UNICEF/ 24 de diciembre de 2016/Autora:Yasmine Saker/ Fuente:/www.unicef.org
Wahid, de 14 años, se vio obligado a escapar siete veces en cinco años y se ha quedado atrás en su educación. Con el fin de ayudar a su familia, dejó la escuela para trabajar de zapatero, pero una beca de estudios de UNICEF le ha dado ahora la oportunidad de retomar sus estudios.
TARTOUS, República Árabe Siria, 19 de diciembre de 2016 – La primera vez que un equipo de UNICEF conoció hace unos meses a Wahid, de 14 años, él estaba recogiendo agua para su familia en el “1070”, un complejo de apartamentos a medio construir en un vecindario del oeste de Alepo.
Un mes más tarde la zona se convirtió en campo de batalla. Wahid y su familia se vieron obligados a huir sin sus pertenencias por séptima vez desde que comenzó el conflicto, hace ya casi seis años.
“Mi marido estaba en el trabajo cuando comenzamos a oír las explosiones cada vez más cerca y más fuerte”, contó Fátima, la madre de Wahid, recordando el día en que abandonaron el complejo 1070. “Wahid estuvo muy entero todo el tiempo. Su hermano y sus hermanas lloraban y se agarraban a mí, pero él se mantuvo firme y se aseguró de que todos saliéramos de allí a salvo. Yo quería que llorara y se comportara como el niño que es”, añadió.
Forzado a dejar la escuela
Cuando la familia llegó a Bseireh, una ciudad de la provincia costera de Tartus, Wahid y su familia decidieron que era hora de que dejara la escuela para poder ayudarlos.
“Lo habíamos perdido todo otra vez, y yo quería ayudar a mi padre a sacar adelante a mis tres hermanos”, explica Wahid. “Soy el mayor y tengo el deber de cuidar de todos”.
Wahid trabajó dos meses como zapatero en Bseireh, ganando 3.500 libras sirias (7 dólares) a la semana para ayudar a su padre, que trabaja en la construcción, a llevar el pan a la mesa. “Me pagaban bien porque tengo experiencia”, sostiene. “En los últimos tres años, he trabajado de zapatero en Alepo todos los veranos”.
Wahid ya había perdido tres años de su educación y estaba a punto de perder más, porque la necesidad de tener ingresos estaba por encima de su escolarización. A mediados de septiembre de 2016, un equipo de UNICEF visitó a Wahid y a su familia como parte de una actividad de seguimiento de niños en tránsito desde Alepo.
El equipo animó a la familia de Wahid a que volvieran a matricularlo en una escuela. UNICEF le concedió una beca de educación para ayudar a aliviar la carga económica de la familia y permitirle a él ponerse al día con sus compañeros. Las becas forman parte de uno de los muchos programas de educación de UNICEF que ayudan a los niños que se encuentran en peligro de abandonar la escuela por dificultades económicas.
Wahid se matriculó en la misma escuela que sus hermanos, en Bseireh, y ya está en el sexto curso. A sus 14 años, debería estar en el noveno.
“Estoy contento de haber regresado a la escuela”, asegura Wahid. “Quiero ser abogado o ingeniero; de lo que estoy seguro es que no seré zapatero”, sonríe.
Fuente de la Noticia:
https://www.unicef.org/spanish/infobycountry/syria_94197.html