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Crisis en la colonia puertorriqueña

Por: Hedelberto López Blanch

Puerto Rico está envuelto en un enorme laberinto pues por ser colonia de Estados Unidos solo puede aspirar a que la metrópolis le ayude a salir de la desastrosa situación que padece tras el paso de los huracanes Irma y María. Los dos fenómenos atmosféricos han posibilitado que muchos habitantes de la Isla y numerosos países del mundo comprendan realmente las grandes ataduras que la nación caribeña padece con respecto a la metrópolis desde que en 1898 Washington se adueñó de ese territorio y lo controla política, económica y financieramente.

Antes del paso de Irma y María, la colonia estadounidense ya padecía una enorme crisis económica-financiera que Estados Unidos no ayudó a resolver.

Hace unos seis meses este país se declaró en una especie de quiebra, pues la deuda exterior se fijaba en más de 73.000 millones de dólares y el gobernador, Ricardo Rosselló, declaró que tomó la decisión de solicitar a la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) impuesta por el Congreso de Estados Unidos desde el 30 de junio de 2016, que se acogiera a la protección del Titulo III para trabajar en forma estructurada e intentar cancelar los pagos bajo los parámetros del plan fiscal.

La JSF fue creada por el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, debido a la crisis de la deuda pública puertorriqueña con el objetivo de reestructurar las cuentas de la colonia, denominada eufemísticamente Estado Libre Asociado (ELA).

El Título III de la Ley para la Supervisión, Administración y Estabilidad Económica de Puerto Rico, preveía el inicio de un proceso supervisado de reestructuración en caso de que los acreedores y el Gobierno no lograran acuerdos para los pagos de deuda.

Como esa solución no se logró porque tras terminar la congelación de litigios varios inversionistas de bonos demandaron al ELA, el Estado deberá reestructurar parte de su deuda en los tribunales.

Un 45 % de los ciudadanos vive por debajo de la línea de pobreza y sólo el 40 % de la población adulta trabaja o busca empleo, el resto no aporta o lo hace en la economía sumergida.

El cerco colonial es tan férreo y amplio que a las autoridades, sin ningún poder, y al pueblo puertorriqueño se les prohíbe pertenecer a cualquier organización regional, como por ejemplo la Asociación de Estados del Caribe (AEC).

Tras los desastres provocado por María el 20 de septiembre y con los servicios eléctrico y telefónico caídos en casi toda la isla, con carencia de agua potable, combustible y alimentos, más de 15.000 evacuados, aumento de los saqueos y la criminalidad, varios países y organizaciones internacionales manifestaron el interés de enviarles suministros, pero todos se han enfrentado con un insólito obstáculo: sus barcos no pueden atracar en la isla.

En 1920 el Congreso norteamericano aprobó la Ley de la Marina Mercante, conocida como Ley Jones, la cual estipula que únicamente los barcos estadounidenses pueden llevar mercancías y pasajeros de un puerto a otro de Puerto Rico.

O sea, en el estado de desastre que vive esa nación toda ayuda debe llegar primero a territorio continental de Estados Unidos para, una vez allí, ser transportada en barcos con bandera estadounidense hasta esa isla.

El presidente Donald Trump, que ha sido fuertemente criticado por la desidia demostrada hacia el pueblo puertorriqueño, al que muchos afirman lo considera como ciudadano de segunda clase, autorizó eximir a Puerto Rico de la Ley Jones durante solo 10 jornadas para facilitar la llegada de recursos.

Además el presidente se regodeó con la asfixiante situación que viven los habitantes de la isla al lanzar varios de sus acostumbrados tuits.

En el primero, después de cinco días del desastre natural, escribió que Puerto Rico está en graves problemas y sus miles de millones de dólares en deudas con los bancos de Wall Street deben ser afrontados.

A todas luces, primero esta el señor dinero en el sistema capitalista y después la atención de las personas afectadas y desesperadas ante la tragedia.

La realidad es que las subsidiarias norteamericanas han extraído del país, solo en la última década, 330.000 millones de dólares anuales, prácticamente sin pagar impuestos.

Un informe preparado por la Junta de Planificación boricua asegura que esas corporaciones prestaron dinero al Gobierno, mediante bonos, en el mercado de Wall Street que conllevó a la deuda.

El documento explica que desde 1972 hasta la fecha las subsidiarias de las corporaciones estadounidenses se han llevado de la Isla más de 716.000 millones de dólares de los cuales el 46 % ha sido repatriado en los últimos 10 años.

Trump, a través de otro tuit, volvió a la carga el sábado 29 de septiembre a pocos días de su anunciado viaje a San Juan, y criticó a las autoridades puertorriqueñas por su “pobre liderazgo” en la respuesta al paso del huracán y enfatizó: “quieren que se les haga todo y no logran que sus trabajadores ayuden”.

Al fin, el pasado 3 de octubre, a casi dos semanas de que el huracán María devastara Puerto Rico, llegó Trump a ese país y lo primero que dijo fue: “Han desquiciado nuestro presupuesto… Gastamos mucho dinero”, en relación al costo de los trabajos de emergencia, que ha incluido el envío de miles de marines, personal de la Administración Federal de Manejo de Emergencias e ingenieros.

Además, señaló que lo ocurrido no podía llamarse catástrofe pues solo murieron 16 personas. Al final de su efímera jornada, realizó un recorrido aéreo y aterrizó en el buque USS Keasarge para saludar al personal militar.

Los pobladores comprenden que por varias semanas no dispondrán de servicio eléctrico ni de agua potable, dependerán de poco combustible y de alimentos, pero sí dispondrán de numerosos militares estadounidenses en el territorio y una enorme deuda financiera que no podrán pagar.

Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano, especialista en política internacional. 

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=232405&titular=crisis-en-la-colonia-puertorrique%F1a-

 

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Las últimas perversiones del feminismo

Por: Lidia Falcón

Este 8 de marzo se cumplen 108 años de la masacre de la fábrica Cotton de Nueva York, en la que murieron asesinadas 200 mujeres que se habían encerrado dentro para reclamar aumentos de salarios y el empresario incendió la nave abrasándolas dentro. Ese día Clara Zetkin propuso que se instituyera el Día Internacional de la Mujer, una mirada a la situación que a parte del Movimiento Feminista nos desconcierta.

Nos estimula repasar los avances que en el mundo occidental ha conseguido MF. No diría que no se puede repetir la atrocidad de 1909, porque hace pocos años el techo de un edificio en Bangladesh se desplomó matando a mil trabajadoras que cosían dentro, en condiciones de esclavitud, para abastecer a las empresas de ropa confeccionada, Zara entre otras, donde las privilegiadas clientes europeas y americanas nos surtimos. Creo que es importante no olvidarlo.

Pero lo que desconcierta y desanima es comprobar cómo en este Primer Mundo, que disfruta de los avances que los movimientos sociales han alcanzado en siglos de cruentas batallas, un sector del MF, más desinteresado hoy de la lucha por la subsistencia, está derivando a defender reclamaciones que contradicen la esencia misma del feminismo.

Cuando reclamábamos el derecho al amor libre, vindicación que ha cumplido más de un siglo, no pudimos ni imaginar, ni nosotras ni nuestras heroicas antepasadas, pioneras de todas las luchas, que tal reclamación se pervirtiera de tal modo que se defendiera la prostitución como un trabajo aceptable, o incluso deseable, ignorando la degradación moral y la explotación económica que supone dicha esclavitud para las mujeres. Querría recordar como las anarquistas que fundaron el grupo Mujeres Libres, y que incluso se unieron a los hombres en la primera línea de fuego durante la Guerra Civil, fueron enormemente críticas contra sus compañeros que frecuentaban los prostíbulos.

Federica Montseny, nuestra primera ministra de Sanidad durante la contienda, creó los liberatorios de prostitución, ofreciéndoles a las mujeres acogida, mantenimiento y formación profesional. Y 80 años más tarde un sector del feminismo ve con complacencia la explotación de las víctimas, haciendo una infame campaña a favor de legalizarla, montando incluso una Escuela de Prostitución en Barcelona, que permiten tanto ese Ayuntamiento del cambio, como la independentista Generalitat ─que no sabemos si la financia─, que sólo se ocupa de separarse del resto de España. Supongo que si consiguen la independencia, el gobierno catalán podrá convertir Cataluña en el prostíbulo de Europa.

Cuando aún no hemos logrado abolir la prostitución y situarnos entre los países avanzados moralmente, nos  encontramos con que unos sectores del movimiento LGTB defienden legalizar “los vientres de alquiler” Es decir, la mercantilización más absoluta del cuerpo de la mujer.  Y como esa es una demanda del movimiento homosexual, predominantemente masculino, que tiene influencia en muchos de los partidos políticos, y dinero para financiar sus campañas, han logrado que la mayoría de ellos no se defina en contra,  a la espera de ver cuántos votos logran.

Pues todavía tenemos que conocer nuevas tendencias que vienen a perturban aún más la ideología feminista.

¿Ustedes saben lo que son las TERF? No se sientan ignorantes, yo tampoco lo sabía hasta hace dos días. TERF, acrónimo de trans exclusionary radical feminist, resulta que somos nosotras. Sí, las feministas de siempre, las que reclamamos desde hace 200 años libertad, igualdad, solidaridad. Ese término se lo han inventado un grupo de transexuales, apoyadas al parecer por otro grupo de LGTB, que siguiendo la teoría queer ─aquella que dice que no nacemos con una pretedeterminación de sexo sino que a lo largo de la vida escogemos variablemente el que queremos─ han decidido que ni el sexo, ni la edad, pueden ser definitorios.

Para resumir lo que está llenado páginas de webs, de Facebook, de WhatsApps, incluso de libros: una puede ser mujer u hombre, según lo decida en el momento en que así lo desee, y una y uno, igualmente. Y si esta transformación ya era conocida, e incluso amparada por las leyes, pero implicaba someterse a los cambios físicos que acompañan a las características de cada sexo, ahora no. Ahora todo el mundo es un transformista y puede serlo por la mañana o por la tarde, este fin de semana o el mes que viene. Y del mismo modo escoge en cada momento la edad que desea. No es preciso tener, o pretender, la apariencia física correlativa al sexo que se desea.

Una foto de un señor con unos bigotazos negros lleva la leyenda: “Soy una niña de cinco años”. Tal es la transformación que ha escogido. Y, en consecuencia, se ha sentido con derecho a acosar sexualmente a un niño de seis. Porque él se siente niña pequeña, y en consecuencia no es un pedófilo ni un pederasta sino un transgender, y por ello tiene derecho a violar niños. Y quienes nos opongamos a semejantes desquiciadas fantasías, somos TERF, homofóbicas, transfóbicas y perseguidoras de la libre elección de sexualidad y de edad.

Lo peor es que algunas conocidas activistas del movimiento LGTB están dando cobertura a tales peligrosos disparates, y cuando se les lleva la contraria difunden toda clase de críticas, trufadas de insultos, contra las TERF, que somos nosotras. Incluso se preguntan si no podrían agruparnos a todas y tirarnos al mar.

Una doctora de EEUU está haciendo campaña a favor de la pederastia, acusando a los TERF de penalizar la sexualidad infantil como antes se penalizó el amor libre y la homosexualidad. Y en estas polémicas, que llegan más allá de las palabras puesto que se ponen en práctica abusando sexualmente de niños y niñas, invierten su tiempo ─alguien también pagará─ las otrora activistas del feminismo.

Y yo pienso, las que a tal campaña se dedican sin duda pocos sufrimientos padecen y menos son capaces de observar y emocionarse por los de las demás mujeres del mundo. Esas feministas no sólo invierten su tiempo y su capacidad mental en discutir qué sexo van a llevar hoy, como si fuera el vestido que se cambian, sino que están siendo el soporte de la campaña que han desencadenado los pederastas para violar impunemente niños y niñas.

Fuente: http://blogs.publico.es/lidia-falcon/2017/03/08/las-ultimas-perversiones-del-feminismo/

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Ángel Olaran: «Mientras el sistema corrupto del Primer Mundo no cambie, África no tendrá futuro»

África/ Etiopía/ 5 Diciembre 2016/ Autor: Rubén Vivar/ Fuente: El Diario.es

La causa principal del hambre y la pobreza en el continente africano no es la sequía, sino la explotación de Occidente, denuncia el misionero Ángel Olaran.

Reconocido como uno de los cooperantes más destacados de Etiopía, dirige una fundación que sostiene a 622 niños huérfanos y forma a 700 jóvenes.

Abrir un libro, sentir en las yemas de los dedos sus páginas y sumergirte en una historia que acabará dejando en mayor o menor medida un poso en tu conciencia, porque la lectura no (solo) es entretenimiento. A veces la huella de un libro puede ser tan profunda que puede marcar un antés y un después. Eso es lo que les sucedió a Amaia Carracedo y Lucía Sesma. ‘Ángeles de Wukro. La lucha contra la pobreza en un rincón de Etiopía’, de Mayte Pérez Baez (Kailas, 2008), terminó por prender en ellas la chispa que había surgido cuando en la guardería del Barrio Pesquero, en Santander, conocieron a un niño originario de Etiopía.

«Sus padres adoptivos venían muy impresionados de la experiencia que les supuso su estancia allí y muy sensibilizados sobre su situación de pobreza extrema. Sentimientos que de alguna manera nos transmitieron al personal de la guardería. Tiempo más tarde y de manera casual llegó a nuestras manos el libro de Mayte. Su lectura nos produjo una honda impresión. Lo fuimos pasando de mano en mano y de una manera, se puede decir que espontánea, surgió el deseo de apoyar al hombre que nos descubrió: Ángel Olaran», relatan.

Así es como surgió ‘Melaku’, la asociación que crearon en 2011 y que lleva el nombre con el que cariñosamente apodan a este misionero en Etiopía (Abba Melaku) y que quiere decir «padre ángel de dios».

A primera vista, Ángel no es más que un anciano de 78 años, frágil, marcado por las arrugas naturales de su edad. Al verlo bajar por la calle Burgos hasta la redacción de eldiario.es en Cantabria, vestido con vaqueros y un jersey azul marino, pasa totalmente desapercibido. Pero la vida de Ángel es peculiar. O al menos, no muy habitual. Ángel es cooperante, no a tiempo parcial sino a vida completa. En 1971, con 33 años, abandonó su Hernani natal, dejó el banco en el que trabajaba y se marchó a África. No se equivó. Si no, no llevaría 46 años dedicados a tratar de garantizar los derechos más básicos de las personas más pobres del mundo. Porque, como él mismo apunta, África es unos de los continentes más ricos en materias primas y al mismo tiempo donde viven las personas más pobres.

«Tienen coltán, oro, diamantes, petróleto… y sin embargo, viven los más pobres. Mientras el Primer Mundo siga estrujando todo lo que tiene África, África no tendrá salida», denuncia.

Ángel está estos días en Cantabria inivitado por ‘Melaku’. No ha venido de vacaciones. Cada dos años regresa a España tres meses -antes era cada cinco años- y aprovecha ese tiempo para reunirse con representantes de instituciones, dar charlas allá donde se lo proponen y mantener encuentros con voluntarios. Y es que su historia ha propiciado la creación de un ejército de pequeñas ongs repartidas por todo el país que, como ‘Melaku’ o ‘Patinar en Etiopía’, quieren contribuir al desarrollo del continente negro y, en particular, al de Wukro.

En esta ciudad de unos 40.000 habitantes localizada en el estado de Tigray, la Fundación Ángel Olaran lleva a cabo, en coordinación con la administración local, distintos proyectos que ayudan, por ejemplo, a retener el agua que cae en los dos meses de lluvias. Su organización cuenta con una escuela para 700 alumnos a los que educan en formación profesional vinculada a distintas áreas, como ganadería y agricultura, informática, mecánica general, electricidad o fontanería. También tienen una rama de formación artística no reglada: música, baile, confección o escultura, entre otras. Además, se hacen cargo en estos momentos de 622 niños huérfanos que viven en sus casas arropados por el vecindario y a los que sostienen económicamente.

El concepto de comunidad y solidaridad que tienen los africanos es distinto. Casi todos los trabajadores de las instituciones aportan parte de su salario para apoyar la acogida de niños huérfanos, en muchos casos a causa del SIDA, y que son acogidos por las familias del barrio donde se han criado. «En Wukro para asfaltar una calle, si la administración no tiene todo el dinero, ponen algunos impuestos o piden aportaciones, y los que no tienen empleo cobran por hacer la obra pero luego trabajan unos días gratis para compensar», añade como anécdota.

Fue ese « feeling social» el que ha cubierto con creces la «seguridad material» que dejó atrás. «Cuando fui a Tanzania no teníamos ni agua, ni luz, ni teléfono… Estaba acostumbrado a abrir el grifo y tener agua, pero quizá no estaba acostumbrado a ese calor, a esa viviencia, que vale mucho más que todas las tiendas y todo lo superfuo que puedas tener aquí», señala Ángel sin intención de colgarse ninguna medalla sino más de bien de mostrarse afortunado.

«Están muy por encima nuestro»

La conversación con Ángel transcurre con pausa, se explaya en cada respuesta y  apenas menciona la pobreza en África. Al contrario. La mayor parte del tiempo se centra en criticar el sistema del llamado Primer Mundo y en cuestionar la autocomplacencia en España. De hecho, es más optimista con la sociedad civil africana que con la de nuestro país.

«En Senegal, Burkina Faso, Chad, en el Congo, en Ruanda… hay movimientos civiles formados por artistas, jóvenes y mujeres que han echado a tres presidentes. No son antisistema, pero demandan elegir a una persona digna del cargo. El problema de aquí es que la gente no reacciona», dice en alusión a la torelancia de los españoles frente a la corrupción. «Yo creo que en este sentido están muy, muy por encima nuestro», incide.

«El nombre del movimiento en Burkina Faso -prosigue contando- se llama ‘La escoba ciudadana’. Pero no se presentan a las elecciones, lo que quieren es concienciar a la sociedad. Aquí algunas personas se empiezan a mover, pero ya están dentro de la política. Pensando mal, ¿qué lo hacen por la sociedad o para que les votemos?».

«Decimos de las sudamericanas, pero quizá nosotros seamos una democracia bananera que votamos cada cuatro años y después se acabó», apostilla.

Cuando se le recuerda el movimiento 15-M, exclama rápidamente: «¿Y en qué ha quedado?». «Eso podía haber sido algo, pero ya no sé si queda algo. Y si lo hay, es  simbólico. El 15-M ya no está en la calle. Aquí los políticos hacen de la capa un sayo. En Wukro, en junio la sociedad civil echó a nuestro alcalde porque no estaba haciendo lo que había prometido. A ver aquí a cuántos alcaldes han echado», insiste.

Un sistema «criminal»

Según expone Ángel, los países africanos han avanzado mucho en los últimos años. «A veces se es demasiado exigente con ellos. Ten en cuenta que hasta los años 60-70 prácticamente no había países independientes, y Etiopía, por ejemplo, hasta el 91 fue una sociedad feudal con emperadores. Cuando salieron los gobiernos colonizadores, los gobiernos africanos estaban hechos a imagen y semenjanza de los de aquí; no había escuelas ni universidades, pero había una policía muy bien formada y un ejército. La profesionalización de la Educación no tiene más de 20 años. Lo que se ha conseguido en este tiempo es brutal», reflexiona.

No obstante, es tajante respecto a sus posibilidades de desarrollo. «África depende totalmente del Primer Mundo y el Primer Mundo tiene un sistema criminal. Si África procesara su riqueza, podría ser un contienente exportador; habría dinero para hospitales, escuelas, infraestructuras… Pero de allí solo sale la materia prima, y la mayoría de las veces por la puerta de atrás y para el beneficio de Occidente y de unos pocos. Es el neocolonialismo», denuncia.

En este sentido, apunta que hay varios países africanos que están en el top mundial en crecimiento del PIB y pese a ello, «hoy hay 100 millones de personas más que hace 20 años que pasan hambre». «El desarrollo va orientado al crecimiento económico de unas élites, que es lo que está pasando aquí», afirma.

«El Primer Mundo es asquerosamente corrupto, y mientras a los americanos, a los ingleses, a los chinos no les interese, África no va a cambiar», lamenta.

La hambruna oculta

Además de la fuga de capitales, uno de los mayores problemas a los que se enfrentan hoy en día los países africanos es «la hambruna oculta». «Cuando yo llegué, sobre todo en Etiopía, veías a los niños con unas tripas hinchadas, unas piernitas, la cabeza que parecía que se les caía… Eso ya, al menos en nuestra área, prácticamente no se ve. Pero, sin embargo, los niños siguen muriendo; comen pero no tienen ninguna resistencia porque la dieta es muy básica», explica.

Durante su estancia en Cantabria, Ángel se ha reunido con el director general de Cooperación, Jorge Gutiérrez; los alcaldes de Santander y Astillero, Gema Igual y Francisco Ortíz, y ha participado en una comida solidaria en el Albergue de Güemes, gestionado por el sacerdote Ernesto Bustio.

Fuente: http://www.eldiario.es/norte/cantabria/ultima-hora/Entrevista-Angel-Melaku-Etiopia_0_586891479.html

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Libro: Educación, conocimientos indígenas y desarrollo en el sur global

Educación, conocimientos indígenas y desarrollo en el sur global
Cuestionando los conocimientos para un futuro sostenible

Anders Breidlid. [Autor]

Secretaría Ejecutiva.
ISBN 978-987-722-212-8
CLACSO.
Buenos Aires.
Noviembre de 2016

El enfoque de este libro es el rol hegemónico de la llamada epistemología modernista Occidental que se extendió en los albores del colonialismo y del sistema capitalista económico, y su exclusión y rechazo de otras epistemologías. La preocupación de este libro es cómo la dominación de la epistemología Occidental ha tenido un gran impacto en la construcción de la identidad del Otro, y cómo los pueblos del Sur han sido marginados y subordinados a través de la epistemología Occidental.

Fuente: http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=1193&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1131

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Sudáfrica: Talking decolonialisation. Transformation of higher education is long overdue

África/Sudáfrica/Noviembre de 2016/Autor: Charles Molele/Fuente: Mail & Guardian Africa

RESUMEN: Hace aproximadamente un año, estudiantes universitarios surafricanos enojados en el movimiento #FeesMustFall salieron a las calles y pidieron la inmediata introducción de una educación superior afrocéntrica en sus universidades. El llamamiento a una educación superior descolonizada sigue estando en el centro de las exigencias de una educación gratuita y de calidad. Mientras los debates filosóficos sobre la transformación de la educación superior se enfurecen, los académicos se reunieron en el Centro de Resolución de la Universidad de Johannesburgo el pasado fin de semana para discutir el contenido y el carácter de lo que una educación superior afrocéntrica y un currículo descolonizado serían en el futuro . El simposio, organizado por la División de Internacionalización de la Universidad de Johannesburgo, titulado Decolonising Knowledge Thought Leadership Series: The Curriculum and Future University, contó con la participación de decenas de estudiantes, profesores, miembros del público y partes interesadas.

About a year ago, angry South African university students in the #FeesMustFall movement took to the streets and called for the immediate introduction of an Afrocentric higher education in their universities. The call for a decolonised higher education remains at the centre of demands for a free, quality education.

While the philosophical debates on the transformation of higher education rage on, academics met at the University of Johannesburg’s (UJ) Resolution Centre this past weekend to discuss the content and character of what an Afrocentric higher education and decolonised curriculum would actually be like in the future.

The symposium, entitled Decolonising Knowledge Thought Leadership Series: The Curriculum and Future University, was organised by the University of Johannesburg’s Division for Internationalisation, and was attended by dozens of students, lecturers, members of the public and interested parties.

Professor Ahmed Bawa, chief executive of Universities SA, said the debate on the decolonisation of higher education in South Africa was long overdue. He pointed out that the transformation of higher education should have been resolved decades ago, soon after the ANC-led government came to power in April 1994.

“These issues [decolonisation and transformation] were raised and discussed in the National Commission on Higher Education process in 1995-1996,” Bawa told guests at the symposium. “And both were deferred. Why, one might ask?

“My understanding is that it was mainly from fear that such engagement would cause concern and instability in the established, historically white universities. It has taken over 20 years for us to return to both questions and however we wish to think about them, they are at the centre of the project of how we might re-imagine South African higher education, and understand its social location in the context of the next phase in our re-imagination of this society — a task in which we have been failed by our national leadership.”

Professor Nyasha Mboti, HOD of the department of communication studies at the UJ, agreed with Bawa that the ANC-led government had left the issue of transformation of higher education unresolved for far too long.

He told theMail & Guardian Africaafter the panel discussions: “As Prof Bawa pointed out, this debate was postponed over 20 years ago, and only #FeesMustFall has brought it back. We must thus duly give credit to South African university students for their bravery and foresight in turning our attention back to the core issue: the failure by universities to genuinely and sincerely transform. All the speakers at the debate showed that they are preoccupied not with complaining but with solutions: how genuine and sincere decolonisation can happen.

Uncomfortable process

“My own view is that decolonisation is not a “khumbaya” project, where at the end of the day we all hug and feel happy. On the contrary, it is an uncomfortable process dependent on telling uncomfortable truths. Unpopular, pro-justice decisions will have to be made. We have a window of opportunity to do this, which we cannot afford to let close because of vested corporate and state interests. If that window closes, the future of our children and their children’s children would have been betrayed at the altar of pessimism, racism, big business, neoliberal governmentality, and statutory complicity. The broad message, I think, is this: decolonisation will happen, with or without corporate and government approval. After all, it is not for them. It is for the oppressed.”

Dr Joseph Minga, a lecturer of Cultural Studies at the Monash University in Johannesburg, said achieving the goal of Afrocentricity meant, for him at least, a total rejection of Western education. Afrocentricity, according to Minga, was central to what should constitute education in Africa.

“The demand of our students for a decolonised education today is similar to that of Europe during the Renaissance. Consciousness obliges that some things are deleted while new ones are created,” said Minga.

“In a world where everything is yet to be done, what people need first is a line of thought, the way on which to embark that leads to one’s destiny. And I think students know the way: it is called Afrocentricity. As a theory it is vital for the African university, because by it students will become masters of their own history and the knowledge production needed by their communities.

“It is not difficult to imagine that one day the departments of Nubia and Egyptwill be established in all our universities, the Swahili language accepted in the West as are English and French and Mandarin to us, the amaPantsula dance given space in the School of Art at Sorbonne or Harvard University as we do with their ballet;that day will see the balance of forces tilt in our favour.”

Break from the West

Nigerian scholar Dr Alex Asakitikpi agreed with his fellow Monash University lecturer Minga, saying a future decolonised university must break away from the West and its knowledge production systems.

Asakitikpi also accused some academics in South African universities of “disguising” themselves as Pan-Africanist, while in their utterances and actions they are surreptitiously campaigning for the maintenance of the status quo of Western hegemonic authority over African peoples and their affairs.

“This is very important [to recognise], because it is such elements that tend to drag [out] the decolonisation debatead infinitum, thereby [short] circuiting any significant progress,” said Asakitikpi.

“Yes, I agree with my colleague, Dr Joseph Minga, for the rejection of any suggestions from the West to strike a balance as espoused by Prof [Thaddeus] Metz in his presentation. It is my candid opinion that for too long Africans have acquiesced to external forces in shaping their future, and after more than 60 years we have come to the unequivocal conclusion that that route will not take us out of the economic, political, social, and cultural quagmire that characterises African peoples today.

“What is important for me at this stage, is for Africans (peoples of African descent who have shared a common fate of slavery, colonialism, neo-colonialism, and humiliation over the last 500 years) to create a larger platform to articulate the lines of actions to be taken to achieve the common goals of our emancipation from mental slavery and neo-colonialism, [by] self-determination, endogenous sustainable development, and racial dignity.”

Bawa, in his concluding thoughts, told guests that the issue of languages was going to be critical in the decolonised curriculum of the future in SA universities, because South Africans coexist in multiple knowledge systems.

“The dominance of English and other European languages as academic languages persists in many developing nations, but for many university students these are second or even third languages,” said Bawa.

“This is clearly a matter of access, but it is also about the social justice imperatives related to the development of indigenous languages. The use of isiZulu, kiSwahili, Fulani or Gujarati as languages of academic discourse is the one way of ensuring the long-term sustainability of indigenous languages.”

Fuente: http://mgafrica.com/article/2016-11-14-talking-decolonialisation-transformation-of-higher-education-is-long-overdue

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Inventamos o erramos

Por: Alí Ramón Rojas Olaya

Inventamos o erramos, es la conclusión de un estudio comparado que hace Simón Rodríguez a la relación que tiene Estados Unidos con Inglaterra respecto a la de Suramérica con España. Consideramos a Estados Unidos, dice, “como el país clásico de la libertad”, y creemos que hasta “podemos adoptar sus instituciones, sólo porque son liberales”. En efecto lo son, indica, pero “¿el suelo, su extensión, sus divisiones, su situación, los hombres, sus ideas, sus costumbres, las razas, las clases, las creencias, las necesidades, la industria, la riqueza, dónde están?”. Rodríguez sabe la forma gangrenal en que crece ese país. Conoció la sociedad esclavista porque vivió allí entre 1798 y 1800 y vivió en la Inglaterra de la Revolución Industrial: “Cada una conserva su carácter; pero el dominante es el inglés”.

En cambio, “los hijos de los españoles, se parecen muy poco a sus padres: la lengua, los tribunales y los templos engañan al viajero; no es España; aunque se hable español, aunque las leyes y la creencia religiosa sean las mismas que trajo la conquista. La única analogía que hay, entre las dos Américas, es la noble idea, que ambas tienen, de la utilidad de la esclavitud. Los angloamericanos han dejado, en su nuevo edificio, un trozo del viejo, sin duda para contrastar, sin duda para presentar la rareza de un hombre mostrando con una mano, a los reyes el gorro de la libertad, y con la otra, levantando un garrote sobre un negro que tienen arrodillado a sus pies”.

Sobre la diferencia entre ambas relaciones, Rodríguez, en un ejercicio cultural de excelsa filigrana, expone: “los angloamericanos tienen a sus esclavos a distancia -los suramericanos se rozan con ellos, y con ellas… se casan”. Previo al final, Robinson se hace (o nos hace) una pregunta para cuestionar la forma en que culturalmente se aborda el momento histórico: ¿Dónde iremos a buscar modelos? Su respuesta es contundente: “La América Española es original. Originales han de ser sus instituciones y su gobierno. Y originales los medios de fundar uno y otro. O inventamos o erramos”.

Si esta máxima bifurcada la citamos fuera de contexto, pareciera que Rodríguez, lejos de ser un planificador, tomaba decisiones improvisadamente, lanzaba una moneda al aire y se preguntaba ¿inventamos o erramos? Sobre esto es categórico: “la posibilidad es el país de las vanas observancias, con ella fraguan los hombres limitados sus enredos, y los imaginativos sus ficciones”.

Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/ali-rojas-olaya-inventamos-erramos/

Imagen de archivo

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Cuba denuncia ante EEUU bloqueo y programa educativo subversivo

Centroamérica/Cuba/Septiembre de 2016/Fuente: HispanTV

Cuba, en su IV reunión de la Comisión Bilateral con EE.UU., insistirá en el fin del bloqueo como medida perentoria para la normalización de nexos entre ambos países.

“La delegación cubana reiterará la necesidad de que se levante el bloqueo, se devuelva a la soberanía cubana el territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval en Guantánamo, se ponga fin a la política migratoria preferencial hacia los ciudadanos cubanos y se eliminen otras políticas que son dañinas o afectan a Cuba, para que pueda haber relaciones normales entre Cuba y los Estados Unidos”, afirmó el miércoles, el subdirector general de Estados Unidos de la Cancillería, Gustavo Machín, durante una conferencia de prensa en La Habana.

Este viernes se celebrará en Washington la cuarta reunión de la Comisión Bilateral entre Cuba y Estados Unidos, creada oficialmente en agosto de 2015, con el fin de dar seguimiento al camino de deshielo de los vínculos entre ambos países tras el restablecimiento de las relaciones diplomáticas en un proceso que según el funcionario se basa en el respeto de la soberanía, la independencia y la igualdad entre las naciones.

En esta reunión se verificarán los acuerdos de la cita anterior, celebrada el 16 de mayo de 2016 y se diseñarán en conjunto “los nuevos pasos que ambas partes darán durante el resto del 2016 para avanzar en el proceso de mejoría de las relaciones”, señaló.

Uno de los asuntos importantes que se abordará la jornada del viernes es el programa World Learning promovido por la embajada de EE.UU. en La Habana, el cual fue denunciado por Machín como “ilegal y receptor de fondos para la subversión contra Cuba”.

“Rechazamos que la Embajada de EE.UU. promueva este tipo de programas sin el consentimiento y sin consultar a nuestro gobierno, al margen de las autoridades y de los canales diplomáticos establecidos para eso“, aseguró el subdirector.

Además Machín, al ser consultado sobre la carrera electoral presidencial en Estados Unidos, mostró su esperanza que “el próximo presidente sea consecuente y tenga en cuenta la opinión y el deseo de amplios y mayoritarios sectores de la sociedad estadounidense, incluyendo a los cubanos residentes en EE.UU., cuya última encuesta refleja ese apoyo al levantamiento del bloqueo y al cambio de la política hacia Cuba”.

Fuente: http://www.hispantv.com/noticias/cuba/299484/cuba-bloqueo-eeuu-embargo-relaciones-educativo

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