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Los exámenes, un elemento más de la evaluación o algo que debe desaparecer

Por: Saray Marqués

“Los exámenes no sirven para nada en la educación. En Art Thinking no existen porque la evaluación, aunque importante, es entendida como una toma de conciencia sobre la educación y no como un castigo o un sistema para humillar y hacernos sentir tontos respecto a los demás”. Habla la profesora de la Universidad Complutense María Acaso desde las páginas de El Mundo. Acaba de publicar Art Thinking, cómo el arte puede transformar la educación (Paidós).

Alberto Royo, profesor de instituto, musicólogo, guitarrista clásico y autor de Contra la nueva educación. Por una enseñanza basada en el conocimiento (Plataforma Editorial 2016) la lee y suspira. “Ya no me sorprendo casi con nada, unas declaraciones así son esperables en la sociedad gaseosa [título de su segundo ensayo]”, manifestará después.

Ambos representan dos posiciones enfrentadas en un debate que va mucho más allá de las frases categóricas. Nos hemos propuesto profundizar un poco más en él, poniendo a prueba la evaluación en sí con la ayuda de distintos expertos.

Aquí van las preguntas. Las respuestas son múltiples:

¿Los exámenes no sirven para nada?

“El problema del examen tradicional (y esto es lo que entiendo que dice María Acaso) es su enfoque calificatorio, dentro de una lógica prescriptiva del conocimiento. Si se trata de saber cuánto porcentaje del contenido curricular es capaz de reproducir el alumno en una prueba escrita, estoy de acuerdo en que estamos llegando al fin de esto, porque no tiene ningún sentido seguir con ello”, reconoce Lucas Gortázar, coordinador del Ciclo de Educación de Politikon y miembro del Proyecto Atlántida. “Sin embargo, esto no significa que ningún examen (o evaluación) sirva para nada. Al contrario, las evaluaciones (internas y externas) de calidad son hoy más necesarias que nunca, aunque quizá deberíamos llamarlas de otra manera”.

“Es distinto decir que los exámenes no sirven para nada a referirse a exámenes finales, en los que te lo juegas todo a una carta, muy cerrados, que no tienen en cuenta el proceso y dejan fuera muchos aprendizajes… lo contrario a la función formativa de la evaluación. Esto no quiere decir que en la escuela no deba haber evaluación, esta es importante porque nos ayuda a avanzar”, señala Elena Martín, catedrática de Psicología Evolutiva de la Universidad Autónoma.

“La enseñanza es algo muy serio y debe estar blindada ante cualquier propuesta pseudocientífica, por muy bienintencionada que sea. Respecto a los exámenes, la evidencia nos dice que, por lo general, mejoran el rendimiento académico. En concreto, la evidencia indica que hacer exámenes es eficaz para retener y consolidar el aprendizaje y que es más útil que repasar lo ya estudiado y que muchas de las más conocidas técnicas de estudio”, asevera por su parte Royo.

¿Son prescindibles?

Para Martín, si el profesor tiene un número razonable de alumnos y es capaz de hacer un seguimiento de sus procesos, de sus productos (cuadernos, portafolios) mediante una evaluación continua, no haría falta nada más. Con esto tendría suficientes datos de dónde se encuentra cada uno de ellos y la prueba, por sí sola siempre limitada, solo serviría como complemento.

El profesor de Lengua y director del IES Bovalar de Castellón, Toni Solano, manifiesta su posición: “No veo la necesidad de desterrar del todo los exámenes, en determinados niveles y con una adecuada dosis pueden ser un instrumento más de evaluación”.

Julio Carabaña, catedrático de Sociología de la Complutense, sí los considera un buen método, “el único método”, para “comprobar lo que los alumnos han aprendido y evitar los favoritismos y la subjetividad del profesor, algo que se olvida cuando se proponen métodos informales no reglados y libres”. Reconoce que los exámenes finales formales quizá no sean lo mejor para que el alumno aprenda, eso sí, y matiza que hay diferencias en las distintas etapas: si en primaria cree que debe primar la evaluación continua y en secundaria es partidario de evaluación continua con pruebas y controles parciales, a partir de bachillerato, o cuando hay títulos de por medio, sí reclama pruebas finales formales, que, a su juicio, garantizan a los alumnos “el derecho a ser examinados en las mismas condiciones”.

Por sí solos, ¿bastan?

Para Martín, centrar la evaluación en los exámenes es un error, y deben contemplarse como una pieza de un engranaje mucho más complejo. En la misma línea, Solano entiende que, sin otros indicadores, ninguna prueba escrita podría medir competencias como la iniciativa, las destrezas orales, el trabajo cooperativo o la solución de problemas sin planificación previa. “Incluso un buen examen, entendido como una prueba que hace desarrollar competencias (adquisición de contenidos, expresión escrita, desarrollo de la capacidad crítica, autonomía) siempre tendrá carencias para una evaluación integral”, sostiene Solano, partidario de “controles puntuales para determinados aspectos del currículo, pero sin usarlos para obtener la evaluación global”. “Observación diaria del trabajo en el aula, la libreta o el portafolio del alumno, las rúbricas en los proyectos… hay infinidad de elementos que nos proporcionan indicadores del progreso de un alumno más allá del examen, y muchos de ellos son más fiables incluso”, remata.

¿Se abusa de ellos?

Así lo percibe Solano: “No es normal que un alumno de 1º de ESO, que viene de hacer cinco o seis exámenes por trimestre, se encuentre a partir de octubre con dos o tres exámenes cada semana. Sinceramente, se puede evaluar bien a un alumno sin recurrir a tanto examen”.

¿Pueden tener efectos perniciosos?

“Algunos profesores comentan que es una pena tener que suspender a un alumno porque, por ejemplo, ha sacado un tres en el examen, cuando en clase trabaja y participa a diario. ¿Es eso lo que pretende el currículo al hablar de competencias, que aprueben solo los que mejor retienen la información? La evaluación es mucho más compleja que poner nota a partir de un examen. Debo decir que, desde hace años, cuando tengo que poner un examen les doy a mis alumnos las preguntas antes para que las puedan preparar, y nunca el examen es la única fuente para obtener la nota, pues atiendo a otros factores como el trabajo diario, el desarrollo de proyectos o la participación en clase”, relata Solano.

Coincide Royo en que “el examen es una herramienta más” y “a lo largo de todo un curso, el profesor tiene multitud de instrumentos de los que servirse (desde la observación diaria, pasando por la diversidad de actividades y ejercicios de clase, hasta las pruebas o exámenes) para estar seguro de que asigna a sus alumnos una calificación justa”. Sin embargo, considera que “si se afronta como un reto, como un acto de superación, no tiene por qué resultar traumático para nadie”. “Si añadimos que practicar la resiliencia y aprender a sobreponerse a las frustraciones, a las dificultades y a los malos resultados es algo muy educativo, no encuentro motivos para dejar de examinar”, resalta.

Para Martín, sí hay un riesgo: “Cuando la calificación lo impregna todo, cuando pesa más que la función formativa, esto sí es pernicioso, sobre todo cuando se transmite al alumno que falla la sensación de que no va bien, o se fomenta la competitividad entre compañeros, o se transmiten imágenes poco matizadas del grado de progreso de cada uno”.

¿Los hay buenos y malos?

“Creo que hay pruebas que exigen mucho más que una memorización efímera de los contenidos, pero aun así habría que combinarlas con otros métodos”, insiste Solano.

Para Royo, “un buen examen siempre es un buen método de evaluación. Y de aprendizaje. Un mal examen, obviamente, no. El buen examen sirve al alumno y también al profesor, que puede comprobar si su trabajo está siendo eficaz. Los requisitos son los que dicta el sentido común: que responda al nivel de conocimientos adecuado, que recoja con fidelidad los contenidos que se hayan visto durante las clases, que sirva para trabajar tanto aspectos teóricos como prácticos, que ayude al alumno a recordar lo que ha estudiado, que deje poco margen a la subjetividad, que resulte estimulante…”

¿Existe alternativa?

Apunta Martín que hay centros que se están replanteando la evaluación, con herramientas como la rúbrica o el portafolio del alumno, en que los indicadores de progreso se acompañan de la reflexión del propio alumno, en la línea del aprender a aprender, que huyen del “Me lo sé” y del “No me lo sé”, porque “no es cuestión del todo o nada, todos aprenden algo, hay grados”, que se centran en el proceso de aprendizaje y que utilizan toda esa información para que tanto el profesor como el alumno sepan cuál ha de ser el siguiente paso. “Además, todo esto conlleva una nota, pero esta no es la única meta”, explica Martín, consciente de la importancia que tiene reflexionar sobre la evaluación: “La evaluación es una vía muy potente de cambio. Puede haber cambio de metodologías para luego optar por una evaluación tipo control, homogénea, tradicional, pero si cambia la evaluación necesariamente cambiará la metodología, la forma de enseñar”.

“Muchos somos partidarios de modernizar la evaluación, no de eliminarla. En la escuela debe haber pruebas que certifiquen lo aprendido, como guía para la enseñanza y la mejora. De lo contrario, estamos abocados a la arbitrariedad total y absoluta y a una opacidad que perjudica a los más desfavorecidos. Hay metodologías de evaluación modernas que se están poniendo en marcha en muchos centros en nuestro sistema educativo, sobre todo en primaria, y ese es el camino a seguir”, analiza Gortázar, para quien “las rúbricas son uno de los pilares fundamentales del nuevo modelo de evaluación, pues permiten una evaluación con múltiples criterios y están muy ligadas a una tarea con un contexto específico, lo que permite el desarrollo de competencias de forma más profunda, sin quedarnos meramente en la reproducción de contenidos”. “Las rúbricas tienen un sustento científico mucho más sólido que los exámenes de tipo calificatorio, que prevalecen en muchos centros de secundaria de nuestro país, de la misma manera que las evaluaciones competenciales externas (incluido PISA), que son capaces de predecir el progreso educativo del alumno mucho mejor”, zanja.

¿Tienen algo que ver las actitudes anti-examen y anti-PISA?

“Existe una cultura anti-PISA y anti-evaluación externa que yo creo que tiene otros orígenes, que responden más a los problemas de la evaluación externa que hay en nuestro país (no así en muchos otros), a sus usos y desusos por parte de los medios y la opinión pública y a la poca utilidad que se le ha dado a las evaluaciones externas en la práctica diaria de los centros”, comienza Gortázar.

“También prevalece una cierta cultura de opacidad de ciertos sectores que se niegan a aceptar un debate público necesario sobre las responsabilidades de cada uno de los servicios públicos (escuelas, inspección, administración) en los resultados educativos. Es el peor favor que podemos hacerle a la escuela como bien público, negar ese debate”, prosigue.

“Sin embargo, sí creo que hay una relación entre ciertos malos usos y la transición que tenemos pendiente de evaluaciones internas, es decir, evaluaciones por parte de docentes. Son parte del mismo problema, que tiene que ver con la falta de consensos básicos en nuestro sistema educativo”, reflexiona.

¿Para qué evaluar?

“Existe una función reguladora o formativa de la evaluación, que se complementa con la acreditativa, la de rendir cuentas a la sociedad de que la función social de la educación se cumple, que todos aprenden. Esta segunda función es la que se vincula con las calificaciones. El sistema educativo debe conjugar ambas. La evaluación servirá para decirle al docente que evalúa cuál el siguiente paso y al alumno evaluado dónde está. Además, debe permitir que el alumno, al dejar atrás la escuela, sea capaz de regular su propio proceso de aprendizaje, sepa cuándo aprende, por qué, qué le ayuda en ese proceso y qué no. A veces el alumno suspende y no sabe qué ha hecho mal. Está prevaleciendo la función meramente acreditativa, no reguladora, de la evaluación. Y aquí radica el problema, cuando hay una gran presión académico-acreditativa. Esta se intensifica sobre todo a partir de secundaria. Considero que la Lomce en este sentido es un poco esquizofrénica, porque por un lado se transmite que la evaluación ha de ser formativa, pero, por otro, los alumnos han de arañar décimas, llegar a determinadas medias, porque hacerlo o no tiene unos efectos”.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/10/25/los-examenes-un-elemento-mas-de-la-evaluacion-o-algo-que-debe-desaparecer/

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Canada: El Ministerio de Educación finalmente establece un grupo de trabajo sobre educación obligatoria contra el genocidio

América del Norte/Canada/thesuburban.com/

En un momento de creciente radicalización y de menos respeto por las minorías, es más importante que nunca enseñar a nuestros jóvenes los peligros del prejuicio. Heidi Berger decidió hacer algo al respecto e inició la Fundación para la Educación Obligatoria del Genocidio. El problema y su iniciativa son tan importantes, especialmente en Quebec, donde la historia es solo una materia electiva en sec.v, que The Suburban decidió dedicar una cobertura completa a sus actividades. Personalmente, tuve el privilegio de participar en el trabajo de la Fundación para llegar a los funcionarios públicos en su nombre, participar en diálogos interconfesionales con Heidi en sinagogas y mezquitas y animar a la comunidad en general en eventos especiales.

No hay mejor manera de enseñarles a los jóvenes la responsabilidad de la decencia y la tolerancia que concienciarles sobre las consecuencias de la ignorancia y el odio. Como lo ha dicho Irwin Cotler con tanta frecuencia, «El Holocausto comenzó con palabras no con balas». Heidi basa sus presentaciones y programas en el trabajo de su difunta madre Ann Kazimierski, una maestra, educadora del Holocausto y autora de «Witness to Horror».

Por lo tanto, es muy gratificante informar que después de años de esfuerzos incansables, se produjo un gran avance con el gobierno de Quebec durante el mes pasado. En noviembre, Heidi y algunos de sus colegas, entre ellos Lucy Shapiro, Michael Flinker y Marcy Bruck, se reunieron con la viceministra adjunta de educación primaria y secundaria, Anne-Marie Lepage. También estuvieron presentes los burócratas departamentales, incluido el director de educación intercultural, Georges Lemieux.

La reunión fue un éxito rotundo. El ministerio ofreció asociarse con la Fundación para formar un comité de trabajo pedagógico para crear una colección de recursos y un manual para la formación docente. Tener al gobierno trabajando en esto hace que sea más probable que los maestros lo enseñen. Este fue un paso vital en la misión de la Fundación para la educación obligatoria sobre el genocidio. La Sra. Lepage estaba de acuerdo con los argumentos sobre la urgencia de que este tema se enseñara eficazmente como un medio para prevenir la radicalización y una mayor intolerancia en nuestra sociedad.

Varias semanas después de ese encuentro, la primera reunión del Comité sobre la Enseñanza del Genocidio se celebró en las oficinas del Ministerio de Educación en Montreal el 30 de noviembre. Fue presidido por Georges Lemieux y el comité incluye a miembros de la Fundación para la Educación contra el Genocidio, educadores del Holocausto del Museo del Holocausto de Montreal, académicos de las universidades de Quebec y maestros capacitados de las escuelas secundarias de toda la provincia.

El Comité organizó dos grupos de trabajo. Un grupo comenzará el trabajo crucial de identificar los mejores recursos disponibles sobre la historia del genocidio y los enfoques de enseñanza, para que puedan combinarse en una guía accesible. El otro grupo trabajará en el desarrollo y la programación de talleres para la formación de docentes. La próxima reunión tendrá lugar a principios del año nuevo con el objetivo de compilar la guía en junio de 2018. Después de tanto esfuerzo, el objetivo de la educación obligatoria sobre el genocidio puede convertirse pronto en realidad.

Fuente: http://www.thesuburban.com/news/city_news/education-ministry-finally-establishes-working-group-on-compulsory-genocide-education/article_8b0241f8-5565-5e38-bd24-60de95c5a04d.html

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Rusia: Docentes granadinos abordan la diversidad de modelos familiares y la identidad de género

Rusia/14 diciembre 2017/Fuente: Cuba Debate

El desarrollo de la infraestructura, la salud y la educación serán temas prioritarios en el programa electoral del presidente ruso Vladimir Putin, quien llamó a la oposición a presentar propuestas concretas en lugar de hacer protestas en la calle.

Al referirse a su visión sobre el futuro de Rusia, Putin estimó que debe ser moderna, con una economía de alto rendimiento y productividad, con empleo de alta tecnología, desarrollo de la infraestructura, todo dirigido a aumentar el ingreso de los ciudadanos, apuntó.

Durante su habitual conferencia anual, el mandatario ruso consideró que no debía él mismo educar a los oponentes, aunque estimó que como la economía, el medio político debe ser competitivo, para que haya balance, lo cual necesita de competencia, opinó.

Al responder una pregunta sobre por qué no tenemos opositores capaces de presentarle competencia, atribuyó ese hecho a una especificidad en Rusia de los últimos años.

Los jóvenes no recuerdan lo que pasó en la década de 1990 y no pueden comparar esos años con los problemas de ahora, aunque podríamos hablar de ellos, afirmó.

Así, el Producto Interno Bruto creció desde entonces en un 75 por ciento, la industria, en casi 70 puntos, la rama de procesamiento en 60, el salario real, aunque bajó un poco en 2015 y 2016, se triplicó en las dos últimas décadas y las pensiones se cuadriplicaron, aseguró.

Putin destacó que la mortalidad infantil se redujo en siete veces y la de las madres en cuatro.

En la década de 1990, cuando estaban los liberales en el poder, casi no reducíamos en un millón al año y vivíamos en medio de una guerra civil, cuando debíamos mandar al combate niños de 18 y 19 años, pero ahora contamos con un ejército preparado, destacó.

Además, logramos pasar de una esperanza de vida de 65,3 años a más de 70 años en la actualidad, afirmó.

En otro momento, consideró que personas como el opositor bloguero Alexei Nabalni apenas buscan crear en Rusia una segunda Ucrania, con manifestaciones en las calles, golpes de estado, la corrupción rampante de los oligarcas y el desorden económico.

Creo que la gran mayoría de la población para nada desea ese escenario para nuestro país.

Al responder preguntas de la periodista y candidata Evguenia Sabchak sobre los aspirantes de la oposición le preguntó si era lógico que alguien se presentara en los comicios para ser el candidato del voto contra todos, sin exponer un programa político concreto.

Putin afirmó que la vía para buscar la reelección será de forma independiente, aunque afirmó que esperaba el apoyo de fuerzas afines. Todavía tenemos que decidir quién dirigirá la campaña electoral, aunque debe ser una persona de prestigio en la sociedad, adelantó.

A la conferencia de prensa anual, que superó las tres horas, asistieron más de mil 600 periodistas.

Fuente: http://www.cubadebate.cu/noticias/2017/12/14/infraestructura-salud-y-educacion-en-programa-electoral-de-putin-video/#.WjLQO9LiavE

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China fortalece supervisión para promover equilibrio regional en educación

China/14 diciembre 2017/Fuente: Spanish Xinhuanet

 China empezó hoy un nuevo proyecto para fortalecer la supervisión y evaluación, a fin de reducir la brecha en educación existente entre la región oriental y las regiones central y occidental del país, dijo el Ministerio de Educación.

La supervisión y evaluación de una tercera parte serán introducidas para promover la educación en las regiones central y occidental, que han quedado rezagadas con respecto a la oriental, dijo el ministerio.

La supervisión y evaluación se enfocarán en diversos aspectos, incluida educación vocacional, educación étnica y accesos a educación para los discapacitados, indicó el ministerio.

El proyecto de cuatro años requiere informes anuales de 2017 a 2020 basados en 265 indicadores como financiamiento educativo e instalaciones escolares, entre otros.

Detalles como temperatura de salones, proporción maestro-estudiante y el número de estudiantes serán monitorizados.

Fuente noticia: http://spanish.xinhuanet.com/2017-12/15/c_136826677.htm

Fuente imagen: https://laemergenciadeunimperio.files.wordpress.com/2014/12/119120.jpg

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Por qué Euskadi ha dejado de ser un referente en las evaluaciones internacionales

Por: Pablo Gutiérrez del Álamo

PISA 2015 y PIRLS atestiguan la caída de Euskadi. Dificultades en la comprensión lectora del alumnado señalan la necesidad de revisar el modelo lingüístico.

El años pasado, a finales, se publicaba el último informe PISA, sobre datos de 2015. La sorpresa pilló a propios y extraños con el pie cambiado, Euskadi, una de las autonomías con mejores datos en educación, en todos los niveles y variables, caía prácticamente hasta la última posición del ranking, dentro de las comunidades autónomas.

Un pequeño gran terremoto para una comunidad pequeña que invierte más que nadie en su alumnado, cerca de 10.000 euros, duplicando las inversiones de comunidades como Madrid o Andalucía.

Un sistema que es y ha sido referente en innovación educativa desde hace décadas, en el que la Formación Profesional tiene un lugar destacado en el sistema, una educación con la mitad de los centros en régimen de concierto, con un fuerte sentimiento de pertenencia a un sistema común de educación.

Hace unos días PIRLS, que mide la competencia lectora, volvía a poner a la autonomía en el centro de las miradas. Su puntuación es la peor de todas las autonomías: 517 puntos. Por debajo de Andalucía (525) y de Catalunya (522).

Las alarmas volvieron a sonar en Euskadi, al menos en parte del Departamento de Enseñanza. Llevan desde los datos de PISA 2015 intentando dar con las posibles razones que han dejado las cifras de País Vasco en las pruebas internacionales entre las más baja.

¿El modelo lingüístico?

También se debe a que hubo un cierto movimiento de contestación en contra de la prueba de evaluación que, de una manera y otra, podría haber afectado al desarrollo de las pruebas, a la motivación de familias y alumnos a la hora de enfrentar dichos test.

Pero ambas razones no parecen suficientes para justificar este cambio. Y menos si se tienen en cuenta los datos de PIRLS, prueba ajena a la OCDE, que se celebra cada cinco años y está en manos de la IEA y no de la OCDE.

A partir de este momento comienza a tomar más peso la hipótesis, dentro de la consejería, de la necesidad de mirar con mayor atención al sistema lingüístico vasco, la apuesta más importante de la autonomía desde hace años. Y esto es así porque la escolarización en euskera podría estar afectando a la comprensión lectora de los alumnos y, por efecto cascada, estar afectando al resto de competencias que miden las pruenas internacionales, así como las evaluaciones de diagnóstico.

Hoy por hoy, según datos oficiales del Departamento de Educación, aproximadamente el 80% del alumnado de Infantil está escolarizado en el modelo D. Este es el modelo en el que toda la enseñanza es en euskera, y el castellano se enseña como lengua. En Primaria supone en 73% del alumnado y en la ESO, casi un 66%. La progresión en los últimos años ha sido de crecimiento constante de la escolarización en el modelo D.

Tan constante y claro que ha dejado al modelo A, de escolarización en castellano con el euskera como asignatura en prácticamente residual (quitando las enseñanzas especiales, en donde la proporción se invierte), o el modelo B, en el que hay parte de la enseñanza en un idioma y otra parte en el otro.

Según las hipótesis que se manejan, los últimos resultados de la escuela vasca podrían deberse a factores relacionados con el alto crecimiento de la matrícula en el modelo D. Esta ha supuesto, entre otras cosas, una importante inversión en la acreditación de muchos docentes. Lo que no está claro es que estos docentes tengas unas competencias en euskera tan buenas como en castellano.

Esto se sumaría al hecho de que el alumnado no cuenta en casa con que se hable en euskera. Es en la escuela en el único lugar en el que tienen la inmersión. “No se pueden dar más horas al euskera en la escuela” aseguran fuentes del Departamenteo. No se puede porque no las hay. La escuela ha hecho buena parte de lo que podía y tal vez es el momento de que la apuesta por defender, mantener y aumentar el uso del euskera en la sociedad se haga en otros ámbitos, más allá del educativo.

Junto a que no se pueden dar más horas de euskera en el colegio, hay que pensar que la mayor parte de los chicos y chicas que están en el modelo D hablan la mayor parte del tiempo, al salir de las clases, en castellano, lo que tampoco facilita las cosas.

Según estas mismas fuentes, es necesaria una reflexión improtante sobre los objetivos del sistema educativo vasco después de ampliar la escolarización en euskera todos estos años. Tal vez poniendo más el foco en las acreditaciones docentes, por ejemplo. O en meditar hacia dónde debe moverse el modelo lingüístico. Contanto, en este sentido, con que las familias demandan cada vez más tiempo en inglés dentro de la escuela, lo que supondrá, eventualmente, complejizar todavía más un sistema lingüístico bastante complejo ya.

A esto, dicen fuentes del Departamento, puede unirse el hecho de que el haber obtenido tan buenos resultados en otras pruebas, así como viendo cifras como las que tienene de abandono educativo, fracado o idoneidad, ha habido cierta complacencia desde la Administración a la hora de pensar en mejoras.

Falta de un plan estratégico después de una legislatura dedicada a la crítica a la LOMCE, que hizo que los esfuerzos del Departamento dejaran a un lado la política educatia vasca para hacer crítica a la política venida desde el Ministerio.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/12/13/por-que-euskadi-ha-dejado-de-ser-un-referente-en-las-evaluaciones-internacionales/

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Libro: Aprender para hacer realidad la promesa de la educación

14 diciembre 2017/Fuente: OpenLibra

La educación y el aprendizaje elevan las aspiraciones, generan valores y, principalmente, enriquecen la vida de las personas. El país en el que nací, la República de Corea, es un buen ejemplo de cómo la educación puede desempeñar estas importantes funciones. Tras la Guerra de Corea, la población era, en su gran mayoría, analfabeta y estaba sumida en la pobreza. El Banco Mundial señaló que, sin ayuda externa constante, Corea apenas podría atender las necesidades básicas de su población. Consideraba que el país era demasiado riesgoso, incluso para otorgarle préstamos con las tasas de interés más bajas.

Corea entendió que la educación era el mejor camino para salir de la miseria económica, por lo que concentró sus esfuerzos en transformar las escuelas y se comprometió a educar a todos los niños, y a educarlos bien. Este énfasis en la educación, combinado con políticas gubernamentales inteligentes e innovadoras y un sector privado vibrante, dio sus frutos. En la actualidad, no solo Corea ha alcanzado la matrícula universal, sino que además sus estudiantes obtienen los más altos niveles de rendimiento en las evaluaciones internacionales. Es un país de ingreso alto y modelo de desarrollo económico exitoso.

Corea es un ejemplo particularmente claro, pero también podemos ver los efectos beneficiosos de la educación en muchos otros países. Cuando se imparte como es debido, la educación —y el capital humano que crea— reporta muchos beneficios para las economías y para la sociedad en su conjunto. En el caso de las personas, fomenta el empleo, la obtención de ingresos y la salud. Genera orgullo y abre nuevos horizontes. A nivel social, impulsa el crecimiento económico a largo plazo, reduce la pobreza, estimula la innovación, fortalece las instituciones y promueve la cohesión social.

En resumen, la educación contribuye signifcativamente al logro de los dos objetivos estratégicos del Grupo Banco Mundial: poner fn a la pobreza extrema y promover la prosperidad compartida. Dado que los estudiantes de hoy en día serán los ciudadanos, los líderes, los trabajadores y los padres del mañana, la buena educación es una inversión que reporta beneficios a largo plazo

Fuente: https://openlibra.com/es/book/aprender-para-hacer-realidad-la-promesa-de-la-educacion

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Acceso a la tecnología: la nueva desigualdad desde niños, según Unicef

14 diciembre 2017/Fuente: El País

‘El Estado Mundial de la Infancia 2017: niños en un mundo digital’. Así se titula el informe anual que Unicef publica hoy. Muestra las enormes brechas en el acceso a Internet en el mundo, lo que genera diferencias en educación y entrada al mercado laboral, entre otros.

El mundo digital con todas sus ventajas -como lo son el sinfín de información al alcance de un clic y la comunicación inmediata- no llega a todos por igual y, por tanto, tampoco a todos los niños y jóvenes. El acceso a la Red puede marcar la diferencia entre la exclusión social y la igualdad de oportunidades. Si no se ponen soluciones se acentuará el escalón que ya existe entre los países más y menos desarrollados. De esto advierte Unicef hoy en su informe anual El Estado Mundial de la Infancia 2017: niños en un mundo digital.

El 60% de las personas de entre 15 y 24 años de África no puede conectarse a la Red; mientras que en Europa, este porcentaje se reduce al 4%. Los países en los que los niños y adolescentes tienen menos acceso se encuentran en este continente, además de otros territorios como Yemen, Irak o Afganistán, en los que la digitalización es limitada por los conflictos armados existentes o recientes. «El mundo tecnológico se mueve tan rápido que, si se añaden esfuerzos y medidas necesarias para que el acceso llegue a todas partes, probablemente sea este uno de los campos en los que podamos avanzar más deprisa», explica Blanca Carazo, responsable de Programas de Unicef Comité Español.

El mundo tecnológico se mueve tan rápido que probablemente sea uno de los campos en los que podamos avanzar más deprisa

Promover estrategias de mercado que favorezcan la implantación de empresas tecnológicas, el apoyo por parte de las compañías que proveen el acceso a Internet a entidades locales y la implantación de conexiones públicas a la Red son algunas de las medidas que Unicef propone para reducir tal desnivel. «El objetivo es muy claro: no dejar nadie atrás en esta carrera. Es un mandato universal que atañe a todo el mundo: Gobiernos, empresas y universidades», señala Carazo. La organización identifica cuatro beneficios que aportaría la implantación masiva de nuevas tecnologías:

1. la mejora en la calidad de la educación.

2. la posibilidad de acceder a herramientas e información que permitan a los jóvenes buscas nuevas soluciones a sus problemas.

3. una nueva economía con más salidas profesionales para los jóvenes.

4. una mejor atención en caso de emergencias.

El campo de refugiados de Danamadja (Chad) donde los niños usan el móvil para hacer los deberes.
El campo de refugiados de Danamadja (Chad) donde los niños usan el móvil para hacer los deberes. UNICEF/UNI177000/MORENO 

Hay muchas muestras en el continente africano de los pasos que se están dando hacia la digitalización. Un ejemplo recogido en el informe se encuentra en el campo de refugiados de Danamadja, al sur de Chad, donde no disponen de biblioteca y los niños utilizan sus teléfonos móviles para hacer los deberes. También llevan años floreciendo viveros de emprendedores; existen numerosas plataformas digitales que mejoran el desarrollo y fomentan la innovación, como Ushahidi, e intentos varios de modernizar el sistema de salud en varios países. 

ALGUNOS DATOS CLAVE DEL INFORME

  • A nivel global, aquellos entre 15 y 24 años son el grupo de edad más conectado. El 71% se conecta habitualmente a Internet frente al 48% de la población total.
  • Un tercio de los menores de 18 años acceden a Internet en el mundo.
  • El 29% de los jóvenes entre 15 y 24 años (346 millones de personas) no tienen acceso a Internet.
  • Este dato se acentúa en el continente africano, donde un 60% de los jóvenes no puede conectarse a la Red. En Europa este porcentaje se reduce al 4%.
  • Entre 2012 y 2017, se estima que cien millones de niños se conectaron a Internet por primera vez.
  • El 56% de los sitios web del mundo están en inglés, esto hace que los niños de lenguas minoritarias o sin recursos para aprender este segundo idioma no puedan encontrar contenidos relevantes para su educación.
  • También hay desigualdad de género en este asunto: en países como India el número de mujeres que se conectan a Internet no llega ni a una tercera parte del total de usuarios.

La otra cara de Internet

El informe muestra, además, la otra cara de la digitalización masiva: la de la falta de seguridad y aparición de nuevos tipos de abusos a través de la Red. «Los smartphones están alimentando una cultura de la habitación, donde los niños se encierran en un espacio más personal, privado y con poca supervisión», detalla Unicef. El documento relata casos como el de una joven de 17 años de Madagascar a la que un profesor exigió 300 dólares (unos 255 euros) para aprobar un examen. Ella se lo pidió a un desconocido con el que llevaba chateando seis meses, quien acabó secuestrándola y violándola. Es un ejemplo extremo, pero real, de lo que puede suponer la falta de pedagogía y educación en el uso de redes. Ante estas evidencias, los Gobiernos ya han empezado a implantar algunas medidas. En España, por ejemplo, se creó el pasado febrero el Centro de Seguridad en Internet para el Menor.

Lo cierto es que la regulación de uso de la Red por parte de los menores sigue siendo una tarea pendiente a nivel global dada la velocidad a la que avanza la conectividad. En América Latina, por ejemplo, el número de hogares conectados en la región pasó del 34%, en 2010, al 54% en 2015, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe. Desde 2012, unos 100 millones de niños africanos y del sudeste asiático se han conectado a Internet por vez primera, según el informe de Unicef. «Se deben mejorar las regulaciones, aunque esto es muy difícil porque el mundo tecnológico avanza muy deprisa y las leyes se quedan obsoletas rápidamente. Es vital trabajar a nivel educativo y trasladar mensajes de prevención tanto a profesores como a padres, ya que muchas veces ni ellos mismos saben como abordar esta casuística. Y mucho menos lo va a saber un menor», detalla Carazo. Unicef recomienda a todos los Gobiernos adherirse a WePROTECT, una alianza global para combatir la explotación online, de la que ya forman parte 77 países.

Unicef apunta a la responsabilidad del sector privado, en especial a las empresas tecnológicas, a la hora de reforzar la protección del menor

Los problemas de estrés y depresión que puede generar el exceso de exposición a Internet, el acceso a contenidos inapropiados y el bullying a través de las redes (y el hecho de que represente  un nuevo medio para los depredadores sexuales) también se tratan en el documento. Unicef apunta a la responsabilidad del sector privado, en especial a las empresas tecnológicas, a la hora de reforzar la protección del menor. El año pasado se inició una disputa entre la Unión Europea y las multinacionales tecnológicas norteamericanas cuando se prohibió el acceso a redes a menores de 16 años sin el consentimiento paterno. Las grandes compañías se han lanzado a crear versiones de sus aplicaciones para niños. Facebook y Youtube ya cuentan con ellas, aunque la segunda fue objeto de una gran polémica recientemente por su incapacidad para filtrar correctamente los contenidos aptos para los más pequeños.

La implantación de «una era digital igualitaria» es el nuevo reto. Conseguirlo significará mejorar las oportunidades de la infancia, como señala Carazo: «La capacidad de penetración de las nuevas tecnologías es imparable. Tenemos que usarlas como ventaja, para que los propios niños sean capaces de manifestar a través de ellas sus necesidades y transmitir lo que les preocupa».

Fuente: https://elpais.com/elpais/2017/12/05/planeta_futuro/1512475978_439857.html

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