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Una pandemia no esconde la otra

Desde la ONU, Ginebra, Suiza

El planeta sigue transpirando. Las temperaturas globales se disparan, a pesar del leve respiro que, paradójicamente, le da el COVID-19 con su corolario de contracción económica y reducción del transporte. Los próximos e imprevistos desastres naturales seguirán tocando a la puerta de la Tierra, aunque el coronavirus buscará desplazarlos del primer plano mediático.

Las emisiones de gases de efecto invernadero, como el C02, responsables principales del deterioro climático, se redujeron drásticamente durante la actual crisis. Por ejemplo, en China, principal emisor del mundo, se estima que las mismas bajaron en torno de un 25 %.

“Suspiro” en sala de emergencia

Sin embargo, descenso momentáneo no implica solución estratégica. Y hacia allí apunta Greenpeace, cuando afirma en su estudio de abril del año en curso que “pese a la reducción de las emisiones en algunos sectores como el transporte y el eléctrico, la concentración de CO2 en la atmósfera no baja, sino que sigue aumentando. Consecuentemente la crisis sanitaria no está contribuyendo a paliar la otra gran crisis que enfrenta el mundo: el cambio climático”  (https://es.greenpeace.org/es/noticias/la-concentracion-de-co2-sigue-creciendo-a-pesar-de-la-crisis-sanitaria-causada-por-el-covid-19/)

La ONG internacional sistematiza algunas estimaciones sobre la reducción transitoria a raíz de la crisis. Y afirma que Alemania podría emitir entre 50 y 120 millones de toneladas menos de CO2 este año por la enorme bajada en la demanda de electricidad. En la ciudad de Nueva York se estima una caída del 5-10% de las emisiones de CO2 y una caída sólida en el metano.

Carbon Brief, referencia en el tema, sostiene que esa reducción podría ser de un 5% con respecto a 2019 (https://www.carbonbrief.org/analysis-coronavirus-set-to-cause-largest-ever-annual-fall-in-co2-emissions). Y sostiene que dicho descenso va a ser el más importante de la historia, desde que se realizan inventarios. Será más significativo que las caídas de CO2 registradas, en orden descendente, durante la recesión del 1991-1992; la crisis energética del 1980-81; la Gripe Española de 1918-1919; y la crisis financiera del 2008-2009.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) constata que la demanda de petróleo de este año ha caído por primera vez desde 2009. Una reducción de cerca de 90.000 barriles de petróleo/día respecto a 2019, debido a la profunda contracción del consumo en China y a las suspensiones en los viajes y el comercio mundiales. Los datos más recientes indican que la demanda de petróleo se desplomó un 25%. Para visualizarlo con una imagen, esa caída sería como si toda Norteamérica (EEUU, Canadá y México) dejasen de consumir ese combustible de golpe.

Cada vez peor

Los últimos cinco años, según el balance de diferentes organizaciones internacionales especializadas, han sido dramáticos para el clima. A pesar de los gritos crecientes de nuevos actores sociales que ganaron asidua y activamente las calles, las cifras son categóricas.

Desde los años 80 cada década ha sido más cálida que la anterior. La concentración del CO2, en el último quinquenio resultó un 18% mayor que en el anterior. El año pasado se registraron los valores más elevados en cuanto a contenido calorífico en los 700 metros superiores de los océanos, amenazando significativamente la vida marina y los ecosistemas.

Las olas de calor golpearon entre 2015-2019 a todos los continentes sin distinción. Y fueron una de las causas principales de los incendios forestales sin precedentes, no solo en la selva amazónica, sino en Australia, América del Norte y Europa.

En cuanto a la repercusión directa en la especie humana, cerca un tercio de la población mundial vive en zonas con temperaturas potencialmente mortales, al menos 20 días por año, debido a las enfermedades propias de ese clima excesivo. La sequía multiplicó la inseguridad alimentaria en numerosas regiones del globo, en particular en África, en tanto los ciclones tropicales repetidos produjeron pérdidas incalculables.

Las lluvias intensas y desbocadas, facilitan la aparición de brotes epidémicos. Allí donde el cólera es ya endémico, 1300 millones de personas corren el riesgo de contraer la enfermedad.

50 años de “poco o nada”

Hace exactamente medio siglo, se “celebró” por primera vez el Día de la Tierra. Entonces, los expertos comenzaron a alertar sobre las consecuencias irreparables para la humanidad producto del calentamiento global.

El diagnóstico de entonces no era errado. Según datos de la Organización Meteorológica Mundial, la concentración de CO2 es actualmente un 26% mayor que las marcas de 50 años atrás. La temperatura aumentó en igual período un 0,86°C y ya supera holgadamente en 1,1°C la de la era preindustrial. Y la tendencia sigue en ascenso. La misma agencia de la ONU calcula saltos significativos hasta 2024, en particular en las regiones de altas latitudes y zonas terrestres, siendo más lento en los océanos, en particular el Atlántico Norte y el Austral. (https://public.wmo.int/es/media/comunicados-de-prensa/el-d%C3%ADa-de-la-tierra-hace-hincapi%C3%A9-en-la-acci%C3%B3n-clim%C3%A1tica)

Desafíos monumentales

En tanto la pandemia produjo un cimbronazo mundial sin precedentes desde la 2da Guerra Mundial, pero con impacto a corto y mediano plazo, la lucha contra el calentamiento apuesta a la estrategia misma de sobrevivencia de la humanidad.

“Se debe actuar con decisión para proteger el planeta tanto del coronavirus como de la amenaza existencial del cambio climático”, declaró recientemente Petteri Talas, director de la Organización Meteorológica Mundial.  Agregando que “debemos aplanar la curva tanto de la pandemia como del cambio climático…Tenemos que actuar juntos en interés de la salud y la prosperidad de la humanidad, no solo durante las próximas semanas y meses, sino pensando en muchas generaciones futuras”.

Si se quiere controlar la pandemia climática, se debería asegurar – lo que parece ya casi imposible- una disminución de las emisiones globales de carbono de 7,6% para fines del año en curso. Y mantener ese porcentaje de reducción anual durante la próxima década para mantener el calentamiento global por debajo del 1,5°C a fines del siglo, según las previsiones del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

Visión compartida, al menos retóricamente, por el Secretario General de las Naciones Unidas. En su mensaje por el Día Internacional de la Madre Tierra, el pasado 22 de abril, Antonio Guterres insistió en que “las perturbaciones del clima se están acercando a un punto de no retorno”. Y definió seis principios para que la recuperación económica y financiera postcrisis se impulse en el marco de una nueva conciencia de protección del medioambiente. “La recuperación debe ir acompañada de la creación de nuevos trabajos y empresas mediante una transición limpia y ecológica …la artillería fiscal debe impulsar el paso de la economía gris a la verde y aumentar la resiliencia de las sociedades y las personas” (https://www.un.org/es/observances/earth-day/message)

Greenpeace, por su parte, en el estudio de abril, considera que, “aunque las reducciones puntuales en las emisiones no van a paliar la crisis climática, sí deberían servir para iniciar los cambios profundos y necesarios para reducir las emisiones a cero”. Sostiene que este punto de inflexión puede y debe ser un motor de la recuperación económica y ser la base de la prosperidad a largo plazo. Y llama a que los Gobiernos abandonen las subvenciones a los combustibles fósiles al mismo tiempo que el apoyo a las inversiones públicas se destinen a actividades productivas que garanticen la sostenibilidad del planeta.

Recuperar la calle

La pandemia y las restricciones de movilización y concentración humana frenaron en seco, por algunas semanas, la protesta ciudadana a nivel planetario. La misma estaba en ascenso en muchos países cuando se desató el COVID-19.

Esa cuarentena de calle golpeó particularmente a las movilizaciones juveniles en defensa del clima, principales protagonistas sociales durante todo 2019, en todo caso en Europa. Y hoy, una de las *víctimas* indirectas de la pandemia.

Las organizaciones nucleadas en torno la Huelga Climática, que marcaron la dinámica social en Suiza en los últimos dos años, se vieron obligadas a renunciar, por ejemplo, a la gran jornada de acción que había sido originalmente convocada para el pasado viernes 15 de mayo. Que había logrado consensuar las fuerzas juveniles medioambientales y las principales organizaciones sindicales. Y que se proponía crear un hecho político de la dimensión de la Huelga de Mujeres, del 14 de junio del 2019, cuando se movilizaron en todo el país medio millón de participantes.

Cuando la lenta reapertura comienza a transitarse en una buena parte del planeta, la pregunta de fondo es doble. ¿Logrará imponerse una nueva racionalidad productiva que sea ecológicamente sustentable? Y, adicionalmente, ¿conseguirán las organizaciones sociales -especialmente juveniles- a favor del clima recuperar la energía de un año antes o sufrirán el impacto del lockdown impuesto por los gobiernos para evitar la propagación de la pandemia?

Fuente: https://rebelion.org/una-pandemia-no-esconde-la-otra/

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Vídeo de la NASA muestra cómo la Tierra se calienta aceleradamente

Redacción: Milenio

La agencia espacial afirma que 2019 fue el segundo año más caliente del que se tenga registro en el planeta, sólo después de 2016.

Aunque aún existen muchos escépticos sobre las consecuencias que sufrirá la Tierra a causa del calentamiento global, en la actualidad ya se registran afectaciones en los ecosistemas del planeta.

La NASA dio a conocer un estremecedor vídeo en el que muestra el incremento acelerado de las temperaturas en el mundo.

La agencia espacial afirmó que 2019 fue el segundo año más caliente del que se tenga registro en el planeta, sólo después de 2016, y que la Tierra alcanzó temperaturas de hasta 1.1 grados centígrados más que las registradas en la década anterior, lo que representa un panorama poco alentador.

En el vídeo se muestra la evolución de las temperaturas del planeta desde la década de 1880 hasta la actualidad, y observa cómo las corrientes de aire de la Tierra se han calentado aceleradamente de forma drástica.​

El calentamiento global ya ha provocado incendios a lo largo del planeta, el derretimiento de los glaciares y el incremento de problemas como sequías e inundaciones.

A continuación te mostramos el vídeo en el que la NASA muestra cómo la Tierra «arde» en la actualidad.

https://twitter.com/NASA_es/status/1217479078128898048

Fuente: https://www.milenio.com/ciencia-y-salud/nasa-apocaliptico-video-muestra-acelerado-calentamiento-global

 

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Noam Chomsky: “Los pueblos indígenas están salvando al planeta de un desastre ambiental” (Vídeo)

Redacción: Ecoosfera

México, Bolivia y Ecuador son ejemplos de esta «especie de ironía en la que, de todas las fuerzas líderes en todo el mundo, la que realmente está previniendo un desastre son las comunidades indígenas».

Noam Chomsky, personaje predominante en la filosofía, la lingüística, la psicología y la psiquiatría, ha realizado desde la década de los años 50 numerosos análisis de eventos políticos que impactan en nuestra sociedad. Ahora su atención se enfocó en la crítica situación de los activistas ambientales –principalmente indígenas– en América Latina. ¿Acaso esta región del mundo se liberó por fin de la dominación imperial de EE.UU.?

 

Las comunidades indígenas como guardianes de la naturaleza

Para retomar el tema, Chomsky utiliza como ejemplo la esperanzadora lucha de los activistas indígenas a favor del medioambiente en los últimos 15 años. El filósofo menciona que pese a la alta tasa de criminalidad en contra de los activistas ambientales en América Latina –en especial si son de orígenes indígenas–, hay un futuro esperanzador para los países que conforman esta región. Para él, las comunidades locales son la clave para prevenir los desastres ambientales que países como EE.UU. y Canadá se encargan de propiciar. Y es que, pese a ser considerados “grupos ‘primitivos’, están haciendo un camino hacia el futuro. Y eso es un camino hacia adelante para todo el mundo”.

México, Bolivia y Ecuador son ejemplos de esta “especie de ironía en la que, de todas las fuerzas líderes en todo el mundo, la que realmente está previniendo un desastre son las comunidades indígenas y locales forestales“. Es decir, cada persona que no vive debajo de una roca, sabe que el planeta está enfrentando una catástrofe ambiental en potencia, y no en un futuro lejano. En todo el mundo, son estos grupos quienes están mitigando el cambio climático.

¿Cómo?

Mediante planes de manejo de sus recursos naturales, conocimientos ancestrales, y sobre todo, a través de la defensa de su territorio: “son estas comunidades las que combaten a las empresas extranjeras que extraen y vacían sus suelos de los recursos naturales latinoamericanos: minerales, aceite de palma, agua, tierras”.

Chomsky responde a la pregunta dando a entender que América Latina se liberó de EE.UU. y Canadá porque estos dos últimos países ya no tienen derechos ni obligaciones de dominar a toda una región que se rige por sí sola y que ha empezado a tomar decisiones propias, aislando a estos imperios capitalistas.

A continuación te compartimos esta entrevista para On Dangerous Ground, en donde Chomsky explica a profundidad su punto de vista:

Fuente: https://ecoosfera.com/2017/03/noam-chomsky-activismo-ambiental-indigena-latinoamericano-video/

 

 

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5 Documentales sobre Medio Ambiente

Redacción: Noticias Net

Distintos realizadores audiovisuales tratan el tema del medio ambiente

 

El medio ambiente es un tema apasionante que en los últimos meses ha tenido un gran repunte, para reflexionar y ampliar la visión que tenemos sobre el tema, te dejamos una lista con 5 opciones para compartir.

 

1.- Una verdad incómoda

En su momento, este documental hizo bastante ruido y ahora  es todo un clásico, se trata de la campaña del exvicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, para educar a los ciudadanos sobre el calentamiento global.

2.- Home

En este documental tendrás una vista aérea de todo el planeta, que además te explica la dura situación actual que está viviendo.

3.- Comprar, tirar, comprar

Este documental nos habla sobre la obsolescencia programada para incrementar el consumo.

https://youtu.be/uGAghAZRMyU

4. Océanos

Con  imágenes únicas, muestra la vida marina en todo su esplendor y como el ser humano pone en peligro esta vida.

 

https://youtu.be/6pmojzdks3Q

5. Planeta de plástico

En este documental tenés una aproximación a todo el daño de este material, su extenso ciclo de vida y sus peligrosos aditivos que ponen en riesgo la vida.

Fuente: https://www.noticiasnet.com.ar/nota/2019-6-28-13-58-0-5-documentales-sobre-medio-ambiente

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Génesis del numero PI en la Cultura Ancestral Indígena

Por: Heriberto Rivera

Lo que hasta ahora hemos conocido como el conocimiento occidental, no es mas que la negación de todo lo que ha existido desde los orígenes de la humanidad; es decir todo aquello que existió previo a la aparición del catolicismo en la faz de la tierra es totalmente negado; es como aceptar de manera obligada que las anteriores civilizaciones y sociedades, cuyos miembros no tenían la capacidad para generar conocimiento que los llevara a ser capaces de mejorar sus condiciones de vida respetando a su hábitat natural como lo es el planeta tierra.

La colonización española, que significo la mayor barbarie cometida por grupo humano alguno sobre la faz de la tierra, significo la devastación de todo signo de cultura indígena existente hasta el momento colonizador; la colonización impuso a fuerza de espada y cruz, con sus discursos occidentales en su desarrollo definiciones y representaciones especiales y subjetivas basadas en la negación y el silenciamiento de los mitos, leyendas, tradiciones y conocimiento de los pueblos ancestrales; en ese sentido el matemático Uribitan D´ Ambrosio refiere que “el proceso de conquista y colonización a partir del siglo XV llevó a todo a todo el mundo a la civilización occidental, resultado del conocimiento originado en la cuenca del mediterráneo. En ese proceso, sistemas religiosos, sistemas económicos y políticos y el conocimiento científico se difundieron pudiéndose afirmar que impusieron por todo el planeta, la geopolítica que resulto del proceso que excluía a los pueblos conquistados, su historia y sus maneras de conocimiento”.

En el entendido que toda sociedad tiene el deber y el derecho de pensarse en si misma, en generar su propia estructura de pensamiento, acorde con la sustentabilidad respetando el entorno de su naturaleza, van generando sus propios conocimientos, con un pensamiento en sus propios términos para y desde un proyecto de sociedad para sus pueblos; es así como los pueblos ancestrales, como resultado de un proceso propio de generarse sus propias formas de organización establecieron un pensamiento en sus propios términos a lo cual tenían y tienen pleno derecho natural, pero haciéndolo para y desde un proyecto político organizativo, cultural con la noción de pensamiento propio, que fueron generando hacia el conocimiento del entorno natural, y el respeto por el mismo, iconos y una vasta simbología y representaciones consustanciado con el conocimiento desarrollado en las comunidades.

En consecuencia tal y como lo decía Galeano citado por Correa es así como estos referidos “pueblos ancestrales comienzan su propia historia, al ir acopiando su gran acervo experiencial, en la que la   transmisión cultural cumple un papel importante el mito y la leyenda como forma de expresión y fuente de conocimiento de los pueblos latinoamericanos que no se pueden cercenar, porque gracias a estos medios se han podido conservar”.

Nuestros ancestros desplegaron una dilatada cultura que les permitió un desarrollo propio y contextualizado, situacional que le aseguraron a pesar de la barbarie colonizadora su trascendencia, reconocimiento   y permanencia antropológica.

Contra el conocimiento ancestral, se cometió lo que De Sousa (2010) ha dado en llamar un epistemicidio “a partir de estos procesos se han creado unas subjetividades discriminadas, como en el caso de los indígenas a quienes no se les ha reconocido sus saberes ancestrales” es decir cometiéndose despojos epistémicos intencionales. El epistemicidio viene siendo dentro del marco de las epistemologías del sur, la destrucción de los conocimientos propios de los pueblos causada por el colonialismo europeo que a su vez genero un imperialismo cultural y la consecuente perdida de experiencia cognitiva, observándose según Galeano citado por Correa, como “a lo largo de los siglos, América Latina no solo ha sufrido el despojo, de su oro, de la plata, del salitre, del caucho, del cobre y del petróleo, también a ha sufrido la usurpación de la memoria”. Hoy desde la perspectiva de la epistemologías del sur se constituyen en   el reclamo de nuevos procesos de producción, de valorización de conocimientos válidos, científicos y no científicos, y de nuevas relaciones entre diferentes tipos de conocimiento, a partir de las prácticas de las clases y grupos sociales que han sufrido, de manera sistemática, destrucción, opresión y discriminación causadas por el capitalismo, el colonialismo y todas las naturalizaciones de la desigualdad en las que se han desdoblado.(De Sousa, B)

En ese orden de ideas, basándonos en los aportes de estudiosos del tema, Uno de esos procesos tiene que ver con el desarrollo y simbología de la matemática, que según Vásquez (2012) “que difieren un poco del conocimiento de lo que un matemático tradicional reconoce como conocimiento matemático científico”; es decir para entender el desarrollo matemático de las culturas indígenas es necesario desprenderse de la formación griega y formal que se ha utilizado en la formación de las escuelas y la academia dominante, “para adentrarse a un conocimiento que es integral, que tiene una funcionalidad en la vida cotidiana del indígena, que no se estudia como un fin en si mismo, sino que muestra la utilidad diaria del conocimiento.”

En ese desarrollo matemático de las culturas indígenas fueron establecidas  formas y figuras, surgidas de la profunda interpretación, incomprensible para muchos,   de eventos naturales que fueron significando a la larga la construcción de sus propios espacios históricos sociales, es decir un conocimiento producto del pensamiento asociado a lo que le es propio, en este caso el entorno natural.

Para reconocer los conocimientos de la cultura ancestral, y para lograr entenderlos, es imperativo dejar de lado lo que la academia para la dominación llama como el conocimiento experto pues su carácter eurocéntrico, patriarcal y racializado impide el aceptar la presencia de un conocimiento anterior al pensamiento unico de la cultura universal.

Las consideraciones anteriores, permiten decir, que en el caso del número Pi, el cual es   muy emblemático, por lo que ha significado para el desarrollo de las ciencias, sirve para plantear que las culturas de las sociedades andinas ya lo cultivaban en su pensamiento y pasaría a formar parte de su icono ordenador de destacada presencia en su cúmulo experiencial, pues este simbólico y trascendental numero esta contenido en la chakana, cuya forma “encierra en su geometría el concepto del numero Pi que los pueblos andinos llamarían “TUPU”, medida que definieron como la proporción sagrada y que es la base de los cuadriculas que se observan en tejidos, cerámicas y arquitectura” apareciendo la chakana “como elemento astronómico y matemático de la cosmología de los pueblos andinos”.(Ramirez,2011).

La Chakana, es la constelación de la cruz del sur, formada por cuatro estrellas: Alba, Beta, Gama y Omega, siendo su nombre original ancestral el de Jacha´a Qhana (Luz grande) convirtiéndose en el gran icono ordenador de la sociedad andina, siendo el símbolo geométrico más difundido en la iconografía del mundo andino, la cual por su estructura curbicular, esta relacionada con las proporciones de la citada constelación, “ así mismo se indica que el mundo andino “resolvió” la cuadratura de la circunferencia como razón de cambio teórico de su sistema operativo de medidas proporcionales”. (Wayra, 2011).

Ante esto, resulta de gran relevancia y a la vez el desafío al conocimiento tradicional occidental los planteamientos y estudios realizados por el arquitecto Carlos Milla Villena (1983) como aportes a la historia de la cultura andina al decodificar el geoglifo de la chacana y de la ley de la cuadratura de la circunferencia de la cruz grande en su libro Génesis de la Arquitectura Andina.

El planteamiento en cuestión viene a reivindicar el conocimiento ancestral en buena hora para la cultura amerindia gracias a los investigadores andinos, que según relatos de Wayra (2001) vienen “erigiendo la sabiduría milenaria sobre sus propios fundamentos científicos y como una visión intercultural alternativa a las verdades académicas de occidente, libre de la nefasta influencia de los investigadores extranjeros, que vienen distorsionando nuestra historia por ignorancia de nuestra visión cultural y arrogancia de pretender imponernos su verdad”.

A decir de otros investigadores y críticos de la obra de Milla, “este no es un libro, es un QELLQA, es decir una visión objetiva de la realidad a la usanza andina, que trata de arqueoastronomia, arquitectura, paleomatemáticas, semiótica genética, memética,” en fin un conocimiento integrado de la genética cultural de los pueblos andinos.

Otras opiniones generadas por investigadores como el matemático Guerrero Ureña, señala “que la sociedad andina, sería la primera cultura en la tierra en expresar el número Pi mediante un número irracional a diferencia de la cultura del viejo mundo lo han hecho solo mediante números racionales”.

En el mismo sentido, en cuanto al saber científico se describe, el matemático Guerrero Ureña (2015) refiriéndose a las matemáticas precolombinas plantea de manera tajante que “rebatiendo la idea de que el saber científico nació en las sociedades occidentales muestra el conocimiento desarrollado por hombre americano precolombino que le permitió desarrollar una matemática inédita que hacen parte de los espacios matemáticos de representación”; añade este matemático en referencia a “la geometría precolombina y su geometría arborecente, la cual puede ser descrita mediante los números p-ádicos, representado en el árbol de la descendencia que en Qechua se llama Malqui. Estas al ser combinadas de manera complementaria, configuran el KIPU, genuino sistema de coordenadas de referencia capaz de representar con una alta resolución tanto la cantidad como la calidad de los procesos concretos, y útil para realizar mediciones fiables, como consecuencia lógica de todo esto tuvo lugar el nacimiento de una cosmología geometrizda” (pág. 189).

Hoy, gracias y como resultado de una largo y dilatado, proceso de descolonización que se viene erigiendo en un esfuerzo por volver la mirada al sur, el mundo comienza a redescubrir los aportes de la cultura ancestral indígena, vigentes y vigorizados, como en la agricultura, la rotación de los cultivos, pues la Chakana sirve para monitorear el movimiento del eje de la tierra cuyo ángulo de inclinación precisaban saber los precolombinos año tras año para la determinación de los equinoccios, lo cual era la principalísima importancia para los agricultores pues la inclinación del eje determina el clima en todos los lugares de nuestro planeta. (Guerrero, 2015).

La cultura ancestral indígena esta plena de conocimientos que resurgen de su deliberado olvido, de su implacable deterioro cultural y con su concreción queda establecido que los acontecimientos del mundo no son observables desde un unico esquema matemático de representación pues no existe un solo, ni se puede reducir los otros, que son en un número infinito, a uno solo, como la cultura occidental ha supuesto.

Referencias:

Correa, M.E., Saldarriaga, D (2014). El Epistemicidio Indígena Latinoamericano. Algunas reflexiones desde el pensamiento critico decolonial. CES derecho, 5(2).

De Sousa, B. Descolonizar el saber, Reinventar el poder en www.boaventuradesousasantos.Pt.

_______________Epistemologías del Sur, en www.boaventuradesousa.pt

D Ambrosio, U. Las dimensiones políticas y educacionales de la Etnomatemática, en www.sinewton.org/numeros/43-44.

Guerrero, M.(2004). Los dos máximas sistemas del mundo, editorial ABYA YALA, 2004, Quito, Ecuador.

______________ (2015)”Las Matemáticas Precolombinas” en Historia de las ciencias en el Ecuador. Ecuador, Quito,

Milla, C (1983) Génesis de la Cultura Andina, editorial fondo C.A.P, Perú.

Ramírez, M (2011). Geopolítica del conocimiento en América Latina: la construcción de Espacios Históricos Otros. Revista austral de ciencias sociales 21:111.136,2011

Vásquez, A (2012). Código matemático en la mitología bribi, en www.cientec.or.cr/matematica/.

Wayra, A (2011).Genesisdelaculturaandina.blogspot.com

hriverat1@hotmail.com

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Tan sólo 3 años para salvar al planeta del desastre

Por: Ecoportal 

Ecosistemas enteros están comenzando a destruirse en el planeta y las consecuencias podrían ser fatales si no se toman medidas antes de 2020.

Los indicios son claros: la tasa de aumento del nivel del mar en los últimos 25 años ha crecido un 50%. Los últimos tres años fueron los más calurosos del planeta desde que se tienen registros; algunas ciudades padecieron históricas temperaturas.

Pese a esta claridad en los hechos, los ciudadanos, gobiernos y empresas siguen convencidos de que las consecuencias más catastróficas del cambio climático se darán en un futuro lejano.

Un grupo de científicos y diplomáticos decidieron tomar la responsabilidad de comunicar lo que está sucediendo y alertar a quienes aún están descreídos de las consecuencias presentes y futuras del cambio climático. Este grupo está integrado por la investigadora y ex responsable de medioambiente de la ONU Christiana Figueres y el físico Stefan Rahmstorf. La advertencia se ha publicado en formato carta en la revista científica Nature’ y dice: el mundo tiene tres años para reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero o el cambio climático afectará peligrosamente a la humanidad”.

La carta fue firmada por más de 60 científicos, activistas, políticos y empresarios entre los que se encuentran el ex presidente mexicano Felipe Calderón, la ex presidenta irlandesa Mary Robinson y el director ejecutivo de Unilever, Paul Polman. “Siempre habrá quienes oculten sus cabezas en la arena e ignoren los riesgos globales del cambio climático. Pero hay muchos más de nosotros comprometidos a superar esta inercia. Mantengámonos optimistas y actuemos con valentía”, concluyen los autores.

El Fórum Económico Mundial, también llamado Foro de Davos, un organismo independiente con sede en Ginebra del que forman parte los principales líderes empresariales, políticos e intelectuales, a los que nadie tildaría jamás de ecologistas extremos también colabora en la difusión.

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Urge reducir las emisiones antes de 2020

“Si las emisiones siguieran aumentando cuando pase el año 2020, o incluso se mantuvieron en los mismo niveles, los objetivos de temperatura establecidos en el Acuerdo de París serán inalcanzables”, se detalla en la carta, haciendo referencia al informe publicado en abril de 2016. “Reducir las emisiones a nivel mundial es una tarea monumental, pero la investigación nos dice que es necesario, deseable y alcanzable”, añaden.

Las capas de hielo en Groenlandia y la Antártida están perdiendo masa a un ritmo muy rápido, el hielo marino está desapareciendo en el Ártico y los arrecifes de coral “se están muriendo por el calor” como consecuencia del calentamiento global. “Ecosistemas enteros están empezando a destruirse. Los impactos sociales del cambio climático, las sequías y el aumento del nivel del mar son inexorables, y afectan primero a los más pobres y débiles”, alertan.

2016 fue el año más cálido del que se tenga registro, con una temperatura de 1,1ºC por encima de los niveles previos a la Revolución Industrial, lo que representa un 0,06 más que el récord anterior, registrado en 2015. Este calentamiento global se aproxima peligrosamente al límite de los 1,5 grados, alcanzado en el Acuerdo de París. Según diferentes estudios, por encima de este aumento de temperatura, algunos ecosistemas comenzarían a sufrir cambios nunca vistos durante el Holoceno, es decir, en los últimos 10.000 años.

La cuestión requiere actuar con urgencia, pues este año las temperaturas han alcanzado cotas jamás registradas en numerosos puntos del planeta: es el tercer año consecutivo en el que se alcanzan patrones que no se registraban desde hace 115.000 años, cuando imperaba una era interglacial y el mar estaba a niveles de entre 6 y 9 metros superiores a los de la actualidad.

Si superamos los 1,5ºC, será devastador para el planeta

Se ha calculado que existe un “presupuesto de carbono”, fijado entre las 150 y las 1.050 gigatoneladas totales, para mantener al planeta por debajo del límite de 1,5ºC. Se sabe que las emisiones de carbono se han estabilizado en los dos últimos años en cerca de 41 gigatoneladas al año. De todas maneras, a pesar de esta tendencia al a “estabilidad”, esta cifraimplica que sólo en cuatro años se alcanzaría el rango más bajo de este presupuesto y en 15 años habríamos gastado la mitad.

“Si la tasa actual de emisiones anuales se mantiene a este nivel, tendríamos que dejarlas casi inmediatamente a cero una vez que agotamos el presupuesto. Tal salto no interesa a nadie. Un descenso más gradual permitiría que la economía mundial se adaptara a tiempo sin problemas”, escriben los expertos.

Hans Otto-Poertner, investigador del instituto alemán Alfred-Wagener de Investigación Marina y Polar y miembro del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), explica que ese calentamiento global, además de detonar o potenciar catástrofes ambientales, cambia los límites térmicos de los organismos, también los del ser humano: “El aumento de la temperatura media limita la capacidad de trabajar al aire libre. A partir de los 40ºC la fatiga afecta al cuerpo en su totalidad. En muchos lugares ese aumento redunda en la salud de la población y tiene impactos muy negativos en la productividad de los trabajadores”, afirma. Muchas comunidades vegetales no resisten ese incremento de la temperatura, como tampoco la ganadería.

“Si no detenemos el aumento de la temperatura media del planeta, algunas áreas de la Tierra se volverán inhabitables, tanto para los humanos como para la mayor parte de mamíferos”, señala este ecofisiólogo.

Pero todavía hay una luz para los expertos “La buena noticia es que todavía es posible alcanzar los objetivos de temperatura de París si las emisiones comienzan a disminuir para 2020″. De esta manera, aunque recuerdan que el presidente Donald Trump se ha comprometido a retirar a EE.UU. del Acuerdo de París, los expertos instan a los líderes mundiales a utilizar y defender la ciencia para guiar la política.

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El posible plan para reducir las emisiones

Son tres las vías que pueden facilitar que nuestros gobernantes y cada uno de nosotros nos pongamos de una vez manos a la obra.

La primera, tomar decisiones en base al conocimiento científico, promover la divulgación ambiental en todos los campos, y exigir que nuestros políticos defiendan la ciencia. La número dos, dejar claro que la economía libre de fósiles ya es un negocio rentable. Y la tercera, fomentar el optimismo: en este tema no hay retos imposibles, todo es cuestión de actitud. Es crucial que las historias de éxito sean compartidas: eso anima a la comunidad. Y aunque ya lo sabemos no nos cansaremos de repetirlo: no hay nada más poderoso que un colectivo tomando la misma acción individual.

Además, los autores de la carta proponen un plan con seis objetivos para reducir las emisiones antes de 2020:

  • Aumentar las energías renovables al 30% del uso de la electricidad.
  • Proyectos y planes para que las ciudades y los estados abandonen los combustibles fósiles en 2050, con una financiación de 300.000 millones de dólares anuales.
  • Asegurarse de que el 15% de todos los vehículos nuevos vendidos sean eléctricos.
  • Reducir las emisiones netas procedentes de la deforestación.
  • Reducir a la mitad las emisiones de carbono de la industria pesada para 2050.
  • Animar a Gobiernos y bancos privados a emitir más “bonos ecológicos” para financiar los esfuerzos de mitigación del clima.

Para refelxionar

En el planeta Tierra los sistemas naturales están interconectados de forma mucho más sutil de lo que imaginamos, tal y como ya resumió el meteorólogo y padre de la teoría del caos, Edward Lorenz, en la década de los sesenta: “el aleteo de una mariposa en Brasil puede producir un tornado en Texas”. Imaginemos entonces el posible impacto del cambio climático en nuestras vidas… pero no perdamos la esperanza, actuamos ya!

Ecoportal.net

Con información de:

https://elpais.com/

https://actualidad.rt.com/

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