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Vídeo: ¿Cómo abrir el corazón desde la educación? por Amanda Céspedes

Por: TEDxUCHILE.

El buen trato y la sana convivencia vienen instalados en el cerebro infantil desde antes de nacer; son un espléndido potencial que muestra que la especie humana es una especie programada para la paz, pero este potencial debe ser actualizado desde el papel educador del adulto. Médico cirujano, egresada de la Universidad de Chile, especializada en Psiquiatría Infanto Juvenil en la misma universidad. Posee posgrados en Psiquiatría y Neurología Infanto Juvenil, y en Neuropsicología, por la Universidad Degli Studi, Turín, Italia. Se desempeña como neuropsiquiatra infanto juvenil y es académica en diversas universidades chilenas. Especialista en desarrollo emocional y afectivo de niños y niñas, ha sido directora del Instituto de Neurociencias Aplicadas a la Educación y la Salud Mental del Niño. Ha puesto al servicio de la educación su experiencia como médico especializada en psiquiatría infantil y juvenil, proponiendo una visión innovadora para aplicar el modelo de neurociencias como una teoría integradora, no sólo para la pedagogía, sino para la educación en su concepción más amplia. Es autora y co-autora de libros como “100 preguntas sobre educación escolar” (2015) y “Esos locos bajitos” (2015).

Fuente de la reseña: https://www.youtube.com/watch?v=o1eEAd0Inew

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Universidad china ofrece nuevos programas de pregrado sobre neurociencias

Asia/China/12-01-2020/Autor(a) y Fuente: Spanish. xinhuanet. com

La Universidad de Zhejiang anunció este jueves que ha abierto dos programas de pregrado en el campo de las neurociencias bajo la recién establecida escuela de ciencias del cerebro y medicina.

Se trata de la primera vez que una universidad china ofrece cursos educativos de pregrado en este sector.

Los programas se enfocarán en neurobiología y neuropsiquiatría, cultivando talentos multidisciplinarios de primer nivel en neurociencia, así como neurólogos, neurocirujanos y psiquiatras de alto nivel, de acuerdo con la universidad.

Las neurociencias son uno de los campos más desafiantes en la investigación de vanguardia, así como la disciplina de más rápido desarrollo a nivel mundial en los últimos años, indicó Duan Shumin, neurobiólogo y miembro de la Academia de Ciencias de China, quien fue nombrado director de la escuela.

«Muchos estudiantes muestran interés en la ciencia del cerebro a una edad temprana, pero reciben un conocimiento profesional inadecuado durante la educación universitaria», precisó Duan.

Como un centro educativo integral líder en China, la Universidad de Zhejiang ha realizado muchos avances en las investigaciones sobre neurobiología, los mecanismos de las enfermedades cerebrales, la inteligencia artificial, la emulación informática de las capacidades cerebrales y las interfases mente-máquina, entre otras áreas.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2020-01/09/c_138691686.htm

Imagen: Sabine Zierer de Pixabay

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España: ¿Están los niños preparados para leer y escribir antes de los 6 años?

Por: Carlota Fominaya

Dos de cada tres maestros, en contra de adelantar contenidos al periodo no obligatorio de Educación Infantil.

Los maestros de segundo ciclo de infantil —un periodo educativo que comprende desde los tres años hasta los seis— alertan de la «pre-primarización» de esta etapa, a la que acceden muchos niños en estos días. «Se está convirtiendo en una preparatoria para la escuela primaria, hecho muy negativo que afecta al desarrollo cognitivo y socio-emocional del niño», denuncian uno de cada tres profesores en el estudio de opinión realizado por la Asociación Mundial de Educadores Infantiles AMEI-WAECE.

Durante este periodo educativo, «que no es obligatorio en nuestro país», recuerdan desde esta institución, «a muchos niños de cinco años se les exige saber leer, escribir al dictado, y hacer sumas y restas, una situación bien distinta a la de los países nórdicos en los que nos miramos, donde a esa edad están todavía jugando y aprendiendo a relacionarse con los demás y no es hasta mucho más tarde cuando empiezan a tomar contacto con las letras y los números», explican.

Adelantar etapas

En España, sin embargo, prosiguen los docentes del informe, «las exigencias curriculares, así como las sociales y familiares, hace que los maestros se vean obligados a dar prioridad a unas áreas frente a otras». De hecho, según el estudio, el 83 por ciento afirman dedicar más tiempo a la lectorescritura, la lógico-matemática y el aprendizaje de un segundo idioma, cuando en realidad afirman querer (y no poder) centrarse en los aspectos emocionales y en la educación de valores.

Tendencia escolar

Las exigencias educativas, añaden desde AMEI-WAECE, «hacen que la etapa de infantil sea un adelantamiento de contenidos para llegar a primaria con unas competencias que no tienen en cuenta el ritmo ni el momento evolutivo especial de estas edades». Así lo corrobora la psicopedagoga Yolanda Cortés, colaboradora del portal Hablemos de Neurociencia, para quien existe una idea bastante extendida socialmente, de que la mejor estrategia educativa es iniciar cuanto antes determinados aprendizajes. «La tendencia escolar está orientada básicamente a prepararlos para la etapa siguiente. Pero para escribir en un papel, los niños han de ser capaces de coordinar y controlar los movimientos de sus dedos, y la corteza motora del cerebro, que controla la coordinación de las manos y los dedos, generalmente, no está desarrollada del todo, al menos hasta los cinco años de edad. De hecho, este desarrollo prosigue a lo largo de la enseñanza Primaria».

Empezar más tarde

Habrá niños, prosigue Cortés, «que no puedan seguir este ritmo acelerado, para los que tales planteamientos de “cuanto antes mejor” constituyan un flaco favor: en vez de salir fortalecidos y seguros de sí mismos, acaban la etapa con una incipiente sensación de impotencia y, probablemente, catalogados como problemáticos». Estos niños, prosigue Cortés, «necesitan más de ese empujón, pues quizá no estén listos para la comprensión lectora cuando empiezan a ir a la escuela. Tal vez su cerebro se desarrolle más lentamente. Si a estos niños se les da otra oportunidad para aprender a leer a una edad más tardía, pongamos que a los 7 años, la cosa puede funcionar».

En otros países, señala esta psicopedagoga, «como Dinamarca, o Finlandia, los niños no comienzan a ir a la escuela hasta los 7 años, lo cual facilita que los niños que aún no están preparados, lo estén y aprendan a leer sin presiones, sin tener que seguir al tran tran el ritmo de otros, con bloqueos emocionales. No hay tanta prisa. Les estamos obligando a crecer más rápido de lo que se merecen. Hay cosas que simplemente han de cocerse a fuego lento para que el resultado sea el esperado, y se convierta en un proceso hecho de forma natural y con calma». Para Pilu Hernández Dopico, esto se traduce en un «llamamiento a administraciones y familias: más lecciones de vida en esta etapa, más sentimientos, más juegos cooperativos, más arena, y más saltar en los charcos y ensuciarse. En definitiva, más niños y menos catedráticos en educación infantil, que ya tendrán tiempo de llegar donde quieran».

Respetar los ritmos del menor

Por fortuna, señala la colaboradora de Hablemos de Neurociencia, «ya hay pedagogías alternativas donde el proceso de enseñanza y aprendizaje en los niños respeta el ritmo de cada uno de ellos, tanto con el alumno que ha nacido en enero, como con el que lo ha hecho en diciembre, porque de lo que se trata es de enseñar la lecto escritura de una manera lo más cercana y natural posible». Lo más importante, concluye esta experta, «es respetar siempre la individualidad de cada menor. Si reciben respeto del adulto, ganan confianza en sí mismos, y eso es más importante que cualquier otro proceso de aprendizaje. Esto no quiere decir que no podamos llevar las letras a infantil, al contrario. Las letras y los números tienen que estar presentes en las aulas, lo que tenemos que hacer es cuidar el modo».

Fuente e imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-estan-ninos-preparados-para-leer-y-escribir-antes-6-anos-201909180157_noticia.html

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El furor por los discursos de las neurociencias

Por: Carina V. Kaplan.

 

En los últimos tiempos, todo se explica por las funciones cerebrales: el amor, la autoestima, el éxito o fracaso escolar

El furor por el discurso de las neurociencias es evidente. Si entramos a una librería observaremos que hay una mesa repleta de libros dedicados a las funciones cerebrales y a las emociones desde ciertos enfoques de las denominadas neurociencias; algunos de ellos más de corte científico y otros de sentido común. En los últimos tiempos, todo se explica por las funciones cerebrales: el amor, el enojo, la autoestima, el voto, el éxito o fracaso escolar.

Hay una suerte de retorno al cerebro. Nadie puede poner en duda las importantes contribuciones científicas de las neurociencias a nuestras vidas. Sin embargo, sí se pueden poner en cuestión ciertos usos mercantilizados de sus conceptos. Por ejemplo, cuando se distingue entre cerebros de pobres y cerebros de ricos. Es falso que la pobreza se aloje en el cerebro o en los genes; sin embargo, estamos plagados de discursos racistas que proclaman que la desigualdad es natural y que hay quienes nacen superiores en contraste con la inferioridad de otros (mujeres, indígenas, negros, pobres).

En lugar de referirse a la subjetividad, los discursos de la neuromanía prefieren hablar del cerebro que ama, el cerebro que piensa, el cerebro que aprende. Y entonces es legítimo preguntarse: ¿Qué oculta este fanatismo por el cerebro y los genes? ¿Por qué nos seduce tanto la ideología neoliberal del cerebro? ¿A qué responde este giro semántico que reduce al sujeto a su cerebro? ¿Por qué ese afán de explicar lo social por el dictado de la biología?

El racismo biologicista nos hace creer que el orden social es reflejo de la biología. Esta mirada conservadora de la desigualdad humana no es nueva. Hace siglos que el discurso ideológico (fabricado con el ropaje academicista) nos quiere imponer la creencia sobre la inferioridad de ciertos individuos y grupos. Pensemos en la creaneometría (medición de cráneos) del siglo XIX como expresión del neodarwinismo social que sirvió de base para clasificar a la humanidad en varias «razas» diferentes y jerarquizadas. En su obra El origen del hombre Darwin se refiere a las «razas humanas» distinguiéndolas entre las «civilizadas» y las «salvajes», apelando a una supuesta correlación existente entre tamaño del cerebro y facultades mentales. Darwin afirma que la creencia de que existe en el hombre alguna estrecha relación entre el tamaño del cerebro y el desarrollo de las facultades intelectuales se apoya en la comparación de los cráneos de las razas salvajes y las razas civilizadas, de los pueblos antiguos y modernos, y por la analogía de toda la serie de vertebrados» (1). El biólogo e historiador de la ciencia Stephen Gould, en su fantástica obra La falsa medida del hombre estudió las tesis craneométricas de varios autores y mostró que se habían manipulado datos y rellenado los cráneos para justificar sus nociones precientíficas sobre las diferencias raciales.

Precisamente, la ideología del cerebro y de los genes refuerza el efecto cuna al escindir el orden biológico del orden sociocultural; por lo cual auto-responsabiliza a los individuos por sus batallas ganadas o perdidas.

Estas creencias les hacen muy mal a la escuela ya que reafirman ideas prejuiciosas de que hay quien «no nació para aprender» o «no le da la cabeza para el estudio» o «no está hecho para la universidad». La educación es precisamente una práctica cultural que intenta romper el vínculo entre origen social (y cualquieras otras condiciones del sujeto) y destino. Los educadores tomamos el punto de partida de nuestros estudiantes no como veredictos condenatorios sino como desafíos de enseñanza. La escuela puede cambiar destinos.

Dicho esto, es necesario meterse comprometidamente en el debate sobre el efecto del discurso de la neuromanía que se traslada acríticamente al campo educativo. No podemos pensar a nuestros estudiantes exclusivamente como cerebros que aprenden. No somos mentes sin tiempo epocal sino sujetos existenciales en camino de nuestra humanización. Donde las emociones también son aprendidas y producen lazo social.

Para quienes buscamos como utopía la justicia educativa, lo central es analizar las condiciones de posibilidad desigual que tienen nuestras infancias y juventudes para transitar su escolarización. El problema de la desigualdad en las trayectorias y logros escolares no radican en el cerebro ni en los genes de la familia. Si hay diferencias de aprendizajes en la escuela, no se deben a cuestiones innatas que el individuo ya trae por naturaleza, sea desde su composición neurológica cerebral o bien desde su casa. La desigualdad educativa remite a desigualdad en la estructura de oportunidades, que es donde hay que poner la lupa y el horizonte. La ideología neoliberal del cerebro nos distrae del camino.

Fuente del artículo: https://www.lacapital.com.ar/educacion/el-furor-los-discursos-las-neurociencias-n1748521.html

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Manuel Carreiras: “Con entrenamiento el cerebro cambia, y los chicos podrían comprender mejor lo que leen”

Por: Ricardo Braginski.

El neruocientífico español afirma que el cerebro tiene músculos y se pueden ver cambios morfológicos y de estructuras con la adecuada intervención.

A esta altura nadie puede dudar de que la neurociencia es una disciplina que está de moda, en diversas áreas de la vida social. Y también en la educación, donde cada vez se escuchan más voces que afirman que puede ser útil para mejorar los aprendizajes. El neurocientífico español Manuel Carreiras tiene mucho para aportar al respecto. Investiga cómo aprendemos a leer y cómo se puede transformar al cerebro -naturalmente lingüístico- en un “cerebro lector”. Vino al país para participar en la conferencia “El cerebro y la lectura. Estrategias basadas en la ciencia para mejorar resultados escolares”, organizada por el grupo Intelexia junto a Ediciones Logos, Haskins Lab de Yale University y la Fundación INECO.

-¿Cuándo hay que enseñarle a leer a los chicos?

-No hay una edad definida. Pero es en torno a los 5 años en español, mientras que por ejemplo en Suiza empiezan como a los 7. Es que la tarea que tienen por delante los chicos para aprender en español es muy sencilla comparada con otras lenguas, donde la relación entre los sonidos y las letras, entre los grafemas y los fonemas es muy compleja. En inglés la letra “i” no suena igual en “thing” que en “pain”. Mientras que en nuestro caso siempre existe esa regularidad. Los 5 años es una etapa donde se observa que hay una madurez suficiente para poder empezar. Lo que hay que hacer es dejarlos tranquilos, si quieren y se entusiasman ayudarles, y si no esperar a que entren a la etapa escolar y van a tener tiempo para leer si se les enseña bien. Además, es importante no sólo que decodifiquen sino que amen la lectura, que entiendan lo que leen, que les guste.

-¿Qué consejos le puede dar a los maestros desde las neurociencias?

-Soy muy cauto. Siempre digo que la neurociencia es muy sexy, ahora le ponemos neuro adelante a cualquier cosa: neuropedagogía, neuro lo que sea y todo parece que ya cobró otro sentido. Y no es así. No hay hallazgos en la neurociencia que puedan trasladarse directamente a la educación, ni los neurocientíficos vamos a hacer proyectos educativos. Pero sí podemos aportar. Esto es como la relación entre el ingeniero y el arquitecto. El arquitecto diseña el puente y el ingeniero le dice “mirá, las cargas que estás poniendo no están bien, los cálculos hay que hacerlos de determinada forma”. Desde la neurociencia podemos saber cómo es la evolución del niño y eso tiene una incidencia en el proceso de aprendizaje.

-Pero lo pedagógico queda para el maestro…

-Sí. Es que todos llevamos un ministro de Educación dentro. Ahora, ¿qué sería mejor, que el ministro de Educación le pregunte al cuñado su intuición sobre cómo llevar a cabo las políticas educativas; o que estén basadas en hechos científicos?

-¿Cómo podría ayudar la neurociencia a una política educativa?

-En disear los instrumentos para medir el rendimiento de esas políticas. Cuando hay un cambio en una política educativa se plantean unos objetivos. Entonces habrá que crear instrumentos para evaluar de dónde partimos y a dónde llegamos.

-Ya hay instrumentos: las pruebas PISA, u otras pruebas estandarizadas.

-Bueno las pruebas PISA es uno, pero es manifiestamente mejorable. Debemos observar las diferentes individualidades de los alumnos en sus trayectorias de aprendizaje. Eso está completamente inexplorado.

-Llegar a algo así sería una inversión enorme….

-Sí, enorme. Pero la ignorancia es más cara.

-¿Qué efectos produce en el cerebro la lectura?

-En todo el viaje evolutivo, la lectura es muy reciente. Aparece hace 5 mil años, el lenguaje muchísimo antes. Nuestro cerebro está precableado para acomodar el lenguaje, no la lectura. ¿La lectura qué es? Es lenguaje y visión. Hoy conocemos sobre el circuito de la lectura que tiene en cuenta diversas áreas del cerebro.

-¿Por qué hay chicos que leen pero no comprenden lo que leen?

-La lectura de palabras es decodificación y llegar a la semántica, pero otra cosa es la comprensión de textos. Comprender supone que tienes que ensamblar las palabras y saber qué rol juegan. Inconcientemente, el cerebro toma en cuenta una serie de regularidades estadísticas que ha ido observando donde hay un sustantivo, un verbo, entonces los aglutina y a su vez aglutina la semántica inherente a cada una de esas palabras. Hay chicos que hacen un buen reconocimiento visual de palabras pero luego no dan el siguiente salto a la comprensión.

-¿Y se puede entrenar el cerebro en este sentido?

-Claro, el cerebro tiene músculos, se entrena: podemos ver cambios morfológicos, cambios de estructuras. Lo que pasa es que hay que saber cómo entrenarlo.

-¿Y cómo?

-No soy un experto en entrenamiento, pero se hicieron estudios que lo muestran posible. Por ejemplo, uno con los taxistas de Londres, que están entrenados en recordar calles. Los metieron en la resonancia y observaron que tenían un hipocampo mayor, en volumen y densidad, que el resto. El hipocampo es una estructura del cerebro implicada en el recuerdo y el conocimiento del espacio. Sabemos que el cerebro cambia cuando se lo entrena en una actividad y son áreas diferentes las que cambian según la actividad. En educación, el maestro deberá buscar la forma para que ese cerebro esté motivado y quiera leer y le guste la lectura. También los padres: tiene que haber muchos libros en la casa, y los chicos ver que allí se lee.

Señas particulares

Manuel Carreiras es actualmente el director científico del Basque Center on Cognition, Brain and Language-San Sebastián (BCBL), un centro internacional de investigación interdisciplinario para el estudio de la cognición, el cerebro y el lenguaje. Su investigación se centra en la lectura, el bilingüismo y el aprendizaje de segundas lenguas. Ha publicado más de 200 artículos en revistas especializadas.

Como formación, tiene un Master en Psicología por la Universidad de Santiago de Compostela y un Doctorado en Psicología de la Universidad de La Laguna, España.

Fuente de la entrevista: https://www.clarin.com/opinion/manuel-carreiras-entrenamiento-cerebro-cambia-chicos-podrian-comprender-mejor-leen_0_KYV4pGf_j.html

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Revista: Neurodidáctica en el aula: transformando la educación (PDF)

OEI / 4 de enero de 2018 / Autor: Revista Iberoamericana de Educación / Fuente: Virtual Educa

Los últimos avances en las Neurociencias, así como en los métodos de exploración cerebral, nos han permitido conocer con mayor profundidad cómo aprende el cerebro, para así desarrollar el máximo su potencial. De este modo, podremos mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje de nuestros alumnos en el aula.

Es por esto, que este número de la Revista Iberoamericana de Educación, publicación del Centro de Altos Estudios Universitarios (CAEU) de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) coordinada por Chema Lázaro Navacerrada y Susana Mateos Sánchez, intenta abordar una nueva forma de enseñar y aprender a través de la Neurodidáctica, con algunos estudios que se están implementando en nuestra región.

Link para la descarga:

https://rieoei.org/RIE/issue/view/282/vol.%2078%2C%20n%C3%BAm.%201

Fuente de la Reseña:

Neurodidáctica en el aula: transformando la educación

ove/mahv

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