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Evaluación magisterial y sismos

Por: Lev M. Velázquez Barriga

De manera conjunta, el gobierno gederal, la Secretaría de Educación Pública y el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación decidieron posponer la evaluación del ­desempeño en Ciudad de México y otras nueve entidades de la República, si los docentes así lo solicitan. El principal motivo es que se trata de zonas afectadas por los sismos; sin embargo, aunque ciertamente lo están, existen otras explicaciones de carácter político que no deben ser desestimadas.

Cuatro de las entidades federativas en cuestión corresponden a lo que se puede nombrar como el territorio histórico de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE): Guerrero, Michoacán, Chiapas y Oaxaca; sobra decir que en este corredor geográfico se encuentra el foco rojo de la oposición a la reforma educativa, ahí la participación en los procesos evaluativos es mínima, al grado de que la autoridad ha tenido que violar la legislación para convocar en más de tres oportunidades a los maestros, para intentar obligarlos o convencerlos con prebendas y aun así la asistencia ha sido insignificante, lo demuestra la realidad sin importar las maquilladas cifras oficiales.

La lectura de esta decisión, que particularmente me parece la más engañosa, es que el régimen esté enviando señales para una tregua política de cese al fuego con los maestros disidentes, en la idea de garantizar la estabilidad de todo el proceso electoral; es decir, hasta septiembre de 2018, en los últimos meses del presente gobierno, cuando se reanudaría la evaluación con la que se define la permanencia de los trabajadores de la educación.

Tal medida, también debe ser interpretada como una táctica de aislamiento hacia la CNTE, cuyo objetivo es acordonar el foco rojo de la disidencia magisterial a la evaluación y arrancarle lo que había levantado como estandarte de lucha nacional: que la reforma es de carácter federal y afecta por igual a todos los profesores del país, independientemente de su simpatía con cualquiera de las expresiones gremiales.

Con el aislamiento se busca mediatizar las demandas de la CNTE a la solución de sus problemas regionales o particulares de cada sección sindical; además, con ello se desprotegería a los maestros que están fuera de la franja geográfica en la que se ubica la desobediencia hacia la evaluación y que no han logrado consolidar una organización fuerte para defender por medio de la movilización social su estabilidad laboral.

En el mismo sentido y de manera complementaria a la táctica política del Estado, se puede leer la intención de desarticular las oleadas magisteriales del centro del país, que por su cercanía o pertenencia a Ciudad de México, pueden desplazarse en grupos pequeños, y en ocasiones numerosos, con mayor facilidad a los puntos de concentración, o bien, de dispersión de las movilizaciones callejeras contra la reforma educativa.

Todas estas pretensiones juntas –la supuesta tregua en periodo electoral, aislamiento de la CNTE, descobijo de los sectores educativos con mínima organización, así como la desarticulación de los profesores de las regiones cercanas a Ciudad de México– conforman la estrategia para la desmovilización del magisterio. Intentan recrear el efecto mediático y político presumido por Aurelio Nuño desde el ciclo escolar anterior, cuyo mensaje es que la reforma educativa se estabiliza y en consecuencia avanza sin resistencias ni descontentos y, si acaso hubiera, están focalizados.

La estrategia gubernamental coloca a la capital del país, en el centro neurálgico de los poderes y de la política nacional, fuera del escenario para la lucha de los maestros, pero también de su posible integración en la confrontación contra todo el régimen de corrupción y despojo que está tomando cuerpo en torno de la Asamblea Ciudadana por la Reconstrucción Nacional después de los desastres provocados por los sismos y las lluvias.

Los reformadores neoliberales no hicieron más que un stop en la dimensión evaluativa de la reforma educacional, donde ya sabían que se iban a encontrar con resistencias que la ponen en riesgo; incluso, ven una oportunidad para borrar las letras en rojo que demeritan los informes oficiales. Paralelamente al aplazamiento focalizado de la evaluación, el gobierno federal se dispone a continuar con el proceso de despojo de los derechos laborales en los otros 22 estados de la República.

En la gran mayoría de las entidades, los profesores no tendrán ni esa miserable opción de posponer para el próximo ciclo escolar la guillotina de su estabilidad en el empleo. No es suficiente la suspensión temporal de la evaluación obligatoria, para que sea un verdadero momento de júbilo tiene que ser una decisión definitiva y además que se aplique para todos sin excepción geográfica; para que eso sea posible, será necesario romper con la estrategia desmovilizadora del régimen que se presenta como acto de voluntad y sensibilidad social.

Fuente del artículo:  http://www.jornada.unam.mx/2017/10/10/opinion/018a2pol

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Educación para afrontar el futuro

Por Andrés Hatum

En estos últimos meses hemos presenciado tres acontecimientos que nos detallan los problemas en el sistema educativo argentino: la interferencia de Ctera en las escuelas a partir del caso Santiago Maldonado, la enseñanza religiosa en los colegios salteños y el nuevo sistema educativo presentado en la ciudad autónoma de Buenos Aires.

En primer lugar, tenemos al gremio docente Ctera, que promovió actividades con la comunidad educativa para que los maestros hablaran en las escuelas sobre la desaparición de Santiago Maldonado. Ctera pregonó que lo que le sucedió a Maldonado fue una desaparición forzada a manos de la Gendarmería, una de las hipótesis que son investigadas en la causa. Cuando se accede al detalle de las actividades recomendadas, más de un lector quedaría espantado. La actividad de Ctera genera el primer problema para la educación en el país: la politización indebida de sus aulas en detrimento de un sindicalismo que apoye mejoras educativas y el desarrollo de sus docentes.

El tercer tema se refiere a la reforma educativa para la escuela secundaria presentada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El Secundario del Futuro, como lo plantea la Ciudad, tiene algunos ejes claros: se reemplazarán las materias por áreas de conocimiento y se trabajará más colaborativamente, intentando la autogestión de los alumnos. También se podrán adelantar dos materias del CBC, se eliminarán las notas y se las reemplazará por créditos; también se eliminará la repitencia. Un último punto que ha traído polémica es la práctica de pasantías que los alumnos deberán realizar el último año. Ya hubo escuelas tomadas por alumnos y también por padres de los alumnos. Se alega que las pasantías son una forma encubierta de flexibilidad laboral o explotación por parte de multinacionales. Otro problema más para la educación argentina: no dejar que ningún plan funcione y boicotearlo antes de su inicio. La Ciudad ha presentado un programa pensando en los desafíos del futuro educativo y laboral. Definitivamente, guste o no el plan, la reforma intenta dialogar con las exigencias del mundo laboral, el avance de la tecnología y las necesidades educativas. Para quienes miran a Europa, y a Alemania en particular, la reforma intenta incorporar las características del sistema dual alemán que tantos beneficios ha traído en la formación de sus alumnos. El sistema combina educación en la escuela y en el lugar de trabajo. Muchos estudiantes que al terminar la secundaria no tienen habilidades que les permitan ingresar al mercado laboral saldrían beneficiados. Con altos niveles de desocupación entre los jóvenes, muchos países están mirando el sistema dual alemán como una transición adecuada entre la vida escolar y la laboral.

Despolitizar el ámbito educativo, generar un aula cercana a los últimos conocimientos y lejos del adoctrinamiento, y dar lugar a reformas educativas que tiendan puentes entre lo educativo y el mercado laboral son pilares básicos para salir del limbo donde se encuentra la educación del país hoy.

Fuente artículo: http://www.lanacion.com.ar/2071062-educacion-para-afrontar-el-futuro

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La Reforma silenciosa para las Normales

Por:

De unos meses para acá, quienes tenemos un conocimiento sobre los distintos acontecimientos que en el medio educativo suceden, particularmente, los relacionados con la educación normal que se brinda en las más de 200 escuelas normales públicas del país; hemos escuchado o leído, sobre la propuesta que se está diseñando con la intención de fortalecer el subsistema normalista.

Muchos, me incluyo, hemos hecho una crítica sobre las posibilidades que tal diseño implica. Sobre todo, porque como reiteradamente lo he señalado en este y otros espacios, por años el normalismo mexicano estuvo olvidado. Ciertamente con el paso del tiempo, algunos esfuerzos se han hecho para “mejorar” lo que podía mejorarse, como por ejemplo, los que a partir de 1984 se implementaron y que llevaron a las escuelas normales, a formar parte de las Instituciones de Educación Superior (IES); pese a lo anterior, ningún otro esfuerzo ha cuajado por completo dadas las lagunas jurídicas y administrativas que existen en varias entidades del país y en el propio centro.

Dese cuenta, mientras las reformas al nivel básico de enseñanza van “tomando forma”, y los docentes hacen “magia” para ajustar su ejercicio profesional a las “realidades” que les son impuestas; las normales, han tenido y tienen, que ajustarse a las dinámicas que este nivel educativo trae consigo. No hay más.

Ahora bien, qué tanto ha sido bueno o malo el que, hasta este momento, se haya dado dicho tránsito de esta manera. La lógica o el sentido común, nos dice que tal situación no es nada buena, y es cierto.

Y es que mire usted, me consta, que las escuelas normales se han ajustado a lo que las políticas educativas han dictado desde hace mucho tiempo en educación básica, y bueno, los resultados, aunque no han sido sobresalientes en la formación de sus egresados, han demostrado que estas escuelas, siguen formando profesionales de la educación, con los conocimientos y habilidades para desarrollarse en el ámbito de su competencia.

¿Por qué asegurar o implementar una reforma al medio normalista para que éste vaya a la par de lo que acontece en educación básica? Si coincidimos con el planteamiento anterior, alinear esos procesos parece lógico y harto pertinente. Lo malo del asunto es que, mientras no haya una claridad jurídico-administrativa al respecto, esa supuesta reforma no verá los resultados esperados.

¿A qué me refiero con ello? A que la misma Dirección de Educación Superior para Profesionales de la Educación (DGESPE), se encuentra en la disyuntiva de considerar al subsistema normalista como parte de esa educación básica que refiero o, seguir bajo el esquema que plantea las IES en el país.

Con seguridad pensará que esta situación es sencilla y que puede subsanarse rápidamente. Le pido que vayamos con calma y analicemos la siguiente situación.

¿Conoce usted la normatividad que regula la contratación, permanencia y promoción de los maestros para las escuelas normales? Supongo, que muy pocos la conocen, y los que tenemos algún conocimiento sobre ello, difícilmente llegamos a tener una certeza en cuanto a ese ingreso, permanencia y promoción que se vive en el medio en los distintos estados del país. ¿Por qué sucede esto? Porque cada entidad federativa, ha ajustado a “su medida” dicho reglamento y, en complicidad con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), han sedimentado prácticas que le han permitido hacer y deshacer lo que se les venga en gana. ¿Desea usted un ejemplo? Bueno, volteemos a ver lo que en el Estado de Morelos acontece. Las escuelas normales están adscritas al Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM), específicamente, a la Dirección de Educación Secundaria, mientras que en el Estado de Tlaxcala, se hayan integradas a la Dirección de Educación Terminal de la Secretaría de Educación Pública del Estado. ¿Es lógico esto?, es decir, ¿es lógico que el subsistema normalista que, en teoría debería ser una entidad perteneciente a las IES, dependa de dos estructuras organizacionales diferentes entre sí? No, no es lógico, ni administrativamente viable. Caray, no imagino la complejidad que debe representar para el personal directivo y docente de las normales, comprender el “limbo” jurídico-administrativo que esto representa, y luego, para acabarla de amolar, los subsistemas de estas entidades, deben y tienen que atender las políticas educativas que se desprenden de la propia DGESPE. ¿Alcanza a dimensionar tal embrollo?

Pues bien, me parece importante señalar en este momento – aunque será un tema que abordaré en otra ocasión – que la reforma curricular es necesaria por lo que sucede, insisto, en educación básica. No obstante, el reto es mayor, y no me refiero precisamente a contar con un nuevo reglamento de ingreso, permanencia y promoción para las escuelas y los docentes normalistas, sino de lidiar con todas esas prácticas institucionalizadas donde el SNTE y muchas autoridades locales, vuelvo a insistir, han hecho lo que se les venga en gana. ¿Por qué si la DGESPE está encabezando una modificación reglamentaria de lo que hasta estos días ha permeado en las escuelas normales el SNTE no hace lo propio y modifica sus estatutos? No sé si usted lo sepa pero hasta el día de hoy, esa organización sindical, no ha realizado algún ajuste en este sentido y, por ello, se mantienen aquellos esquemas de representación sindical (por el número de maestros integrados un centro de trabajo) que se denominan “Delegaciones Sindicales”. Delegaciones que para acabar pronto, en las normales, poco o nada hacen para apoyar a cientos de profesores que continúan preparándose y/o profesionalizándose.

Tengo claro que generalizar es malo, y le ofrezco una sincera disculpa por ello. Sin embargo, es menester reconocer una problemática latente y que no ha sido atendida como debiera por las autoridades educativas oficiales y sindicales, sencillamente, porque los “cotos” de poder, generan votos y esos votos, se canalizan a través de un partido pequeño (Nueva Alianza) que, al final de cuentas, termina cual rémora hambrienta, viviendo del mejor postor.

En suma mi estimado lector, propongo que exista una reforma a la educación normal, pero ésta debe partir de los órganos rectores que conducen la vida normalista: SEP-SNTE, y los “acuerdos” que en lo oscurito hasta la fecha se han firmado. Obviamente, definiendo en primer lugar, a qué nivel educativo deben pertenecer, para después, definir cuáles serán sus formas de contratación. Del asunto pedagógico, repito, le dedicaré otro espacio en otro momento. No obstante, y sin temor a equivocarme – sobre este rubro –, considero que los normalistas han podido y podrán con lo que se les ponga enfrente.

Su carácter aguerrido, combativo y académico, está más que demostrado.

Fuente del Artículo:

La Reforma silenciosa para las Normales

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Hungría y Rumania buscarán juntos cambios en la ley ucraniana sobre la educación

09 octubre 2017/Fuente: Ukrinform

Hungría y Rumania trabajarán juntos para lograr cambios en la nueva Ley de Ucrania “sobre la educación” llamándolo “una puñalada por la espalda”, se informa en el sitio web del Ministerio de Asuntos Exteriores de Hungría.

“Es totalmente natural y normal que Hungría y Rumania tomen medidas conjuntas con respecto a la modificación de la ley ucraniana sobre la educación”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto, después de una reunión con su homólogo rumano Teodor Melescanu.

Según él, la ley de educación viola el Acuerdo de Asociación entre Ucrania y la Unión Europea, cuya conclusión fue apoyada por Hungría y Rumania, y en consecuencia los dos países ahora consideran la adopción de la ley ucraniana como una «puñalada por la espalda».

Szijjarto dijo que el hecho de que tanto la ley lingüística como la ley de nacionalidad estuvieran bajo la consideración del parlamento de Ucrania también era motivo de preocupación.

Como se informó, el 5 de septiembre, la Rada Suprema adoptó la ley de Ucrania sobre la educación, que, en particular, regula el uso de la lengua ucraniana en el campo de la educación. El 25 de septiembre, la ley fue firmada por el presidente Petró Poroshenko.

La ley estipula que los niños de las minorías nacionales en Ucrania seguirán estudiando su lengua materna, y en la escuela secundaria comenzarán a estudiar en el idioma del Estado. Si el idioma de la minoría nacional pertenece a las lenguas de la Unión Europea, una o varias disciplinas también podrán enseñarse en esa lengua.

Al mismo tiempo, algunos países que tienen una diáspora en Ucrania protestaron contra el artículo de la ley que los niños de minorías nacionales deben estudiar en la lengua ucraniana.

El gobierno de Hungría, en particular, declaró que bloquearía todas las futuras decisiones de la Unión Europea encaminadas a acercar a Ucrania a la UE a causa de la ley de educación.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania envió la ley sobre la educación para su examen por la Comisión de Venecia.

La ministra de Educación y Ciencia de Ucrania, Lilia Grynévych, dijo que estaba decepcionada porque el gobierno húngaro planea bloquear el acercamiento de Ucrania con la UE debido a la firma de la ley sobre la educación por el presidente Poroshenko. Señaló que había muchos mitos en torno a esta ley, en particular, que las escuelas con instrucción en idiomas minoritarios estarían cerradas.

Dijo que Ucrania no tenía la intención de cerrar escuelas con educación en las lenguas de las minorías nacionales. Al contrario, la ley sobre la educación amplía los derechos y las oportunidades de los niños de los representantes de las minorías nacionales, en particular, en lo que respecta a la formación continua, las oportunidades de trabajo en la administración pública, etc.

Poroshenko, a su vez, señaló que estaba convencido de la necesidad de fortalecer el papel de la lengua ucraniana en la educación, dejando espacio libre para el desarrollo de las lenguas habladas por los ciudadanos ucranianos.

El subdirector de la Administración Presidencial de Ucrania, Kostiantýn Yeliséyev, sugirió que la reacción de Budapest a la ley ucraniana sobre la educación estaba relacionada con las próximas elecciones parlamentarias en Hungría y fue un intento de desviar la atención de sus propios problemas. El funcionario señaló que en esta cuestión Ucrania estaba dispuesta tanto al diálogo bilateral como a la participación de expertos internacionales.

Al mismo tiempo, la primera vicepresidente del Parlamento ucraniano, Iryna Gueráshchenko, dijo que los diputados de la Asamblea Nacional (Parlamento) de Hungría se habían negado a reunirse con una delegación de la Rada Suprema en relación con las explicaciones de las disposiciones de la ley de educación, en particular, el artículo lingüístico.

Fuente: https://www.ukrinform.es/rubric-polytics/2317469-hungria-y-rumania-buscaran-juntos-cambios-en-la-ley-ucraniana-sobre-la-educacion.html

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¿La escuela al centro?

México / 8 de octubre de 2017 / Autor: Manuel Gil Antón / Fuente: Educación Futura

Ocho días después del terremoto, la sala del INEE donde se llevaría a cabo la segunda sesión del Seminario para hace un balance de la Reforma Educativa está, a las 5, y a las 5 y 10, y a las 5 y cuarto casi vacía.

De las dos filas asignadas para la prensa, solo hay un par de lugares ocupados. En el pasillo, varias cámaras. Día de silencio todavía, de un luto inserto, sin paradoja, en la memoria anticipada del presente cuando sea pasado en el futuro. La escuela Enrique Rébsamen, sus restos, reiterados en la retina, y Frida Sofía ya declarada inexistente: si no estaba, ni había estado, se derrumbaban, a la vez, dos esperanzas: la del rescate de una vida posible, y la de La Foto (la imagen más anhelada) de una niña arrancada a los escombros, placa que consagraría, por su fuerza y símbolo, un proyecto político. Al final, espectro, ausencia, ceño fruncido del poder. Enojo. Siempre quedará la duda: furia por no hallar a la niña y sus compañeros, o por la oportunidad mediática perdida. Luto, sí, pero más negro por esa y tanta manipulación.

La demora cesa: los ocupantes del presídium ya llegaron: en este caso, abrirá plaza el subsecretario de educación básica, Javier Treviño, acompañado por (tome aire si lo va a pronunciar) el Secretario Técnico del Consejo Directivo Nacional “La Escuela al Centro” de la Secretaría de Educación Pública, SEP, Pedro Velasco Sodi. Junto con ellos, los comentaristas, Oralia Bonilla Pedroza, quien preside la Asociación Civil Innovación y Asesoría Educativa, y (aire de nuevo) el Titular de la Unidad de Normatividad y Política Educativa del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, INEE, Francisco Miranda López. Modera la sesión el periodista José Buendía.

Luego de proyectar las semblanzas, la sesión empieza. Toma la palabra al subsecretario Treviño quien anuncia que hablará sobre La Escuela al Centro, y luego su colega Velasco sobre el SATE… (Servicio de Asistencia Técnica a la Escuela). Son los dos temas programados esta tarde.

La marcha de las cifras

Al parecer, es el estilo de la actual administración: quien lleva algo de tiempo en esta vida – una década más del medio siglo al menos – recuerda, al escuchar a los funcionarios, los viejos informes presidenciales, aunque sin confeti: cifras, números, comparaciones de algo “sin precedente”, incrementos en estos 5 años mayores que los 12 anteriores (curioso: siempre las administraciones panistas son el límite de la comparación, quizá porque, más allá, hay aliados a los que no hay que molestar).

No hay errores, todo marcha como estaba planeado. Avanza la Reforma. Lo más cercano a la crítica, suele ser, en ellos, el eufemismo de llamar “ventanas de oportunidad” a lo que en buen castellano serían pifias, errores, o el reconocimiento franco de una falla en los proyectos que parieron. Pero en esta ocasión, ni eso. Y las cifras avasallan al escaso argumento. Los puntos a debatir serían más interesantes que el alud de millares de tal cosa y las proporciones resultantes: queda poco tiempo para ello.

La Escuela al Centro, dice Treviño, es uno de los cinco ejes clave de la que conciben como “transformación educativa” las autoridades de hoy: ocupa el segundo lugar en el listado. Primero se propone el Planteamiento Curricular, en tercer sitio la Formación y Desarrollo Profesional Docente (del que se habló en la primera sesión, muy centrado en la evaluación y sus cifras: los millones de evaluados como signo de progreso). El cuarto es la Inclusión y equidad y, por último, la Gobernanza (sic) del Sistema Educativo.

La Escuela al Centro no es un programa, afirma, sino una estrategia. Se pondrá en marcha en el siguiente ciclo escolar. Advierte que no se le comprende sin entender que se trata de un medio, no un fin “cuyo objetivo es establecer las condiciones adecuadas para que cada centro escolar – independientemente de su contexto – pueda garantizar una educación de CALIDAD, con EQUIDAD e INCLUSIÓN a las niñas, niños y jóvenes”. Las palabras con mayúsculas provienen, tal cual, de las diapositivas que proyecta.

Las notas de este escribidor no pueden dejar pasar la frase: independientemente de su contexto… Estamos ante una estrategia que es tan poderosa, según su decir y pensar, que puede hacer de lado el contexto, de tal manera que en cualquiera que este sea, va a florecer todo lo que enfatizan las mayúsculas en la ilustración que aparece en la pantalla y el subsecretario lee.

Destaca que, de acuerdo a lo establecido en los cambios constitucionales, “La autonomía de gestión escolar”, implica trabajar mucho, y a mediano plazo, pues requiere “romper usos y costumbres contrarias el principio de… “la autonomía de gestión escolar”. Con orgullo, el señor Treviño dice que cuando empezó la reforma, era diputado y voto por ella. ¿La habrá leído y comprendió sus múltiples impactos, o acompasó el levantamiento de su dedo a la indicación de Aurelio Nuño, actor preponderante en ese entonces en el Pacto por (su) México, y hoy su Jefe? Tampoco lo sabremos.

Por último, para concluir el introito a su ponencia, reitera que no es un programa o proyecto, sino una estrategia que contiene “un conjunto de acciones, programas, intervenciones y normas que tienen por objeto transformar el sistema y fortalecer a las escuelas y sus comunidades”. En síntesis, estamos ante uno de los cinco pilares, pero ha de ser la piedra angular, con una potencia tal que transformará al sistema.

¿De veras se comprenderá la complejidad de lo que se da en llamar sistema, de manera que crean que se le puede transformar así, a pesar de ser la realidad educativa mexicana resultado, diría Marx, de múltiples determinaciones? Con Treviño, pero más con Velasco, uno percibe que la transformación en el papel y el discurso son claras en cuanto objetivos, pero que del dicho al hecho hay tanto trecho: actores, socios de palabra y no de acciones, acciones que van en todos los sentidos y generan la imagen de la SEP como “paquidermo reumático” al que refería don Jesús Reyes Heroles. La sensación de estar ante un reporte de lo normativo, del deber ser como estando siendo (doble gerundio), es inevitable. Una quimera. Ni siquiera una utopía.

Mire usted un ejemplo: ¿“Para que La Escuela al centro? Para que contemos con MEJORES ESCUELAS”. Las mejores escuelas son las que tienen “autonomía de gestión”, y esto implica:

  1. Directores con alto liderazgo
  2. Nuevas facultades para que la comunidad escolar decida
  3. Uso óptimo del tiempo escolar
  4. Asistencia y apoyo técnico de la supervisión
  5. Trabajo colegiado docente dentro del plantel
  6. Intercambio de experiencias entre escuelas y zonas de supervisión
  7. Involucra a todos los alumnos en el trabajo en clase
  8. Participación activa e informada de los padres de familia
  9. Ejercicios de evaluación interna para la mejora continua, y
  10. Ruta de mejora escolar decidida entre los directivos y maestros.

El reino de los cielos del dios educador en la tierra: al ver lo proyectado en la pantalla se confirma: el señor subsecretario tiene en mente una escuela maravillosa, que resulta, nada más y nada menos, de un factor, de uno solo: la autonomía de gestión. Las nubes no son un elemento menor en la imagen. Cielo azul, cuando otros lo ven encapotado; la escuela con forma de iglesia – la cúpula indica al templo del saber – en que, sin embargo, colocada en medio del patio, ondea, en su asta, la bandera nacional.

Hace dos semanas todo el aprendizaje dependía del profesor, según el señor Granados con base en la investigación científica, y sus resultados en la evaluación… ahora, otro subsecretario nos dice que la escuela que imaginan depende de que las escuelas tengan autonomía de gestión. Otra vez, un solo factor es capaz de modificar tanto, todo y cuanto antes si se instaura pronto. Es, escribe en sus notas el cronista, el espacio del deber ser, de lo imaginado: si el 40% de las escuelas son multigrado, muchas con una o un solo profesor, ¿se imagina la intensidad del trabajo colegiado entre la misma persona que es profesor, director, intendente, maestro de deportes y música, asesor de los padres de familia y único integrante del Consejo Técnico Escolar (CTE)? En fin: la ilusión viaja en filmina.

Y arrancan las cifras:

“Hay una nueva generación de directores: 13 mil 639 docentes promovidos (a esa función) que representan un área de oportunidad para la innovación”

“En 2016-2017, 36 mil 355 directores capacitados a través de formación presencial y en línea, en liderazgo y gestión, herramientas de Alerta Temprana, observación del aula: como resultado, se les otorga el Certificado en autonomía de gestión…”

“En 2017-2018 iniciará un diplomado: “Una gestión educativa centrada en el Aprendizaje”, que en el marco del Consejo Técnico de Zona (CTZ) impulsará el aprendizaje entre pares, con la meta de la asistencia, nada más, del 50% de los Directores de todo el país en 2018”  

“Así mismo, en este ciclo escolar, se implementará un curso en línea específico para introducir a los directores al Plan y Programas de estudio”. ¿A todos? Claro: ¿qué cuesta decir lo que se va a hacer si no hay rendición de cuentas, sino cuentas de acciones de futuro que –de forma increíble– dan cuenta de lo que está sucediendo. El futuro es presente, y el presente futuro: buena idea para un reactivo en el examen PLANEA para funcionarios. Urge.

En la dimensión de Consolidación de Comunidades de Aprendizaje: “33 mil Colectivos docentes formados en el “Sistema de Alerta Temprana”.

Como hacen falta subdirectores de gestión, hay 450 plazas para que los directores, sobre todos los jóvenes recién egresados que aprobaron el examen autorizado por el INEE, no tengan carga administrativa que los distraiga de su indudable labor de ser líderes de colectivos docentes que, luego de la fase intensiva previa al inicio del curso, unos cuantos días, se reunirán 8 veces en el ciclo… Una simple comparación; 13 mil, y pico, nuevos directores – 450 plazas de subdirector – y 36 mil capacitados en todo lo habido y por hacer, con las mismas 450 plazas… Un subdirector por cada 29 plazas nuevas, y el mismo subdirector para cada 80 directores recién diplomados…

No importa que las cifras indiquen que hay un abismo entre lo deseado y lo real: lo que importa es que suenen a muchos: “(De) 14 mil 217 escuelas de organización completa, 19% cuentan con un subdirector, ya sea de gestión o académico). Si uno hace cuentas, hay subdirector en 2 mil 701 planteles de ese tipo. En 11 mil 516 no.

Llega el rubro de mejor infraestructura: en todo el sexenio, lee el subsecretario Treviño, beneficiaremos a 60 mil escuelas de educación básica: “Esto es, 3 veces superior a la inversión realizada en los dos sexenios anteriores”. Recuerdo las palabras del Secretario Nuño esa mañana en el periódico: en las zonas en que el sismo afectó al país, 10 mil escuelas tienen daños. Si tomamos al conjunto total de escuelas, y lo comparamos con las dañadas, le proporción de escuelas con deficiencias que derivaron en fracturas de distinto tipo es mucho mayor, y mucho en serio, que la proporción de viviendas correspondiente a las mismas zonas: de ese tamaño ha sido el descuido de la infraestructura escolar durante medio siglo (no solo los dos sexenios anteriores: o qué, ¿cuándo Elba Esther o Jongitud eran aliados del PRI, la infraestructura escolar era maravillosa? Ha lugar a dudas…

Datos duros e imágenes incuestionables… Va la diapositiva:

Lo que sorprende más es que, en medio de las cifras, se hace alarde de avances inmediatos. Una escuela de tiempo completo, recién establecida, ya muestra avances incuestionables en el aprendizaje de los niños… “se incrementaron 274% las escuelas de tiempo completo, pasando de 6 mil 700 a 25 mil 130”. Y en ellas, ya, se aprende más y mejor: va la prueba irrefutable. Otra diapositiva que ofrezco a usted, paciente lector, en que se observan los resultados de PLANEA nacional, de la misma prueba en todas las escuelas de tiempo completo, y las que tienen ya tres ciclos como tales. En las últimas, se reduce la proporción de alumnos en el nivel bajo, y crece (se multiplica por 3) los del nivel más alto: pasa del 2 al 6% en números redondos. Éxito rotundo.

Siguen más datos y diapositivas: ojalá el INEE, en sus informes de estas jornadas, ponga a disposición de los lectores las presentaciones de los funcionarios. La crónica se extiende demasiado y faltan expositores… No es posible dejar de mencionar el último de los programas de la estrategia: Padres Educadores. Se atenderán 3 mil 200 escuelas en el ciclo 17-18 para “Incrementar significativamente el impacto que el apoyo de los padres de familia puede tener en el aprendizaje y el desarrollo de sus hijos” o bien, formar a los padres para que puedan desarrollar las habilidades que les permitan colaborar con la escuela para garantizar la educación de calidad… Lo dicho: esto ocurre, u ocurrirá – los tiempos verbales varían – en otro país que no es el nuestro, pero que si habita el Presidente, sus Secretarios, los Subsecretarios y demás funcionarios. Lo malo es que no hay visas para entrar: el país de la pobreza, donde la mayoría de los padres de familia no tienen ni tiempo ni la formación escolar necesaria para apoyar a sus hijos, ese sitio en que vivimos los demás no es donde ocurren – o se les ocurren – las ideas a los reformadores.

Hay, en síntesis, un dilema que es menester enfrentar: ¿La escuela está al centro porque la SEP ha decidido ponerla en el centro? Entonces, la escuela no está en el centro del proceso, sino del discurso, pues es ahí donde se afirma que se ha puesto al centro. Hagámonos cargo: ¿cómo puede estar la escuela al centro sin soltarla, sin darle instrucciones para que esté en el centro, lo que hace que no lo esté, pues desde el centro del poder educativo ahí se le coloca y monitorea para que sea central en lo que se afirma? No es mala idea que la escuela esté al centro, pero una cosa es ser el centro de algo, y otra es estar “centrada” por los designios del poder. Tarea para pensar todos.

¡A mover los números!

En su turno, el señor Velasco explica lo que es el SATE: para recordarlo, las siglas remiten al Servicio de Asistencia Técnica a la Escuela. A través de este programa, parte de la estrategia, se enseña a las escuelas a ser autónomas en su gestión.

Es una autonomía dirigida por la SEP: con mucho entusiasmo relata que a través del SATE se está “más cerca de las escuelas, y se les acompaña para monitorear… que sean autónomas en su gestión”

No hay tanta explicación como la de antecesor en el empleo dela voz, pero anoto frases muy significativas: “Nuestros (sic) supervisores” ¿De quién? De la SEP. Ellos enseñarán, desde la centralidad de su influencia, a que el centro sean las escuelas y tengan autonomía: pero, en realidad, lo que expone Velasco es que no serán centro, sino centradas, y que la autonomía dirigida es lo contrario a ejercer la autonomía.

Todo está previsto, todo engarza en una lógica perfecta, no hay resistencia ni problemas, no hay pasado y una cultura de la obediencia a la autoridad y a los caciques sindicales. ¿Qué ahora hay que ser autónomos? Pues no hay problema, nosotros les indicamos cómo serlo, o parecerlo.

¿Será que Javier Velasco, Javier Treviño, Otto Granados, Aurelio Nuño y el resto del equipo educativo del sexenio que fenece, comieron el fruto prohibido del que habla el Génesis de la Biblia? Hay que recordar que se trataba del producto del Árbol de la Vida, de la Ciencia, del Bien y del Mal: y la Serpiente los convence de hacerlo porque, dice, al comerlo “seréis como dioses”.

Quizá: en una intervención posterior, en respuesta a los comentarios, dudas y críticas de los comentaristas, Treviño relata que, en las reuniones con Gobernadores, las CONAGO educativas, cuando les presentan las cifras de su entidad, y ven las de otros, llaman a su encargado del despacho educativo local y lo reprenden. A la siguiente ya son otros los reportes. Ergo, la Reforma Educativa avanza.

Quizá: en una intervención posterior, también en defensa de lo cuestionado, Velasco dice: “el termómetro de todas estas acciones es el aprendizaje de los estudiantes. Nuestros supervisores son centrales, pues cada supervisor es responsable de mover los resultados de aprendizaje de su zona” ¿Mover los resultados? Es distinto mejorar los procesos, anoto en el cuaderno, para que haya mejores resultados, que la encomienda de moverlos como el eje central.

Si no es lapsus lo que dice, entonces estamos ante el riesgo de modificar el velocímetro para que el carro parezca que va a más velocidad, pues donde dice 60 se ha puesto 80 kilómetros por hora. Si la tarea es mover los resultados, la manipulación del odómetro, del popular cuentakilómetros, es muy atractiva. Ojalá no sea así.

 

¿La escuela al centro o la escuela, y los profesores, en el blanco?

El comentario de Oralia Bonilla arranca con un reconocimiento al esfuerzo realizado, pero con la necesidad de entender que la escuela es un bien nacional, no un recurso del gobierno: las escuelas pertenecen a la sociedad. Y son muy complejas sus relaciones al interior y con el entorno.

Hay, dice, que conocer a la escuela: lo que pasa en ella, sus lógicas, su historia, sus prioridades. No es solo una unidad pedagógica, sino que tiene otras caras: la administrativa, la laboral, la política.

Señala que, como en esta sesión, los responsables hacen reportes llenos de datos, “datos duros”, indicadores… pero la cultura de la exposición es privilegiar los logros sobre los desafíos.

Hay una tradición, en el vínculo de la SEP con las escuelas: la relación es vertical y jerárquica. No se puede poner al centro a la escuela desde el centro con tal sencillez. Que sea el centro de la vida educativa es diferente a que sea el centro del discurso de la reforma. Es necesario reconocer que la escuela se encuentra constreñida por un conjunto de estructuras que la agobian, de niveles de gestión locales y nacionales que la acotan de tal manera que son centro de la acción de esos actores y estructuras, y sin modificar eso, no pueden ser un centro del que surjan las modificaciones necesarias.

No es sencillo, pero es preciso generar las condiciones políticas para que las escuelas queden al centro: no se puede centrar desde el poder, sino dar el poder a la escuela para que esté al centro.

Hablando en confianza con algunos profesores, comenta, lo que dicen es que, con el lema de “la escuela al centro”, perciben que, en efecto, esta reforma ha puesto a la escuela al centro de una diana, de un círculo en el que, al centro, como blanco de las acciones y las políticas, está la escuela. Es una crítica que retoma el parecer de maestros que, centrados como responsables, se ven vistos desde la reforma como el blanco, el objetivo del disparo de las estrategias, programas y transformaciones. ¿Centro para actuar con autonomía, o lo central – en un tiro al blanco – en la esperanza de la reforma?

Sin duda, un aspecto a pensar muy valioso. El choque entre la mirada del reformador y la del actor y el sitio de trabajo que se pretenden reformar. Desde el centro.

Algunos peligros

En su turno, Francisco Miranda comenta que los números expuestos son impresionantes, pero hay que cuidar lo que resulta al cambiar la escala de los programas. No es trivial el pasaje de un programa piloto a la extensión de sus factores a todo el sistema.

Si, en efecto, las escuelas están en el centro, ¿cómo ha de cambiar la forma de administrar el sistema?

No lo desea, ni lo considera inevitable, pero sugiere que, dada la importancia de la estrategia, es muy importante cuidar los fenómenos derivados de hacer de las instrucciones de autonomía de gestión simples rutinas a cumplir, y reacciones burocratizadas a las instrucciones superiores.

Es necesario, sugiere, atender a lo que significa autonomía para las escuelas: ¿es un instrumento que se “da” a las escuelas, o se adopta una noción de autonomía con los márgenes de libertad y gobierno que pueden entenderse de esa noción?

Si se aprenden las rutinas para dar cuentas de procesos, y predominan los formatos, podemos caer en una autonomía aparente.

Es necesario tomar en cuenta experiencias de otros lados del mundo. En ciertos lugares, con nociones parecidas a la escuela al centro, o la autonomía, se presentaron casos de una especie de ausencia de responsabilidad del estado.

¿Cómo se relaciona esta estrategia, pregunta, con la diversidad de condiciones? ¿Hay un plan de discriminación positiva, que apoye de manera diferente esta idea a las escuelas multigrado, por ejemplo? Quizá no haya, en el sistema actual, una modalidad tan autónoma y en el centro de las comunidades que las escuelas multigrado.

Hay una expresión de Francisco Miranda que merece mucha atención, a mi juicio. La expone, insisto, como una preocupación a tomar en cuenta. ¿Queremos un agregado de escuelas autónomas, o un sistema organizado que mejora a partir de la autonomía de las escuelas? No es trivial el dilema que presenta, pues se basa en la necesidad de aprender de lo que ha ocurrido en el sistema, como el caso del programa de Escuelas de Calidad (PEC)

Hay, al revisar las notas de la reunión que tomé (siempre relativas a la mirada de quien las toma, nunca la “realidad real”, inexistente) una convergencia en los comentarios de Bonilla y Miranda: cuidado con la premura, prudencia, no agotar la discusión en la avalancha de números, reconocer la complejidad de lo que llamamos escuela y sus actores, recuperar la experiencia del pasado y de otros lares… Establecen un conjunto de dilemas, retos y riesgos. Hay, más allá de lo sucedido en la conversación posterior, mucho que aprender de sus comentarios.

Al final

El tiempo es un tirano. Llegan muchas preguntas, pero sólo se pueden atender unas cuantas dado que el moderador da la palabra a los funcionarios.

Lo que destaca en las respuestas es un cambio en la actitud. Dicen Treviño y Velasco que han tomado nota de todo lo dicho y que lo tomarán no solo como notas, sino en cuenta para revisar sus acciones.

Tengo la impresión que, en su proyecto, hay una apuesta central: desplazar, en la medida de lo posible, a los antiguos actores, para renovar las cosas y las relaciones: les entusiasma la idea de contar con los nuevos directores y supervisores, pues se trata, afirman, de un cambio cultural.

Por ejemplo, que el Consejo Técnico de Zona – donde se reúnen supervisores y directores de varias escuelas – sea, en efecto, un espacio real de diálogo.

Llama la atención un cambio en el discurso: el subsecretario Treviño acota lo dicho en su primera exposición. Al parecer, todo lo anterior es un plan piloto, del que surgirán lineamientos para el ciclo 2018-2019…

Se atiende a una pregunta: ¿Qué van a hacer con la simulación de las autoridades locales, que frente al centro siempre cumplen, aunque su cumplimiento sea más bien formal?

La respuesta es: contra la simulación, el antídoto es la participación de los padres de familia, que participen en el monitoreo del aprendizaje de sus hijos.

Hay más notas. No hay ya espacio ni tiempo. La reseña que se ofrece es una mirada que, sin remedio, se realiza desde los ojos del que la relata. En esta segunda sesión, muchos temas quedan abiertos a la reflexión, sobre todo por la serie de asuntos que pusieron sobre la mesa los comentaristas. Toda una agenda en torno al tema de la Escuela al Centro y la cuestión central: ¿Es posible una escuela al centro, decretada así por una política que proviene del centro y la regula? ¿Es posible, y qué significa más allá de la decisión de cuántos días tendrá un ciclo escolar (180 o 2000) la autonomía de gestión en las escuelas?

Fuente del Artículo:

¿La escuela al centro?

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México: Retrasan un año evaluación docente por sismos

México / 8 de octubre / Autor: Teresa Moreno / Fuente: El Universal

La Secretaría de Educación y el INEE informaron que la medida aplicará para los maestros, directores, supervisores y técnicos docentes de las entidades a las que fueron emitidas declaratorias de desastre natural o de emergencia

La Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) retrasaron un año la aplicación de la evaluación para los docentes de las diez entidades afectadas por los sismos del 7 y 19 de septiembre.

La medida aplicará para los maestros, directores, supervisores y técnicos docentes de las entidades a las que fueron emitidas declaratorias de desastre natural o de emergencia como es el caso de la Ciudad de México, Chiapas, Hidalgo, Estado de México, Guerrero, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla y Tlaxcala.

“Los docentes de estas diez entidades que han sido afectados personalmente por los sismos y que han sido convocados y notificados para participar en la evaluación de desempeño, se les ofrece la oportunidad de posponer su evaluación para el año próximo, o bien, continuarla este mismo año en un calendario modificado”, señalan las dependencias en comunicado conjunto.

El retraso en la aplicación de las evaluaciones de la reforma educativa a quienes habían sido seleccionados para participar en el tercer grupo de la evaluación 2017-2018 se hizo bajo la consideración de que los docentes pudieron haber sido afectados por los terremotos, el argumento fue que “cuenten con las condiciones óptimas para el desarrollo de esta evaluación”, señala.

Los maestros que decidan posponer un año la evaluación de desempeño docente, tendrán que volver a iniciarlo a partir del 1 de septiembre de 2018, correspondiente al ciclo 2018-2019.

Para quienes decidan presentar su evaluación en este ciclo escolar y para los docentes de las otras 22 entidades que no fueron afectadas por el sismo, el calendario de evaluación también se modifica: las evaluaciones que estaban programadas del 16 de octubre al 3 de noviembre se pasan para el 13 de noviembre al 3 de diciembre de 2017; las evaluaciones que se realizarían del 1 de septiembre al 3 de noviembre, se pasan para el 1 de septiembre al 3 de diciembre; mientras que para los profesores de la tercera etapa que estaba programada entre el 4 de noviembre y el 10 de diciembre, se pasarán al periodo entre el 2 y el 18 de diciembre.

Fuente de la Noticia:

http://www.eluniversal.com.mx/nacion/sociedad/retrasan-un-ano-evaluacion-docente-por-sismos

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La reforma educativa en la globalización (I)

07 de octubre de 2017 / Fuente: http://www.educacionfutura.org

Por: Carlos Ornelas

Mi trabajo de investigación descansa en la premisa fundamental de que la educación nacional es un objeto en disputa. En tres artículos presentaré los debates en torno a la interpretación de la Reforma Educativa. Parto del supuesto de que también hay contiendas para discernir el significado de la reforma en la transferencia de políticas educativas o, si se prefiere, la dialéctica entre lo nacional y lo global. Sintetizo las discusiones en tres enfoques: la teoría de la cultura mundial, la perspectiva del neoimperialismo cultural y el enfoque del prestamista y el prestatario. Hoy presento los antecedentes, en los miércoles siguientes especulo acerca de cómo interpretarían la reforma mexicana los partidarios cada una de esas corrientes.

La mayoría de los autores apegados al neoinstitucionalismo sociológico, aunque no sigan un libreto estricto, sugieren que las tendencias globales cobran vida en las reformas educativas nacionales —aunque salvaguardan manifestaciones domésticas— cuyas fronteras simbólicas se evaporan o conjugan con una predisposición histórica hacia una cultura mundial. Las reformas educativas que impulsan varios gobiernos del mundo se llevan a cabo en un contexto global que aboga por transformaciones con atributos neoliberales, como arguyen  Nelly Stromquist y  Karen Monkman  (Globalization and Education: Integration and Contestation Across Cultures) y David Turner y Hüseyin Yolcu (Neo-liberal Educational Reforms: A Critical Analysis), entre muchos otros académicos radicales. Lo que puede constatarse es que las organizaciones intergubernamentales son actores de primer nivel en el impulso del movimiento global de reforma educativa, que Pasi Sahlberg denomina GERM o germen (en el juego de palabras por el acrónimo de la noción en inglés).

El auge de un proyecto de reforma educativa internacional impulsado por organizaciones intergubernamentales se asienta en todos los rincones del planeta. La influencia de la Unesco, aunque a la baja en comparación con otras instituciones, sigue abonando a que, en los propósitos de reformas nacionales, la equidad represente un papel de primer orden. La consigna de Educación para Todos gana adeptos, aunque parece que sus metas están cada vez más lejos en el tiempo.

Las propuestas del Banco Mundial siguen vigentes. En el corazón de sus impulsos persiste la teoría del capital humano, el énfasis por ampliar la escolaridad y promover reformas con el —único— fin de preparar para el trabajo. La alegoría de la economía del conocimiento pesa en todas sus sugerencias de política educativa. Si bien, privatizar la educación ya no es un motivo recurrente en sus documentos, sigue siendo parte de su corpus doctrinario. La Organización Mundial del Comercio es el brazo armado de las corrientes privatizadoras. La educación, para estas organizaciones, no es cultura, es un servicio que debe prestarse con una visión de negocios.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos es la institución intergubernamental con mayor influencia en la promoción de reformas educativas. Ello, debido al énfasis que pone en el desarrollo de instrumentos y formulación de políticas en sus Education Policy Outlook papers (documentos de perspectivas de política educativa) por país, así como por la publicación anual de Education at a Glance (Panorama de la educación), pero, sobre todo, por el acento en la evaluación de resultados y por su herramienta primordial, PISA.

La influencia de esas instituciones globales es patente en la reforma mexicana. Pero no es taxativa, pienso. El desarrollo de la reforma educativa depende del uso de la tecnología del poder y de la evolución de la dialéctica del control. Las relaciones entre lo nacional y lo global no son uniformes. Las recetas de cambios no llegan del ambiente global a implantarse en las realidades locales de manera irreflexiva: los intereses y conflictos nacionales imponen su marca y determinan las perspectivas de éxito o fracaso de las reformas.

Los abanderados de la teoría de la cultura mundial asentarían que la transferencia de proyectos a la Reforma Educativa mexicana es legítima e inevitable. Los teóricos que se apegan al enfoque del neoimperialismo cultural la definirían como una imposición de los organismos intergubernamentales, en especial de la OCDE. Los defensores de la perspectiva del prestatario y el prestamista pondrían el acento en los problemas nacionales y su relación con el mundo.

Fuente artículo: http://www.educacionfutura.org/la-reforma-educativa-en-la-globalizacion-i/

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