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OCDE emite 11 recomendaciones para mejorar las habilidades de los mexicano

América del Norte/México/Profelandia

Mejorar las competencias, habilidades y destrezas de México es uno de los principales desafíos del país, precisó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

El organismo advirtió que a pesar de los esfuerzos y avances recientes, el nivel de habilidades de los mexicanos sigue siendo preocupantemente bajo.

Y es que de acuerdo con los resultados más recientes del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos de la OCDE (PISA), un gran número de jóvenes mexicanos aún no logran desarrollar altos niveles de competencias, habilidades y destrezas.

Se debe, según la OCDE,  al bajo desempeño escolar en el País, lo cual incide en la vida laboral de los jóvenes.

Precisó que “debido a los altos niveles de informalidad, la calidad de la mayor parte de los empleos en México es baja, y esto no ayuda a desarrollar y mejorar las habilidades de los trabajadores”.

En ese sentido, la OCDE emitió once recomendaciones prioritarias para la Política de Habilidades en México, así como los pasos a seguir para:

1. Reforzar la colaboración entre Secretarias y otras dependencias públicas en la política de formación de habilidades.

2. Fortalecer la vinculación entre todos los participantes en el proceso para mejorar el nivel de habilidades de la población.

3. Fomentar una estrecha colaboración entre las autoridades sub-nacionales y el resto de los actores del sistema para mejorar el desarrollo de habilidades en todas las regiones.

4. Identificar las habilidades necesarias para ingresar y completar con éxito los niveles superiores de educación.

5. Recopilar información de calidad acerca de la oferta y la demanda de habilidades en el país.

6. Reforzar la diseminación de información acerca de la demanda y oferta de habilidades en el país.

7. Apoyar la transición del ámbito académico y de formación al mercado laboral.

8. Apoyar la participación en y mejorar los resultados de los distintos programas de activación de empleos para ingresar o reingresar al sector formal de la economía.

9. Identificar las habilidades para mejorar la productividad e impulsar la innovación.

10. Proporcionar formación permanente y de alta calidad a los trabajadores.

11. Identificar las habilidades necesarias para aumentar la empleabilidad y promover el aprendizaje a lo largo de la vida de la población trabajadora.

Fuente: https://profelandia.com/ocde-emite-11-recomendaciones-para-mejorar-las-habilidades-de-los-mexicanos/

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EEUU: Un estudio revela que el nivel socioeconómico alto de las escuelas no es una garantía de calidad

América del Norte/EEUU/Observatorio ITESM
La eficiencia de la escuela está vinculada a la velocidad a la que los estudiantes mejoran sus resultados en pruebas estandarizadas durante un período de varios años.

Algunos padres de familia pueden pensar que las escuelas costosas son mejores que las instituciones públicas o de bajo costo. Algunos pueden creer que la calidad de la escuela está garantizada en las zonas más adineradas. Además, suponemos que la mayoría de los padres pasan por alto estadísticas como la tasa de mejora en el rendimiento de los estudiantes a lo largo de varios años, al escoger la escuela de sus hijos. Sin embargo, ¿por qué es importante analizar esta métrica tan poco común?

Un extenso estudio emprendido por la Universidad de Stanford, EE. UU., mostró que el nivel socioeconómico no está relacionado con la calidad educativa. Sorprendentemente, la eficiencia de la escuela está vinculada a la velocidad a la que los estudiantes mejoran sus resultados en pruebas estandarizadas durante un período de varios años.

El sociólogo de Stanford, Sean F. Reardon, investigó 45 millones de puntajes de exámenes de estudiantes de casi todos los distritos estadounidenses. Su estudio descubrió que la forma más apropiada de medir el éxito de una escuela era examinar la tasa de mejora de los estudiantes a lo largo del tiempo, a través de la aplicación de exámenes estandarizados, y no sólo con la evaluación de exámenes aislados. Al mismo tiempo, notó que no existe una relación significativa entre la eficiencia de la escuela y si la zona escolar es rica o pobre, o si la institución es privada o pública.

Los hallazgos de Reardon sugieren que los puntajes promedio en las pruebas están débilmente correlacionados con las tasas de crecimiento educativo. Por otro lado, las conclusiones indican que es necesario reducir la desigualdad educativa, las comunidades de bajo nivel socioeconómico obtienen también altas tasas de crecimiento y en ocasiones obtienen puntajes superiores a las de nivel socioeconómico alto.

Al respecto, el desafío mundial educativo es evitar la segregación y mejorar los sistemas escolares, sin importar el nivel socioeconómico a las que estén dirigidas.

Fuente: https://observatorio.itesm.mx/edu-news/nivel-socioeconmico-alto-de-las-escuelas-no-garantiza-calidad

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Australia: NAPLAN 2017 results have largely flat-lined, and patterns of inequality continue

Oceanía/Australia/Diciembre del 2017/https://theconversation.com

Today’s release of the 2017 NAPLAN National Report confirms preliminary findings released in August and offers deeper insights into achievement trends since the assessment program began a decade ago.

The results paint an overall portrait of plateauing student achievement in literacy and numeracy, mixed with pockets of improvement and persistent inequalities between young people from different backgrounds.

High level trends over the past decade

NAPLAN takes place annually. It assesses Australian school students in years three, five, seven and nine across four domains: reading, writing, language conventions (spelling, and grammar and punctuation), and numeracy.

Nationally, NAPLAN results have flat-lined in most areas since testing was first conducted in 2008. There are no statistically significant differences in achievement across the majority of domains and year levels.


Read more: NAPLAN is ten years old – so how is the nation faring?


Improvements can be seen in a limited number of domains and year levels. There are statistically significant increases in spelling (years three and five), reading (years three and five), numeracy (year five), and grammar and punctuation (year three).

National numeracy trends 2008-2017. ACARA

Year seven writing is the only area to show a statistically significant decline. It remains a major area of concern.

State and territory comparisons reveal good news for Queensland and Western Australia. Both show improvements across a number of domains and year levels.

New South Wales, Victoria and the Australian Capital Territory show high achievement, but results have plateaued.

The Northern Territory continues to lag significantly behind the rest of the nation across all domains and year levels.

The vast majority of young people meet the National Minimum Standards (NMS). NMS provide a measure of how many students are performing above or below the minimum expected level for their age across the domains.

NMS percentages are over 90% for the majority of domains and year levels. But NMS percentages vary widely. For example, only 55.7% of students in the Northern Territory meet the NMS for year seven writing, compared to 90.8% in Victoria.

Background affects achievement

This year’s results show clear patterns of achievement between young people from different backgrounds. In many cases, these differences reflect broader inequalities in Australian society.

Notable trends include:

  • gender differences are persistent. Female students perform significantly better than male students in writing, and grammar and punctuation across all year levels. For example, 88.1% of female students meet the NMS for year nine writing, compared to 75.4% of male students
  • students with a language background other than English (LBOTE) performed significantly better in spelling than non-LBOTE students across all year levels. LBOTE students have also shown gains since 2008 in reading (years three and five), grammar and punctuation (years three and seven), spelling (years three and five) and numeracy (year five)

Year 5 spelling: students with a language background other than English (LBOTE) compared to non-LBOTE students.ACARA
  • Indigenous students have shown statistically significant gains since 2008 in reading (years three and five), spelling (years three and five), grammar and punctuation (years three and seven) and numeracy (years five and nine). But Indigenous students still trail significantly behind non-Indigenous students across all domains and years levels

Year 5 reading: achievement differences between Indigenous and non-Indigenous students. ACARA
  • parental education is a key factor determining student achievement. For example, in year three grammar and punctuation, the mean scale score for a young person whose parents have a Bachelor degree or above is 479.7, compared to 369.6 for students whose parents have a Year 11 equivalent or below. Similar patterns are reflected across all domains and year levels
  • geographical location also has a major bearing on student achievement. For example, in year three grammar and punctuation, the mean scale score for young people in major cities was 450, compared to 284.6 for young people from very remote and 411.5 for outer regional locations.

As always, tread cautiously with data

NAPLAN is one useful measure of student achievement in Australian schooling.

When interpreted carefully, it can help policy makers, researchers, school leaders, teachers, students and parents better understand and debate literacy and numeracy achievements. It also serves to highlight pockets of underachievement and disadvantage, and can play an important role informing policy interventions and investments.


Read more: Evidence-based education needs standardised assessment


But NAPLAN is not an oracle and can only tell us so much. So we should treat these results carefully.

To get a more accurate picture of achievement trends, we need to take a number of indicators into consideration. This should go beyond the basics of literacy and numeracy, including achievements in ATAR subjects, year 12 attainment rates, and more.

NAPLAN results should also be considered in relation to other standardised assessments, which do not always tell the same story.

For example, the latest Progress in International Reading Literacy Study (PIRLS) suggest reading achievement among Australian children has improved significantly, whereas the OECD’s Programme for International Student Assessment (PISA) shows steadily declining Australian results in all areas, including reading.

It’s also important to analyse school and student level NAPLAN data, which will be released in March 2018. It will no doubt lead to another round of debates about the role of NAPLAN in our schools.

Fuente:

https://theconversation.com/naplan-2017-results-have-largely-flat-lined-and-patterns-of-inequality-continue-88132

Fuente Imagen: https://lh3.googleusercontent.com/Nrc1tCbuLew0bcSfJHcRtqiLgR64N4zyqP1PCV8oJ4kxIrvTh4VXCXAlG-akl-zAfD2BkQ=s124

 

 

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Los avances de Vietnam en educación

Por: ÁNGEL PÉREZ MARTÍNEZ

Los resultados de los jóvenes de 15 años de Vietnam en las pruebas de PISA contradicen varios de los supuestos que tenemos en Colombia sobre cómo mejorar la calidad de la educación básica y media.

Los puntajes de los estudiantes de 15 años de Vietnam en las pruebas PISA del 2012, cuando se presentaron por primera vez, y del 2015, fueron sorprendentes para ellos, como país, y para el mundo.

Vietnam es un país más pobre que Colombia, con un PIB per cápita menor, cuya inversión en educación por estudiante es baja cuando se compara con los países de la Ocde, con el 34% de su población en edad escolar por fuera del sistema educativo y en ascenso económico, su crecimiento económico es superior a los 7 puntos en los últimos 10 años.

En primer lugar, una breve comparación económica de Colombia y Vietnam. Utilizando el PIB a precios corrientes, el Banco Mundial calcula que la economía colombiana se encuentra en el puesto número 41 (US$282.463 millones) entre 181 países mientras que la economía vietnamita ocupa el puesto 46 (US$202.616 millones). El PIB per cápita de Vietnam es más bajo, la población de Vietnam es de 92,7 millones, para 2016, frente a los 48,6 millones de Colombia. En dólares Vietnam tuvo un gasto público de 53.020 millones (2013), mientras que el gasto público de Colombia fue de 86.837 millones (para el año 2015). El per cápita del gasto público es de US$1.802 (2015) en el caso colombiano y de US$584 (2013) en el vietnamita; el gasto público representa cerca del 29% del PIB para ambos países.

En competitividad Vietnam se ubica mejor, pues está en el puesto 55, mientras que Colombia se encuentra en el 66. En el ranking de innovación Vietnam nuevamente supera a Colombia (puestos 63 y 59, respectivamente). La tasa de desempleo es muy diferente para cada país siendo de 9,2% para Colombia y 2,1% para Vietnam. Así mismo, el gasto educativo de Colombia, para el año 2015, fue de US$13.092 millones, lo que representa el 15% del PIB, mientras que en Vietnam fue de US$9.651 millones, lo que equivale al 19% del PIB. El gasto público per cápita en educación es de US$272 para Colombia y US$108 para Vietnam.

Así mismo, una breve comparación entre los resultados que obtuvieron los adolescentes de 15 años de Colombia y Vietnam, frente al promedio de los países de la Ocde, permite sobresaltar los resultados de los jóvenes de Vietnam en las pruebas de PISA, año 2015.

En ciencias, los jóvenes de 15 años en Colombia obtienen 416 puntos (Vietnam 525 puntos), mientras que el promedio de los países de la Ocde es de 493 puntos; en Colombia los hombres de 15 años se desempeñan mejor que las mujeres con una diferencia estadísticamente significativa de 10 puntos (Vietnam 3 puntos a favor de las mujeres, diferencia no estadísticamente significativa), en los países de la Ocde la diferencia es de 3,5 puntos en favor de los hombres.

En matemáticas los adolescentes de Colombia obtienen 390 puntos (Vietnam 495), frente al promedio de los países de la Ocde que fue de 490 puntos. Los hombres en Colombia se desempeñaron mejor que las mujeres con una diferencia estadísticamente significativa de 11 puntos (Vietnam 3 puntos a favor de las mujeres), mientras que el promedio de los países de las Ocde fue de 8 puntos más para los hombres.

En lectura los adolescentes de Colombia obtienen 425 puntos (Vietnam 487), mientras que el promedio de los países de la Ocde fue de 493 puntos. Las mujeres en Colombia se desempeñaron mejor que los hombres con una diferencia estadísticamente significativa de 16 puntos (Vietnam 3 puntos a favor de las mujeres) y en la Ocde, en promedio los hombres obtuvieron 8 puntos más que las mujeres.

¿Qué ha hecho Vietnam de manera especial para obtener estos resultados? Andreas Schleicher, Director de educación y conocimiento en la Ocde sostiene que hay tres factores clave que contribuyeron a estos logros: i) un gobierno comprometido, donde el Ministerio de Educación tiene un plan de largo plazo para la educación, al que realiza seguimiento permanente y evalúa; ii) un plan de estudios que abarca poco y profundiza mucho, lo cual obliga a los profesores a estar centrados en dicho plan (Schleicher destaca que en las aulas vietnamitas hay docentes con un impresionante nivel de rigor y quienes siempre desafían a los estudiantes con preguntas difíciles), y iii) una fuerte inversión en profesorado, el gasto público que Vietnam hoy destina educación representa más del 20% del total de su presupuesto, en proporción, es más grande que el de cualquier país miembro de la Ocde. Vietnam es pobre, pero prioriza su gasto en educación.

Por último, y quizás la variable más importante para explicar este éxito educativo se relaciona con la disminución de la relación docente-alumno en educación primaria: previo al año 2002 Vietnam tenía una relación más alta que la de Colombia (38,6 contra 30,6, en 1981). Ambos países tienen una tendencia a la baja, pero la de Vietnam, especialmente a partir de 1993, es más fuerte. En 2002 tuvieron la misma relación (alrededor de 26,5). Para 2015 la relación de Vietnam fue 19,2 mientras que la de Colombia fue 23,7, según datos del Banco Mundial.

A manera de conclusión Vietnam ha demostrado que se puede ser pobre y tener calidad en el sistema educativo. Además, el caso de Vietnam evidencia que crecimiento y desarrollo de la educación pueden ir de la mano.

Fuente del Artículo:

http://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/los-avances-de-vietnam-en-educacion-por-angel-perez/252811

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Comunicado de CTERA: Los operativos de evaluación “Aprender”,“Enseñar”

La Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina da a conocer su posicionamiento analítico acerca de los operativos que, por estos días, se impulsan desde el Ministerio de Educación y que están destinados a “evaluar” a los estudiantes del Sistema Educativo argentino.

La primera cuestión que la CTERA quiere dejar en claro en este sentido es que la docencia no rechaza ni se opone a “la evaluación” porque, de hecho, ésta forma parte de nuestro trabajo cotidiano en las aulas. Todos los procesos de enseñanza y de aprendizaje requieren de las evaluaciones para contar con la información y el conocimiento necesarios que permitan mejorar, día a día, nuestras prácticas educativas. A lo que nos oponemos desde la docencia y desde las organizaciones sindicales es a los “mecanismos de pruebas estandarizadas” que están siendo impulsados por esta gestión a través de los llamados “operativos” de evaluación. La crítica que realiza nuestra organización sindical se focaliza tanto en la concepción de evaluación educativa sobre la que se instrumentan estos operativos como en los modos de implementación; en el uso y el manejo de los resultados del operativo aplicado en el año 2016; y en la réplica de este operativo programada para el año 2017, donde se incluye a los institutos de formación docente.

El operativo de evaluación denominado “aprender”, que estuvo dirigido a estudiantes de escuelas primarias y secundarias, comenzó a implementarse en el 2016. Y este año se reitera el mismo operativo de manera mecánica, sin haberse realizado un análisis en profundidad de los resultados anteriores del mismo operativo, ni de los operativos de años anteriores (ONE), con los cuales se pretendían establecer ciertas comparaciones -según lo habían manifestado las actuales autoridades-. Tampoco se realizaron análisis críticos ni consideraciones sobre la validez de la estructura metodológica implementada, ni sobre las resistencias que estos operativos han tenido por parte de los estudiantes y los docentes a lo largo y ancho de todos el país. Asimismo, es pertinente mencionar que las devoluciones de los resultados a las escuelas también han sido “estandarizadas”, lo que contradice el argumento de las autoridades del Ministerio de Educación cuando sostienen que los resultados van a dar información “relevante” a las escuelas para su mejora.

A las escuelas que tuvieron resultados semejantes se les hicieron las mismas devoluciones, sin reparar en la multiplicidad de factores que hacen que una escuela tenga resultados similares a otros por motivos bien diferentes. Estos operativos son presentados en sociedad a través de los medios de comunicación, y han tenido como característica esencial la manera inconsulta en la que se han llevado adelante. Las autoridades gubernamentales no sólo han obstaculizado la participación de los trabajadores de la educación y de las organizaciones sindicales, sino que también han ignorado las opiniones críticas de los docentes, estudiantes, especialistas y pedagogos, quienes, en su gran mayoría, se han manifestado en contra, presentado diversos argumentos que cuestionan radicalmente a estos operativos en sus múltiples dimensiones.

Recordemos que el mismo día en que se iniciaba en todo el país la Marcha Federal Educativa para exigir la apertura de la Paritaria Nacional Docente, el Presidente Macri y el por aquel entonces Ministro de Educación y Deportes, Esteban Bullrich, salieron a comunicar en conferencia de prensa los resultados del “Operativo Aprender 2016”. Toda una operación montada para seguir desprestigiando a la Educación Pública, en la que el Presidente de la Nación, además de incurrir en la expresión “caer en la escuela pública”, utilizó los datos de esta prueba no sólo para denostar a la escuela pública, sino también para atacar a los docentes y a sus Secretaría de Educación Instituto de Investigaciones Pedagógicas “Marina Vilte” organizaciones sindicales en pleno conflicto por el cumplimiento de la Ley de Financiamiento Educativo y de la paritaria docente. Y en esta misma conferencia de prensa se anunciaba el “Plan Maestro” como la solución a todos los problemas que esos resultados supuestamente ponían en evidencia. “Plan maestro” que también ha recibido innumerables críticas por sus contradicciones e inconsistencias y que, al día de la fecha, cada vez cuenta con menos posibilidades de ser una realidad efectiva.

Es muy evidente que las políticas educativas de la “Alianza Cambiemos” se han centrado en la evaluación, entendiendo a ésta como un mecanismo de “rendición de cuentas” que se reduce a medir los rendimientos y desempeños de los estudiantes y docentes. Evaluación que, además, se presenta como la solución a todos los problemas educacionales y como la posibilidad de alcanzar la mentada “calidad educativa”. Se usan eufemismos como “aprender” y “enseñar” para denominar a un operativo que, para ser precisos, debería llamarse “evaluar” a cecas, en tanto está desconectado de las instancias de enseñanza y de aprendizaje que se producen en los diversos contextos educativos y culturas escolares. Y para ser más precisos aún, tal como están planteados, deberían llamarse “operativos medir y rankear”. En el fondo y en la forma se trata lisa y llanamente de esto: pruebas estandarizadas que operan como control y mecanismo para la construcción de datos sobre resultados que, por un lado, “permiten” elaborar rankings de escuelas, ciudades, países; y, por otro, dejan abierta la posibilidad para encadenar las condiciones del trabajo docente (dentro de ellas el salario) a los niveles de desempeño/rendimiento, la meritocracia y el credencialismo. O sea, estigmatización de los estudiantes y de las escuelas y precarización y flexibilización laboral de la docencia; en definitiva, deslegitimación de la educación pública, para abrir las compuertas a la iniciativa empresarial meritocrática, estandarizante, mercantilista y privatizadora.

Desde nuestra perspectiva, la evaluación no puede ser utilizada como mecanismo meramente técnico sin tener en cuenta la diversidad de los procesos de enseñanza y de aprendizaje que se construyen en todo el país, tampoco puede ser pensada o implementada más allá de las condiciones del contexto en el que viven los estudiantes; y, mucho menos, ser usada como mecanismo de extorsión. Por el contrario, la evaluación tiene que ser el resultado de una construcción colectiva y de una responsabilidad compartida, que no puede pensarse sin la garantía de la inclusión socioeducativa asumiendo su carácter eminentemente formativo y de acción político-pedagógica.

¿Qué se ocultó cuando se dieron los resultados del primer Operativo?

Al momento de anunciar los resultados de las pruebas Aprender 2016, se enfatizó en las notables diferencias entre escuelas públicas y privadas. Sin embargo, cuando se analizan estos valores controlando por el índice socioeconómico de la población estas diferencias se reducen notablemente. Asimismo, para hacer un análisis más adecuado de las diferencias entre sectores, habría que contemplar también la disponibilidad de recursos escolares en las escuelas pertenecientes a uno u otro sector. Numerosos estudios realizados en el país y a nivel internacional muestran que la diferencia público/privado deja de existir, o sea, no es estadísticamente significativa cuando se controla por los indicadores mencionados: nivel socioeconómico y disponibilidad de recursos. Cuando se analizan los datos concretos teniendo en cuenta solamente la variable socioeconómica, la brecha de resultados entre escuelas estatales y privadas se reduce entre un 7% y un 15% según la materia. Si se contemplara, además, la disponibilidad de recursos en las escuelas, es muy probable que desaparecieran las Secretaría de Educación Instituto de Investigaciones Pedagógicas “Marina Vilte” diferencias. Es decir, pesa más la condición socioeconómica y la disponibilidad de recursos que el hecho de pertenecer a la escuela púbica o a la privada.

Comparación ONE 2013 y Aprender 2016

Tampoco se han hecho declaraciones respecto de las mejoras que se evidencian entre los resultados del año 2013 y 2016. En los últimos 3 años mejoraron los resultados de las dos áreas de la educación primaria evaluadas en 2016: lengua y matemática. En 2013, en el área de lengua el 58.3% de los alumnos obtuvieron resultados satisfactorios/avanzados, mientras que, en 2016, este porcentaje asciende al 66.8% (implica una mejora de 8.5 puntos). Por su parte, en matemática el 51.7% logró resultados satisfactorios/avanzados, mientras que, en 2016, esta proporción incrementa 7 puntos porcentuales (58.6%). La comparación entre el ONE 2013 y APRENDER 2016 también corrobora lo que otras evaluaciones (TERCE y PISA entre ellas) venían mostrando: el nivel educativo en Argentina no está bajando. Al contrario, hay evidencias de mejora, especialmente en la educación primaria. En la educación secundaria, si bien la mejora se evidencia en algunas áreas (lengua y sociales), en matemática y naturales prácticamente podemos hablar de una situación de estancamiento en cuanto a los estudiantes que no alcanzan el nivel básico, ya que estos porcentajes descienden muy levemente.

En definitiva, la intención de la gestión actual es mostrar evidencia de una supuesta catástrofe educativa que no existe. Cobertura del Operativo Los datos respecto a la cobertura del Operativo son poco significativos en la mayoría de las jurisdicciones del país. En primer lugar, hay que aclarar que el porcentaje de alumnos que respondió la prueba Aprender 2016 es muy relativo, ya que se ha considerado como “estudiante respondiente” a quien haya respondido al menos la mitad de las preguntas dadas. Esto quiere decir que en el caso de 6to. grado del nivel primario, donde se tomaron 2 pruebas (una para Lengua y otra para Matemática), si un alumno respondió sólo el 25% de las preguntas de lengua y el 25% de las preguntas de matemática, el Ministerio considera que cumplió con el operativo.

Para el caso del último año del nivel secundario, se tomaron 4 evaluaciones –lengua, matemática, ciencias sociales y ciencias naturales-, y se considera “estudiante respondiente” a aquel que completó al menos el 50% de las preguntas; es decir, que en este caso consideran que el estudiante que respondió sólo el 12.5% del total de las cuatro pruebas, cumplió con el Operativo Aprender. Aún con esta salvedad, algunas jurisdicciones muestran niveles de respuesta extremadamente bajos, y se desconoce también cuál es el sesgo que podría haber introducido la no respuesta en el operativo, o a qué sectores o territorios afectó más. En la Ciudad de Buenos Aires sólo respondieron el 58% de los estudiantes e, incluso, en las escuelas estatales la cobertura desciende al 37.4%. La Provincia de Buenos Aires, que concentra el 40% de la matrícula total del país, alcanzó una cobertura total del 69.3% (el sector estatal sólo el 61.5%); Chaco, una cobertura total de 51.6% (con valores de 50.7% en escuelas estatales); Neuquén tuvo una cobertura total de tan sólo el 29.8%, el porcentaje de “estudiantes respondientes” en escuelas estatales fue del 24.8%. En Santa Fe el porcentaje de “estudiantes respondientes” fue del 69.2% (sector estatal del 64.7%).

Cabe la pregunta: ¿cómo darían los valores de cobertura si se consideraran al menos el 50% de respuesta en todas las pruebas? Secretaría de Educación Instituto de Investigaciones Pedagógicas “Marina Vilte” “Operativo Enseñar 2017” En el corriente año se incluyen en estos operativos a los/as estudiantes del 4to. año de los institutos del profesorado, quienes serán evaluados en el marco de lo que se ha dado a conocer como el “Operativo Enseñar”. Se trata de una evaluación implementada al finalizar la carrera y, tal como está presentada, podría entenderse como una “prueba de idoneidad” o “acreditación de estudios”. Es decir, un dispositivo de mero control que no respeta ni considera todo el proceso de enseñanza y aprendizaje llevado a cabo durante cuatro años en las respectivas y diversas trayectorias estudiantiles.

Este operativo del Ministerio de Educación Nacional es llevado adelante por una decisión unilateral ya que no se convocó a los sindicatos, ni a la comunidad educativa, ni a los miembros de los distintos claustros de los Institutos Superiores para su discusión. De esta manera, las instituciones de educación superior quedan situadas en el lugar de meros aplicadores de una evaluación externa. Se desconoce, así, toda la formación realizada por el propio sistema formador, desde la dimensión de políticas educativas hasta las acciones institucionales, y se lo reduce al rendimiento medido en un solo dispositivo evaluativo. Entre otras cosas, llama la atención que este operativo prevea “la entrega de un diploma de reconocimiento que acredite la contribución de cada estudiante que haya realizado la evaluación y el cuestionario complementario”. Como así también resulta preocupante la idea de “otorgar una placa de reconocimiento a los institutos participantes de Enseñar y, además, una distinción especial para aquellos que superen el 95% de participación de los estudiantes en la evaluación”. ¿En qué consiste esta “distinción especial”? ¿Para qué podrá ser utilizado ese “diploma”?

Dada las características de las políticas educativas de esta gestión, en las cuales se prioriza la mirada meritocrática, nos preocupa mucho el uso de esta lógica de “premios” en el campo de la formación de los futuros profesores. ¿Estas “condecoraciones” por someterse a los operativos serán acaso requisitos para obtener futuras becas y/o recursos? Nuestra preocupación se basa en hechos concretos, porque ya lo han hecho con el Operativo Aprender 2016, que se convirtió para los estudiantes de 5to. año de la secundaria en la llave para obtener una beca en caso de seguir la carrera docente. Toda la crítica que realiza CTERA sobre los operativos de evaluación no se circunscribe a un determinado instrumento técnico. Se realiza en un escenario en el que estos instrumentos técnicos que hemos analizado se convierten en la expresión de un proyecto que, claramente, necesita reformar el sistema educativo en correspondencia con la actual proliferación de políticas de ajuste combinadas con medidas económicas de devaluación, desocupación, precarización laboral, inflación e incremento del endeudamiento externo.

Hoy las pruebas estandarizadas y sus resultados son presentados a través de los medios de comunicación hegemónicos como una cortina de humo para tapar las verdaderas políticas que han estado implementando desde que asumió la “Alianza Cambiemos” y que hoy se traducen en: – Deterioro de la educación pública en todos sus niveles, mediante el desfinanciamiento, el desmantelamiento de programas, la subejecución presupuestaria y la implementación de reformas educativas que atacan al trabajo docente, excluyen del currículum contenidos críticos. – Precarización de las actividades de ciencia y tecnología, que promueven el éxodo de científicos argentinos hacia el extranjero y la subordinación científico-tecnológica con pérdida de soberanía. – Exorbitante endeudamiento externo en beneficio exclusivo de la especulación financiera. Secretaría de Educación Instituto de Investigaciones Pedagógicas “Marina Vilte” – Empobreciendo de los sectores populares y de las grandes mayorías, con decisiones políticas al servicio de los sectores transnacionales concentrados, que destruyen las pequeñas y medianas empresas y las cooperativas, sometiendo a los trabajadores a condiciones laborales cada vez más precarias.

 Documento analítico elaborado por el “Equipo de trabajo sobre evaluación educativa” de la Secretaría de Educación de CTERA, constituido Miguel Duhalde, Liliana Pascual, Luz Albergucci y la participación de Sonia Alesso. Ciudad de Buenos Aires, 12 de octubre de 2017.

Fuente: http://agmer.org.ar/index/wp-content/uploads/2017/11/Operativos-Aprender-Ensenar.pdf

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En pro de la calidad educativa.

Colombia tiene como meta ser el país más educado de América Latina en el 2025.

Por: Rosario Córdoba Garcés.

Colombia tiene como meta ser el país más educado de América Latina en el 2025. Para lograrlo, el Gobierno incluyó a la educación como uno de sus tres pilares prioritarios para el cuatrienio, junto con la paz y la equidad. Lo anterior está en línea con la importancia presupuestal que el sector ha ido ganando en los últimos años. Desde el 2010, se han incrementado en cerca del 27 por por ciento, en términos reales ,las apropiaciones presupuestales destinadas a educación. Para el 2017 este era el rubro con mayor asignación de recursos, 33 billones de pesos, superando a Defensa.

Esto ha permitido tener logros destacados en aspectos relacionados con el acceso, la cobertura, la pertinencia y la calidad de la educación, en todos sus niveles. No obstante, persisten retos enormes que impiden tener avances más contundentes. Uno de ellos, quizás el más relevante, está asociado con la calidad de los docentes.

Estrategias como incentivar el ingreso de mejor capital humano a la profesión docente, ya que quienes se deciden por esta no son los de mejor desempeño en pruebas estandarizadas; contar con una evaluación que cobije a toda la planta de educadores del país; continuar mejorando la calidad de programas de formación, como ‘Todos a Aprender’ y ‘Becas para la Excelencia Docente’, y nombrar profesores de planta a través de convocatorias oficiales y la aprobación de un examen de ingreso son un requisito sine qua non para tener una educación de mejor calidad. Afortunadamente, el Gobierno ha hecho esfuerzos para avanzar en medidas como las mencionadas. Por eso, sorprende que el pasado 15 de septiembre el Ministerio de Educación haya derogado en su totalidad la Resolución 2041/2016, reemplazándola por la Resolución 18583/2017.

La Resolución 2041 establecía unas características específicas de calidad de los programas de licenciatura para la obtención, renovación o modificación del registro calificado, en las cuales se definían unos conocimientos y competencias mínimas que debían ser desarrolladas por los aspirantes a educadores a lo largo de su proceso formativo. La nueva resolución establece que, en el marco de la autonomía universitaria, cada institución podrá determinar libremente las competencias o conocimientos que deben desarrollar los aspirantes a docentes. Es lo mismo que históricamente han hecho, y que ha llevado a que no se ajusten con los lineamientos y estándares del Ministerio para la carrera docente, explicando, en parte el bajo desempeño de los maestros.

Lo insólito es que esto va en contravía de lo establecido en el Plan Nacional de Desarrollo vigente, en el cual se advertía que el Ministerio debía establecer unos parámetros mínimos de calidad para las licenciaturas, así como la acreditación obligatoria de todos los programas de este tipo del país. En este último aspecto tampoco hay avances.

La autonomía universitaria ha posibilitado que algunas instituciones garanticen efectivamente los más altos estándares de excelencia y, por tanto, no debe utilizarse como argumento para bloquear propuestas que contribuyen a mejorar decididamente la educación. La calidad de la educación es fundamental para la competitividad. Una mejor educación contribuye a la disminución del desempleo y la informalidad, y posibilita una mayor remuneración de los factores productivos del país, lo que se refleja en el bienestar de su población y en el crecimiento de la productividad y de la economía. Medidas como las planteadas por la Resolución 18583, se constituyen en una barrera para lograrlo.

Fuente: http://www.portafolio.co/opinion/rosario-cordoba-garces/en-pro-de-la-calidad-educativa-510002

Imagen: http://1.bp.blogspot.com/-dSAM2JHdk1Q/VV5lW3e479I/AAAAAAAAALw/y8p2mpBXv6Q/s1600/calidad-educativa-2.jpg

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Colombia: Gobernación del Atlántico fortalece sistema educativo con ‘Atlántico Da+’

América del Sur/Colombia/Barranquilla/ ElHeraldo.co

Niños, niñas y jóvenes del Atlántico se preparan para mejorar resultados en las pruebas Saber.

El gobernador del Atlántico, Eduardo Verano De la Rosa, y el secretario de Educación, Dagoberto Barraza, presentaron a la comunidad educativa del territorio los alcances y metas de la estrategia ‘Atlántico Da+’.

Esta iniciativa de la administración departamental tiene como objetivo el fortalecimiento de las competencias de los estudiantes de 3, 5, 9 y 11 grado, para mejorar su desempeño en las Pruebas Saber y apropiarlos de los componentes del índice sintético de calidad.

Verano De la Rosa manifestó que la educación es fundamental para consolidar el desarrollo económico y social del Atlántico, por eso, con la estrategia ‘Atlántico Da+’ se trabajará para que el mayor número de estudiantes pueda acceder a becas universitarias y avanzar en su formación profesional para ampliar sus horizontes laborales.

“Estamos haciendo una intervención integral que contempla la formación de docentes y estudiantes para mejorar los índices sintéticos de calidad educativa en todos los niveles”, dijo el mandatario.

El secretario de Educación del Atlántico, Dagoberto Barraza Sanjuan, destacó el compromiso y asistencia de los estudiantes que no han interrumpido su proceso de formación los días sábados.

“Este año vamos por más, por eso Atlántico da más en preparación, compromiso y desempeño. Nuestro reto es superar la media nacional en los niveles de primaria, secundaria y media, reducir el porcentaje de estudiantes que tenemos en nivel insuficiente”, aseguró el funcionario.

Barraza Sanjuan agregó que se ha proyectado un trabajo en equipo con docentes, rectores y padres de familia para hacer una intervención integral que contempla currículo y formación a docentes y a estudiantes para mejorar el puntaje promedio en áreas como lenguaje y matemáticas con relación a los demás colegios del país.

 En consecuencia, la Secretaría de Educación realiza seguimiento al aprendizaje de cada uno de los estudiantes y con el apoyo de los psico-orientadores de las instituciones educativas se evalúan temas como la convivencia escolar, uso efectivo del tiempo libre y disciplina; así como, la disminución de los indicadores de reprobación y deserción escolar.

“El propósito es que cada año mejoremos y aumente el número de niños, niñas y jóvenes que aprueban el año escolar y pasan al siguiente grado”, sostuvo Barraza Sanjuan.

Fuente: https://www.elheraldo.co/barranquilla/gobernacion-fortalece-sistema-educativo-con-atlantico-da-381499

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