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Entrevista a Alicia Puleo: «La masculinidad incide negativamente en el medioambiente»

Entrevista/12 Marzo 2020/Autor: Raúl Solís Galván/rebelion.org

La filósofa ecofeminista ha dado la conferencia inaugural del Congreso Andaluz de Filosofía celebrado estos días en Sevilla.
Sostiene que las mujeres son las primeras víctimas de la destrucción ambiental

Alicia Puleo (Buenos Aires, 1952), catedrática de Filosofía de la Universidad de Valladolid y directora de la Colección Feminismos de la editorial Cátedra, es la madre un ecofeminismo crítico y no esencialista. Su mirada se centra en la  relación que existe entre el género y la crisis ambiental y en hacer de puente entre el ecologismo y el feminismo. 

La filósofa feminista ha sido invitada a pronunciar la conferencia inaugural del XII Congreso Andaluz de Filosofía, celebrado en la capital andaluza este pasado fin de semana bajo el título ‘Filosofía, Mujeres y Naturaleza’, donde ha desgranado parte del pensamiento que la convierte en una de las figuras intelectuales claves del feminismo español.

¿Qué relación existe entre la Filosofía, la naturaleza y las mujeres?

Podríamos decir que hay dos tipos de relaciones. Una historia de la filosofía en la que las mujeres han sido pensadas más cercanas a la naturaleza que los varones. Y un presente, de algunas décadas ya, en que surge una forma de pensamiento, llamado ecofeminismo, que analiza las relaciones de dominación sobre la naturaleza y las mujeres como relaciones vinculadas y que, a través de un análisis, se pueden llegar a desmontar. 

Hay feministas muy críticas con el ecofeminismo porque alertan de que retrotrae a las mujeres a una construcción biológica, al esencialismo naturalista.

En algunas formas de ecofeminismo, lo que se puede llamar ecofeminismo esencialista, que insistía en la cercanía de las mujeres con la naturaleza, por diferencias innatas y no construidas culturalmente, sí que existe ese riesgo. Desde otras posiciones ecofeministas, en las que yo me sitúo, que son constructivistas, que analiza cómo la cultura construye las identidades de género, no habría ese problema esencialista.

¿Existe el riesgo de que el ecofeminismo sea usado para resituar a las mujeres en papeles opresivos de donde han escapado?

Sí, hay algunas tendencias del ecologismo que están manteniendo un discurso de vuelta a los roles tradicionales en nombre, precisamente, de la defensa de la naturaleza. La conclusión que sacan es que las mujeres juegan un papel de usar y tirar y que tienen que volver al hogar. Por otro lado, curiosamente, mistifican mucho la maternidad y la reproducción, olvidando que el ecologismo, en sus orígenes, tenía una gran preocupación por la sobrepoblación. Entonces, sí, ciertas tendencias del ecologismo están mistificando a la mujer-madre cuando, en realidad, el ecologismo desde el principio se planteó que la humanidad no puede reproducirse tanto. Es curioso ese giro hacia un ecologismo muy conservador, que no conservacionista. 

¿A qué se debe a esa vuelta de ciertas tendencias feministas y ecologistas hacia un conservadurismo mistificador de la maternidad?

No son planteamientos feministas, para nada. El feminismo en ese discurso ecologista conservador es el gran enemigo porque, según dicen, estaría llevando a la sociedad a su esterilización. Esas tendencias de ecologismo conservador no son feministas. 

¿Existe alguna vinculación entre la igualdad de género y la ética ambiental?

Por un lado, las mujeres, sobre todos las pobres, son las primeras víctimas de la destrucción medioambiental. En los países empobrecidos son las que dependen directamente del medio ambiente y, por lo tanto, su destrucción les afecta en su vida cotidiana. Si tienen que recoger leña y se ha talado el bosque, tendrán que caminar kilómetros para calentar el hogar. Son las primeras en sufrir las consecuencias de las fumigaciones intensivas. Ellas y sus hijas e hijos. Las mujeres, en muchos sitios del planeta, están siendo también protagonistas en los movimientos de defensa del medio ambiente. Las mujeres son víctimas directas del cambio climático, pero también son vanguardia en la lucha contra el deterioro ambiental.

¿Es el movimiento feminista consciente de la crisis ambiental que vivimos?

Yo creo que hace falta trabajar la relación entre feminismo y ecologismo porque no se puede decir ni que el feminismo sea ecologista, ni que el ecologismo sea feminista. Es una tarea muy larga y en eso estamos, el ecofeminismo trata de hacer ese puente. 

Aseguras que en nuestras sociedades tiene más valor ético el odio que la filantropía y que urge valorizar una ética del cuidado que feminice la ética, ¿qué quieres decir?

Me refiero a que en la Filosofía de Kant hay una desvalorización clara de los sentimientos, de las personas que actúan por sentimientos éticos. Porque, para Kant, la acción ética solamente tiene valor si no están movidas por los sentimientos, por las emociones, porque las emociones son nuestra parte irracional, animal. Hay una tradición, que viene del estoicismo, en que lo emocional es negativo, es lo bajo, las pasiones, lo débil de nuestra constitución y ha de ser dominado por la razón, que te dice qué es lo que debes hacer. Por eso, se ha considerado durante mucho tiempo que las mujeres no podían ser jueces porque, se decía, se guiarían por el sentimiento y no por el sano juicio. Esto cambia en la década de los 80, donde pensadoras como
Nel Noddings van a criticar esa desvaloración de las emociones y resaltan una ética del cuidado, donde sostienen que actuamos éticamente no sólo por razón, sino también por sentimientos.

Afirmas también que estamos asistiendo a un cambio de paradigma de la masculinidad que traerá una revolución esperanzadora. 

El feminismo ha terminado trayendo un cuestionamiento de las identidades del conjunto de la sociedad, no sólo de las mujeres. La entrada de los hombres en lo privado y en lo afectivo empieza a darse, fruto del feminismo y, con respeto a la naturaleza, me parece un signo de esta nueva masculinidad la cantidad de jóvenes que están entrando en movimientos de defensa de los animales, contra la crueldad. Estos eran movimientos muy feminizado y hoy vemos a muchos hombres entrando en ellos. 

Hay quienes dicen que la ultraderecha se ha vinculado también con el animalismo. 

Yo no lo veo así. Es una forma de ataque que ha sufrido el animalismo. Se dice: ¡Es que Hitler era animalista! Mentira, Hitler ni era vegetariano, ni era animalista. Es una forma de estigmatizar. 

Sostienes que vivimos en un tiempo histórico llamado antropoceno. ¿Qué tiempo histórico es este?

Es una denominación que han acuñado científicos dedicados a la observación del clima y que consideran que es una nueva era geológica, en la medida que los grandes cambios no los produce sólo la tierra, sino el ser humano sobre la tierra y a través de la tecnología. Algunos sitúan el comienzo del antropoceno en el inicio de la revolución industrial, otros lo sitúan en el siglo XX. Hay quienes han hecho una crítica al concepto de antropoceno, porque dicen que debería llamarse algo así como capitaloceno porque afirman que existen razones económicas que están llevándonos a la catástrofe: la explotación intensiva, las técnicas agresivas, el poco respeto al medio ambiente. Estos críticos sostienen que el término antropoceno no visibiliza este origen económico. Yo pienso que el término antropoceno es acertado porque es cierto que hay elementos importantes económicos, pero también es verdad que, desde un punto de vista filosófico, se deriva de una visión antropocéntrica, en la que sólo el ser humano tiene valor. 

¿Tiene el cambio climático una huella de género?

Hay estudios estadísticos que dicen que las mujeres tienen menos huella ecológica que los varones; no porque sean mejores, sino porque se desplazan más en transporte público, realizan labores que tienen una incidencia menor en el medio ambiente. En este sentido, vemos que hay una relación entre género y medio ambiente. Una de las definiciones de varón, del sociólogo valenciano Josep Vincent Marqués, es que ser varón es ser importante. Entonces, si la consigna del varón es ser importante, hay cosas que el varón tiende a hacer porque tiene una consigna que no tienen las mujeres. Así, tiene que comprarse el coche más lujoso, que contamina más, porque tiene que ser importante. Son estas consignas de la masculinidad las que inciden negativamente en la contaminación. Por no hablar, por ejemplo, de actividades como la caza, con gran incidencia negativa en el medio ambiente, protagonizadas por los hombres. 

¿Nos estamos tomando en serio la crisis ecológica?

Para nada. La crisis ecológica demanda acciones individuales y de los gobiernos. Hay gente que no recicla porque otros no lo hacen y la clase política no toma decisiones ecológicas porque no tiene rédito electoral inmediato. Luego creo que hay responsabilidad en los medios de comunicación. Tenemos un gran problema, porque la crisis ecológica es la gran crisis y la que explica todas las demás.

¿De qué salud goza la Filosofía?

Tiene que luchar contra toda una tendencia muy instrumental de la educación a nivel internacional, una visión muy corta de lo que es la formación y que cree que formar es enseñar a la gente a producir para el mercado. Para poder ser humano y tener una civilización se necesita una formación filosófica.

¿Por qué la guerra de los gobiernos contra la Filosofía?

La Filosofía puede servir como legitimación del orden existente y también puede ser y ha sido fuente de pensamiento alternativo y de horizontes distintos, de impugnación al orden establecido y trazar mundos emancipatorios por donde caminar.

Fuente e imagen tomadas de: https://rebelion.org/la-masculinidad-incide-negativamente-en-el-medioambiente/

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Educación circular para acercar el mundo a la justicia social. ODS Núm. 4, III

Por: Carmelo Marcén Albero

Se trataría de dar valor para el futuro a cada contenido que se aprende, a cada idea que se construye. Habría que reconocer qué se debe aprender, cómo hacerlo para que el constructo sea consistente; cómo reutilizar una y otra vez los saberes para no desperdiciarlos en residuos inútiles.

Se ha puesto de moda hablar de la economía circular, esa que busca un sistema más sostenible y humano. Imaginemos por un momento que, como propaga en su página el Parlamento Europeo, la economía del mundo se basa en un modelo de producción y consumo cuyo lema es usar los ajustados recursos materiales o energéticos para hacerlo lo mejor posible. Necesariamente, habrá que compartir usos, reutilizar máquinas y materiales, reparar utensilios y destrozos, renovar procesos para usar menos y reciclar una y otra vez materiales y productos existentes, de tal forma que se logre darles un valor casi infinito; en algunos casos se puede. Si así se obra, el ciclo de vida de los productos se extiende; incluso los beneficios llegarán a las personas, más baratos y mejores, y al medio ambiente.

Repasemos en la escuela estas ideas. Comparémoslas con el modelo económico que domina en este momento: “usar y tirar”, referido no solo a lo material sino a lo aprendido, cuya mayor parte se desvanece una vez ha perdido el estímulo, o se ha pasado con éxito el examen.

Se podría hablar mucho de este asunto en la escuela, del derecho a tener y compartir, a reutilizar lo que se tiene, a que el beneficio de los recursos convierta las relaciones económicas en convivencia entre iguales, a que impere la justicia social. Por eso, vamos a intentar emerger el poder no aprovechado de la educación circular.

Más o menos, se trataría de dar valor para el futuro a cada contenido que se aprende, a cada idea que se construye. Habría que reconocer qué se debe aprender, cómo hacerlo para que el constructo sea consistente; cómo reutilizar una y otra vez los saberes para no desperdiciarlos en residuos inútiles. Serviría también para aprovechar el poder transformador de la educación, pocas veces reutilizado tanto para entender lo próximo como para acercarse al escenario universal.

Reparemos en esa corona, logo, que es el pin de la sostenibilidad. El pin representaría, en un mundo más ecosocial, la no existencia de fronteras por su circularidad. El espacio reservado a la educación resplandece en su color rojo que, en una interpretación personal, podría significar atracción, fuerza, vida, valentía, vigor, pero también el deseo, la energía, el calor y el placer. ¿Acaso no servirían esas cualidades para la educación? Más o menos eso queremos expresar en este artículo, desde la escuela.

Ese rojo debe circular a lo largo de la corona que es el pin, hacia la derecha o la izquierda; tanto da, después volverá a su lugar enriquecida y con la satisfacción de haber servido al resto de los ODS. Si se educa en aprendizajes reutilizables, se entiende mejor la igualdad de género, está justo al lado, se sabe lo que significa agua limpia y saneamiento y se lucha porque siempre sea así; se le asigna valor a una energía sostenible y asequible para todos; se adquirirá y valorará lo que supone un trabajo digno en el marco de un crecimiento económico que no deje fallas sociales; se podrá encontrar el camino de investigaciones de producción e infraestructura compartidas. Quién duda que esto no supone la reducción de las desigualdades, ¡bendita educación!, que se apoyan en ciudades más habitables y menos excluyentes, aunque por ahora tienen sus relaciones totalmente condicionadas a la producción y consumos responsables. La educación circulante, bien reciclada, posibilita la acción ante la emergencia climática y la participación de los jóvenes, que también se preocupan de la vida submarina y de los ecosistemas terrestres, que demandan paz y justicia social y son críticos con la acción de sus gobiernos. Todo en el marco, ¡bendita educación!, de un proyecto de alianzas que pongan fin a la pobreza, acaben con el hambre y aprovechen el recorrido educativo para encontrar la salud y el bienestar de las personas. El pin es el símbolo de una utopía deseable, la educación de calidad puede hacerla realidad.

¿Quién se atreve a trabajar en las aulas este pin de la sostenibilidad y darle valor al deseo y las posibilidades de aprender? En anteriores entradas en este blog hacíamos alusión a la reciente publicación del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo por parte de la UNESCO. ODS Núm 4. Educación de calidad. Nos falta hablar de calidad y financiación. Para que la educación sea circular, se recicle una y otra vez, necesita impulsores: energía y recursos permanentes. Queremos llamar la atención de quienes tienen competencias en los departamentos o ministerios de Educación, aquí y en Latinoamérica, para que se impliquen activamente en la mejora de los ámbitos que les correspondan inyectando recursos humanos y materiales.

Dice el informe que para que la educación circule y se reutilice hace falta que cuente con buenos docentes, preparados. Hay países como Mali en donde los poseedores de formación específica apenas pasan del 5 %, en Bolivia no llegan al 60 %, mientras que son casi el 95 % en Costa Rica y Colombia; en Uruguay todos. Como siempre, el África subsahariana se lleva la peor parte: la masiva llegada de escolares desde hace 30 años no ha sido acompañada de la necesaria preparación de docentes. ¡Qué decir del número de alumnos por docente! (indicador 4.c.2. de los ODS). En Europa y América del Norte la ratio es de unos 15 alumnos, en América Latina y el Caribe 17, mientras que en el África subsahariana son 44.

Las infraestructuras escolares condicionan mucho la calidad de la educación. Solo un par de datos para que sirvan de motivo de diálogo en nuestros claustros de profesores o con el alumnado de los cursos superiores en materias relacionadas con las Ciencias Sociales:

  • En los países más pobres, la mayoría de las escuelas primarias no cuenta con instalaciones de saneamiento separadas por sexo (o a veces con ninguna instalación).
  • La disponibilidad de Internet en las escuelas suele quedarse muy por detrás de la electrificación.

Habría que acabar trayendo lo último que dice el informe con respecto a los entornos favorables para el aprendizaje: “Contar con instalaciones educativas que tengan en cuenta las necesidades de los niños y las personas con discapacidad y las diferencias de género y que ofrezcan entornos de aprendizaje seguros, no violentos, inclusivos y eficaces para todos es problemático en numerosos países”, tal como demuestra en parte la serie de artículos sobre el ODS Núm. 4 que recogemos en este blog. Al mismo tiempo, resulta difícil medir el progreso referente a esta cuestión, porque el indicador mundial pertinente no es una sola medida, sino un conjunto de varias interacciones.

Invitemos a nuestros alumnos a que dialoguen, a que trabajen en equipo y rellenen los huecos de la rueda/corona del pin de la sostenibilidad, que salten de un color a otro, que encuentren cómo en su caso concreto una educación circular les puede ayudar a comprender mejor cada uno del resto de los ODS. Cabe hacerlo en todos los niveles educativos. Y, por supuesto, el profesorado y el resto de la comunidad educativa deben ponerlo como prioridad en sus encuentros pedagógicos.

Preguntémonos todos, alguna vez, qué le falta a la educación para acercar el mundo a la justicia social. Por cierto, qué sería lo primero que le daríamos cada uno, incluso en forma de compromiso personal.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/ecoescuela-abierta/2020/02/21/educacion-circular-para-acercar-el-mundo-a-la-justicia-social-ods-num-4-iii/

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La guerra de los muchachos

Por: Unai Aranzadi

La guerrilla más antigua de Asia acaba de cumplir 50 años de existencia, y lo hace con una gran cantidad de jóvenes en sus filas. Viajar a las entrañas de este conflicto, caminar con sus frentes móviles y escuchar sus motivaciones es descubrir la cara menos paradisíaca de las siete mil islas que componen las Filipinas.

Más que llover diluvia, pero nada impide al camarada Drigo terminar su arriesgada tarea. “Mira, la única forma de llegar a donde hemos acampado es mediante este sendero. Si un operativo del Ejército se acerca, cojo estos dos cables, los pego a la batería, y la carga explosiva que he dejado a un lado del camino, estalla. Con eso tenemos unos cuantos minutos extra para escapar tan lejos como podamos”. Drigo, de veintitrés años, complexión fuerte y bigotillo incipiente, es miembro del Nuevo Ejército del Pueblo (o NPA según sus siglas en inglés) la guerrilla más antigua de todo Asia. Fundada en 1969 por el profesor de Literatura y Ciencias Políticas, José María Sisón, esta estructura armada está formada por unos 5.000 hombres y mujeres que responden a las directrices del ilegalizado Partido Comunista filipino. Sisón, que a sus 80 años sigue gozando de buena salud, reside desde 1987 en Holanda, país de una Unión Europea que en el 2009 decidió suprimirlo de su lista de líderes y organizaciones “terroristas”. Ajena a cómo la puedan juzgar los gobernantes de unos estados tan ricos como distantes, la guerrilla es capaz de mantener combatientes en todas las islas más importantes del archipiélago. En el caso del “Frente Apolonio Mendoza” del que hace parte el camarada Drigo, esta presencia significa vivir a las faldas de la Sierra Madre, en la Isla de Luzón, no muy lejos de esa metrópoli de 21 millones de almas a la que sus habitantes se refieren como “la Gran Manila”.

El recodo de un río, y mejor aún, si éste está protegido por alguna cota desde la que divisar la posible llegada de militares, es el lugar ideal donde poder instalarse durante unas pocas semanas. Allí, mientras una unidad peina el perímetro, los oficiales de inteligencia definen sus próximas acciones armadas junto a los integrantes del bureau político. Sentada sobre un banco hecho con juncos (todo el mobiliario de la guerrilla se construye a golpe de machete) y tejiendo una bandera roja con la hoz y el martillo, está “Cleo del Mundo”, una mujer curtida en mil batallas, y ya hoy, pese a su juventud, uno de los rostros más visibles del NPA. Con más de un década en el frente bélico, Cleo (o Ka Cleo, pues aquí el Ka de camarada se antepone a todo nombre de guerra) expone los motivos por los que se sumó a la insurrección. “En Filipinas la mayoría de los campesinos siguen viviendo en un régimen semifeudal. Ni poseen la tierra que trabajan ni su esfuerzo les da para salir del ciclo de pobreza que se releva generación tras generación. Por eso decimos que el régimen es semifeudal. Porque la tierra aún está en poder de una elite que gana mucho y paga poco. Y ese fue el primer objetivo de nuestra lucha armada. Destruir los mecanismos militares que los oligarcas tienen para dar continuidad al sistema que sigue manteniendo al país en la pobreza”. Preguntada por las escasas posibilidades de lograr amplias victorias en el terreno militar, responde: “Cierto, pero podemos debilitarlos. Desestabilizarlos para que cedan en algunos aspectos, cosa que a menudo conseguimos. Lo nuestro es la guerra popular. Ellos llevan casi medio siglo diciendo que van a terminar con nosotros, pero aquí seguimos. Nunca nos rendiremos”.

Las acciones armadas que habitualmente se llevan a cabo son la quema de maquinaria agroindustrial en plantaciones, “donde se explota al proletariado rural”, y ataques, “a proyectos de minería que destruyen el medio ambiente, el futuro del país y la vida de sus operarios explotados”. Admiten aquello que el Gobierno califica de “extorsión” y ellos tildan de simple “impuesto revolucionario”. No en vano, a lo largo de los días pasados en el campamento era común ver cómo los jóvenes guerrilleros, (algunos de ellos incluso menores) simulaban atentados con sus armas ligeras de 9 mm. En ocasiones, a empresarios que no pagan lo que se les pide. En otras, a presuntos confidentes que avisan al Ejército de sus planes, rutas de suministros o escondites habituales. Según Ka Apo, uno de los oficiales políticos del frente Apolonio Mendoza, “el dinero se pide a dos sectores. Primero a la burguesía que comercia y trafica con lo que producen los grandes industriales, y luego a los industriales terratenientes que poseen el territorio donde se produce la explotación”. Este joven con la cabeza rapada y aspecto intelectual, asegura que “ambos tienen representación en los grupos de burócratas capitalistas”, que ostentan el poder, “gracias a la financiación de los anteriormente citados, así ellos hacen el juego de la democracia mientras se valen del poder ejecutivo y legislativo para hacer la guerra al pueblo y seguir lucrándose”. En Filipinas lo del “régimen semifeudal” no es retórica marxista. Organizaciones No Gubernamentales como la británica Oxfam también se refiere en esos términos a una realidad que en muchas zonas del país mantiene a 7 de cada 10 familias bajo el umbral de la pobreza.

El NPA se ha definido como maoísta. Para ellos, dos de los principales problemas que históricamente atraviesa el archipiélago son el reparto de la tierra y las políticas neocolonialistas. Con 105 millones de habitantes, repartidos fundamentalmente en sólo 11 de sus más de 7.000 islas, la pobreza rampante es campo abonado para la continuidad de la guerrilla. Década a década, generación a generación, la suya es la guerra prolongada tal y como definió el padre de su ideario, Mao Tse-Tung. Apoyarse en las masas para subsistir; practicar una guerra ligera, donde la capacidad de moverse es mucho más importante que la capacidad de fuego; y por encima de todo, valerse del factor sorpresa. Dadas estas condiciones, encontrarse con estos combatientes exige meses de preparación, algunas formalidades y seguir un protocolo de actuación una vez se aterriza en el archipiélago. Relativamente aislada del exterior, y siempre en zonas remotas, la insurgencia delega en su base social el contacto con lo urbano, de ahí aquello de que “el pueblo es a la guerrilla, lo que el agua al pez” que dejó escrito Mao. Saliendo en autobús desde Manila se llega a un municipio acordado, lugar en el que, ya sí, se es recibido por alguien con quien nuevamente se toma un jeep colectivo hasta alcanzar un segundo punto de encuentro, por lo general, una infravivienda del campo. Con la noche encima y una vez cenados, se hacen los preparativos para iniciar un camino que dependiendo del lugar y terreno no suele durar más de tres o cuatro horas. Selva a dentro se terminan escuchando unos silbidos, un santo y seña, y por fin, la presencia de unos guerrilleros con pistolas de 9mm asomando en la cadera. “El secreto de nuestra supervivencia es muy sencillo. Conocemos el terreno al detalle y nos movemos donde las masas simpatizan con nosotros. Aquí particularmente nos apoyan desde hace mucho”, afirma la curtida Ka Cleo. De hecho el embrión del NPA bebe de estas selvas, y se remonta a la experiencia del Hukbalahap, que primero fue resistencia armada contra la la ocupación japonesa durante la II Guerra Mundial y después, ya en los cincuenta, contra el neocolonialismo estadounidense que terminó erradicándolos. Esos “Huks” (tal y como se les conoció popularmente) fueron, de alguna manera, el origen del pálpito rebelde que recorre las aldeas de esta región. “De todos modos en el NPA no sólo hay campesinos. En nuestros cuadros hay también muchos universitarios que han renunciado a una vida pequeño burguesa para cambiar el país. Yo misma vengo de ese proceso”, afirma Ka Yumi, una joven de gafas, “aún en proceso de adaptación a este frente de guerra”. Una guerra que entre insurgentes, soldados y civiles ya ha costado 40.000 vidas.

El legado del imperialismo español está bien presente, no sólo en algunos edificios y topónimos, sino en la propia guerrilla que en días de fiesta hace “cocido con chorizo”, dicho tal y como suena en la lengua de Cervantes, o celebrando la boda entre los camaradas con nombres castellanos como José y Andrés, pues el NPA acepta y celebra matrimonios civiles entre combatientes del mismo sexo. Es algo que lleva haciendo desde el 2005, años antes de que la mayoría de países europeos aprobaran este tipo de derechos para el colectivo LGTB. Una mirada progresista del mundo que en las filas del Ejército que los combate fue vista como “inmoral y cuestionable”. Así las cosas, mientras otros países de la región, como China o Vietnam, hacen tímidos progresos en relación a la pobreza entendida como falta de acceso a la salud, nutrición y vivienda, Filipinas no termina de sacudirse una desigualdad que empuja a sus ciudadanos a ser mano de obra barata en otros rincones de Asia como Hong Kong o Emiratos Árabes, donde se han reportado casos de semiesclavitud. En las ciudades más pobladas del archipiélago, como Cebú o Manila, son innumerables los menores que sobreviven sólos en la calle, desnutridos y a merced de todo tipo de abusos. Tierra adentro y lejos de las urbes, la situación no es mejor. En las aldeas de campesinos que a lo largo de la elaboración de este reportaje frecuentó el NPA, se vieron aldeas alumbradas a la luz del fuego y niños con heridas por sanar. De vuelta en el campamento, los muchachos del NPA viven en unas condiciones no menos difíciles que las del campesinado. Buena prueba de ello es la visión del camarada Lito bajo una lluvia implacable, comiendo arroz blanco servido en una cascara de coco, que es lo que usa como platos la guerrillerada. En el Frente Apolonio Mendoza, el arroz es la base del desayuno, comida y cena. Este se sirve junto a un exiguo trozo de piel de cerdo, y en ocasiones especiales, con unas sardinas en lata o un trozo de lagarto a la brasa. Además de la comida, aquí el mundo de los objetos también brilla por su ausencia. Un pequeño pedazo de cristal viene a ser un espejo; un peine se comparte cada mañana, y toda bala es un objeto codiciado que se cuenta en poco más de un puñado por cada militante armado. Aunque unos viejos M16 de fabricación estadounidense son los fusiles más populares, también se ven reliquias con más de 60 años de batalla acuestas. Tal es el caso del M14 que se usó en la guerra de Corea y hoy tiene en las manos un combatiente con rostro de niño. Las pocas granadas que atesoran estas unidades sirven o bien para esconder trampas en el camino, o bien para persuadir al enemigo en caso de encontronazo. Sin embargo, y aún con carencias, el buen humor es el espíritu que aparentemente predomina en el campamento. Desde que se inicia el día con la gimnasia colectiva al ritmo del, “un, dos, tres, un, dos, tres, derecho, otra, derecho…”, dicho así, en castellano, hasta el pequeño “desayuno” las bromas y risas forman parte del despertar cotidiano. Luego, tras tomarse un respiro, la tropa que no está comprometida con ninguna responsabilidad concreta se reúne para programar las actividades del día. Asimismo, el trabajo de alfabetización y formación de cuadros políticos también es diario, tanto para los militantes como para aquellos civiles de confianza que se encuentren en el área. En fechas como las presentes, las clases coinciden con el aprendizaje de canciones y consignas que serán entonadas en las celebraciones de su próximo aniversario. Con gran ahínco y determinación, los muchachos se vuelcan con temas como la Internacional, el himno del NPA y otras canciones que relatan los sacrificios de la vida revolucionaria. Escribiendo con un rotulador sobre una bolsa de basura verde, el siempre animado camarada Lito instruye a una unidad de muchachos imberbes y algún que otro varón maduro. La tropa parece pasarlo en grande. Aquí, “salir de la rutina siempre nos gusta”, afirma Lito, que dice haber sobrevivido a una infancia de penurias en Makati. Mientras tanto la dirección política se reúne en ese cuadrilátero de bambú y toldo al que llaman “aula”. Hoy hablan de los campesinos y de los problemas a los que se enfrentan con los grandes hacendados por la tenencia de vacas. No lejos de aquí, hay una empresa que cede las vacas a los campesinos para que estos las críen y engorden, sin embargo los pequeños granjeros están notablemente insatisfechos. Por lo que cuentan, la empresa les paga mucho menos de lo acordado. Sin sindicatos ni cooperativas eficaces, el campesino con sobrecarga familiar se encuentra a expensas de lo que decida el empresario. Alertada la guerrilla, “se esperan consecuencias”, afirma Ka Cleo sin dar más explicaciones.

Filipinas, hoy una república y, según hallazgos científicos, territorio habitado desde hace 67.000 años, mantiene esta denominación desde el siglo XVI, cuando los colonizadores peninsulares la impusieron como homenaje a la hispanidad y Felipe II. Hoy el presidente, Rodrigo Duterte, un abogado que ha puesto precio a las cabezas de los guerrilleros muertos, quiere cambiar el nombre del país, recuperando una propuesta de un senador que en los setenta propuso Maharlika, un término no menos polémico dado que los historiadores no se ponen de acuerdo sobre su significado real. Para Ka Wino, uno de los más veteranos combatientes del Frente Apolonio Mendoza, “el nombre de Filipinas nos recuerda cada día que el hecho colonial aún no se puede decir que sea pasado, pues tenemos multinacionales saqueando como de costumbre y fuerzas de Estados Unidos en nuestro archipiélago… De todos modos y aún siendo un viejo debate, lo importante no es tanto los nombres, sino las políticas. Decir que se deja de ser una colonia por el simple hecho de cambiar el nombre es querer ganarse a las masas con propaganda barata”. Duterte, quien nada más llegar al poder detuvo las últimas negociaciones de paz auspiciadas por Noruega, ha declarado la “guerra total” al NPA, asegurando que terminará con la guerrilla para el 2022, año en el que termina su actual legislatura. Esta previsión suena optimista dado que la guerrilla sigue operando en todos sus frentes y causando bajas en las filas del Estado.

Fuente: https://rebelion.org/la-guerra-de-los-muchachos/

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Sostenibilidad y resiliencia: Agencia de Medio Ambiente (AMA) en Cuba

Por: Cubahora. 

El Dr. Juan Mario Martinez Suárez, director del proyecto #BASAL, ha trabajado en la Agencia de Medio Ambiente desde su fundación en diversas funciones. Hoy en Cubahora replicamos fragmento de la entrevista que le consediera a Naturaleza Secreta de Cuba…

“La creación de la Agencia de Medio Ambiente (AMA) hace 25 años fue una excelente decisión porque desde ese momento permitió con una fortaleza increíble, integrar un grupo de instituciones de diversos cortes: científicas, y de educación y gestión ambiental que hasta ese momento no existían en Cuba.

Y la AMA en su propio desarrollo rebasó, incluso, las expectativas que tuvieron sus fundadores y los que la crearon, porque de hecho se constituyó en la referencia del #medioambiente en el país, que hasta ese momento era la #COMARNA (Comisión Natural de Recursos Naturales y Medio Ambiente), y la Agencia ocupó ese lugar y yo creo que lo trascendió, porque de una comisión se convirtió en gran institución con múltiples funciones, coordinar las investigaciones, los servicios y la educación ambiental en el sistema del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (#CITMA)

En los últimos años, quizás el papel inicial aquel de la Agencia donde se articulaba la gestión, con la inspección, el control ambiental y también la investigación, se fue transformando más hacia concretar en ella solo los centros de servicios ambientales y los científicos y de educación ambiental, y ese proceso motivó que la Agencia empezara a tener un papel más destacado, por ejemplo, en la elaboración de un grupo importante de proyectos internacionales, que hoy en día abarcan áreas diversas, y conectan muy bien con todos los organismos.

En la historia de la Agencia tampoco debemos olvidar que se consolidó como un espacio de articulación con todas las entidades y ministerios del país y yo creo que logró un reconocimiento social que se ganó por derecho propio, a partir de lo que hizo en todo este tiempo en el medio ambiente.

Si tuviera que resumir en una frase a la AMA, quizás la palabra, o la combinación de palabras que usaría fueran: SOSTENIBILIDAD Y RESILIENCIA”.

Fuente de la reseña: https://www.cubahora.cu/ciencia-y-tecnologia/sostenibilida-y-resiliencia
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La contaminación por la quema de carbón, petróleo y gas provoca 4,5 millones de muertes al año en todo el mundo, según Greenpeace

Por: Tercera Información

  • Costes económicos: la contaminación causada por combustibles fósiles cuesta 2,9 billones de dólares al año en todo el mundo (3,3% del PIB mundial) y 23.631 millones de dólares al año en España (1,68% del PIB).

  • Unos 40.000 niños fallecen anualmente en el mundo antes de cumplir 5 años por la exposición a micropartículas (PM2.5) procedentes de los combustibles fósiles.

  • El estudio, elaborado por Greenpeace y el Centro de Investigación en Energía y Aire Limpio (CREA), analiza por primera vez el coste global de la contaminación causada por los combustibles fósiles.

La contaminación del aire por la quema de combustibles fósiles -principalmente carbón, petróleo y gas- está detrás de alrededor de 4,5 millones de muertes anuales en todo el mundo y genera unas pérdidas económicas estimadas en 2,9 billones de dólares, lo que equivale a aproximadamente un 3,3% del PIB mundial. Así lo revela un informe elaborado por Greenpeace y el Centro de Investigación en Energía y Aire Limpio (CREA)el primero que analiza de esta forma el coste global de la contaminación procedente de los combustibles fósiles, considerando tanto los costes sanitarios adicionales como los días perdidos por baja por enfermedad o muerte prematura en relación a la demografía de cada país.

“La contaminación del aire es una amenaza a nuestra salud y a nuestra economía. Cada año, la contaminación generada por los combustibles fósiles se lleva millones de vidas e incrementa los riesgos de padecer ataques, cáncer de pulmón y asma, además de costarnos billones de dólares”, afirma Minwoo Son, responsable de la campaña Aire Limpio en Greenpeace Sudeste Asiático. “Pero es un problema que sabemos cómo resolver: evolucionando hacia fuentes renovables de energía, poniendo fin a los coches diésel y gasolina y fomentando el transporte público”, añade Son.

Entre los datos que expone el estudio, destaca que alrededor de 40.000 niños fallecen anualmente antes de cumplir los 5 años por la exposición a micropartículas (PM2.5) procedentes de los combustibles fósiles. Además, el dióxido de nitrógeno (NO2) procedente de los vehículos de combustión y las centrales eléctricas está vinculado a unos cuatro millones de nuevos casos de asma infantil cada año, con aproximadamente 16 millones de menores afectados por asma por la exposición a NO2.

Greenpeace resalta que acabar con los combustibles fósiles conllevaría importantes beneficios sanitarios y económicos: según un estudio publicado por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, cada dólar invertido bajo la Ley de Aire Limpio en dicho país generó al menos 30 dólares de beneficio. De forma similar, el “día sin coches” semanal de Bogotá (Colombia) registró entre 3,20 y 4,30 dólares en beneficios sanitarios por cada dólar invertido en el programa, de acuerdo a un estudio publicado en la revista Journal of Urban Health (1).

Costes en España y la UE

Aunque la China continental, India y Estados Unidos sean las regiones que más costes asumen por su mala calidad del aire, los países de la Unión Europea no son en absoluto ajenos a los impactos derivados de la contaminación de los combustibles fósiles. El informe elaborado por Greenpeace y CREA estima en 398.000 las muertes prematuras en la UE vinculadas a enfermedades causadas por la quema de carbón y derivados del petróleo, como la gasolina o el diésel.

En el caso de España, el coste total de la contaminación causada por los combustibles fósiles se calcula en 23.631 millones de dólares anuales en el escenario más probable, lo que equivale al 1,68% del PIB nacional. Al igual que sucede en el cómputo global, se desglosan los costes derivados de la contaminación por micropartículas, ozono y dióxido de nitrógeno.

Los reiterados incumplimientos en los niveles máximos de este último contaminante, que procede fundamentalmente de los automóviles de combustión, han provocado que la Comisión Europea lleve a España ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (2). España se enfrenta así a sanciones millonarias por la inacción de los sucesivos gobiernos para garantizar los valores de calidad del aire jurídicamente vinculantes desde 2010.

“Diez años después de la entrada en vigor de la directiva europea, España sigue incumpliendo los niveles máximos de NO2, poniendo así en riesgo hasta 35.000 vidas al año. Pese al enorme coste económico y social que tiene la contaminación, todavía hay administraciones que siguen promoviendo el uso de combustibles fósiles: incentivando el uso del coche en las ciudades, amparando la construcción de nuevos aeropuertos o retrasando el cierre de centrales térmicas, lo que pone en riesgo no solo nuestra salud, sino también la necesaria reducción de emisiones para hacer frente a la crisis climática”, asegura Adrián Fernández, responsable de Movilidad de Greenpeace.

La organización ecologista recuerda que los sectores del transporte y la generación de energía eléctrica son los principales causantes de la contaminación atmosférica y exige a los gobiernos que tomen las medidas necesarias para limitar el uso de combustibles fósiles y evitar así que la población siga respirando un aire tóxico.

Más información:

Informe completo en inglés aquí

Resumen ejecutivo en español aquí

Notas:

(1) Montes, F. et al. Do Health Benefits Outweigh the Costs of Mass Recreational Programs? An Economic Analysis of Four Ciclovía Programs. J. Urban Health 89, 153–170 (2012).

(2) La Comisión remite a Bulgaria y España ante el Tribunal por no proteger a sus ciudadanos contra la mala calidad del aire. Disponible en: https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/es/IP_19_4256.

Fuente e Imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/actualidad/2020/02/12/la-contaminacion-por-la-quema-de-carbon-petroleo-y-gas-provoca-45-millones-de-muertes-al-ano-en-todo-el-mundo-segun-greenpeace

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Unesco: La Antártida alcanza la temperatura más alta registrada

Mundo/Antártida/16-02-2020/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net

La temperatura más alta registrada en la Antártida corresponde a  20, 7 grados centígrados.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) ha compartido este viernes, a través de sus sitios en la web, que la Antártida alcanzó un nivel de temperatura nunca antes registrado en la historia.

La temperatura más alta registrada recientemente en la Antártida corresponde a  20, 7 grados centígrados , destacó la organización.

En este sentido la Unesco alerta sobre el problema por medio de un mensaje compartido en su cuenta oficial en Twitter: «Estamos ante una emergencia climática global».

UNESCO en español

@UNESCO_es

20,7 ºC

La Antártida ha alcanzado la temperatura más alta jamás registrada.

Estamos ante una emergencia climática global.

A través de la educación, podemos ayudar a las generaciones presentes y futuras a combatir el cambio climático. http://on.unesco.org/2kpeVUB 

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Cada vez más seguido se toma en cuenta que el cambio climático es el factor que más impacto tiene sobre la biodiversidad debido a sus efectos en el ser humano y en sus medios de subsistencia, por ello es reponsabilidad de todos atenuar sus efectos.

En este sentido, en su página web, la referida organización compartió una nota en la que informa sobre lo que ha denominado como «Iniciativa de la Unesco sobre el Cambio Climatico».

La iniciativa trata «de ayudar a los Estados Miembros a adaptarse al cambio climático, a atenuar sus efectos y educar a las sociedades para el desarrollo sostenible, a evaluar los peligros de los desastres naturales provocados por el cambio climático y a vigilar su impacto en los sitios de la Unesco» según el texto titulado «Afrontar el cambio climático» compartido en la página del organismo.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/antartida-unesco-cambio-climatico-temperatura-mas-alta-registrada-20200214-0028.html

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Educación Ambiental y su importancia en el contexto de la crisis socioambiental en Chile

Por:  .

El 26 de enero de 1975 se celebró en Belgrado (actual capital de la República de Serbia) el Seminario Internacional de Educación Ambiental. En él se establecieron los principios de la educación ambiental en el marco de los programas de las Naciones Unidas, y se publicó la Carta de Belgrado que contiene los objetivos fundamentales de la educación ambiental a nivel mundial. Hoy más que nunca deberíamos mirar esos principios porque, si bien los énfasis han cambiado con el paso de los años ajustándose a las problemáticas ambientales y sociales, mantiene invariable su intención de transformar los valores y conducta que suelen regir la relación entre personas y naturaleza. En conmemoración a este evento, cada 26 de enero se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental.

 

En muchos países la tendencia de las escuelas es pasar cada vez más horas al aire libre, en la naturaleza, jugando y observando profundamente sus componentes y procesos para vivirla,  sentirla y entenderla de manera integral.

Imaginemos por un momento a un grupo de niños en medio de un bosque, enfrentados a la tarea de  construirse un refugio con los elementos que la naturaleza les ofrece (sin destruirla). Para lograr su cometido no sólo deberán ser capaces de organizarse y trabajar en equipo, o colaborar para resolver los problemas que puedan aparecerles en el camino, sino que también deberán abrir sus ojos –y demás sentidos– para explorar su entorno con otra mirada, buscando ramas, troncos, piedras, hojas, que de otra forma no verían. O bien, tendrán que detenerse un momento a pensar cómo los animales construyen sus refugios usando los mismos materiales que ellos tendrían a disposición, con tal precisión y técnica, que tal vez la mejor opción sea aprender de ellos e imitarlos.

Ahora, imaginemos a un grupo de personas en un humedal costero, sentadas sobre la arena con los ojos vendados. En sus manos alguien pone algún elemento natural propio del lugar, y se les pide adivinar qué es, qué función cumple en el ecosistema y cómo interactúa con otros elementos de éste. Durante el ejercicio cada persona estará activado el pensamiento sistémico y la conciencia sobre la interconexión de todos los elementos naturales, incluidos el mismo ser humano.

Actividades como estas son frecuentes en jardines infantiles y colegios en países como Noruega, Alemania o Canadá, por nombrar algunos, y se realizan tanto en épocas frías como calurosas, porque experimentar un mismo ecosistema en distintas estaciones del año también es esencial para comprender y ser conscientes del funcionamiento de la naturaleza.

¿Qué tiene ver esto con la educación ambiental? Todo que ver.

La educación ambiental aparece formalmente en 1972 en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente, ocurrida en Estocolmo. Entonces se le definió como un proceso dinámico y participativo que busca despertar en la población una conciencia que le permita identificar y reflexionar sobre las huellas ecológicas que nuestro modelo de desarrollo ha dejado en el medio ambiente, y transformar los valores y conducta que suelen regir la relación entre personas y naturaleza. Todo ello con miras a desarrollar seres humanos capaces de construir un mundo sustentable.  Si bien los énfasis de la definición de educación ambiental han cambiado con el paso de los años ajustándose a las problemáticas ambientales y sociales, ha mantenido invariable su intención de ser un agente de cambio para impulsar una nueva ética en la relación sociedad-naturaleza.

Un desafío de esa envergadura no puede enfrentarse sin la vinculación cognitiva y emocional con la naturaleza; sin identificar y valorar las relaciones de interacción e interdependencia que se dan en los sistemas naturales, y entre éstos y la sociedad. Y ello sólo ocurre estando en la naturaleza; ocurre educando en la naturaleza. Es ahí, además, que se da el escenario ideal para desarrollar habilidades consideradas claves en la formación de ciudadanos del presente y del futuro, y que hoy –dada la contingencia social y crisis climática- merecen toda nuestra atención. Nos referimos a la capacidad de trabajar colaborativamente y generar comunidad; de desarrollar un pensamiento sistémico y crítico; y de fortalecer el respeto y valoración por la diversidad en todos sus ámbitos.

Por si fuera poco, son muchos los estudios que en los últimos años han comprobado que la educación al aire libre, en la naturaleza, aporta significativamente al proceso de aprendizaje de los alumnos y mejora el rendimiento académico. La investigación The Impact of Outdoor Learning on attainment and behaviour in schools (2016) perteneciente a la serie de publicaciones ‘Research into Action’ de la Universidad de Edimburgo, recopiló la evidencia demostrada por varios estudios, señalando que la educación al aire libre (en los terrenos del colegio, alrededor de él o en áreas naturales más alejadas), apoya el aprendizaje en todas las áreas del currículo escolar, desde los 3 a los 18 años.

En línea con lo anterior, en Chile se define la educación ambiental como “un proceso permanente de carácter interdisciplinario, destinado a la formación de una ciudadanía que forme valores, aclare conceptos y desarrolle las habilidades y las actitudes necesarias para una convivencia armónica entre los seres humanos, su cultura y su medio biofísico circundante […]”. (Ley Nº 19.300 de Bases Generales del Medio Ambiente, Art 6°). Tal definición, y la intención que le subyace, ha llevado al Estado a implementar diversos programas e iniciativas de educación ambiental, principalmente a través del Ministerio de Medio Ambiente -y de la anterior CONAMA-, y a suscribir compromisos internaciones en esa materia, como fue el Decenio de la Educación para el Desarrollo Sostenible 2005-2014 (DEDS), promulgado por la Naciones Unidas a través de la UNESCO. En el marco de ese compromiso se elaboró la Política Nacional de Educación para el Desarrollo Sustentable que, en términos simples, busca integrar en todos los aspectos de la educación y del aprendizaje, los principios, valores y prácticas que conduzcan a la sociedad hacia el desarrollo sustentable. Y estos valores y principios, como dijimos, se desarrollan y potencian mejor al estar en conexión y entendimiento con la naturaleza.

Con todo lo anterior, para cumplir con los objetivos y desarrollar los principios de la educación ambiental, debiese fomentarse enérgicamente el ejercicio de la educación en la naturaleza, partiendo por impulsar a los establecimientos educativos a pasar más horas fuera de la sala de clases, previa elaboración de guías pedagógicas y capacitación de profesores. Es fundamental que las instituciones de educación y su profesorado comprendan que al educar en la naturaleza no están perdiendo el tiempo en relación a sus metas curriculares, sino –al contrario-  están potenciando aún más el proceso de aprendizaje y rendimiento en matemáticas, lenguaje, ciencias, física, etc, y favoreciendo la formación de sus estudiantes.

Si la educación ambiental promueve el desarrollo de conocimientos, competencias, actitudes y valores necesarios para forjar un futuro sostenible en armonía con el medio ambiente, la naturaleza debe tener un rol fundamental como plataforma para la educación: en ella está todo lo que necesitamos aprender para transitar hacia ese objetivo.

Fuente del artículo: https://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/columnas/2020/01/26/educacion-ambiental-y-su-importancia-en-el-contexto-de-la-crisis-socioambiental-en-chile/

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