Digitalización total

Por Gustavo Duch/ Ctxt

La georreferenciación en países como Brasil contribuye a la privatización de las tierras comunales y la expansión de monocultivos. El almacenamiento digital de los datos agrícolas está en manos de grandes compañías tecnológicas.

Estaba leyendo acerca de las maravillas que impulsará el rescate europeo de 750.000 millones de euros, que si las energías verdes, que si la digitalización, cuando me ha llegado una nota de prensa esclarecedora. Como reza (nunca mejor dicho pues de fe es que hablamos) en el cuerpo del correo, “se trata de un ambicioso proyecto de innovación, financiado por la UE en el que participan organizaciones y centros de I+D de referencia de ocho países europeos, entre ellos España”. El proyecto en cuestión lo explica muy bien el adjunto:

“La solución WeLASER se enfoca en el manejo no químico de hierbas no deseadas basado en la aplicación de dosis letales de energía en sus meristemos, utilizando una fuente láser de alta potencia. Un sistema de visión de Inteligencia Artificial discrimina los cultivos de las hierbas adventicias y detecta la posición de sus meristemos para apuntar con el láser sobre ellos. Un controlador inteligente coordina estos sistemas y técnicas de computación en la nube para administrar el conocimiento agrícola. Un vehículo autónomo conduce de manera eficiente por la explotación para su correcta aplicación. Esta tecnología proporcionará una solución limpia al problema de la eliminación de malas hierbas y ayudará a reducir significativamente los productos químicos en el medio ambiente”.

El lenguaje militar que se utiliza para explicar su funcionamiento y el propósito de este nuevo chisme militar da para mucho: que si, como decía Victor Hugo, no hay malas hierbas, hay malos agricultores; que si se han preguntado por qué en la agricultura de los pesticidas las malas hierbas son un problema mientras en la agroecología no; que si el problema de la agricultura es el monocultivo para el que se diseña este artilugio; que justamente no necesitamos nada autónomo, sino personas con trabajo; que a la tierra se la cuida, no se la ataca; que la inteligencia artificial no es inteligencia; que cuánto costará todo esta nueva patrulla de robots, energéticamente hablando, y cada cuánto se tendrán que reemplazar; de que minas saldrán todos estos materiales y a qué coste ecológico y social… Pero la pregunta que quiero hacerme es ¿dónde nos llevan las supuestas bondades de la era digital que se han instalado en nuestro cerebro mediante lo que Gramsci llamó la “fabricación del consentimiento”?

Una pregunta a la que solo contribuiré aportando dos informaciones que encuentro en las páginas de la Fundación Grain.

1. Sabemos que los mercados agropecuarios están demandando cada vez más cosechas de soja, tanto para el engorde industrial de cerdos como para la producción de combustibles, lo que conlleva la necesidad de “abrir cada vez más tierras para su producción”. En el caso de Brasil, pero también en otros muchos países, conseguir más tierras fértiles pasa por expoliar aquellas que están en manos públicas, se consideran baldías o son comunales, propiedad colectiva de pueblos y comunidades locales. Y precisamente, el mecanismo que se ha encontrado para hacerlo posible viene de la mano de la digitalización. Con el apoyo económico del Banco Mundial y con el supuesto propósito de disponer de información ambiental, se están georreferenciando grandes extensiones de tierra en las provincias del Cerrado y Matopiba. Como la inscripción al catastro se está haciendo mediante autodeclaración de quienes proporcionan la información, Grain explica que “se han producido numerosos fraudes con el fin de lograr el acaparamiento de tierras”. Como además se prohíbe la inscripción colectiva, se está dando lugar a inscripciones individuales,  la mejor manera de romper la fuerza del pueblo y de poder ir comprando de una en una esas fincas hasta lograr el control de todas sus tierras. Con estos mecanismo,  y otras triquiñuelas del gobierno de Bolsonaro, en los diez últimos años Brasil ha extendido su frontera agraria en 16,5 millones de hectáreas para la cría de ganado y 12 millones de hectáreas más para el cultivo de soja (FAOSTAT, 2018), es decir una extensión similar a la mitad de la península Ibérica.

2. La digitalización siempre lleva asociado el manejo y tratamiento de todos esos datos, “en la nube”. Y, aunque hasta la fecha, las nubes no son de nadie, la Nube a la que nos referimos sí que tiene dueño, los gigantes tecnológicos que, centrados en este sector esperan ganar el dominio de muchos otros campos. En agricultura, por ejemplo, ya es notorio el papel de Microsoft, aunque empresas como Bayer, la compañía de semillas y pesticidas más grande del mundo, se defiende creando sus propios servicios de big data en alianza con Amazon Web Services, la plataforma de servicios en la nube más grande del mundo, por delante de Google y Microsoft.

He aparcado aquí estas reflexiones de mi supuesta “inteligencia no artificial” y estoy redactando un guion para Spielberg en el que unos vehículos autónomos se han desbocado y con sus sensores conectados a la Nube andan por ahí disparando láser de alta potencia a los meristemos de seres humanos adventicios o no deseados: ni ricos, ni blancos, ni adultos, ni varones, ni urbanos.

Fuente: https://ctxt.es/es/20210301/Firmas/35441/digiltalizacion-tierras-agricultura-monocultivos-soja-amazon-google-microsoft-Brasil-Gustavo-Duch.htm

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Colombia: Las exigencias de Fecode para volver a la presencialidad

Por: Redacción Vida de Hoy

A través de un video los maestros pidieron agilizar el proceso de vacunación hacia este gremio.

A través de un video publicado en redes sociales, la Federación Colombiana de Trabajadores (Fecode) ha manifestado su posición frente a la alternancia y frente a las demoras del gobierno en la implementación de las medidas de bioseguridad en los colegios del Distrito.

Martha Alfonso Bernal, Segunda Vicepresidenta y Coordinadora de Derechos Humanos de Fecode, dice que «desde julio de 2020 Fecode solicitó al Ministerio de Educación Nacional, declarar la emergencia educativa para asignar recursos que posibilitaran adecuar las plantas para el retorno físico y universalizar la conectividad». Sin embargo, no se acogió.

Asegura también que presentaron una propuesta al Congreso de la República para que se hiciera una adición al presupuesto de educación 2021 de 650.000 millones de pesos para implementar los protocolos de bioseguridad «el Gobierno nacional se opuso rotundamente».

«Del presupuesto que existe(…) 400.000 millones de pesos, de los cuales solo se ha ejecutado el 23 por ciento por parte de las entidades territoriales certificadas. Le propusimos al Ministerio una verificación conjunta de sedes educativas para que se establecieran las inversiones mínimas ordenadas por el Ministerio de Salud para implementar los protocolos de bioseguridad, se negaron totalmente», recalca la Segunda Vicepresidenta.

Fecode también ha solicitado que se agilicé la atención de salud de pruebas covid para maestros y maestras: «hoy puede tardar hasta ocho días para que se ordene una de ellas. Así es imposible un testeo o un cerco epidemiológico a tiempo».

Solicitan que se acelere la vacunación para toda la población en el país, pues este será un factor determinante para el retorno presencial a los colegios.

«Seguiremos defendiendo la vida, la salud y la educación pública financiada y administrada por el Estado»; puntualiza Alfonso.

REDACCIÓN VIDA DE HOY

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Conferencia Leonardo Boff: Pensando en nuestra Abya Yala en tiempos de pandemia. (Video)

Por: Otras Voces en Educación

Estos seminarios de formación permanente en Pensamiento Crítico, son en alianza con CEIP Histórica de Argentina, Centro de Investigación RÍUS de Clacso-México y Centro Internacional de Investigaciones «Otras Voces en Educación».

En esta oportunidad nos acompaño Leonardo Boff es un teólogo, exsacerdote franciscano, filósofo, escritor, profesor y ecologista brasileño. Su hermano, Clodovis Boff, es un teólogo católico de la orden de los Siervos de María, cercano a la Teología de la Liberación.

Les recordamos que pueden conseguir toda la información de nuestros seminarios de formación en pensamientos critico, en las redes sociales de las organizaciones que hacen posible este espacio como lo son la CEIPH de Argentina, CINPECER de México y Otras Voces en Educación de Venezuela.

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El alumnado como activista del aprendizaje

España / 15 de julio de 2018 / Autor: José Blas García Pérez / Fuente: Transformar la Escuela

Últimamente, hay muchos docentes que nos apuntamos al desarrollo de las pedagogías activas en el aula. La emoción y la sinergia con la que este fenómeno está funcionando es motivo de alegría para todos los que creemos que #otraeducacionesposible, y que la inclusión del alumnado en su proceso de aprendizaje, haciéndole motor del mismo, es un buen camino.
METODOLOGÍAS ACTIVAS
Pero es cierto que  todo lo que se planifica como metodología activa, quizá, no lo es tanto.
Para estar seguros, me suelo hacer preguntas, en modo «metametodológico», que me ayudan a visualizar mejor cualquier desarrollo práctico  basado en la actividad del alumnado.
¿Se centra en el alumno? ¿Por qué lo sabemos? ¿Cuál es la evidencia de «ese centrarse en el alumnado»? ¿Aseguro que cada alumno y cada alumna crece desde su nivel cognitivo, competencial, de conocimientos, de motivación  y de habilidades?
¿Tiene en cuenta y respeta los intereses del alumnado? ¿Qué proceso sigo para saber que eso es así? ¿Les preguntamos sobre sus intereses (de manera sistemática) a través de unas dinámicas tangible? ¿Ofrezco alternativas de elección para que demuestren sus preferencias?
¿Planteo la actividad para ser desarrollada de forma cooperativa? ¿Es así porque diseño«dinámicas cooperativas» concretas para una gran parte de las secuencias de aprendizaje que planifico?
El diseño del espacio y su relación con el aprendizaje ¿favorece que mi aula sea un aula interactiva? ¿Promuevo la comunicación? ¿Está organizada en forma redárquica?
En los ejercicios, actividades, retos y tareas, ¿hay acciones que necesitan la expresión y la comunicación? ¿Propongo usos de tecnología para aumentar y expandir la comunicación y la expresión?
¿Parto de la experiencia del alumnado de una forma evidente? ¿Promuevo un aprendizaje basado en las experiencias?
¿Tengo evidencias de que mi alumnado construye conocimiento? ¿Adquiere sabiduría plasmada en que con lo aprendido «sabe hacer» productos (culturales, humanistas, materiales, tecnológicos, artísticos, científicos…)? ¿Compruebo que estos productos tienen trascendencia  y pueden ser transferidos más allá de los muros del aula? ¿Compruebo que son valorados personal (por mi alumnado) y socialmente (por el contexto)?
¿Utilizo recursos variados? ¿Promuevo una socialización «rica» y empoderante para el alumnado? ¿Uno contenidos formales e informales y conecto, de forma fehaciente, aula y mundo real?
Las metodologías activas (nótese el plural) son un conjunto de modelos, secuencias y estructuras organizativas de aula que tienen raíces constructivistas  como base pedagógica. El constructivismo proporciona a las metodologías activas soporte científico y nos ofrece a los docentes pautas para que podamos comprender y dominar cómo se produce el conocimiento humano, así como la estructura y el proceso con el que se desarrolla.

5

Puntos de unión

Cinco puntos de unión de las metodologías activas con las teorías constructivistas.

1

El mundo real es único y complejoLos referentes reales  del aprendizaje son múltiples y suponen una fuente de información valiosa para constituir «su» realidad.

2

El aprendizaje constructivista resalta tareas auténticas (no abstractas) de una manera significativa en el contexto del alumnado.

3

El aprendizaje constructivista se enfoca  en construir conocimiento dentro de la idea del aprender haciendo.

4

El aprendizaje constructivista toma los entornos de aprendizaje como «entornos de vida diaria» en lugar de «secuencia predeterminada de instrucciones».

5

Los entornos de aprendizaje constructivista fomentan la reflexión en la experiencia.

El aprendiz crece a través de

la acción y la experiencia

Las metodologías activas proponen un proceso de enseñanza que se percibe, y se lleva a cabo, como un proceso dinámico, participativo e interactivo del sujeto (cuyo fin último es aprender para la vida). En contraposición podríamos definir  aprendizaje pasivo como aquel que tiene lugar cuando éste se basa en la repetición y la memorización finalista y pasiva (‘memoria a corto plazo’ cuyo fin es la devolución de la información en un modelo examen).

INTERMETODOLOGÍA

Desde una perspectiva intermetodológica es evidente que las pautas proporcionadas por el constructivismo no son las únicas a tener en cuenta en el aula. Las distintas fuentes pedagódicas no pueden constituirse en «secta cerrada», sino en «manantial donde beber» y reflexionar sobre las prácticas que desarrollamos los docentes, siendo audaces para observar la necesidad de soporte teórico pedagógico para cualquier práctica (mínimamente rigurosa y científica) que desarrollemos en el aula.
En las metodologías activas se cambia el foco desde la enseñanza al aprendizaje.  Y lo hacemos, no por ser modernos en el discurso, sino porque la acción está en el «otro lado» del docente,  en lo que el aprendiz mueve para que su aprendizaje sea auténtico, es decir, profundo y útil para su vida.
Por ello, es el aprendizaje el que es esencialmente activo, y eso significa que la persona que aprende algo nuevo se pone en acción como única forma de incorporar la nueva información a sus experiencias previas (o sea, conocimiento previo).
Para poner en juego este conocimiento previo la memoria es importante ayudar al alumnado en la capacidad (necesaria para el aprendizaje)  de evocar experiencias, y hacer esa rememoración evidente, tangible o explícita, como inicio del nuevo aprendizaje que desea promover, es esencial como rol docente.

Cuando moviliza su memoria (sus experiencias previas) también pone en acción y reacción sus propias estructuras mentales, que en muchas ocasiones necesitan ser apuntaladas, reformadas o , incluso, demolidas, para acomodar la nueva información y reconstruir el armazón que sustente el conocimiento a consolidar, colocando las nuevas piezas en lugar sostenible, equilibrado, encajado y con posibilidad de ser de nuevo rememoradas. En este proceso es de suma importancia la guía y el acompañamiento docente que éste ejerce para cimentar un nuevo andamiaje que funcione en el conjunto.
En una metodología activa, al aprendiz hay que ponerlo frente a la nueva información (no a un conocimiento acabado, sino a una información que, por análisis de  sus composición o por síntesis de las piezas que la compone, le ayude a construir su nuevo conocimiento.
¿Cómo? Sócrates nos dio bastantes pistas, y desde entonces sabemos que aprender es, básicamente, un diálogo. Una conversación con él  aprendiz mismo, con la realidad que le rodea y con las personas con las que interactúa. El diálogo, el debate, la confrontación con el objeto de aprendizaje, en reflexión con otros participantes (iguales o diversos)  y con el contexto social donde se sitúa, es generador de acción cognitiva.
Bandura, Vygotsky, Lave y otros también nos dieron motivos de reflexión con las Teorías del Aprendizaje Social. Fernando Trujillo, mucho más próximo en el tiempo y en el afecto, nos ayuda a encajar la idea con una metáfora inspiradora que define como «socialización rica».

Aprender es básicamente un diálogo

Así, pista a pista, paso a  paso,  vamos tutorizando al alumnado para que auto-construya nuevo conocimiento y para que convierta el conocimiento en sabiduría.  ¿Y cómo podemos comprobar que «eso» se produce?
Mediante la observación de que el alumnado es capaz de producir otra acción: la de transferencia de los aprendizajes, bien en situaciones similares a las diversas aplicaciones que hemos aprendido; o bien, haciendo generalizaciones sobre lo que están aprendiendo, anticipando posibles aplicaciones y comparando analíticamente diferentes circunstancias de una manera amplia.
Un enfoque que Robert Swartz denomina de «abrazos y puentes», otra metáfora maravillosa que nos regala uno de  los grandes pensadores de la educación actual.

INCLUSIÓN

A modo de cierre: Inclusión

Un elemento clave  de comprensión del proceso de aprendizaje es la subjetividad del mismo, ya que cada persona lo construye, reconstruye y modifica según sus experiencias propias, las oportunidades de experiencias ricas que le ofrece su entorno, sus habilidades  cognitivas y el nivel de sus diferentes competencias.
Un ambiente constructivista para el aprendizaje desde paradigmas inclusivos, proveerá al alumnado de múltiples representaciones de la realidad, eliminando barreras de acceso, de comprensión y de expresión, que pudieran ocasionar exclusión al aprendiz. El papel del docente «activo» será, por tanto, de promotor, facilitador y creador de oportunidades de inclusión real para todo el alumnado.
Fuente del Artículo:
http://www.jblasgarcia.com/2018/07/el-alumnado-como-activista-del.html
ove/mahv
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