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España: Los alumnos de 15 años dedican a los estudios más de nueve horas diarias

España/22 diciembre 2016/Fuente: El Diario

Los alumnos españoles de 15 años dedican a los estudios una media diaria 9,3 horas de lunes a viernes, más que los de otros países europeos como Finlandia, Alemania o Francia. Sin embargo, su rendimiento es más bajo en la última evaluación PISA 2015.

Según datos de los propios estudiantes recogida en el informe de PISA, éstos pasan cada semana 28,3 horas en los centros españoles de enseñanza reglada, a las que se suman 18,2 entre deberes, formación complementaria y otras actividades personales de estudio, para llegar a 46,5 en total.

 Esto significa 5,66 horas diarias de clases ordinarias y 3,64 de estudio y aprendizaje después de la jornada lectiva. Y equivale al 58,2 % de todo el tiempo disponible del alumno, descontadas ocho horas de sueño y los fines de semana.

Por el contrario, los alumnos de Finlandia, uno de los países habitualmente punteros en PISA, son los que tienen menos horas escolares de la OCDE (24,2 semanales) y extraescolares de estudio (11,9). Estudiar les supone el 45,1 % de su tiempo disponible.

Si se atiende a la media de la OCDE, la instrucción semanal de un alumno de 15 años es de 44 horas: 26,9 en los centros de enseñanza y 17,1 dedicadas a deberes y otra formación académica, el 55 % en total de su tiempo disponible. A esa edad le corresponde, en teoría, el cuarto y último curso de la Secundaria Obligatoria.

En los últimos tiempos, la cuestión de los deberes escolares, su pertinencia, utilidad y cantidad, ha saltado al debate social, incluso político.

Los padres de Ceapa, organización mayoritaria en la educación pública, vienen denunciando la «sobrecarga» de tareas que los alumnos llevan a casa; la Comisión de Educación del Congreso ha pedido la regulación de este asunto, que será tratado, previsiblemente, en la subcomisión parlamentaria que negociará el pacto educativo.

El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, opinó este domingo que intentar regular los deberes por ley «no es una buena solución».

En el caso concreto de las materias que evalúa PISA, los adolescentes españoles pasan 3,4 horas semanales estudiando Ciencias después de la jornada escolar ordinaria; 4 si son Matemáticas y 3,4 si es Lengua.

Contrastan con las de los finlandeses: 2 horas para Ciencias, 2,2 para Matemáticas y 1,9 para Lengua. O las de los franceses: 2,5 horas; 3,3 y 3, respectivamente. Las medias de la OCDE son 3,2; 3,8 y 3,1.

A pesar de dedicar, en general, más horas al estudio después de clase, los resultados de los estudiantes españoles permanecen anclados en el entorno de las medias de la OCDE y a distancia de países con mejor rendimiento.

En Ciencias de PISA, los alumnos españoles obtienen 493 puntos, igual que la media de la OCDE y por encima de los italianos (481), pero alejados de finlandeses (531) o alemanes (509) y por debajo, también, de polacos y portugueses (501) y franceses (495).

Si se trata de Matemáticas, los españoles llegan a 486 puntos, por debajo del conjunto de la OCDE (490) y a distancia de Países Bajos (512), Dinamarca y Finlandia (511), Alemania (506), Polonia e Irlanda (504) o Francia (493).

Y en Comprensión Lectora, España consigue 496 puntos, por encima de la media de la OCDE (493), de Austria e Italia (485), pero alejada de Finlandia (526) o Alemania (509) y algo por debajo de Francia y Bélgica (499) o Portugal y el Reino Unido (498).

El cuadro recoge el tiempo diario escolar y extraescolar (en horas), incluidos deberes y otras actividades de aprendizaje, que los alumnos de varios países europeos y el conjunto de la OCDE dedican a los estudios de lunes a viernes, el total semanal y la media diaria según la última Evaluación de Estudiantes de la OCDE (PISA 2015):

Tiempo Tiempo Tiempo Media

Escolar Extraescolar Total diaria

Fuente: http://www.eldiario.es/sociedad/alumnos-dedican-estudios-horas-diarias_0_592491276.html

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Cómo “ler” los resultados PISA 2015

Por Jose Rangel

Presentación

¿Existe algo más allá de los resultados publicados de PISA? No pareciera. Desde el 2000, cuando las evaluaciones de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) irrumpieron en la escena educativa, México ha mostrado sus debilidades en este terreno (cabús de la Organización), sin haber logrado más que los lamentos de prensa correspondientes. Hacen nota un par de días y esperan 3 años a la siguiente evaluación.

O, por otro lado, se aplican con frecuencia diagnósticos y medidas que recuerdan a H.L. Mencken en el epígrafe.

Unas palabras introductorias sobre el programa PISA (Programme for International Student Assessment) para no partir de suponer que todos están obligados a saber de qué se habla.

La OCDE lo define sucintamente como un sondeo trienal de carácter internacional que busca evaluar los sistemas educativos de todo el mundo por medio de examinar las habilidades y el conocimiento de los estudiantes de 15 años[1].

PISA evalúa en qué nivel los estudiantes, cercanos al final de la educación obligatoria (media superior), han adquirido los conocimientos y habilidades necesarias para abrirse camino exitosamente en las sociedades modernas.

Encada ocasión se evalúan los tres campos: Matemáticas, Lectura y Ciencias, y se pone especial énfasis en alguno de ellos. En esta ocasión, el mayor detalle correspondió a Ciencias. Sobre ello nos centraremos.

La prueba correspondiente a 2015, sujeto de la presente contribución, incluye resultados de una muestra de más de 500 mil estudiantes, quienes representan 28 millones de jóvenes de 15 años de 72 países. Los estudiantes fueron evaluados en ciencias, matemáticas, lectura, solución colectiva de problemas y conocimientos financieros.

En síntesis, el resultado para México es: tiene un nivel muy bajo, la dispersión de sus resultados es baja (muchos malos, algunos medianamente buenos), y la tendencia en el tiempo, sin cambios (el sistema educativo sin mejoras).

 

  • México. Resultados PISA 2015
País Matemáticas Lectura Ciencias
México 408 423 416
OCDE 490 493 493

Fuente: http://www.keepeek.com/Digital-Asset-Management/oecd/education/pisa-2015-results-volume-i_9789264266490-en#page45.

Conclusiones o introducción

México obtiene resultados por debajo de lo esperado dado tanto su PIB per cápita como su gasto educativo. (Figs I.2.7 y I.2.8) [2]. Los resultados de México son similares a Costa Rica y a Colombia (ambos con un menor ingreso, pero mayor gasto). Por debajo están Brasil (mismo ingreso, pero mucho mayor gasto) y Rep. Dominicana (poco inferior en ambos). (Fig I.2.13).

Del total de estudiantes que presentaron la prueba, 47.8% se ubicó por debajo del nivel 2. En el nivel 5 se ubicó 0.1% de alumnos y ninguno en el nivel 6. No hay un solo estudiante de excelencia en ciencias en México, y cerca de 48% no están en condiciones de razonar científicamente. El promedio de alumnos que se ubican en los niveles 2 y superiores en la OCDE es de 79%. En muchos países asiáticos el monto supera 90% (Viet Nam, Macao, Singapur, Hong Kong, Japón).

Se considera al nivel 2 como el mínimo de conocimiento científico para poder desempeñarse como un ciudadano pensante, con capacidad crítica y capaces de incorporarse a la actividad productiva en condiciones de vincularse efectivamente en asuntos vinculados con ciencia y tecnología. (Fig. I.2.15).

A pesar de que México tiene mala evaluación promedio en ciencias (416), casi 41% de los estudiantes sondeados espera hacer una carrera vinculada con las ciencias, muy por encima del promedio de la OCDE (24.5%), y su gusto por estudiar ciencias también está por encima del promedio OCDE. Esto es, los resultados no son producto del desinterés de los alumnos. Quieren, se interesan, se esfuerzan, pero reciben mala educación. (Cuadro I.1.2).

En 2007, durante el gobierno de Felipe Calderón se presentó como un objetivo de relevancia elevar el rendimiento de los estudiantes de forma considerable para alcanzar en 2012 un resultado en el programa PISA de 435 puntos en el promedio combinado entre lectura y matemáticas. El punto de partida eran 392 puntos obtenidos en 2003. En 2009, se vislumbraba la posibilidad de llegar a la cota establecida. En 2012, la meta no se alcanzó. El promedio combinado fue de 418 puntos. A partir de entonces se dejaron a un lado las metas fijas. Y, desde ese momento el rendimiento ha decaído[3].

Ser el último sitio de la OCDE no es noticia. La posición ha sido históricamente mala y no hay resultado alguno que se corresponda con ningún esfuerzo especial en contrario. Lo mejor que se hizo fue dejar de hablar del tema explícitamente. Se abandonó cualquier programa especial, extraordinario, emergente que permitiera revertir el bajo nivel y las tendencias pobres de mejoría. Los números lo delatan.

Lo más que se ha logrado son respuestas fáciles y lamentos de prensa por un par de días y esperar otros tres años a la siguiente evaluación. Esta ocasión no ha sido la excepción.

Tres respuestas importantes caen en lo que señala Mencken en el epígrafe. La primera señala simplemente que la educación tiene que dejar de ser memorística y volverse significativa[4]. Otra respuesta, del jefe del PRI, reparte culpas[5]. Finalmente, el secretario Nuño nos da el avión, dice que la cosa es tranquila y que ya está en marcha una reforma que se va a encargar del asunto y veremos resultados en unos 10 años[6].

Las respuestas monocausales hacen mucho daño, sobre todo en un país donde la salamería impera en la vecindad de los funcionarios públicos.

No hay funcionario público que no esté consciente de que los fenómenos como el que está en cuestión están impregnados de una dosis importante de complejidad. No son monocausales, ni se resuelven, cuando se puede, ajustando algunas variables como si fueran tornillos. Así que hacer declaraciones fáciles es, cuando menos, una imprudencia.

Cuál es la autocrítica que puede hacerse el sistema educativo mismo de la falta de capacidad para lograr la mínima mejoría en el desempeño de sus educandos. Se pusieron objetivos y fallaron. Dejaron entonces de hacerlo. Ahora juegan ping-pong o las traes: fue culpa de Calderón. O sea, el conocido argumento de que la solución soy yo.

La Reforma Educativa no estuvo diseñada con PISA en mente. Decir que ahora será la solución es, si no una tomadura de pelo, sí una ingenuidad, o una manera poco elegante de zafarse de la responsabilidad.

Es de la mayor importancia que se asuma abiertamente esa responsabilidad de encontrar caminos que permitan aproximarse a conocer por qué México muestra una capacidad tan renuente a mejorar, más, aún, aceleradamente. Qué impide que los resultados sean mejores.

Cuáles son los determinantes de una calificación en esta evaluación de desempeño. Qué se debe modificar primero, segundo, tercero. Dónde está la clave de un mejor desempeño:

  • Qué papel juega, entre otros, la instauración del bachillerato obligatorio.
  • Por qué sigue habiendo tan baja cobertura en media superior. ¿Son las razones del abandono las mismas que producen el bajo rendimiento manifiesto en los resultados de PISA? Los estudiantes que presentaron la prueba no han abandonado, pero, qué tanto la carencia de atractivo, la relevancia, tanto para los jóvenes como para los mercados de trabajo pueden estar en la raíz del problema del desempeño estancado en bajos niveles, como lo está en el caso de abandono[7]. Cómo se correlaciona la población de ninis, cuyo desinterés por el estudio a costa de su futuro puede estar vinculado, en la etapa anterior al abandono, a un bajo desempeño escolar manifiesto en los resultados de PISA.
  • Qué papel juegan las instalaciones, la calidad de los docentes.
  • Qué papel juega la región, la pobreza, la alimentación, el trabajo colateral.
  • Qué papel juega la distancia a la escuela.
  • Qué papel juega la educación de los padres.
  • Qué papel juega el gasto en educación.
  • Qué papel juegan las expectativas de vida.
  • Qué correlación hay con el interés por estudiar.
  • Qué correlación hay con la idea de que el mejor camino para la superación de las condiciones presentes es por medio de la escuela.

 

Se pueden lograr cambios muy importantes en el corto plazo. Así lo han hecho Chile, Colombia, Portugal, Noruega. Otros países han caído vertiginosamente en el corto plazo también: Eslovaquia, Holanda, Hungría. (Figure I.2.8d).

 

Un paseo por Pisa

No solo está México mal, sino de malas. La posición global en los resultados del programa ha empeorado. Además, las cifras de PISA en relación con México son engañosas. Consideran que se tiene una tendencia positiva entre 2006 y 2015. Sin embargo, México solo experimentó una mejora entre la primera y la segunda pruebas (2006 y 2009). Desde 2009 no hay cambios en el resultado promedio. (Table I.2.4a). Otros países latinoamericanos tienen avances notables: Perú, Argentina, Colombia. Avances modestos: Chile, Brasil, Uruguay. Aunque también hay retrocesos: Costa Rica. Interesante notar que, para el conjunto de países de la OCDE, la tendencia sea a bajar la calificación a lo largo de todo el período. La caída se acentuó en el último. La educación en ciencias en el mundo empeora. Solo mejoran los que parten de niveles bajos de calificación, e. g., México.

México tiene mala calificación promedio y dentro de lo malo, muy mal desempeño. México es consistentemente malo en su desempeño de ciencias en PISA. La calificación mediana es baja (414), al igual que su dispersión. Por ello se tienen calificaciones muy malas en el percentil menor, pero no buenas en el mayor. Las mejores calificaciones de México son las calificaciones medianas de no pocos países. Mientras que hay pocos países con peores resultados en las calificaciones bajas.

De manera práctica, puede decirse que la mitad de la población (46% hombres y 49% mujeres) están por debajo del nivel mínimo aceptable, nivel 2. Y no hay nadie en el nivel 6, de excelencia. Entre 2006 y 2015 mejoraron los peores, pero empeoraron los mejores. (Tables I.2.6a y I.2.6b).

Es notable y preocupante el nivel global de calificación de México, pero me parece más preocupante que no haya alumnos en los niveles de excelencia. Países con menores calificaciones tienen siempre alumnos de excelencia. México está en el primer sitio de países con cero alumnos en el nivel de excelencia de ciencias, lectura y matemáticas, 99.4% de alumnos están fuera de los tres niveles de excelencia. (Table I.2.9a). México ocupa el deshonroso quinto sitio antes del último, en el mundo, en alumnos con desempeño de excelencia en alguna de las disciplinas evaluadas.

Es más frecuente ser malo en todo que bueno en todo. Los alumnos que son excelentes en una materia, con frecuencia lo son en las otras dos. (42%). La inversa aplica con más rigor. El 71% de quienes son de bajo logro en una materia lo son también en las otras dos.

Pisa valora el nivel de ingreso por habitante para ajustar los resultados. Existe una correlación positiva, a mayor ingreso por habitante, mejor resultado. Sin culpar al poco gasto educativo, si México estuviese a la altura de lo que corresponde según su ingreso, la calificación debiera llegar a 452 puntos (frente a 416 obtenidos). Esto es, con lo que se tiene se puede hacer más.

Además, el status socioeconómico explica poco del mal desempeño en ciencias de los jóvenes mexicanos:

  • Los estudiantes mexicanos obtienen malos resultados, cualquiera sea su condición socioeconómica y escuela a la que asistan. Claramente, los resultados manifiestan ineficiencias del sistema en su conjunto. Ocurre lo mismo en el caso de género. Son tan malos hombres como mujeres. (Cuadro I.1.3)
  • Más de 53% de la población de los estudiantes que presentaron la prueba 2015 se encontraban en el decil inferior de la escala de status socio-económico, solo superados por Turquía. Los estudiantes más pobres tuvieron un desempeño similar al del promedio de la OCDE en su conjunto. Incluso en países como Bélgica, los estudiantes más pobres tuvieron peor desempeño que México. Sin embargo, a medida que se avanza en la escala de nivel socio-económico los resultados obtenidos se distancian de la media. El más lejano se encuentra en el decil más alto. (Table I.6.4a).
  • México muestra la menor variación entre el conjunto de países en el resultado de la prueba al incrementar el nivel socio-económico. (Table I.6.17).
  • De la misma manera, muestra el menor porcentaje de estudiantes llamados resilientes, esto es, aquellos de bajo nivel socio-económico y altas calificaciones. (Table I.6.17).
  • A lo largo de los años en que se ha presentado la prueba ha disminuido el rendimiento de estudiantes de mejor nivel socioeconómico, sin que se haya deteriorado el de estudiantes de bajos recursos. Sin embargo, tampoco ha crecido el número de estudiantes de bajos recursos con buen desempeño. Hay una fuerte tendencia hacia la mediocridad generalizada. (I.6.17).

El estudio muestra una importante vinculación entre las creencias científicas y los resultados en la prueba. El trabajo idiosincrático, cultural que requiere ser hecho para trabajar en esta dirección es mayúsculo. Cómo hacer para que en la población en general predomine la explicación científica sobre el pensamiento mágico, cuando hay infinidad de elementos que operan en contra.

Evidentemente, modificaciones en el carácter cultural de la población requieren generaciones para cambiar y, en este caso, están asociadas con mayor educación generacional. ¿Será que tengan que transcurrir generaciones enteras para un cambio de mentalidad y alcanzar sociedades más racionales? A pesar de ello, México es de los países que mayor proporción de estudiantes reportaron estar interesados en seguir una carrera vinculada con la ciencia o la tecnología (más de 40%), comparado con el promedio de la OCDE, inferior a 25%. Además, entre 2006 y 2015, la proporción incrementó cerca de 10 puntos porcentuales. Es una extraordinaria condición de país que las autoridades están dejando perder, junto con el bono demográfico. (Fig.I.3.4).

A pesar de los malos resultados obtenidos, la actitud y disposición de los estudiantes mexicanos es de lo mejor en el mundo. Si no tienen buenos resultados, no es por falta de interés y deseos de aprender ciencias y matemáticas. Es claramente una falla del sistema. México es el país en el cual el mayor número de estudiantes respondió que disfrutan estudiar tópicos científicos (86%). Superior al promedio de la OCDE (63%).

El problema educativo se muerde la cola. México obtiene en el seno de la OCDE la menor calificación en ciencias. México tiene el menor ingreso per cápita del grupo, incluyendo Chile. Colombia y Costa Rica tienen menor ingreso y mejor calificación. El problema no es lineal. México, adicionalmente, presenta el menor gasto educativo acumulado en educandos entre 6 y 15 años de edad. A esto se suma que entre los estudiantes evaluados una gran mayoría se ubica en un bajo estrato socioeconómico y cultural (59%). Adicionalmente el país cuenta con la menor proporción de adultos entre 35 y 44 años con formación de educación terciaria. (Table I.2.11).

Por supuesto todo está interrelacionado. ¿Por dónde se comienza a desenredar la madeja?

Epílogo

Cobertura, calidad y excelencia son tres etapas clave en la problemática macro de la educación. Cada vez con mayor fuerza e importancia los tres momentos están calificados por la pertinencia.

La solución de cada etapa es creciente en complejidad, por ello no puede ser etapas sucesivas. Avanzan de manera simultánea, pero tienen distintos tiempos de solución. El orden de solución es el mostrado: cobertura, calidad, excelencia, y el aderezo, pertinencia.

México no ha logrado aún alcanzar a resolver la etapa uno: el problema de cobertura en el nivel medio superior, al que corresponden los jóvenes evaluados.

En los niveles medio y medio superior, México tiene una cobertura pobre de 62%, la más baja de la OCDE. En 2003, cuando inicia PISA, ocupaba el penúltimo sitio, 13 puntos por debajo del nivel actual. Solo superado por Turquía, con una cobertura de 36% de los jóvenes de 15 años. 12 años después Turquía duplicó su cobertura y se ubicó 7 puntos por encima de México.

Todos los países con excepción de México y Turquía han asegurado una cobertura superior a 80%. Sin embargo, Turquía mantiene un ritmo de crecimiento que le asegurará alcanzar o estar muy cerca de esta cota en la próxima edición, en tanto México ha estancado su cobertura desde 2009, y se ubica muy lejos de la mínima considerada satisfactoria por el conjunto de países de la Organización.

Es muy difícil que, si no se muestra capacidad para asegurar una cobertura satisfactoria, se cuente con elementos para garantizar que los estudios que se imparten tengan calidad internacional.

[1] http://www.oecd.org/pisa/aboutpisa/

[2] Todas las referencias a cuadros y gráficos se refieren a PISA 2015 Results (Volume I)

Excellence and Equity in Education, DOI:10.1787/9789264266490-en.

[3] http://www.compareyourcountry.org/pisa/country/MEX.

[4] Boletín UNAM-DGCS-839, Ciudad Universitaria. 14:45 hs. 6 de diciembre de 2016.

[5] http://www.milenio.com/politica/pisa-prueba_educativa-enrique_ochoa-felipe_calderon-educacion_mexico-milenio_0_862114124.html.

[6] http://www.milenio.com/politica/aurelio_nuno-prueba_pisa-educacion-cnte-carlos_puig-emergencia_0_862114210.html.

[7] (http://www.oecd.org/mexico/mexico-policy-priorities-to-upgrade-skills-and-knowledge-of-mexicans.pdf, pág.7).

Fuente:http://www.educacionfutura.org/como-ler-los-resultados-pisa-2015/

Imagen: ww.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/12/PRUEBA-ENLACE.jpg

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¡Es la educación, idiota!

Dado el desarrollo acelerado que está adquiriendo el saber en todas sus ramas, la primera lección de todo alumno es aprender a aprender, ya que tendrá que seguir aprendiendo a lo largo de toda su vida profesional. Algo que no se nos da bien a los españoles, que creemos saberlo todo sin haberlo estudiado, como demuestro en este sermón. Aunque lo he visto y vivido.

Por: Jose Maria Carrascal.

Si Adam Smith hubiese escrito hoy su «Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones», libro clásico sobre la materia, se habría dejado del trabajo, mercado, precios, salarios y capital, para reducirlo a educación. Pues que la educación, «desarrollo de la capacidad intelectual» según el diccionario, es la base del progreso material y espiritual de una persona, que repercute en el de su país, no ofrece dudas. Los ejemplos son tantos y tan variados, desde los «tigres asiáticos» a Finlandia, que ningún analista, no importa su tendencia ideológica, podrá negarlo. La mejor inversión es la educativa. Clinton gritaría hoy al ayudante que le venía con la gaita de la política: «¡Es la educación, idiota!».

De ahí que el último informe PISA, que por primera vez nos pone por encima de la media de la OCDE, haya que saludarlo con el cauteloso optimismo con que hay que saludar hoy todas las evaluaciones. Parece que avanzamos, pero al mismo tiempo nos hace advertencias que no conviene ignorar. La primera, que el dogma progresista de que la educación depende de la inversión que se haga en ella es un camelo, como tantos suyos. Países con un presupuesto educativo muy inferior a otros que sacan mejores notas –nunca mejor usada la palabra– que ellos. Portugal es el mejor ejemplo. En España tenemos el mismo desequilibrio. Comunidades con pocos medios, como Castilla y León, figuran en cabeza, mientras otras, como el País Vasco, retroceden. Algo, o mucho, falla en nuestro sistema educativo para que no figuremos entre los países más dinámicos del planeta, excepto en turismo, nuestro petróleo, bendito sea. Pero el petróleo, como el turismo, tiene un tope, que no podrá sobrepasar –sobre todo cuando se estabilicen los países mediterráneos–, y entonces empezarán nuestras dificultades si no nos hemos procurado otras fuentes de riqueza, que no pueden venir sino de unas generaciones preparadas para enfrentarse a la situación cambiante de un mundo cada vez más complejo. Es lo que vienen intentando los gobiernos españoles desde aquel plan de Villar Palasí que quiso modernizar la enseñanza española empalmando enseñanza básica y bachillerato, y dividiendo este. Un esfuerzo que continuaron los siguientes gobiernos con sucesivas reformas, hasta ocho en la democracia. Sin lograrlo. ¿Por qué? La principal razón es que, más que educar, se intentó adoctrinar, algo muy distinto. Educar es ensanchar la mente. Adoctrinar, jibarizarla a un espacio intelectual limitado. Y cada gobierno intentó con su nueva ley educativa ahormar la mente de los alumnos a su doctrina. O sea, hacerlos futuros votantes suyos. Lo que lleva a descuidar la educación propiamente dicha.

Pero, aparte de este fallo básico, hay otros de orden técnico que condenaron los intentos, por más dinero que se invirtiera. El primero fue centrar la educación en el alumno. Cuando lo más importante en ella es el educador, el maestro, el profesor, el catedrático, el pedagogo, descuidado por completo. Si falla, el entero sistema se viene abajo. Que es lo que ha ocurrido. No me refiero al sueldo, aunque es importante que tengan una retribución justa por su labor, una de las más trabajosas en el mercado, sino a su dignidad profesional, que conlleva una autoridad de la que se les ha ido desposeyendo. La aparición de consejos de padres y de alumnos está bien. Siempre que no interfieran en el estatus del profesor, responsable de la clase. Naturalmente, debe de ser digno del mismo y estar capacitado para ello. Hablamos de la piedra angular de la enseñanza: si no hay buenos profesores, no habrá buenos alumnos. Por buenos profesores hay que entender no que sepan mucho, sino que sepan enseñar. Iría más lejos: que sepan inculcar en los alumnos el interés, el amor, la pasión por lo que les enseñan. Todos hemos conocido a esos docentes, y los que no los conocieron se han perdido uno de los capítulos más hermosos y fascinantes de esta vida. Aquellos maestros y maestras que supieron despertar en nosotros la curiosidad por saber más de lo que explicaban, orientándonos en uno u otro camino. Como hace muchísimo tiempo que dejé las aulas, no puedo decir lo que ocurre hoy en ellas, pero tengo la impresión de que ese tipo de docente ha ido desapareciendo, una mala noticia para los alumnos y para el país.

Otro error capital ha sido la casi desaparición de la enseñanza media, reducida a un par de cursos. Cuando es la clave no solo del conocimiento general de los alumnos, al abrirles los horizontes de las ciencias y de las letras, sino también por coincidir con los años en los que el niño o niña conforma su carácter, al tiempo que obtiene conocimientos. El progresivo adelgazamiento del bachillerato ha ido paralelo a la falta de interés de los alumnos por lo que aprenden, cada vez más dirigido a «pasar curso» y a las «carreras con más salidas», sin preocuparse de ahondar en las materias, que trae el verdadero conocimiento de las mismas.

En cuanto a los «deberes», ¿qué voy a decirles? Ya la palabra «deber» causa rechazo en la infancia y sospecha en la adolescencia. Si algo se hace por obligación, poco va a durar en la mente. Para que dure tenemos que haberlo buscado, gustado, deseado, no impuesto. Con exámenes y reválidas, algo parecido. Se necesitan para que el alumno sepa lo que le gusta y lo que no, para lo que sirve y para lo que no sirve. No se trata de establecer diferencias, sino de reconocer las diferencias ya existentes. De ahí que la enseñanza general y la profesional deban ir paralelas para que el alumno descubra cuanto antes su vocación y aptitudes. Y si no las descubre él, tendrán que descubrirlas sus padres o su centro de estudio, como ocurre en Austria. En cuanto a los padres, una cosa importante y poco agradable: es comprensible que quieran lo mejor para sus hijos y prefieran echar la culpa de sus fallos a los profesores, en lo que, en un número de casos que no me atrevo a cuantificar, tendrán razón. Pero no hacen ningún favor a sus vástagos aceptando sus disculpas por las malas notas y yendo a reclamar. Primero, porque pueden estar equivocados. Luego, porque los están acostumbrando mal para la vida, donde la competencia es feroz. Lo que les ahorran ahora les pasará factura más tarde con intereses. Dos cosas más: la escuela no educará a sus hijos, son ellos quienes deben hacerlo, y la educación iguala las oportunidades; a dónde llega luego cada uno, dependerá de él o de ella.

Me quedan solo unas líneas para evaluar el acuerdo sobre el último plan de enseñanza que quiere reformarse por consenso antes de que entre en vigor. Me bastan, al adolecer de los fallos de los anteriores, sin corregir sus carencias, que acabo de enumerar. La principal: se pretende que sea correcta más política que educativamente. Con lo que seguiremos como estamos.

Por último: dado el desarrollo acelerado que está adquiriendo el saber en todas sus ramas, la primera lección de todo alumno es aprender a aprender, ya que tendrá que seguir aprendiendo a lo largo de toda su vida profesional. Algo que no se nos da bien a los españoles, que creemos saberlo todo sin haberlo estudiado, como demuestro en este sermón. Aunque lo he visto y vivido.

Fuente: http://www.abc.es/opinion/abci-educacion-idiota-201612150833_noticia.html

Imagen: http://www.abc.es/media/opinion/2016/12/15/Imagen%20Quay%20(106552010)-k3TH-U201757012796uFH-620×500@abc.jpg

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El cumpleaños de Nuño y la prueba PISA.

Por: Jorge O. Navarro.

El de la educación es un tema siempre vigente. Y cada vez que estudiantes mexicanos tienen un rendimiento inferior en comparación con jóvenes de otros países, el incendio de la discusión es seguro. Arden las críticas a maestros, a sindicatos, a pérdida de valores, a políticos que encabezan dependencias educativas. Así ocurrió hace días al conocerse los resultados de la prueba PISA 2015, que otra vez ubicó a estudiantes nacionales como los de más bajo rendimiento entre los que forman parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Pero no ocurre nada nuevo. De la indignación y los diagnósticos incendiarios se pasa de nuevo a la cotidiana desidia.

Este 12 de diciembre el secretario de Educación en Jalisco, Francisco Ayón López, tuiteó: Muchas felicidades @aurelionuno por tu cumpleaños, te mando un fuerte abrazo. Es un gusto trabajar juntos por una #EducaciónDeCalidad

Aurelio Nuño, el titular de la Secretaría de Educación volvió a la cúspide de la atención mediática justo al comentar la prueba PISA, así llamada por la abreviatura de Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos. En sus palabras, Nuño aseveró que aunque nadie puede estar satisfecho, la evaluación negativa es normal porque nada se ha hecho en los últimos años, y además nada nuevo ocurrirá en los próximos 10 años, “hasta que madure la reforma educativa”.

El secretario condenó así, sin remedio, a toda la generación de estudiantes que ingresaron al primer grado de primaria y que concluirán secundaria —los más afortunados, porque muchos desertarán en el camino— porque no habrá madurado la reforma.

¿Qué dice la famosa prueba PISA? Porque Nuño Mayer habló de ésta como si todo el mundo la conociera. El texto completo se puede hallar en internet: https://www.oecd.org/pisa/PISA-2015-Mexico-ESP.pdf

*El desempeño de México se encuentra por debajo del promedio OCDE en ciencias (416 puntos), lectura (423 puntos) y matemáticas (408 puntos). En estas tres áreas, menos del 1% de los estudiantes en México logran alcanzar niveles de competencia de excelencia.

*Los estudiantes mexicanos obtienen en promedio 423 puntos (rendimiento en lectura). Está por debajo del promedio de 493 puntos de la OCDE y sitúa a México a un nivel similar al de Bulgaria, Colombia, Costa Rica, Moldavia, Montenegro, Trinidad y Tobago, y Turquía.

*Los estudiantes de México obtienen en promedio 408 puntos en matemáticas, por debajo del promedio OCDE de 490 puntos y sitúa al país al lado del desempeño promedio de Albania y Georgia. Los jóvenes mexicanos de 15 años obtienen una diferencia de alrededor de 80 puntos por debajo de Portugal y España, y entre 10 y 15 puntos por debajo de los estudiantes de Chile y Uruguay, pero se sitúan por encima de Brasil, Colombia, República Dominicana y Perú.

En su evaluación, los directivos de la OCDE consideran que los mexicanos (y con ellos la mayoría de los latinoamericanos, habría que añadir) no tienen herramientas para insertarse en el ámbito competitivo para el que debería prepararlos la escuela.

El secretario Nuño, que ya condenó al sistema educativo por la siguiente década, no toma en cuenta que el estudio de la OCDE también presenta fallas y para no pocos analistas es fraudulento porque sólo valora a los jóvenes en términos de ser productivos en el mercado y porque limita la educación a un aprendizaje mecánico de datos que ignora idiosincrasia, cultura y dificultades regionales.

Y desecha también el secretario la capacidad inmediata de adaptación y esfuerzo que pueden mostrar miles de maestros que pueden ser motivados e incentivados, sin que eso pase sólo por la reforma educativa.

La prueba PISA no es justa. No es correcta. Y el secretario no dice nada.

Qué bueno que cumplió años, pero no queda claro si el secretario Ayón debe dar por hecho que trabaja por una educación de calidad.

Fuente: http://opinion.informador.com.mx/Columnas/2016/12/13/el-cumpleanos-de-nuno-y-la-prueba-pisa/

Imagen: http://cdn.proceso.com.mx/media/2016/08/aurelio.jpg

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Informe PISA y pacto educativo

Por: Alfredo Pérez Rubalcaba

Impulsar la enseñanza entre los 0 y los 3 años, reforzar la formación permanente del profesorado o facilitar a centros y docentes la atención de la diversidad de los alumnos sería más útil que abordar grandes reformas estructurales.

 

La celebración del aniversario de nuestra Constitución ha coincidido con la publicación de los resultados de un nuevo informe PISA. Naturalmente la exuberancia numérica de los datos de la OCDE ha barrido de las portadas de los periódicos a las noticias de la posible y, para mí, deseable reforma de nuestra Carta Magna. PISA es un auténtico festival, la madre de todas las clasificaciones. Permite comparaciones infinitas: entre países, entre materias, entre comunidades autónomas. Y, una vez más, despreciando la lógica estadística más elemental, los números, que se utilizan cual si fueran los resultados del concurso de Eurovisión o de la Liga de fútbol, han permitido sentenciar si España sube, baja o se estanca, clasificar países, ordenar a nuestras comunidades autónomas. Sin reparar en muchos casos en que, tal y como el propio informe PISA se encarga de resaltar, subidas o bajadas de unos pocos puntos no son estadísticamente significativas.

Y como viene siendo habitual, en esta bacanal estadística no han faltado los responsables educativos que, intentando arrimar el ascua a su sardina, han relacionado este informe PISA a los cambios educativos impulsados por ellos, eso sí, evitando escrupulosamente aclarar que los alumnos objeto del informe que se acaba de hacer público han estudiado con las leyes educativas anteriores a la LOMCE.

En fin, lo que realmente concluye este nuevo estudio es que, puesto arriba puesto abajo, nuestro país sigue ahí, en el que podríamos llamar el “pelotón de la OCDE”, que como siempre encabeza Finlandia. Estamos ahí, en el centro de ese pelotón, por debajo del que forman los países asiáticos y por encima de aquél en el que se integran la mayoría de los países iberoamericanos. Junto a países como Francia, Suecia, Italia o Estados Unidos, por poner algunos ejemplos. Con pequeñas oscilaciones, entre las cuales quizá la más relevante sea la mejora en la comprensión lectora (35 puntos desde 2006), estamos donde estábamos desde el primer informe PISA en el año 2000. Sin que los avatares de nuestro sistema educativo hayan introducido modificaciones significativas en nuestras calificaciones, por ejemplo, la incorporación, fundamentalmente en la escuela pública, de un porcentaje relevante de hijos de inmigrantes ya comenzada su escolarización; una integración compleja desde el punto de vista educativo.

Nuestro país sigue más o menos donde estaba: en el centro del “pelotón de la OCDE”

Las críticas hacia los informes PISA han ido extendiéndose en los últimos tiempos. Objeciones que tienen una base conceptual, pero que también se refieren a la propia metodología utilizada para hacerlos, y, sobre todo, a la abusiva y acientífica utilización que de sus datos se viene haciendo, una vez publicados. Pese a ello, como toda evaluación de diagnóstico del sistema educativo —no confundir con reválidas—, el informe permite extraer algunas conclusiones útiles. Desde luego, para un país como España, que va a buscar en los próximos meses un pacto educativo. O por ser más preciso, un nuevo pacto que esta vez incluya al PP, que es el único partido que no ha estado en ninguno de los que el resto de las formaciones políticas ha alcanzado en nuestra historia reciente.

Una de estas conclusiones merece ser destacada porque, además, aparece reiteradamente en todos los informes PISA: la diferencia de resultados entre nuestras comunidades autónomas. Que divide nuestro mapa educativo aunque no exactamente como se ha escrito, un norte y un sur, porque entre las comunidades con resultados por debajo de la media aparecen Baleares, Murcia y, por primera vez en este último informe PISA, el País Vasco. Como acabo de apuntar, no es una novedad en los datos de la OCDE. Se viene reproduciendo desde el primer informe en el que participaron nuestras comunidades. Ni es exclusivo de nuestro país. De hecho, hay países como Italia en los que esas diferencias territoriales son más importantes. Esta disparidad se reproduce también en otros indicadores como, por ejemplo, el denominado abandono escolar temprano, que se utiliza profusamente en nuestros medios de comunicación y que establece una clasificación entre nuestras comunidades muy similar. Por cierto, ese abandono temprano viene descendiendo de forma sistemática desde que comenzó la crisis económica. La razón principal, no la única, es fácil de comprender: desaparecida con el fin de la burbuja inmobiliaria la oferta laboral abundante, auténtica “atracción fatal” para muchos jóvenes españoles al cumplir los 16 años, el porcentaje de jóvenes que continúa estudiando después de esa edad ha ido creciendo en España, lo que nos ha permitido corregir poco a poco nuestras alarmantes tasas de abandono, cuyo origen era más laboral que educativo.

Con idéntica legislación básica, los resultados en las distintas Comunidades Autónomas son diferentes

En definitiva, en este informe PISA aparecen comunidades autónomas con resultados que les sitúan en cabeza de lo que he denominado “pelotón OCDE”, mientras que otras están en la cola. Con las mismas leyes estatales y, por tanto, idéntica ordenación del sistema educativo: la establecida por la LOGSE, que no se modificó en lo sustantivo en la LOE. Y eso es lo relevante: con idéntica legislación básica los resultados en las distintas comunidades son muy distintos. En todos los informes PISA realizados. Los propios expertos de la OCDE se adentran en la explicación de estas diferencias, y apuntan a variables como la historia educativa de cada región, más concretamente, a la formación de los progenitores; o al nivel de desarrollo y la estructura socioeconómica, a los que ya he hecho referencia. Conclusión: a lo mejor nuestros problemas educativos no deben abordarse con grandes reformas estructurales y sus correspondientes modificaciones legislativas, léase de la ordenación académica, sino con medidas de “ingeniería educativa fragmentaria”, por recurrir a Karl Popper. Impulsando la educación entre los cero y los tres años, poniendo en marcha un MIR educativo y reforzando la formación permanente del profesorado o facilitando a centros y docentes la atención de la diversidad de los alumnos, por ejemplo.

Los cambios educativos son lentos. Entre otras cosas porque, según acabo de apuntar, en ellos influyen factores que, como la formación del conjunto de la población, son muy difíciles de alterar. Por eso no es de extrañar que los sucesivos informes PISA, también el que conocimos ayer, reflejen una situación relativa de los sistemas educativos del mundo con pocas variaciones, y en la que España nunca ha salido mal parada. Ni muchísimo menos. Necesitamos mejorar, sin duda, y quizá esta legislatura nos permita sentar las bases para hacerlo. Pero el punto de partida no es malo. La desaparición de las reválidas de la LOMCE, y la unificación de los títulos al final de la educación de la secundaria obligatoria, que el Gobierno no ha tenido más remedio que admitir, allanan el camino hacia un pacto educativo en España. Un gran pacto que, como he dicho, en varias ocasiones, tiene que partir de un diagnóstico compartido. Para ello, puede servir de ayuda una lectura sosegada y correcta de este informe PISA.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/12/07/opinion/1481135502_976416.html

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La buena escuela portuguesa

Por: Javier Martín 

Portugal es el único país europeo que mejora continuamente su nivel educativo desde el año 2000

Ni la bancarrota del país ni el recorte de sueldos de los profesores ni el aumento de alumnos por aula. Nada. El periodo económico más sombrío de Portugal en lo que llevamos de siglo no ha roto la mejora continuada de su sistema educativo. Si la troika acudió al rescate económico del país de 2011 a 2014, el informe educativo PISA 2012-15 señala que Portugal es el único país europeo que sigue mejorando su educación desde comienzo de siglo.

“¿Quiere que le explique el milagro?”, anuncia con sorna Fátima Rodrigues, directora de la Escuela de Secundaria de Miraflores, en Oeiras, el extrarradio de Lisboa. “El milagro es el esfuerzo en lengua portuguesa y las matemáticas. El portugués es el vehículo de toda la información y de todas las disciplinas”.

PISA es un programa internacional de evaluación de alumnos en matemáticas, lectura y ciencias, que se realiza cada tres años en 70 países. Portugal participa en él desde el año 2000. Es el único país europeo que, desde entonces, mejora en cada prueba. Los resultados de los 8.000 portugueses de 15 años que participaron en el estudio colocaron a Portugal en la 17ª posición de la OCDE en ciencias, 18ª en lectura y 22ª en matemáticas. Pero si se consideran solo los resultados de alumnos de décimo año (es decir, sin repetidores), Portugal sería el segundo del mundo en ciencias, por detrás de Singapur.

Rodrigues apunta a otras claves para entender el milagro: “Mucho apoyo al alumno. Desde los 6 años cada alumno tiene refuerzos en las disciplinas troncales. El profesor dedica más tiempo a las dudas”.

En la escuela de Oeiras es la hora del almuerzo y los chicos entran y salen con su bocadillo en la mano. Guillermo tiene 15 años y ha elegido la rama de Economía. Jamás ha suspendido y está contento en el colegio, aunque no le gustan las matemáticas. “Elegí algo con futuro. Humanidades no tiene ninguno, Ciencias y Tecnología son muy difíciles, así que Economía”.

La rama de Arte ni existe en la escuela. José Manuel es profesor de Filosofía. En los tres últimos años, el Estado le recortó el sueldo un 10%, un recorte que no ha hecho mella en los resultados de PISA. “¡Qué le íbamos a hacer. El profesor tiene que seguir con su trabajo, preparar bien sus clases, sus textos. No iban a pagar el recorte los alumnos”.

Los buenos resultados portugueses persisten a pesar del progresivo recorte del gasto en Educación. En el año 2000, cuando comenzaron las evaluaciones de PISA, Portugal gastaba el equivalente a un 4,8% del PIB. En 2011, el plan de rescate de la troika desembarcó en el país, y el gasto representó un 4,5% del PIB. En 2015, se había reducido hasta un 3,8% del mismo.

En la sala de profesores del Miraflores se reúnen los docentes de diferentes especialidades. “Otra clave de la mejora educativa”, señala la directora Rodrigues, “es el trabajo colaborativo. No ya la articulación vertical, la de los profesores de la misma asignatura en todos los años, sino la articulación horizontal, que es la más difícil, la coordinación de todos los profesores de un mismo curso”.

Según un estudio de la Fundación Francisco Manuel Dos Santos, el profesor portugués es el que más tiempo dedica a preparar sus clases y el licenciado de la función pública mejor pagado, junto con el español. El primer año gana entre un 20% y un 30% más que un médico o un juez.

Es imposible encontrar un reproche hacia los profesores. Francisco, Andrea, Beatriz, Thiago, hablan bien de todos. “Se preocupan por nosotros, se adaptan a lo que necesitamos”, dice Francisco, que siempre saca buenas notas. Sus palabras coinciden con los resultados de PISA: el alumno portugués es el que más elogia a sus maestros. “Quizás es porque somos muy afectivos”, señala Rodrigues. “Estamos muy cerca de ellos. Somos maestros, amigos, padres, psicólogos…”.

Entre el examen PISA y la difusión de sus resultados ha habido un cambio drástico en Portugal. El Gobierno de centroderecha (2011-2015) ha sido relevado por uno socialista.

Nada más llegar, el nuevo titular de Educación, Tiago Brandão, suprimió los exámenes de 6º curso y de inglés, un sistema que calificó de “nocivo” y “pernicioso”, porque “el alumno se entrena para los exámenes”.

En Portugal, como en otros países, es un vicio nacional que el cambio de Gobierno llegue acompañado de cambios en la educación. “Cada uno quiere dejar su marca”, señala la directora del Miraflores. “Llevo 38 años en la profesión, han pasado muchos gobiernos, pero nosotros seguimos aquí. Ellos hacen lo que quieren y nosotros también. Es aquí, en la sala de profesores, donde se decide lo que es mejor para el alumno, y lo decidimos los profesores”.

Aunque suene extraño, el estudiante Guillermo, que aborrece las matemáticas, está a favor de examinarse. “Es una forma de prepararnos para el futuro, de saber si vamos bien”.

El profesor de filosofía José Manuel cree que el exámen crea un vicio educativo. “El profesor enseña para el examen, el alumno estudia para el examen. Es el objetivo; obliga a cumplir todo el programa y si falta tiempo se quita de otras actividades, de proyectos comunes, de horas de laboratorio…Se priman las asignaturas con exámenes, como ha sido el caso de lengua y matemáticas, las apuestas del anterior Gobierno, y se perjudica al resto”.

La directora de Miraflores tiene una posición ambigua. “Yo soy del PSD, así que no soy sospechosa por criticar a mi Gobierno, que impuso esos exámenes, pero la realidad es que los profesores hacíamos lo que queríamos, lo mejor para el alumno. No íbamos a arruinar a un estudiante bueno por haber hecho mal un examen que valía el 30% de la nota final. También es verdad, por otro lado, que el estudiante se implica en esa competición de la nota, y el colegio no quiere quedar por debajo de otros, y los padres quieren ver objetivamente cómo mejora su hijo… pero pedagógicamente la bandera del examen es una bandera antigua”.

El éxito de Portugal tiene sus claroscuros, y cada uno destaca lo que le conviene. Mientras el ex primer ministro Passos Coelho (PSD) se fija en los datos más positivos, el nuevo ministro de Educación (PS) incide en los negativos. “Espero que el señor ministro se repiense algunas decisiones que tomó”, ha señalado Passos Coelho.

Al ministro Tiago Brandão, le preocupa el alto índice de repetidores. «Más del 30% de los jóvenes con 15 años han repetido algún curso. Somos uno de los tres países de la OCDE con más repetidores, triplicamos la media, y esto tiene costes anímicos, simbólicos y sociales brutales».

PISA evalúa alumnos de 15 años, independientemente del curso en el que estén. Es decir que penaliza a los países con muchos repetidores. El 40% de los evaluados portugueses no ha llegado al décimo año, el curso de referencia. Si se bajara a la media de la OCDE, el 13%, Portugal sería el segundo país del mundo en lectura (por detrás de Singapur), el tercero en ciencias (tras Singapur y Japón) y el sexto en matemáticas.

La Asociación de Profesores de Matemáticas (APM) se felicita por el éxito, pero augura que los mejores días ya han pasado.”Los cambios curriculares en el ámbito de las matemáticas ya muestran indicadores preocupantes”, anuncia en un comunicado. A Susana Moura, licenciada de lengua portuguesa, que dejó la enseñanza, aunque la vive con sus dos hijos, le sorprenden los resultados de PISA. “Yo veo la enseñanza peor, los alumnos se dedican al “copio y pego’ de Internet, y los profesores tienen que dar resultados. El estudiante no aprende a relacionar conocimientos”.

Otro milagro portugués es que la mejora educativa no ha sido a costa de las clases más desfavorecidas o los inmigrantes. En nueve años, el país ha reducido tres veces la diferencia entre el estudiante nativo y el inmigrante, de 59 puntos a 17, cuando la media de la OCDE es de 43 puntos. Los estudiantes pobres portugueses tienen los mejores resultados de todo el informe. El trabajo en este sentido continúa: el próximo curso todos los libros de texto serán gratuitos en la Enseñanza General Básica.

Fuente: http://internacional.elpais.com/internacional/2016/12/08/actualidad/1481200752_446018.html

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Entre las pruebas PISA y el horror sistemático

Por: Manuel Humberto Restrepo Domínguez

Las lecturas de la escuela y las de la cotidianidad parecen condenadas a ir por lados contrarios, mejoró la escuela, pero el horror sigue igual. Las pruebas PISA, miden el conocimiento en ciencias, lectura y matemáticas de jóvenes de 15 años de 71 países. Colombia tuvo una leve mejoría que la deja en el puesto 61 en matemáticas, 57 en ciencias y 54 en lectura, pero en todo caso sigue mal. La mayoría de países de América Latina mejoró aunque la brecha con los países de primeros lugares se conserva. Singapur, Japón, Estonia, Taiwán, Finlandia, China, Canadá, Vietnam, Hong Kong y Shanghái, siempre van en punta. En Singapur uno de cada cuatro estudiantes logra una posición de alto nivel y en los países de la OCDE apenas uno de cada 10. Colombia no logra ningún puesto de alto nivel y otros como México tienen diferencias de hasta 70 puntos por debajo de España y Brasil cayó al vació.

Sin embargo es difícil pedirle mas a los jóvenes de Colombia, en especial a los de la escuela publica con educación desfinanciada, recursos escasos, profesores sin garantías laborales y amenazas a su estabilidad laboral, y en general sometida por el mercado de competencia salvaje. La ministra a la usanza militar, respecto a los informes de derechos humanos, no sale a promover explicaciones si no a justificar y agrandar cifras confusas en un país donde lo real y la ficción impiden comprender la verdad. Las lecturas de la realidad material y de la enseñanza formal parecen atadas a modos de vivir con alegría y horror. ¿Cómo leer la realidad por cuenta propia si sus interpretes que ideologizan los hechos definen lo que ocurre?. Cómo comprender por ejemplo la alegría de recibir un premio Nobel de Paz, si a pocas horas de diferencia un sádico de la elite Bogotana, rapta, viola y destruye con sevicia la vida de una niña pobre, indígena, desplazada, hija del país marginado; y días antes una lideresa Lgtbi haya sido asesinada en Barranquilla y sus vecinos con morbo le bajaran sus pantalones para mirar su órgano sexual; o que en Buga fuera violada, torturada y asesinada otra mujer.

Bastaría con presumir que las actividades sociales y mundanas del día a día están entrelazadas con una violencia genocida, que ha borrado los limites entre los frentes de batalla y el hogar. La guerra ha llevado los escenarios del crimen a lujosos edificios y fincas de recreo. Es promovida por los interpretes de lecturas intolerantes, que alimentan el odio y enseñan a un sector social a estar por encima de los otros, a sentirse superiores, inescrutables y a asesinar por placer, curiosidad u otros motivos. Esas lecturas salidas de centros de mando político formado por elites que gobiernan en medio de la corrupción y el menosprecio por la vida de los otros, incitan a esa violencia fratricida y patriarcal, aunque para expiar sus culpas, desde allí mismo pidan castración, cadena perpetua o pena de muerte en claro populismo punitivo orientado a desviar la razón del crimen y traducir a votos.

Como estos, ocurren cada semana decenas de crímenes sistemáticos, que al integrarlos evidencian si no una política por lo menos una cadena de exterminio de mujeres, lideres, jóvenes y niños, que tienen un mismo perfil de victimas: pobres, excluidos, opositores. Muchos caen asesinados por el hambre o por enfermedades prevenibles. Los medios siguen el libreto asignado: muestran selectivamente a alguno como caso individual, desconectado, que cumple la función de mantener la lectura fragmentada y hegemónica y encubrir con el morbo de un dolor ajeno la tragedia humanitaria. Contribuyen naturalizar la idea de que una vida humana vale menos que un iPad, ocultan la realidad de mafias y empresarios que asociados saquean los recursos del estado y pervierten la capacidad de sus instituciones y explotan laboral, sexual y delincuencialmente a mas de un millón de niños sobre quienes deciden su manera de vivir y su forma de morir y con total impunidad, desprecian la vida humana y en secuencia lógica llaman a continuar la guerra que harán a través de esos mismos niños.

Colombia es una buena síntesis de belleza y horror, un país que mejoró levemente la capacidad de lectura de los jóvenes según las pruebas pisa, que además produjo un solido acuerdo de paz, una impecable formula de justicia transicional y recibió la mas admirable generosidad de las victimas para ofrecer perdón a sus victimarios, -valga recordar de insurgencia, estado, paramilitares y los dos últimos en connivencia-. Los jóvenes mejoraron su lectura de colegio y los adultos en cambio a causa de una lectura manipulada que asaltó la inocencia no superaron la gran prueba del plebiscito por la paz, en que no se impuso la comprensión del respeto a la dignidad humana, si no venganza y resentimiento. La lectura manipulada impidió leer por cuenta propia. Fue hecha y difundida por interpretes de una ultraderecha delirante, que busca en las mayorías un antitodo que le garantice impunidad para los responsables de incontables sucesos de barbarie ocurridos durante el régimen de la seguridad democrática. El libro sagrado de la biblia, también fue interpretado para resaltar una moral y poner en retroceso conquistas alcanzadas. Los elegidos para transmitir la lectura sagrada movilizaron a sus fieles, -las ovejas de su rebaño-, sujetadas por las carencias y el olvido estatal. Las necesidades materiales de buena parte de la población son fácilmente convertidas por cínicos y sádicos en adhesión a programas políticos o de fe y orientar sus votos con la promesa de salvación y solidaridad que florecen en medio de la desesperanza calculada para provocar esos temores.

Mientras sus jóvenes mejoraban la lectura académica de las pruebas pisa, la lectura hecha por los interpretes del dogma y la pureza se asociaban para defender su interés oculto de seguir la guerra en nombre del progreso y por la salud de la nación. Unos interpretes dijeron que los hijos de la paz naciente serían homosexuales; otros dijeron que el país sería gobernado por comunistas, como en los comienzos de la aplicación de la higiene racial, homofóbica y totalitaria que terminó en holocausto, El fin de esta lectura de odio -que recuperó su plena vigencia- es obtener nuevamente el poder, elegir un presidente y proceder a eliminar malformaciones, defectos y rasgos con impurezas.

El proyecto de ultraderecha se dirige a la preservación de la guerra- y con ella del enemigo a derrotar- porque de ella emana su poder. La guerra es el valor supremo que revaloriza sus palabras y les permite afianzarse políticamente según sus ideales de belleza y crueldad y fijar comportamientos y conductas, que solo encuentran posibles eliminado las plagas de la humanidad, traducidas a marginados, guerrilleros, homosexuales, comunistas y opositores. Esta lectura se convierte en una orden de la que toman nota los fanáticos y sádicos que actúan aunque no se sientan criminales y aleguen estar educados correctamente o pertenecer a familias ejemplares que no matan pero saben borrar las huellas o negar y; los paramilitares que practican desde atracos callejeros, violaciones y hostigamientos, hasta descuartizamientos y decapitaciones publicas, para lograr el objetivo de perfeccionamiento social de su proyecto a base de exterminar a los estigmatizados contaminantes, empezando por los de sus propias filas cuando encuentran adentro a seguidores defectuosos.

A través de los jóvenes colombianos que presentaron las pruebas pisa se puede señalar que el país mejoró un par de puestos en la lectura y comprensión de la literatura universal, obtenida del conocimiento y la enseñanza académica, pero que en cambio varios millones de adultos empeoraron su capacidad de lectura critica y propia de la realidad y contra todo juicio sensato siguen dando muestras que prefieren la muerte a la vida. Los que leen en la paz la dignidad, leen mejor la realidad, y su deber es transformarla, saber defender la vida con convicciones éticas y saber poner al descubierto a quienes aun en medio del llanto, siempre dejan ver su cara al sol y sus camisas negras.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/entre-las-pruebas-pisa-y-el-horror-sistematico/

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