Violencia Institucional en un Colegio de Psicólogxs. La impunidad es una banda elástica que se estira y estira

Por: Ezequiel Borensztein

Leyendo la serie de notas Abusos y Violencias en el Campo Psicoanalítico publicadas en este medio, aceptamos la invitación de hablar y no callar más).


Qué sucede si te cuentan y te demuestran con pruebas fehacientes que en un Colegio de Psicólogoxs se combate el espíritu crítico, se denuncia, se persigue y se expulsa al disidente? Que sucede si las autoridades de un Colegio de psicólogxs impugnan y proscriben de manera fraudulenta a la lista opositora con argumentos falaces condenados por la Justicia? ¿Qué sucede si los representantes no representan a sus representados? ¿Qué sucede si no cumplen con sus funciones gremiales? ¿Qué sucede si los números no cierran?

La respuesta a estas preguntas es nada. No sucede nada…por ahora.
La impunidad, la oscuridad y el silencio reinan en un ámbito donde lo natural sería la circulación de la palabra y la ética que nuestra profesión requiere. Hace años que las autoridades de un Colegio de Psicólogxs practican violencia institucional, ejerciendo la lógica perversa de ser juez y parte, adueñándose de un espacio que es de todxs.
Con un grupo de colegas venimos luchando para que todo este entramado burocrático y feroz salga a la luz.
Es bueno que la comunidad psi sepa que en un Colegio de Psicólogxs conocimos una forma original de violencia muy difícil de enfrentar.
Una cachetada/caricia que nos gira la cara hacia el abismo entre lo que se dice y lo que se hace. Una violencia suave. Una máquina de hacer dóciles. Una nueva forma, dolorosa pero light del autoritarismo. Una humillación rosa. Burócratas que impiden con su Poder cualquier poder.
Intentan y lo logran por momentos hacernos sentir invisibles, mudos y estúpidos. ¨Un Ente¨, como dijo el dictador aquella vez.
Levantan el cono del silencio en una habitación sorda. Montan escenas para la burla. El bullying ensayado sale disparado con “respeto “.

Sus ¨como¨ desvían cualquier ¨que¨. No dan Quórum, hacen de la trampa una manera de actuar. Abren kiosquitos para ellos y su séquito. Corren los ¨viáticos¨ en negro. Sus ¨mesas¨ son un muro impenetrable y se nota en sus gestos inexpresivos, el entrenamiento de los asesores de márketing,  de comunicación, legales, contables, etc.

¨Articulan¨ ¨dispositivos¨  bla bla bla, teatral como si, puro cartón pintado, siempre dando la espalda al colectivo.
La violencia institucional nos azota, nos entra en el cuerpo. Nos desgasta y nos devasta. La impunidad es una banda elástica que se estira y se estira.

No hay límites para el canalla noble. Ni la justicia les hace tope. Y menos cuando los zombis de la obediencia debida no despiertan de la anestesia clientelar. Son duras las batallas éticas. Pero se las gana con solo librarlas.

Fuente de la información e imagen:  https://lobosuelto.com

Comparte este contenido:

En.sueños

Por: Alfonso Enrique Dávila

Caminamos, corremos, volamos

Alegrías, tristezas, todas juntas

Soledad en senderos sin rumbo.

El instinto es el guía, no hay brújula

Charadas, algarabía-silencio de caverna

mucho bosque, mucha arena, grandes ríos.

Entre nubes vemos patios y enramadas,

La oscuridad juega con la luz.

Mientras las estrellas andan en el suelo,

los ríos se encaraman en los árboles.

Frutos que se elevan como pesadas piedras

desaparecemos de repente, paramos la eternidad,

aparece el sobresalto.

Enmudecemos frente al espanto,

Todo el cuerpo se paraliza,

Las piernas tiemblan sin movimiento.

Fieras trocean los huesos de cuadrúpedos

mientras, arropamos nuestros cuerpos

con la piel de la vaca mariposa

que, vuela hacia la eternidad.

Perseguidos por multitudes,

rechazados por el ser amado,

abrazos de sujetos invisibles,

caricias de quienes están lejos

de aquellos que nunca te vieron

atravesando desiertos, saltando abismos.

Multitudes nos aclaman

mientras, la horda nos persigue.

Amados a ratos, ignorados casi siempre.

Peregrinamos dentro del vientre de la utopía,

Perseguidos entre montes y caminos

Verde el que persigue, cazando como can

Buscando con olfato enardecido, estira la

nariz sin percibir y sustituye con tecnología.

La piel se eriza, parecemos puercoespín

al tiempo que el suelo y el gamelote disperso

se juntan para dibujar una sola figura,

figura que trastoca el sentido humano.

El tiempo nos lleva al encuentro,

desde el confín infinito se reúnen sabios,

variedad de personajes en cuerpos y voces.

Aristoteles, Descartes, Hegel, Locke, Heidegger,

Kant, Engels, Marx, Nietzsche, Husserl…

Se oyen tantas voces que, parece una madeja;

Dialogan de fenómenos, ideas, del hombre,

del ser, del espíritu, imperialismo y explotación.

¿Serán cambios de mundo?, es aterrador.

Nervios que se estiran y encogen

furias exaltadas, congoja junto al consuelo,

manos dando calor,

oídos prestos al sonido arrullador

junto a grandes ojos, buscando el cariño cercano.

Salta de la profunda oscuridad, el trueno

amenazante del enemigo invisible; destroza el alma

la quietud del cuerpo envuelto en algodón y seda

con el gozo fresco de la briza de pie de monte.

Somos otros, viene el demonio, dispersión y soledad.

Agotados de tanto andar; sin embargo,

seguimos tirados en la cama.

Comparte este contenido: