La literatura colombiana tras medio siglo de guerrilla

Redacción: El País

Los escritores colombianos siempre han dado cuenta del conflicto armado del país. Pero el acuerdo de paz representa nuevos retos para su narrativa.

“Al caer el sol, las tropas guerrilleras bailan: siempre chico y chica juntos, muy jóvenes, apretados, él con una mano en la cadera de ella, los pies moviéndose con destreza, entrelazándose sin llegar a pisarse. Cada canción les aleja un poquito más de la única vida que han conocido: la guerra. En su mirada, un combate: el de un horizonte sin armas contra un pasado en el que la violencia se llegó a normalizar”.

Si la literatura responde al espíritu del momento en una sociedad, el relato de X: el francotirador rebelde, del periodista José Fajardo, refleja el que vive Colombia: un periodo de transición después de una guerra de medio siglo tras la firma de un acuerdo de paz, el reacomodo, la incertidumbre o, como los personajes de este libro, un combate por dejar el pasado violento atrás. «Colombia ha sido el país de los nadie, del que mata y no quiere que su nombre se sepa, del que muere y nadie se acuerda’, dice Fajardo en el libro en el que se ocupa de un excombatiente al que la guerra le borró la identidad.

La literatura sobre posconflicto o, si se quiere de paz, una palabra aún polémica porque es esquiva en amplias regiones del territorio nacional, no es nueva en Colombia. Más bien, como ha dicho el escritor Sergio Álvarez (La Lectora35 muertos) el conflicto hace parte del ADN de la narrativa del país. No hay escritor que haya escapado a esta realidad. Se encuentra en Cien Años de Soledad, de Gabriel García Márquez; en Los Ejércitos, de Evelio Rosero; o en Delirio, de Laura Restrepo, por mencionar unos pocos. Álvarez, por ejemplo, ha contado la historia de los campesinos desplazados, pero también ha navegado en el mundo de delincuentes, narcotraficantes y guerrilleros. Sin embargo, como dijo en el Festival Internacional de Literatura de Berlín en 2017, espera que el proceso de paz fructifique y que “podamos empezar a contar lo que viene después, la construcción de un país distinto y la secuela de todos esos enfrentamientos violentos, pero vistos de una forma más constructiva”.

La literatura sobre paz en Colombia se entiende también como memoria. La novela- dice el escritor Santiago Gamboa (Será larga la noche)- es un espejo. “Nosotros hemos tenido tres grandes catarsis como sociedad en los últimos 15 años, ¿y de donde han provenido? Del arte. La primera, El olvido que seremos, libro de Héctor Abad Faciolince, que refleja la muerte del padre, la orfandad. Es el padre de Héctor Abad, pero lo leemos como un espejo, entonces lloramos con ese libro y nos conmueve profundamente. Es el más leído en Colombia después de García Márquez porque produjo una gran catarsis nacional”, dice Gamboa, cuyo último libro da voz a un excombatiente. “La segunda, la obra de Doris Salcedo: la paz, la reconciliación, la dureza de las armas, las víctimas. Y la tercera, las fotos de Jesús Abad Colorado. Es el arte el que nos permite comprender la realidad y conmovernos con ella. Eso produce mejores ciudadanos”, agrega.

Pero encarar esta nueva etapa de Colombia no es un desafío sencillo para los escritores y cada uno se acerca desde distintos ángulos. Se trata de una narrativa de la fragilidad porque da cuenta de una paz endeble, quebradiza. Pablo Montoya (Tríptico de la infamia, Los derrotados), afirma que tras los acuerdos de paz abunda la narrativa testimonial y que se viene una avalancha de literatura sobre desaparecidos porque “necesitamos nombrarlos y rescatarlos desde la literatura misma”.

Para Montoya, quien lanza este año su novela sobre la escombrera, una gran fosa común en las laderas de Medellín, en un país con tantas víctimas -cerca de 83.000 desparecidos-, la literatura tiene el papel de darles voz a quienes han estado silenciados y de “aguar la fiesta” a aquellos que buscan pasar la página como si Colombia no estuviera fracturado. “Nuestra obligación es más recordar que olvidar, más remover los escombros del ayer que ocultarlos o ignorarlos”, dice el ganador del premio Rómulo Gallegos.

“La pregunta que, por lo tanto, me concierne como escritor es: ¿cómo la literatura podría participar en esta confluencia de múltiples inquietudes desprendidas por los acuerdos de paz firmados en La Habana? Debe sustentarse en un credo que ha movido la escritura literaria más arrojadiza: ha de hundirse en zonas turbias”, agrega en su ensayo Paz y literatura.

El relato oficial sobre lo que ha pasado en Colombia es un terreno en disputa. Y las grandes editoriales han apostado por novedades de no ficción, por el relato de algunos de sus participantes. La más conocida es La Batalla por la Paz (Planeta), escrita por el expresidente Juan Manuel Santos, que aborda la filosofía y detalles sobre cómo llegó al proceso de paz. El título del libro que alude, tal como el de los personajes de X: el francotirador rebelde, a la paz como una batalla por dar, a un combate.

En esa misma línea y desde adentro, también está Revelaciones al final de una guerra, el testimonio del negociador del gobierno, Humberto de la Calle. Y Disparos a la paz (Penguin Random House), de los exministros Juan Fernando Cristo y Guillermo Rivera. Ambos libros revelan episodios desconocidos sobre el proceso de paz, las dificultades durante el plebiscito y lo que viene para los actores del acuerdo.

Pero no son las únicas voces que se están levantando. Los excombatientes también quieren narrar cómo han vivido la guerra y ahora, la paz. Martín Cruz Vega, que estuvo en la guerrilla de las FARC durante 43 años, es un prolífico escritor y desde que se selló el acuerdo de paz ha publicado varios libros: Diario de la guerra y la pazEl último fusilDe las trochas a la pazCrónicas clandestinas y Orbitar en mis versos, este último por salir. “Publiqué el primer libro en 2017 cuando todavía estábamos con las armas en las manos. Pero el proceso de paz fue un estímulo. Mi vida en la selva fue muy larga y siempre escribí. Ese era mi bálsamo e iba recopilando todo esperando para publicar. Es importante la literatura sobre lo que pasó en la guerra para que no vuelva a pasar en ninguna parte del mundo”, dice. “La posibilidad para escribir es ahora en la paz”, concluye Cruz Vega.

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Entrevista a Monedero: «La posibilidad de superar el neoliberalismo en A.L. tuvo que ver con volver a emocionar

Por: CLACSO TV.

Juan Carlos Monedero, España. Politólogo y escritor, profesor de Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid. Ex secretario de Proceso Constituyente y Programa de Podemos. Presentador del programa de debate político La Tuerka en Público TV.4. VII Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales «Transformaciones democráticas, justicia social y procesos de paz», del 9 al 13 de noviembre de 2015 en Medellín, Colombia.

 

Fuente de la entrevista: https://www.youtube.com/watch?v=MU8EaU8uwdA

 

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Reunión Interamericana contra castigo corporal hacia niñez y adolescencia

América del Norte/ México/ 04.06.2018/ Fuente: REDLAMYC.

  • REDLAMYC co convocante en el Encuentro Internacional que reúne a especialistas para abordar una problemática que afecta a la niñez en todo el mundo.
  • Representantes de las coaliciones del Grupo de Trabajo de Violencias y procesos de paz de REDLAMYC participan en el evento durante tres días.

En el marco de la inauguración de la Reunión Interamericana Sobre Castigo Corporal Contra Niñas, Niños y Adolescentes participaron diversas autoridades del gobierno federal,así como representantes de organismos internacionales y de organizaciones de la sociedad civil de México y América Latina.

En representación del Lic. Alfonso Navarrete Prida, Rafael Avante Subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaria de Gobernación, señaló el tema del castigo corporal contra niñas, niños y adolescentes como prioritario en la agenda de Derechos Humanos y agradeció la presencia de los representantes de gobierno, sociedad civil e iglesias de los 14 países presentes de la región de las Américas. Durante su intervención hizo énfasis en la importancia de alejar las distorsiones sociales que asocian el castigo con conductas inadecuadas y que normalizan el sometimiento contra la niñez y adolescencia.

En tanto, Ricardo Bucio Mújica, Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas Niños y Adolescentes (SIPINNA) dió la bienvenida de parte del Gobierno de México a los representantes de los 14 países de América Latina y el Caribe que se han dado cita para la Reunión interamericana sobre Castigo Corporal contra niñez y adolescencia en la Ciudad de México, donde además de moderar las participaciones dio por inauguradas las sesiones de trabajo, conferencias y diálogos en torno a la erradicación de la violencia contra niñas, niños y adolescentes de América, en los que se discutirán la prohibición legal, las políticas públicas, la participación, entre otros temas.

Marta Santos Pais, Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas alentó a mantener presente la agenda de infancia durante el proceso electoral. Señaló con preocupación que el miedo y el dolor son elementos que continúan presentes en la vida de niñas y niños. Santos Pais dijo que en 2019 se cumple el 30 aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño, una oportunidad para lograr que su conmemoración no sea sólo simbólica sino que incluya acciones concretas en todos los países.

En su intervención, Esmeralda Arosemena Relatora de Niñez de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) insistió en que debemos cuestionarnos sobre la cruda realidad que representa hacer daño a un niño para que acepte las reglas «el resultado sabemos, que es que hoy tenemos una cultura de violencia, no de paz» dijo, al recordar que hoy estamos construyendo la ciudadanía que queremos y que este es un compromiso de toda la sociedad y sería un avance importante plantear que América Latina lleva la batuta en la prevención del castigo corporal.

“Una legislación integral y adecuadamente financiada es imprescindible, pero no es suficiente para erradicar la intolerable violencia contra niños y niñas. Los cambios sociales y de comportamiento en las familias y las comunidades, así como la implementación de políticas multi-sectoriales e interculturales, con perspectiva de género y enfoque de derechos humanos son fundamentales para promover una crianza positiva y para garantizar a cada niño y niña una vida libre de violencia” aseguró María Cristina Perceval, Directora Regional de UNICEF para América Latina y el Caribe, a lo que añadió: “UNICEF hace un urgente llamado a los gobiernos de la región para que aseguren la prohibición total del castigo físico en todos los ámbitos”.

Víctor Giorgi, Director General del Instituto interamericano del Niño, la Niña y el Adolescente (INN) llamó a recuperar y fortalecer las alianzas. Insistió en que detrás de un castigo físico se esconde la idea de la domesticación bajo el mito de que es para «alinear en los valores». Señaló que desmontar esa cultura es mucho más difícil que generar leyes por ello es necesario ser muy claros y eficientes en la implementación de las mismas.

Luis Raúl González Pérez, Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, dijo que ningún grado de violencia debe ser permitido y que esta no puede justificarse. Recordó que en las Observaciones que emitió el Comité de los Derechos del Niño (ONU) al Estado mexicano apremió para que adoptara leyes y políticas a favor de una vida sin violencia para la niñez en México, entre estas medidas señaló que se debe asegurar que el castigo corporal sea explícitamente prohibido en la legislación, asimismo el Ombudsman remarcó que la violencia no puede ser tolerada ni promovida por los Estados.

En su momento, Juan Martín Pérez García, Secretario Ejecutivo de REDLAMYC, Red Latinoamericana y caribeña por la defensa de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, organización convocante, refirió que la protección de niños y niñas «no tiene límite en la puerta de la casa» y que es un tema que concierne a toda la sociedad. Asimismo, señaló con preocupación el vínculo entre el castigo corporal y el machismo, donde indicó que se golpea a más niñas que a niños por lo que para avanzar en la erradicación del castigo corporal se debe de eliminar el machismo, en el cual los hombres siguen considerando a niñas, niños y mujeres como parte de su propiedad. Finalmente, recordó que son las organizaciones de la sociedad civil quienes están trabajando en el terreno atendiendo a niñas y niños, y por ello, invitó a las autoridades a mantener el diálogo con la sociedad civil de forma inclusiva.

La adolescente Imelda quien participó en el acto de inauguración dijo que se debe cesar de sus funciones a maestros que abusan o violentan a los niños, y que las víctimas de estos delitos deben tener apoyo médico y psicológico para superarlo.

Fuente: http://redlamyc.org/v1/index.php/tejiendoredesinfancia/comunicados-de-prensa-tejiendoredesinfancia/1650-mexico-sede-de-reunion-interamericana-contra-castigo-corporal-hacia-ninez-y-adolescenci

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