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Redes horizontales de docentes: MRP 3.0

Por: Saray Marqués

Algunas sobreviven desde hace más de una década, ofreciendo a los docentes lo que en estudios como TALIS y PISA algunos echan en falta: Más conocimiento de lo que otros colegas hacen en sus clases, ‘feedback’ entre iguales, formación y colaboración a pie de aula. Son las redes horizontales de docentes.

A veces es PISA; otras, TALIS. Nos hablan de un docente español al que le cuesta abrirse, que le observen los colegas, recibir críticas para su mejora pedagógica. El ambiente es bueno, pero lo de trabajar en equipo es otra historia. El 87% no ha pisado el aula de un compañero, frente al 45% de media de la OCDE. Sin embargo, el “mi aula, mi reino” va cediendo frente al concepto de claustro virtual, cortesía de las redes horizontales de docentes.

A ellas se llega por la competencia o la madurez digital en tiempos del long life learning y del personal learning environment (“Dime con quién te conectas y te diré cómo aprendes”). Las primeras datan de hace poco más de una década, pero la lista es inabarcable: Novadors, EABE, Aulablog, Espiral, YoconEuterpe… por lo que esta pretende ser solo una aproximación al fenómeno de la mano de algunas de las personas que estaban ahí viéndolo nacer.

La red como refugio

Mediada la década de 2000, recuerda la profesora de la Facultad de Educación de la Universidad de Murcia, Linda Castañeda: “En lo educativo, Twitter, Facebook, y otras específicas, que entonces eran el desierto, empiezan a moverse muchísimo… Las redes de profesores aparecen de forma muy explosiva. Y no es solo formación lo que buscan, o la que buscan va más allá de un curso: tiene que ver con estar juntos, con reconocerse, con trabajar desde el aula, con tener un sitio, con no estar solo”.

Entonces, continúa la experta, con una penetración de la tecnología en las aulas muy desigual, muchos de aquellos profesores se sentían el friki del centro, mientras que en la red daban con gente con la que se identificaban. Surgen las primeras redes y se organizan las primeras quedadas, que en algún caso cuentan con apoyo oficial, pero que se caracterizan sobre todo por su horizontalidad: son de y para docentes.

“La preocupación entonces era eminentemente metodológica, muy tecnológica, pero luego esto va cambiando”, señala Castañeda. Los encuentros lograban afluencias multitudinarias, de 400, 500 personas de las 17 CCAA. Se abrían las inscripciones y a la hora estaba todo lleno.

Hoy, aquel movimiento ha logrado perdurar, “con más visión crítica, sin tanta obnubilación por las posibilidades didácticas de la tecnología”. En Novadors, donde Castañeda participa, desde hace unos años cuentan con una conferencia plenaria no ya sobre innovación educativa sino sobre política educativa.

También cambian las circunstancias de sus miembros: “Muchos de esos llaneros solitarios han mutado en directores, jefes de estudios… Han decidido no esperar a que se mueva, sino moverlo ellos. Y tenemos personas que entraron tímidamente, con un blog pequeñito, y hoy son ponentes, divulgadores, formadores”.

¿La pertenencia a estas redes puede hacer sobredimensionar el fenómeno? “Seguimos siendo pocos porque no somos todos, pero cada vez somos más, y ya no nos preguntamos tanto cómo usar la pizarra digital sino qué tipo de aprendices estamos generando; el compromiso social y político se abren paso”, sentencia Castañeda, que ve estas redes como un movimiento de rebeldía y acompañamiento que reacciona frente al inmovilismo. Un arma de doble filo: “Lo apuntaba Francisco López Blanco, director del Grupo de Software Educativo en la Consejería de Educación de Extremadura, en el reciente congreso Transformación Digital Educativa: “Los innovadores ahora mismo son muy baratos para las instituciones, porque sacan tiempo de su tiempo personal, con un coste cero para el sistema, que luego los luce como profesores excepcionales, pero que en realidad está haciendo dejación de funciones en favor del papel cada vez más protagonista de fundaciones o empresas privadas que no deben sustituir al Estado”.

¿Los nuevos MRP?

Para Iñaki Murua no es tan peregrina la comparación de estas cibercomunidades de aprendizaje, como él prefiere llamarlas, con los Movimientos de Renovación Pedagógica (MRP). Con el toque, claro, de la tecnología, cada vez más sencilla y transparente, que permite romper los límites del espacio y del tiempo para dar con personas con tus mismas inquietudes: “Las cibercomunidades parten de intereses comunes, no nacen por obligación, –en procesos formativos formales también pueden surgir, pero pocas siguen vivas cuando el curso termina– igual que los MRP. Estás ahí porque quieres, no porque nadie te mande… Sí, las veo un tipo de agregado similar”.

¿Por qué un docente acaba en una de estas redes? Porque necesita sentirse parte de una comunidad. Pero cuidado con la apertura solamente a la externa: “Que tu claustro virtual no te lleve a olvidar que formas parte de un claustro real”, alerta Murua, que recuerda la metáfora de Dan Lortie de los centros educativos como cajas de huevos en que todos están en su sitio pero sin tocar al de al lado.

Fotografía: @itziarlopez_ / Aulablog

Que un docente recale en ellas viene dado, además, por otros factores que Murua enumera, como el grado de cultura de colaboración, un contexto facilitador –no suelen ayudar las jornadas inabarcables y las dificultades para conciliar vida laboral y familiar y cierta capacidad: “Que el ordenador no te dé calambre”–. Pero, aun con eso, en su investigación descubrió que persisten las resistencias: “Muchas personas siguen prefiriendo tomarse un café con alguien que compartir sus debilidades con otra persona que quizá trabaja en un centro público como el suyo, en una población y contexto similar, pero a quien no conocen. Cuesta todavía expresar el “no sé cómo se hace”. En otros casos, no se tiene conciencia de que lo que se hace merece la pena, como aquella maestra que dudaba sobre si contarle a un doctorando que se había puesto en contacto con ella cómo usaba WhatsApp con los alumnos. “A veces, el profesor no tiene ni tiempo ni ganas de compartir, porque cree que lo que hace es muy ‘normalito’”, prosigue el experto.

Los rasgos diferenciadores

Otro experto, en este caso en un MRP, Julio Rogero, ve más de un rasgo diferenciador con estas redes: “Nacen de la inquietud horizontal de muchos profesores, pero en su continuidad suelen buscar el reconocimiento, lógico y legítimo, de la Administración, y suelen ser redes referidas no a todo un proceso transformador del sistema educativo, sino a aspectos parciales, con gran dominio de lo tecnológico, o centrarse en metodologías llamadas nuevas aunque la mayoría no lo sean”. Por el contrario, “los MRP buscan la transformación global, hacia un sistema educativo emancipador y liberador, y creen que se puede y debe hacer desde el ámbito de lo público, que donde mejor se plasma es en el espacio de la escuela de titularidad pública, por lo que aspiran a la construcción de una escuela pública con un modelo y paradigma alternativo a los dominantes en este momento”.

Aparte, señala Rogero cómo es frecuente que en esas redes, nacidas de forma horizontal, intervengan cada vez más las grandes corporaciones. “Hay algunas que en otro tiempo defendían lo público y se han desvirtuado, y también pueden surgir nuevas porque lo impone la patronal para estar a la altura del mercado, que hoy exigen esas metodologías, no realmente porque el profesional sienta esa inquietud… Aunque también puede haber profesionales en la pública a los que estas redes les están ayudando a salir de la frustración que produce la rutina diaria, la imposición del currículo y formas de hacer muy controladas desde la inspección”, concede.

Si para Rogero una diferencia entre los MRP y las redes horizontales de docentes es la convicción en la defensa de la escuela pública, Charo Fernández, que fuera presidenta de Aulablog, menciona como una de sus proezas en estos 13 años “la capacidad de unir a gente de todo tipo, con mesas redondas en que una monja intervenía al lado de alguien de la marea verde, y todo el mundo hablaba de lo mismo, de mejorar el día a día del alumno; ahí nos encontramos todos”.

Otra de las proezas, para ella, es que siga llegando gente nueva. O que los ponentes acudan a los encuentros sin cobrar. Su germen fue una cita en Roa de Duero, del que surgió la Declaración de Roa para la incorporación de las TIC en el aula. “Nos conocíamos de los comentarios en los blogs. Éramos un grupito de profesores que veía que ahí había potencial, la mayoría ni teníamos internet en las aulas. Quisimos ponernos cara y Luis Barriocanal sugirió Roa”, comienza Fernández.

Aquello tuvo mucho más recorrido del que pensaban, y así han llegado hasta hoy, con unas características entre las que Fernández cita la “una organización muy desorganizada”: “Decimos que somos líquidos. Los nuevos lo ven todo tan desestructurado que al principio creen imposible que las cosas salgan”.

César Poyatos (Aulablog) asegura que si está ahí es “por crecimiento profesional y personal”, “por contar con un espacio de confianza y aprendizaje, donde compartir, construir de manera conjunta”, y porque los que empezaron siendo compañeros unidos por la innovación educativa han terminado siendo amigos.

Para él, la horizontalidad es lo que mejor define Aulablog, mayoritariamente conformada por docentes, pero abierta a personas de otros campos. “Funcionamos por nodos a escala local y nos reunimos una vez al mes para compartir recursos: puede ser un compañero o compañera que prepara una acción formativa, otro que quiere llevar a cabo en su aula un proyecto con móviles y no sabe cómo empezar, y nos explica sus objetivos, y le aportamos feedback. O puede que ya lo esté haciendo y quiera mejorar el año que viene”, explica Poyatos.

Aparte de estas sesiones, también hay eventos por todo el territorio (de gamificacióncoachingvisual thinkingescape room educativo…), y el encuentro anual. “Todos los que estamos queremos compartir y formarnos, la prueba está en que alguna institución nos ha ofrecido certificar esa formación y preferimos que no, que la gente que venga no lo haga por el sexenio, los créditos, el certificado”, proclama Poyatos, que insiste en la autogestión y autorregulación como clave de Aulablog.

Fotografía: Novadors

Todo cambia

Desde EABE, Lola Urbano habla de cambios: “EABE, Novadors, Aulablog, Espiral… movimientos en distintas zonas de España que han evolucionado de manera diferente y que tienen en común que todos ya no son como al principio”.

“Hoy gana la mercantilización de la educación incluso cuando no nos damos cuenta. Desde mi punto de vista de escuela pública resulta agotador participar en ese juego y, al mismo tiempo, no tener autonomía para poder jugar en igualdad de condiciones con las escuelas privadas, concertadas o no”, apunta.

En su día, “estos movimientos nacieron para dar cabida a un montón de gente que necesitábamos un sitio seguro donde dar rienda suelta a nuestras capacidades y posibilidades de cambio, y también al deseo de tener una educación de calidad real. Un sitio donde aprender a gestionar todo eso sin la presión de la Administración ni de los colegas”. Hoy, “los frikis de entonces hemos mutado en equipos directivos más sumisos de lo que quisiéramos y en equipos directivos que cambian cosas que pareciera que no se podían cambiar… Sí se puede, aunque no luzca mucho ni lo sepa nunca nadie”.

Por su parte, Toni Solano, otro friki entonces hoy director, recuerda el panorama de las tecnologías educativas –“bastante desolador”– de hace poco más de una década –“recursos digitales escasos, pocas experiencias de éxito, docentes aislados que tenían que autoformarse, nulo reconocimiento de las administraciones”– y cómo “encontrar a colegas en las redes que compartían recursos, experiencias, hallazgos y dudas resultó fundamental para muchos docentes que eran minoría en sus claustros”.

No ve tan alejados Solano los mundos de esas redes y de los MRP, dado que “muchos de los profes que conozco están en uno y otro”, y percibe como elemento aglutinante en los orígenes la blogosfera educativa: “Fueron movimientos que surgieron de la interacción entre docentes, no de los intereses de empresas o instituciones. Casi todos sus miembros fundacionales tenían o tienen un blog en el que compartir sus reflexiones, y los premios Espiral Edublogs jugaron un importante papel como catalizador”.

Algunos de esos blogs dejaron de actualizarse hace tiempo, pero muchos de esos “ilusionados de hace 10 años” siguen estando convencidos de que “la aparición de internet y los avances en conectividad y portabilidad van a marcar un antes y un después en los procesos de enseñanza-aprendizaje”: “No nos resignamos a señalar exclusivamente como culpables del fracaso a elementos externos a la escuela, y por ello hemos asumido nuevas responsabilidades, intentando que ese cambio social y tecnológico vaya acompañado de un cambio metodológico”.

Al retrotraerse, Solano repara en la generosidad de los primeros tiempos: “Todos compartíamos recursos en abierto y de manera altruista. En eso quizá hayamos perdido con la entrada de empresas que pugnan por colocar sus productos en las aulas y buscan a cabezas visibles para ello…”.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/06/11/redes-horizontales-de-docentes-mrp-3-0/

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Reclutar a las mejores para la docencia sigue siendo el gran reto para España

Europa/España/13 Junio 2018/Fuente: El diario la Educación.

La OCDE vuelve a insistir en la importancia del personal docente en la mejora de la educación. También en lo relativo a la equidad.

Y lo hace de nuevo apelando a la necesidad de reclutar a aquellas personas que estén mejor preparadas, sobre la premisa de aquel informe McKensey en el que se afirmaba que ningún sistema educativo es mejor que sus docentes.

Desde hace años se viene escuchando esto. Pero no es el único factor que influye en la calidad de la educación. Además, queda por dirimir todavía cómo se consigue reclutar a las personas mejor preparadas hacia la educación. Esto es lo que ha intentado resolver la OCDE, en parte al menos, con el estudio Effective Teacher Policies: Insights from PISA.

Andreas Schleicher, responsable de Educación y Competencias de la OCDE presentó algunas de las conclusiones que aparecen en el informe en una rueda de prensa en Madrid. Entre ellas, por supuesto, que las políticas públicas pueden influir en la atracción que los y las jóvenes sientan hacia la docencia. En particular, las personas con un buen nivel de estudios. También aquellas que no se conforman con la formación inicial, sino que seguirán mejorando su currículo a lo largo de la carrera.

Según Schleicher, el salario docente es un elemento que, aunque puede ser llamativo, no parece conseguir mejorar las expectativas de las y los futuros docentes. No es la motivación, al menos, suficiente para que “los mejores” decidan acabar enseñando. De hecho, aseguró Schleicher, en el caso de España, el salario atrae a jóvenes con menor preparación para la enseñanza. Al contrario de lo esperado.

Según el responsable del informe PISA, otras son las motivaciones. Entre ellas, que la profesión suponga y ofrezca retos personales e intelectuales. Puso el ejemplo de los docentes japoneses. Cuando alguno quiere obtener mejoras e incentivos, se le invita a, previamente, ir a una escuela con bajo rendimiento. El objetivo es conseguir la movilidad de las personas con mejor experiencia y conocimiento precisamente a los centros que más ayuda necesitan.

Según Schleicher, es una política totalmente opuesta a la que se sigue en España, en donde el personal docente con mayor experiencia está en los centros que menos necesitan de apoyos para mejorar las condiciones de aprendizaje de su alumnado.

La mayor preparación del profesorado no se refiere a únicamente que accedan a la profesión los mejores expedientes académicos, que también. Tiene una relación directa con el desarrollo profesional a lo largo del ejercicio de la docencia. Esto pasaría por la observación de las clases de los compañeros, así como el ser observado por otros, la formación entre iguales o el apoyo de una dirección comprometida con la formación de sus docentes.

Schleicher ha asegurado que aunque en España los docentes están comprometidos con la idea de una metodología más participativa en las clases, en la que el alumnado es responsable y artífice de su propio aprendizaje al tiempo que la maestra o el maestro sirve de guía, en realidad, a la hora de dar clase, las y los profesores españoles no aplican estos principios. Lo achaca, entre otras cosas, precisamente al hecho de que en España son muy pocos quienes se enfrentan a ser vistos por otros, a mirarse en el espejo de otras prácticas y a reflexionar junto a los y las compañeras sobre la tarea que realizan.

El perdonal docente en todos los países tiene un nivel medio en matemáticas. España es el último de la lista. Fuente: OCDE

A esto se suma que la falta de estabilidad de las plantillas también tiene un impacto negativo en los resultados del alumnado. Algo que en España, tras los años de la crisis, se ha podido comprobar, con un aumento de la interinidad de hasta cerca del 30% del personal docente. Algunos centros, de hecho, cambian prácticamente a toda su plantilla.

Junto a esto, el hecho de que entre las personas jóvenes, la docencia no es una profesión especialmente interesante. Según explicó Andreas Schleicher, preguntaron a las chicas y chicos de 15 años qué querrían ser a los 30. La docencia no estaba entre sus profesiones predilectas. Curiosamente, la profesión sí es mejor vista en aquellos países con mejores resultados en PISA.

Cómo mejorar la equidad

Atraer a los mejores docentes no solo supone que se mejoren los resultados académicos generales. También tienen una gran importancia en la equidad, en el acceso de las personas en situaciones más complicadas a mayores oportunidades de aprendizaje con las que tener una vida más plena.

“Las personas que pertenecen a familias ricas tienen más oportunidades, puertas abiertas aunque no tengan grandes resultados académicos. Sin embargo, decía Andreas Schleicher, quienes vienen de familias desfavorecidas solo tienen una oportunidad: la buena escuela. Por eso es importante que todos tengan una buena educación”.

Esta es una de las cuestiones por las que atraer a los mejores a la enseñanza se convierte en algo fundamental. Pero hay otras políticas que también influyen en este sentido. Según los datos explicados por Schleicher, habitualmente en las escuelas “más privilegiadas”, las clases tienen más alumnado. “España es una excepción”, explicó. Aquí, los centros más desaventajados tienen las clases mayores. “Son los niños con más desventajas quienes necesitan clases más pequeñas y más atención”, justo al contrario de lo que se está haciendo.

Y junto a esto, la formación del personal de estos centros. “Hemos dirigido recursos a donde hacía falta: más docentes, pero en calidad (de dichos docentes) no lo hacemos bien”, ha dicho el experto. En este sentido también pesa una evaluación de lo que sucede en las clases, pero no desde una sola fuente, como puedan ser las notas de niñas y niños. Vuelta aquí a la necesidad de que otros docentes vean nuestro trabajo y nosotros el suyo, que haya oportunidad de hablar con otros compañeros.

“También pasa con la experiencia”. Precisamente es en los centros más desaventajados en donde hay docentes con menor experiencia de trabajo. Por lo general, quienes más tiempo llevan en la educación tienden a buscar centros más fáciles en los que trabajar, de manera que aquellos que más necesitan de su experiencia no la tienen al alcance. Algo que ya habían constatado en Save the Children en uno de sus últimos estudios sobre equidad y sistema educativo.

Una mayor autonomía de los centros a la hora de la contratación de su profesorado, según el director de PISA, sería interesante. Son los colegios e institutos quienes conocen las necesidades de su alumnado.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/06/12/reclutar-a-las-mejores-para-la-docencia-sigue-siendo-el-gran-reto-para-espana/

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Entrevista: Isauro Blanco «La pizarra tiene que dejar de ser el centro del aula»

Entrevistado:

Isauro Blanco, Pedagogo y Psicólogo Educativo.

-Es usted mexicano. ¿Empezó allí su investigación en la educación?

-Allí me hice educador. Empecé muy joven, a los 19 años, y trabajé en todos los ámbitos, desde infantil hasta doctorados, pero mi formación fue en Estados Unidos, donde se trabaja más con la práctica que con la teoría. Eso me influyó.

LAS FAMILIAS TIENDEN A SATISFACER EN EL ADOLESCENTE SU PRINCIPIO DEL PLACER, QUE ES INSACIABLE»

-¿En qué consiste, cuál es la base de su teoría?

-El aprendizaje de los alumnos no depende tanto de su coeficiente intelectual sino de lo que cada uno es capaz de hacer con él.

-¿Cómo se hace eso?

-Enseñando al alumno a pensar. Toda mi investigación se encamina a crear ejercicios que desarrollen las habilidades de pensamiento de los escolares.

-En España lo ha puesto en práctica.

-Antes lo había experimentado en otros lugares. En los años 80 en Venezuela había un ministerio de la Inteligencia. Allí comprobé que funcionaba. En Madrid dirigí un centro privado en Las Rozas, el Balder. Allí quité los libros de texto, los uniformes y adiestré al profesorado para que siguiera la misma metodología.

-A los profesores no suele gustarles que les digan lo que tienen que hacer.

-En aquel caso no tenían más remedio. En poco tiempo nos convertimos en uno de los mejores colegios de España en todos los ranking. Al ver que la fórmula funciona, los profesores toman confianza.

-Pero lo de quitar los libros de texto…

-Los libros de texto llevan de la mano al alumno. Ahora son muy esquemáticos, con sus negritas, les dan todo el trabajo hecho. Yo trabajo dividiendo a los alumnos en grupos y ellos son los que tienen que investigar. Si alguien entraba en el aula, en la caja negra, parecía que el profesor no estaba dando clase. La pizarra dejaba de ser el centro del aula. El centro del aula era el grupo.

-Influiría en el éxito de aquella experiencia que se trataba de niños bien, de familias con dinero.

-Trabajé en México en un programa para 25.000 alumnos de zonas desfavorecidas, en lo que se llaman las escuelas de la Sierra. Sus condiciones de vida no existen en España, no hay nada comparable. El menor de los problemas es la Física y la Química. Son chicos con heridas en el alma. Dio resultados y se comprobó en un examen nacional que hay allí que equivaldría a lo que fue la reválida española. Pero no hubo continuidad. Cambió el Gobierno y se acabó el programa.

-Eso también ocurre aquí.

-Porque Latinoamérica y España, que comparten modelo educativo, tienen el mismo problema. La Educación no está en manos de educadores, sino de políticos y los sistemas educativos deben ir por otro camino, no tienen que depender de la política.

-Así funcionan la mayor parte de los países triunfadores en los informes PISA.

-Sí, pero hay que tener cuidado con el informe PISA. PISA ni lo mide todo ni mide lo más importante. Podemos extraer conclusiones de un sistema como el finlandés, donde los alumnos trabajan sin presión, sin tareas, muy relajados, pero no creo que nos pueda aportar nada sistemas educativos tan exigentes y crueles como el coreano, por muy buenas notas Pisa que tenga.

-¿Qué es lo fundamental que tenemos que coger de los finlandeses?

-Lo interesante es cómo todos los factores han logrado una conexión: alumnos, profesores, padres. En Finlandia no todo depende del profesor.

-Se centra mucho el problema de la educación en España en el profesorado.

-Depende. En Primaria creo que la educación española funciona muy bien, pero en Secundaria es donde llega el problema por la sencilla razón de que los profesores no son profesores profesionales y, en algunos casos carecen de herramientas para enfrentarse a un adolescente. Pocos químicos estudian Química para dedicarse a su enseñanza. Luego hay muchos que cogen la vocación y son magníficos profesores, pero la preparación no va enfocada a ello. En la mayor parte de los países de Europa se estudia siete años para ser eso, profesor.

-¿Qué papel juega la familia en España?

-Es muy combativa, lo que pasa es que no siempre combate en la dirección acertada. Educar a un adolescente es una tarea titánica en la que se tiende a satisfacer su principio del placer, que es insaciable. Como yo digo, a tus hijos, edúcalos o padécelos.

-Y ahora, a la mínima, les damos un chute de química. Le hablo de la epidemia de TDHA.

-Es lo más fácil: pensar que el niño es el problema. Ese trastorno ni es tan frecuente ni es tan grave. Nuestro cerebro está diseñado para la distracción por supervivencia, porque si no te comía la bestia y, entonces, no estabas distraído, estabas atento a que pasara una mosca. Pero esos mismos niños no se distraen con un videojuego. Eso se cambia con la alimentación y el tipo de trabajo. Cada niño es un mundo. Pero es más sencillo meter química. Ponle química al cerebro y hará lo que tú quieras que haga.

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El sistema educativo portugués mejora en los rankings: ¿qué debemos aprender de él?

Portugal/15 de mayo de 2018/Fuente: http://noticias.universia.es

Los puntos clave que han convertido al país luso en un ejemplo académico a nivel europeo.

  • Portugal apuesta por una mejor preparación de sus docentes en todos los niveles educativos.
  • Tuvo que hacer frente a una alta tasa de abandono escolar y ahora está ganando la batalla.
  • Existe cierto grado de independencia que permite a los centros educativos amoldar sus programas a las necesidades locales.

Los últimos resultados del informe PISA dieron una alegría a las autoridades educativas portuguesas. Y es que ya están disfrutando los frutos del esfuerzo y dedicación para mejorar la situación durante los últimos años, y es interesante tomar nota de cómo lo hicieron para aprender de ellos.

Portugal tuvo que enfrentarse a una situación crítica en cuanto a educación. Aunque sigue siendo uno de los países con más altas cifras de abandono escolar en Europa, ha llegado a reducir dicha tasa en un 30%, y todo parece que la cifra se seguirá reduciendo en los próximos años.

También ha decidido prestar especial atención a la formación de los docentes y otorga cierto grado de margen para que los centros educativos preparen sus propios programas con la idea de amoldarlos a las necesidades locales o regionales.

Toda una revolución en cuanto al sistema educativo por el que no importó dedicar el 5,1% del PIB, ya que ahora se ven los resultados: una educación pública y de calidad muy reconocida por la sociedad y armada con los últimos adelantos tecnológicos académicos.

Mayor exigencia a los docentes

Portugal es uno de los pocos países de la zona que exige tener un título de posgrado a sus docentes para poder ejercer. Esto ha hecho que la competencia en el sector de la educación sea dura, pero también muy bien pagada y tomada seriamente en cuenta.

Además, desde los primeros años de carrera, los estudiantes tienen la oportunidad de hacer prácticas curriculares con la idea de que ya se presenten al mundo laboral con cierta experiencia previa.

Programas individualizados ante riesgo de abandono

El país luso tuvo que atacar a esta lacra de frente y sin tregua. Creo el programa especial para combatir el abandono escolar basado en la atención personalizada de cada alumno considerado en situación de riesgo.

Dentro del plan está la formación profesional que no permite que los alumnos salgan del centro educativo, o la creación de programas educativos exclusivos para estudiantes de primaria.

Más atención a los colegios públicos

Las autoridades portuguesas decidieron reducir las subvenciones a los centros educativos concertados, pero con la idea de invertir en una educación pública y de calidad. Los ciudadanos así lo han entendido y han empezado a confiar en los centros públicos y a participar activamente en la formación de sus hijos ayudando a mejorar la escuela y sus proyectos de integración.

Portugal aún tiene mucho por hacer respecto a su sistema educativo pero ya ha dado una lección a sus países vecinos en cuanto a mejorar una situación crítica a base de esfuerzo y constancia.

Ahora la tecnología domina el mundo académico, y todos debemos prestar atención a los cambios para preparar a los estudiantes ante los retos del mañana.

Fuente de la Noticia:

http://noticias.universia.es/cultura/noticia/2018/05/08/1159354/sistema-educativo-portugues-mejora-rankings-debemos-aprender.html

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España: CCOO denuncia que las evaluaciones externas atentan contra la educación inclusiva

Europa/España/10 Mayo 2018/Fuente: El economista

La Federación de Enseñanza de CCOO alerta de que pruebas como PISA, evaluaciones de competencias o las llamadas reválidas, han acabado convirtiéndose en un fin en sí mismo, en lugar de estar orientadas a conseguir una educación inclusiva. Sus resultados no dan lugar a programas de mejora orientados a fortalecer políticas educativas y sociales para mejorar la calidad. Es más, las normas de desarrollo legislativo derivadas de la Lomce que facilitan la repetición en Primaria van en contra de las conclusiones de estas evaluaciones, que abogan por la reducción de las repeticiones.

En estos dos últimos meses del curso, en un instituto cualquiera de la Comunidad de Madrid con la certificación de bilingüe, como ya lo son el 50,7 % del total, se realizarán hasta cinco pruebas externas diferentes: las de competencia en inglés de 2º de ESO; la reválida o evaluación final de 4º de la ESO; las pruebas Cambridge para 4º de la ESO; las evaluaciones para PISA, mayoritariamente también en 4º de la ESO; y otras que tienen lugar en el centro o a las que se presentan el alumnado por su cuenta.

Todas se caracterizan porque, en general, el profesorado y resto de la comunidad educativa ni participan ni tienen conocimiento previo de las evaluaciones. Además, en no pocas ocasiones han presentado errores en su planteamiento o elaboración, y someten al alumnado a un estrés considerable en un mes del calendario escolar tan sensible como mayo, distrayendo al alumnado de lo importe: el aprendizaje y evaluación ordinarios, reforzando el sinsentido de estas pruebas.

CCOO denuncia la utilización de las evaluaciones –incluida la pretendida como diagnóstica– como un instrumento de dominio y control de los centros y de legitimación de determinadas políticas educativa, como queda patente en la proliferación de estas pruebas. Esta interpretación de la evaluación la aleja de sus verdaderos fines formativos y diagnósticos.

CCOO sigue exigiendo al Gobierno del PP la aplicación de medidas que resuelvan los problemas actuales y el desarrollo de un modelo de evaluación formativa continua, integral, diagnóstica, orientadora, que tenga como criterio la evolución de cada estudiante, y cualitativa.

Fuente: http://www.eleconomista.es/ecoaula/noticias/9125757/05/18/CCOO-denuncia-que-las-evaluaciones-externas-atentan-contra-la-educacion-inclusiva.html

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“En la evaluación, la LOMCE ha sido un obstáculo en el camino que se había emprendido”. Entrevista a Francisco Luna

Europa/España/10 Mayo 2018/Autor: Daniel Sánchez Caballero/Fuente: El diario la Educación

Entrevista a Francisco Luna. Exdirector del Instituto vasco de evaluación e investigación educativa no universitaria

En las últimas semanas las evaluaciones han sido protagonistas. Hablamos con Paco Luna, experto en evaluación de Euskadi, sobre sus límites y sus posibilidades.

Con 18 años de experiencia en el mundo de la evaluación externa a sus espaldas, Francisco Luna sabe de lo que habla. Es sincero y las defiende en medio de un mar de críticas (“sería hipócrita decir que son inútiles cuando he vivido de ellas”), pero también rechaza cómo se están planteando. Al menos en determinadas formas. Las ideas fuerza del discurso de Luna respecto a las evaluaciones pueden resumirse en dos: son útiles, aunque no deben ser el único elemento que considerar cuando se evalúen sistemas educativos, solo uno más, y lo importante es preguntarse para qué se hacen y actuar en consecuencia.

Para fijar el marco de la entrevista, ¿cuál es su opinión general de las evaluaciones externas?

Desde mi posición de haber vivido de ellas en los últimos 18 años sería hipócrita decir que son inútiles. Las evaluaciones estandarizadas externas son un mecanismo potente, con posibilidades de describir suficientemente bien los sistemas educativos. Si hacemos las cosas bien, con criterios claros y sin cometer algunos errores que se están cometiendo, nos permiten disponer de información muy interesante. Son solo una fotografía, a veces borrosa, que tiene una gran capacidad para describir pero limitada para explicar por qué ocurren las cosas. No pueden ser el eje central de los sistemas porque es un error. Miden lo que pueden medir.

¿Qué no miden?

Hay aspectos del currículum y del aprendizaje que no somos capaces de medir. No podemos medir la capacidad de autonomía o iniciativa personal que tiene el alumno. Tenemos dificultades para medir la competencia de un alumno para participar en un equipo de trabajo, y no te hablo de las relacionadas con el mundo artístico, motriz, etc. Estas evaluaciones tienen una experiencia y un aval técnico muy grandes en determinados ámbitos (por ejemplo, sabemos hacer la medición de la competencia lingüísitica, matemática o científica), pero hay dificultades para medir otros como aprender a aprender o las competencias sociales. Si situamos las evaluaciones en su contexto, situamos para qué las queremos y le damos su espacio —pero no más— es un instrumento interesante y necesario.

¿Qué errores estamos cometiendo?

Desde los 90 todas las evaluaciones se han convertido en un eje central del cambio y la reforma de los sistemas educativos. ¿Qué ha hecho este movimiento general de implantación de las evaluaciones? Inocularnos una serie de parámetros que se utilizan a nivel mundial como eje de los cambios. Ahora no hay nadie que quiera hacer una reforma sin mencionar la excelencia, la evaluación, estandarización, rendición de cuentas, rankings, libre elección… Esta es la terminología que nos han inoculado. Pero todo esto nos lleva a un determinado sistema educativo. Por ejemplo, en las conclusiones de PISA se indica que una mayor autonomía escolar da mejores resultados si se relaciona con una buena rendición de cuentas. Para eso son necesarias unas evaluaciones estandarizadas que den datos y responsabilicen a los centros del proceso de aprendizaje. Esto es culpabilizar y poner en manos de los centros toda la responsabilidad de lo que ocurre. Los profesores tienen mucha responsabilidad en lo que ocurre, pero no toda. Este es un problema fuerte: meternos en una dinámica de evaluaciones que convierta todo el sistema en una responsabilidad de los centros.

Otro problema es que las evaluaciones estandarizadas externas cuestan mucho dinero si se quieren hacer con garantías. En España hay 17 comunidades autónomas. ¿Las 17 nos vamos a meter a hacer una evaluación con garantías? Estamos haciendo pruebas con garantías técnicas mediocres y la comparabilidad de resultados entre unas y otras deja que desear. Otro problema con estas evaluaciones tiene que ver con darles mayor importancia de la que tienen. Hasta 2015 en PISA teníamos unos resultados muy buenos. Con los resultados de 2012 en País Vasco estábamos por encima de las medias internacionales. Salían artículos de prensa que se preguntaban por qué Euskadi no se tomaba como referencia a nivel estatal de cómo debería ser un sistema educativo. Cuando recibimos los resultados de PISA 2015 se nos hundió el mundo. Un resultado en un año concreto, ¿puede poner en cuestión todo un sistema educativo? Si caemos en los rankings podemos tomar medidas erróneas.

¿Qué debe tener una buena prueba de evaluación?

El problema que tenemos es que las evaluaciones se han convertido en una línea educativa. Tenemos la dificultad de que los medios de comunicación se fijan solo en la posición. Pero lo importante es la distancia. Si tenemos tres alumnos con un 9, un 5 y un 3 la posición 1, 2 o 3 es importante. Pero si tenemos esa misma posición con esos mismos alumnos con un 7,5, un 6,5 y un 5,9 es menos importante la posición porque la distancia es menor. Tenemos que darle a la evaluación el espacio que tiene. Es imprescindible, sin duda. Pero estas evaluaciones cuantitativas son solo un primer paso. Importante, sustancial, necesario, pero un primer paso. Si anulamos el resto de los pasos lo que hacemos es darle una función que no tiene. Estas evaluciones explican una parte de la realidad, pongamos el 50% o 60% de la diferencia de resultados entre países. Pero hay una parte que no podemos describir. Si estas evaluaciones no se ligan a los siguientes pasos (como hacer investigación educativa para explicarnos por qué ocurren las cosas), no estaremos llegando hasta el fondo de los problemas. Si los datos no los contextualizamos a la situación política, social o cultural, estaremos tomando decisiones equivocadas. Si pensamos que las evaluaciones tienen que generar propuestas de arriba hacia abajo no nos daremos cuenta de que los sistemas educativos no se cambian así. Sabemos que los planes de formación, mejora y reforma institucionales no sirven para nada. Estas evaluaciones de centro aportan información para que puedan mejorar. Pero la tendencia de los políticos cuando se encuentran un mal resultado es buscar una solución global para todo el sistema. No funciona. El curso pasado una analista senior de la OCDE explicaba que en los últimos siete años se han hecho 430 reformas educativas a partir de los resultados de PISA en más de 30 países, pero no ofrecen resultados. Hay una tendencia a que las reformas no lleguen al aula, se quedan a nivel de centro, y si algo sabemos es que el cambio se hace en el aula. Otra razón por la que estas reformas no dieron resultado es porque la formación de los docentes, necesaria para ese cambio, había sido insuficiente o superficial. A veces nos conformamos con cursos de unas horas y a partir de ahí queremos poner en marcha un plan para desarrollar las competencias básicas en el currículum. Tenemos que darle un papel a las evaluaciones. ¿Para qué las queremos? Es un debate. Es distinto si queremos una evaluación con el objetivo de la equidad o la competitividad. Es distinto si los resultados son internos para que los centros hagan planes de reformas o públicos para que los padres elijan centro.

¿Y para qué se están haciendo las evaluaciones en España?

El desarrollo de la evaluación en el sistema español es joven, pero ya ha pasado por varias fases. Hubo una primera en la que las comunidades participábamos de lo que hacía el Instituto Nacional de Evaluación. Con la LOE surgieron las evaluaciones de diagnóstico, competencia de cada comunidad, que tuvo que crear sus propias evaluaciones. La mayoría hizo un modelo, para mí precario, que es una evaluación en la que la administración elabora las pruebas, las manda al centro, que las aplica y corrige y las mete en el sistema. Algunas, como Cataluña o La Rioja, lo hicieron con otro modelo: la administración creaba las pruebas, pero eran profesores de otro centro los que evaluaban a los alumnos, al contrario que en el anterior modelo. Hay una tercera, que es la que hacemos en Euskadi, donde hacemos las pruebas y aplicadores y correctores externos las aplican. Hubo incluso la evaluación general de diagnóstico, que era una evaluación conjunta de todas las comunidades. Por primera vez hubo una prueba aplicada por todas las comunidades para todo el Estado. Era una metodología que estaba empezando a funcionar. En ese momento vino la LOMCE, que transformó todo el debate que estaba más o menos asumido sobre qué eran las evaluaciones externas (tenían carácter interno para los centros, formativo e informativo para las familias). La LOMCE lo cambió: metió las reválidas, las convirtió en una prueba para pasar de una etapa a otra, un filtro, etc. y todo esto ha destrozado las evaluaciones y ahora hay una cierta crisis de la evaluación pese a que no tenemos la experiencia suficiente para tener esta crisis. Lo que se está haciendo son los últimos coletazos de una fenecida ley. Cada comunidad autónoma está haciendo las cosas de una manera, cuando se pensaba que se iba a unificar. En el tema de la evaluación, la LOMCE ha sido un obstáculo en el camino que se había emprendido.

¿Está justificada entonces la polémica y el rechazo a las pruebas?

Estas evaluaciones son técnicamente potentes, pero tienen limitaciones. Una muy fuerte es cuando se llega al nivel de resultados de alumnos. En ocasiones, los que estamos en este campo actuamos con una cierta arrogancia técnica, pensando que nuestros instrumentos son capaces de describir mejor la situación de aprendizaje de un centro que las pruebas que hace el propio centro. Y esta arrogancia está debajo de la decisión de que estas evaluaciones fueran condicionantes para superar la prueba. No hay ningún país europeo que haga las evaluaciones externas de esta manera. Sigo pensando que son útiles, pero si competimos con la evaluación académica, siempre saldrá perdiendo una evaluación externa. Nunca deben competir, son cosas distintas. Las evaluaciones externas son una foto, y en un centro tienen un vídeo. No puedes competir salvo que tengas la osadía de decir que no confías en lo que dice el centro o el profesorado con la información que recogen durante todo el curso. En este momento, las evaluaciones externas de la LOMCE son una especie de arrastre sin demasiado sentido que no llevan a nada.

Algunas cuestiones más específicas. Los profesores se quejan de que tengan que ser otros docentes quienes las hagan porque los chicos, dicen, se ponen más nerviosos. ¿Es apropiado?

Es cierto que hay quejas en ese sentido, pero está muy relacionado con dónde sitúas la evaluación. Si lo haces como referencia única de un centro, entonces es normal que se pongan nerviosos, porque les estás dando una única fotografía que tienen que trasladar a las familias. Pero si les garantizas que es una información interna, sin rankings ni difusión de esa información, y que tienen autonomía para actuar a partir de esos resultados, no tiene por qué ser así. Si es una información complementaria periódica para compararte con otros centros y puedes analizar qué cambiar, estas evaluaciones aportan información y no tienen por qué ponerte demasiado nervioso porque no tienen consecuencias directas ni en el sueldo ni en los resultados académicos; es una información más para la toma de decisiones.

Cuando nosotros empezamos la evaluación teníamos quejas de este tipo, una reacción muy de preservar a los alumnos de cualquier ataque externo de un enemigo desconocido. Luego se dieron cuenta de que no pasaba nada de esto. Nos pasó que los centros les daba más fiablilidad que lo hiciéramos nosotros que ellos. De hecho, en algunas comunidades que lo hacían internamente dudaban de que los datos que se daban a partir de la corrección interna fueran comparables. Pero somos una intrusión en la vida normal del centro, intentamos hacerlo con las mayores garantías posibles, molestar lo menos posible. Aunque el observador siempre transforma el objeto observado. Por eso lo importante no es un dato puntual en un año concreto en una competencia específica, sino la tendencia. Indica mucho más.

¿Pueden hacerse a cualquier edad o hay un mínimo que no debería sobrepasarse?

En sentido estricto no, únicamente hay que adaptar los tiempos, los instrumentos, el contexto, la relación con el alumno. Se puede hacer desde infantil hasta bachillerato. El tipo más habitual para evaluaciones externas es a partir de mitad de la educación primaria en casi todos los países. En primaria la mayoría de los países tienen pocas evaluaciones externas. Son algo más frecuentes en secundaria y prácticamente universales en la etapa preuniversitaria. En estos momentos se está trabajando en el diseño universal de las evaluaciones. Se está pensando qué elementos tienen que tener estas evaluaciones para que no sean un obstáculo para percibir las competencias reales que tienen los alumnos y no afecten a las dinámicas de los centros. ¿Cuáles son los aspectos técnicos que una evaluación y un instrumento como las evaluaciones externas tiene que tener en cuenta para que sean equitativas? A veces las evaluaciones externas no recogen la diversidad de los centros. A veces pelean contra algunos enemigos. Las diagnósticas (sin consecuencias para los alumnos) son de alguna manera unas pruebas de bajo riesgo, no hay nada en juego para los alumnos. Pero hay una serie de factores culturales relacionados con el esfuerzo y la motivación que son importantes para estas pruebas. Las investigaciones dicen que una parte importante de la diferencia entre países vienen no tanto por la diferencia de competencias sino por la motivación para hacer estas pruebas. En España, los alumnos que hacen PISA empiezan muy bien, si tomáramos como referencia los primeros ítems el resultado sería muy alto. Pero, ¿qué ocurre? Que el decaímiento, el cansancio, baja con intensidad en España, mientras en otros países afecta menos. Este es un enemigo de esta evaluación. No te juegas nada, pero lo que contestas como alumno va a dar la fotografía del estado del sistema educativo y casi de un país. Hay que hacer mucho esfuerzo para motivar a los alumnos.

Imagen: http://eldiariodelaeducacion.com/wp-content/uploads/2018/05/DSC2794-2.jpg

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/05/10/en-la-evaluacion-la-lomce-ha-sido-un-obstaculo-en-el-camino-que-se-habia-emprendido/

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Los deberes a la sombra de la LOMCE

España / 6 de mayo de 2018 / Autor: Silvia R. Court / Fuente: El Diario

Ojalá algún día confluyan las necesidades vitales con las escolares, tanto para las familias como para el profesorado y  el alumnado. Si ese día llegara, desaparecerían buenas dosis de hartazgo y hastío entre los docentes así como el aburrimiento esparcido en las aulas de los pequeños y jóvenes sentados largas horas en sus pupitres esquivando bostezos.

Si el aprendizaje estuviera dirigido al conocimiento, a la reflexión y valoración del pasado, del presente y del futuro en los distintos ámbitos y fuera un proceso de descubrimiento y de alegría, de preparación para afrontar la vida, el grado de una satisfacción y de un rendimiento excelente se reflejarían en las evaluaciones, por ejemplo, de los informes PISA.

El sistema educativo arrastra fisuras y concepciones antiguas a lo largo de decenas de años. Para poder centrar el tema objeto de este artículo de opinión – los deberes- se abordará a la luz –o bajo la oscuridad- de la LOMCE, Ley que regula la Educación ahondando en las dificultades de renovación de los pilares sobre qué y para qué se aprende. Una Ley que tras la celebración de las últimas elecciones generales debió ser derogada.

¿Deberes, sí o no? Depende de para qué y en qué condiciones. De nuevo, cabrían muchísimos matices.

Mientras siga en vigor la LOMCE, difícil atinar en una respuesta positiva o negativa. Se supone que los deberes en la actualidad están dirigidos al refuerzo del aprendizaje. Sin embargo, ¿qué refuerzo o recuperación puede realizar un alumno si previamente en su centro educativo no cuenta con los medios para afrontar los desajustes del aprendizaje? El alumnado llega a la escuela desde su infancia con una mochila cargada de su biografía, perteneciente a un espacio geográfico y a una determinada familia, con recursos económicos, culturales, con motivaciones diversas e indistintas. En el caso de no conseguir los objetivos académicos, seguirán arrastrando curso a curso los desajustes del aprendizaje y de nada serviría sentarse en casa a realizar muchos, apenas o algunos deberes.

La LOMCE regula el abandono de este alumnado con absoluta claridad. Veamos cómo contempla literalmente los programas: unos programas dirigidos a aquellos alumnos que presenten dificultades relevantes del aprendizaje no imputables a falta de estudio o esfuerzo” (sic). La LOMCE no indaga en las causas que llevan a los chicos y chicas a no estudiar ni a esforzarse. La LOMCE persigue la mera cultura del esfuerzo, estimula la eficiencia y la productividad, la competitividad y el beneficio, atendiendo solo a los resultados mientras ignora el proceso del aprendizaje.

La LOMCE deja en manos del profesorado la tarea de “educar” en unas condiciones de estrés y de sobrecarga tanto laboral como emocional: sin programas de atención a la diversidad, con unas ratios elevadísimas y mezclando en el aula todos los problemas y expectativas individuales, lidiando los docentes sin recursos y ahogados en la burocracia por sacar a su alumnado adelante, al tiempo que luchan por rascar tiempo para impartir el curriculum estipulado. Tampoco han devuelto el Gobierno estatal del PP y el Gobierno de Canarias todos los recortes que impusieron. No ceden en sus políticas de ajustes ni cumplen con el incremento del presupuesto contemplado en la Ley Canaria de Educación. ¿Qué cabida tendría actualmente en estas circunstancias y con el actual modelo de sistema educativo diseñado en la LOMCE hacer deberes en el propio centro para ayudar a los estudiantes?

Los deberes podrían tener un espacio en los propios centros educativos planteados a modo de procesos de aprendizaje que despierten la motivación, la curiosidad, la participación, la experimentación creativa. Justamente lo que impide la LOMCE, que no desea personas que aprendan a pensar, a entender, a cuestionar… Por ese motivo le niega al alumnado y al profesorado medidas para compensar las desigualdades, eleva las ratios, regula itinerarios a edades muy tempranas, fomenta la privatización del servicio público, impone evaluaciones externas, niega el incremento de las plantillas, elimina cargas horarias de materias como la Filosofía, Música, Educación Artística, etc. En este contexto es donde tal vez habría que plantear también el debate de los deberes.

La LOMCE convierte a los consejos escolares en meros órganos consultivos. La participación de las familias también queda anulada, familias a las que pretenden responsabilizar y sobrecargar  ahora con los deberes de sus hijos mientras los gobiernos estatal y de Canarias no dotan a los centros con los recursos necesarios y no cuidan en primera instancia a su alumnado y profesorado.

Como bien afirmaba un profesor en Finlandia, a la salida del colegio lo que le toca a los niños es seguir disfrutando y divertirse, trepar árboles, dibujar, jugar a la mancha y leer libros despatarrados en el sillón de su casa.

La familia contribuye a la educación y al crecimiento de sus hijos, sin lugar a dudas, pero no es de recibo trasladarle los problemas que los responsables de la Educación y del sistema educativo se niegan a afrontar y a resolver. Y lo primero e imprescindible es no dilatar más la derogación de la LOMCE.

Fuente del Artículo:

https://www.eldiario.es/canariasahora/canariasopina/deberes-sombra-LOMCE_6_766483357.html

Fuente de la Imagen:

https://www.eldiario.es/zonacritica/deberes-escolares-debate_6_648545148.html

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