Page 4 of 5
1 2 3 4 5

Carta a los movimientos populares

Carlos Ayala Ramírez

Hace unas semanas se realizó en la ciudad de Modesto, California, el IV Encuentro Regional de Movimientos Populares, que lucha por las tres “t”: “tierra, techo y trabajo”. Asistieron más de 600 delegados de 12 países; entre ellos, El Salvador, Guatemala y México. En el Encuentro se incluyeron dos temas que preocupan al país huésped: la inmigración y el racismo. El papa Francisco, quien tiene gran estima y esperanza en esta fuerza ciudadana popular, envió una carta a los participantes, de la cual queremos destacar su carácter y contenido.

Sus primeras palabras son de alegría y elogio al ver el trabajo conjunto que realizan estos grupos por la causa de la justicia social. En esta línea, expresa su deseo de que “en todas las diócesis se contagie esta energía constructiva, que tiende puentes entre los pueblos y las personas, puentes capaces de atravesar los muros de la exclusión, la indiferencia, el racismo y la intolerancia”. En la misiva se recuerda que la mayoría de hombres y mujeres de nuestro tiempo vive precariamente el día a día. Esto como consecuencia de un sistema en crisis “que causa enormes sufrimientos a la familia humana, atacando al mismo tiempo la dignidad de las personas y nuestra Casa Común para sostener la tiranía invisible del dinero que solo garantiza los privilegios de unos pocos”.

Frente a la realidad destructiva del sistema, el mensaje del papa destaca lo decisivo que es la participación protagónica de los pueblos al momento de los análisis y propuestas sobre los principales problemas que les afectan. En este sentido, la epístola hace dos llamados. Primero, a estar atentos a los signos de los tiempos, “ya que algunas realidades del mundo presente, si no son bien resueltas, pueden desencadenar procesos de deshumanización difíciles de revertir más adelante”. Y segundo, a no quedarnos “paralizados por el miedo, pero tampoco quedar aprisionados en el conflicto. Hay que reconocer el peligro, pero también la oportunidad que cada crisis supone para avanzar hacia una síntesis superadora”.

Y en la línea de conseguir una síntesis superadora que despierte a la verdadera humanidad, el papa remite a un principio radicalmente novedoso, presente en la parábola del buen samaritano, que resume el corazón mismo del Evangelio: la opción por la projimidad. Y lo explica así: “Hoy resuena en nuestros oídos la pregunta que el abogado le hace a Jesús en el Evangelio de Lucas: ‘¿Y quién es mi prójimo?’. ¿Quién es aquel al cual se debe amar como a sí mismo? […] ¿serán mis parientes? ¿mis connacionales? ¿aquellos de mi misma religión?”. Son estas las preguntas de alguien al que solo le interesa saber a quién amar y a quién puede excluir de su amor. El texto examinado en la carta constituye todo un itinerario para la acción organizada que surge ante el sufrimiento ajeno.

La parábola elige bien a los personajes: dos profesionales del templo (un sacerdote y un levita) y un hereje a quien cualquier judío piadoso debía evitar (el samaritano). “En el camino de Jerusalén a Jericó, el sacerdote y el levita se encuentran con un hombre moribundo, que los ladrones han asaltado, robado, apaleado y abandonado […] ambos pasan de largo sin detenerse. Tenían prisa”. La parábola comienza ejemplificando una realidad que puede darse en un mundo deshumanizado: la indiferencia ante el sufrimiento ajeno. Esto ocurre, según Francisco, en la sociedad actual. En ella, “se mira al que sufre sin tocarlo, se lo televisa en directo […], pero no se hace nada sistemático para sanar las heridas sociales ni enfrentar las estructuras que dejan a tantos hermanos tirados en el camino”.

Frente a cualquier ser humano abatido por el empobrecimiento, la violencia o la desesperanza, la parábola plantea que solo hay una manera de “ser humano”. Y no es la del sacerdote o el levita, que ven al necesitado y dan un rodeo, sino la del samaritano: “Aquel sobre quien nadie habría apostado nada […], cuando vio al hombre herido, no pasó de largo como los otros dos, que estaban relacionados con el Templo, sino ‘lo vio y se conmovió’ […], venda las heridas de aquel hombre, lo lleva a un albergue, lo cuida personalmente, provee a su asistencia”. El ejemplo del samaritano compasivo, entonces, es presentado por el papa como el referente ineludible de movimientos e instituciones dedicadas a la consecución de la justicia para el pobre.

Finalmente, el papa pide a los movimientos populares firmeza para enfrentar dos realidades. La primera la formula así: “La crisis ecológica es real”. Por tanto, exhorta a defender la creación, a no desoír la voz de la ciencia ni la de la naturaleza. La segunda: “Ningún pueblo es criminal y ninguna religión es terrorista”. En consecuencia, “no existe el terrorismo cristiano, no existe el terrorismo judío y no existe el terrorismo islámico […] Ningún pueblo es criminal o narcotraficante o violento […]. Hay personas fundamentalistas y violentas en todos los pueblos y religiones, que […] se fortalecen con las generalizaciones intolerantes, se alimentan del odio y la xenofobia”.

Destinatarios de esta carta pueden considerarse, con toda propiedad, las personas y organizaciones que en El Salvador exigen se apruebe una ley que prohíba la minería metálica. Como se sabe, la defensa del medioambiente, el derecho al agua y el freno a la explotación minera son banderas del movimiento social salvadoreño.

Fuente del articulo: http://www.uca.edu.sv/noticias/texto-4649

Fuente de la imagen: http://files.montse-serrano.webnode.es/200000894-a4755a56f6/mov-populares_560x280.jpg

Comparte este contenido:

¿Dónde están los sindicatos?

Por: Vicente Berenguer
Desde hace tiempo estamos sufriendo en el mundo un proceso general y progresivo de empobrecimiento. Los trabajadores cada día perciben menores salarios recibiendo muchos de ellos remuneraciones que rayan la esclavitud. La situación como decimos se prolonga ya en el tiempo pero sin embargo no solemos ver actuaciones de los oficialmente representantes de los trabajadores, ni tan siquiera a modo de presencia en los medios: ¿Dónde están los grandes sindicatos? Además de todo esto habría que sumar los millones de trabajadores desempleados, gran parte de los cuales nunca podrá reincorporarse ya al mercado laboral. Seguimos preguntando: ¿dónde están los representantes de los trabajadores? Vemos todo tipo de tertulianos en las televisiones y personas de profesiones varias debatiendo o manifestándose en los medios: economistas, políticos, periodistas, sociólogos, bufones y también payasos (con todos los respetos hacia la tan noble profesión de hacer reír), ¿y dónde están los sindicalistas?

Los grandes sindicatos, en efecto, ni están ni se les espera. A los sumo vemos cada ciertos meses -o ya casi que podríamos decir: años- una aparición pública de algún líder sindical generalmente para afirmar trivialidades. Parece que ya ni se molestan en cumplir su principal acometido, canalizar la indignación de los trabajadores -indignación que por otra parte se ha ido diluyendo como un azucarillo-; ya casi que ni se esfuerzan en escenificar una representación que a muchos nos parece que no es tal; sencillamente y usando terminología telefónica: están apagados o fuera de cobertura.

No sabemos dónde están los sindicatos pero pese a ello la verdadera fuerza de un país sigue siendo la actividad del trabajador: es la energía que puede llevar adelante a una nación o puede paralizarla, es el motor que mueve a un estado pero también la fuerza que puede “golpear” a las élites y a sus planes de empobrecimiento global. Son, ciertamente, los que pueden plantar cara y decir “basta”, y no precisamente con las huelgas que tanto gustan a la patronal y a los sindicatos oficiales (un día de huelga a cada dos o tres años y todos a casa) sino con verdaderas medidas de presión efectivas y si es necesario indefinidas -y por supuesto siempre pacíficas- que bien están al alcance de la mano de los trabajadores. Pero claro está, que para que la fuerza del trabajador pueda ser influyente y pueda ayudar a revertir la actual situación de injusticia salarial y las diferencias sociales cada vez más acuciantes se requiere de unión, organización y lucha, pero no habrá ninguna de las tres en tanto que estemos bajo el paraguas de unos sindicatos que en lugar de promover la lucha de los trabajadores promueve su parálisis.

No, y como se podría decir de una buena parte de políticos, no nos pueden representar unos sindicatos o unos líderes que no pongan constantemente el “grito en el cielo” por el creciente empobrecimiento de los trabajadores; no pueden ser representantes unas organizaciones que no se empeñen en concienciar de que las condiciones laborales cada vez son más penosas, que las injusticias y las desigualdades sociales son cada vez mayores y que es necesario por tanto mantener una lucha efectiva que pueda ser una verdadera arma de presión. No nos deberían representar aquellos que en lugar de despertar conciencias las adormecen, aquellos que en lugar de plantear debates sobre las posibilidades contestatarias que tiene el trabajador -que en realidad son muchas- hagan los debates inexistentes.

Porque si entendemos por “sindicatos” aquellas organizaciones que defienden los intereses de los trabajadores frente a los intereses de las élites preguntamos de nuevo: ¿dónde están los sindicatos?, o quizás podríamos plantearlo de una manera mejor: ¿existen?

*Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=224204&titular=%BFd%F3nde-est%E1n-los-sindicatos?-

Comparte este contenido:

Las Etapas Geopolíticas del Pensamiento Político Latinoamericano

Por: Miguel Ángel Barrios. 

La búsqueda de la  identidad a  través de la formulación de un discurso propio que tienda a romper los lazos de las dependencias y la realización histórica de lograr un Estado integrado de la Nación Latinoamericana , a través de la marcha y lucha política hacia la unidad, resulta ser el paradigma del pensamiento político latinoamericano.

La estructuración de las ideas políticas en América Latina no es otra cosa que la permanente pesquisa por encontrar la identidad y la originalidad de los procesos políticos. Tradicionalmente se ha indagado acerca de las influencias de las ideas europeas en los pensadores y hombres de acción latinoamericanos. Es indudable que el liberalismo -en las guerras de la independencia-, el positivismo -en la formación de los Estados oligárquicos agromineroexportadores- , y las ideas anarquistas y socialistas -en las luchas sociales del siglo XX- han ejercido particular gravitación en el discurso político latinoamericano.

El planteamiento de un posible dilema en la metodología de la acción política latinoamericana, para producir los cambios que las situaciones de pobreza e injusticia lo requerían: Reforma o Revolución, ha ocupado, también, gran parte de la reflexión política en las décadas recientes.

Pero de lo que se trata en esta nota, es nuestra preocupación por focalizar, estudiar e investigar, lo que puede tener de original e identificatorio el pensamiento político latinoamericano. Porque consideramos que en este “orden” multipolar naciente e incierto del siglo XXI, el único camino solido es un pensamiento político de la integración que tenga como finalidad materializar un estado continental industrial.

En este sentido, con el fin de ser lo más sencillo y didáctico, que no resulta fácil ni para el que escribe y menos para el lector, resaltaremos los siguientes momentos de un Pensamiento Político Latinoamericano, de acuerdo a las diversas etapas geopolíticas:

A) El proyecto político liberador

Las ideas que surgen con motivo de las independencias latinoamericanas en el siglo XIX, y teniendo como antecedente la Carta a los españoles americanos del jesuita peruano Juan Pablo Vizcardo y Guzmán en 1792, que para nosotros -como sostuvimos en numerosas oportunidades- constituye la partida de nacimiento del pensamiento político latinoamericano, al plantear por primera vez, que somos una misma Patria-. Y en singular, aquellos que trataron de profundizar las ideas liberadoras, llevándolas al plano social. Destacan aquí: el pensamiento de Simón Bolívar y Simón Rodríguez, la acción de San Martin, la concepción revolucionaria de Monteagudo y la acción político-social de Morelos. Aclaramos que existen muchos más, pero se trata de un bosquejo.

B) La idea de la Confederación

Representada por la meta de la unidad continental. Los proyectos de Confederación de Simón Bolívar o la idea de unión centroamericana de Morazán, podrían ejemplificar el peculiar desarrollo del pensamiento en esta etapa.

C) Las ideas de resistencia a los imperios

La conciencia antiimperialista surge con fuerza entre las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del siglo XX: el cubano José Martí y el argentino Manuel Ugarte, podrían ser los pensadores símbolos-reiteramos en este bosquejo- que asumirían las ideas antiimperialistas con la meta de la unidad latinoamericana.

D) El pensamiento interpretador de la realidad latinoamericana

La máxima expresión serían los peruanos José Carlos Mariátegui y Víctor Raúl Haya de la Torre. Desde distintos marcos ideológicos, existen en ambos pensadores esfuerzos gigantescos por realizar una interpretación original de la realidad de la región.

E) Las ideas que surgen como consecuencia de la acción política de los líderes populares

Se trata de líderes populares con signos ideológicos populares nacionales o socialistas, pero con el común denominador de representar intentos -algunos más limitados-de resistencia nacional o modelos de organización política y económica autónoma. Podrían ser los casos de Sandino, Perón, Vargas, Cárdenas, Velasco Alvarado, por nombrar los más significativos. Por supuesto faltan muchos más.

F) Las ideas de los movimientos nacionales populares

Las grandes revoluciones latinoamericanas -la mexicana y la bolivariana-, los movimientos nacionales-populares -como el aprismo, peronismo, varguismo- y los mismos movimientos sociales de base o de reivindicaciones especificas han producido un caudal de ideas y de cultura política que no están lo suficientemente valoradas, estudiadas y sistematizadas.

En esta etapa se consolida el continentalismo de Juan Perón que lo convierten en el primer teórico y político de un realismo liberacionista a partir del núcleo geopolítico del Nuevo ABC -Argentina, Brasil y Chile-como núcleo básico de aglutinación para un Estado continental.

G) La etapa de los movimientos nacionales posconsenso de Washington que materializan el ensamblamiento del Mercosur, la Unasur y la CELAC, simbolizada por Hugo Chávez, Lula, Néstor y Cristina Kirchner, Evo Morales, Correa y Mujica -por nombrar a los más reconocidos-.

También para enriquecer e indagar el pensamiento político latinoamericano, se hace preciso tener en cuenta:

-el estudio de la obra y escritos de aquellos pensadores que desde el campo de lo nacional, han producido ideas significativas en algunos de los momentos históricos citados anteriormente.

-es indispensable investigar a la producción de ideas en relación a los Estados Nacionales y las organizaciones intermedias.

-en un estudio pormenorizado del pensamiento político latinoamericano, se hace necesario llegar al nivel de la producción de una cultura por parte de los movimientos populares de la región. Existen símbolos, mitos, creencias, valores, costumbres, festividades, procesiones, folklore, que conforman una verdadera cultura política en la región.

-a los escritos, discursos y obras de los pensadores que interese estudiarlos, habría que relacionarlo con la época que vivió, la estructura productiva del país en ese momento, el tejido social de donde emerge y su articulación con los movimientos culturales de la época.

-Un último nivel, lo constituye la generación de ideas relacionados con los poderes locales o regiones de fuerte solidez territorial.

Todo este movimiento de las etapas geopolíticas del pensamiento latinoamericano conduce a retomar la indagación. El objetivo es redescubrir el ser latinoamericano, por medio del reconocimiento de la dependencia.

Podemos sintetizar que las variables del pensamiento político latinoamericano son:

-La defensa del Estado en favor de los sectores más desfavorecidos

-La defensa de la Soberanía Nacional a escala continental suramericana y latinoamericana

-La búsqueda de la satisfacción de las necesidades básicas para las mayorías

-El carácter nacional-popular y por lo tanto anti oligárquico

-La democracia económica y social que amplía la democracia formal.

América Latina es un todo que no sabe totalizarse. Únicamente un pensamiento político de la integración conlleva a una ciudadanía regional en serio, para afrontar tal vez la etapa más difícil de nuestra historia.

El dilema será Patria Grande o la nada.

Fuente: http://www.alainet.org/es/articulo/183544

Fotografía: Alai

Comparte este contenido:

Brasil: Centrales sindicales y movimientos populares convocan acciones contra Temer

Además de la Marcha de la Conciencia Negra, el 20 de noviembre, sindicatos organizan nueva paralización general

Brasil de Fato

Las centrales sindicales y los movimientos populares organizan para este mes de noviembre una serie de actos contra los retrocesos del gobierno no electo de Michel Temer. Después de las acciones en todo el país del último viernes (11), las centrales promueven un nuevo Día Nacional de Lucha por Derechos, el 25 de noviembre.

También se programan  manifestaciones en el Día de la Conciencia Negra, el  20 de noviembre, y una actividad encabezada por el movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) contra la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) 55 – que plantea suspender las inversiones públicas en áreas como salud y educación por los próximos 20 años –, el día 27 de noviembre.

El coordinador nacional del MTST, Guilherme Boulos, destaca que las paralizaciones del último viernes (11) fueron sólo el comienzo de la presión que los trabajadores harán contra el gobierno ilegítimo.

“Para aquellos que creían que no había resistencia, en la mañana de hoy (viernes, 11) hubo grandes luchas en todo el país. Eso es sólo el comienzo. El día 20 de noviembre, negros y negras realizaran más manifestaciones, y el día 17 el gran acto contra la ‘PEC del Fin del Mundo’”, afirmó Boulos refiriéndose a la PEC 55.

Conciencia Negra

El 20 se realizará la 13º Marcha de la Conciencia Negra. En São Paulo el acto se llevará a cabo en la terraza del Museo de Arte de São Paulo, en la Avenida Paulista.

Según una nota, la organización de la Marcha destaca la preocupación con la “creciente ola conservadora en Brasil, de contenido racista, misógino, clasista y fascista, con fuerte impacto en São Paulo, amenazando los derechos conquistados”.

Además, se agrega en la nota, que “el gobierno golpista de Temer tiene como principal objetivo implementar un programa neoliberal, contrario a la democracia y a las recientes conquistas de la clase trabajadora y de la población negra”.

Día Nacional de Paralización

Las centrales sindicales y los movimientos populares evaluaron como positivas las paralizaciones realizadas en al menos 19 estados de Brasil, el último 11 de noviembre. Y ya están programando un nuevo día de paralización y movilizaciones para el 25 de noviembre.

Según el presidente de la Central Única de los Trabajadores (CUT), Vagner Freitas, los medios de comunicación “estaban locos por decir que nosotros no tenemos representatividad y, por eso, no hacemos una huelga general”, dijo. “Yo creo que la huelga general invierte el timing de la Reforma del sistema de seguridad social que Temer está proponiendo, ya que este es uno de los temas más inflamables para nosotras, trabajadores y trabajadoras”, apuntó Vagner.

La Fuerza Sindical, en su portal oficial, convoca a la clase trabajadora para el acto del día 25 de noviembre, en conjunto con las demás centrales sindicales. La entidad recuerda que “la clase trabajadora está cargando un fardo muy pesado en esta crisis, con 12 millones de desempleados”. Las consecuencias, según Fuerza Sindical, “son crueles”. “Reducción del consumo, altos intereses, disminución de la producción y de los empleos”, afirma la nota pública.

Traducción: María Julia Giménez

Fuente: https://www.brasildefato.com.br/2016/11/15/centrales-sindicales-y-movimientos-populares-de-brasil-convocan-a-actos-contra-temer/

Comparte este contenido:

Libro: América Latina. Los derechos y las prácticas ciudadanas a la luz de los movimientos populares

Margarita Favela Gavia. Diana Guillén. [Coordinadoras]

Margarita Favela Gavia. Diana Guillén. Lucio Oliver Costilla. Adelita Neto Carleial. Elza Maria Franco Braga. Carlos Figueroa Ibarra. Octavio H. Moreno. Fabiola Escárzaga. Dunia Mokrani Chávez. Luis Fernando Mack. Máximo Ba Tiul. Ivonne Solórzano. Alejandro Álvarez Martínez. [Autores de Capítulo]
…………………………………………………………………………
Colección Grupos de Trabajo.
ISBN 978-987-1543-20-5
CLACSO.
Buenos Aires.
Agosto de 2009

 

A partir, fundamentalmente, de los análisis de caso y los datos que ha sistematizado el Observatorio Social de América Latina (OSAL), nuestra propuesta gira en torno a dos preguntas centrales: ¿qué características presenta la noción de ciudadanía en las luchas sociales latinoamericanas recientes?, y ¿qué importancia adquiere dicha dimensión para la consecución de un propósito democrático? Buscando responder ambas, hemos dividido la exposición en tres apartados. En el primero se exploran los elementos que han favorecido el reposicionamiento de la noción de ciudadanía, dentro del horizonte y discurso de las movilizaciones que a partir del año 2000 han aparecido en distintos puntos del subcontinente. En el segundo, se examinan las características más relevantes que desde nuestro punto de vista hilvanan su diversidad. Y, finalmente, en el último se desarrollan las razones por las cuales consideramos que la noción de ciudadanía ocupa un lugar estratégico en la lucha social latinoamericana de este inicio de milenio-
Descarga libre       gavia   Los derechos y las prácticas ciudadanas a la luz de los movimientos populares
Fuente:
http://www.clacso.org.ar/librerialatinoamericana/buscar_libro_detalle.php?campo=titulo&texto=america&id_libro=177
Fuente imagen:
https://lh3.googleusercontent.com/-DTWCO8IVND-yUL3BPCQjhiUhzlQE990TYh1PsDNdl2WTy8xQo5GG8xekWZsBqZh1VtuXHA=s85
Comparte este contenido:

Los ríos del feminismo popular

Claudia Korol

El cuerpo de las mujeres es blanco privilegiado de las políticas colonialistas contra las que el continente latinoamericano intenta rebelarse, espasmódica pero tenazmente. Y los feminismos surgen dentro del corazón de los movimientos sociales y políticos recordando que no hay emancipación, no hay revolución posible sin desafiar también las reglas del patriarcado no sólo desde la teoría sino desde la práctica, en cada territorio, en cada comunidad. En el XXX Encuentro Nacional de Mujeres, los feminismos latinoamericanos tuvieron su protagonismo en charlas a cielo abierto que escucharon miles. Aquí, algunas experiencias, de Venezuela a Paraguay, de México a Colombia, corrientes feministas que fluyen con más fuerza que los ríos

“Cuando te pregunto que por qué te llamas feminista / qué entiendes tú de la palabra esa en esta provincia escondida / tú me dices que te imaginas que tal vez, que ha de ser/ como cuando hay sed en este pueblo./ Cuando las mujeres acarrean las cubetas de agua / se ayudan todas, todas juntas todos los días/ por el mismo camino”. Patricia Karina Vergara. Poeta feminista lesbiana de México.

Entre los ríos del feminismo que recorren Nuestra América, vienen fluyendo los del feminismo popular, que tienen sus fuentes en movimientos indígenas, campesinos, populares, que han venido protagonizando rebeldías frente al capitalismo colonial y patriarcal.

Son ríos que arrastran en su caudal piedras, algas, ramas caídas de árboles vecinos, donde por momentos parece enredarse y perder su fuerza, pero son parte de su color, de su identidad, de su movimiento. Son ríos que a veces confluyen creando una playa donde las olas van y vienen con memoria de luchas ancestrales, frente a los patriarcas conquistadores y colonizadores de todos los tiempos, que impusieron violentamente su “civilización”, sus religiones, saqueando para la corona ayer, y para las corporaciones hoy.

Son ríos convulsionados por las revoluciones que intentan los pueblos, por la sinuosidad de las búsquedas transformadoras, por las caídas que esos esfuerzos sufren, que a veces parecen interrumpir el sueño colectivo, pero que son momentos de los que las aguas regresan con mayor fuerza. Van y vienen en su recorrido, buscando andar al ritmo y en el vaivén de las mujeres del pueblo.

Uno de esos ríos que fluyen en el corazón del continente, es el que constituyen las mujeres, lesbianas, bisexuales, trans, travestis, que forman en Venezuela la “Escuela de Feminismo Popular, Identidades y Sexualidades revolucionarias”. Participando de su tercer encuentro nacional, tengo la oportunidad de dialogar con sus integrantes sobre los colores y sabores de ese feminismo popular. Lela Melero dice: “Lo llamamos feminismo popular, porque queremos diferenciarnos de un feminismo de derecha, elitesco, blanco, europeo, académico; que ha tributado a la lucha de las mujeres, pero desde una acera en donde nosotras no nos reconocemos. Es popular, porque es desde la comunidad, desde los sectores más marginados, desde las mujeres negras, pobres, que cuestionan la opresión desde la opresión y no desde un aula. Un feminismo que construye identidad y reivindica lo popular, pero lo cuestiona también, porque no todo lo popular es bueno. Es un feminismo con una identidad crítica, y crítica de sí mimo también”. Lela explica desde su experiencia: “La revolución bolivariana hizo un vuelco de 360º en la vida de mi barrio, de los sectores más marginados del país. Nos sacó a las mujeres de lo privado. Las mujeres en la vida popular nos hemos politizado. El tiempo libre se ocupó en el tiempo colectivo, del trabajo y del activismo, en la vida comunal, pero tenemos las dificultades propias de una sociedad en la que todavía es difícil participar. En el andar nos hemos dado cuenta que el feminismo debe ser sexo género diverso. Al ser una propuesta disidente, incluye a esas subjetividades”. Carmen Lepage agrega: “Nosotras vamos pendientes de quienes están en la base de la revolución chavista. Ahí queremos debatir, formarnos, y construir una vaina que está en tránsito, en construcción. No estamos pendientes de quienes ya tienen sus privilegios sólidos”.

Yolanda Saldarriaga, también aporta al paisaje de este río:

“Este feminismo popular, no se preocupa por crear categorías complicadas sino por hacer trabajo concreto en el territorio, y de aprender unas de las otras. Nos acompañamos de manera amorosa, afectiva. Desde la experiencia de educación popular, hemos venido creando la escuela de feminismo popular, un proceso organizativo que articula colectivos, organizaciones mixtas o de mujeres, de sexo-género diversidad, que pensamos que el feminismo que necesita el chavismo, el proceso revolucionario, es un feminismo del pueblo”.

Ellas recuerdan que fue Hugo Chávez, el primer presidente latinoamericano en asumirse como feminista. En el Encuentro de los presidentes y los Movimientos Sociales del ALBA, realizado en el Foro Social Mundial de Belen do Pará, en el año 2009, sorprendiendo incluso a las propias feministas Hugo Chávez expresaba: “Yo fui evolucionando en mi pensamiento. Yo ahora me he declarado feminista. Soy feminista. Y digo más. Creo con todo respeto, que un verdadero socialista, tiene que ser, feminista.”

La propuesta central del feminismo popular, en Venezuela, es la de creación de las comunas antipatriarcales, que inventan modalidades de poder popular, en las que el pueblo organizado autogestiona tanto el plano de la producción como de la reproducción de la vida (ver recuadro).

Un feminismo para defender la paz

En nuestro continente, el capitalismo héteropatriarcal y colonial, se ha impuesto violentamente a través de genocidios, guerras, invasiones, golpes de estado. Los cuerpos de las mujeres han sido un blanco principal de esas políticas. La feminista colombiana Paola Salgado Piedrahita, integrante del Congreso de los Pueblos, fue encarcelada junto a doce compañeros/as de su movimiento, en lo que es considerado un “falso positivo judicial” (lo que en Argentina se considera una “causa armada”). En el marco de su participación en la mesa de Feministas Latinoamericanas en Resistencia realizada en la Plaza de las Acciones Feministas en el Encuentro Nacional de Mujeres, Paola reflexionaba: “Somos trece mujeres y varones acusados en este juicio mediático como terroristas y rebeldes, pero la cara visible de alguna manera ha sido el rostro de una mujer feminista, acusada de ser “abortera”, “asesina de niños”, y que ahora “pone bombas en la capital”. No es gratuita la mediatización del cuerpo y la imagen de las mujeres, para seguir vendiendo la idea de que el enemigo está en cualquier lado, que puede tener rostro de mujer. Se acusa a través de este juicio, y se pone bajo sospecha, a las mujeres que se paran para decirle al Estado sus cuantas verdades, a las que defienden a otras mujeres que reclaman sus derechos, específicamente a las que defienden el derecho a abortar en condiciones legales y seguras. Una de las formas de estigmatizar al movimiento social ha sido ligarlo a la lucha armada, creando una excusa para luego ser encarcelados, asesinados, o desaparecidos. Este proceso también apunta a estigmatizar a los movimientos de mujeres, para neutralizar las denuncias de las mujeres que han sido victimizadas por la violencia sexual en el marco del conflicto armado, por parte de los grupos paramilitares y por parte de las fuerzas militares del Estado”.

Carolina Pineda, del Congreso de los Pueblos, recuerda a su vez que “la militarización del territorio afecta a las mujeres, incrementa la violencia sexual. Hace poco tiempo salió el caso de los militares norteamericanos que violaron a muchas niñas. La presencia de los batallones en cada una de las regiones, lleva a que se fragmenten los vínculos sociales, familiares, pero sobre todo los de las mujeres jóvenes. Las niñas son abusadas sexualmente, se dan muchos casos de embarazos no deseados, de abortos, de una situación alterada por la presencia de los militares”. Agrega Paola que “si bien es cierto que el cuerpo de las mujeres se utiliza como instrumento y como botín de guerra, el control del territorio por parte del Estado a partir de las fuerzas militares y paramilitares, también exacerba las formas de control sobre la vida cotidiana de las mujeres, para mantener un statu quo sobre los estereotipos y los roles de género, la sexualización dual de la sociedad. Hay una regularización de la vida alrededor de los códigos de conducta, de vestimenta, y los tipos de castigo que sufren las mujeres al eludir esa normalización de la vida”.

Marieta Toro, de Marcha Patriótica, refuerza con datos precisos el alcance de esta guerra. “Sesenta años de guerra del Estado Terrorista colombiano contra el pueblo, han dejado hasta el momento más de seis millones de desplazados y desplazadas, de las cuales más del 70% son mujeres, niños y niñas, más de 250 mil asesinados/as, más de 200 000 desaparecidos/as. Hay en las cárceles 9500 presos y presas políticas que siguen resistiendo, y que le dicen a ese Estado que no van a poder con nosotros y nosotras. Las mujeres colombianas dijimos que no parimos más hijos e hijas para la guerra”.

En México, la guerra no fue declarada, pero ahí está. Mónica Mexicano, de la Asamblea de Mexicanxs en Argentina, nos dice: “Cada 3 horas y 25 minutos muere asfixiada, violada, pateada, quemada, mutilada, apuñalada, envenenada, con los huesos rotos o balaceada, una mujer. En las últimas tres décadas, hay más de 40.000 mujeres muertas. Estamos hablando, en menos de diez años, de 80.000 personas desaparecidas, de 200.000 asesinadas, de más de 300.000 personas desplazadas en México, y de una cantidad indeterminadas de comunidades indígenas que han quedado como fantasmas. Nuestra lucha es por la vida, por cuidar y defender nuestros cuerpos y territorios. Una de las experiencias es la de las mujeres de Ostula, que participan de las autodefensas para evitar ser víctimas del narcotráfico, del terrorismo de estado, y de los feminicidios y de los crímenes contra las mujeres. El Estado mexicano nos quiere hacer creer que los responsables son el crimen organizado, el narcotráfico. Pero no es cierto. Lo que está pasando es una complicidad directa entre el Estado y los narcos, porque tienen los mismos intereses. Quieren nuestros territorios y los quieren sin nosotrxs. Quieren apropiarse de nuestros bienes. Por eso en México las feministas, las mujeres organizadas en nuestras comunidades y pueblos decimos: frente a la violencia, organización y autodefensa”.

Ni golpes de Estado ni golpes a las mujeres

Los ríos del feminismo popular parecen salirse de su cauce en las honduras del continente. Sin embargo, en esas experiencias, el vértigo del precipicio detona una fuerza incontenible de mujeres de pueblo. La memoria del agua, se hace de muchos afluentes. Laura Zuniga es hija de Berta Cáceres, líder del COPINH (Consejo de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras), una de las mujeres emblemáticas en la resistencia al golpe de estado, y en la lucha contra las políticas extractivistas, en particular en los últimos años en la defensa que el pueblo lenca está realizando del Río Gualcarque, frente a los intentos de la empresa china, Sinohydro, y de DESA, una empresa del estado hondureño, de represarlo. Berta Cáceres ha venido sufriendo persecuciones, cárcel, judicialización, agresiones patriarcales. Ella se levanta de cada golpe, y es parte del feminismo indígena que nos enseña que nuestros ríos, como nuestros cuerpos y territorios, tienen que ser defendidos ante las políticas colonizadoras y patriarcales. Laura trae el mensaje de Berta, denunciando que una vez más están sufriendo como pueblo lenca la persecución de sus comunidades. En Río Grande se intenta instalar una represa, contra la voluntad de la comunidad y de las mujeres que cuidan y defienden la vida.

Daniela Galindo es joven, feminista, también hondureña. Denuncia al Estado patriarcal nacido del golpe de estado, en primera persona: “A partir del golpe de estado se prohibió la pastilla del día después. Es el único país latinoamericano en el que están prohibidas las PAE (Píldoras Anticonceptivas de Emergencia). Las feministas luchamos por nuestro derecho a decidir sobre nuestros cuerpos”. Toma aire y exclama: “Yo acuso al Estado patriarcal, de que la mayoría de mis amigas y yo hemos sufrido violencia sexual de niñas. Yo, desde los nueve años, y por dos años consecutivos, sufrí violencia sexual por parte de mi padrastro. Esos crímenes son parte de la violencia patriarcal. También quiero hablar de la campaña que estamos haciendo contra el abuso doméstico que se llama “Somos Trabajadoras” y la consigna es “Ni gatas, ni nachas, ni tus muchachas”… Mi madre salió del campo cuando tenía diez años, para trabajar. Se encontró con un montón de hombres que abusaron de ella. Fue la “puta” de la familia. La mujer que trajo cuatro hijas mujeres, todas de diferentes padres. A la que recriminaron y pusieron aparte. Eso es el patriarcado y así son las políticas de muerte en Honduras. Pero también estamos las mujeres, las feministas, que nos organizamos y hemos creado esa hermosa consigna: “Ni golpes de estado, ni golpes a las mujeres”, que seguimos levantando como síntesis de nuestras luchas.

El control de nuestros cuerpos

Silvia Ribeiro, investigadora uruguaya residente en México, integrante del grupo ETC, recorre el continente dialogando con las y los integrantes de Vía Campesina, y de comunidades indígenas. Es parte de procesos de educación popular, de comunicación popular, de diálogo de saberes, de investigación y creación de redes de luchas populares.

En la mesa de Feministas Latinoamericanas comparte sus reflexiones: “Quiero hablar de otra invisibilización que nos resulta difícil de percibir. La agricultura y la alimentación, siempre han estado en el área de creación de las mujeres. Desde Monsanto hasta los grandes supermercados, quieren apoderarse de nuestros cuerpos, a través de la alimentación y de la corporativización de la agricultura. Tratan que no esté en manos de las comunidades, de las poblaciones, de las mujeres. Con la invasión de los transgénicos, se han hecho pruebas a mujeres en lactancia en Estados Unidos y Brasil, y el 100% de las mujeres muestreadas en zonas de soja tienen residuos de glifosato en la leche materna. Hace poco se hicieron pruebas -acá en Mar del Plata las hizo BIOS-, y el 90% de los muestreados tiene residuos de agrotóxicos en la orina. Los problemas más graves de salud que hay en nuestra sociedad: cánceres, diabetes, obesidad, hipertensión, cardiovasculares, están relacionados a un sistema de agricultura con transgénicos, y a una alimentación basada en eso”.

También Fátima González, joven integrante de CONAMURI (Coordinadora Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas) de Paraguay, denuncia el peso que tienen las corporaciones no sólo en la supresión de la soberanía sobre cuerpos y territorios, sino sobre la propia soberanía política. En el 2012, el golpe de estado que derrocó a Fernando Lugo, tuvo entre sus inspiradores a corporaciones como Monsanto y Río Tinto. Dice Fátima: “El gobierno de Horacio Cartes es fruto de un golpe de estado de las transnacionales, que arrancó con una masacre que mató a once compañeros que estaban luchando por el derecho a la tierra. Las tierras de Marina Cue, en Curuguaty, son del Estado paraguayo. Deberían estar destinadas a la Reforma Agraria, para producir alimentos sanos. Pero el estado paraguayo asesinó a los compañeros, y los desalojó, para destinar esas tierras a la soja de Monsanto, esa transnacional que nos mata, nos envenena, nos expulsa de nuestros territorios y nos criminaliza. Somos feministas campesinas e indígenas, mujeres que defendemos la tierra, las semillas nativas y criollas, la soberanía alimentaria. Educamos en agroecología y la practicamos. Somos también quienes estamos resistiendo el golpe de estado, su continuismo, y les pedimos una vez más la solidaridad”.

En la Mesa Latinoamericana, convocada por la coordinación feminista de la Escuela de Derechos de los Pueblos del Abya Yala, donde confluimos diversos colectivos del feminismo comunitario y popular de Argentina, hubo otras voces. Hubo también muchos cuerpos y cantos, mucha energía fluyendo como el agua, y buscando nuevos encuentros.

Los ríos del feminismo popular se van cruzando en su recorrido con otros ríos, como los del feminismo comunitario aymara, en Bolivia, o el feminismo maya xinka en Guatemala. Por momentos confluyen, por momentos divergen. Si hay algo que representa estos esfuerzos, es esa síntesis de cuerpos y territorios que se rehacen en la acción colectiva, solidaria, en la memoria de las mujeres del pueblo, en su andar. Son ríos que nos hablan desde la historia de mujeres que se acompañan a buscar agua, a enfrentar la violencia machista, a abortar, a presentarse frente a los tribunales patriarcales. Ríos en movimiento, en movimientos, en colectivas, en comunas, en las que a pesar de las piedras, y de las grandes represas que buscan detenerlos, se sigue regando el horizonte feminista y socialista.

Fuente del articulo: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=205359

Fuente de la imagen: http://argentina.indymedia.org/uploads/2007/10/marcha_web_2.jpg

Comparte este contenido:

Autoeducarse asambleariamente y reeducar severamente al Estado con Autogestión y lucha antisistémica

Autoeducarse asambleariamente y reeducar severamente al Estado con Autogestión y lucha antisistémica

Autores: Ignacio Muñoz Cristi y Roberto Cofré Pinto/Fuente: Rebelion.org

 

Es nuestra convicción y nuestra práctica que para rebelarse y luchar

no son necesarios líderes, ni caudillos, ni mesías, ni salvadores. Para luchar

sólo se necesita un poco de vergüenza, un tanto de dignidad y mucha organización.

Subcomandante Galeano EZLN

Eso de educación popular a cargo del Estado es absolutamente inadmisible. Una cosa es determinar, por medio de una ley general, los recursos de las escuelas públicas, y otra cosa, completamente distinta, es nombrar al Estado educador del pueblo! Por el contrario, es el Estado el que necesita recibir del pueblo una educación muy severa.

Karl Marx  

Sin un embrión de poder popular no hay educación popular,

y sin semillas de educación popular, no hay ni habrá poder popular

Movimiento de Pobladores en Lucha – MPL  

Sobre el MPL y su Proyecto Histórico (1):  

Respecto a la educación popular y la autogestión de ella, en el MPL hemos entendiendo primeramente, que en el proceso mismo de involucrarnos en las luchas por la soberana producción del hábitat, estamos ya inmersos en un proceso educativo de enorme magnitud e importancia, transformándonos mutuamente en la convivencia social, descubriendo las realidades en que habitamos, compartidas por las grandes mayorías, en torno al mal vivir de la pobreza capitalista, con la consiguiente destrucción personal, social y medioambiental, siempre, para los nunca, para los sin, los nadie. Incluso pensamos, que el enfoque de educación popular autogestionario y antisistémico en torno a la constituyente producción social del hábitat, es uno de los más importantes y urgentes tipos de aprendizaje que pudiese tener por delante el mundo entero, especialmente las grandes mayorías, sean urbanas, campesinas o indígenas. En este proceso nosotras y nosotros nos hemos ido autoeducando en lo fundamental, desde los territorios, como pueblo, como clase popular oprimida y explotada, pero también como persona digna y comunidad repleta de riquezas humanas, cultura, saberes y prácticas populares. Persona y comunidad popular también auto asumida como necesario agente potencial de transformaciones democratizantes en el espacio público, plagado de opresión, explotación y discriminación.

El Movimiento de Pobladores y Pobladoras en Lucha es un movimiento urbano popular, que a través de la producción autogestionaria de ciudad y poder popular constituyente, va levantando y resguardando la semilla de un proyecto de civilización otra, no patriarcal ni capitalista, y por ahí va autoeducándose, va luchando, resistiendo y avanzando, desde, contra y sin el Estado, por abajo a la izquierda, contra los malos gobiernos y los dueños del capital transnacional, en el sendero del buen vivir hacia la vida digna, vía igualitaria, libertaria y fraternaria, abierta y orientada a las grandes mayorías y los pueblos del mundo, con sabiduría ancestral y popular.

Este 18 de julio de 2016, el MPL esté cumpliendo ya 10 años de existencia, y su proyecto revolucionario, aun teniendo que sobrevivir en la ultra periferia del sistema mundial, en la parrilla ardiente del neoliberalismo chileno, con todo en contra, incluso nuestras propias contradicciones, sigue sano, renovándose y creciendo. Para nosotras y nosotros esto significa 10 años de autogestión comunitaria y pública, 10 de educación popular y lucha de liberación, en un camino que es a la vez anti patriarcal, contra capitalista y descolonializante, que empieza por casa, comunidad, en los territorios, pero aspira a la emancipación nacional, latinoamericana y mundial. Camino de trabajadores-militantes intentando sin mapa, ir produciendo y reproduciendo otro modo de vida, una cultura y mentalidad autogestionaria, que permita cosechar autorrealización mutua y mutua emancipación social, política y económica.

En Chile, una de las sociedades más desiguales de Nuestra América, lo único que parece importar es asegurar la gobernabilidad suficiente para que el empresariado, tanto nacional y transnacional, se sienta seguro para invertir y obtener sus usuales altas tasas de ganancia. Así, la práctica cotidiana, es reprimir, cooptar e invisibilizar todo lo que vaya a contra pelo del sistema. Y si hay un movimiento social que ha sido invisibilizado y ninguneado en la historia nacional, es el de pobladores. Este libro abre una ventana a ese Chile profundo e invisible, el de las bases populares y de las y los militantes que son también productores autogestionarios de un hábitat otro. E invita a vincular estas propuestas y luchas educativas con las luchas históricas de los pobladores, tanto las de los sesentas y setentas con su construcciones de poder popular, como las vinculadas a la fuerza de los ochentas contra la dictadura.

Como es sabido, los movimientos populares se mueven, crecen y articulan en los tiempos largos de la historia, según ciclos y tendencias, a veces rápidas y visibles, otras lentas y difíciles de distinguir al mirar la esfera pública. La temporalidad histórica del movimiento de pobladores se remonta, como actor colectivo, a las luchas arrendatarias y conventilleras de comienzos de siglo XX, alcanzando su mayor desarrollo autogestionario en el periodo que va entre la toma de la victoria (1957) y la caída de la Unidad Popular (1973). Fin de ciclo, marcado por la brutalidad dictatorial que buscó desarticular a sangre y fuego el movimiento de pobladores, pero que sin embargo consiguió lo contrario, su radicalización, así, cuando comenzaron las Jornadas de Protesta Nacional de los años ochenta, que dieron al traste con la gobernabilidad que necesitaba el dictador para retener a sus inversores trasnacionales, fueron pobladores, en particular jóvenes y mujeres, quienes más audazmente se movilizaron y supieron encarar, con dolor y muchas bajas, la represión descarnada que antecedió la, nunca acabada, transición democrática. Sin embargo lo que no pudo la dictadura, lo pudieron los gobiernos de la Concertación, que entre gallos y medianoche pactaron con el diablo vendiendo el alma colectiva a las fuerzas de la derecha civil y militar, abriéndose con ello un ciclo de neoliberalismo salvaje que logró en buena medida, transformar el país, y embrutecer la conciencia de la clase popular a punta de fomentar y recompensar el individualismo , el clientelismo y el exitismo, consiguiendo, entre represión, abandono y lavado de cerebro, desintegrar hasta casi la medula el tejido social del pueblo pobre y trabajador.

Pero ahí, en la ultra periferia, la solidaridad, la alegre rebeldía y la esperanza, nunca fueron muertas, por el contrario, eran fuerzas altamente contagiosas esparciéndose por doquier, madurando, aprendiendo las lecciones de la historia, en particular la importancia de autogobernarse y autoeducarse con miras a la libración.

La Toma de Nazur (Peñalolén), en 1999, marcó la apertura de un nuevo ciclo del movimiento de pobladores, y siete años después, el 2006, nacía el MPL, que junto a la Federación Nacional de Pobladoras y Pobladores (FENAPO), fundada el fatídico día del terremoto de febrero del 2010, se han convertido hoy en día en dos de las organizaciones de pobladores más antiguas existentes. Y que al aprender de la historia y reconfigurar sus tácticas y estrategias, y a pesar del ninguneo de siempre, han devenido en una fuerza política y social que ha sabido marcar tendencia en el seno del movimiento popular.

El año 2006, cuando las fisuras del neoliberalismo chileno estaban dibujándose con cada vez más claridad, fue cuando resurge con fuerza el movimiento estudiantil en su “revolución pingüina”, y junto a ello la ingobernabilidad de las y los trabajadores, las y los pobladores y asambleas regionales. Fue el año en que con alegre rebeldía volvieron a alzar en alto el puño los sujetos populares, año en que se desafió la lógica del lucro, año en que el Partido Comunista pactó con la Concertación un contrato social cooptado y cupular, año en que, como año tras año, el capital transancional venía privatizándolo todo, y se sobrevive a pulso de crédito hasta para el pan.

2006, dos años antes que explotara una gigantesca y aún rodante recesión en la economía capitalista mundial, jóvenes pobladoras y pobladores organizados en los territorios dieron cara ante la gentrificadora retirada del Estado en la gestión de la vivienda social, decidiendo organizarse como movimiento social apuestan por la autogestión y construcción de las viviendas de sus vecinos, pero también, y más allá incluso del derecho a la ciudad, apuestan por la completa producción social del hábitat, es decir, por la construcción asamblearia de autonomía territorial, sectorial, comunitaria y nacional, que incluye la educación, la salud, el trabajo y todas las dimensiones del habitar humano, así como el uso de las herramientas de materialización política de su proyecto histórico, abriendo espacios para que la clase popular pueda ir autogobernando sus territorios asamblearia y constituyentemente según sus capacidades y necesidades.

Así nació el MPL, en Peñalolen, pero hoy, ha ido creciendo en Santiago, por San Joaquín, Renca y Pudahuel, y a comunas en otras dos regiones (Arica y Antofagasta), y como siempre, realizando constantemente proyectos comunes y ayuda mutua por diversos territorios de la periferia. En su seno, el MPL grupa alrededor de 900 familias organizadas en asambleas en torno a comités de vivienda, y a un núcleo de 50 militantes, donde todo lo realizado hasta la fecha, conjuntos habitacionales, centros educativos, cooperativas, etc., ha sido posible en un proceso de convergencia de miembros de asambleas, militantes, y colaboradores, quienes se integran diferencialmente a un proyecto común que funda y conserva la matriz identitaria del movimiento, la del Nuevo Poblador, quien construye la Nueva Población y la Nueva Ciudad, como realización actual y futura de la Vida Digna, la cual concebimos como el horizonte histórico de nuestro movimiento, un mundo de buen vivir sin patriarcado ni capitalismo.

En nuestro caminar, autoeducándonos, hemos descubierto, por un lado, la necesidad de dejar de pensar en términos de oposición reforma v/s revolución, para entender que usadas a largo plazo ambas estrategias pueden y deben ser mecanismos complementarios, y que la dinámica constituyente de poder popular levantado por los territorios se fortalece y defiende eficazmente si se lo puede articular con una herramienta de lucha estatal, en tanto esto se haga conservando la soberanía de los movimientos y asambleas, su autonomía y bienestar para las personas, comunidades, pueblos y la biosfera.

Para nosotras y nosotros la autogestión no es solo administrar recursos o producir riqueza, esa es sólo una de sus dimensiones. La autogestión es un proyecto de vida y de lucha para los que creemos que la respuesta a la crisis de la sociedad capitalista está en la población organizada. La autogestión es la manera emancipadora que tiene a la mano una comunidad organizada, para definir los asuntos vitales de su vida social, y para producir las condiciones materiales que posibiliten su existencia.

Como hemos señalado en diversas ocasiones, según el MPL la autogestión implica cuatro grandes dimensiones:

  1. El autogobierno asambleario en lo político, tanto territorial, gremial como electoral.
  2. El control económico sobre la riqueza socialmente producida.
  3. La soberanía cultural de los propios procesos de vida.
  4. La solidaridad y activo involucramiento mutuo del pueblo y entre los pueblos.

Esto implica un quiebre incluso en la manera que pensamos al ser humano, de cómo nos vemos a nosotros y nosotras mismas. Con la autogestión pasamos de una mirada sobre nuestras pobrezas y precariedades, hacia una mirada donde se resalten nuestras riquezas y potencialidades. No somos víctimas, somos luchadores/as de una nueva sociedad. Desde nuestra perspectiva la autogestión no es solo una cuestión económica, por ello ejercerla y defender su reconocimiento no es sólo para abaratar costos o construir mejores casas, sino más importante aún, la autogestión es para construir barrios organizados colectivamente, comunidades que avancen en la gestión de su hábitat de modo cooperativista, territorios donde vivamos en tiempo presente el socialismo. Desde nuestra visión, consideramos que la autogestión orientada a la realización de un socialismo autogestionario, ha de ser entendida en toda su complejidad y potencialidad, e implica la recuperación y gestión de los recursos estatales, aportados en último término por los ingresos del pueblo chileno.

De este modo el MPL ha ido complejizando la praxis autogestionaria en torno a una táctica-estrategia triple, que opera; sin, contra y desde el Estado, recuperando recursos fiscales (subsidios y subvenciones), pero también espacios decisionales desde la herramienta política que junto a otros movimientos y fuerzas de izquierda hemos implementado, el Partido Igualdad, abriendo así un sendero constituyente por abajo, que habrá de llevar décadas, trabajando en todos los frentes, buscando en último término, la desintegración del Estado burgués, de un modo paulatino, pero total. Mientras tanto hay que ir posibilitando dar a luz el embrión de un mundo otro, que habremos de ir amamantando cotidianamente contra viento y marea en un camino emancipatrorio transicional, cuyos resultados quizás ni siquiera lleguemos a vislumbrar, pero si nuestras hijas, hijos y nietos.

Toda esta praxis ha venido cristalizándose en una línea política que superó los bordes del MPL para hacerse parte de la política constitutiva de la Federación Nacional de Pobladores (FENAPO), Igualdad y La Vía Popular y de los Pueblos a la Constituyente Social. Se trata en último término, de la creación y ampliación de una Área Social (el desde), una Mesa Social (el sin), y una Constituyente Social (el contra).

En el MPL y sus coaliciones de alianza popular, todas las fuerzas anticapitalistas congregadas están luchando por expandir de facto el Área Social que arrebatan al mercado y al Estado, la cual se expresa en el conjunto de conquistas populares de vivienda, ciudad, educación, salud, trabajo, etc. Y en el camino del control social de todos los bienes comunes de un modo asambleario. La Mesa Social se activó con ocasión del acampe de la FENAPO en el Mapocho (2014), en que participaron diversos actores colectivos, como movimientos estudiantiles, sindicatos y organizaciones culturales y políticas de diversa clase, junto, por supuesto, a las y los pobladores federados. La Mesa Social llama, no al mero solidarizar sino, a unir las luchas y crear un consenso popular con dialogo e involucramiento mutuo, el cual se defiende en la Mesa y en la calle. Finalmente la Constituyente Social es el llamado a instaurar una vía popular y de los pueblos para la soberana deliberación constituyente, desde abajo, desde todas las asambleas para que “el pueblo mande”. Esta es la dimensión táctica contra el Estado, la cual no se orienta a crear meramente una nueva legislación, sino a unir las luchas populares y sus construcciones, para cambiar la correlación de fuerzas a nivel nacional, desde abajo a la izquierda.

Sobre la Política Pedagógica Autogestionaria del MPL:

La política pedagógica del MPL tiene tres dimensiones, dos informales y una formal. El primer espacio informal es el centro o fundamento desde el que se fundaron históricamente las otras dos, y consiste en concebir el proceso de producción social del hábitat, partiendo con la vivienda, como un proceso de educación permanente, el que se da en torno tanto a los requerimientos técnicos como a los cívico-asamblearios, propios del trabajo para la producción social de la vivienda, así como en torno a las luchas políticas que con el mismo fin han de librarse para lograrlo, y esto implica todo el tiempo involucrarse en las luchas de otras organizaciones hermanas, creando redes de apoyo y construcción conjunta, sean de vivienda o no, pero siempre populares y anticapitalistas. Como señala Guillermo González, militante histórico del MPL: “Aquí no se trata de entregarle a las personas la famosa llave en mano, esta es una invitación a luchar, autoeducarse y a autogestionar, invitación en torno a la cual las familias van llegando a descubrir las discriminaciones y trabas burocráticas que implica en Chile el acceso a la vivienda social, y así van llegando a ubicar también a los concretos enemigos políticos de la clase, tras esas dificultades, pero también descubren el gran potencial creativo y social que tenemos y que se potencia en la unidad de las y los que luchan. Por eso que se trata de lucha y autogestión.” En este proceso la EaGis (Entidad de Autogestión Inmobiliaria Social) del MPL, ha sido fundamental, constituyéndose no como una mera empresa o ONG, sino como una novedosa plataforma social de autoproducción y autoeducación de las asambleas del movimiento, quienes se involucran a lo largo de todo el proceso, en conjunto con los profesionales rebeldes que apoyan el trabajo de vivienda y formación.

El segundo espacio informal, también omnipresente, es aquel que concibe el horizonte vital del MPL, la Vida Digna, también como un camino de aprendizaje, en torno a la construcción relacional de la identidad del Nuevo Poblador y la militancia de nuevo tipo. Hay una forma de ser, una mentalidad y cultura autogestionaria que se espera sea aprendida en la convivencia, y que implica solidaridad, compañerismo, honestidad, responsabilidad, disciplina, autoeducación constante, y creatividad para lograr llegar a sobrevivir produciendo fuera del circuito de la mercantilización, y fuera de toda relación patriarcal de dominación, prefigurando así, hoy, utopísticamente, el horizonte del mañana. Como lo evocó acertadamente una vecina de nuestras asambleas: “El MPL para mí es un frente de lucha que representa todas mis necesidades de vida digna para todos y todas, no tan solo algo una cuestión de realización personal, que en algún minuto fue, al entrar en la organización. Fue un cambio total en mi vida po, un cambio total de conducta, de pensar, de ver las cosas, cambió todo. A como yo era antes, una persona más egoísta yo creo, una persona más no sé… conformista quizás tal vez, y ya entrando a la organización, compartiendo visiones con los compañeros y aprendiendo, porque para mí todo esto ha sido un aprendizaje constante”

Finalmente, el espacio de educación formal del MPL implica dos ámbitos, por un lado, donde se da un ejercicio continuo de ir abriendo diversos talleres, cursos y capacitaciones en los distintos territorios, y por otro, la orientación a la progresiva creación de unidades educativas permanentes (Jardín, Colegio, Diplomado, etc.), la primera de las cuales, y que funciona como herramienta jurídica de las demás es, la Corporación Educacional Poblar, a la que hoy se suma la Fundación Educacional para el Buen Vivir. Uno de los textos escritos para esta antología nos contará sobre nuestra herramienta Poblar, así que aquí no abundaremos en ello, pero enfatizaremos que a través de conjuntar el aprendizaje desde la praxis, arriba mencionado, y la creación de ciencia social popular, al servicio de los procesos de transformación y emancipación social, logramos dialécticamente “politizar la teoría y teorizar la lucha”.

Directamente vinculado a Poblar estuvieron tanto el Taller de Oficios, como el Diplomado en Movimientos Sociales Latinoamericanos y Autogestión Comunitaria. El primero ha sembrado espacios educativos que buscan capacitar y propiciar cooperativas de jóvenes y mujeres, y ha desarrollado a la fecha capacitaciones en albañilería, electricidad, diseño y producción de muebles. Por su parte el Diplomado es un ámbito formativo de corte teórico-político, el que ya va en su 6ta. versión, donde han participado más de 50 educadores nacionales e internacionales , y en el que han participado más de 250 estudiantes de los cuales 150 han sido dirigentes, delegados y o militantes de diversas organizaciones y movimientos de Chile y algunos de América Latina. Espacio el cual ha funcionado de modo completamente autónomo, autogestionado por el MPL y con el apoyo de los educadores, en parte militantes del MPL y en parte profesores universitarios con una trayectoria de investigación crítica.

También el MPL ha desarrollado una línea de educación temprana, la cual se está implementando aprovechando un nuevo tipo de establecimiento de educación comunitaria abierto por la JUNJI, los C.E.C.I. (Centro Educativo Cultural de la Infancia). Una vez más, aprovechando que el Estado abre un ámbito orientado a la empresa privada, pero en el cual el movimiento social puede insertarse y seguir construyendo poder popular, el MPL da un paso al frente y asumiendo las tensiones y contradicciones posibles, apuesta por la reformulación de la estructura institucional, abriendo posibilidades para una educación rebelde. El C.E.C.I. Epuwen (Dignidad en mapudungun), es un establecimiento, abierto a principios del 2013, bajo control del movimiento social, específicamente de las familias que habitan en la Comunidad las Araucarias (Peñalolen), primer conjunto habitacional del MPL en el que ya conviven 120 familias, y donde se construyó Epuwen. Las personas que lo dirigen y atienden son militantes del MPL y miembros de la asamblea de la comunidad.

El sentido profundo de este proyecto educativo tiene que ver tanto con brindar un espacio de educación para las nuevas generaciones del movimiento desde su más tierna infancia, centrado en las realidades culturales y políticas populares en que habitan las y los infantes, así como posibilitar espacios educativos que construyen y reconstruyan comunidad, desde el trabajo con las madres-padres, las familias y vecinos de quienes habitan en Las Araucarias, conjunto habitacional autogestionado por el MPL.

Otro espacio educativo de importancia fue el Colegio Paulo Freire del MPL, sobre el que no incluiremos un texto descriptivo, pero del que aquí hablaremos un poco y en el apéndice del libro se agregó un comunicado del 2015 sobre su lamentable situación actual. En su camino el MPL soñó tempranamente con levantar un colegio, como en Peñalolen nos fue imposible conseguir, hasta ahora, un terreno, buscamos en otras comunas hasta dar con el lugar indicado en San Miguel, donde el año 2013, el Colegio Paulo Freire del MPL, un C.E.I.A. (Centro de Educación Integral de Adultos), inició sus actividades. El MPL, siguiendo su lógica dialéctica, aceptó el reto de tomar una de las estructuras más usada en Chile para lucrar con la educación, la de colegio particular-subvencionado, y la transformó en una herramienta de educación popular autogestionaria. La primera gran diferencia es que ahí donde los privados cobran al estudiante, el colegio del MPL fue siempre gratuito. En segundo lugar, fue pensado como un establecimiento de corte cooperativista, al mismo tiempo bajo control obrero y del movimiento social, en que cada trabajador, recibía el mismo sueldo base (por hora trabajada), y las decisiones se tomaban en conjunto entre la asamblea de trabajadores (que incluía militantes del MPL) pero en línea con la política pedagógica de la comisión de educación del MPL. Se esperaba llegar a operar sin director, o hacerlo rotativamente, de modo que la asamblea de trabajadores fuera la que tomara las decisiones cotidianas en conjunto con la asamblea de estudiantes.

Nuestro Colegio nació orientado por la mencionada táctica-estrategia triple, la que subyace a la constitución de todas las unidades productivas y de servicio del MPL y a aquellas políticas, como la Concejalía Popular y el Partido Igualdad. Ahora bien, evidentemente no se pueden separar artificialmente las dinámicas sin, contra y desde, ya que en cada espacio operan las tres, solo que en cada una hay tendencias más marcadas en una u otra dirección.

En el Colegio del MPL se operó desde el Estado satisfaciendo la normatividad que este exige y aceptando de este el subsidio que le permite funcionar, operó sin el Estado en la autonomía desde la que pudo plantear su propia política pedagógica desde los vacíos en la red de poder que establece este, así como en todo lo que fueron y son las dinámicas que permitieron levantarlo sin mayores recursos económicos, y en todas las actividades autogestionarias (fiestas, peñas, etc.) que permitieron generar recursos para sostenerlo por sí mismo. Y operó contra el Estado, tanto al brindar una educación reflexiva y crítica que cuestiona los fundamentos del Estado y el sistema capitalista en general, así como abriendo espacios de formación y lucha política para sus estudiantes, como la Asamblea de Estudiantes, que en el periodo de dos años (en que se graduaron dos generaciones), bien pudo hacer gala de una autonomía poco común en los establecimientos educativos del país. Y también funcionó contra el Estado abriendo espacios que permitieron a trabajadores y estudiantes involucrarse en el devenir de las luchas populares anticapitalistas.

Como se señalaba en una presentación expositiva del Colegio, las orientaciones básicas eran: “Creemos en una educación liberadora, dirigida a re-pensar y transformar la realidad de las y los oprimidos. Una educación al servicio y de utilidad para la revolución política y social, para la emancipación de la clase y del género humano. Al mismo tiempo queremos una educación popular urbana, es decir que esté situada en la realidad de la gente, en sus condiciones territoriales y que piense su posibilidad de superación. Trabajamos desde una didáctica que apunte a: Politizar el acto educativo. Re-significar los contenidos. Situar los conocimientos y saberes en la realidad concreta de las/os estudiantes. Prefigurar nuevas relaciones sociales y formas de producción entre educadores/as y educandos/as.”

En Chile, el movimiento estudiantil ha estado luchando para conseguir educación pública gratuita y de calidad para todos. Logró instalar en la opinión pública el tema del lucro y desencadenar un proceso de politización general de diversos sectores del país. Estos grandes logros sin embargo no han derivado en la configuración de un movimiento estudiantil capaz de realizar por sí mismo las demandas que alza peticionistamente al Estado, y tampoco se lo puede considerar un movimiento antisistémico, ya que hasta hoy ha operado buscando reivindicaciones de mera reforma del sistema, no de superación dialéctica del mismo. Paradójicamente, el movimiento social más ninguneado en la historia chilena ha sido el que, precozmente, ya atravesó esa frontera, el movimiento de pobladores encarnado en el MPL, ya que de hecho logró, atravesando muchas dificultades y afrontando gran precariedad, realizar, a través de su Colegio, una propuesta educacional pública, gratuita y de calidad, de un modo autogestionario.

Como señalábamos ya en nuestro comunicado número 32, de agosto del 2012: “Hemos construido desde el seno del movimiento social, un espacio para su formación, para su reflexión, para su fortalecimiento. Importante ha sido el demostrarnos que sí se puede. Que es posible la creación de un mundo otro aquí y ahora, de impulsar una política prefigurativa que dibuje en el presente el embrión de la sociedad del mañana. Que el movimiento social puede ser una alternativa, en este caso educativa, para los pueblos. Somos capaces de lograr autonomía en nuestro saber, en nuestra producción de conocimiento. (…) Por ello, ante la situación de la educación en Chile tenemos la convicción que recuperando la confianza en nuestras propias fuerzas, la autonomía educacional desde abajo es posible. A diferencia de las derechas que afirman todo al mercado, y la izquierda tradicional que reivindica todo al Estado, nosotros gritamos todo para el pueblo. Ni Privatización, Ni Estatización: Autogestión.”

Ya el 2014, pensando la educación autogestionaria a nivel macro, propusimos siete principios generales y cinco elementos para un marco de acción en nuestro texto: “Incorporación al Nuevo Sistema Educativo Nacional de la Educación Autogestionaria”.

 Principios Generales

  1. La educación autogestionaria no es privada ni estatal, corresponde al área social de producción, es decir aquellas actividades que desarrollan los sectores populares para dar respuesta a sus necesidades negadas, donde el Estado no puede y Mercado no quiere.
  2. La educación autogestionaria si bien no es estatal, sí corresponde al área de lo público, por cual su fomento hace parte coherente de la necesidad de fortalecer la educación pública.
  3. La educación autogestionaria corresponde a los distintos centros educativos, de infantes, primaria y secundaria, permanente y flexible para jóvenes y adultos, e incluso de especialización universitaria que han debido mantenerse en los márgenes de la gestión estatal, o se han incorporado en ella bajo figuras institucionales privadas.
  4. La educación autogestionaria es emprendida por organizaciones populares y solidarias, de demostrada capacidad autogestionaria, tales como cooperativas, territoriales o funcionales que, sin fines de lucro, desarrollan acciones educativas concretas para suplir, y en los mejores casos superar, el deficiente sistema escolar actual.
  5. La educación autogestionaria necesariamente debe poder llegar a cumplir con formas de control directo en todos los niveles de su gestión, ya sea hacia dentro, trabajadores, apoderados y estudiantes y/o hacia fuera, las organizaciones y vecindad de la comunidad adyacente.
  6. La educación autogestionaria posee una estructura solidaria en su proceso productivo, no existen utilidades directas o pago a personal ajeno a la tarea propia del centro educativo. En caso de existir utilidades estas son redistribuidas entre los trabajadores y trabajadoras, inversiones en el centro mismo, o a través de fondos para la comunidad y/o los estudiantes.
  7. La educación autogestionaria apunta a la emancipación del género humano mediante la generación de una conciencia crítica de la realidad y el incentivo de su compromiso por transformarla. En efecto opera a contrapelo del currículo formal como de las metodologías tradicionales de transmisión de conocimiento.

Marco de acción

  1. El Estado debe garantizar los recursos para todas y todos los estudiantes participantes de los centros educativos autogestionarios, sin verse discriminados por su elección. En este sentido se propone un aporte basal universal destinado al sistema escolar estatal pero a su vez, a cada niño, niña, joven y adulto participante del área social.
  2. La defensa de la gratuidad de la educación autogestionaria necesita de un aumento sostenido de su inversión social evitando así toda forma de copago.
  3. El Estado debe facilitar, a través del Ministerio de Bienes Nacionales el acceso para los centros educativos autogestionarios a los inmuebles de propiedad fiscal, distribuyendo dentro del área de producción social el suelo público.
  4. Se debe crear una figura legal propia, que no sean ONG`s, Corporación o Fundación, sino propiamente como Centros de Educación Autogestionaria (CEA).
  5. Los espacios autogestionarios puede acceder a todos los recursos multisectoriales existentes, promoviendo el Estado a través del Ministerio de Educación su articulación. Estos recursos son de administración directa del CEA y de su competencia y responsabilidad ante la autoridad competente.
  6. Asimismo se requeriría que, dentro del MINEDUC se creara una Unidad de Gestión dedicada a la educación autogestionaria, tanto a su registro y certificación como su financiamiento y seguimiento.

De este modo, como centros educativos autogestionarios organizados en el MPL propusimos que: “El sistema educativo nacional es el conjunto organizado de acciones educativas reguladas y garantizadas por el Estado que hacen posible el derecho a la educación. Esto integrado por la gestión estatal, privada y [autogestionaria] que abarcan distintos niveles, ciclos y modalidades de la educación. Esta última corresponde a aquellas acciones que emprenden grupos organizados desde los mismos territorios con el objetivo de dar respuesta, sin fines lucrativos, al acceso a una educación gratuita, bajo control de la comunidad, y de calidad integral. Estas son modalidades solidarias de producción social orientadas a la emancipación cultural de los sectores más empobrecidos materialmente por este sistema”.

Lo que despertó abajo a la izquierda el 2006 por los territorios y que el 2011se hiso parte de una revolución mundial, no duerme y no dormirá, ni lo apaciguarán mañosas reformas ni pérfidas represiones. Con la temporalidad larga de los ríos subterráneos de la historia, la familia de los movimientos antisistémicos que luchan contra el patriarcal-capitalismo y por la Vida y Dignidad, está, a pesar de todo, reuniéndose, mirándose a los ojos, reconociéndose, involucrándose mutuamente en su producción de hábitat y en sus luchas y resistencias, en un proceso informal y permanente de autoeducación emancipatoria mundialista, que avanza dentro de la que llegará a ser, en medio de la crisis capitalista, la próxima gran épica popular en la historia de las civilizaciones, aquí, planeta tierra, donde está todo por comenzar.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=215403

Fuente de la imagen: http://sexta-azcapotzalco.blogspot.com/2014/05/chile-pronunciamiento-del-movimiento-de.html

Comparte este contenido:
Page 4 of 5
1 2 3 4 5