España: La ciudad tiene la ratio de alumnos por aula más alta en Infantil, Primaria y ESO

España/21 agosto 2017/Fuente: El Faro de Melilla

  • En las clases hay 7,4 más estudiantes de Infantil que la media nacional, 6 en Primaria y 4,2 en Secundaria

Melilla es la autonomía con mayor número de alumnos por aula en Infantil, Primaria y la ESO. La media de estudiantes de Infantil por clase es de 25,9. Le sigue Ceuta con 25,2 escolares, siendo la media estatal de 18,5. Por lo tanto, hay una diferencia de 7,4 alumnos por clase entre la cifra que se registra de media en toda España en comparación con la de Melilla. En Extremadura es donde se contabiliza el menor número de escolares por clase en esta etapa educativa: 16,7. Así se recoge en un estudio publicado por el Ministerio de Educación titulado ‘Sistema estatal de indicadores de la Educación 2017’, en el que se incluyen datos del curso 2014-2015.

En Primaria, nuestra ciudad contabiliza 27,9 estudiantes por aulas, eso significa que hay seis alumnos más en las clases melillenses que la media estatal (21,9). En Ceuta se registra un dato similar al de Melilla con 26,8 escolares por clase. La región con la cifra más baja es Extremadura con 18,3.

Alumnos en la ESO

Si se analizan los datos registrados en este estudio en referencia a Secundaria, Melilla vuelve a contar con la cifra más elevada de alumnos por clase con 29,4. En Ceuta se alcanza los 27 y la media estatal es de 25,2.

En cambio, en Bachillerato cambian todos los datos. Hay menos alumnos por clase que la media estatal situada en 26,6. En este sentido, son 25,5 en Melilla y 25,4 en Ceuta. Estos datos reflejan que las dos ciudades autónomas están entre las regiones donde menos estudiantes deciden entrar en Bachillerato. Es Andalucía la autonomía donde hay más escolares en las clases de este ciclo educativo: 29.

El estudio también apunta que Melilla registra el mayor número de alumnos por aula en Formación Profesional Básica con 22, mientras que en Ceuta es de 16,4 y a nivel estatal es de 14,2.

Por otro lado, tanto en los ciclos de Formación Profesional de grado Medio como Superior, los datos de Melilla se encuentran por debajo de la media estatal. En concreto, hay 20,9 estudiantes por aula en FP Medio y 20,4 en FP Superior, siendo las medias estatales de 21,2 y de 21,8.

Estudiantes y profesores

Además, en Educación Especial el número de escolares por clase es de 6 en Melilla, una cifra superior a la media estatal, que registra 5,4, aunque es la cuarta más elevada en comparación con otras regiones, como Cataluña (6,7). En el caso de Ceuta, es de 5,7 estudiantes por aula.

El informe de Educación también muestra que Melilla se encuentra entre las cuatro regiones donde se contabiliza un mayor número de alumnos por profesor.

Según los tipos de centros

En concreto, Madrid registra el dato más elevado con 14,1 estudiantes por maestro, seguido de Melilla, Canarias y Ceuta con 13,7 escolares por docente. Todas están por encima de la media estatal que se sitúa en 12,7.

Si se analiza por centros, Melilla tendría 13,2 alumnos por maestro en los centros públicos y 16,6 en los privados. En Ceuta son cifras varían con 12,7 estudiantes por centros de titularidad pública y 19,5 en privados. La media estatal es de 11,7 escolares por docente en los centros del Estado y de 15,3 en los privados.

Alumnos extranjeros

Según el informe, nuestra ciudad es la séptima región con mayor porcentaje de alumnos extranjeros en sus aulas. En concreto, 10,1% de los estudiantes no es español. Es Islas Baleares con 14,1% donde es mayor esta cifra, siendo la media nacional de 8,6% y en Ceuta de 4,7%.

En Melilla, el dato más elevado de alumnos extranjeros se registra en Educación Infantil, con un 12,5% del total, siendo la media nacional de 8,2%.

Melilla tiene los datos más bajos de alumnos de 3, 17 y 20 años matriculados en centros

Melilla es la región con el menor porcentaje de niños de 3 años matriculados en centros educativos. En concreto, sólo un 82,6% está en el primer curso de Educación Infantil, siendo en Ceuta de 93,6 y la media estatal de un 94,8%. Es otro de los datos recogidos en el informe ‘Sistema estatal de indicadores de la Educación 2017’. Asimismo, se indica que Melilla es la autonomía con el porcentaje más bajo de alumnos matriculados en un centro educativo con 17 años. Tan sólo un 77,7% de los estudiantes de esa edad está cursando algún tipo de formación, frente al 89,9% de media nacional o el 80,3% de Ceuta.

Pero este porcentaje ha mejorado con el paso de los cursos. En el 2009-2010 sólo un 75,5% de los estudiantes de 17 años estaba matriculado, también era la cifra más baja del país, pero cuatro cursos más tarde se ha mejorado en 2,2 puntos. En cambio, Ceuta ha bajado esas cifras y empeora en 5,1 puntos, ya que en el curso 2009-2010 tenía un 85,4% de los alumnos de esa edad matriculados en centros.

Otro dato destacado en el estudio publicado recientemente por el Ministerio de Educación es que Melilla registra el porcentaje más bajo de chicos de 20 matriculados en la universidad. Tan sólo un 7,9% cursa estos estudios frente al 11,8% de media estatal y los 8,2% de Ceuta. En el País Vasco se llega a 17,1%. Asimismo, los datos registrados en Melilla no son mejores que otros cursos. En concreto, en 2009-10 había un 8,7% de los jóvenes de 20 años en la universidad y esa cifra ha disminuido en un 0,7% en el curso 2014-2015, el último que analiza el informe sobre el sistema educativo.

Fuente: https://elfarodemelilla.es/2017/08/21/la-ciudad-la-ratio-alumnos-aula-mas-alta-infantil-primaria/

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España: El tamaño de las aulas importa: más alumnos, más burocracia y menos tiempo para aprender

Europa, España, 19 de agosto de 2017.  Fuente: http://www.eldiario.es. Autor: Daniel Sánchez Caballero.

Las clases masificadas provocan que el profesorado pierda tiempo en imponer orden, perjudican a los estudiantes más desfavorecidos y dificultan la individualización de la enseñanza. La situación ha empeorado en los últimos años como consecuencia de los recortes porque el descenso de profesores ha conllevado la subida de alumnos.

Apenas se habla de ello, pero es de lo que más afecta al día a día en clase. Cuántos alumnos hay metidos en un aula o con cuántas personas tiene que lidiar un profesor cada hora. Aunque es la parte más visible de esta variable cuantitativa, no es la única. Hay otras, menos evidentes, pero también importantes: cuántos exámenes debe corregir el maestro de cada tacada o con cuántas familias tiene que relacionarse en cada curso. Las ratios condicionan hasta dónde se puede individualizar la atención a los alumnos.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha puesto sobre la mesa la cuestión de las ratios, en general por encima de los límites recomendables, durante su campaña electoral. Prometió que las reduciría a 12 alumnos por clase en Primaria de un curso para otro. Su ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, anunció a principios de julio que en una primera fase se realizará en 2.500 clases de colegios de zonas desfavorecidas. La tarea será ardua. En Francia, según datos de la OCDE, las ratios en Primaria están actualmente en 23 alumnos por clase.

En España la situación no está mucho mejor. En Primaria hay 22 alumnos por clase —de media—, mientras en Secundaria la cifra sube hasta los 25. Con estos datos, nuestro país se ubica en la posición número 12 de los 33 países que analiza la OCDE, por encima tanto de la media de estos países como de la media de la Unión Europea de los 21 –países que forman parte de la UE y de la OCDE– , que se sitúa respectivamente en 21 y 20 en Primaria y 23 y 21 en Secundaria.

España se coloca justo por detrás de EEUU y por delante, precisamente, de Francia. China lidera la clasificación por países, con 50 alumnos de media en Secundaria y casi 40 en Primaria, y Letonia la cierra con 15 y 16, respectivamente.

Las ratios de alumno por aula en Europa.
Las ratios de alumno por aula.

Hasta 40 alumnos por clase

Los datos de España hay que cogerlos con cuidado. Son medias y, en muchas ocasiones, se nutren de dos extremos: las grandes ciudades suelen tener muchos más alumnos por aula que los entornos rurales o de pequeñas poblaciones. En las grandes capitales puede llegar a haber hasta 40 alumnos en cada clase en los últimos años de bachillerato.

La situación solo ha empeorado en los últimos años como consecuencia de las decisiones adoptadas por la crisis. El descenso del número de profesores ha conllevado automáticamente la subida de los alumnos por clase, como constató CCOO en un reciente informe. Así, en el periodo entre el curso 2008-2009 y el 2015-16 cada aula de un centro público acoge a un alumno más en Primaria y a uno y medio en Secundaria. En regiones como Madrid  la masificación en las aulas ha llegado a la justicia (la expresidenta, Esperanza Aguirre, permitió subir las ratios un 20% de manera coyuntural, pero nunca se bajaron) y en otras como Cantabria están en máximos europeos.

Con Cifuentes, la Comunidad de Madrid mantiene a más alumnos de los que marca la ley porque apela a un decreto que permitía subir el número ante la reducción de plantilla. Sin embargo, se quedó sin efecto después de que el Gobierno anunciara una tasa de reposición del profesorado del 100%. Así las cosas, el limite legal de ratios marca un máximo de  25 alumnos en Infantil y Primaria; 30 en Secundaria y 35 en Bachillerato.

El tamaño de las aulas importa, explican los expertos. Y no solo en el rendimiento de los alumnos, también en el discurrir de la propia clase o en el gasto educativo. Aunque no hay excesiva literatura específica al respecto, Blanquer sí aludió a «estudios realizados en Francia y en el extranjero» para avalar la propuesta francesa de reducir las ratios.

La OCDE, en su Panorama de la Educación, explica tímidamente que «las clases más pequeñas pueden beneficiar a grupos de estudiantes concretos, como los que proceden de entornos desfavorecidos».

La importancia de la atención individual

Los profesores que están cada día en las aulas confirman estas impresiones y van más allá. «El número de alumnos es una de las cosas más importantes», asegura una profesora de Primaria. «Es la manera de conseguir una atención lo más individualizada posible para cada estudiante. Para mí, en un mundo ideal el máximo razonable son 18-20 y el óptimo, 14-15. Si tienes divididos a los alumnos en grupos de rendimiento (no una división física, está en tu cabeza), puedes centrarte en el que tiene un menor desempeño y el otro trabajará solo. Con tres grupos ya no vas a llegar a todos», explica. Y si en la clase hay alumnos con necesidades educativas especiales, la aseveración anterior redobla su validez e importancia.

Más allá de esto, señala la OCDE, «un mayor tamaño de las clases parece estar asociado a un porcentaje más elevado de estudiantes con problemas de comportamientos y con la necesidad de dedicar más tiempo a mantener el orden, en vez de a la enseñanza y al aprendizaje».

Los datos de la OCDE muestran que en los países con menos alumnos en cada clase (Letonia o Estonia, con casi 15 alumnos), los profesores dedican casi el 85% del tiempo a la enseñanza y el aprendizaje, mientras que en los que más tienen (clases que rondan las 35 personas), este porcentaje cae por debajo del 75%. La media de la OCDE no llega al 80%. En una clara correlación, en los países con las aulas más masificadas el 15% del tiempo se va en mantener el orden en clase, mientras que los que menos alumnos tienen no llegan al 10% de los minutos invertidos en esta tarea.

Además, como recuerda otra maestra, no solo se trata de las horas de clase en sí. Más alumnos significa más exámenes que corregir y, sobre todo, más familias que atender durante el curso. De nuevo, más tiempo dedicado a la burocracia y restado a las tareas puramente académicas que limita esa individualización de la enseñanza a la que apuntan los expertos como el camino a seguir.

En Francia, pionera en la reducción masiva de ratios si mantiene la promesa, tienen tarea por delante. Tanta, que los sindicatos del país creen que no lo van a lograr. Reducir el número de alumnos por aula requiere más clases físicas y más profesores. La parte de los maestros más o menos se puede acometer, es cuestión de dinero. Más dificultades presenta la de las aulas. De momento, como solución temporal, los directores se plantean separar las clases que ya tienen por la mitad con algún recurso coyuntural (una cortina, un muro) o utilizar las aulas informáticas.

Fuente reseña: http://www.eldiario.es/sociedad/importancia-tener-pocos-alumnos-clase_0_670883145.html

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