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¿Dónde están las Maestras y los Maestros?

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

«¿Dónde están las maestras y los maestros en el orden de las necesidades de aprendizaje y en el ejercicio de sus derechos en materia de formación continua y desarrollo profesional?»

Durante el evento de presentación del plan de estudios de la Educación Básica 2022 (SEP), el pasado 16 de agosto, celebrado en el Auditorio Maestro Rafael Ramírez” de la Escuela Secundaria Anexa a la Normal Superior, ubicada en la Ciudad de México, los simbolismos políticos desbordaron o desplazaron al contenido del documento referido.

Ese día el presídium estuvo integrado por Leticia Ramírez Amaya, secretaria de educación entrante, Delfina Gómez Álvarez, secretaria saliente, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo; además de subsecretarias y subsecretarios del ramo, Rosa María Torres Hernández, rectora de la Universidad Pedagógica Nacional, así como por el Dr. Ángel Díaz Barriga, del IISUEUNAM, el director general de materiales educativos, Marx Arriaga y la gobernadora de GuerreroEvelyn Salgado.

Una ceremonia que tuvo más tintes político-electorales que de exposición de ideas sobre las políticas públicas educativas del gobierno federal.

¿Por qué no se invita a formar parte de la mesa principal, en ese tipo de ceremonias, a representantes directos de las comunidades educativas: Docentes, directivos escolares, asesores técnicos, estudiantes y sus familias?

¿Cuándo las autoridades darán voz voto a los protagonistas principales de los procesos educativos en las escuelas? ¿Dónde están las maestras y los maestros en el orden de las prioridades? ¿Cuál es el mensaje que se desea enviar con estas omisiones?

Según el boletín No. 192 de la SEP, las autoridades educativas del país que encabezaron el acto de presentación ante la sociedad del nuevo plan de estudios 2022, refirieron que éste iniciará “su implementación con una prueba piloto en al menos 30 escuelas por entidad federativa, durante el ciclo escolar 2022-2023″.

¿Dónde están las políticas públicas para revalorizar a las maestras y los maestros de educación básica y media superior cuando hay una institución (USICAMM) que les trata con la punta del pie?

El del martes fue un evento cargado de significados emitidos desde el poder público en el cual prevaleció más el agradecimiento y las relaciones políticamente correctas que la presentación de razonamientos sobre la situación del sistema educativo nacional, y donde la autocrítica estuvo prácticamente ausente, inexistente.

Así son los eventos magnos, hoy, como se hacía antes al estilo de la vieja escuela mexicana.

Discursos cargados de retórica, simulación y sin aparecer en escena una mención acerca de los grandes y graves problemas de la educación pública en México, hoy.

¿Dónde están las maestras y los maestros en el orden de las necesidades de aprendizaje y en el ejercicio de sus derechos en materia de formación continua y desarrollo profesional?

La maestra Gómez expuso que:

“la propuesta curricular se hizo con base en el diálogo horizontal de maestras y maestros, especialistas, pueblos indígenas y personas afro mexicanas, madres, padres, tutores, estudiantes, organizaciones de la sociedad civil, e instituciones públicas federales y locales mediante la realización de foros y asambleas.”Delfina Gómez Álvarez

Señaló que:

“en Educación Media Superior, se inició la construcción del Marco Curricular Común, y que en los cursos en Cultura Digital–Pedagógica participaron 248 mil docentes, mientras que el registro en el Sistema de Educación DUAL Media alcanzó 18 mil 635 estudiantes.”

Delfina Gómez también afirmó esto al referirse a la secretaria entrante:

“Le deseo el mayor de los éxitos en su nuevo encargo. Encontrará una secretaría en marcha, viva y con muchos retos por atender y, seguramente, como me ha ocurrido a mí, se conmoverá cotidianamente con el deseo de transformación, con la fortaleza y con la energía de quienes se dedican a enseñar aprendiendo”.Delfina Gómez Álvarez

PLAN DE ESTUDIOS DE EDUCACIÓN BÁSICA (ESPECIAL)

¿Qué lugar ocupan las condiciones materiales de trabajo que contradicen diariamente la retórica oficial y que alteran el accionar cotidiano, profesional, de las maestras y los maestros en la escuela pública?

¿Cuál es el papel de interlocución que tienen las representaciones sindicales ante este panorama?

La subsecretaria de Educación Básica, Martha Velda Hernández Moreno, expuso que los planes y programas de estudio representan una transformación profunda de la Educación Básica en interés de niñas, niños y adolescentes.

Subrayó que el plan será objeto de una prueba piloto durante el ciclo escolar 2022-2023, con niñas, niños y adolescentes del primer grado en los niveles de preescolar, primaria y secundaria en cuatro componentes: Formación docente; codiseño de programas de estudio a cargo de maestras y maestros; desarrollo de estrategias nacionales, así como transformación administrativa y de gestión.”

En el boletín mencionado se afirma que la rectora de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), Rosa María Torres Hernández señaló que:

“es el momento de recurrir al conocimiento y la experiencia de los docentes, los estudiantes, de los científicos humanistas, así como de las familias para construir juntos un futuro posible con una educación que plantea una ciudadanía plena y una vida en común.”Rosa María Torres Hernández

Además de mencionar que:

“el plan de estudios de la Educación Básica propone la resignificación del papel de la educación como una condición de la sociedad indispensable para formar ciudadanos y ciudadanas con principios de igualdad sustantiva, solidaridad, reparación del daño, libertad, interculturalidad, justicia ecológica y social, igualdad de género, entre otros”Rosa María Torres Hernández

(mismo boletín)

El boletín 192 de la SEP omitió el breve discurso del Dr. Ángel Díaz Barriga Casales, investigador emérito de la UNAM, autor del célebre libro “Didáctica y Currículum”, entre otras obras importantes publicadas por él y sus colaboradores en el ámbito pedagógico, quien se pronunció optimista y a favor del planteamiento oficial del currículo escolar para la educación básica.

Al terminar de ver el video de esta ceremonia vía redes sociales, recordé que el movimiento de la 4T descuidó la discusión colectiva, desde abajo y desde el 2014-2015, en torno al proyecto de cambios educativos nacionales, y que al presidente AMLO tal vez le ha interesado cambiar los contenidos y diseño de los libros de texto gratuitos, no tanto el debate sobre los cambios estructurales, de fondo, del currículo escolar.

Percibo que el nombramiento de Leticia Ramírez Amaya como titular de la SEP tiene ese propósito: Asegurar que se cumpla el interés superior del señor presidente.

Fuente de la información e imagen:  https://www.sdpnoticias.com

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Temporada de preguntas

Por: Manuel Gil Antón

Cuando la vida tuerce las veredas que creímos firmes. Cuando no queda más remedio que repetir con Monsiváis: “o yo no entiendo lo que está pasando, o ya pasó lo que estaba entendiendo”. Cuando lo que sucede no tiene manera de nombrarse y se marcan en el rostro las arrugas del pasmo. Cuando como a la paloma de Alberti se nos extravía el rumbo y por ir al norte vamos al sur. Cuando lo que pasa no cabe. Cuando las escuelas están cerradas y las ganas de aprender nos crecen. Cuando tocamos en clave de sol lo que va en calve de fa y se hace ruido y barullo. Cuando no tenemos ni idea, está seca la mirada y en el suelo la confianza en que algo será según nos dicen. Cuando se hace cotidiana la voz y el violín del grupo Kansas de tanto polvo en el viento. Cuando no hay pa’dónde hacerse. Cuando la Narvarte pierde un par de calles y Zempoala no tiene modo de estar donde solía. Cuando las estadísticas revientan, y el corazón del mundo anda a 143 pulsaciones por minuto. Cuando al amanecer no sabemos qué día es, y este enero pasado está tan lejos como agosto, y ayer tal vez sea un mañana repetido. Cuando creemos que la televisión “da cursos” y la tarea atarea y atolondra en busca de evidencias que muestren que todo sigue igual. Cuando acontezca que este día, a las 8 y media, todos quienes van en tercero aprenderán cómo se hace una suma de fracciones, y un señor en la pantalla nos indique que llegó la hora de activarnos y demos vuelta a la casa de cojito. Cuando la muerte es una presencia contundente pese a que nos ha rondado siempre. Cuando nos falte asidero, y no sepamos para cuándo va a regresar lo que ignoramos cómo es, ni en qué frasco lo venderán en las farmacias cuando vuelva, llegue o surja. Cuando andamos a media cara y somos ojos que buscan otros para saberse acompañados en las dudas. Cuando pasan estas cosas, colegas, lo que más importa, creo, es advertir que no son tiempos de respuestas sino temporada de preguntas.

Sí. Anhelamos respuestas: certidumbres, fechas, plazos, modos de resolver equis o zeta, fórmulas, milagreros iluminados o tronantes. Dígame cómo, dígame cuándo, dígame cuánto falta. Hable claro: requiero un qué, un por qué, un salvador o un culpable, algún discurso ahíto de esperanzas, previsiones y pronósticos. No le hace que no sirvan: dígalo como si fuese seguro.

No tengo coordenadas sin el horario que marca la chicharra de la escuela, sin el orden que en el salón resguarda el escritorio del docente. Ya no aguanto las manos sin rastros de gis o manchas de plumón. El candado que atora a la cadena de la puerta de la escuela se ha oxidado. Ya: urge una fecha y que sea exacta.

¿A qué? ¿Para qué? ¿Para que pase lo mismo de antes? En la temporada que se dilata ante nosotros hay que decidir: ¿compramos respuestas baratas para hacer de cuenta que hay claridad, o aceptamos el filo de la pregunta que nos reta con su incógnita? Es tiempo de parir preguntas fuertes en los grupos de maestras y maestros. Cuestiones compartidas, originales y creativas. ¿Cómo cambiamos las peroratas y dictados por procesos que produzcan ambientes de aprendizaje? Hoy y mañana. Tiempos de pensar juntos, ensayar, equivocarnos, atinar y aprender. No esperar la instrucción de arriba, que controla, sino generar las posibilidades desde abajo, a ras del aula ya no jaula. Como Machado decía, “también la verdad se inventa”. Inventar la realidad y el horizonte. Entonces las respuestas no serán triviales ni ajenas. Serán fértiles y, sobre todo, serán nuestras.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/temporada-de-preguntas/

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Educación en pandemia: los maestros que hacen frente al coronavirus dando clases en las calles y balcones de Nápoles

Europa/Italia/Octubre 2020/bbc.com

Las restricciones por la pandemia del coronavirus no impide que algunos maestros en Italia se las ingenien para ayudar a que sus alumnos no se queden atrás en su educación.

Niño mira a cámara en una calle de Nápoles.
Pie de foto,La pandemia del coronavirus afecta a millones de estudiantes de países que han optado por cerrar las escuelas para evitar contagios. Y muchos maestros han ingeniado alternativas, como los italianos que se han puesto a dar clases en calles y balcones.

Pamela Buda enseña a sus alumnos en la calle de Nápoles.
Pie de foto,La maestra Pamela Buda es un ejemplo. Ella ofrece clases a sus alumnos en las calles de Nápoles, con distanciamiento social y al aire libre. «Las madres me llamaron y me dijeron que los niños estaban llorando, que querían volver a la escuela, que no entendían por qué era necesario cerrarlas», le dijo a Reuters.

Niña leyendo en la calle de Nápoles.
Pie de foto,En esta nueva ola de contagios que vive Europa, el gobierno italiano ha evitado imponer restricciones a nivel nacional en las escuelas, las empresas y a la libertad de movimiento, pero instó a las autoridades regionales a que establezcan sus propias restricciones si es necesario.

Pamela Buda enseña a sus alumnos en la calle de Nápoles.
Pie de foto,La región de Campania, donde se ubica Nápoles, salió relativamente bien parada de la primera ola de coronavirus en el país durante la primavera. Sin embargo, los contagios empezaron a crecer en las últimas semanas por lo que las autoridades decidieron cerrar la mayoría de las escuelas hasta fines de octubre.

Tonino Stornaiuolo camina por las calles de Nápoles.
Pie de foto,Tonino Stornaiuolo es otro de los maestros que sigue repartiendo conocimiento e incentivando a sus alumnos mientras grita sus lecciones a los estudiantes que escuchan desde sus balcones y en las calles fuera de sus casas. «Hacemos todo lo posible para respetar las reglas porque creo que esta emergencia en Italia es seria y real», dijo Stornaiuolo.

Tonino Stornaiuolo enseña en una plaza de Nápoles.
Pie de foto,“Quería encontrar una manera en la que los niños pudieran vernos y compartir tiempo con nosotros, al menos mientras sea posible y hasta que sepamos si habrá otro confinamiento”, agregó Stornaiuolo a Reuters.

Fuente e imagen tomadas de: https://www.bbc.com/mundo/noticias-54668416
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Cuando enseñamos y aprendimos en casa

Por: Juan Carlos Yáñez

  • Bajo ese título, se ha editado un libro que pretende ser homenaje a los maestros e invitación a la reflexión sobre lo posible y lo deseable, en este larguísimo confinamiento y para las próximas décadas.

El 15 de mayo recibí un correo electrónico del director del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Se llama Hugo Casanova. Es mexicano y obtuvo su doctorado en Barcelona. Lo conocí como profesor mientras cursaba el doctorado en Pedagogía en la UNAM.

Ese día, conmemorativo de los maestros, me envió el libro sobre educación y pandemia, publicado por el Instituto con las aportaciones de casi todos los investigadores. Dos o tres días después, en el trajín de las tareas universitarias desde casa, abrí el archivo y encontré el texto. Lo descargué y comencé a leerlo con interés. Varios de los autores fueron mis maestros y hoy son amigos; ingrediente para incentivar la lectura.

Me gustó la idea y el formato. Algunos capítulos no tanto, pero el ejercicio me pareció estupendo. La obra, cuyo título es Educación y pandemia. Una visión académica, además, se distribuye de forma gratuita. Mientras pasaba las páginas durante aquella mañana, de pronto paré la lectura con una idea revoloteando en la cabeza. ¿Por qué no?, dije primero. Sí, podríamos hacer algo así en mi estado, Colima (México), sobre lo que sucede en las escuelas de la entidad, la más pequeña de este país enorme. En mi esbozo de proyecto había una gran diferencia. No se escribiría desde los cubículos de una ciudad universitaria, sino desde las aulas y escuelas a donde asisten niños y jóvenes de distintas condiciones sociales, étnicas, geográficas y culturales.

Pretendía un registro variopinto: todos los autores posibles, textos breves, interesantes, escritos por profesores de distintos niveles educativos, procedentes de varios municipios, publicado en un tiempo muy corto, digital, con descarga gratuita. Imaginé el resultado y me entusiasmó.

Tres meses después tuvimos el libro en la pantalla. Se llama Cuando enseñamos y aprendimos en casa. La pandemia en las escuelas de Colima. Lo presentamos en la primera semana de octubre; los enlaces al sitio de descarga en las primeras horas habían rebasado las predicciones más optimistas; la distribución es masiva también por redes sociales y correo electrónico.

La educación es una buena noticia

La publicación de un libro es, casi siempre, buena noticia. Un libro sobre educación es muy buena noticia, pero cuando ese libro sobre temas pedagógicos está escrito por profesores que viven del oficio docente, la noticia es excelente.

En tres meses logramos convocar, escribir, corregir y editar ese libro. Una proeza gracias a un equipo extraordinario: 17 autores trabajando en el registro de sus memorias, unos escribiendo ensayos libres; otros, relatos profundamente personales; algunos, apelando a datos de sus investigaciones. Todos, con el mismo propósito: contarnos su memoria de estos meses en que estamos enseñando y aprendiendo en casa. Unos, desde la docencia a través de las pantallas u otros medios, como la tienda del pequeño pueblo a donde asisten maestra y mamás para recibir y devolver los cuadernos de trabajo de preescolar; otros, desde las tareas de dirección o supervisión, un funcionario primero nivel en el ministerio estatal y una estudiante.

El libro es testimonio, ejercicio de la memoria y para la memoria, re-conocimiento y valoración de las prácticas extraordinarias que desarrollaron los docentes entre abril y junio.

Dicen que elogio en voz propia es vituperio. No elogiaré nuestro libro. Citaré las palabras de la maestra Sylvia Schmelkes, reconocida experta en México y América Latina, cuando le envié el libro. En su respuesta me describió, a su juicio, dos virtudes de la obra: oportunidad y valía por darle voz a los maestros y maestras.

En el libro encontramos muchas lecciones de lo que hicieron los maestros, de sus valoraciones y experiencias. Dos me parecen fundamentales: un buen maestro no garantiza a los niños que aprendan mucho y lo pasen de la forma más grata posible, pero un mal maestro pondrá un muro difícil de sortear para alumnos y madres, sobre todo de los más pequeños y en condiciones sociales adversas.

La segunda lección es que en la tensión entre confianza y control, hijas de dos posturas distintas, las autoridades y responsables de escuelas deben trabajar codo a codo, pantalla a pantalla con los maestros y tomar acuerdos; que debe escucharse más a los profesores y confiar en ellos, con libertades razonables y compromisos mutuos; porque nadie está más cerca de sus estudiantes que la escuela y los maestros. Son ellos la esperanza de, con sus defectos y virtudes, hacer posible el aprendizaje escolar en casa.

El libro Cuando enseñamos y aprendimos en casa es un homenaje a los maestros y una invitación a la reflexión sobre lo posible y lo deseable, en este larguísimo confinamiento y para las próximas décadas.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/10/14/cuando-ensenamos-y-aprendimos-en-casa/

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OVE celebra su 4to aniversario «Hemos aprendido haciendo» (Vídeo)

Otras Voces en Educación 

Hace cuatro años dijimos partida y decidimos lanzarnos a esta maravillosa aventura muy comprometida con las maestras y los maestros a nivel regional y mundial.

Cumplimos 4 años de actividades ininterrumpida en defensa de la educación pública, gratuita, científica y de calidad, mas de 55.000 documentos, informaciones, entrevistas, artículos, libros… así lo evidencian y más de 25 millones de visitan muestran la utilidad de este espacio.

Hoy en día destacamos la tarea de construir la más potente base de datos sobre reformas educativas a nivel mundial.

Hemos tejido una red con maestras y maestros a nivel regional, somos un punto de coincidencia de hombres, mujeres, maestros y maestras que trabajan en las aulas, que estudian y se actualizan permanentemente, y que luchan en las calles.

En este cuarto año estamos decididos a internacionalizar el equipo para hacer más efectiva las tareas. Hemos propuesto lanzar en las próximas semanas una convocatoria para 100 reporteros de Ove en América Latina y el Caribe y así poder sembrar raíces en distintos territorios.

Seguimos creciendo con los aportes, ideas y colaboraciones de educadores de todo el mundo. El futuro de una educación auténticamente inclusiva vale este esfuerzo de un colectivo voluntario abnegado y comprometido.

Ayúdanos a seguir contando con más lectores y colaboradores del portal de los y las maestras.

Gracias a todas y todos nuestros seguidores y lectores por su confianza en OVE.

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Maestras y maestros todavía

Por: Xavier Besalú

El oficio de maestro es profundamente humanista, porque estamos ante un profesional que cree a pies juntillas en el ser humano, en todos y cada uno de los niños y adolescentes con los que se dispone a convivir durante unos cuantos meses, a veces años.

Como es sabido, muchos maestros que ejercieron durante la Segunda República española fueron asesinados, encarcelados, depurados, castigados u obligados a exiliarse. Unos por pertenecer a alguna organización nacionalista o de izquierdas, otros por no ser creyentes o no asistir a misa, por leer periódicos heterodoxos, por seguir metodologías didácticas extranjerizantes o simplemente por ser denunciados impunemente sin posibilidad de defensa. Para las autoridades franquistas, el maestro era una figura importante sin duda, no tanto por su habilidad en la transmisión de conocimientos, que también, sino sobre todo por su capacidad de influencia sobre niños y jóvenes, por ser un referente adulto y respetado que acompañaba y orientaba su desarrollo, y porque encarnaba unos valores que podían dar sentido a sus vidas. De ahí su ensañamiento.

También lo había sido para las autoridades republicanas, por esos mismos motivos, y, por ello, en cambio, se habían esforzado en mejorar su formación, en dignificar sus condiciones laborales, en prestigiar su tarea, en construir escuelas donde no las había, convencidos como estaban de que la educación y la cultura eran las palancas de más calado para conseguir una sociedad más libre y más justa, sobre todo cuando revertir la pobreza y la desigualdad era percibido como una empresa titánica y muy a largo plazo.

Todo ello viene a cuento porque, a la vista de los cambios tecnológicos que nos permiten un acceso fácil, cómodo, en cualquier lugar y tiempo, a la información, algunos plantean la obsolescencia de la profesión docente como si su función principal fuera la reproducción y la transmisión del conocimiento. No lo era antes y no lo es hoy. Y, si alguien duda todavía, no tendría más que recordar las denuncias calumniosas y malintencionadas de adoctrinamiento a diversos profesores catalanes por parte de miembros de las fuerzas de seguridad del Estado, por familias fanatizadas que anteponen sus cruzadas particulares al bienestar de sus hijos, o por estamentos judiciales ciegos a las consecuencias de un quebrantamiento tan brutal de la confianza que demanda la educación.

No: la escuela sigue siendo necesaria para todos, pero especialmente para los niños y jóvenes pertenecientes a las capas más pobres y vulnerables de la sociedad. Y los maestros también, como mediadores imprescindibles entre el mundo personal y familiar y los otros mundos, como eslabones insustituibles del crecimiento integral de niños y adolescentes, como compañeros de viaje adultos y confiados en la adquisición de las competencias y saberes necesarios para comprender y para ser.

Jaume Funes, ese psicopedagogo experimentado y sabio, acostumbrado a trabajar en las periferias y a lidiar con todo tipo de modas y mantras, nos acaba de regalar un libro, Fer de mestre quan ningú no sap per a què serveix (Ejercer de maestro cuando nadie sabe para qué sirve) donde reivindica sin ambages ni medias tintas la institución escolar y la profesión docente.

El oficio de maestro, dice, es profundamente humanista, porque estamos ante un profesional que cree a pies juntillas en el ser humano, en todos y cada uno de los niños y adolescentes con los que se dispone a convivir durante unos cuantos meses, a veces años. No porque sea un iluso o un inocente bobalicón. Conoce, o se esfuerza por conocer, a fondo todos aquellos condicionantes familiares, sociales y culturales con los que llegan a la escuela, pero su mirada se fija justamente en todas las posibilidades y oportunidades que puede ofrecer y operativizar para que dichos condicionantes no se conviertan en determinantes fatales, en cargas insuperables; en todas las ocasiones que puede poner en juego para descubrir nuevos mundos, nuevas relaciones, nuevas realidades, para abrir los ojos a todo aquello que no estaba a su alcance, para romper los límites de su entorno social y cultural. Se trata de construir para todos las condiciones de educabilidad, sobre todo si no llegan a la escuela con ellas puestas.

El docente, dice también, debe ser un seductor, un mediador entre sus alumnos y el mundo de la ciencia, del saber, un generador estimulante de aprendizaje. Su función es enseñar ciertamente, pero es conveniente no dar por supuesto que los alumnos estén dispuestos a aprender, y difícilmente se producirá aprendizaje sin la voluntad y el esfuerzo del aprendiz. Por eso, el primer objetivo de quien quiere enseñar es el de provocar el deseo de aprender.

Y si la seducción forma parte del oficio de enseñar, indudablemente aquí entran en juego las relaciones: la docencia es una profesión esencialmente relacional. El respeto, el afecto, la confianza, son la vía de entrada para ese encuentro personal entre profesor y alumno, son el filtro necesario para el aprendizaje. Y esas vías, esos filtros, son muchas veces intangibles, imposibles de cuantificar, de mal encajar en una rúbrica por más matices que incorpore. Personalizar es, por encima de todo, establecer una relación personal significativa entre profesor y alumno.

Por todo lo dicho, ¡qué importante, estratégico y necesario, es cuidar de la persona del docente, el recurso didáctico más preciado, más sensible y más determinante!

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/12/02/maestras-y-maestros-todavia/

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El maestro, figura central de la sociedad

Por: José Carlos Buenaventura.

Las maestras y los maestros son necesarios hoy en día ante un panorama de crisis social, cultural, económica y educativa. La docencia no es sólo informar, sino formar, estar con el otro, vivir con el otro y construir soluciones a los grandes problemas nacionales. Aunque la educación no resuelva por sí misma los problemas sí es necesaria para ello.

En las últimas décadas, como se sabe, la imagen del maestro se minimizó, se agredió y hasta se vuelve un ejemplo de lo que no debe ser un mexicano. Producto de una campaña desde el gobierno, perdió su dignidad y su reconocimiento social. Se impulsó la confusión y la ambigüedad de que los maestros ya no son necesarios ni indispensables, ya que ellos mismos se convirtieron en el problema de la educación.

En algunas posiciones teóricas, incluso, se pretendió que desapareciera su labor y ellos mimos, ya que los procesos que hacen no persiguen el desarrollo económico, por tener una mala formación y no haber sido evaluados correctamente. Ante ello, es necesario exigirles que realicen más y más exámenes estandarizados; aunque ahora hasta parece delito evaluar y hacer exámenes a los estudiantes. Exámenes y evaluaciones para los maestros, dejar pasar de año a los estudiantes aunque muchas veces no sepan los conocimientos más básicos que son indispensables para desarrollar las ciencias, las humanidades y las artes en México. Se dirá que nadie está de acuerdo con reprobar estudiantes, pero para ello debe haber más maestros y estructura material e inmaterial para que ello sea posible. No sobran maestros; faltan: en un grupo en donde hay más de 30 estudiantes sería necesario más de tres maestros para atender tal grupo, por ejemplo. No sólo es obligar a no reprobar sino dar condiciones para que se realicen procesos educativos donde los estudiantes cumplan su derecho humano al conocimiento, y ese no se cumple con pasar un dedo en un dispositivo electrónico y no saber escribir correctamente, ya que implica no saber pensar y no haber desarrollado habilidades motrices finas para la escritura.

La historia del docente está unida con la construcción de la nación

La maestra o maestro bajo una lógica de no producir manos que produzcan más dinero, no son seres deseados. La historia del docente está unida con la construcción de la nación, sólo hay que recordar a los jóvenes que se convirtieron en maestros en las misiones culturales de Vasconcelos o al maestro rural mexicano, que ha sido esencial para llevar educación en las zonas rurales.

Al no valorar al maestro se le quita el valor a la enseñanza y se deja solo al aprendizaje (o quizás se oculta), el cual sólo es posible si hay alguien que enseña, alguien que aprende y el legado cultural que se transmite como los conocimientos, creencias, saberes, cosmovisiones y morales. Se ha hablado en los últimos años en paradigmas basados en el aprendizaje y enfocado en los estudiantes, como lo ha hecho Vernon Muñoz, relator especial sobre el derecho humano a la educación por parte de la ONU. Sin embargo, entre más se habla del aprendizaje de las niñas, niños y adolescentes, hay menos aprendizaje, se convierte en algo paradójico. Hoy niñas, niños y adolescentes salen de la educación básica sin saber leer, escribir y sin hacer cuentas. Para saber eso no es necesario hacer una y otra vez pruebas como PISA, Enlace u otra que se les ocurra, las cuales, además, se bautizan como herramientas “científicas”. Sólo hay que hablar con las maestras y los maestros que conviven todos los días con las niñas y los niños, se tendría que escuchar como humanos completos.

Entre los mecanismos que han permitido esto ha sido quitar la autoridad del docente. Confundiendo autoridad con autoritarismo. Se ha prohibido que los estudiantes repitan año, como la solución mágica a la falta de aprendizaje: todos tienen que aprobar por la buena salud mental de los estudiantes, como si el maestro fuera el que enferma mentalmente al estudiante. En un país que ha vivido una violación constante de los derechos humanos de todos, muertos y desaparecido por doquier; en un país en donde más violan niñas y niños; en un país donde la niñez sufre de diferentes tipos de violencia, de obesidad, de rencor y odio, se vuelve retórico decir que los maestros son los únicos culpables de los problemas de salud mental de los estudiantes.

Este es un país en donde los padres no pueden cuidar a sus hijos ya que tienen que trabajar jornadas de más de 10 horas

Este es un país en donde los padres no pueden cuidar a sus hijos ya que tienen que trabajar jornadas de más de 10 horas, violando su derecho humano del trabajo y un horario justo. Madres y padres trabajan para satisfacer las necesidades más básicas de sus hijos; situación en donde la estabilidad laboral no existe. Los padres no están con sus hijos. Los hijos de esta generación están con los medios de información, redes sociales, música no hecha para niños, que los lleva a una hipersexualización desde edades muy tempranas y pares que están igual de abandonados que ellos.

Para ocultar la crisis de formación que está sufriendo la niñez, la adolescencia y la juventud, se maneja un discurso conservador de los derechos humanos, donde se busca que se hable de ellos para no cumplirlos. Y en esta crisis se acusa a los docentes por no lograr que aprendan, atando a los docentes de pies y manos, porque ya no pueden formar a los estudiantes. Hay casos extremos donde niños y jóvenes han llegado a agredir a sus compañeros y a los maestros, sin que estos se defiendan por temor a violar los derechos humanos de la infancia. Se pregunta: ¿En qué derecho humano de la infancia se le da el derecho a un niño o joven de agredir, violentar o violar al otro?

Es vital que los maestros vuelvan a ser maestros, no capacitadores

En esta crisis de abandono de las niñas, niños y jóvenes. Las maestras y maestros se convierten en necesarios, para ello es vital que los maestros vuelvan a ser maestros, no capacitadores, facilitadores, pilmamas o cuidadores de guarderías. Donde desde el preescolar hasta el nivel superior se ha convertido en un lugar para guardar a la niñez y la juventud, no para enseñarlos y educarlos a ser fuertes, dignos, humildes y respetuosos con los otros.

Los maestros se vuelven necesarios como formadores de seres humanos, no informantes, sino sujetos que transmiten lo mejor de las culturas mexicanas, de las ciencias, las humanidades y las artes para enfrentar los grandes problemas de la destrucción del tejido social, la soledad, la violencia, el cinismo y la explotación del hombre por el hombre y donde también se da la explotación de la mujer por la mujer. Ante esto, sólo hay que recordar el papel de las “señoras” y “patronas” que mandan a la “chacha” o a la “muchacha” para hacer el trabajo doméstico, viviendo y las cuales duermen en las casas de los patrones, llegando a ser esto semiesclavitud, sin sueldos dignos, ni justos y sin prestaciones laborales.

Hoy los maestros son un extraño actor que defienden sus derechos laborales, y al mismo tiempo son de los pocos que realmente defienden a la niñez mexicana y los espacios públicos para todos. La necesidad de que haya maestros en una sociedad es para seguir siendo humanos, sensibles, dignos y justos, ningún instrumento electrónico puede enseñar esto: ser humano sólo lo puede enseñar otro ser humano.

Fuente del artículo: https://revistaconsideraciones.com/2019/05/15/el-maestro-figura-central-de-la-sociedad/?fbclid=IwAR24TSbnUm2CdxhwayJht4apuZ_ybJqVqIGlcIc673dQXDXjPMwf2iB_5MA

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