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‘Silencio’, una dinámica grupal para la resolución de conflictos en el aula

Por: Haydee Mesa

Son muchas las tensiones que pueden surgir entre el alumnado durante cada jornada. Cada uno de sus componentes es, como suele decirse, “de su padre y de su madre” y las mayoría de las veces no resulta fácil conciliar distintos puntos de vista sobre un mismo tema. Por eso, cuantas más herramientas incorpores a tu repertorio, mejor. Aquí tienes “Silencio”: sírvete de este juego de roles para trabajar cualquier conflicto que surja en el aula.

Pasos a seguir (indicado sobre todo desde Secundaria):

1. REPARTO DE ROLES

Pide participación a dos alumnos que lo deseen: uno hará de profesor y otra de alumno.

Pautas:

Maestro/a: el que hace de profesor tiene que pedir a un alumno que salga a la pizarra para corregir una actividad. Si no sale a la primera tendrás que enfrentarte a algo nuevo para ti, ya que hasta ahora nunca tuviste este tipo de problema. Tu objetivo es conseguir que tu alumno salga o que al menos te responda de alguna manera.

(El que tiene el rol de maestro sale del aula para leer su hoja de pautas sin oír las instrucciones que les das a los demás participantes) 

Alumno/a: anoche presenciaste una fuerte discusión familiar. estás muy dolido, tienes ganas de llorar y sabes que si sales a la pizarra no podrás seguir aguantando las lágrimas. Objetivo: sólo darás explicaciones a alguien que sepa ser cercano, te inspire confianza y llegue a tu corazón.

2. PREPARA EL ESCENARIO

El escenario es una clase. Coloca una mesa frente a la del maestro.

(Entrégale la hoja al que hace de alumno con las pautas de su rol para que las lea antes de empezar)

3. ACCIÓN

El maestro llama al alumno para que haga una actividad en la pizarra: multiplicación, división, etcétera. El alumno no responde y no sale a la pizarra.

(El maestro tendrá que enfrentarse a esta situación que supone un gran reto. Lo deseable es que intente ganarse la confianza del alumno para ayudarle a superar la situación)

4. EVALUACIÓN, teniendo en cuenta las siguientes preguntas:

[list][item icon=”hearts” ]¿Cómo me he sentido? actores, maestro y público[/item][/list]

[list][item icon=”hearts” ]¿Por qué? ¿qué idea hay detrás de este sentimiento?[/item][/list]

[list][item icon=”hearts” ]¿Cómo imaginas que se podría sentir la otra persona? contrastarlo con la persona que lo ha experimentado[/item][/list]

[list][item icon=”hearts” ]¿Cuál es el/los conflicto/s?[/item][/list]

[list][item icon=”hearts” ]¿Qué actitudes han surgido?[/item][/list]

5. REPETICIÓN

Tras ella puedes volver a repetir la misma propuesta escénica si lo consideras necesario, esta vez con sólo una pareja y el resto del grupo como observador. Objetivo: buscar distintas maneras de entender el conflicto y diferentes soluciones.

6. LLUVIA DE IDEAS

Lluvia de ideas sobre posibles actitudes a adoptar.

Fuente: http://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/educacion-emocional/silencio-una-dinamica-grupal-la-resolucion-conflictos-aula/45757.html

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Modelo machista de resolución de conflictos

Por: Miguel Lorente Acosta

El autor nos muestra como el modelo machista de resolución de conflictos en lugar de resolverlo lo agrava.

El modelo machista para resolver los conflictos entre dos partes basa su estrategia en generar más conflicto, no en el diálogo ni en el consenso. El planteamiento es sencillo y surge de la construcción patriarcal de la cultura y de la sociedad que tenemos como consecuencia.

Esta construcción toma como referencia universal lo masculino y sitúa a los hombres en una posición de superioridad respecto a las mujeres, de manera que establece la desigualdad de género como esencia de estructuración social, y a partir de ella ha ido tomando otros elementos para extender y ampliar la desigualdad a otras circunstancias y características de las personas que forman parte de esa sociedad. El resultado es un sistema jerarquizado de poder, o lo que es lo mismo, una sociedad en la que determinadas personas por su sexo, sus ideas, sus creencias, su color de piel, su status, su origen, su orientación sexual… tienen una serie de privilegios y ventajas respecto a aquellas otras cuyas características son consideradas inferiores por esa cultura y sociedad.

Cuando se produce un conflicto entre personas en diferente nivel dentro de esa estructura jerarquizada, a quien se encuentra en una posición de superioridad no le interesa dialogar o consensuar para solucionar el conflicto, porque ha de hacerlo a partir de argumentos y razones, y puede que no las tenga o que sean menos sólidas que las de la otra parte. Por eso le interesa agravar el conflicto, avivarlo con elementos que generen más enfrentamiento para de ese modo justificarse en el uso de los instrumentos propios de su posición de poder, y que la otra parte no tiene por encontrarse en un nivel inferior.

Con esa estrategia el conflicto va aumentando hasta llegar el momento del “hasta aquí hemos llegado”, a partir del cual se pone en marcha todo el arsenal de instrumentos que guarda en su posición de poder, bajo la justificación de que el conflicto es insostenible, y como si hubiera sido generado en exclusiva por la otra parte.

Este es el modelo machista de resolver los conflictos, y el que usan los hombres desde sus posiciones de poder con las mujeres, algunos llegando a la violencia, otros a la amenaza, y otros simplemente recurriendo a la escenificación del conflicto para que la mujer entienda que debe ceder ante su autoridad.

Y como son los hombres y las referencias de la masculinidad las que impregnan la cultura y el significado de lo que acontece en la sociedad, el modelo se extiende a otros escenarios bajo los mismos planteamientos de la desigualdad y el poder, como ocurre en las relaciones laborales entre empresarios y trabajadores, en las relaciones dentro de los partidos políticos y en el ejercicio de la política, en las relaciones nacionales y en las internacionales…

Cualquier escenario en el que se entienda que el conflicto es un ataque a la posición de poder y un pulso a la persona que responde desde ella, el resultado será un aumento del conflicto que lleve a vencer más que a convencer. Porque el objetivo de la resolución de conflictos bajo esta estrategia machista es doble, por un lado resolver la cuestión formal que se ha planteado, sea esta personal, familiar, laboral, política, nacional o internacional; y por otro, ser reconocido como “vencedor” y salir reforzado en su posición de poder, aunque haya sido a través de una injusticia. Lo importante es vencer y aumentar el poder.

Este modelo de resolución de conflictos habitualmente reporta muchos éxitos a quienes están esas posiciones de privilegio, de ahí su refuerzo y su permanencia a lo largo de la historia, y su extensión a los ámbitos y contextos más diversos con ligeras variaciones. Pero siempre con la estrategia de resolver el conflicto generando más conflicto.

El problema se presenta cuando el modelo se utiliza frente a quien se piensa que está en una posición inferior y no lo está, o cuando lo está pero cuenta con otros mecanismo de apoyo informal que contrarrestan en parte el poder inicial de la otra posición, pero también cuando cada una de las partes cree que está en una posición de poder, y que debe potenciar el conflicto desde su lado para de ese modo poder utilizar su “carta secreta” y todos aquellos elementos propios a su posición que le permitirían vencer sin convencer.

Al final, este tipo de planteamientos son los mismos que dicen eso de que “la historia la escriben los vencedores”, por eso lo importante es derrotar al otro del modo que sea, porque después lo suavizarán y endulzaran con su relato. Lo estamos viendo estos días en diferentes contextos, pero es obvio que el más cercano y trascendente es el “conflicto” surgido con el proceso sobre el referéndum de autodeterminación de Cataluña del 1 de octubre.

Al margen de los elementos formales sobre su legalidad y las motivaciones y razones de quienes quieren votar, de sobra conocidas y comentadas, lo que se está viendo es el típico conflicto al modo machista. Una especie de pulso que, como muy bien se ha dicho estos días recurriendo a la canción de Joan Manuel Serrat, parece que están a ver “quien la tiene más larga”. Lo único que le falta es ver a Rajoy decir “por mis cojones que no se vota”, y a Puigdemont responder, “por mis cojons que votamos”.

Si lo dijeran quizás se entendería todo mejor. La prueba de que realmente se trata de un modelo machista de afrontar el conflicto es su retroalimentación, es decir, la utilización de las consecuencias que se producen como resultado de las decisiones dirigidas a potenciar el conflicto como razones para mantener el conflicto y aumentar así su intensidad.

Todo lo que está sucediendo estos días con las decisiones y acciones de unos y otros se está utilizando como justificación de las posiciones iniciales, cuando son un resultado de los problemas surgidos durante el conflicto, no causa del mismo. Pero eso no importa para las partes, lo que interesa es el conflicto en sí mismo y los apoyos para que quien dirige cada una de las posiciones sea reconocido por los suyos como ese macho-alfa capaz de dirigir al grupo.

También se ha comentado, y es cierto, que si en lugar de dos hombres al frente de cada parte hubiera dos mujeres y un modelo feminista de resolución de conflictos basado en la Igualdad, la empatía, el bien común… la situación actual sería completamente diferente. En estas circunstancias el conflicto ya no se puede resolver, pero sí se puede detener y replantear de nuevo toda la situación.

Esperemos que alguien saque el lado femenino que todos tenemos.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=232446&titular=modelo-machista-de-resoluci%F3n-de-conflictos-
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Argentina: Las reglas ahora las pondrán alumnos, padres y docentes

Argentina/28 de Agosto de 2017/Imneuquen

Los reglamentos escolares de carácter punitivo pasarán próximamente al olvido. Es que desde el Consejo Provincial de Educación (CPE) avanzan en la implementación de los acuerdos de convivencia, un nuevo paradigma que busca que estudiantes, padres y docentes participen en la creación de las reglas institucionales.

La iniciativa, formulada a partir de una resolución del Consejo Federal de Educación, surge como una herramienta que permitirá que los jóvenes desarrollen estrategias para resolver los conflictos de manera pacífica y apunta a mejorar las relaciones dentro del establecimiento educativo. Además, les brindará un mejor entendimiento de las normativas.

La subsecretaria de Articulación de Políticas Públicas Educativas del Ministerio de Educación, María Belén López, detalló que ya se aplica en algunas escuelas, aunque no está formalizado a nivel provincial. “Apuntamos a que mantengan y apliquen estas herramientas por el resto de sus vidas”, manifestó.

Esta nueva tendencia busca complementar el desarrollo académico que reciben en las instituciones educativas desde el lado humano. En este contexto, les enseñan métodos de mediación comunitaria y los invitan a reflexionar sobre los problemas más comunes que tienen con sus compañeros.

Según Rosana García Navarro, integrante del equipo técnico del Programa de Convivencia Escolar, se trata de repensar los acuerdos de convivencia. “No es algo impuesto por las escuelas, sino que se construye entre todos los actores, aunque necesita del reconocimiento institucional”. En tal sentido, el director de cada establecimiento tiene la potestad para determinar de qué manera se concretarán estas reuniones.

Indicó que los antiguos reglamentos eran de carácter punitivo y privativo, algo que quedó en el pasado.

El gremio ATEN está de acuerdo

Los docentes apoyan la aplicación de los acuerdos de convivencia, explicaron desde ATEN, aunque consideraron que no pueden ser de carácter punitivo. “Ningún acuerdo puede basarse en lo correccional”, afirmaron. Buscan que los trabajadores apelen a la función de formadores para hacer un acuerdo que sea de reglas de convivencia, sin que abandonen su autoridad.

Fuente: https://www.lmneuquen.com/las-reglas-ahora-las-pondran-alumnos-padres-y-docentes-n562315

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En Venezuela: Conclusiones del I Foro Latinoamericano de Psicología, Violencia y Operaciones Psicológicas

América del Sur/Venezuela/CorreodelOrinoco

El psicólogo social, Fernando Giulliani, participó en el acto de clausura del I Foro Internacional de Psicología, “Violencia y Operaciones Psicológicas en Venezuela”, donde expuso los alcances del evento para promover la resolución de los conflictos en el país.

Giulliani, se encargó de leer las conclusiones generales del foro señalando que “marcan nuestra posición haciendo énfasis en los temas trabajados durante los 3 días del Foro, estamos contribuyendo desde la psicología, con capacidad crítica y objetividad” enfatizó el psicólogo.

La Declaración final se enfocó en 9 puntos estratégicos en los que los expertos en la materia coincidieron que la situación que atraviesa Venezuela se basa en un conflicto netamente político , dentro del cual se utilizan estrategias de guerra no convencional.

Igualmente, el texto señala la necesidad de promover la justicia en el país, frente a los hechos que han provocado el sufrimiento de la población venezolana.

Asimismo, dentro de las conclusiones alcanzadas por los psicólogos internacionales destaca el creciente nivel de intolerancia política y social con sus correspondientes expresiones de odio y violencia, la cual puede llegar a naturalizarse, legitimarse e incluso, glorificarse.

Por último, el escrito considera fundamental generar espacios de discusión, debate y diálogo que estimulen el intercambio dentro de las reglas éticas de convivencia para la sana confrontación de ideas.

A continuación la declaración final:

I FORO INTERNACIONAL DE PSICOLOGÍA 
“VIOLENCIA Y OPERACIONES PSICOLÓGICAS EN VENEZUELA”

1. Asumimos que en la realidad venezolana se está dirimiendo un conflicto esencialmente político, dentro del cual se utilizan estrategias de guerra no convencional, llamada así por el imperio para lograr sus objetivos, que incluyen operaciones psicológicas destinadas a alterar la psiquis individual y colectiva con el fin de generar condiciones propicias para la desestabilización.

2. Destacamos el profundo valor ético que tiene la paz para la convivencia humana, y reivindicamos el valor psicológico que también tiene la paz para el desarrollo de toda sociedad. En este sentido, asumimos y planteamos el uso de la psicología para la paz, la promoción de la salud mental y el desarrollo pleno e integral del ser humano y de la sociedad y a tales fines, proponemos la creación de laboratorios para la paz con el fin de contribuir de manera persistente a alejarnos de la lógica de la guerra.

3. Frente a la situación actual caracterizada por altos y complejos niveles de conflictividad que han producido una importante dosis de sufrimiento y heridas a la población, consideramos necesario promover todos los esfuerzos posibles que conduzcan al establecimiento de la verdad con el objetivo que pueda impartirse justicia. La verdad y la justicia no solo representan una exigencia ética sino que aportan un inestimable valor de reparación psicológica para las personas y para la sociedad en su conjunto. En tal sentido, queremos resaltar y reafirmar que la venganza no debe tener la menor oportunidad dentro de una sociedad, bajo ninguna de sus expresiones y mucho menos como instrumento sustitutivo de la justicia. Al mismo tiempo, consideramos que es necesario fortalecer el significado simbólico y material del concepto de autoridad como elemento regulador de la convivencia; lo cual obviamente debe inscribirse bajo los principios humanistas y éticos con los que estamos comprometidos.

4. Vemos signos alarmantes que requieren una urgente atención y que podemos considerarlos como efectos muy recientes de estas operaciones psicológicas. Se observa un creciente nivel de intolerancia política y social con sus correspondientes expresiones de odio y violencia, la cual puede llegar a naturalizarse, legitimarse e incluso, glorificarse. Mención especial merece el impacto que todo esto tiene en la población infantil y juvenil, especialmente en niñas y niños, por lo que hacemos un llamado urgente para implementar estrategias de prevención y protección frente a estos efectos.

5. Es también imprescindible generar todos los mecanismos y procesos necesarios que contribuyan al reconocimiento del otro en el marco de la conflictividad y de la convivencia. Se deben hacer todos los esfuerzos posibles para que todas y todos puedan hacer visibles sus heridas y sufrimientos, así como también sus ideas, sus propuestas, sus creencias y toda la diversidad de perspectivas y puntos de vistas como en la sociedad existan. Para ello, consideramos que es fundamental promover y estimular actitudes basadas en sentimientos de aceptación y respeto y en información objetiva y libre de prejuicios y estereotipos. Es necesario promover y estimular en forma intensiva la capacidad de reflexión crítica de toda la población con el fin de neutralizar los efectos perversos de la manipulación mediática. Proponemos que, por un lado, se hagan todos los esfuerzos para suministrar en forma clara y transparente información precisa y objetiva que ayude arrojar luz sobre los aspectos más críticos que en este momento representan núcleos de conflictividad. Por otro lado, se deben desarrollar estrategias comunicacionales que tengan un marcado enfoque pedagógico y crítico que estimule el discernimiento ponderado. Adicionalmente, consideramos fundamental generar espacios de discusión, debate y dialogo que estimulen el intercambio dentro de las reglas éticas de convivencia para la sana confrontación de ideas. Todo ello representa un poderoso instrumento que contribuye al desarrollo de la salud mental individual y colectiva al rescatar lo comunitario y lo público como un espacio para el encuentro y el uso de la razón como máximas expresiones de la cualidad humana.

6. Dentro de la dimensión comunicacional recomendamos estudiar y evaluar las estrategias comunicacionales actuales con el fin de determinar con base científica los efectos que están causando en la población venezolana. Asimismo es necesario diseñar estrategias comunicacionales orientadas al plano internacional con el fin de neutralizar la manipulación mediática en el exterior y hacer visible la verdad de lo que ocurre en Venezuela.

7. Recomendamos desarrollar programas y estrategias orientadas a estimular conductas, pensamientos y sentimientos positivos que sirvan de base para fortalecer la convivencia en la diversidad y la resolución pacífica de los conflictos.

8. Decidimos, a partir de este foro internacional, la creación de una red de psicólogos y psicólogas de Latinoamérica, el Caribe y de otras latitudes, orientada a la producción, sistematización, difusión y formación en materia de psicología al servicio de la causa de la liberación de los pueblos.

9. Por último, queremos concluir renovando nuestra apuesta para construir la esperanza como horizonte fundamental de la vida humana, porque donde hay esperanza se excluye la posibilidad del aniquilamiento y desaparición del otro. Estamos convencidos que otro mundo mejor es posible y la psicología tiene mucho que aportar en este viejo anhelo de esta parte del continente que ha mantenido una histórica lucha por su independencia y liberación definitivas.

Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/fernando-giuliani-expuso-conclusiones-generales-del-i-foro-internacional-de-psicologia-declaracion-final/

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