América del Sur/Colombia/16 Julio 2017/Fuente:entornointeligente /Autor: JAIME HERNÁNDEZ AMÍN
Si bien recuerdo del colegio algunos pasajes de García Márquez o la fórmula química del agua, nunca me enseñaron cómo conseguir un trabajo o cómo pagar impuestos. Puede que haya aprendido el himno de Cartagena o a identificar ciertos órganos del cuerpo, pero no aprendí cómo votar ni mucho menos a entender eventos o noticias actuales.
Me hacían memorizar hechos de nuestra historia y quiénes fueron nuestros padres de la patria, pero nunca me explicaron cómo y por qué funcionan las leyes o a cuenta de qué existen y deben existir los derechos humanos. Hice ejercicios para saber cómo elaborar ciertas fórmulas aritméticas pero nunca me dijeron como adquirir estabilidad financiera.
Salimos del colegio y la universidad con un arsenal de herramientas para afrontar una vida y un mundo social que poco entendemos. Y no estoy hablando de enseñarle al estudiante en qué creer o si Dios existe o no, para eso está la familia, de lo que hablo es que solo nos están enseñando cómo funciona un carro cuando también deberíamos aprender a manejarlo.
La educación cognitiva es importante,»lo cognitivo es aquello que pertenece o que está relacionado al conocimiento?, y es la materia prima para poder ser seres humanos útiles. Ahora bien, si buscan en Google»educación no-cognitiva?, encontrarán pocos resultados, y esto es precisamente porque es una tendencia educativa que apenas se está formando en el mundo y es preciso que la conozcamos para poder seguir avanzando.
Los países desarrollados están empezando a formar a las nuevas generaciones (además de en lo cognitivo) en cómo vestirse adecuadamente para una entrevista o una reunión de trabajo, en cómo hablar correctamente dentro de los diferentes ambientes sociales y profesionales, en la importancia de mirar a los ojos cuando se habla y se da la mano, o en modales cordiales y de respeto que generan confianza entre las personas, entre otros. Esto no tiene el propósito de ser una educación parroquial e imponer un régimen de conducta, por el contrario, su propósito es el de liberar las capacidades sociales de las futuras generaciones para que estas tengan mayores posibilidades de ingresar a trabajar y complementarse con el mundo laboral, construyendo una sociedad más equilibrada y productiva.
En Colombia, seguimos esforzándonos por nivelarnos en educación cognitiva, las no tan altas calificaciones en las pruebas PISA así lo evidencian. Tal vez, la falta de motivación por el estudio en los jóvenes se dé a causa de las pocas oportunidades de trabajo que ofrece el esfuerzo de haber estudiado.
Si paralelamente empezamos a aplicar esta nueva tendencia mundial para que los estudiantes vean una correlación positiva entre; más estudio, más trabajo y mejor ingreso, podremos empezar a romper el círculo vicioso que tiene la educación en Colombia.
Fuente de la noticia: http://www.entornointeligente.com/articulo/10297920/COLOMBIA-Educacion-nocognitiva-15072017
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