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Educación rural no es cortar limón en la pandemia

Por: Darili Oropeza.

Esta historia es una ventana a cómo viven las comunidades rurales la educación en medio de la pandemia por covid-19. Muestra cómo la tecnología crea mayor exclusión en la educación, que la organización de base logra acortar

Fotos: Cortesía Sección XVIII CNTE y José Antonio Sanchez

Todos los días, al regresar de cortar limón, María Elena Martínez Valencia se sienta con su hijo de segundo de primaria a estudiar. Con la pandemia de covid-19 quedó sin trabajo. Tiene a sus cuatro hijos en casa. Buscaron en la televisión las clases de la SEP, pero no dieron con el canal. Viven en la Nopalera, una comunidad de Apatzingán, Michoacán.

Llegan del campo y de inmediato se ponen a estudiar. A veces ni tiempo le da de comer. Como hoy:

«Los puse a hacer la tarea ahorita, después de explicarles cómo hacerlo» comenta María Elena, al tiempo que les pide que la dejen hablar por teléfono.

En las ocasiones en que María Elena pierde su trabajo, le queda la opción de ir al corte de limón. Es jefa de familia, soltera. Sus hijos van con ella al campo, también a cortar.

«Esta nueva rutina escolar nos ha traído un poco más de trabajo, hay que apoyar a los muchachos».

María Elena dedica más tiempo a sus hijos que van en primaria, uno en segundo y el otro en quinto. Asegura que los dos que van en secundaria y bachillerato no requieren tanto apoyo.

«Para mí no es posible la modalidad virtual, no tengo internet y no tengo computadora. La modalidad, pues, son los cuadernillos que proporcionan los maestros a mis hijos».

Gran parte del dinero del corte de limón, termina en saldo para celular.

«Tanto el más grande que va en bachiller y el de secundaria hacen trabajos en su libreta y le toman fotos y le envían a su maestro por mensajería electrónica».

María Elena, acompañada de sus familiares con una despensa.
Foto:  Cortesía Sección XVIII CNTE 

Modalidad que excluye, modalidad que contribuye

La educación virtual agudizó la exclusión de la educación, de acuerdo con el maestro Lev Velázquez:

«Las carencias que ya existían, de agua, espacios deportivos, bibliotecas, laboratorios, computadoras, personal, maestros, a todo lo que implica un buen aprendizaje, ahora se suman las carencias de infraestructura pedagógica virtual».

Lev Velázquez es profesor de la telesecundaria de Apatzingán, Michoacán.  La pandemia llegó, y desde su región ha sido muy difícil mantener cualquier clase virtual, pues si las escuelas no cuentan con computadoras, menos aún tendrán las familias de los estudiantes.

Ante la situación de emergencia por covid 19, los profesores se organizan en colectivos para darle sentido a la educación.

Lo primero es garantizar que los estudiantes puedan acceder a la educación de un modo en el que tengan la posibilidad de comprender lo que viven en su entorno con la pandemia. Lev asegura que el temario de la SEP no contribuye a la comprensión del mundo en estos momentos y no se puede seguir al pie de la letra. “Los contenidos no tienen que ver con su cotidianidad”, afirma.

Los profesores del colectivo de la región de Apatzingán visitan una vez a la semana las comunidades de sus alumnos. Ahí entregan las cartillas que ellos mismos crearon. A la semana siguiente regresan para recogerlas y darles las siguientes. Llevan tres cartillas y ya preparan la siguiente.

«Nosotros estamos haciendo todo lo posible para continuar el proceso educativo», dice el profesor Lev, también doctor en pedagogía crítica. Eligieron los temas que les parecen centrales en este momento de emergencia.

Educar por el principio: ¿Qué es una pandemia?

La primera cartilla que repartieron fue de salud integral, el cuidado de la salud, de la alimentación, lavarse las manos, higiene, explicar a qué se enfrentan, qué es un virus, cómo funciona, por qué no hay una cura.

El siguiente tema de las cartillas fue el desarrollo de la afectividad, reconocer qué pasa en casa, cómo se tensan las relaciones entre los integrantes, papá, mamá, abuelos, tutores y, cómo podemos construir una buena relación. Lev explica el siguiente tema de las cartillas:

«La otra ronda de cartillas trata sobre la familia que canta, juega, baila y crea, proponiendo actividades para que desarrollen pensamiento estratégico, con juegos tradicionales, prehispánicos incluso, como la pitarra, para el desarrollo neuronal desde casa, el desarrollo motor de los jóvenes, para la convivencia familiar. Colocamos temas como el derecho humano al trabajo, el derecho humano al agua, y estamos haciendo la siguiente cartilla que será sobre la casa sustentable».

Más allá de la «educación»

Maestros en Apatzingán se organizaron para llevar despensa a los abuelos de las comunidades y a las familias de sus estudiantes.
Fotos: Cortesía Sección XVIII CNTE

Los colectivos de profesores donde participa Lev son parte de la sección XVIII democrática de la CNTE en Michoacán. El profesor asegura que han hecho un diagnóstico conjunto de las carencias, pero sobre todo de cómo solucionarlas.

«Nos encontramos que el sistema educativo es deficiente, que las escuelas no tienen conectividad, no tienen dispositivos inteligentes. En mi escuela hay dos computadores, ninguna es para los maestros. Son parte de la administración».

En sus reuniones, los maestros concluyen que la emergencia les rebasó. Hay maestros de escuelas multigrado que tienen hasta 300 alumnos. No se imaginan con sus celulares llenos de trabajos y tareas por whatsapp. Piensan que seguir los lineamientos de la SEP ha sido imposible, pues lo virtual solo incrementó la burocratización de la educación.

Según Lev, una parte importante de las comunidades y las escuelas no han entrado en estas dinámicas virtuales “porque no existe la infraestructura tecnológica, no hay conectividad. Con las actividades que deja la Secretaría de Educación, los profesores tienen que estar pegados al teléfono o computadora, recibiendo imágenes. La cantidad que te lleguen diario. Mandar foto de cada cosa”.

«Hay—dice —un control mas rígido del tiempo, más férreo, diferente a lo que lo tienes destinado. Es educación descontextualizada. La SEP está fuera de lo que sucede en los ámbitos rurales».

El profesor asegura que hay temas más urgentes que atender en las comunidades escolares de los pueblos de Michoacán: es el tener algo qué comer. Por ello, entre los profesores, además de organizar un seguimiento pedagógico con las cartillas, armaron brigadas para recolectar víveres y repartirlos.

Repartieron la primera tanda de alimentos entre adultos mayores de distintas comunidades. La segunda fue más enfocada a las familias de los alumnos. La tercera, y que recién entregaron, consistió en donar un día de salario por cada maestro y entregarlo a las familias de sus estudiantes.

«Pusimos varios puntos de recolección de víveres, y los llevamos a la gente más vulnerable, sobre todo de tercera edad».

Profesor Lev Velázquez

María Elena y sus cuatro hijos también recibieron una despensa por parte de la brigada de profesores. Les dieron una despensa básica muy completa y otra despensa con bolsas de leche. Para ella es algo muy bueno que le ayuda a alivianar los gastos y el trabajo de cortadora de limón.

Evaluación y año escolar

El profesor Lev es consciente de que no se puede evaluar de manera normal los contenidos escolares en la emergencia.

«Cometeríamos un error en evaluar, en cumplir con temáticas, sin que nos importe generar propuestas para que las familias puedan llevar otro tipo de aprendizajes que le sirvan para su casa. Para mejoras sus vidas, sus  aprendizajes; producir alimento en sus casas; repensar relaciones internas, el contexto, qué pasa en el mundo. ¿Por qué corrieron a mi papá o mamá, primo o amigo de su trabajo? ¿Qué no hay leyes que nos protejan?»

Es consciente que en Apatzingán, donde él nació, buena parte de las personas son campesinas, la mayoría cortadoras de limón y en en este tiempo de pandemia no se detiene el corte de este fruto. Sabe que muchas de ellas son jóvenes y se se han integrado a la vida productiva con sus papas, y que la mayoría no tienen parcela propia sino trabajan “como peones”.

María Elena por su parte, espera que la SEP sea consciente del trabajo que han hecho las mamás en este confinamiento. La exigencia que tiene es que les aprueben el año escolar, que no sea perdido, ya que ella le ha echado muchas ganas al aprendizaje de sus hijos.

«Es triple trabajo—explica la madre —usted si viera. No he comido y estoy con el mas pequeño día y tarde. Necesito estar más constante con él porque se atrasa en lectura. Los mayores hacen sus tareas solos y me ayudan a las labores de la casa. Necesito ser yo la que en este caso le revise al más pequeño que van bien las cosas. Los mayores no los dejo con sus hermanos, no me siento segura porque no lo hacen con paciencia. Dios quiera que sí, que nos hagan valido en lo que hemos estado trabajando. No se vale que una deja de comer para que sus hijos pasen de grado».

Aunque para cualquiera en la ciudad podría ser bonito ver cientos de árboles de limón en la cuarentena, para María Elena no es lo mejor:

«Pero la necesidad te orilla a verlo bonito, a verlo  como ejercicio, como pasatiempo. La necesidad te orilla a trabajar en pleno sol, se anda una arriesgando a que le pique la planta».

Fuente del artículo: https://piedepagina.mx/la-educacion-rural-no-es-cortar-limon-en-la-pandemia/

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Bolivia cierra año escolar por falla en educación virtual

América del Sur/ Bolivia/ 04.08.2020/ Fuente: www.prensa.com.

El gobierno boliviano dispuso ayer la clausura anticipada del año escolar, que debía extenderse hasta diciembre, principalmente porque los estudiantes de las áreas rurales carecen de acceso adecuado a internet, lo que les impide tener acceso a la educación virtual.

“Hemos visto por conveniente clausurar el año escolar. Se clausura precisamente porque la gran mayoría del área rural no cuenta con internet”, anunció Yerko Núñez, ministro de la Presidencia en conferencia de prensa.

“El sistema de fibra óptica, lamentablemente, solo llega a las ciudades”, añadió. En Bolivia, 40% de la población vive en áreas rurales.

La medida, que entra en vigencia desde este lunes, supone la promoción automática de los estudiantes al nivel superior y garantiza el pago regular de salarios a los maestros del sector público.

La disposición alcanza a los niveles inicial, primario y secundario tanto de educación pública como privada.

Las clases escolares habían quedado suspendidas desde el inicio de la pandemia, en marzo pasado. Desde entonces, se había tratado de incorporar, con muchas dificultades, la educación virtual, costosa en el área urbana y sin suficiente cobertura de internet en el área rural.

Semanas atrás, el ministro de Educación boliviano, Víctor Hugo Cárdenas, hoy en cuarentena por la Covid-19, anunció que, por la pandemia, este año no habría estudiantes reprobados.

Fuente de la noticia: https://www.prensa.com/impresa/economia/bolivia-cierra-ano-escolar-por-falla-eneducacion-virtual/

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Paraguay: Colegios privados piden trabajar en transformación digital para no perder el año

América del Sur/ Paraguay/ 04.06.2020/ Fuente: www.ultimahora.com.

El representante de la Asociación de Instituciones Educativas Privadas del Paraguay (Aiepp), Luis Ramírez, pidió este lunes a las autoridades trabajar por una transformación educativa digital para aprovechar este tiempo y no perder el año.

La educación es uno de los sectores más afectados por la pandemia del Covid-19 y en ese sentido el representante de instituciones privadas, Luis Ramírez, pidió a las autoridades poner foco en una mejor transformación educativa atendiendo la oportunidad que, pese a todo, generó el contexto sanitario.

“Estamos discutiendo cuestiones que no nos ayudan, en lugar de trabajar en transformar la educación o cómo incorporar la tecnología. Tenemos esa gran oportunidad, no me quiero resignar a que sea un año perdido, pero estamos pataleando”, expresó en Monumental 1080 AM.

A criterio de Ramírez, el Gobierno aún no ha demostrado mayores acciones para reformar la educación y consideró que la dinámica de las autoridades es “esperar a que todo caiga para actuar”.

«Se hizo un gran esfuerzo para mantener un sistema que no funciona, pero estamos a tiempo de hacer bien las cosas», sostuvo.

En ese sentido, el representante sugirió que uno de los modelos que podría seguir la educación es el que lleva adelante Colombia.

“Podemos mirar modelos como el de Colombia, Perú, pero Colombia es que lleva la punta y Uruguay siempre es muy bueno y tiene condiciones que otros países no tienen, es un país democrático. Pero si tenemos que mirar algo bastante parecido a lo nuestro, miraría a Colombia, que también está a la vanguardia de muchos temas”, señaló.

Pese a la crisis generada por la pandemia y las consecuencias en el sector educativo, el ministro de Educación, Eduardo Petta, sostuvo semanas atrás que la educación en Paraguay se mantuvo de pie pese a la situación.

El confinamiento por la pandemia desnudó la debilidad institucional de la educación paraguaya y la falta de acceso a internet y preparación de docentes para sobrellevar el proceso educativo.

Fuente de la noticia: https://www.ultimahora.com/colegios-privados-piden-trabajar-transformacion-digital-no-perder-el-ano-n2898018.html

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Colombia: Universidades le apuntan al regreso combinado a las aulas

América del Sur/ Colombia/ 04.08.2020/ Fuente: www.portafolio.co.

 

Luego de dos meses, la educación superior arranca el segundo semestre con la continuación del modelo remoto. Sin embargo, la expectativa de regresar a las aulas se mantiene y las universidades trabajan en ello.


De acuerdo con Oscar Domínguez González, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Universidades (Ascun), “la pandemia ha permitido que las instituciones se preparen para responder de manera oportuna y reducir impactos como la deserción estudiantil”, que según los cálculos realizados en mayo por el gremio, llegaría hasta 25% este año, y se mantendría sobre 20% en 2021 y 18% en 2022.

El dirigente gremial asegura que se están destinando inversiones importantes dirigidas a fortalecer el acceso a la información y a mantener procesos de calidad en la formación.

Como ejemplo de ello, está la Universidad de Los Andes, que recientemente anunció que continuará durante el mes de agosto con clases 100% virtuales. No obstante, esta institución con 18.391 estudiantes trabaja en un modelo de semipresencialidad, sin desconocer a quienes deseen permanecer en las clases remotas, como lo asegura su rector Alejandro Gaviria.

“Un estudiante, que haya permanecido en su región, puede matricular cualquier curso y tendrá a disposición todas las actividades grabadas. Las aulas se han dotado de equipos de video y audio de alta tecnología”, dice el rector.

En el caso de la Universidad Javeriana el vicerrector académico, Luis David Prieto, destaca que el periodo intersemestral estuvo dedicado a la permanente actividad con profesores, quienes fueron partícipes de formación entorno a tres modalidades: presencial (clases que requieren estrictamente el uso del campus), combinada y remota.

Además, Prieto anota que “como parte del Proyecto Educativo Javeriano, el modelo de enseñanza tiene un fundamento sobre la relación profesor – estudiante, y desde este punto de vista, las estrategias de enseñanza deben favorecer el proceso de acompañamiento cercano”, con los 22.000 estudiantes activos en el plantel.

Es importante destacar que en términos de extensión, estas universidades cuentan con áreas 200.000 y 245.000 metros cuadrados, respectivamente.

De otro lado, la Universidad del Rosario, que también trabaja en varios modelos de enseñanza, hace énfasis en el fortalecimiento de otras experiencias complementarias para el aprendizaje.

“Tenemos planeados nuevos espacios de e-cafés, de e-pasillos y conversaciones entre clases. También experimentaremos nuevos formatos de internacionalización, que permitirán a nuestros estudiantes, desde sus casas, una experiencia académica con profesores y estudiantes de universidades en más de 10 países”, destaca Alejandro Cheyne, rector de la institución.

OTRAS CIUDADES

Si bien las universidades de todo el país vienen realizando adaptaciones para el inicio de clases remotas, la expectativa por la presencialidad está latente. “Esperamos que pasados dos meses la situación haya cambiado y podamos iniciar algunas actividades presenciales en octubre. Lo haríamos con los laboratorios y espacios de aprendizaje experienciales y, posteriormente, aumentaríamos a otras experiencias”, dice Francisco Piedrahita, rector de la Universidad Icesi en Cali.

En la capital antioqueña, la Universidad de Medellín asegura que las clases presenciales estarán potencializadas por una importante inversión en infraestructura, dotación y adecuación en tecnología de punta.

En este sentido, se destacan los $10.000 millones invertidos en el Edificio de Tecnologías para la Innovación y el Aprendizaje, con el cual la institución espera realizar grandes aportes a la educación en el país.

Como esta, el Areandina, realizó los ajustes para reforzar el impacto del aula remota y potencializó los anchos de banda y la capacidad en la nube “con el fin de robustecer la infraestructura tecnológica para subsanar aquellas debilidades que experimentamos durante el primer semestre del año”, según destaca su rector, José Leonardo Valencia.

Finalmente, la Universidad Pontificia Bolivariana en Bucaramanga, que ya lleva dos semanas de clase, avanza en el modelo de trabajo remoto, pero también trabaja en la bimodalidad y alternancia para los cursos que así ameriten, una vez exista la autorización gubernamental. Cursos prácticos, talleres y laboratorios, serían los primeros.

Fuente de la noticia: https://www.portafolio.co/economia/universidades-en-colombia-apuestan-por-educacion-virtual-y-presencial-en-segundo-semestre-de-2020-543129
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Bolivia: “No habrá clases presenciales, pero sí virtuales y a distancia”

América del Sur/ Bolivia/ 03.08.2020/ Fuente: www.opinion.com.bo.

 

El ministro de Educación, Víctor Hugo Cárdenas, aseguró hoy que el cierre del año escolar no significa “el cierre de todo tipo de educación” y hasta afirmó que continuarán las clases virtuales y a distancia.

“Cierre del año escolar no significa se cierra todo tipo de educación, es mentira que se esté negando el derecho a la educación. No habrá clases presenciales, pero sí virtuales y a distancia”, aseveró Cárdenas entrevistado por el canal estatal.

El Ministro, en ese sentido, fue consultado más de una vez si lo que dice es que seguirá la educación virtual y a distancia en los colegios, a lo que Cárdenas respondió afirmativamente.

“Así es, efectivamente, eso no se puede prohibir”, respondió a la consulta.

Explicó, en esa línea, que los colegios particulares y fiscales que ya estaban implementando la educación virtual o a distancia, así como las unidades educativas que tengan la posibilidad de implementarlo, pueden seguir haciéndolo.

En el caso de los colegios particulares, aseguró que los dueños, directores y padres de familia tendrán que reunirse para llegar a un acuerdo de cómo se seguirá con la educación durante esta gestión.

“Los colegios particulares y los padres tienen que dialogar de qué forma van a continuar el trabajo, si hay un acuerdo, adelante”, afirmó, a tiempo de expresar su “confianza” en la “madurez” de ambas partes.

Respecto al salario de los profesores, Cárdenas garantizó que los docentes de colegios fiscales seguirán recibiendo su sueldo, “pero no por hacer nada, sino por capacitarse en la educación virtual”.

En cuanto a los colegios particulares, señaló que si las unidades educativas deciden continuar con las clases virtuales y/ o a distancia se deberá “replantear” el tema económico.

Ayer, el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, informó que el Gobierno tomó la decisión de clausurar el año escolar con la aprobación de todos los estudiantes de los niveles inicial, primario y secundario tanto en colegios fiscales como particulares.

Según el Gobierno, la decisión fue asumida por la falta de condiciones tecnológicas para llegar con la educación virtual a todos los rincones del país y porque algunos sectores insistían con retomar la educación presencial poniendo en riesgo la vida y salud de los estudiantes, los propios maestros y sus familias en medio de la pandemia.

Fuente de la noticia: https://www.opinion.com.bo/articulo/pais/cardenas-cierre-ano-escolar-habra-clases-presenciales-virtuales-distancia/20200803141504780730.html

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Perú: 400 profesores murieron y cientos contrajeron la enfermedad

América del Sur/ Perú/ 04.08.2020/ Fuente: panamericana.pe.

El secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación del Perú (Sutep), Lucio Castro, informó que hasta este lunes 6 de julio, 400 docentes murieron  por Covid-19, y que cientos de ellos contrajeron el mal en todo el país.

En el marco del Día del Maestro, que se celebra hoy, el dirigente del Sutep destacó la labor que desempeñan  los profesores en el contexto de la pandemia del coronavirus,  pese a la falta de apoyo por parte del Gobierno.

Asimismo, Castro Chipana señaló a RPP, que hasta el momento ningún maestro ha recibido materiales tecnológicos necesarios para dictar clases remotas, y que las tablets para los estudiantes no se ha repartido de forma integral.

Respecto  a la decisión del parlamento de aprobar el proyecto de ley que plantea destinar 6% del PBI para la educación, el dirigente  señaló que se trata de una propuesta beneficiosa y “justa” para su sector tantas veces postergado.

Fuente de la noticia: https://panamericana.pe/locales/297671-coronavirus-400-profesores-murieron-cientos-contrajeron-enfermedad

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Covid-19 y una brutal neoprivatización educativa en América Latina

Desde el año 2015 venimos denunciando el riesgo que ocurriera un Apagón pedagógico Global (APG), que tendría una expresión concreta en la virtualización y la relocalización de una parte importante de los procesos de enseñanza-aprendizaje en la casa. Esta tendencia al APG había sido anunciada en varios documentos de las Bancas de Desarrollo y de los organismos multilaterales.

Escalamiento del Apagón Pedagógico Global

Sin embargo, buena parte de la izquierda pedagógica desestimó este escenario al considerarlo improbable. Comprender esta realidad implicaba reconocer que estamos ante un reseteo planetario de la cultura educativa, lo cual desafiaba muchas de las certezas construidas en el campo de las alternativas pedagógicas. La más reciente publicación del Foro Económico Mundial de Davos “Covid-19: el Gran Reseteo” (julio, 2020) confirma las valoraciones y análisis prospectivos que hacíamos hace años.

Siempre señalamos responsablemente, que no sabíamos cuál sería el evento o el mecanismo para ello, pero que la tendencia del capitalismo cognitivo de la tercera revolución industrial apuntaba en esa dirección. El Covid-19 se convirtió en el evento que construyó las condiciones de posibilidad para el desarrollo a escala planetario del Apagón Pedagógico Global.

La transición entre la tercera revolución industrial a la cuarta revolución industrial hizo inminente este acontecimiento. Esta transición comportaba la consideración, por parte del capital, de la obsolescencia de la máquina ducativa newtoniana de la primera y segunda revolución industrial. Obsolescencia determinada por el impacto de la aceleración de la innovación en los procesos educativos.

La cuarentena sanitaria por la pandemia del Covid-19 obligó a generar respuestas en materia de escolaridad y educación. Las medidas educativas elaboradas por las burocracias de los ministerios de educación, fueron construidas a partir de la apelación al concepto de “emergencia”. La real emergencia sanitaria, fue usada para desarrollar un giro inusitado, dramático y excluyente en la educación.

La llamada emergencia educativa sirvió de pretexto para que en la mayoría de países se intentara dar continuidad a las labores escolares, ya no en las escuelas, liceos y universidades sino “en casa” y por mecanismos remotos, en su mayoría codificados al público bajo las expresiones de “educación virtual en casa” y “universidad en casa”.

El paradigma neoliberal de la sociedad educadora

Esta “nueva Realidad” nos obliga a revalorar el paradigma educativo neoliberal de la “sociedad educadora”, que desembarcó con fuerza en la región en la década de los ochenta del siglo XX.  Esta iniciativa, en la era de la transnacionalización del capital y de la mundialización cultural contemplaba la intención de ir transfiriendo a las familias, docentes y estudiantes, las condiciones mínimas para el cumplimiento al derecho a la educación.

El fortalecimiento de los mecanismos para garantizar el pago de las matrículas y “colaboraciones para las sociedades de padres y representantes” en las escuelas públicas, sirvieron como caballo de Troya para intentar recargar en las familias los costes del mantenimiento de los planteles escolares, las actividades extraordinarias, los docentes suplentes, etc., en la ruta para que las madres y los padres fueron asumiendo la responsabilidad educativa que correspondía a los Estados.

Cada vez más se le fue transfiriendo a las familias muchas de las responsabilidades que otrora habían asumido los Estados. Esta intención pudo concretarse solo parcialmente y de manera desigual en los países de la región, gracias a la movilización del magisterio, los profes universitarios y los estudiantes; las familias lo hicieron en menor medida, atrapadas porla cultura evaluativa de la calidad educativa..

La exigencia de mayores aportes a los sistemas escolares por parte de las familias se encubría con el discurso funcional de la co-responsabilidad para alcanzar una educación inclusiva de calidad, algo que se convertía en un chantaje funcional para la desmovilización de las familias.

Esa “noción” de la co-responsabilidad comporto un salto en la construcción de hegemonía, sobre la necesidad que los Estados “compartieran” con las familias los costes de la educación pública. Esta operación de propaganda, abrió las puertas a reformas en las constituciones nacionales y las leyes de educación que implicaron un abandono drástico de las responsabilidades del Estado, encubiertas con discursos progresistas.

La obligación de los Estados en garantizar el derecho a la educación

Desde una perspectiva emancipadora y de Estado Docente, la responsabilidad de garantizar el derecho a la educación es de los Estados Nacionales. Es decir, los Estados entre otras cosas, deben garantizar que:

  1. a)el presupuesto destinado a la educación no sea inferior al 6% del Producto Interno Bruto o menor del 20% presupuesto público;
  2. b)exista unalegislación educativa que garantice el acceso universal a la escolaridad y en igualdad de condiciones, por lo menos, a los estudiantes de educación inicial y primaria. En algunos países esta obligación se extiende al bachillerato;
  3. c)elaborar los planes de estudio y los modelos de enseñanza-aprendizaje que garanticen un aprendizaje contextualizado a cada realidad,desafíos epocales y necesidades de la población;
  4. d)construir lainfraestructura necesaria (escuela, liceos, preescolares, universidades) para garantizar la igualdad de condiciones de aprendizaje;
  5. e)dotar las escuelas, liceos y universidades de loselementos, equipos y contenidos inherentes a la aceleración de la innovación y garantizar que todes los y las estudiantes tengan las mismas condiciones de acceso a estas tecnología y conocimientos;
  6. f)desarrollar unacontinua actualización de la formación inicial y permanente de los y las docentes que permita  garantizar el papel de la escuela como institución democratizadora del conocimiento entre los sectores populares.

Previo a la pandemia muchas de estas condiciones mínimas de partida no eran cubiertas por los Estados nacionales, lo cual generaba resistencias, movilizaciones y denuncias del movimiento magisterial y estudiantil. La desinversión en educación y la precarización de las condiciones de trabajo de los y las docentes actuaban como disparadores de la premisa neoliberal de abandonar la responsabilidad de los Estados con la educación pública, dando paso al modelo de sociedad educadora.

Debemos tener cuidado que el logro del 6% del PIB como piso mínimo no sea usado en buena medida para la firma de contratos con las grandes transnacionales tecnológicas en materia de contenidos educativos digitales y virtuales, ni para construir la infraestructura base para la transición a la cuarta revolución industria.

Continuando recargando en las familias, estudiantes y docentes el grueso de la inversión en equipamiento tecnológico básico (computadores, laptops, celulares) y la conectividad al internet. Subrayar siempre que esto es y sería privatización educativa y triunfo del paradigma neoliberal de sociedad educadora.

En el plano internacional el neoliberalismo educativo cada vez más se aseguraba que en muchos de los protocolos de los organismos multilaterales, el derecho a la educación apareciera sin sus apellidos sustantivos de gratuita, popular, científica y laica. Cada vez más en estos protocolos aparece el compromiso de vincular el sector privado al cumplimiento del derecho a la educación, que no es otra cosa que la transición a la construcción de hegemonía respecto a la educación como una mercancía.

El tránsito abrupto de un modelo de educación presencial en las escuelas, al modelo de “educación virtual en casa”, de “universidad en casa” y, el temor del contagio mortal, posibilitó un acelerado abandono de estas premisas de responsabilidad de los Estados Nacionales de garantizar las condiciones mínimas para el desarrollo del derecho a la educación.

La neoprivatización educativa en el marco de la pandemia

El Coronavirus aceleró y escaló a una dimensión impensable solo meses atrás, las tendencias privatizadoras de la educación. El modelo de “educación virtual en casa”, de “universidad en casa” que han impulsado los sistemas educativos en América Latina ha comportado una privatización de hecho. Las responsabilidades de los Estados de garantizar las condiciones mínimas para desarrollar los procesos de enseñanza y aprendizaje han sido abandonadas y se ha entrado en la lógica del neoliberalismo educativo.

Ahora, en el marco de la pandemia del Covid-19 son las familias, les estudiantes y los y las docentes, quienes deben asumir los costes del pago del internet, la suscripción a plataformas privativas para poder dar clases, la compra o reparación de sus computadoras para dar clases. Los Estados se desentienden usando el acostumbrado lenguaje de la “vocación docente”, de la “mística de los educadores”, para desentenderse de su responsabilidad.

Muchos de los contenidos educativos en este contexto de “virtualidad en casa” son los que están disponibles en las plataformas privativas. Los y las docentes no fueron formadas y no están siendo formados adecuadamente para trabajar en entornos digitales, lo cual ha implicado una serie de déficits y problemas derivados del ensayo y error, de “como va viniendo vamos viendo”.

Se pretende culpabilizar de los errores a los docentes, convirtiéndose el Estado en un evaluador, en expresión de la cultura evaluativa sobre los docentes, escondiendo con ello que se está produciendo una brutal privatización educativa.

Las condiciones en las cuales se están desarrollando los procesos de enseñanza aprendizaje son desiguales y estratificadoras. Muchos estudiantes no cuentan siquiera con una casa donde estudiar de manera estable, otros no poseen familia que les apoye, la mayoría no tienen textos o acceso a internet, ni computadoras.

La escuela, con sus programas alimentarios procuraba garantizar que toes comieran por lo menos una vez al día, precisamente para igualar las condiciones de partida para aprender a aprender. Las medidas tomadas por los ministerios de educación. han roto en solo meses, la conquista social de asociar el derecho a la educación con garantías de igualdad de condiciones para desarrollar los procesos de enseñanza-aprendizaje.

Esa “nueva normalidad” está siendo poco denunciada, por el contrario, en muchos casos está ocurriendo con el silencio cómplice de importantes sectores de la academia y los sindicatos burocráticos patronales.  Como en todo proceso de opresión, las resistencias marcan la diferencia y hoy casi un centenar de organizaciones del magisterio en la región, educadores populares y pedagogos críticos han comenzado a denunciar y movilizarse en contra de esta realidad.

Educación de primera para incluidos en la tecnología

Para colmo, con el pretexto de la emergencia sanitaria se está produciendo una estratificación de la educación. Los que tienen acceso a computadores e internet, cuyo porcentaje no excede el 50% de la población en América Latina y el Caribe, tienen la posibilidad de participar en la educación remota que intenta darle continuidad a los procesos de escolarización, accediendo a información actualizada derivada en gran medida de su capacidad de navegación conducida por la red de internet.

Los otros y otras, la mayoría de estudiantes, que no tiene acceso a computadora e internet están recibiendo enseñanza por televisión o radio, con contenidos y metodologías de la televisión educativa de los sesenta del siglo XX, transitando el aprendizaje con una mirada desde el retrovisor, no hacia el presente y el futuro.   Esto redundará en nuevas formas de exclusión.

Por otra parte, quienes viven en zonas de difícil acceso y precaria conectividad, con limitadas posibilidades incluso de acceder a una señal de radio, están recibiendo una educación por módulos, educación de tercera, que trata de ocultar que les están dejando en los bordes de la marginalidad intelectual.

La apelación a la contingencia y la emergencia no tiene justificación alguna, cuando las autoridades educativas desoyeron las advertencias que hicimos desde cinco años sobre un inminente Apagón Pedagógico Global (APG) y la obligación que tenían los Estados para prepararse para escenarios como estos, con la mirada pensada en la inclusión educativa y la justicia social.

La escuela no volverá a ser lo que era

Esta realidad no puede hacer que nos refugiemos de manera conservadora en intentar volver a las condiciones existentes antes de la pandemia. La escuela, liceo y universidad que teníamos en febrero del 2020 tampoco representaban la aspiración de los sectores populares y críticos respecto a lo que debería ser una educación liberadora y emancipadora.

Se trata entonces de comprender y trabajar de manera renovada por una nueva escuela gratuita, popular, democrática, laica, científica y presencial, que reivindique la tradición y el saber pedagógico acumulado por décadas, pero que sea también sea capaz de empalmar con lo nuevo, lo emergente en clave de resistencia anticapitalista.

Alternativas

Ciertamente lo peor que puede pasar es que un niño, niña o adolescente quede desconectado del sistema escolar. El hecho que consideremos que es necesario como remedial urgente, la educación por televisión, radio o módulos, no nos impide advertir que ello está comportando una nueva estratificación, con un claro sentido de clase.

Son los pobres, las mujeres trabajadoras, la clase obrera, los campesinos, quienes viven en condiciones de marginalidad en los barrios quien están resultando más afectados por la neo privatización educativa en marcha y la estratificación de la escolarización determinadas por el acceso a computadores y conexión a internet.

Las alternativas están en el plano epistémico y en la organización para la resistencia.  En el primer plano, la sorpresa y la sensación de vértigo que esta situación de la cuarentena por el Covid-19 ha causado en amplios sectores progresistas nos lleva a afirmar que lo urgente es clarificar lo que está pasando y el horizonte inmediato de la opresión neoliberal.

Lo segundo, reivindicar que las experiencias de colectivos pedagógicos en las escuelas, liceos y universidades emerge con fuerza como una práctica muy potente para avanzar de manera colectiva, desde abajo en la comprensión de lo ocurre y la elaboración de resistencias anticapitalistas.

Tercero, fortalecer la unidad de los sindicatos y gremios docentes combativos, con los movimientos de educadores populares y pedagogos críticos para de manera conjunta elaborar una ruta de acciones coyunturales y estratégicas.  Es momento de inventar para no errar.

 

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