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Colombia: «Cartagena tiene un gran reto en calidad educativa»: Ministra de Educación

Colombia/02 de mayo de 2017/Autora: Tania Flórez de Champs /Fuente: http://www.eluniversal.com.co

Un inspirador mensaje de motivación llevó la ministra de Educación Yaneth Giha a la comunidad educativa del colegio San Lucas, en el barrio El Milagro, donde se inauguró uno de los cuatro laboratorios lego que financió el Distrito.

Giha invitó a los jóvenes a aprovechar las herramientas que ofrece el novedoso laboratorio en el que se pueden desarrollar proyectos de robótica.

“No hay una fórmula para lograr el éxito ni hay éxito sostenido pero les prometo que si estudian y se preparan podrán lograr grandes cosas, las oportunidades no caen del cielo, sino que llegan a quienes están preparados para aprovecharlas”, dijo la ministra a los estudiantes y les hizo prometer que se esmerarían para obtener la beca Ser Pilo Paga que financia los estudios superiores a jóvenes de escasos recursos.

La funcionaria dijo que “hemos mejorado la calidad educativa a nivel nacional pero la Costa tiene que ponerse a tono con el resto del país. Cartagena ha mejorado pero le falta mucho”.

Además, resaltó que los rectores, profesores y padres de familia tienen la gran responsabilidad de impulsar a los estudiantes y que la educación va más allá de las actividades escolares.

Sobre el proyecto

Fueron $1.800 millones los que se invirtieron en esta iniciativa de pedagogía alterna que se inició en San Lucas, Promoción Social, Ambientalista y República de Argentina, instituciones que se destacaron por sus resultados en las pasadas pruebas Saber 11°.

«Esta no es una inversión aislada sino que está en el corazón del modelo de educación de la ciudad, no solo de este año, sino de las próximas décadas. Lo que buscamos es enseñar a pensar a los niños y jóvenes, desarrollar el componente cognitivo desde la matemática y la lingüística. Este proyecto lo vamos a llevar a todas las escuelas de la ciudad porque queremos dar pasos firmes en el mejoramiento de la calidad educativa”, dijo el secretario de Educación Germán Sierra Anaya.

A la inauguración del laboratorio lego también asistieron el alcalde Manolo Duque y la primera dama Viviana Sánchez.

 

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Perú: Ministra de Educación «Este año tengo 4 grandes retos»

América del Sur/Perú/29 Abril 2017/Fuente: La República

«Este año, tengo cuatro grandes retos de gestión para los cuales estoy recibiendo asesoría del Consejo Nacional de Educación (CNE)», afirmó la ministra de Educación, Marilú Martens, durante la ceremonia 15 años de vida institucional del CNE.

En todo este tiempo, el CNE ha contribuido con el desarrollo de importantes políticas que han marcado la ruta educativa del país, como el Proyecto Educativo Nacional al 2021, documento que se logró concretar concertadamente y convertir en política de Estado el 2007.

«El Consejo Nacional de Educación ha sido una parte activa de los logros alcanzados por el sector», señaló Martens.

La ceremonia contó con la presencia también de Hugo Díaz, presidente del Consejo Nacional de Educación; así como de los consejeros y  exconsejeros del CNE, autoridades y representantes de instituciones públicas y privadas.

Se debe precisar que el Ministerio de Educación, a través de la Resolución Ministerial 226-2017-MINEDU, encargó al Consejo Nacional de Educación (CNE) la elaboración del nuevo Proyecto Educativo Nacional al 2036.

Como lo señala el CNE, este proyecto educativo es un documento con miras a largo plazo que define el conjunto de políticas que apuntan a ser el marco estratégico de las decisiones que conducen al desarrollo de la educación en el país.

Fuente: http://larepublica.pe/sociedad/869967-ministra-de-educacion-este-ano-tengo-cuatro-grandes-retos

Fuente de la imagen: http://cdn8.larepublica.pe/sites/default/files/styles/img_620/public/imagen/2017/04/27/ministra.jpg

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Colombia: Con laboratorios de innovación se combatirá deserción escolar

Colombia/24 de Abril de 2017/El Tiempo

Las Secretarías de Educación de Bogotá y Medellín sellaron alianza con la Fundación Dividendo por Colombia para fomentar la permanencia escolar en ambas ciudades y, por lo tanto, disminuir las cifras de deserción escolar en ambas ciudades.

El proyecto SerO Laboratorio Vivo se realizará en 30 instituciones educativas, 15 en cada ciudad, y busca beneficiar a 3.000 estudiantes y 300 docentes. La inversión que requerirá es de 1.400 millones de pesos.

Según Claudia Aparicio, directora ejecutiva de Dividendo por Colombia, este proyecto se verá convertido en un Centro de Innovación Educativo en cada ciudad que apunta a transformar las prácticas tradicionales de educación y aumentar el interés de los jóvenes en su formación académica.

También aseguró, que la importancia de desarrollar este proyecto se debe a una coyuntura preocupante y es el alto porcentaje de deserción de los jóvenes en edad escolar.

El 36 por ciento de los estudiantes entre 12 y 17 años han abandonado el colegio por factores asociados al desinterés de las prácticas tradicionales de las aulas de bachillerato, por la falta de motivación hacia su entorno, las metodologías aplicadas y hacia sus docentes”, explicó Aparicio.

Para combatir estos altos índices de deserción, la organización busca que los jóvenes recuperen la motivación y su confianza en sus capacidades de aprendizaje al permitirles aportar a la construcción de su comunidad y de su país.

Según Aparicio los maestros tendrán acceso al laboratorio educativo de cada ciudad para adquirir herramientas, y en un periodo de seis meses llevar sus resultados y propuestas a sus colegios.

Cada uno de los laboratorios en las respectivas ciudades tendrá aproximadamente 160 metros cuadrados. En Medellín estará en Mova – centro de innovación para maestros-, y en Bogotá se construirá en la calle 72 con sexta. Se espera que para junio ambos abran sus puertas.

Según María Victoria Angulo, Secretaria de Educación de Bogotá, «Ser0 Laboratorio Vivo es un espacio de co creación e innovación para estudiantes y docentes fundamental para la estrategia de innovación educativa del Distrito, es una plataforma de impacto colectivo que nos irá dando luces sobre cómo responder a las necesidades de los jóvenes, mejorar la cualificación de los docentes y transformar las prácticas tradicionales en las aulas de clase».

Ver imagen en Twitter

La Fundación Dividendo por Colombia lleva 19 años de trayectoria y es la filial en el país de la red de solidaridad United Way. De esta organización forman parte o trabajan en alianza 170 empresas y 21.000 personas.

El proyecto Ser0 Laboratorio Vivo surgió, según cuenta la directora, cuando desde la fundación se empezó a investigar sobre educación disruptiva y se decidió hacer una prueba piloto en un colegio en Medellín.

La Institución Educativa San Benito, de carácter mixto (público – privada), implementó el proyecto y modificó su forma de educar. Las clases se transformaron en constantes talleres de observación y aprendizaje. Se eliminaron los grados, entonces se mezclaron estudiantes de 11 con los de 8vo, por ejemplo.

También se utilizaron herramientas antropológicas como la observación participante o entrevistas en profundidad. “En el pensamiento de los estudiantes entró el diseño de experiencias y su aplicación para resolver problemas de la ciudad, acercándolos a metodologías de innovación que terminaron usando en el diario vivir”, según explicó Aparicio.

Además se crearon proyectos en los que trabajan clubes compuestos por estudiantes que se dedican a investigar y a resolver problemáticas de Medellín, en el caso de San Benito, como por ejemplo la contaminación.

Este tipo de proyectos, y otros más serán los que se implementarán en los centros de innovación. La idea es involucrar a los estudiantes en la solución de problemas de sus entorno, de sus comunidades, barrios y ciudades”, afirmó la directora de la organización.

Fuente: http://www.eltiempo.com/vida/educacion/laboratorio-de-innovacion-educativa-en-colombia-79890

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La grandeza de las Escuelas Multigrado

Por: Jaume Carbonell. El Diario de la Educación. 10/02/2017

Los centros de tamaño reducido, donde el alumundo de distintas edades comparte espacio y aprendizaje, favorecen la innovación según muestran varias investigaciones.

Un encuentro entre amigos me hizo evocar las conversaciones que escuchaba a principios de los setenta entre los maestros de la Escuela Heura, un centro barcelonés muy innovador que primero funcionaba como una cooperativa y más adelante se integró en la red pública. Lo que me sorprendía era, sobre todo, el conocimiento que tenía cualquier maestro de todos los alumnos y también de sus familias. El secreto era muy sencillo: el tiempo que dedicaban a observar a los pequeños en el jardín y otras espacios y actividades, y a hablar de ellos en las reuniones; la proximidad y colaboración de padres y madres;  y el tamaño reducido del centro: solo existía una línea con ratios más que aceptables. Es evidente que estas tres ventajas pedagógicas, que testifican la existencia de un equipo docente y de una cultura de centro,  se daban y siguen dándose en otras escuelas urbanas, aunque son mucho más perceptibles en las escuelas rurales. Lo he comprobado en mis numerosas visitas y reportajes por la geografía española y así lo atestiguan los estudiosos de este modelo escolar. En este caso, al tamaño reducido del centro se añade la organización del centro en aulas multigrado que suelen reunir, respectivamente, a los pequeños, medianos y mayores -aunque las agrupaciones son diversas en función de cada contexto específico-. En cualquier caso, se trata de grupos de alumnos y alumnas de distintos grados que conviven y aprenden juntos en ese lugar llamado aula, con un solo maestro y a veces con especialistas que imparten algunas materias como inglés, música o educación física.

Estas escuelas muestran una especial preocupación por mantener el tamaño reducido del centro -no solo por las ratios del grupo-clase- y la mezcla de edades porque entienden que se trata de dos criterios de calidad que pueden reportar diversas y poderosas ventajas educativas. Las oportunidades que brindan han sido analizadas a fondo, entre otros autores, por Laura Domingo, Jordi Feu y Roser Boix, quienes han realizado la tesis doctoral y publicado unos cuantos textos sobre esta temática. Todos ellos coinciden, grosso modo, en estos factores potencialmente ventajosos: la heterogeneidad del alumnado como factor de enriquecimiento de las relaciones y aprendizaje; la experimentación didáctica y metodológica; la integración o globalización de los diversos saberes y asignaturas; el clima más familiar de aula y la convivencia; la flexibilidad en el currículo, tiempos y espacios; el seguimiento y evaluación del alumnado; la relación con las familias y con el entorno; la construcción de la identidad individual y colectiva, y la  cohesión del grupo.

Conviene detenerse en el cambio de rol del alumnado. La mezcla de edades responde al orden natural de la sociedad. ¿Acaso en las distintas manifestaciones y escenarios de la vida real se separa a la infancia y juventud por su edad?  ¿Qué importancia tiene preguntarles constantemente cuántos años tienen?  La escuela es la única institución que los agrupa por su estricta edad cronológica. ¿Qué razones lo justifican cuando se sabe que los ritmos de crecimiento, como  evidencian numerosas investigaciones, muestran el valor pedagógico del aprendizaje entre iguales y de las interacciones entre alumnos mayores y menores?  Ya no se trata únicamente de los razonamientos superiores y el mayor caudal de experiencias que reciben unos, o del compromiso y aprendizaje que les reporta a otros tener que ayudarles a entender un texto o a explicar un concepto de forma clara y precisa, sino del amplio abanico de posibilidades que abre el conjunto de interacciones cambiantes que se van sucediendo. ¡La de cosas que pueden aprender unos de otros! Porque, siguiendo la estela de Vygotsky, la interacción social favorece la mejora del aprendizaje. Sobre todo, cuando la cooperación sustituye a la competición, otra de las singularidades de este proyecto educativo multinivel.

También se modifica el rol del profesorado, que transita hacia un perfil más polivalente y que le proporciona una visión más global de la educación. Por otro lado, le exige una atención más personalizada del alumno para atender su diversidad, respetando sus procesos madurativos, intereses y ritmos de aprendizaje. El tipo de ayuda docente, que se traduce en una tarea de acompañamiento y facilitación de las tareas, es clave para avanzar hacia la inclusión escolar y social. En estas pequeñas escuelas se recupera la imagen del maestro artesano de que nos habla Richard Sennett y que se ha popularizado, con un registro un tanto idealizado, en novelas y películas de distintas geografías protagonizadas por maestros. A la postre, se trata humanizar y hacer más estimulante y cercano el trabajo docente.

En algunas escuelas urbanas innovadoras de Catalunya y de otras comunidades autónomas, que tratan de mantener un crecimiento sostenible con una sola línea, se va introduciendo la agrupación multi o internivel. En un par de ellas, que he visitado recientemente, los grados de Infantil y Primaria se reparten en tres grandes espacios -las comunidades de los mayores, pequeños y medianos- donde el alumnado trabaja en grupo, por parejas o individualmente, compartiendo proyectos o concentrándose en diversos espacios de aprendizaje tanto interiores como exteriores.  En Inglaterra y Estados Unidos -sobre todo en California con la red AltSchool– ya hace tiempo que existen este tipo de centros, formando parte de dos movimientos que se entrecruzan: el de las multiage classrrom y el de las small schools. Las características son similares a las descritas anteriormente: acercamiento al alumno; atención intensiva a la diversidad; currículum abierto, integrado y flexible; concepción del profesor como orientador… Asimismo, el referente teórico es Vigotsky, especialmente la noción de zona de desarrollo próximo, entendida como la ayuda y el conjunto de interacciones sociales que se producen entre personas adultas y menores y entre estos en un determinado contexto. Para ello se prevén un montón de estrategias y recursos, con la  pertinente formación docente, para llevarlas a cabo. Este mismo movimiento de reforma e innovación educativa se plantea en algunos países latinoamericanos.

Un par de reflexiones a modo de conclusión y para el debate. La primera tiene que ver con el modelo educativo. Hemos hablado de las ventajas y oportunidades que ofrecen estos centros pero siempre andan condicionadas a que se fundamenten en una opción pedagógica para construir una escuela diferente de futuro y no para perpetuar un modelo escolar de presente-pasado. Así, por ejemplo, la mezcla de alumnos puede obedecer simplemente a razones meramente estructurales y administrativas, y el tamaño reducido del centro a la baja matrícula. La apuesta por el modelo multigrado innovador requiere una opción educativa a favor de una de infancia que pueda crecer en libertad, autonomía y responsabilidad; de un proceso de enseñanza que favorezca el protagonismo y la curiosidad del alumnado por el aprendizaje; de una escuela que sea respetuosa y exigente con la atención a la diversidad para allanar el camino hacia la equidad y la inclusión, y de un profesorado debidamente formado y comprometido con esta manera de entender la educación.

La segunda tiene que ver con edificios escolares enormes y masificados, donde se instala el anonimato del alumno y la complicada relación y participación democrática de los diversos agentes educativos. Estamos hablando de macrocentros de hasta dos mil alumnos y más de un centenar de profesores, que subsisten por tradición o que han sido construidos por necesidades urgentes de escolarización. Quizás en algunos lugares y momentos sea inevitable en un primer momento pero, como ha ocurrido también, más adelante puede atenderse a criterios de calidad y partirse en dos o más centros. En sentido contrario, cabe señalar los problemas que comportan a menudos las ampliaciones y fusiones de centros. Algunos movimientos y expertos, al referirse a las escuelas pequeñas multigrado, manejan cifras de entre 50 y 150 alumnos en el caso de las escuelas rurales y de hasta 300-350 en el caso de las urbanas. Sin entrar en detalles numéricos, lo realmente importante es poder convertir las oportunidades innovadoras en realidades tangibles y sostenibles. Y eso es pertinente y necesario en cualquier contexto. Porque es la escuela del futuro.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/pedagogiasxxi/2017/02/01/la-grandeza-de-las-escuelas-multigrado/

Fotografía: Analía Passarini / CC BY-SA vía Flickr

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La comida también es cultura y educación

Europa/España/04 Febrero 2017/Fuente: El Mundo

Sergio Adelantado, Presidente de la Academia de Gastronomía de la Comunidad Valenciana, acude a para inaugurar en la que intervienen 23 nacionalidades.

Varios pisos del edificio de Secundaria de Caxton College se transformaron durante unas horas en un recinto gastronómico para acoger la cuarta edición de su Feria Internacional de la Comida. Donde antes había pupitres y material escolar, ahora encontramos coloridas instalaciones con platos típicos de 23 países tan dispares como Egipto, Ucrania o Colombia.

El ambiente que se vivía en las aulas y pasillos entre profesores, alumnos y padres era absolutamente festivo porque no solo estaban comiendo juntos sino que, a la vez, se estaban intercambiando hábitos y emociones culturales. Y es que cada país, junto a la variedad de platos que exponía para su degustación, mostraba su música tradicional, sus trajes típicos e imágenes y símbolos identitarios.

«Me gusta mucho este proyecto educativo y también la difusión que desde programas televisivos orientados al público infantil se le está dando al oficio de chef. Me alegro mucho porque los cocineros representan valores arraigados al esfuerzo continuado, a la cultura de lo sano y a la perseverancia. Sin embargo, no son un referente para los adolescentes como puede ser un futbolista o una estrella del rock que, desgraciadamente, no siempre son el mejor ejemplo para sus seguidores», asegura Sergio Adelantado, presidente de la Academia de Gastronomía de la Comunidad Valenciana, que actuó como padrino.

Con esta experiencia culinaria globalizadora Caxton College fomenta la relación entre alumnos de más de treinta y dos nacionalidades que conviven a diario en el colegio. De este modo, y de una manera muy emocional, se construyen nuevas amistades, se promueve el conocimiento de otras culturas y, sobre todo, se destruyen falsos estereotipos que en ocasiones solo sirven para justificar rechazo entre los alumnos sin motivo alguno.

Por tanto esta feria de la interculturalidad, en la que son los propios alumnos, junto a sus padres y profesores, los que preparan todas las actividades con el apoyo del colegio, un año más, deslumbra por su profesionalización y por el mensaje de fondo que traslada a los asistentes y que bebe del proyecto pedagógico anual «Una escuela, una comunidad«

Sergio Adelantado recorrió la gran mayoría de los países expuestos y degustó algunos de los platos mientras comentaba distendidamente con los participantes su preparación e ingredientes. Disfrutó mucho de una de las recetas más conocidas en Jamaica llamada Ackee and saltfish: una combinación de pescado salado con una fruta tropical típica de la isla. También probó un crepe dulce elaborado por los promotores del stand de Rusia, quienes afirmaban con simpatía que los franceses habían imitado su receta y la suya era la original. Así mismo sus paradas en China y Colombia fueron significativas al saborear algunos postres que le recomendaban.

«En definitiva, la gastronomía es cultura, por lo que las regiones o los países no solo deberían potenciarla como reclamo turístico sino también como parte de su cultura. A nadie se le ocurre cuestionar que un museo como El Prado forme parte de un plan cultural y que, al mismo tiempo, sea un reclamo turístico para una ciudad. Con la gastronomía deberíamos de llegar a ese mismo punto de entendimiento», reivindica Adelantado.

En esta fiesta cultural gastronómica no podía faltar el punto de encuentro valenciano, en el que los fartons, los buñuelos de calabaza y otras delicias gastronómicas autóctonas hicieron disfrutar a muchos de los asistentes que acudieron a esta ceremonia de alianzas culturales. «Debemos tener en cuenta que la comida es algo más el hecho de ingerir alimentos, tiene un aspecto social y cultural que debemos impulsar. Por eso, es interesante que desde los colegios se lancen proyectos relacionados con la gastronomía como un capítulo más de la educación y de la cultura que reciben los alumnos», concluyó el presidente de la Academia de Gastronomía Valenciana quien, satisfecho con la visita, se prestó a lanzar interesantes propuestas para introducir en el próximo certamen.

Fuente: http://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/2017/02/03/58944b6a468aeb1c0a8b4593.html

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Conversar, conversar…

Por Jaume Martínez Bonafé

Si la escuela es o puede ser un espacio público debería ser el lugar en el que se garantice la posibilidad y el aprendizaje de la conversar.

Dice Hannah Arendt que la conversación está en la base de la acción comunitaria, una forma de construcción de lo público, del espacio en el que se edifica lo político, un hablar y actuar conjunto que genera poder. Somos esa relación entre lo que decimos y lo que hacemos, y desde esa relación nos mostramos en lo público como espacio común en el que la pluralidad y la multiplicidad de perspectivas garantizan una vida activa -política- para todas y todos. Más allá de esta mirada -ciertamente amable- sobre la construcción de la política, es obvio que una condición de partida para una vida activa en libertad es poder decir y podernos decir.

Por eso vengo a reivindicar aquí una pedagogía de la conversación y denunciar la pedagogía del silencio, de la negación de la palabra, del ruido. Y creo que si la escuela es o puede ser un espacio público, en el sentido de Arendt, debería ser el lugar en el que se garantice la posibilidad y el aprendizaje de la conversación. Pero si la escuela no se desprende de los curricula menú y de una didáctica extremadamente burocratizada, difícilmente puede el sujeto -docente y discente- encontrar ese espacio y ese tiempo tranquilo, libre, espontáneo, callejero y social, en el que cultivar la conversación como una forma de creación de la vida activa, de la vida educada. No hay educación sin diálogo y comunicación, y cada vez que a un niño o una niña se le cierra la boca, o se la inunda con respuestas prefabricadas en las que nunca se tuvo en cuenta su derecho a pensar por sí mismo, cada vez que eso ocurre se cierra la posibilidad de ese espacio político que empodera a los seres humanos.

No creo, sin embargo, que esa saludable pedagogía de la conversación se deba cultivar solo en la aulas. Es necesaria una educación expandida que surja en múltiples lugares y acontecimientos, y las calles de la ciudad no tienen porqué ser sólo el eco o la resonancia espectacular de la voz del capitalismo de consumo. Ni tampoco los medios de comunicación, internet, y especialmente la televisión, tienen porqué ser el dispositivo estratégico del poder para decir sin decirnos nada que encienda nuestro deseo de decir. Vale la pena pensar la calle, los movimientos y redes sociales, los medios de comunicación, como esa otra posibilidad de creación de lo público, de cultivo del encuentro informado, de la conversación.

Pero atención, cada vez que un político profesionalizado recurre a un argumentario sin argumento, al insulto o la creación del ruido, para no decir ni dejar decir, cada vez que una radio o una televisión promocionan el espectáculo del debate sin contenido, para entretener sin dejarnos pensar sobre lo que está pasando, cada vez que se recurre al insulto o la mentira, cada vez que eso ocurre se pierde la oportunidad de una educación emancipadora, y se acrecienta la pedagogía del ruido que no deja ni aprender a hablar ni aprender a escuchar. Un partido de fútbol, un programa de televisión o un escaparate de un centro comercial tienen todo un contenido pedagógico sobre el que hemos de preguntarnos hacia dónde conduce, qué significados produce, que otras pedagogías dificulta o entorpece. Detrás del empujón, el grito y el insulto está la negación de la palabra, la imposibilidad de la conversación.

Tenemos relevantes apoyos en la historia de la escuela y las pedagogías renovadoras que nos facilitan ahora esta recuperación de la conversación educativa. La asamblea en las aulas de Celestin Freinet ponía la voz y el deseo de los niños y niñas en el centro del proyecto educativo. El círculo de cultura en la educación popular de Paulo Freire ponía la voz y el deseo de campesinos y campesinas en el núcleo del proyecto de una alfabetización emancipadora. La discusión en las aulas del instituto tratando cuestiones controvertidas en la propuesta curricular de Lawrence Stenhouse ponía la voz y el deseo de los y las adolescentes en el núcleo del proyecto educativo.

La referencia a estos tres autores no tiene intencionalidad académica, más bien lo contrario. Es precisamente la dificultad para encontrarlos en los supuestos argumentos de las actuales políticas de la innovación lo que provoca ahora la necesidad de sacarlos del olvido para volver a pensar el valor de la conversación en la práctica educativa.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/01/27/conversar-conversar/
Imagen: eldiariodelaeducacion.com/wp-content/uploads/2017/01/Insti_BarresiOnes_08.jpg
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El reto de construir una ciudad educadora

Por: Julio Rogero

Es fundamental recuperar la participación ciudadana, colectiva, en los municipios, así como tener presente las potencialidades educativas del territorio.

Aunque sé que estos procesos ocurren en muchas localidades del país, hoy quiero hablarles de mi ciudad, Getafe, para trascenderla y reflexionar sobre la relación crucial entre las instituciones locales y educativas. Hace poco tiempo tuvimos un debate en el resucitado Consejo Escolar Municipal de Getafe en torno al reto de construir un proyecto educativo de ciudad. Lo convoca la Concejalía de Educación y está formado por miembros de los centros educativos, las asociaciones de familias, de renovación pedagógica, los sindicatos y partidos políticos. Es un órgano consultivo de la administración educativa local.

En ese encuentro se trataron tres problemáticas de gran interés en la perspectiva de construir colectivamente un proyecto educativo de ciudad. La primera partió de una realidad constatada con frecuencia: el alejamiento en los últimos años de la institución municipal de la participación asociativa y colectiva en los asuntos locales. Su prioridad fue la atención a lo individual y el desprecio a lo colectivo. Lo sufrimos en las asociaciones de todo tipo, también en las educativas. Por ello se manifestó la necesidad de promover ahora, desde las políticas locales, prácticas ciudadanas proactivas y de compromiso individual y colectivo con su entorno.

Se apunta la importancia de que la acción política municipal camine en una doble dirección. Por una parte, fomentar su labor de servicio y lucha contra las realidades sociales injustas y problemáticas (paro, pobreza, marginación, fracaso escolar, discriminación…) y a favor de la implicación en esas problemáticas de las tramas asociativas de los ciudadanos; por otra, promover el apoyo a estas asociaciones respetando sus dinámicas horizontales, más allá de la rentabilidad política de los gestores municipales. Es el momento de crear marcos de confianza mutua en los que se restablezca un diálogo abierto y sincero entre las redes de proximidad (familiares, barriales, escolares…) y la administración local.

La siguiente cuestión en aquel foro se centró en las condiciones necesarias para una toma de conciencia colectiva de las potencialidades educativas del territorio y, en particular, de la ciudad. Es claro que no partimos de cero y que se ha de aprovechar lo positivo que ya se tiene, pero se precisa la voluntad política explícita de que la educación esté en los primeros lugares de interés en las políticas municipales. Esto implica una nueva mirada a la realidad educativa haciéndose necesario primero, una nueva visión de los tiempos y espacios educativos más allá del espacio y del tiempo escolar y, después, una nueva perspectiva de los contenidos curriculares ligados a los contextos vitales y experienciales en la ciudad.

Los tiempos, espacios y contextos de proximidad también deberían ser incorporados y tenidos en cuenta en los Proyectos Educativos de los centros escolares a través de diversas actuaciones del tipo de aprendizaje-servicio, de participación en las distintas redes sociales y actos culturales del barrio y la ciudad, entre otra muchas. En las políticas educativas de proximidad la educación ha de ser un eje transversal a las actuaciones del ayuntamiento, en el sentido de que cualquier acción cultural, ecológica, económica, urbanística, tecnológica, etc., tiene que considerar la dimensión educadora y las necesidades de formación ciudadana que conllevan. El propio proyecto de ciudad ha de concebirse también teniendo en cuenta esta perspectiva ineludible para la calidad de la vida de los ciudadanos. Por ello la coordinación de las diferentes áreas de gestión municipal tienen que tener en cuenta siempre la incidencia educativa de sus actuaciones.

El último tema giró en torno a las posibilidades que ofrece un Proyecto Educativo de Ciudad para mejorar la educación en el municipio. Es necesario que este se integre en un proyecto global de ciudad habitable y sostenible. La propuesta está en ciernes y se manifestó por parte del ayuntamiento la voluntad política de poner los medios para sacar adelante el Proyecto Educativo de Ciudad a medio plazo, sabiendo que son muchas las cuestiones que dialogar y decidir. Quienes participaron en el debate explicitaron que este proyecto ha de ser un elemento dinamizador de lo común a todos los actores en el espacio y tiempo de aprendizaje de la comunidad local; ha de establecer los acuerdos de actuación común, tanto de las instituciones como de las organizaciones y asociaciones de los diferentes agentes respetando la autonomía e interdependencia de cada uno; ha de dar coherencia a las iniciativas y realidades educativas que ya están en vigor; deberá poner en marcha las actuaciones de coordinación necesarias entre las diferentes áreas de coordinación municipales implicadas y los demás actores educativos de la ciudad, y ha de significar la puesta en práctica de la perspectiva educadora de todo el quehacer municipal.

El Proyecto Educativo de Ciudad deberá servir para dinamizar la participación tanto en su proceso de elaboración como en su desarrollo, para que el protagonismo de la vida local se sitúe en la ciudadanía y lo institucional no ahogue el dinamismo y la autonomía de las propias organizaciones. Así pues, si el propósito de realizar un Proyecto Educativo de Ciudad se hace firme habremos de abrir un diálogo sincero en torno al proceso a seguir.

Tras la reflexión en el Consejo Escolar Municipal me surgen múltiples interrogantes: ¿Qué educación queremos para nuestra comunidad local? ¿Cómo sumar los centros, con sus proyectos educativos específicos, al proceso de elaboración y ejecución a este proyecto global de ciudad educadora? ¿Cuáles han de ser los componentes de este proyecto? ¿Conseguiremos que los intereses colectivos primen sobre los privados y los políticos, urgidos con frecuencia por la exigencia de resultados a corto plazo? ¿Cómo generar conciencia en toda la red asociativa de la dimensión educadora de cada una de ellas? ¿Cómo incorporar a este diálogo a las asociaciones culturales, de vecinos, de jubilados, de infancia y juventud, ecologistas, deportivas, de salud, de economía social, empresariales, de defensa de los derechos humanos, feministas, de solidaridad, de cooperación y recreativas? ¿Es posible encajar lo que ya existe disperso en un proyecto coordinador de esas realidades con otras nuevas? ¿Seremos capaces de hacer un Consejo de la Educación Municipal que sea realmente participativo y democrático? ¿Sabremos dar coherencia en el interior del proyecto a iniciativas como la Casa de la Educación? ¿Daremos respuesta a problemáticas que tenemos hoy, entre otras, a la jornada escolar, la escolarización, la defensa y provisión de recursos en centros con mucho alumnado con dificultades? ¿Cómo haremos para introducir la perspectiva educadora en planes urbanísticos, por ejemplo, y contar con los niños y colegios para planificar la ciudad y poner a su servicio parques, espacios de ocio, etc?

Parece clara la intención de impulsar todo este sueño desde abajo, desde las asociaciones de la educación no formal, desde los centros educativos, desde la trama asociativa de la comunidad local en coordinación con una corporación municipal comprometida con la transformación de nuestra ciudad para mejorar la vida y la educación de la ciudadanía.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/01/20/el-reto-de-construir-un-la-ciudad-educadora/

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