Estados Unidos: Sylvia Méndez, luchadora por igualdad en la educación, lanza el Mes de la Herencia Hispana en la U. de Michigan

América del Norte/EEUU/06-10-2019/ Autor y Fuente: espanol.umich.edu

“‘Los latinos deben saber que tenemos héroes de los cuales nunca hemos sabido y alguien tiene que informarlos Sylvia.’ Ese fue el día en cual esto se convirtió en mi legado.”

Así recuerda Sylvia Méndez el encuentro con su madre que la guió a educar a la gente sobre el caso Mendez v. Westminster en el cual su familia, entre otras, cambió el curso de la historia en los Estados Unidos. Más de 200 personas se reunieron en el Michigan League para escuchar a Méndez, una activista quien a los ocho años de edad fue parte del caso Mendez v. Westminster que forzara a las escuelas de California a integrar a estudiantes de distintas razas y que sería fundamental para el fin de la segregación legal de escuelas en los Estados Unidos.
Inspirada por las palabras de su madre, Méndez empezó a compartir esta historia que rara vez es mencionada en los libros de historia.
Hija de padre mexicano y madre puertorriqueña, Méndez fue con su tía a inscribirse a una escuela en Westminster, California, donde vivía su familia cuando fue rechazada por ser latina.

Su padre, Gonzalo Méndez, junto a otras familias empezó a luchar contra esa injusticia y denunció a la ciudad de Westminster y a otros tres distritos escolares en el condado Orange. El juez concluyó a favor de Méndez y el gobernador de California empezó a integrar las escuelas en California.Méndez fue honrada con la Medalla a la Libertad por la administración de Barack Obama, el honor civil más alto en los Estados Unidos.Durante la ceremonia de lanzamiento del Mes de la Herencia Hispana el 24 de septiembre, Méndez compartió con la audiencia historias de su experiencia durante el caso que cambió su vida y la de muchos más, incluyendo a la mayoría de las personas que se encontraban en el salón de baile del Michigan League esa noche.

“Sylvia Méndez fue una gran inspiración para todos los Latinos esa noche,” dijo Silvia Pedraza, catedrática de sociología en la UM. “Es sumamente bueno que los estudiantes sepan del caso Mendez v. Westminster que no es bien conocido pero formó la base para Brown v. Board of Education, ya que el abogado Thurgood Marshall se basó en sus argumentos. Es excelente que Sylvia Méndez se dedique ahora a darlo a conocer”.Méndez instó a los estudiantes latinos a que luchen por sus derechos para ponerle fin a la segregación que aún afecta a las comunidades minoritarias por todo el país hoy en dia. “Tener a Sylvia Méndez presente en el campus fue un momento poderoso. El poder saludarla de mano y decirle algunas palabras se sintió surreal,” dijo Ximena Mancilla, estudiante de segundo año estudiando psicología, quien dijo le da ira que esta historia haya permanecido en la oscuridad ya que muchos estudiantes latinos en este país no conocen el impacto de personas que se parecen a ellos.

“Sin embargo, tenerla en el campus nos recordó del legado que nos han dejado nuestros ancestros y lo que hicieron posible para que pudiéramos continuar nuestra educación que no fueron creadas para nosotros pero a las que debemos tener el mismo derecho.”

Mancilla dijo que la presencia de Méndez da a recordar el legado de sus ancestros y reflexiona que fueron ellos quienes hicieron posible que los estudiantes latinos están prosperando en escuelas que no fueron creadas para ellos. “Es ahora nuestro turno continuar ese legado y continuar potenciando a futuros estudiantes latinos a continuar su educación y tener éxito.”La ceremonia contó con platillos latinoamericanos, música tropical por parte del grupo The Island Guys, y actuaciones de baile por parte de grupos estudiantiles.Los eventos con Méndez continuaron el día siguiente con una recepción de desayuno y una recepción de almuerzo, ambas organizadas por el grupo estudiantil La Casa.  La recepción de desayuno contó con la presencia de Robert Sellers, Vicerrector de Equidad e Inclusión y Director de Diversidad de la universidad. Un almuerzo en su honor contó con la presencia de Royster Harper, Vicepresidenta de Vida Estudiantil en la UM y quien compartió unas bellas palabras con Méndez.Julianna Collado, la coordinadora de pregrado del Latinx Heritage Month y directora de La Casa, dijo que en total unas 500 personas asistieron a los eventos.“Imagine las redes que cada una de estas personas tiene para transmitir el mensaje de las contribuciones históricas de la Sra. Méndez que permitirán que su legado continúe y garantice el empoderamiento de las nuevas generaciones de latinos”, dijo.

Fuente a Imagen: https://espanol.umich.edu/noticias/2019/10/03/sylvia-mendez-luchadora-por-igualdad-en-la-educacion-lanza-el-mes-de-la-herencia-hispana-en-la-u-de-michigan/

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Película: Matilda

Matilda es una película infantil estadounidense de 1996, dirigida por Danny DeVito y protagonizada por Mara Wilson, Rhea Perlman, Embeth Davidtz y Pam Ferris. El guión es de Nicholas Kazan y Robin Swicord, a partir del libro del mismo nombre, del autor Roald Dahl.

Trama

Aunque Matilda Wormwood es una niña encantadora y un genio en ascenso, los padres de Matilda, Harry y Zinnia Wormwood y su hermano mayor Michael son irresponsables con ella; estaban tan ocupados en su trabajo y en sus frívolas vidas que apenas notaban que tenían una hija, y la animan a mirar la televisión en vez de leer un libro, que es lo que ella prefiere.

Ingeniosa y resuelta, Matilda se da cuenta al poco tiempo de que es más inteligente que sus padres. Su padre Harry vende autos usados a precios injustos, su madre Zinnia va a jugar bingo y su hermano Michael va a la escuela, y dejan a Matilda sola en la casa, a la edad de 4 años. Después de que su padre se niega a comprarle un libro, Matilda va a la biblioteca y acumula mucho conocimiento, pero su gusto por los libros perjudica la relación con su padre.

Cuando su padre le dice: «Cuando una persona es mala se le debe dar una lección», Matilda le «da una lección»: le tiñó su pelo de negro a rubio, mezclando su tónico del cabello con Peróxido de hidrógeno (agua oxigenada), y luego le pega el sombrero a la cabeza, el día que Harry lleva a Matilda y Michael a su negocio y les muestra sus trucos engañosos. Cuando una noche Matilda esta leyendo un libro en vez de hacer caso a su padre y ver la televisión, este le rompe su libro de la biblioteca y la obliga a ver televisión con el resto de la familia. Es entonces cuando ella, intencionalmente, hace que el televisor explote, la primera señal de sus poderes telequinéticos.

Al día siguiente, Harry inscribe a Matilda a una escuela dirigida por Agatha Trunchbull (Pam Ferris), un monstruo malévolo (una mujer de carácter fuerte y dominante, cruel y perversa) y una exatleta campeona olímpica en las especialidades de lanzamiento de jabalina, bala y martillo en las Olimpiadas de Múnich 1972. Mete a los niños en un espantoso dispositivo de tortura al que llaman El Agujero o los lanza por el aire, emulando los movimientos cuando se realiza un lanzamiento de martillo. Ella lo hace a menudo sin ninguna prueba de que hayan hecho algo malo o porque no le agradan (ejemplo, metió a Matilda al agujero porque su padre le vendió un automóvil en mal estado, argumentando que ella es su viva imagen). La intimidación es el mejor método para dar clases, a su manera de ver, y declara sin rodeos que su idea de una escuela perfecta sería una en la que no hubiera niños.

Cuando Matilda comienza en la escuela, supera ampliamente a todos los demás. Su agradable maestra, la señorita Jennifer Miel (Embeth Davidtz), pide que pasen a Matilda a una clase más avanzada, pero la malvada directora Tronchatoro se niega. La profesora de Matilda visita a sus padres para decirles lo maravillosa que es la niña y la inteligencia que posee, y ellos se burlan de las personas con estudios y se enfadan porque los interrumpe mientras ven la televisión. Luego Matilda descubre que la FBI vigila a su familia debido al negocio engañoso de su padre, pero sus padres se niegan a creerle, pensando que los policías eran vendedores de lanchas.

Mientras tanto, Matilda descubre que tiene poderes telequinéticos, un secreto que le confía sólo a la señorita Miel. Se entera de esta insólita habilidad cuando su mejor amiga, Lavanda, pone una salamandra en el vaso de agua de Tronchatoro. Cuando ella acusa a Matilda de haberlo hecho, ésta se pone tan molesta que le vuelca encima el vaso con sus ojos. La señorita Miel lleva a merendar a Matilda a su casa, una pequeña casa de campo y explica cómo, después de la muerte de su padre, quedó al cuidado de su tía, la hermanastra de su madre. Esta mujer era una malvada abusadora de niños que hizo de su vida una pesadilla.

Cuando ambas llegan a la casa de la señorita Miel, Matilda se da cuenta de que la malvada tía de su maestra es la señorita Tronchatoro. Al poco tiempo, ese mismo día, ambas entran en casa de Tronchatoro sin que ésta se entere, después de que la señorita Miel llevase años sin poner un pie en ella. Allí pudo recordar su infancia mientras veía el antiguo retrato de Magnus, su padre, la caja de chocolates de éste y su muñeca favorita, Lizzie. Su tía les sorprende pero consiguen escapar con un buen susto. Matilda, habiendo dominado sus poderes, sale una noche sola a la casa y, utilizándolos para asustar a Tronchatoro, recupera la muñeca de su profesora y dos chocolatinas, que le entregó al día siguiente. Sin embargo, una cinta de pelo roja acusatoria de Matilda que se enreda en el seguro del auto de Tronchatoro hace que la directora sepa que ella es la culpable.

Cuando Tronchatoro examina la clase de la señorita Miel, Matilda usa sus poderes para escribir en la pizarra. Fingiendo ser el fantasma del padre de su maestra, «Magnus», amenaza a Tronchatoro diciéndole que acabaría con ella como ella acabó con él si no le da a la señorita Miel su dinero y la casa de su padre. Matilda utiliza todos sus poderes para «darle una lección» a la directora, quien huye aterrorizada del colegio mientras decenas de niños le lanzan comida y Bruce Bolaños le ensucia la cara con chocolate, ya que anteriormente ella le había forzado a comerse un enorme pastel de chocolate para castigarlo, pensando que fue él quien se comió el suyo. Él y sus compañeros estaban contentos por la huida de su horrible directora. Nunca más se supo nada sobre ella.

A partir de entonces, la señorita Miel se muda a la casa de su padre, se vuelve directora de la escuela y Matilda pasa a una clase más avanzada.

Al final de la historia, los padres de Matilda deciden mudarse a Guam para escapar de la policía, que ya tenía las pruebas suficientes para procesar al padre de Matilda, quien vendía autos usados en mal estado a precios muy elevados y compraba piezas de auto robadas. Matilda les dice que quiere que la señorita Miel la adopte, y para ello obtiene copias de papeles de adopción que logró sacar de la biblioteca. Sus padres, como primer gesto noble hacia su hija, los firman y se van. Así, Matilda y la señorita Miel obtienen lo que siempre han querido: logran formar entre ambas una familia amorosa. En las últimas escenas se ve cómo ambas juegan en la casa, comen juntas, hacen arreglos juntas en la casa y, por último, Matilda termina leyéndole, antes de dormir, la introducción de Moby Dick a la señorita Miel.

Para ver la película, haga clic aquí:

https://www.youtube.com/watch?v=-gET-UqzJG0

Fuente de la Reseña:

https://es.wikipedia.org/wiki/Matilda_(pel%C3%ADcula)

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Luisa Pernalete: «La educación se ha feminizado en América Latina»

Fuente y Autor:EL NACIONAL WEB

La pujanza de la mujer venezolana frente a la adversidad ha escrito la historia de las escuelas de Fe y Alegría durante sus 62 años.

Cuando Abraham Reyes entregó al padre jesuita Jesús María Vela las dos plantas de su casa (localizada en terrenos en los que ahora queda el 23 de Enero, en Caracas) para construir la primera escuela de Fe y Alegría en el país, en 1955, fue su esposa, Patricia Reyes, de quien poco se habla, la que no solo acordó ceder su vivienda a la enseñanza sino también aprender a leer y a escribir, entre niños y niñas, para enseñar a sus ocho hijos y demostrar generosidad.

Las primeras maestras fueron jóvenes estudiantes voluntarias de la Universidad Católica Andrés Bello, quienes aprendieron junto a José Mari que el poder creador hay que despertarlo.

62 años más tarde Luisa Cecilia Pernalete es promotora y ejemplo –para más de 220 directivas de los equipos regionales de 170 escuelas repartidas en sectores pobres de toda Venezuela– de que no hay mujer que se amilane ante las dificultades. «Decir qué puedo hacer es lo que hacemos y es la mejor forma de afrontar la crisis».

Directora regional de escuelas en Zulia (1990-1997) y en Bolívar, especialmente en Guayana (1998-2009), creadora del movimiento Madres Promotoras de la Paz, integrante de la ONG Provea, artífice del teatro pedagógico e integrante del Centro de Formación e Investigación Padre Joaquín en el área de la conducción de la paz y la ciudadanía, Pernalete destaca que atravesó dos épocas difíciles frente a Fe y Alegría. La primera, como funcionaria de la Asociación Venezolana de Educación Católica, en Zulia, el Ejecutivo no dio los recursos necesarios para la fundación de escuelas. «De enero a marzo no teníamos cómo pagar los sueldos de los profesores, y entonces de las rifas salieron esos recursos. Los muchachos comían y nunca tuvimos que decir: ‘Me asaltaron en la esquina’. La segunda es ahora; y es todo más difícil. Los muchachos no pueden comer. El SAE ­antes PAE- no llega a todas las escuelas y nos ayudamos con la solidaridad».

Recuerda cuando llegó a Guayana y detectó al grupo Cariñas en una situación my precaria, de desnutrición. «Fundamos la escuela que se llamó Brisas del Orinoco. Los niños del preescolar eran demasiado chiquitos, tenían hambre y logramos a través de una fundación hacer una papilla con tubérculos.

Así, combatimos la desnutrición. Hoy no sé cuál de las 170 escuelas tiene mayor grado de necesidad».

La educación, a la cual se ha dedicado desde los 22 años de edad y por la que siente pasión, se ha feminizado tanto en el país y como en toda América Latina, afirma. «La gestión femenina se caracteriza por tener una mirada múltiple, panorámica, a diferencia de los hombres que son más precisos, y por esa razón nos acordamos del café, de si hay papel sanitario y de los cumpleaños». Y también asume las grandes tareas.

En una investigación realizada sobre la pacificación en escuelas, concretamente en tres centros situados en los sectores más violentos pero distintos de San Félix, Cagua y Margarita, se estableció que la situación de agresividad había disminuido. «Había directoras al frente de esas escuelas. En un período de tres a cinco años se estableció una relación de armonía con el entorno. Una de las directoras hizo hincapié en la importancia del ambiente. Y es así: los ambientes educan o deseducan. Cuando yo era directora cuidaba hasta cómo eran las tacitas en las que servíamos el café. El hombre mira las cuentas, las mujeres los detalles, le ponemos vida hasta a una pared».

Pernalete no pierde, como ninguna mujer, dice, su capacidad de «ahijar», término con el cual denomina a sus adopciones. No tuvo hijos. «Yo ahijé a dos muchachos de la calle cuando fui presidenta de la Fundación República de los Muchachos en Maracaibo. Al primero lo tuve a los 16 años de edad, le enseñaba a leer y a escribir de noche cuando terminaba su curso de mecánica y le celebré su primer cumpleaños. Murió recientemente a los 35 años. La otra, una niña, hija de colombianos, la tuve a sus 7 años al perder a su mamá. Le aseguré un cupo en Fe y Alegría y se hizo grande. Sus hijos me dicen abuela», asegura orgullosa de ser una madre soltera «como todas las venezolanas».

Fuente de la entrevista: http://www.el-nacional.com/noticias/educacion/educacion-feminizado-america-latina_84245

Fuente de la imagen:http://en-cdnmed.agilecontent.com//resources/jpg/9/1/1488933115819.jpg

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Las maestras luchando por nuestro futuro

Por: OLEP

Seguramente has escuchado hablar de la Normal Rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero, sobre todo a raíz de la desaparición forzada de los 43 estudiantes; pero muy poco se sabe del proceso que han enfrentado las 17 Normales Rurales que aún existen en el país, tras la política de abandono y desmantelamiento que han impulsado los distintos gobiernos.

En el número anterior de F R A G U A , compañeras de la Normal Rural “Lic. Benito Juárez” de Panotla, Tlaxcala, enviaron una colaboración donde describían la vida en la Normal, invitaban a las movilizaciones que se realizaría los días 12 y 13 de septiembre con el objetivo de exigir justicia por la represión sufrida en 2001 y 2010, así como mejores condiciones para la escuela. Como OLEP nos solidarizarnos marchando con las compañeras de Panotla.

Después del traslado hacia la Normal, el desayuno corrió a cargo de las alumnas, ya que la escuela se mantenía tomada desde el martes 6 de septiembre, ellas son quienes se encargan de todo el mantenimiento. En seguida, hicieron el llamado a concentrarnos para iniciar la marcha; nos agruparon con las organizaciones: profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) Tlaxcala y Chiapas, la Unión Popular de Vendedores Ambulantes-28 de octubre, el ex sindicato de Sandak-Tlaxcala, el Frente Nacional de Luha por el Socialismo (FNLS), entre otros. Marchamos al final de las representaciones de las Normales Rurales de los otros estados que forman parte de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM).

El recorrido de Panotla a Tlaxcala se hace en unos 20 minutos, marchando nos tardamos 3 horas en llegar a la Unidad de Servicios Educativos de Tlaxcala (USET). Durante el recorrido, pasaban los oradores de las distintas normales y las organizaciones a exigir el cumplimiento a las demandas del pliego petitorio, el cese a la represión y al desmantelamiento de las normales.

A la marcha larga siguió otra dura espera de cerca de 6 horas de negociación donde las autoridades buscaban desgastar a los manifestantes y a las compañeras de la comisión que pasaron a la mesa. Sin embargo, como dicen por ahí, ni la lluvia ni el viento y, al parecer, ni el tedio, detienen al movimiento. Finalmente cerca de las 23 horas, se logró que firmaran la mayor parte del pliego petitorio.

Durante esta jornada pudimos conversar con algunas compañeras normalistas quienes nos explicaron que a pesar de que las normales rurales cuentan con un sistema asistencialista donde se les brinda una educación gratuita, internado, comedor, agua y luz, entre otros beneficios, hacen falta algunos servicios de mantenimiento al comedor y dormitorios e incluso la construcción de más salones, porque, “para las chicas que ahorita cursan el cuarto año no hay salones” , así como profesores para impartir talleres culturales.

Otra de sus demandas es respeto a la matrícula estudiantil que contempla a 342 alumnas, de las cuales sólo se cuenta en estos momentos con 270. Ellas consideran que se les debe dar mayor porcentaje a las estudiantes de otros estados como Guerrero, Chiapas, Veracruz, Estado de México, ya que dicen: “las que son originarias aquí de Tlaxcala no continúan porque no les gusta el sistema de internado, extrañan a sus papás y como están relativamente cerca, pues se van”.

Al preguntarles de qué forma el gobierno podría garantizar ese respeto a su matrícula, Contestaron que exigen que se garantice las 342 raciones alimenticias, los blancos (que son papel higiénico, jabón de tocador y para lavar ropa), la beca monetaria que afirma “nos llega cada 2 meses y es de $230 a $240”, así como sus trajes de gala y uniforme deportivo. Para algunos lectores parecerá suficiente todo lo que se les brida, sin embargo, para quitarnos de dudas les preguntamos de cuánto era el presupuesto que recibían para su alimentación y nos contestaron que era de ¡treinta y cinco pesos al día, por alumna!

También nos comentaron sobre la baja demanda de nuevo ingreso que ha sufrido la Normal a raíz de la mala reputación que les ha creado el gobierno y los medios de comunicación: “el gobierno dice que somos semilleros de guerrilleros y no es así, solamente, dentro de una normal, aparte de darte los estudios básicos que se dan en cualquier universidad, nos concientizan políticamente y pues es otro panorama que al gobierno no le conviene”.

La Reforma Educativa también les afecta a las normalistas por los exámenes de oposición para entrar al magisterio , por ello, muchas chicas no entran a la normal “porque creen que ya no van a conseguir trabajo después de la licenciatura. Esto no sólo se ve en nuestra normal, se ve en todas las normales, se ha visto cómo la demanda de compañeros ha bajado”.

Una de las demandas políticas que tienen es la destitución de la actual directora Olivia Guevara y exigen alguna intervención en la elección de sus directivos, pues consideran que a partir de allí se les ha reprimido académicamente, imponiendo horarios de clases 8:00 a 18:00 horas, excesiva carga académica que no deja tiempo para dedicarse a actividades político-culturales y económicamente se han desviado recursos de la institución.

El pliego petitorio de las compañeras es más extenso, sin embargo, estos puntos nos muestran la situación que se vive en las Normales Rurales y la razón por la que se encuentran en una lucha constante por la defensa del normalismo, la educación pública, gratuita y de calidad.

Compañeras: Nos sumamos a la lucha en defensa del normalismo, considerando que esto significa también continuar con el trabajo organizado para que las Normales retomen su visión política con las que fueron creadas desde 1922: impulsar junto al pueblo la lucha por una sociedad más justa, por el socialismo !

¡Por la liberación de la juventud
y la clase explotada!
¡Venceremos!

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=219772&titular=las-maestras-luchando-por-nuestro-futuro-

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