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Los 4 problemas de fondo de la educación en México que la mayor inversión de la historia no puede resolver

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El dato suena paradójico: en los últimos 4 años el gobierno mexicano ha gastado más de 47.500 millones de pesos, unos US$2.400 millones, para mejorar los edificios de sus escuelas.

Es la mayor inversión de la historia para el mantenimiento de los planteles que se consiguió con la cotización de bonos de deuda en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

Pero el dinero no es suficiente para mejorar la evaluación del sistema educativo del país.

De entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México tiene el peor desempeño en el aprendizaje de ciencias, lectura y matemáticas.

Son deficiencias que pretenden erradicarse con la Reforma Educativa promulgada en 2013.

Sin embargo, cuatro años y miles de millones de pesos después, el país sigue en el último lugar en la evaluación educativa de la OCDE.

Y es que el dinero, por sí solo, ha sido insuficiente coinciden especialistas y autoridades.

De hecho, según organizaciones civiles existen por lo menos cuatro temas que mantienen el rezago en el sistema educativo del país:

Malas condiciones de las escuelas, problemas en la capacitación de los maestros, control de la disidencia sindical en los instituciones educativas en cuatro estados y la exclusión que padecen miles de alumnos que no pueden concluir sus estudios.

Sin mantenimiento

Hasta ahora, la inversión histórica en el presupuesto se concentra en dar el mantenimiento que por varios años dejó de aplicarse a los planteles.

Un tema urgente de atender pero es sólo un paso, le dice a BBC Mundo David Calderón, presidente ejecutivo de la organización Mexicanos Primero, una de las más activas en el tema educativo del país.

En el país existen miles de escuelas sin baños o en condiciones deplorables.Derechos de autor de la imagenRONALDO SCHEMIDT/AFP
Image captionEn el país existen miles de escuelas sin baños o en condiciones deplorables.

«El rubro de infraestructura es el que tiene avances más visibles, hay una diferencia importante con respecto a lo que se hacía», explica.

«El cambio sí se nota, de un abandono y ausencia histórico bestial ahora hay un mínimo de infraestructura que no es la adecuada, tardará en llegar al resto del sistema».

Algo en lo que no coinciden por completo las autoridades.

«Establecimos un nuevo modelo de infraestructura ligado al nuevo modelo educativo, no puedes separar los temas», explica a BBC Mundo Héctor González de la Garza, director del Instituto Nacional de Infraestructura Física Educativa (INIFED).

Es el área de la Secretaría de Educación Pública (SEP) encargada de aplicar la inversión histórica en el mantenimiento de las escuelas.

«Mejores maestros con todo el proceso de capacitación y de evaluaciones que se realizan junto con el concepto de mejores escuelas ya está dando resultados tangibles en este momento».

Dinero insuficiente

La calidad de los planteles es una parte del rezago en el sistema educativo mexicano.

MochilasDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionSe estima que la inversión en infraestructura educativa será cercana a los US2.400 millones.

En 2012, cuando inició el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, no estaba claro el número de escuelas –ni sus condiciones de operación- que existían en el país.

Un censo realizado durante más de un año en casi todo el país reveló que casi la mitad de los 150.000 planteles no tenían drenaje.

Además, una quinta parte carecía de agua potable y en más de 40.000 no había baños o electricidad.

En esto se concentran los recursos. «Componer sanitarios es muy evidente, pero hay que arreglar la instalación hidrosanitaria y eléctrica que no necesariamente se ve pero que es indispensable», explica el funcionario.

«Debe tener agua para acceder al programa de bebederos, arreglar muros, pisos, techos, paredes, barandales, todo lo que implique seguridad para alumnos y maestros».

Sin embargo, a pesar de la cuantiosa inversión no será posible resolver los problemas en todos los planteles, advierte David Calderón.

Un estudio de Mexicanos Primero revela que el 59% de las escuelas del país operan en malas condiciones. Remediar los problemas de todas no será posible en este gobierno.

La suspensión de clases en algunos estados afecta al sistema educativo de México.Derechos de autor de la imagenPATRICIA CASTELLANOS/AFP
Image captionLa suspensión de clases en algunos estados afecta al sistema educativo de México.

«Se necesitarían otros seis años para que las escuelas salgan de una situación precaria a una aceptable«, insiste.

El director del INIFED reconoce que la histórica inversión no alcanza para todo.

El programa Escuelas al 100, el mecanismo para aplicar los recursos, está dirigido a unos 33.000 planteles, los que se consideran “con mayores necesidades”.

El resto de las escuelas serán atendidas en la medida que se apliquen recursos oficiales de cada gobierno estatal.

Disidencia sindical

Otro de los temas que explican los problemas del sistema educativo mexicano es la capacitación de los maestros.

En el país existen 440 escuelas normales pero según datos de Mexicanos Primero sólo 17 de ellas tienen un nivel superior de educación.

El resto no cumple con los estándares internacionales, y en muchas de ellas existe un profundo activismo político que sustituye a las clases, afirma Calderón.

Parte de la responsabilidad es la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el ala disidente del sindicato de maestros.

El grupo se opone a la Reforma Educativa y desde su promulgación, en 2013, impide que se aplique en los estados donde la disidencia tiene mayor presencia: Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán.

Uno de los temas donde más hay resistencia es en la evaluación de los maestros, que forma parte central de la Reforma.

Protestas de maestros.Derechos de autor de la imagenJULIO CESAR AGUILAR FUENTES
Image captionLa protestas de maestros descontentos con la reforma educativo son frecuentes en México.

La CNTE bloquea la aplicación de exámenes y también suspende con frecuencia las clases en miles de planteles.

El resultado es, afirma Mexicanos Primero, un bajo desempeño escolar de los alumnos en las entidades con dominio de la disidencia.

«La formación de maestros sigue estando casi en el mismo estado que cuando empezó la reforma, se va a crear un desajuste», advierte Calderón.

Y en esto poco ayuda el dinero. «Mucho del efecto positivo de tener mejores escuelas no va a fructificar hasta que no haya mejor formación de los maestros».

«Si no cambias la lógica de las relaciones de aprendizaje tendrás un mejor escenario para el mismo fracaso, el logro de aprendizaje depende sustancialmente de las relaciones de aprendizaje entre alumnos y maestros».

Indígenas, los más vulnerables

Uno de los problemas de fondo es la forma como durante décadas se impartieron las clases en México, con base en un modelo de memorización y no de entender lo que se estudia.

educación
Image captionA pesar de la «inversión histórica» hay problemas estructurales que no van a ser solucionados.

Es una de las razones de la evaluación negativa del país ante la OCDE.

Pero también de la exclusión de miles de niños en las escuelas. De hecho de cada 100 estudiantes de educación básica sólo 57 logran ingresar al bachillerato.

El caso más grave ocurre en las comunidades indígenas. Según Mexicanos Primero sólo 2 de cada 10 estudiantes de esos alumnos aprenden lo que se espera en los programas escolares.

Una de las razones es el abandono histórico que padecen. Las escuelas con peores condiciones en el país, por ejemplo, se encuentran en comunidades indígenas.

Los maestros en esos planteles reciben menos apoyo que sus compañeros de otros lugares, y el presupuesto para mantener las escuelas ha sido mínimo.

Esto empieza a remediarse ahora pero «el dinero no va a bastar, nos vamos a engañar si pensamos que mucho cemento produce mejor aprendizaje«, advierte David Calderón.

«Apenas se crean las condiciones mínimas de convivencia, seguridad y resguardo de los niños. Es una deuda de justicia».

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Panamá: Docentes defenderán cumplimiento del diálogo por la Educación

Centro América/Panamá/6 Mayo 2017/Fuente: La Estrella Panamá

En las 114 reuniones efectuadas,  los miembros del diálogo debatieron 37 políticas públicas

La mesa de diálogo «Compromiso Nacional por la Educación», instancia en que el Ministerio de Educación (Meduca), los gremios docentes y otros actores debaten los problemas educativos, dio a conocer este miércoles los avances a que han llegado los ocho sectores participantes de este debate.

Un comunicado oficial del Meduca informa que en las 114 reuniones que se han efectuado, treinta y siete políticas públicas fueron debatidas por los miembros del diálogo.

En este foro, que tiene al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) como moderador, participan gremios docentes, padres de familia, trabajadores, empresarios, estudiantes, universidades, oenegés dedicadas a temas educativos y el Gobierno.

Antonio Méndez, representante de los educadores en la mesa del diálogo «Compromiso Nacional por la Educación», expresó a La Estrella de Panamá que se han tocado temas nunca antes discutidos en ninguno de los conversatorios anteriores, como es el caso de la inclusión del sector de la población panameña que no forma parte del sistema educativo.

Méndez agregó que según los cálculos de los educadores, 192 mil niños en edad escolar no están dentro del sistema.

Sectores como San Miguelito, Panamá Este y las comarcas indígenas son las áreas en donde se concentra la mayor deserción escolar.

El representante de los gremios docentes indicó que los educadores están dispuestos a defender el cumplimiento de estos acuerdos «en las calles, si es necesario».

Fuente: http://laestrella.com.pa/panama/nacional/docentes-defenderan-cumplimiento-dialogo-educacion/23999542

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Para educar se necesita de toda la sociedad, dice experto

Por: ABC.com.py

Invitado por Juntos por la Educación, el matemático, físico, filósofo y magíster en investigación y tecnologías educativas, el colombiano Bernardo Toro, ofrecerá hoy una ponencia en la sede de la organización (Mariscal López N° 1750), donde abordará sobre varios temas como la ética del ciudadano; educación, valores y ciudadanía, entre otros.

En conversación con ABC Color, Bernardo Toro explica que los problemas educativos que Paraguay quiere solucionar son los mismos en toda Latinoamérica, porque se ha llegado a la conclusión de que los sistemas implementados no sirven.

“Tengo una anécdota con una adolescente chilena que formó parte de la ‘revolución de los pingüinos’ (serie de movilización de estudiantes secundarios en 2006 para exigir cambios en el sistema educativo de Chile), a la que le pregunté qué es lo que quieren con la educación y ella me dijo que no tienen porqué responder esa pregunta. Me dijo que lo que un país quiere con la educación lo debían resolver los adultos y que lo que sí podía responder es que lo que les están ofreciendo no les sirve para nada”.

Toro señala que esa respuesta fue contundente y explica que los niños y los jóvenes nunca han sido el problema en los sistemas educativos, sino los adultos que tenemos que saber qué es lo que queremos con la educación. “Tenemos que pensar en que los niños y los jóvenes son recién llegados al planeta y todo extraño lo primero que hace es mirar cómo se comportan los otros, pero hoy no ven nada claro. Por eso en las comunidades donde los padres se comportan con sentido los muchachos hacen lo mismo”, indicó.

Bernardo Toro subraya que la escuela no da respuesta a todo.

Sociedad y rutinas

La formación de una persona está conformada por los valores que aprendió de la casa, la calle, de las organizaciones de barrio, de la escuela, del trabajo, de la iglesia, de los movimientos políticos y de los medios de comunicación, añade Toro.

“Los valores se forman en ese universo de rutinas y la escuela es solamente un aspecto de eso, como dicen los africanos: se necesita de toda la aldea para educar a un niño.

El error que estamos cometiendo es que no podemos formar a los niños en la ética, en la democracia y en la productividad solidaria cuando los entornos de las rutinas (que acontecen en la sociedad) no están jugando ese juego, y eso ocurre cuando los intercambios de intereses son excluyentes”, dijo.

Bernardo Toro añade que lo más costoso para un sistema educativo es que un niño no aprenda. “No hay cosa más cara para una sociedad que una persona no aprenda lo que tiene que aprender. Puede provocar importantes daños desde edificios mal hechos o muertes en salas de cirugía. Con un soldado, policía, ejecutivo o contador mal formado tarde o temprano toda la sociedad paga”, refirió.

El papel de las instituciones es educar a un país, pero lo que se debe enseñar lo tiene que definir la propia sociedad, explica Toro. “La escuela no es honrada si la sociedad no es honrada; no valora el conocimiento si la sociedad no lo hace; no puede enseñar la verdad si la sociedad no valora la verdad; no puede enseñar género o respeto a la mujer si la sociedad es machista y morbosa”, dijo.

Vínculos emocionales

Toro añade que la sociedad es un conjunto de espacios donde hay rutinas, en la calle, la casa, etc., y cada una tiene un propósito distinto, por ejemplo en ese conjunto el valor de la rutina de la casa es forjar el vínculo emocional que aparta a los niños de la depresión, las drogas, el suicidio, etc., y este aspecto solo lo puede resolver en la familia y no en otro ámbito. “Cada sociedad decide qué le quiere enseñar a su siguiente generación y ese el desafío de Paraguay, saber qué es lo que quiere para sus ciudadanos. Esto no lo pueden resolver los jóvenes, ni los maestros, tiene que ser un acuerdo de la sociedad”, apuntó.

El experto saca como conclusión que la sociedad o ‘toda aldea’ debe tener conciencia de qué es lo que quiere para su país y dar el ejemplo en sus rutinas de valores diarios para que los que recién llegan (niños y jóvenes) aprendan.

Fuente: http://edu.abc.com.py/es/noticias/para_educar_se_necesita_de_toda_la_sociedad__dice_experto_828

 

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Reflexiones para mejorar el aprovechamiento escolar

Por: Piedad Acosta Ruiz

“A los estudiantes no se les llama por un número de la lista sino por su nombre”

“…al abrir la puerta de la cátedra que se conectaba con la vacía aula llena de pupitres ya no nuevos con alguno que otro garabato grabado a su alrededor, hubo un momento que me creí no la maestra sino la indefensa estudiante del profesor Juan Pérez. Me vi allí sentada en la penúltima silla de la primera hilera del asiento muy cerca de los persianales, escuchando atentamente a este maestro de matemáticas que inconscientemente fue uno de mis modelos a seguir. Cerré mis ojos y lo sentí así muy cerca de mi pupitre indicándome como resolver un problema de ecuaciones lineales y recordándome que no podía usar la regla de la k, tal vez te preguntas ¿y cuál es la regla de la k? para este singular maestro que nunca te reconocía por tu nombre sino por el número en la lista de asistencia y el grupo al cual pertenecías, la regla de la k era que no podías usar (cañona), que en matemáticas te tenías que tomar unos segundos o tal vez unos minutos para leer, observar, razonar y luego tomar la vía correcta para resolver el problema.” Porras, M. (2011).

Navegamos en una cultura del simbolismo, los números y las letras preceden y anteceden la vida de cada ser humano, poco reflexionamos sobre la influencia que particularmente los números ejercen en cada ser humano a lo largo de su existencia, especialmente en la escuela donde se forman los cimientos que marcan la conducta de cada sujeto. Los números se constituyen en iconos, que hacen parte del inconsciente colectivo.

Reflexionar sobre el impacto que ejerce el número que ocupa cada estudiante en la lista de su grupo, para marcar su éxito o fracaso en su vida escolar, su deserción o continuidad en el sistema escolar, es el fundamento del presente trabajo.

A futuro resultaría de vital importancia, extender la investigación, sobre el impacto que trae el número que comúnmente ocupa un sujeto en la lista del grupo, atendiendo al orden alfabético del primer apellido, para su proyección futura, profesional, laboral y familiar.

La investigación planteó como objetivos e hipótesis de trabajo los que a continuación se relacionan:

Objetivo General: Evaluar el impacto que presenta el número que ocupa un estudiante en la lista, al igual que el tamaño del grupo, en el éxito, fracaso y/o deserción escolar en la Institución Educativa Francisco Luis Hernández Betancur del municipio de Medellín en el año 2015.

Objetivos Específicos:

Examinar los resultados académicos obtenidos en el año 2015 en la Institución Educativa Francisco Luis Hernández Betancur para observar la forma en que se presentó la deserción y promoción de los estudiantes, teniendo en cuenta el número que el estudiante ocupaba en la lista del grupo, según orden alfabético por apellido, al igual que el tamaño del grupo.

Examinar las principales teorías y datos en materia de deserción escolar.

Hipótesis de trabajo: ¿El número que se ocupa en la lista del grupo escolar, tienen gran importancia en el éxito, fracaso y/o deserción escolar?

Marco conceptual

La palabra deserción García (2011) se deriva del vocablo desertar que a su vez etimológicamente, viene del latín “Desertare”, que significa abandonar.

La deserción escolar debe considerarse como un proceso, es decir, que tiene síntoma a lo largo de una gestación, generalmente no se da de inmediato y siempre responde a causas endógenas o exógenas del sistema educativo. Moya, S. (1995; pag.49).

Desde el punto de vista general, la deserción escolar se relaciona con la fuga de los alumnos de la escuela, después de haber asistido algún tiempo a ella, el alumno abandona sus estudios, huyendo de las clases para no regresar.

Por deserción escolar se entiende el abandono del sistema educativo por parte de los alumnos, provocado por una combinación de factores que se generan, tanto en la escuela, como en contextos de tipo social, familiar e individual. La deserción escolar es un problema educativo que afecta el desarrollo de la sociedad y se da principalmente por falta de recursos económicos y por una desintegración familiar.

Inasistencia

Según el diccionario de lengua española, inasistencia es la falta de asistencia por factores tales como, falta de dinero, falta de tiempo, centros educativos a larga distancia, falta de interés de los padres de familia, enfermedades comunes (respiratorias y diarreicas).

En Latinoamérica, el sistema educativo se encuentra limitado desde la educación inicial hasta la educación superior, por distintas razones históricas y estructurales que se manifiestan de la siguiente manera: El presupuesto de la educación es insuficiente, lo que dificulta la cobertura y acceso, principalmente entre los sectores más vulnerables de la población.

Las reformas educativas que se vienen implementando responden a perspectivas restringidas en su concepción, diseño e implementación.

Se hace necesario disminuir a un promedio de 30, el número de educandos por aulas, lo que mejoraría la capacidad pedagógica y de tipo físico, propiciando con ello, aprendizajes más relevantes.

Entre las causas de la deserción se encuentran las de tipo pedagógico, factores que conspiran contra el aprovechamiento del potencial de los niños y niñas desde temprana edad, sus efectos negativos se acumulan a lo largo del ciclo escolar, incidiendo en el bienestar, sobre todo entre los sectores más pobres. Entre ellos se pueden señalar:

  • Repetición y retraso escolar, bajo nivel de aprendizaje de los contenidos básicos de la enseñanza, falta de motivación e interés para realizar la tarea escolar, pudiendo ser por la labor docente, discriminación de compañeros o problemas personales.
  • La buena selección de maestros, esto genera un caos en la educación nacional Arríen, J.B (1998; La prensa, art; 54); la nueva educación reclama nuevos estilos; un verdadero maestro es capaz de hacer ajustes en su vida para realizar cambios en la educación de su país, construyendo una cultura escolar.
  • La familia es un agente educador esencial. Todo centro debe de comprometer a los padres de familia en este rol, buscando promover en el hogar, comportamientos que mejoren la calidad de vida a través de la educación y buscando acompañar al niño y a la niña frente al aprendizaje.

Es importantísimo que se involucre al padre de familia en el proceso de aprendizaje de sus hijos, ellos deben de cumplir con su responsabilidad de educar y ayudar a sus hijos en el reforzamiento de buenas acciones, dentro y fuera del aula de clases, involucrarse en todas las actividades que realizan en la escuela, para que la formación de sus hijos a temprana edad, sea compartida con los docentes.

Causas Familiares

La familia juega un rol preponderante en el futuro de la inserción del niño y la niña en la sociedad; por lo tanto, un inadecuado cumplimiento de su rol influirá en la deserción escolar.

Entre los factores que inciden tenemos:

Desintegración Familiar

El niño vive con familiares o terceros, alejado de sus padres; o pueden vivir sólo con el padre o la madre por el abandono de uno de ellos. Esto afecta directamente al niño o niña, ya que no tienen una figura que les oriente y dirija.

Composición familiar numerosa. Cuando el número de integrantes de la familia es numeroso, diversos factores incidirán en la insatisfacción de sus necesidades básicas que obligará a sus integrantes a trabajar y dejar de lado su superación académica.

Económicos, el aspecto económico juega un papel preponderante en la satisfacción de las necesidades básicas del ser humano: condición económica de los padres, determinada por el ingreso económico familiar. Trabajo estable de los padres; la estabilidad laboral de los padres permite solventar los gastos básicos del hogar.

Se estima que de cada cuatro niños, tan solo uno termina su educación escolar: De los cuatro, tres acaban la educación primaria, de estos tres sólo uno acaba la educación secundaria.

Situación Psicológica. La deserción involucra uno de los elementos principales que es la familia, pudiendo ocasionar desequilibro psicológico con su comportamiento. Dentro de este aspecto se destacan (las riñas familiares, niños abandonados que conllevan trastornos psicológicos que afectan el rendimiento académico, provocando al final la deserción escolar).

La presencia del factor cultural es una problemática muy arraigada que influye en la creencia que si los hijos aprenden a leer estos, terminan yéndose a otra ciudad y dejando solo a sus padres de familia.

Características del profesor en educación inicial

El currículo por competencias de educación inicial plantea: “El docente infantil debe estar bien preparado en relación a su rol para asumir la tarea de educar a las nuevas generaciones, y ello implica no sólo la responsabilidad de transmitir conocimientos básicos para el preescolar, sino también el compromiso de afianzar en los niños valores y actitudes necesarios para que puedan vivir y desarrollar sus potencialidades plenamente, mejorar su calidad de vida, tomar decisiones fundamentales y continuar aprendiendo.

El maestro debe interactuar con las instituciones y los padres de familia en lo que se refiere a las metas de desarrollo integral del niño. Ser docente de educación inicial es tener la oportunidad de enfrentarse cada día a una caja de sorpresas: una sonrisa, el llanto, un logro, un interrogante difícil de responder, situaciones que hacen del ejercicio académico un rol gratificante y un reto permanente.

De manera general se puede decir que el educador infantil desempeña un rol didáctico y de animación, ya que atiende al niño tanto en aquellas actividades programadas de enseñanza como en las rutinas diarias y en las de entretenimiento. Su rol será el de un organizador que prepara el espacio, los materiales, las actividades, distribuye el tiempo, adaptando los medios de que dispone el grupo y a los fines que persigue.

Habrá de crear para el niño un ambiente afectuoso, saludable y de bienestar, en el que se encuentre los estímulos necesarios para su aprendizaje y para que se sienta cómodo, seguro y alegre. Su rol es el de un motivador y estimulador del desarrollo en sus distintas facetas tanto en el plan individual, como social.

En su rol de animador ofrecerá al niño acciones que le permitan aprender, pero siempre motivadoras y fundamentadas en el juego. Motivará al niño para interesarle y despertar su curiosidad por las cosas. Cooperará con el niño en su aprendizaje, sin ser dirigida, sin sustituirle en aquellas acciones que él mismo pueda realizar. Estará atento y no intervendrá con precipitación, aunque procurará ayudarle siempre que lo necesite.

Por otro lado, habrá de mantener su rol de observador conociendo la manera de relacionarse los niños, sus reacciones, preferencias, modos de juego, materiales que más utiliza, zonas que ocupa, en definitiva, se trata de conocer al niño en particular, al grupo y también al medio, de modo que se pueda modificar sus pautas de actuación y organización de los medios si es necesario. Debe realizar una observación continua de los múltiples aspectos del grupo, su evolución, relaciones, necesidades de juegos, etc.

Dentro de su rol deberá procurar estimular el espíritu investigador y la autonomía del niño. Con sus actividades y el ambiente creado, promoverá la relación entre los niños mediante actividades compartidas. Favorecerá en el niño actitudes de respeto, cooperación y libertad, siempre actitudes positivas. Respetará profundamente al niño, lo que llevará a un respeto mutuo.

Reforzará la confianza del niño, si se muestra respetuoso con él y no tiene un trato discriminatorio con ninguno de los que conforman el grupo. En la relación con el niño parte importante de su rol es saber captar los distintos mensajes que le transmite, respondiendo a sus intereses favoreciendo la comunicación con él. Conocerá sus necesidades e intereses adecuando los medios educativos para satisfacerlos, ampliando el campo de dichos intereses.

Ha de tener cuidado en no sobreprotegerlo para no limitar sus posibilidades y el desarrollo de su autonomía. Un docente no debe olvidar que parte de su rol es servir como modelo en muchas adquisiciones (lenguaje, por ejemplo), por lo que debe cuidar su actuación y actitudes frente a él.

De manera general se puede decir que las principales características del rol docente están concebidas en los siguientes aspectos: ser el nexo entre la sociedad actual y el educando, ser mediador entre niño y el conocimiento, a través de su papel en la escuela; el rol del maestro es el de agente de consolidación de un estilo de vida democrático. Esta tarea ha de concentrarse en las relaciones pedagógicas y en las relaciones educativas con los niños.

A partir de las relaciones educativas con los niños, es rol del educador, dirigir al alumno estableciendo estrategias que faciliten la construcción de su propio conocimiento. Por lo tanto, con base a las características del rol docente, el maestro debe realizar los siguientes aspectos:

Debe establecer un ambiente que propicie el desarrollo socio-afectivo del niño, evaluar el currículo en función de los requerimientos socio-afectivos y socio-cognitivos de los alumnos, así como el valor transferencial de los contenidos y de la metodología que, realizar el planeamiento de su tarea en función de esta evaluación, seleccionar las estrategias metodológicas que mejor se adopten a las construcciones, conducir la enseñanza.

Evaluar el proceso educativo en su totalidad, integrando la auto- evaluación de su propia tarea, estimular la auto-educación del alumno en la medida de sus capacidades, realizar el seguimiento individual a los niños, crear las condiciones para la comunicación y participación de los padres en la tarea educativa. El docente de preescolar debe poseer las siguientes características: concepción del mundo con una posición muy concreta y sólida, sentir amor por los niños, poseer conocimientos con los niños y su trabajo.

Tener nivel académico para mejor desempeño en su labor educativa con los niños y niñas, ser alegre, sociable, creativo e innovador, fomentar valores éticos, morales, culturales y espirituales en los niños y niñas, poseer buenas relaciones educativas, ser flexible de acuerdo con las actividades del niño y niña, tener una actitud positiva y adaptarse al medio.

El docente como facilitador y mediador

El papel del educador en la educación inicial, consiste en lograr que el niño y la niña aprendan y logren su desarrollo integral, por ello, facilita la realización de actividades y experiencias significativas, vinculadas con las necesidades, intereses y potencialidades de los mismos.

Un concepto fundamental que debe manejar el maestro en su rol de mediador y facilitador, es el de la zona de desarrollo próximo, éste se refiere a: “la distancia entre el nivel real de desarrollo determinado por la capacidad de resolver problemas de forma independiente, y el nivel de desarrollo potencial, determinado por la resolución de problemas con la colaboración de un compañero más capaz o con la guía de un adulto” (Vigotski, 1.967; pag.25). Se relaciona con el papel de mediación que realiza el maestro para llevar al niño y la niña a su nivel de desarrollo potencial, cuando no es capaz de llegar por sí mismo.

La característica más importante de un maestro que trabaja con un currículo cognitivo, es su rol de facilitador y mediador; esto quiere decir que el maestro, sirve como una especie de catalizador, produciendo una relación cognitiva importante entre los niños y sus experiencias.

Ayuda a los niños a entender el significado generalizado de sus experiencias, de nuevos aprendizajes y relaciones; la finalidad de la mediación con el niño es, extraer de cada experiencia que los niños tengan, el aprendizaje máximo de principios generalizadores, aplicar estrategias sobre cómo percibir el mundo, profundizar en el pensamiento sistemático, claro y efectivo de aprender y resolver problemas.

El maestro como facilitador cumple con las siguientes funciones de manera efectiva para el aprendizaje:

El profesor, preferentemente, estructura el material, el medio o la situación de enseñanza, de modo que la interacción entre el estudiante y este ambiente organizado defina el camino a seguir o el objetivo a alcanzar.

Organiza un ambiente rico en estímulos, donde se “dan” las estructuras que quiere enseñar, propone metas claras, apoya al estudiante en su elección, desarrolla criterios para determinar si se llegó o no a la meta deseada; luego de aceptadas, apoya el proceso de aprendizaje, manteniendo en dicha función, una posición permisiva y atenta; responde siempre a los aspectos positivos de la conducta del estudiante y construye a partir de ellos; interviene sólo si se lo solicitan o si es muy necesario.

En ambos casos con acciones más que con palabras. Acepta el error como un elemento natural e inherente al proceso de investigación, no se muestra ansioso por llegar a resultados. El aprendizaje es un proceso, a veces lento.

Su actitud y actividad muestra a un adulto interesado en lo que sucede, curioso frente a los resultados, su actitud expresa que sabe que también él está aprendiendo, selecciona actividades que le interesan, demuestra saber que enseñamos lo que sentimos, hacemos o somos, rara vez lo que decimos, recurre tanto como puede a preguntar.

Cada vez que lo hace espera la respuesta, evita el uso de preguntas vacías, aquellas que no requieren o no aceptan respuestas, si pregunta, da tiempo, propone medios, reformula, acepta y construye sobre las respuestas o las respuestas parciales, al formular una pregunta no señala a un alumno en particular, (con esto sólo se logra aumentar la ansiedad del alumno señalado, disminuye su actividad mental, por lo menos la actividad coherente) y crea una actitud de espera en el grupo muy distinta de la actitud de búsqueda que se pretende).

Si participa en un trabajo grupal, adopta el tono y la actitud de quien construye con el grupo, no impone su criterio, sugiere y deja actuar, si sus argumentos no son aceptados, actúa como reconociendo que no son convincentes para el grupo, no recurre a su autoridad, deja actuar, escucha.

Si procede, busca otro ángulo o las fallas de su argumentación, usa un lenguaje matemático tan preciso como su auditorio puede aceptar y no exige lo mismo de los estudiantes, prefiere que ellos usen sus propias palabras, apoya a los estudiantes individuales a relacionar el conocimiento nuevo con el ya adquirido, estimula la expresión personal de lo aprendido.

Docente como Interactor y Modelo

La creación de un clima social y emocional para el aprendizaje activo, es un aspecto central en el currículo de educación inicial ya que; influye en los efectos sobre el aprendizaje. Brinda la creación de los bloques esenciales para la salud emocional y social de los niños, tales como:

Confianza en los otros. Iniciativa. Autonomía. Empatía. Auto-confianza. El adulto genera oportunidades para que los niños elijan, piensen y resuelvan problemas por sí mismos, y para que interactúen entre ellos. Esto garantiza que los niños aprendan y se desarrollen. Las principales acciones que propicia la interacción son: crear un clima intelectual estimulante, mantener una actitud constante de observación, respetar las opiniones de los niños, elogiar cuando sea necesario, aceptar la expresión de sentimientos, revisar constantemente los procesos de aprendizaje.

Facilitar estrategias significativas a los niños tomando en cuenta sus necesidades e intereses.

La interacción docente-alumno se manifiesta en la reflexión de la acción recíproca, pues el alumno reflexiona acerca de lo que oye decir o ve hacer al docente, y reflexiona también sobre su propia ejecución. A su vez el docente se pregunta lo que el estudiante revela en cuanto a conocimientos o dificultades en el aprendizaje, y piensa en las respuestas más apropiadas para ayudarle mejor.

Así, el alumno intenta construir y verificar los significados de lo que ve y oye, ejecuta las prescripciones del docente a través de la imitación reflexiva, derivada del modelado del maestro.

El alumno introduce en su ejecución los principios fundamentales que el docente ha demostrado para determinado conocimiento, y en múltiples ocasiones realizará actividades que le permiten verificar lo que el docente trata de comunicarle.

De este modo la calidad del aprendizaje depende en gran medida de la habilidad del docente para adaptar su demostración y su descripción a las necesidades cambiantes del alumno. Para lograrlo se requiere motivar de forma conveniente al alumno y ofrecerle experiencias educativas pertinentes, estableciéndose una relación de enseñanza-recíproca dinámica y autorreguladora.

El Rol del Docente en la Educación inicial

Según UNICEF (1999; pag.121), en la actualidad el docente de educación inicial debe tener presente el perfil de su profesión, poseer interés por conocer y apropiarse del saber educativo, con una apertura a la capacidad de escuchar y expresarse, así como sensibilidad para comprender a los niños y niñas. También debe poseer una formación sólida que le permita interpretar la problemática educativa actual.

En el entorno social en que se desenvuelve este profesional es importante tener presente, la participación activa de los padres de familia y de la comunidad en si para lograr el desarrollo pleno e integral en los niños y niñas.

El docente debe tener las siguientes virtudes

Alegre, sociable, dinámico, creativo, motivador, y sobre todo, iniciativa, las actividades deben de ser variadas, nunca deben ser las mismas para que los niños y niñas no se aburran, deben darle buen trato, tener una buena relación afectiva con los niños y niñas.

Es importante ver la posibilidad de influir positivamente en los procesos de aprendizaje y socialización de los niños y niñas a través de la dotación de elementos educativos en los lugares de recreo, de forma que permitan desarrollar las actividades lúdicas y creativas. Es fundamental que el docente tenga en cuenta los posibles accidentes, para ello hay que saber cuidar a los niños y niñas y observar siempre lo que están haciendo.

Rol del Docente para evitar la deserción

Se debe organizar con la dirección y padres de familia, un programa de actividades en las que el padre se incorpore en la educación de su hijo. Realizar visitas semanalmente casa a casa de los niños y niñas para motivar a los padres de familias.

La escuela como institución social

La escuela es un tipo de grupo social dentro de la sociedad; por lo tanto, la sociedad ejerce algunas influencias sobre la escuela, mientras que la escuela -a su vez- ejerce algunas influencias sobre la sociedad (Ozigi & Canham, 1978). Así, cuando una sociedad no valora la educación y pone la prioridad en otras cosas como los bienes, la orientación hacia la seguridad, el éxito a cualquier costo y el nivel social (Animba, 1993), es probable que el niño deteste la escuela (Aluede, 1995; Ikechukwu, 2000).

De manera similar, cuando la sociedad no recompensa el talento, la creatividad y la ingenuidad, los niños seguramente verán la escuela como irrelevante (Adedeji, 1985). De este modo, Trust (en Ikechukwu 2000) observó que el conflicto de la cultura y la alienación racial en la sociedad que afecta al medio escolar puede incrementar el riesgo de deserción.

Factor hogar

El hogar representa una perspectiva muy importante en la vida de todo niño. De ahí que el hogar podría informar la decisión de los adolescentes de abandonar la escuela.

De acuerdo con esto, la investigación (Adedeji, 1985, Carvantees, 1965; Fafunso, 1994; George, 1997; Ikechukwu, 2000) indica que ciertas características del hogar pueden influir en los niños para abandonar la escuela. Estas características del hogar incluyen: situación familiar infeliz, más cantidad de niños de los que los padres pueden mantener.

Se vuelve difícil para los hogares pobres, entonces, atender a sus hijos y así se provoca que, en definitiva, a los niños les desagrade la escuela, puesto que no pueden obtener los materiales escolares necesarios. Por en encima de estas circunstancias, existe el hecho de que un padre muy exigente pueda crear miedo en sus hijos con respecto a los altos estándares y el miedo a ser reprendido en caso de fracasar, puede hacerlos sentir desagrado por la escuela y, en muchos casos, abandonar la escuela prematuramente (Adedeji, 1985; Aluede, 1999).

Las funciones del orientador escolar para minimizar el abandono escolar en los adolescentes

Ahora que se ha vuelto evidente que el problema de la deserción escolar se encuentra más allá de la competencia y el manejo de padres, docentes y autoridades escolares, la otra forma a la que se puede recurrir es a la orientación -una base sólida para el crecimiento personal futuro en lo académico, vocacional, psicológico y general (Essuman, 1985).

El propósito, por lo tanto, es complementar el trabajo académico y la vida escolar total con un programa integral dirigido al objetivo estratégico de ayudar a los adolescentes a permanecer en la escuela y obtener el máximo beneficio de la educación.

Con este panorama como telón de fondo, se proponen estrategias de orientación para fortalecer más las funciones de los orientadores escolares a quienes se puede convocar para brindar asistencia a los adolescentes que estén a punto de abandonar la escuela, para que puedan tener una experiencia de mayor éxito y ganar más confianza para enfrentar los problemas académicos, sociales, emocionales, físicos y vocacionales que hasta ahora habían hecho descender su autoestima.

Factor financiero

El factor financiero ha sido propuesto entre las variables que predisponen la deserción escolar de los adolescentes. Para que un adolescente se encuentre cómodo en la escuela, los materiales necesarios para el aprendizaje deben ser suministrados al adolescente por parte de sus padres o tutores. No sorprende que algún potencial profesional finalice su escolaridad en el nivel primario o secundario, debido a la falta de fondos.

Fue al reconocer este problema, que el gobierno federal de Nigeria y otros países con altas tazas de deserción escolar, lanzaron programas de educación básica universal en 1999. El objetivo que se perseguía, era brindar educación gratuita a todos a lo largo de la escuela primaria y de los primeros años de la educación secundaria.

Desafortunadamente, este programa actual de educación básica y programas similares en varios países, tales como EE.UU., Canadá, Reino Unido, Australia y Sudáfrica para ayudar a jóvenes educativa y económicamente en desventaja a ingresar, permanecer y completar su educación secundaria y postsecundaria tienen una eficacia muy limitada. Debido a este y a problemas financieros similares, el orientador debería ser capaz de ofrecer los siguientes servicios:

  • identificar los recursos disponibles en el hogar o la comunidad;
    • suministrar información respecto de ayuda financiera o identificar las fuentes de información en la comunidad;
  • brindar asesoramiento financiero;
  • ofrecer recomendaciones para acciones nacionales, del estado y de la comunidad que enfaticen el permitir a los niños y a sus familias romper los círculos de pobreza, abuso y el alto índice de deserción escolar (Helge, 1993);
    • brindar información relativa a becas, préstamos estudiantiles y otras posibilidades de patrocinio;
  • ayudar a los estudiantes y sus padres a comprender los procedimientos para la inscripción en institutos de enseñanza superior así como para financiar la educación de los estudiantes más allá de los niveles superiores de secundaria; y
  • brindar aliento, tranquilizar, y apoyar tanto a los estudiantes, a sus padres como a las agencias donantes.

Características personales y el factor hogar

Se ha afirmado que las características personales del adolescente así como el factor hogar tienen influencia sobre la decisión de los adolescentes en cuanto a abandonar la escuela.

Estas características personales del adolescente que lo hacen abandonar la escuela incluyen rendimiento académico inferior al esperado, problemas de conducta, discapacidad física y problemas emocionales.

Además, algunos adolescentes carecen de las habilidades básicas, el conocimiento y la motivación como para asumir la responsabilidad de planificar su vida. De modo semejante, se ha establecido con claridad que el compromiso de los padres en la educación de los hijos es un componente importante del éxito académico.

Por ello, Shaffer (1989) informó que la falta de monitoreo de las actividades de un adolescente por parte de los padres contribuye de modo significativo, a una conducta antisocial y que se aparta de la normal.

Una cuestión más importante aún es que, a veces, los padres complican un problema adolescente, al rechazar violentamente al joven que ya ha fracasado en la escuela, en lugar de comprenderlo y contenerlo para ayudarlo a desarrollar habilidades académicas y confianza emocional, aspectos estos que por lo general el adolescente puede no saber cómo mejorar.

Como orientadores, resulta importante comprender, que es necesaria la consulta con los padres o tutores con el apoyo del director, con relación a los problemas emocionales y personales de los alumnos que tiene como base a la familia.

La meta es fortalecer los encuentros familiares positivos, realizando consultas y poniéndose en contacto con los padres sobre los problemas y asuntos sociales-personales de los estudiantes, e involucrando a los padres en programas de orientación a fin de que los integrantes de la familia aprendan a ayudarse en lugar de dañarse entre sí.

Al hacer esto, un niño con problemas puede aprender a desenvolverse, logrando una mayor adaptación al mundo. Por lo tanto, el orientador debería ser capaz de ofrecer los siguientes servicios:

Cuando existe la necesidad de que un orientador explore más allá de los datos que pueda proveerle el adolescente, el orientador debe examinar las relaciones familiares y la dinámica de vida del hogar (Santrock, 1981).

Administrar tests psicológicos estandarizados y adoptados localmente para el diagnóstico de los problemas emocionales y para facilitar la orientación vocacional.

Identificar a adolescentes anormales y perturbados y también a aquellos que tienen necesidades terapéuticas, tanto en áreas académicas, como en no académicas (como la terapia del habla), planificar y organizar un programa de los servicios terapéuticos necesarios para implementar en la escuela.

Coordinar los diversos servicios terapéuticos de los estudiantes y evaluar su eficacia, monitorear y obtener informes sobre el avance de los servicios terapéuticos.

En el caso de los estudiantes que tienen necesidades de orientación que superan las normales, sentirse libre de informar sobre ellos a los profesionales pertinentes, por ejemplo, psiquiatras, fonoaudiólogos, psicólogos clínicos, psicólogos de rehabilitación y expertos en educación especial, dado que los orientadores no son omniscientes (Nwabuoku & Ijeh, 1999).

Recolectar información educativa y ocupacional y ponerla a disposición de los estudiantes de forma regular.

Orientar a los estudiantes sobre los cursos adecuados para ellos, identificar a los alumnos en riesgo de deserción, guiar y apoyar a los estudiantes mediante métodos que puedan ayudar a los adolescentes a establecerse en la escuela y de este modo frenar el abandono.

Además, los orientadores deberían, usando habilidades de orientación adecuadas, tratar de ser mediadores para con los estudiantes interpretando sus necesidades, buscar los cambios necesarios en el sistema educativo y servir como nexo de comprensión con los adultos que brindan una relación de confianza. Todos estos aspectos forman parte de la apuesta para retener a los estudiantes en la escuela y minimizar la deserción.

Factor social

Ikechukwu (2000) ha afirmado que el factor social es una de las variables que predispone a los adolescentes al abandono escolar. Esto es así cuando una sociedad no valora la educación (incluyendo el talento, la creatividad y la ingenuidad), sino que confiere mayor valor a otras cosas tales como la adquisición de riqueza por cualquier medio, el nivel social y la posesión de cosas materiales.

De este modo, el estudiante es propenso a odiar la escuela. Por ejemplo, la cuestión del fraude avanzado (popularmente llamado “419”) es ampliamente realizada en Nigeria, lugar donde se realizó la investigación, y en países marcados históricamente, por crisis económicas prolongadas.

Lo que resulta aún peor es que, en lugar de que la sociedad muestre desaprobación ante la riqueza acumulada por medios fraudulentos, ésta colme de halagos a estas personas, especialmente debido a su derroche.

Por lo tanto, es necesaria la clarificación y orientación con respecto a los valores, y aquí, es donde debería involucrarse el orientador. Para mejorar estos problemas, el orientador debería estar en condiciones de ofrecer los siguientes servicios:

  • El orientador, junto con otros profesionales y organizaciones (tales como líderes eclesiásticos, docentes, funcionarios de asistencia social, entre otros), deberían esforzarse para desplazar los valores de la gente del consumismo, la inactividad y la falta de constancia y reflexión hacia el ahorro, el emprendimiento y la creatividad, la aventura y hacia una actitud más moral y reflexiva (Izundun, 1991).
  • Esto puede lograrse mediante charlas, seminarios, talleres, folletos y carteles.
    • Proporcionar una atmósfera comunicativa que brinde a los estudiantes una oportunidad para involucrarse en el descubrimiento, el procesamiento y la síntesis del valor correcto.
  • Guiar y orientar a la Asociación de Padres y Docentes (PTA, por sus siglas en inglés) a través de servicios informativos, talleres, charlas, etc.
  • Identificar potenciales fuentes de referencia en la comunidad para los servicios de orientación escolar, y
  • Brindar a los padres información sobre las políticas escolares, los procedimientos, la oferta de cursos, las oportunidades educativas y ocupacionales así como sobre los requisitos y recursos que pueden contribuir a un desarrollo integral de sus hijos.

Además, en la actualidad, muchos estudiantes ven la escolaridad como algo irrelevante debido al agravamiento de la situación económica en su país, que había conducido a la privación y al desempleo a aquellos que asistieron a la escuela.

Resulta obvio por la forma en que se presenta el panorama económico internacional, que el período de privaciones se haya establecido, al menos por algún tiempo.

Por lo tanto, lo mejor que puede hacerse es encontrar una manera de ajustarse a la situación y aprender a manejarla. La responsabilidad de mejorar el estándar de vida de la gente, no sólo recae en el gobierno, los nigerianos, colombianos y latinoamericanos, también necesitan hacer sacrificios personales, y es aquí donde se requieren los servicios de un orientador.

Es por esto, que resulta fundamental en la orientación, la consideración de los valores sociales. De ahí que resulte imperativo que el orientador ayude a inculcar en los estudiantes y en la población en general, los valores que permitirán a los individuos soportar la crisis y los eventos que la acompañan.

La necesidad de esta recomendación, se ve reforzada por el hecho de que los valores constituyen los fundamentos de los modos comunes de operación de toda sociedad. Por esto, la supervivencia y el mantenimiento de toda sociedad, depende de la transmisión de los patrones de valores esenciales a sus miembros. Para llevar a cabo esta tarea, el orientador debería ser capaz de:

  • Comenzar temprano a inculcar los valores del trabajo duro, la dedicación y los sacrificios a los estudiantes en particular, de modo tal, que ellos sean capaces de afrontar los desafíos de los tiempos difíciles; y
  • Ayudar a los alumnos para que se ajusten permanentemente a los tiempos cambiantes, mediante campañas de concientización, charlas, seminarios, etc.

A pesar de que la investigación (Ikechukwu, 2000) ha señalado que el ambiente escolar y la influencia de los pares, no predispone a los estudiantes a abandonar la escuela en Nigeria y países con grandes estándares de pobreza y desigualdad social; debemos comprender que las escuelas con culturas que hacen que su comunidad sea positiva y brinde contención, son menos propensas a tener alumnos que se retiren de la escuela. Por lo tanto, como orientadores, las siguientes acciones parecen ser imperativas:

(a) Motivar a la población juvenil masiva “en riesgo” para que continúen con la educación y la capacitación durante la escuela secundaria y aún más; y
(b) ayudar a los estudiantes para que asuman la responsabilidad de su propio desarrollo profesional y actúen en consecuencia, brindándoles orientación académica, lo que definitivamente reducirá el índice de deserción.

Deserción y cambio de maestros

La deserción tiene estrecha relación con el cambio de maestros y la percepción que estos perciben del grupo y de la escuela León E. M., Carreto Y.D., Guerra L. (2015), es así como el grupo de la escuela comunitaria de Cerro del Marqués, disminuyó el número de alumnos, siendo originalmente 28 y actualmente asisten 21, todo esto a partir del cambio de maestros, caso contrario al grupo de la escuela comunitaria de Barranca Honda, el cual tuvo un aumento en sus alumnos siendo originalmente 30 y actualmente son 44.

Para el caso colombiano es delicado, porque las secretarias de educación tardan hasta cuatro meses, en ocasiones, para nombrar reemplazos para cubrir las plazas docentes vacantes, llegándose en ciertos casos, a que los estudiantes se acostumbren a salir dos horas antes; al ser nombrado el reemplazo, los estudiantes tienden a rechazar y hacer aburrir a todos los docentes que lleguen a reemplazar la plaza docente, para recuperar su tradición de estudiar diariamente cuatro horas.

La deserción escolar ha sido un problema que se va dando conforme se cambia de maestro, en algunos casos, si el maestro es bueno en su labor docente, en su práctica pedagógica, los mismos alumnos recomendarán esa escuela a todos sus amigos que estén en la misma situación económica, así por el contrario, si el maestro es ineficiente en su práctica pedagógica, lo único que conseguirá será que los niños vayan desertando poco a poco al grado, no pudiéndose lograr un avance en la solución de dicho problema, por lo que se deduce que la deserción escolar en este grupo particularmente en la colonia Cerro del Marqués, seguirá en peligro de más deserciones, por las practicas que ahí se aplican.

Sin embargo, a partir de ahí, se proponen mejoras tales como el acompañamiento continuo de asesoramiento de parte de los coordinadores, así como también el que el asesor utilice su creatividad para elaborar las clases sin perder la finalidad que dicho programa sustenta, talleres recreativos que se realicen continuamente de tal manera, que hagan frente, no sólo a sus necesidades educativas, sino de la vida misma, es decir, necesidades socioculturales que se apliquen en ambos grupos.

Es demostrado también que es posible un avance en la mejora de este problema, ya que como se vio en la colonia Barranca Honda, si es buena la práctica pedagógica, cada vez habrá más niños interesados en aprender, aunque no tengan las posibilidades económicas para hacerlo.

Las prácticas pedagógicas mantienen una estrecha relación con la deserción escolar, es decir, depende de cómo se realicen independientemente del contexto en el cual se desarrollen. Estas a su vez forman parte del desarrollo del proceso de aprendizaje, siendo así uno de los principales factores del rendimiento académico.

La deserción escolar que se vive en las escuelas comunitarias es un tema alarmante, ya que, afecta primordialmente a los niños y niñas de estas escuelas. De esta manera la afectación es directa hacia ellos/as porque retrocede el acompañamiento de su desarrollo de aprendizaje y no sólo de manera intelectual sino de manera sociocultural.

Pues, como se hace mención anteriormente, las escuelas comunitarias ofrecen el desarrollo de conocimientos y a su vez les acompaña del alguna u otra manera hacer frente a sus necesidades socioculturales. Las practicas docentes influyen decisivamente en que los niños y niñas se sientan motivados para ir a la escuela, sin embargo, los resultados de esta investigación han reportado en el caso de la escuela del Cerro del Marqués al no haber motivación en sus prácticas docentes, el rendimiento académico bajo, esto da pie a la deserción escolar.

En comparación de la escuela de Barranca Honda. Pues, se notó que aumentó el grupo debido a que las prácticas docentes van mejorando en esta última escuela. Mediante esta comparación se puede sustentar dicha afirmación. (Sustentarlo y relacionarlo) Abriendo el panorama del porqué de esta situación y las mejoras que se puedan dar.

Además el índice de deserción escolar, también se determinaron, otros factores, como es cambio domiciliar de las familias, debido a su situación económica, así como también la necesidad de que los niños y niñas trabajen para ayudar al sustento de las mismas (agregar más causas). Finalmente mediante el conocimiento de estos factores se puede incidir en los cambios oportunos, pertinentes para la mejora de esta situación.

¿Hasta qué punto, por ejemplo SOLER, V. (2010), es el abandono escolar decisión del propio alumno, de su familia o del centro escolar? ¿Se habla del resultado en términos de elección o de selección? Esto es, ¿hay algo externo al sistema escolar que le resulta al alumno más atractivo que lo que el centro escolar es capaz de ofrecerle, o por el contrario, es el propio sistema el que le empuja o expulsa, dándole a entender simplemente que la vida académica, con todo lo que implica, no está hecha para él (Field et al., citados en Fernández Enguita, Mena y Riviere, 2010:19).

El efecto del tamaño de grupo en la calidad de la educación y en la deserción escolar

La respuesta Villarraga, A. (2002) a si el tamaño del grupo, es decir el número de alumnos de una clase atendidos por un profesor en un momento determinado, afecta el logro académico obtenido por los estudiantes, ha sido motivo de gran discusión en diferentes ámbitos y países. Desde el punto de vista pedagógico, se plantea que los procesos de enseñanza, aprendizaje y convivencia en el aula de clase se ven afectados de diferentes maneras cuando se trabaja con grupos de clase pequeños.

Es importante aclarar que existe una diferencia entre el tamaño de grupo y la relación alumnos por docente. La primera hace referencia a los alumnos que comparten un mismo espacio y un mismo docente. La segunda se ve afectada por los profesores de apoyo o de áreas como artes o deportes que por lo general no tienen a cargo un curso determinado sino que atienden varios grupos de la institución (Ehrenberg, 2001).

Existe una amplia creencia a considerar que un grupo pequeño genera una serie de ventajas que se traducen en mejores resultados de los alumnos en cuanto a sus logros académicos y que llevan implícitos otro tipo de beneficios que se relacionan directamente con la calidad de la enseñanza impartida por los maestros. Esto significa, de acuerdo con Laine (2000) que por ejemplo, a menor número de alumnos en una clase, el número de interrupciones y el ruido, disminuyen permitiendo al docente realizar otro tipo de actividades pedagógicas en el aula.

Con grupos de clase pequeños, el docente puede brindar una atención más personalizada y centrarse en las necesidades específicas de cada estudiante en lugar de las del grupo como un todo. Además, el tamaño de grupo afecta el nivel de ajuste o acoplamiento de los menores al mismo; a menor número de estudiantes se pueden llevar cabo actividades que exijan la participación de cada individuo.

Adicionalmente, el tamaño de clase más pequeño aporta otros beneficios como ofrecerle al maestro la oportunidad de trabajar mejor con aquellos estudiantes que tienen necesidades especiales y con aquellos que por diversas razones arriban a la escuela un poco atrasados con respecto a sus compañeros. El tamaño de clase reducido, se refleja también en la posibilidad de establecer una mejor relación con los padres y mayor contacto, que lleve a un mejor desempeño de los alumnos y a una reducción en los problemas disciplinarios en el aula de clase.

A través del concepto de la Función de Producción, la economía ha buscado determinar la relación entre los recursos utilizados en el sistema educativo y los productos que éste arroja, es decir estimar la Función de Producción de Educación. A partir de la identificación de los factores que inciden sobre el producto del sistema educativo, visto este como la calidad de la educación que reciben los estudiantes, se busca incidir en aquellos que son susceptibles a las decisiones de política.

El trabajo pionero en esta área es el de Coleman (1966). Este documento investiga las causas de las diferencias presentadas en los logros obtenidos por los estudiantes en las escuelas de Estados Unidos, utilizando como variables de análisis características de las familias de los alumnos, de sus docentes, de los colegios y de las comunidades a las cuales pertenecían.

A partir de este trabajo se han originado una gran cantidad de estudios que buscan determinar los factores que inciden en los logros obtenidos por los estudiantes, medidos estos últimos, generalmente a través de los resultados alcanzados por los alumnos en pruebas estandarizadas.

Se establece entonces que los logros de los alumnos se ven afectados por características personales y familiares, como la edad del alumno en relación con el grado cursado, el nivel educativo de los padres y el nivel socioeconómico de la familia, entre otros. Así como por las condiciones particulares de la institución educativa como infraestructura, dotación, tamaño de grupo, características de los docentes. Finalmente, por características de la comunidad a la cual pertenece el alumno (Ehrengerg, 2001). De esta forma, se busca estimar una ecuación como la siguiente:

1. Donde representa el logro de los estudiantes, las características personales y familiares del alumno, las características de la institución educativa, las características de la comunidad y es el término de error.
Tres inconvenientes típicos en el análisis.

El trabajo de Coleman buscaba relacionar este tipo de variables en un mismo momento del tiempo, es decir que los resultados en pruebas presentadas por los alumnos ( ) en el momento se veían afectados por las variables en ese mismo momento. Los trabajos que han asumido este supuesto ignoran el efecto que tienen sobre los resultados del estudiante las mismas variables explicativas pero en momentos pasados, es decir, que los valores de en el momento se ven afectados por el valor de las variables explicativas en los momentos -1, -2, -n. Por lo tanto, las conclusiones del análisis de corte trasversal pueden llevar a conclusiones erróneas (Hanushek, 1999).

El segundo inconveniente se genera debido la existencia de estructuras de datos jerárquicos (SED 1999). Los alumnos pertenecen a grupos de clase, los cuales a su vez pertenecen a colegios, que a su vez hacen parte de distritos, etc. Los estudios que hacen estimaciones a nivel de alumno, violan el supuesto de independencia entre las observaciones ya que los alumnos tienen los mismos valores para las variables que representan la clase o el colegio.

Los trabajos que hacen caso omiso de esta característica tienden a sobreestimar las relaciones entre las variables estudiadas a nivel agregado. Una vía que se ha utilizado para superar esta situación ha sido la incorporación de una técnica estadística conocida como modelos jerárquicos.

Sin embargo, el problema central para la estimación de los efectos del tamaño del grupo es que las diferentes decisiones de ubicación de los alumnos, oscurecen la relación causal entre el tamaño de clase y el desempeño del estudiante. Por ejemplo, los padres pueden ubicar a sus hijos en escuelas con clases más grandes o más pequeñas, basándose en el desempeño de la institución.

Además las normas administrativas pueden hacer que los estudiantes vayan a diversos colegios dependiendo de su desempeño, así como los maestros pueden a su vez determinar la ubicación del estudiante dentro del colegio, en clases de diferentes tamaños de acuerdo con su comportamiento o su potencial académico observado.

Esto conlleva a que las estimaciones de la relación entre el tamaño de grupo y los logros académicos de los estudiantes puedan estar sesgadas por la endogeneidad del tamaño de clase con respecto al desempeño del estudiante y por las variables omitidas.

Por estas razones para estimar el verdadero efecto causal del tamaño de clase en el desempeño del estudiante se requiere un estrategia de identificación que permita restringir el análisis a variaciones exógenas en el tamaño de clase, para que el efecto causal de éste pueda ser separado de los efectos producidos por la manera de distribuir a los estudiantes en las clases (Wößmann, 2002).

Para el caso que nos ocupa, el tamaño del grupo puede estar correlacionado con variables tales como el nivel socioeconómico del alumno. Así, si los padres de los alumnos con mayor capacidad económica prefieren ubicar a sus hijos en colegios con grupos de clase pequeños, el efecto del tamaño de grupo puede sobreestimarse (Hoxby 1998, Uribe 2003).

Algunas de las investigaciones que han tratado de superar esta dificultad, incluyen variables que controlan este tipo de características, sin embargo siempre habrán variables que no se incluyan en el análisis y que puedan sesgar los resultados obtenidos.

Algunas propuestas para solucionar los inconvenientes. Con el fin de superar las limitaciones mencionadas, se han llevado a cabo estudios de tipo experimental. Es el caso de Proyecto STAR que se desarrolló en Tennesse, Estados Unidos, en los años 80.

En este trabajo los estudiantes involucrados y los docentes fueron asignados a grupos de clase de diferentes tamaños, de forma aleatoria y se monitorearon sus resultados en pruebas estandarizadas con el fin de identificar el efecto puro del tamaño de grupo. El principal resultado de este trabajo fue encontrar una relación negativa entre el tamaño de grupo y los logros de los estudiantes (Krueger 1998).

Otro proyecto realizado en Estados Unidos fue el estudio conducido por el programa SAGE (Garantía del Logro Académico del Estudiante), a partir del año 2000, en 300 salones de clase a lo largo de todo el estado. En los primeros resultados se encontró que reducir el tamaño de clase si aumentaba el desempeño de los estudiantes.

Pero también se encontraron resultados asociados a las técnicas de enseñanza, que un menor grupo permite al docente generar una relación específica con cada alumno, aunque el programa académico sea uno solo (Zahorik et al. 2000).

Una de las limitaciones que presentan este tipo de análisis es el denominado “Efecto Hawthorne” que consiste en que las personas involucradas en el experimento (estudiantes, docentes, directores) están enteradas de su participación en el mismo, lo cual puede hacer que modifiquen su comportamiento y generen sesgo en los resultados obtenidos. Hoxby (1998), Hanushek (2000).

Por otra parte, autores como Hanushek (2003) argumentan que no es prudente generalizar las conclusiones obtenidas a partir de un estudio particular.

Otra técnica de análisis que se ha utilizado se basa en la revisión de estudios que han tratado de determinar la relación entre insumos y productos en educación. Hanushek (2002) hace una revisión de estudios realizados con datos de Estados Unidos que estiman 376 funciones de producción y de estudios con datos de países en desarrollo que estiman 96 funciones más.

En este metaanálisis el autor encuentra que el 14% de las estimaciones en Estados Unidos y el 27% en los países en desarrollo presentan una relación negativa significativa entre la relación alumnos docente y el logro de los estudiantes. Los trabajos de Hanushek (1986, 1989, 1996a, 1996b, 1997, 1998, 2002) argumentan que no existe una relación fuerte o consistente entre los recursos de la escuela y el desempeño del estudiante.

Otra aproximación al análisis parte de utilizar el método de variables instrumentales para estimar la relación entre el tamaño de grupo y el logro académico. Esta técnica hace posible restringir el análisis a aquella parte de la variación total del tamaño de clase, que es exógena al logro académico del estudiante (Wößmann, 2002).

En el caso colombiano y a nivel general, son pocos los trabajos que han abordado de forma particular, el tema del efecto del tamaño de grupo sobre los logros obtenidos por los estudiantes, menos aún, no aparecen investigaciones sobre “la relación que existe entre el número que se ocupa en la lista del grupo y la deserción escolar”, la cual representa el eje central de la presente investigación, quizás, porque a nivel de investigación educativa, por mirar los factores generales o globales de la escuela y su accionar, se ha dejado de lado, lo que se han considerado las pequeñas cosas, o nimiedades; lo cual, mirándolo con lupa, juega un papel protagónico en la vida de la escuela, sus logros y el lugar que el sujeto ocupará en la sociedad.

Necesariamente desde que se nace, se es un número en la tabla demográfica del país, número de registro civil de nacimiento, luego se es un número en la lista de la escuela primaria y secundaria, pasándose luego, a ser el ciudadano número x o y, según su cédula de ciudadanía o tarjeta de identidad.

Todo lo que consiga con posterioridad le asignará un número; placa de carro, placa de moto, placa de matrícula inmobiliaria, número de la vivienda, número de celular o teléfono; número de cuenta de ahorros, número en la seguridad social, el mismo correo electrónico podría ir acompañado de números, al igual que su clave; hasta finalmente, ser un número de Sisben (instrumento de focalización individual que identifica los hogares, las familias o los individuos más pobres y vulnerables, sistema de información colombiano que permite identificar a la población pobre potencial beneficiaria de programas sociales, etapa de identificación), número de estrato socioeconómico, que le marcará para perpetuarse allí, porque ha asumido que ese es el lugar que la vida le ha dado, antes de obtener un número, en su registro civil de defunción.

Los trabajos realizados por el Ministerio de Educación Nacional (SABER, 1997) y por la Secretaría de Educación Distrital, han buscado establecer en conjunto los factores asociados a la calidad de la educación que se imparte en los planteles tanto oficiales como privados.

En SED (2001) se establece que un mayor número de alumnos por docente en el nivel de educación básica secundaria se asocia con un menor logro del plantel. Uribe (2003) realiza un estudio, encontrando una relación negativa entre el tamaño de grupo y los logros de los estudiantes utilizando una muestra de 77 instituciones educativas.

Este es el único trabajo de tipo experimental en Colombia que ha centrado la atención en los efectos que puede conllevar en materia de calidad de la educación, los cambios en el número de alumnos por clase y que busca superar las limitaciones mencionadas anteriormente.

Rendimiento académico

Rendimiento escolar Lugmaña, M. O. (2014) hace referencia a la evaluación del conocimiento adquirido en el ámbito educativo. Un estudiante con buen rendimiento académico, es aquel que tiene calificaciones positivas en los exámenes que debe rendir a lo largo de un periodo escolar.

En otras palabras el rendimiento académico es una medida de las capacidades del estudiante, que expresa lo que este ha aprendido a lo largo del proceso formativo. También supone la capacidad del estudiante para responder a los estímulos educativos. En este caso, el rendimiento académico está vinculado a la aptitud.

Existen varios factores que inciden en el rendimiento académico. Desde la dificultad propia de algunas asignaturas, hasta la gran cantidad de exámenes que pueden coincidir en una fecha, pasando por la amplia extensión de ciertos programas educativos, son muchos los motivos que puedan llevar a un estudiante a mostrar un pobre rendimiento académico.

En todos los casos, los especialistas recomiendan la adopción de hábitos de estudio saludables, como: no estudiar muchas horas seguidas en la noche previa al examen, sino repartir el tiempo dedicado al estudio para mejorar el rendimiento escolar. “Nivel de conocimiento de un estudiante medido en una prueba de evaluación.

En el rendimiento académico intervienen además del nivel intelectual, variables de personalidad (extroversión, introversión, ansiedad…) y motivacionales, cuya relación con el rendimiento académico, no siempre es lineal, sino que está modulada por factores como nivel de escolaridad, sexo, aptitud”. El rendimiento académico refleja el resultado de las diferentes y complejas etapas del proceso educativo y al mismo tiempo, una de las metas hacia todos los esfuerzos y todas las iniciativas de las autoridades educacionales, maestros, padres y estudiante, lo cual conlleva un largo proceso.

No se trata de cuanta materia han memorizado los estudiantes, sino de cuánto de ello han incorporado realmente a su conducta, manifestándolo en su manera de sentir, de resolver los problemas y hacer o utilizar lo aprendido. Aspectos que inciden en el rendimiento escolar.

El rendimiento académico por ser multicausal, envuelve una enorme capacidad explicativa de los distintos factores y espacios temporales que intervienen en el proceso de inter-aprendizaje. Existen diferentes aspectos que se asocian al rendimiento académico, entre los que intervienen componentes tanto internos como externos al individuo.

Pueden ser de orden social, cognitivo y emocional. El alto rendimiento es la suma de transformaciones que se operan en el pensamiento, en el lenguaje técnico, en la manera de obrar y en las bases actitudinales del comportamiento de los estudiantes relacionado con las situaciones y problemas en las diferentes materias que intervienen en el proceso enseñanza aprendizaje.

Como manifiesta Salazar (2008) “Calificar un rendimiento, es valorar a la relación: Objetivo, Docente y Evaluación Estudiantil, y entender el nivel de rendimiento” (Pág. 104).

El bajo Rendimiento; se habla de bajo rendimiento, cuando se encuentra estudiantes que no han adquirido en el tiempo previsto, de acuerdo con los programas establecidos, y las capacidades intelectuales, los resultados que se esperan de él. El bajo rendimiento escolar es un problema con múltiples causa y repercusiones y en él están implicados factores de diversa índole, de entre los que cabe destacar:

Factores individuales del estudiante (cognitivos y motivacionales), factores educativos (contenidos, exigencias escolares, forma de trabajo en el aula y necesidades individuales de los estudiantes) y factores familiares (cultura familiar, posición socioeconómica de las familias, relaciones intrafamiliares, provisión de materiales, recursos y estructura interna familiar).

El bajo rendimiento educativo se ha convertido en un problema preocupante por su alto índice de incidencia en los últimos años. Al buscar las causas de que el estudiante no consiga lo que espera de él, y de una perspectiva holística, no se puede limitar a la consideración de factores escolares (profesor/estudiante, agrupación de los estudiantes, características del profesor, tipo de centro y gestión del mismo) sino que es preciso hacer un análisis de otros factores que afectan directamente al estudiante como pueden ser factores personales (inteligencia y aptitudes, personalidad, ansiedad, motivación, auto concepto), factores sociales (características del entorno en el que vive el estudiante) y factores familiares (nivel socio-económico familiar, estructura, clima del hogar, entre otras).

Los estudiantes son el producto de la interacción entre los recursos que aporta la familia a la educación de los hijos, y los aportados por la institución educativa, es importante tener en cuenta que la contribución de ambas esferas es diferente; mientras que el ambiente social del hogar contribuye a la formación de determinadas actitudes, promueve el auto concepto y fomenta las atribuciones de esfuerzo, la institución lo que hace básicamente proporcionar oportunidades, formular demandas y reforzar comportamientos.

Como manifiesta, Alves (1974): “Todo profesor progresista y consciente de sus responsabilidades debe combatir en sí mismo la tendencia de caer en la rutina y a contentarse con resultados mediocres, indicadores de bajo rendimiento en su trabajo. Con autocritica constante y vigilante, procurara perfeccionarse y progresar, ideando y experimentando métodos nuevos y mejores, con el fin de lograr resultados más satisfactorios con sus estudiantes”. (Pág. 352).

En las familias de estudiantes con bajo rendimiento se observan tensiones entre padres e hijos con mayor frecuencia, que en las familias de estudiantes con alto rendimiento. La autoestima, básicamente es un estado mental. Es el sentimiento o concepto valorativo (positivo o negativo) del ser, ésta se aprende, cambia y se puede mejorar; se basa en todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que se tienen sobre sí mismo, a partir de lo que se va recogiendo a lo largo de la existencia.

En lo más profundo del ser, existe la imagen que el sujeto ha creado de sí mismo, aunque éste no esté plenamente conscientes de ello, que refleja la idea de lo que se ha forjado, de la identidad como persona, y cuan valiosa se es, respecto a otras.

Se corresponda o no con la realidad, esta imagen es el punto de referencia con respecto al mundo circundante, es la base para tomar decisiones, y es la guía para todo lo relacionado con el diario gestionar en la vida.

Auto concepto:(una parte importante de la autoestima): “Dale a un hombre una auto imagen pobre y acabará siendo un siervo”. Alves (1974). Es una serie de creencias que se tienen sobre lo que se es como persona, la cual se manifiesta en la forma de obrar.

Comprende lo que se es, se piensa y hace en la vida diaria, individual, familiar, laboral y social ¿De qué depende? En el auto concepto intervienen varios componentes que están interrelacionados entre sí: la variación de uno, afecta a los otros (por ejemplo, si se piensa que se es torpe, se obrará conforme a ello).

Entre lo que los niños y adolescentes valoran, hay cinco aspectos que tienen una gran influencia en la constitución de la autoestima de éstos. A veces, no se le concede la importancia que merecen, pues como los adultos los han superado, les parecen insignificantes. Pero para ellos son cruciales:

  1. La apariencia física.
  2. Las habilidades atléticas.
  3. La popularidad entre sus iguales.
  4. Las competencias sociales.
  5. El éxito escolar.

Fuentes de la autoestima:

  1. Padres (el ambiente familiar).
  2. Maestros (principales figuras de referencia y autoridad en las instituciones educativas).
  3. Iguales (los niños o jóvenes de su institución).
  4. Amigos (cuya incidencia va a ser la más notable de todas cuando el niño entre en la adolescencia).

La autoestima en la adolescencia

La adolescencia es uno de los periodos más críticos para el desarrollo de la autoestima, es la etapa en la que la persona necesita hacerse de una firme IDENTIDAD, es decir, saberse individuo distinto a los demás, conocer sus posibilidades, su talento y sentirse valioso como persona que avanza hacia un futuro.

Durante la adolescencia se manifiestan ciertos cambios a nivel socio-afectivo, físico y cognoscitivo, se desarrollan además la capacidad de reflexionar y pensar sobre uno mismo y de aceptar una nueva imagen corporal. Al hacerlo el adolescente se formula una serie de preguntas por sí mismo, por ejemplo “¿Soy atractivo?”, “¿Soy inteligente?”, “¿Soy aceptado por mis compañeros?”

Gradualmente empieza a separar lo que cree que es verdad sobre sí mismo, de lo que considera erróneo y a formularse sus propios conceptos sobre su persona. Cuanto mayor sea la aceptación que siente, tanto la familia como en los compañeros mayores serán las posibilidades de éxito.

En la adolescencia tanto en el grupo familiar como en el de la escuela, los amigos los medios de comunicación, contribuyen a moldear la autoestima. Pero en esta etapa se conjugan otros elementos, pues durante la adolescencia, la autoestima tiende a debilitarse. Una buena dosis de autoestima es uno de los recursos más valiosos de que puede disponer un adolescente.

Un adolescente con autoestima aprende más eficazmente, desarrolla relaciones mucho más gratas, está más capacitado para aprovechar las oportunidades que se le presenten para trabajar productivamente y ser auto eficiente, posee una mayor conciencia del rumbo que sigue. Y lo que es más, si el adolescente termina esta etapa de su vida con una autoestima fuerte y bien desarrollada, podrá entrar en la vida adulta con buena parte de los cimientos necesarios para llevar una existencia productiva y satisfactoria.

Se observa Murillo E., Ramírez, T. J. (2013) que la falta de dinero es otro factor relevante en la deserción estudiantil, en la mayoría de los casos los estudiantes debían estudiar y trabajar al mismo tiempo con el fin de poder ayudar a cubrir los gastos en la casa, ante la necesidad apremiante tomaron la decisión de no continuar estudiando y dedicarse a trabajar únicamente, y así cubrir sus gastos y también ayudar con una mayor contribución económicamente que la que hacían cuando estudiaban.

Por otra parte, el rendimiento académico sobre todo en las entrevistas realizadas a los estudiantes de la I.E. Alberto Castilla incide en la deserción de los educandos, ya que por ir reprobando gran cantidad de materias mejor se retiran, porque el año ya lo tienen perdido; igualmente la indisciplina y mal comportamiento contribuyen a esta problemática ya que si no se retiraba iba ser expulsado de la institución y entonces sería imposible que lo recibieran en otro colegio.

La edad también juega al parecer un papel decisivo, ya que algunos se sentía mal, por tal motivo optaron por retirarse y se han planteado la opción de validar el bachillerato. Se puede afirmar que en los estudiantes de la zona urbana, la causa del abandono del colegio está más ligada con la indisciplina y el bajo rendimiento académico, mientras que en la zona rural, está más ligado a problemas familiares y factores de tipo económico.

Por su parte, los estudiantes que culminaron exitosamente sus estudios de bachillerato, veían a las instituciones como su segundo hogar, se sentían cómodos, disfrutaban la estadía en ella, recuerdan con agrado las “recochas” entre amigos, las travesuras y los regaños de los profesores, los cuales consideran como merecidos y entienden que eran con la finalidad de formarlos.

Extrañan a sus amigos con los cuales compartían en los descansos, con algunos no se han vuelto a ver, con otros la comunicación es constante “Si, recuerdo a mis mejores amigas que aún conservo, siempre me estuvieron apoyando en mis problemas, en mis crisis, cuando tenía un problema familiar estaban conmigo y todavía son muy buenas amigas” (estudiante exitoso).

Otra causa importante es el hecho que la mayoría de los estudiantes entrevistados que culminaron el bachillerato exitosamente tienen familiares que son bachilleres o poseen estudios superiores, los cuales constantemente les aconsejaban y recalcaban la importancia de estudiar, e igualmente con su ejemplo los motivaban, ya que ellos comparaban los familiares que estudiaron y los que no. “Pues viendo el reflejo de ellos de los que estudiaron y no estudiaron podía saber que uno estudiando podía llegar más allá de las metas que uno se propone”. (Estudiante exitoso).

También es de resaltar el alto grado de importancia que le dan las familias y los mismos estudiantes, al hecho de ser bachiller, y posteriormente continuar con estudios técnicos o superiores.

Constantemente en los hogares de los estudiantes exitosos se les recalcaba la importancia del estudio, ven a éste como la única opción para mejorar la calidad de vida e ingresos.

Es evidente que este ambiente favorable hacia el estudio, ayudó a que los estudiantes también comprendieran la importancia de culminar la formación media y continuar con estudios superiores.

El rol del maestro

El rol del docente, es difícil, especialmente Ruiz, J, Zapata S.A. (2013) para realizar un acercamiento con el estudiante si no es de índole académico, por lo tanto no se logra que el estudiante pueda cumplir satisfactoriamente con los compromisos dejados en las aulas de clase.

Desde el rol como profesionales en formación, realizaron citaciones a los padres de familia o acudientes a cargo de los estudiantes, para así evidenciar y hacer lecturas de la realidad sobre las causas del bajo rendimiento académico.

Un elemento fundamental en la opinión de Adell (2002) respecto a la personalidad del estudiante es la dimensión afectiva, que considera que el bienestar académico no puede dejar de ser valorado como un componente importante del rendimiento. No sólo porque resulta difícil de disociar de las notas, sino porque aquel bienestar (o malestar) puede estar actuando como motivación del aprendizaje y puede ir conformando determinadas actitudes (positivas o negativas) hacia la intervención educativa del profesor.

El estudiante, que merece ser el protagonista actual y principal preocupación del presente en relación con un contexto socio-histórico-cultural distinto al que vivieron sus padres y sus abuelos, no siempre recibe apoyo, ni mucho menos la comprensión en la búsqueda de mejores resultados en el rendimiento académico (Díaz Arce, 2003).

Según Eugenia Temas, en educar junto con la escuela es frecuente que el entorno de los estudiantes y su contexto familiar y educativo desde lo cotidiano los lleven a la ensoñación y se refugie en sus fantasías para eludir responsabilidades y preocupaciones. Como han sido las relaciones sociales y de poder que hay a nivel familiar y contexto educativo por el cual los estudiantes viven diariamente su formación educativa.

Los estudiantes sienten mayor interés por las materias que consideran valiosas y que les servirán para su futuro, ignoran y consideran innecesarias las que no les sirvan para llegar a donde quieren, de tal manera no asisten a las clases que ven que no les genera ningún aprendizaje.

Según el estudio que realizo la secretaria de la Educación Distrital de Bogotá en el año 2010 los factores que influyen en el rendimiento académico pueden ser exógenos o endógenos. La secretaria de educación define a los factores exógenos como los factores que influyen desde el exterior y a los factores endógenos, los que se encuentran relacionados directamente con aspectos personales psicológicos o somáticos del alumno.

Los factores endógenos pueden ser estudiados de la siguiente manera: Desde los Estudiantes: donde se contemplan aspectos más personales del estudiante entre los cuales se tendrán en cuenta: el sexo de los estudiantes, edad, la frecuencia de estudio y hábitos como el leer prensa, ver noticieros, y trayectoria de la vida académica.

El origen exógeno es considerado como un proceso que se produce mediante el contacto y la comunicación de una comunidad. Los factores exógenos se pueden analizar mediante lo siguiente:

Desde la Comunidad: aquí se analiza el entorno inmediato o vecindario donde vive la familia y el involucramiento de los alumnos en las actividades tanto positivas o negativas que allí se den. (Brunnner y Elacqua, 2003).

Desde la Familia: “tiene que ver no sólo con el nivel de ingresos, sino con la composición de la familia, la ocupación y el nivel educativo de los padres, la vida familiar, el clima de afecto y seguridad, la infraestructura física del hogar, los recursos disponibles para el aprendizaje, el uso del tiempo, las prácticas de crianza, la relación de la familia con la escuela, etc.” pág. 71 Torres 2005.

Desde la Escuela: “Opera a nivel del sistema escolar en su conjunto, a nivel de cada institución (y/o redes de instituciones) y a nivel de aula.

Tiene que ver no únicamente con la enseñanza, sino con todas las dimensiones del quehacer y metodología, el uso del espacio y del tiempo, la organización, las rutinas y las normas, la relación entre directivos y docentes y entre estos, los alumnos, los padres de familia y la comunidad, la relación entre pares, la competencia docente, los contenidos de estudio, la pedagogía, la valoración y el uso del lenguaje en las interacciones informales y en la enseñanza, los sistemas de evaluación (premios y castigos, incentivos, estímulos, etc.)” pg.71 Torres 2005.

Teniendo en cuenta lo mencionado anteriormente, el factor social trabaja factores internos y externos del entorno social, en los que se mueven los educandos. Lo endógeno y lo exógenos no pueden ir desligados de los factores que inciden en el rendimiento académico, ya que cada uno de ellos, analiza situaciones y contextos en los que se desenvuelve el estudiante, que pueden ser a nivel externo (Exógeno) y a nivel interno, o lo que se relaciona directamente con aspectos personales del mismo (Endógeno) permitiendo así, un mejor análisis y clasificación de los aspectos que pueden afectar la parte académica y disciplinaria del estudiante en los grados de bachillerato.

La deserción escolar en América Latina

La deserción escolar en América Latina, Sánchez G (2014) es una tragedia de la que se habla muy poco, pero que tendrá un impacto negativo en la región por muchos años más. No sólo se enfrenta el desafío de los alumnos que siguen dejando la escuela todos los años, sino de los millones de adultos que están en su vida profesional sin estudios secundarios en una sociedad en la que cada vez es más difícil encontrar un empleo sin tener formación.

Hoy en día, muchos de los oficios que tradicionalmente solo requerían experiencia, como ser operario, vigilante, transportador o recolector, exigen haber terminado el bachillerato, ¿qué van a hacer entonces los más de diez millones de colombianos y los millones de latinoamericanos que nunca obtuvieron este título?

A pesar de que esta tragedia sea acuciante para el futuro de las sociedades, se sabe poco sobre los jóvenes que dejan las escuelas. Existen escasos estudios profundos, locales, sobre las causas y consecuencias de la deserción escolar. Se tiene claro que la necesidad de ingresos, las situaciones familiares y la falta de una escuela de interés para los jóvenes son de las principales causas del abandono, pero no se tiene mayores precisiones estadísticas, ni políticas claras de cómo combatirla.

En este contexto, vale la pena mirar algunos recientes estudios en otros países para tomar ideas y generar debate en la región.

Por ejemplo, una reciente investigación de Robert Balfanz, director de Everyone Graduations Center, en John Hopkins University, reporta: “no es novedad que los estudiantes que no terminan la escuela secundaria provienen de las comunidades más pobres, pero el porcentaje de concentración en las mismas escuelas es alarmante”.

El estudio, que se centró en los jóvenes afroamericanos, encontró que la mayoría de los estudiantes que dejan la escuela provienen de 660 instituciones, de las 12.600 escuelas regulares y vocacionales de más de 300 estudiantes que existen en Estados Unidos.

Es un problema altamente focalizado, y el estudio permite tener valiosa información para poder ayudarlos. Las políticas públicas enfocadas en esas escuelas, y en particular en el noveno año, que es donde comienzan a abandonar en grandes números, parecen ser de mucha efectividad, en vez de generar políticas nacionales que pueden contribuir a generar conciencia del problema, pero tal vez no ofrezcan soluciones de impacto.

Para ilustrar lo anterior es bueno mirar el modelo educativo y cultural belga, veamos Better Life Index – Edition 2015:

Tener un buen nivel educativo y de competencias es un requisito importante para encontrar empleo. En Bélgica, el 72% de los adultos entre 25 y 64 años han terminado la educación media superior, cifra menor que el promedio de la OCDE de 75%.

Esto se aplica más en el caso de las mujeres que en el de los hombres, ya que el 71% de ellos han terminado con éxito el bachillerato en comparación con el 73% de las mujeres.

Esta diferencia es cercana al promedio de la OCDE y sugiere que Bélgica logra brindar educación de calidad sin importar el género.

En lo que respecta a la calidad de su sistema educativo, el estudiante promedio obtuvo una calificación de 509 puntos en lectura, matemáticas y ciencias en el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) de la OCDE. Esta calificación es más alta que la media de la OCDE de 497.

En promedio en Bélgica, las niñas superaron a los niños por 6 puntos, cifra menor que la brecha promedio de la OCDE de 8 puntos.

En el campo de la salud, en Bélgica la esperanza de vida al nacer es de 81 años, un año más que el promedio de la OCDE de 80 años. La esperanza de vida para las mujeres se sitúa en los 83 años, en comparación con 78 años para los hombres.

El nivel de partículas atmosféricas PM10 —partículas contaminantes del aire lo suficientemente pequeñas como para penetrar en los pulmones y dañarlos— es de 21.2 microgramos por metro cúbico en las grandes zonas urbanas, mayor que el promedio de la OCDE de 20.1 microgramos por metro cúbico.

Bélgica tiene un mejor desempeño en cuanto a la calidad del agua, pues el 87% de las personas dicen estar satisfechas con la calidad de la misma, cifra mayor que el promedio de la OCDE de 81%.

En lo que concierne al ámbito público, en Bélgica hay un fuerte sentido de comunidad y altos niveles de compromiso cívico: el 94% de las personas creen conocer a alguien en quien pueden confiar cuando lo necesiten, cifra mayor que el promedio de la OCDE de 88%.

La participación electoral, una medida de la participación ciudadana en el proceso político, fue del 89% durante elecciones recientes; esta cifra es considerablemente mayor que el promedio de la OCDE de 68% y una de las más altas en la OCDE.

En general, los belgas están más satisfechos con su vida que el promedio de la OCDE. Al pedírseles que calificaran su satisfacción general ante la vida en una escala de 0 a 10, los belgas le otorgaron un calificación de 6.9, más alta que el promedio de la OCDE de 6.6

Otras conclusiones interesantes del estudio se refieren a que las escuelas no están correctamente diseñadas para estos alumnos, que en general se han atrasado en las materias, a veces por varios meses, y que también han repetido grados y quieren volver a empezar.

Estadísticamente hablando, quizás el hallazgo más significativo es que la mayoría de estos jóvenes que abandonan en noveno grado podrían haber sido identificados desde que estaban en sexto, a través de una serie de factores que hoy en día cualquier escuela reúne.

“Estos jóvenes adultos están tratando de llamar la atención sobre sus problemas, pero el sistema educacional no está organizado para identificar y reaccionar a estas señales que envían los estudiantes en dificultades”, dice el estudio.

Estos descubrimientos, que no son anecdotarios, como como ocurre en muchas ocasiones, sino basados en estadísticas, encuestas y grupos focales, ayudan a generar propuestas concretas de mejora, como poner un facilitador o coach a cargo de los alumnos con mayores dificultades desde los primeros años de secundaria. Así los apoyan con cualquier problema que puedan tener, o utilizar más tecnológica para detectar lo antes posible quienes están fallando en cursos centrales, o ausentándose seguido de la escuela.

Algunos ministerios de educación en la región, han empezado a trabajar en este aspecto. El chileno, por ejemplo, implementó el programa “Liceo para Todos”; el colombiano puso en marcha su estrategia de “Ni uno menos”, pero falta mayor precisión, recursos y secuencia en el abordaje del problema.

Otra idea que sugiere el documento es involucrar a otros sectores de la comunidad, donde se encuentran esas escuelas, como empresas, asociaciones civiles, instituciones religiosas, que acompañen a estos estudiantes.

Las conclusiones estadísticas que surgen de este estudio, y otros de su tipo, dan una luz de esperanza sobre cómo abordar un problema que impacta a nivel nacional, pero cuyas estrategias de solución podrían llegar a ser bastante particulares y locales.

Con el camino ya adelantado de la formulación de las variables más relevantes que se deben estudiar, solo resta iniciar y consolidar la caracterización de estas poblaciones para tomar medidas tempranas y efectivas que mantengan a los estudiantes motivados en la finalización de sus estudios. Usando tecnología y generando indicadores de alerta a los que las instituciones pueden estar atentas, tres o cuatro años antes de que un estudiante realmente deserte, de esta forma, se podrá prevenir y mitigar una futura tragedia ya no solo educativa sino económica y social.

Cuadros estadísticos sobre deserción escolar a nivel local y regional y nacional Pineda B. del C. (2013)

Altablero (2003). Cuatro estrategias contra la repitencia y la deserción. MinEducación.

Nota: a nivel de la institución educativa en la que se realizó la investigación no figura una investigación secuencial sobre el fenómeno de la deserción escolar.

Lograr la permanencia de los niños dentro del sistema educativo, es una de las metas que se ha propuesto la Revolución Educativa; sin embargo, este propósito está amenazado por dos problemas: la repitencia y la deserción escolar.

Diversos factores contribuyen a que se presenten altos índices en la medición de estas dos variables. Entre los más importantes se encuentran la atomización en la oferta (instituciones que no ofrecen el ciclo completo), que obliga a los niños a cambiar de institución al término de cada ciclo escolar y a tener que adaptarse a modelos educativos diferentes, lo que dificulta su tránsito a lo largo del sistema; las dificultades socio-económicas; la falta de motivación de los niños para permanecer en las instituciones al no encontrar intereses afines entre lo que reciben y lo que esperan en cuanto a contenidos y a su propio contexto, y las restricciones en la disponibilidad de cupos disponibles.

La combinación de estos problemas se ve reflejada en las cifras de deserción y repitencia del país. Una proyección basada en las tasas de eficiencia interna del año 2000, indica que de cada 1.000 niños que inician primaria, sólo 403 de ellos completarían el ciclo educativo en undécimo grado.

Los índices de deserción escolar difieren considerablemente entre las instituciones oficiales y no oficiales. Al analizar la información de matrícula consolidada por nivel educativo, se observa que mientras en las instituciones educativas privadas el número de estudiantes que cursa undécimo grado representa el 60% de los que iniciaron primer grado, en el sector público ese porcentaje desciende al 22%.

Sin embargo, las cifras más preocupantes de deserción escolar, se encuentran en las zonas rurales, pues del total de niños matriculados para iniciar el ciclo en primaria, sólo el 5% de ellos, llega hasta el grado undécimo; en el sector urbano la cifra es del 46%.

Si se mira la evolución reciente de las cifras de permanencia de los alumnos en el sistema educativo, se observa un avance significativo que, sin embargo, es aún insuficiente. Los datos obtenidos durante la década comprendida entre los años 1990 y 2000, muestran que para el sector urbano, el 32% de los colombianos entre los 20 y los 29 años completaban su formación hasta el grado noveno, mientras que en el 2000 esta proporción se había incrementado hasta alcanzar el 60%. En el sector rural las cifras fueron de 10% en el 90 y de 22% en el 2000.

La violencia es otro factor que genera alteraciones en el ciclo escolar por desplazamiento forzado; desde su casa en el barrio la Sierra de la comuna 8 de Medellín, Diego tardaba 20 minutos en llegar al colegio. Ahora, por la ‘fronteras invisibles’, no puede asistir a su escuela. Morales, (2013).

Siempre le dio pereza caminar, pero después de tres meses sin salir de su barrio, ya lo extraña. Solo brinca y juega en los charcos, patea balones rotos y cuando nada hace, desea que esas personas que lo amenazaron un día que iba a su colegio, no se le hubieran cruzado en lo que antes consideraba el tedioso camino.

“Esa gente se confundió. Pensaron que mi hijo era el hijo de otra mujer y le prohibieron volver por esos lados”, dijo Ana, su madre.

Ella tiene tres hijas más. Y después de la muerte de su esposo, hace cinco años, le tocó mantener a la familia a punta de reciclaje. Con su trabajo comenzó a reconstruir la casa.

“A la vez que hago este ‘ranchito’ –que le hace feliz– y pienso que ahí está mi muchacho sin poder estudiar, me da tristeza”, manifestó. Como Diego hay muchos otros niños víctimas de las fronteras invisibles.

Es el caso de Laura, de 14 años, a quien sus padres casi retiran del colegio porque para ir de La Bombonera al colegio de Las Estancias (comuna 8), se cruza todas las mañanas con ‘combos’ que se disputan el territorio.

“Hubo días en que escuchaba gente gritando y pidiendo auxilio. Si uno se pone a ver por ahí, ‘chupa’. A mi casa han entrado ‘meros’ tiros, pero no ha muerto nadie”, contó Laura.

Cupos, pero no seguridad

La secretaria de Educación, Luz Elena Gaviria, señaló que los menores de la ciudad tienen cupos para estudiar. Además reiteró que las autoridades están al pendiente de la problemática.

Sin embargo, al preguntarle sobre las estadísticas de la deserción escolar por el conflicto, solo atina a dar las del 2011, es decir, el 3,7 por ciento (12.398 estudiantes). De estos el 3 por ciento (371) dejaron las escuelas por violencia, el resto lo hizo por otras variables.

Ante el panorama, el personero de Medellín, Rodrigo Ardila, explicó que aunque haya cupos en los colegios, la seguridad debe ser un tema primordial en la administración de la ciudad.

“Las barreras invisibles en las comunas son una realidad que no ha podido ser superada. Muchos niños se ven entre ir al colegio y ser víctimas de esos grupos criminales”, agregó.

Diego no entiende eso, solo se aburrió de tanto jugar pues, aunque nunca lo pensó, la escuela le hace falta.

Trabajo de campo

La investigación se adelantó en el año 2015 siguiendo la modalidad de la investigación acción participativa Imen (2014) de Fals Borda; el modelo de Investigación Acción Participativa -IAP- es una metodología que surgió del debate en una época de auge de la sociología colombiana a comienzos de la década de 1960.

La nueva metodología se iría abriendo paso en el mundo académico producto de los profundos y cualificados resultados obtenidos desde las primeras investigación con acción y participación, tanto para las comunidades (que son las que construyen herramientas para sus acciones sociales) como para el mundo académico que empezó a reconocer detalles de la vida social planteados por los propios actores colectivos, desconocidos hasta ese momento y de difícil consecución a través de la investigación social positivista que dominaba el ámbito sociológico en dicho contexto (Molano, 1989:12).

De esa manera, comenzó a ver la luz esa nueva forma de investigar y de hacer sociología, que sin demora empezó a recorrer el país y todo el continente. Si bien la I.A.P. surgió como una metodología inspirada en la sociología, se convirtió de inmediato en acción educativa, en cuanto recuperó la unidad dialéctica entre la teoría (hasta ese momento alejada de los actores sociales) y la praxis, cuyo desarrollo demostró procesos de aprendizaje significativo, haciendo de la investigación una constante acción creadora tanto para los investigadores como para los actores sociales.

Diría Orlando Fals Borda que: “Una de las características propias de este método, que lo diferencia de todos los demás, es la forma colectiva en que se produce el conocimiento, y la colectivización de ese conocimiento.” (Fals y Brandao: 1987, 18).

Esta nueva forma de investigar es una vivencia que transforma las relaciones entre investigador e investigado, entre estudiante y maestro, superando por completo tales dicotomías, poniendo como prioridad la producción de conocimiento a partir del diálogo con quienes construyen la realidad, que se entiende como propia de los sujetos que participan de la construcción de conocimiento social.

En ese sentido, tanto la labor investigativa como la labor pedagógica de construcción de conocimiento, reconocen a los sujetos que hacen los procesos sociales y los reúne en la búsqueda y consolidación de propuestas transformativas de su compartida realidad.

En ese orden de ideas, la IAP transforma a los sujetos y al tiempo transforma su propia realidad, de tal manera que es una pedagogía de la transformación, tal y como años después lo postulara Freire y otros Pedagogos Críticos. Freire, P. (2007).

Conclusión

Es conocido el hecho de que existe una estrecha relación entre el fracaso académico y la subsiguiente conducta de deserción, con ciertos factores intervinientes como la escasa motivación, la percepción de rechazo por parte de los pares o relaciones muy malas con los pares y una conducta de conformismo negativa.

En consecuencia, resulta necesario que las escuelas inicien programas que incluyan orientación, redireccionamiento, refuerzo y estímulo; como orientadores deberíamos brindar los siguientes servicios:

  • realizar una orientación anual para los estudiantes nuevos y antiguos, así como también programas periódicos de orientación para todos los estudiantes del último año;
  • promover la educación para la carrera a través de visitas organizadas a industrias, instituciones de aprendizaje superior y por medio de invitados que hablen de la vida profesional;
  • organizar sesiones de orientación en grupo dentro del aula sobre temas tales como la clarificación autodescriptiva de valores, educación sexual, técnicas de relajación, uso apropiado del tiempo libre y el liderazgo de calidad;
  • organizar programas sobre las carreras que puedan mejorar la motivación así como capacitar y brindar conocimiento para tomar decisiones informadas respecto de la carrera, entrevistas, interrelaciones y planificación profesional;
  • evaluar el cuadro social de los estudiantes en términos de sus relaciones sociales, procesos sociales interactivos, aprendizaje social y desarrollo a fin de brindar alguna intervención significativa;
  • organizar programas sobre las carreras para estudiantes que potencialmente abandonen la escuela. Con dichos programas, los estudiantes propensos a abandonar la escuela pueden ser inducidos a continuar su educación en la escuela secundaria.

Finalmente, se espera que, adoptando estas estrategias, se pueda contribuir significativamente a la disminución de la deserción escolar, humanizando la educación, valorando como persona a cada estudiante, el cual es más que un número en la lista de su grupo, en las estadísticas escolares, secretariales y ministeriales, porque trasciende su propia existencia y la de su comunidad, construyendo su historia.

Tomado de: http://vinculando.org/educacion/reflexiones-mejorar-aprovechamiento-escolar.html

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Crítica de la Contra-Reforma Educativa y búsqueda de alternativas

Desde Memoria queremos reflexionar sobre esta coyuntura crítica más allá de la crónica cotidiana y del forcejeo propio del conflicto social y político en curso. Para ello realizamos un debate –al que invitamos a Imanol Ordorika, Teresita Garduño y Manuel Pérez Rocha– en torno de tres dimensiones fundamentales:

En primer lugar, abordamos la reforma en función de sus alcances más profundos: ¿qué hay detrás de la reforma laboral?, ¿qué hay en términos de proyecto educativo o de antiproyecto educativo?, ¿en qué medida anidan allí una voluntad y un proyecto de privatización?

En segundo lugar, nos interrogamos respecto a qué opciones de modelos educativos y pedagógicos tenemos a partir de la acumulación histórica de experiencias; nos importa este aspecto, del cual no se habla mucho –salvo en los espacios de especialistas o en algunos sectores del magisterio–. ¿Qué podemos contraponer a esta reforma que no sea la mera defensa de lo laboral? Porque si bien esa defensa es válida y legítima, poner en evidencia la disputa más profunda tiene que ver con el rumbo y el sentido de país, el valor y la orientación de la educación ofrecida a los niños y, en general, a los estudiantes del país.

En tercer lugar, nos preguntamos: ¿con qué fuerza contamos?, ¿quiénes serían los actores capaces de impulsar una alternativa?, ¿en qué condiciones se hallan éstos?

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Imanol Ordorika: Con varios colegas, desde que salieron los cambios normativos en cuestión, estuvimos tratando de analizar los porqués de la iniciativa gubernamental. No sólo de las políticas de gobierno sino, también, de las razones que explicaban el involucramiento del sector empresarial en el educativo. Este interés es relativamente nuevo en el país, con la virulencia y efusividad muy simbolizada por la salida al aire del documental De panzazo, pero también la creación de Mexicanos Primero, y cuatro o cinco fundaciones o grupos de este tipo que empezaron a plantear el tema de la crisis de la educación.

Podemos coincidir en que la educación pública en México vive una larga crisis: de proyecto, de identidad, de compromiso estatal en términos de financiamiento, de apoyos, de valorización de la profesión académica. Sería largo enumerar los factores y las dimensiones de esta crisis. Y de repente irrumpe, con el advenimiento del Partido Acción Nacional –sobre todo a partir de su segundo periodo–, esta ofensiva empresarial, por un lado, y posteriormente otro ataque gubernamental, concentrado en los trabajadores de la educación, en los profesores mexicanos.

Esta ofensiva intenta generar una explicación simplista de la crisis: los problemas de la educación en México se deben fundamentalmente a los maestros. Por consiguiente, la dificultad consiste en sacar a los malos profesores, y de alguna manera se resolverán así los problemas educativos.

La primera explicación que analizábamos era que en el lado gubernamental se proponían básicamente dos grandes operaciones de relativo corto plazo:

En primer lugar, la desactivación de la fuerza política de Elba Esther Gordillo y del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que había salido de los cauces tradicionales de la política priista y llevaba un rato “jugando por la libre”. Y aunque trataba de vender a Peña Nieto parte de su triunfo electoral como una aportación, Elba Esther intentaba seguir fingiendo como fiel de la balanza. Era un sector político al que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) retornado –no se puede decir renovado, ni mucho menos– trataba de poner en orden, de someter a la dinámica del control del partido y del gobierno. Esto, por un lado.

En segundo lugar, el único sector social con capacidad de movilización relativamente constante más allá de la emergencia coyuntural del #YoSoy132 era la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE): la única fuerza social y política que se escapaba del Pacto por México. Ni siquiera Movimiento Regeneración Nacional (Morena) escapa todavía al Pacto por México, pues se define respecto a éste. Y en el esquema autista del sistema de partidos políticos mexicanos se mira el ombligo y ve las próximas elecciones como horizonte político, y nada más.

Eso resolvía una parte de la ecuación: ¿a qué juega el gobierno? Pero no me da la impresión de que impulse en este momento un proyecto educativo con visión estratégica, con un planteamiento de recomposición de “Pacto histórico mexicano”, como sugería Adolfo Gilly en La Jornada el 22 de junio de 2016. Tampoco veo en Mexicanos Primero un gran proyecto educativo vinculado a un nuevo modelo de acumulación capitalista correspondiente a una visión del empresariado mexicano.

Recientemente, en una reunión en Estados Unidos, sindicalistas y representantes magisteriales de nivel básico de ese país y de Reino Unido narraban experiencias de los proyectos empresariales de privatización, no en la lógica de privatizar la educación como un proyecto estratégico de desarrollo nacional sino en la de decir: “Aquí hay un negocio potencial, hay que incorporarlo como parte del proceso de intercambio de mercancías”. Hay dinámicas además muy similares. Antes de De panzazo estaba Waiting for a superman, toda la dinámica de desprestigio de los sindicatos y profesores en Estados Unidos y Reino Unido. Y la aparición de grandes empresas privadas –Pearson en primer lugar mundial–, que pasaron de editoriales muy importantes relacionadas con la educación a proveedores de servicios en este sector. Algunas entidades de Estados Unidos han subrogado la educación pública básica a la administración de las escuelas de Pearson. En otros casos provee profesores: la autoridad pública le paga y Pearson pone, por ejemplo, a 100 profesores suyos a impartir las clases en un distrito escolar determinado. En países como Liberia y Gabón se le han subrogado todos los sistemas de educación pública básica a Pearson. Hay un esquema de privatización que parece incipiente en México, pero que podría ser el tema que mueve al empresariado local. Santillana ha empezado a jugar esa carta en el país. En Estados Unidos hay escuelas públicas, hay escuelas privadas de distintos tipos y desde hace tiempo las escuelas charter, privadas con financiamiento público, o públicas con interés privado. En ellas ha habido distintos niveles de ventas de servicios o de compra de servicios por el sector público hacia los empresarios. Adquirir el plan de estudios completo de educación básica, por ejemplo, a Pearson o a otra empresa, comprar profesores, pizarrones electrónicos, libros y demás insumos.

Massimo Modonesi: Ése es un esquema sofisticado; algo más elemental es empezar a cobrar la educación pública.

Imanol Ordorika: Sí, pero aquí no veo ese peligro en lo inmediato. Tocar la gratuidad me parece muy complejo. También lo es apostar por que, en su expansión, el sector privado vaya sustituyendo al público. Por lo menos las tendencias en los últimos 20 años apuntan a un crecimiento de 4 a 9 por ciento en la matrícula en el sector privado; tampoco se trata de un vuelco.

diego 1webTeresita Garduño: Atrajo enormemente mi atención que la primera reforma propuesta y aprobada en el sexenio fuera la educativa. Había claridad, o al menos una decisión política, del gobierno para optar por la reforma educativa como un primer embate. Coincido con muchos de los planteamientos formulados, con lo que pasó con Elba Esther, con lo que pasó con Nueva Alianza, con cómo se mueven las fuerzas ahí en la decisión sobre la primera de dichas reformas. La venta de servicios mencionada no es tan lejana. Pongo un ejemplo: existe el Sistema uno. Una empresa vende el currículum, los materiales de planeación de los profesores, el avance programático –hasta dónde deben llegar los profesores– y los libros para los niños. Las escuelas contratan esos servicios, y los prestadores les resuelven todo.

Ciertamente, una escuela pública no está en condiciones de comprar esos servicios o parte de ellos. Por ese lado hay avances, desde la perspectiva privada, para entrar en la escuela y ocupar el espacio curricular, lo cual corresponde a un abandono de la Secretaría de Educación Pública (SEP), que ya no se hace cargo del mejoramiento curricular.

Hay grandes huecos, por ejemplo en el programa por competencias, que empieza con una propuesta que podría ser más o menos razonable en preescolar y que se va perdiendo de manera paulatina en los otros niveles. El programa de competencias nace aquí con el Consejo Nacional de Fomento Educativo, pues éste debe ofrecer el servicio educativo a las poblaciones más alejadas de los centro urbanos y, sobre todo, a los migrantes, y ellos están en todos lados. ¿Qué les ofrecemos como grupo? El plan de estudios existente en ese momento no era útil, pues los niños migrantes pasan de una escuela a otra y cambian cada mes. Ése fue el primer currículum por competencias del país. Sin embargo, la visión de competencias implicaba una perspectiva de competencias para la vida. Y ésta se retoma de cierto modo en el programa de preescolar de la sep, pero se pierde en el de primaria y hay poco interés de dicha dependencia en enfrentar las múltiples incongruencias y deficiencias. Hay gran inmediatez y apuro para publicar el programa de secundaria. Incluso, quienes estábamos en ese momento en la sep les dijimos: “No publiquen; eso está mal. Hay que corregir y hacerlo coherente”. Y respondieron: “Tenemos que publicar”. ¿Por qué ofrecer un cambio de programa cuando teníamos un programa de secundaria anterior que podría funcionar más o menos? Ofrecer otro para entrar en la lógica de competencias como si se estuviera ofreciendo un nuevo producto. En realidad, no lo hicieron en primaria, donde los programas están totalmente desarticulados y no obedecen a una lógica integral, ni en secundaria. Esto, en el anterior sexenio. Se acaban las inversiones en el capital cultural de los investigadores. El Departamento de Investigaciones Educativas queda fuera, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) queda fuera, la Universidad Pedagógica Nacional queda fuera, quienes habían participado en reformas anteriores quedaron fuera. Hay declaraciones del mismo yerno de Elba Esther como “no más investigadores en la SEP”. ¿Cuáles directrices llevan a decir “no más investigadores”? Se suponía que entonces los profesores participarían, pero tampoco fueron ellos.

En realidad, no se atiende la revisión de los programas; el diagnóstico para cambiar uno no existe, no se realiza un diagnóstico nacional. Hay que revisar lo sucedido, ver dónde están las fortalezas y las deficiencias. El diagnóstico para ese cambio curricular, anterior a esta reforma, no existe, no está. Y esto compete a la SEP. ¿Por qué razón ésta no efectuó el diagnóstico? ¿Por qué no lo publicó?

Desde luego, en la “reforma educativa” actual eso no se toca. No se habla en lo absoluto de cómo se van a enriquecer los programas, de cuál es el diagnóstico nacional que nos permitiría decidir cómo mejoramos la famosa “calidad de la educación”, que nunca ha sido descrita ni se ha aclarado qué significa.

Pero aparece en el discurso de Mexicanos Primero y de otras instancias la comparación de los resultados de los estudiantes nacionales con otros en diferentes lugares del mundo, como la prueba PISA o los resultados de ENLACE o los resultados de PLANEA. Y claro, se sentencia que el culpable es el profesor; los maestros son incompetentes, y por eso los niños tienen estos resultados.

La investigadora ecuatoriana, ex ministra de Educación, Rosa María Torres realizó un trabajo interesante sobre los resultados de la prueba PISA en relación con el sistema educativo finlandés. Un dato importante es que México en apariencia invierte más pagos, más horas, más insumos que Finlandia, que tiene mejores resultados. Pero ese modelo tiene algo que el mexicano no: la confianza del gobierno en los profesores. En Finlandia son reconocidos, forman parte de la comunidad, van a los hogares. Pero resulta que, en condiciones socioeconómicas muy diferentes, en México también los profesores van a las casas y son queridos en las comunidades, aunque no por la SEP ni por los empresarios. La respuesta social de lo que pasa con la protesta magisterial tiene que ver con que los profesores son parte de la comunidad; han estado en las casas de los niños, y las familias salieron por ellos. En ciertos lugares dijeron: “Si nos mandan otros profesores, cerramos las escuelas”. ¿Por qué sucede eso? Porque hay un paralelo en la estructura social, en la que el docente, en muchos espacios, sobre todo en los más pequeños y alejados de los centros urbanos, es una figura central apreciada por la comunidad. Esa figura del maestro rural que la Revolución promovió mueve a la comunidad y es un referente. Entonces, atribuir al profesor la responsabilidad de los malos resultados es una falacia manejada política y mediáticamente, mientras se niega la existencia de un proyecto privatizador.

Ese fenómeno coincide con el ataque a diversos sindicatos, en muchos lugares del mundo. Me sorprende lo dicho por Imanol pues, en efecto, el magisterio tiene mayor fuerza que muchos partidos políticos. Entonces, es un sector peligroso al cual puede atacarse culpándolo de los problemas educativos del país.

Por otra parte, cuando el análisis de las pruebas refleja que los chicos de las comunidades más alejadas, los de un entorno cultural menos amplio o de menor acceso a los recursos, salen peor, es porque el de las pruebas de enlace es un problema del lenguaje, no de conocimientos. Si pongo a cierto niño la palabra disputa en una pregunta y nunca la ha oído, no puede contestar; quizá si la sustituyo por pelea, entiende y contesta la pregunta. Las pruebas aplicadas en México no fueron contextualizadas. Se implantan de manera igual en el país, pues piensan que deben medirse igual, pero no puede medirse igual lo diferente. El contexto de los niños en diversos espacios es distinto.

No es claro. ¿Qué tratan de medir? ¿Qué quieren saber? ¿Cuáles  habilidades se desarrollan y cuáles no? ¿Cuáles herramientas son útiles? Son cuestiones que en esta reforma no se responden.

Considerando los contextos, también hay diferencias con los profesores de diferentes niveles. Algunos trabajan en la comunidad durante muchos años, y tienen un lenguaje y ciertas habilidades para ese contexto; otros poseen un tipo de recursos distintos. Sin embargo, ambos tienen saberes pedagógicos, pero con un lenguaje diferente; y las pruebas aplicadas son todas iguales y no reconocen esa diversidad. Me parece perverso. Es como si intencionalmente se buscara que fracasaran.

Además, se niega el avance conceptual, digamos teórico, sobre la evaluación. Podemos leer a diversos autores, empezando por Díaz Barriga y muchos otros, para quienes la evaluación es un proceso, que debe haber muchos momentos, que hay que entrar en el contexto, que todos los actores sociales deben estar, y lo primero que hace la reforma es considerar una instancia por encima de la estructura educativa, asignándole la tarea de la evaluación.

De hecho, en la ley se dice que van a preparar la estructura de la SEP para que pueda evaluar. Eso no pasó. El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) aplica un examen a todos los profesores por igual, sin considerar ninguna diferencia. Se niega la posibilidad de participar a profesores, supervisores, padres. Antes se tenía un amplio cuerpo de supervisores y apoyos técnicos que podrían participar en esa evaluación. Se trabajó un poco en la época de Fox para su formación. Se hizo una labor un poco menor en la de Calderón, trabajando con los supervisores escolares para que pudieran colaborar en la evaluación. De la noche a la mañana se niega todo ese trabajo previo y ahora se mina, poco a poco disminuyen los apoyos de la supervisión escolar.

Todo se deposita en el INEE. Se evaluará sólo por una instancia, pues uno de los objetivos fundamentales es decir que los profesores son los culpables de un país de reprobados. Entonces, hay que sancionarlos. ¿Qué sucedió ahí, cómo fue ese discurso público oficial que llevó a poner la responsabilidad total –como lo está siendo ahora la ley de salud en los médicos y enfermeros– en los profesores? ¿Cuándo el Estado dejó de nutrir la investigación, el diseño curricular, la formación, la elaboración de los libros de texto? Éstos no sólo una vez salieron con faltas de ortografía: se han empobrecido enormemente, y no hay un cuerpo de investigadores, de experimentadores que vayan a probar a las escuelas y analicen la pertinencia. Eso tal vez sea un aspecto importante de análisis porque hubo una decisión muy clara de no sé si privatizar, pero sí dejar de hacerse responsables de lo que les toca, la educación pública, e invertir en ella todo lo requerido para ser pertinente.

diego 5webManuel Pérez Rocha: Quisiera retomar el asunto de la fuerte iniciativa de los empresarios y del gobierno en esta supuesta reforma que vivimos. Hay una figura aportada originalmente por un instituto de Estados Unidos, el Economy Policy Institute (EPI), para analizar lo que pasaba con los conflictos en el mismo campo en ese país. Plantearon que se hacía de las escuelas públicas y de los profesores “el chivo expiatorio”; y efectivamente, los empresarios, los economistas estadounidenses, ante las crisis del sistema económico, comenzaron a decir que la crisis y las dificultades económicas de EUA provenían de un descenso de la productividad, y que ésta había descendido por falta de calificación de la mano de obra, y que ella estaba bien calificada porque el sistema educativo estaba actuando mal, y éste funcionaba mal porque los maestros estaban mal. Este discurso se expresó allá hace unos 10 años, de manera nítida.

El EPI ha trabajado mucho sobre el tema y publicado textos muy ilustrativos. Por ejemplo, demuestra que no hay esa concatenación por ninguna parte, que las dificultades de competitividad de EUA no están ligadas exclusivamente a la productividad, que la productividad no está ligada de ninguna manera con la capacitación o no de la mano de obra, y que la capacitación de la mano de obra tampoco tiene correlación directa con el funcionamiento del sistema escolar. Vale la pena echar un vistazo a esos materiales, pues por mera “ósmosis” no pudo ese discurso haberse trasladado a nuestro país; se ha trasladado por vías concretas, Mexicanos Primero ha estado atenta a lo que se hace en EUA; ha consultado a Eric Hanushek, el economista “estrella” ahí desde hace varios gobiernos. Fue asesor de Clinton, de Bush…, y formuló este planteamiento.

Los intereses económicos ante las dificultades vigentes buscan una explicación. Y como no la buscarán en las condiciones del sistema económico, crean entonces el “chivo expiatorio”: las escuelas y los profesores. Y eso ocurre en nuestro país. Los discursos de Mexicanos Primero son calca de lo que se dice en al respecto en EUA. Claudio X. González ha tenido párrafos idénticos a los de Hanushek: ha dicho que la pobreza, la falta de ingresos, la corrupción, la democracia puramente electoral, todos esos males obedecen a la escuela.

Aquí entra otro elemento característico no sólo de estos economistas, funcionarios y empresarios, sino que es muy generalizado: la sobresimplificación del asunto educativo, prácticamente una trivialización. Por ejemplo, cuando se dice: “Vean: es que no van a clases, no les dan clases”, como si educación fuera igual a clases. Tuvimos una experiencia de trivialización similar en 1986, con el diagnóstico de Jorge Carpizo McGregor acerca de la UNAM: “El problema está en que los maestros no enseñan, los estudiantes no estudian y los investigadores no investigan. La solución: que los maestros enseñen, los estudiantes estudien y los investigadores investiguen”. Le contestaron brillantemente: “Y que los funcionarios funcionen”. Esto lo ve uno en la prensa, en la televisión, en todas partes: “faltaron a clases”, “les faltaron clases”, “no hubo clases”, y supuestamente por esa falta está mal la educación. Todo se simplifica cuando el asunto educativo es el más complejo que podemos plantearnos en términos individuales y sociales.

La educación atañe a las cuestiones económicas y políticas, a la cultura, absolutamente a todo. Una de las mayores aberraciones estos días ha sido la declaración del titular de la SEP respecto a que no tiene tiempo para la cultura. ¿Cómo entienden la educación entonces si no tienen tiempo para la cultura?, y ¿cómo entienden ésta?

Cuando se debatió sobre la creación o no de una secretaría de cultura en la Ciudad de México, hace casi 10 años, Humberto Musacchio dio una explicación brillante y clara, pero del todo equivocada: dijo que no podían subsistir en una misma dependencia cultura y educación porque la primera es el espacio de la libertad y la creatividad; y la segunda, el de lo obligatorio y lo aburrido. La cuestión está en el reto de que la educación deje de ser el espacio de lo obligatorio y lo aburrido. Debe reconocerse que la educación está saliendo de sus tiempos más oscuros. A finales del siglo XIX empezó a haber realmente un debate pedagógico, una crítica a la escuela tradicional, a todos sus vicios, pero durante siglos la educación fue un espacio de lo obligatorio y de lo aburrido y de muchas cosas peores.

Es fundamental situarse en la complejidad del reto educativo, y una de sus complejidades es precisamente pedagógica y cultural. Es lo primero por entender: la escuela y la educación no existen en el vacío.

Fernando Solana planteó en el libro Tan lejos como llegue la escuela la tesis de que la sociedad llegará tan lejos como la escuela. Me parece equivocado: ésta llegará tan lejos como la sociedad. Cito con frecuencia un dicho de ciertos pueblos africanos según el cual para educar a un joven se necesita la colaboración de toda la aldea, y –en efecto– la educación de los jóvenes muy parcialmente se da en la escuela: en gran medida se da en la calle, en los medios, en la familia, en las iglesias, en todas partes. Y lo que puede hacerse en la escuela está en gran medida limitado, condicionado, por lo que se lleva a cabo fuera. Se ha reiterado que la televisión y los medios son deseducativos; y lo son, pero nadie los evalúa.

Cuando se fundó el INEE, planteé en el artículo “Evaluar el contexto” que lo primero por evaluar eran ese contexto y las televisoras, en particular éstas, que financian las campañas de desprestigio del magisterio. Y me refería entonces a la hipocresía de que las televisoras, los medios, financiados por los grandes capitales que deseducan a la juventud, se lancen a endilgar toda la responsabilidad a ese chivo expiatorio que han construido: los maestros.

La destrucción de la educación por los medios llega a muchos niveles: los contenidos, los antivalores que promueven, las actitudes, pero incluso en algunas cuestiones pedagógicas, hasta didácticas. Cierto investigador estadounidense trabaja el tema y señala cómo la publicidad, en particular la televisiva, genera mecanismos totalmente opuestos a los necesarios para aprender y educarse.

La publicidad se basa en gran medida en una sobreestimulación obsesiva, visual, auditiva. Al niño habituado a esto no se le puede sentar cinco minutos a leer media página; de inmediato comienza a buscar otro estímulo. No ha sido exagerado decir que lo que hace la escuela por la mañana lo destruye en la tarde la televisión; lo lleva a cabo de muchas maneras.

Es entonces una gran hipocresía de los empresarios, quienes tienen un vínculo estrecho con los medios, que sobresimplificando la cuestión educativa y cargándole toda la responsabilidad a los maestros, salgan con que ahora ellos dirigirán la educación en el país, y la están dirigiendo ya, pues se privatiza, no por la vía de la venta de servicios, por ocurrir en algún momento, ya les pusieron a su disposición 50 mil millones de pesos a fin de reparar las escuelas, negociazo para las constructoras.

Pero hay otra privatización: la conducción del sistema educativo por esos intereses privados y cómo a través de ella introducen en el sistema educativo público todos los antivalores reinantes en el privado: rivalidad, competencia, ambición. Los directores son ahora líderes, como en las empresas. Para asumir esa posición de liderazgo debe competirse con los colegas; y obviamente, poseer ese liderazgo implica también mayor dinero, y hay que competir por él.

Con eso se introducen todos los antivalores reinantes en el mundo de los negocios privados. Ésta es, desde mi punto de vista, una de las privatizaciones más claras de la educación.

¿Por qué hace esto el sector privado, los empresarios o, más concretamente, la oligarquía organizada? ¿Por qué lo hace? Por razones ideológicas: poner sobre la mesa un discurso donde la atención hay que prestarla a los maestros y no a todos los vicios del sistema económico, sus perversiones y deficiencias. No se vayan a poner a discutir el sistema económico; los problemas están en la escuela. Pero lo hacen también por razones prácticas. En el caso de México hay un plan bien hecho para modernizar el sur-sureste, el sur-sureste indómito, con riquezas naturales formidables y que se puede explotar sólo si se tiene el control político. En éste, un elemento fundamental son los profesoresmaestros.

Hay que someter a los maestros de la CNTE, y la campaña contra ella viene durísima y así seguirá. Se ha compuesto ya una franca lucha de clases. De la clase empresarial organizada, decidida, por una parte, al control de la educación; y, por otra, a la expansión del sistema económico capitalista en el sur-sureste del país; y del otro lado, los trabajadores de la educación, y los pueblos más o menos cercanos a ellos.

Imanol Ordorika: Hay momentos en los cuales el Estado y la burguesía mexicanos se tropiezan con factores que les vienen bien en el momento. Se toparon con las competencias y, ante la falta de cualquier orientación educativa –desde hacía años nadie pensaba en una orientación educativa para el país–, asumieron este planteamiento. Por supuesto, las competencias tienen una carga fuerte, seria. No me queda claro que Claudio X. González tenga analistas que le digan cómo los programas por competencias efectivamente alimentan la alienación de la clase trabajadora, fortalecen el poder del Estado sobre los mexicanos.

Tropezaron con eso, lo agarraron, lo adaptaron, lo pactaron, pues fue un acuerdo del congreso del SNTE. Sus dos últimas convenciones alimentaron al gobierno mexicano y a todos los partidos políticos. El proyecto educativo de Andrés Manuel López Obrador era calca de los acuerdos del último Congreso Nacional del SNTE, no de la CNTE. Resultaba verdaderamente patético, pues no hay ningún pensamiento educativo. Han salido cosas por ahí como la Universidad Autónoma de la Ciudad de México con un enorme esfuerzo, pero no podemos decir que la oposición esté pensando en la educación.

Nunca se han edificado más escuelas en México como en el programa de Torres Bodet, donde hicieron grandes negocios ICA y otras constructoras. Siempre la iniciativa de obra pública del gobierno mexicano ha alimentado a los empresarios privados del sector. No creo ése argumento suficiente para señalar que la privatización avanza.

Podemos referir que la construcción de escuelas ha estado siempre privatizada; ¿nos da eso para afirmar que éstos son los elementos clave de un proceso privatizador? Creo que no es suficiente. Tendríamos que ver, en primer lugar, el crecimiento de la matrícula privada respecto a la pública y si esto muestra un cambio notable como ocurrió con la educación superior. En los últimos 25 años se contiene la oferta de educación pública, se desregula y pasa de como 7 a 35 por ciento. Allí hubo privatización de la oferta educativa. No está claro que de repente lo que han propuesto en esta reforma tenga ese horizonte. No quiere decir que no tengamos que estar prevenidos, atentos, listos.

Otro aspecto, por ejemplo: la compra de servicios privados. Uno podría decir: “Quizá viene en esta cosa de ‘la escuela al centro’, donde plantearon que los directores van a tener más margen para tomar decisiones, que los recursos se darán directamente a las escuelas”. ¿Por ahí soltarán el presupuesto para que vayan y le compren a Santillana? No sé. A lo mejor es otra pista que hay que seguir. En todo caso, como hizo por ejemplo Diane Ravitch, en Estados Unidos: follow the money!Debemos tender a ello porque, si no, hay una formulación fantasmagórica y debilitadora del discurso. Escuchaba hace algunos días el programa de los maestros con Manuel Gil y Roberto Rodríguez en TVUNAM. Estoy de acuerdo con el discurso en general, pero…

diego 3webGerardo de la Fuente: ¿Nos dices que no hay un proyecto, el proyecto de un Maquiavelo que tiene una visión, sino que van a golpe de timón?

Imanol Ordorika: Creo que piensan en dos cosas. Primera, que para todo plan futuro, coincido absolutamente, hay que controlar al magisterio. Es para la continuidad de un proyecto que creen empezado con el retorno de Peña Nieto: vamos a recuperar la rectoría del Estado. Pero ¿cuándo la perdieron? Nunca. La connivencia entre sindicato y autoridades es la construcción del Estado corporativo mexicano. Y lo que reprocharon al Mexicano de Electricistas es exactamente lo que construyeron con él: prebendas, intercambios y demás. Lo mismo que erigieron con el Sindicato de Trabajadores de la UNAM: no te doy aumento, pero metemos dos trabajadores. Barres media baldosa y el otro trabajador el resto; y nos hacemos todos locos de que esto pasó.

En cierta medida, en esa dinámica los sindicatos han sido parte de esos procesos de corrupción. Ahora resulta que el Estado mexicano dice: “¡Cuán terrible la venta de plazas!” Segundo elemento que creo hay que tener claro: del domingo para acá, de Nochixtlán para acá, hay un cambio de la correlación de fuerzas, pero creo que si no tenemos claro que el magisterio no vive esa armoniosa y dulce relación con las comunidades de base de todo el país, estamos equivocados. Los maestros fueron, con los estudiantes, el objeto del acto represivo perfectamente planeado del 1 de diciembre de 2012, pues había que pegarles en serio. De ahí ha venido una campaña sostenida de desprestigio. Con tal campaña, involuntariamente, sectores de la cnte ha colaborado; pero ese tema les toca discutir a ellos.

En las clases medias urbanas, y no sólo de las grandes metrópolis mexicanas, hubo una pérdida en la correlación de fuerzas respecto al magisterio. La debilidad de la sección IX es una de las muestras. Por supuesto, en los sectores rurales la relación es distinta, pero no podemos generalizar. Ahora bien, el exceso represivo de Oaxaca ha modificado este equilibrio desfavorable, pero es una especie de bono que quién sabe para cuánto más dé.

Un último aspecto que me parece importante: como seguramente coincidimos, la ofensiva de las normales empezó al terminar Lázaro Cárdenas. La relación con sus comunidades explica que hayan resistido tanto como lo han hecho. No olvidemos que con Calderón se hizo una reforma de las normales. Cerraron el Mexe, pero hubo una reforma de las normales; y Elba Esther Gordillo declaró que había que hacerlas escuelas de turismo o lo que hicieron con el Mexe, un instituto tecnológico.

La ofensiva contra los normalistas está ahí; a la vez supone una de las operaciones más refinadas del Estado mexicano en algo poco analizado. Y es –Luis Hernández lo ha tratado bastante bien– no tener la obligación de ser normalista para poder impartir clase. Como en Finlandia, donde no tienen escuelas normales, pero se estableció la carrera de profesor en las universidades. Se puede estudiar ingeniería y luego ser profesor, en una maestría en magisterio… no sé cómo se llama exactamente. Aquí, en México, ya liberaron. Ese golpe viene desde hace tiempo armándose y pega profundamente a las normales.

La pregunta es cómo podemos dar un paso que contribuya a la lucha de los maestros de oposición, dando elementos y que incluso avance más allá de los objetivos tan cortoplacistas perseguidos. Van a negociar –y parece que lo harán– porque la reforma resulta absolutamente cortoplacista, y parecería que la CNTE está dispuesta a aceptar un elemento básico: la desvinculación entre la evaluación y la permanencia. Ése fue el planteamiento de Elba Esther antes que la encarcelaran: estamos de acuerdo con la reforma, excepto con esto. Y según lo que nos cuentan en la negociación que se abre, la cnte plantea: mientras no toquen la estabilidad laboral, hagan todas las evaluaciones que quieran. Es un tema complicado.

diego 2webII

Massimo Modonesi: Nos interesa además, tras analizar el escenario, pensar en cómo nos movemos, desde dónde nos movemos, desde qué experiencias, qué acervo tenemos, con todos los límites que señalaba Imanol. Es decir, qué proponemos y desde dónde podemos empezar a salir de un atolladero donde el conflicto nos coloca, a la defensiva, desde la trinchera de lo gremial, defendiendo el trabajo. Es necesario preguntarnos con cuáles recursos, experiencias, referencias educativas y pedagógicas contamos para impulsar un proyecto distinto del oficial.

Joel Ortega: La idea-fuerza del gobierno y de los empresarios es muy poderosa: hay una crisis en la educación; los culpables son los maestros, y hay que someterlos a evaluación. Ésta constituye el eje de su proyecto. Y del otro lado se dice: “Es que el asunto de la educación resulta más complejo. Hay que ver el contexto”. La pregunta es cómo contrarrestar ese discurso también con ideas-fuerza.

Manuel Pérez Rocha: El problema está en si podemos salir del simplismo con algo igual de eficaz, con la misma valía que el simplismo. Y uno de los primeros elementos por reconocer es que estamos frente a un asunto complejo. La gran trampa está en sobresimplificarlo, lo cual vale para la educación y otros espacios.

Uno de los grandes retos de la izquierda está en el ámbito de las ideas y el desarrollo de una posición auténticamente crítica en materia educativa. Y crítico no significa acusar a tal o cual. Un pensamiento crítico que ponga en juicio las teorías y los conceptos, incluso las palabras en juego en este debate.

En general, en el campo educativo impera un lenguaje muy descuidado. Pueden observar cómo utilizamos cotidianamente palabras confusas y ambivalentes. Puede sonar a caricatura: llamamoscalificación a un 8, y un 8 es no una calificación sino una cuantificación. Confundimos evaluación conmedición: evaluar es “juzgar”. La evaluación es compleja; implica la definición de criterios; la medición, simple. La medición supone una tarea técnica. Se trata de saber cuántas veces en un determinado espacio caben las unidades definidas. Es una idea técnica, y la evaluación no es una tarea técnica, pues implica juicios y evaluación de criterios. Entonces, nos introduce en el ámbito de la filosofía, de la política, de la ética.

En la misma Ley del inee, y me parece que incluso en la reforma constitucional, hay una confusión sobre esto. Se dice que la tarea del inee es hacer medición. Y por eso argumenta: “Debemos escoger técnicos”. Si se evaluará, se entrará en el espacio de la política, de la filosofía y la ética; y no basta la participación de técnicos: es necesario incorporar a todos los actores con intereses legítimos en esos ejercicios de valuación. Son dos ejemplos de cómo el lenguaje en el ámbito educativo es inmaduro. La madurez de una ciencia tiene mucho que ver con la de su terminología. El educativo es un campo muy atrasado, entre otras razones porque no se ha trabajado a conciencia en el espacio de la terminología educativa. Incluso, enseñar, instruir, educar se utilizan como sinónimos.

Aquí hay una tarea, una labor de pensamiento crítico en materia educativa, y empezará por la crítica de los conceptos, por la crítica del vocabulario en boga, y que pueden utilizarse como armas para el combate. Una de las críticas procedentes respecto a este proyecto es precisamente la trampa detrás de la confusión entre evaluación y medición. Esto es: “Hagan todos los ejercicios técnicos que quieran para medir; no hay problema. E incorporen a Eduardo Bacof, y a todos los psicómetras que se les ocurra”. Pero si se trata de evaluar, es otro el ángulo, y precisamente uno de los problemas que tenemos ahí.

Ciertas disciplinas han dominado los estudios educativos y no tienen herramientas para resolver los estudios educativos. La psicometría es una disciplina muy limitada. Claro que tiene aportes, pero sus estudios no pueden resolver los problemas en educación. Y psicómetras ahorita están en esto. En el campo de la reflexión crítica, la izquierda tiene un trabajo importante.

Imanol Ordorika: De acuerdo: debemos desarrollar una conceptualización educativa profunda, disciplinar, basada en teorías y conceptos bien definidos. Pero, a la vez, hay la necesidad de actuar políticamente en el corto plazo, pues tampoco podemos darnos el lujo de decir que nos retiramos un rato a reflexionar.

Un eje central del tema, y muy relacionado, es que llevamos por lo menos 30 años con la principal política educativa de México, y de muchos otros países, llamada “evaluación”. Está asociada a todo un fenómeno donde se volvieron hegemónicos sus planteamientos. Pasa por la escuela y por todos lados. Competencia, eficacia, calidad, excelencia, todos estos conceptos que desde el CEU, en 1986, discutíamos en contraposición con Carpizo, quien hablaba de la excelencia académica y todo eso.

En el ámbito de la educación superior, la evaluación fue el elemento clave para la entrega de recursos a las instituciones con los financiamientos extraordinarios y la remuneración a los académicos; llevamos 30 años de eso. Y en educación básica, toda la línea de las Organizaciones para la Cooperación y el Desarrollo Económicos; y de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura ha sido evaluar e implantar la cultura de la evaluación. Si analizamos la alianza para la calidad educativa, el otro acuerdo firmado por la iglesia y líderes políticos, todos han sido alrededor de temas de evaluación, como el Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior, surgido con una lógica de evaluación.

Lo que entienden por evaluación es un ejercicio productivista. Hemos estado discutiendo que si evaluación sí o que si evaluación no. Manuel Gil Antón dice en el programa que mencioné: debe decirse que evaluación sí, pero de otra manera. Pero por qué tenemos que decir evaluación sí. Veamos temas centrales de la educación: más de 40 por ciento de las personas de entre 6 y 12 años son niños y jóvenes, niñas y jóvenas, y se encuentran en rezago educativo. Se trata de más de 5 millones de analfabetos en ese 40 por ciento.

Según el discurso oficial, el problema de atención escolar está resuelto; pero no. La cobertura persiste como uno de los temas centrales de la política educativa. Tenemos que decidir si podemos discutir evaluación; mas aquí hay otros temas. Segundo gran tema que deberíamos poner en el escenario: la revaloración de los maestros.

El maestro es pieza clave de la formación con calidad, excelencia, pertinencia, con las palabras que quieran agregar. Se necesita gente con buena formación y experiencia; no sólo formación temática sino didáctica, pedagógica. ¿Quieren copiar el modelo finlandés? Fórmemelos muy bien, paguémosles muy bien, démosles mucho apoyo. En términos de una frase con efecto político: ¿qué hacer para que los jóvenes y las mujeres más valiosos del país digan “Quiero ser maestro?”

Entonces, ¿cómo desplazamos el eje de la discusión para no seguir el objetivo del enemigo, evaluar? Éste no es el que hemos tenido: nunca se plantearon ellos el objetivo de evaluar para decir qué falla, cómo lo mejoramos. Nos evalúan para ver cómo nos pagaban menos; evalúan a las instituciones para estratificar la entrega de recursos.

Ese doble desplazamiento discursivo político me parece central. Y se yergue la idea de que una reforma educativa implica una discusión de proyecto nacional, de filosofía, de pensar en el tipo de educando por formar, cuáles estrategias hay. Ahora, en el contexto, ello es muy pobre. Prevalece una crisis de los programas pedagógicos imperantes en el país: terribles, por lo menos el de la unam, tremendamente mal. En México hubo discusión pedagógica muy fuerte, y no se tiene desde hace muchos años. No la hay como fenómeno importante, con repercusiones en los sistemas educativos. Entonces, debe reconstruirse ese debate.

diego 13webManuel Pérez Rocha: Se tienen dos planteamientos sobre la mesa, y creo que deben analizarse bien. Uno sería si ha habido un cambio drástico en el discurso del gobierno, e incluso de la oligarquía de Mexicanos Primero en términos de la responsabilidad del maestro. Ya no escucho que culpabilicen: intenta que se olvide esa acusación que les hicieron y quieren presentarse ahora como los defensores de los maestros.

Y otro elemento introducido por ellos es que precisamente eso sirve para ver quiénes son los buenos maestros y darles estímulos; supone una idea que también hay que someter a juicio, a crítica. Cierta maestra se lo dijo en la cara a al titular de la sep, Aurelio Nuño Mayer: “Oiga, no. No hay buenos y malos maestros; acá todos somos buenos. No hay maestros excelentes; todos somos buenos y estamos comprometidos”. Y en segundo lugar, el gobierno ofrece estímulos a los docentes. El problema está en que son incentivos perversos: dinero y honores, distinciones, pasar a ocupar el puesto de director.

Como esos estímulos se ofrecen, hay que someterlos crítica y adoptar una postura clara. ¿Cuáles son los incentivos que debe tener el magisterio? Y aquí, lamentablemente, hay otro aspecto fundamental: nosotros, los académicos, los universitarios, ¿de cuáles elementos disponemos para hacer esa crítica cuando no la hemos formulado en nuestro espacio, cuando los universitarios han aceptado acríticamente esos antivalores, esos mecanismos, chantajes, sobornos, pues eso son?, ¿cómo vamos a criticarlos con solvencia moral frente a la sociedad?

Teresita Garduño: A ver: regresemos a la reforma educativa. Se ha mostrado que cuanto pasa en las escuelas es falso; y hay que demostrar que lo es. En el asunto de la revalorización, la redignificación del maestro, me parece un eje importante señalar lo que hace el maestro, mostrar todos los proyectos que están en Guerrero, Chiapas, Oaxaca, Hidalgo del Parral, Chihuahua, con los compañeros de la Concepción Meléndez y muchas escuelas que hacen trabajo pertinente en un contexto pobre, desatendido por el Estado, en un entorno donde las bancas se caen y el niño las tiene que sostener o el maestro coloca un tabique, pero en donde se aprende.

Esa parte corresponde a los espacios de investigación educativa difundirla. La pregunta es cuánto se ha hecho, o hemos hecho o deberíamos hacer, pues hay un trabajo fuerte que, además, se ha expuesto en muchos momentos. Lo ha hecho la cnte en los foros nacionales, donde los maestros hablan de lo qué hacen, pero quizá no basta que lo indiquen ahí; falta difundirlo para convencer al otro. ¿Qué forma hay que dar a eso para que se vea? Para que la película no sea la del “maestro caricaturizado de la cinta De panzazo”, donde el docente no estaba y los niños armaban un caos en el salón. Hay que mostrar la otra película, pues existe.

Y no lo digo porque lo imagine o crea sin bases. Lo afirmo porque he ido a las comunidades y miro el trabajo con los profesores; veo a los niños mixes que llegaron a un intercambio a mi escuela y han realizado un trabajo previo importante en sus aulas. Conozco las condiciones en muchos lugares. Mucha gente ha estado en esos espacios y sabe de la dignidad de ese trabajo, hecho en condiciones desfavorables, y sin embargo siguen avanzando, aparecen proyectos de escuelas, de comunidades, de regiones, de diseño curricular en muchos lugares. Un camino es difundir lo hecho por los maestros, dar constancia de que enfrentan con responsabilidad su tarea, compleja, nada simple.

Coincido con otros investigadores: la tarea docente es muy complicada; no todo mundo puede ser docente. Por eso hay que describir dicho proceso, hay que decir cómo lo hacen, cómo los maestros en esos cuatro palos en que está parado el techo del aula desempeñan su trabajo y los niños aprenden. Vale la pena difundir esos buenos ejemplos por todos los medios. No hablo de convencer a Mexicanos Primero. Son inconvencibles; saben qué buscan y tomaron la muestra de realidad que les convenía, borrando el resto del contexto.

La otra parte por convencer es el resto de la sociedad, que requiere verlo; es donde el Estado no ha intervenido. Ha intervenido en algunos momentos para recuperar prácticas cuando en la academia, por ejemplo Elsie Rockwell, publicó y difundió lo que encontró en las aulas y entonces la gente puede leer y reconocer cuán difícil resulta ser maestro. A ver: mandemos a Nuño Mayer a una comunidad, a caminar primero 3 horas, a ver qué enseña después.

Conforme a esos buenos ejemplos, conviene hacer por todos los medios un trabajo exhaustivo, disciplinado, elaborado, de reconstrucción del discurso para que eso se lea y vea, se difunda, para que así como los medios propagan una idea que quieren vender, promovamos la otra. Porque entonces en la reforma educativa propuesta puede partirse de un embrión de diagnóstico para decir: “Faltaría primero poner mesas, que no tengan los padres que ir hasta el centro de Tapachula a conseguir los muebles, porque no hay en la comunidad”. Porque, es cierto, los niños aprenden mejor si no se mueve su banca y tienen una biblioteca adecuada, y eso no está. Aprovechan más si poseen un buen material de experimentación y práctica en matemáticas o ciencias.

El trabajo de la antropología educativa, el de acercamiento a las comunidades puede nutrir mucho y debería difundirse por todos los medios para que se vea que esas escuelas valen la pena: desempeñan un trabajo con programa, sin él, con competencias o sin ellas, en una labor de compromiso, que es lo que se necesita. No sé si los mejores maestros tengan que ir a las comunidades más pobres; los más comprometidos tienen que ir, los convencidos de que su tarea es fundamental ahí, y de que deben quedarse el tiempo deseado, el que les sea gratificante para seguir haciendo esa tarea.

III

Massimo Modonesi: Retomo lo dicho por Manuel. En el fondo, la defensa de la educación irá tan lejos como podamos llegar en la defensa de la sociedad. La lucha será política, y siempre en el fondo hay que politizar el asunto. Los márgenes de maniobra que tenemos en ese contexto, con los intereses subyacentes, frente a este nivel de embestida, no creo que permitan en estas condiciones una negociación de fondo que suponga algo más que una tregua. Negociar puede ser un recurso coyuntural, táctico, pero no tiene trasfondo estratégico, no hay solución en la coyuntura ni en la lógica cortoplacista de decir “ahora tienen que recular porque exageraron con el uso de la violencia”.

En el fondo hay inercias ligadas a intereses económicos y políticos. Si no poseemos alternativas en la mano, deben germinar en el ámbito de la lucha en ese conflicto y de las prácticas educativas de otro tipo y orientación distinta, que existen y pueden generarse. No ha de ser por fuerza en el ámbito electoral, pero pasarán eventualmente por la correlación general de fuerzas, donde hay vasos comunicantes. Es indispensable debilitar a las fuerzas dominantes no sólo por la emergencia de una fuerza alternativa que llegue al gobierno, sino en el terreno del sentido común y de la formación de contrapoderes sociales.

Imanol Ordorika: En las reuniones sostenidas con los grupos de la CNTE hemos planteado la construcción de un espacio político de lo educativo con la convocatoria, incluso para llevar a la mesa de negociación, a un congreso pedagógico nacional que trascienda lo electoral. No me queda claro hoy qué es lo táctico y lo estratégico para el PRI, pues para ellos lo estratégico llega hasta la elección próxima, el 2018. Lo estratégico es ganar de nuevo la Presidencia. No creo que ninguno de ellos esté en un esquema transexenal de dejar instalado o blindado lo que pedía Mexicanos Primero.

Massimo Modonesi: Pero es inevitablemente transexenal, pues lo sostiene el interés que empuja hacia la mercantilización de la educación. Es un gran negocio en muchos países, más allá de México, donde hay un potencial de gran negocio educativo. Ciertos nichos ya fueron abiertos; el petróleo, por ejemplo. Muchos de esa envergadura están en la agenda del capital. Es un proyecto transexenal porque tiene esa relevancia; hay una necesidad del capital de realizarse.

Manuel Pérez Rocha: Uno de los grandes problemas ocurridos es que la educación se ha desatendido principalmente por los sectores que más preocupados deberían estar por ella. En la UNAM se crearon en la época de Barrios Sierra dos instancias para tratar asuntos educativos; luego desaparecieron, como si la pedagogía y la didáctica no fueran importantes. La misma tesis de Carpizo: que los profesores impartan clase, y se acabó. Los universitarios, desde mi punto de vista, reflexionan muy poco respecto al quehacer educativo y, con mayor razón, al tema educativo en general. Éste se halla muy marginado en nuestras universidades.

Lo primero es eso: encontrar en nuestros propios ámbitos universitarios espacios para la educación. Pero también en los partidos políticos, que han ignorado el tema educativo, y no sólo en cuanto a la educación nacional sino –incluso– a un aspecto tan práctico como la educación de los partidarios, los miembros activos del partido. ¿Dónde hay programas significativos de formación de cuadros, por ejemplo?

Massimo Modonesi: ¿Y los estudiantes? En términos masivos, el colectivo organizado del magisterio tiene sin duda su configuración, y vemos hasta dónde da, alcanza para resistir. Pero hay una variable con mayor alcance, pues como hay maestros en todas partes, hay estudiantes en todas las comunidades y familias, en el campo y las ciudades. Si bien fundamentalmente la educación primaria y la secundaria están en juego, no siempre despiertan pasiones entre los estudiantes, quienes podrían y deberían movilizarse. Es un autor ausente en esta coyuntura, y acaso sea relevante e incluso decisivo. Está la cuestión del Politécnico, pero no está contagiando transversalmente a la juventud, a los estudiantes mexicanos, un actor que modificaría la correlación de fuerza.

Imanol Ordorika: Está todo el normalismo, pequeño en números y con una dinámica política especial. La Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) es la corriente más antigua del país. Subsiste, tiene una organización leninista profunda; resiste y tiene un discurso político complejo. Ello resulta curioso porque a lo largo de todos esos años, desde 1935, cuando se fundó, ha tenido contactos escasos con los movimientos de la educación superior universitaria: con el movimiento del Poli en 1956, en el decenio de 1940 una vez; estuvo ausente, formalmente como FECSM, en el 68, no hubo un solo acuerdo al respecto. Es muy peculiar.

Ahora, ahí hay un actor, de tamaño relativamente pequeño, pero con mucha capacidad de organización. Más aún después de lo que pasó… El Poli tiene una actividad intensa. No está dormido; en absoluto. Acaba de demostrarlo. Hay un proceso muy interesante, y un reagrupamiento en él; incluso desde un segmento de la autoridad, acercándose a los estudiantes. Ahora, la unam aparece con estallidos esporádicos que no destapan masivamente. Si Nochixtlán hubiera sido al principio del semestre, se habría armado en grande. Y por eso reculan.

Elvira Concheiro: Llama particularmente mi atención una nota de La Jornada sobre lo sucedido ayer en Nochixtlán, donde aparece una especie de reclamo al magisterio respecto a dónde estuvo esa noche. Los presidentes municipales de los pueblos que estuvieron ahí les reclamaron que tenían que incluir las demandas de los pueblos; que así como estaba el pueblo apoyándolos, ahora en el movimiento de maestros debían estar las demandas de ellos. No dicen cuáles.

En 2006, ese sujeto lo convirtieron en la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca. Tales presiones de los pueblos y de la sociedad oaxaqueña y los estudiantes lo convirtieron en un discurso que iba mucho más allá de los maestros golpeados y reprimidos de la 22. Entonces, ¿qué posibilidades hay ahora, qué mezcla de necesidades?

Imanol Ordorika: Creo que es supercomplejo para la CNTE asumir un salto para plantearse un liderazgo de reivindicaciones de otros…Una referencia muy clara es el tema que enfrentó el movimiento estudiantil chileno, que ha sido muy fuerte, pero sobre todo en su momento culminante en 2010-2011, de si incorporaba la demanda del cobre. Un movimiento estudiantil que tiene 80 por ciento de aceptación con la demanda de la gratuidad, un sector del movimiento que plantea que, por tanto, debe ampliar la gama de demandas y dejarse de los temas universitarios, cuando no había la incorporación de un solo sector al movimiento. Había mucho apoyo, pero no es que se empezaron a movilizar los sectores mineros.

Elvira Concheiro: El SME incursionó en esto, en busca de abrirse otros frentes.

Imanol Ordorika: Pero no puedes sustituir algo inexistente. Si no hay la movilización de los pueblos, que podrían tener una organización de presidentes municipales con un conjunto de demandas, se vuelve muy complejo reemplazarla.

Elvira Concheiro: Pero en el fondo también está el tema de las libertades políticas, el cual evidencia este movimiento. Ahí hay todo un campo; y si los maestros no lo abrazan, también se corre el riesgo de cerrar puertas.

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La educación de los estudiantes musulmanes en tiempos turbulentos.

Europa/Reino Unido/Fuente:http://schoolsweek.co.uk/

Por: Shah Saeeda.

¿Qué has estado investigando?

Estoy buscando en la educación de los estudiantes musulmanes y, en particular, las expectativas de los musulmanes de la educación y líderes de la educación en las sociedades contemporáneas, y las escuelas religiosas islámicas.

¿Cuáles son los principales problemas?

A raíz del 9/11 y la reacción de George Bush, muchos jóvenes fueron repentinamente conscientes de que ser musulmán era un aspecto que define su identidad.

Cuando usted está viviendo en un país musulmán, usted no piensa acerca de si usted es musulmán o no. Y los inmigrantes usan para verse a sí mismos principalmente como diferentes grupos culturales, pero después de identidad carrera 9/11 se transformaron en una ideología fe. Incluso los niños muy pequeños se encontraron de repente empujado en una identidad fe que no era su elección consciente. Cuando usted comienza a vivir con una identidad, se toma en ese conflicto, que forma entonces su mente y puntos de vista. No creo que ninguno de los legisladores se dieron cuenta de la forma en que se va a afectar a toda una generación.

¿Cómo ve esta mentalidad que afecta a niños en edad escolar en el Reino Unido?

Yo no diría que es claramente un desarrollo educativo; es más bien un desarrollo socio-política. Pero las escuelas tienen miedo de hacer frente a estas cosas de frente.

Un muchacho joven que hablé preguntó a su maestro, «¿Por qué los otros niños me llama Paki y Bin Laden?» Y el maestro respondió: «Es sólo un poco de burla». Esto no está tomando el pelo. Estos necesitan ser tomadas de forma explícita como comentarios racistas. Yo lo llamo el racismo religioso, aunque no es un término oficial.

Es necesario que existan programas adecuados para los profesores y directores de centros, para proporcionar una comprensión más profunda de cómo podemos comprender mejor y respetar a los demás seres humanos.

Es no sólo los líderes religiosos del gobierno debe ser la consulta sobre la política; que han recibido una educación religiosa a menudo, no pueden entender las necesidades y retos en las escuelas multiculturales multirreligiosos de hoy en día. Hay un montón de académicos musulmanes que tienen una comprensión más profunda del contexto educativo y social más amplio.

¿Qué opinas de la estrategia Prevenir?

Impide realmente prevenir? Informar a los niños en la más mínima sospecha es peligroso para los niños y para la sociedad, ya que entonces se sienten alienados. De cada 100 alumnos informaron, hay probablemente 99 que no tiene por qué ser, pero que todavía se aíslan y se aleja del grupo.

Los maestros necesitan que se les enseñe cómo hacer frente a estos problemas de una manera más profunda. Pero también están sobrecargados de trabajo, y las políticas del gobierno ponen mucha presión sobre ellos. ¿Es esto realmente va a ser para el bien de la sociedad en el largo plazo? No creo que es – los maestros y los líderes necesitan que se les diga, «Nosotros no estamos policial con objeto de ver si usted está reportando los alumnos o no, que está dejando a su buen juicio.»

¿Qué ha aprendido de visitar las escuelas islámicas en el Reino Unido?

Sentí una falta de comunicación estrecha entre las escuelas religiosas islámicas y los centros ordinarios. Lo mismo se aplica a las escuelas judías, que son a menudo también se aíslan de la corriente principal.

La segregación significará una ausencia de diálogo y comunicación – a continuación, cada vez menos comprensión. En la actualidad, las escuelas estatales pueden visitar mezquitas y gurdwaras y templos, que es la educación cultural. Pero debería haber más intercambio de información sobre temas educativos.

Si las escuelas de fe tienen un alto rendimiento, ¿qué estrategias están utilizando?¿Cómo pueden ser compartidos con otras escuelas? Si las escuelas ordinarias se enfrentan a desafíos, ¿por qué no pedir consejo a los que tienen un alto número de estudiantes islámicos? Hay muchos estudiantes más musulmanes en las escuelas ordinarias que en las escuelas islámicas; es importante que se unen, y es necesario que haya un intercambio más amplio de la práctica.

Fuente: http://schoolsweek.co.uk/education-of-muslim-students-in-turbulent-times/

Imagen: http://3.bp.blogspot.com/-zm14ZSWyGNk/TcXqxV0fKlI/AAAAAAAAEGA/df7IoTqzVhc/s1600/Londress4.jpg

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República Dominicana: La educación es el camino a un desarrollo sostenible.

Centro América/República Dominicana/12.07.2016/Autor y Fuente:http://www.entornointeligente.com/

En abril pasado, el vicepresidente ejecutivo de Relaciones Públicas y Comunicaciones del Banco Popular, José Mármol, fue escogido como presidente de la Junta Directiva de Acción Empresarial por la Educación (EDUCA), para el periodo 2016-2018.

El reconocido poeta, ensayista y Premio Nacional de Literatura 2013, explicó a elCaribe en cuáles aspectos centrará su gestión y su valoración sobre los avances y retos que tiene el país en materia educativa tras la aplicación del 4%.

Usted ha estado vinculado a EDUCA por más de 20 años y conoce de cerca los problemas que afectan el sistema educativo dominicano. ¿En qué aspectos centrará su gestión? He representado al Banco Popular Dominicano en EDUCA y de un tiempo a esta parte he sido parte de su Junta Directiva. No hay que ser un experto para conocer los problemas de la educación, a pesar de los esfuerzos que las autoridades y la sociedad civil efectúan para revertir ese lamentable curso. Los padecí personalmente a través de mi experiencia como docente, por diez años, en tres de las más importantes universidades dominicanas. Mi vocación ha sido siempre la de enseñar, aunque me haya dedicado a labores corporativas.

La Junta Directiva que me honro en presidir, tiene como propósitos principales mantener y fortalecer ese bien ganado posicionamiento de EDUCA en el espacio de la educación y continuar llevando a cabo estudios, investigaciones y proyectos, con el respaldo del empresariado, de organismos internacionales y de la sociedad civil, para que todos los dominicanos, sin distinción, reciban una educación de calidad y facultada para aportar a los estudiantes y maestros las competencias que requieren un mundo y una sociedad tecnológicos, laboralmente exigentes y globalizados. Mucha gente piensa que el gasto del 4% en educación se ha basado principalmente en infraestructura y no se ha reflejado suficientemente en la calidad de la enseñanza. ¿Cómo valora usted la calidad del gasto?

En primer lugar, hay que reconocer que el presupuesto educativo ha venido creciendo en términos absolutos a razón de RD$10 mil millones cada año, a partir de la entrada en vigor del 4%. En segundo lugar, se debe reivindicar y celebrar la inversión en infraestructura que ha venido realizando el Gobierno de Danilo Medina, primero en hacer cumplir el mandato legal del presupuesto educativo. Los expertos atribuyen a la infraestructura un potencial predictivo equivalente al 12% en el nivel de logro de los estudiantes. En este sentido debe recordarse que previo a 2012 los centros educativos urbanos y rurales operaban, en ocasiones, hasta en 3 tandas, con salones, que en zonas urbanas, superaban los 50 estudiantes por educador.

Hoy esta situación ha cambiado, y a pesar de que el número de aulas ha estado por debajo de la meta prevista por el Gobierno, no es menor el esfuerzo que en tan solo 4 años se ha culminado para cambiar la fisonomía estructural del sistema educativo dominicano.

Han de destacarse los cambios curriculares, el cambio de paradigma en el proceso educativo hacia un currículo por competencias, las innovaciones en el modelo de jornada extendida, la alimentación escolar, el avance significativo para estar próximos a declarar al país libre de analfabetismo, el reciente decreto que instala en el país un marco nacional de cualificaciones, que cuando se aplique en su total potencial, promoverá cambios radicales en la oferta educativa, y la relevancia que la formación y la función docentes han tenido durante esta gestión.

Deben recordarse los incrementos sistemáticos del salario de los educadores, al punto de que hoy los docentes dominicanos son los mejores remunerados en la región. También, significativa es la asignación para este año de casi RD$3,325 millones para la formación de maestros, o las transformaciones que el Instituto Nacional de Formación y Capacitación del Magisterio (INAFOCAM) viene realizando. Lo anterior no significa que no haya espacios de mejora.

En EDUCA estamos culminando un estudio de la calidad del presupuesto, que se dará a conocer en agosto, y que recorre aspectos sensibles y recomendaciones para optimizar los recursos que toda la sociedad dominicana, unida y en acto de responsabilidad cívica sin precedentes en la región, decidió financiar a través del 4%.  ¿Se cumple el Pacto Educativo?

El Pacto por la Reforma Educativa suscrito por más de 200 organizaciones en 2014 tiene una vocación de política de Estado con horizonte hacia el año 2030. Emitir un juicio categórico sobre su cumplimiento es todavía prematuro. Sí se puede decir que de los más de 190 compromisos contraídos, en su gran mayoría, han venido cumpliéndose muchos de ellos con diferencias de intensidad y velocidad. No sólo el Gobierno tiene responsabilidad directa con estos compromisos.

En aquellos aspectos donde se presentan ciertos retrasos, son las agrupaciones sindicales docentes, las que han mostrado oportunidad de mejora. En septiembre el Comité de Veeduría del Pacto Educativo, que coordina EDUCA, presentará un informe de seguimiento. ¿Cuándo se reflejarán los cambios tras la implementación del 4%? Suele decirse que en educación los cambios son lentos y que solo se ven en el largo plazo. Eso no es totalmente cierto.

Ya los estamos viendo. Sucede que las inversiones en educación tienen efectos en el corto, mediano y largo plazo. La mejora de las infraestructuras es un hecho. Casi un millón de niños y niñas asiste ya a la modalidad de jornada extendida, recibiendo más tiempo y tres raciones alimentarias diarias. Las condiciones laborales de los educadores han mejorado.

Pero también ya hay indicios de que algunas innovaciones educativas, como la jornada extendida, producen mejoras sensibles en los aprendizajes. En efecto, los estudiantes que asisten a esta modalidad evidencian un desempeño gradualmente mejor.

El desafío será que los aprendizajes alcancen los niveles de logro deseados en el menor tiempo posible, porque el país aún tiene mucho trecho que recorrer para desarrollar estrategias a partir de las cuales los niños y niñas dominicanos adquieran las competencias elementales para desarrollar una vida integral en lo personal y lo profesional en el siglo XXI. ¿Qué aspectos deben ser priorizados por las autoridades?

El más urgente, en términos de prioridad, es el relativo a la calidad de la educación medida por un aumento en el nivel de logro de los aprendizajes. Pero no diríamos que deben ser priorizados por las autoridades. Es responsabilidad del conjunto de la sociedad, y así como se creó una alianza social para reclamar por más presupuesto, más todavía debe fortalecerse esa alianza para exigir mejoras significativas en la calidad de la educación. Además de entender que es la educación el único camino para un desarrollo sostenible de la sociedad.

Si de priorizar se trata, deberíamos centrar los esfuerzos en alcanzar las objetivos pendientes en materia de primera infancia. Esta es la etapa de aprendizaje más rentable.

Calidad Se debe priorizar lo relativo a la calidad de la educación medida por un aumento de logro de los aprendizajes».

Primera infancia Deberíamos centrar los esfuerzos en alcanzar los objetivos pendientes en materia de primera infancia. Es la etapa de aprendizaje más rentable».

Fuente: http://www.entornointeligente.com/articulo/8677385/REPUBLICA-DOMINICANA-La-educacion-es-el-camino-a-un-desarrollo-sostenible-11072016

Imagen: http://media.mmc.com.do/el_caribe/multimedia/2016/07/10/8eb530d1c0dfe33027138f58b4677c3e_300x226.jpg

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