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Educación ecológica: Traigamos el pasado para tener un mejor futuro

Por: Mardelis Huizi/Otras Voces en Educación

Vivir la modernidad occidental implica necesariamente la asimilación de una carga conceptual y emocional, más cuando se trata de ecología y educación. Actualmente, cuando hablamos de naturaleza, la mayoría de las veces lo hacemos basados en el principio del método científico cartesiano y a la relación sujeto– objeto; nos asumimos como sujetos y la naturaleza como el objeto, objeto que está a nuestra disposición y al que podemos arrebatarle lo que se nos antoje. No obstante, la seguridad que implicaba esta relación a mediados del siglo XX, hoy pareciera ser uno de nuestros más grandes errores, esto podemos apreciarlo en informes como Planeta Vivo 2018, publicado por el Fondo Mundial para la Naturaleza;  en éste observamos que ha habido una disminución del 60% en las poblaciones de especies vertebradas (de 1974 a 2014), una disminución del 80% en las poblaciones de especies de agua dulce desde 1970 y el 75% de la superficie de la tierra ha sido sometida al impacto humano. Estas cifras son una alarma de la crítica situación que está viviendo nuestro planeta en nuestros días, y como parte de él tenemos la responsabilidad de movilizarnos y de transformar nuestra relación con el entorno por otra que tenga mayor respeto por la vida y que conserve el equilibrio.

La modernidad nos hizo creer que los saberes de nuestros pueblos originarios eran retrógrados y que estaban descontextualizados de nuestra realidad. Según Atawallpa Oviedo Freire (2007) «por más 50.000 años, los seres humanos se sintieron unidos a la naturaleza concibiéndose como parte de una gran familia cósmica. Sabían que eran fuego, tierra, aire, agua».  Los pueblos originarios de nuestro continente tenían una relación sumamente cercana con la naturaleza, ellos se sentían parte de ella, de hecho, para ellos era su Madre, existía una relación de profundo amor y respeto hacia ella, el mismo que permitía mantener el equilibrio y la armonía entre los seres humanos y las demás especies.Valdría la pena preguntarse ahora, si los saberes de estos pueblos realmente están descontextualizados de nuestra realidad o si por el contrario sería conveniente retomar parte de este saber para ponerlo en práctica en nuestra vida diaria. De ser así, el espacio ideal para recuperar esta relación con nuestro entorno es la escuela.

La escuela es la responsable de educar y formar a la sociedad, es el espacio por excelencia para la producción de ideas nuevas y para la generación de pensamiento crítico, por ello, es que sea aquí donde empiece el trabajo de construir una sociedad más consciente, responsable y respetuosa con su entorno.

Un tema tan emocional como lo es la ecología, necesariamente debe abordarse en la escuela desde la sensibilidad y la empatía; valores que el sistema dominante -capitalista- desprecia y también nos hace despreciarlos trayendo como consecuencia la desconexión con nuestro entorno y la falsa creencia y apariencia de que estamos por encima de él. Por esta razón, como docentes es nuestra responsabilidad ser líderes de esta transformación social. Debemos iniciar la tarea de cultivar estos valores desde las aulas de clases, es necesario hacer ver a nuestros niños y niñas que la naturaleza forma parte de nosotros y nosotros formamos parte de ella, y si la misma sigue siendo violentada como lo hemos hecho hasta ahora, también nos estamos violentando a nosotros mismos y muy pronto será imposible el desarrollo de la vida en la Tierra.

En Otras Voces en Educación estamos conscientes de esta responsabilidad,por lo tanto, desde aquí hacemos un llamado a colegas, maestras, maestros, profesores, profesoras, docentes, ya las y los investigadores en materia educativa a que desarrollen nuevas iniciativas en el marco de una educación más respetuosa y sensible con nuestro planeta. Sabemos que existen muchas ideas, iniciativas y proyectos que se están llevando a cabo desde la escuela para lograr dicha meta. Por esta razón, queremos que nos hagan llegar sus experiencias en este ámbito, ¿qué iniciativas están llevando a cabo para consolidar una educación ecológica? ¿cómo ha sido la receptividad? ¿Qué han logrado?

Todo lo antes expuesto pueden hacérnoslo llegar en forma de artículo a nuestro correo contacto@otrasvoceseneducacion.org para que nuestra plataforma sea eco de sus experiencias. También pueden compartirnos sus experiencias a través de nuestra página de Facebook: https://www.facebook.com/ovemundo/   y seguirnos a través de Twitter @ovemundo e Instagram ove.mundo

No dejes de escribirnos. Nos interesa conocer tus experiencias.

Es el momento de transformar nuestro entorno, pues como dice el Director General del Fondo Mundial para la Naturaleza Marco Lambertini:

«Tenemos ya el conocimiento y los medios para redefinir nuestra relación con el Planeta. No hay excusas para no hacer nada. No podemos seguir ignorando las señales de alerta; ignorarlas sería a riesgo propio. Lo que necesitamos ahora es la voluntad para actuar –y actuar de inmediato».

Referencias:

  • Oviedo, A. (2007). Caminantes del Arcoiris. Ediciones Abya Yala. Quito, Ecuador
  • WWF. (2018). Informe Planeta Vivo – 2018: Apuntando más alto. Grooten, M. y Almond, R.E.A. (Eds). WWF, Gland, Suiza.

*Elaborado para Otras Voces en Educación

Imagen tomada de: https://www.sudamericarural.org/images/madretierra.jpg

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Noviembre, cuando los “muertos” celebran la Vida

Por Ollantay Itzamná

Todas las civilizaciones y culturas buscaron respuestas a las grandes preguntas existenciales que inquietan al ser humano. Así como la inquietud sobre el origen del mundo y de la humanidad, también la pregunta sobre la muerte, fue y es una constante en la vida.

En el caso de las civilizaciones Quechua, Aymara, Maya, Azteca, entre otras, explicaron la “muerte”, como parte de un ciclo de la Vida en constante regeneración. Mas no como un fatal final, o fracaso existencial. Por eso, incluso en nuestras comunidades bautizadas la “muerte” de un ser querido no se llora, se celebra con fiesta. Abundante comida, bebidas y música.

Quienes fallecen y se reincorporan al vientre húmedo y fresco de nuestra Madre Tierra no desaparecen de nuestra convivencia cotidiana. Ellas y ellos, renacidos a una nueva dimensión existencial, diferente a la nuestra actual, continúan siendo “sujetos” en y para la comunidad cósmica, con sus derechos y obligaciones. Continúan siendo sujetos históricos colectivos, acuerpando e impulsando las inconclusas historias familiares y/o nacionales.

En nuestras filosofías, las y los “difuntos”, no desaparecen, ni se van. Existen y coexisten con y entre nosotros/as hilvanando una infinidad de interrelaciones en la comunidad cósmica y humana. Esta es nuestra mayor certeza que difumina en nosotros el tenebroso miedo a la muerte.

Casi siempre veía a mis padres, en su cotidianidad ritual, invocando o clamando a sus parientes y amistades difuntos, junto a sus apus. Unas veces para agradecer por las bondades de la vida, otras veces para afrontar las dificultades. Y, cuando llegaba el mal llamado Aya marq’ay killa (mes de la procesión de difuntos, en quechua), la comensalía con familiares difuntos alcanzaba su máxima algarabía entre el 1 y 2 de noviembre. Era cuando los herq’es (niños, en quechua) comíamos en abundancia, panes dulces, golosinas…

Guamán Poma cuenta que en Aya marq’ay killa (noviembre) las panacas (clanes) y familias subían a los chullpares (lugares donde se depositaban los cuerpos difuntos para su biodegradación orgánica) llevando regalos, comidas y bebidas en abundancia, música.

Dichos festejos se hacían los tres primeros años del difunto. Luego, en el mismo mes, los esqueletos eran bajados en procesión, para hacerlos partícipes de las fiestas comunitarias y/o familiares, e incorporarlos a la vida comunitaria. Terminada la fiesta, se los colocaba en algún espacio importante de la vivienda, y desde allí, ejercían su rol protector.

En la actualidad, en buena parte de Los Andes, como en el Sur de México, se celebra con algarabía la fiesta de los “difuntos” entre finales de octubre e inicios de noviembre. Pero, no es una fiesta de los muertos. Sino, es toda una fiesta familiar y comunitaria que evidencia la vivencia y convivencia con los Otros seres vivos (quienes partieron de la faz de la tierra).

Es una conmemoración del nacimiento hacia esa otra dimensión existencial, que Occidente llama muerte. En esa celebración de cumpleaños comunitario, esos Otros seres vivos visitan en grupos a sus familias para festejar la Vida. Y luego de las fiestas, las y los visitantes se van en grupos, compartiendo vivencias y regalos recibidos, para continuar haciendo historia con los suyos desde sus lugares.

Con este raciocinio ritual, los pueblos indígenas, encontramos la manera de aceptar y convivir con la “muerte” sin mayores sobresaltos, ni desesperos. El o la indígena, no muere, ni desaparece. Quien fallece, renace y construye las historias inconclusas de sus pueblos desde dimensiones cósmicas, en interacción permanente con los “vivos”. Nadie nace para morir. Nacemos para renacer. Esta es y debería ser nuestra mística y certeza existencial para hacer más llevadera las incertidumbres más lacerantes que ni la promesa de la resurrección cristiana ha podido sosegar en el ser humano.

Ollantay Itzamná

Defensor latinoamericano de los Derechos de la Madre Tierra y Derechos Humanos

https://ollantayitzamna.wordpress.com/

@JubenalQ

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Danza, identidad y guerra

Por: Rebelión/Amyra El Khalili

La milenaria historia beduina-palestina de la danza por el agua en misión de paz.

¡Yo solamente podría creer en un Dios que supiera danzar! (Nietzsche)

Raks el Chark fue popularmente denominada en Brasil como “danza del vientre” por consecuencia de los movimientos de dobladura de la moneda en el abdomen, imagen que ha impresionado a los latinoamericanos y los estadounidenses. En inglés, “belly dance” (danza del vientre), y por los franceses, con mucho más distinción, como “bella danza” (belle danse). La “danza del este”, o “danza oriental”, traducción del árabe para el portugués se ha desarrollado en Brasil de forma muy distinta de las auténticas técnicas orientales, mezclando samba, bolero, ballet y aun lambada, sin la necesaria base técnica. Algunas danzarinas, mal-orientadas, llegaron a confundir músicas folclóricas y religiosas con músicas de danza. Para los eufóricos laicos ¡todo es lindo!

Son necesarios unos quince años para formar una danzarina profesional en el Medio Oriente. Es una danza milenaria, registrada alrededor de 5.000 a.C., desde el reino de la antigua Mesopotamia. Tiene alrededor de 3.000 movimientos posibles de ser ejecutados por el cuerpo femenino. Su base histórica tiene origen en las danzas beduinas, en rituales a los ecosistemas habitados por los pueblos nómades. Esa historia empieza alrededor de 11.000 a.C., en Jericó-Palestina, cuando las beduinas pasaron a desarrollar la cultura agro-pastoril y la fijación del ser humano en el campo.

Ellas observaban con atención a los reptiles –yacarés y cocodrilos- pues siempre que subían en cardumen el río Jordán (y en otras regiones, el Nilo, el Tigre y el Éufrates), traían las lluvias que, por su vez, dejaban humus en las orillas de los ríos. Observando que en esas orillas crecía el trigo, pasaron a manejarlo, sembrándolo en otras áreas, juntando el humus como abono.

Fue así que las beduinas, con sus compañeros empezaron a desarrollar la agricultura. Esos reptiles pasaron a ser considerados dioses, una vez que traían el mensaje de cuando podrían realizar el manejo del trigo en función de la crecida de los ríos. En ese periodo también desarrollaron el almacenamiento del cereal por largos periodos de sequía; posteriormente el Occidente adoptó este sistema. Los graneleros, hay también conocidos como silos, representaron la solución para la preocupación conceptuada como “seguridad alimentaria”.

La fertilidad de Gaya – Madre Tierra

¿Serían los siete años de vacas gordas y flacas una preocupación de nuestros ancestrales con la seguridad alimentaria?

Las beduinas podían, a partir del almacenamiento del trigo proporcionada por el período de siembra y cosecha, realizar la planificación familiar. Así, en ese período optaban por el embarazo, pues había la garantía del alimento necesario por los cinco primeros años de vida de sus niños. Esta decisión, la de tener hijos, de orden exclusivamente femenina, era compartida por el compañero en todo ritual de siembra, plantación y cosecha. La planificación familiar estaba íntimamente ligada a los ciclos hidrológicos. Agua, el bien sagrado que fertiliza la tierra permite que las mujeres decidan sobre su fertilidad, dándoles la opción de tener cuántos hijos la tierra pudiese alimentar. Agua !el semen de Alá!

Las beduinas, agradecidas, danzaban a las orillas de los ríos de aguas dulces mientras realizaban la siembra y la cosecha del trigo y cantaban para los dioses. La prosperidad de la tribu era determinada por los ciclos hidrológicos, así como el equilibrio entre riquezas naturales y seres humanos. ¿Qué ocurrió desde entonces con la humanidad?

Las mujeres perdieron su relación íntima con los ciclos hidrológicos y, consecuentemente, entre tantos otros factores (guerras, enfermedades, empoderamento patriarcal), sucedió lo inevitable: desequilibrio entre riquezas naturales y seres humanos. Hoy día, hay recursos naturales de menos e demasiada gente.

Las danzas beduinas aplicadas en el taller “Danza por el agua en misión de PAZ” tienen por objeto rescatar la memoria ancestral que todas las mujeres poseen de sus relaciones con el ciclo hidrológico y menstrual por medio de los movimientos ejecutados por las beduinas cuando agradecían a los dioses el regalo que les enviaban de buenos vientos, buenas aguas y buenas cosechas.

Estas mujeres construyeron mundos riquísimos como el de los faraones, la matemática, la agricultura, la astrología, la medicina, la economía, en fin, los valores culturales, políticos y sociales que son los pilares del Occidente, al lado dos sus compañeros, peregrinando por el mundo árabe, en África, Leste Europeo y Asia

La verdadera esencia de esta danza también navega por otros mares. Es, especialmente, para la mujer madura, aquella que vivió todas las alegrías y frustraciones del amor, transformando sus experiencias de vida afectiva en movimientos. Movimientos que sólo son posibles con la explosión de sentimientos honestos y sinceros. Sentimientos plenamente cantados e visibles a los ojos del pueblo de nuestro origen: el árabe.

Son necesarios muchos años de audición para captar las constantes alteraciones rítmicas de las músicas orientales, apurado sentido del significado de lo que se está danzando y una buena dosis de conocimiento de lo que representan los sufrimientos de las guerras y los prejuicios en la vida del pueblo árabe.

Esencialmente femeninas, esas danzas pueden ser acompañadas por hombres, con movimientos masculinos, destacándose el tórax, los hombros y los brazos. La danzarina debe ser soberana, elegante, mantener postura antes, durante y después de la presentación. Tener simpatía, charme y, principalmente, mucha humildad.

Cuánto más versada la danzarina, mayor es su éxito. La cultura árabe respeta a la mujer madura, la exalta y admira. No discrimina a la mujer mayor. Prefiere la más gordita, del tipo sabrosa, pícara y vanidosa. En casas nocturnas, restaurantes y fiestas árabes es común que los hombres inviten las mujeres a danzar. Es el desafío en provocar la sensualidad de la mujer. Una forma árabe de flirteo, una vez que las costumbres y valores morales de la cultura son extremadamente rígidos.

El pueblo árabe es totalmente contrario a los patrones estéticos del Occidente, que impone a la mujer ser joven y delgada, haciendo que la mayoría se sienta infeliz. ¡Eso es sumisión! Los valores espirituales de la cultura abominan la vulgaridad, considerándola ofensiva. Enaltecen la autoestima femenina. Exaltan la virilidad masculina con sus músicas y danzas de mucha sensualidad.

Raks el Chark en Brasil

En Brasil, en 1979, las danzas étnicas árabes han sido introducidas por la maestra armenio-palestina Shahrazad Shahid Sharkid, que entonces iniciaba un trabajo único en el mundo, por la Raks el Chark. La meta de su trabajo era la investigación y el estudio minucioso del cuerpo femenino por el registro de las mutaciones ocurridas a partir de la aplicación de ejercicios que creaba. Hay también, en el trabajo de Shahrazad, enorme preocupación con la formación de niñas y adolescentes para la danza del vientre, buscando no confundir el trabajo corporal adultos con el infantil, al respetar sus espacios y mentes, teniendo el cuidado de aplicar cronológicamente ejercicios de fisioterapia para no provocar el universo infantil con el estímulo prematuro para la vida sexual.

Esas mutaciones son parte del cuidadoso trabajo de anatomía de la maestra artesana, una escultora de cuerpos, teniendo siempre la preocupación de establecer límites al cuerpo, lo que no sucede con algunas danzas occidentales cuando, para alcanzar la desenvoltura exigida, es necesario provocar contusiones, quebrar huesos, forzar tendones, tensionar músculos más allá de lo soportable, lo que vuelve cartesiano (recto, linear, cuadrado) el cuerpo femenino, colocándolo en un marco donde todas quedan iguales.

Toda danza tiene, evidentemente, un cuño sagrado, a pesar de que el Occidente se apropia indebidamente de la técnica y la historia para vender sexo, imponer patrones estéticos y para la exploración del cuerpo de la mujer y las niñas, profanando los arquetipos religiosos. El hombre siempre ha deseado lo que era de Dios y intenta adquirir, por el mito de la “mercancía erotizada”, valores que no le pertenecen.

Danzas folclóricas y de raíces

Las “danzas folclóricas y de raíces” poseen un poder indiscutible de aglutinación, pues constituyen la manifestación del comportamiento cultural, histórico y social de los individuos. Reflejan en su construcción coreográfica la soberanía, el derecho a vivir dignamente, la cultura y hábitos de los pueblo de las diferentes etnias, razas y credos, además de contribuir directamente, por el placer que proporcionan, para la integración de niñas y adolescentes, Esas danzas rescatan y elevan la autoestima.

Por lo tanto, debemos tener mucho respeto por esas manifestaciones, que, por su importancia de trabajo en grupo, son verdaderos cimientos para el desarrollo social. Son instrumentos necesarios para la formación del carácter cultural e intelectual, además de apurar el sentido crítico por la observación y audición como formas de sensibilización.

En el artículo del semanario Al-Ahram, el coreógrafo Omar Barghouti discute el significado de la cultura y la educación en la preservación de la identidad nacional y el espíritu humano al mismo tiempo. La creatividad y el aprendizaje son vitales al proyecto de sobrevivencia, argumenta Barghouti, describiendo como, aún bajo el cesar fuego, el pueblo del vecindario de Ramallah precisa de libros, música y juegos. Aún en los campos de refugiados, los padres, cuyas vidas y posesiones han sido diezmadas, están preocupados en restaurar las escuelas para sus hijos. Aunque la ciudad esté ocupada y destruida, Omar Barghouti mantiene su actuación en la danza.

Barghouti pone esos valores en un contexto histórico. Los palestinos, forzados a huir de sus casas en 1948, son asombrados por su fracaso en resistir, dice. Explica que ese fracaso se atribuye a la “conciencia limitada” del tiempo, “la que, en ese contexto, se entiende como una combinación de ignorancia, analfabetismo, falta de aptitudes esenciales, como también falta de un sentido claro de identidad. Por lo tanto, cultivar una tradición de educación y la práctica de la cultura son la clave para la sobrevivencia de los palestinos como un pueblo: “los palestinos no pueden darse el lujo de no hacer parte de la rehabilitación cultural en su batalla amplia de reconstrucción y lucha por la emancipación”, escribe. En ese ensayo conmovedor, Barghouti nos suple con la imagen de la danza como símbolo de la sobrevivencia y renovación palestina.

Nuestra historia sobre las danzas étnicas árabes es mucho más larga, pero dejo esta contribución para la reflexión y cuento con todos y todas para acompañar ese rescate de la memoria ancestral en búsqueda de la equidad social, los valores comunitarios y colectivos y la determinación de construir una economía justa y equilibrada como ha sido la de nuestros antepasados, cuando la felicidad era pautada por una “seguridad alimentaria” ordenada y coordinada por las fuerzas de la naturaleza con sus ciclos hidrológicos, cultivando la sensualidad como una dádiva de Deus y exorcizando lo erótico profanador e degradador de la naturaleza humana.

¡En un tiempo tempo en que el ser humano era parte del ambiente y no lo partía al medio!
 

Notas:

1.Raks = danza Charq = leste, oriente. Charki = oriental, por lo tanto, Raqsa Ach-Charq (o Ash-Sharq) es Danza del Oriente, Danza del Leste; Raqsa Charqyi = Danza Oriental. Raqsa Ash-Sharq es la pronuncia correcta siendo Raqsa Al Sharq, para los egipcios y Raqsa Charkyi para los libaneses. Agradecimientos a Carlos Tebecherani Haddad, profesor e investigador del idioma árabe.

2. Belle Danse en francés = bella danza y Belly Dance en inglés = danza del vientre.

3. Son consideradas semitas todas las tribus beduinas, inclusive la etnia hebrea, cuya religión es el judaísmo. Con la migración de estas tribus nómades entre otras que se mezclaron, se originan los gitanos del Occidente; con la persecución de los hebreos en el Medio Oriente, adviene la expresión “judío errante” que se refiere a los judíos que parten en búsqueda de una tierra, una nación. (Lactho Drom – Michele Ray-Gravas. La Musique des tsiganes du monde de l’Inde à l’Espagne).

4. El histórico de las tribus beduinas está registrado en la cultura oral. Se encuentran narrativas en sus músicas, danzas, en los cuentos que pasan de padres a hijos, en los libros sagrados como El Corán, en las escrituras Baha’i, en la Biblia, en el Talmud etc.; se encuentran también en los poemas de Rumi, Gibran Khalil Gibran, entre otros poetas árabes y persas. Los cantos beduinos enaltecen al medio ambiente y a la mulher; relatan el amor del pueblo nómade por los ecosistemas desérticos y sus pasiones. La cantora egipcia Oum Kalthoum expresó con toda la esencia de su bellísima voz la historia de esos pueblos que encantan al mundo por su pasividad, benevolencia y profunda sabiduría milenaria. Oum Kalthoum fue considerada la “Madre del Egipto”. Una activista femenina amada y respetada. ¡Jamás lograron callar su voz!

5. Documentario que muestra el trabajo de Amyra El Khalili con el Movimiento Mujeres por la P@Z!, de la serie MICRO DOC.

Realización: Micro Mundo, 2009, Brasil. Dirección: Buca Dantas. Finalización: Mathieu Duvignaud.

Vea en https://www.youtube.com/watch?v=E2ZutMOzRPA

6. El taller ya fue ministrado en estados brasileros como Minas Gerais, São Paulo, Rio de Janeiro, Mato Grosso, Rio Grande do Norte, Rio Grande do Sul, Bahía, Santa Catarina, Paraná, Distrito Federal, Acre y Amazonas. Enfocada en el intercambio de experiencias, el taller es gratuito y abierto a las mujeres de todas las edades, principalmente las que trabajan con movimientos populares, artistas e profesionales de cultura. En Rio Branco fue realizada en el pacto indígena-andino-palestino con la participación de mujeres y hombres, con líderes indígenas y campesinos en “Tributo a los pueblos de la Amazonia”.
 

Referencias:

El KHALILI, Amyra. Commodities ambientais em missão de paz: novo modelo econômico para a América Latina e o Caribe. Editora Nova Consciência. São Paulo. 2009.

VIRGÍLIO, Tiziane. Mulheres na dança pela água em missão de paz na Amazônia. Manauscult. http://port.pravda.ru/sociedade/cultura/25-01-2015/37985-mulheres_amazonia-0/ . Acceso en 25 enero.2015. Capturado en 14 dic. 2017.

ORIENTE MÍDIA. A dança que emociona a lutahttp://www.orientemidia.org/a-danca-que-emociona-a-luta/ . Acceso en 06 dic.2017. Capturado en 14 dic. 2017.

 

Amyra El Khalili, Colaboradora de Diálogos del Sur – Amyra El Khalili es beduina palestino-brasilera, del linaje del Shayk Muhammad al-Khalili*. Es profesora de economía socio-ambiental y editora de las redes Movimiento Mujeres por la P@Z! y Alianza RECOs – Redes de Cooperación Comunitaria Sin Fronteras. Es autora del e-book: Commodities ambientais em missão de paz: novo modelo econômico para a América Latina e o Caribe.

Shayk Muhammd al-Khalili – Nacido en el primer mes musulmán del Shaban del Hijra del año 1139, que corresponde al año A.D. 1724, era el líder de la Hermandad Qadiri Sufi y quizás el “hombre santo” más famoso de su tiempo en Palestina.

Fuente original: http://operamundi.uol.com.br/dialogosdelsur/danza-identidad-y-guerra/15012018/#prettyPhoto

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=236800&titular=danza-identidad-y-guerra-

 

 

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Patriarcado, Madre Tierra y feminismos

Por: Raúl Zibechi

Cuidar  el medio ambiente o la Madre Tierra es cosa de mujeres, según un reciente estudio de la revista de divulgación Scientific American publicado a fines de diciembre, donde se destaca que las mujeres han superado a los hombres en el campo de la acción ambiental; en todos los grupos de edad y países (goo.gl/yW6U3v).

El artículo titulado Los hombres resisten el comportamiento verde como poco masculino, llega a esa conclusión luego de haber realizado una amplia encuesta entre 2 mil hombres y mujeres estadunidenses y chinos. El estudio afirma que para los varones actitudes tan elementales como utilizar bolsas de lona para hacer las compras en vez de las de plástico es considerado poco masculino.

El trabajo está enfocado en el marketing, con el objetivo de conseguir que los varones se sientan masculinos aún comprando artículos verdes, con lo que llega a conclusiones penosas como que los hombres que se sienten seguros en su hombría se sienten más cómodos comprando verde.

Sin embargo, consigue rastrear algunos comportamientos que permiten ir algo más allá, en el sentido de comprender cómo el patriarcado es una de las principales causas del deterioro ambiental del planeta. Donald Trump no es una excepción, al negar el cambio climático y alentar actitudes destructivas, desde las guerras hasta el consumismo.

Propongo tres miradas que pueden ser complementarias y que afectan al mundo de los varones, no para que adoptemos actitudes políticamente correctas (con sus dosis de cinismo y doble discurso), sino para aportar al proceso de emancipación colectiva de los pueblos.

La primera se relaciona con el capitalismo de guerra o acumulación por despojo/cuarta guerra mundial que sufrimos actualmente. Este viraje del sistema, que se ha acelerado en la última década, no sólo provoca más guerras y violencias sino un profundo cambio cultural: la proliferación de los machos alfa, desde los mandamases de los grandes y poderosos estados, hasta los machos altaneros de las barriadas que pretenden marcar sus territorios y, por supuesto, a sus dominados y, sobre todo, dominadas.

Sacar músculo geopolítico permite posicionarse en este periodo de decadencia del imperio hegemónico. Que se complementa con la aparición de infinidad de machitos alfa en los territorios de los sectores populares, donde narcos y paramilitares pretenden sustituir al cura, al comisario y al padre de familiaen el control de la vida cotidiana de los de abajo.

La segunda mirada viene insinuada en el estudio citado, cuando concluye que las mujeres tienden a vivir un estilo de vida más ecológico, ya que desperdician menos, reciclan más y dejan una huella de carbono más pequeña (goo.gl/yW6U3v).

Esto se relaciona directamente con la reproducción, que es el punto ciego de las revoluciones, empeñadas en un productivismo a ultranza para, supuestamente, sobrepasar a los países capitalistas. La producción fabril y el obrero industrial han sido piezas centrales en la construcción del mundo nuevo, desde Marx en adelante. En paralelo, la reproducción y el papel de las mujeres han sido siempre desconsiderados.

No podemos combatir el capitalismo ni el patriarcado, ni cuidar del medio ambiente ni de nuestros hijos e hijas, sin instalarnos en la reproducción que es, precisamente, el cuidado de la vida. Entiendo que la reproducción puede ser también cuestión de varones, pero eso requiere una política explícita en esa dirección, como señalan las comandantas que convocan el encuentro de mujeres en el caracol Morelia.

Como dice el comunicado de convocatoria del Primer Encuentro Internacional, Político, Artístico, Deportivo y Cultural de las Mujeres que Luchan, los varones zapatistas se encargarán de la cocina y de limpiar y de lo que se necesite (goo.gl/MeFoUU).

¿Acaso esas tareas son menos revolucionarias que estar parado en un templete bajando línea (como decimos en el sur)? Nos dan menos visibilidad, pero son las tareas oscuras que hacen posible las grandes acciones. Para involucrarnos en la reproducción, los varones necesitamos un fuerte ejercicio para limitar nuestro ego, más aún si se trata de un ego revolucionario.

La tercera es quizá la más importante: ¿qué podemos aprender los varones heterosexuales y de izquierda de los movimientos feministas y de mujeres?

Lo primero sería reconocer que las mujeres avanzaron mucho más que nosotros en las últimas décadas. O sea, ser un poco más humildes, escuchar, preguntar, aprender a hacernos a un lado, a guardar silencio para que se escuchen otras voces. Una de las cuestiones que podemos aprender es cómo ellas se han puesto de pie sin vanguardias ni aparatos jerárquicos, sin comités centrales y sin necesidad de ocupar el gobierno estatal.

¿Cómo lo hicieron? Pues organizándose entre ellas, entre iguales. Trabajando al patriarca interior: al padre, al dirigente bien hablado, al caudillo. Esto es bien interesante, porque las mujeres que luchan no están reproduciendo los mismos roles que combaten, ya que no se trata de sustituir un opresor por una opresora, ni un opresor de derecha por un opresor de izquierda. Por eso digo que avanzaron mucho.

La segunda cuestión que podemos aprender es que la política, en grande, en escenarios bien iluminados y mediáticos, con programas, estrategias y discursos grandilocuentes, no es más que la reproducción del sistema dominante. Ellas han politizado la vida cotidiana, el cocinar, la cocina, el cuidar a los hijos e hijas, las artes de tejer y de sanar, entre tantas otras. Creer que todo esto es poco importante, que existen jerarquías entre unas y otras dimensiones, es similar a seguir buscando machos alfa que nos emancipen.

Seguramente hay muchas otras cuestiones que podemos aprender de los movimientos de mujeres, que ignoro o que aún debemos descubrir. Lo que importa no es tener la respuesta ya preparada, sino tallarnos en sencillez y humildad para aprender de este maravilloso movimiento de mujeres que está cambiando el mundo.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=236260

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El planeta necesita indígenas para guardar sus tierras

Por: Manipadma Jena/Ecoportal

La preservación de las culturas indígenas, sus conocimientos tradicionales y la gestión sostenible de sus recursos, aun ayudándolos a acceder, a elegir y a priorizar las vías de desarrollo para que no queden rezagados, ha sido un desafío para los gobiernos de todo el mundo.

El maestro Ramakrushna Bhadra tenía un desafío enorme en la escuela primaria rural Hatrasulganj Santhal, en el oriental estado indio de Bengala Occidental, hasta que decidió aprender la lengua indígena.

“Al mostrarle la fotografía de un cuervo en un libro, entono ‘kaak’, en bengalí, la lengua estadual. Muchos repiten a coro la palabra, pero los santhalis de primer grado quedan con la mirada perdida. Solo lo conocen por ‘koyo’”, relató Bhadra.

“Con gusto lanzan las canicas para contar, pero si les preguntas cuánto contaron, se quedan callados porque en su lengua materna, uno es ‘mit’ y dos es ‘bariah’, muy distinto del bengalí, ‘ek’ y ‘du’”, añadió.

Para la comunidad santhal, la mayor de Bengala Occidental, el bengalí es una lengua extranjera; por eso al comenzar la escuela, los nuevos alumnos no aprenden nada, pierden interés y abandonan para ir con sus padres en la migración estacional. Eso genera un analfabetismo que no hace más que perpetuar el ciclo de pobreza.

India aprobó una ley que declara que la educación es un derecho constitucional de todos los niños y niñas de seis a 14 años. La norma también procura reducir el abandono escolar de las minorías étnicas, dispone la enseñanza en su lengua materna en primaria y crea escuelas residenciales gratuitas en áreas tribales, como le dicen a los indígenas en este país.

Con una población de 8.000 personas y solo tres por ciento de mujeres alfabetizadas, la comunidad dongria kondh, en el vecino estado de Odisha, cuenta con una escuela residencial gratuita solo para niñas en el distrito de Rayagada, creada por el gobierno en 2008.

La inscripción y la retención de las niñas requiere de un esfuerzo continuo, pero las más grandes, que hace años que están escolarizadas, se alejan de sus raíces y se avergüenzan de sus peinados y atuendos tradicionales únicos.

De los 370 millones de indígenas que hay en 70 países, India concentra 700 grupos étnicos distintos, unas 104 millones de personas.

Para ello es fundamental, y lo más cercano a una solución, concederles derechos consuetudinarios a la tierra, así como a los recursos que se encuentran en ella.

Los recursos y los territorios ancestrales tienen una importancia fundamental para su estilo de vida, su sustento, su cultura y su religión y, de hecho, para su supervivencia física y cultural colectiva como comunidad.

El gobierno tiene varios programas específicos para las comunidades indígenas en materia de educación, medios para ganarse la vida, cuotas educativas y laborales, así como un presupuesto enorme para la seguridad alimentaria, cuyo objetivo es reducir la visible brecha económica entre ellas y el resto de la población.

“La mala implementación de los programas existentes en las regiones tribales hace que no solo la pobreza siga excepcionalmente alta en esa regiones, sino que su disminución ha sido mucho más lenta que en todo el país”, según el informe nacional de la Comisión de Planificación, ahora llamada Niti Aayog.

La discriminación, la apatía oficial y la falta de sensibilidad a los estilos de vida tribales, además de la corrupción generalizada, la falta de justicia y respeto por la dignidad humana y la marginación política fortalecieron el extremismo en varias regiones tribales de India.

En este país, la mayoría de los pueblos indígenas viven en la selva profunda que encima de ricos depósitos de hierro, bauxita, cromita, carbón y otros minerales, muy codiciados por el gobierno y las mineras.

Foto: Uno de los pueblos con menor contacto con el mundo exterior, la comunidad bonda, forma parte del corredor Rojo, donde están activos los insurgentes de extrema izquierda y donde los planes del gobierno en materia de educación, salud y saneamiento han tenido muy poco impacto. Crédito: Manipadma Jena/IPS.

La Constitución de India preserva el derecho al autogobierno y a la autonomía a los indígenas sobre sus territorios. Incluso, el consejo de aldea tiene la última palabra en las decisiones, aun por encima de la del gobierno en lo que respecta al uso de los recursos, en especial en el marco de la Ley de Derechos Forestales, de 2006, y de la Ley de Compensación Justa y Transparencia en la Adquisición de Tierras, Rehabilitación y Reasentamiento, de 2013.

Pero el poder de la aldea se ve subvertido cada tanto por las empresas y las agencias gubernamentales, concluyeron numerosos estudios.

La falta de reconocimiento y de protección de los derechos a la tierra y los recursos naturales, en especial la selva, es una de las principales causas de conflictos y del malestar que perturban a la mayoría de los proyectos de infraestructura, lo que con el tiempo lleva a la interrupción de proyectos y a la pérdida de miles de millones de dólares.

Los grupos étnicos se volvieron en cierta forma más conscientes, pero además la Corte Suprema de India sigue de cerca el respeto de sus derechos a la tierra y a la selva. Eso marcó una diferencia enorme en la última década. El asunto ha estado en el tapete porque las organizaciones de la sociedad civil, tanto locales como internacionales, mantienen las protestas y el debate abierto.

Hasta el censo de 2011, más de la mitad de la población indígena de India se había ido a vivir a las ciudades, en un entorno totalmente distinto a su estilo de vida, más en contacto con la naturaleza. Las principales causas de la migración han sido la pobreza, los desplazamientos derivados de proyectos de infraestructura y la pérdida de su sustento al no tener acceso a la tierra y a las selvas.

En la aldea de Kadaraguma, en lo alto de las colinas de Rayagada, Kone Wadaka, de 66 años, busca una heredera para pasarle su rico conocimiento sobre plantas medicinales. Ella heredó de su padre, un curandero del clan dongria kondh, el conocimiento oral que pasó de generación en generación.

De adolescente, Wadaka acompañaba a su padre durante días y aprendió a identificar hojas y raíces para evitar la concepción, aliviar ataques y convulsiones, curar heridas y calmar el dolor. Y ya de joven quiso tomar la posta del conocimiento familiar.

Como la selva está cada vez más lejos de la aldea y se talan los árboles para dar lugar a plantaciones comerciales de madera, Wadaka teme que de no encontrar pronto una heredera adecuada, el invalorable conocimiento muera con ella. Le apena que su pueblo pierda algo que le perteneció durante generaciones.

La Agenda 2030 de desarrollo sostenible, cuyos objetivos clave siguen siendo construir sociedades inclusivas, buscar el empoderamiento de los pueblos indígenas garantizando sus derechos a la tierra, a la igualdad de educación y de capacitación, duplicar los ingresos y la productividad de los pequeños emprendimientos agrícolas e impulsar a los Estados para que incluyan a los líderes indígenas en las subsiguientes revisiones del progreso del país.

Fuente: https://www.ecoportal.net/temas-especiales/planeta-necesita-indigenas-guardar-tierras/

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Ministerio de Educación de Ecuador inauguró el tercer espacio TiNi en Quito

América del sur/Ecuador/18 Noviembre 2017/Fuente: andes.info

TiNi es una espacio de tierra en el que se enseña a los niños y jóvenes a cultivar alimentos con la intención de que tengan un mayor contacto con la naturaleza.

“Tierra de niñas, niños y jóvenes para el Buen Vivir (TiNi)” es el proyecto implementado por el Ministerio de Educación del Ecuador (MinEuc) para generar conciencia ambiental en la comunidad educativa. Consiste en la entrega simbólica de un espacio de terreno para promover y fortalecer la conciencia del cuidado de la naturaleza, sumado al aprendizaje de las materias tradicionales.

Estudiantes, docentes, padres de familia y autoridades del MinEduc, inauguraron el tercer espacio de este programa en la Unidad Educativa Comunitaria Intercultural Bilingüe Mushuk Yachay, ubicado en el sector de Santa María (noroccidente de la capital), que se suma a los existentes en Guayaquil y Cuenca.

El ministro de Educación, Fander Falconí, dijo que al ser el Ecuador un país diverso, pluricultural y plurinacional, todos los estudiantes, niños, niñas, adolescentes, la comunidad y la sociedad en general deben convertirse en guardianes de la Pachamama.

“Tengo la seguridad que ustedes multiplicarán la enorme responsabilidad a sus padres y familiares, para que juntos hagamos de esta buena práctica el cuidado de la Tierra de Todos”, dijo.

Falconí dirigió el acto de juramento para cuidar la tierra y brindarle agua para que en forma recíproca, la tierra nos devuelva sus bondades. Acto seguido, estudiantes y autoridades se dirigieron a un terreno en la parte posterior de la Unidad Educativa donde sembraron plantas como muestra de contribución y cuidado de la naturaleza.

Mónica Reinoso, subsecretaria de Innovación Educativa y el Buen Vivir, explicó que el aprendizaje integra a este proyecto ambiental con materias curriculares como: Lenguaje y literatura, Matemáticas, Estudios Sociales, Ciencias Naturales, Educación Cultural y Artística, Educación Física, Inglés y también de proyectos escolares.

Por su parte, el subsecretario de Educación Intercultural Bilingüe, Pedro Cango, expresó que el proyecto TiNi “es una manera adecuada para fomentar valores de la vida comunitaria y crear conciencia y sensibilidad que inculquen conocimientos como el reciclaje, el cuidado del agua y la importancia vital de los árboles y la naturaleza toda”.

Fuente: http://andes.info.ec/es/noticias/sociedad/1/ministerio-de-educacion-de-ecuador-inauguro-el-tercer-espacio-tini-en-quito

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¿Qué podemos hacer en el Día de la Tierra? Concienciación y educación

23 Abril 2017/Fuente:http://as.com/buenavida /Autor: LAURA MARTIN SAN JUAN

El senador Gaylord Nelson fue el promotor de este día, que se celebra desde el 22 de abril de 1970. El estallido de un pozo de petróleo en Santa Bárbara, California, inspiró que cada 22 de abril se celebre el Día de la Tierra. Fue, en 1969, el mayor desastre ecológico en aguas estadounidenses. Fue siete años después de que el libro «Silent Spring» («Primavera Silenciosa», de Rachel Carson) haya instaurado en la opinión pública tópicos desconocidos, pioneros, como las ciencias ambientales, el peligro de los plaguicidas, el tema de la contaminación y la salud pública. En esa coyuntura, el senador de Wisconsin Gaylord Nelson elevó la tragedia petrolera a la agenda política: fundó la enseñanza nacional sobre el medio ambiente.

Hoy, el Día de la Tierra es una jornada que pretende concienciar a todas las personas sobre la necesidad de proteger nuestro planeta de la sobrepoblación, la contaminación y de preservar la biodiversidad.

“Con esta celebración admitimos la responsabilidad colectiva, como nos recordaba la Declaración de Río de 1992, de fomentar la harmonía con la naturaleza y la Madre Tierra para alcanzar el equilibrio justo entre las necesidades económicas, sociales y medioambientales de las generaciones presentes y futuras”, esgrime en un comunicado Naciones Unidas.

Qué queremos remarcar en el Día de la Tierra

Celebramos el Día Internacional de la Madre Tierra para recordar que el planeta y sus ecosistemas nos dan la vida y el sustento. Este día nos brinda la oportunidad de concienciar a todos los habitantes del planeta acerca de los problemas que afectan a la Tierra y a las diferentes formas de vida que en él se desarrollan.

Este año 2017 la campaña se denomina «Alfabetización medioambiental y climática». La educación constituye los cimientos del progreso. Necesitamos que la ciudadanía mundial conozca los conceptos sobre el cambio climático y sea consciente de la amenaza sin precedentes para el planeta. El conocimiento nos empoderará a todos y nos llevará a tomar medidas para defender el medio ambiente.

La alfabetización medioambiental y climática no es solo el motor que genera votantes concienciados por las cuestiones ecológicas y promueve legislación en este ámbito, sino que también acelera el desarrollo de tecnologías y empleos respetuosos con el medio ambiente.

La educación es el futuro

El Día Internacional de la Madre Tierra, su denominación oficial, pone de relieve la educación como principal cimiento del progreso: «Necesitamos que la ciudadanía mundial conozca los conceptos sobre el cambio climático y sea consciente de la amenaza sin precedentes para el planeta. El conocimiento nos empoderará a todos y nos llevará a tomar medidas para defender el medio ambiente. La alfabetización medioambiental y climática no es solo el motor que genera votantes concienciados por las cuestiones ecológicas y promueve legislación en este ámbito, sino que también acelera el desarrollo de tecnologías y empleos respetuosos con el medio ambiente».

El Día de la Tierra propone interrumpir la dinámica global. Es una excusa para detenerse a pensar, un estímulo para la reflexión.

Greenpeace exige el cuidado de los bosques nacionales, fundamentales para evitar las inundaciones y los efectos devastadores del cambio climático. La organización ecologista recuperó el Informe sobre Riesgos Mundiales de 2017 del Foro Económico Mundial, el que ubica al cambio climático como uno de los tres temas que determinarán los acontecimientos globales durante los próximos diez años.

Según la Organización Mundial de la Salud, cada año mueren 12,6 millones de personas a causa de la insalubridad del medio ambiente. Representa casi una cuarta parte del total mundial de muertes anuales.

Fuente de la noticia: http://as.com/buenavida/2017/04/22/portada/1492877276_500442.html

Fuente de la imagen:

 http://as01.epimg.net/buenavida/imagenes/2017/04/22/portada/1492877276_500442_1492877392_noticia_normal.jpg

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