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La tabla periódica incita a la educación ambiental para la sostenibilidad

Por: Carmelo Marcén

De lo que se trata con esta propuesta es hablar de cosas cotidianas en las aulas; de hacer una verdadera ecoescuela que se pregunte dónde estamos en relación con el medioambiente global a través de la consideración de cosas pequeñas.

Así dicho suena raro, pero sí. Pongamos que la naturaleza es una mezcla de elementos diversos, de los cuales solamente reparamos habitualmente en los más nombrados: carbono, oxígeno, hidrógeno, nitrógeno, oro, plata, hierro y unos pocos más. Estos, como el resto, están por ahí combinados con otros y dan forma y propiedades a todo lo que vemos o utilizamos. Casi seguro que el medio ambiente es eso. De ahí que haya que hablar de ellos, poco a poco, sin grandes aventuras, simplemente leyendo, viendo, oliendo, tocando y, cuando se despierte el interés, investigando. En la vida son omnipresentes (cualquier roca, el agua que se mueve, los animales que podamos encontrar en la naturaleza, las cosas que cada día vemos o utilizamos, el aire que nos trae lluvias y sequía, etc.); en la escuela ya aparecen sin darles importancia, pero a veces sí, inundan en los cursos más altos el mundo de la química, que es el mundo real: las experiencias de cada día.

Dicen quienes saben de esto que un objeto tan corriente ahora como es un móvil puede estar fabricado, contener, más de 30 elementos distintos. También hemos leído por ahí que el cuerpo humano podría llegar casi a 60. Más asombro todavía: por la vida circulan unos 120 elementos diferentes, que se sepa hasta ahora. La lista no ha hecho sino crecer desde que los primitivos humanos apreciaron las propiedades del hierro, cobre u otros metales, allá por la Prehistoria; en el siglo XIX aparecían identificados poco más de 60.

No se trata de organizar una aburrida clase de química. Si los sacamos del medio ambiente y los traemos aquí, a la ecoescuela, es porque son importantes. Además, en este caso, los queremos recordar porque alguien se empeñó en organizarlos en una tabla para que se entendieran mejor y se pudieran enseñar, también en el instituto. El año pasado se cumplían 150 años desde que un científico ruso Dimitri Ivánovich Mendeléiev había “ordenado” su comprensión, con unos criterios que ya aprenderán quienes estudien química en los últimos cursos de Secundaria o en Bachillerato. Como no sabemos si esos estudiantes se manejan con soltura o no por la tabla, se nos ocurre encaminarlos a una tabla periódica muda. Tan importante fue la tarea de Mendeléiev que la Unesco decidió declarar al 2019 como Año Internacional de la Tabla Periódica de los Elementos Químicos. Es posible que no todos los colegios e institutos se habrán hecho eco de la efeméride, aquí está explicada.

Entender esto de los elementos presentes en el medio ambiente requiere tiempo y dedicación. Una manera de abordarlos es buscando su relación con la vida diaria, por ejemplo, en los aparatos electrónicos que empleamos. Para entender el asunto merece la pena leer con detenimiento el artículo “Tres tablas periódicas que explican el irracional consumo de muchos aparatos eléctricos” que publicaba Clemente Álvarez en Ballena Blanca de eldiario.es, cuando empezaba el año de la tabla periódica. En primer lugar hay que fijarse en la “Tabla periódica de la escasez”, con 98 elementos no sintéticos, que ha propuesto la Sociedad Química Europea (EuChems). En ella se aprecian cuestiones tan importantes para la vida económica y social, tal como la entendemos ahora, como su abundancia o no en el medio ambiente –algunos tienen su disponibilidad limitada, otros están en riesgo por su uso creciente, y los hay en grave riesgo en los próximos 100 años). Alguno, como el caso del litio, aparece en color amarillo, que indica riesgo futuro de abastecimiento. Este supuesto se podría aprovechar para hablar de las baterías de los coches eléctricos, de lo que podría suceder si todos los coches funcionasen con ellas. Seguro que el debate traería ideas para fortalecer el uso del transporte público, para hablar de dónde se concentran los pocos “yacimientos” de litio; incluso en Cáceres provocará opiniones encontradas acerca de la pretendida explotación de litio que supondría ser la segunda de Europa. Como vemos, medioambiente y tabla periódica van de la mano en la vida aunque no nos lo propongamos.

En el mismo gráfico, la EuChems ilustra sobre aquellos elementos químicos que están presentes en nuestros móviles. Este asunto también es aprovechable en clase. Puede emplearse para ver sin son muchos o pocos, para revisar si alguno de ellos está marcado en rojo o amarillo, pero, sobre todo, para cuestionar si la tendencia compulsiva a cambiar de móvil beneficia al medio ambiente o a nosotros; el artículo alude a que en la Unión Europea se tiran o reemplazan 10 millones de estos dispositivos todos los meses. Es indudable que merecerá la pena hablar de la recuperación de sus componentes, elementos de la tabla una buena parte de ellos.

Los elementos químicos nombrados se obtienen del medio ambiente, la naturaleza para quien así lo prefiera. Para extraerlos se utilizan complejos procesos de minería, que tienen más o menos repercusión ambiental. En otra tabla del artículo se señalan los elementos cuya extracción tiene un impacto bajo, medio o alto (cuidado con el oro, el mercurio o el platino). El asunto daría para hablar largo y tendido con el alumnado de determinados cursos de las huellas que conlleva en la naturaleza disponer de unos cuantos elementos implicados en la fabricación de los aparatos electrónicos, que hoy mismo mandan en nuestras vidas.

Finalmente, la tercera tabla se pregunta por el porcentaje de reciclaje de los distintos elementos. Su recuperación o no tiene una alta repercusión en nuestras vidas, en su disposición posterior o no, en el medio ambiente próximo y global, en el resto de los seres que forman la ecosfera. Aquí se podría reconocer de dónde, cómo y en qué países se “recuperan” parte de esos elementos químicos tan valiosos, de si hay riesgos ambientales en la recuperación. Hay muchos portales de Internet que lo abordan.

Habría más cosas de las que hablar: Por ahí está el paladio, un metal que instalado en los tubos de escape de los nuevos coches híbridos y a gasolina reduce la emisión de gases contaminantes. O ese arsénico que viaja en pinturas e insecticidas hacia las corrientes de agua en donde encuentra cadmio y otros metales pesados, que hacen casi imposible la vida de los peces, entro otros seres acuáticos. Y cómo olvidar a las tierras raras, esos 17 materiales que provocan conflictos bélicos o económicos, ambientales y sociales también, a cualquiera que tiene relación con ellos. Para quienes sean curiosos, hay una tabla que identifica los elementos químicos en los objetos de usos cotidianos.

Al final, de lo que se trata con esta propuesta es hablar de cosas cotidianas en las aulas; de hacer una verdadera ecoescuela que se pregunte dónde estamos en relación con el medio ambiente global a través de la consideración de cosas pequeñas. Se quiere proporcionar una visión general de lo que suponen algunos elementos químicos, en este caso contextualizados en la vida, utilizando como escusa una efemérides científica para hablar de un contenido escolar que, si bien servirá más en unos niveles que en otros, seguro que al profesorado le vendrá bien refrescar lo que en su formación aprendió sobre la tabla periódica para exponer al alumnado la complejidad ambiental de ciertas maniobras productivas o comerciales, al fin y al cabo el consumo, que en principio nos hacen más cómoda la vida. Esto es un avance de la Educación Ambiental para la Sostenibilidad, que tanta falta nos hace.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/ecoescuela-abierta/2020/01/24/la-tabla-periodica-incita-a-la-educacion-ambiental-para-la-sostenibilidad/

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Nuevos propósitos de 2020, el año de la educación en valores

Por: Educación 3.0

Elaborar una lista de buenos propósitos para trabajar valores como la igualdad, el compromiso social o el fomento de la lectura con el objetivo de incentivar el pensamiento crítico es un buen plan para comenzar el año. Para ello, te invitamos a participar en diversas iniciativas promovidas por distintas organizaciones para concienciar a tu alumnado.

La educación en valores debe estar presente en la vida de niños y jóvenes de todas las edades y en todos los ámbitos. En el aula puede transformarse en una serie de propósitos con los que comenzar un nuevo año profundizando y concienciando acerca de diversos aspectos.

La solidaridad, la empatía o el compromiso social son valores con los que los estudiantes del presente pueden llevar a cabo cambios que transformen su futuro. Así lo muestran los distintos movimientos sociales a favor del planeta y la conciencia medioambiental, como Fridays For Future encabezado por la activista Greta Thunberg, o las manifestaciones a favor del feminismo en muchos países del mundo.

De este modo, y desde clase, se pueden seguir los siguientes propósitos para alcanzar una mayor inclusión, igualdad o conciencia medioambiental entre el alumnado:

1.   Trabajar la sostenibilidad medioambiental

Mision #plasticfree

El comienzo del año significa seguir preocupándose por la responsabilidad ambiental como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En su necesidad de atravesar todos los ámbitos, tiene que estar presente en las escuelas para lograr un impacto positivo y permanente en la comunidad educativa y cívica. Esta concienciación se puede ver en iniciativas como la de Leroy Merlin, que por cuarto año consecutivo pone en marcha su programa de educación ambiental. En esta edición, Misión #plasticfree, el programa se ha propuesto que alumnado y profesorado reflexionen sobre su patrón de consumo hacia posturas más sostenibles y responsables con el medioambiente.

2.   Fomentar la inclusión

Once Upon a time

No sólo hay que centrarse en el entorno que nos rodea. Para que los propósitos de este año sean verdaderamente responsables también hay que enfocarse en las personas, en todas y cada una de ellas. Aquí es donde entran en juego conceptos como el de inclusión y solidaridad que concursos como el del Grupo Social ONCE quieren desarrollar. Este año, su 36 edición “ONCE Upon a time: La mirada de tod@s” pretende romper con el modelo que trata de forzar a las personas a encajar de manera rígida y sin profundizar en su contexto personal, emocional y social. ¿Cómo? A través de la innovación pedagógica que permite que los estudiantes sean protagonistas de su propia educación.

3.   Poner la responsabilidad en el centro

Abanca propósitos educación en valores

La característica común de estos valores es la responsabilidad. Desarrollar este concepto en los centros es otro de los objetivos a conseguir y para ello se deberían abordar todas sus dimensiones. La educación debe fomentar tanto la responsabilidad social como la económica e introducirlas en el aula es muy sencillo si se cuenta con la ayuda de programas de sensibilización. El que lleva a cabo la Fundación CASER “La Misión, por la inclusión ¡pasa a la acción!, quiere fomentar a través de la investigación una mayor conciencia social en clase. Por su parte, la 2ª ed Segura-Mente de Abanca es una iniciativa sobre educación financiera pensada para ayudar a que los estudiantes adquieran una capacidad crítica en cuanto a la asunción de responsabilidades y toma de decisiones. En este punto, se habla del fomento de la cultura de la prevención, necesaria en los futuros adultos.

4.   Trabajar la igualdad en los centros educativos

Tú puedes ser lo que quieras Barbie propósitos educación en valores

Uno de los propósitos más claros es trabajar por la igualdad de todas las personas: incluso las más pequeñas reivindican su lugar en el mundo y reclaman tener más referentes femeninos, escasos en los libros de texto. Una injusticia histórica con la que ha querido romper por ejemplo la 2º edición del programa educativo de Barbie. Bajo el lema “Tú Puedes Ser lo Que Quieras”, recupera a las profesionales olvidadas y ayuda a que el alumnado se plantee sin límites su futuro, trabaje en colaborativo y reflexione sobre lo que quiere ser.

5.   Leer más y fomentar la lectura en el alumnado

Agus& Monsters propósitos educación en valores

Es necesario fomentar la lectura en los más pequeños. En los libros también encontramos un altavoz social que se dirige directamente a la generación que transformará el futuro como se muestra en concursos editoriales como el de Casals, que presentó el año pasado la 5ª edición del concurso educativo de dibujo Agus& Monsters, una iniciativa para fomentar la creatividad y la animación entre niños y niñas.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/nuevos-propositos-2020-ano-educacion-valores/122327.html

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Reino Unido: Expertos piden colaboración global en lucha contra contaminación por plástico

Europa/Reino Unido/26-01-2020/Autor(a) y Fuente: Spanish. xinhuanet. com

Deben realizarse esfuerzos para acelerar la lucha contra la contaminación por plástico a escala global y evitar que más plásticos tóxicos lleguen al océano, indicaron expertos durante una reciente conferencia organizada por la Asociación Internacional Británica de Educación (BIEA).

La producción de tereftalato de polietileno casi se duplicó desde 2014 a pesar del mejoramiento en los métodos mecánicos y químicos de reciclado, dijo Manu Mulakkal, ingeniero mecánico del Imperial College de Londres.

La investigación ha demostrado que el daño causado a la vida marina y a los océanos se debe principalmente a los empaques, muchos de los cuales con el tiempo se descomponen en microplásticos y entran en la cadena alimenticia humana.

En la conferencia se hizo la presentación de la Competencia Internacional de Innovación Juvenil STEM de la BIEA. Equipos de estudiantes son invitados a investigar y diseñar soluciones para «salvar nuestras costas de los desechos plásticos».

La tecnología por sí sola no puede resolver el problema de la contaminación por plástico, dijo Mulakkal, y agregó que la industria, las políticas y la creciente concienciación pública acerca del reciclado y la vida útil del plástico juegan un importante papel.

En este sentido, China es un buen ejemplo de lucha contra la contaminación por plástico, dijo Rick Chandler, experto en Internet de las Cosas y consultor del proyecto «ciudades inteligentes» de China.

Al recordar su trabajo de investigación en China, Chandler comentó a Xinhua que ha visto sistemas de manejo de desechos integrados la infraestructura de nuevas ciudades chinas para que los desperdicios de consumo sean clasificados desde su fuente, con lo cual no se necesita recolección o clasificación posterior.

«Antes de que podamos tratar de resolver cómo eliminar los plásticos del océano, podemos tratar de evitar que más plásticos tóxicos lleguen a él», dijo Chandler.

Reino Unido y China han sido reconocidos por su innovación pero el mercado británico no es lo suficientemente grande para explotarlo a escala, dijo, y pidió una colaboración bilateral mutuamente benéfica.

China presentó el domingo un ambicioso plan para prohibir o reducir significativamente la producción y uso de productos de plástico hostiles al medio ambiente en los próximos cinco años para contener la contaminación.

El país gradualmente prohibirá o restringirá la producción, venta y uso de ciertos plásticos a la vez que promueve sus alternativas degradables y reciclables, señaló un documento emitido por la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma y el Ministerio de Ecología y Ambiente.

Para el 2025, China espera controlar eficazmente la contaminación por plástico, reducir sustancialmente la cantidad de los desechos de plástico en vertederos de ciudades clave, establecer un sistema completo de manejo de plásticos y avanzar en el desarrollo de productos alternativos, dijo el documento.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2020-01/21/c_138721882.htm

Imagen: Francis Ray en Pixabay

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Un año de duelo por el desastre minero en Brasil

América del Sur/Brasil/26-01-2020/Autor(a) y Fuente: lahora.com.ec

Redacción BRUMADINHO

“Vale #Asesinos”. El cartel con letras negras entre dos árboles a la entrada de Brumadinho avisa que esta pequeña ciudad del sudeste de Brasil sigue cargando el dolor y los estigmas de la rotura hace un año de un dique perteneciente a ese grupo minero.

Un total de 270 personas (11 de ellas desaparecidas hasta hoy) murieron tras el colapso de la presa, el 25 de enero de 2019, que sepultó gran parte de la región bajo un torrente de lodo.

El lugar ya nunca será el mismo, pese a las millonarias indemnizaciones de unos 2.000 millones de reales (unos 480 millones de dólares) que Vale fue condenada a pagar.

Los ausentes no son olvidados y los bomberos siguen buscando hasta ahora los desaparecidos.

“Brumadinho es pequeño y la mayoría de la gente se conoce. Tenemos a nuestros amigos de infancia. Yo he ido a unos 30 o 40 entierros”, cuenta Natalia de Oliveira, que perdió a una hermana y a muchos amigos.

“Cuando nos encontramos en la calle o en el supermercado, nos decimos: ‘¡Cuánta gente murió aquí!’ Alguien que perdió a su padre, a su madre, que habían ido a trabajar”.

Al duelo se suman la devastación y el impacto ecológico de los 12 millones de metros cúbicos de lodo cargado con residuos mineros que se desprendieron del dique. El siniestro es particularmente visible en los suburbios rurales de Brumadinho: viviendas abandonadas, poblaciones desplazadas, pescadores y agricultores a quienes se prohibió ejercer su oficio.

Una región parada 
La contaminación del río Paraopeba paralizó las actividades de la zona y dejó sin sustento a pescadores y agricultores.

Adelson Silva de Oliveira aplasta con su tractor las malezas de dos metros de altura que invadieron su campo junto al río. Desde hace un año, no ha plantado nada.

“Plantábamos lechuga, coles, maíz. Pero paramos todo. ¿Quién quiere comprar productos de aquí. ¡Nadie!”, afirma.

Los 106.000 habitantes que viven a menos de un kilómetro del río reciben una “ayuda de emergencia” de 1.000 reales por mes (240 dólares), equivalente a un salario mínimo. Esa suma se reducirá a la mitad a partir de febrero.

Homicidio intencional
Vale, por su lado, que había perdido un cuarto de su valorización de mercado, recuperó la semana pasada en la Bolsa de Sao Paulo su nivel de antes de la catástrofe.

Y se mantuvo por encima de esa marca incluso tras perder 2,32% el martes, después de que la fiscalía de Minas Gerais acusase a su expresidente y otros ejecutivos de ese época de homicidio intencional y a la firma de crimen ambiental.

Fuente e Imagen: https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102301074/un-ano-de-duelo-por-el-desastre-minero-en-brasil

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El mundo invisible de los gases también habita la escuela

Por: Carmelo Marcén

Oxígeno, dióxido de carbono, metano o, incluso, vapor de agua, están presentes en nuestra vida, en la naturaleza y, a pesar de que no los vemos, son fundamentales para la vida. Merecen un hueco en la escuela.

Cada día, en la escuela se habla mucho de la materia que no se ve en toda la vida pero que es importante para toda la vida. Primer mensaje educativo que se debe lanzar más de una vez: lo que no se ve también existe. Sabemos que mucha gente anda despistada con este asunto; incluso algunos libros de texto se olvidan de que la naturaleza o la vida corriente son algo más que objetos, rocas, animales, o plantas. Los gases son, a pesar de su relevancia, unos protagonistas olvidados o, como mínimo, poco queridos. Basta recordar el “gran evento de oxidación” que ocurrió en la marina Tierra hace unos 2.000 años.

Los gases que intervienen en la respiración son los primeros que se citan en la escuela, aparecen ya en los cuadernillos de los cursos de educación infantil. El nombre de esos gases ya tiene algo de misterio: oxígeno (que genera ácido desde tiempos de Lavoisier) y dióxido de carbono (ya está presente de manera natural en el aire aunque en proporciones mínimas, lo cual dificulta la comprensión de la importancia que le reconocemos, y tiene). En realidad, estos dos gases se entienden, simplificando en exceso, como el derecho y el revés del aire que necesitan los seres vivos; las personas también. Prueben a comprobarlo en su clase.

La escuela debe ocuparse de hacer presente una parte del relato de lo desconocido, que también es real. Acaso adornándolo de magia creativa; en otros momentos de leyenda interesada. Los gases, quién lo duda, son parte del transcurso de la vida real. Aunque la mayoría de las veces no se les ponga imagen, se sabe que son parte activa de la vida; por acción u omisión. El dióxido de carbono, una entelequia incomprensible para mucha gente, es un producto de las combustiones/oxidaciones, que son la vida misma. Lo supo encontrar con acierto Joseph Black bien avanzado el siglo XVIII. Por aquellos años, Carl W. Scheele (un gran descubridor de gases) y Joseph Priestley –avispados y concienzudos personajes que trabajaban en laboratorios científicos que hoy harían reír– eran capaces de aislar el oxígeno, ese gas omnipresente en nuestra vida a pesar de ser inodoro e insípido, pero que aviva todas las combustiones. ¿Quién no ha lanzado aire de forma mecánica o con lo boca para que algo ardiera mejor? Pregunten en clase.

El hecho de ventilar una habitación o una clase debe ser entendido como un deseo de cambio en la composición de los gases del aire confinado: unos salen y otros entran. Poco importa en la primeras edades ponerles nombre preciso o asignarles una fórmula, pero sí asociarlos a cualidad del aire para una mejor o peor respiración, algo ineludible de entender hasta por los más pequeños. Es un buen momento de desmontar un par de equívocos muy extendidos en la escuela. El uno dice que durante la noche las plantas respiran como el resto de los seres vivos, mientras que por el día lo hacen en sentido contrario: absorbiendo CO2 –ya tiene su misterio para los escolares pequeños verlo escrito siempre así– y liberando oxígeno. De ahí viene la leyenda negra de que no se puede dormir con una planta en la habitación pues envenena el aire; nada se dice de tener una persona al lado, de masa infinitamente mayor, durante toda la noche. El otro error pretende anular el papel benefactor de las plantas en la absorción de dióxido de carbono y la consiguientes oxigenación del aire –en la fotosíntesis– contrarrestado por su liberación de CO2 mientras respira –las 24 horas del día–. Todos sabemos que la proporción del absorbido puede llegar a ser cinco veces superior que el expulsado, según plantas, días y otros factores.

Respirar buen aire, libre de proporciones elevadas de determinados componentes que estropeen la porción del 21% de oxígeno del aire, esto va para los más mayores, mejora la calidad de vida. Por cierto, ya tiene misterio que en química se escriba siempre O2. Es ineludible hacer comprender al alumnado que en sus ciudades el aire no es todo lo bueno que debería ser, que nos enferma –algunos habrán tenido ya episodios de asmas o alergias–. Deben conocer que los coches, las calefacciones y algunas industrias liberan dióxido de carbono y otros productos dañinos. Ese CO2 tiene la manía de quedarse cerca de nosotros. Así lo respiramos o forma parte de la boina que impide que el calor se escape hacia arriba y no nos socarre. Ahora mismo, sus concentraciones en el aire respirado superan las 400 partes por millón (ppm); nunca había sido así. Si alguien tiene curiosidad, o las capacidades del alumnado permiten un trabajo especial y temporal en clase, se recomienda visitar la web del Global Carbon Atlas; trae unos mapas impactantes, como esos que hablan del pasado, presente y futuro del CO2. También sobre el metano (CH4), otro de los responsables de que el asunto del aire y el calentamiento global sea motivo de preocupación mundial.
Ante esos hechos constatados sólo cabe entrenar la verdad, aunque cueste verla. Para quienes tengan curiosidad por conocer la marcha del carbono en el mundo, el profesorado puede encontrar el acicate para trabajar el tema en clase, pueden mirar los artículos, los recursos educativos y las animaciones de la NASA en Global Climate Change. No vale el chiste malo que dice que mejor así, que las plantas, algas y cianobacterias, tendrán más y elaborarán mucha materia orgánica que nosotros aprovecharemos –en parte es cierto pues se ha comprobado que casi llegan a duplicar su absorción en los últimos años pero eso no soluciona la relación entre aumento de CO2 y cambio climático, que para la mayoría de los científicos es evidente–.

El dióxido de carbono es un gas ambiguo: benefactor y perjudicial. Se habla bien de él, cuando es utilizado por las plantas terrestres o acuáticas, por el fitoplancton, para generar materia orgánica en la fotosíntesis. Se habla muy mal, ahora a menudo, cuando se identifica como gas responsable del cambio climático, cuando todos conocemos que han sido las actividades humanas las que han aumentado sus proporciones naturales en el aire hasta convertirlo en el bicho malo. Por cierto, convendría citar también el vapor de agua, más conocido, o el metano. Este se podría asociar a los pedos de los herbívoros; más que nada por darle un poco de chispa a esa lección, aunque seguramente todos conocemos el potencial dañino del metano que esconden las tierras heladas o algunos fondos marinos que con eso del aumento de la temperatura global están listos para envenenarnos mucho más el aire que respiramos.

En fin, hablar del CO2 no contamina, por ahora; ignorarlo es un síntoma de escasa sabiduría, en la vida y en la escuela, que puede llevarnos a serias enfermedades personales y colectivas. Abramos una vez más las ventanas de nuestra clase para mirar hacia el mundo real, ahora tan de moda con eso de la Cumbre del Clima Chile-Madrid. Eso sí, si no estamos cerca de una vía urbana con un tráfico horroroso.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/ecoescuela-abierta/2020/01/17/el-mundo-invisible-de-los-gases-tambien-habita-la-escuela/

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Colombia: “Nuestro Futuro” la catedra abierta sobre medio ambiente de la Universidad de los Andes

América del Sur/ Colombia/19-01-2020/Autor(a): Redacción Educación/Fuente: www.elespectador.com 

Desde el 21 de enero y hasta el 10 de marzo tendrá lugar la cátedra «Nuestro Futuro» en la Universidad de los Andes. En ella se ofrecerán diversas perspectivas para afrontar el cambio climático.

El auditorio Mario Laserna de la Universidad de los Andes, abrirá sus puertas desde el 21 de enero a quienes quieran participar de la cátedra abierta “Nuestro Futuro”. En ella se ofrecerán diversas perspectivas para afrontar el cambio climático.

1. Los motores y retos de la crisis ambiental global

Conferencista: Alejandro Gavíria y Cristian Samper

21 de enero

2. La ciencia del cambio climático

Conferencista: Catalina González

28 de enero

3. La evaluación global de la biodiversidad

Conferencista: Ana María Hernández

4 de febrero

4. El bosque tropical amazónico

Conferencista: Dolores Armenteras

11 de febrero

5. Agricultura y océanos

Conferencista: Ximena Rueda y Sandra Vildary

18 de febrero

6. Ciudades sotenibles

Conferencista: Manuel Rodríguez

25 de febrero

7. El buen Antropoceno

Alejandro Gaviria y Germán Andrade

3 de marzo

8. Nuestro futuro

Alejandro Gaviria

10 de marzo

Para asistir al evento debe realizar una inscripción previa en este link, aunque, si no alcanza a inscribirse podrá ver la cátedra vía streaming por medio de El Espectador.

Fuente e Imagen: https://www.elespectador.com/noticias/educacion/nuestro-futuro-la-catedra-abierta-sobre-medio-ambiente-de-la-universidad-de-los-andes-articulo-900363

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Australia es un infierno

Oceanía/Australia/13-01-2020/Autor(a) y Fuente: lahora.com.ec

Redacción EDEN, AUSTRALIA

AFP

Vientos huracanados han provocado ayer en el sudeste de Australia la fusión de dos enormes incendios, convirtiéndolo en un gigantesco fuego que asola un territorio equivalente a cuatro veces la superficie de la ciudad de Nueva York, mientras miles de manifestantes exigían acciones contra el cambio climático.

“Las condiciones son duras hoy. Los vientos cálidos y secos vuelven a constituir un verdadero desafío” afirmó Shane Fitzsimmons, jefe de bomberos en las zonas rurales de Nueva Gales del Sur, tras algunos días de relativa calma.

Australia padece desde septiembre una catastrófica crisis de incendios forestales.

Como se temía, las temperaturas han subido este viernes hasta los 40 ºC en varias partes del Nueva Gales del Sur y del vecino Victoria, donde se han unido dos fuegos para formar otro “megaincendio”.

El estado de catástrofe natural fue ampliado por 48 horas en Victoria debido a las fuertes temperaturas que se esperaban para este viernes. Varias órdenes de evacuación han sido emitidas a los habitantes de las zonas fronterizas entre los estados de Nueva Gales del Sur y de Victoria.

 130 fuegos activos
La primera ministra del Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, afirmó que había más de 130 fuegos activos en su estado, de los cuales unos 50 aún están fuera de control.

La situación era también especialmente preocupante en la isla Canguro, en el sur de Australia, cuya principal localidad, Kingscote, estaba aislada del resto del mundo debido a los enormes incendios.

La temporada de incendios, particularmente precoz y virulenta, ha causado ya 26 muertos en Australia, reducido a cenizas una superficie equivalente a la de la isla de Irlanda (80.000 km2) y destruido más de 2.000 casas.

Expertos de la Universidad de Sídney consideran que la catástrofe ha provocado la muerte de mil millones de animales, cifra que incluye a mamíferos, aves y reptiles.

Estas condiciones de prolongada sequía, agravada por el cambio climático, puede generar, según los expertos, incendios más frecuentes e intensos.

Australia ha sufrido en 2019 su año más cálido y seco, con la más alta temperatura máxima media registrada a mediados de diciembre, de 41,9 ºC.

Manifestaciones 
En Sídney y Melbourne, miles de personas tomaron las calles para exigir al Gobierno conservador de Australia que se hiciera más para luchar contra el cambio climático global, y se reduzcan las exportaciones de carbón.

1.000 millones de animales han muerto.

2.000 viviendas han sido arrasadas.

“Cambio de políticas, no de clima” se leía en una de las pancartas, reflejo de la creciente toma de conciencia sobre el cambio climático generada por los devastadores incendios.

Pero algunos observadores destacan que existe al mismo tiempo a través de redes sociales una campaña de desinformación “sin precedentes” en la historia del país, con el objetivo de desdeñar el efecto del cambio climático en los incendios, y atribuirlos más bien a un origen criminal, además de los récords de sequía y temperaturas altas.

“Existe un esfuerzo concertado con el objetivo de desinformar al público sobre las causas de los incendios forestales” afirma Timothy Graham, un experto de medios digitales de la Universidad de Tecnología de Queensland.

Los animales están desamparados
° Devastadoras imágenes de koalas con el pelaje chamuscado, zarigüeyas con patas quemadas y canguros carbonizados han dado la vuelta al mundo y se convirtieron en el símbolo de un país golpeado por los efectos del cambio climático.

Se cree que animales menos visibles, como ranas, insectos, invertebrados y reptiles, también han sido gravemente afectados.

Fuente e Imagen: https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102298678/australia-es-un-infierno

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