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Pueblos originarios de México contra el poder de las transnacionales

Organizaciones europeas –más de 500- apoyan el recorrido por el viejo continente de las delegaciones del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el Congreso Nacional Indígena (CNI) de México, del que forma parte el movimiento zapatista.

En el contexto de la Gira, la delegada otomí del CNI, Marisela Mejía Pérez; y el delegado rarámuri del Congreso, Francisco Palma Aguirre, visitaron el País Valenciano –entre el 22 y el 25 de noviembre- e impartieron una conferencia sobre La lucha contra los megaproyectos de muerte en México en el Centre Octubre de Valencia.

El CNI se constituyó el 12 de octubre de 1996, con el fin de ser la casa de los pueblos originarios, tribus y naciones de México. Denuncian 500 años de exterminio y que el capitalismo “se nació de la sangre de nuestros pueblos y continúa alimentándose de ella”. Se caracteriza, en su página Web, como espacio de solidaridad y reflexión para fortalecer las luchas de resistencia y rebeldía. La de los pueblos –añaden- que llevan en la sangre, en la carne y en la piel, toda la historia, sabiduría, cultura, lengua e identidad.

Entre sus siete principios, figuran “servir y no servirse”; “convencer y no vencer”; “obedecer y no mandar”; “bajar y no subir” o “proponer y no imponer”. En 2001, el CNI se sumó a la Marcha Nacional Indígena –del color de la tierra– encabezada por el Ejército Zapatista, y que llegó a la Plaza del Zócalo de Ciudad de México con la consigna “Nunca más un México sin nosotros”.

El pasado 21 de noviembre el CNI reproducía un comunicado solidario de la Unificación de Pueblos contra la Minería en el estado de Morelos; se denunciaba la “cobarde represión” y las agresiones (“golpeadores con la complicidad policial”) contra seis miembros del colectivo Pueblos Unidos en la comunidad de Santa María de Zacatepec, en el estado de Puebla (dos comunicadores populares y defensores ambientales –Alejandro Torres Cocolatl y Michel Torres- fueron detenidos por la policía municipal).

El mismo día se informaba del ataque a la población zoque del Ejido Esquipulas Guayabal (municipio de Chapultenango, Chiapas) por parte de un grupo armado, con el resultado de pobladores heridos, desaparecidos y casas quemadas; el comunicado hacía responsable al Estado y su “negligencia para resolver el conflicto agrario” en México.

Asimismo, el 21 de noviembre el CNI convocaba al Foro Nacional de las Resistencias y alternativas de los pueblos ante el capital trasnacional y la Militarización, que se celebrará los días 4 y 5 de diciembre en el Istmo de Tehuantepec (Oaxaca).

Durante su estancia en Valencia, Marisela Mejía y Francisco Palma participaron en la tertulia que siguió a la proyección del documental Remedio México, de Cucho Ramírez, en los cines Babel; la película se incluye en la programación de la XII Mostra Itinerant de Cinema i Vídeo Indígena del País Valencià, organizada por la ONG Perifèries, la Assemblea de Solidaritat amb Mèxic y la Xarxa Solidària Gira per la Vida del País Valencià. Los dos activistas fueron entrevistados en Radio Klara y La Radio i Televisió del Poble. La CGT se sumó a las acciones de apoyo.

Los dos miembros del CNI recordaron, en el Centre cultural Octubre, que se cumplen 25 años de la fundación del Congreso. Por este motivo el CNI-Concejo Indígena de Gobierno (CIG) emitió el 21 de octubre un pronunciamiento -dirigido a los pueblos del mundo- en el que se denuncian los “megaproyectos de muerte”. Así, “No queremos el Tren Maya (1.550 kilómetros por las principales regiones de la Península del Yucatán) que convierta todo el sur-sureste de nuestro país en un eslabón del capital trasnacional; en la extracción, contaminación, destrucción y despojo, en las vías y sus alrededores y en toda la región”.

Por otra parte, añade el pronunciamiento, “no queremos el Corredor Transístmico, que convierta en una fábrica de energía eólica, maquilas y explotación de minerales zonas enteras desde el Océano Pacífico hasta el Golfo de México”.

Otra de los macroactuaciones denunciadas por el CNI-CIG es “el Proyecto Integral Morelos (promovido por el Gobierno de México para la generación de energía eléctrica), que atenta contra el territorio de las comunidades de Tlaxcala, Puebla y Morelos en los pueblos del volcán Popocatépetl y que reprime con la muerte a quienes cuestionan o se oponen, como el compañero Samir Flores Soberanes”.

Una de las empresas citadas en el acto de Valencia fue Acciona. En febrero esta multinacional española anunció que emprendería la construcción -en consorcio con la minera y constructora Grupo México- del Tramo 5 del Tren Maya, entre Playa del Carmen y Tulum (Riviera Maya, en el estado de Quintana Roo).

Adjudicada y valorada en 713 millones de euros, la iniciativa implica la construcción de 60 kilómetros de doble vía electrificada, e incluye un viaducto ferroviario de siete kilómetros en Playa del Carmen. En una nota informativa, Acciona relaciona la infraestructura del Tren Maya con “los más de tres millones de turistas que cada año visitan la zona”. La compañía da cuenta de otras inversiones que realiza en México: 1.300 megavatios operativos en energía eólica y fotovoltaica.

Asimismo el ejecutivo español informó, en diciembre de 2020, de que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR) del Gobierno de  México había adjudicado un contrato para el Tren Maya –de tres años por valor de 13,5 millones de euros- a un consorcio formado por Renfe; la ingeniera y consultora pública española Ineco y la alemana DB Engineering & Consulting; las adjudicatarias “prestarán apoyo durante el periodo de construcción y supervisarán la fabricación, entrega y puesta en marcha del material rodante”.

En el mismo comunicado del Consejo de Ministros español, se afirma que el Tren Maya es un “proyecto prioritario del Gobierno de México (presidido por Andrés Manuel López Obrador) para el transporte de viajeros y mercancías”.

“¡Exigimos a Iberdrola la cancelación de los parques eólicos y fotovoltaicos en México y Latinoamérica!” Es uno de los lemas utilizados por la Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio; y la Coordinadora de Pueblos y Organizaciones del Estado de México en Defensa de la Tierra, el Agua y su Cultura, durante una protesta el 4 de noviembre ante las oficinas de multinacional española en Ciudad de México.

Se trataba de una acción de solidaridad con los pueblos del Istmo de Tehuantepec, contra los megaproyectos y el lavado verde, en la que los activistas denunciaron –en un escrito dirigido a los directivos de Iberdrola- “el engaño, el despojo, la destrucción y la contaminación ocasionados por sus energías mal llamadas ‘limpias’”.

En el escrito, los movimientos populares rechazaban macroiniciativas de supuesto “progreso y modernidad”, como el Corredor Interoceánico, “los Aeropuertos militarizados de Santa Lucía-Estado de México y Tulum-Quintana Roo; el Parque Urbano mal llamado ecológico en el Lago de Texcoco, por cuya ribera avanza dividiendo comunidades y ejidos la autopista Tuxpan-México, vinculada al puerto marítimo de Tuxpan-Veracruz en el Golfo de México; o la Refinería de Dos Bocas en Tabasco”.

Marisela Mejía y Francisco Palma han alertado, asimismo, sobre la situación de los defensores en México; el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) señala que 18 defensores del medio ambiente fueron asesinados durante 2020 (estos homicidios se incluyen en las agresiones -90- llevadas a término en 65 ataques diferentes). Con una perspectiva más amplia, la ONG cifra en 460 las agresiones contra personas defensoras del territorio entre enero de 2012 y diciembre de 2018.

En cuanto a la violencia perpetrada por sectores, el CEMDA destaca el forestal –principalmente respecto a las talas clandestinas- y las vías de comunicación; de hecho, la organización ha identificado ocho ataques en 2020 en relación con el Tren Maya; tres con el proyecto de la carretera en San Francisco Xochicuautla (Estado de México); y otros tres con la construcción del Puente Vehicular Xochimilco (Ciudad de México).

Tras ocho años de trabajo documental y de registro, el CEMDA constata una “violencia estructural y generalizada contra quienes defienden el patrimonio natural, la tierra y el territorio”.

Fuente: https://rebelion.org/pueblos-originarios-de-mexico-contra-el-poder-de-las-transnacionales/

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Libro (PDF): Resistir al neoliberalismo. Comunidades y autonomías

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

En Resistir al neoliberalismo. Comunidades y autonomías Pilar Calveiro no se centra en las características del neoliberalismo sino, como su nombre lo in­di­ca, en la posibilidad y la potencia de las resistencias comunitarias. Para ello retoma la discusión sobre los rasgos violentos y autoritarios del neoliberalis mo, desarrollados en textos anteriores, enfatizando ahora en la conforma­ción de redes de poder que rebasan al aparato estatal. Ello obliga a desplazar el foco de análisis, del Estado y sus responsabilidades directas o indirectas, a la gubernamentalidad neoliberal, como una trama más densa y compleja. Se trata de observar la articulación de las redes de poder legal/ilegales y pú­blico/privadas que, en el neoliberalismo, ejecutan diversas violencias orien­tadas a desarrollar verdaderas políticas del miedo. Las desprotección social, así como las distintas violencias inherentes al neoliberalismo, genera miedos difusos, que se dirigen intencionalmente hacia el Otro —migrante, terrorista, indígena, criminal— y se utilizan como mecanismo de control poblacional. Las prácticas de desposesión, propias de este modelo, echan mano del miedo eincluso del terror para consumar sus objetivos de muerte.

Autora: Pilar Calveiro

Editorial/Edición: CLACSO. Siglo XXI.

Año de publicación: 2021

País (es): Argentina. México

ISBN: 978-987-813-047-7

Idioma: Español

Descarga: Resistir al neoliberalismo. Comunidades y autonomías

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=2420&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1588

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Los marcos legales pueden proteger el derecho a la educación de los pueblos indígenas en América Latina

Por: el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo (Informe GEM), la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago) y el Laboratorio de Investigación e Innovación en Educación para América Latina y el Caribe -SUMMA

La conmemoración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, celebrada cada 9 de agosto, tiene como lema este año “No dejar a nadie atrás: los pueblos indígenas y el llamado a un nuevo contrato social”.  La iniciativa busca reconocer los esfuerzos que han realizado los países en todas las regiones del mundo por promover el derecho a la educación de los pueblos originarios en sus marcos normativos y legales y por desarrollar estrategias para garantizar la continuidad educativa durante la pandemia. Chile está a punto de cambiar su constitución en un proceso histórico liderado por una mujer y profesora mapuche. ¿Podrían otros estar pensando en hacer lo mismo?

Alrededor de 60 millones de personas en América Latina y el Caribe –según la CEPAL– pertenecen a los pueblos indígenas, quienes constituyen un grupo históricamente excluido de las oportunidades educativas, y que han visto vulnerados sus derechos a una educación de calidad, con pertinencia cultural.

El escenario añadido de la Covid-19 ha impuesto una mayor afectación a las comunidades indígenas y sus sistemas educativos. Como lo muestra nuestro Informe Todos y todas sin excepción para América Latina y el Caribe, los pueblos indígenas y las personas afrodescendientes presentan tasas de rendimiento y de alfabetización más bajas que el resto de la población. En Paraguay y en Honduras, el 32% de las y los indígenas son analfabetos; mientras que, en Panamá, en 2016 el 21% de los indígenas varones de entre 20 y 24 años habían finalizado la escuela secundaria, frente al 61% de sus pares no indígenas.

La inclusión implica un proceso de reforma sistémica que conlleva cambios y modificaciones en el contenido, los métodos de la enseñanza, enfoques, estructuras y estrategias de educación para que todo el alumnado tenga una experiencia de aprendizaje equitativa y participativa, y en un entorno adecuado que responda a sus necesidades y preferencias. Para ello, se requieren políticas y marcos legales robustos que promuevan la no discriminación y el derecho a una educación culturalmente pertinente para todos y todas.

El derecho a la no discriminación está plasmado en ocho convenciones internacionales, pero solo ocho países de América Latina (Argentina, el Estado Plurinacional de Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Guatemala, Honduras y Perú) han ratificado todas esas convenciones. La Convención relativa a la Lucha contra las Discriminaciones en la Esfera de la Enseñanza y el Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales de la OIT, que promovió la adopción de medidas para garantizar a los miembros de los pueblos indígenas la posibilidad de adquirir una educación en condición de igualdad en todos los niveles educativos, junto con el respeto y la enseñanza de la lengua indígena son, desafortunadamente, las convenciones que han sido menos ratificadas en la región. Por otro lado, dentro de los convenios más ratificados destaca la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (ver Tabla 1).

Los países de la región han adoptado una amplia conceptualización de la inclusión en la educación en sus marcos legislativos y normativos y son ejemplos a nivel mundial en materia de políticas sociales innovadoras (ver Tabla 2). Según un análisis basado en los Profiles Enhancing Education Reviews (PEER) del Informe GEM, el 64% de los países de América Latina y el Caribe cuentan con marcos legislativos y normativos que promueven la inclusión en la educación de grupos étnicos y pueblos indígenas y el 59% la educación en la lengua materna, valores que están por encima de los promedios mundiales.

Según un análisis panorámico de América Latina, en más de la mitad de los países las políticas educativas se refieren a las minorías indígenas, afrodescendientes y lingüísticas bajo los rubros de educación intercultural bilingüe, educación propia o etnoeducación (Corbetta et al, 2020).

Pese a los avances en la ratificación de los compromisos internacionales y el desarrollo de marcos legales nacionales, el Informe Regional Todos y todas sin excepción  evidencia una creciente brecha entre estos compromisos asumidos por los Estados y los avances reales en políticas y programas con pertinencia a la realidad de los pueblos indígenas.

Iniciativas para garantizar el derecho a la educación de los pueblos indígenas durante la pandemia

Mientras los grupos marginalizados se enfrentan a un retroceso en su derecho a la educación a causa de la pandemia, varios países de la región han desarrollado estrategias para garantizar la continuidad educativa del estudiantado indígena. Colombia publicó una serie de orientaciones para la atención educativa bajo un esquema de alternancia para los pueblos indígenas en diálogo con las autoridades propias del pueblo indígena y el gobierno territorial. En México, la Secretaría de Educación Pública implementó el programa “Aprendo en Casa”, una propuesta para producir 4.500 programas de televisión y 600 de radio en español y en lenguas nativas. Junto con el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) firmaron un convenio de colaboración para impulsar la educación indígena, intercultural y plurilingüe de los pueblos originarios del país. En Bolivia, la plataforma de teleeducación de Bolivia incorporó contenidos en aimara, quechua y guaraní para fortalecer la educación a distancia durante la pandemia.

De acuerdo con un informe de la UNICEF, en Perú se ofrecen programas de educación a distancia en 9 de las 47 lenguas indígenas, mientras que en Paraguay los programas educativos se difunden sólo en radios comunitarias de 4 de los 19 pueblos indígenas.

Priorizar el derecho a la educación de todos y todas

La Declaración de la Reunión Mundial sobre la Educación 2020, adoptada en octubre de ese año por los Estados Miembros de la UNESCO, hizo un llamado para priorizar y proteger el financiamiento educativo; reabrir las escuelas de forma segura y gradual; fortalecer y dignificar a docentes, directivos y directivas escolares y otro personal educativo; recuperar los aprendizajes y disminuir las brechas; reducir la brecha digital y promover la conectividad como un derecho; y profundizar la cooperación y solidaridad entre países, el desarrollo de alianzas y la coordinación regional e intersectorial.

Si el Día Internacional de los Pueblos Indígenas exige un nuevo contrato social, sugerimos que éste consista en una reevaluación del marco jurídico y político de los países para garantizar que realmente protegen a quienes se están quedando atrás. La pandemia se puede convertir en una oportunidad para revisitar el proceso educativo del estudiantado indígena, teniendo en cuenta sus desafíos y necesidades.

El llamado es a que los países de la región prioricen la inclusión y la equidad en la educación desde una perspectiva de derechos humanos y de acuerdo a las normativas internacionales sobre la materia. Asimismo, se espera que los estados miembros de la región continúen fortaleciendo de la inversión en sistemas educativos, y que estos respondan a las demandas de largo aliento sobre reconocimiento y valoración de la diversidad, fomentando propuestas educacionales interculturales y de calidad para todos y todas a lo largo de la vida.

Fuente: https://es.unesco.org/news/marcos-legales-pueden-proteger-derecho-educacion-pueblos-indigenas-america-latina

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Denuncian el asesinato de 6 indígenas en últimas 36 horas en Colombia

Por: Tercera Información

  • Organizaciones colombianas denuncian asesinato de seis indígenas en las últimas 36 horas en el país sudamericano.

La Mesa Permanente de Concertación con los Pueblos y Organizaciones Indígenas denunció este miércoles el asesinato de seis indígenas en las últimas horas en tres regiones de Colombia, con lo cual ya suman 49 los líderes de comunidades originarias muertos de manera violenta en lo que va de año.

«En las últimas horas han sido asesinadas seis personas indígenas en los departamentos de Nariño, Cauca (suroeste) y Chocó (noroeste), evidenciando las sistemáticas operaciones de violencia contra los líderes y lideresas sociales y ambientales en nuestro país», indica la Mesa en un comunicado.

Asimismo, el colectivo, integrado, entre otros, por la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) y la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana (Opiac), señala que los seis indígenas asesinados se suman a otros 43 muertos en el territorio, lo que constituye un genocidio étnico.

En otra parte del texto, la organización denuncia también la continua guerra en Colombia que a su juicio está desangrando a las comunidades por defender la vida, la paz, los derechos. «La disputa por los territorios, los desplazamientos, los confinamientos y el reclutamiento forzado atentan gravemente en contra de nuestra Ley de Origen y derechos fundamentales, contra nuestra pervivencia física y cultural», señala.

Por ende, las comunidades indígenas pidieron al Gobierno central y a todos los actores armados presentes en sus territorios que detengan «de manera inmediata y sin dilaciones el etnocidio físico y cultural» en contra de los pueblos indígenas.

Exigen la implementación del Acuerdo Final de Paz en lo que respecta al Capítulo Étnico y poner en marcha las medidas cautelares colectivas otorgadas a los pueblos indígenas de Colombia por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Diferentes organizaciones de derechos humanos han condenado las matanzas en Colombia y han enfatizado la necesidad de cumplir con los acuerdos de paz para combatir la inseguridad en el país y reforzar la protección de los grupos más vulnerables.

En medio de estas críticas, el presidente colombiano, Iván Duque, el más impopular en la historia del país según diferentes encuestas, en la jornada en la que Colombia celebró el Día Nacional de Derechos Humanos, se enorgulleció por los logros de los tres años de su Gobierno en materia de protección de los derechos de los colombianos.

Fuente e Imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/internacional/23/09/2021/denuncian-el-asesinato-de-6-indigenas-en-ultimas-36-horas-en-colombia/

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10 mensajes de los pueblos indígenas de Brasil al mundo

El día en que el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil retomó el juicio que podría definir el futuro de los pueblos indígenas de Brasil, la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB) publicó una carta en la que lanza al mundo con 10 mensajes claros y contundentes.


Este jueves 26, el STF reanuda la sentencia del caso Xokleng, que debate la tesis del «marco temporal», una demanda que argumenta que los pueblos indígenas solo pueden reclamar tierras donde ya estaban el 5 de octubre de 1988 (año en que fue promulgada la Constitución Federal vigente). Lo que está en manos de los 11 ministros y ministras de la Corte Suprema es el futuro de la demarcación de tierras indígenas en Brasil.

Para reforzar la importancia de este juicio y mostrar cómo los pueblos indígenas se relacionan con sus tierras, la Apib ha elaborado esta lista con 10 mensajes de los pueblos indígenas de Brasil para todo el mundo:

1) La historia de los pueblos indígenas en Brasil no comienza en 1500, ni en 1988.

Los pueblos originarios llegaron a esta tierra incluso antes de que se inventara esta noción de tiempo. Somos herederos de los primeros pies que pisaron esta tierra, y nuestro tiempo no puede ser medido ni determinado por relojes y calendarios que pretendan ignorar nuestra trayectoria ancestral.

2) Nuestras tierras son nuestras vidas, no una fuente de ganancias.

A diferencia de la forma en que los terratenientes, ocupantes ilegales y explotadores tratan con la tierra que usurparon y destruyeron, los pueblos indígenas tenemos una relación profunda, espiritual y ancestral con nuestra tierra. Sin tierra no hay vida para nosotros. No exploramos nuestro territorio con fines de lucro, sino para alimentarnos, sostener nuestra cultura y preservar nuestras tradiciones y espiritualidad.

3) Cuidamos los bosques y esto es bueno para todo el mundo.

Los pueblos indígenas han sido reconocidos en más de una ocasión como los mejores guardianes de los bosques. Nuestros territorios se conservan. Donde hay tierra indígena, el bosque permanece en pie, el agua pura, la fauna viva. Y esto beneficia a todo el mundo, especialmente cuando las crisis climáticas y ambientales amenazan la supervivencia de la humanidad.

4) Nuestra diversidad y nuestra ancestralidad nos unen

Los enemigos de los pueblos indígenas intentan a toda costa construir rupturas y oposiciones artificiales entre nosotros. Sin embargo, no saben que nuestra ancestralidad es más fuerte y más potente que cualquier división que puedan intentar imponernos.

5) La mayor parte de la tierra está en manos de los propietarios, ¡y la están destruyendo!

El argumento de que hay «demasiada tierra para pocos indios» ha demostrado ser falaz más de una vez. De hecho, la mayor parte de la tierra en Brasil ya está dedicada a la agricultura. Una pequeña parte son tierras indígenas, ¡pero las que han sido registradas están bien conservadas!

6) Nuestra lucha es también por el futuro de la humanidad.

Los pueblos indígenas tenemos una cultura de alteridad y acogida. Nuestra lucha por nuestras tierras también es por la preservación del medio ambiente. Somos plenamente conscientes de nuestro papel como protectores de los bosques y la biodiversidad y estamos dispuestos a compartir nuestro conocimiento por el bien de todos.

7) Los indígenas hemos estado luchando por nuestras vidas durante 521 años, y esto es señal de que algo anda muy mal.

Desde que nuestras tierras fueron invadidas, hemos tenido que luchar a diario para sobrevivir: contra enfermedades traídas de afuera, como la COVID-19, que mató a más de 1.100 familiares, contra el genocidio, contra los ataques. Incluso hoy tenemos que luchar por nuestras vidas, y eso significa que para muchas personas nuestras vidas no importan. ¡Esto debe terminar de inmediato!

8) ¡Tenemos un proyecto de mundo y queremos ser escuchados!

Hemos acumulado tecnologías de producción milenarias y esto nos da condiciones para pensar en un proyecto de sociedad sin desigualdades, basado en el buen vivir, el cuidado de la tierra y la libre convivencia entre los pueblos. Nuestro proyecto garantiza alimentos sin veneno, produce sin devastar. ¡Y el mundo necesita un proyecto como este para salvarnos de la destrucción!

9) Estamos aquí y aquí nos quedaremos.

Sobrevivimos al ataque colonial, sobrevivimos al genocidio, sobrevivimos a las enfermedades. Nuestra gente es resiliente e incluso en las peores condiciones supimos cómo protegernos y mantenernos con vida. Seguiremos vivos y lucharemos por nuestros derechos, y esperamos que cada vez más el mundo comprenda que nuestras vidas importan y que los pueblos indígenas quieren y necesitan y exigen una vida plena y pacífica.

10) ¡Brasil es una tierra indígena! ¡La Madre de Brasil es indígena!

Durante 521 años han estado tratando de borrar la ancestralidad indígena de esta tierra que llamaron Brasil. Pisamos este terreno antes que los demás. Cuidamos este suelo, damos forma a estos bosques, adoramos la ancestralidad milenaria de este territorio. ¡Y no importa cuánto intenten esconderse, nunca lo lograrán, porque somos muchos, somos fuertes y estamos orgullosos de nuestra historia!

Movilización en Brasilia de los pueblos indígenas. Créditos: Matheus Veloso. APIB

Traducción: Brasil de Fato.

Fuente (de la traducción): https://www.brasildefato.com.br/2021/08/27/10-mensajes-de-los-pueblos-indigenas-de-brasil-al-mundo

Fuente (del original): https://apiboficial.org/2021/08/25/10-mensagens-dos-povos-indigenas-do-brasil-para-o-mundo/

Fuente: https://rebelion.org/10-mensajes-de-los-pueblos-indigenas-de-brasil-al-mundo/
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500 años, los usos de la historia

Por: Luis Hernández Navarro

La Plaza de Colón, en Madrid, es el corazón emblemático de la ultraderecha española y de sus fantasías de recuperar la grandeza imperial perdida. En ella realizan sus movilizaciones los simpatizantes de Vox y del Partido Popular. En lo que fue un tremendo varapalo simbólico, hasta allí llegaron, el pasado 13 de agosto, los siete integrantes de Escuadrón 421 del EZLN y unos 2 mil 500 insumisos europeos.

Ese día, Vox dio fe de su colonialismo incurable en un tuit. Tal día como hoy de hace 500 años, una tropa de españoles encabezada por Hernán Cortés y aliados nativos consiguieron la rendición de Tenochtitlan. España logró liberar a millones de personas del régimen sanguinario y de terror de los aztecas. Orgullosos de nuestra historia, dijo.

Pero, ni ese exabrupto ni otros, impidieron que los rebeldes internacionalistas les clavaran, ese día, las banderillas a los herederos ideológicos de Francisco Franco y a los nostálgicos españolistas. Cinco siglos después de la invasión castellana-leonesa, andaluza, extremeña y manchega un barco con la delegación zapatista a bordo, cobijada por una multitud proveniente de muchas latitudes, surcó las calles asfaltadas de la capital del reino, desde la Puerta de Sol hasta la Plaza de Colón, haciendo la conquista al revés. Y, como si se tratara de un desmentido al tuit de Vox (y a todos los que se identifican con él en ambos lados del Atlántico), una inmensa manta anunció: No nos conquistaron (https://bit.ly/37O0umf).

Ya antes, al desembarcar en el puerto de Vigo el pasado 22 de junio, los zapatistas habían renombrado Europa como Slumil K’ajxemk’o tierra insumisa.

Inoportunos, con la Plaza de Colón como escenario, los integrantes del Escuadrón 421 tomaron la palabra. “Vivir –dijeron– no es sólo no morir, no es sobrevivir. Vivir como seres humanos es vivir con libertad. Vivir es arte, es ciencia, es alegría, es baile, es lucha.”

“Así nos traen, día y noche, queriéndonos domar, buscando domesticarnos. Y nosotros, pues resistiendo. Toda la vida y generaciones completas resistiendo, rebelándose. Diciendo ‘no’ a la imposición. Gritando ‘sí a la vida’. No es nuevo, es cierto. Podríamos remontarnos cinco siglos atrás y la misma historia.”

Al explicar el propósito de su expedición en aquellas tierras, señalaron: pensamos y sabemos que no somos los únicos que luchamos, que no somos los únicos que vemos lo que está pasando y va a pasar. Nuestro rincón del mundo es una pequeña geografía de lucha por la vida. Estamos buscando otros rincones y queremos aprender de ellos.

Para rematar el rumbo de su misión, tras señalar al capitalismo como responsable de los males que padece la humanidad y naturaleza, pidieron a sus contrapartes: “Cuando un día cualquiera, alguien les pregunte ‘¿a qué vinieron los zapatistas?’, juntos podremos responder, sin pena para ustedes y sin vergüenza para nosotras, ‘vinieron a aprender’. 500 años después, las comunidades zapatistas vinieron a escucharnos”.

La movilización zapatista en Europa marca un giro en las luchas y el discurso de los pueblos originarios de América Latina y en los usos del pasado. Más allá del lamento y la denuncia, lejos del victimismo inmovilizante, sin renunciar a llamar a las cosas por su nombre, en la perspectiva de un nuevo internacionalismo, apuesta a la construcción de redes desde abajo y a la izquierda con quienes luchan contra el capitalismo.

Hace 42 años, en La nueva presencia política de los indios: un reto a la creatividad latinoamericana, Guillermo Bonfil documentó cómo los indios del continente tienen voz propia, pese a que los europeos colonizadores y las burguesías nativas se empeñan en negarla. Seguimos soñando con naciones homogéneas, con una sola cultura, una lengua, una raza, a pesar de ser sociedades formadas por pueblos diversos, escribió.

Según el antropólogo, en los proyectos de los pueblos indios expresados a través de las organizaciones políticas étnicas recién creadas (comienzos de los 70) ha estado implícita su resistencia secular. Sin embargo, hay algo novedoso en ellas: una ideología política orientada al cambio de las sociedades latinoamericanas y no sólo a la preservación de los propios grupos étnicos. Estas organizaciones –señaló– tienen en común la decisión de los pueblos indios de actuar como unidades políticas diferenciadas.

Bonfil describió las ideas-fuerza de este emergente pensamiento político indio. Por ejemplo, la continuidad histórica de los pueblos y la convicción de que no hubo conquista, sino invasión. Ante ella, el indio ha resistido y luchado. De manera que, el imperialismo y el colonialismo son la forma de ser de la civilización occiden­tal, no un momento de su trayectoria histórica.

Un programa así, reivindica –según él– retomar el hilo de la historia, no para volver al pasado y quedarse allí. Se trata de actualizar una historia colonizada, liberarla y construir sobre ella; poner fin a un capítulo, cerrar el paréntesis, dar vuelta a la hoja y seguir adelante. Desde esta perspectiva, este ejercicio es un poderoso llamado hacia el futuro.

Sin dejar de lado la herencia de este pensamiento, el zapatismo cambia de terreno la lucha y el discurso indígena, y pone como núcleo de su propuesta la lucha por la vida en el marco de un proyecto anticapitalista, y el tejido de una comunidad trasnacional de todos los extemporáneos a partir de caminar preguntando. No sólo lo proclama, sino que pone manos a la obra. Ese es el sentido profundo de la movilización del pasado 13 de agosto.

Twitter: @lhan55

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2021/08/17/opinion/017a2pol

Imagen:  brian261 en Pixabay

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Libro (PDF): Crítica del derecho y del estado frente a la reconfiguración del capital. Pensamiento y praxis

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

De entre las miradas posibles para analizar la dinámica global y sus contradicciones, los estudios que promueve la Asociación Nuestroamericana de Estudios Interdisciplinarios de la Crítica Jurídica tienen como eje medular el análisis del estado y del derecho; se inscriben en los estudios críticos del derecho —crítica en el sentido de la crítica a la lógica destructiva del capital desde su raíz y no sólo en sus manifestaciones fenomenológicas—, y buscan no sólo describir sino explicar al estado y al derecho moderno hegemónicos, procurando ir más allá de su discurso, esto es, anclando su análisis en las relaciones sociales de dominación capitalista, es decir, en la mercantilización de la vida en su conjunto.

Autoras(es): Blanca Estela Melgarito Rocha. Daniel Sandoval Cervantes. Alma Guadalupe Melgarito Rocha. [Editores]

Jaime Eduardo Oriz Leroux. Alejandro Karin Pedraza Ramos. Esteban Rodríguez Alzueta. Daniel Sandoval Cervantes. Marco Alexandre de Souza Serra. Augusto Sánchez Sandoval. Bernardo Bolaños Guerra. Ricardo Miranda. Francisco Martínez Cruz. Carlos Perea Sandoval. Tania Meneses Cabrera. José Ricardo Pachón Niño. Kendy Dayana González Valencia. Fabrizia C. Navarro Santaella. Fructuoso Matías García. Daniel Cieza. Rocío Hernández Vite. Úrsula Bonfil Jiménez. Edgar Belmont. Miriam Roque. Guadalupe Urbina Martínez. Tainã Góis. Ana Carolina de Brito Moraes. Cynthia González Cárdenas. José Rubén Orantes García. Mónica Ribeiro Palacios. Mercedes Cabrera Rosas. Claudia Morales Gómez. Cynthia B. Salazar Nieves. Sergio Martín Tapia Argüello. Alma Guadalupe Melgarito Rocha. Blanca Estela Melgarito Rocha. [Autoras y Autores de Capítulo]

Editorial/Edición: CLACSO. CEPEDIS. ANEICJ.

Año de publicación: 2021

País (es): Argentina

ISBN: 978-987-722-942-4

Idioma: Español

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Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=2379&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1551

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