Venezuela / 18 de enero de 2019 / Autor: teleSUR tv / Fuente: Youtube
ove/mahv
Venezuela / 18 de enero de 2019 / Autor: teleSUR tv / Fuente: Youtube
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Por: Judith Lisette González Rivero
RESUMEN
Históricamente el discurso dominante se ha apropiado de formatos de la industria cultural (prensa, radio, cine y la televisión), para enajenar las mentes de los seres humanos a favor del status quo. Se trata de medios poderosos que operan como aparatos de control para el mantenimiento del orden establecido. En el marco del proceso de construcción de una patria socialista, se hace imprescindible superar estos discursos hegemónicos, resemantizar y producir los discursos y prácticas sociales locales que apunten a la emancipación, lo que viene a ser ese nuevo orden comunicacional del sur, que se esboza en la Ley del Plan de la Patria. A 18 años de una revolución que cuenta con una amplia mayoría popular, sigue, contradictoriamente observándose cómo la industria cultural, a través de medios de difusión que se oponen abiertamente al sistema, con contenidos que enajenan a los usuarios, aplicando estrategias de guerras de cuarta generación, son los que más audiencia acaparan, en contraposición están los medios promovidos por el Estado, así como espacios alternativos, para los que se han hecho esfuerzos económicos y humanos significativos. En la actual Ley del Plan de la Patria(2013-2019), legado de Hugo Chávez, el tema de la comunicación vinculado al desarrollo de una nueva geopolítica internacional es estratégico para hacer irreversible el tránsito hacia el socialismo y aparece en diversas metas de este instrumento legal, al cual es importarte dotarlo de basamento teórico . Se plantea como una aproximación al problema: ¿Cómo aportar a la conformación del nuevo orden comunicacional del sur? *Propósito central de la investigación: Desarrollar bases teóricas-conceptuales que fundamenten la construcción del nuevo orden comunicacional del sur que se esboza en la Ley del Plan de la Patria.. *Opción epistemológica: teoría crítica (dialéctico-materialista, pensamiento decolonial). *Metodología: Investigación cualitativa. Métodos; Análisis y síntesis. Inducción-Deducción. Investigación documental. *Aportes teóricos esperados de la investigación: se espera compilar apuntes teóricos que sirvan de marco referencial al nuevo modelo comunicacional que se esboza en el Plan de la Patria. *Importancia del Proyecto: Se producirá un planteamiento teórico-conceptual sobre el Nuevo Orden Comunicacional del sur que puede ser de utilidad en la praxis educativa de estudios de periodismo, comunicación social y la nueva geopolítica.
Descriptores: Comunicación, Nuevo orden comunicacional, Sur
Hacia un Nuevo Orden Comunicacional del Sur
La Ley del Plan de la Patria, donde se establecen lineamientos para el desarrollo nacional de la República Bolivariana de Venezuela, expresa directrices precisas sobre la conformación de Un nuevo orden comunicacional del Sur, en atención a esto nos hemos planteado, desde una investigación doctoral dotar de referencias teórico-conceptuales, a esta propuesta ideada por el presidente Hugo Chávez, que permitirá interpretar y comprender ese nuevo paradigma de comunicación, como fase importante para su implementación.
La justificación de este trabajo en construcción se centra en su contribución para con los estudios sobre la comunicación, como proceso estratégico que puede ser determinante en los cambios sociales en el mundo. Específicamente desarrollará aportes teóricos, que pueden servir a la praxis pedagógica, de referencia para estudios de comunicación, periodismo y geopolítica, sobre todo para instituciones emergentes cuyo rol histórico es fundamental, en cuanto al fortalecimiento de los procesos de transformación social que protagonizan el pueblo de Venezuela y otros países vanguardistas del mundo.
Las siguientes líneas, tienen como propósito esbozar los supuestos epistemológicos que acompañarán nuestra investigación doctoral, así como un acercamiento a la descripción de las categorías analíticas, lo cual se desarrollará a partir de la teoría crítica, y desde una perspectiva cualitativa. Desde este enfoque, se acogerán los principales referentes teóricos y la categorización de ese Nuevo Orden Comunicacional del Sur.
Este trabajo se desmarca del paradigma racionalista, por considerar, tal como expresa Martínez (1997), que ese modelo de ciencia que se originó después del Renacimiento sirvió de base para el avance científico y tecnológico de los siglos posteriores, sin embargo, la explosión de los conocimientos, de las disciplinas, de las especialidades y de los enfoques que se ha dado en el siglo XX y la reflexión epistemológica encuentran ese modelo tradicional de ciencia no sólo insuficiente, sino, sobre todo, inhibidor de lo que podría ser un verdadero progreso, tanto particular como integrado de las diferentes áreas del saber.
Asimismo, compartimos los planteamientos de Morín (1997), con respecto a que los problemas complejos no pueden ser resueltos por enfoques parcelados, de siglos anteriores, por ende la necesidad de adoptar el pensamiento complejo (desde el enfoque dialéctico), no mutilante, para resolver problemas complejos.
Según este autor, el “pensamiento simplificante” ha generado los mayores hallazgos de la historia del progreso científico y tecnológico, pero esos avances transformaron el escenario y permitieron la emergencia de males –que pueden considerarse específicamente modernos- como la contaminación mundial, la degradación ecológica, el aumento de la desigualdad riqueza-pobreza, la amenaza termonuclear, las corrientes migratorias intercontinentales de excluidos, la incapacidad de los poderes políticos locales para gobernar y las crisis de identidad cultural, entre otros. Son los males heredados del sistema capitalista, desde el que se construyó todo un paradigma (racionalista-positivista) para su sostenimiento, donde el rol de los medios masivos (o los medios del capitalismo) ha sido protagónico.
Esta investigación tiene en cuenta la urgencia de trascender el sistema capitalista, por ser un modelo destructor del planeta, agotado, y que no da respuesta a las principales problemáticas del mundo. Por lo tanto, este trabajo asume la necesidad de adoptar modelos científicos opuestos a los paradigmas neoliberales dominantes, y nutrirse de un modelo epistémico socio-crítico, que permita reflexionar cómo construir y cómo producir conocimiento científico sobre la base de que otro mundo es posible.
Pasaje al nuevo orden
Traspasar la barrera del no retorno, planteó Chávez en el Plan de la Patria (2013-2019), y apoyado en Antonio Gramsci, expresó “lo viejo debe terminar de morir definitivamente, para que el nacimiento de lo nuevo se manifieste en toda su plenitud”.
Ahora bien, la destrucción de lo presente no tiene por qué ser necesariamente negativa, sino que significa el pasaje al nuevo orden, donde el oprimido será libre y, aun el opresor de nuestro tiempo, se convierta en hombre, dejando de ser torturador, opresor, como lo explica Dussel (1972), filósofo de la liberación latinoamericana.
Para este autor argentino la liberación significa comprender qué opresión se cumple sobre nosotros y luego en la práctica asumir la emancipación de la dependencia del capitalismo norteamericano desde la hegemonía política de las clases oprimidas: campesinas y obreras. De acuerdo con el filósofo, este proceso implica “ir más allá del orden establecido”, avanzar hacia un nuevo orden que hay que establecer al servicio del “Otro” que es negado por el status quo.
Desde la revolución bolivariana, a partir del surgimiento del presidente Hugo Chávez, se ha puesto en marcha un proceso de transformación social que desafía el viejo orden político-social neo-liberal impulsado por el imperialismo, como fase superior del capitalismo, y se ha propuesto un nuevo orden geopolítico para tratar de integrar a los pueblos del sur, desafiando el proyecto imperial.
En lo comunicacional, el Nuevo Orden Comunicacional del Sur, que se esboza en el Plan de la Patria, se propone para subvertir el orden establecido, con miras a trascender hacia el socialismo, en el marco de una nueva geopolítica integracionista e identitaria, contemplando el uso de la comunicación con un fin emancipador.
Tras una amplia revisión bibliográfica pudo determinarse, que sobre un Nuevo orden comunicacional del Sur, es muy escasa la teoría. Sus antecedentes se vinculan con el surgimiento del Movimiento de Países No Alineados (finales de los 60), cuando surge la teoría de la dependencia y comienza la mirada crítica al paradigma desarrollista -de la cual derivó un cuestionamiento no solamente a un modelo de desarrollo socioeconómico sino a las estructuras y modelos de comunicación dominantes en este continente-, y el debate internacional sobre los desequilibrios del sistema informativo internacional. En este contexto surgen las tesis a favor de de un Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI) y de un Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación (Nomic).
Tras todo un impulso de los países no alineados hacia el Nomic, en 1980 la Unesco publicó el Informe Mc Bride, elaborado por el premio Nobel de la Paz Sean McBride junto a una comisión integrada por personalidades estudiosas de la información y la comunicación, en el que se planteaban 82 recomendaciones puntuales que se interpretan como puntos de partida para dar respuesta a una preocupación mundial sobre la promoción de una comunicación al servicio de las mayorías. Era claro que sus finalidades trastocarían los procesos de dominación imperial que se ejercen a través de la industria cultural y como era de esperarse, presiones desde Estados Unidos dieron al traste con el célebre informe.
Referencias sobre Nuevo Orden Comunicacional (sin la categoría del Sur) pueden hallarse en textos o ensayos donde autores abordan reflexivamente el referido Informe Mac Bride. Estudiosos sobre el tema han mantenido la necesidad de repensar y reactivar esta propuesta, que esbozaban líneas de actuación revolucionarias sobre la comunicación, cuyas referencias servirán de soporte al trabajo doctoral propuesto.
Después de décadas de este evento, se considera alentador que países con gobiernos revolucionarios como Venezuela, retomen ideas de este documento y lo incorporen en leyes en pro de lo que implica la soberanía comunicacional, uso y acceso a los medios y la utilización de la comunicación para la liberación y educación de los pueblos. Específicamente en la Ley del Plan de la Patria, se adjetiva ese nuevo orden, al llamársele de Nuestra América o del Sur, lo que viene a colocar una carga de resistencia e identidad cultural, afianzando la finalidad descolonizadora de este nuevo esquema y de fortalecimiento del proyecto de integración latinoamericana impulsada por el Libertador y que posteriormente defendió con vehemencia Hugo Chávez.
Epistemología y teoría de la comunicación
Desde esta investigación se asumirán los enfoques epistémicos críticos y culturales que resignifican a la comunicación como una herramienta para la liberación y formación de los pueblos y cuestionan y problematizan el rol de los medios de difusión masiva, que al servicio del imperialismo y de la oligarquía criolla, reproducen el sistema capitalista y sus desigualdades de diverso orden: económicas, políticas, educativas, de control y poder. Muchos de estos investigadores, en su mayoría latinos, han coincidido con la reevaluación y el rescate de los postulados básicos del Informe Mac Bride.
Este trabajo se apoyará en investigadores que han abonado al nuevo orden comunicacional, desmitificado esa falsa comunicación-monólogo o comunicación dominadora que se ejerce desde los denominados medios de comunicación social y están creando una nueva conceptualización de la comunicación. O rescatando su significado originario imprescindible para revertir el neocolonialismo actual que se sostiene y es oxigenado a través de la industria cultural.
Asimismo, se apoyará en autores que se han encargado de develar la falsa neutralidad e ingenuidad de los medios masivos y las agendas ocultas de información, y que han denunciado a estos medios como instrumentos de dominación y de invasión cultural
Es de hacer notar que los estudios sobre la comunicación son relativamente nuevos, surgen en el siglo XX. Y al igual que al resto de las ciencias, desde el positivismo funcionalista se desarrollaron modelos y teorías de la comunicación de masas, que sostuvieran el status quo. Estos se centraban exclusivamente en la transmisión de señales y mensajes, como bien lo explica Kaplún (2003). Desde ese paradigma los fenómenos comunicacionales y sociales responden a leyes universales y se plantea el estudio objetivo y neutral de este fenómeno. La teoría crítica surge para hacer frente y desentrañar el orden establecido.
De especial referencia para esta investigación será la obra de Gramsci (1891-1937), cuyo pensamiento influye e impregna muchos de los discursos teóricos críticos acerca de la comunicación y de la cultura, como la primera generación británica de los estudios culturales y es uno de los pensadores marxistas cuyas reflexiones mantienen mayor vigencia a comienzos del siglo XXI. Gramsci añade la idea de hegemonía, como instancia de dominio cultural, que lleva a un consenso tácito, a una aceptación o sometimiento natural de las clases subordinadas. Los medios de comunicación aparecen aquí como uno de los elementos centrales en la difusión de los valores que construyen la hegemonía. La hegemonía se manifiesta en la aceptación de un orden determinado por parte del conjunto social cuando, en realidad, ese orden custodia los intereses de la clase dominante.
Como parte del pensamiento crítico resalta la Escuela de Frankfurt, la cual tuvo un alto impacto en las reflexiones latinoamericanas sobre comunicación y cultura, en especial en un período clave de las posiciones críticas, como fueron los finales de los años sesenta y principios de los setenta.
Uno de los pensadores que asume el enfoque crítico de la Escuela de Frankfourt, es Ludovico Silva, quien señalaría la naturaleza alienadora del sistema de medios de comunicación que alimenta las necesidades de un orden capitalista anti-humano en vez de los deseos humanos.
Es así, como este trabajo tomará en cuenta los planteamientos de Silva (1970) sobre el carácter alienante de estos dispositivos hegemónicos, y con especial atención su teoría de plusvalía ideológica, que se traduce como esa esclavitud inconsciente al sistema, esa explotación de la conciencia. Con base marxista, este autor venezolano devela como lo que Teodoro Adorno denominó la Industria Cultural y que este la resemantiza como Industria Ideológica, logra crear todas las lealtades hacia la política capitalista, una industria que tiende al control masivo de las conciencias, mediante procedimientos tecnológicos de difusión de ideas. Y por ello, en el marco de la construcción de un sistema más humano y justo, se impone la necesidad de subvertir esos modelos.
La teoría crítica de Frankfurt, asimismo, sirvió de inspiración para el movimiento denominado Escuela Latinoamericana de la Comunicación (ELACOM), que surge en los 60, a partir de escuelas de periodismo en Argentina y Brasil. Su orientación fue cuestionar los modelos foráneos; desentrañar la manipulación de la comunicación y la cultura que ha hecho el capitalismo, convirtiendo todo en mercancía; desarrollar modelos contrahegemónicos, con visión latinoamericana. Entre los pioneros de esta escuela destacan autores de diversas naciones, como Luis Ramiro Beltrán, Mario Kaplún, Marqués de Melo, Jesús Martín Barbero, Néstor García Canclini, Armand Mattelart, Pablo Freire, entre otros.
Esta investigación tomará en cuenta los aportes epistémicos de esta Escuela Latinoamericana, para la cual la comunicación representa una relación de reciprocidad entre el emisor y receptor, donde destaca el diálogo, el acceso y la participación en los medios de comunicación. Sus esfuerzos también se enfocan en los efectos de la comunicación en los receptores, y en como la comunicación puede apalancar el desarrollo de las comunidades, generando transformación social. La ELACOM se apoya en el contexto de movimientos y luchas políticas y sociales de la región, construidas desde la dialéctica de la hibridación y el mestizaje que reconoce la praxis, la diversidad y la participación como medulares en la comunicación, entendida como mediación social.
Tal como lo explica Kaplún (2003) en el Comunicador Popular, los teóricos e investigadores latinoamericanos, con concepciones críticas, señalan que los medios masivos -tal como operan actualmente en su casi totalidad-, no son “medios de comunicación “, sino “medios de información” o de “difusión”. Podrían llegar a ser realmente “de comunicación” (de hecho algunos pocos excepcionalmente, han logrado y demostrado serlo); pero para ello tendrían que transformarse profunda y radicalmente. Estos investigadores han desmitificado esa falsa comunicación-monólogo o comunicación dominadora y están creando una nueva conceptualización de la comunicación. O rescatando su significado originario.
De los autores mencionados anteriormente, es importante destacar a Freire, quien tal como lo explica Barranquero en su trabajo Latinoamérica en la ruptura del paradigma de la comunicación para el desarrollo, sus escritos dentro del campo de la educación y la pedagogía, van a influir poderosamente en las perspectivas de la comunicación participativa, educativa, popular y alternativa. Freire no se refiere tanto a los medios de comunicación masivos, como al proceso mismo de la comunicación humana y al uso de “medios populares” concebidos por las propias comunidades para su (auto) conocimiento y el reconocimiento de los otros y de la propia realidad.
El boliviano Beltrán, referido por Barranquero, abre una nueva dirección hacia una nueva ciencia de la comunicación y de la comunicación para el cambio social. La obra del autor gira constantemente en torno a la relación entre comunicación y desarrollo, desmarcado, desde luego, del paradigma desarrollista. Beltrán es sobre todo conocido por iniciar una profunda reflexión sobre la necesidad de organizar y planificar la comunicación para el cambio mediante políticas (nacionales) de comunicación y otras estrategias comunitarias.
Otro texto importante a considerar es Pensamiento Comunicacional Latinoamericano, del saber al poder (2009), donde Marqués de Melo propone que un nuevo orden mundial del siglo XXI puede ser utópicamente construido a partir de la acumulación crítica de conocimientos empíricamente elaborados conforme a metodologías adecuadas (híbrida, mestizas e incluso endógenas) con el fin de generar teorías susceptibles de producir cambios que nos conduzcan a un tipo de sociedad próspera, justa, plural y democrática (p162).
Resalta Marquez de Melo que el legado de los pioneros que dieron la batalla por esta causa en los años 70, debe ser considerado como una referencia desde la cual pensar acciones. A su vez, estima como un desafío el elucidar los fenómenos comunicacionales, adoptando perspectivas latinoamericanas, responsabilidad en la que deben estar comprometidas las nuevas generaciones de investigadores.
Otros apuntes a considerar, son los derivados de la Pedagogía de la Comunicación, propuesta por Mario Kaplún (1998), quien plantea que así como hay una comunicación masiva al servicio de los intereses de la clase dominante, es necesario y lógico que la nuestra seleccione los hechos de acuerdo con los intereses de las masas y de su propia versión.
Más adelante el autor expone que:
Tomar partido no es manipular. Comunicar, construir y emitir un mensaje es, pues, siempre optar, tomar posición. La tantas veces invocada «objetividad» no es sino un mito de la gran prensa, que la predica para legitimarse y la pregona en sus Escuelas de Periodismo, y es la primera en no practicarla. (p.160)
Para este autor, la tan nombrada y consagrada por el paradigma positivista, objetividad periodística, es una falacia, lo cual es compartido plenamente por esta investigación.
Comunicación revolucionaria
De los autores latinos contemporáneos, consideramos pertinentes los aportes de Fernando Buen Abad. Este mexicano desarrolla una obra denominada Filosofía de la comunicación (2006), un planteamiento que no solo hace crítica de la ideología y la práctica dominantes sino que propone cobrar conciencia de las condiciones concretas en que se opera la comunicación bajo el capitalismo, sus raíces sociales, de clase, de las condiciones reales que las engendran y de las soluciones prácticas que permitirán transformarlas.
Plantea que no habrá transformación real de la comunicación si no hay transformación real de la sociedad, así como no puede haber transformación real de la sociedad, si no hay transformación de la comunicación. Con lo cual estamos plenamente de acuerdo.
Sólo a partir de profundizar, ensanchar y clarificar la obligatoriedad de un marco teórico programático que situé al trabajo como punto de partida para el estudio de la comunicación podremos garantizar que tal es verdaderamente compromiso de análisis y síntesis científico para la transformación de la realidad hacia un nuevo orden mundial de la comunicación, su reivindicación como trabajo humano creador y la desaparición de toda alienación y apropiación privada de los medios para la comunicación. No habrá transformación real de la comunicación si no hay transformación real de la sociedad. (p.56)
Este filósofo mexicano es uno de los investigadores más activos en reivindicar y reevaluar el significado del Nomic.
Entre los objetivos de esta propuesta filosófica está la intención de producir argumentos sobre la necesidad de un nuevo orden comunicacional internacional, de tipo revolucionario, en oposición al modelo globalizado de los monopolios imperiales neoliberales.
Plantea que la comunicación revolucionaria, debe ser transformadora que expanda e inaugure visiones y conciencia de una humanidad sin clases, sin Estado, sin propiedad privada.
Comunicación magnética que encienda todas las máquinas amorosas para la resolución de los problemas en la vida práctica armada también con poesía para liberar a la humanidad de todo aquello que la aprisiona en los límites de sus necesidades más elementales. (p.36)
Sostiene el filósofo que no es la fuerza de la comunicación un medio para acceder a un mundo “ideal”, “perfecto” dogma de sectarios, sino para salir de uno falso.
Comunicación lumínica que transforme al mundo… que transforme la vida. Sabemos que hay riesgos como nunca en las circunstancias presentes. Es imposible revitalizar el mundo en que vivimos, es inútil aferrarse a él, es preciso atreverse a cambiarlo desde sus logros mejores. Y eso tiene costos que son, hoy por hoy, ineludibles. (p.36)
Su propuesta de comunicación revolucionaria, con la cual se identifica plenamente este trabajo, plantea una comunicación que transforme, que esté al servicio de la revolución, que debe ser hecha por todos, donde es imprescindible la unidad, la formación y organización de los trabajadores para trascender el régimen de propiedad de los medios de producción, y con ello, los de comunicación.
Epistemología y filosofía del Sur
Las concepciones teóricas de un Nuevo orden comunicacional del Sur que se plantean en esta investigación doctoral, tomará en cuenta nuestros tiempos y nuestras raíces, asumiendo enfoques de los estudiosos del pensamiento decolonial que plantean la búsqueda y realce de nuestra propia identidad, como alternativa ante los procesos globalizantes.
Esto puede hacerse sin desechar las riquezas de la tradición crítica occidental ni las posibilidades históricas de emancipación social de la modernidad occidental, como lo señala Boaventurade Sousa. En su obra Epistemología del Sur (2010), este autor propone la ecología de los saberes. Una ecología de las temporalidades, una ecología de los reconocimientos, una ecología de las trans-escalas, una ecología de la productividad, una hermenéutica diatópica, una sociología de las ausencias, una sociología de las emergencias, haciendo emerger la consistencia de los pluralismos y de sus singularidades componentes.
Importante soporte para este trabajo, serán las contribuciones de estudiosos de la filosofía de la liberación, como Dussel, quien ha elaborado toda una filosofía del Sur, en cuya tesis analiza la asimetría Centro-Periferia, plantea que el Sur es la periferia del sistema mundo explotada y empobrecida, y como la dominación del Norte (en todos sus niveles) ha condicionado el subdesarrollo del Sur. Al tiempo que cuestiona como desde la colonización, las culturas milenarias del Sur del mundo han sido negadas, despreciadas e ignoradas por ese sistema mundo.
Dussel formula un diálogo interfilosófico e intercultural Sur-Sur, cuyos enfoques serán considerados por este trabajo, ya que propone la transversalidad de un diálogo intercultural transmoderno para la mutua liberación de las culturas universales postcoloniales. Por cuanto son identidades que han sobrevivido a la modernidad y en la actualidad están en pleno proceso de renacimiento, buscando caminos nuevos para su desarrollo próximo futuro.
La “Trans-modernidad” la presenta este autor como un proyecto mundial que intenta ir más allá de la modernidad europea y norteamericana. Indica todos los aspectos que se sitúan “más-allá” (y también “anterior”) de las estructuras valoradas por la cultura moderna europeo-norteamericana, y que están vigentes en el presente en las grandes culturas universales no-europeas y que se han puesto en movimiento hacia una utopía pluriversa.
Desde esta perspectiva expuesta por Dussel se plantea desarrollar las potencialidades de esas culturas y filosofías ignoradas; acciones llevadas a cabo desde sus propios recursos, en diálogo constante con la modernidad europeo-norte americana, en aras de una filosofía mundial futura pluriversa y por ello transmoderna (lo que supondría igualmente ser transcapitalista en el campo económico)
En esta misma línea, el teórico argentino plantea el rescate de la historia de la cultura Latinoamerica a partir de “situar” a todas las culturas que inevitablemente se enfrentan hoy en todos los niveles de la vida, cotidiana, de la comunicación, la educación, la investigación, las políticas de expansión o de resistencia cultural o hasta militar.
Al respecto, Dussel en su obra Caminos de la Liberación Latinoamercana (1972) apunta que nuestra historia ha sido conducida por otros cauces. Cuando terminamos de leerla, y más si la estudiamos, quedamos alienados, como europeizados, extraños. Asegura, que América Latina está fuera de la historia.
Plantea reconstruir la identidad histórica de América Latina en oposición a las “reducciones historicistas” de nuestra realidad latinoamericana, y desde el marco de la historia mundial. (Desde el Asia nuestro componente amerindio; la proto-historia asiático-afro-europea hasta la cristiandad hispana; la cristiandad colonial hasta la “cultura latinoamericana dependiente”, postcolonial o neocolonial).
En esta práctica de exclusión y desprecio de la identidad de los pueblos del sur, es indiscutible que los aparatos ideológicos del estatus quo han jugado un rol fundamental, por lo tanto un Nuevo orden comunicacional del Sur, debe concebirse a la luz de enfoques que se revelen y reviertan esta situación.
Mirarnos con nuestros propios ojos
En el contexto internacional de los medios de comunicación, las asimetrías entre el Norte y el Sur es un problema que ha estado presente en el centro de los debates intelectuales desde comienzos de los años setenta, cuando se desarrolló la gran batalla en torno al proyecto del Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación, el NOMIC
Este trabajo tomarán en consideración los aportes de Ramonet, quien participó en este movimiento, y explica que en el Informe McBride se demostraba que el desequilibrio en materia de información en favor del Norte era de tal magnitud, que amenazaba la singularidad y la diversidad de las culturas, en particular las del Sur. Situación que sigue con alarmante vigencia.
Este autor plantea la cuestión de la propiedad de los medios para saber de dónde venían los mensajes, quién los elaboraba, qué sentido y qué consecuencias podía entrañar la recepción de éstos en los espíritus y en las mentes de aquellos que los recibían. Los mensajes sobre el sur, en gran parte eran elaborados desde el norte. Desde entonces se alerta sobre la preocupación del problema de la manipulación de las personas del Sur por parte de los medios de comunicación del Norte.
Sobre esta arista, se considerará como relevante citar al estudioso uruguayo Aharonian que plantea la creación de espacios que permita mirarnos con nuestros propios ojos. Es necesario dejar de ver al Sur, con ojos del Norte (p.73), plantea.
Desde el IV objetivo histórico de la Ley del Plan de la Patria relacionado con el desarrollo de una nueva geopolítica internacional, que propendan al equilibrio y la paz del planeta, lo comunicacional reviste directa e indirectamente, un papel estelar.
De acuerdo a lo que se interpreta de este instrumento jurídico, el tema de la comunicación vinculado al desarrollo de una nueva geopolítica internacional es estratégico para hacer irreversible el tránsito hacia el socialismo y aparece en diversas metas de esta norma.
En dicha ley, se adjetiva ese nuevo orden comunicacional, al llamársele de Nuestra América o del Sur, lo que viene a colocar una carga de identidad cultural, afianzando la finalidad descolonizadora de este nuevo esquema y de fortalecimiento del proyecto de integración del Libertador y que posteriormente defendió con vehemencia Hugo Chávez.
Ahora bien, ese concepto integrador planteado por Chávez en el Plan de la Patria va más allá del sur de América y El Caribe, se propone aquí la unión interregional Sur-Sur como América del Sur-África (ASA) y el América del Sur-Países Árabes (ASPA).
Consideramos que un Nuevo orden del sur plantea entonces un sentido geopolítico, de lucha contra las históricas asimetrías, del Norte y el Sur del planeta, países explotadores y explotados, países dominadores y pueblos dominados, aquellos que tienen acceso a la información y aquellos que carecen del mismo. Debe entonces -desde paradigmas emergentes- asumirse como una herramienta geopolítica que propenda a reconocer y exaltar nuestros verdaderos orígenes, asumiendo procesos tendientes a descolonizar el poder, el saber y el ser, utilizando la comunicación como un instrumento al servicio de la liberación de los pueblos.
Bibliografía:
-Álvarez, Federico (2010) La información contemporánea. Imprenta Nacional (AVN). Caracas
– Aharonian, Aram . (2007) Apuntes sobre comunicación y democracia. Editorial El Perro y la Rana. Caracas
-Barranquero, A. (2005) Latinoamérica en la ruptura del paradigma de la comunicación para el desarrollo. El recorrido de los pioneros en la búsqueda de alternativas democráticas. España. Universidad de Málaga
-Buen Abad, F (2006) Filosofía de la Comunicación. Minci Caracas-venezuela
De Sousa, Boaventura. (2010) Descolonizar el saber. Ediciones Trilce. Chile
-Morín, E. (1997), ¿La ciencia pierde la razón?: Revista Universidad del Valle, No 17, agosto.
-Dussel, E. (2011) Filosofía liberación Fondo de Cultura Económica. México.
–Dussel, E. (1972) Caminos de la liberación de Latinoamérica. Latinoamericana Libros. Argentina
– Dussel, E. (2009) Política de la Liberación. Volumen II La arquitectónica. Editorial Trotta. Madrid
—Dussel, E. (2005) Transmodernidad e interculturalidad (Interpretación desde la Filosofía de la Liberación)” UAM–Iz., Mexico City, 2005. Publicado en http://enriquedussel.com/txt/TRANSMODERNIDAD%20e%20interculturalidad.pdf
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-Kaplún, M. (2003). El Comunicador Popular. Publicado en : //biblioteca.ffh.uh.cu/…/Mario%20Kaplun-na%20pedagogia%20de%20la%20comunicacion%20(el%20com
– Ramonet, I (2012) La Tiranía De La Comunicación.. Colección Emancipación Obrera. Publicado en: https://es.scribd.com/document/248988601/Ramonet-Ignacio-La-Tirania-de-Las-Comunicaciones
-Ley del Plan de la Patria, (2013-2019)
–MacBride, Sean (1981). Un solo mundo, voces múltiples. Comunicación e información en nuestro tiempo. México, D.F., Fondo de Cultura Económica-UNESCO.
-Marqués de Melo, J (2009) Pensamiento Comunicacional Latinoamericano, del saber al poder : Comunicacion Social Ediciones y Publicaciones
-Martínez, M. (1997). El paradigma emergente, hacia una nueva teoría de la racionalidad científica. México: Trillas.
Por: Yoselin García
RESUMEN
La Ley del Plan de la Patria se inició precisamente con la construcción colectiva de una visión de desarrollo humano, económico, social, cultural, educativo, y además del legado del Comandante Chávez constituye la carta de viaje de un modelo de sociedad más justa, más igual y más humana. Todo esto a la luz de consideraciones conceptuales que destacan en el discurso político de Hugo Chávez y su pensamiento emancipador, elementos dentro de un sistema de valores que incorpora el anti-neoliberalismo, el anti-capitalismo y por supuesto el anti-imperialismo, desde la ética socialista arraigando valores de solidaridad y sobre todo sustentabilidad que promueva la preservación de generaciones futuras, sin imperios que las domine, ni pueblos que se sometan. Así como, a América Latina como una zona de paz, garante de los derechos humanos fundamentales y en donde se pone de manifiestos el diálogo y la articulación y cooperación internacional de pueblos hermanados a través de la Celac, Alba, Unasur, Petrocaribe, Mercosur, y todas aquellas instituciones creadas para coadyuvar a potenciar a esta región en lo social, mitigando las desigualdades, en lo político, mediante nuevas relaciones de carácter ideológico antiimperiales, en lo educativo, como brújula para la formación, no sólo del futuro sino del hoy, y en lo económico, para fortalecer a las diversas regiones según sus oportunidades. El análisis que se pretende busca evidenciar cómo está impregnado el Plan Patria de los valores inexorable del “Chávez: Pedagogo-emancipador”, además de como se evidencia la noción de antiimperialismo como forma estratégica de irrupción al sistema capitalista y donde la formación del ser humano humanizado motorice las transformaciones necesarias que marquen el <no retorno>.
Palabras Clave: Discurso Político, Antiimperialismo, Plan Patria, Ser humano humanizado.
PRESENTACIÓN
Es entonces como, el lenguaje y la sociedad deviene en un proceso dialógico y dialéctico que, sin lugar a dudas, enmarcan el contrato social (Charaudeau, 2013) en donde se desarrolla lo histórico, lo cultural y lo político y que resulta vinculante al lenguaje, al poder y la ideología (Gramsci, 1971; Fairclough, 1992). Esta combinación que resalta, a grandes rasgos, de cómo se establecen las posturas que se asumen desde el poder y su discurso para la transformación profunda, permanente y continua del imaginario colectivo que, per se, se inscribe en un sistema de creencias socialmente compartidos (Méndez, 2006) y que atienden a necesidades colectivas.
Estas conjeturas circunscriben el rompimiento de los estándares discursivos en los que se han suscritos los 40 años del denominado puntofijismo, y que desde el nacimiento a la escena política de Hugo Chávez evidenció un quiebre decisivo en las estructuras discursivas y procesuales del contexto político venezolano, en términos de las posturas asumidas no sólo desde el discurso sino de su accionar, lo anterior, relacionado a conceptos como: soberanía, emancipación, liberación, autodeterminación, etc. Por lo que el discurso como suceso comunicativo (Van Dijk, 2000), político en lo general, se caracterizó por mantener una continuada hegemonía comunicativa en la que las formas de sometimientos lingüísticos constituyeran una práctica natural de los gobernantes que se radicaliza como un mal que reproduce la mass-media nacional e internacional.
Sin embargo, la contextura y la textura del discurso político de Hugo Chávez plantea un discurso emancipador, usado a favor de las clases oprimidas, de las grandes mayorías, y en contra de los grupos que sustentan el poder económico, mediático e ideológicamente prestos a la neo-colonización y expansión del capitalismo.
El discurso de Chávez no sólo se enraíza en un constructo eminentemente social que propone a través del discurso el cambio de esquemas mentales, de la dominación, por el reconocimiento de un proceso de argumentación política en la esfera pública (Biardeau, 2003) que logre cambios substanciales para el pueblo venezolano, sino también propone un nuevo orden desde el discurso, argumentando desde el elemento político nuevas formas de sustentar y dinamizar el modelo de desarrollo social productivo como única vía de resolver los problemas desde lo colectivo, enmarcado en un sistema de creencia y valores, donde el ser humano motorice las transformaciones necesarias que marquen el ˂no retorno˃.
Para interpretar el pensamiento y acción de Hugo Chávez, resulta imprescindible revelar lo que para Biardeau (2014) resulta la formación compleja (no sustituyentes) que ha tenido de manera sostenida a lo largo de los momentos históricos durante los períodos de gobierno, y que la autora comparte, como elementos fundamentales y notables para el estudio en desarrollo acerca de las nociones esenciales de su discurso así como dentro de la Ley del Plan de la Patria. Elementos como:
Son tres fórmulas para leer, groso modo, las nociones trascendentales de un discurso que se ha mantenido firmemente en defensa de un modelo que consolide estos preceptos y que sean continuados en el tiempo, como se fundamenta a través de la Ley del Plan de la Patria, que sin lugar a dudas, marca el camino que trasciende de un modelo rentista y mono-productor a la consolidación del nuevo proceso generador de la diversificación de actividades en lo económico, en los social, en los cultural, y que pretenda la transformación del ser humano glocalizado y eminentemente humanizado.
Objetivo primario para el análisis propuesto, implica la caracterización de la noción de Antiimperialismo como factor estratégico en la consolidación del Socialismo y la formación del nuevo ser humano que se sustente en valores demarcados en los cinco objetivos del Plan Patria, así como, las generalidades que implica las reflexiones del discurso del comandante, y que refiere a la postura plena, y sin vacilación, de una ideología que denota contundentemente el rumbo estratégico de la revolución bolivariana en el marco de las relaciones multilaterales y muticétricas con los países de la región y el continente.
En segundo lugar, la unidad de análisis constituye el conjunto de propiedades lingüísticas y textuales (Maingueneau, 2002:44) seleccionados a partir de la Ley, y que al unísono de una línea histórico-discursivo 1992-2012, de acuerdo a momentos coyunturales que signaron el discurso político antiimperialista de Chávez, y que refiere a un fenómeno explicado causalmente por su contexto sociopolítico, evidenciando la línea histórica sostenida de la noción de antiimperialismo que nutrió, sin lugar a dudas, el camino hacia la construcción teórico-práctico de la soberanía y la autodeterminación del pueblo venezolano.
EPÍGRAFE I
CHÁVEZ: ¡ÉSTA ES UNA REVOLUCIÓN ANTIIMPERIALISTA!
“Imperialism is an extreme form of international
hierarchy in which the colony is, in principle, a subject
of the dominant state”
Lake (2001).
Los discursos políticos a lo largo de la vida republicana venezolana son descritos, a grandes rasgos, por una estructura discursiva que hila entre la frecuencia de estrategias que obvian, de hecho, lo complejo de la realidad social y un discurso que propicia y garantiza las hegemonías a través de los latifundios mediáticos (Colotti, 2012).
El abuso del poder lingüístico y una uniformidad del orden discursivo (Fairclough, 2008), concebido desde el bipartidismo (40 años del pacto del puntofijismo) como lo que “hay que decir” y “cuando haya que decirlo”, es decir, una suerte de “mercado lingüístico” (Bourdieu, 1991) que responda a los intereses de grupos de poder creando un espacio virtual, contradiciendo a la realidad social para reproducir la dominación.
Hugo Chávez, irrumpe abruptamente con los paradigmas existentes mediante su discurso adentrado al imaginario colectivo del pueblo venezolano, estableciendo un sistema de valores y principios o máximas que reflejan el antagonismo entre modelos de gobiernos anteriores y un nuevo sistema social.
Precisamente estas afirmaciones son consolidadas a partir de de la Ley del Plan de la Patria que destaca a grandes rasgos la incorporación de nuevo elementos discursivos y definidos desde la concepción política del direccionamiento del estado hacia elementos como: La Independencia, El Socialismo Bolivariano, País Potencia, Mundo Pluricéntrico y Multipolar y, sobre todo, La Especie Humana resulta un conjunto de conceptos que se desprenden de la totalidad que implica un nuevo modelo de desarrollo, pero también van orientados hacia la plena libertad y emancipación de los pueblos que eminentemente refiere una la alternativa de los pueblos del Sur al sistema capitalista imperante.
En este sentido, estas características lingüístico-sociales se fundamentan gracias a las contradicciones del hecho que deviene las demagógicas estrategias discursivas que antes de Chávez se ejercían desde el poder político en Venezuela, y que, son puestas en relieve y develadas frontalmente por un discurso político que cohesiona las prácticas gubernamentales con las necesidades reales del pueblo venezolano y el reordenamiento de la fuerza productiva hacia la planificación de un estado en beneficio de las mayorías sociales.
Chávez logró que a través de la praxis y su discurso político la transformación profunda de las estructuras sociales, comunicacionales, mediáticas, culturales, económicas e históricas y hasta de producción e interpretación de los contenidos, creó nuevas formas de abordaje de la realidad a partir de la participación colectiva y activa del pueblo y condensado en el Plan Patria.
Este proceso de cambio de la lógica del capital (Lanz, 2005), y, además, del capital lingüístico (Rossi Landi, 1970), hacia un modelo de desarrollo representado en la Ley, ha determinado cinco (5) áreas de crecimiento como garantía de paz en la región y el mundo. Sin embargo, también ha representado apelaciones de actores políticos de orden no solamente nacionales, sino también internacionales, que ven en la figura de Chávez y la Revolución Bolivariana, el “enemigo” de los intereses del poder hegemónico global.
Es por esta razón, entre otras tantas, por qué la noción de antiimperialismo resulta la bisagra que integra y encuadra las áreas que se aborda desde el Plan Patria y la que determina esencialmente uno de los valores fundamentales para el sostenimiento de este modelo social, político, económico, cultural y educativo, que significa la formación del nuevo hombre y la nueva mujer, pero bajo la mira del reconocimientos de todos como iguales, como humanos.
El análisis que se procura, busca no sólo describir, cercano a la precisión, las estructuras y estrategias del discurso político, en este caso particular una parte de ella: la noción de antiimperialismo, o al menos cómo es concebida por el líder de la revolución bolivariana en el Plan Patria, sino también cómo se aborda la tematización (Charaudeau, 2001) de una problemática mundial, en la que Chávez formula, desde el discurso, una crítica con impacto global encaminada a revelar las pretensiones de grupos de poder que legalizan las prácticas de dominación y neo-colonización mediante nuevas formas de legitimación política y mitigación de las acciones reales que han hecho un mundo más desigual, además cómo la educación ha sido un pilar fundamental de esta revolución. Así como plantea, con la misma intensidad acusatoria, nuevas formas emancipadoras de construir la integración de los pueblos de América Latina y el resto de las naciones en el mundo.
Para definir el discurso político, resulta pertinente definir inicialmente lo que se detalla como “Discurso”, esto en dependencia del aspecto teórico, práctica discursiva o relación psicosocial, de cualquier manera, en palabras de Fairclugh (2008:172) es:
Una categoría empleada tanto por los teóricos y analistas sociales (e.g. Foucault 1972; Fraser, 1989) como por los lingüistas (e.g. Stubbs, 1983; van Dijk, 1987). Como muchos otros lingüistas, (…) el término ‘discurso’ (refiere) al uso lingüístico hablado o escrito, (…) al uso lingüístico como discurso, (…) como una forma de práctica social, con una orientación informada por la teoría social.
Esto entonces, establece la relación entre la estructura lingüística y la estructura social de los discursos asociados constantemente a las formas de representarse entre movimientos sociales, instituciones, grupos, roles, situaciones comunicativa, relaciones o abuso de poder o la toma de decisiones políticas, por una parte, y las estructuras del discurso, por la otra (Fairclough, 1989, 1992; Kedar, 1987; Kramarae, Schulz y O’Barr, 1984; Kress, 1985; Ng y Bradac, 1993; Wodak, 1989).
Asimismo, también se debe explicar esta condición de “lo político”, que se asume mediante la posición de Apaolaza (1997) en Petr Koutný (2006) que la define como “un instrumento del poder” por lo tanto, en su sentido más amplio, este tipo de discurso, el político, destaca no sólo las relaciones de poder sino cómo estas son ejercidas desde quién maneja y controla el poder político.
En general, el discurso político no sólo comunica sino que busca, insta e intenta la persuasión a través de la argumentación del contenido, manteniendo una posición de autoridad, es decir, “convencer al otro de que es afín a lo dicho” o que comparte el mismo sistema de creencias, para resultar en una forma persuasiva que “logre que el otro actúe a consecuencia de lo dicho”. Esta lógica se produce, entre otras cosas, por el surgimiento de un orden global del discurso y muchos de sus cambios y características tienen un carácter cuasi internacional (Fairclough, 2008).
Justamente, Chávez enfatizaba en su discurso la distinción del “nosotros” como los militantes al proceso bolivariano y antiimperialista, éste último como parte del sistema de creencias compartidas del grupo mayoritario al que representaba, por un lado, y por el otro, la mitigación del “ellos” (Van Dijk, 2000) como el bloque opositor tanto de los grupúsculos endógenos como a las potencias extranjeras transnacionales.
Sin embargo, teóricamente en la estructura estratégica del discurso político de Chávez en el Plan Patria, resulta pertinente describir la concepción de “Imperialismo” para poder adentrarnos al menos, a la esencia del Antiimperialismo de Hugo Chávez, como consecuencia de un proceso socio-histórico en la que esta noción sustenta su razón de ser a partir de dos elementos fundamentales evidenciados en su discurso: La No-Injerencia y el sistema de No-Intervencionismo a los pueblos de Nuestra América.
Los aspectos políticos del imperialismo, surgen siglos atrás como lo explica D. A. Lake (2001) en uno de sus artículos: Imperialism: Political Aspects, en el que resalta que constituye:
…one of the oldest known political institutions, characterizing relations between peoples in ancient Mesopotamia, China, and Rome through modern Europe. It includes both rule within relatively contiguous areas- as in the Habsburg and Ottoman Empires- and the overseas colonies held by various European states after the age of discovery (p. 7232).
Justamente, esta antigua práctica hoy sido rehabilitada “plena y cándidamente como un régimen político de alto valor, modernizante y civilizador” (Chomky, 2004), es decir, resulta en una suerte de importación de una pseudo “democracia” en la que la máxima fundamental (Bell, 2004) considera que: “-the more Democracy the more freedom- the more freedom the less communism- the less communism the more democracy-”, una visión que ha sido tomada como bandera, por ejemplo, para la militarización velada a escala planetaria (Castro Ruz, 2004), y que mediante su discurso el comandante Chávez fue militante de la denuncia oportuna en lugares estratégico que permitieron evidenciar esta pretensión del neo-imperialismo ahora norteamericano.
Las ideas de la Ley Plan Patria se sustentan en el pensamiento de Simón Bolívar, entre tantos otros; y Chávez como leal y fiel a la ideología bolivariana, demuestra a través de su discurso político que la lucha anti-capitalista, anti- neoliberal y antiimperialista no es para nada nueva, sino que arrastra las evidencias de siglos de un sistema político de dominación de los pueblos, en el que el abuso lingüístico ha constituido uno de los elementos más trascendental en la vida política mundial, y que a través de la reproducción del modelo educativo se cimenta los bastiones que desmontan el sistema capitalista y se construye no sólo un nuevo sistema de alto contenido social, sino que mediante los preceptos de una educación con valores de igualdad, pertinencia, solidaridad y hermandad se inicia el proceso de cambios y transformaciones que este planeta necesita.
El Chávez antiimperialista, pedagogo-emancipados en el Plan Patria, resulta siempre manifiesto en cada uno de los Objetivos Históricos que delimitó como carta de navegación por los mares de un sistema impregnado de desigualdades, desde los países globalizados hacia las grandes mayorías sub-colonizadas, explotadas y saqueadas por poderes transnacionales.
Chávez comienza a reinventar, desde el verbo, es decir, desde la acción, la construcción de espacios de debate y argumentación política sobre elementos relacionados a la estabilidad social, la soberanía y la integración del país con la región, pero manteniendo la firme tesis de que un imperio “virtual” o “menos malo” estaría erigiéndose con mayor fuerza en el mundo; que según el mismo Chávez (2004) era definida como:
[Un imperialismo] que, supuestamente, ya no necesita de invasiones territoriales, sólo de la penetración de los mercados a través del neoliberalismo, (…) un imperio que se establece de manera muy suave a través de internet o mediante las bolsas de valores, la deuda externa, (…) en resumen, ese supuesto imperialismo “menos malo” estaría destinado a ser como el gran policía del mundo, el gran padre universal; duro pero con rostro humano.
Esas formas veladas de ejercer presión e imponer un modelo neoliberal en el siglo pasado, y además reproducidas en este siglo, habían fracasado y han fracasado como sistema de gobierno en los países del mundo, basta con evidenciar las cuatro guerras en Irak, Afganistán, Libia y ahora en Siria, en menos de veinte años que han coadyuvado a desencadenar sobre países en los que la lucha por los recursos naturales no permite el reconocimiento de pueblos que son destruidos gracias a pretensiones hegemónicas.
Por tal razón, Chávez (2004: 38) declara que la revolución había entrado en su etapa “Antiimperialista”, es decir, obligada a la profundización y consolidación de un nuevo gobierno cuya máxima estrategia sea la transferencia de poder y conocimiento al pueblo para así, “derrotar las cadenas de su pobreza” (2004: 26), de las desigualdades y ha ampliado las oportunidades de acceso masificado a la educación a través de los programas sociales que se comunaliza cada vez más, en este sentido, esta suerte de semiosis social entre el discurso antiimperialista y las consideraciones que devienen del Plan Patria, constituyen el factor fundamental para el recorrido histórico de la Revolución Bolivariana.
EPÌGRAFE II
NOCIÓN DE ANTIIMPERIALISMO EN EL DISCURSO POLÍTICO DE HUGO CHÁVEZ EN LA LEY DEL PLAN DE LA PATRIA PARA LA FORMACIÓN DE UN NUEVO SER HUMANO HUMANIZADO
“(…) Sólo por el rumbo y el camino de la Revolución Bolivariana seguiremos triunfando, seguiremos venciendo, seguiremos garantizando y construyendo la independencia nacional y el socialismo en Venezuela, y convirtiendo nuestro país en una potencia para la vida y contribuyendo a crear la gran potencia suramericana a Latinoamérica, como zona de paz. Tenemos que convertir a Venezuela en una zona de paz, y contribuir a que América Latina y el Caribe se conforme como una zona de paz, que se acaben aquí las guerras, las invasiones y los conflictos, y luego la salvación de la especie humana”
Chávez (2012)
Lo esencial del discurso político, en lo general, y en lo particular, el de Hugo Chávez, al menos desde las presunciones de la autora y como componente necesario para el desarrollo de esta investigación, se evidencia a través de la interpretancia del contexto total del discurso, pero también de las situaciones que coadyuvaron a la producción del mismo y en los momentos históricos y de coyuntura política en la que se emitieron, y en consecuencia, las definiciones significativas de contenido ideológico a las que dieron lugar.
Resulta menester destacar que el Plan Patria surge en una nueva etapa de la revolución, en la que debía ser un continuo de los Planes de desarrollo anteriores, pero a su vez debía “buscar traspasar la barrera del <no retorno> (…), lo viejo debe terminar de morir definitivamente para que el nacimiento de lo nuevo se manifieste en toda su plenitud” (Chávez, 2012).
El Plan Patria fue diseñado gracias a la consulta pública realizada por el comandante Hugo Chávez que impulsó 11.412 asambleas que iniciaron el debate y sistematizaron las más de 10.800 propuestas, está constituido además, por Objetivos: históricos, nacionales y estratégicos-generales, a diferencia del Plan de Desarrollo “Simón Bolívar”, que lo precedía y que estuvo enmarcado por siete (7) grandes líneas y por los 5 polos de desarrollo de la Agenda Alternativa Bolivariana, pero que resumen las áreas permanentes en las que Venezuela debía avanzar para trascender desde la perspectiva del ayer y en la planificación del mundo del mañana.
En la figura que abajo se describen muestra cómo las manifestaciones léxicas componentes del discurso en el Plan Patria se concatenan e integran articuladamente con la noción de antiimperialismo propuesta por el Comandante Chávez y que apuntalan a la formación de un ser humano que defienda los principios fundamentales como la vida, el trabajo, la salud, la educación, la igualdad, en definitiva para la convivencia de la raza humana.
Fig. Nº1: Relación léxica del Plan Patria con la categoría Antiimperialismo.
En este objetivo Chávez destaca la importancia de crear condiciones que permitan la defensa de la soberanía no sólo concebida desde los recursos naturales sino también desde las oportunidades de desarrollo a través de lo científico-tecnológico, en función de la innovación de nuevas formas de apropiación del conocimiento, no para generar la mercantilización de la educación sino como forma de la descolonización del pensamiento que reproduce las formas de dominación no sólo desde el lenguaje sino de las prácticas hegemónicas que aún se ejercen sobre nuestro país.
La independencia no sólo constituye un elemento vital para el sostenimiento del Socialismo en Venezuela, sino también para el fortalecimiento de valores arraigados en el antiimperialismo como vía para formar a un nuevo pueblo, que no persiga la colonización como medio de expansión sino la cooperación y la vinculación entre países hermanos para el desarrollo de naciones, que eleven las condiciones de vida con base en la liberación de los pueblos.
Esto permitirá un nuevo orden que logre fortalecer el aparato productivo, la soberanía agroalimentaria, el nacionalismo y el nuevo modelo de transformación dinamizado entorno al crecimiento y desarrollo del ser humano para procurar la defensa integral de la patria.
Este objetivo remite gran importancia debido al contenido antiimperialista que se promueve desde el Plan Patria; muestra cómo resulta menester erradicar los anti-valores de capital como forma de práctica social, que ha hecho que en lugar de aprovechar los recursos materiales y naturales propios en bienestar de las grandes mayorías; las guerras mediáticas como previo a una invasión extraterritorial constituyen las acciones que devienen de la expansión del capitalismo y de cómo las hegemonías del sistema capitalista erigen la deslegitimación de sistemas democráticos de gobierno a través de laboratorios mediáticos que resultan en una especie de detonante para la imposición del neoliberalismo como sistema político.
El Plan Patria orienta hacia el fortalecimiento de un sistema que permita la consolidación del poder popular y que los valores imperantes sean de justicia, de equidad, de solidaridad, de ética socialista, que permita la no explotación del hombre por el hombre, sino que permita crear espacios de convivencia, que alienten a nuevos sistemas de producción que dignifique al trabajo como un valor inexorable a la vida humana; construyendo un nuevo estado Socialista bajo el principio de “Mandar Obedeciendo”.
Esta ley retrata definitivamente que la formación del nuevo ser humano precisamente pasa por el hecho que deviene la promoción de la revalorización de la cultura del saber y el trabajo como proceso de transformación social que procura un nuevo sistema de creencias, de ideas, de praxis que refieran a la concepción de un nuevo estado donde la participación protagónica sea la del pueblo empoderado de sus instituciones y de sus leyes como gobierno comunalizado, pero como ejercicio de democracia corresponsable del proceso gestado como alternativa a las necesidades evidenciadas del Capitalismo, para el buen vivir de las naciones del mundo.
El énfasis que el líder de la Revolución Bolivariana colocó en este objetivo revierte una importancia de carácter planetaria, puesto que quienes sostienen el poder hegemónico mundial son los mismos países que manejan el sistema financiero mundial, las tecnologías, los sistemas educativos más desarrollados, pero con tazas de desempleos y de pobreza muy altas, que juegan con la percepción del mundo globalizado a través de la mass media y que no muestran con claridad la realidad de pueblos sometidos a esa mano imperial que emula a mundo desarrollados cuando se les olvida que el motor que mueve al mundo es la humanidad.
En Venezuela, este objetivo se fortalece con la transferencia de competencias a los distintos sectores que hacen vida en las comunidades, en los diferentes programas educativos que se desarrollan para el bienestar social, en la reorganización de la administración pública que se adecua cada vez más a las realidades locales, sin embargo, hay mucho por hacer en la conceptualización del antiimperialismo para comprender que es un valor que permea a todas las prácticas diarias.
Este objetivo revierte trascendental importancia debido a la diversificación de la actividad productiva y la incorporación de nuevas áreas de desarrollo que permita a Venezuela elevar las condiciones de vida, así como aliente al alejamiento del patrón mono-productor y rentista e inicie un nuevo tiempo de balance entre el campo petrolero y la optimización de recursos naturales e inclusive la maximización del espacio tecnológico, a través de la transferencia de conocimiento mediante los diferentes convenios con países de otras latitudes, como bases materiales para la felicidad plena del pueblo y en donde el ser humano sea partícipe de este proceso de cambio y sobre todo, actor activo transformador de realidades.
En este sentido, resulta menester destacar que este objetivo plantea con base en el pensamiento de Chávez, la fusión entre las fuerza militares y el pueblo, uno como parte del otro, para el respeto a la soberanía y defensa de la nación en el marco de las relaciones de nuevos espacios de concreción y reconfiguración de América Latina como una zona de paz, garante de los derechos humanos fundamentales y en donde se pone de manifiestos el diálogo y la articulación y cooperación internacional de pueblos hermanados a través de la Celac, la Alba, la Unasur, Petrocaribe, Mercosur, y todas aquellas instituciones creadas para coadyuvar a potenciar a esta región en lo social, mitigando las desigualdades, en lo político, mediante nuevas relaciones de carácter ideológico antiimperiales y en lo económico, para fortalecer a las diversas regiones según sus capacidades.
Definitivamente todos los objetivos son de alto contenido ideológico antiimperial, que lo destaca como valor ineludible en este nuevo sistema de gobierno del poder popular. Por lo tanto, el establecimiento de nuevas líneas de acción que permitan visualizar a Venezuela y la región como potencia pueden evidenciarse desde la concreción de espacios de integración Latinoamericana propuesto y desarrollados por Hugo Chávez como son la Celac, Unasur, Petrocaribe, Alba, entre otras que han estado a la vanguardia de nuevo procesos integracionistas que a aquellos de represión o inertes a las problemáticas sociales, como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Organización de Estados Americanos, entre otras tantas que han asumido una posición contraria a los intereses de las grandes mayorías sino que responden a intereses globalizados.
Chávez propone el desmontaje del sistema imperial a través de la conformación de polos de poder emergentes como lo es América Latina-EuroAsia, y que se establezcan nuevos mecanismo de integración, de cooperación y de vinculación internación para avanzar hacia la suprema felicidad social de nuestros pueblos, y de esa manera reducir las relaciones de dominación y sometimiento del sistema capitalista y construir naciones que tengan como fin último la paz para ello necesariamente debemos pensar en una nueva cultura fundamentada en preceptos como el antiimperialismo.
No por último, menos importante, sino que constituye el eje que transversaliza todo el proceso liberador y emancipador en la formación de un nuevo hombre y una nueva mujer, encaminado a ubicarse como lo verdaderamente importante para poder avanzar hacia el desarrollo que se espera de los países en crecimiento.
Sin embargo, lamentablemente este es el punto más susceptible y álgido que se resalta en el Plan Patria, necesariamente son trastocados los intereses del poder hegemónico mundial debido a que quienes son las grandes potencias mundiales resultan aquellos que tienen los índices de contaminación y ecocidio más altos del planeta. Esto no se produce casualmente sino por la depredación y explotación salvaje de los recursos que al final responde como un boomerang a los seres humanos que habitamos este planeta.
Chávez congenió la idea entre el Antiimperialismo y la preservación de la vida y la especie humana precisamente fundamentada en los valores que exalta el Plan de la Patria, como única vía para vivir en un mundo mejor y prologando por generaciones futuras, para ello pone de manifiesto la necesidad de avanzar científicamente al desarrollo de tecnología ecológica y sustentable que haga la contra al patrón del sistema capitalista de producción y consumo. Lo anterior resulta una tarea difícil en tanto en cuánto podamos hacernos conscientes del alto grado de responsabilidad colectiva que se desprende de este nuevo modelo de gobierno eco-social que coexista con los ciclos y procesos naturales de la vida.
Todas las guerras de este siglo han sido precisamente por la mano imperial que intenta apoderarse de los recursos naturales de comunidades agraciadas con petróleo, agua o recursos minerales, para la apropiación extraterritorial de los mismos, el Plan Patria sustenta la posibilidad de vivir respetando los recursos de todos, con sus potencialidades y limitaciones, arraigando valores de solidaridad y sobre todo sustentabilidad que promueva la conservación de generaciones futuras sin imperios que las domine ni pueblos que se sometan.
CONSIDERACIONES FINALES
Para finalizar, es pertinente comenzar refiriendo en palabras de Gámez (2013) que Hugo Rafael Chávez Frías:
Fue uno de los líderes más importante que haya tenido Latinoamérica y parte del mundo en la historia política, al menos de esta era de la información. Pudo llegar a millones con sus ideales y filosofía de vida, además de impactar en la vida de otros. El poder que tuvo sobre las personas en general fue gigantesco. (…) Chávez se convirtió en un maestro del discurso. (p.8-9)
No sólo se asume que Chávez fue un líder sino también un maestro que, entre tantos aspectos, hiló un discurso al que sumó un sistema de nuevos valores en los que se integran: la venezolanidad, el nacionalismo, el humanismo, el latinoamericanismo, entre otros tantos, el antiimperialismo, como un elemento inherente a la identidad de las sociedades que buscan cambios significativos en sus estructuras políticas pero también discursivas y que mantengan en este nuevo modelo al nuevo ser humano como elemento humanizante entre los elementos materiales que sostienen la vida.
Es por ello que la presencia de una continuada noción anti-imperialista da muestras de una evolución de la identidad que refiere en su discurso en lo general, y en lo particular al legado que circunscribió infinitamente como ideas que relatan la historia de la humanidad pero también la planificación de un nuevo modelo de vida sustentable y compatible con los principios universales de justicia e igualdad social.
Así como, cohesionó y unificó elementos primeramente de la venezolanidad, luego como latinoamericanos y finalmente como clase obrera y trabajadora, pero históricamente subordinada, excluida y dominada. Estas características configuran la presencia discursiva del Líder Bolivariano en la Ley del Plan de la Patria y que justamente busca revertir estas pretensiones capitalistas neocoloniales que se imponen en el mundo, un nuevo sistema de valores antiimperiales, que dibujen los elementos pragmáticos en las acciones del habla en Chávez para impulsar la acción política, expresando un compromiso con la denuncia de la desigualdad y la trasformación social y la necesidad del cambio social en todos los niveles (político, cultural, económico, internacional) lo cual plantea también una continuidad en torno a su línea discursiva.
Las categorías lexicales que se abordaron conforman la noción de lo que Chávez interpretó como Anti-imperialismo como antítesis al Imperialismo, y cómo éstas se revelan desde el lenguaje, es decir, la línea discursiva permanente y progresiva en el tiempo que permiten estudiar y comprender la evolución de la posición política de Chávez así como su proyección a través del lenguaje, y como la Ley del Plan de la Patria se erige más que un plan de desarrollo, como una tarea histórica de carácter colosal.
En este sentido, también crea una ruptura en el discurso político tradicional y además crea un nuevo referente discursivo propio y con características muy particulares desde el Socialismo Bolivariano, que logran sustituir al conocimiento y al lenguaje técnico y científico por un discurso de saberes compartidos y cercanos al pueblo, las cuales logran impregnar y hegemonizar la forma del discurso político en Venezuela, obligando a todos los actores que hacen vida en el mismo escenario a orbitar alrededor de este referente discursivo.
Asimismo, se puede observar que el Comandante Hugo Chávez logro reinterpretar el sentido de estas y otras categorías lexicales, así como la creación de nuevas formas construidas desde el imaginario colectivo, estableciendo una identidad particular a diferencia del resto de las figuras en el escenario político. Se evidencia además, el desarrollo de una asociación simbólica de lo que él mismo denominó “Socialismo del siglo XXI” a su imagen y al modelo político en construcción en Venezuela.
Finalmente, el análisis del discurso para ser crítico debe ir en correspondencia con la misma criticidad con el que son producidos los discursos, en lo general, pero en lo particular debe representar reflexiones que evidencien el carácter transformador y emancipador como lo es, en este caso, el discurso de Hugo Chávez y de las líneas trazadas en la Ley del Plan de la Patria como sistema de valores antiimperiales que se conjugan para formar y transformar al hombre y la mujer con una nueva visión de la Patria Grande, y por supuesto, del papel dinamizador consciente que tienen en el desarrollo del mundo de hoy y del mañana.
REFERENCIAS CONSULTADAS
Caracas / 19 de octubre de 2016 / Fuente: http://prensa-latina.cu/
Por medio del programa Plan de la Patria, ya hay 20 mil galenos egresados, aproximadamente 33 mil 600 están en plena formación y más de ocho mil se capacitan en diferentes regiones del país en la etapa premédica, informó al canal Venezolana de Televisión.
La mayoría de los estudiantes proviene de sectores humildes, dado que su postulación es de los comités de salud de las comunidades, aparte de quienes son captados a través del sistema nacional de ingreso, señaló.
Para Alvarado, con la puesta en marcha de la Universidad el Gobierno bolivariano ratificó su política de favorecer la formación universal e inclusiva en el país.
A todo aquel que históricamente estuvo rechazado por el sistema convencional de ingreso la universidad, el Estado venezolano le abre las puertas para ser médicos y médicas, declaró.
Del mismo modo, resaltó la calidad de la formación especializada de los profesionales, garantizada por los espacios académicos en cada consultorio popular, Centro de Diagnóstico Integral, salas de rehabilitación y hospitales.
Además, dijo, existen aulas multipropósitos que son exclusivas para la medicina integral comunitaria y también espacios en algunas aldeas universitarias.
Según comentó, la Universidad -coordinada por los ministerios de Educación Universitaria, Salud, y Ciencia y Tecnología- se propone gestionar programas de postgrados en Medicina Interna, Pediatría, Ginecología Obstetricia, Cirugía y Traumatología, y estrenar las carreras de Enfermería, Odontología, Fisioterapia y Terapia Ocupacional.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, designó al doctor Alvarado como rector el pasado 14 de junio en la inauguración del centro académico, un acto en el que instruyó a convocar a los mejores especialistas del país para participar en el proyecto con el cual Venezuela aspira a avanzar en la formación de profesionales de las ciencias médicas.
Fuente noticia: http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=34559&SEO=venezuela-graduara-mas-de-60-mil-medicos-integrales-hasta-2022
Foto: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/politica/maduro-realiza-entrega-titulos-nuevos-especialistas-medicina-general/