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¿ESTÀ DEMODÈ LA ONU?

Franklin González*

 

«Un orden internacional basado en la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, que ha evolucionado desde el final de la Segunda Guerra Mundial, es una receta más sólida para la paz que el orden internacional basado en las normas amorfas y discriminatorias” (John Dugard, profesor de derecho internacional en la Universidad de Leiden, Holanda).

 

 

Cada una de los períodos anuales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se convierten en un escenario para realizar un balance de lo que ha significado esa organización internacional desde su fundación hasta el presente, pero, sobre todo, para realizar conjeturas sobre su futuro.

Ahora, con motivo de la celebración del 78.º período de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, se plantean las mismas preguntas de todos los años. ¿Sigue teniendo vigencia? ¿Cuál es la utilidad actual de las Naciones Unidas? ¿Es una organización obsoleta, que no tiene poder? ¿Por qué a pesar de todos sus intentos no obtiene resultados? ¿Está demodé la ONU?

A continuación, realizaremos algunas reflexiones sobre la máxima expresión institucional e internacional del mundo.

Origen

El nacimiento de la ONU se firmó el 26 de junio de 1945, en San Francisco, al terminar la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organización Internacional, pero se sostiene que nació oficialmente el 24 de octubre de 1945, después de que la mayoría de los 51 Estados miembros signatarios del documento fundacional de la Organización, la Carta de la ONU, la ratificaron.

Como una forma de conmemorar y celebrar el aniversario de la Carta de las Naciones Unidas, se acordó, en una Asamblea llevada a cabo por el Consejo de Seguridad, en el año 1947, celebrar el Día de las Naciones Unidas. Dicha resolución fue firmada por unanimidad por todos los países miembros. Posteriormente, en el año 1971, la Asamblea General recomendó a sus miembros a tener presente esta fecha como un día festivo.

Debido a su singular carácter internacional, y las competencias de su Carta fundacional, la ONU puede adoptar decisiones sobre la amplia variedad de problemas que enfrenta la humanidad. En este siglo XXI, se encuentran entonces los relacionados con la paz y la seguridad, el cambio climático, el desarrollo sostenible, los derechos humanos, el desarme, el terrorismo, las emergencias humanitarias y de salud, la igualdad de género, la gobernanza, la producción de alimentos y mucho más.

Las Naciones Unidas, que han pasado de 50 a 193 miembros, tenían, por objeto, en sus inicios, proporcionar un foro en el que todos los países, independientemente de su tamaño (grandes o pequeños) e importancia geográfica, sintieran tener una voz con la misma importancia de los otros. Pero, como dice el refrán popular: “del dicho al hecho hay mucho trecho”.

Como se sabe, su estructura básica da poco poder real al órgano principal, -la Asamblea General-, y más a los vencedores de la Segunda Guerra Mundial -Gran Bretaña, China, Francia, Rusia y Estados Unidos- y, como miembros permanentes, cada uno de ellos ejerce un veto sobre los 15 puestos del Consejo de Seguridad. El Consejo está facultado para imponer sanciones económicas y es la única entidad de las Naciones Unidas a la que se le permite desplegar fuerza militar.

El resultado es un estancamiento crónico del Consejo de Seguridad en muchos temas, a menudo enfrentando a Estados Unidos no sólo contra China y Rusia sino también contra aliados que siempre han estado de su lado.

Esa estructura de poder está en crisis, pero sigue incólume

La ONU ante los problemas del mundo de hoy

Mientras tanto la realidad es terca y habla más que las palabras y especulaciones.

Las Naciones Unidas no han podido poner fin a las prolongadas guerras en Afganistán, Siria, Yemen o Libia. El conflicto israelí-palestino es casi tan antiguo como la propia organización y sigue “vivito y coleando”.

En materia del cambio climático el fracaso es total. En esta última asamblea, por ejemplo, varios mandatarios del «sur global» pidieron a los países ricos pagar su «deuda climática» por haber hecho históricamente mayores contribuciones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, causa principal del calentamiento global.

Y la paz brilla, pero por su ausencia.

Según las estadísticas de la misma ONU, el número de personas desplazadas a la fuerza en todo el mundo se ha duplicado en la última década hasta alcanzar los 80 millones. Son los “Mensajeros de la globalización, en palabras del sociólogo polaco Zygmunt Bauman.

Se espera que el número de personas que sufren hambre severa casi se duplique a finales de este año, hasta alcanzar más de 250 millones.

La misma ONU advierte que millones de personas en África están al borde de la hambruna y el conflicto en torno a Ucrania hace más crítica la situación.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, 17 metas de la ONU para 2030 destinadas, según se dice, a eliminar desigualdades que incluyen la pobreza, la discriminación de género y el analfabetismo, están en peligro.

La necesidad de su reforma

Mientras tanto son muchos los jefes de Estados y gobiernos que se han pronunciado sobre la necesidad de reforma a la ONU.

Aquí destacaremos algunos.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha sostenido que «La ONU de 2023 está lejos de tener la misma credibilidad que la ONU de 1945″ y “el Consejo de Seguridad, que debería garantizar la paz y la tranquilidad, es el que hace la guerra sin hablar con nadie. Rusia entra en Ucrania sin discutirlo en el Consejo de Seguridad. Estados Unidos entra en Irak sin discutirlo en el Consejo de Seguridad. Francia y Reino Unido invaden Libia sin pasar por el Consejo de Seguridad. En otras palabras, los países del Consejo de Seguridad son los que hacen la guerra, producen armas y venden armas».

«En 1948, la ONU consiguió crear el Estado de Israel. En 2023, no puede imponer la zona reservada a los palestinos. Se ha debilitado. Y en la cuestión climática es aún peor. En todas las COP decidimos muchas cosas, pero ninguna se aplica. ¿Por qué no se cumplen? Porque no hay un Estado soberano. La ONU no tiene poder para decir: Tenemos que cumplir esto, de lo contrario habrá que tomar ciertas medidas'».

Lula ha defendido que más países sean incorporados al Consejo de Seguridad para que éste tenga una representación más acorde con la realidad.” ¿Qué representación tiene África en el Consejo de Seguridad? ¿Cuál es la representación de Asia, de América Latina? Hemos dejado claro que estamos a favor de que Brasil entre en el Consejo de Seguridad, junto con India, Alemania y Japón. Hay diferencias, pero no son nuestras».

El mandatario brasileño, ha dicho que naciones como Argentina o México debían estar incluidos en el máximo órgano de la ONU.

De la zona del Mar Negro, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha dicho: «Una condición indispensable es la reforma de la ONU, que permitirá a la organización producir soluciones para garantizar un orden mundial más justo y reflejar la voluntad de toda la humanidad»

El mandatario turco ha criticado en más de una ocasión a la ONU, declarando que «el mundo es más grande que cinco», refiriéndose a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la organización.

Y aunque las mentiras pululan en el mundo de hoy, en esta última asamblea de la ONU, el mismísimo presidente de EEUU, Joe Biden, a quien todo se le olvida, informó que EE.UU. impulsará una reforma del Consejo de Seguridad de la ONU, porque hacen falta «nuevas voces» y «nuevas opiniones». En este sentido, dijo que propondrá reformar el Consejo de Seguridad de la ONU en la Asamblea General en función de que se incluyan cinco o seis nuevos miembros permanentes al organismo encargado de la seguridad internacional, entre ellos la India, Alemania, Brasil y Japón. Ante ello, de los distintos rincones del mundo, retumba la expresión: aleluya.

Su actual secretario general, António Guterres, ha pedido una reforma del Consejo de Seguridad de la ONU acorde con el mundo, por cuanto la alternativa a dicha reforma es la fragmentación.

¿Hacia dónde va?

Descubriendo el “agua tibia”, en el marco del 78.º período de sesiones de la AGNU, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, ha asegurado que esta institución “no tiene ningún poder y no tiene dinero”, sólo tiene una voz, representada en su persona.

Guterres, aunque destacó el poder de los Estados miembros, reconoció, no obstante, que el ejercicio de este poder está bloqueado debido a la división entre las superpotencias desde la Segunda Guerra Mundial.

También se insiste en lo mismo de todos los años: los ritornelos sobre su ampliación, se mencionan nombre de países, pero nada que eso se concreta. En ese sentido y mirando en el horizonte, la ONU necesita ciertamente una reforma institucional, pero, sobre todo, requiere de un cambio de fondo, estructural, para reconfigurar las prioridades de ese ente mundial, en un mundo en conflicto permanente y donde las divisiones entre los países y las instituciones de gobernanza están desfasadas para enfrentar la nueva realidad.

Ese “cambio estructural en las Naciones Unidas” debe hacerse en función de dar preferencia a otros temas clave, como el combate al hambre mundial y las desigualdades.

Por eso, hay gobiernos que, hablando en nombre de sus pueblos, insisten en que, hoy por hoy, la ONU no “da pie con bolas”, que organiza en su beneficio la “gobernanza” mundial y que en nombre de una “responsabilidad compartida”, invitan a los Estados a limitar su soberanía, pero sobre todo a los que no tienen el poder de veto que son la aplastante mayoría, porque, como se sabe, sólo 5 forman parte del Consejo de Seguridad.

Ahora bien, y lo real y concreto es que, desde hace mucho tiempo, la ONU está demodé, porque dejó de ser la instancia mundial donde se supone deberían dirimirse los conflictos sin violar la soberanía de los Estados-Nación. Más bien, se presenta cada vez más como un superestado mundial, dirigida por los EE.UU., las grandes corporaciones y las élites dominantes, que buscan imponerse al resto de los países y pueblos del mundo, sobre la base de un “mundo basado en reglas”.

Po eso, la consigna que retumba con mucha fuerza, por todos los rincones de los continentes del mundo es: basta ya de tantas mentiras, de tanta hipocresía.

*Sociólogo, Profesor Titular, Jubilado. Ex director de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV. Doctor en Ciencias Sociales. Con dos Postdoctorados. Profesor de Postgrado en la UCV, la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela, en el Instituto de Altos Estudios “Pedro Gual” del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores, en el Instituto de Investigación y Postgrado de la Escuela Nacional de la Magistratura y en el Doctorado de las Organizaciones de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez. Fue embajador en Polonia, Uruguay y Grecia y Decano de Postgrado de la Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos (UNERG). Ha publicado 12 libros y es analista nacional e internacional.

Fuente: El Autor escribe para el Portal Otras Voces en Educación

 

 

 

 

 

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Educación mundial se encuentra en estado de emergencia

La Unesco advierte que hay seis millones más de niños desescolarizados que en 2021

El número de niños y jóvenes que no están escolarizados en el mundo ha aumentado en seis millones desde 2021, hasta llegar a un total de 250 millones, en parte por la «exclusión masiva» de niñas y mujeres de la educación en Afganistán, advirtió este 18 de septiembre de 2023 la Unesco.

Ese incremento tiene que ver también con el «continuo estancamiento del progreso de la educación en todo el mundo» y pone en cuestión el cumplimiento de uno de los principales Objetivos del Desarrollo Sostenible de la ONU para 2030.

En un comunicado de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) con estos nuevos datos, su directora general, Audrey Azoulay, advierte de que «la educación se encuentra en estado de emergencia» y pide la movilización urgente de los estados «si no quieren vender el futuro de millones de niños».

«Aunque en las últimas décadas se han realizado esfuerzos considerables para garantizar una educación de calidad para todos -señala Azoulay-, los datos de la UNESCO demuestran que el número de niños sin escolarizar está aumentando».

Objetivo más lejano

El Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 establece una educación de calidad para todos de aquí a 2030. Para alcanzarlo, los expertos de la Unesco creen que ahora tendría que haber seis millones más de niños en preescolar, 58 millones más de niños y jóvenes escolarizados y al menos 1,7 millones de docentes de primaria formados.

Hace un año, en la Cumbre sobre la Transformación de la Educación de la ONU, 141 países se habían comprometido a transformar sus sistemas de educación para acelerar el progreso hacia ese objetivo.

Según Azoulay, para que los países alcancen sus metas, es necesario que 1,4 millones de niños se matriculen anualmente en la educación de la primera infancia de aquí a 2030, y que prácticamente se tripliquen los avances en las tasas de finalización de la enseñanza primaria.

Desde 2015, el porcentaje de niños y niñas que finalizan la educación primaria ha aumentado en menos de 3 puntos porcentuales, y se sitúa en el 87%.

Educación mundial se encuentra en estado de emergencia

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La educación es la clave: la importancia de inspirar a las niñas en la industria tecnológica.

Por Adriana Martínez, Regional Business Development Manager Epson.

La industria tecnológica es una de las más importantes del mundo, y en los últimos años ha ganado aún más relevancia. Hoy vivimos la transformación digital, la inteligencia artificial, el internet de las cosas, y hemos visto cómo los motores pasaron de ser de combustión a eléctricos, creación de ciudades inteligentes, modelos de compra distintos, entre otros cambios. Sin embargo, a pesar de que la tecnología no tiene género, aún existe una brecha en el sector.

Según ONU Mujeres, este género sigue estando en minoría, tanto en el mundo laboral como en el académico. Tan solo el 28% de las personas graduadas en carreras profesionales como ingeniería son mujeres, el 22% trabajan en inteligencia artificial y son menos de un tercio de la fuerza laboral en el sector tecnológico en todo el mundo.  Por lo tanto, es importante que desde la educación se incentive a las niñas a temprana edad a ser parte de la industria tecnológica para que sean competitivas en el futuro y tengamos más mujeres líderes en el sector.

El sistema educativo debería implementar cambios para empoderar a las niñas y acercarlas más a la industria mediante la creación de programas de formación y capacitación en tecnología y emprendimiento, así aprenderán a crear soluciones tecnológicas y mejorar sus habilidades y conocimientos, lo que les dará una ventaja competitiva en el mercado laboral. Además, incentivará en ellas la creatividad y su capacidad para resolver problemas.

Ahora bien, uno de los principales retos profesionales a los que las mujeres se enfrentan es el liderazgo de equipos multiculturales y generacionales. Sin embargo, es importante que las mujeres se preparen para liderar equipos y desarrollen una inteligencia emocional que les permita trascender en los procesos incómodos y valorarse a sí mismas. De acuerdo con un estudio realizado por Deloitte, los equipos diversos se desempeñan mejor y son más innovadores. Por esta razón, los líderes de todas las industrias reconocen que una fuerza laboral en la que participan personas de distintos géneros, razas y edades es exitosa.

Si se cuenta con una preparación adecuada y se entiende que nuestras capacidades están en el mismo nivel que las de los hombres, aportaremos cada vez más a la industria tecnológica y ocuparemos más cargos de liderazgo.

Ahora bien, es importante ser altamente competitivas y buscar nutrirse constantemente de conocimiento y experiencias diversas. Sin embargo, se debe reconocer las virtudes específicas de cada género: en los hombres, podemos encontrar organización, practicidad e inteligencia, mientras que en las mujeres, podemos encontrar pasión, creatividad, recursividad e inteligencia, la mezcla de estas virtudes puede construir equipos altamente exitosos en cualquier industria.

La educación, sin duda alguna, es la clave para el desarrollo humano, social, económico y cultural, por lo que tiene un rol valioso para empoderar a las niñas en el sector TIC. Por eso invito a incentivarlas a estudiar carreras relacionadas con la tecnología y brindarles el apoyo necesario para que puedan acceder a puestos de liderazgo. Esto no solo les permitirá tener éxito en su carrera profesional, sino que contribuirá a crear una sociedad más equitativa. Es importante no darse por vencidas y trabajar imparablemente para conseguir nuestros objetivos, comenzando por cruzar nuestras propias barreras mentales.

Las empresas y organizaciones también pueden desempeñar un rol clave al apoyar programas y proyectos que promuevan la educación  TIC para las mujeres y contribuir a la creación de una fuerza laboral más diversa. La tecnología es una industria apasionante y necesitamos más mujeres líderes en ella para lograr avances significativos y una mayor equidad de género.

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ONU pide a Israel respetar derecho de niños palestinos a la educación

Según la ONU, al menos 58 escuelas que atienden a 6.500 niños enfrentan amenaza de demolición.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) pidió este lunes a Israel que respete el derecho de los niños palestinos a la educación y cese de inmediato la demolición de escuelas en este territorio.

«Profundamente perturbado por la demolición el 7 de mayo por parte de las autoridades israelíes de una escuela financiada por la Unión Europea (UE) en el Área C, que afectó directamente a más de 40 niños. El derecho del niño a la educación debe ser respetado», escribió en su cuenta de Twitter el Coordinador Especial de la ONU para la Paz en Oriente Medio, Tor Wennesland.

Acto seguido, hizo un llamado a Israel para que detenga de inmediato este tipo de demoliciones que cataloga como ilegales, según el Derecho Internacional.

El funcionario se refirió a la escuela de Jubbet Adh Dhib, situada en la aldea palestina de Bayt Ta’mar, al este de Belén quefue demolida en la víepera por fuerzas israelíes.

La destrucción de este centro propició la pérdida de educación de al menos 40 niños que viven en la pequeña aldea y zonas aledañas.

“Actualmente, 58 escuelas que atienden a 6.500 niños, enfrentan la amenaza de demolición debido a la falta de permisos de construcción que son casi imposibles de obtener para los palestinos”, reza un comunicado adjunto a la publicación.

En el texto, Wennesland afirmó que como reiteró en una reunión en Bruselas, Bélgica, la pasada semana, estas acciones israelíes afectan la prestación de servicios en Palestina y amenazan la estabilidad.

«Además, los factores persistentes del conflicto, incluidas las demoliciones, generan un clima de desconfianza y tensión entre palestinos e israelíes y socavan la perspectiva de lograr una solución política”, concluyó el alto funcionario.

https://www.telesurtv.net/news/onu-pide-israel-respetar-derecho-ninos-palestinos-educacion-20230508-0034.htm

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Afganistán: La resolución del Consejo de Seguridad de la ONU debe estar respaldada por una acción concertada para restituir los derechos a las mujeres y las niñas

En respuesta a la aprobación por el Consejo de Seguridad de la ONU de la resolución que exige a los talibanes levantar urgentemente las restricciones que vulneran los derechos de las mujeres y las niñas en Afganistán —votada a raíz de la reciente prohibición de que las mujeres afganas trabajen con la ONU en el país— Joyce Bukuru, responsable de trabajo de incidencia de Amnistía Internacional ha manifestado:

“El Consejo de Seguridad ha aprobado la resolución en un contexto de ataque implacable a los derechos humanos de las mujeres y las niñas en Afganistán. Los talibanes tienen la obligación de cumplir la resolución, levantar de inmediato las prohibiciones y restricciones sobre los derechos de las mujeres y las niñas, incluidos los derechos al trabajo y la educación, y poner en libertad a todas las personas que están detenidas por protestar o denunciar las prohibiciones”.

“Aunque se trata de un paso en la dirección correcta, la resolución no abarca la obligación de rendir cuentas de los responsables de la vulneración sistemática de derechos. Tampoco fija las medidas concretas que deben adoptar los miembros del Consejo de Seguridad para apoyar las iniciativas en curso destinadas a restituir los derechos a las mujeres y las niñas en Afganistán y a hacer rendir cuentas a los talibanes, en cuanto autoridades de facto, por sus violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos de las mujeres y las niñas.”

“Afganistán tiene obligaciones en virtud del derecho internacional de los derechos humanos, pero ninguna de las iniciativas tomadas hasta ahora han detenido los abusos de los talibanes. Esta resolución debe ir acompañada de máxima presión internacional para enviar a los talibanes el mensaje de que los derechos de las mujeres y las niñas no son negociables: son universales e inalienables.’’

Información complementaria

El 5 de abril de 2023, los talibanes anunciaron su decisión de prohibir a las mujeres afganas trabajar con la ONU, ampliando una prohibición anterior de trabajar con ONG. Este anuncio se ha producido en un momento en el que Afganistán atraviesa una crisis humanitaria sin precedentes.

Amnistía Internacional ha documentado anteriormente cómo los talibanes están devastando las vidas de las mujeres y las niñas de Afganistán con la represión de sus derechos humanos. Desde que tomaron el control del país en agosto de 2021, los talibanes han violado los derechos de las mujeres y las niñas a la educación, al trabajo y a la libre circulación; han diezmado el sistema de protección y apoyo para quienes huyen de la violencia de género en el ámbito familiar; han detenido a mujeres y niñas por infracciones menores de normas discriminatorias, y han contribuido al aumento del número de matrimonios infantiles, precoces y forzados en Afganistán.

https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/noticias/noticia/articulo/afganistan-la-resolucion-consejo-seguridad-onu-accion-concertada-restituir-derechos-mujeres-ninas/

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La cuarta traición

Por: Muuch’ Xíimbal

 

En julio de 2018 las boletas señalaban a AMLO –¡por fin!– como presidente electo de México. Sus pactos –públicos, privados y secretos; buenos, malos y regulares– habían funcionado. La Silla estaba a su alcance; cuestión de semanas.

Ahora la suma histórica de México resultaba en él, en AMLO, como antes fue en Moctezuma, Cortés, Santa Anna, Juárez, Díaz, Carranza, Cárdenas, Alemán, Díaz Ordaz, Echeverría, Salinas, Zedillo, Fox, Calderón, Peña y demás contrapartes suyas en el espejo del tiempo. México se ataba ahora –a fuerza de un sistema electorero rapaz– a sus designios, a los de Él frente a la Historia, con la legalidad oficial en la diestra y las Fuerzas Armadas en la siniestra.

Pronto se vio, sin embargo, por dónde iría el asunto. AMLO le llamó “Cuarta Transformación” a lo que desde el nombre tuvo un fuerte tufo a traición. Vista desde el mundo indígena, la 4T era otro invento blanco del montón, falso como los anteriores, con poco –o nada– de significado en lenguas vernáculas; era otra sarta de anuncios pomposos en el idioma de la imposición, como esos que siempre derivan en más saqueos y baños de sangre, más hambrunas y tiempos peores. Porque los modos de ejercer el racismo, la discriminación, el sometimiento y la denigración de los pueblos originarios sólo se ha refinando con los siglos, especialmente en los últimos años con el ejercicio pleno de la “invisibilidad de los vencidos”, tal como hace AMLO o como se aplica tan destacadamente en Yucatán, donde el orgullo político-oficial por “lo Maya” no pasa de las ruinas arqueológicas y la cocina que tanto gustan al turismo, en cruel contraste con el abandono y la discriminación del pueblo actual, piel viva de esa cultura levantada y sostenida en el maíz y la milpa, el agua y la selva desde hace miles de años en el territorio que desde siempre se ha llamado Maya en lengua propia…

Herederos del saldo trágico de siglos de latrocinios, codicia, sevicia y crímenes de lesa humanidad, los pueblos originarios de México ocupan hoy –como desde la Conquista– la posición más baja en la escala social. Allí han estado desde la invasión europea y desde que México es México, sobreviviendo a epidemias, hambrunas, masacres y saqueos, enmedio del uso y el abuso de “todo el peso de la ley” en su contra, habiendo sido condenados desde hace décadas al pago –por generaciones– de una deuda pública atroz, refinación de la esclavitud que sigue creciendo como espuma dadivosa en el caldo apestoso de la impunidad de siempre.

¿Dónde están los vestigios de las transformaciones anteriores a las que se refiere AMLO? ¿Dónde las promesas y los hechos? ¿Dónde las cuentas claras y sinceras, las que sí valen para las culturas y los pueblos originarios? ¿Dónde la aceptación oficial y el reconocimiento pleno al enorme daño causado a generaciones y generaciones de indígenas por siglos de racismo y etnocidio? Y aun así se atreve AMLO a hablar con pompa, vanidad y amnesia selectiva de una “cuarta transformación”. ¿Una cuarta qué? El saldo de la historia es evidente, denigrante, vergonzante. No existen tales “transformaciones” en la historia de los pueblos indígenas mexicanos, como no hayan sido para peor. O en todo caso, por conceder, las primeras tres (1T, 2T y 3T) sólo existieron para pronto diluirse en francas traiciones. Una y otra vez. Habrán empezado –quizá– con buenas intenciones, pero es evidente que se torcieron y todo acabó peor que antes. No así la 4T, la Cuarta Traición (por usar la numerología de AMLO), que desde el inicio mostró sus malas artes en palabras, obras y omisiones. Diga usted si no con este caso:

*       *      *

En julio de 2018, con el panorama abierto a todo, AMLO tenía sin embargo grandes retos por sortear. Aparte del narcotráfico ubicuo y los baños de sangre diarios, el año siguiente –primero de su ansiado sexenio– había sido decretado anteriormente –desde 2016– como “2019, Año Internacional de las Lenguas Indígenas” por la ONU. Tremendo asunto.

México, país rico y pródigo en culturas y lenguas originarias (cerca de 70 aún vivas), tendría la oportunidad histórica de reivindicarse en el escenario mundial y dejar atrás cinco siglos de racismo, discriminación y etnocidios.

AMLO no era nuevo en el tema indígena; tenía más experiencia que cualquier otro presidente anterior. Décadas atrás había sido su interés en el pueblo chontal lo que le abrió las puertas del PRI (vía Carlos Pellicer) en tiempos de Luis Echeverría, dirigiendo después (durante cinco años, del 77 al 82 del siglo XX) el Instituto Nacional Indigenista (INI) en su natal Tabasco.

Así pues, las condiciones nacionales e internacionales estaban dadas para que México fuera un ejemplo mundial de reivindicación y justicia históricas. La legitimidad y popularidad de AMLO como nuevo e indiscutible presidente le daban la fuerza necesaria para iniciar de verdad un cambio sincero, un compromiso generacional de transformación genuina que diera prioridad a las raíces más profundas de nuestra identidad nacional (discriminadas y denigradas de modo atroz desde la invasión europea).

Pero las esperanzas de que el estadista AMLO tuviera la talla para asumir el gran reto, con una visión nacional de alcance y compromiso para una trasformación verdadera, pronto se perdieron. Desde el inicio el plan de AMLO fue la traición, y poco hizo por ocultarlo al dar continuidad a la imposición de proyectos etnocidas de sexenios anteriores (como el Proyecto Integral Morelos), provocando asesinatos de decenas de activistas comunitarios (en un ritmo macabro que no ha variado en el sexenio) y lanzando campañas político-publicitarias de sus propias ocurrencias grandiosas, de proyectos enormes, neoliberales en todo y más etnocidas, más ecocidas y peor planeados que nunca… Todo ello en su primer año de gobierno, 2019, Año Internacional de las Lenguas Indígenas.

El cúmulo de evidencias y cifras terribles de sus primeros meses de gobierno (que lo señalaban como infractor y violador contumaz de los derechos de los pueblos originarios) ponía a dura prueba la experiencia de AMLO en el manejo político del tema indígena. Pero él tenía, eso sí, la ventaja de contar con toda la fuerza y los recursos del gobierno mexicano. En última instancia –y pesara a quien le pesara– su sexenio apenas comenzaba, así que tendría manos libres para consumar y encubrir –según él– los hechos que fueran necesarios.

Así, afrontando el reto del ilusionista que además es dueño del circo, AMLO pasó sin mucho trámite –ni cuidado– de sus “consultas populares” a sus “consultas indígenas” de marca propia, alcanzando la sima de la simulación con su “consulta indígena sobre el Tren Maya” cuyas fechas de votación hizo coincidir con la reunión de la Asamblea General de la ONU en que se aprobarían los resolutivos del “2019, Año Internacional de las Lenguas Indígenas” (el principal resolutivo fue el decreto del 2022-2032 como “Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas”, de lo cual tomó buena nota AMLO).

La consulta hechiza del FONATUR en la Península de Yucatán en  diciembre de 2019 quiso presentarse al mundo como “una magna consulta indígena” donde el pueblo Maya habría decidido –y aprobado, según AMLO y sus secuaces– sobre un megaproyecto que atravesaría todo su territorio y significaría (esto no se informó a los “consultados”) una drástica alteración demográfica y social, con un gran “reordenamiento territorial” y magnas urbanizaciones a lo largo del recorrido del tren (“Es más que un tren”, promocionaba alegremente el ONU-Hábitat, más vendido que nunca); es decir, un suicidio cultural.

Pero el montaje fue tan burdo y el engaño tan evidente que nada bastó para maquillar lo obvio, aun contando AMLO con la participación destacada y descarada de organismos cómplices como el ONU-Habitat y la UNESCO. Porque fue, para colmo de sus males, la misma ONU la que atajó la maniobra y evidenció el fraude perpetrado por AMLO al pueblo Maya, al publicarse un boletín oficial de la Oficina de Derechos Humanos (responsable en la ONU de velar por los derechos indígenas) pocas horas después de finalizada la “consulta indígena del tren” en ese diciembre de 2019. El boletín estableció clara, rotunda y oportunamente lo que atestiguaron los observadores de dicha Oficina: que hubo violaciones de todo tipo a la norma estipulada por la comunidad internacional (lo cual fue reiterado meses después, con expedientes y análisis de especialistas de la ONU, en carta directa al gobierno mexicano).

Descubierto y exhibido como el mentiroso y simulador que es, y sin la excusa de la ignorancia supina (¿Acaso no es un político veterano? ¿Acaso no dirigió el INI en su estado durante cinco años?), AMLO decidió redoblar la apuesta con la terquedad tiránica y el criminal cinismo de un Luis Echeverría asesino. Así, abusando del prestigio diplomático de México y de la buena voluntad de algunos, AMLO orquestó –junto con sus cómplices de la UNESCO– un “evento de alto nivel” en la Ciudad de México para robar cámara y ponerse al frente –declarativamente hablando– del “Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas 2022-2032”, mismo que –como se recordará– fue decretado en la Asamblea General de la ONU en diciembre anterior mientras AMLO simulaba su magna “consulta indígena sobre el tren”.

Así pues, a pocas semanas de perpetrada su traición más cínica y sonora en la Península de Yucatán, AMLO pudo mostrarle al mundo su astucia en el manejo diplomático del tema: el 27 y 28 de febrero siguiente, con la bien pagada complicidad de la UNESCO, el gobierno de AMLO organizó en la Ciudad de México el evento de “alto nivel” antes mencionado, al que tituló “Construyendo un Decenio de Acciones para las Lenguas Indígenas”, en referencia a la declaratoria de la ONU de diciembre anterior. Poco más de 500 invitados de 50 países aprobaron una “hoja de ruta” para el Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas, llamada “Declaración de Los Pinos [Chapoltepek]” (nótese el Náhuatl) misma que “sitúa [sic] a los pueblos indígenas en el centro de sus recomendaciones”, según información de la Secretaría de Relaciones Exteriores de Marcelo Ebrard en complicidad con la UNESCO. Todo un logro cínico-diplomático para la causa etnocida de la 4T. Una joya enorme del oportunismo político de AMLO.

Así pues, la traición estaba funcionando –tanto en términos oficiales como en el plano declarativo internacional– a pesar de los molestos señalamientos y las evidencias mostradas por la Oficina de Derechos Humanos de la ONU (pues éstos bien podían mitigarse con el lavado de imagen a cargo del ONU-Hábitat, la UNESCO y otros organismos venales).

(Es de señalar, a la luz de los hechos, que AMLO tal vez albergue el mismo delirio que tuvo Luis Echeverría mientras vivió: el que la historia se encargará de resaltar sus logros decorativos por sobre sus crímenes múltiples.)

Así, AMLO ha seguido en su sexenio la senda del traidor, pisoteando los derechos de los pueblos originarios y remachando con embestidas legales y extralegales la imposición de sus planes, provocando el asesinato y la criminalización de decenas y decenas de activistas indígenas, azuzando y echando al Ejército por delante con armas y maquinaria pesada, a toda marcha y con toda impunidad, perpetrando sus proyectos destructivos y atropellando y denigrando a cientos de comunidades indígenas en toda la geografía nacional.

En el caso destacado de Yucatán, AMLO encontró tierra fértil para la traición. Yucatán, donde la zona henequenera –de larga y profunda corrupción moral– abarca todo el escudo del Estado; donde es nula la representación del pueblo Maya en el sistema político (estatal y federal); donde el gobernador Mauricio Vila y su familia y sus huestes de la Universidad Marista promueven y protegen negocios sucios a manos llenas –tráfico de cerdos, bienes raíces, alcohol, moches, usted diga– mientras reprimen “con todo el peso de la ley” a las comunidades mayas que se resisten al saqueo impune…

A como ya va, el Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas (2022-2032) será la década más etnocida para México en toda su historia. Lleva como marca una “T”. Le llamaban “la Cuarta”. (jcfm, abril de 2023)

Publicado originalmente en Muuch’ Xíimbal

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El sueño de una escuela feliz

Por: Marcelo Trivelli

El pasado 20 de marzo se celebró el Día Internacional de la Felicidad. Instaurado por la ONU (Organización de Naciones Unidas) a partir de una propuesta del Reino de Bután que ha puesto entre la felicidad de su población como uno de sus objetivos políticos

El Reino de Bután es un país de Asia que se encuentra en los Himalaya entre India y China. En la década de los ’70 introdujeron el concepto: Felicidad Nacional Bruta (FNB) por el cual se diseñarían y evaluarían las políticas públicas.

En un comienzo desde occidente se miró con cierto grado de sorna esta propuesta, sobre todo, considerando que provenía de un país con un régimen monárquico, con bajo nivel de ingresos, alto analfabetismo, baja expectativa de vida, aislado del resto del mundo y sin desarrollo industrial. El tiempo y el fracaso de las mediciones económicas para medir el bienestar de la población fueron abriendo paso a considerar la felicidad como una variable digna de ser considerada como pilar del desarrollo.

Mientras que la hegemonía capitalista se centra en el Producto Interno Bruto que se mide en dinero y, como bien dice Joseph E. Stiglitz, premio Nobel de Economía, el PIB no es capaz de medir la calidad de vida, en Bután, la Felicidad Nacional Bruta se construye sobre respuestas de la población a un cuestionario que consulta sobre: bienestar psicológico, uso del tiempo, vitalidad de la comunidad, cultura, salud, educación, diversidad medioambiental, nivel de vida y gobierno.

Es posible imaginar el terremoto político que sucedería en Chile si el Presidente y su Ministro de Educación invitaran a la ciudadanía a diseñar y evaluar políticas públicas educativas según un índice de felicidad de educadores, estudiantes y demás miembros de las comunidades educativas y no según las pruebas y exámenes tradicionales.

Aunque las escuelas felices parecen una utopía, ya son realidad en algunas experiencias educativas en distintas partes del mundo.

El proyecto de escuelas felices de UNESCO se aleja de la presión de rendir pruebas y exámenes y “propone enfoques alternativos con miras a mejorar la experiencia del aprendizaje dando prioridad a la felicidad en la escuela. Al hacer hincapié en el bienestar, el compromiso y el sentimiento de pertenencia a la escuela, el proyecto contribuye a fomentar el amor por el aprendizaje a lo largo de toda la vida”.

Las escuelas felices tienen impacto en toda la comunidad educativa. Es una forma diferente de abordar la educación. Se mira el proceso de aprendizaje como una aventura digna de ser vivida y disfrutada y no como un medio para el éxito futuro y/o un triunfo sobre los demás.

Considerar la felicidad como un pilar fundamental de la educación genera un círculo virtuoso. Estudiantes mejoran su asistencia, profesionales de la educación mejoran su salud mental, madres, padres y apoderados se ven incentivados a enviar a sus hijos e hijas a la escuela. Y, finalmente, en una escuela feliz, está probado que también mejora el aprendizaje.

Fuente de la información e imagen:  https://www.pressenza.com

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