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Mirando a los ojos de personas refugiadas centroamericanas, en tiempos de odio y miedo

Por: Amnistia Internacional/03-12-2016

Hace 10 años, llegué a México por primera vez. Con una pesada mochila sujeta a la cintura, crucé a pie el largo puente de cemento que separa México de Guatemala.

Cando crucé la frontera, un hombre con la camisa desabrochada hasta el vientre y el sudor cayéndole por el pecho miró mi pasaporte (una ojeada de no más de dos segundos), luego lo selló con una sonrisa y me dijo alegremente: “Bienvenida a México”.

Mi entrada en México no podía haber sido más fácil, porque soy de Australia y no necesito visado. Sin embargo, para los cientos de miles de hombres, mujeres, niños, niñas y familias enteras que huyen de la violencia y cruzan la frontera sur de México, procedentes de algunos de los rincones más peligrosos del mundo, la historia es muy distinta.

En lugar de una sonrisa, se encuentran con sospechas infundadas, miedo, prejuicios e incluso odio.

Perfectamente conscientes de las probabilidades de que les nieguen la entrada —y, en lugar de eso, se enfrenten a una posible deportación a la violencia y los horrores casi bélicos de Honduras y El Salvador, muchas se ven, en la práctica, obligadas a entrar clandestinamente.

 

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Cruce del río Suchuiate entre México y Guatemala. Quienes tienen visado cruzan el puente; quienes no lo tienen —incluidas las personas que huyen de la violencia de Centroamérica— tienen que fabricarse balsas con neumáticos.

Diez años después de haber cruzado ese paso fronterizo por primera vez, regresé como parte de una misión internacional de observación, y he conversado con decenas de personas cuyas vidas se han venido abajo. Hablamos con un hombre en silla de ruedas que había perdido las dos piernas cuando cayó del tren de mercancías apodado “La Bestia” sobre el cual las personas migrantes y solicitantes de asilo viajan para atravesar México. Lo llevaron al hospital en México, y de allí lo remitieron a las autoridades de migración mexicanas. Nos dijo que las autoridades de migración habían hecho caso omiso de su petición de asilo y lo habían deportado inmediatamente de vuelta a Honduras. Según contó, allí pasó cuatro días, temiendo por su vida, y luego regresó a México de inmediato. Ante el temor a ser detenido, aún no había podido presentar una solicitud de asilo.

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Una de las rutas que las personas migrantes y solicitantes de asilo se ven obligadas a tomar para atravesar México incluye viajar en lo alto de estos trenes de mercancías y arriesgar la vida.

Se calcula que unas 400.000 personas cruzan la frontera sur de México cada año. Muchas de ellas están necesitadas de protección internacional, y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados ha pedido a los gobiernos de la región que reconozcan la crisis humanitaria que afecta a los países centroamericanos de El Salvador, Honduras y Guatemala.

Nuestra propia investigación ha mostrado cómo la violencia generalizada en El Salvador y Honduras convierte a estos países en algunos de los lugares más mortíferos del planeta. Hace unos días hablé con un joven pescador de El Salvador que había huido de su país con más de 30 miembros de su familia a causa de la extorsión y los impuestos de guerra que las bandas criminales (maras) les imponían en su casa, e imponían a sectores profesionales enteros de El Salvador para dejarlos funcionar. El decir no a las maras significa a menudo una condena a muerte.

México tiene un historial de recibir a personas que huyen de la violencia y de mostrar solidaridad y hospitalidad a quienes necesitan protección. En la década de 1980, decenas de miles de personas huyeron de la guerra civil de Guatemala y acudieron como refugiadas a México. Treinta años después, México parece estar olvidando aquella hospitalidad. En nuestra misión, bastante después de cruzar la frontera y estar ya en el territorio mexicano, en una franja de sólo 200 km a lo largo de la costa del estado meridional de Chiapas, pasamos por siete puestos de control de migración en los que, en ocasiones, había militares, policías federales y numerosos agentes de migración dispuestos a detener a cualquiera que careciera de documentos. En los últimos años, México ha invertido una cantidad considerable de recursos en hacer cumplir la ley e imponer la seguridad a lo largo de su frontera sur. Parte de ese dinero procede de la financiación del gobierno estadounidense a la Iniciativa Mérida, un amplio paquete de ayuda para la seguridad.

El incremento de los controles y las medidas de seguridad ha dado lugar a un aumento de las detenciones y deportaciones de personas centroamericanas desde México: en muchos casos se ha devuelto a personas a situaciones de amenazas, ataques e incluso homicidios. De todos los controles por los que pasé, destacaba uno en particular. Se trataba de un centro especial de aduanas que se alzaba en la carretera como una enorme nave espacial, un aeropuerto o una prisión. En él había agentes de la Policía Federal, un cuartel del ejército, un servicio de aduanas, focos, torres de vigilancia, y una infraestructura impresionante.

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Puesto de control de fronteras en Huixtla, Chiapas.

El problema con este enfoque de las detenciones, el cumplimiento de la ley, las medidas de seguridad y las deportaciones es que los agentes de migración mexicanos no identifican a muchas personas que corren peligro y deberían ser reconocidas como refugiadas.

En virtud del derecho tanto nacional como internacional, los agentes de migración tienen la obligación de remitir a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) a cualquier persona que exprese temor de ser devuelta a su país. Sin embargo, la gran mayoría de las personas que llegan son detenidas y devueltas a su país sin tener en cuenta sus temores. ¿A qué se debe eso? ¿De verdad creen las autoridades que unas personas traumatizadas que huyen de su país constituyen una amenaza tan grave? ¿Han escuchado sus relatos? Conocí a una mujer que me contó que, en Honduras, como mujer, no podía llevar falda o medias, ni teñirse el pelo; apenas podía hacer nada sin que las maras la amenazaran. Habló conmigo en un lateral de la carretera, sin dinero, mientras esperaba a trasladarse para encontrar un transporte que pudiera llevarla a un lugar más seguro. Otras personas de El Salvador me dijeron que sólo el transitar de un barrio a otro te pone en peligro, pues, al proceder de otro barrio, las maras sospechan que eres un posible rival.

Vivimos unos tiempos de odio y miedo extremos. A menos que escuchemos los relatos de la gente y actuemos, nuestras sociedades y políticas seguirán creando muros de prejuicios, en lugar de puentes de protección y justicia. Después de este viaje a lo largo de la frontera sur de México, más que nunca, me comprometo a dar la bienvenida a las personas refugiadas, en mi corazón y en mi sociedad. Confío en que tú puedas mirarlas a los ojos y darles también la bienvenida.

Aquí encontrarás un enlace a nuestro reciente experimento de vídeo en directo por Facebook que mira a los ojos y las historias de personas refugiadas centroamericanas en México y personas refugiadas en otros países del mundo, y te invita a contraer un compromiso de solidaridad con las personas refugiadas.

Este artículo se publicó originalmente en IPS

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Histórica lucha de Palestina en la ONU

Asia/Palestina/01 de diciembre de 2016/Fuente: tele sur
En dos ocasiones el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha desconocido la soberanía de Palestina al rechazar su ingreso como Estado de pleno derecho. Solo la Unesco la reconoció como Estado observador en el 2011 pese a la oposición de Estados Unidos y sus aliados.

Durante años el pueblo palestino ha luchado por su derecho a ser reconocido como un país libre, soberano e independiente. Su ingreso a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sería un acto de justicia histórico tras años de sufrimiento por la ocupación israelí en su territorio, que ha dejado miles de muertes.

En varias ocasiones, la mayoría de los países miembros de la ONU se han pronunciado y han votado a favor del ingreso de Palestina como Estado de pleno derecho, pero el Consejo de Seguridad se ha opuesto, en especial Estados Unidos, que por ser uno de los cinco miembros permanentes tiene derecho a veto.

El Consejo de Seguridad de la ONU está compuesto por cinco miembros permanentes (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, la Federación Rusa y China), y diez miembros no permanentes, que son electos por períodos de dos años.

Según cifras de la Organización para la Liberación de Palestina, más de 130 países reconocen a Palestina como un Estado independiente.

Los intentos de ingreso a la ONU

El 23 de septiembre de 2011, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbás, hizo una petición ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para unirse como Estado de pleno derecho. Sin embargo, el intento fracasó pues solo se consiguieron ocho de los nueve votos que se necesitaban de los 15 miembros del Consejo de Seguridad. Como era de esperar, Estados Unidos amenazó con usar su derecho a veto.

El 31 de octubre de ese mismo año, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (Unesco) aprobó la admisión de Palestina como Estado Miembro tras la votación de los 194 países miembros, donde 107 votaron a favor, 14 en contra y 52 se abstuvieron. Entre las naciones que se opusieron estaban Israel y Estados Unidos, este último dejó de contribuir con el financiamiento de la Unesco.

Abbás entrega petición al Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon en 2011

El 29 de noviembre de 2012 Palestina hizo un segundo intento por ingresar a la ONU. En esta ocasión el organismo internacional reconoció a Palestina como “Estado observador no miembro” mediante una resolución adoptada con 138 votos a favor, 9 en contra y 41 abstenciones. Nuevamente Estados Unidos votó en contra junto a sus aliados de Canadá, Israel, República Checa, Panamá, Palaos, Estados Federados de Micronesia, Nauru y las islas Marshall.

Antes de la votación, el mandatario palestino, Mahmoud Abbás, recordó que 65 años atrás la Asamblea General de la ONU había reconocido el Estado de Israel, por cual era su deber moral e histórico reconocer el Estado de Palestina.

La resolución de Palestina como Estado observador fue patrocinado por unos 60 países que reclamaban los derechos inalienables del pueblo palestino de convertirse en un Estado independiente, soberano, democrático y contiguo y las fronteras definidas antes de 1967, que incluyen a Cisjordania, Jerusalén  y Gaza.

En la resolución de 2012 también se expresó que no se abandonaba la esperanza de que el Consejo de Seguridad aprobara la solicitud presentada en 2011 para la admisión de Palestina a la ONU como Estado de pleno derecho.

Suecia reconoce a Palestina

El primer ministro de Suecia, Stefan Lofven, informó este viernes que su país reconocerá al Estado palestino, de manera que se convertirá en el primer país europeo de peso en tomar esta decisión.

«El conflicto con Israel solo puede ser resuelto con una solución de dos Estados negociada en conformidad con el derecho internacional», dijo Lofven. Agregó que «una solución de dos Estados requiere el reconocimiento mutuo y la voluntad de convivencia pacífica. Por lo tanto, Suecia reconocerá el Estado de Palestina».

Conoce los países que han apoyado la adhesión de Palestina a la ONU:

Fuente: http://www.telesurtv.net/news/Historica-lucha-de-Palestina-en-la-ONU-20141003-0113.html

Imagen: www.telesurtv.net/export/sites/telesur/img/multimedia/2014/10/03/1316792980_0.jpg_1496576422.jpg

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UNESCO: La cumbre del clima de las Naciones Unidas afirma que la educación prepara a las sociedades para el cambio a escala mundial

19 Noviembre 2016/UNESCO

La educación desempeña una función importante en la preparación de las sociedades para afrontar el cambio climático y alcanzar un futuro más respetuoso del medio ambiente. Ese fue el mensaje de una jornada temática celebrada en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP22, que tuvo lugar en Marrakech (Marruecos), del 8 al 15 de noviembre de 2016.

La UNESCO, con la colaboración de asociados nacionales e internacionales, celebró diversos eventos paralelos y mesas redondas durante la jornada del 14 de noviembre, en la que se prestó especial atención a la función de la educación en la aplicación del Acuerdo de París y, en particular, en los compromisos nacionales específicos (NDC, por sus siglas en inglés) de cada país.

La jornada comenzó con un panel de debate de alto nivel, presidido por Su Alteza Real la Princiesa Lalla Hasnaa de Marruecos, en el cual la Directora General de la UNESCO, la Sra. Irina Bokova, insistió en que “la educación es la clave para un futuro más ecológico”.  La educación, señaló, desempeña una función decisiva en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y en la puesta en práctica de los acuerdos mundiales relativos al cambio climático. Conjuntamente con la Sra. Patricia Espinosa, Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), la Sra. Bokova instó a los países a que redoblen la acción en lo tocante a la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) y apliquen el artículo 12 del Acuerdo de París, relativo a la educación.

Por la tarde tuvo lugar una mesa redonda coauspiciada por la Internacional de la Educación, que llevó por título “La sostenibilidad empieza con los docentes” y en la que expertos y profesionales debatieron sobre cómo los educadores pueden incorporar la enseñanza y el aprendizaje relativos al cambio climático en contextos pedagógicos formales y no formales. La Sra. Julia Heiss, jefa del equipo de EDS en la UNESCO, afirmó: “Los docentes tienen una responsabilidad considerable en cuanto a fomentar las competencias de sus alumnos, pero también en lo tocante a cambiar sus mentalidades y estilos de vida para que adquieran otros más sostenibles. Por consiguiente, los docentes necesitan apoyo, contratación, formación y motivación adecuadas, para adquirir la confianza que les permita impartir clases sobre la sostenibilidad”.

Tres docentes afiliados a la Red del Plan de Escuelas Asociadas de la UNESCO (RedPEA) en África expusieron los proyectos relativos al clima que han desarrollado en sus centros de estudio. El Sr. Akissi Alhious Honoré Yapo, profesor del Liceo Sainte Marie de Cocody en Côte d’Ivoire, explicó cómo sus estudiantes reciclaban los desechos para fabricar abono, que luego usaban para fertilizar un bosque en el que habían aprendido a cultivar plantas medicinales y comestibles, para su consumo y también para vender en la comunidad. El Sr. Yapo dijo: “Se trata de una inversión a largo plazo. Los adultos de la comunidad aprenden de los estudiantes, pero lo que es aún más importante: cuando los alumnos funden sus propias familias, dentro de unos diez años, la sostenibilidad ya formará parte de la vida cotidiana de toda la familia”.

Los conocimientos tradicionales desempeñan una función esencial

En un panel de debate titulado “No dejar a nadie rezagado en la educación relativa al cambio climático”, que se celebró bajo los auspicios de la Alianza de las Naciones Unidas para la Educación, Formación y Sensibilización del Público sobre el Cambio Climático, en la que participa la UNESCO, la atención se centró en la función y las iniciativas de los grupos vulnerables en materia de cambio climático. Expertos y representantes de organizaciones de pueblos indígenas, refugiados, discapacitados, jóvenes y mujeres, pusieron de relieve la importancia de velar por que los derechos, las necesidades y las contribuciones de los diversos estudiantes se tomen en cuenta al concebir y promover la educación relativa al cambio climático. Por ejemplo, los conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas pueden desempeñar una función importante en la atenuación y adaptación al cambio climático. El Sr. Angus Mackay del Instituto de las Naciones Unidas para Formación Profesional e Investigaciones (UNITAR) hizo hincapié en que “no sólo tenemos que llegar a quienes están más lejos, sino que también tenemos que prestar atención a sus mensajes, su sabiduría y sus conocimientos en materia de cambio climático”.

La UNESCO auspició una serie de debates breves sobre la EDS en un área de exposición en la que se trataron temas tales como la educación relativa a los recursos hídricos, las economías y competencias respetuosas del medio ambiente, y la ampliación de la EDS. Los docentes afiliados a la RedPEA debatieron sobre la manera de movilizar a los estudiantes para las actividades sobre el cambio climático.

Además, la UNESCO presentó dos nuevas publicaciones: PLANET: Education for environmental sustainability and greengrowth del equipo encargado del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo (GEM), en la que se analiza de qué manera la educación capacita al individuo para afrontar los peligros derivados del cambio climático y reducir su vulnerabilidad ante ellos; y Action for Climate Empowerment: Guidelines for accelerating solutions through education, training and public awareness, una guía para los responsables de la formulación de políticas, elaborada conjuntamente con la CMNUCC.

Por último, la Sra. Bokova presentó el Proyecto UNESCO Green Citizens, que pone de relieve los proyectos notables de EDS del mundo entero mediante una exposición de fotografía. Esta exposición itinerante se exhibirá en el Aeropuerto Menara de Marrakech hasta finales de noviembre y luego emprenderá una gira por otros aeropuertos del país, que concluirá en marzo de 2017.

Fuente: http://www.unesco.org/new/es/education/resources/online-materials/single-view/news/un_climate_summit_says_education_primes_societies_for_global/

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Principios para el desarrollo forestal que queremos

16 de noviembre de 2016 / Fuente: http://pcnpost.com/

Por: Rodrigo Arce Rojas

Si queremos visualizar el desarrollo forestal que queremos lo primero que habría que hacer es conceptualizar ambas palabras “desarrollo” y “forestal”. A estas alturas pareciera que hablar de aquellas palabras es bizantino porque hemos hablado tanto y tanto tiempo ha transcurrido que quedaría la impresión que la historia se ha clausurado pero no es así.

En medio de la incertidumbre de los tiempos por lo menos tenemos claro (coyunturalmente) algunos atributos respecto al desarrollo. Primero que no existe una única forma de entender y vivir el desarrollo. Segundo que los desarrollos son contextuales y que no puede haber una fórmula única para entender y disfrutar el desarrollo. Tercero que el marco de desarrollo se ha incrementado sustancialmente.

Así de los 8 Objetivos de Desarrollo del Milenio hemos algo más que duplicado con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Lo que marca la época es el reconocimiento de la multidimensionalidad del desarrollo. De ello no podemos hacer abstracción al hablar de los bosques.

La palabra forestal también tiene otras connotaciones cuando se reconoce explícitamente la biodiversidad forestal, la gestión de paisajes, la gestión de territorios. De la mirada de recurso hemos pasado a la mirada de territorios con toda la complejidad que el término implica, es decir masa, energía, información y sentido.

Queda claro entonces que no solo estamos hablando de aspectos biofísicos (sin desconocer o subestimar su importancia) sino que también implica la consideración de aspectos sociales, institucionales, legales, culturales, psicológicos, entre otros aspectos.

Las discusiones sobre desarrollo forestal no pueden eximirse de las grandes discusiones globales sobre nuevas formas de entender el desarrollo. Los grandes problemas de frontera que se identifican con relación a los bosques no pueden tratarse solo desde una perspectiva disciplinaria y queda más claro para todos la necesidad de enfoques interdisciplinarios, transdisciplinarios e incluso indisciplinarios. Bajo este marco plantearemos algunos de los principales principios a tomar en cuenta para el desarrollo forestal que queremos.

Estos principios no deben tomarse por separado sino que forman parte de un todo integrado absolutamente interrelacionado e interdependiente.

Principio de totalidades: lo que implica tomar en cuenta todas las personas, todas las edades productivas y de conservación, todas las culturas, todos los actores, todos los sectores, todos los niveles, todos los agentes económicos, todos los servicios ecosistémicos de los bosques, todas las posibilidades (sostenibles) de aprovechamiento y conservación de los ecosistemas. Esto implica superar los esquemas de exclusión y subestimación de actores y procesos. Implica también reconocer al ser humano en toda su integralidad como ente biopsicosocial, con cuerpo, corazón, mente y espíritu. La integración entre el tener, el ser y el hacer. Este principio no implica caos sino un orden por descubrir a través del diálogo generativo.

Principio de dialogicidad: No se trata de quedarse en las polarizaciones, tensiones o confrontaciones. Bajo este principio se busca que dialoguen el pasado, el presente y el futuro; el sistema bosque con el entorno global del cual forma parte; lo moderno con lo llamado tradicional; la ciencia con los saberes ancestrales; la tecnología moderna con las tecnologías tradicionales; la producción con la conservación; los bosques con los sistemas agroproductivos, las matemáticas con la poesía; lo pragmático con la ética; la razón con la intuición; lo material con lo espiritual. Más que polarizaciones lo que se busca es darle dinamismo al sistema en búsqueda de equilibrios dinámicos.

Principio de sinergias: Lo que se busca a través del diálogo, la participación, la concertación y la gobernanza es sumar esfuerzos, administrar toda la energía biofísica y sociocultural de los ecosistemas forestales y su sociodiversidad asociada. Se busca las complementariedades estratégicas a favor del aprovechamiento sostenible, conservación de los bosques y la contribución efectiva a la calidad de vida, buen vivir, vivir bien o vida plena que plantean los diversos actores forestales.

Principio de sostenibilidad: este es el principio que ordena todo el sistema pues no hay desarrollo forestal posible si se afecta la capacidad productiva y reproductiva de los bosques. Se requiere una mirada de socioecosistemas sostenibles donde se mantienen los procesos ecológicos, se mantiene la resiliencia y la capacidad adaptativa de los bosques y los otros sistemas vegetales asociados. El principio de sostenibilidad requiere una atención seria, profunda y comprometida para no devaluar la sostenibilidad subordinándola a intereses de crecimiento económico. Todas las dimensiones son importantes y todas requieren recibir la debida atención.

Principio de equidad y justicia: el desarrollo forestal implica un profundo respecto a las personas y a su derecho de un ambiente sano y saludable. Ciudadanos y ciudadanas requieren ser respetados por su condición de personas. La vida en general necesita ser respetada en tanto el ser humano es parte de la naturaleza. No es posible contaminación o daños a los ecosistemas y las personas que afecten su integridad física y cultural. Por ello la necesidad de la justicia ambiental y forestal.

Bajo estos principios podemos plantear participativamente las diversas opciones de desarrollo forestal. Como se ha señalado, ello requiere profundos procesos participativos de diálogo generativo y transformador. Se requiere mucha creatividad e innovación para explorar todas las posibilidades y encontrar caminos sensatos. Toda la institucionalidad (políticas, leyes, acuerdos, pactos, arreglos sociales) debería ser pensada para que florezca un desarrollo forestal inclusivo y sostenible.

Fuente artículo: http://pcnpost.com/rodrigo-arce-rojas-principios-para-el-desarrollo-forestal-que-queremos/

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Alfabetización alcanza 81 por ciento de angoleños mayores de 15 años

Angola/ 26 de Septiembre de 2016/Prensa Latina

La tasa de alfabetización en Angola alcanzará el 81 por ciento entre la población mayor de 15 años a finales de 2016, anunció el ministro de Educación Pinda Simão, citado hoy por medios periodísticos.

Teniendo como base datos del Censo de Población y Vivienda de 2014 y la cifra de personas que saben leer y escribir desde el 2015, Simão cree que el país puede cumplir con el Plan Nacional de Desarrollo de la Educación 2015/2025, respecto a la Agenda 2030, cuyo objetivo es erradicar el analfabetismo.

Reveló que entre 2014 y 2015 aproximadamente un millón 470 mil angoleños fueron instruidos, por los se cuenta con más de 10 millones 400 mil ciudadanos que saben leer y escribir.

Lo anterior correspondería ahora a una tasa del 76 por ciento de alfabetización.

Según estadísticas, otras 560 mil personas están siendo alfabetizadas en 2016, por lo que el canon debería subir hasta 81 por ciento a finales del ejercicio en curso.

Para Pinda, la alfabetización se concibió como un instrumento para potenciar a los individuos, a las familias y a la sociedad.

Refirió que hace 40 años el primer presidente de Angola, Agostinho Neto, en la fábrica de Textang II hizo una clara demostración de la preocupación gubernamental por luchar contra el analfabetismo y elevar el nivel general de educación de la población.

Desde entonces, los esfuerzos entre el Gobierno, la sociedad civil y el sector privado no cesan y pese a limitaciones causadas por conflictos armados y otros de orden económico y financiero, resultó posible reducir la tasa de analfabetismo de 85 por ciento en 1975 a menos del 34 en 2014, según el Censo de ese año.

‘En reconocimiento de este esfuerzo, Angola ha recibido varios premios y menciones honrosas de la Unesco y otras organizaciones internacionales, un factor que debe llenar de orgullo todos los angoleños’, afirmó el ministro.

Cerca del 20 por ciento de los hombres y 40 de las mujeres mayores de 15 años de edad aún no saben leer y escribir, lo que contribuye a empeorar los principales problemas a los que se enfrenta la sociedad angoleña: la pobreza y el comportamiento deplorable.

Recientemente el académico cubano Alfredo Díaz, asesor consultor del Ministerio angoleño de Educación, confirmó que predomina en la alfabetización nacional el método de enseñanza Yo, sí puedo, programa educacional de la isla caribeña.

Tal método se aplica desde el 2012 hasta la fecha, bajo coordinación de 42 asesores cubanos.

El plan se aplica en las 18 provincias del país y en solo 13 semanas la persona mayor de 15 años y hasta 65, aprende a leer y a escribir.

Díaz adelantó que este procedimiento debe terminar en el 2025, de manera que por calendario se alfabeticen aproximadamente de medio millón a un millón de iletrados.

El Gobierno angoleño quiere que el 85 por ciento de la población angolana se registre alfabetizada para el 2025, subrayó el pedagogo cubano, pero en el 2017 desea tener resultados alentadores y competitivos dentro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas.

Fuente: http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=26090&SEO=alfabetizacion-alcanza-81-por-ciento-de-angolenos-mayores-de-15-anos
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