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Maestros bajo fuego: relatos de maestros que trabajan en territorio de guerra

Por: Alberto Colín Huizar 

En medios académicos es poco común hablar de la relación entre educación y violencia desde las vivencias cotidianas, pero el contexto nos empuja a indagar hasta encontrar las voces que relaten el horror. Este ejercicio es particularmente interesante si intentamos narrar la realidad educativa en países con profundos problemas de violencia como México, donde podemos conocer a docentes de Michoacán, Oaxaca, Guerrero, Chiapas o Veracruz, y charlar sobre temas educativos, como la Reforma Educativa, la evaluación docente u otros temas más pedagógicos de su trabajo escolar. Pero de pronto, sin comentar el tema, sin incentivar las opiniones, la violencia vivida se dibuja en los discursos de maestrxs que laboran en territorios donde se vive bajo el terror, en contextos de verdaderas guerras, que aunque son declaradas como “guerras contra el narco”, cobran tantas víctimas civiles como en países con conflictos bélicos declarados, como la guerra impuesta por el capital en Siria, en el lejano Medio Oriente [1].

Este texto intenta servir como provocación para escuchar las experiencias de lxs profesores en contextos de guerra. Nuestro objetivo es compartir las dificultades concretas que encuentran lxs maestrxs en su trabajo cotidiano, ante escenarios diversos de violencia. Buscamos contribuir a romper el mito de que la educación es como un producto fabricado en serie, en el cual se supone que la educación tiene que ser completamente igual a lo largo y ancho del país, tanto en una escuela rural como en una urbana, olvidando que cuando se asume esta posición, se ignora la diversidad de los contextos, sus complicaciones, sus historias particulares, las problemáticas locales y regionales.

Por eso los relatos caminan en el vaivén de ser docentes de educación básica y saber cómo reaccionar ante una balacera donde la escuela queda en medio; saber cómo actuar para cuidar a tu grupo de una amenaza armada; enfrentar la crisis desatada por la desaparición o el asesinato de una alumna; el secuestro de un colega e incluso cómo atender una población escolar dedicada al narcotráfico, donde es evidente la presencia del Estado como promotor de las injusticias, la corrupción y la impunidad. Estos ejemplos de vida son totalmente ignorados en la maquinaria infinita de la evaluación docente [2], donde al profesor se le exige enmarcarse bajo criterios definidos y estandarizados de cómo ser maestrx y cómo hacer educación para mantenerlos en una eterna incertidumbre social y laboral.

En este sentido, lxs maestrxs están framed según la Reforma Educativa. Bajo los argumentos que expone la feminista Judith Butler (2010) en su obra “Marcos de guerra. Las vidas lloradas”, estar framed significa que los sujetos (en este caso, los docentes) están siendo sometidos por acusaciones falsas y son objeto de engaños, porque están enmarcados con el título de culpables (de la crisis de la educación, por ejemplo). El Estado, sus políticas públicas y los medios de paga operan para que ese engaño se convierta en un criterio de verdad mediante procesos de subjetivación: “Si alguien es framed, sobre la acción de esa persona se construye un marco tal que el estatus de culpabilidad de esa persona se convierte en la conclusión inevitable del espectador. Una manera determinada de organizar y presentar una acción conduce a una conclusión interpretativa sobre el acto como tal” [3] nos dice Butler en su texto.

Basta encender la televisión o revisar cualquier medio de desinformación para darse cuenta que los marcos en que colocan al magisterio democrático por medio de etiquetas y homogeneizaciones, son construidos como verdades para el público basadas en mentiras, invenciones y descalificaciones (muchas veces clasistas y racistas), aunque rayen en lo absurdo [4]. Sin embargo, esos marcos también tienen contradicciones, y una de ellas es que nunca representan la totalidad de lo que en verdad podemos observar y escuchar, es decir, ese marco determina lo que podemos ver, porque nos vende una ilusión cerrada que nos perturba, pero siempre podemos romper con el marco para poder ver más allá.

Lo que pretendemos es que esa memoria de maestrxs, ahora hecha palabra, salga de los marcos de guerra, rompa el contexto y visibilice un mundo de abajo, un mundo donde no hay héroes ni villanos, pero sí hay dolor, muerte e injusticia. Y cuando esa palabra sale de los marcos, es cuando “se dan las condiciones apropiadas para el asombro, el escándalo, la revulsión, la admiración o el descubrimiento, según la manera como el contenido queda enmarcado por un tiempo y un lugar cambiantes” [5], tal como nos recuerda la socióloga norteamericana.

En este aspecto radica la importancia de difundir, desde la vivencia, los relatos de educación y violencia de maestrxs, porque fuera del confinamiento de los marcos a los que nos someten, generamos una especie de evasión y, aunque al conocer estas historias no podríamos transformar la realidad de golpe, ni juzgar a los culpables, “ni, por supuesto, invertir el curso de una guerra, si ofrecen las condiciones necesarias para evadirse de la aceptación cotidiana de la guerra y para un horror y un escándalo más generalizados que apoyen y fomenten llamamientos a la justicia y al fin de la violencia” [6]. Y a eso aspiramos, a encontrar oídos atentos que estén dispuestos a rebelarse y actuar, a poner en duda las verdades que desde arriba nos venden, a oponerse a ser exterminados por una guerra que es solución para ellos, pero es problema para nosotros, a decir ¡No, las cosas no son así!

Buscamos que esa palabra de quien directamente está allá, en el territorio, jugándose la vida por su profesión; poniendo el cuerpo frente a los problemas para sacar adelante a un grupo de niñas y niños por medio de la educación; aquel educador popular que se vincula con la comunidad buscando el bien común; docentes que buscan alternativas educativas en sus espacios, sean ahora reconocidas porque existen, porque viven. Con esto, queremos ayudar a quitar el velo con que se cubren los marcos de guerra, los cuales no nos dejan ver más allá, porque “cuando se vienen abajo estos marcos que gobiernan la reconocibilidad relativa y diferencial de las vidas -como parte del mecanismo mismo de su circulación-, resulta posible aprehender algo sobre lo que -o sobre quien- está viviendo, aunque por regla general no sea reconocido como una vida” [7]. Esa historia de vida de maestrxs con rostro que no se venden, no se rinden, no claudican, es la que les invitamos a conocer.

Referencias:

[1] “México alcanzó los niveles de violencia de un país en guerra abierta: IISS”, publicado en Revista Proceso. Disponible en: http://www.proceso.com.mx/485739/mexico-alcanzo-los-niveles-violencia-pais-en-guerra-abierta-iiss

[2] González, Roberto, Rivera, Lucia y Guerra, Marcelino (2017), “La evaluación de desempeño no es punitiva, es peor”, publicado en Insurgencia Magisterial. Disponible en: http://insurgenciamagisterial.com/la-evaluacion-de-desempeno-no-es-punitiva-es-peor/

[3] Butler, Judith (2010), Marcos de guerra. Las vidas lloradas, Editorial Paidós, México, p. 23.

[4] Hernández Navarro, Luis (2015), “Magisterio: el montaje de los peloneados”, publicado en La Jornada. Disponible en: http://www.jornada.unam.mx/2015/07/14/opinion/015a2pol

[5] En el texto al que hacemos referencia, la autora utiliza el ejemplo de la publicación de las fotografías que evidenciaron la tortura ejercida por militares estadounidenses a presos iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib en 2004. Lo que trata de decirnos es que la difusión de esas fotografías permitió romper el marco de la cárcel como institución ideal para aplicar el castigo a los culpables, lo que expandió en el mundo la imagen real de los abusos del ejército estadounidense ante victimas en un contexto de guerra.

[6] Butler, Judith (2010), Marcos de guerra. Las vidas lloradas, Editorial Paidós, México, p. 27.

[7] Butler, Judith (2010), Marcos de guerra. Las vidas lloradas, Editorial Paidós, México, p. 28.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/maestros-bajo-fuego-relatos-de-maestros-que-trabajan-en-territorios-en-guerra/

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Docentes: 6 estrategias imprescindibles para un excelente aprendizaje semipresencial

10 de enero de 2018 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org/

Por: Laura Ascione

Los maestros ofrecen ideas sobre cómo garantizar el éxito de las estrategias de enseñanza semipresencial.

Según un nuevo informe sobre estrategias de aprendizaje semipresencial exitoso, hoy por hoy, los maestros valoran los recursos digitales en las aulas, pero los estudiantes podrían no sentirse cómodos usando la tecnología como los padres y los educadores lo creen.

El informe, Teaching with Technology, un nuevo informe de la Fundación para el Aprendizaje semipresencial y en Línea (por sus siglas en inglés FBOL)  y el Evergreen Education Group, caracteriza la enseñanza semipresencial como el uso de una combinación de instrucción cara a cara, el contenido digital, herramientas y recursos.

Una encuesta de maestros, realizada en 38 estados concluyó que el tiempo, la planificación cuidadosa,  el apoyo a nivel escolar y distrital, y el desarrollo profesional relevante en curso son la clave para el éxito o el estancamiento de los esfuerzos para un aprendizaje semipresencial.

Los docentes están incorporando nuevas herramientas y estrategias tecnológicas en su práctica en el aula, a pesar de sus diferentes enfoques, el aprendizaje semipresencial juega un papel importante en los mismos.

El reporte obtiene información de educadores que enseñan en escuelas públicas tradicionales, escuelas públicas chárter u autónomas (esta es una escuela pública administrada independientemente que otorga una mayor flexibilidad en sus operaciones, a cambio de una mayor responsabilidad por el desempeño), programas de educación alternativa y escuelas privadas, así como entrevistas en profundidad con maestros y administradores en todo el país y observaciones de sus autores por parte de la escuela y el aula.

Casi todos los encuestados (97%) dijeron que están usando computadoras en su enseñanza y entre 64% y 66%  de los encuestados informaron que están utilizando cada uno de a cuatro tipos de recursos y estrategias: creación de documentos por parte de los estudiantes, colaboración de estudiantes, recursos gratuitos en línea, y recursos en línea comprados por la escuela o el distrito. Este hallazgo demuestra que el uso de los recursos de educación abierta y los recursos adquiridos no lo son de ninguna manera, pero que en algunos casos los docentes usan materiales gratuitos y comprados.

Alrededor del 60% de los encuestados dijeron que regularmente utilizan evaluaciones formativas (61%) y / o instrucción diferenciada (58%).

El informe ofrece una serie de conclusiones y recomendaciones importantes, basadas en las respuestas de los docentes:

  1. Para que los docentes tengan éxito en el uso de la tecnología, los dispositivos, el acceso a Internet, el contenido en línea y el software estos deben funcionar bien y de manera constante. Algunos docentes informan que tienen dos versiones de sus planes de estudio, una para usar computadoras y otra para usar el papel cuando falla el acceso a Internet, pero claramente no es razonable esperar que la mayoría de los docentes asuman ese nivel de planificación. Aunque muchas escuelas usan laboratorios de computación o carritos donde se pueden trasladar los computadores, los maestros que están más avanzados en la implementación de la tecnología expresan su frustración por no tener un mejor acceso y mayor facilidad a las computadoras.
  2. Los maestros están especialmente preocupados por los estudiantes que acceden a material en línea inapropiado,  algunos profesores han desarrollado estrategias en sus aulas para abordar la ciudadanía digital, o utilizan estrategias desarrolladas por sus distritos, pero otros todavía están muy preocupados por este problema. Sin embargo, encontrar el equilibrio adecuado entre permitir o restringir el acceso es difícil para los administradores del distrito, y algunos maestros informan su frustración con estudiantes que no pueden acceder a los materiales que los maestros quieren que vean.
  3. Reconozca que la enseñanza semipresencial representa un cambio significativo en la instrucción, no solo la acumulación de tecnología en las prácticas existentes. Este malentendido lleva a los defensores del uso creciente de la tecnología en la educación a subestimar la cantidad de tiempo requerida para adoptar la tecnología con éxito. La mayoría de los mecanismos de desarrollo profesional existentes son insuficientes, porque 1) no permiten suficiente tiempo, y 2) se eliminan del aula y del año escolar, como también a menudo durante los descansos de verano. Los maestros necesitan más tiempo y apoyo de lo que generalmente reciben.
  4. Aplicar la estrategia de mentalidad de crecimiento tanto a los profesores como a los alumnos. Los defensores del aprendizaje semipresencial a menudo piden aumentar la mentalidad de crecimiento de los estudiantes y creen que las herramientas digitales y los recursos ayudan a los estudiantes a centrarse en el crecimiento, la persistencia y la determinación. Los profesores semipresenciales explican que este tipo de mentalidad también es necesaria tanto para los nuevos profesores como para los estudiantes.
  5. Proporcione a los maestros semipresenciales ejemplos y recursos adicionales. En particular, a los maestros les gustaría la oportunidad de visitar otras aulas para ver ejemplos en acción.
  6. Los maestros tienen diferentes personalidades y estrategias de instrucción, y deben sentirse cómodos ajustando los conceptos de aprendizaje semipresencial a sus propias fortalezas y situaciones. Los defensores del aprendizaje semipresencial desacreditan el «modelo de fábrica» ​​de aprendizaje porque aplica un método a todos los maestros y estudiantes. Pero la tecnología mal implementada puede caer en la misma trampa de esperar que los maestros usen herramientas digitales de una manera, independientemente de las circunstancias. En cambio, las herramientas digitales pueden ser utilizadas de forma flexible por los profesores que eligen la mejor manera de utilizar estos recursos en línea.

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/actualidad/articulos-informativos/docentes-6-estrategias-imprescindibles-para-un-excelente-aprendizaje-semipresencial

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Maestros y maestras los eternos olvidados de las reformas educativas

Por: Miguel Ángel Pérez

En los últimos días he asistido a distintos eventos (Foros, Coloquios, Congresos, etc.), en donde uno de los temas centrales o periféricos que se discuten gira en torno a la reforma educativa y a la necesidad de que maestros y maestras seamos capaces de apropiarnos de lo que “la autoridad “dice. En primer lugar es más importante la autoridad que el propio docente (maestro o maestra) tiene en su trabajo y no la que provenga de otro lugar, ajeno a él o ella, desde afuera aun cuando sea el propio gobierno el que hable.

Aun en destacamentos vinculados con la disidencia magisterial, con el movimiento democrático en el magisterio y su relación el sindicato magisterial. La percepción que tengo de este fenómeno, es que los docentes siguen esperando desde instancias ajenos a el(los) incluyendo el gobierno que les digan con claridad que deben hacer y cómo, que (les) oriente la reforma lo que espera de ellos, que sea más clara la propuesta sobre todo en lo que se tiene que hacer.

Entonces lo que sucede es que en diversos espacios se busca la forma de entender y re-entender lo que el gobierno QUÉ es lo realmente quiere y espera de los maestros y maestras. Aquí ante este fenómeno se presentan dos escenarios en paralelo:

  1. Por un lado la propuesta gubernamental arropada con los diversos nombres con los que se les ha llamado (Reforma educativa, Nuevo modelo pedagógico, Pilotaje 2017, etc.), no tiene la capacidad de sintetizar globalmente lo que la educación del país necesita y lo que los docente pudieran y deberían hacer y conocer a partir de lo que hacen. En todo esto, en este tiempo mientras los docentes están preocupados e invirtiendo su tiempo en entender y re-tender qué esperan de ellos y del trabajo que realizan, de manera invisible pero intensa, las reglas van cambiando, se cancelan derechos laborales, la plaza automática desparece, desaparecen de igual manera las vías de promoción y ascenso laboral y profesional, las regulaciones contractuales fracturan una mínima forma de reconocerse como trabajadores al servicio del Estado y como profesionales de la educación al servicio de la patria. La evaluación del desempeño docente es una estrategia de control y de distracción, para que los docentes no logren mirar la realidad verdadera dentro de la cual están inmersos y han quedado atrapados.
  2. Por otro lado está la idea de pensar en una educación diferente no en otra reforma (porque nos colocaríamos en el mismo juego creado desde el poder), sino otra lógica de entender la gestión, el cambio la carrera docente y el compromiso con la sociedad. Los colectivos docentes deberíamos estar ocupados en esta construcción global que articule lo laboral, profesional, pedagógico, en el marco de un proyecto global de cara con la sociedad del siglo XXI con todos los cambios, exigencias y desafíos, con los que se ha venido acompañando. Esta re-configuración que implica entender y re-entender el compromiso social de los y las educadores, corre por un carril muy diferente al que el Estado nos ha trazado y por el que muchos docentes están transitando.

En última instancia los maestros y maestras en México hemos bailado al son que la SEP nos ha tocado. Se trata ahora de cambiar las reglas de la música del ritmo, de la melodía, y porque no, es mejor la cadencia de un tango, o la sensualidad de un danzón o el atrevimiento del ritmo libre.

Esta nueva música por tocarse junto con las reglas y sus tiempos, está pensada en diseñar otra ruta de acción y de la forma que se camine. La otra reforma de la que aquí hablo, sólo la pueden gestionar los maestros y maestras junto con intelectuales e investigadores en ese orden y no al revés. ¿Cómo meter en todos los docentes un nuevo chip en donde manden a la basura todo lo que estorba desde el marco gubernamental y comenzar a introducir ideas nuevas (muy nuevas) de todo aquello que deberla llegar?. Asistimos en el tiempo de las reformas estructurales, ante  un problema de cultura, de historia y de tradiciones pero que lo podemos es más lo debemos revertir, para que la educación en nuestro país comience a bailar a un nuevo rito y lo haga bien como lo ha hecho en otros tiempos. La música que se toque y la forma de bailarse debe surgir desde nosotros y nosotras, ni siquiera de la mejor orquesta que se nos quiera imponer abierta o veladamente.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/maestros-y-maestras-los-eternos-olvidados-de-las-reformas-educativas/

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Programa Educación XXI (09/12/2017) -Audio-

México / 17 de diciembre de 2017 / Autor: Leonardo Kourchenko / Fuente: WRadio

Foro para debatir y analizar las condiciones de cambio en la educación en México, Iberoamérica y el mundo. Los principales protagonistas son los maestros, directivos, alumnos y padres de familia.

 

 

Fuente:

http://play.wradio.com.mx/audio/w_radio_educacionxxi_20171209_090000_100000/

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Es hora de personalizar la educación

Por Martín Mathus Gómez Sandoval*

Si entras a un salón de clases en cualquier parte del país —o del mundo— te encontrarás una configuración muy similar: un maestro con plumón en mano y pizarrón a su espalda frente a un grupo de estudiantes de prácticamente la misma edad sentados en pupitres alineados. Será obvio intuir que esta configuración está basada en que todos los estudiantes aprendan el mismo contenido, al mismo tiempo, al mismo ritmo y de la misma manera.

La razón por la cual se instaló tal configuración en las escuelas es lógica y simple: cuando se sistematizó la educación pública en Prusia en el Siglo XVIII, al mismo tiempo cuando se acercaba la Revolución Industrial en Europa, se requería de un modelo eficiente que pudiera enseñarle por primera vez a toda la población los conocimientos básicos para la industria de esa época. El sistema más eficiente que se pensó fue agrupar a los estudiantes por año de nacimiento y tratar de maximizar el tamaño del grupo que un maestro podía enseñar. En un mundo donde todavía no existían los sistemas educativos públicos, dar este salto por primera vez debió haber sido aterrador para la hacienda pública.

En los últimos 200 años, los modelos educativos han evolucionado, pero no han dejado atrás este modelo base de ‘fábrica’. En este modelo algunos estudiantes en cada clase logran sobresalir, pero la mayoría simplemente aprueba los cursos sin dominar los conceptos y aprehender los conocimientos. Pongamos un ejemplo: supongamos que un estudiante obtiene una calificación de 8 en un examen final de matemáticas. Basado en la típica curva de distribución de calificaciones, este estudiante quizá estará por encima del promedio del grupo y por lo tanto su rendimiento escolar se determinará como ‘alto’. Sin embargo, el obtener un 8 de 10 implica que hay un 20% del contenido de ese examen que el estudiante no conoce. Esto quiere decir que un estudiante catalogado como ‘exitoso’ bajo este esquema desconoce por completo el 20% de los conocimientos impartidos en dicha etapa, los cuales podrían ser los cimientos de temas más avanzados y por lo tanto el estudiante está destinado a lidiar con la materia en el futuro. Esta realidad simplemente ha sido aceptada durante siglos.

Aprobar vs. Dominar

Por otro lado, la alternativa es basar la enseñanza en el dominio de los temas y en la aprehensión de éstos. Esto implica los siguientes ajustes: 1) basar la aprobación de un curso a otro en la competencia en vez de un simple cumplimiento de horas; 2) adaptar los métodos de enseñanza a cada estudiante; 3) destinar el tiempo que sea necesario en cada tema para que cada estudiante lo domine; 4) el estudiante no se puede rendir (esto último supone una educación emocional personalizada y adaptable).

Como se puede leer, todos los ajustes pertinentes están relacionados con la personalización y adaptabilidad de la enseñanza. Es fácil intuir que la mejor forma de implementar esta alternativa sería por medio de tutorías uno a uno, con cada tutor entendiendo las fortalezas, debilidades y entorno del estudiante. No es coincidencia, por lo tanto, que el nivel educativo de los padres, o el tiempo que éstos invierten asistiendo a sus hijos con labores escolares sean dos de los principales determinantes del rendimiento escolar de los estudiantes. Tampoco es coincidencia que familias pudientes contraten tutores privados para proveer una instrucción a la medida para sus hijos, se viene haciendo desde antes que Filipo II contratara al mismo Aristóteles para educar a su hijo Alejandro Magno. Los tutores personales, por lo tanto, son naturalmente considerados la opción ideal. Sin embargo, la inversión en educación tiene restricciones presupuestarias naturales que limitan que cada estudiante tenga un tutor personal. He aquí una gran disparidad en el acceso a la educación.

 

Entra la tecnología

Lo emocionante de nuestro tiempo es que a través de la tecnología estas experiencias de aprendizaje a la medida están al alcance de ser escalables y sistematizables. Existen ya múltiples plataformas para el aprendizaje adaptativo que pueden ofrecer los beneficios de una tutoría uno a uno, proveyendo a cada estudiante con su propia ruta personalizada, que se ajusta en tiempo real y reacciona a la actividad y el interés del estudiante.

El uso intensivo de estas tecnologías va en ascenso y sería una pesadumbre atestiguar una vez más cómo el uso de la tecnología abre y profundiza brechas en nuestra sociedad en vez de cerrarlas. Es por eso que el diseño e implementación de un modelo con aprendizaje adaptativo al centro es imperativo en el sistema educativo público mexicano.

Es importante mencionar que hablar sobre tecnología en educación de ninguna manera implica subestimar la labor de los maestros. La tecnología no está volviendo a los maestros obsoletos, los está volviendo más importantes. Diversos estudios demuestran que los mejores resultados de uso de estas tecnologías provienen de una implementación ‘blended’, en los cuales las plataformas digitales fungen como poderosas herramientas para los maestros. Por lo tanto, el éxito del diseño e implementación de un modelo para México se logrará únicamente si los maestros se involucran completamente en éste.

Éste no es un artículo de cómo está la educación en México; eso ya lo sabemos. Tampoco es un artículo argumentando que la educación en México debe mejorar; en eso estamos todos de acuerdo. Vamos a poner en el debate público la sistematización de tecnologías e innovaciones educativas para cerrar brechas y vencer desigualdades estructurales en nuestro país.

*Cofundador de Nextia y de Inviértete.

 

Contacto:

Twitter: @mmths

Instagram: mathus.oax

Mail: mmathusgs@gmail.com

Fuente del Artículo:

Es hora de personalizar la educación

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Maestros mejor preparados.

Me gusta mucho ver películas, sobre todo aquellas con las que nos podemos relacionar, que nos muestran los dilemas complejos de la vida y que, de una u otra forma, nos dejan alguna enseñanza. Una de ellas es el Profesor Holland, una película de 1995, con Richard Dreyfuss.

Por: Salvador Paiz

Este filme cuenta la historia del Glenn Holland, un músico profesional con un título de enseñanza media que, tras haber pasado unos años en el medio artístico, decide dedicarse a ser profesor de música en una escuela pública. En el camino el señor Holland se enfrenta a un sinfín de dificultades, desde cómo lograr que sus alumnos se interesen por la música, hasta cómo darse a respetar como profesor de este arte entre sus colegas. Es una historia lindísima y muy inspiradora que, sobretodo, nos muestra que ser maestro no es tarea fácil.

En todo nuestro país hay más de 250 mil maestros que enseñan en más de 48 mil establecimientos educativos (oficiales y privados). Estoy seguro que, la mayoría, con la misma entrega, dedicación y retos del maestro Holland. Muchos de ellos, en especial los del sector público, encaran desafíos inimaginables en su día a día, tales como falta de infraestructura, recursos y demás. A pesar de tales dificultades, le hacen frente a la responsabilidad de formar y educar a sus alumnos, y no se trata únicamente de dar una “sencilla” lección de aritmética o de ortografía, se trata también de dotar a sus estudiantes con las habilidades blandas que necesitarán para enfrentar el mundo y de ayudarlos a que se descubran a sí mismos. Llevar a cabo esa labor no es fácil pero, ¿quién dota a los maestros de los conocimientos necesarios para lograr esto? ¿quién los ayuda a empoderarse de su profesión? Una parte importante de la respuesta a estas incógnitas está en la formación docente.

Por eso me parece sumamente positivo que el Mineduc haya dado un paso hacia la dirección correcta. Hace unos días esta entidad publicó el Acuerdo Gubernativo 247-2017, el cual le da sustento jurídico a la formación inicial docente a nivel superior. Tras su publicación se hace obligatorio que los aspirantes a docentes de primaria cursen la carrera a nivel universitario. De esta manera tanto la carrera de magisterio como la de bachillerato con orientación en educación permanecerán vigentes. Se legitima el diversificado especializado en pedagogía (el cual ha sido controversial) y se eleva la carrera de magisterio a nivel universitario.

Este es un primer paso hacia la reforma educativa que tanto necesitamos, pero no es el único. Es indiscutible que las competencias del maestro son altamente incidentes en el nivel de aprendizaje de los alumnos. Pero estas competencias dependen de una serie de factores, tales como poder atraer y retener a los mejores talentos como docentes, que dichos talentos reciban una formación inicial del mejor nivel posible, que se implementen esquemas de formación continua y de retroalimentación de prácticas en el aula. Por ello es indispensable revisar el pensum de formación docente, fortalecerlo, actualizarlo y vincular la parte de teórica con la parte prácticas, para que aquellos que quieran convertirse en maestros ejecuten las estrategias de enseñanza aprendidas y las fortalezcan según sus propias habilidades. Recordemos que Guatemala está muy lejos de tener las mejores políticas de formación docente en el mundo. En el 2016 solo el 36 por ciento de los docentes optantes a plaza aprobaron el examen de matemáticas, 49 por ciento en lectura y 52 por ciento en estrategias de enseñanza. Ello deja muy claro que su formación es deficiente.

Si queremos terminar de una vez por todas con el ciclo de pobreza que tanto daño le hace a nuestro país, es imprescindible que elevemos la calidad educativa, por ende, que fortalezcamos las capacidades docentes. Ello pasa por abrir un diálogo técnico hacia la dignificación de esta importante profesión. Recordemos que de ellos depende la formación de todos nuestros niños y jóvenes y, con ello, el futuro del país entero.

Fuente: https://elperiodico.com.gt/opinion/2017/11/30/maestros-mejor-preparados/

Imagen: http://138.68.51.139/wp-content/uploads/files/agosto-2013/mejor-educacion.gif

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La nueva reorganización del Departamento de Educación.

Por: Aida Diaz.

Durante los últimos años nos hemos enfrentado al escenario donde se plantea una nueva propuesta de reorganización del Departamento de Educación. Esta no es la primera vez que se intenta reconfigurar el sistema público de enseñanza. Hasta ahora, ninguno de los cambios o reformas han sido exitosas. Lo que sí podemos decir de todas las reformas que se han dado, es que en ninguna se ha contemplado la participación activa de los componentes del sistema en la toma de decisiones sobre los cambios a implantar. Tal vez, por eso, el fracaso de las mismas.

Nadie puede negar que algo anda mal en el sistema cuando, a pesar del esfuerzo de los maestros, no logramos mejores resultados. Si vamos a cambiar, ya las lecciones han sido dadas. Para que los proyectos o cambios tengan éxito en cualquier organización es necesario que dichos cambios surjan de las necesidades de la base.  Una vez identificadas esas necesidades, definimos el objetivo de tal reorganización y cómo el mismo convertirá nuestro sistema de educación pública, en uno de los mejores del mundo.

Son múltiples las preguntas que hay que contestar antes de proponer una reorganización. Preguntas tales como: ¿Cuáles son los factores negativos que están afectando nuestro sistema: la politización, la falta de recursos, la desorganización de su estructura administrativa, la comunicación entre sus componentes, los múltiples cambios sin sentido o es la desconfianza hacia todo lo nuevo?

Contestadas estas interrogantes entonces, debemos plantearnos las siguientes: ¿Cómo sacamos la política partidista del sistema público? ¿Cómo eliminamos la burocracia? ¿Cómo recuperamos la confianza entre los componentes del sistema? ¿Cómo logramos que el currículo integre los resultados de la investigación educativa en favor del aprendizaje de los estudiantes? ¿Cómo garantizamos que todas las escuelas tengan los recursos necesarios para brindar el servicio educativo? ¿Cuál es el ciudadano que queremos formar?

Estas y un sinnúmero de otras preguntas, tienen que ser contestadas pensando única y exclusivamente, en el bienestar de los estudiantes y de su recurso primordial, el maestro, sin pasar por alto lo que ordena nuestra Constitución. La Constitución obliga al gobierno a tener un (1) sistema de instrucción pública el cual será gratuito, libre y enteramente no sectario. Además, que la propiedad y los fondos públicos de educación sólo pueden ser utilizados para el sostenimiento de nuestras escuelas públicas.

La emergencia que hoy vivimos ha sacado a flote muchos males, entre éstos, la falta de planificación adecuada para responder con sensibilidad y premura a los problemas surgidos, la falta de liderazgo en las altas esferas gerenciales del sistema educativo.   Estos males no se resuelven con una reorganización si su reclutamiento continúa bajo los mismos criterios que hasta ahora han prevalecido, la política partidista y el amiguismo.  El país necesita personas con liderazgo capaz de transformar las debilidades en fortalezas y las amenazas en oportunidades.

Mientras los distritos escolares y las regiones educativas no entiendan su rol de proveedores de servicios a los directores y los maestros; mientras las estructuras administrativas del sistema no se conciban como puentes en vez de barreras; mientras no entendamos las realidades económicas, sociales y culturales que rodean a nuestros estudiantes, nuestro sistema educativo continuará quedándose corto ante las expectativas trazadas.

A pesar de todo, nuestros maestros continúan siendo los héroes que mantienen dé pie y en alto al Departamento de Educación. Utilicemos el compromiso y la dedicación que los maestros han demostrado con la educación para darles una participación real y verdadera en la transformación de nuestro sistema.

Fuente: https://www.elnuevodia.com/opinion/columnas/lanuevareorganizaciondeldepartamentodeeducacion-columna-2378898/

Imagen: http://www.citizengo.org/sites/default/files/styles/large/public/images/aula1.jpg?itok=i6OAvm4q

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