España/1o de Febrero de 2018/Magnet
Sabemos ya que movimientos feministas de todas partes del mundo están preparando una gran reivindicación para el próximo 8 de marzo. Lo sabemos por leer en prensa frases como «si nosotras paramos el trabajo productivo y reproductivo, se para el mundo» o «ha llegado el momento de romper con este sistema dual y opresor para las mujeres». Se ha hablado incluso de huelga. Una huelga en la que, en principio, podría participar la mitad de la población del planeta.
Como aún hay ciertas dudas sobre cuál será la dimensión y las características de lo que se vivirá el mes que viene, a continuación te dejamos algunas aclaraciones de lo que conocemos a nivel español.
Comisión 8 de Marzo, el eje de actuación español
La huelga feminista prevista para el próximo Día de la Mujer la comanda la Comisión 8 de Marzo. Por lo que nos han comentado fuentes internas de la organización que optan por el anonimato, esta comisión asamblearia «no está registrada, no se presenta como tal», y prefieren que se entienda que quien va a huelga es el «movimiento feminista» en general. Puedes conocer más información sobre esta organización aquí.
Eso no significa que no vaya a haber consecuencias en el entorno laboral. De momento y de manera paralela, los sindicatos GCT, CNT, Confederación Intersindical, la mayoría sindical vasca y otros tantos gallegos han anunciado que secundarán la huelga general de 24 horas. Los sindicatos CCOO y UGT también se adhieren, pero con paros parciales de dos horas por la mañana y por la tarde, aunque se irán conociendo más detalles según se acerque el 8 de marzo.
Como nos adelantan desde la Comisión, si una trabajadora quisiera hacer huelga general pero no perteneciese a ninguno de los grupos citados también tendrá derecho a hacerla, pero «deberá pedir una notificación firmada a alguna de estas instituciones para luego presentarla en su empresa».
Es conveniente recordar que hacer huelga sin seguir los procedimientos adecuadospodría tener consecuencias graves para el trabajador. Fuentes de la Comisión nos garantizan que en #Hacialahuelgafeminista se publicarán materiales divulgativos pormenorizando el proceso de solicitud de notificación conforme se acerquen las fechas de la convocatoria.
Al margen de la huelga laboral, sí hay especificados otros parones desvinculados del trabajo remunerado: la Comisión 8 de marzo ha convocado una huelga de 24 horas estudiantil, de consumo y de cuidados. Ese día las mujeres que se adhieran pararán su «consumo, el trabajo doméstico y los cuidados, el trabajo remunerado y nuestros estudios, para demostrar que sin nosotras no se produce, y sin nosotras no se reproduce».
La medida no es exclusiva de España, en realidad la huelga tiene un carácter internacional. Este es el segundo año que se constituye esta Huelga Internacional de Mujeres después de que su propuesta tuviese gran éxito en 2016 en Argentina y Polonia y varios países hayan ido sumándose en intención en este año y medio.
En España, la huelga de mujeres de marzo de 2017 fue simbólica, un paro de sólo una hora o media hora, dependiendo de la comunidad, y no secundada por los sindicatos, por lo que hubo algunas personas sancionadas. En cuanto a participación, 49 ciudades llevaron a cabo distintas manifestaciones, convocando distintas plataformas (muchas de ellas vinculadas a la propia Comisión 8 de marzo) y reuniendo en el centro de Madrid a entre 40.000 y 500.000 personas y en Barcelona a 7.000.
En este caso, y a medida que nos acerquemos a la cita del mes que viene, veremos el nivel de apoyo y repercusión de cada protesta por parte del nuestro y otros países.
¿Qué asociaciones son las que engloban esta acción?
Son muchas las entidades que han participado o colaborado con las distintas comisiones 8 de marzo en todo el territorio a lo largo de estos años. Más de cien, según las últimas cifras de El País. Sólo la delegación de Madrid (una de las casi veinte delegaciones territoriales que se han establecido por el momento, a la espera de que sean muchas más) la integran más de 50 colectivos “de partidos políticos, de sindicatos, asociaciones de barrios o de instituciones educativas», según nos dicen fuentes oficiales de la Comisión 8 de Marzo de Madrid.
Tenemos casos similares en Granada (70 organizaciones), Zaragoza (17) o Cantabria (13) de entre la multitud de territorios. Entidades de muy diversa índole que, por sus objetivos comunes, se integran bajo estas plataformas territoriales para hacer fuerza conjunta en la lucha por la igualdad de la mujer.
Asociaciones de mujeres y cientos de asociaciones vecinales en su inmensa mayoría, pero también colectivos LGTB (ALEGA, Towanda), organizaciones políticas (Secretaría de la Mujer del PCE en Aragón, PSOE de Almería, Juventudes Comunistas de Almería, Frente Cívico de Andalucía, IU de Cantabria, PRC), sindicatos (CC.OO. Cantabria, Surgente Jóvenes. U.G.T, Coordinadora Sindical Estudiantil C.S.E), grupos ecologistas (Ecologistas en Acción), anticapitalistas (Izquierda Anticapitalista Revolucionaria, Unión de Juventudes Comunistas de España, Jornadas Anarcofeministas) y antirracistas (Movimiento Contra la Intolerancia, Red de Mujeres Latinoamericanas y del Caribe) e incluso asociaciones de hombres por la igualdad de género (AHIGE, Hombres por la Igualdad).
Son también, en casi todos los casos, los mismos actores que se suelen movilizar en cada municipio cuando quieren realizar reivindicaciones en favor de la mujer, desde la lucha por los derechos de las trabajadoras de la limpieza hasta una manifestación en favor de Juana Rivas.
Sin embargo, y como mantienen desde distintos órganos del Colectivo 8M consultados por Magnet, los participantes de esta convocatoria participan «a título individual y no como representantes de esos grupos».
Es decir, que aunque desde la propia comisión recojan de forma oficial los colectivos a los que pertenecen las participantes de los encuentros estatales y que distintas comisiones de cada región estén normalmente integradas por varias organizaciones como las ya nombradas, la Comisión 8 de marzo actuaría durante la jornada de huelga de 2018, según sus fuentes, como grupos de trabajo de mujeres diversas y no en representación de colectivos.
Si quisiéramos entonces valorar el apoyo que recibe la Comisión en base a los sujetos movilizados sólo de cara a la próxima huelga, podríamos dar por buena la cifra de 400 mujeres del último encuentro estatal de la organización.
¿Qué se reivindica en esta huelga?
Este es el apartado en el que más queda por hacer. Después de que la Comisión hiciese pública su convocatoria de huelga en el encuentro de Zaragoza de hace un par de semanas aún no tienen redactado un manifiesto, aunque sí un argumentario, como vemos en su web. Desde 8 de Marzo nos comentan que todavía están trabajando en cada nueva asamblea en la que se dan cita para conseguir más adhesiones y poner en común las demandas definitivas.
“Aunque tampoco lo firman como tal”, como nos dicen de la organizacion, todas las personas y colectivos que integran la huelga «están conformes con este argumentario».
Según afirma la Comisión de contenidos, a medida que nos acerquemos al 8 de marzo sus reivindicaciones serán más concretas.
Un «hueco para todas» desde el marco anticapitalista
En él nos encontramos con cuatro grandes apartados, Economía, Cuerpos, Fronteras y Violencias. En cada una de sus 53 demandas hay reivindicaciones generales, otras muy precisas y otros epígrafes que sirven más como crítica de la situación de la mujer que como punto que especifique soluciones.
Casi todos los apartados abordan reivindicaciones tradicionales y generales del movimiento feminista, pero, si estamos hablando de mínimos comunes con los que pueda identificarse toda persona feminista, nos encontramos con ciertos puntos discutibles, como son:
- “Resignificar el trabajo valorizando los trabajos que generan bien común eliminando los que destruyen estos objetivos”.
- “Que se inviertan las tablas salariales penalizando los trabajos inútiles o indeseables que solo generan beneficios monetarios”.
- “Facilitar una cultura que, frente a los modelos individuales de éxito, facilite lo comunitario, las relaciones vecinales, la gestión participativa y el uso compartido de bienes”.
Es decir, que incluyendo esos puntos en el argumentario estaríamos ante unas propuestas anticapitalistas que atacan algunos principios de los feminismos individualistas o liberales y del mainstream, dos de entre las 18 grandes corrientes que pueden encontrarse en la historia del movimiento. De los grupos políticos asociados a las distintas comisiones que ofrecen públicamente sus datos, hemos encontrado formaciones regionalistas y algunas delegaciones regionales de PCE, IU, PSOE o Podemos, pero no así de PP o Ciudadanos en ninguno de los casos.
No está de más recordar que en el feminismo, un movimiento policéfalo y que ha vivido y sigue viviendo un gran debate crítico en su seno en multitud de aspectos ideológicos, parece muy difícil llegar a acuerdos y reivindicaciones conjuntasque satisfagan a todos y todas. Pero sí podría ocurrir que, aunque la comisión defienda que “hay un hueco para todas” en la protesta, una parte del feminismo multitudinario actual, ese que no se sienta tan identificado con reivindicaciones de izquierdas, se sienta desplazado ideológicamente en esta convocatoria.
Como matizaba Patricia Reyes, diputada de Ciudadanos que se identifica como feminista liberal, “el feminismo también nace de las ideas liberales, de la Ilustración, donde nos empezamos a plantear que tenemos los mismos derechos”. “El capitalismo ayuda a que la mujer se incorpore al trabajo y aparezcan las clases medias”, ha afirmado. La respuesta clásica a este argumento por parte la otra parte del debate es que si el feminismo busca acabar con las desigualdades que genera el sistema económico actual (un sistema que perjudica especialmente a los pobres del mundo, en su mayoría mujeres), hay que acabar con él o como mínimo subsanar sus errores. “Se puede ser feminista liberal, pero esto no ayuda a la mayoría”, que ha dicho la feminista y activista Beatriz Gimeno.
Punto por punto, qué recoge el argumentario
Desde la Comisión están a favor de la soberanía alimentaria, de la laicidad, de la reformulación del sistema organizativo y económico y también de que se transversalice la perspectiva de género en todas las disciplinas. Están en contra del extractivismo, de los tratados de libre comercio, de la explotación, de las fronteras y de las guerras; piden que se derogue la Ley de Extranjería y que se boicoteen los productos con “tasa rosa”. Otras de las reivindicaciones más concretas de su argumentario son:
- Erradicar las violencias «para tener una vida libre de violencia y construir un mundo en el que vivir sin miedo a ser asesinada, violada, explotada, acosada o perseguida».
- Que se elimine «la brecha salarial de género y alcancemos condiciones laborales de contratación, promoción y remuneración dignas (no nos basta la equiparación con las condiciones precarias de los hombres)».
- Que se reconozca el valor del trabajo doméstico y de cuidados y que «sea asumido como una responsabilidad de todos y todas, de la sociedad y del Estado».
- Eliminar el aborto del Código Penal, hacerlo libre, seguro y gratuito y que «se reconozca como un derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo y su maternidad».
- Que en los procesos de selección de personas de empresas se incluya «la ‘entrevista ciega’, en la que el único referente es la capacitación de la persona para cubrir el puesto de trabajo, no su sexo, edad, o condición».
- Que se solucione la crisis ambiental en todas sus manifestaciones «y se enfrenten los daños diferenciales que provoca a las mujeres (pobreza energética, alteradores endocrinos)».
- Que se defiendan «diferentes modelos de familia y proyectos de vida», así como que se «despatologice la transexualidad» «Para que las lesbianas, bisexuales y trans y otras personas disidentes sexuales y/o de género podamos expresar libremente nuestra identidad y sexualidad, teniendo un pleno reconocimiento de nuestros derechos sexuales y reproductivos».
- Cerrar los CIEs «para conseguir cambios en un sistema penal patriarcal, clasista y racista y que priva de libertad a una gran cantidad de mujeres».
- Que se derogue el Real Decreto 16/2012 «para que las mujeres migrantes en situación administrativa irregular podamos acceder a la atención sanitaria pública».
- Que «el Estado español reconozca su responsabilidad al figurar entre los principales países de destino de las redes de trata tomando varias medidas, entre ellas la admisión, tramitación y declaración de solicitudes de asilo en el marco de la Convención de Ginebra y del artículo 59 bis de la Ley de Extranjería».
- Defender una educación «pública, laica y con currículos feministas donde se transversalice la perspectiva de género en todas las disciplinas».
Con lo que hay de momento definido por su propuesta no podemos prever si la próxima huelga del 8 de marzo tendrá relevancia, especialmente desde el punto de vista sindical, pero sí se están haciendo esfuerzos por trascender la dimensión simbólica del año pasado y trasformar en algo efectivo ese creciente apoyo que el movimiento feminista vive en su seno a día de hoy.
Será a partir de las próximas acciones de la comisión y el aterrizaje definitivo de sus propuestas con lo que podremos calibrar mejor la capacidad de consecución de sus objetivos.
Fuente: https://magnet.xataka.com/en-diez-minutos/huelga-feminista-8-marzo-2018-en-que-va-a-consistir-y-cuales-son-sus-demandas