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México: Diputada plantea resaltar los principios básicos de la educación

México/febrero de 2017/Fuente: Diario Rotativo

La educación es la única esperanza para forjar un futuro promisorio para México, por lo que es necesario reforzar la enseñanza y reflexión sobre los principios contenidos en el Artículo Tercero Constitucional, afirmó la diputada Mirna Saldívar Paz.

La vicecoordinadora de la fracción parlamentaria de Nueva Alianza en la Cámara de Diputados, sostuvo que es prioritario resaltar en todos los planteles educativos del país, los principios básicos contenidos en este precepto constitucional.

Dicho artículo es la base jurídica que sustenta el derecho a la educación, por lo que se debe reforzar la enseñanza y reflexión sobre los principios contenidos en él, subrayó la legisladora.

“Debemos enfocar nuestras voluntades en la defensa y vigencia de los principios filosóficos que emanan de este precepto constitucional”, subrayó.

En este contexto, resaltó, “Nueva Alianza ratifica que nuestros esfuerzos deben ir encaminados a velar por el efectivo derecho de cada uno de nosotros a una educación pública, laica, gratuita, obligatoria y de calidad”.

El laicismo, apuntó, para materializar la tolerancia, el respeto y la inclusión; y la calidad educativa para que el Estado cumpla con su responsabilidad de hacer de todas las escuelas, el espacio por excelencia para el desarrollo integral de los mexicanos.

“Es nuestra responsabilidad seguir haciendo vigente la obligación de educar con base en estos principios filosóficos, en aras de enfrentar efectivamente los retos impuestos por el siglo XXI y la dinámica que implica el contexto internacional”, puntualizó.

Fuente: https://rotativo.com.mx/noticias/nacionales/justicia-nacionales/595281-diputada-plantea-resaltar-los-principios-basicos-la-educacion/

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México: Educación ‘coordenada de navegación’ para el nuevo escenario global OCDE

América del Norte/México/3 de febrero de 2017/Fuente: noticiasmvs.

México “no puede tomar ningún atajo” para impulsar el desarrollo de buenas habilidades en la población.

UDIO: Andreas Schleicher, director de educación de la OCDE

El nuevo régimen presidencial en los Estados Unidos, que ha traído un giro a las relaciones con México, desde los tratados comerciales hasta la construcción de un muro, es muestra de que “el mundo se está volviendo cada vez más incierto, más ambiguo y volátil. La docencia no puede limitarse a enseñar algo, debe preparar a los jóvenes con las coordenadas de navegación para que encuentren cuáles son sus capacidades y puedan cambiar el mundo”, comentó en entrevista Andreas Schleicher, director de educación en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Ante la posible llegada de escolares por la deportación de connacionales provenientes de Estados Unidos, Schleicher recordó que México ha ampliado su capacidad de cobertura, pues en el año 2000 menos del 50 por ciento de quienes tenían 15 años, dijo, estaban matriculados, y para el 2016, la cifra se elevó al 65 por ciento.

El funcionario de la OCDE resaltó que no se trata del tamaño del sistema “el reto es mejorar la calidad para atender a esos jóvenes (dreamers), que vienen con diferentes aprendizajes, pero en el mundo en que vivimos donde hay diferentes demandas educativas, la educación se tiene que volver más resistente a los cambios; no podemos seguir haciendo lo mismo de antes”, sentenció.

Ante retos cómo una educación inclusiva y de calidad para todos los escolares, incluso los de zonas marginadas, Schleicher enfatizó que en México «los desafíos  son enormes, pero también ha habido avances en el pasado”. Hace una década no se pensaba posible una reforma constitucional en materia educativa y la creación de un nuevo modelo educativo; hoy se deben “cumplir las promesas” sobre la formación, selección, evaluación y permanencia del magisterio.

México “no puede tomar ningún atajo” para impulsar el desarrollo de buenas habilidades en la población, “el único camino es seguir preparando a las personas y usar la educación como una escalera para el progreso”, insistió Schleicher.

«Creo que lo mejor que México puede hacer es preparar a sus niños para un mejor futuro e invertir en la formación de las habilidades correctas, no solo en habilidades cognitiva cómo las matemáticas o lectura; sino también en liderazgo, resiliencia en tolerancia o empatía», finalizó Andreas Schleicher.

Fuente: http://www.noticiasmvs.com/#!/noticias/educacion-coordenada-de-navegacion-para-el-nuevo-escenario-global-ocde-197

Imagen: az778189.vo.msecnd.net/media/fotos/g/17a95833e5be0d266adff73baab12b37.jpg

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Prevalece en Cuba inclusión educativa e igualdad de oportunidades

Cuba/Febrero de 2017/Autor: Roberto Morejón/Fuente: Radio Habana Cuba

El Congreso Pedagogía 2017, con la participación de educadores cubanos y de otros países, tiene lugar en un contexto propicio, pues los ciudadanos gozan aquí de una conquista esencial, el pleno acceso a las diversas estructuras de la enseñanza.

Pedagogía 2017, cuyo lema sitúa a la educación como piedra angular del desarrollo, honra al líder histórico de la Revolución Fidel Castro, gestor de un sistema inclusivo que modeló una enseñanza que avalara la instrucción y la fragua del ciudadano integral.

El sistema educacional cubano favorece la formación del carácter, la espiritualidad, solidaridad y honestidad junto a los conocimientos técnicos indispensables para que el individuo sea un hombre de bien.

Situado entre los derechos humanos básicos disfrutados por los cubanos, el patrón de enseñanza ha sido tan efectivo que permitió que la nación caribeña venciera las metas de Educación para Todos fijadas internacionalmente.

A pesar de los contratiempos materiales, Cuba asignó la mitad de los gastos corrientes de la actividad presupuestada para 2017 a la salud, la asistencia social y la educación.

La cobertura necesaria será idónea para aumentar la calidad de maestros y profesores y de las clases que imparten.

El gobierno encargó a los ministerios de Educación y de Educación Superior vincular en las aulas el pensamiento de Fidel Castro con el del Apóstol José Martí, pues ambos ayudaron a cincelar la formación de la nación cubana.

La encomienda se cumplirá tanto en las escuelas del llano como las más remotas de las montañas, donde sin excepción también acuden cada día los niños y adolescentes uniformados, en evidencia del universal acceso a la educación.

Ese principio es válido también para los infantes con padecimientos, quienes acceden a más de 350 escuelas de la enseñanza especial con matrícula de más de 40 mil alumnos.

La enseñanza en Cuba destaca además por la retención y por NO conformarse con los aciertos acumulados.

El Ministerio de Educación acomete un proceso de perfeccionamiento para ganar en calidad y trata de buscar soluciones al déficit de maestros y profesores a partir de una mejor orientación vocacional.

Se trabaja con esmero en las 24 Escuelas Pedagógicas, hoy con un resultado más alentador, pues en los últimos 3 años egresaron más de 14 mil maestros para la educación primaria, preescolar y especial y la matrícula actual sobrepasa los 21 mil.

El gobierno cubano considera la educación como una prioridad de trabajo, todo un ejemplo, como coinciden en elogiar los que visitan al país, entre ellos los educadores asistentes a Pedagogía 2017.

Fuente: http://www.radiohc.cu/especiales/comentarios/120188-prevalece-en-cuba-inclusion-educativa-e-igualdad-de-oportunidades

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Nuestra ajada educación.

Por: Saturnino Acosta.

Ajada no solo porque sea mayor, no solo porque esté deslucida, no solo porque esté marchita, ajada porque está cansada. Cansada de tanto tonto que confunde saber enseñar a niños con saber obedecer a adultos según los deseos del primer complemento indirecto, cansada de acatar leyes infructuosas ajenas a la realidad educativa que obliga a justificar con cien papeles una simple nota, cansada de que cualquiera sepa más que ella.

Mayor porque la endogamia obligada a la que los claustros se han visto abocados por la amortización de las plazas en sus plantillas, bien por jubilación, traslado o supresión, o bien por el aumento de horas lectivas, aumenta la edad media del profesorado con el consiguiente peligro de desgaste emocional, físico y pedagógico, únicamente superado con el esfuerzo individual y colectivo que sin reconocimiento se está realizando en los centros.

Marchita porque la educación no es el florero, son las flores. Si nos empeñamos en pasar años buscando la maceta perfecta, acabaremos no teniendo nada que meter en ella. Busquemos mejorar en las raíces, en la tierra, desde abajo, a quien siembra, a quien cuida y a quien recolecta y, por último, que el vendedor, el político, que le busque el envoltorio que mejor se adapte.

Deslucida porque no se aprecia su importancia y relevancia en una sociedad que valora más el éxito sin esfuerzo que el esfuerzo con éxito, siendo el primero mucho más apreciado que el segundo. Una sociedad que valora más un ránking televisivo que un título académico y, por último, una sociedad que no valora a sus maestros no valora su futuro como bien se expresa en «Las maestras de la República».

Ayer el Senado rechazó pedir un debate sobre los deberes escolares. Imagínense como debemos de andar que una cuestión meramente profesional, circunscrita al ámbito, escuela-tutor-familia, se quiere llevar al Congreso de los Diputados.

Llegados a este punto nadie debiera dudar de que es necesario cambiar nuestro modelo educativo, nuestra sociedad y nuestro respeto a la Educación y a sus profesionales.

Fuente: http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/opinion/nuestra-ajada-educacion_993924.html

Imagen: http://images.eldiario.es/eldiarioex/politica/Consejera-Educacion-Extremadura-Esther-Gutierrez_EDIIMA20150825_0699_18.jpg

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¿Será la innovación educativa emergente acicate para la escuela pública?

Por Julio Rogero

Son muchos los frenos que tiene la pública para lanzarse a una renovación que la transforme por completo

En los últimos tiempos, ha habido una mayor difusión de las llamadas “prácticas educativas innovadoras”, que algunos proclaman nuevas. En muchos casos, estas prácticas atienden y se adaptan a los aspectos más demandados en la sociedad actual: eficiencia, competencias para el mercado, modernización de métodos y tecnologías para mejorar los resultados. Es oportuno analizar si esas iniciativas responden a la voluntad de mejorar la educación desde una perspectiva integral y emancipador, al diseño de un nuevo tipo de trabajador/a que responda a las demandas de las empresas o a una estrategia más estética que sustantiva del sector privado para vender mejor sus servicios.

Es sintomático que sea en los centros privados donde se está dando con mayor fuerza este movimiento innovador de avanzadilla. Parece que son diversos los elementos que lo motivan. Por un lado, está la decisión de las políticas educativas de la actual administración de seguir privatizando la educación y, a su vez, de seguir recortando en la escuela pública. Por otro lado, está la voluntad de los dueños de los centros de enseñanza privados (concertados o no) de que sus docentes se formen e innoven para adaptarse a las demandas de los departamentos de recursos humanos de las empresas, que cada vez más requieren habilidades como el trabajo en equipo, la iniciativa, la creatividad, el trabajo por proyectos, el emprendimiento, la adaptación, etc. Tal demanda innovadora proviene también de su clientela, las clases medias y altas, para preservar así el capital económico y cultural que les garantice permanecer en su estatus social en el hoy difícil acceso al mercado laboral.

En el ámbito de la escuela pública, la renovación pedagógica se hace cada vez más difícil para quienes quieren hacer transformaciones en la dirección de un modelo educativo más integral, crítico y comprometido con el mundo en que vivimos, por diversas razones. Entre ellas está la reducción sistemática de los recursos económicos, que conlleva la disminución del profesorado, el aumento de ratios y la intolerable persistencia de la inestabilidad de los equipos docentes, con numerosísimas interinidades que se eternizan año tras año. Este hecho, junto a la falta de autonomía en los centros educativos públicos, hace muy difícil cualquier proyecto de centro renovador y estable.

Otro freno a la innovación es la pertinaz insistencia en asentar un modelo educativo puramente academicista, transmisivo y selectivo, cargado de burocracia y de currículos inabarcables y farragosos, como hace la actual ley de educación. Además, está la imposición de pruebas estandarizadas y seleccionadoras que dificultan enormemente otras formas de educar que no sean las que impone el adiestramiento para su superación. Finalmente, la rutina, la dictadura del libro de texto, el aislamiento que conlleva la falta de tiempo para coordinarse, planificar y compartir experiencias entre los docentes, el miedo al cambio y la falta de una sólida formación también forman parte de los obstáculos que hacen difícil la extensión de proyectos y prácticas innovadoras.

En cualquier caso, hoy se están dando respuestas innovadoras y transformadoras en determinadas escuelas públicas en la dirección de construir comunidades educativas donde se vive y convive positivamente, se comparte, se coopera, se aprende y desarrolla la integralidad del ser humano. ¿Seremos capaces de darlas a conocer y de potenciarlas o las seguiremos ignorando e invisibilizando? En todo caso, se hace necesario un debate sobre qué es innovar hoy en el seno de la escuela pública y sobre las políticas educativas que se requieren para que sea posible esa renovación pedagógica que muchos defendemos.

Querer renovar hoy la educación solo puede tener un sentido y un significado: la transformación profunda de la escuela, para que sea un espacio y un tiempo ligado a propuestas y formas de educar y de vivir radicalmente diferentes a las que nos impone un sistema corrompido en sus entrañas. Se trata de la emancipación humana, de la autorrealización individual y colectiva, del desarrollo pleno de las personas en una sociedad del compartir, de construcción de la equidad y la justicia social, de la libertad en un nosotros y en un “procomún” fraternal y alternativo a los principios del libre mercado neoliberal y de consumo que nos consume y cosifica.

Este propósito, sin embargo, plantea algunas preguntas para las que hoy no tengo respuesta: ¿Serán las innovaciones emergentes un revulsivo para poner en jaque el modelo educativo conservador, clasista, instruccionista y selectivo?, ¿o serán una nueva respuesta a las demandas del sistema productivo para consolidar una sociedad injusta y desigual?, ¿serán realmente un acicate para que la escuela pública reaccione y amplíe la renovación pedagógica a todos sus centros y aulas?, ¿qué márgenes quedan hoy, con los condicionantes impuestos y sobrevenidos de las actuales políticas educativas, para la renovación pedagógica en el espacio de la educación pública?

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2016/10/27/sera-la-innovacion-educativa-emergente-acicate-la-escuela-publica/

Imagen: https://ideasyanalisis.files.wordpress.com/2014/02/0010431102.jpg?w=558

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El modelo educativo de México: ¡¿renovado o agotado?!

25 de enero de 2017 / Fuente: http://www.educacionfutura.org/

Por: Eduardo Andere

Si el presidente Peña Nieto tratara de promover la acción colectiva entre los alumnos del sistema educativo nacional, su intento fracasaría porque 36 millones son muchos estudiantes para moverlos hacia una visión común; si lo tratase de hacer con los maestros 2 millones es todavía un número muy grande; si con los directores, 260 mil es imposible de concordar; y si tratara de movilizar a los padres de familia, asumiendo una distribución de 3.9 miembros por hogar, hablaríamos de 9 millones de hogares. En cualquier caso los tamaños impiden la acción.

La fuerza de los números, importante para el cálculo político de la democracia, funciona en sentido opuesto a la acción colectiva para la educación. Esto es una tristeza para los políticos, porque si bien la democracia y la ignorancia cuando se mezclan producen el coctel de la simulación, la realidad es que en educación la simulación es destrozada por el conocimiento. En otras palabras, mientras la ignorancia le sirve a la política, le estorba a la pedagogía.

La democracia del voto secreto es un invento de la masificación de la humanidad, que acabó para siempre con las reuniones totalmente democráticas de la plaza pública tan escasas en nuestros días, pero tan cercanas a la gente. Sólo a nivel de la familia, la empresa y las escuelas individuales, existe todavía la democracia de la comunidad; no la democracia de los números ocultos que es la que astutamente manipulada se puede alimentar de la ignorancia.

Mansur Olson demostró hace varias décadas la futilidad de la acción colectiva en la medida que los grupos crecen. Dicho en otros términos, entre más crece el grupo la efectividad disminuye. Entre más grande es el grupo cuesta más organizarlo, negociarlo, persuadirlo y mantenerlo en la cooperación, a menos que la divisa de cambio sea la ignorancia o costos excesivamente bajos de participación. Con 36 millones, 9 millones, 2 millones o 265 mil unidades de decisión, la única forma de más o menos mantener una oferta educativa dirigida es “forzando” la cooperación con la “fuerza de la ley” disimulada por un lenguaje de autenticidad. Cuando la cooperación, por el tamaño y diversidad, no funciona, el gobierno se impone: por la fuerza (centralización) o por la persuasión (demagogia). Con el tiempo ambas estrategias se diluyen.

En sistemas educativos del tamaño y diversidad del mexicano la centralización para forzar la cooperación es imposible bajo condiciones democráticas.

El tamaño del asunto educativo es tan grande que nomás no se puede, al amparo de una democracia, ni siquiera simulada, tratar de controlar a un México tan culturalmente rico pero diverso, bajo un mismo marco. Es como si tratásemos de embutir en un mismo marco todas las pinturas de cada expresión cultural; es como si tuviésemos un museo con una sola pintura. El modelo educativo centralista de México donde todo se decide desde un mismo escritorio, ya se agotó. Centralismo y democracia no se mezclan. Forzarlo es simularlo o estatizarlo.

No sé cuándo, pero tarde o temprano, el modelo educativo de México, cambiará; y lo hará radicalmente, de uno centralizado a otro descentralizado, realmente federal. Serán 3, 9, 15 años, pero de que viene la pulverización del modelo educativo es ineluctable. Vamos, la educación vista como aprendizaje, es algo muy local, no federal; es algo que ocurre en el aula, en el hogar, no en las grandes instituciones nacionales. Éstas deben hacerse a un lado para que la interacción humana ahí en la intimidad local, comunitaria, florezca.

Sí, uno podría decir que hay muchos malos maestros que justifican la centralización; pero también hay muchos más buenos maestros que justifican la oportunidad. En mi apreciación, lo mismo no puede decirse de los políticos. La racionalidad política no es igual a la pedagógica. Y si queremos que la educación de nuestros niños, jóvenes y adultos crezca, necesitamos que los políticos sigan a los pedagogos y no al revés. El paternalismo-centralista del modelo educativo actual-recargado, tiene sus días contados aunque la realidad parezca otra. En una democracia, en el largo plazo, la fuerza del Estado es inversamente proporcional a la capacidad de imponer sus ideas.

Fuente artículo: http://www.educacionfutura.org/el-modelo-educativo-de-mexico-renovado-o-agotado/

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Futuro de la educación técnica y tecnológica

Por: Pedro Flores Crespo

Con el propósito de reflexionar sobre cómo se va a ubicar la educación y formación técnica y profesional (EFTP) en la nueva agenda del desarrollo, la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (Oreal) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), convocó a un grupo de expertos para discutir las experiencias de los distintos países de la región y, sobretodo, para elaborar un documento que presente una posición sobre esta modalidad educativa.

En México, los retos de la educación técnica y tecnológica —también llamada profesional—, son diversos. En primer lugar, mencionaría la ubicación histórica de la EFTP. Ante la necesidad de habilidades intelectuales y sociales que demandan los nuevos fenómenos globales, la educación técnica y tecnológica tiene que ser repensada de manera muy distinta al modelo planificador e industrial que corrió desde la posguerra hasta la década de los setenta. Hay que tener la “sabía virtud de conocer el tiempo”, diría el poeta mexicano Renato Leduc.

Muy relacionado con la relevancia histórica del modelo de la EFTP está, en segundo lugar, su función dentro de la sociedad. ¿Se quiere que la educación técnica o vocacional sirva solamente para que las personas más pobres encuentren empleo en un mundo en donde las tendencias marcan alteraciones notables del trabajo y las ocupaciones? Desde mi perspectiva, la educación técnica, vocacional o tecnológica tiene que repasar críticamente su enfoque adecuacionista, es decir, su añeja pretensión de responder, por medio de las carreras y planes de estudio, a las demandas específicas del sector empresarial y productivo. Asimismo, se tiene que mostrar por medio de estudios de tipo longitudinal, si la pretensión de ofrecer habilidades para el empleo a los más pobres no derivó en estratificación social. ¿O será verdad que al estudiar una opción técnica o profesional los jóvenes pueden cambiar de clase social y grupo de estatus?

Pienso que formar bajo rígidos planes de estudio a las niñas, niños y jóvenes más pobres puede ser regresivo debido a que esto puede complicar, primordialmente, su ampliación de posibilidades reales de vida (PNUD), el cual es un proceso mucho más amplio que entrar al mercado laboral. Reportes de organizaciones internacionales, diversos estudios de egresados e incluso, encuestas a empleadores coinciden en señalar que se requiere formar personas con “competencias blandas” —como se dijo en la reunión de Santiago— y no sólo con destrezas específicas para empleos que solo imagina y propone un ocurrente emprendedor “exitoso”.

Ahora, en pleno siglo veintiuno, saber desempeñar una tarea específica es algo menos importante que cultivar la habilidad de saber cómo “aprender a aprender”. De hecho, en la reunión de Santiago se habló recurrentemente de la manera en que la educación técnica y tecnológica se debía integrar a la perspectiva del aprendizaje a lo largo de la vida. A mi juicio, una manera de lograr esta transición va por al menos dos vertientes. La primera es de corte institucional, es decir, se requiere estudiar la manera en que operan los diversos subsistemas de la educación técnica o tecnológica para certificar con base en habilidades y no en créditos u otro esquema de control burocrático ineficaz. ¿En verdad queremos construir una sociedad basada en el conocimiento o solo es puro discurso de los funcionarios estatales?

Se requiere, a mi juicio, un marco institucional que reconozca lo que algunos han llamado “portabilidad de conocimientos” (Székely) para que el sujeto se mueva libremente en las distintos tramos, niveles o modalidades educativos. Varios estudios en México han mostrado lo tortuoso que es para un Técnico Superior Universitario (Isced 5B) revalidar sus estudios para continuar su aprendizaje a lo largo de la vida. Lo que enfrentan los TSU —y muchos otros jóvenes en el sistema universitario de México— es una “carrera de obstáculos”, como bien observó Salvador Ruiz de Chávez, ex vocal de los Comités Interinstitucionales de Evaluación para la Educación Superior (Ciees).

La segunda vía para tratar de integrar a la educación vocacional, técnica o tecnológica con el enfoque de educación a lo largo de la vida tiene que ver con la manera en que la educación en particular y el conocimiento en general, son valorados por la sociedad. En un estudio con una pequeña muestra de universidades tecnológicas (UT), institutos tecnológicos (IT) y universidades politécnicas (UP), Dulce Mendoza y el que escribe, encontramos una marcada tendencia a valorar modalidades de estudio extremadamente escolarizadas en donde los profesores, estudiantes y sus familias sentían cierto orgullo por tener largas jornadas académicas sin mostrar claramente su eficiencia. Según las evaluaciones encargadas a expertos internacionales y las de tipo independiente, el sistema de UT mexicanas falla en formar integralmente a los jóvenes pese a la extenuante carga académica que presenta. Entonces, ¿qué valoramos como sociedad? ¿Ir a la escuela a aprenderse el nombre de los héroes que “nos dieron patria” o aprender a ser mejor persona y ciudadano?

Para concluir, algunos de los retos de la educación técnica o profesional para estos años son: (1) tener una ubicación histórica, (2) aclarar su función social (¿reproductora de desigualdad o promotora de movilidad social?), (3) repensar su desempeño institucional para contribuir al desarrollo humano y sustentable, y (4) discutir su filosofía educativa. Esperemos que estos temas no sean menospreciados por la Unesco, la cual, ha tenido históricamente una visión educativa mucho más amplia que otras organizaciones internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Banco Mundial.

Fuente: http://campusmilenio.mx/index.php?option=com_k2&view=item&id=4363:futuro-de-la-educacion-tecnica-y-tecnologica&Itemid=256

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