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Señores(as) candidatos(as) a la Secretaria General de la ONU: NO dejemos sólo(as) a las Maestras y Maestros

Por: Luis Bonilla-Molina[i]

Con la aprobación en septiembre de 2015 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) los gobiernos del mundo lograron reunir y sistematizar en un solo instrumento de planificación y evaluación de políticas públicas internacionales, buena parte de las aspiraciones de los ciudadanos del mundo. La conciencia mundial vibró al unísono al momento de suscribirse el pacto global por las 17 orientaciones que marcarán la pauta de actuación de los gobiernos de cara al año 2030.  Por supuesto que estos son objetivos mínimos, que no solapan ni niegan la urgente necesidad de construir un nuevo orden mundial que haga posible la justicia, solidaridad, igualdad, libertad, democracia y felicidad para los pueblos en todos los lugares del planeta.

En este marco la educación adquiere un valor estratégico.  A decir del propio Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), al momento de justificar el impulso del cuarto (4) ODS:   “El objetivo de lograr una educación inclusiva y de calidad para todos se basa en la firme convicción de que la educación es uno de los motores más poderosos y probados para garantizar el desarrollo sostenible”.   Esta definición, de carácter histórico empalma por lo dicho por el Libertador Simón Bolívar, cuando señalaba  “Las naciones marchan hacia el término de su grandeza con el mismo paso con que camina su educación. Ellas vuelan, si esta vuela, retroceden si retrocede, se precipitan y hunden en la oscuridad si se corrompe, o absolutamente se abandona”.

Pero una educación inclusiva y de calidad, que posibilite el pleno desarrollo humano integral y la construcción de ciudadanía crítica, sólo es posible alcanzarla con la activa participación de los Maestros y Maestras.  Sin embargo, en el marco de algunos procesos de cambio o reforma educativa, muchas veces con las mejores de las intenciones, los docentes terminan siendo culpabilizados de todos los problemas y deficiencias de nuestros sistemas educativos, golpeando severamente su estima social y sus propias condiciones de estabilidad laboral. La realidad es mucho más compleja que esto, pero el resultado de este maltrato a los(as) maestros(as) se convierte en un elemento que limita los resultados de metas tan nobles y ambiciosas como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Todos estamos de acuerdo que se requieren cambios urgentes en los sistemas educativos nacionales para que ellos estén a tono con las necesidades, aspiraciones y propósitos que esperan y le asignan sus sociedades. Avanzar en esa dirección debe ser un desafío renovadamente democrático, lo cual demanda consulta, participación y construcción compartida de políticas públicas con y desde los maestros(as).

Por ello, considero importante que la sociedad civil, el magisterio internacional y sus organizaciones interroguen respetuosamente a los candidatos a ocupar el más importante cargo en el sistema de Naciones Unidas, respecto a cómo podría esta instancia mundial acompañar las reformas educativas convirtiéndose en garante que la voz, verbo, conciencia y propuestas de los maestros y maestras del mundo sean escuchados(as) a la hora de implementar las reformas que deriven de la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

La sociedad mundial no puede dejar sólo a los maestros y maestras en esta hora de necesarios cambios, a quienes por generaciones les han dado lo mejor de sí al mundo para construir la sociedad que hoy tenemos. Todos quienes ocupamos cargos, desde quien maneja un colectivo, pasando por el funcionario público, hasta los Presidentes(as) de Naciones y los(as) propios(as) Secretarios(as) Generales de Naciones Unidas, han sido formados, guiados y orientados por decenas de maestros, maestras y profesoras(es).

Avancemos en las necesarias reformas educativas, construyendo mecanismos para que la voz de los maestros(as) no sólo sea escuchada sino protagonista especial en la ruta consensuada de transformaciones que se requieren para que nuestros sistemas educativos se conviertan en pilares de independencia, desarrollo y justicia social, es decir de calidad y pertinencia.

Construir una Comisión Ética Internacional que monitoree y acompañe las reformas educativas asociadas a los ODS con participación de magisterio activo, sería una muestra irrefutable de cómo el sistema de Naciones Unidas contribuye en el presente al desarrollo de la democracia que requiere el siglo XXI a escala mundial.  Nos gustaría conocer que piensan al respecto  Irina Bokova, Helen Clark, Natalia Gherman, Vesna Pusic, Antonio Guterres, Srgjan Kerim, Danilo turk, Igor Luksic, Alicia Bárcena y Susana Malcorra Ustedes tienen la palabra dignos candidatos a dirigir el más importante foro de gobernanza mundial.

 

[i] Dr. En Ciencias Pedagógicas. Coordinador Internacional del portal otrasvoceseneducacion.org

*fuente de la imagen: http://www.inidedelauia.org/2013_01_01_archive.html

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Naciones Unidas llama a luchar contra la desertificación y la sequía

Naciones Unidas, Prensa Latina

En el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llamó hoy a enfrentar esos fenómenos que impactan a la humanidad en sectores como la alimentación.

En su mensaje a propósito de la fecha, establecida en 1994 por la Asamblea General, el diplomático señaló que este año el lema de la jornada es «Protejamos el planeta. Recuperemos la tierra. Involucremos a la gente».

Por tanto, insto a la comunidad internacional a cooperar para neutralizar la degradación de las tierras, en el contexto de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible y los esfuerzos que representa en la construcción de un fututo de dignidad y oportunidades sin exclusiones, dijo.

De acuerdo con el Secretario General de Naciones Unidas, más del 50 por ciento de las tierras agrícolas en el planeta están mediana o gravemente degradadas, y cada año se pierden 12 millones de hectáreas, las cuales dejan de ser cultivables.

Al respecto, Ban advirtió que la subsistencia y el bienestar de cientos de millones están en peligro, en un escenario mundial marcado por la triste realidad de que cerca de 800 millones de personas padezcan subalimentación crónica.

La ONU alerta que en los próximos 25 años, la degradación de las tierras podría reducir la producción mundial de alimentos hasta en un 12 por ciento, lo que incrementaría los precios de los productos en un 30 por ciento.

Sin una solución a largo plazo, no solo se afectará el suministro de alimentos, porque se propiciará el aumento de las migraciones y el riesgo de inestabilidad en muchas regiones y países, subrayó el Secretario General.

Ban insistió en los vínculos entre la desertificación, la degradación de las tierras, las sequías y el cambio climático.

«Como resultado de la degradación y el cambio climático, la severidad y frecuencia de las sequías crecen, junto a las inundaciones y las temperaturas extremas», precisó.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&idioma=1&id=4984261&Itemid=1

Imagen de uso libre tomada de: https://i.ytimg.com/vi/Iz3jy6UfA8M/maxresdefault.jpg

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Educación en la agenda para la elección del nuevo(a) Secretario(a) General de Naciones Unidas

El sistema de Naciones Unidas  continua siendo alabado y cuestionado por sectores diversos. Lo cierto es que al momento de su fundación la ONU constituyó una esperanza para la paz mundial y en el presente, a pesar de los millones de muertos que se han producido a escala local y regional como resultado de las fricciones en la gobernanza internacional, su papel como espacio de interlocución y mediación sigue siendo relevante.

Numerosos mandatarios nacionales han hablado de la urgente necesidad de acelerar el proceso de reformas estructurales del sistema de naciones unidas, para lograr que esta institución esté a tono con los retos, desafíos y necesidades de los pueblos del mundo en el siglo XXI.  Presidentes como Hugo Chávez o Mandela hablaron en distintos momentos sobre el papel mucho más activo que podría jugar la ONU en materia de igualdad humana, justicia social y desarrollo integral de las naciones.

Hace semanas se inició el proceso de elección para el nuevo Secretario General de la ONU.   Más allá del debate respecto al mecanismo de elección y el poder de veto del Consejo de Seguridad, en esta oportunidad nos interesa destacar el papel que puede jugar el nuevo equipo de gestión de Naciones Unidas para garantizar, tanto una educación de calidad para todos y todas como para frenar el riesgo de un Apagón Pedagógico Global (APG)[i].

El año 2015, en Incheon Korea se desarrolló el Foro Mundial de Educación, el cuál revisó el estado del arte de la Educación Para Todos en el mundo y alcanzó un importante acuerdo mundial respecto a las metas educativas 2030, el porcentaje  de PIB y presupuesto educativo nacional, la formación docente y el logro de una educación de calidad. Allí pudo ser más significativa y activa la presencia de docentes de aula[ii],  pero ello no impidió que  finales de ese mismo año se impulsara la convergencia de la agenda educativa con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2015-2030[iii]. Este esfuerzo se vio cristalizado en la meta 4 de los ODS; por primera vez la educación pasó a ser un tema prioritario en la acción de la agencia central de naciones unidas. Esto rompería con la tendencia a considerar lo educativo como una tarea de su órgano subalterno: UNESCO[iv]. Sin embargo, algunas agendas educativas hoy están en riesgo de ingresar a una especie de limbo internacional como la educación superior, pero eso es tema de otro artículo[v].

La meta 4 de los ODS plantea la urgente necesidad de alcanzar educación de calidad, estableciendo como estrategias para ello: (a) reducir la desigualdad y responder a los cambiantes contextos y necesidades de los mercados laborales, así como a la “economía informal” y el desarrollo rural; (b) potenciar aprendizajes flexibles en entornos formales y no formales; (c) garantizar que los programas de estudios incluyan habilidades relacionadas al trabajo, con destrezas no cognitivas/transferibles. Ello pareciera implicar un nuevo ciclo de reformas educativas a escala global que permitan transformar los sistemas educativos conforme a estos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Una reciente consulta realizada a los docentes del mundo en el portal independiente http://www.otrasvoceseneducacion.org arrojó que un 57% de ellos desconoce los ODS y un 6% presenta resistencias a su aplicación. Ahora bien conocer no significa necesariamente entender las implicaciones en términos de transformación de los sistemas educativos, la formación docente y la propia práctica pedagógica que implican la puesta en práctica del ODS 4.  Este no es un tema menor, por el contrario resulta clave en la necesaria construcción de consenso social para adelantar políticas públicas educativas de orientación reformista.

Las reformas educativas recientes implementadas en varios lugares[vi] han encontrado una creciente resistencia de los docentes y las comunidades al conjunto de las propuestas de cambio o algunas de ellas.  A mi juicio, más allá de la asumida orientación político-económica de las mismas, estas resistencias tienen tres razones de partida bien concretas. La primera, no entender que hay un aprendizaje corporativo en el magisterio, después de décadas de luchas por la democracia, sus derechos y la educación pública, respecto a que los cambios pueden ser reformas en sentido positivamente aceptados o contrarreformas vestidas de reformas que implican retrocesos o pérdidas de conquistas. Segunda, que las autoridades ejecutivas que las impulsan –fundamentalmente Ministros o Secretarios de Educación Pública- no son docentes, por el contrario mucho de ellos provienen de los campos de la economía, la tecnología, la política militante o la actividad empresarial; ello crea un lógica de implementación que desconoce los procesos y las lógicas del magisterio. Tercera, no construyen canales los suficientemente expeditos y bidireccionales de dialogo entre decisores, maestros de base y sociedad, que permitan democráticamente construir rutas consensuadas para el cambio.  El desprecio por la voz protagónica del docente, es propio de uno de los rasgos del Apagón Pedagógico Global (APG), que conlleva resistencias, conflictos y deriva en dificultades para alcanzar propósitos de cambio.

Por ello, en tiempos de candidaturas a la Secretaria General de Naciones Unidas es pertinente preguntarle a Irina Bokova, Helen Clark, Natalia Gherman, Vesna Pusic, Antonio Guterres, Srgjan Kerim, Danilo turk, Igor Luksic, Alicia Bárcena y Susana Malcorra:

  1. ¿Cuál es la hoja de ruta prevista para alcanzar el ODS 4 referido a la Educación?
  2. Cuál es su opinión respecto a construir un espacio permanente de diálogo en Naciones Unidas entre Maestros de base, sindicatos de educadores, sociedad y gobiernos respecto a las reformas que se implementaran para alcanzar las metas del Objetivo 4 de Desarrollo Sostenible?
  3. Es posible conformar una Comisión Ética Internacional, bajo el auspicio de Naciones Unidas para resolver los conflictos derivados de la implementación de las reformas educativas en la cual este presente la voz de los maestros de aula?

Las respuestas a estas interrogantes serán determinantes para conocer la política que en esta materia tiene cada candidato(a) a la Secretaria General de la ONU y la que eventualmente implementaría de resultar ganador.  Los educadores conocen, que el silencio también es una forma de responder.

 

 

[i] El Apagón Pedagógico Global (APG) se expresa en la creciente tendencia observada durante las últimas décadas orientada a producir (a) una fragmentación de la pedagogía, en modas temporales de algunos de sus componentes (didácticas, planeación, gerencialismo, evaluación, currículo, sistemas de evaluación escolar) que terminan imponiendo una despedagogización de la educación y especialmente de la escolaridad; (b) una desvaloración institucional y social de la profesión docente que conlleva a impulsar la idea que cualquier profesional puede ser docente rompiéndose la noción de profesión, carrera docente e incluso cuestionando la existencia de universidades que forman docentes; (c) un creciente discurso de desvaloración de la escuela, del centro educativo con alternativas que al pretenderse generalizarse golpean la noción de educación pública como la virtualización, la educación en casa o espacios de aprendizajes como sustitutos permanentes del espacio escolar; (d) la evaluación de aprendizajes en dos áreas cognitivas (matemáticas y lengua), una informativa (conocimiento sobre ciencias) y una instrumental (uso de tecnología) las cuales pretenden homologarse mediante sistemas de pruebas estandarizadas como equivalentes a calidad educativa y tarea central de los sistemas educativos, abandonando la formación humanista, el aprender a aprender y la construcción de ciudadanía como pilares educativos.

[ii] Para mayor detalle de las observaciones hechas en este sentido pueden leer la carta firmada por cientos de educadores, pedagogos, académicos e intelectuales educativos en el mundo en https://www.change.org/p/maestros-as-profesoras-es-investigadores-as-en-educacion-estudiantes-familias-organizaciones-del-magisterio-centros-de-investigacion-educativa-organizaciones-y-movimientos-soci-si-compartes-el-contenido-por-favor-expresa-tu-adhesion

[iii] Pueden leer los enunciados centrales de los 17 ODS en http://www.undp.org/content/undp/es/home/sdgoverview.html

[iv] Sin embargo, hay quienes alertan respecto al riesgo cierto que una vez asumida la educación como una meta monitoreada por las propia ONU este facilite una nueva ofensiva del Banco Mundial, el BID y la OCDE para asumir estas instancias la coordinación de las políticas educativas globales dejando a UNESCO solo las referidas a patrimonio cultural, comunicación y algunas de innovación.

[v] Paradójicamente luego de realizada la I Conferencia Mundial de Educación Superior (1998) UNESCO eliminó su dirección de Educación Superior. Posteriormente se realizará la Segunda Conferencia Mundial del sector (2008) pero muchos argumentan un débil seguimiento a sus conclusiones y orientaciones.  En la estructura de UNESCO solo el IESALC, con ámbito de influencia en América Latina y el caribe, se mantiene como institución tipo 1 UNESCO para la educación Superior. A solo dos años del cumplimiento de los 20 años de la Conferencia Mundial de educación superior no se tiene conocimiento de la designación del comité organizador internacional de tal cita global.

[vi] España, México, Colombia, Argentina, Chile, Brasil, entre otros países

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Bujari reclama a la ONU la descolonización final del Sahara Occidental

Noticia / 12 de junio de 2016/ Por: Tercera Información

Ahmed Bujari, representante del Frente Polisario en el Seminario de Descolonización de Naciones Unidas que finalizó en Managua el pasado 2 de junio de 2016, transmitió un mensaje de confianza en el rol que debe seguir jugando la ONU para la descolonización efectiva del Sahara occidental, ultimo territorio africano no autónomo inscrito en la agenda del Comité especial.

Bujari repasó ante el Comité de Naciones Unidas una historia resumida del conflicto:

Fuimos colonia española desde 1884 hasta 1975, en el marco del reparto colonial sellado en la Conferencia de Berlín celebrada en 1885 donde potencias europeas decidieron repartirse el continente africano como hicieron con el Continente Latinoamericano en otro reparto firmado cuatro siglos antes en Tordesillas. Los pueblos de los dos continentes, gracias a una larga lucha por la libertad, lograron zafarse del yugo colonial y juntos inspiraron la elaboración de la celebre resolución 1514 de diciembre 1960 considerada la Carta Magna de la Descolonización, que dio vida a este Comité. El pueblo saharaui no era ni podía ser la excepción y emprendió su legítima lucha por la independencia nacional, primero utilizando medios pacíficos y, después, a partir de 1973, por medio de la única vía que le quedaba disponible, la lucha armada bajo la dirección del Frente Polisario. Habíamos esperado que la Potencia colonial y Administradora del Territorio del Sahara occidental, España, cumpliese con sus obligaciones descolonizadoras tal y como las había voluntariamente asumido y habían sido definidas a través de múltiples resoluciones dela Asamblea general de la ONU y del dictamen del Tribunal internacional de Justicia de 16 de Octubre de 1975 y de manera particular por el Informe de la misión visitadora enviada por este Comité al Sahara occidental en mayo de 1975. No cumplió con esas obligaciones y ofreció nuestro país y a nuestro pueblo a dos países vecinos, Marruecos y Mauritania, para que lo invadieran, repartieran y ocuparan en ejecución de los llamados Acuerdos tripartitos de Madrid de 14 de noviembre de 1975. Aun así, en su carta de 26 de febrero de 1976 al Secretario general de la ONU, el Gobierno español considera que la “descolonización del Sahara occidental no será valida hasta que el pueblo saharaui exprese de forma valida su voluntad”.

Bujari expresó en todo caso la confianza del Frente Polisario en que la democracia española, restaurada y consolidada, asuma las responsabilidades derivadas del abandono de 1975, y recordó que pocos saben que los dos países invasores habían firmado tres años antes, al margen de la ONU y a espaldas del pueblo saharaui, un acuerdo ultra secreto en junio de 1972 para repartirse el Territorio, como lo reveló el anterior presidente de Mauritania, Mojtar Uld Daddah en su reciente libro, “La Mauritanie, contre Vents en Marrees”.

Agregó el diplomático del Frente Polisario que el abandono español y la invasión conjunta mauritano-marroquí provocó una atroz guerra contra un pueblo desarmado y sorprendido por los acontecimientos y la débil respuesta de las Naciones unidas: “Aun así, la determinación del pueblo saharaui y la solidaridad de nuestro continente africano y de muchas naciones, particularmente latinoamericanas y del Caribe, desbarató los planes y objetivos de los dos países invasores”. Mauritania se retiró de la guerra en virtud del acuerdo de paz firmado con el Frente Polisario en agosto de 1979. En febrero de 1984 reconoció formalmente a la Republica Saharaui, hoy miembro de pleno derecho de la Unión Africana.

Tras 16 años de guerra cruenta, “Marruecos aceptó el veredicto de los hechos y el mensaje inequívoco de la Comunidad internacional”, contenido en las resolución 3437 de la Asamblea general de la ONU y la resolución 104 de la XIX Cumbre de la Organización para la Unidad Africana. Acepto así el Plan de paz elaborado conjuntamente en 1988 por la ONU y la OUA, hoy UA, basado en el reconocimiento del derecho del pueblo saharaui a elegir libremente su futuro a través de un referéndum de autodeterminación. El Consejo de seguridad de la ONU lo endosó en sus resoluciones 658(1990) y 680(1991) y creo una Misión de la ONU, la MINURSO , con el explícito mandato de organizar el referéndum de autodeterminación que permita al pueblo del Sahara occidental elegir entre la independencia o la integración en la potencia ocupante así calificada por la resolución 3437 de la Asamblea general de la ONU.

El referéndum debería haberse celebrado seis meses a partir de la entrada en vigor el 6 de septiembre 1991 del alto el fuego entre las dos partes beligerantes, pero Marruecos, la potencia ocupante, decidió romper con sus compromisos contraídos en virtud de su aceptación del Plan de paz y tomó esta decisión cuando la ONU había finalizado la costosa operación de identificación de votantes. En una carta dirigida al SG de la ONU, de abril 2004, Marruecos anunció que declaraba unilateralmente su soberanía sobre el Sahara occidental, considerando “que un referéndum que incluya la opción de independencia constituye una puesta en tela de juicio de la soberanía de Marruecos sobre el Sahara”.

Para Bujari el argumento es poco serio, porque como lo subrayó el entonces secretario general de la ONU, Kofi Annan, en su informe de octubre 2004, “Marruecos había aceptado ya la opción de la independencia” en el referéndum que la MINURSO iba a organizar.

A partir de esta decisión, detalla Bujari, “Marruecos decidió minar los esfuerzos descolonizadores de las Naciones Unidas. A partir de allí, todos los esfuerzos de la Comunidad internacional, de mediadores de la talla de James Baker y sucesores, actuando en el marco de las resoluciones pertinentes del Consejo de seguridad, han chocado con la actitud de intransigencia y de obstrucción de la potencia ocupante que sigue hoy su peligroso rumbo hacia el peor escenario”, y cita al rey de Marruecos cuando dijo, el 6 de noviembre de 2015, en un discurso a la nación con motivo del 40 aniversario de la invasión del territorio, que “el Sahara permanecerá en Marruecos y Marruecos en el Sahara hasta el fin de los tiempos”.

Evidentemente, recuerda Bujari, potencias más fuertes habían dicho más o menos lo mismo acerca de sus colonias. Lo dijo Francia sobre Argelia. Lo dijo Portugal sobre Angola y Mozambique. Y lo había dicho España sobre Guinea Ecuatorial y sobre el Sahara occidental.

Para Bujari son testimonios que navegan contra la lógica de la Historia y que constituyen, en pleno siglo XXI, un “desafortunado e inútil desafío a la Comunidad internacional y a los principios y resoluciones de la ONU que consideran innegociable el principio de la libre determinación de los pueblos sometidos a una colonización u ocupación extranjera”.

Bujari sostiene que es igualmente desafortunado que el Consejo de seguridad, garante de la integridad del Plan de paz de 1991 que dio razón de ser a la MINURSO, siga evadiendo la responsabilidad que le incumbe en virtud del Plan de paz y de la Carta de la ONU cuando “el peligro puede alcanzar el punto de no retorno”.

Recordó asimismo que en marzo pasado Marruecos impidió la visita del secretario general de la ONU a EL Aaiún donde se encuentra la sede de la MINURSO. Aun así, Ban Ki-moon pudo hacer las otras fases de su visita y ver con sus propios ojos “la realidad del pueblo saharaui tanto en en los campamentos de refugiados como en las zonas liberadas y declaro públicamente que esa realidad le había conmovido de manera profunda”.

La realidad que vio Ban Ki-moon, añadió, es la de “un pueblo expulsado de su tierra por la fuerza de las armas de un ejército de ocupación, forzado a vivir e condiciones nada fáciles mientras su país es expoliado y su población víctima de una política de represión brutal documentada por la misma ONU y organizaciones de derechos humanos en las zonas ocupadas no puede sino conmover la conciencia de todo demócrata y de todo gobierno amante de la paz”.

Ban Ki-moon utilizó el termino ocupación, rechazado por Marruecos, pero Bujari recordó que la Asamblea general de la ONU en sus resoluciones 3437 y 3519 considera de manera explícita que estamos ante una “ocupación militar del Sahara occidental”. Las dos resoluciones piden a Marruecos “poner fin a su ocupación del Sahara occidental”. A pesar de ello, Marruecos las tomó como pretexto para desencadenar “una campaña denigrante contra el Secretario general de la ONU y justificar la ruptura final con el proceso de paz a fin de que Marruecos permanezca en el Sahara hasta el fin de los tiempos”.

Una semana después, el 14 de marzo, Marruecos decidió expulsar a la componente civil y política de la MINURSO del territorio no autónomo del Sahara occidental, declaró persona no grata al enviado especial del secretario general, embajador Ross, y desafiar así al Consejo des seguridad. En su resolución 2285 (2016), el Consejo le ha dado a Marruecos un plazo de 90 días para que los contingentes de la MINURSO vuelvan a Sahara occidental.

Ahmed Bujari concluyó que “estamos ante un posible fracaso de la Comunidad internacional, y de manera particular, del Consejo de seguridad en proteger el proceso de descolonización de la ultima colonia africana” y señaló que “si el Consejo de seguridad opta por aplicar la política de Poncio Pilatos, la Asamblea general y en particular este Comité deben seguir asumiendo sus responsabilidades descolonizadoras”.

Y advirtió que “el colapso probable del proceso de paz en el que el pueblo saharaui había depositado toda su confianza no puede desembocar sino en un escenario bélico, al retorno del punto de partida de 1975. Es decir, al conflicto abierto, a la prolongación del sufrimiento de un pueblo inocente y a la agravación de la tensión en una región ya zarandeada por múltiples desafíos derivados de la conflictiva zona del llamado Sahel”.

Declaró que el Frente Polisario no desea el retorno del conflicto armado: “conocemos por experiencia y por la experiencia de otros pueblos que la guerra es la peor de las opciones para resolver un conflicto que puede y debe ser resuelto por la vía civilizada de la negociación honesta, transparente, fiel a los principios y resoluciones de la ONU en materia de descolonización. El Frente Polisario considera que hay margen todavía para que la ONU intensifique los esfuerzos para ahorrar a la región la espiral de la confrontación.. Si el escenario de la confrontación se revela inevitable porque aquellos que pueden y deben desplegar esos esfuerzos deciden no hacerlo, en ese caso, asumiremos nuestras obligaciones en defensa del derecho de nuestro pueblo a la independencia”.

Fuente: http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article104350

Foto: http://www.tercerainformacion.es/IMG/jpg/ahmed_bujari-2.jpg

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Declaración Política adoptada en la ONU señala camino para fin del SIDA

08 de junio, 2016 /Prensa ONU

La comunidad internacional acordó hoy acelerar durante los próximos cinco años la lucha contra el SIDA y llamó a acabar con la discriminación que sufren muchos de los grupos más vulnerables a la enfermedad.

Durante la jornada inaugural de una conferencia de alto nivel de la Asamblea General sobre el tema, los 193 Estados miembros de la ONU adoptaron una Declaración Política de 79 puntos que respalda una estrategia para redoblar de aquí a 2020 las inversiones y las actividades contra el SIDA.

Para ello incluye objetivos intermedios como reducir el número de nuevas infecciones de unos 2,1 millones en 2015 a menos de 500.000 en 2020 o rebajar las muertes relacionadas con el sida de 1,1 millones a menos de 500.000 en ese mismo plazo.

La meta final, incluida en la nueva agenda para el desarrollo sostenible, es acabar con la epidemia para 2030.

El texto aboga por potenciar la cooperación internacional ante un problema de salud que sigue representando una amenaza global y por no dejar a nadie atrás en el combate al mismo.

Al comentar el documento, el director ejecutivo del Programa Conjunto de la ONU sobre VIH SIDA (ONUSIDA), Michel Sidibé, reconoció las dificultades encontradas en la redacción del documento, negociado durante varios meses.

“Esta declaración política, sin dudas, nos ayudará a cerrarle una puerta y abrirle otra a la lucha para poner término al SIDA. Recuerdo que la Carta de la ONU empieza con tres poderosas palabras: Nosotros los Pueblos. Puedo manifestar que nosotros los pueblos podemos quebrar la trayectoria de la epidemia”, dijo.

Añadió que gracias a esos esfuerzos, por primera vez en la historia del VIH se puede afirmar que África ha llegado a un punto de inflexión donde hay un mayor número de personas con cuidados que los infectados.

El texto solicita al Secretario General fortalecer la cooperación entre los organismos del sistema de las Naciones Unidas, bajo la de ONUSIDA para promover la acción rápida y convoca a una reunión de Alto Nivel para examinar los progresos contraídos en la declaración.

Fuente: http://www.un.org/spanish/News/story.asp?newsID=35235#.V1tM2n9Suko

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La Declaración política de las Naciones Unidas de 2016 pone en buen camino al mundo para acelerar el objetivo de poner fin a la epidemia del sida para el año 2030

Estado Unidos, Ginebra/ 09 junio 2016/Fuente: ONUSIDA

ONUSIDA la da bienvenida a las nuevas metas, objetivos y compromisos adoptados en la Declaración política del 2016 celebrada durante la Asamblea General de las Naciones Unidas para poner fin al sida. Los países han acordado una agenda urgente sin precedentes para acelerar los esfuerzos que nos permitan poner fin a la epidemia del sida para el año 2030. Esta Declaración política proporciona un mandato mundial para acelerar la respuesta al sida durante los próximos cinco años.

Los líderes mundiales han reconocido que ningún país ha conseguido poner fin al sida y que ninguno puede permitirse rezagarse en la respuesta al sida. Además de la implementación de la Agenda de 2030 para el desarrollo sostenible por parte de los estados miembros, se admitió que poner fin a la epidemia del sida para el 2030 solo sería posible si se alcanzan los objetivos acelerados para el 2020.

En la Declaración política para poner fin al sida: acelerar la respuesta al sida para una rápida acción contra la epidemia del sida y su erradicación en el año 2030, se adoptaron una serie de objetivos y compromisos que guiarán al mundo en la gestión de la crítica relación entre la salud, el desarrollo, la injusticia, la desigualdad, la pobreza y el conflicto.

Una visión común

La Declaración política de 2010 hace un llamamiento a nivel mundial para la consecución de las siguientes metas como forma de respaldar la Agenda de 2030 para el desarrollo sostenible:

  1. Reducir las nuevas infecciones de VIH a un número inferior a 500.000 en todo el mundo para el año 2020.
  2. Reducir las muertes relacionadas con el sida a un número inferior a 500.000 en todo el mundo para el año 2020.
  3. Eliminar el estigma y la discriminación relacionada con el sida para el año 2020.

La Declaración política afirma que estas metas solo pueden alcanzarse a través de un liderazgo sólido y de la participación de las tanto de las personas que viven con el VIH como de las comunidades y de la sociedad civil.

Doblar el número de personas en tratamiento

A finales del año 2015, el número de personas en tratamiento para el VIH alcanzó los 17 millones, lo cual superó la meta establecida para ese mismo año de 15 millones. Los líderes se comprometieron a asegurar que el 90% de las personas que viven con VIH (niños, adolescentes y adultos) conozcan su estado serológico, a que el 90% de las personas que sí lo conocen reciban tratamiento y a que el 90% de las personas que ya lo reciben supriman la carga viral.

Los países han expresado también su compromiso para tratar urgentemente las bajas tasas de cobertura entre los niños que viven con VIH.

  1. Implementar el objetivo de tratamiento 90–90–90 para asegurar que los 30 millones de personas que viven con VIH tengan acceso a tratamiento para el año 2020.
  2. Asegurar que el 1,6 millón de niños que viven con VIH tengan acceso a tratamiento para el año 2018.

Acelerar el alcance de la prevención

Los objetivos de prevención del VIH animan a los países a promover el acceso a servicios de VIH completos y adecuados tanto para las mujeres adultas como para las adolescentes, las niñas, así como también a las poblaciones clave: trabajadoras sexuales, hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres, usuarios de drogas inyectables, personas transgénero y convictos. Se procurará por todos los medios intensificar el alcance de los servicios de prevención en aquellos lugares con mayor tasa de trasmisión de VIH, lugares en los que la población cuenta con un mayor riesgo de contagio.

La Declaración política reconoce la importancia de la localización y la población, ya que la epidemia no es igual en todos los países y en todas las regiones, motivo por el que anima a que las regiones actúen y establezcan objetivos regionales para prevenir y tratar a niños, jóvenes y adultos. Estos objetivos incluyen:

  1. Proporcionar servicios de prevención completos, entre los que se incluye la reducción de daño, a chicas adolescentes y las poblaciones clave para el año 2020.
  2. Proporcionar a los 3 millones de personas que tienen mayor riesgo tratamiento de profilaxis pre-exposición para el año 2020.
  3. Proporcionar circuncisión voluntaria a los 25 millones de hombres jóvenes que viven en áreas con alto porcentaje de VIH, así como proporcionar a los países de rentas bajas y medias 20.000 millones de condones para el año 2020.

La Declaración política, a pesar de todo, no logra darles la visibilidad necesaria a las poblaciones clave más afectadas de las distintas regiones.

Detener las nuevas infecciones entre niños

El compromiso a eliminar las nuevas infecciones entre niños, y a asegurar la salud y el bien estar de sus madres es una promesa renovada en la nueva Declaración política. Se subraya la importancia de asegurar que las madres tienen acceso inmediato a terapia antirretrovírica de por vida.

  1. Eliminar las nuevas infecciones de VIH entre niños mediante la reducción de dichas infecciones en un 9% en cada región para el año 2020.

Nuevo enfoque para las mujeres, adolescentes, muchachas y la igualdad de género

Dos mil nuevas infecciones tienen lugar todos los días entre los jóvenes, lo cual supone un tercio de todas ellas, pero solo el 28% de las mujeres jóvenes tienen información precisa acerca del VIH. Los líderes se han comprometido a apoyar y empoderar a los jóvenes para que desempeñen un papel crítico en cuanto al liderazgo de la respuesta al sida mediante la promoción de sus derechos a la sanidad y a una educación sexual completa que incluya la educación reproductiva y la prevención del virus. La Declaración política también reconoce la importancia del acceso universal a la salud reproductiva, así como a sus derechos.

Los líderes han hecho especial hincapié en tratar los inmensos obstáculos relacionados con la epidemia del sida y las mujeres, especialmente las jóvenes y adolescentes del África subsahariana.

La Declaración política se compromete a alcanzar la igualdad de género, a invertir en el liderazgo de las mujeres y a poner fin a toda forma de violencia y discriminación contra las mujeres y jóvenes como manera de incrementar su capacidad para protegerse del VIH. Para ello, es indispensable la participación tanto de hombres adultos como de jóvenes.

  1. Reducir por debajo de 100.000 el número anual de chicas adolescentes y jóvenes de entre 15 y 24 años que se contagian al año en todo el mundo para el año 2020.
  2. Eliminar las desigualdades, violencia y abuso de género.
  3. Poner fin a todo tipo de violencia y discriminación contra mujeres y niñas, como la violencia doméstica o el abuso sexual, entre los que se incluye un marco de actuación humanitario efectivo durante y después del conflicto.
  4. Promover y apoyar el liderazgo de los jóvenes, y fomentar una educación sexual completa sobre la salud reproductiva que proteja sus derechos humanos.

La Declaración política, no obstante, ha dejado (en cierta manera) de incluir objetivos explícitos para dicha educación sexual completa, a pesar de que la principal forma de trasmisión del virus es sexual. En el África subsahariana, más del 98% de las nuevas infecciones son por trasmisión sexual. La Declaración política excluye los derechos sexuales, incluye el derecho a la información, a la autonomía, al consentimiento y a la no discriminación, lo cual es un pilar esencial para una efectiva respuesta al sida.

El derecho a la salud, un derecho para todos en todos lados

La Declaración reconoce que el progreso en cuanto a la protección y promoción de los derechos humanos de las personas que viven con VIH o que tienen riesgo de contagio ha estado lejos de ser adecuado, y que la violación de los derechos humanos todavía es un gran obstáculo en la respuesta al sida. Los estados miembros se han comprometido a revisar y reformar la legislación que pueda generar barreras o reforzar el estigma y la discriminación, así como a promover el acceso a servicios sanitarnos libres de discriminación, especialmente para las poblaciones con mayor riesgo de contagio (trabajadores sexuales, hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres, usuarios de drogas inyectables, personas transgénero y convictos).

  1. Revisar y reformar aquellas leyes que refuercen el estigma y la discriminación, restrinjan el acceso a los servicios y a la movilidad, la comprobación obligatoria del estado serológico y las leyes penales relacionadas con la confidencialidad del VIH, su exposición y trasmisión para el año 2020.
  2. Eliminar las barreras (incluido el estigma y la discriminación) en los entornos sanitarios para el año 2020.
  3. Reforzar los sistemas de protección social nacional para niños con el fin de asegurar que, para el año 2020, el 75% de las personas que viven con el VIH, tienen riesgo de contagio o se ven afectadas por él pueden beneficiarse de protección social a este respecto.

Sacar al sida del aislamiento

La Declaración política afirma que la respuesta al sida incentivará el progreso a lo largo de toda la Agenda de 2030 por el desarrollo sostenible. Hace un llamamiento universal para la cobertura sanitaria y el acceso a la protección social. Al adoptar objetivos que van más allá del VIH, los estados miembros enfatizan en la importancia continua de integrar un enfoque amplio que contemple diversas cuestiones sanitarias como la tuberculosis, la hepatitis B y C, el cáncer de útero, el papiloma humano, las enfermedades no transmitibles y aquellas enfermedades que estén volviendo a brotar.

  1. Reducir el número de muertes relacionadas con el sida y la tuberculosis en un 75% para el año 2020.
  2. Proporcionar tratamiento al 90% de las personas que padecen tuberculosis (entre las que se incluye el 90% de las poblaciones que tienen mayor riesgo de contagio) y alcanzar una tasa de éxito de tratamiento de al menos un 90% para el año 2020.
  3. Reducir en un 30% los nuevos casos de hepatitis crónica viral B y C para el año 2020.
  4. Proporcionar tratamiento para los 5 millones de personas que tienen hepatitis B y a los 3 millones de personas que tienen hepatitis C crónica para el año 2020.

Financiar el fin del sida

Para asegurar que se alcanzan todos estos objetivos, los líderes han adoptado compromisos ambiciosos y concretos para una financiación y asignación efectiva de la implementación de la respuesta al sida acelerada. Los estados miembros también pidieron 13.000 millones de dólares estadounidenses para la reconstitución del Fondo mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y el paludismo. Los estados miembros también arengaron a un mayor compromiso estratégico por parte del sector privado para que apoye a los países mediante inversiones y prestación de servicios con el fin de reforzar la cadena de proveedores, las iniciativas de trabajo, la mercadotecnia social de productos sanitarios y el cambio de actitud.

  1. Incrementar las inversiones anticipadas para aminorar las diferencias de recursos mediante la inversión anual mínima de 26.000 millones de dólares estadounidenses para la respuesta al sida para 2020.
  2. Invertir al menos un cuarto del gasto capital de ONUSIDA en la prevención del VIH y dedicar como mínimo el 6% de los recursos totales en actores sociales (entre los que se incluyen abogacía, movilización política y de comunidades, control comunitario, programas de alcance y comunicación pública) para el año 2020, así como asegurar que al menos el 30% de toda la prestación de servicios está gestionada por las comunidades para el año 2020.
  3. Abordar las regulaciones, políticas y prácticas que impidan el acceso al diagnóstico, tratamiento y tecnologías sanitarias asequibles y de calidad (de entre las que se incluyen el uso íntegro de las flexibilidades del Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC), y también reforzar la capacidad local y regional de desarrollo, manufacturación y entrega de productos sanitarios asequibles.

Responsabilidad y sostenibilidad

Los miembros estado han adoptado una serie de compromisos con el objetivo de mejorar el control y la responsabilidad para, de esta manera, conseguir una participación más activa de las personas que viven con el VIH, están afectadas por él o tienen riesgo de contagio. Dichos compromisos apelan a la Secretaría general de las Naciones Unidas —junto con el apoyo de ONUSIDA— a que continúen proporcionando revisiones anuales a la Asamblea general. Así pues, se ha decidido que se reunirán en la Reunión de alto nivel para poner fin al sida para comprobar el progreso de la respuesta al sida con respecto a sus dimensiones sociales, económicas y políticas. La Declaración política también apela a los estados miembros para asegurar que las Naciones Unidas y ONUSIDA reúnen los requisitos para cumplir con la Agenda de 2030 por el desarrollo sostenible.

Además, se ha animado también a las partes interesadas de ONUSIDA a que aumenten la presión para solventar los obstáculos más arraigados y a que aseguren que la Declaración política puede cumplir con su papel como instrumento para la dignidad y la justicia social.

Fuente noticia:

http://www.unaids.org/es/resources/presscentre/pressreleaseandstatementarchive/2016/june/20160608_PS_HLM_PoliticalDeclaration

Fuente imagen:

http://tn.com.ar/salud/actitud/en-argentina-el-30-de-las-personas-con-vih-desconocen-el-diagnostico_679166

 

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ONU llama a los gobiernos a proteger a defensores del medio ambiente

Cada semana, en promedio, dos activistas de los derechos ambientales y de la tierra son asesinados y los números están empeorando.

El Relator Especial de la ONU sobre los derechos humanos y el medio ambiente, John Knox; el Relator Especial de la ONU sobre la situación de los defensores de los derechos humanos, Michel Forst, y la Relatora especial sobre los derechos de los pueblos indígenas, Victoria Tauli Corpuz, enfatizaron que proteger a las personas defensoras de derechos ambientales es crucial para proteger el medio ambiente y los derechos humanos que dependen del mismo, señaló el organismo en un comunicado.

“Defender el medio ambiente puede ser una tarea peligrosa e incluso mortal. Bertha Cáceres, la ganadora del Premio Goldman asesinada en Honduras en marzo, es sólo una de las docenas de ambientalistas asesinados este año.

Cada semana, en promedio, dos activistas de los derechos ambientales y de la tierra son asesinados y los números están empeorando, según la ONG internacional Global Witness. La situación es especialmente grave en América Latina y el Sudeste asiático, pero afecta a cada región del mundo. Es realmente una epidemia mundial.

“En este Día Mundial del Medio Ambiente, queremos subrayar que las personas defensoras de los derechos ambientales deben ser celebradas como héroes por ponerse a sí mismas en riesgo para así defender los derechos y el bienestar de las demás personas. En vez de esto, a menudo son señalados como si fueran enemigos de su país”, enfatiza el documento.

Los hombres y mujeres que trabajan para proteger el medio ambiente son rutinariamenteacosados, amenazados, detenidos ilegalmente, e incluso asesinados, simplemente por oponerse a poderosos intereses económicos y gubernamentales empeñados en explotar y destruir el medio ambiente del que todas y todos dependemos.

El disfrute de una amplia gama de derechos humanos, incluidos los derechos a la vida, la salud, los alimentos, el agua y la vivienda, dependen de un medio ambiente sano y sostenible.

En marzo de 2016, el Consejo de Derechos Humanos adoptó una resolución que exige a los Estados que garanticen los derechos y la seguridad de las personas defensoras de derechos humanos, incluidos quienes trabajan para lograr la realización de los derechos económicos, sociales y culturales.

Los estados también deben tomar medidas adicionales para salvaguardar los derechos de los miembros de las comunidades marginadas y vulnerables.

Actualmente los estados están fallando en cumplir con estas obligaciones. De los cerca demil asesinatos reportados durante la última década, en menos de 10 se han producido condenas.

“La protección de las personas defensoras de derechos humanos ambientales es crucial para proteger el medio ambiente y los derechos humanos que dependen del mismo, y los gobiernos nunca deben olvidarlo”, concluye el comunicado.

 Fuente; http://aristeguinoticias.com/0406/mundo/onu-llama-a-los-gobiernos-a-proteger-a-defensores-del-medio-ambiente/
(Foto: Diego Simón Sánchez/Cuartoscuro)
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