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Poblado 400% energía solar en Alemania

Europa/Alemania/energialimpiaparatodos.com

Sorprendente no hay otra manera de llamarlo a este pequeño poblado de Alemania que esta dando grandes lecciones al mundo Freiburg ha dejado boquiabierto al mundo entero especialmente por el amplio uso de energía solar y construccion ecoamigables Situada a proximidad de la Selva Negra, Suiza y Francia, Frediburgo es la ciudad alemana con más horas de sol. Pero esta hermosa ciudad no ocurre de la nada o por azar sino que es resultado de una política ecológica de los gobiernos federal y regional, por esto existe en Friburgo cantidades de instalaciones medioambientales renovables impulsadas no solo por solar sino también eólica.

Cabe destacar que el Instituto para la ecología tiene aquí su sede, el Consejo Internacional para iniciativas medioambientales tiene aquí su secretariado europeo y además Friburgo cuenta con el Instituto Fraunhofer para sistemas de energía solar y es sede de la Sociedad Internacional de Energía Solar (ISES). Un rerporte que publica Energía Limpia XXI destaca que la urbe integra un circuito para ciclistas de unos 400 km de longitud, lo que demuestra el predominio de este medio de transporte en Friburgo. Además, cada año se celebra en el mes de junio Intersolar, la mayor feria de la energía solar. Lo que la coloca a la cabeza en cuanto a energía solar fotovoltaica se refiere. Su término municipal tiene una superficie total de 15.306 ha, de las cuales 6.533 son de bosque.hes, todo en busca de la sostenibilidad en la ciudad.

Ojo sin lugar a dudas el más famoso es el barrio Schlierberg que genera cuatro veces la enegía necesaria de para su autoconsumo habitual.

Fuente: https://energialimpiaparatodos.com/2016/08/31/poblado-400-energia-solar-en-alemania/

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España: Medio Ambiente del Cabildo mantiene las tareas de extinción y vigilancia en el área afectada por el incendio

España/26 de agosto de 2016/www.eldiario.es

La labor se centra actualmente en la detección y control de los puntos calientes para evitar posibles reproducciones dentro y fuera del perímetro por parte del llamado ‘fuego de subsuelo’.

El Cabildo de La Palma, a través del Servicio Insular de Medio Ambiente, que dirige Juan Manuel González, mantiene las tareas de extinción y vigilancia en el área de más de 4.800 hectáreas afectada por el incendio que acaeció en una amplia zona de pinar del centro y sur de la Isla desde el 3 de agosto y que se dio por controlado el pasado día 12, informa en un comunicado.

Desde el Servicio de Medio Ambiente, el personal que integra los retenes, los conductores de vehículos especiales y los agentes de medio ambiente centran actualmente su labor en la detección y control de los puntos calientes para evitar posibles reproducciones dentro y fuera del perímetro por parte del llamado fuego de subsuelo.

“Desde Medio Ambiente, los técnicos –además de hacer una seguimiento continuo a la evolución del incendio– consideran especialmente la información meteorológica, llevando un control exhaustivo de los índices de humedad, viento y temperatura y atendiendo a la declaración de posibles situaciones de riesgo o alerta por temperaturas extremas, parámetros que influyen directamente en el origen de un fuego”, señala el consejero Juan Manuel González.

Estas tareas de control y vigilancia del área afectada por el fuego serán las que determinen el momento de dar por extinguido el incendio, cuando no exista material en ignición en las proximidades o dentro del perímetro del incendio ni posibilidad de reproducción del mismo, concluye.

 

Tomado de: http://www.eldiario.es/lapalmaahora/sociedad/Medio-Ambiente-Cabildo-extincion-vigilancia_0_552245221.html

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El falso dilema entre conservación y desarrollo

 Por: Rodrigo Arce Rojas

Producto del pensamiento binario (reducción de la realidad a solo dos opciones posibles y negación de la complejidad) aún se mantienen posiciones que contraponen la conservación y el desarrollo como si fueran aspectos incompatibles. Bajo el influjo de este paradigma reductor de la realidad se mantienen afirmaciones como: “los ambientalistas no pueden negar nuestro derecho al desarrollo”, “los ambientalistas prefieren los pajaritos que la gente”,  “¿Derechos de la naturaleza o derechos de las personas?”,  “¿Bajo qué moral pueden pedirnos que conservemos nuestros bosques cuando ellos lo destruyeron para desarrollarse?”, “no todo puede reducirse a lo ambiental” (¿Todo puede reducirse a la economía?), “la legislación ambiental es agresiva”,  entre otros dichos que forman parte de las creencias que guían el pensamiento y el accionar de estas personas.

Si se analiza más profundamente la base de este tipo de pensamiento se desprenden los siguientes prejuicios:

  • La conservación es solo un tema de ambientalistas
  • Los ambientalistas son enemigos del desarrollo
  • Primero el desarrollo y luego la conservación
  • Si queremos desarrollarnos tenemos que reducir las exigencias ambientalistas
  • Con los beneficios del desarrollo podemos luego reparar los daños a la naturaleza
  • La conservación es insensible con la gente, entre otros.

A estas alturas parecía que el tema de la sostenibilidad parecía ser un concepto totalmente institucionalizado y que ya estaba instalado en nuestra cultura, discurso y narrativa. Más allá de las discusiones sobre la sostenibilidad (que afirman que es un concepto a la carta que se usa según mejor conveniencia) nosotros queremos rescatar el espíritu del balance, del equilibrio, de la ponderación apropiada de las diferentes dimensiones.

Bajo esta perspectiva no solo estamos hablando de las perspectivas sociales, ambientales y económicas, sino que expresamente reconocemos las variables institucionales, políticas, legales, psicológicas y culturales. De lo que estamos hablando es de un balance de materia y energía que busca la armonía sobre la base del respeto profundo a toda expresión de vida y los factores que lo sustentan sin afectar su dinámica de producción y reproducción.

Parte del problema es la distorsión del concepto de conservación que ha sido erróneamente tergiversado y que se  reduce a su dimensión de protección. Así, para el discurso común la conservación es equivalente a preservación, al no tocar, a la prohibición.

Cuando se acuñó el concepto de conservación hacía referencia a la gestión de la biosfera que implicaba tanto la protección como el manejo, como el aprovechamiento sostenible de ecosistemas, especies y genes.

Como tal era un concepto totalizador que aludía a la capacidad del ser humano de gestionar efectivamente la biosfera más allá de reducirlo solo a la protección o solo al uso (muchas veces convertido en explotación).

Lamentablemente esta distorsión provocó que en el lenguaje técnico se tenga que decir expresamente manejo y conservación legitimando la distinción y reduciendo el tema de conservación a la dimensión de protección. Desde entonces el manejo tiene una concepción de producción y la conservación alude fundamentalmente a las Áreas Protegidas.

Si asociamos el concepto de manejo únicamente a la producción nos olvidamos o debilitamos las consideraciones que aseguren la estructura y el buen funcionamiento de los ecosistemas forestales.

Si asociamos el concepto de conservación solo a la intangibilidad de áreas protegidas no damos cuenta de las diversas expresiones de aprovechamiento sostenible de recursos que permiten las áreas protegidas según su categoría y según su zonificación (se refiere a las áreas protegidas de uso controlado).

Para superar las aparentes incompatibilidades entre conservación y desarrollo habría que tomar en cuenta las siguientes consideraciones:

  • El enfoque sistémico busca sopesar las diferentes dimensiones de la realidad y la decisión final corresponde a procesos técnico-políticos. Perspectivas como gestión de cuencas, ecología de paisajes, paisajes culturales, paisajes bioculturales van en esa dirección.
  • Los procesos técnico-políticos que definen el grado de uso o mantenimiento de la integridad de un ecosistema aluden a la participación, al proceso de consulta previa, al diálogo intercultural. Esto implica la buena gobernanza, a la profundización de la democracia y la ciudadanía activa.
  • Mejores niveles de coordinación entre niveles de gobierno, entre sectores, entre departamentos y entre personas. Ello demanda no solo trabajo inerdisciplinario sino también transdisciplinario.
  • Estos procesos de deliberación pública-privada son expresiones de diálogo fecunda entre comunidades extendidas de pares que quiere decir que participan todos los actores involucrados bajo principios de buena fe, transparencia, equidad en la afirmación y respeto mutuo. Implica a todas luces superar los procesos asimétricos de diálogo.
  • Superar el pensamiento binario y aceptar que la época demanda hacer frente la complejidad y la incertidumbre. Más que soluciones facilistas en uno u otro sentido se requiere soluciones inteligentes, sensibles y comprometidas con la vida presente y futura.
  • Recanalizar las energías, experiencias y propuestas para superar la confrontación a partir de un espíritu constructivo. Ello requiere capacidad de establecer diálogos fecundos a partir de la capacidad de encontrarse, de predisponerse a aprender uno del otro y tener la predisposición mutua a la transformación.
  • La creatividad y la innovación son elementos fundamentales para abrir nuevas perspectivas y posibilidades más allá de los pensamientos reductores. La búsqueda de terceras opciones es crucial para no quedar encerrado en paradigmas, discursos y sentimientos que simplifican la realidad.

Fuente artículo: http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Desarrollo-Sustentable/El-falso-dilema-entre-conservacion-y-desarrollo

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El problema de la basura en las calles latinoamericanas

Por Carlos Ruperto Fermín

Cuando se trata de reducir los índices de contaminación ambiental y fomentar la práctica de la Cultura del Reciclaje, los latinoamericanos sufrimos de un continuo bloqueo mental, que nos impide asumir la responsabilidad de proteger los recursos naturales del Medio Ambiente, y generar respuestas positivas de cambio a favor del saturado planeta Tierra.

La sistemática indiferencia ecológica en América Latina, permite que los latinoamericanos produzcan de 0,7 a 1,3 kilogramos de basura a diario, por lo que cada 24 horas se originan más de 500 mil toneladas de desechos sólidos, que termina promediando casi 200 millones de toneladas de residuos anualmente. De esa trágica cifra, se recicla menos del 15% de los materiales orgánicos e inorgánicos que se descargan en los vertederos de basura a cielo abierto, los cuales acumulan, queman y contaminan toda la desidia ambiental, ocasionada por la ignorancia de los más de 600 millones de latinoamericanos que atiborran las calles de nuestra capitalista geografía.

Desayunamos, almorzamos y cenamos, pero ¿Dónde termina el cartón de huevos, la botella de Coca-Cola y la lata de atún?

Compramos, vendemos y regalamos, pero ¿Dónde termina la colilla del cigarro, el blister de los juguetes y el vidrio de los licores?

Leemos, viajamos y rezamos, pero ¿Dónde termina el papel periódico, las hojillas de afeitar y los test de embarazo?

Lloramos, reímos y soñamos, pero ¿Dónde termina el envase del cloro, el envoltorio de las galletas y las cáscaras de las frutas?

Trabajamos, dormimos y despertamos, pero ¿Dónde termina el pañal desechable, los discos compactos rayados y la mugre de las uñas?

Nacemos, crecemos y morimos, pero ¿Dónde termina el pote de champú, el tetra pak de la leche, las jeringas del hospital y las bujías oxidadas?

La respuesta es muy sencilla. Gran parte de la basura latinoamericana termina aglutinada en una genérica bolsa de plástico negra, blanca o transparente, que se deposita en el genérico contenedor de basura frente a nuestro domicilio, esperando que las agujas del reloj marquen la impuntual llegada del genérico camión compactador, que trasladará con gritos industriales todos los desechos sólidos hasta el genérico vertedero a cielo abierto, para que de generación en generación se repita la misma errática historia de abuso ambiental.

¿Por qué somos tan sinvergüenzas? Vivimos destruyendo el entorno biofísico que albergamos, y nos quedamos calladitos ante el gran ecocidio que perpetramos en la oficina, en el hogar, en las plazas, en los parques, en las playas y en las aceras de nuestros países. Desde Toluca de Lerdo en México, pasando por Maracaibo en Venezuela, y llegando hasta Tucumán en Argentina, observamos que la irracionalidad ecológica de la población latinoamericana, demuestra la falta de Conservacionismo entre los ciudadanos, y la negativa de los gobiernos de turno en aplicar la normativa legal que prioriza la práctica obligatoria del reciclaje.

Surgen las interrogantes ¿A qué normativas legales nos estamos refiriendo? ¿Será a las fantasmagóricas leyes sobre la Gestión Integral de los Desechos Sólidos, o a las ordenanzas municipales que nunca se transfieren a la colectividad?

Es obvio que la política ambiental vigente en Latinoamérica, coexiste con el mal olor, con las ratas, con los cerdos, con las moscas, con los gusanos, y con el metano que habita debajo de las capas de basura en La Ciénaga, en El Rodeo, en La Bonanza, en Yotoco, en Villa Hayes, en Norte III, en La Esmeralda, en La Chorrera, en El Milagro, en Cerro Patacón, en San José, en La Cañada, en Zona 3, en Las Iguanas, en Santiago Poniente, en Doña Juana, en Atiquizaya, en Huajara, en Yopal, en Calle 100, en Los Pinos y en el resto de los laberintos de aniquilación ambiental, mejor conocidos como rellenos sanitarios, vertederos o botaderos de basura.

Recordemos que los mencionados laberintos del ecocidio, no fueron, no son y nunca serán la respuesta ambientalmente inteligente para alcanzar el desarrollo sostenible y sustentable de los pueblos. La cal, el aserrín y la arena, no pudieron ocultar las prolongadas grietas del extinto Jardim Gramacho, que vivió más de 30 años soportando la extrema negligencia carioca, y pronosticó la imparable crisis ecológica del actual siglo XXI.

Por desgracia, los rellenos sanitarios no representan un mecanismo técnico eficaz para disponer de la basura urbana. La verdad, es que son improvisadas áreas naturales demarcadas con estratégicos vocablos politizados, donde las empresas contratistas jamás terminan recolectando, clasificando y llevando la basura hasta los centros autorizados de reciclaje, que aprovecharían los materiales desechados en aras de su reutilización como materia prima, para la fabricación de nuevos productos de bajo impacto ambiental.

Por el contrario, en América Latina se acostumbra a quemar la basura en horas de la madrugada, desprendiendo un huracán de cenizas tóxicas que maltrata la calidad del aire, y provoca enfermedades respiratorias a las personas que las inhalan, pues esas sustancias nocivas para la salud, malogran los pulmones de los Seres Humanos y carcomen la caja torácica del alérgico Medio Ambiente.

Imagina que se queme una bombilla rota en un vertedero de basura, cuyo mercurio se mezcla con el poliestireno expandido de una vieja manualidad escolar, la cual se filtra con la espuma alcoholizada que quedó atrapada en las botellitas de las cervezas, y acabó sulfatándose con las pilas alcalinas usadas por la cámara digital.

Si admitimos que la irresponsable quema de basura a cielo abierto, se efectúa los 365 días del año en diferentes localidades de nuestros países, podemos entender el colosal círculo vicioso en el que nos hallamos inmersos. Además, estamos dañando la capa vegetal de los ecosistemas, propiciando la entrada furtiva de familias que viven en estado de indigencia, colapsando las alcantarillas en épocas de lluvia, y acrecentando la plaga de roedores, aves carroñeras e insectos que llegan hasta los centros urbanizados en los que vivimos, originando una crisis epidemiológica que afecta a todos los estratos sociales.

Seamos sinceros, la solución del escollo socio-ambiental presentado, va más allá de modernizar, eliminar o maquillar la basura acumulada en los rellenos sanitarios. Lo que en realidad enfrentan los latinoamericanos, es una asfixiante tendencia consumista encabezada por el todopoderoso dios dinero, a quien no le interesa el fatal destino de su capitalismo salvaje y de sus esclavos, para transformarlos en piltrafas humanas disfrazadas de hombres y mujeres con agudo pensamiento crítico.

El chiste es trabajar, comprar, ganar, codiciar, envidiar, robar, matar y volver a contarle el chiste al vecino. Por eso, la adicción a la oferta y demanda de cualquier mercancía subastada, se sincroniza con la clásica debilidad cognitiva del proletariado, que siempre se niega a ejercitar la maléfica Cultura del Reciclaje, la traicionera Eficiencia Energética y el pecaminoso Ahorro del Agua Potable. Así, el gran ecocidio se vuelve tan rápido y furioso, que no llegamos a comprender las consecuencias de reír a carcajadas, por la amarga cotufa de nuestro espectacular egoísmo consumado.

No importa si son niños, adultos o ancianos. Los latinoamericanos no tenemos la suficiente madurez intelectual, para reconocer la importancia del Medio Ambiente y ayudar con el cuido de la hermosa Gaia. Hay mucha terquedad en la sien del pueblo, que sigue bloqueado ante la posibilidad de reflexionar por las constantes injusticias ambientales cometidas en sus territorios.

Así como tenemos la voluntad de pasar horas conectados a las redes sociales en Internet, también podríamos reciclar los envoltorios de las golosinas después de comerlas. Así como tenemos la voluntad de ir al cine y ver los atractivos estrenos hollywoodenses, también podríamos reciclar los componentes electrónicos del televisor obsoleto. Así como tenemos la voluntad de casarnos en la Iglesia, procrear muchísimos hijos y divorciarnos luego de nueve meses, también podríamos reciclar la montaña de basura que compartimos en la inolvidable luna de miel.

Odiamos el reciclaje, porque desde la infancia nos dijeron que la basura no se toca, pero sin darnos cuenta, nos convertimos en basura al no tocar el arte del reciclaje. La gente piensa que la basura desaparece como por arte de magia frente a sus ojos, y consideran que no existen razones para sentir un mínimo de remordimiento. Vemos que la mayoría de las personas, siempre lanzan con furia los desperdicios en el contenedor de la basura. Lo hacen con rabia, con mucho enojo y de forma brusca. Nadie quiere sacar la basura a la calle, porque genera fastidio, pena y vergüenza.

Pero, fuimos nosotros quienes compramos todos esos productos que atosigaron al carrito del supermercado, y los pagamos con la tarjeta de crédito, de débito o en efectivo. Fuimos nosotros quienes cocinamos, comimos y usamos esos alimentos adquiridos en las tiendas por departamento. Fuimos nosotros quienes devoramos el empaque de McDonalds con las hamburguesas, los refrescos y las papas fritas.

Pese a ello nos preguntamos: ¿Por qué después del festín consumista ya nadie quiere responsabilizarse de la basura producida? ¿Será que pasamos de ángeles a demonios en un santiamén? ¿Será que somos los grandes cómplices de la barbarie ecológica que ampara al siglo XXI?

Creemos que el planeta Tierra es un majestuoso orgasmo cósmico, y que la vida es el mejor sueño en la historia del Universo. Tenemos la suerte de vivir en un refugio seguro para la existencia humana, ya que reúne las condiciones idóneas para custodiar el transcurrir de nuestra efímera vida. Por eso los Seres Humanos estamos en deuda con la Pachamama, y debemos conllevar un modus vivendi que priorice el bienestar de los recursos naturales, y permita una favorable interacción con su sagrada biodiversidad.

Meditemos sobre el desastre ecológico que exterioriza el atiborrado planeta Tierra, aceptando los prejuicios sociales que existen alrededor de la recolección de la basura, el doble discurso de los gobernantes que se cargan de demagogia para conseguir más votos del pueblo, y la apatía de la ciudadanía que se transforma en los mejores títeres del aberrado show circense.

El reciclaje requiere de un trabajo mancomunado entre los organismos públicos, la empresa privada y las ONGs, para cumplir con la sinergia ambiental de la regla de las 3rs (reducir, reutilizar y reciclar). Aquí NO funciona el individualismo, la hipocresía y el burocratismo. Sin embargo, en los países latinoamericanos el ámbito político se encarga de condicionar toda la peste que menosprecia, soborna y destruye el interés conservacionista de ayudar sin pedir nada a cambio.

Estamos resintiendo el déficit de programas ambientales que realmente valoricen la recuperación y la reutilización de la basura doméstica e industrial, porque los regímenes gubernamentales dependen de la Cultura del Consumo, del Derroche y del Descarte, para maximizar el grado de felicidad, confort y placer de sus engreídos habitantes. Aunque nos duela reconocerlo, si nuestros compatriotas latinoamericanos no son amenazados con el pago de unidades tributarias, con muchísimas horas de servicio comunitario, con la privación de libertad o con cualquier otra artimaña legal, pues nunca van a formar parte de la consecuente cadena del reciclaje.

Para colmo de males, los supermercados, abastos y demás comercios que ofertan productos de consumo masivo, rechazan la aplicación de mecanismos de devolución, acopio, almacenamiento y transporte, que garanticen la reutilización del plástico, vidrio, cartón, papel o metales obtenidos con las ventas al mayor y detal. Tan solo se vislumbra un frenesí de consumismo, que juega con el poder adquisitivo de los clientes, y no asume la culpa del libertinaje ambiental reinante.

Si bien muchos productos de primera necesidad, exhiben un símbolo ecológico que invita a depositarlos en un contenedor de basura, o a reciclarlos en una planta de tratamiento de residuos. El gran inconveniente, es que esa información gráfica se halla escondida en el empaque, envase o botella. Con alevosía, las transnacionales colocan la imagen de manera muy pequeña, casi imperceptible e ilegible para la vista del tradicional consumidor analfabeto. Se sabe que nadie va a leer ni a practicar el reciclaje. Los propietarios de los supermercados también se lavan las manos, asumiendo que toda la lista de deberes y derechos está explícita en la etiqueta de los artículos, por lo que no se sienten aludidos ante el semejante despotismo socio-ambiental causado.

Gran parte de las toneladas de la basura latinoamericana NO es biodegradable. La obsolescencia programada de la Madre Naturaleza, puede tardar de 5 a 1000 años en degradar todo el plástico que se mezcla con tintas artificiales, aluminios, resinas sintéticas, escombros de la calle y pulpa de celulosa. Por eso, mientras esperamos el lanzamiento del nuevo Iphone, del nuevo Galaxy, de la nueva Macbook, del nuevo Android y del nuevo Xperia, podríamos visitar alguna región de los ancestrales pueblos originarios, para pedirles perdón de rodillas a cada uno de nuestros hermanos indígenas, quienes son los más perjudicados por la sobreexplotación de los recursos naturales y por la quema de combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón), que va deforestando, contaminando y arrasando con la nobleza de los más inocentes.

La culpa no es de los chilenos, de los mexicanos o de los brasileños. Tampoco de los venezolanos, de los argentinos o de los ecuatorianos. Ni mucho menos de los colombianos, de los peruanos o de los bolivianos. Todos pero absolutamente TODOS los latinoamericanos, somos culpables del gran ecocidio protagonizado en el siglo XXI. Estamos ciegos, sordos y mudos, porque no recibimos clases de Educación Ambiental en nuestro proceso de aprendizaje escolar. Los profesores nos llenaban el cerebro con palabras en Inglés, con cálculos de Álgebra y con frases de Filosofía, pero nunca nos enseñaron a clasificar los residuos del desayuno, a reutilizar la tiza del pizarrón y a reciclar los hematomas del recreo.

La tendencia negativa en América Latina se agudizará en los próximos 15 años, a causa de la aglomeración del incontrolable e-waste, por la expansión de la chatarra de automóviles y neumáticos en terrenos baldíos, por el desaprovechamiento de la minería urbana para frenar la alta tasa de desempleo, por el hipnótico bombardeo publicitario que se transmite en los canales de TV, por la no masificación de centros de reciclaje que sean fácilmente localizables en las calles, por la no comercialización de productos fabricados 100% con materiales reciclados, y por la falta de diversificación de la matriz energética, que castigará con fuerza al horizonte ecológico latinoamericano, incrementando los niveles de polución por las emisiones de gases de Efecto Invernadero.

Como vimos a lo largo y ancho del informe, el reciclaje es una auténtica letra muerta para los gobiernos, las comunidades y sus lugareños. Los hogares latinoamericanos no separan la basura doméstica desde la fuente, ya sea por desconocimiento, conformismo o porque saben que el camión compactador del aseo urbano, se encargará de mezclar todos los residuos y estropeará la tarea del reciclaje.

Ya basta de infructuosos planes pilotos, de corruptos acuerdos bilaterales y de trilladas charlas dictadas el 17 de mayo, que jamás obligan a practicar el Conservacionismo. El libre albedrío del híper-consumismo, nos ahoga con tanta basura de los pies a la cabeza. Ojalá que podamos encontrar la llave y desbloquear el reciclaje en Latinoamérica, para que ya no sea un tema tabú, una piedra en los zapatos, o una mancha de sangre que germina en lo más profundo del bosque.

*Articulo tomado de: http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Basura-Residuos/El-problema-de-la-basura-en-las-calles-latinoamericanas

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Dinamarca : Un hallazgo refuta la principal teoría sobre cómo se pobló América

Europa / Alemania/ Agosto del 2016/Noticias/www.hispantv.com

Los primeros habitantes de América no llegaron al continente desde Siberia, según un estudio que ha publicado este jueves la revista científica ‘Nature’.

Investigadores daneses sostienen que ese paso, transitable hace entre 14.000 y 15.000 años, no estaba entonces colonizado por plantas y animales, por lo que es improbable que los humanos pudieran emprender una larga migración a través de esa vía.

Durante décadas se pensó que el pasillo de hielo abierto en el oeste del actual Canadá era la única ruta para penetrar en Norteamérica para los humanos que habrían cruzado el llamado puente de Beringia, la tierra donde actualmente se encuentra el estrecho de Bering.

Eske Willerslev y su grupo de la Universidad de Copenhague han analizado muestras de sedimentos recogidas en nueve puntos de Canadá para reconstruir el medio ambiente de los últimos miles de años y han determinado que la primera vegetación en el corredor abierto en el hielo surgió hace unos 12.600 años.

La flecha muestra el paso por el que se creía que había llegado el hombre a América.

 

Al mismo tiempo, aparecen en el registro geológico los primeros restos de bisontes y mamuts, que fueron una importante fuente de alimentación para los humanos que habitaron esas regiones.

Esos hallazgos sugieren que esa vía no fue probablemente utilizada por oleadas migratorias hasta miles de años después de que los primeros pobladores alcanzaran el continente americano, ya que les habría resultado imposible obtener los recursos alimenticios y el refugio necesario para sobrevivir a un viaje de más de 1500 kilómetros.

“Está ampliamente aceptado que los primeros humanos estaban presentes en Suramérica hace unos 14.700 años y que el hielo bloqueó el corredor (de Norteamérica) desde hace 23.000 años hasta hace entre 15.000 y 14.000”, señala en un artículo enNature la investigadora británica Suzanne McGowan.

Esos tiempos “hacen dudar que fuera posible para los humanos cruzar el continente entero en una ventana de tiempo de unos 300 años”, explica McGowan, que subraya que la hipótesis de una expansión a través de la costa del Pacífico es más plausible que la entrada a través de Siberia.

Esa colonización se habría llevado a cabo “ya fuera moviéndose a través de la tierra costera, libre de hielo en los márgenes debido al descenso en el nivel del océano, o bien través de desplazamientos marítimos”, señala la investigadora.

fdd/mla/nal

Fuente imagen: http://217.218.67.233/hispanmedia/files/images/thumbnail/20160811/22120897_xl.jpg

Fuente: http://www.hispantv.com/noticias/cultura/284586/teoria-siberia-se-poblo-continente-america

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España: Medio Ambiente alerta del efecto llamada de publicar la ubicación de especies amenazadas como el lobo en redes sociales

Europa / Madrid / 07 de agosto de 2016 / Por: Europapress
El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) ha avisado de los riesgos de publicar información en redes sociales sobre la ubicación concreta de especies amenazadas como el lobo, el oso o el lince. Según el Ministerio, esta actitud puede provocar un «gran efecto llamada» y repercutir negativamente sobre los animales.

Del mismo modo, también ha recalcado la necesidad de no compartir fotografías con referencias precisas o que contengan elementos que permitan identificar lugares con facilidad. Igualmente, el organismo público ha incidido en evitar subirlas a la red en tiempo real.

Por otra parte, Medio Ambiente ha hecho hincapié en la importancia de promover el turismo de naturaleza, siempre y cuando, no se «amenace» al entorno. Para ello, ha elaborado una serie de recomendaciones en materia de protección y «disfrute» de la observación del oso, del lince o el lobo, animales presentes en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.

Asimismo, ha avisado de que más allá de conseguir un avistamiento, lo realmente importante es «enriquecerse» con el entorno medioambiental o de las poblaciones rurales. De hecho, recuerda que el turismo de naturaleza tiene que fomentar «positivamente» la situación de las estos enclaves.

RECOMENDACIONES PARA UNA BUENA OBSERVACIÓN

El Ministerio cree que ante todo hay que conocer la normativa legal, que puede ser distinta según el medio donde se vayan a realizar los avistamientos.

Por ello, advierte que si el usuario es inexperimentado en este tipo de actividades, lo ideal es contar con la mediación de guías profesionales que permitan acceder «a un mayor conocimiento del entorno».

A la hora de elegir el lugar desde donde observar a las especies, Medio Ambiente recomienda elegir lugares de observación previamente preparados o miradores habilitados. En caso de no haberlos, comenta la posibilidad de pedir consejo a los agentes medioambientales de la zona.

Por otro lado, hay que tener preferencia por lugares elevados con amplias vistas o laderas opuesta. Igualmente, se deben descartar lugares próximos a los animales o que puedan afectar a otras especies, como zonas de alimentación o bebederos. Las horas de observación estarán, además, ubicadas entre una hora antes del amanecer y una hora después del ocaso.

Si el usuario avista a una especie, ante todo, debe mantener absoluto sigilo, conteniendo las emociones. Así, los animales no alterarán su comportamiento natural. El Ministerio advierte que perturbar o molestar «intencionadamente» a los animales supone una infracción y, por tanto, una sanción administrativa.

Al abandonar el puesto, debe hacerse de modo que no perturbe a los animales y de igual forma, no se recomienda llegar con un vehículo al lugar de observación.

¿QUÉ HACER EN ENCUENTROS FORTUITOS?

Aunque los lobos suelen ser huidizos, los osos o los linces pueden presentar actitudes agresivas en ciertos casos. El Ministerio también ha realizado una serie de recomendaciones en estas situaciones.

Con respecto a los osos, aunque suelen evitar el contacto con los humanos, hay que evitar situarse a corta distancia de ellos. Medio Ambiente avisa que si el animal está herido, con crías, hibernando o comiendo, puede actuar agresivamente.

Frente a esto, lo más importante es que, a media distancia, el animal pueda identificar a la persona, oírla y saber donde está. Si da la casualidad de que hay una osa con sus oseznos, nunca hay que interponerse entre la madre y las crías. Finalmente, si el ejemplar avanza de forma agresiva hacia la persona, ésta debe mantenerse quieta y sin perder la mirada del animal pues lo habitual es que se detenga a poca distancia.

Los linces, por su parte, pueden mostrar una actitud amenazante cuando están defendiendo su comida o la posición. En esos casos, lo que se pide es retroceder lentamente, mientras se deja el espacio suficiente, para que el animal abandone el lugar.

OTROS COLECTIVOS Y ALERTA POR INCENDIOS

La observación de estos animales puede coincidir con la práctica de otras actividades como la caza cinegética o el pastoreo. Medio Ambiente avisa que es necesario guardar «un respeto» y una colaboración con estos colectivos y advierte de la necesidad de conocer las zonas de caza y sus épocas.

Por otra parte, en caso de incendio, recuerda que hay que siempre estar atento en verano por el riesgo que suponen y que hay que contactar lo más pronto posible con emergencias.

Fuente: http://www.cuatro.com/noticias/sociedad/Medio-Ambiente-ubicacion-amenazadas-sociales_0_2223375318.html

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España: Jóvenes de varias CCAA recuperan el bosque ribereño del Segura en Moratalla, Calasparra y Cieza

Murcia / 03 de agosto de 2016 / Por: ECOTICIAS.COM / Fuente: http://www.ecoticias.com/

Bajo la denominación de ‘Ripisilvanatura-Un río para la gente’, este campo de trabajo contempla la realización de tareas y actividades de carácter ecológico y medioambiental encaminadas al mantenimiento y recuperación del bosque ribereño del curso medio de la cuenca del río Segura, concretamente en el tramo que abarca los municipios de Moratalla, Calasparra y Cieza.

Un total de 17 jóvenes de edades comprendidas entre los 18 y 30 años procedentes de ocho comunidades autónomas participan como voluntarios en un campo de trabajo sobre ecología medioambiental que se está desarrollando en Calasparra durante este mes de julio con la colaboración de la Dirección General de Juventud de la Consejería de Cultura y Portavocía. Bajo la denominación de ‘Ripisilvanatura-Un río para la gente’, este campo de trabajo contempla la realización de tareas y actividades de carácter ecológico y medioambiental encaminadas al mantenimiento y recuperación del bosque ribereño del curso medio de la cuenca del río Segura, concretamente en el tramo que abarca los municipios de Moratalla, Calasparra y Cieza. El director general de Juventud, Francisco Sánchez, acompañado por los concejales de Juventud y Medio Ambiente de Calasparra, Antonio José Merino y Ricardo García, visitó esta semana a los jóvenes que participan en este campo de trabajo organizado por la Comunidad, en colaboración con CaixaBank, el Ayuntamiento de Calasparra y la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE). Sánchez declaró que «durante todo el mes de julio, numerosos jóvenes de toda España han participado en campos de trabajo realizados en la Región que constituyen una oferta de ocio y formación de calidad que seguiremos fomentando desde el Gobierno regional». Actividades como esta, añadió, «destacan por su importante labor de educación ambiental y también por fomentar la interacción y convivencia entre jóvenes voluntarios de distintos lugares, con los profesionales implicados en los proyectos y también con la población de los municipios en los que realizan sus tareas». ‘Ripisilvanatura-Un río para la gente’ está circunscrito en el proyecto ‘LIFE+ Ripisilvanatura’, una iniciativa coordinada por la Confederación Hidrográfica del Segura y cofinanciado por el Programa LIFE+ de la Unión Europea, que trata de contribuir en la mejora de la situación medioambiental en la Cuenca del Segura y favorecer la colonización del bosque de ribera por especies autóctonas. El río Segura se abre paso en muchas zonas de la Región de Murcia por una vegetación única en la comunidad, el bosque de ribera o de galería (ripisilva) que, sin embargo, se encuentra amenazada por especies invasoras que van ocupando progresivamente su espacio. La Confederación Hidrográfica del Segura lidera el proyecto ‘LIFE+ Ripisilvanatura’, que pretende recuperar y proteger el bosque ribereño del curso medio de la cuenca del río mediante el control de la expansión de las especies exóticas invasoras (aquellas que se encuentran fuera de su distribución natural y afectan de forma negativa al ecosistema nativo), principalmente en el hábitat catalogado como ‘prioritario’ de los bosques de galería de sauces y chopos. Entre los trabajos que se están realizando en este campo de trabajo destacan los de mantenimiento y recuperación del medio natural (bosque de ribera), el seguimiento de la fauna del río y el fomento de la participación social. Como actividades principales están las de riego, corta de caña, retirada de residuos y las de anillamiento de aves, marcaje de galápagos, fototrampeo y rastreo de nutria. Además de estos trabajos de voluntariado, los jóvenes dedican las tardes a la realización de actividades complementarias de ocio y tiempo libre. Durante estos días, han visitado zonas de la Región reconocidas por la riqueza de su patrimonio arqueológico, los arrozales Calasparra y el museo del arroz, han participado en un descenso por el río y realizado visitas espeleológicas, rutas en bicicleta y otras actividades como talleres sobre agricultura y alimentación ecológica. Los 17 participantes en ‘Ripisilvanatura-Un río para la gente’ se alojan en el albergue Las Reposaderas de Calasparra y proceden de Castilla y León, País Vasco, Asturias, Aragón, Madrid, Cataluña, Andalucía y Valencia.

Fuente noticia: http://www.ecoticias.com/naturaleza/125478/Jovenes-varias-CCAA-recuperan-bosque-ribereno-Segura-Moratalla-Calasparra-Cieza

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