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Los niños con los niños.

Por: Pilar Galán Rodríguez.

La estulticia, al contrario que los yogures, no tiene fecha de caducidad ni de consumo preferente.

Una vez que se instala en un sistema, queda latente pero luego despierta con más fuerza, como las liendres, para invadirlo todo.

Hace años escribí una columna titulada Los niños con los niños, una reflexión sobre la educación separada por sexos, una crítica a una segregación que yo suponía pasada de moda. Pero no.

En Madrid, un colegio concertado, además de separar a los niños de las niñas en las aulas, siguiendo criterios ignotos, solo conocidos por la inspección educativa que les deja continuar con su proyecto, separa también a los alumnos en las actividades extraescolares.

Este colegio (financiado con fondos públicos, no se nos olvide) ofrece talleres de ganchillo y visitas a comedores sociales solo para las niñas, y visitas al Bernabéu solo para los niños.

No hace falta ser un lince para sacar conclusiones. Labores para ellas, deporte para ellos. La polémica no resulta nueva para el director del centro, sancionado hace poco por comparar la ley contra la homofobia con el fanatismo terrorista.

Ahí es nada.

Lo preocupante no es que este señor campe a sus anchas por nuestro sistema educativo. Haberlos, haylos, como en todas partes.

Lo vergonzoso es que se haga con mi dinero y que en pleno siglo XXI haya padres que piensen aún como en las canciones antiguas que los niños con los niños deben estar, no vaya a ser que se maleen, se vuelvan blandos y no sirvan como tiburones para los negocios.

Y al revés, que a las niñas, pobres, les dé por pensar, o por ponerse a trabajar, y el orden establecido se resienta.

En la página web del centro se pide respeto para quien ha elegido este ideario con libertad, palabra que el director parece desconocer cuando se trata de educar niños, no estereotipos.

Lástima que haya columnas que nunca pasen de moda.

Fuente: http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/opinion/ninos-ninos_1011659.html

Imagen: http://www.escuelasinfantilesvelilla.com/blog/wp-content/uploads/2014/12/como-educar-en-el-valor-de-amistad-en-ni%C3%B1os.jpg

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Entrevista a Toni Ramoneda: “La única certeza es que no existe ningún método para aprender. Y es una suerte”

26 Febrero 2017/Fuente: elconfidencial/Autor:HÉCTOR G. BARNÉS

El último libro del barcelonés intenta establecer «una voz democrática desde la escuela más fea del mundo». Pero ¿qué ocurre entre los muros de sus aulas?

“Este libro está escrito desde la distancia que supone escribir en español cuando se vive en Francia, pero la distancia también que separa los tres componentes del relato”, escribe Toni Ramoneda en la introducción de su último libro, ‘La escuela más fea del mundo’ (Clave Intelectual). Se trata de una obra en dos movimientos y un intermedio articulados entre una conferencia sobre Europa, el colegio donde imparte clase y el cabezazo de Zinedine Zidane en la final del mundial de 2006.

Ramoneda (Barcelona, 1978) es doctor en Ciencias de la Comunicación y profesor de español en el instituto Louis Aragon de Givors, además de miembro del equipo de investigación ELLIAD de la Universidad de Besançon. Hijo del periodista y filósofo Josep Ramoneda, su segunda obra después de ‘Europa como discurso’ (RBA) se encuentra en un punto intermedio entre el ensayo, la conferencia, la divagación filosófica y la narración.

Una clase no es un equipo de fútbol que debe competir unido, es un grupo de personas que construyen un espacio común

Desde su posición privilegiada –o, mejor dicho, única–, nos internamos con él a través de un cuestionario por correo electrónico en su colegio, su ciudad, su país, su sistema educativo y lo que le aguarda a la Unión Europea. ¿Fue todo un sueño?

PREGUNTA. Europa es el tema principal de su libro. Sin embargo, ¿se ha construido Europa desde las escuelas, ha habido un verdadero proyecto? Es más, ¿debería haberlo?

RESPUESTA. Yo no diría exactamente que Europa sea el tema de mi libro. Su hilo conductor es más bien la manera en que al aprender construimos un mundo común. Eso, con la particularidad de que este libro está escrito en Francia y que en francés el verbo aprender significa a la vez enseñar y recibir. A partir de ahí, de este movimiento que intento trasladar también a la escritura, Europa surge en el libro como una realidad que se construye a sí misma. Y llego a sus preguntas. Porque Europa es una realidad que estamos construyendo y por lo tanto que también desmontamos, destruimos y reconstruimos por momentos.

En términos institucionales, es decir como conjunto de tratados, de edificios, de directrices y demás, esta realidad tiene cincuenta años. Por lo tanto, Europa como institución no se ha construido, sino que todavía se construye y eso –la capacidad de otorgarnos reglas comunes, espacios de representatividad, formas de reconocimiento mutuo, dispositivos para el debate y también, por supuesto, sus contrarios, es decir imposición de normas mediante una negociación falseada, debates sin espacio para la crítica o formas de representación alejadas de las realidades que representan– de algún modo lo hemos aprendido en las escuelas y forma parte también de un cierto proyecto ligado a la ilustración. Pero insisto: todo. El debate real y el consenso burocrático, la representatividad y el ‘marketing’ político, el reconocimiento mutuo y el falso reconocimiento de la negociación desigual.

A mi parecer el proyecto Europeo tendría que ver, y eso pretende expresar mi libro, con la capacidad de construir espacios comunes que no se reduzcan a formas de pertenencia y esto es el acto de aprender: construir lo común mediante las palabras, cada uno desde su propia posición, sin pretender convertirnos en una unidad. Supongo que volveremos a ello, pero una clase no es un equipo de fútbol que debe competir unido, una clase es un grupo de personas interdependientes que construyen un espacio común. Ya sé que suena naïf y pasado de moda, pero este, a mi entender, es también el proyecto europeo. Por lo menos el de ‘La escuela más fea del mundo’.

P. Señala que los alumnos creen que la escuela debe proporcionarles un buen trabajo (y, por extensión, un buen salario). Lamenta que, además, parezca algo contradictorio con ser más sabios. ¿Corren el peligro tanto la escuela como la universidad de convertirse en fábrica de trabajadores, pero poco sabios?

R. Lo creen sobre todo los padres, que son antiguos alumnos, claro, y probablemente lo creerán mis alumnos cuando sean padres. No hay que olvidar que todos hemos sido alumnos, también los profesores. Pero sí, lo que lamento es el aspecto utilitario, incluso cuando se reviste de ideas muy loables como crear personas o incluso contribuir a la realización personal de los alumnos, incluso así, atribuir una función a la escuela es ya un indicio de lo poco que creemos en el aprendizaje como experiencia. Aprender, insisto, es construir. Aprender y enseñar es apoderarse de un presente, de un tiempo que nos es propio, que nos pertenece a los alumnos y al profesor y que puede estar contenido en las cuatro paredes de un aula, en un jardín botánico o en un taller de mecánica, pero un tiempo que es nuestro y que sirve para ese momento, es decir para estar ahí juntos, porque si no el utilitarismo se carga el aprendizaje y el futuro viene a robarnos este presente. No digo que nos dé igual el futuro, digo que vamos a ir hacia él desde aquí y no al revés.

P. Hay una expresión muy potente en su libro: «aulas colonizadas por la angustia del futuro». ¿Se ha trasladado la angustia propia de la edad adulta a los niños, a los que les exige que elijan su destino a una temprana edad, y por lo tanto dejen de ser niños?

R. Es cierto que yo, cuando veo a chicos de catorce años a los que les exigimos que sepan lo que quieren hacer de mayores, me siento muy mal. ¡Pero también es posible que sea porque yo mismo no sé todavía qué quiero ser de mayor! En fin, sea como fuere, tanto ellos obligados a decidir, como yo incapaz de hacerlo estaríamos colonizados por este futuro del que hablo. No sé si el problema es dejar de ser niños, tampoco me gusta la idolatría de la inocencia en la que se cae a veces, pero una vez más, lo que me parece problemático es la desconfianza que mostramos hacia el aprendizaje como experiencia. Desde el momento en que estamos articulando de manera tan insistente el aprendizaje a una elección y a una situación futura, estamos impidiendo esta experiencia que, por sí misma, ya nos puede ir guiando. Insisto, creo que no confiamos en el aprendizaje. En la experiencia de aprender.

En Francia, nadie se cree ya que el sistema educativo sirva para romper las dinámicas de reproducción social

P. En España hay una cierta idealización de la educación extranjera; sobre todo Finlandia, pero también países como Francia. Sin embargo, cita una «nueva tautología republicana» de manera bastante ácida: «somos un país culto porque somos un país culto». ¿Qué pasa en la escuela francesa?

R. Pues precisamente yo diría que sufre, quizás como Francia en general –pero esto ya sería otra cuestión–, de una falta de confianza en sí misma tremenda. Nadie confía ya en el proyecto republicano de una escuela emancipadora, igualitaria y laica. Por eso lo extendía al país en su conjunto que no confía en su propio proyecto republicano. En la educación, esto significa que nadie se cree ya que el sistema educativo sirva para romper las dinámicas de reproducción social. Desde el famoso libro de Bourdieu ‘Los herederos’, en el que este sociólogo demostraba como la escuela está construida por y para quienes ya saben cómo funciona y por lo tanto se manejan mucho mejor que los demás en ella y parten con una ventaja añadida, además de la de pertenecer a una clase superior, desde entonces se ha seguido reflexionando y se han multiplicado dispositivos, programas, métodos y directrices para tratar de ofrecer las mismas posibilidades a todos los alumnos.

Ahora, por ejemplo, nos centramos en la individualización, es decir en tratar de ofrecer a quienes no tienen los medios, ya sean económicos o culturales, en su casa para comprender las reglas del sistema, la posibilidad de manejarse en él. Dicho de otro modo, adoptamos como profesores un rol de tutor ilustrado. El problema es que esto ya existía antes en forma de dispositivos, con profesionales que trabajaban y cobraban por hacerlo y alumnos que podían recibir esta ayuda como parte de su educación. Se cerró porque era muy caro y ahora lo transformamos en seguimiento individual. Un poco como cuando un país no controla su deuda y llegan los expertos de Bruselas. En el mejor de los casos, lo que transmitimos a los padres es algo como ‘no se preocupe, usted no sabe hacerlo muy bien, pero ya me ocupo yo de su hijo’.

De hecho mi respuesta cabría en una frase: la escuela francesa es extremadamente cara y hay que reducir la deuda. La cuestión, por lo tanto, más allá de si está bien o mal sacrificar la educación pública para salvar la deuda es ¿por qué hoy Francia, que ha hecho de la educación uno de sus mitos fundadores, está dispuesta a sacrificarla? Pues porque ya no confían en la escuela. De ahí mi frase, que usted llama ácida.

P. «Podría tratar de explicar ahora las razones por las que somos tantos los que sufrimos con un trabajo que debería hacernos sentir partícipes de nuestro mundo común», escribe a propósito de su labor diaria. ¿Por qué no me lo explica ahora?

R. ¿Cómo se sentiría usted si tuviera la impresión de que cada vez más personas están dejando de confiar en su trabajo? De hecho, deslegitimar el periodismo como profesión es uno de los ejes discursivos de Donald Trump, pero también lo vemos en la derecha francesa ahora que se acercan las elecciones y en la extrema derecha de Marine Le Pen. Lo que quiero decir es que la educación, como el periodismo, además de profesiones, son instituciones ligadas a la democracia y por lo tanto las vivimos como un ejercicio que contribuye al bien común. Eso, como todo, puede derivar en abuso de poder, ya sea en el caso del periodismo mediante la voluntad de ejercer un poder, digamos, fáctico o en la educación cuando se cae en el adoctrinamiento, ya sea moral o ideológico.

Pero sin perder nuestra capacidad crítica, creo que podemos estar de acuerdo en que muchas personas deciden hacer periodismo o meterse a enseñar en un aula para contribuir al debate público o a la construcción de este mundo común del que ya he hablado. Por lo tanto, cuando uno se encuentra en que no solo este trabajo es mucho más exigente en términos incluso psicológicos y morales, porque los adolescentes son más crueles entre ellos y con los demás de lo que pensaba, sino que además no se le reconoce ningún otro valor más allá de la evaluación en términos de resultados, pues sí, uno sufre. Pero insisto, el sufrimiento está presente en muchos trabajos, lo dramático es cuando a la falta de confianza en sí mismo que uno puede sentir frente a treinta alumnos que muestran desdén se le añade la falta de confianza que uno siente por parte de la sociedad en su conjunto.

Ahora parece que todo el mundo ha descubierto la necesidad de sorprender a los alumnos para que deseen aprender

P. «La obligación del profesor, decía, es llevar a los alumnos a la frontera para que naveguen en un discurrir extraño que no harían de otro modo y que podrán seguir haciendo en el futuro»: se dirá que ahora los nuevos profesores, o los de los colegios de excelencia, sí que saben hacerlo, no como «los de antes». Pero eso no es verdad, ¿verdad?

R. Sí. Ahora parece que todo el mundo ha descubierto los llamados métodos accionales, la necesidad de sorprender a los alumnos para que deseen aprender, la motivación extrínseca que hay que aportarles sin esperar que estén motivados por sí mismos, el desarrollo de competencias, en fin, todo lo que ya sabemos desde hace más de cien años. Y no hay nada que decir, pues mejor si al fin se pone de moda. Pero vuelvo al principio: ¿qué discurso hay detrás? El discurso de que así se aprende mejor, de que así los alumnos son competentes y se adaptan mejor a cualquier situación, de que con estos nuevos profesores y estas nuevas pedagogías, que no tienen nada de nuevas repito, el aprendizaje es, en suma, más eficaz.

O sea, que lo que nació como una forma de desligar el aprendizaje de la transmisión, es decir de la idea de que hay un saber que tiene que pasar de un punto A, el profesor, a un punto B, el alumno. Esta idea, que es absurda porque es lo propio de las máquinas, no de los hombres, sigue estando presente como discurso. Se le llama eficacia. Pues para eso, que desarrollen la inteligencia artificial y sí, seguro que transmitirán datos completos de A a B, pero el acto de aprender, la experiencia del aprendizaje, habrá desaparecido. En definitiva, lo que me da miedo en algunos de estos discursos que leo u oigo sobre educación actualmente en España es que se centran en la presentación o en la búsqueda de métodos, del ¡método final!, diría. Y la única certidumbre que tengo en lo que respeta a la educación es que no existe ningún método para aprender. Lo cual es una suerte, por cierto.

P. Como profesor de lengua extranjera en Francia, ¿cuáles son las diferencias entre la escuela española y la francesa? Y, sobre todo, ¿qué tienen en común?

R. Nunca he ejercido en España así es que la verdad es que no lo sé. Pero a nivel anecdótico, una cosa que es muy sorprendente en Francia y que comparto con otros compañeros españoles es la obsesión por el silencio. El silencio como símbolo de respeto hacia el profesor y de la autoridad que representa. Yo me obligo a dar clase con la puerta abierta para quitarme la vergüenza de encima si en mi clase se oye ruido. Pero no es fácil porque entre compañeros se sabe en qué clases hay silencio y en cuáles no. Cuando uno enseña un idioma, que lo valoren en función del silencio que impone, pues tiene su gracia…

P. En una entrevista explicaba que busca en sus clases «crear un deseo de aprender pero a la vez crear conciencia de lo que no se sabe». Como profesor, ¿cuáles son sus principios, a nivel práctico?

R. Lo de ser conscientes de lo que no sabemos ya sé que es el primero de los tópicos del aprendizaje, pero es que muchos alumnos todavía no lo han oído y hay que transmitírselo. A nivel práctico, mi obsesión principal es construir ejercicios que nunca se puedan acabar. Esto es muy difícil y rara vez lo consigo, porque claro, tampoco puedes frustrar al alumno con algo que no podrá hacer o que tendrá la impresión de no haber conseguido hacer. El equilibrio, en este sentido, aparece cuando consigo encontrar una actividad en la que un alumno dice «ya he acabado» y entonces le puedo señalar otra cosa en la misma actividad y decirle pues yo creo que todavía puedes seguir y así, de manera ideal, hasta el infinito. A parte de mostrar el hecho de que el aprendizaje es un movimiento y una experiencia y no sólo la adquisición de un conocimiento, esto permite que cada alumno pueda a la vez participar de un trabajo colectivo, porque todos tienen que realizar la misma actividad y llegar hasta donde le lleve su propio trabajo y su propio ritmo.

P. ¿A qué clase de personas da lugar el sistema educativo actual?

R. No lo sé. Pero precisamente creo que deberíamos dejar de pensar que el sistema educativo tiene que dar lugar a determinadas personas porque así es como nos quitamos de encima nuestra responsabilidad como miembros de una sociedad. Las personas las creamos en las escuelas, en los bares, en casa mirando la televisión, en las redes sociales, en los campos de fútbol, cuando vamos de vacaciones y en el Congreso de los Diputados. Nadie se escapa y los profesores, cuando caemos en la tentación de pensar que jugamos un papel diferente, nos atribuimos una responsabilidad que no nos incumbe, al tiempo que se la quitamos a los demás. La escuela es una institución democrática, cierto, como lo es el periodismo, ya lo dije antes, pero ello no significa que produzca algo. Eso ocurre, precisamente, cuando se la utiliza como lugar de adoctrinamiento, pienso en los regímenes totalitarios. En democracia, una escuela no debería producir nada. Algo así como un gran silencio en medio de un mundo que produce ruidos sin parar.

Fuente de la entrevista: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2017-02-25/entrevista-toni-ramoneda-escuela-fea-mundo_1336906/

Fuente de la imagen:

http://4www.ecestaticos.com/imagestatic/clipping/4ce/8ce/4ce8ced1abc4c0066c92d86d0552323b/imagen-sin-titulo.jpg?mtime=148778160

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Entrevista Isabel Grana Gil: «La escuela se está quedando muy sola»

19 Febrero 2017/Fuente: diariodesevilla/Autor: Encarna Maldonado

  • Isabel Grana inició en 2001 en la Universidad de Málaga, junto a Carmen Sanchidrián y Francisco Martín Zúñiga, el estudio de la depuración de los profesores durante el franquismo.
  • El equipo ha revisado 2.445 expedientes de docentes de institutos de toda España que fueron investigados por el régimen para comprobar si eran afectos al sistema.
  • El 27% de ellos fueron sancionados, algunos, como Antonio Machado, incluso después de muertos. También ha analizado la depuración en las escuelas normales que formaban a los maestros a través de vías alternativas, porque esos archivos han desaparecido.

-¿Qué significa para un país depurar a sus maestros?

-Significa poner en tela de juicio su esencia y su historia, porque la educación es la transmisión de los valores que tenemos no sólo como personas, sino como unidad nacional.

-Ha estudiado durante años cómo el franquismo investigó a los profesores de instituto y de las escuelas normales que formaban a los maestros. ¿Qué es lo que más le ha impactado?

-Muchas cosas. De hecho, hemos dejado esta investigación por salud mental. Ya no podíamos más. Me ha llamado la atención el expediente a una profesora sancionada porque su marido era manifiestamente republicano. Finalmente la confirmaron con los mismos argumentos porque al ser mujer de tenía, como buena esposa, que seguir a su marido y hacer lo que él dijera. Otra profesora fue sancionada primero por la República por ser de derechas y católica. Al comenzar la Guerra Civil el Gobierno republicano también depuró porque no quería profesores que no fueran de su cuerda. Sin embargo, al terminar la guerra volvió a ser sancionada por haberse quedado en la zona republicana. Acabó en un sanatorio psiquiátrico.

-¿Maestros y profesores siempre bajo sospecha?

-Gil de Zárate, director general de enseñanza a mitad del siglo XIX, dijo en el Congreso: «Admitámoslo, quien controla la educación controla el país». Si te fijas, en Europa, donde no hay fronteras y donde las leyes permiten la libre circulación de estudiantes universitarios, cada país sigue teniendo leyes educativas propias, porque la identidad de un país se transmite a través de la educación obligatoria.

-¿Sigue el pulso Iglesia- Estado?

-Sí. La Iglesia se encargó de la formación hasta la mitad del siglo XIX cuando se conformaron los estados nación y los gobiernos quisieron el control de la educación. La Iglesia se negaba porque suponía perder influencia, y hasta hoy.

-¿Cuál es el problema actual de la enseñanza?

-Ser analfabeto ahora no es no saber leer y escribir, sino no saber interpretar lo que se lee y escribe. Nos falta que todos esos analfabetos dejen de serlo. Necesitamos una educación crítica que enseñe a pensar y es complicado sobre todo porque la escuela en este momento se está quedando muy sola. Las redes sociales, que tienen cosas buenas, aquí no hacen ningún favor. Si un niño lee algo en una red social y el maestro le dice lo contrario, él cree lo que ha leído en internet. La autoridad de la escuela se ha difuminado. Antes lo que decía un maestro iba a misa, ahora los padres le dicen al maestro lo que tiene que hacer. Por ejemplo, hay un movimiento contra los deberes.

-¿Es un desafío a la autoridad del maestro?

-De alguna manera. No quiero decir que los niños deban hacer cuatro horas de deberes al día pero tampoco los padres tenemos que decir a los maestros qué tienen que hacer.

-El fondo, entonces, es falta de reconocimiento social.

-La falta de reconocimiento está ahí. Aquí todo el mundo entiende de educación. El padre dice qué tiene que hacer el maestro, los niños deciden si el maestro tiene o no razón y la sociedad socava su autoridad, pero luego la culpa de todos los males sociales la tiene la escuela. Además, el niño está cinco de 24 horas en la escuela y, sinceramente, no se le puede pedir tanta responsabilidad. Los encargados de la educación son las familias. La escuela está apara ayudar.

-Los malos resultados que obtenemos en PISA, ¿deben preocupar?

-Sí, sobre todo porque las diferencias dentro de España son enormes. Madrid y Castilla y León son de los primeros de Europa, mientras Andalucía está casi a la cola.

-¿Esa heterogeneidad tiene razones socioeconómicas o políticas?

-¡Ojalá lo supiera!, aunque creo que responde sobre todo a diferencias socioeconómicas. Navarra tenía un 50% de alfabetización cuando en Andalucía íbamos por el 10%. La mitad de la población del País Vasco y Navarra va a la universidad y en Andalucía no pasamos del 25%. Ese lastre lo llevamos. Además, al tener más problemas socioeconómicos la comunidad andaluza tiene que hacer un esfuerzo mayor en el nivel primario de la educación, mientras otras comunidades ponen el esfuerzo en secundaria y la universidad.

-Un rector acusado de plagio, un catedrático condenado por abuso… ¿Qué pasa en la universidad?

-Empieza a resquebrajarse su prestigio… Pero si ciertas cosas, que posiblemente siempre han ocurrido, salen ahora a la luz es porque la universidad se ha democratizado y se ha hecho más transparente.

Fuente de la entrevista: http://www.diariodesevilla.es/entrevistas/escuela-quedando-sola_0_1109889033.html

Fuente de la imagen: http://images.diariodesevilla.es/2017/02/17/entrevistas/escuela-quedando-sola_1109899049_65191332_667x375.jpg

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Despotismo escolar ilustrado: Todo para los estudiantes sin los estudiantes

Francisco Javier Lozano Díaz

En la publicación del informe Construyendo una educación de calidad: un pacto con el futuro de América Latina [1], elaborado por la Comisión para la Educación de Calidad para Todos, instado por Diálogo Interamericano en coordinación de Ricardo Lagos y Ernesto Zedillo, ex presidentes de Chile (2000-2006) y México (1994-2000). El documento desarrolla un análisis de la situación actual de la educación en Latinoamérica con seis campos de trabajo a grandes rasgos, entendiendo la complejidad y diversidad de países, culturas y sociedad que conforman la inmensa extensión americana.

Las conclusiones generales del informe muestran una situación de mejora real y un amplio campo aún por mejorar. Los sistemas educativos en su mayoría han logrado avanzar en la cobertura, dando posibilidad de educación a sectores de la población antes excluidos e incorporando a colectivos marginados. Para ello, se han aumentado la dotación de recursos; en primer lugar, económicos con el incremento porcentual del PIB dedicado a la educación, y en segundo lugar, derivado de lo anterior en más infraestructura, recursos humanos y equipamientos.

En contrapartida, los niveles de aprendizajes analizados desde las pruebas nacionales e internacionales, referenciadas en este informe, aplicadas a los niños y niñas latinoamericanas arrojan un déficit importante frente a otras regiones del mundo. Los sistemas educativos incluyen más población, pero no reportan mejoras significativas en el desarrollo de las competencias claves para el mundo actual. Tan siquiera aquellas naciones más destacadas en la región poseen sistemas educativos en el grupo de cabeza de los sistemas a transferir como el caso archiconocido de Finlandia.

¿Qué hacer ante este panorama? Desde la Comisión para la Educación de Calidad para Todos se definen seis líneas de trabajo: Desarrollo infantil temprano, Excelencia docente, Evaluación de Aprendizajes, Nuevas tecnologías en educación, Educación relevante y Financiamiento para el logro de resultados.

Pero, ¿Cuál es el elemento fundamental de la educación?

Atendiendo a la evolución pedagógica de los análisis  didáctico del hecho educativo, se encuentran tradiciones diversas como: paidocéntricas en las obras de Quintiliano,  magisteriocentristas en los planteamientos de Ignacio de Loyola, ambientalistas como plantea Montessori y un sinfín de corrientes hasta las actuales postulaciones sobre la personificación de la enseñanza de autores varios como Tomlinson, Ainscow  o Skliar.

Confrontado las líneas propuestas con tradiciones pedagógicas de todos conocidas, se llega a la conclusión que el documento no se plantea la mejora real, simple y directa de la tarea discente. La mejora de la calidad centrada en el desarrollo de las competencias básicas para el siglo XXI puede pensarse en términos de realizar una atención temprana con docentes excelentes cuya evaluación sea pertinente desde entornos tecnológicos ricos y planteados con solvencia económica para el desarrollo de una educación relevante. Como así postula el documento.

Pero, para enseñar Latín a Juan, ¿Qué  es más importante? Sobre todo, conocer las rutas de Juan para aprender, así como que el docente domine la disciplina para con estrategias didáctica caminar con él hasta el objetivo de volver competente al aprendiz.

Llegados a este punto, cabe esbozar la mejora de la calidad educativa desde la importancia del quehacer cotidiano de los estudiantes que acuden al sistema educativo, porque se tiene la garantía de oportunidad. Obvio, que entornos ricos en docentes, recursos, metodologías y desarrollo curriculares poseen mayor potencial de aprendizaje. Diseñar un plan de mejora educativa sin tener en cuenta para quién va dirigido en base a resultados de pruebas internacionales más o menos estandarizadas supone diseñar un plan para la competición, no para la competencia. Porque ser competitivo es diferente a ser competente.

En conclusión, el sistema educativo se piensa desde las élites gobernantes para la competición del momento. Mientras la educación pensada desde el desarrollo de competencias de los educando sitúa la meta a más largo plazo, incluso un plazo inalcanzable a escala humana. Todo para los estudiantes sin los estudiantes significa ofrecer un modelo educativo desconectado del desarrollo humano y social global. Consagrando un modelo acorde con los intereses momentáneos de los grupos de presión y poder.

*Psicopedagogo, especialista en Currículum, Tecnología e Inclusión. Maestría en Gestión del Conocimiento y Tecnología Educativa. epedagogo@franlozano.es – http://www.franlozano.es

Referencias:

[1] Comisión para la Educación de Calidad para Todos (2016). Construyendo una educación de calidad: un pacto con el futuro de América Latina. Recuperado de goo.gl/Y8J36L (Consultado en Agosto de 2016).

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/despotismo-escolar-ilustrado-todo-para-los-estudiantes-sin-los-estudiantes/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/08/IMG_5822-440×330-300×225.jpg

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Venezuela: MPPE inició ciclo de conversatorios para compartir experiencias en materia educativa

América del Sur/ Venezuela/14 Noviembre 2016/ Autor: Romer Viera/ Fuente: Correo del Orinoco.

En el primer encuentro participaron representantes de Rusia, del Estado Palestino y de Gran Bretaña, quienes hablaron sobre las características positivas y negativas de sus sistemas educativos.

El Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE) realizó este jueves con representantes de otros países el primero de varios encuentros orientados a crear un espacio de conversación en el que se compartan experiencias sobre los sistemas educativos de otras naciones.

Humberto González, viceministro de Educación, fue el encargado de recibir a los representantes de Rusia, del Estado Palestino y de Gran Bretaña, quienes asintieron al encuentro con el propósito de dar a conocer las características más relevantes, positivas y negativas, de los sistemas educativos de sus naciones.

Para González, la importancia de estas citas radica en la posibilidad “de abrir las perspectivas del sistema educativo venezolano”, cuyos elementos constitutivos muchos asumen que son “así, porque así son en otro países de mundo”.

La mayor parte del tiempo, aseveró González, no hay el espacio para reflexionar ni se tiene “el contacto directo con gente de otros países” con la que se pueda tratar sobre tópicos relacionados con sus sistemas educativos, los cuales nacen y se desarrollan dentro de procesos políticos diferentes y con particularidades culturales, territoriales y demográficas, distintas a las venezolanas.

LOGROS EN REVOLUCIÓN

En el salón Simón Bolívar del MPPE, los invitados internacionales compartieron con estudiantes, docentes, directoras y directores de centros educativos, profesores universitarios, funcionarias y funcionarios del ministerio, voceras y voceros del Poder Popular y personal autorizado de la Embajada de Cuba en Venezuela.

En cuanto al sistema venezolano, González subrayó los logros alcanzados en Revolución, periodo durante el que, en su opinión, “se ha hecho un formidable esfuerzo por la inclusión, por la alimentación escolar, la presencia de la informática en las escuelas y los hogares de los estudiantes, por el acceso directo a libros de texto gratuitos y por el sistema de investigación del magisterio venezolano”.

Del mismo modo, se refirió a la propuesta de transformación curricular, de la cual dijo “está pensada a la medida” de la sociedad venezolana, diseñada luego de un proceso de reflexión sobre los problemas en materia educativa.

UN DERECHO

Durante el desarrollo del conversatorio, el ministro Rodulfo Pérez sorprendió a las y los asistentes con una visita rápida, durante la cual se esforzó por hacer un resumen histórico del período previo a la Revolución y por caracterizar al proceso bolivariano en materia educativa.

Durante su disertación señaló que en la décadas del 80 y del 90 del siglo pasado todo el esfuerzo en materia educativa de los gobiernos de turno “se orientó hacia lo privado”. “En Venezuela”, agregó, “no existía la posibilidad de que un hijo de un trabajador, de una trabajadora, tuviese acceso a la educación”.

Recordó la existencia de los comités de bachilleres sin cupo, integrados por personas que luego de obtener sus títulos de bachiller no tenían asegurado el ingreso al nivel universitario. También rememoró cómo, debido a las reformas educativas llevadas a cabo en los años noventa del siglo pasado, “orientadas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional”, se definió que el Estado solo garantizaría la educación del pueblo hasta el noveno año. Aseguró que el acceso a las universidades públicas se determinaba mediante mecanismos desligados de la realidad social venezolana.

Luego contrastó el sistema educativo del pasado con el actual. Este último, según explicó, es resultado de un proceso permanente. Para su diseño se consideraron elementos propios de esta sociedad y, por principio, garantiza la educación gratuita a todas las venezolanas y todos los venezolanos. “En Venezuela ser un estudiante no es un privilegio, es un derecho”, afirmó el ministro.

UN CURRÍCULO 100% PALESTINO

Para Alaan Nijm, cónsul del Estado Palestino en Venezuela, la evolución del sistema educativo de esta nación está relacionada con los procesos políticos que han marcado su historia.

Durante su recuento, evocó cómo el Imperio Romano prohibió la enseñanza de la lengua árabe a quienes habitaron el territorio que hoy comprende el Estado Palestino con la intención de incentivar el aprendizaje del turco, y de cómo las mezquitas se convirtieron en las escuelas de esa época.

Según Nijm, luego de la ocupación israelí, en el año 1947, “el pueblo palestino comenzó a entender que parte del problema que lo aquejaba se debía a la falta de educación” de los ciudadanos, por lo que se inició un proceso no concertado que llevó a muchas de las familias palestinas que fueron alejadas de sus hogares por la guerra, a procurar los mecanismo para la formación de sus integrantes, especialmente las niñas y los niños, quienes fueron instruidos mediante métodos educativos en los que prevalecían los elementos culturales de los países en los que vivían en condición de refugiados.

El cónsul explicó de qué manera los israelí restringieron las referencias a la cultura palestina en todos los textos, que debido a la ocupación debían pasar por su territorio antes de llegar al país árabe, lo que, según comentó, tuvo un impacto negativo en la idiosincrasia de las palestinas y los palestinos, quienes con esta medida perdieron un vehículo importante para la transmisión de su legado cultural.

Desde hace 20 años el Gobierno palestino hace esfuerzo por crear un sistema educativo acorde a las características sociales de su población. Nijm señaló que “ya es mucho lo que se ha logrado en este sentido”, y entre los logros destacó la creación de “un currículo 100% palestino” con el que se forma la generación actual de estudiantes.

UNA EDUCACIÓN QUE ESTIMULA EL PATRIOTISMO

Andrey Ryaposov es el agregado de la Embajada de Rusia en Venezuela y estuvo a cargo de divulgar las características del sistema educativo del país con el territorio más extenso del mundo.

Entre los elementos básicos de la política estatal de Rusia en materia educativa, el diplomático destacó el reconocimiento del carácter prioritario de la educación, cuyo gasto público anual suma “unos 500 mil millones de rublos, aproximadamente 8 mil millones de dólares.

Asimismo, se refirió al esfuerzo de su Gobierno para garantizar el derecho universal a la educación sin discriminación; su carácter humanista, que se prioriza la vida y la salud del ser humano, sus derechos y sus libertades, así como el libre desarrollo de la personalidad, el cultivo del respeto mutuo, del apego al trabajo, la responsabilidad cívica y social y el patriotismo.

En el contexto de un país multiétnico, el Estado ruso prioriza el carácter laico de la educación y el respeto y desarrollo de particularidades étnicas y culturales, así como de los valores tradicionales de los pueblos que integran la Federación.

Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/nacionales/mppe-inicio-ciclo-conversatorios-para-compartir-experiencias-materia-educativa/

Fotografía: Irene Echenique.

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Libro: Educación Expandida

Educación Expandida

  • Año:    2012
  • Editor:    ZEMOS98
  • Páginas:    388 páginas
  • Idioma:    español

Sinopsis:Puede que existan muchas personas que piensen que publicar un libro sobre educación expandida sea una tremenda contradicción… y lo es. Básicamente porque el adjetivo «expandida» es un término que alude a la exploración de los límites más allá de lo que hoy conocemos como educación. Es evidente que parte de la crisis que representa la educación como sistema de pensamiento está condensada en el objeto libro (sobre todo en el «libro de texto» o «manual»), pero nosotros hemos decidido asumir esa contradicción y explorarla. Y no ha sido fácil. Editar un libro sobre educación expandida significa intentar llevar los límites de lo que conocemos por educación y situarlos un poco más lejos. Hermanar lo con prácticas y disciplinas que probablemente en un futuro sí terminen formando parte de nuestras escuelas, institutos o universidades, pero que ahora mismo se encuentran fuera.

Y precisamente el libro debe ayudar a instituir esas prácticas, más como libro de recomendaciones que como un manual de instrucciones, para empoderar a las personas que se arriesgan a hacer educación desde los márgenes y para pensar en que el dentro y el fuera de la educación a veces tiene los muros muy finos y otras muy densos. A quiénes tratan de cuestionar la educación -ya sea desde una posición exógena o endógena-, esperamos que les venga bien este objeto.

Para descargar: https://openlibra.com/es/book/download/educacion-expandida

Fuente de la reseña: https://openlibra.com/es/book/educacion-expandida

Fuente de la imagen: https://olcovers2.blob.core.windows.net/coverswp/2013/09/Educacion-Expandida-OpenLibra-300×424.png

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Libro: La educación repensada

La educación repensada

  • Coord: Remedios Belando Montoro
  • Editorial: Ediciones Pirámide.
  • Páginas: 176
  • Edición: 01ª edición
  • Publicación: Septiembre 2015
  • I.S.B.N.: 978-84-368-3431-4

Sinopsis:  En esta obra se tratan de ordenar importantes cuestiones educativas, que es preciso re-pensar aquí y ahora. Lo que el lector se encuentra al adentrarse en el libro es un espléndido desarrollo, en primer lugar, de los fundamentos, desde la educación como idea, hecho y desafío, al ser humano como condición de posibilidad y horizonte de la educación. En segundo lugar, las condiciones, los contextos y los agentes, para revisar el sentido de la educación como proceso y como profesión, además de animar a una consulta a la tríada familias, escuelas y comunidades. En una tercera parte se analizan las grandes finalidades educativas en el mundo actual, nucleadas en torno a la educación moral y la educación en valores, la educación para la diversidad cultural y la educación en derechos humanos. Una estructura de conjunto que ayuda a perfilar una toma de conciencia holística sobre el alcance y permanente devenir del factum educación. El texto incluye temas básicos en la formación de educadores desde una visión actual y orientada a facilitar la comprensión de los problemas y retos a los que se enfrenta el ámbito educativo en el siglo XXI. Todos los temas se complementan con actividades para la reflexión y profundización.El libro ha sido elaborado por profesores de reconocido prestigio de las facultades de Ciencias de la Educación de la Universidad Complutense de Madrid, Universitat de Barcelona, Universidade de Santiago de Compostela, Universitat de València, Universidad de Málaga, Universidad de Córdoba y Universidad de Navarra.

Fuente de la reseña: http://www.edicionespiramide.es/libro.php?id=4253434

Fuente de la imagen: http://www.educaciontrespuntocero.com/wp-content/uploads/2016/05/la-educacion-repensada.jp

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