fortalecerlas para que sus estudiantes sean los portavoces de las lenguas indígenas.
En agosto del 2021, los 12 pueblos originarios de la alcaldía de Milpa Alta aprobaron por unanimidad la creación y establecimiento de las Univeridad de las Lenguas Indígenas de México (ULIM). De acuerdo con el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, cuando inicie operaciones no sólo se reflejará en el conocimiento, sino que también preservará las lenguas indígenas. Sin embargo, hasta el momento las autoridades no han informado la fecha de apertura.
Fuente de la información e imagen: https://desinformemonos.org