Por: Sergio Martínez Dunstan
Los maestros deberán dar cuenta sobre el logro educativo de sus alumnos a las madres y padres de familia o tutores. Tienen la obligación de entregarles las boletas de evaluación. Pero esta vez, será un tanto cuanto diferente en comparación de cómo lo venían realizando. A continuación sustento tal afirmación.
Previo a la emergencia sanitaria, se habían dispuesto las normas generales para la evaluación del aprendizaje mediante el Acuerdo 11/03/19. En el artículo 6 se menciona que los referentes de la evaluación del aprendizaje son:
- Los aprendizajes esperados y
- Los enfoques pedagógicos de las asignaturas del componente curricular Campos de Formación Académica y las áreas de Artes y Educación Física del componente curricular Áreas de Desarrollo Personal y Social.
Mientras que en el Acuerdo Número 16/06/21, por el que se regulan las acciones específicas y extraordinarias relativas a la conclusión del ciclo escolar 2020-2021, pone el acento en un referente distinto. Se determina un periodo extraordinario de recuperación partiendo de una valoración diagnóstica de los educandos a cargo del docente del grupo o asignatura. Sobre esa base se debiera implementarse un plan de atención bajo un esquema de nivelación. El párrafo tercero del numeral cuarto se menciona que:
“El plan de atención de los educandos podrá ampliar sus alcances durante todo el ciclo escolar 2021-2022 con actividades adicionales, ampliaciones de horarios, tutorías personalizadas y otras estrategias que permitan, además de la recuperación de aprendizajes del grado previo, avanzar en los aprendizajes del siguiente grado escolar. En todos los grados y niveles se priorizará un enfoque que fortalezca y asegure los aprendizajes fundamentales para garantizar la permanencia y tránsito de las alumnas y alumnos. (…)”
La Secretaría de Educación Pública actuó en consecuencia y reaccionó en lo inmediato. Elaboró y dio a conocer los Cuadernos de Aprendizajes Fundamentales Imprescindibles para los niveles de educación preescolar, primaria y secundaria. En la página web disponible para tal fin (https://bit.ly/3mBfhsP) se puede leer lo siguiente:
“Estos materiales educativos están diseñados como apoyo para que los estudiantes puedan identificar sus avances respecto del grado escolar previo, así como para que consoliden y extiendan aquellas habilidades y conocimientos que les permitan seguir avanzando en el ciclo escolar correspondiente. Los docentes podrán aprovechar estos Cuadernos para planificar y diseñar las mejores estrategias para sus alumnos. Estos materiales consideran el papel de la comunidad en el proceso educativo, por lo que madres, padres y tutores tienen un papel relevante como co-partícipes en los planteamientos didácticos que ofrecen estos Cuadernos.”
Los Cuadernos de Aprendizaje Fundamentales Imprescindibles son materiales didácticos. Cada uno incluye un instrumento de evaluación diagnóstica y fichas con planteamientos didácticos centrados en los Aprendizajes Fundamentales Imprescindibles (AFI). Abarcan los campos formativos de pensamiento matemático así como lenguaje y comunicación en el caso de preescolar. Y las asignaturas de Lengua Materna, Español y Matemáticas para primaria y secundaria (https://bit.ly/3bEd6y1).
A la par, la autoridad educativa federal, desarrolló la Evaluación Diagnóstica para los Alumnos de Educación Básica conjuntamente con la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación en coordinación con las autoridades educativas federales y estatales (https://bit.ly/3GGNDCw). Al respecto, se pusieron a disposición del profesorado una vasta información: documentos de apoyo, tablas descriptivas, orientaciones didácticas, materiales para la aplicación (pruebas y hojas de respuesta), sistema de captura y calificación digital, entre otras. Hasta un Taller autogestivo para capacitar al personal docente y directivo en la implementación de la estrategia (https://bit.ly/3wacYQD).
Con tales disposiciones normativas y recursos técnicos, al maestro le correspondió diseñar y ejecutar el plan de atención. Su conclusión está programada para el 23 de noviembre y la entrega de boletas y la comunicación a las madres y padres de familia o tutores durante el periodo comprendido del 24 al 30 del mismo mes según lo establece el Calendario Escolar 2021 – 2022.
En eso consistirá la evaluación de los aprendizajes de los alumnos para este primer periodo. Sobre ello debe comunicársele a las madres y padres de familia o tutores. En esta ocasión, los aprendizajes esperados dejarán de utilizarse dando cabida a los aprendizajes fundamentales imprescindibles para dar cuenta de los avances del aprovechamiento escolar de cada uno de sus alumnos. El logro educativo será medido y dado a conocer sobre la base de los aprendizajes fundamentales imprescindibles. No se evaluarán los aprendizajes esperados sino los aprendizajes fundamentales imprescindibles. Es una evaluación basada en los planes y programas de estudio pero focalizada en los aprendizajes fundamentales imprescindibles que los alumnos debieron haber desarrollado en el tiempo que se mantuvieron cerradas las escuelas y suspendidas las clases presenciales.
De esta manera, están dadas las respuestas respecto al qué, por qué, para qué, quiénes, cómo, cuándo y dónde de la evaluación del primero periodo del Ciclo Escolar 2021 – 2022. Resta una más. En el hipotético que la estrategia de comunicación de la SEP haya sido poco efectiva para divulgar la información y con la que cuenta el maestro sea insuficiente para cumplir con la obligación legal ¿cómo se debiera proceder? O si de plano, el maestro, bajo la bandera de su libertad de cátedra, decide hacer caso omiso a la indicación de la autoridad rectora de la educación ¿qué se debe hacer? Si partiéramos de la obligación de apegarse a las disposiciones legales, el profesor aún cuenta con un resquicio, un pequeño margen de maniobra, sobre la selección de la técnica, el método y el instrumento que considere más apropiado con base en su experiencia. En otras palabras, el periodo extraordinario de recuperación, la valoración diagnóstica y el plan de atención debe llevarse a cabo aunque se elijan otras formas y procedimientos distintos a los oficiales.
Los maestros estarán a prueba sobre el dominio de ciertos fundamentos teóricos, incluso paradigmáticos, metodológicos e instrumentales acerca de la evaluación. Para empezar, tienen que desprenderse de ciertas ideas preconcebidas que se habían instalado incluso legalmente. Sólo el tiempo dirá qué tanto se apropiaron de la nueva realidad y qué tan preparados están para hacerle frente.
Carpe diem quam minimun credula postero
Fuente: https://www.educacionfutura.org/