Perú, 31 de diciembre de 2016. Fuente y autor: Rebelión
Vivimos las últimas horas del año que concluye, caracterizado por contrastes y derrotas; y daremos muy pronto paso al 2017, que asoma en el escenario nacional y mundial como una etapa muy dura para pueblos y naciones. La crisis de la dominación capitalista se agrava golpeando a un espectro muy amplio; y arrecia la lucha de los pueblos e todos los confines del plan eta. Así, el mundo vive en el hilo de una peña, en tanto que en el Perú arrecia la lucha de clases. .
¿Se agudiza la crisis del imperio?
A casi dos meses de la elección de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, pocos dudan que, ese hecho, puso de manifiesto un nuevo escenario internacional. Su elección llevó a la superficie y a los ojos del mundo, un proceso global, de largo plazo, que permanecía más o menos oculto y que, desde nuestra percepción, alcanza hoy nuevos niveles de profundización. El fenómeno continúa preocupando a muchos y sigue siendo motivo de variadas interpretaciones y análisis. Sin embargo, no podemos ignorar, que muchos de sus elementos, eran contrastados empíricamente por investigadores, y sufridos por millones.
De acuerdo con Humberto Campodónico, allí los estados de Michigan, Wisconsin y Pensilvania (La Muralla Azul Demócrata), que tradicionalmente votaron por el Partido Demócrata, esta vez votaron por el Republicano y se sumaron a los Estados de Texas, Tennessee, Missouri y Alabama (La Muralla Roja Republicana). Juntos, formaron parte del cinturón industrial “más grande del siglo XX”, compuesto además –dice Campodónico- por Illinois, Indiana y Minnesota, entre otros. Desde hace 40 a 50 años se les conoce como el “cinturón oxidado” No obstante, en la votación directa, Trump perdió. Su rival obtuvo dos millones 800 mil votos más que él; pero las exquisiteces de la “democracia” yanqui no permitió que esto se afirmara en el sistema electo, y entonces el candidato Republicano se alzó con una victoria que fue una derrota, de acuerdo al total de votos emitidos.
Según Bernie Sanders, en Estados Unidos, “Desde el 2001 han cerrado más de 60,000 fábricas y se han perdido 5 millones de empleos industriales.“. Por eso ha crecido la idea de terminar con los TLC que permiten cerrar las plantas y llevárselas a países con bajos salarios. Eso –dice Trump- tiene que terminar. “Tendremos políticas comerciales para que se creen los trabajos aquí y no en el extranjero”, afirma
Se calcula que los trabajadores afectados en el “cinturón oxidado” se acercan a 50 millones. Si sumamos los millones de ciudadanos de a pié y sectores medios perjudicados con el reventón de la ‘’burbuja financiera’’, crisis iniciada el 2008, los ciudadanos norteamericanos perjudicados resulta ser considerable. Todos ellos permanecían, sin embargo, ignorados por los grandes medios de comunicación controlados por las corporaciones internacionales, élites que controlan también el núcleo fuerte del sistema financiero internacional, la inmensa industria militar norteamericana. La gran masa de ese mundo sufriente, no tenía voz en el carril de la globalización empujada por la élite neoliberal. Esos hechos revelan la agudización de la crisis estructural del sistema y constituyen un indicador de que estamos acercándonos a su tramo final. Desde la aparición de la fase imperialista del capitalismo (fines del s. XIX y principios del XX), el sistema alcanza su mayor poderío económico y militar en siglo XX e inicia su fase declinante.
En el centro de esa dinámica, se puede ubicar el ritmo creciente del desarrollo de las fuerzas productivas y el avance de la socialización del trabajo a la vez que se profundizan los procesos de concentración y centralización de la producción. Se concentra la riqueza generada por el trabajo en muy pocas manos, al tiempo que se expulsa mano de obra (desempleo, informalidad) y se genera una tendencia decreciente de la tasa de ganancia. Las mega-corporaciones y la élite neoliberal, trataron de revertir esa tendencia mediante el programa aprobado en el llamado “Consenso de Washington” en los años ochenta.
La práctica vivida a nivel mundial, constituye testimonio real de la consecuencia depredadora de los recursos humanos y naturales, que ha conllevado la aplicación de dicho programa. La gigantesca concentración de la riqueza generada (50 %) en el 1% de la población, se expresa en la pobreza del 90 % que pierden sus activos, sus empleos, el desmontaje del estado de bienestar europeo,
Las corporaciones se apoderan de los bienes y empresas públicas, se privatiza la educación, la salud y se depredan los recursos naturales. Todo lo anterior se manifiesta en una interminable secuela de deterioro de la calidad de vida de millones de trabajadores y ciudadanos del mundo; así como al incremento de la drogadicción, suicidios, inseguridad ciudadana, corrupción, narcotráfico, y el calentamiento global que tiende a tornarse irreversible.
Hoy se percibe con más claridad, una atmosfera insana que parece preanunciar una crisis más amplia y más profunda de la que imaginábamos. No ha sido mera casualidad que el artista estadunidense Garry Trudeau, ganador del premio Pulitzer, antes de las elecciones, declarara que las mismas serian en primer lugar un referéndum sobre‘’la salud mental’’ del pueblo norteamericano.. La paranoia anti rusa de la que hacen gala altos representantes del gobierno de EEUU y también algunos voceros de la derecha europea, parece ampliarse y profundizarse hasta extremos ridículos. Ello es un indicador que corrobora la afirmación del artista.
En los hechos la política internacional norteamericana, ha tenido como pivote, con ayuda de sus socios nativos, la opción militar, el sometimiento a sus intereses, de pueblos y naciones mediante la guerra, golpes de estado, cuando les falla otras opciones intervencionistas. Las repulsivas maniobras contra Venezuela en el MERCOSUR, lo evidencian nítidamente.
Hoy observamos que se ensanchan las grietas en el edificio imperial. La aparición más clara de un mundo multipolar, la alianza estratégica establecida entre China y Rusia, el importante papel que juegan -sobre todo China- en el desarrollo mundial con una filosofía política que plantea ganancias compartidas y empujan una nueva ‘’revolución industrial’’ en los países dependientes, de la ‘’periferia’’ y el respeto a la independencia y soberanía de los estados nacionales tal como disponen los mandatos de la ONU, evidencian la pérdida de la hegemonía mundial de EEUU y el derrumbe de los intentos por construir un gobierno mundial único en manos de la élite compuesta por un reducido grupo de mega corporaciones.
La reciente Liberación de Alepo constituye una victoria del ejército y el gobierno sirio con la ayuda rusa, el fracaso de la política de balcanización y la recomposición geopolítica que se está mostrando en el Medio Oriente, el término de la ‘’posición común’’ de la Unión Europea respecto a las relaciones con Cuba y los acuerdos anunciados sobre el restablecimiento de relaciones de colaboración expresan, la victoria neta de Cuba y la dignidad de su pueblo que como con el ejemplo de Fidel y su gobierno, nunca cedieron su independencia y soberanía y en cuestiones de principios. Todo ello enriquece el muestrario referido al proceso de degradación del imperio, y confirma los augurios de Fidel, que hoy encarna la historia.
Por si fuera poco recientemente uno de los halcones promotores de la política militarista de EEUU, Mc Caintacha calificó de ‘’fracaso absoluto’’ el liderazgo de EEUU con Obama, olvidándose olímpicamente que ellos fueron los principales gestores de una política internacional a la que estuvo encadenada la gestión Obama. Además el noticiero internacional Red Voltaire informó sobre una reunión cumbre entre la OTAN – Rusia en momentos que un grupo de oficiales de la Alianza Atlántica han sido detenidos en Alepo donde dirigían a los yihadistas que ocupaban parte de esa ciudad. Según se informa el Consejo de la OTAN no fue consultado para la realización de esta operación secreta, lo cual constituye una violación del artículo 9 de sus estatutos. El asesinato a mansalva de Andrei Kozlov , embajador ruso en Turquía, constituye, a más de una brutal provocación, la evidencia más concreta de la colusión entre los grupos extremistas y el Imperio.
Los hechos nos muestran una clara agudización de las contradicciones internas que afectan al poder imperial. Sin embargo el futuro no está escrito y aunque se otean vientos renovadores frescos, el panorama también está poblado de nubarrones que presagian grandes peligros para la humanidad entera. .
En el Perú la corrupcion gana espacios
En nuestro país la crisis se acentúa peligrosamente. El gobierno de PPK encuentra coincidencias con la Mafia fujimorista y el APRA y tiende a ceder constantemente a las demandas de la “prensa grande” que clama por un “acuerdo de gobernabilidad” que facilite los planes de la clase dominante. Buscan ese segmento, afirmar un camino de derrota para el pueblo y de imposición de los planes del neo liberalismo en todos sus extremos. Como parte de su estrategia, pretende colocar de rodillas al gobierno y demostrar la “fuerza” de la Mafia, capaz siempre de imponer sus condiciones en todos los terrenos. Para ese efecto se unen el Gran Capital, los medios de comunicación a su servicio, la jerarquía eclesiástica liderada por Cipriani y las camarillas partidistas con abrumadora mayoría parlamentaria.
La censura al Ministro de Educación del Gobierno ha confirmado eso. El nauseabundo “debate parlamentario” sirvió apenas para resaltar la vileza y la cobardía del fujimorismo, pero le permitió imponer su capricho a la mala, mostrando su efímero “poder”. Hoy ha logrado “reunir” a PPK y a Keiko Fujimori bajo el manto cardenalicio, en el empeño de promover una vergonzosa “convivencia” que merece el repudio masivo de los peruanos. Las recientes acciones juveniles –la última marcha del 12 de diciembre, pero también la anterior del martes 8 de noviembre- han tenido la virtud de demostrar que el pueblo no está dormido, ni ha perdido la conciencia. Constituye, por eso mismo, la principal trinchera nacional que mira hacia la perspectiva.
El “argumento” repetido hasta el cansancio por la derecha más reaccionaria, alude a la “unidad nacional” y a la necesidad de asegurar “la gobernabilidad” de país. Ambas formulaciones, a más de falsas e inconsistentes, son hipócritas. Dos o tres personas pueden “ponerse de acuerdo” para algunas acciones; pero la dignidad no puede coludirse con la mafia; la honradez no puede prohijar a la corrupción; la lucha por la vida no puede darse la mano con el crimen organizado, ni con el Terrorismo de Estado. Si el Presidente Kuczynski no entiende eso, terminará siendo víctima de su miopía política, o de su voluntad capituladora; pero no le hará ningún bien al país.
Mientras la Mafia busca obsesivamente “copar” espacios, el Presidente Kuczynski .-en penoso comportamiento- retrocede intimidado, La Oposición de Izquierda, por su parte, no atina a encontrar un derrotero que afirme la voluntad ciudadana. Las fuerzas progresistas en el interior del Congreso libran una lucha difícil, pero deben articularla con un esfuerzo más amplio por unir al pueblo, organizarlo, politizar sus demandas y alentar sus luchas. Y los que actúan fuera de ese escenario, tienen el deber de sumarse conscientemente a esa causa. Los propósitos de ella, no pueden ser meramente electorales. Resulta indispensable que, en la coyuntura, todo el pueblo se incorpore a la tarea de enfrentar a la Mafia y derrotarla; y así afirmar un camino elementalmente seguro para el país. Como señalan algunas personalidades progresistas el peligro de hoy radica en el crecimiento del “poder” de Keiko Fujimori que, ensoberbecida- buscará arrasar con todo a fin de imponerse.
La unidad es la única garantia de victoria
Hay que afirmar siempre la idea que la Unidad es la única garantía de victoria. Así ocurrió en el Perú en el pasado, cuando la unidad del Pueblo y la Fuerza Armada abrió paso a una ruta liberadora bajo la conducción del general Juan Velasco; y así ocurre en todo el continente cuando las fuerzas avanzadas de la sociedad latinoamericana promueven y alientan un proceso emancipador, que marcha en el marco de una dura confrontación con las fuerzas más reaccionarias, y el Imperio.
Para los pueblos de América Latina -y también para el nuestro- se augura un complejo proceso a partir de enero del 2017, cuando se instale en la Casa Blanca la nueva administración norteamericana y asome, una vez más, la garra de una nueva estrategia de dominación imperial. Gobiernos repudiables y en extremo corruptos, como el de Macri en Argentina y Temer en Brasil, actuarán a la ofensiva contra los pueblos y el proceso emancipador latinoamericano. Pero no podrán derrotar las masivas luchas ciudadanas destinadas a asegurar en todo el continente un rumbo progresista y liberador.
La Venezuela bolivariana consolidará su ruta y derrotará a sus adversarios. Se afirmarán los cambios en Ecuador y en Bolivia. Se cimentará el Sandinismo en la Nicaragua de Daniel Ortega; y en otros países de nuestro continente se afirmará la conciencia de millones, que batallan por la dignidad y la justicia.
Las continuas escisiones en los núcleos de la izquierda, afectan severamente la voluntad unitaria de la mayoría de la población. El distanciamiento entre “Tierra y Libertad” y la corriente de Verónica Mendoza; la decisión de este conglomerado de buscar su propia inscripción electoral, el reciente anuncio del congresista Arana orientado a excluí de su registro formal a la ex candidata presidencial del FA y la renuncia de un contingente juvenil a Patria Roja; no asoman como augurio deseable en nuestro tiempo y se perfilan más bien como un golpe contra el pueblo que no debe incubar ilusiones electorales de nin gun tiempo , sino mas bien acerar su propia línea de clase
El centenario de la Revolución Socialista de Octubre –que será celebrado en todo el mundo como un acontecimiento victorioso- señalará el camino de futuro. El reciente surgimiento de un Comité encargado de celebrar en nuestro país el centenario de la gesta Bolchevique del 17, es un signo alentador en nuestra lucha.
Los peruanos, siguiendo la ruta emancipadora de Túpac Amaru y las enseñanzas de José Carlos Mariátegui, buscaremos jugar nuestro rol en la historia luchando por construir un “ Perú Nuevo, en un Mundo Nuevo”
En ese espíritu recibimos las fiestas de fin de año y deseamos fervorosamente que el 2017 sea mejor para las fuerzas democráticas, progresistas y revolucionarias de nuestra Patria.
Fuente noticia: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=220954