¡Pilos con la Universidad Nacional!

Por: Germán Eduardo Vargas

A propósito del Plan Decenal de Educación 2016-2026, reconociendo las buenas intenciones de su gestora, la exministra Parody, es importante precisar que sus iniciativas no resuelven problemas estructurales, aunque ella manifestara que “la educación de calidad ha dejado de ser un privilegio de ricos”.

De hecho, Colombia no mejoró en el componente higher education & training del Informe de Competitividad Global, solo 34 por ciento de los bachilleres transita hacia la educación superior, y apenas 9 por ciento de quienes ‘pertenecen’ a estratos bajos logra hacerlo. Las causas de estas deficiencias han sido las incoherencias entre el origen y destino de los recursos.

Por ejemplo, es contradictorio que las licoreras patrocinen la educación (el deporte), o que la inversión pública –directa e indirecta– refuerce la privatización, tal como evidencian las instituciones acreedoras del Icetex o ‘Ser Pilo Paga’.

Respecto a la calidad y el objeto de la educación, persisten las deficiencias en el énfasis racional (Stem), pensado para la ‘nueva economía’, y se continúa ignorando que necesitamos una ‘nueva sociedad’, para el posconflicto, formada en humanidades e inteligencias alternativas (emocionales) que faciliten la reconstrucción de capital social.
No obstante, la mayor contradicción es el programa de becas ‘Ser Pilo Paga’, que desplazó la agencia de recursos, por demanda, hacia instituciones privadas que no ostentan el reconocimiento internacional y la excelencia de la Universidad Nacional, que está abandonada y debe ser honrada, con recursos y protagonismo, en el sesquicentenario de su fundación.

Su proceso de admisión es más riguroso y específico que las Pruebas Saber, y cualquiera de las universidades más beneficiadas por ‘Ser Pilo Paga’, y su Programa de Admisión Especial y Movilidad Académica ofrece oportunidades con sentido de inclusión y equidad. Entretanto, el costoso e insostenible modelo ‘Ser Pilo Paga’, ha dejado como consecuencia: exclusión, pues ese beneficio está limitado a una minoría; deserción para satisfacer cobertura y calidad en la oferta pública; mercantilización (el porcentaje de crecimiento del salario mínimo es un tercio del incremento en el costo de matrículas), y discriminación hacia los egresados de universidades públicas (el proyecto de ley 062/16C corregiría esta falla).

Como ejemplo de democratización, considere el enfoque social de Uniminuto, en proceso de acreditación), fundada para aprender de las comunidades en las regiones, y contribuir a la construcción de soluciones, desarrolló un modelo solidario de matrículas y becas galardonado por el Banco Mundial. Esa institución se ha fortalecido mediante alianzas con la Universidad de los Andes, y su plataforma virtual puede consolidarla como la moderna Unad: Universidad Nacional ‘Abierta y Digital’.

El Ministerio debería convocar a los mejores docentes para desarrollar y certificar contenidos de acceso público, capitalizando las directrices del Centro para la Innovación Educativa (Giving Knowledge for Free, Ceri-Ocde) y la Estrategia Reda (Recursos Educativos Digitales Abiertos, Ministerio de Educación).

Fuente: http://www.portafolio.co/opinion/german-eduardo-vargas/columna-german-eduardo-vargas-guerrero-de-diciembre-502079

Foto de archivo

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El caso Kushner: Una historia sobre el poder, el dinero y la educación de élite

Por: Hector G. Barnés

La elección de Donald Trump como presidente estadounidense ha provocado que muchas miradas hayan vuelto a dirigirse hacia su yerno, Jared Kuschner. Casado con Ivanka Trump y consejero de su suegro durante la última campaña, su nombre era conocido, sobre todo, por ser el propietario de ‘The New York Observer’… pero también, por haber inspirado el núcleo central de un libro publicado hace más de una década y que, sin embargo, no ha perdido nada de su vigencia. Se trata de ‘The Price of Admission’ (Three Rivers), cuyo subtítulo da una buena idea de qué se trata: “Cómo la élite americana compra plazas en las universidades de élite”.

Lo explica su propio autor, Daniel Golden, en un reportaje publicado esta semana en ‘The Guardian’ en colaboración con ‘Propublica’, medio del que es editor: “Quiero expresar mi agradecimiento a Kushner por reavivar el interés en mi libro de 2006”, escribe. “Este exponía un sucio secreto de estas universidades: que los ricos compran una plaza en las universidades de élite a los hijos que sacan malas notas con donaciones gigantescas y que se pueden deducir de los impuestos”.

Gran parte de la obra partía del caso de Kushner, cuyo padre, Charles Kushner, es uno de los agentes inmobiliarios más poderosos de la Costa Este, pero terminaba desvelando un sistema generalizado en el acceso a grandes universidades como Harvard. Como explicaba el autor, el magnate había donado 2,5 millones de dólares a esta última universidad muy poco antes de que su hijo fuese admitido. ¿El problema? Que no era precisamente un estudiante brillante y que, como explicaban sus antiguos profesores, jamás habría entrado en la universidad por sus propios méritos.

Su puntuación académica (el GPA) no lo hubiese garantizado, su examen SAT [una especie de Selectividad] tampoco”, explicaba uno de sus antiguos profesores en la escuela Frisch de Paramus (Nueva Jersey). “Dimos por hecho que era imposible. Entonces, mira tú por dónde, Jared fue aceptado. Fue un poco decepcionante porque en esa misma época había otros chicos que pensábamos deberían haber entrado, y no lo hicieron”. Aunque el joven se graduó con honores, el autor recuerda que también lo hizo el 90% de su clase de Harvard.

Meritocracia, solo si eres pobre

La respuesta de los portavoces de los Kushner ha sido siempre la misma, tanto en 2006 como esta semana: la afirmación de que el pequeño Jared entró en la universidad no por sus propios méritos sino por el dinero de su padre “es y ha sido siempre falsa”. Como es habitual en estos casos, la acusación de que la causa y el efecto están íntimamente relacionados es muy difícil de demostrar cuando en los procesos de selección se tienen en cuanta factores subjetivos. Un área tenebrosa donde se pone en cuestión la supuesta meritocracia.

De qué manera se ocupa ese hueco informal dejado por la reglamentación de las universidades, pero también por otros organismos que, de esa manera, reescriben las reglas del juego? Golden recuerda que todo comenzó con un documento que cayó en sus manos y en el que figuraba la lista de miembros del comité de Harvard de Recursos Universitarios, donde figuraban sus 400 mayores donantes, que eran invitados continuamente a cenas, reuniones y lecciones magistrales en el campus de la universidad.

Pronto, el periodista tenía la mosca detrás de la oreja. ¿Cuántos de los hijos de este comité de magnates, empresarios y personas influyentes habían terminado estudiando en una de las universidades de más rancio abolengo del mundo? Dejando aparte el hecho de que tanto Charles Kushner como su mujer Sheryl figuraban en el comité, el periodista se encontró con que “de los más de 400 magnates de la lista de Harvard (que incluía también a gente que no tenía hijos o que eran demasiado jóvenes para tener descendencia en edad de ir a la universidad), más de la mitad habían enviado al menos a uno de sus hijos al centro”

El resultado es que Kushner (hijo) es ahora mismo uno de los hombres más poderosos de EEUU. ¿Pero es el huevo o la gallina? ¿Lo habría sido también de no haber pasado por Harvard? ¿O son sus orígenes lo que le han conducido, indefectiblemente, a esa posición? Como concluye Golden, “a sus 35 años está preparado para convertirse en el poder que mueve los hilos de la presidencia”. Como afirmaba la reseña del libro publicada en su día en ‘Boston’, se trata de una especie de acción afirmativa (el privilegio que algunas minorías obtienen) para ricos, conformando una lista Z de aquellos que tienen garantizado su acceso a la universidad.

Happy bottom quarter’ y otras herencias

Hay multitud de mecanismos que, de manera informal, favorecen estos intercambios de favores. El más evidente es el favoritismo de herencia (‘legacy’), por el cual los hijos de aquellos que han estudiado en la universidad son examinados “con más detalle” por los seleccionadores. Como explicaba ‘The Crimson’, el periódico de la universidad, este mecanismo hace que los “antiguos alumnos sean felices, y sobre todo generosos, y proporciona a la universidad una oportunidad de vender sus plazas a los hijos de (algunos) de los súper ricos sin tener que reconocerlo”.

No es el único mecanismo. Con el hombre de “Happy bottom quarter” (algo así como “la feliz cuarta parte de abajo”) se conoce una filosofía promovida en Harvard, pero adoptada por otras universidades de élite como Stanford, según la cual no solo los mejores estudiantes deben ser admitidos a la universidad, sino que se debe reservar una parte (por lo general un 25%, de ahí ese nombre) a alumnos que pueden enriquecer de otra manera a sus compañeros y al centro, por ejemplo, por sus capacidades deportivas, su habilidad periodística al dirigir el diario de la universidad o en una larga lista de beneficios no especificados.

El objetivo es evitar que los peores estudiantes se sientan despreciados por el resto de sus compañeros: al elegir a priori a ese 25% que va a obtener peores calificaciones, pero que realiza importantes aportaciones en otros campos, ese problema desaparece. Es una de las herramientas que se han utilizado para justificar por qué algunos de estos descendientes de la élite son matriculados en los grandes centros. Al fin y al cabo, parece ideado para ellos: ¿no sacas buenas notas pero eres bueno moviéndote en la élite social o tienes experiencia con la empresa de tu padre? Estás dentro.

Hay otra implicación en esta historia, y es la manera en que las universidades se financian (y lucran) vendiendo su independencia y comprometiendo sus principios a las donaciones de un puñado de magnates externos. Como explicaba irónicamente un artículo publicado en ‘The Harvard Crimson’, puestos a vender una plaza, mejor sacarla a subasta. Así, para empezar, se ganaría más dinero porque los postores, “muchos de los cuales no saben qué hacer con su dinero”, competirían mutuamente y con el dinero obtenido se podría financiar investigaciones médicas.

“No hace falta decir que para el estudiante en cuestión puede ser incómodo saber que su plaza ha sido comprada, pero con los contratos de confidencialidad apropiados y quizá retrasando el pago unos pocos años, nadie tiene por qué saberlo”, concluye el sardónico texto. “Puede causar un poco de vergüenza ser tan abiertamente mercenario, pero para una escuela dedicada a la verdad, un poco de honestidad no está de más”. Esa es la paradoja de la falsa meritocracia en la que vivimos y de la que esta es un ejemplo claro: la honestidad pasa por reconocer que, en realidad, como cantaba Leonard Cohen, “los dados están trucados”.

Fuente: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2016-11-23/elite-compra-plazas-mejores-universidades_1293553/

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Australia: Australia’s international education economic impact hits record A$20bn

Australia/Noviembre de 2016/Fuente: The PIE News

RESUMEN: La cifra, publicada por la Oficina Australiana de Estadísticas, se desprende de la fuerte expansión de la matrícula en el país a principios de 2016, impulsada por los estudiantes chinos, y mejora con la cifra récord del año anterior de $ 19.7bn, después de un informe de Deloitte. Valor más temprano este año. «Estas nuevas estadísticas ponen de relieve la fortaleza de nuestro sector de educación internacional que ahora vale 20.300 millones de dólares y nuestra tercera mayor exportación», dijo el ministro de Educación, Simon Birmingham, en un comunicado. «Además de capacitar a gente de todo el mundo y de construir la reputación de Australia en el extranjero, la educación internacional apoya 130.000 empleos en Australia y también proporciona importantes ingresos para los sectores de alojamiento, hospitalidad y servicios en todos los estados australianos».

The figure, released by the Australian Bureau of Statistics, comes off the back of strong enrollment growth within the country in early 2016, driven by Chinese students, and improves upon the previous financial year’s record figure of $19.7bn, after a Deloitte report upgraded the value earlier this year.

“These new statistics highlight the strength of our international education sector now worth $20.3bn and our third largest export,” said Education Minister Simon Birmingham in a statement.

“As well as skilling people from all over the world and building Australia’s reputation abroad, international education supports 130,000 jobs in Australia and also delivers significant income for accommodation, hospitality and services sectors in every Australian state.”

As well as valuing direct revenue through fees, the ABS also factors in indirect economic contributions made by the industry, through goods and services consumed by international students and institutions.

The ABS valuation of $19.8bn was further improved by revenue received through additional services performed offshore, worth $450m in 2015/16, to come to $20.3bn.

Growth was experienced across all sectors, with schools and vocational education following New Zealand’s example, and leading growth with roughly 15% and 13% increases respectively.

Higher education, meanwhile, grew by around 10% but is still Australia’s largest contributor of international students and attracts over two thirds of the total revenue generated by the international education industry. It alone is now worth an estimated $13.9bn.

“The growth in the numbers reflects Australia’s excellent reputation for delivering a world-class education in one of the world’s best locations,” said Universities Australia chief executive Belinda Robinson.

“But the real value of international education to all of our students – international and domestic – and to Australia at large goes well beyond the financial benefits,” she added, pointing to the benefits international student connections bring to Australia’s future ties in trade, business, diplomacy, tourism and regional security.

The ELICOS sector experienced a comparatively modest increase, improving by $12m or 1.2%, but retained its position as Australia’s third largest value sector and remained above the $1bn mark.

English Australia CEO, Brett Blacker, said modest growth was due in part to “a trend for students to study shorter periods of ELICOS,” adding the result “mirrors sector growth of 4.8% in student visas over the same period.”

He told The PIE News he anticipated the sector would see an upturn after year to August commencements were up 3.3% from the previous year.

He’s cautiously optimistic outside influences may contribute to a surge in student numbers and revenue in the coming months and year.

“Anecdotally, interest and enquiries are up potentially due to Brexit and other global factors, however there has not been a noticeable impact from these foreign nation policy initiatives to-date,” he said.

After three years of growth, the future of Australia’s international education industry looks bright, however Phil Honeywood, CEO of International Education Association of Australia, cautioned the industry is still susceptible to political and market changes.

“Before we get too ambitious, our immigration department is already much more closely monitoring student visa applications on national security grounds,” he warned, adding that more scrutiny had been placed on students from traditionally low-risk countries.

“International education in Australia has always been a rollercoaster ride industry. Anything could happen to turn a boom into a bust.”

The latest figures were released in the lead up to the first meeting on November 22 of the Council for International Education established to oversee and advise on the implementation of the $12m National Strategy for International Education 2025.

Fuente: https://thepienews.com/news/australias-international-education-economic-impact-hits-record-20bn/

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Nueva Zelanda: Education to focus on ‘high-quality’ students

Oceanía/Nueva Zelanda/Octubre de 2016/Fuente: Scoop Independent News

RESUMEN: El discurso titulado, «India y Nueva Zelanda relación internacional de la educación – el crecimiento, oportunidades y desafíos», se habló sobre la reciente crisis que la industria se enfrenta a la educación, en relación con las deportaciones de estudiantes de la India y es secuela de la industria. Charles dijo que este problema, no sólo se limita a la India y otros países también se han enfrentado a problemas similares. «Creo que es importante reconocer en esta etapa también que Nueva Zelanda no está sola ante los problemas de fraude en la visa de estudiante y el comportamiento del agente deshonesto. Los Estados Unidos, Canadá, Australia y otros países de todo frente a los mismos desafíos «. «Las tasas de disminución de visado de la India son evidencia de un esfuerzo significativo por Inmigración de Nueva Zelanda para gestionar los estudiantes y los agentes que presenten información falsa y engañosa en las solicitudes de visado. Inmigración de Nueva Zelanda está haciendo mucho trabajo para educar a los proveedores acerca de la selección de los estudiantes, y la necesidad de gestionar sus redes de agentes «.

Education NZ to focus on ‘high-quality’ students, to maintain high standards across New Zealand’s international education industry.

“All of us have a collective responsibility to ensure the experience of our international students is a positive one and results in positive outcomes for them and ultimately for our businesses and New Zealand society and economy. We welcome international students who come here with genuine intent and means. But New Zealand, like any sovereign country, will take steps to protect our borders and deal decisively with fraudulent or unlawful behaviour when we see it.”

This was one of the main sentiments arising out of the address of Education NZ Chair, Charles Finny, when he addressed the members of the India New Zealand Business Council on Wednesday 5 October. The event was hosted by Auckland Institute of Studies.

The speech titled, «India-New Zealand international education relationship – growth, opportunities and challenges», spoke about the recent crisis that the education industry is facing, with regard to the Indian student deportations and it’s aftermath in the industry.

Charles said that this problem, is not only confined to India and other countries have also faced similar issues. “I think it’s important to acknowledge at this stage too that New Zealand is not alone in facing issues of student visa fraud and dishonest agent behaviour. The United States, Canada, Australia and other countries all face the same challenges.”

“The visa decline rates from India are evidence of a significant effort by Immigration NZ to manage students and agents who submit false and misleading information in visa applications. Immigration New Zealand is doing a lot of work to educate providers about student selection, and the need to manage their agent networks.”

According to Mr. Finny, The New Zealand government agencies earlier are working closely together on these issues, to ensure all international students are treated fairly and are well cared for – that they feel welcome, are safe and well, enjoy a high-quality education and are valued for their contribution to New Zealand. This joint-agency work on international student wellbeing has focused in recent months on Auckland where the majority of international students are located. It has involved a wide range of community meetings and student focus groups to ensure student needs and concerns are being heard and addressed.

He said, “We must maintain high standards across our international education industry. Equally, we are determined not to let the actions of a small number of individuals damage the reputation of an entire community, nor devalue the contribution that students from India and elsewhere, and our education providers, make to New Zealand.”

Highlighting that the situation is not that grim, he said, “Most providers are doing a very good job for their students. Satisfaction rates among students surveyed by the International Student Barometer in 2014 and 2015 ranged from 88% to 94% as being satisfied or very satisfied with their overall experience at their New Zealand institution.”

Charles laid emphasis that the education providers must ensure that they work with high quality agents and there have been a number of directives and guidelines to work on that. He also emphasised that the govt. agencies will work more strongly to ensure the compliance is met with.

“Tough sanctions are now available to deal with providers who fail to manage their agents, including the removal of the right to enrol international students. Enforcing the Code is the responsibility of NZQA who are working closely with Immigration New Zealand to ensure providers proactively comply with the Code.”

INZBC took the initiative to invite the chair of Education NZ, to interact directly with the PTEs and university education providers, most of whom are the members of INZBC.

Mr. Finny applauded INZBC for taking this initiative. He commented, “INZBC has a crucial role to play in helping to bridge the gap that may exist through differing cultural contexts, where, for example, some international students aren’t aware that their rights in New Zealand are protected. I’d like to applaud the contribution of INZBC members who acknowledge the opportunities that a New Zealand education can offer Indian students in terms of skills and knowledge transfer.”

The education providers had a lengthy Q&A with Charles where they debated some of the ways in which the government is working out the solutions.

The most PTEs said that they are being pressurised and held accountable for the applications, for which they have no control. Most applications and their information is being held between the student, the agent and immigration NZ. So their argument being that if the PTE’s are not privy to those conversations, then how can the government hold them accountable.

Charles noted the suggestions and promised that he would take the industry concerns to the right people.

Mr. Wenceslaus Anthony, head of government relations, INZBC also informed the members of a list of answers that have come from Immigration NZ on the recent visa issue.

While immigration New Zealand maintains that the onus of providing the right information is on the students themselves, they did highlight that India is an important market for the country.

Quoted from one of the answers: “The Indian market is an extremely important one to New Zealand with more than 20,000 Indian nationals approved student visas in the last financial year – second only to China. The Indian market is an extremely important one to New Zealand and Indian students make a valuable and valued contribution to our economy, our communities and our diverse student body. All interested parties need to work together to ensure that only genuine students who can comfortably afford international study apply to come to New Zealand.”

Fuente: http://www.scoop.co.nz/stories/ED1610/S00028/education-nz-to-focus-on-high-quality-students.htm

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