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Los seis principales problemas ambientales que tiene el planeta

Diciembre de 2017/Fuente: El Espectador

Sin lugar a dudas los retos que enfrenta el mundo son varios. Unos políticos, otros, económicos, algunos relativos a crisis sociales y, casi todos, atravesados por rasgos ambientales. Por esto, en un intento por definir cuáles son los principales riesgos que enfrenta el planeta, y con ellos la humanidad que lo habita, la Asamblea de ONU Medio Ambiente, que estará reunida hasta el 7 de diciembre, publicó el informe Frontiers 2017. Un documento que alerta sobre los seis principales desafíos que tiene el planeta. La resistencia a los antimicrobiana, alerta el informe, se lleva el primer lugar.

Resistencia a los antimicrobianos

“La resistencia a los antibióticos es un fenómeno serio y creciente que se ha convertido en una de las mayores preocupaciones de salud pública del siglo XXI”. Esta es la frase con la que el informe Frontiers 2017 busca alertar sobre uno de los mayores problemas de salud que enfrenta la humanidad y sobre la cual ya se había pronunciado la Organización Mundial de la Salud.La administración persistente y a menudo innecesaria de antibióticos en los últimos 70 años ha llevado a una creciente resistencia antimicrobiana, cuyas cepas han sido bautizadas como superbacterias.

Uno de las fuentes de este problema, según el documento, son las plantas de tratamiento de aguas residuales. La solución ambiental, por ende, podría estar relacionada con reducir y eliminar el uso de productos farmacéuticos antibióticos y la implementación de controles de infección sobre las vías de transmisión fecal-oral extendidas. “De esta forma, podremos reducir la velocidad a la que surgen nuevos mecanismos de resistencia. Sin embargo, más que nada, debemos comprender más sobre la evolución y transmisión de la resistencia en entornos naturales, para determinar las mejores políticas sobre el uso y la gestión de residuos”, afirma el informe.

Someter a las tormentas de arena y polvo

Respirar polvo y partículas de arena generar varios problemas de salud, como asma, bronquitis o irritación de la piel. Incluso se han reportado brotes de meningitis por esta razón. En ciudades donde la exposición a estas partículas es crónica, también se han regustrado muertes prematuras por enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cáncer de pulmón. Esto sin contar otros problemas como daños a cosechas, infraestructura, ganados y desertificación. Ante esto el informe Frontiers 2017 propone sistemas de alerta temprana y reducción de riesgos a coro plazo, así como encontrar un camino más sostenible en el uso de tierra y agua a largo plazo.

Éxodo: humanos en el Antropoceno (o como el cambio climático está generando migraciones)

A finales de 2016 más de 65 millones de personas tuvieron que desplazarse forzosamente por causas naturales o conflictos: un número mayor que en cualquier momento desde el final de la Segunda Guerra Mundial. En el continente africano hay más países afectados por desplazados que cualquier otro continente o región y, en 2015, acogía a más de 15 millones de personas que tenían desplazados dentro de su propio país por varias razones, incluidas las relacionadas con el medio ambiente. En los últimos 70 años, al menos el 40% de los conflictos nacionales estaba relacionado con el control de tierra o agua.

Todas razones suficientes para que las migraciones se posicionaran en la lista de ONU Medio Ambiente. “Si la experiencia de los refugiados de los eventos relacionados con el clima son una indicación, tendremos que hacer más que simplemente responder a las recurrentes crisis. Los próximos años serán fundamentales para el desarrollo de una base más efectiva, compasiva y basada en los derechos de enfoque al desplazamiento humano”, afirma el informe.

Áreas marinas protegidas: atravesando el corazón del desarrollo sostenible

Que el mar esté sobre explotado y se convierta en una de las prioridades de ONU Ambiente no es una sorpresa. La sobrepesca, la contaminación por plástico, el turismo, la pérdida de corales y el cambio climático lo han llevado a un punto de estrés nunca antes visto.

Las áreas marinas protegidas son una solución que puede acordarse comúnmente. En 15 años el área marina protegida ha aumentado 5.1% (18.5 millones km2). Sin embargo, en términos prácticos esto no es suficiente.

Acceso universal a la energía limpia

Los retos energéticos siguen siendo muchos. Alrededor de 1.100 millones de personas en el mundo carecen de acceso a energía, a lo que se suman otros 1.000 millones que disponen de redes de electricidad, pero de forma inestable. Las estimaciones apuntan a que no se podrá alcanzar el acceso universal en 2030, cuando 780 millones de personas seguirán sin este servicio básico. Una meta a la que se suma el obstáculo de lograr hacerlo con una matriz energética limpia.

Por esto el informe Frontiers 2017 insiste en la importancia de políticas que ayuden a catapultar los mercados de energías verdes. El informe, sin embargo, alerta también de la necesidad de pensar en una gestión sostenible de los residuos generados por los productos solares, destinados a incrementarse en las próximas décadas.

Nanopartículas

Las nanopartículas, junto a la inteligencia artificial y la biología sintética, podrían solucionar parte de los problemas de la industria. Están en industria alimentaria, cosmética, ropa y dispositivos electrónicos. Sin embargo, el informe señala: “La gente quiere saber más sobre ellos y lo que pueden hacer. Pero también quieren saber si los nanomateriales artificiales o naturales suponen una amenaza para nuestro mundo o presagio un futuro lleno de oportunidades y productos innovadores”.

Algunos materiales en su versión nano son objeto de estudio por un posible vínculo con inflamaciones pulmonares, la alteración de la función de determinados órganos o del sistema inmunitario.

Fuente: https://www.elespectador.com/noticias/medio-ambiente/los-seis-principales-problemas-ambientales-que-tiene-el-planeta-articulo-726750

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La tierra tiembla

Por: Graziella Pogolotti

Tal y como nos sucede ahora con Marte, quizá algún día seres racionales instalados en otras galaxias se interroguen acerca de la existencia de vida en la Tierra, porque en carrera desenfrenada hacia la autodestrucción, se nos ha despertado una vocación suicida.

Las señales del peligro que se cierne sobre nosotros son evidentes. Las capas tectónicas se remueven para producir terremotos de enorme dimensión. En el área caribeña que habitamos, los huracanes se multiplican y alcanzan dimensiones sin precedentes en la historia. En semanas sucesivas, Harvey dejó secuela de destrucción en Texas e Irma se ensañaba con los territorios insulares de nuestro mediterráneo americano. Agredida por el hombre, la naturaleza sangra por las heridas provocadas por el apetito insaciable de unos pocos. El cambio climático se manifiesta con daños que parecen irreversibles. En un acelerado proceso depredador, la especie parece dirigirse a la destrucción de cuanto empezó a construir desde que el bípedo se hizo de las primeras herramientas y fue capaz de levantar la mirada hacia horizontes más anchos.

En tan peligrosa coyuntura, se impone establecer una plataforma de ideas articulada a una cosmovisión que subvierta una mal entendida filosofía del progreso, estimulada por un desenfrenado apetito de ganancias en beneficio de unos pocos. El desarrollo del capitalismo y la primera revolución industrial están estrechamente asociados. El consumo de combustible –carbón y petróleo– empezó a inficionar la atmosfera. La disputa por los mercados y por las fuentes de materias primas desembocó en guerras de enormes dimensiones. El estallido de las primeras bombas atómicas fue señal palpable del exterminio que amenazaba a la humanidad. Por otra parte, la generación de necesidades de productos rápidamente desechables se convirtió en fórmula para eludir las crisis cíclicas de superproducción características del capitalismo.

Hijos de la civilización que hemos edificado, absurdo sería proponernos el regreso al modo de vivir de un buen salvaje exaltado por Rousseau. El conflicto actual tiene su origen en el capitalismo depredador constituido en hegemónico mediante el despliegue de recursos económicos, volcados al ejercicio de la violencia complementado con la instauración de una cultura que privilegia la frivolidad y el adormecimiento de un pensar creativo. Así, por ejemplo, el uso inapropiado de zapatos de tacones por parte de la primera dama de Estados Unidos en su visita a Texas recibió amplia divulgación. Pero el anecdotario enmascaró la necesaria apertura de un debate acerca de las causas de la agudización de estas catástrofes naturales en un país que se plantea la retirada de los acuerdos de París, consenso logrado al cabo de tantos años de complejas negociaciones.

La lucha por la salvación del planeta tiene que ser factor de movilización para los hombres y mujeres de buena voluntad en el mundo. Es inseparable de los reclamos a favor de la paz, tal y como lo comprendieron las naciones de la América Latina en el entorno de la Celac. El continente preserva todavía invaluables recursos que no pueden dilapidarse. La Amazonia es fuente de oxígeno. Los grandes ríos que la recorren, desde La Plata hasta el Orinoco, pasan por los afluentes de la corriente mayor. El Amazonas conforma lo que Carpentier denominó «el riñón de América». Su entorno selvático ya no tiene la densidad que conoció el autor de Los pasos perdidos cuando emprendió viaje hacia el origen de los tiempos históricos. Ya había perdido parte de su riqueza cuando, unos años más tarde, Antonio Núñez Jiménez realizó en canoa el recorrido desde las fuentes originarias hasta el arco de las Antillas. En menos de un siglo, el deterioro ha sido notable y la amenaza de destrucción prosigue y se acelera.

Desde otros lugares del mundo, en tiempo real, por vía de internet, muchos han seguido la tragedia experimentada por los habitantes del Caribe con el paso mortífero de Irma. A las consecuencias inmediatas de la tierra arrasada, se une la destrucción de bienes materiales construidos con años de esfuerzo y sacrificio con vistas a sentar las bases de un desarrollo económico sostenible. Conmovidos quizá por el impacto de las imágenes, los espectadores no consideran que vivimos un planeta independiente con inevitables relaciones de causa-efecto. El deshielo de polos y glaciares, la crecida del nivel del mar y el calentamiento de las aguas repercuten en todas partes.

La tierra tiembla. Bienvenidos sean los acuerdos entre las naciones que comprometan a los países más industrializados y, entre ellos, a Estados Unidos a detener la depredación suicida del planeta. Indispensable será, para lograrlo, la movilización política de las mayorías. En este empeño por la salvaguarda de lo que hemos construido y a favor del porvenir de nuestros hijos, resulta impostergable refundar una cultura orientada a lo que algunos de nuestros pueblos originarios llaman «el buen vivir». Se trata de ascender una dura cuesta en un tiempo marcado por el predominio de la aspiración de poseer bienes a tenor de las últimas modas consumistas por encima del aprender a disfrutar todo lo hermoso que nos rodea, regalo de la naturaleza o hechura del hombre. Se trata, en suma, de modificar rasgos esenciales de una cosmovisión elaborada a partir de la alianza entre el capital financiero y los medios de difusión, reiterada a través de una buena parte de las redes sociales. En este sentido, el proyecto socialista no puede limitarse a una distribución más equitativa de los bienes. Articulado en nuestra América a una tradición martiana, ha de proponerse, junto a la defensa del más alto sitial para la dignidad humana, la formulación de una cultura asentada en valores que favorezcan, en tanto expectativas de vida, la salvación de la especie.

Fuente: http://www.granma.cu/opinion/2017-09-17/la-tierra-tiembla-17-09-2017-21-09-51

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Los animales como compañía, no como pertenencia

Por: Ignacio Mantilla

En días pasados, caminando cerca de mi casa, observé accidentalmente cómo un hombre de mediana edad que hacía deporte en bicicleta junto a su perro le propinaba fuertes puntapiés para obligarlo a continuar corriendo a su lado. No resistí ante la escena y le reclamé por el maltrato que le estaba dando al animal. Su respuesta fue: “No sea sapo”.

Hubiera querido filmar el incidente y buscar una sanción social en las redes, pero no tuve suficiente tiempo ni destreza para hacerlo. Tampoco encontré a un agente de policía para que interviniera. Lamenté también no estar en ese momento junto a Gauss, mi fiel, entrañable e inseparable perro compañero de caminatas: inquieto, alegre, ágil, de la raza border collie, que seguramente se habría solidarizado con el desdichado animalito, objeto de tal maltrato, como lo hace incluso con Gastón y Salomé, los gatos con los que tiene que compartir a diario en casa.

Ese hecho me ha motivado a reflexionar sobre la relación que hemos construido con los animales y la naturaleza en general, y que hoy más que nunca, de manera urgente, debe expresarse abiertamente, no sólo desde nuestras posturas académicas y científicas, sino como ciudadanos, ya que los seres humanos y los animales compartimos y habitamos el único hogar al que todos pertenecemos, el planeta Tierra.

Desde tiempos remotos los humanos hemos forjado una estrecha relación con los animales. Abundan ejemplos de personajes famosos, de dirigentes, de políticos, de intelectuales y pensadores que han combinado su importante trabajo con la atención a sus mascotas. Federico II de Prusia, el Grande, incluso pidió y logró que las tumbas de sus perros estuvieran junto a la suya en los jardines del Palacio de Sanssouci en Potsdam.

Entre los escritores son famosos especialmente los gatos, que con su comportamiento, que algunos califican de egoísta y desinteresado, han logrado seducir a quienes viven en el mundo de las letras. Podemos traer a la memoria los gatos Sansi y Monsi, de la escritora mexicana Elena Poniatowska, bautizados en honor a su gran amigo Carlos Monsiváis; Beppo, el gato al que Jorge Luis Borges le dedicó un par de páginas; Teodoro W. Adorno, no el filósofo integrante de la Escuela de Fráncfort, sino el gato que acompañó en su proceso creativo al escritor argentino Julio Cortázar. Y así podríamos seguir una larga lista de cientos de escritores, filósofos e intelectuales que han construido entrañables relaciones con los gatos, entre ellos Michel Foucault, Ernest Hemingway, Truman Capote y Ray Bradbury.

Los perros, en general, han sido recomendados para mejorar la calidad de vida de personas que padecen alzhéimer y otras enfermedades neurodegenerativas. La compañía de los animales es recomendada también para lidiar con la depresión, los problemas de concentración y aprendizaje en los adultos y los niños. Existen, por supuesto, algunos tristemente célebres como Laika, el primer ser vivo que orbitó la Tierra y que lamentablemente murió en el espacio, en el marco de la carrera espacial durante la Guerra Fría.

También son famosos los experimentos con perros de Iván Pávlov en el campo de la fisiología, además de la preocupante aparición reciente de perros azules en Bombay (India) debido a la contaminación presente en los recursos hídricos de la zona.

Hacia el otro extremo se encuentran quienes les dedican cuidados que muchas veces rayan en lo absurdo: sesiones costosas de masajes, mascarillas, comida gourmet y vestimenta especializada para cada día, casi que “humanizándolos”, lo cual, como señala la profesora Myriam Acero Aguilar en un artículo publicado el pasado domingo en UN Periódico, puede generar problemas de conducta.

“Tratar a un perro como a un ser humano también es maltrato animal”, bien lo señalaba en una entrevista en la revista Semana el famoso entrenador de perros César Millán.

Pero volviendo a la motivación de este escrito, me pregunto si la ausencia de compasión es un problema de empatía. ¿Cómo se puede maltratar a un ser vivo, escuchar sus quejidos y seguir hiriéndolo? Hay algo claro y es que los animales no son nuestra propiedad, sino nuestros compañeros. Creo que estamos en mora de un debate sobre nuestras relaciones con los animales y con los demás seres vivos.

Dos historias:

1. Obama se llama un tierno y ya viejo perro que vive en la Universidad Nacional, en el primer piso donde está el acceso a la Rectoría. Me recibe todos los días a las 6:30 de la mañana moviendo la cola y esperando recibir su merecida galleta, que lo he acostumbrado a exigir, de las mismas que compro para Gauss. Es todo un personaje que se ha ganado el cariño y el respeto de todos, incluso de quienes en algunas ocasiones logran bloquear el edificio, pero no se atreven a impedir su paso.

2. Arpe se llamaba una alegre cacatúa que tuve en mi casa durante un tiempo. Con su compañera formó una pareja feliz y tuvieron muchos hijos. Un día Arpe amaneció triste y no me quiso recibir el pedazo de ponqué Ramo que le daba todos los días al desayuno. Mi preocupación por su salud aumentó con las horas y me vi obligado a buscar un veterinario especialista en aves para que lo examinara. Fue difícil encontrarlo, pero finalmente en la Universidad Nacional me orientaron para encontrar uno que me ayudara. Así, Arpe recibió los cuidados que necesitaba, pero lamentablemente murió una semana después y el joven veterinario compartió mi tristeza, a tal punto que no quiso cobrar las consultas a domicilio.

Fuente: http://www.elespectador.com/opinion/los-animales-como-compania-no-como-pertenencia-columna-709932

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Ecuador está decidido a enfrentar el cambio climático

Ecuador/Agosto de 2017/Fuente: Agencia Pública de Noticias del Ecuador y Suramérica

El ministro ecuatoriano de Ambiente, Tarsicio Granizo, afirmó este miércoles que su país está decidido a enfrentar el cambio climático, siendo referente a nivel regional e internacional desde un continente que, sin embargo, no es el mayor emisor de contaminantes a la atmósfera.

“No solo está decidido, sino lidera varios procesos a nivel latinoamericano y mundial en temas de cambio climático”, señaló a una pregunta de Andes tras la apertura en Quito un ‘Diálogo regional sobre Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC, por sus siglas en inglés) que concluye el viernes.

El titular expuso que su país posee proyectos relacionados con la mitigación de la deforestación y con una mejor agricultura “climáticamente inteligente” y además con el cambio de la matriz productiva y energética “que generen menos emisiones”. “Hoy tenemos todo un portafolio de actividades que nos ayudan a enfrentar este fenómeno”, precisó.

Respecto a la salida del gobierno de Donald Trump de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático (2015) y del Acuerdo de París (2016), señaló que, en su opinión, “responde a intereses económicos internos que deberán resolver los mismos habitantes de Estados Unidos, pero la sociedad civil norteamericana mantiene una oposición muy firme con respecto al cambio climático y muchos Estados continúan con su políticas de mitigación y disminución de emisiones”.

“No creo que haya mayor consecuencia con la salida de EE.UU; evidentemente lo que sí debilita el multilateralismo que es tan necesario en temas de cambio climático”, apuntó.

Señaló que existe el propósito de elaborar las ‘NDC’ desde Ecuador con la sociedad civil, no solo con las Organizaciones No Gubernamentales, sino con los movimientos sociales y con los restantes Ministerios y carteras de Estado relacionados con el cambio climático.

La realización de este evento es fundamental porque es un reconocimiento al esfuerzo de Ecuador y su liderazgo en temas de cambio climático “es una oportunidad nuestra para mostrarles a los demás países lo que estamos haciendo y para que cunda el ejemplo”, dijo a la prensa acreditada.

En su discurso, el ministro Granizo señaló que el Acuerdo de París “aunque llegó tarde y no es suficiente”, es la herramienta más importante para combatir el cambio climático, lo cual consideró como un tema geopolítico más que técnico.

América Latina, recordó, es el que menos emisiones contaminantes genera y la que deja la menor ‘huella ecológica’ y su misión es conservar sus recursos en el tiempo, de ahí su invitación para que los países de la región incluyan en los debates para elaborar sus ‘Contribuciones Nacionalmente Determinadas’ a los diferentes sectores de su población y puso como ejemplo a los indígenas que durante siglos han preservado la cuenca amazónica.

«Uno de los resultados que podemos sacar  de este evento es una integración latinoamericana para primero defender esa huella ecológica baja que tenemos en América Latina todavía, pero sobre todo para asegurar que los países que generalmente emiten, no descarguen sus responsabilidades de reducir las emisiones en los países que menos emiten”, instó.

A este ‘Diálogo Regional’ asisten más de un centenar de delegados del continente con la participación de representantes del Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD);  del Secretariado de la Convención Marco de la ONU para el Cambio Climático; el Center for Clean Air Policy; la Alianza para Transparencia en el Acuerdo de París y la GIZ (Agencia del Gobierno Federal Alemán especializada en cooperación técnica para el desarrollo sostenible en todo el mundo).

El objetivo es discutir sobre planificación e implementación de las NDC y compartir experiencias y prácticas. Además, el rol del sector privado y las estrategias de financiación en la implementación de las NDC; la identificación de oportunidades de acción en el sector energético e intercambiar sobre monitoreo, reporte y otros elementos sobre el marco de transparencia incluidos en el Acuerdo de París.

Fuente: https://www.andes.info.ec/es/noticias/ecuador-esta-decidido-enfrentar-cambio-climatico-ministro-ambiente.html

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Pérdida de biodiversidad es “más importante que el cambio climático”

México/Agosto de 2017/Fuente: Noticias SIN

El peligro que representa para la humanidad la pérdida de diversidad biológica es “tan importante o más que el cambio climático”, afirmó el biólogo mexicano José Sarukhán, coordinador la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).

De acuerdo con Sarukhán, el principal factor de presión sobre lo que llamó “capital natural”, que repercute en una acelerada pérdida de especies animales y vegetales, lo constituye el crecimiento exponencial de la población humana, que se ha triplicado desde 1950.

“Eso ha sido duro. Pero en muchos países, y países que tienen un impacto enorme no solo por su tamaño sino por su economía y fuerza política, lo que se ha multiplicado aun más es la tasa de consumo”, apuntó el doctor en ecología por la Universidad de Gales (Reino Unido) en una entrevista con Efe.

Como ejemplo señaló que, en comparación con una persona nacida en Estados Unidos en 1900, hoy cada estadounidense “consume 16 veces más de todo: energía, agua, alimentos, fibras”.

“Si añadimos lo que está detrás de esto, que es el sistema económico basado en que hay que maximizar la producción para que haya el máximo consumo, estamos ante un escenario que no es el más hospitalario” para la vida, abundó.

Los comentarios del experto están en consonancia con los argumentos expuestos en un artículo publicado en julio por la revista de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. (PNAS) que reporta una drástica merma en las poblaciones de vertebrados, indicativa de que está en marcha la “sexta extinción masiva”.

Los autores -Gerardo Ceballos, Rodolfo Dirzo y Paul Ehrlich, los dos primeros exalumnos de Sarukhán y el tercero su colaborador en diversos estudios- sostienen que los motores de tal destrucción son la sobrepoblación y el sobreconsumo humanos.

Aseguran que la pérdida masiva de poblaciones está dañando servicios ecosistémicos cruciales para la civilización, como la provisión de agua y alimentos o la regulación del clima, y enfatizan que “la ventana para una acción efectiva (para frenar este fenómeno) es muy pequeña, probablemente dos o tres décadas cuando mucho”.

Al respecto Sarukhán, exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México (1989-1997), señaló que la mengua de las poblaciones es un preludio a la desaparición de las especies mismas.

“El tamaño de la población es un elemento crucial para tener una idea de la viabilidad de una especie. Y un factor muy importante ligado a los números es la variabilidad genética de una población; cuanto menor es la variabilidad más vulnerable es la población a cambios ambientales”, explicó.

Subrayó que los humanos “con nuestras demandas y nuestra manera de vivir impactamos la naturaleza”, y manifestó la necesidad de un cambio de conducta. “Es un problema de comportamientos, y la única manera (de acometerlo) es entender la importancia que tiene” el patrimonio biológico del planeta, expuso.

Por ello, agregó, la Estrategia Nacional sobre Biodiversidad se basa en dos elementos: Conocimiento, por un lado, y Educación, comunicación y cultura ambiental por el otro.

Ambos aspectos son atribuciones de Conabio, ente gubernamental creado en 1992 a sugerencia de Sarukhán, el cual se nutre de los aportes de toda la comunidad académica.

Para el especialista, que ha publicado más de 190 trabajos científicos y varios libros, es preciso llevar a la gente los conocimientos sobre biodiversidad “traducidos para que los pueda absorber, y que sea una información accesible, confiable, que pueda volverse un elemento de la cultura de valoración de la naturaleza”.

“Solamente una sociedad bien informada, educada en la realidad de su entorno, puede realmente generar cambios en un país porque tiene los elementos para exigir”, consideró.

Al preguntársele qué piensa de que un país como Estados Unidos cuestione el impacto humano en la naturaleza, el científico replicó: “Es muy frustrante. Si eso viniera de un país perdido en medio del Pacífico, bueno, ni modo. Pero es un país tan influyente, que además tiene probablemente la comunidad académica más fuerte”.

“Que esto ocurra allí me parece muy desalentador porque ciertamente mucha gente no piensa así, pero suficientes personas son afines a esa manera de pensar que han votado a ese señor (Donald Trump) como presidente. Y esas son las cosas que me preocupan mucho”, dijo.

Otros motivos de preocupación que Sarukhán confesó son el extremismo religioso y la posibilidad de usar la tecnología para “hacer que la gente pueda vivir en condiciones absolutamente infrahumanas”.

“No quisiera que fuera así porque creo que la nuestra es una especie fenomenal, y confío en que la creatividad que nos ha permitido tener todas las cosas que tenemos, con las consecuencias malas, no de la ciencia sino de la tecnología, se use ahora para revertir las cosas y que vayamos en otra dirección”, concluyó.

Fuente: https://noticiassin.com/2017/08/perdida-de-biodiversidad-es-mas-importante-que-el-cambio-climatico/

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Así ha influido el ser humano en las recientes catástrofes climáticas

Julio de 2017/Fuente: La Vanguardia

Las evidencias del nefasto impacto del ser humano sobre el medio ambiente son evidentes. No solo eso, sino que negar su implicación en el cambio climático es una irresponsabilidad que le puede costar la vida a muchas especies que cohabitan en el mismo planeta que él. Evidenciar la huella humana sobre el entorno es clave para entender el presente y mejorar el futuro y parte de la comunidad científica centra sus esfuerzos en este ámbito.

Desde el 2000, un nuevo campo de investigación se dedica a explorar la relación entre ser humano y condiciones climáticas extremas, como inundaciones, olas de calor, sequías y tormentas. Conocido como “atribución extrema de eventos”, el campo ha ganado impulso, no sólo en el mundo de la ciencia, sino también en la sociedad y en los medios de comunicación. Y mapas como este son la muestra del nocivo efecto de nuestra especie sobre la Tierra.

En este trabajo, realizado por la plataforma Carbon Brief, solo se analizan los más de 140 estudios sobre eventos meteorológicos extremos, como el tifón Haiyan (que acabó con la vida de más de 10.000 personas en Filipinas en 2013) hasta la sequía en California (que duró cinco años y obligó al Estado a declarar el estado de emergencia). Los informes incluidos van desde las lluvias récord que cayeron en Louisiana el verano pasado hasta la mortal ola de calor de 2003 en Europa.

De entre todos estos estudios publicados y analizados, el informe y posterior mapa realizado por esta web especializada en ciencia climática determina que el 63% de los fenómenos extremos tuvieron lugar o fueron más graves por culpa del ser humano. De todos ellos, casi la mitad (46%) representan olas de calor, las sequías son el 21% y las fuertes lluvias o inundaciones, el 14%.

La mayoría de grandes eventos analizados tienen relación con sequías u olas de calor

La mayoría de grandes eventos analizados tienen relación con sequías u olas de calor (Getty Images/iStockphoto)

El mapa muestra, geolocalizado, cada uno de los informes sobre los que están basadas dichas conclusiones. En España, por ejemplo, se destaca la sequía y se relaciona ésta con la influencia del ser humano. “Hay una tendencia hacia un Mediterráneo más seco para el período 1970-2010 en comparación con 1901-70, y tal tendencia ha sido parcialmente impulsada por las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero y aerosoles”, destaca el estudio.

En total, el mapa muestra 144 eventos meteorológicos extremos, relacionados a los artículos científicos que ayudan a concluir o no la relación de éstos con el ser humano o su falta de ella.

Nueva Orleans quedó arrasada tras el paso del huracán Katrina en 2005
Nueva Orleans quedó arrasada tras el paso del huracán Katrina en 2005 (EFE/Archivo)

Entre los eventos estudiados hay aquellos relacionados con frío, nieve o hielo; sequía; calor y olas de calor; océanos; y lluvias e inundaciones. De todos ellos, sólo 20 no han sido relacionados con la mano del hombre (como en los Pirineos, donde “la variabilidad climática natural fue, aparentemente, el principal motor de la acumulación extrema de nieve que cayó en los Pirineos en 2013” según un informe.

Uno de los autores del análisis, Roz Pidcock, había estudiado los informes de forma individual, y decidió unirlos en un solo mapa. “La tentación es mirar el resultado de un estudio y pensar que es la última palabra la definitiva. En realidad, la evidencia debe ser considerada en su totalidad para poder comprender cómo el cambio climático está influyendo en las condiciones climáticas extremas”, dijo el científico.

Fuente: http://www.lavanguardia.com/natural/20170721/424265392141/influencia-hombre-catastrofes-clima.html

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México: Cuidar el medio ambiente también es ahorrar

México/Julio de 2017/Fuente: Telemundo

Cuidar nuestro planeta, para nuestro beneficio y el de la comunidad, es una medida inteligente y de sentido común. Pero ahorrar energía no sólo es bueno para el planeta, sino también para nuestros bolsillos. En esta temporada de altas temperaturas, los refrigeradores y congeladores ocupan un lugar central en el esfuerzo por el cuidado ambiental.

En materia de medio ambiente, California es líder en medidas de protección y preservación ambiental, a través de legislación y programas ecológicos. Una de las metas del estado dorado para 2020 es reducir la polución de carbono a los niveles existentes en 1990. Esto es el equivalente a retirar cada año, alrededor de 5.6 millones de automóviles de las carreteras, y reducir la emisión de entre 10 y 14 toneladas de carbono.

El estado cuenta con numerosos programas de reembolso y reciclado para quienes deciden reemplazar sus viejos aparatos electrónicos, por otros más eficientes.

Según información de GreenRiverside.com, un sitio que busca crear conciencia sobre el consumo inteligente de energía y agua, los viejos e ineficientes refrigeradores y congeladores puede aumentar en más de $200 dólares anuales la cuenta de electricidad. Las familias que tienen un segundo refrigerador en su garaje, podrían estar pagando más de $100 dólares anuales en su cuenta de electricidad.Algunos de los viejos refrigeradores pueden llegar a consumir hasta cuatro veces la cantidad de energía que utilizan las unidades más modernas.Cuando un hogar reemplaza su vieja unidad por una unidad Energy Star podría ahorrar aproximadamente 10% de energía en costos de electricidad, y al mismo tiempo, obtener un reembolso de su compañía de electricidad.

La segunda vida de tu refrigerador

Reemplazar una vieja unidad por otra más eficiente es el primer paso para cuidar el ambiente y el bolsillo, pero también es necesario reciclar la vieja refrigeradora y no simplemente botarla en el basurero.

En California, está prohibido por ley descartar estas unidades en basurales, y las compañías recolectoras de basura, incluso cobran una cifra determinada para recoger dichas unidades para reciclado.

Cuando los viejos aparatos son reciclados se transportan a sitios determinados que los desmantelan y procesan sus partes, para que no contaminen el medio ambiente:

Los aceites de los refrigerantes se vuelven a utilizar en equipos industriales. El cobre se utiliza para cables, y el aluminio para latas. El hierro se recicla para construcciones y el vidrio de los estantes, combinado con otros materiales se utilizan para mostradores e incluso para hormigón. La espuma de los viejos refrigeradores se sella en bolsas de plástico que contienen 10 libras de espuma de poliuretano.

¿Sabías que?

Los refrigeradores contienen espuma y otros contaminantes. Al descartar el viejo aparato en un basural, dichos gases son liberados al ambiente, en un índice de alrededor 5% por año, esto es, más de dos toneladas de CO2, mientras permanecen en el sitio. Evitar la liberación estos potentes gases es como retirar un auto de las calles por un año entero.

Fuente: http://www.telemundo.com/noticias/2017/07/19/cuidar-el-medio-ambiente-tambien-es-ahorrar

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