México: SEP carece de protocolos para atender bullying, que se desborda sin control

Por: Alejandro Granados

 

Los casos de bullying o abuso se vuelven cada vez más recurrentes en las escuelas de México, el caso más sonado —y grave— de los últimos días es el de Norma Lizbeth, quien falleció luego de la agresión de una compañera. La responsable fue detenida, y mientras la sociedad mexicana se divide por el destino de la menor infractora, organizaciones civiles, padres de familia y especialistas alertan que la autoridad educativa carece de protocolos reales para frenar esta violencia.

La menor Norma Lizbeth estudiaba en la Escuela Secundaria Oficial 0518 en Teotihuacán y el pasado 21 de febrero fue atacada por Azahara Aylin “N” con una piedra, causándole lesiones graves que le provocaron la muerte el 13 de marzo pasado, lo que detonó la discusión en el país sobre los casos de bullying; sin embargo, lo primero que revela esta situación es que la Secretaría de Educación Pública (SEP) carece de un protocolo de actuación al respecto.

En el tema judicial, la Fiscalía del Estado de México obtuvo la vinculación a proceso contra la adolescente Azahara Aylin “N” de 14 años, tras acreditar su probable participación en el delito de homicidio calificado de Norma Lizbeth, solo que en el ámbito social la discusión sobre el tema crece, ante la pasividad con la que ha actuado la SEP.

Primero porque el fallecimiento ocurrió el 13 de marzo y la SEP se pronunció al respecto hasta el día 17 por medio de un tuit en el que no menciona la menor por su nombre, ni establece tampoco ningún lineamiento de seguimiento sobre el caso.

Es por ello que organizaciones y especialistas lanzan un llamado de alerta para frenar el incremento de violencia que se registra en las escuelas, con casos extremos como el de esta menor, al tiempo que reprochan que las autoridades educativas no han creado protocolos de prevención, detección y actuación para atender este fenómeno social.

El problema no es menor, de acuerdo con el Informe Nacional sobre Violencia de Género en la Educación Básica en México, 90% de la población escolar ha sufrido humillaciones e insultos; 24% de los estudiantes de primaria y secundaria han sido objeto de burlas; 32% de los alumnos han enfrentado agresión física, 39% agresión verbal, 13% agresiones psicológicas, 10% violencia sexual y 5% violencia por internet.

Dicho fenómeno no distingue raza, religión, sexo, condición física ni edad, y cada vez afecta más temprano.

La violencia crece en el país

Ante esta situación, Luis Arturo Solís Bravo, presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), expresó su preocupación sobre el tema de agresiones dentro de las aulas, “porque como país hemos visto un alarmante crecimiento de la violencia dentro de todo el entorno social”.

No podemos asumir que sean los profesores los únicos responsables. Debemos como comunidad educativa involucrarnos todos. No solamente dejar asumida la responsabilidad a los maestros a los directores. Es una responsabilidad compartida de los padres de familia y de los alumnos”, dijo en entrevista para Publimetro.

Por su parte, Tania Ramírez, directora del Redim, señaló que la violencia escolar es una problemática que está creciendo y que las autoridades federales, estatales y educativas han sido omisos en atender y la hacen a un lado.

“Hay una fuerte problemática de bullying en las escuelas. La responsabilidad escolar es de la Secretaría de Educación Pública y la de los estados, quienes llevan siendo omisas muchos años en atender las recomendaciones para propiciar ambientes no violentos, instalar capacidades de resolución no violenta de conflictos”, expresó.

A Norma Lizbeth la mató el bullying. Una compañera la golpeó con una piedra hasta causarle traumatismo craneoencefálico.

A Norma Lizbeth la mató el bullying. Una compañera la golpeó con una piedra hasta causarle traumatismo craneoencefálico.© Proporcionado por Publimetro

Como sociedad no podemos normalizar esta situación de violencia en las escuelas”

Luis Arturo Solís

Organizaciones piden combatir el acoso escolar

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El presidente de la UNPF hizo un llamado a Leticia Ramírez, titular de la SEP, y a todos los secretarios de educación de los estados, para crear un programa que involucre a padres de familia, profesores, directivos y a los mismos alumnos, el cual genere alternativas de solución para trabajar en una cultura de paz.

Resaltó que como organización están llevando a cabo en todas las escuelas donde tiene presencia, el taller: “Por una nueva cultura de paz”, “porque es hacia el interior de las casas donde se tiene que trabajar para que la violencia no se presente”.

La directora del Redim alertó que es necesario que la SEP elabore protocolos de actuación sobre la situación de acoso escolar, “sería interesante levantar un sondeo para saber cuántas escuelas tiene efectivamente estos protocolos y cuántas están siendo omisas en generar estos protocolos”, agregó.

Ivonne Gaona, abogada y especialista morfopsicología, reiteró que la autoridad educativa federal tiene la responsabilidad de desarrollar protocolos para el personal escolar, directores, maestros, alumnos y para padres de familia, “con la finalidad de reducir este fenómeno, y encauzar adecuadamente situaciones ante posible violencia en el entorno escolar”.

Explicó que el bullying supone tanto “violencia física, psicológica o ambas y tiene un impacto muy fuerte en la vida del menor que está siendo víctima de este fenómeno. Recordemos que pueden verse involucrados niños o niñas, adolescentes, ya sea como víctimas u observadores”.

Sobre todo, plantea la urgencia de tomar en consideración que estos actos de agresión o bullying físico —como en el caso de Norma— pueden llegar a consecuencias donde se lesione a la víctima, o en un caso peor, se le quite la vida y esto termina en delito.

Dijo enfática que un “homicidio por bullying, es un delito donde un juez de control será el encargado de determinar la situación jurídica del menor, con el objetivo de reformar o reincorporar al menor con una pena máxima de 8 años, esto de acuerdo a la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia para Adolescentes”, lo que implica que de una broma o bravuconería, se puede pasar a cometer un delito con graves consecuencias.

Por su parte la organización Inserta también exhortó a las autoridades educativas y de los distintos ámbitos de gobierno, a crear promover programas de capacitación al personal docente, para que cuenten con las herramientas necesarias para identificar la sintomatología de trauma por exposición a la violencia.

“El bullying es el acoso escolar y se define como la violencia repetida entre pares, compañeras, compañeros, en la que uno o más individuos tiene la intención de intimidar y hostigar a otros. Se caracteriza por el abuso de poder entre niños y jóvenes en edad escolar”, expresó la organización a través de un un comunicado.

Foto: Juan José Estrada Serafín / Cuartoscuro

Foto: Juan José Estrada Serafín / Cuartoscuro© Proporcionado por Publimetro

¿Qué hacer si mi hijo/hija está sufriendo bullying en la escuela?

  • Consuele y apoye a su hijo escuchándolo
  • Mantenga la calma mientras su hijo le explique lo que sucede
  • Evite culpar a su hijo
  • Recuérdele a su hijo que nadie merece ser acosado
  • No le aconseje a su hijo que pelee cuando lo acosen
  • Reporte el incidente ante las autoridades de la escuela (maestro o directivo) y deje en claro que no tolerará el acoso a su hijo
  • Si cree que su hijo/hija está en riesgo en cualquier momento, comuníquese con la escuela para recibir una intervención inmediata
  • Desapruebe cualquier intimidación o falta de respeto en la casa entre hermanos y adultos
  • Anime a su hijo a participar en actividades que fortalezcan la autoestima y la confianza en sí mismo
  • Colabore con el personal de la escuela para crear un programa de prevención del acoso escolar

¿Cómo identificar a un buleador?

La abogada y especialista en morfopsicología Ivonne Gaona describe que personalidad que suele tener un buleador, destaca los siguientes aspectos:

  • Es egocéntrico e identifica a los más débiles y tímidos, comparándolos consigo mismos para poder abusar de ellos
  • Simula lealtad con su grupo de amigos para sentirse fuertes y amenazantes
  • Son impulsivos, agresivos, desesperados y los acosadores suelen encontrarse en la antesala de la conductas delictivas
  • Aunque resulta paradójico, con su execrable actitud los acosadores obtienen aprobación y hasta admiración de otros compañeros, lo cual fortalece su actitud intimidatoria
  • En casos extremos, físicamente suelen tener el rostro con pérdida de simetría en la frente, mirada profunda y muy enfocada
  • Son personas que no sonríen con ternura sino se burlan, y en ocasiones oprimen y cierran los labios al querer golpear o intimidar, por la frustración e ira que tienen en su ser
  • Gesticulan poco, pero la burla y el sarcasmo son constantes

Fuente de la información e imagen:    https://www.publimetro.com.mx

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El Salvador: Escuelas deben de tener protocolos sin miedo en casos de desastres naturales, señala docente de Bases Magisteriales

América Central/El Salvador/17-03-2023/Autor(a): Cristian Díaz/Fuente: www.elsalvador.com

Los sismos ocurridos en Ahuachapán dañaron decenas de casas, principalmente que estaban construidas de adobe. Foto EDH / Foto Por Archivo

El educador y representante de Bases Magisteriales en Ahuachapán señaló que los profesores no deben de trasladar el miedo que sienten, hacia los alumnos, en caso de una situación de terremoto.

Fernanda ( seudónimo) salió asustada y casi corriendo del salón de clases de una escuela de Ahuachapán cuando percibió que estaba temblando. Atrás dejó a un grupo de padres de familia, que en su mayoría permanecieron sentados, con quien sostenía una reunión previo al inicio del año lectivo.

Tras el sismo, que duró varios segundos, regresó al aula acompañada de tres padres, aproximadamente, que habían salido detrás de ella. El resto, cerca de una veintena, permanecieron sentados, aguardando una relativa calma.

“¿Por qué no me siguieron?”, les dijo en tono de reclamo. “Que no ven que se puede caer esto”, prosiguió.

Tras el sismo, la situación se volvió un momento de carcajadas al observar a la maestra salir sin advertir a los padres de familia cómo debían de proceder.

Aunque para algunos padres fue preocupante la reacción de la docente y sólo se cuestionaron así mismos sobre cómo podría reaccionar con presencia de alumnos.

Dicha actitud concuerda con lo que expresó el también docente Arnulfo Lorenzo Asencio Salinas, del Complejo Educativo Emilio Martínez de Santa Ana y representante de Bases Magisteriales en Ahuachapán, quien fue consultado por El Diario de Hoy sobre cómo se debe actuar en dichos casos para que en los niños no se genere un trauma.

“Pienso que lo más correcto es, en esas situaciones, que los adultos estén educados y que no transmitan sus miedos a los niños. El problema de los niños es que uno como adulto le transmite miedo, no les presta seguridad sino que les transmite miedo. Ejemplo, mis hijas. Mi casa ha estado que se mece, la casa truena y les digo, ‘tranquilitas, no vayan a correr’. Ahora si miran que hay un daño estructural lo que hacen es informarme a mí (y preguntarme) ¿qué hacemos papá?. Ya tienen un protocolo, un protocolo sin miedo porque si salimos corriendo ante una eventualidad, nosotros mismos nos vamos a hacer daño”, analizó el docente, quien reside en San Lorenzo, Ahuachapán.

Recientemente también hubo actividad similar en Apaneca, aunque fueron menos días los que duró dicha situación, de acuerdo a datos reportados por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).

“El miedo es el peor de los problemas que suscitan en ese momento; el adulto es el que tiene que estar preparado, sin miedo para ejercer todo el mecanismo de seguridad que se activa en ese momento”, agregó el docente.

Pero cuando los niños no logran asimilar la seguridad que transmite el adulto y presentan momentos de temor en situaciones adversas, apuntó que los adultos deben de distraerlos a través de juegos, entre otros mecanismos.

Asencio recomendó a docentes y alumnos leer sobre situaciones de desastres naturales para conocer cómo reaccionar ante su ocurrencia; aunque también podría sumarse información de otros tipos de situaciones que pasan en los centros educativos, como caídas de niños.

Reportes periodísticos consignaron que a mediados de febrero de este año, un niño de 11 años falleció en el cantón Los Talpetates, en Berlín, Usulután, tras caer de un árbol en el centro de estudios. Presuntamente el menor se subió al árbol; pero al intentar bajar se deslizó y golpeó en el techo de los sanitarios. Luego cayó sobre las raíces del árbol.

“Ahí está el centro de todo; imagínese si yo como profesor me sucede algo en el centro escolar y yo soy el que voy a tener miedo; primero no voy a poder dirigir; segundo voy a transmitir mi falta de seguridad hacia los estudiantes”, expresó Asencio.

Fuente e Imagen: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/danos-causados-por-sismos-ahuachapan-san-lorenzo-ministerio-de-medio-ambiente-terremotos-/1046048/2023/

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Presencialidad como burbuja

Por: Miguel Andrés Brenner

Cuando se describe la cuestión de la presencialidad 2021(*) en la escuela en toda Nuestra América, generalmente, la problemática que se presenta es similar, con matices: protocolos, conectividad, elementos sanitarios, infraestructura adecuada, desigualdades, etc.  Pero, aquí, en esta ponencia, trabajaremos la cuestión desde otro lugar, desde un lugar educativo. ¿Educativo? ¿No es que la presencialidad es educativa? No, así nomás, no es educativa.

Hasta el 2019, y aún hoy, las posiciones neoliberales cuestionaban la presencialidad. Sostenían, tecnocráticamente, que la escuela es del siglo XIX, los docentes del siglo XX y los alumnos del siglo XXI, por cuanto las diferencias radicarían en una cuestión meramente tecnológica, desconociendo el proyecto ético-político y las pujas por el poder implicadas. Cuestionaban que la escolaridad no estuviere mediada por las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, donde el rol docente reduciría su palabra a ser simple facilitador (no enseñante), mientras que el alumno, navegando por las redes, buscaría la información dentro de un trabajo autónomo, colaborativo y crítico, con plataformas digitales (construidas con criterios mercantiles), que adquirirían un rol central, desplazando al docente en su rol dialógico educativo.

Así, el entonces Ministro de Educación, Esteban Bullrich (licenciado en sistemas), sostenía que “la escuela no sirve más, no sirve maaas”, ministro tal que nunca dio clases en el sistema escuela, mientras que tampoco es docente. Así, importantes pedagogos del establishment sostenían lo mismo.

La presencialidad, en el actual ambiente de pandemia, es un pretexto (independientemente de los aspectos ciertos) para “sacar al alumno de su burbuja familiar”, porque lo puede volver insociable, triste, aburrido y/o irritable. Es por lo que, también desde el poder político y el ámbito académico se promociona el “estar conectados para garantizar los vínculos”. ¿Es que la centralidad pasa por los vínculos y solo por ellos? ¿Pasa por los vínculos o mejor, ahora, por la presencialidad? ¿Es suficiente esa manera de “estar-con-otro”?

¿Y si la presencialidad es motivo para una batalla político-partidaria, como ocurre en Argentina, entre sectores de la derecha y sectores progresistas? El gobierno nacional (progresismo) apuntaba a una educación híbrida, pero al establecer agenda la oposición, se subordinó a la misma. Ahora, apela a la presencialidad subyugado por la oposición.

Y aquí un nuevo problema. Esa disputa, dentro de relaciones de odio entre oposición y gobierno, también es educativa, o mal educativa. Alumnos y docentes son trasvasados por el antidiálogo, o la llamada “grieta”, desde el que la base de toda comprensión humana se diluye y también se debilita la comprensión de la realidad, cada vez más en cuestión, comprensión atravesada por un panóptico digital, por los algoritmos desde los que se procede a condicionar la subjetividad y su mirada. Por otro lado, aparece el temor en docentes y padres por el covid-19, que de alguna manera incide en el espíritu del aprendizaje de los alumnos. Se constituye, así, un mal clima educativo.

Y en ese mal clima incide un ocultamiento de la información, sea por parte de las autoridades como de los gremios mayoritarios. ¿Por qué? Desde las autoridades y gremios podría haberse hecho, por distrito, una evaluación, escuela por escuela, para ver las condiciones en que se encuentran, en todo sentido. Eso es lo que no se realizó. Hay que considerar seriamente la situación por cuanto en los últimos años el presupuesto dedicado a la educación pública disminuyó. Así, aparecen las dudas en segmentos importantes de la comunidad docente. Importa, pues, que las autoridades político-distritales ratifiquen por escuela el cumplimiento del protocolo, rubricando con su firma (generalmente se rehúye a esto último) la adecuación de la norma a la praxis. Hoy se habla del protocolo y su cumplimiento como si una normativa garantizara de por sí lo que pretende reglar. Hay que evitar que dicha palabra sea considerada “magia”: porque se escribe o se dice, es.

Por otro lado, se hace responsable del cumplimiento del denominado protocolo, en última instancia, a los directivos de las escuelas. Conste que existe presión por parte de las autoridades, entonces estos últimos pueden tener miedo. Cada directivo responde según lo atrape en mayor o en menor medida el miedo.

Una afirmación bíblica dice que “de la abundancia del corazón mana la boca”. En el mencionado contexto y espíritu aparece el término “burbuja”, a modo de metáfora que se instala. La distribución del alumnado que propone el Ministerio de Educación lo simboliza con el término «modelo burbuja«, con diez alumnos separados entre sí (1,5 metro entre uno y otro) y el docente a 2 metros en el centro o en un extremo. Esta estrategia se refiere a la posibilidad de mantener grupos (cuyos integrantes tendrán el distanciamiento físico adecuado entre sí) diferenciados en toda la instancia educativa, o sea, dentro del aula y los espacios comunes del establecimiento. Según el Diccionario de la Real Academia Española, “burbuja” significa: 1) Porción de aire u otro gas envuelta en una fina película de líquido o formada en el interior del mismo, que tiende a elevarse, ejemplo, burbujas de jabón. 2) Cámara u otro lugar acondicionado para poder vivir un ser vivo aislado de gérmenes, toxinas, etc. Esta última explicación del diccionario nos genera una particular problemática: el vivir aislado de gérmenes o toxinas, ¿no puede, acaso, significar, también, el seguir viviendo aisladamente, aunque de manera presencial? Pues, no resulta “normal” el no encuentro con todos los compañeros, y con un 50% de la actividad áulica de enseñanza-aprendizaje que, en contextos de desigualdad, reproduce la discriminación educativa. Pero, pero… libera a los padres de la constante presencia de los hijos en las cuatro paredes del domicilio. ¿Será, entonces, dicha presencialidad para un mejor rendimiento educativo, cuando en Argentina, uno de los caballitos de batalla del neoliberalismo educativo fue el de elevar la cantidad de días de clase hasta 190?

Sin embargo, continuemos con la metáfora de la “burbuja”. Según el Diccionario de la Real Academia Española, además es una porción de aire u otro gas envuelta en una fina película de líquido o formada en el interior de ésta. Ya de por sí, implica precariedad de lo que se encuentra dentro de la fina película que la envuelve. Dicho término es ajeno a toda solidez. La idea de “burbuja”, por otra parte, se usa en sentido simbólico para nombrar a aquello que confiere un aislamiento. Por ejemplo: “Los políticos parecen vivir en una burbuja”“Mucha gente se muda a barrios privados para encerrarse en una burbuja y no tener contacto con la realidad del país”“Cuando salí de la escuela, se rompió la burbuja en la cual me habían criado mis padres”. Es decir, en el uso lingüístico, quiere significar “aislamiento”. Otro ejemplo: “quienes miran solo TN o quienes miran solo C5N viven en una burbuja”; aislamiento del suelo en el que habitan y se enraízan las comunidades más afectadas por las políticas neoliberales. En el caso de la citada “presencialidad” en la escuela, constituye una forma más de aislamiento, a lo que se suma el temor y la incertidumbre, que profundiza dicho aislamiento. Así, se constituye un clima mal educativo.

Prosigamos con la metáfora “burbuja”. En la definición se dice “que tiende a elevarse”, así como, v.gr., las burbujas de jabón. Es decir, “no pisa el suelo”. La expresión “vivir como en una burbuja” apela al aislamiento del suelo, de su hedor, a la negatividad de la alienación como “fuera-de”, un fuera-de producto de fuerzas hegemónicas que producen opio, el opio del pueblo, adormecen las conciencias, invierten la realidad. Es que la metáfora “burbuja”, materialmente considerada, tiene su origen en elementos de la físico/química. Y, cuando se apela al saber propio de las ciencias cuyo núcleo es lo inorgánico para explicar lo humano, también se traslada su carga significativo/valorativa al ámbito, en este caso, de ese humano, de lo inorgánico a lo humano.

En conclusión. En el discurso dominante el virus es considerado como un enemigo. He aquí otro manifiesto de una realidad invertida, pues se proyecta en aquél la modalidad destructiva de la trama del poder hegemónico. En vez de una especie de “examen de conciencia” se pretende que el mal vivir sea resultado de un “enemigo”, de una enfermedad que sobreviene desde afuera castigando a los seres humanos, flagelándolos. Biológicamente considerada, la enfermedad debilita el equilibrio del organismo vivo, y superarla implica la necesidad de restituir el equilibrio perdido. Un proceso de liberación desde las mismas comunidades populares requiere de la superación de las contradicciones que las oprimen, y no restituir un hipotético equilibrio perdido, requiere de comunidades críticas de víctimas que en sus prácticas solidarias de lucha no sean victimarias de las propias víctimas.

(*) En Argentina, las clases comienzan en marzo de cada año.

Fuente:  http://www.educacionfutura.org/presencialidad-como-burbuja/

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La era del protocolo, los debates insignificantes y la estupidez institucional

Por: Darío Balvidares*

¿Qué pasó con el quedate en casa?

La apariencia siniestra y bélica del virus comienza a transformarse; la pedagogía instrumental del acercamiento alejado (valga el oxímoron)  con los cuidados prescriptos en protocolos que mutan mas rápido que el mismísimo Covid 19, permite dejar en el museo lingüístico el sintagma “quédate en casa”.

Los jóvenes, que hasta hace veinte días eran los criminalizados y demonizados por funcionarios y periodistas por juntarse en playas y boliches, ahora, gracias a las buenas intenciones educativas que la pedagogía instrumental propone, son sacralizados por la necesidad de “recuperar los vínculos”, entonces van a poder desplazarse en el transporte público sin ninguna restricción y lo más importante: ¡volver a la escuela!

Por supuesto que la problemática vincular afectó al conjunto de la población y cuanto más a les chiques, pero sabemos, por el “diario del lunes”, es decir, lo que sucede en Estados Unidos y Europa, que las segundas y terceras olas también necesitan del mismo “semáforo” que ustedes mismos adoptaron, me refiero a los que manejan las decisiones políticas.

Pero el cinismo sistémico no tiene límites, los jóvenes son ángeles o demonios según la imagen/mundo que los gobiernos/medios pretenden crear más allá de la realidad objetiva con la que casi nunca los discursos político/mediáticos coinciden.

Deberíamos hablar de las juventudes, puesto que la fragmentación social acentúa las diferencias socioeconómicas, al igual que sucede con la niñez, con un 62.9% por debajo de la línea de pobreza, según UNICEF. Pero este tema no parece estar en la agenda, ni las muertes de niñes wichis por desnutrición o la del niño de 8 años fallecido por covid 19 de la comunidad chané de Iquira en Salta, trasladado al hospital de Tartagal[1] hace unos días.

Lamentablemente les niñes sí se contagian y es falaz lo que dice la ministra Soledad Acuña:

“Tenemos millones de papers científicos que confirman que los chicos no son un factor de transmisión masivo, que las escuelas abiertas, al revés de lo que se pensaba, son un espacio, con protocolos, no solo necesarios sino posible”[2]

Un informe de UNICEF publicado por la ONU demostraba que les niñes sí se contagian y que las consecuencias a futuro pueden ser devastadoras.

“A lo largo de la pandemia de COVID-19 ha existido un mito persistente de que los niños apenas se ven afectados por la enfermedad. Nada podría estar más lejos de la verdad”, asegura Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF.

“Si bien los niños pueden enfermarse y propagar la enfermedad, esto es solo la punta del iceberg de la pandemia. Las interrupciones en los servicios clave y las crecientes tasas de pobreza representan la mayor amenaza para los niños. Cuanto más persista la crisis, más profundas serán sus repercusiones en la educación, la salud, la nutrición y el bienestar de los niños. El futuro de toda una generación está en riesgo”[3]

 

Pero no sólo se trata de esa “punta del iceberg”, hay otra punta que ataca a niñes y jóvenes y es el síndrome multisitémico inflamatorio pediátrico  (MIS- C) como informó el Washington Times  hace pocos días.

“Aproximadamente 1,600 casos y 26 muertes asociadas con MIS-C se han identificado en todo el país a principios de enero, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.

Los expertos en salud dijeron que el reciente aumento de casos de coronavirus en todo el estado podría llevar a más casos de MIS-C.

El estado anunció sus primeros casos confirmados de la enfermedad en julio. Sus síntomas incluyen fiebre, dolor abdominal, vómitos, diarrea, dolor de cuello, sarpullido, ojos inyectados en sangre y cansancio. La mayoría de los niños con MIS-C se recuperan, anotó el departamento de salud”[4]

Una enfermedad asociada al covid-19, pero que se desarrolla en niñes y adolescentes, es probable que sea poco frecuente, pero es otro dato a tener en cuenta porque de hecho ya está instalada en los Estados Unidos, uno de los países que lleva la delantera en cantidad de muertos por covid.

En el mismo sentido y en línea con los problemas derivados del covid-19 “…según un estudio publicado en la revista médica JAMA Pediatrics, los niños, los adolescentes y los adultos jóvenes tienen un mayor riesgo de complicaciones graves por COVID-19 de lo que se pensaba anteriormente, y las personas con afecciones de salud subyacentes tienen un riesgo aún mayor[5]

El mundo alucinante

Mientras éstas y otras cientos de informaciones científicas van descubriendo efectos colaterales del covid-19 y apareciendo asociadas nuevas enfermedades; los contagios aumentan en los países centrales, las muertes también. Se vuelve atrás en las medidas de apertura de las escuelas y universidades, el virus muta y ataca de nuevo. Mientras eso ocurre de acuerdo con los datos de la realidad objetiva, acá, un puñado de funcionarios resuelve que es “seguro volver a las clases presenciales” ajustándose a los protocolos.

El alucinatorio del tándem político/mediático solo establece su enrarecida “grieta” en discusiones de almanaque, no aparecen debates de fondo que dejen de lado la “pedagogía instrumental” en la que se refugian los “engrietados” para soslayar la crisis sistémica en que las políticas educativas puestas en marcha desde hace décadas fueron devastando la educación pública con presupuestos a la baja y el abandono sistemático de la  infraestructura.

Aunque nos hablen de los porcentajes del PBI, nunca alcanzó para hacer escuelas, ni para sostener las que hay, así como los eternos discursos contra les docentes, víctimas del proceso de precarización salarial y de las condiciones de trabajo.

En el propio alucinatorio institucional, el año pasado se hablaba de la voluntad que había tenido, la docencia en su conjunto para sostener el vínculo, intentando representar o generar un vínculo pedagógico (en el distanciamiento) con sus estudiantes. Claro con los que la precaria “conectividad” les permitía y por supuesto sólo con aquellos que por lo menos, accedían, aunque fuese unas horas, a algún tipo de equipo tecnológico.

Pero en ese propio alucinatorio, en el 2021 los héroes vuelven a ser los villanos, porque exigen seguridad sanitaria en todas sus dimensiones, además de paritarias que den cuenta de los salarios deprimidos, de-preciados… Entonces, frente a la posibilidad de medidas de fuerza, absolutamente legítimas, los gobiernos responden con amenazas de descuentos salariales y diatribas propias de los patrones de estancia.

Y nos hablan de protocolos que estos mismos gobiernos no pueden cumplir, porque ni siquiera conocen la realidad de las escuelas en su dinámica diaria y mucho menos se hacen cargo de lo que se necesita en el mundo real, no en el discurso protocolar.

Y se piensan a sí mismos, “amigos” de la nueva normalidad porque alguien, en alguna parte habló de la burbujeante escuela del siglo XXI, que no contempla ni siquiera la pareja pedagógica en tiempos de pandemia, eso es la burbuja de la pedagogía instrumental, que solo sabe de ajustes y disciplinamiento.

Pero, ocurre que el virus, no sabe de burbujas, por otra parte impracticables, con el diseño que tiene el trabajo escolar; con docentes que tienen más de una escuela, que viajan en transporte público y todo lo que ya sabemos que presupone la presencialidad, que en estos momentos y justamente como dicen algunos de los infectólogos, el virus muta y tiene mayor potencialidad de contagio.

Así y todo, el convidado de piedra, el ministerio de educación nacional, que sólo sigue las “recomendaciones” de la UNESCO y otros obsoletos organismos internacionales, de donde salieron las políticas reformistas de la educación a pedido de los intereses de las grandes corporaciones, entra en cortocircuito con alguno de los “dichos” del 2020, respecto de la presencialidad en relación con la vacunación.

“No van a volver las clases con normalidad hasta que haya una vacuna contra el coronavirus[6] dijo el ministro Nicolás Trotta.

La vacuna no es condición indispensable para la presencialidad[7] dijo el ministro Nicolás Trotta.

En estos días el propio ministro está aislado por haber estado en contacto durante su gira por las provincias, con funcionarios que habían contraído el covid-19.

Acá se abre la gran pregunta…

¿Acaso el ministro de educación de la Nación infringió alguna de las normas dispuestas en los protocolos que ellos mismos diseñan?

Todo es posible, aunque es improbable que no tengan los resguardos necesarios, en esos niveles de exposición.

Ahora bien, si la ministra de educación de Santa Fe, Adriana Cantero[8], tiene covid y estuvo reunida con el ministro Trotta y por eso tiene que hacerse los test y cumplir con el aislamiento y estamos hablando de una pequeña reunión con todos los protocolos a disposición y los elementos de protección también; esa situación que están atravesando debería funcionar como alerta para las decisiones que van a tomar. ¿O lo que les sucedió a pequeña escala, también va a tener una respuesta acorde con el alucinatorio institucional?

Del alucinatorio y la estupidez

Entre otras de las cuestiones que deben ser aclaradas es que los Estados, incluso el nuestro, no fueron tomados por sorpresa con la propagación del virus pandémico, un interesante documento de septiembre de 2018 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial ya alertaba sobre lo siguiente:

 

“Si es cierto el dicho de que «el pasado es el prólogo del futuro», nos enfrentamos a la amenaza muy real de una pandemia fulminante, sumamente mortífera, provocada por un patógeno respiratorio que podría matar de 50 a 80 millones de personas y liquidar casi el 5% de la economía mundial. Una pandemia mundial de esa escala sería una catástrofe y desencadenaría caos, inestabilidad e inseguridad generalizadas. El mundo no está preparado”[9]

Es decir que ya se conocía lo que iba a suceder.  No es en este artículo en dónde vamos a poner en debate el por qué, todes sabemos lo que sucede con la degradación antrópica provocada en el planeta por su modelo de producción.

Pero, teniendo este antecedente, no es válido que nos sigan diciendo que el virus “nos tomó por sorpresa”.

Y mucho menos que ahora quieran exponer a la comunidad educativa como experimento para ver qué pasa.

Ya sabemos qué va a pasar, vamos a tener un rebrote  aumentado por la estupidez institucional, por no esperar la aplicación masiva de las vacunas, entre otras cosas.

En estos días se realizó un documento con un pronunciamiento[10] público, del cual soy firmante, al igual que miles que han adherido, porque no están dadas las condiciones de bioseguridad y no se ha debatido con el conjunto de la comunidad educativa, dando por sentado protocolos que solo fueron consensuados entre funcionarios que luego desligarán responsabilidades, como es su costumbre institucionalizada.

Dejo como cierre del artículo uno de los párrafos del documento citado:

“La comunidad educativa se construye colectivamente y todos/as sus integrantes tienen derecho a participar en la misma; nos oponemos a la decisión arbitraria e inconsulta de efectivizar el retorno a la presencialidad escolar sin condiciones suficientes para el cuidado de la vida. Solicitamos al Consejo Federal de Educación NO redefinir el Semáforo Epidemiológico, que fue aprobado en 2020 y acordado de manera nacional”.

Tal vez la producción pública de la vacuna pueda ayudar a recuperar más rápidamente la presencialidad sin que esté sospechada de otra decisión propia de la estupidez del alucinatorio institucional.

*Profesor y Licenciado en Letras (FFyL-UBA). Fue docente durante 30 años y Rector de la Escuela de Comercio 3, Hipólito Vieytes (CABA). Como investigador es autor de “La educación en la era corporativa, la trama de la desposesión”. Herramienta Ediciones y Contrahegeminía Web (2019) CABA.  Y del ensayo “La novela educativa o el relato de la alienación”  Redes Cultura (2005) CABA, con prólogo de Osvaldo Bayer. Además de decenas de trabajos y artículos publicados en Contrahegemonía Web; Rebelion.org  y Otras Voces en Educación. Durante 15 años fue productor periodístico y columnista del programa radial La Deuda Eterna.

 

Referencicias:

[1] https://www.laizquierdadiario.com/Fallecio-un-nino-originario-por-covid-19-en-el-norte-de-Salta

[2] https://www.nueva-ciudad.com.ar/notas/202102/45379-acuna-dijo-que-les-nines-no-contagian-dura-respuesta-de-especialistas.html

[3] https://news.un.org/es/story/2020/11/1484262

[4] https://www.washingtontimes.com/news/2021/jan/29/sc-reports-1st-death-from-inflammatory-pediatric-s/

[5] https://www.infobae.com/america/tendencias-america/2020/07/01/los-jovenes-y-el-covid-19-de-ser-inmunes-a-ser-el-centro-de-la-enfermedad/

[6] https://www.treslineas.com.ar/trotta-volver-clases-normalidad-hasta-haya-vacuna-contra-coronavirus-n-1602170.html

[7] http://seguinforma.com.ar/trotta-la-vacuna-no-es-condicion-indispensable-para-la-presencialidad/

[8] http://elcorreodigital.com.ar/noticia.aspx?idContent=32371

[9] “Un mundo en peligro” Informe anual sobre preparación mundial de emergencias sanitarias. Septiembre 2018.

[10] https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSdRVoFCK95rDolEZimxIQuGD6AfnlVtjJdDNaT1gcN9b2nCNw/viewform

 

Fuente: El autor escribe para OVE

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Argentina: Afirman que solo quedan 9 maternales: «Los casinos llenos de ancianos y no nos dejan cuidar niños»

América del Sur/Argentina/15-11-2020/Autor(a) y Fuente: www.diariodecuyo.com.ar

Lo aseguró una de las integrantes de la Asociación de Jardines Maternales y Primera Infancia. “No sabemos ni quién es el que nos tiene que habilitar”, sostuvo.

La situación que viven los dueños de los jardines maternales de San Juan es desesperante: llevan casi 8 meses sin trabajar por la pandemia por coronavirus. Eso afectó tanto al sector que, según aseguraron, sólo quedan 9 de estas instituciones en pie en la provincia (de las 30 que había inicialmente). Este problema ya comenzó a afectar también a los papás, ya que prácticamente todos los trabajos están habilitados y no tienen con quién dejar a sus niños de 0 a 5 años para su cuidado.

“Tenemos el protocolo aprobado por el Ministerio de Salud Pública desde hace mucho tiempo, pero no nos habilitan. En otras provincias como Mendoza, Córdoba, Buenos Aires o Tucumán, donde la situación sanitaria es más compleja que acá, ya están trabajando. Pero nosotros no podemos, nadie nos da respuestas. Es más, nuestro protocolo indica que sólo habrá 3 niños por sala y por maestra, cuando estas provincias tienen 8”, indicó Gemina Maratta, miembro de la comisión directiva de la Asociación de Jardines Maternales y Primera Infancia de la provincia.

Copia del protocolo para jardines maternales aprobado por Salud Pública.

Y agregó que “tener tres niños por sala sólo nos alcanza para pagarle al maestro que esté a cargo del sector, pero bueno, necesitamos reactivarnos, aun así queremos trabajar. Incluso es un pedido al que también se han sumado los papás. Conozco mamás que tienen que llevar a sus hijos al trabajo, lo cual es todavía más peligroso. O incluso dejan a sus hijos con sus abuelos, poniéndolos en riesgo a ellos, que son la población más vulnerable de la pandemia”.

Campaña difundida en las redes sociales por papás sanjuaninos.

Maratta, explicó que ni siquiera saben qué sector del Estado deben recurrir para conseguir la habilitación. “Desde Salud Pública nos dijeron que ellos ya no tienen nada que ver, porque el protocolo ya fue aprobado por el Comité Covid, y que la decisión está ahora en manos del Gobierno. Pero, quién es el Gobierno. Llamamos a distintos organismos y no recibimos respuestas, mandamos mensajes y nos clavan el visto, es desesperante”, indicó la mujer que es dueña de tres espacios con actividades y cuidado de niños.

A la vez que, aseguró “como no dependemos del Ministerio de Educación, nos dicen que estamos bajo la órbita del Ministerio de Cultura, pero tampoco nos dan audiencias ni la posibilidad de plantear nuestra situación ahí”.

“Nosotros queremos hacer todo legal –afirmó Maratta-, pero ya no sabemos cómo. Vas a las plazas y ves los juegos llenos de niños. Los casinos están que explotan de ancianos, que son la población más vulnerable, y nosotros no podemos cuidar a los chicos bajo protocolos súper estrictos, no se entiende”.

Juegos de plazas sanjuaninas con niños menores de 5 años sin distanciamiento social.

Por otro lado, destacó que “no se trata sólo del cuidado de los niños mientras sus papás trabajan. Estamos hablando también de la parte social, cognitiva, psicológica, de la posibilidad de vincularse con sus pares. Hay niños que están sufriendo retrocesos. Nadie está pensando en su desarrollo y en las consecuencias que van a tener, es un sector completamente relegado. Tenemos informes de psicólogos, pediatras y psicopedagogos que lo explican”.

Y sostuvo: “Por eso pedimos que al menos nos permitan el desarrollo de actividades artísticas, de talleres, de actividades lúdicas, aunque sea por una hora al día, porque para los niños menores de 6 años no hay ningún tipo de actividad habilitada en la provincia”.

Fuente e Imagen: https://www.diariodecuyo.com.ar/sanjuan/Afirman-que-solo-quedan-9-maternales-Los-casinos-llenos-de-ancianos-y-no-nos-dejan-cuidar-ninos-20201110-0021.html

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Colombia: Así es el piloto de regreso a clases en el que participarán 19 colegios de Bogotá

América del Sur/Colombia/18-10-2020/Autor(a) y Fuente: www.elespectador.com

Según una encuesta realizada por el Distrito, el 7,5 % de los padres está de acuerdo con que se retomen las clases presenciales este año, mientras que el 92,5 % coincide en que se haga en 2021. Estas son las medidas que se implementarán en estas instituciones educativas.

Desde hace algunos meses la Administración de Claudia López anunció la destinación de parte del cupo epidemiológico que tiene la ciudad (la capacidad que tiene la capital de habilitar actividades sin que se sature la atención en UCI) para retomar las clases presenciales en colegios públicos y privados. A este llamado solo respondieron 203 instituciones educativas, razón por la cual la mandataria redestinó el cupo y permitió que se abrieran otras actividades como los gimnasios y las iglesias.

No obstante, esta administración persevera en consolidar avances que permitan retornar a la presencialidad en las aulas, es por esto que este jueves brindó detalles del piloto que adelantará la ciudad en las semanas del 19 al 26 de octubre.

En imágenes: Estudiantes de algunos colegios de Bogotá vuelven a las aulas en modelo de semipresencialidad

“Al 14 de octubre, el Distrito ha evaluado y habilitado la reapertura de 203 instituciones educativas que solicitaron la revisión de sus protocolos para el regreso a clases voluntario y concertado con sus comunidades. Estos son: 109 jardines infantiles y colegios privados, 45 Instituciones de Educación Superior (IES), 48 Instituciones de Educación para el Trabajo y el Desarrollo Humano (IETDH) y 1 centro de formación del SENA”, informó la Secretaría Distrital de Educación.

Gracias al trabajo que han adelantado profesionales y directivos de la Secretaría de Educación, en conjunto con familias, estudiantes y trabajadores de las instituciones educativas, se logró definir una ruta de trabajo conjunta con los 19 colegios oficiales que decidieron adoptar una reapertura en modo piloto. “Esta medida cuenta con el consentimiento de padres y madres de familia y fue avalada por el Consejo Directivo de cada institución”, detalló la Secretaría de Educación.

Estas instituciones se encuentran en las localidades de KennedySantaféCiudad BolívarBosa, Rafael UribePuente ArandaSan Cristóbal y Usme. La idea es que en cada uno de estos centros educativos se avance en la implementación de las medidas que regirán en todos los colegios para el calendario escolar de 2021.

“La propuesta está diseñada para que asistan entre 30 y 200 estudiantes, dependiendo de la matrícula de cada institución. Entre ellos, los jóvenes que hacen parte de las pasantías en el SENA para que terminen su formación técnica y, en otros casos, estudiantes de grados 10 y 11 para que realicen actividades prácticas en diversas materias”, detalló el despacho.

Para este plan se han conformado equipos de apoyo, los cuales acompañarán de manera directa a cada una de estas instituciones en la fase de aislamiento, además de visitar los espacios escolares para que el regreso se haga en condiciones de seguridad y bienestar. Estos son los equipos:

– Equipo de adopción de protocolos: responsable de ayudar en la adaptación de protocolos de cada colegio en 2020 y 2021 y resolver o tramitar las dudas que surjan en el marco de la adopción de lineamientos.

– Equipo de espacios escolares seguros: responsable de ayudar a los colegios en la revisión de espacios escolares, inventario de equipamientos (baterías de baños, lavamanos), ventilación, señalización, demarcación, distanciamientos. Compra y entrega de insumos de bioseguridad para las personas, demarcación de espacios y elementos de bioseguridad de uso institucional (tapetes, termómetros, jabón, alcohol).

– Equipo de apoyo socioemocional:  responsable de la gestión de situaciones críticas, rutas para el restablecimiento de derechos y acompañamiento pedagógico para el fortalecimiento de la salud mental.

– Equipo de bienestar escolar: responsable de acompañar el ingreso y salida de estudiantes, toma de temperatura y activación de protocolos casos covid-19. Incluye el transporte mencionado en los protocolos.

– Equipo de flexibilización escolar:  responsable de acompañar procesos de flexibilización curricular, apoyo a las dinámicas que mantienen la estrategia ‘Aprende en casa’, el aprendizaje en la presencialidad y el trabajo autónomo.

Una encuesta realizada por el Distrito, de la que participaron 55.800 padres, madres y cuidadores, 24.100 jóvenes y 18.600 niños y niñas, muestra que el 7,5 % del primer grupo está de acuerdo con que se retome la presencialidad este año, mientras que el 92,5 % coincide en que se debe hacer en 2021.

Por otra parte, el 42,5 % de los niños y niñas consultados quieren regresar al colegio este año, mientras que el 37,5 % desea hacerlo el próximo año. “Esto evidencia una disyuntiva entre la preocupación de los padres, pero también la necesidad de niñas y niños de retomar sus clases. Somos respetuosos de los órganos de gobierno escolar y de la voluntad de padres, madres, niñas, niños y jóvenes. En la consulta está expresada, mayoritariamente, la opinión sobre realizar la reapertura en el 2021, por eso nos estamos preparando desde ya”, concluyó la secretaria de Educación, Edna Bonilla.

Fuente: https://www.elespectador.com/noticias/bogota/asi-es-el-piloto-de-regreso-a-clases-en-el-que-participaran-19-colegios-de-bogota/?cx_testId=14&cx_testVariant=cx_1&cx_artPos=1#cxrecs_s
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