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Pensamiento crítico. Agonía y muerte del neoliberalismo en América Latina

Por: Atilio Boròn

En las últimas semanas el neoliberalismo sufrió una serie de derrotas que aceleraron su agonía y en medio de aparatosas y violentas convulsiones desencadenaron su deceso. Tras casi medio siglo de pillajes, tropelías y crímenes de todo tipo contra la sociedad y el medio ambiente, la fórmula de gobernanza tan entusiastamente promovida por los gobiernos de los países del capitalismo avanzado, las instituciones como el FMI y el BM y acariciada por los intelectuales bienpensantes y los políticos del establishment yace en ruinas. La nave insignia de esa flotilla de saqueadores seriales, el Chile de Sebastián Piñera, se hundió bajo el formidable empuje de una protesta popular sin precedentes, indignada y enfurecida por décadas de engaños, artimañas leguleyas y manipulaciones mediáticas. A las masas chilenas se les había prometido el paraíso del consumismo capitalista, y durante mucho tiempo creyeron en esos embustes.  Cuando despertaron de su sonambulismo político cayeron en la cuenta que la pandilla que las gobernó bajo un manto fingidamente democrático las había despojado de todo: les arrebataron la salud y la educación públicas, fueron estafadas inescrupulosamente por las administradoras de fondos de pensión, se encontraban endeudadas hasta la coronilla y sin poder pagar sus deudas mientras contemplaban estupefactas como el 1 por ciento más opulento del país se apropiaba del  26,5 por ciento del ingreso nacional y el 50 por ciento más pobre sólo capturaba el 2.1 por ciento. Todo este despojo se produjo en medio de un ensordecedor concierto mediático que embotaba las conciencias, alimentaba con créditos indiscriminados esta bonanza artificial y hacía creer a unas y otros que el capitalismo cumplía con sus promesas y que todas y todos podían hacer lo que querían con sus vidas, sin que se inmiscuyera el estado y aprovechando las inmensas oportunidades que ofrecía el libre comercio. Pero ninguna utopía, aún la del mercado total, está a salvo de la acción de sus villanos. Y éstos aparecieron de súbito personificados en las figuras de unos adolescentes de escuela secundaria que, con ejemplar audacia y filial solidaridad, se rebelaron contra el aumento en las tarifas del metro que perjudicaba no a ellos sino a sus padres. Su osadía hizo trizas el hechizo y quienes habían caído en la trampa de resignar su ciudadanía política a cambio del consumismo se dieron cuenta que habían sido burlados y estafados, y salieron a las calles para expresar su descontento y su furia. Se convirtieron, de la noche a la mañana, en “vándalos”, “terroristas” o en una revoltosa banda de  “alienígenas” –para usar la elocuente descripción de la mujer del presidente Piñera- que avizoraron los límites infranqueables del consumismo y del endeudamiento infinito y el carácter farsesco del minué democrático que ocultaba, bajo prolijos ropajes y vacías formalidades, la implacable tiranía del capital. Comprobaron en ese violento despertar que una de las sociedades antaño más igualitarias de Latinoamérica ahora compartía, según el Banco Mundial, el dudoso honor de ser junto a Rwanda uno de los ocho países más desiguales del planeta. Como un relámpago advirtieron que habían sido condenados a sobrevivir endeudados de por vida, víctimas de una plutocracia -insaciable, intolerante y violenta- y de la corrupta partidocracia que era cómplice de aquélla y gestora del saqueo contra su propio pueblo y los recursos naturales del país. Por eso tomaron las calles y salieron en imponentes manifestaciones a luchar contra sus opresores y explotadores, y lo hicieron –y aún hoy lo hacen- con una valentía y heroísmo pocas veces vistos. Ya son por lo menos veinte los muertos por la represión de las fuerzas de seguridad y los desaparecidos reportados suman más de cien, amén de los centenares de heridos y torturados y los miles de detenidos que  marcan, con lúgubres tonalidades, los estertores finales del tan admirado modelo.

Después de esta espontánea insurrección popular ya nada volverá a ser igual, nada revivirá al neoliberalismo, nadie lo señalará como la vía regia hacia la democracia, la libertad y la justicia social. Eso aunque Piñera continúe en La Moneda y prosiga su brutal represión. Pese a lo cual ni la OEA, ni los gobiernos “democráticos” del continente -presididos por turbios personajes de frondosos prontuarios- ni tampoco los hipócritas custodios de los valores republicanos tendrán un átomo de decencia para caracterizar a su gobierno como una dictadura, calificación que sólo merece Nicolás Maduro aunque jamás haya habido en su gobierno una represión tan bestial y sanguinaria como la que quedó documentada en infinidad de videítos grabados en  Chile y que se viralizaron por internet. Para Donald Trump Piñera es amigo, vasallo y sicario político de la Casa Blanca, imprescindible para atacar a la Venezuela Bolivariana y esas son razones más que suficientes para defenderlo y protegerlo a cualquier precio. Obedientes, las ONGs del imperio y sus sucursales en Europa y Latinoamérica -inverosímiles defensoras de los derechos humanos, la democracia, la sociedad civil y el medio ambiente- mantendrán un silencio cómplice ante los crímenes que cometa el ocupante de La Moneda. Algunas expresarán otras opiniones, más no aquellas que son los tentáculos ocultos del imperialismo. Impertérritos, los publicistas del sistema seguirán señalando a Nicolás Maduro como el arquetipo de la dictadura y al chileno como la personificación misma de la democracia. Pero todo será inútil, y lo que murió –la receta neoliberal- bien muerta está.

Claro que la historia no comienza ni termina en Chile. Poco antes del estallido social todavía en curso, el Ecuador del traidor y corrupto presidente Moreno había sido convulsionado por inmensas protestas populares. El detonante, la chispa que incendió la pradera fue la quita de los subsidios a los combustibles. Pero el factor determinante fue la implementación del “paquetazo” ordenado por el FMI al servil agente instalado en el Palacio de Carondelet. La reacción popular, iniciada primero entre los transportistas y sectores populares urbanos y luego potenciada por la multitudinaria irrupción de las poblaciones originarias en las principales ciudades del país se extendió poco más de una semana y obligó al cobarde presidente a trasladar la sede del Ejecutivo a Guayaquil. Poco después tuvo que suspender la cruel represión con que había respondido al desafío y abrir una fraudulenta negociación con los autoproclamados líderes de la revuelta indígena. Astuto, pactó una tregua con la desprestigiada y también ingenua dirigencia de la CONAIE y derogó el decreto relativo al subsidio a los combustibles, prometiendo revisar lo actuado. Nada de eso ha ocurrido, pero logró desarticular la protesta, por ahora. Como le cuadra a un traidor serial como Moreno el jefe de los negociadores indígenas, Jaime Vargas, está siendo judicialmente perseguido por el gobierno. El “paquetazo” será puesto en práctica porque el mandato del FMI es inapelable y Moreno es un peón más que obediente: es obsecuente.  Es sabido que estos programas del Fondo sólo son factibles si se los gestiona con una mezcla -variable según los casos- de engaños y represión. Pero ahora la pasividad ciudadana tiene mecha corta y en pocos meses más, en cuanto se dejen sentir los rigores del ajuste salvaje, no sería extraño que estalle una nueva rebelión plebeya que esperemos no caiga en las trampas de Moreno y sus compinches y culmine exitosamente con la destitución del presidente y la refundación de la democracia en el Ecuador. El presidente está entrampado: si aplica el programa del FMI la poblada popular probablemente acabe con su gobierno; si no lo hace, el imperio puede decidir que llegó la hora de prescindir de sus servicios por inútil. Y como la Casa Blanca “sabe demasiado” de las trapisondas y los negocios sucios de Moreno no tendrá más remedio que aceptar el úkase imperial y acogerse a un “desempleo involuntario”, como decía Keynes.  Pero, pese a su inutilidad y a los crímenes perpetrados durante la represión de las protestas populares Washington se encargará de esconderlo y protegerlo. Como lo hizo con otro asesino, Gonzalo Sánchez de Lozada y con tantos otros.  En poco tiempo sabremos cual será el desenlace.

El neoliberalismo sufrió otra derrota en Bolivia, cuando el presidente Evo Morales fue reelecto  con el 47,08 por ciento de los votos contra el 36,51 por ciento obtenido por Carlos Mesa, el candidato de Comunidad Ciudadana. Pese a que el presidente le sacó una ventaja de 10.57 por ciento de los votos a su contrincante (más del 10 % que señala la legislación boliviana para declararlo ganador en primera vuelta) y que no hubo ninguna denuncia concreta de fraude sino tan sólo gritos y aullidos de la oposición ésta exige que se proceda a convocar al balotaje. Quienes manejan desde Estados Unidos a los enemigos de Evo en Bolivia cuentan con la previsible connivencia de la OEA y algunos desastrados gobiernos de la región como los de Argentina, Brasil, Chile, Colombia. Dicen que las irregularidades habidas en la transmisión y difusión del escrutinio (explicada convincentemente por las autoridades bolivianas) unido lo exiguo de la diferencia obtenida por Evo (pero por encima del 10 %, por supuesto) obliga a proceder de tal manera. Si este fuera el caso estos virtuosos vestales de la democracia deberían ordenar sin más dilaciones la anulación de la elección presidencial de 1960 en Estados Unidos cuando John F. Kennedy aventajó a Richard Nixon por 0.17 centésimos (49.72 versus 49.55 %) y fue investido como presidente sin enfrentar reclamo alguno. Mesa que perdió por una diferencia de 10.57 por ciento haría bien en llamarse a silencio. No lo hará, porque en un prodigio de adivinación (que, por supuesto, le salió mal) había anticipado su victoria y que desconocería otro resultado que no fuera ese, como corresponde a un demócrata “made in the US”. Si gano, la elección fue limpia; si pierdo, hubo fraude. Nada nuevo: la derecha jamás creyó en la democracia, mucho menos en estas latitudes, y está de modo irresponsable llamando a la desobediencia civil y promoviendo desmanes para “corregir” el resultado que le fuera negado por las urnas. Evo, en un gesto que lo enaltece, desafió a la OEA a que realice un peritaje íntegro del proceso y que si encuentra  evidencia de fraude convocaría de inmediato al balotaje. Será inútil, pero igual el capataz Almagro enviará una misión a Bolivia para agitar el avispero y entorpecer la labor del gobierno. Desgraciadamente habrá gente que morirá o sufrirá graves heridas a causa de los disturbios que ocasionará esa misión. Claro está que los movimientos sociales de Bolivia no van a permitir que una derrota de más de diez puntos obligue a un balotaje o empine como ganador al perdedor. Además,  no es un dato menor que ya los gobiernos de México y el nuevo de Argentina reconocieron el triunfo de Evo, al igual que los de Cuba y la República Bolivariana de Venezuela. En suma: la restauración del neoliberalismo en Bolivia parece haberse frustrado de nueva cuenta, por más esfuerzos que hagan el imperio y sus lugartenientes locales.

En línea con este marco regional signado por un generalizado clima ideológico de repulsa al neoliberalismo imperante, en la Argentina la experiencia neoliberal de Mauricio Macri fue repudiada en las urnas. Ampliamente porque lo que hubo el 27 de Octubre no fue la primera vuelta de una elección presidencial. Ésta, en realidad, tuvo lugar el 11 de Agosto, en las PASO (elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias) y allí las distintas alianzas políticas midieron sus fuerzas. Dado que en esa ocasión quedó demostrado que sólo Mauricio Macri poseía los votos como para desafiar el poderío electoral del Frente de Todos el presidente atrajo las preferencias de electores de derecha que en las PASO habían optado por otras candidaturas (Juan José Gómez Centurión o José Luis Espert, y algunos de Roberto Lavagna) y probablemente con un segmento mayoritario de la mayor afluencia ciudadana que concurrió a los comicios este domingo. De todos modos quedan algunas incógnitas de difícil resolución y que despiertan cada vez más fundadas suspicacias sobre el genuino  veredicto de las urnas. Por ejemplo, el hecho de que la fórmula Fernández-Fernández sólo hubiera acrecentado su caudal electoral en unos 250.000 votos, disminuyendo su gravitación porcentual con relación a las PASO en casi un uno y medio por ciento es difícil de entender. Sí que su rival lo acrecentase, pero que lo hiciera en 2.350.000 votos y casi siete y medio por ciento provoca por lo menos una cierta curiosidad. Es obvio que el macrismo se benefició con la fuga de votos hacia su candidatura, pero su crecimiento luce como excesivo al igual que el muy poco que experimentó el Frente de Todos en un contexto de profundización de la crisis económica como la vivida por la Argentina en los últimos dos meses. Otro misterio de la aritmética electoral lo ofrece el paradero de los 900.000 votos obtenidos en las PASO por las dos candidaturas presidenciales del trotskismo y que se redujeron a poco más de 550.000 el domingo pasado. Qué ocurrió con esos 350.000 votos faltantes: ¿se evaporaron, votaron a Macri? Son demasiadas interrogantes que no podremos resolver aquí pero que alimentan la sospecha de que pudo haber habido un muy sofisticado fraude informático que seguramente será descubierto en cuanto se termine el escrutinio definitivo del comicio. De todos modos, más allá de estas disquisiciones, los casi ocho puntos porcentuales que separan a Fernández de Macri   (que pueden acrecentarse cuando se conozcan los datos definitivos) son, para un balotaje, una diferencia muy significativa. Recuérdese que en la segunda vuelta de la elección presidencial del 2015 Macri se impuso a Daniel Scioli por dos puntos y medio, 2,68 % según el escrutinio definitivo. Lo cierto es que la ardua tarea de reconstruir a la economía y sanar las profundas heridas que el macrismo dejó en el tejido social sólo será posible abandonando las recetas del neoliberalismo. Éste ocasionó en la Argentina la crisis más grave de su historia, peor aún que el traumático desplome de la Convertibilidad en el 2001. Será como remontar una empinada cuesta, porque Macri deja al país en profunda recesión, acribillado por la inflación y un desempleo de dos dígitos,  con casi cuarenta  por ciento de gente en la pobreza y una deuda descomunal, y a corto plazo, nada menos que con el FMI. Pero los estallidos sociales de Chile y Ecuador son un elocuente disuasivo para desalentar a quien quiera aconsejar al nuevo presidente que lo que hay que hacer es emular los logros del neoliberalismo tal cual se conocieran en Chile.

No podría concluir esta mirada panorámica sobre la agonía del neoliberalismo en Latinoamérica sin mencionar el serio revés sufrido el domingo pasado por esta corriente ideológica en las elecciones regionales de Colombia. En este país el autodenominado Centro Democrático (que no es ni lo uno ni lo otro, sino una derecha radical y visceralmente antidemocrática), partido al que pertenecen Álvaro Uribe y el actual presidente Iván Duque, sufrió una dura derrotaen la disputa librada en las dos principales ciudades del país, Bogotá y Medellín. En ambas se impuso la oposición de centro izquierda y el uribismo sólo prevaleció en dos de las  32 gobernaciones de Colombia. Si bien es prematuro anticipar previsión alguna acerca de lo que podría acontecer en las elecciones presidenciales del 2022 lo cierto es que si algo no se esperaba en Colombia era un tropiezo tan contundente de la derecha ultraneoliberal en aquellas ciudades. Una señal muy positiva, sin dudas.

Tampoco podría poner fin a estas líneas sin compartir en este caso la preocupación que genera el proceso electoral en el Uruguay, en cuya primera vuelta el candidato del Frente Amplio y ex intendente de Montevideo, Daniel Martínez, obtuvo un 39,2 % de los votos contra el 28,6 % de Luis Lacalle Pou, del conservador Partido Nacional. Esto pronostica una reñida contienda en el balotaje que tendrá lugar el próximo 24 de Noviembre porque las restantes fuerzas políticas de la derecha han comprometido su apoyo a Lacalle Pou, incluyendo a la desgraciada novedad de la política uruguaya: el “bolsonarismo” encarnado en el partido Cabildo Abierto liderado por el ex Comandante del Ejército Nacional Guido Manini Ríos, ardiente opositor a cualquier pretensión de revisar los casos de violación de los derechos humanos perpetrados por la dictadura en Uruguay y duro crítico de toda la legislación progresista aprobada por el Frente Amplio a lo largo de quince años de gobierno. No está todo perdido, pero quedan sólo cuatro semanas para persuadir al electorado del Uruguay que elegir un gobierno neoliberal en momentos en que esa corriente se desbarranca en medio de tremendas convulsiones sociales -en Chile, en Ecuador, en Haití y antes en México, con el triunfo de López Obrador- condenaría a  ese país a internarse en un sendero que terminó en un rotundo fracaso en todos los países de la región. Sería ingenuo pensar que lo que produjo un holocausto social sin precedentes en México, luego de 36 años (1982-2018) de co-gobierno FMI-PRI-PAN; o la gravísima crisis que azota a la Argentina y la debacle que devora a Chile y Ecuador pueda dar nacimiento a un resultado virtuoso en la nación rioplatense. Mucho tendrá que trabajar el Frente Amplio para hacer que sus compatriotas observen con cuidado a la escena regional y extraigan sus propias consecuencias.

Ponemos punto final a esta mirada panorámica sobre las vicisitudes de la agonía y muerte del neoliberalismo en América Latina. Lo muerto muerto está, pero lo que brotará de sus cenizas no es fácil de discernir. Será dictado, como todos los procesos sociales, por los avatares de la lucha de clases, por la clarividencia de las fuerzas dirigentes del proceso de reconstrucción económica y social; por su audacia para hacer frente a toda clase de contingencias y preservar la preciosa unidad de las fuerzas políticas y sociales democráticas y de izquierda; por su valentía para desbaratar los planes y las iniciativas de los personeros del pasado, de los guardianes del viejo orden; por la eficacia con que se organice y concientice al heteróclito y tumultuoso campo popular para enfrentar a sus enemigos de clase, al imperio y sus aliados, al capitalismo como sistema, que cuenta con enormes recursos a su disposición para conservar sus privilegios y continuar con sus exacciones.  Será una tarea hercúlea, pero no imposible. Se avecinan “tiempos interesantes” y preñados de grandes potencialidades de cambio. La incertidumbre domina la escena, como invariablemente sucede en todos los puntos de inflexión de la historia. Pero donde hay una certeza absoluta es que ya más nadie en Latinoamérica podrá engañar a nuestros pueblos, o pretender ganar elecciones, diciendo que “hay que imitar al modelo chileno”, o seguir los pasos del “mejor alumno” del Consenso de Washington. Esto fue lo que por décadas recomendaron -en vano, visto el inapelable veredicto de la historia- el antes locuaz y ahora silente Mario Vargas Llosa junto a la pléyade de publicistas del neoliberalismo que imponían con prepotencia sus falacias y sofismas gracias a su privilegiada inserción en los oligopolios mediáticos y aparatos de propaganda de la derecha. Pero esto ya es pasado.  Y no cometeremos la imbecilidad de pretender hacer gala de una inverosímil “neutralidad” o de buenos modales a la hora de despedir a esta corriente ideológica en sus exequias deseándole que “descanse en paz”, como se hace con quienes dejaron una huella virtuosa en su paso por este mundo. Lo que diremos en cambio es: “¡vete al infierno, maldita, a purgar por los crímenes que tú y tus mentores han perpetrado!”

Fuente: https://www.tercerainformacion.es/opinion/opinion/2019/10/30/pensamiento-critico-agonia-y-muerte-del-neoliberalismo-en-america-latina

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UNICEF: La mayor fuerza laboral del mundo carecerá habilidades para trabajar en 2030

Redacción: Diario Libre

Más de la mitad de los jóvenes del Sur de Asia (54 %), que formarán la mayor fuerza laboral del mundo en los próximos años, abandonan los estudios sin haber adquirido las habilidades necesarias para los trabajos que se generarán en la década de 2030, alertó este miércoles Unicef.

Esa es la principal idea que se desprende de un informe elaborado por Unicef y la Coalición Global de Empresarios por la Educación (GBC-Education) divulgado hoy, sobre una región que abarca la India, Pakistán, Nepal, Maldivas, Bangladesh, Sri Lanka y Bután, donde cada día 100.000 jóvenes entran a formar parte de la población activa.

La asesora de la iniciativa Generación sin Límites de Unicef, centrada en la educación, Urmila Sarkar, explicó a Efe que, aunque los gobiernos de la región ‘no son reacios’ a mejorar los sistemas educativos, se trata de una ‘empresa masiva’ porque ‘necesitan organizar mejoras en muy diferentes áreas’, lo que es una tarea ‘cara y compleja’.

Pese a ello, Sarkar se muestra optimista y cree que los gobiernos ‘entienden completamente’ el problema y ‘se mueven con gran urgencia’.

CARENCIA DE LECTURA Y DE ESCRITURA

La experta detalló que en el ámbito escolar los alumnos demuestran una carencia de capacidades ‘básicas’ como en lectura, escritura y matemáticas, así como habilidades digitales.

Tras superar niveles superiores, los estudiantes tampoco adquieren habilidades ‘transferibles o blandas’, como el pensamiento crítico, la resolución de problemas o habilidades de gestión de grupos humanos.

La encuesta ‘Voces de la Juventud’ de Unicef, en la que se basa el informe, reveló que el 26 % de ellos se queja de que los estudios carecen de programas que les permitan adquirir experiencia laboral, mientras que el 23 % califica de ‘inadecuados’ los servicios de apoyo para mejorar su empleabilidad.

Además, el 44 % denuncia la existencia de prácticas ‘corruptas y discriminatorias’ en el acceso a las prácticas laborales, lo que supone una de las ‘barreras clave’ para encontrar un empleo tras haberse graduado.

En ese sentido, Sarkar dijo que ‘nos gustaría ver a las empresas aumentar sus buenas prácticas’ en ese área, ya que ‘creemos que se servirán mejor a sí mismas y a sus sociedades contratando en base al mérito, de una manera honesta y transparente’.

Según Unicef, el Sur de Asia contará hasta 2040 con la mayor fuerza laboral del mundo, lo que, a pesar de que cada vez más empleos desaparecen en pro de la robotización, supone una ‘ventaja’ para la región, de acuerdo con Sarkar.

Argumentó que esa numerosa mano de obra, si está ‘capacitada y motivada’, ‘aumenta la productividad y ayuda a las economías a desarrollar sectores de mayor valor añadido’, así como los ‘mercados de bienes y servicios’.

TRANSICIONES ECONÓMICAS DOLOROSAS

No obstante, reconoció que ‘las transiciones económicas pueden ser dolorosas a corto y medio plazo’ y que su preocupación ‘no es que desaparezcan empleos, pero sí que no lleguen otros’ nuevos.

Añadió que el Sur de Asia ofrece ‘ventajas competitivas’ como ‘su posición fuerte en las tecnologías de la información, que pueden contribuir a un crecimiento mayor del empleo’.

Paralelamente, advirtió de que la formación en habilidades no lo es todo, y que ‘muchos jóvenes que logran conseguir un trabajo todavía viven en la pobreza’, por lo que resulta ‘crucial que los jóvenes conozcan sus derechos’ y que es ‘importante que cuenten con plataformas para canalizar y expresar sus opiniones’, ya que suelen estar ‘infrarrepresentados en los sindicatos’.

Recordó que según la Organización Mundial del Trabajo (OIT), el 54 % de los jóvenes que trabajan en el Sur de Asia viven bajo el umbral de la pobreza -con menos de 3,10 dólares diarios- y un 20 % de ellos se encuentra en situación de pobreza extrema -con menos de 1,90 dólares al día-.

Además, dijo que el 73 % de los trabajos en la región son precarios, situación aún peor para la mujer, pues ‘cuatro de cada cinco empleos para mujeres son precarios’.

Fuente: https://www.diariolibre.com/actualidad/internacional/la-mayor-fuerza-laboral-del-mundo-carecera-habilidades-para-trabajar-en-2030-OF15019465

 

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Pobreza, más pésima educación, más colonia es igual a violencia en Puerto Rico

 

Por: Dr. Edgar León.

La formula perfecta para un desastre social esta en la isla de Puerto Rico. Todos los factores para que surja un incremento en la violencia. Los lectores me acusarán de pesimista pero no podemos ocultar lo que se vive en la isla.  La falta de reconocimiento del verdadero problema es lo primero. O sea, antes de resolver un problema hay que reconocer que lo tienes y que es lo que lo causa.  En el caso de Puerto Rico lo ha causado en chocarse con la realidad de que ya no se pueden hacer mas prestamos para mitigar el mal manejo gubernamental y despilfarro de dinero en oficinas y departamentos que de nada sirvan.

Puerto Rico tiene una pésima educación publica que gasta billones en un sistema completamente desarticulado y fragmentado. El sistema de educación publica se ha usado como un centro de empleo sin pensar en la necesidad de los niños. Hay que sumarle que el sesenta porciento de los niños viven en una pobreza extrema lo cual por vergüenza nadie quiere reconocer.  Si no fuera por la poca ayuda económica de los Estados Unidos de Norte América y el PAN, tendríamos mucho mas personas sin hogar que ahora existen.

La falta de educación publica de calidad crea personas con posibilidades mínimas de empleo, tambien causa que las personas (hombres, mujeres, niños y abuelos) recurran al crimen, al robo y a la mentira como alternativa para mantener a su familia y comprar las cosas que ganando 7.25 la hora no pudieran comprar. Esos valores se los inculcan a los hijos y crea una subcultura que va en crecimiento.

El ciudadano de Puerto Rico tienen una ciudadanía incompleta porque vive en un territorio.  El ciudadano de Puerto Rico no puede votar por el Presidente de los Estados Unidos mientras vive en Puerto Rico. Ahora menos tendrían los miembros del Congreso republicano la inclinación de darles el voto a favor de los residentes americanos en Puerto Rico porque la mayoría serian demócratas y se irían en contra del presidente Trump.

Puerto Rico recibe una reducida cantidad de ayudas que el resto de los estados de la nación por ser una colonia. No tenemos voto en el Congreso a pesar de que tenemos mas residentes que muchos estados de la nación. Solo hay una comisionada residente como un tiesto bochornoso que se llama “congresswoman” pero no es cierto ese titulo.

En Puerto Rico se discrimina contra las familias de ciudadanos americanos todos los días dándole menos e ignorando la condición colonial. Sin embargo, se interviene en otros países para liberar personas que gobiernos coloniales.

El disparate que existe ahora mismo en la isla con la fuerza policíaca también es la causa del aumento en la violencia. No se sabe ni esta claro quien esta a cargo de que delitos. Todo depende de que es lo que quieran hacer los federales.

El sistema de seguridad de Puerto Rico publica local se encuentra castrado por la politiquería y el modelo judicial que existe. Por ejemplo, cuando arrestan a un delincuente, va al tribunal y lo sueltan bajo palabra en lo que hay un espacio para el juicio.  No existe un sistema comprensivo que trabaje con los fiscales y jueces de una manera fuerte y clara de que no se van a tolerar los crímenes a pleno día por pistoleros a sueldo.

Puerto rico puede tener 10 mil policías mas pero eso no va a parar la venta y la distribución de drogas. Puerto Rico es un puente de trafico de drogas entre Colombia y los Estados Unidos.  Los federales tienen que asignar mas millones de dólares fondos para cerrar el paso marítimos y aéreo de drogas en el Caribe. Esto se ha ignorado y nadie dice nada sobre esto por miedo a represalias federales.

Hay que ver seriamente como se legaliza parte de las drogas en Puerto Rico para que no haya la demanda que existe y los puntos de drogas en cada esquina. En los países donde se ha legalizado la droga medicada el crimen ha bajado substancialmente y el consumo de drogas también.

La mentira de que tenemos un sistema de educación publica de calidad ya no se aguanta. Esto incluye la mentira de que podemos tener una universidad publica con 11 recintos. Ya en el día de hoy la prensa local presenta al presidente de la Universidad de Puerto Rico diciendo que va a tener que cerrar recintos si la junta de control fiscal no la aprueba 45 millones de dólares adicionales. Proponemos que comiencen cerrando la presidencia, los rectores innecesarios y el gasto multi-millonario no justificado en puestos administrativos que no general fondos para el publico. También proponemos que la posición de presidente sea por elección del pueblo y los integrantes de la junta de gobierno de la UPR también.  De esta manera el pueblo tiene la palabra en quien se pone ahí para dirigir con una capacidad administrativa para generar y buscar fondos pero para no gastarlos sin control.

Estos sistemas educativos de Puerto Rico se han usado centros de empleo manejados políticamente desde adentro. La universidad esconde sus violaciones de ley bajo la ley #170 de procedimiento uniforme. Eso actualmente quiere decir que toda violación de ley es aceptable y no hay derecho alguno dentro de la institución.  La otra opción es ir a la corte federal que cuesta mucho dinero y los profesores deciden irse o esperan a que los despidan ilegalmente.

El hacer reuniones con la policía en la Fortaleza cada vez que hay una masacre tampoco resuelve el problema social que experimenta la isla. Hay que actuar rápidamente de forma clara y mano dura.

Una de la soluciones mas viables seria la de solicitar como pueblo que el Congreso deje la discriminación y le de la opción a los puertorriqueños de ser libres o un estado de la nación.  Si no se habla del asunto se olvida y sigue la discriminación. El estatus actual como un limbo donde se violan los derechos de 3.2 millones de ciudadanos americanos al mantener a Puerto Rico como colonia debe ser una noticia de las primeras planas del periódico nacional diariamente.

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Chile: laboratorio neoliberal

América del Sur/Chile/27-10-2019/Autor(a): Hugbel Roa/Fuente: diariodelosandes.com

Por: Hugbel Roa

Chile es el país dónde el neoliberalismo se jacta de haber tenido un “gran éxito”. En efecto, la reestructuración fue total. Fiel al programa neoliberal, la dictadura de Pinochet llevó adelante pautas económicas que llevarían a una desregulación drástica de la economía, desempleo masivo, una concentración de la renta en favor de los sectores económicos más cerrados, la privatización de bienes públicos, etc., lo cual fue posible aplicando un duro esquema de represión, sangriento y brutal.

El teórico social David Harvey, en su libro Breve historia del neoliberalismo, señala que la expresión política del neoliberalismo en tanto proyecto económico global conllevó una redistribución de capitales, restableciendo el poder de las élites internacionales y nacionales, sobre todo de países centrales como Estados Unidos o Inglaterra.

Una vez instalado el gobierno militar de Pinochet, a la persecución, la tortura, el exilio y la muerte de trabajadores y jóvenes de esa generación que defendió y le exigió a Allende la ruptura radical con la burguesía, se sumó una política económica totalmente neoliberal que aún, en pleno siglo XXI, Chile pretende mantener. De la mano de economistas formados en la Universidad de Chicago y a través del Proyecto Chile, financiado por la Fundación Ford y organizado por los “Chicago Boys”, el gobierno llevó adelante una reestructuración total de la economía. Con ello, Chile se convirtió en la base de operaciones del Plan Cóndor, diseñado por los EE.UU. y que permitía coordinar la represión hacia la vanguardia obrera y juvenil en gran parte de Sudamérica.

Hoy vemos en Chile, un precario sistema de protección social, una desigualdad social extrema, según la última edición del informe Panorama Social de América Latina elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el 1% más adinerado del país se quedó con el 26,5% de la riqueza en 2017, mientras que el 50% de los hogares de menores ingresos accedió solo al 2,1% de la riqueza neta del país. Los adultos mayores tienen pensiones por debajo del sueldo mínimo, mientras que la Administradora de Fondos de Pensiones acumulan ganancias, el aumento de 10.5% en las tarifas de luz, el valor de los medicamentos es de los más altos de la región, con un sistema de salud privado que deja por fuera a los ancianos y es tres veces más caro para las mujeres. Un reciente estudio de la Universidad Diego Portales, determinó que de un total de 56 países alrededor del mundo, Chile es el noveno más caro.

A todos estos factores de descontento, se suma una ola de casos de corrupción en instituciones como El Ejercito y Policía de Carabineros, acusada de desviar más de 40 millones de dólares, aunado a la persecución y criminalización del movimiento estudiantil.

El pueblo chileno, encabezado por los estudiantes, hoy está en las calles protestando por el aumento en el pasaje del Metro, pero también el alza en el costo del Ferrocarril Metropolitano, que transporta a diario a casi tres millones de personas, los manifestantes alegan que un alza en el pasaje del metro es inconcebible, más aún si se considera que el transporte público en Chile es uno de los más caros en función al ingreso medio.

Los “ideólogos” neoliberales, apoyados de manera evidente por las grandes corporaciones mediáticas que históricamente han estado a merced de la burguesía, tratan de tachar como “delincuentes” y “violentos” a los estudiantes que hoy se manifiestan contra todas estas políticas neoliberales que afectan a más del 85% de la población, minimizando, además, que se trata del rechazo únicamente al costo del pasaje, cuando esto, es solo parte de un problema social mucho mayor. Ante esto, la respuesta del Gobierno chileno ha sido decretar toque de queda y militarizar las ciudades del país, volviendo a aquellos oscuros días de sangre, muertes y desapariciones que bien supo aplicar Pinochet.

Fuente e Imagen: https://diariodelosandes.com/site/chile-laboratorio-neoliberal-2/

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Entrevista a Clara Martínez. Profesora de Derecho Adminisitrativo:

Por: Daniel Sánchez Caballero

“En el ámbito familiar parece que los niños no tienen derechos y cada uno puede hacer lo que quiera”

Los derechos de la infancia, como el derecho de participación, muchas veces no terminan de cumplirse, a pesar de las leyes. Clara Martínez asegura que «no nos creemos que (las y los niños) puedan tener opinión».

Clara Martínez García es profesora de Derecho Administrativo en la Universidad Pontifica de Comillas y hace las funciones de directora de la Cátedra Santander de Derechos del Niño. Desde su posición, Martínez ha investigado en derechos de la infancia y derecho administrativo, lo que la convertía -junto a su equipo- en la candidata ideal para ayudar a elaborar la nueva ley contra la violencia contra infancia, que el Congreso debería aprobar la próxima legislatura (a priori tiene el apoyo de todos los grupos). Martínez, que se declara “muy fan” de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, cree que la Agenda 2030 que los enmarca supone “una gran oportunidad de repensar el sistema. La infancia es transversal a todos los objetivos y nos va a dar una dimensión nueva de lo que tienen que ser las obligaciones de los poderes públicos con los niños para que se puedan cumplir sus derechos”. Hablamos con esta profesora sobre la conferencia que ha impartido este jueves sobre derechos de la infancia en el marco de las jornadas La Ciudad de los Niños, que han tenido lugar en La Casa Encendida de Madrid.

¿Se cumple en España la Convención sobre los derechos del niño?

Hay cosas en las que no, está claro. O, si se quiere, se cumple parcialmente. La violencia contra la infancia sin duda que es una en la que se puede mejorar, pero hay muchos apartados. Pobreza, colectivos vulnerables de niños, participación -una cosa muy seria-, déficits institucionales del sistema… Hay muchos aspectos en los que podemos seguir mejorando.

Varias de las cuestiones parecen bastante obvias, pero me llama la atención que señales, con énfasis además, la participación de los pequeños en la sociedad. Parece un campo muy ignorado.

Es como un límite casi psicológico. Ponemos excusas con el tema de la participación. Pero la Convención, el tema de la participación -que lo consagra en un artículo– lo contempla en unos términos amplísimos. Pretende que el niño sea escuchado en aquellos aspectos de su vida que le afectan. No solo en términos procesales (que le pregunten en un divorcio u otro caso en un juzgado), sino que aparece como catalizador de otros muchos: libertad de expresión, de pensamiento, de creencia. Todos los derechos que aparecen en la Convención están aquí. Pero lo incumplimos mucho. Incluso aunque se recoge en el artículo 9 de la Ley Orgánica de Protección jurídica del Menor, se concreta en que se incumple exactamente igual. Hemos avanzado en tener el derecho, pero nos falta trasladarlo a la práctica. No nos creemos que sean capaces de tener opinión, y no las tenemos en cuenta con el peso que deberíamos, sobre todo, en las cuestiones que les afectan. Pasa en muchos países. Esto no significa que no hayamos hecho nada, hay mucha gente intentado concretar formas de hacerlo. Pero ni siquiera está en nuestras cabezas. Seguimos pensando que tenemos que hacer muchas cosas por ellos, pero sin ellos, una especie de despotismo ilustrado para ellos.

¿De qué manera se podría canalizar esta participación?

No hay una única manera. La base estaría -según el Comité y yo estoy de acuerdo- en el ámbito educativo. Los niños pasan cantidad de horas ahí, de forma natural se relacionan con profesores, etc. Están tomando permanentemente decisiones que les afectan, pero no se acaban de canalizar bien esas participaciones. Podemos seguir en el ámbito familiar, un lugar donde parece que el derecho no entra y cada uno puede hacer lo que quiera. Pero, probablemente, si establecemos otra manera de relacionarse padres e hijos, tomando en cuenta a todos, tendrán algo que decir en lo que pueden parecer pequeñas cosas. Hay una cuestión orgánica y de establecer cauces de participación y otra que tiene que ver con una concienciación y un cambio de mentalidad. Creer que los niños son sujetos de derechos y tenerlos en cuenta. Hay gente que critica los parlamentos de niños porque dicen que a quién representan. No sé si representan a todos, pero son los que participan. Pero no los terminamos de crear; tendríamos que hacerlo. Antes de concretar el cómo, hay que estar seguro de que nos lo creemos.

Cumplimos 30 años de la adhesión a la Convención de los Derechos del Niño. ¿Cómo se ha avanzado en sus derechos?

Hemos ido avanzando en todos los ítems en los que el Comité nos examina. Eso ya simplemente en sí mismo es bueno. Cada cinco años -al final son más- el comité va a venir al Estado firmante para que rinda cuentas, dé datos, normas, enseñe planes estratégicos. Creo que estamos en la línea correcta de que esto supone un compromiso para todos los que estamos en el sistema. Retrocesos creo que en según qué sitios no ha habido, pero en algunas cosas estamos muy verdes. Bueno, de hecho creo que sí. En Educación el comité cree que ha habido retroceso con la LOMCE. En pobreza también, y en ayuda oficial al desarrollo. Durante los años de la crisis más fuerte hemos retrocedido. De alguna medida se está intentado paliar y si las cosas van mejor, salir adelante. Pero la educación de calidad estamos lejos de conseguirla. Cada vez más estudios hablan de la segregación escolar por causas económicas, eso es muy duro. Y, además, en los colegios públicos. Algo no estamos haciendo. En educación inclusiva nos ha caído una condena del Comité que señala que España incumple el derecho a la educación inclusiva. En violencia no tenemos una estrategia, nos lo dice el Consejo de Europa y el Comité. Solo hemos quitado del Código Civil el poder a golpear a los hijos (“una facultad de corrección”), pero la gente lo sigue haciendo.

Habla de un retroceso en la pobreza infantil, pero el Gobierno ha creado una figura específica para ello, el Alto Comisionado para la lucha contra la pobreza infantil. ¿No le ha dado tiempo a conseguir resultados o no está acabando de funcionar?

Es un gran logro que se haya creado la figura. Ha tenido el recorrido que ha tenido, pero sí que intentado compensar en materia educativa y de salud, sobre todo, para paliar con recursos todo el retroceso que se había producido. No había, sobre todo para los extranjeros, un acceso universal a la sanidad. Ha hecho propuestas que se han aprobado en los presupuestos fallidos, se han creado dos comisiones permanentes en el Congreso sobre infancia.

Ha mencionado que España fue sancionada por incumplir el Convenio sobre derechos de las personas con discapacidad de la ONU. ¿Ha habido alguna sanción por incumplimiento del Convenio sobre derechos de los niños?

Que yo sepa no, pero no descarto que pueda caer alguna por la situación de los niños en los centros de protección en Melilla. Lo que sí hay son informes que expresan preocupación por determinados temas en España.

Hemos hablado de posibles áreas de mejora. ¿Coinciden con los próximos retos o hay más?

Entendiendo los retos como temas pendientes, tenemos un desafío claro: el tema de las nuevas tecnologías. Es un espacio donde los niños están muchas horas y se relacionan. La respuesta jurídica actual en el sistema de protección puede ser inadecuada para determinados problemas. No se trata de declarar en riesgo o desamparo, esto viene del código civil, pero está desfasado. Tenemos que repensar el sistema. No para destruirlo, creo que lo más importante sería poner el énfasis de la protección en la prevención. El sistema actual sigue dando protagonismo a la reacción. Es verdad que una vez que se han vulnerado los derechos del niño el sistema responde y al niño se le atiende. Pero lo realmente importante sería basar las leyes en los instrumentos que necesitamos para que puedan ejercitar sus derechos. Si fortalecemos esto, seguramente la respuesta reactiva a una vulneración de derechos sería cuantitativamente menor, tendría que haber menos, estaríamos trabajando en la protección ayudándoles a evitar la vulneración de derechos.

Si no me equivoco, estuvisteis en la cátedra trabajando en una nueva ley sobre la violencia contra la infancia que se aprobará la próxima legislatura. ¿Cuáles son los puntos principales?

Esta ley fue una recomendación del Comité de los Derechos del Niño a España en 2010. Estaba el Gobierno anterior, del PP, y pensó que no era el momento oportuno para esto y prefirieron sacar otras dos leyes más generales, en 2015, que modificaron otras 20 leyes a su vez. Son dos leyes importantes porque tocan muchos temas, pero no abordaron de manera global el problema de la violencia. El siguiente gobierno del PP empezó a trabajar en ello despacito. Hay que destacar que hay una Proposición No de Ley en el Congreso aprobada por unanimidad instando al Gobierno para que presentase una ley en esta cuestión. Luego llegó la moción de censura, cambió el Gobierno y aún así el PSOE, partiendo del texto que ya existía, la llevó al Consejo de Ministros. Esta ley está montada de manera paralela a la de Violencia de Género. Es fundamentalmente preventiva, prohíbe de manera explícita la violencia contra los niños. Obliga a los poderes públicos a coordinarse mejor para protegerlos. Esto implica unos pequeños cambios en el Código Penal y cambios procesales para no victimizar, etc. También la creación de unos juzgados especiales para atender la violencia contra la infancia. Es tutela administrativa, tutela penal y tutela procesal, son los tres grandes ejes. Lo importante es que supone un abordaje integral sobre la violencia: en las escuelas, en los medios, cómo se aborda en los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, en los servicios sociales, en la familia.

Se recoge un principio de buen trato a los niños (no solo conformarse con no tratar mal, si no dar el paso a tratar bien, que no es lo mismo). Lo que ya tenemos hasta ahora son las leyes de protección, declaración de desamparo: si el niño sufre malos tratos graves se le separa de la familia y entra en un centro. Para el agresor, Código Penal. Esto no va al fondo del problema ni analiza las causas del problema. Y no lo hace con enfoque de derechos. La Convención dice que el niño tiene derecho a vivir con sus padres salvo que no sea bueno para él. No estamos garantizando ese derecho si inmediatamente los separamos. Tendremos que ayudar a los padres a hacer las cosas bien. Y si no lo hacen bien, entonces responder. Son cambios aparentemente pequeños, pero legislativamente de mucho calado.

¿La fuente principal de violencia contra los niños es la familia?

Me temo que sí. Pero para los niños lo peor de la violencia es el acoso o bullying en la escuela, según los informes que hay. Pero la familia, que debería ser un factor de protección, muchas veces no lo es. En abusos sexuales la mayor parte se producen en el seno familiar. La violencia se produce en los ámbitos en los que viven los niños: familia, escuela e, incluso, centros de protección, donde también hay violencia institucional.

¿Qué papel debe jugar la escuela en todo esto?

Está en la ley, hay un deber de denuncia cualificado de denunciar para los profesionales que trabajan con niños. Aunque no se haya producido en la escuela, los profesionales deben, por lo menos, poner en conocimiento de los servicios sociales la posibilidad o sospecha incluso de maltrato a un niño. La escuela no tiene que solucionar el problema. Muchas veces los profesores no se quieren meter porque es un marrón. Solo tienen que notificarlo. Los pediatras en esto están más avanzados y también alertan inmediatamente. Ellos detectan muchas situaciones de violencia y no miran para otro lado. La función del pediatra no es solo curar. Si la sintomatología le lleva a sospechar que hay un posible maltrato, su obligación es denunciar. Lo tenemos todos, pero los profesionales que trabajan con niños tienen un deber cualificado. La detección es fundamental. Para eso, una de las cosas que contempla la ley es la formación a los profesionales en la detección.

Pero esto de la formación para detectar la violencia en el ámbito educativo pasa entre poco y nada, ¿no?

En algunos casos sí, me consta, pero no de una manera tan sistemática como en el ámbito sanitario. Por ejemplo, para ellos la recogida de datos está sistematizada. En otros ámbitos esto cuesta mucho más. En servicios sociales y en el ámbito educativo no está tan interiorizado por cada uno de los profesionales que realmente su papel no es solo ser profesor, sino que forman parte de un sistema y son como las terminaciones nerviosas, están ahí detectando. Se hace menos y peor, en el sentido de que no está sistematizado. Hay protocolos distintos, o no los hay, se aplican o no. Como no es obligatorio… A veces parece que se quitan la responsabilidad por no aplicar un protocolo que no deja de ser una recomendación. ¿Entonces para qué tienen un protocolo?

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/10/25/en-el-ambito-familiar-parece-que-los-ninos-no-tienen-derechos-y-cada-uno-puede-hacer-lo-que-quiera/

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Suiza: Atribuye ONU a una mayor desigualdad social la ola global de protestas

Europa/Suiza/27-10-2019/ Autor y Fuente: www.publimetro.com.mx

Protestas en Bolivia, Chile, Ecuador, España o Hong Kong tienen pautas comunes: poblaciones hartas y enfadadas por condiciones socioeconómicas.

Portavoces de Naciones Unidas en Ginebra opinaron que el aumento de las protestas en todo el mundo, citando recientes ejemplos en Bolivia, Chile, Ecuador, España o Hong Kong, tiene como raíz el aumento de la desigualdad social y la brecha entre ricos y pobres, problemas que llamaron a atajar.

Aunque las razones de las protestas «son complejas y variadas» hay pautas comunes tales como «poblaciones hartas y enfadadas por las condiciones socioeconómicas, la corrupción, la desigualdad y el aumento de la brecha ricos-pobres», destacó la portavoz de la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos Ravina Shamdasani.

El portavoz de Naciones Unidas en Ginebra Rhéal LeBlanc, en la misma rueda de prensa, agregó que esta conflictividad social «indica que aún hay mucho que hacer para lograr los objetivos de desarrollo sostenible» en aras de reducir la pobreza y crear condiciones de trabajo digno.

Va en aumento desconfianza a gobiernos

Shamdasani apuntó que el descontento «se ve exacerbado por una creciente desconfianza en las instituciones de gobierno, los políticos y las elites en el poder» y subrayó que muchos de los movimientos de protesta empezaron por reivindicaciones específicas pero derivaron a muestras de malestar más generalizadas.

La portavoz añadió que la respuesta violenta contra algunas de esas protestas también ha servido para acrecentar el descontento en momentos en los que «las fuerzas de seguridad han incumplido los estándares internacionales sobre el uso de la fuerza e intentaron obstruir derechos humanos fundamentales como la libre expresión».

Sobre el recurso a la violencia de algunos manifestantes, insistió en que las autoridades han de distinguir protestas pacíficas de aquellas que no lo sean, sin usar los altercados como carta blanca para usar la fuerza en cualquier circunstancia, lo que «es receta para convertir una situación terrible en catastrófica».

Shamdasani concluyó que la respuesta a todas estas protestas con raíces comunes debe ser «un diálogo genuino y significativo».

Fuente e Imagen: https://www.publimetro.com.mx/mx/noticias/2019/10/25/atribuye-onu-una-mayor-desigualdad-social-la-ola-global-protestas.html

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El Banco Mundial se ha propuesto reducir a la mitad la «pobreza del aprendizaje»

Redacción: Diario Responsable

Este concepto se define como el porcentaje de niños de 10 años que no pueden leer y comprender un relato simple, algo que le sucede a más de la mitad de los niños que viven en países menos desarrollados. En los países pobres, esta proporción se eleva hasta el 80%, según datos de la UNESCO.
Esta nueva meta se corresponde con los esfuerzos encarados en el marco del Proyecto de Capital Humano con el propósito de generar el compromiso político necesario para acelerar las inversiones en las personas. Gran parte de la variación del Índice de Capital Humano (que se utiliza para medir los avances de los países respecto de la salud, la educación y la tasa de supervivencia de su población) obedece a las diferencias en los resultados educativos. “Alcanzar esta meta de aprendizaje es fundamental para lograr nuestra misión”, según David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial. “Para abordar la pobreza del aprendizaje será necesario implementar reformas integrales que permitan garantizar que los recursos internos se utilizarán de manera eficaz. La meta señala la urgencia de realizar inversiones para lograr una mejor enseñanza y mayor coordinación en las prioridades fundamentales del aprendizaje”.

Y según Annette Dixon, vicepresidenta de Desarrollo Humano del Grupo Banco Mundial, “en muchos países se ha eliminado casi por completo la pobreza del aprendizaje, con niveles inferiores al 5 %. Pero en otros es sumamente elevada. Estamos poniendo en peligro el futuro de muchos niños. Esta situación es moral y económicamente inaceptable. Con esta meta de aprendizaje se busca impulsar los esfuerzos para lograr un objetivo ambicioso pero alcanzable”.

Varios países en desarrollo muestran que es posible avanzar con rapidez. En Kenya, se han hecho progresos gracias a las actividades de capacitación para docentes facilitadas mediante la tecnología, las guías para maestros y la entrega de un libro de texto por cada niño (en inglés y en kiswahili), con contenidos adecuados al nivel de los alumnos. En Egipto, el Gobierno modificó los planes de estudio y sus sistemas de evaluación, de manera que ahora se evalúa a los alumnos durante todo el año. Aquí, el elemento principal de las reformas se centró en el aprendizaje y ya no en la obtención de un certificado escolar. Y en Vietnam, los notables resultados del aprendizaje se atribuyen a la aplicación de un plan de estudio de alcance nacional claro y explícito, a la disponibilidad casi universal de libros de texto y al bajo nivel de ausentismo de alumnos y docentes. En muchos otros países, las mejoras siguen siendo preocupantemente lentas. Aun si los países logran reducir sus niveles de pobreza del aprendizaje al ritmo más veloz registrado en los últimos 20 años, el objetivo de acabar con ella no podrá alcanzarse para 2030.

El Banco utilizará tres pilares de trabajo para ayudar a los países a alcanzar esta meta y mejorar los resultados del capital humano de su población. En primer lugar, un paquete de políticas de alfabetización conformado por intervenciones de nivel nacional probadamente eficaces para promover en gran escala la competencia en lectura. Esto supone garantizar el compromiso político y técnico con la alfabetización, asentado sobre planes adecuadamente financiados; garantizar la enseñanza eficaz para lograr la alfabetización mediante una pedagogía eficaz y fuertemente estructurada; preparar a los docentes para que enseñen en el nivel adecuado y brindarles capacitación práctica en las propias escuelas; garantizar el acceso de todos los niños a los libros de texto y de lectura, e impartir la enseñanza en el idioma natal de los alumnos.

También un enfoque renovado sobre la educación que fortalezca los sistemas educativos en su totalidad, de modo que las mejoras en el nivel de alfabetismo puedan sostenerse y ampliarse, y puedan lograrse también los demás resultados educativos. Este enfoque abarca cinco pilares: i) alumnos preparados y motivados; ii) docentes eficaces y valorados; iii) aulas equipadas para el aprendizaje; iv) escuelas seguras e inclusivas, y v) sistemas educativos bien administrados. Y, por último, un programa de mediciones e investigación ambicioso, que incluya la medición tanto de los resultados del aprendizaje como de sus causas, así como innovaciones e investigaciones continuas orientadas a la acción (lo que comprende el uso inteligente de las nuevas tecnologías) que indaguen sobre cómo desarrollar las habilidades básicas.

Fuente: https://diarioresponsable.com/noticias/28350-el-banco-mundial-se-ha-propuesto-reducir-a-la-mitad-la-pobreza-del-aprendizaje

 

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