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México: Carta de maestras y maestros por la abrogación de la reforma educativa

México / 2 de septiembre de 2018 / Autor: Agrupación Magisterial y Normalista Nuestra Clase / Fuente: La Izquierda Diario

¡No a la imposición del “nuevo modelo”!
¡Abrogación de la reforma educativa!

Compañeras y compañeros, durante el sexenio que está por terminar padecimos las nefastas consecuencias de la reforma educativa, con la precarización de nuestras condiciones laborales, avances en la privatización de la educación pública y la degradación de los contenidos curriculares, lo que será profundizado con la imposición del Nuevo Modelo Educativo (NME).

Todos estos años, especialmente en 2013 y 2016, cientos de miles de maestros junto a padres de familia, sectores de trabajadores y populares, salimos a las calles a luchar por la abrogación de la reforma, enfrentando la represión del gobierno, campañas de satanización, amenazas, sanciones, despidos, vejámenes sexuales contra maestras, detenciones e incluso agresiones policíacas que les costaron la vida a varios compañeros, como en Nochixtlán.

El hartazgo del pueblo mexicano se expresó el 1 de julio con 30 millones de votos a favor de López Obrador, entre ellos los de la inmensa mayoría del magisterio, que confió en la promesa de cancelación de la reforma educativa.

Sin embargo, luego de las elecciones, las declaraciones de Esteban Moctezuma, futuro titular de la SEP, apuntan a la continuidad de diversos aspectos de la odiada reforma, como la evaluación burocrática y vertical a los maestros (más allá de que se prometa que no estará vinculada a la permanencia), el concurso de oposición para los egresados de las normales y las escuelas de tiempo completo.

Se nos plantea una consulta para construir un “acuerdo por la educación con calidad y equidad”, pero con la participación de los grandes empresarios y los charros sindicales, los mismos que impulsaron y avalaron la reforma educativa y fueron cómplices de la represión contra el magisterio.

Y mientras no se dice una palabra sobre los planes privatizadores como Escuelas al CIEN, ni se cuestionan las políticas del imperialismo para la educación, conscientemente se guarda silencio sobre el destino del Nuevo Modelo Educativo, que mientras tanto se impone en las escuelas, amenazando la estabilidad laboral de miles de maestros y que parece hecho a la medida del acuerdo entre AMLO y los empresarios para la contratación de jóvenes como aprendices, sin derechos y cuyos salarios saldrán del erario público.

El 1 de julio el pueblo de México votó con la esperanza de un cambio, que incluye la cancelación de la reforma educativa y los maestros no podemos conformarnos con menos. Por el contrario, tenemos la fuerza para ir por más.

Una transformación profunda de la educación pública requiere, por ejemplo, grupos reducidos y para ello más salones, más escuelas y más maestros; infraestructura escolar segura frente a los fenómenos naturales, con materiales y equipamiento suficiente para el desarrollo integral de niños y jóvenes; plazas automáticas y basificables para los normalistas egresados; horas dentro de la jornada laboral, remuneradas, para evaluar, planificar, dar y tomar asesorías, etc.; periodos alternados de actualización y frente a grupo, remunerados; estabilidad laboral, salarios dignos que aumenten de acuerdo a la inflación y plazas de tiempo completo para todos, con jornadas de trabajo de seis horas, cinco días a la semana, para maestros y padres de familia.

Todo esto supone, desde luego, un aumento sin precedentes del presupuesto educativo, cuyos recursos podrían salir del no pago de la deuda externa y de impuestos progresivos a las grandes fortunas, pero eso implica atacar los intereses de los grandes empresarios y el imperialismo, algo que el presidente electo no está dispuesto a hacer.

Por eso, para frenar la implementación del NME y las evaluaciones, reinstalar a los maestros cesados, lograr la cancelación total y definitiva de la reforma educativa y conquistar la educación que merecen los hijos del pueblo trabajador, debemos apostarnos a la organización desde las escuelas, a la unidad de nuestras filas y con los padres de familia, para ganar en las calles todas nuestras demandas, con una política independiente del próximo gobierno, los empresarios y el charrismo sindical.

Los resultados de las elecciones dejaron a los charros de Juan Díaz de la Torre en crisis, mientras que el ala charra de Elba Esther Gordillo salió fortalecida por su apoyo al Morena; y la “maestra”, ya liberada de su prisión domiciliaria, afila los colmillos con la mirada puesta en la dirección del SNTE, para volver a controlar al magisterio en beneficio propio y de su gente.

En este escenario, consideramos que la CNTE tiene, como referente histórico de lucha, la responsabilidad de llamar a los trabajadores de la educación de todo el país a organizar desde abajo un Congreso Nacional Democrático del SNTE, con delegados elegidos en asambleas de todas las escuelas y centros de trabajo, para desconocer a los charros, elegir democráticamente una nueva dirigencia y acordar un plan de lucha unificado.

Invitamos a todas las compañeras y compañeros que ven la necesidad de luchar con una política independiente y combativa como la que proponemos aquí, a integrarse la agrupación Nuestra Clase para poner en pie una gran corriente de trabajadoras y trabajadores de la educación en todo el país, e impulsar juntos esta perspectiva buscando incansablemente la unidad del magisterio, con los padres de familia y con otros sectores de trabajadores para vencer.

Las maestras y los maestros de México tenemos la palabra.

Agrupación magisterial y normalista Nuestra Clase

Fuente:

http://www.laizquierdadiario.com.mx/Carta-de-maestras-y-maestros-por-la-abrogacion-de-la-reforma-educativa?id_rubrique=1714

ove/mahv

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Reforma educativa y burocracia: problemas y soluciones

México / 19 de agosto de 2018 / Autor: Juan Carlos Miranda Arroyo / Fuente: SDP Noticias

“Soy una prueba de los maestros olvidados y que la Reforma Educativa no fue más que movimiento inútil. En ciclos escolares anteriores presenté dos evaluaciones, una de permanencia y otra de promoción resultando idónea en ambas ocasiones, con buenos resultados. En la evaluación de permanencia obtuve el 2° lugar a nivel Ciudad de México, sin recibir a la fecha ni la “basificación” del segundo recurso, que fue la promesa por hacer el examen, ni la mejora salarial y menos la promoción.” Es la narración que me envió una profesora de Educación Primaria hace unos días.

Durante los últimos años he recibido una cantidad considerable de mensajes como éstos, e información de profesoras y profesores tanto de educación básica como de media superior, sobre irregularidades cometidas por la burocracia durante la puesta en operación y los procesos finos de la Ley General del Servicio Profesional Docente (LGSPD), que forma parte del aparato legal de aquello que se ha dado en llamar “Reforma Educativa”, del gobierno de Enrique Peña Nieto.

El contenido de dichos mensajes está dirigido a protestar en contra de las irregularidades en que han sido víctimas muchos de los docentes, directivos escolares y asesores académicos de la escuela pública, participantes de las evaluaciones organizadas por la SEP, a través de la Coordinación Nacional del SPD. Las denuncias y manifestaciones de coraje o decepción, por la manera en que se ha puesto en práctica la mencionada ley, también tienen por objetivo mostrar los desvíos y sesgos que han producido las burocracias tanto del gobierno federal como de las entidades federativas en tales procesos. Han sido de tal grado las fallas y las inconsistencias, -escriben las diferentes figuras escolares-, que por esa razón le han dado en llamar a esta Reforma más bien “administrativa y laboral”, pero no pedagógica.

Además de no ser educativa, esta Reforma ha sido deficientemente aplicada, pues la operación de la misma no se apega a criterios de equidad, eficiencia, transparencia y oportunidad en los procesos y productos de la evaluación educativa.

“Para la promoción obtuve el lugar 57 para Supervisión de Primaria. Al solicitar a la presidencia de la República, el informe (acerca) de cómo iba el proceso y la aclaración (respectiva sobre) la asignación de plazas, me informaron que a diciembre (2017) habían entregado 25 espacios. En mayo (de 2018) hubo otra remesa de 33 espacios más, lo que da un total de 58 plazas para Supervisor, por consiguiente debí haber sido asignada, lo cual nunca sucedió. La repuesta de las autoridades es: «Vuelve a hacer el examen, pero no hay lugares y lo sabes», lo cual es una burla a mi trabajo y a mi persona. Aún peor, el director que me asignaron en turno vespertino apenas si obtuvo la evaluación de “suficiente” en el examen de permanencia, sin hacer evaluación de promoción, y (aún) así lo asignaron como director de doble turno, con resultados muy por debajo de los míos, lo cual se supone que no debería hacerse, ya que fue asignado por “dedazo”. ¿Es o no es una burla?”, así lo narra una de las profesoras afectadas.

Aun si se concediera que esta Reforma tiene solo carácter “laboral” y no pedagógico, sus componentes legales deberían de cumplirse al pie de la letra, pero esto no ha sido así. La entrega de plazas, por ejemplo, a partir del criterio discutible del “mérito”, se ha quedado en el discurso, en incumplimiento o simplemente ha quedado arrastrada por el poder de la burocracia. No solo se trata de un problema de la aplicación inexacta de la ley (tal como lo han dicho algunos defensores de la Reforma Educativa actual), sino de la inercia deplorable de los usos y costumbres que gobiernan en las oficinas y mostradores locales o de cada entidad.

Algunos de los mensajes que he recibido y que más me han llamado la atención, son aquellos que se refieren a la aplicación torcida de la LGSPD, debido a que no se ha atendido lo escrito en ella ni se han seguido dichos principios básicos administrativos, ello se puede evidenciar en el manejo poco claro y expedito de la información, en la falta de transparencia en los procesos y el uso de los recursos, así como en la carencia de “certeza” y atención prioritaria al “mérito” como criterio para la designación de plazas, incentivos y reconocimientos profesionales; tampoco se ha atendido eficientemente el otorgamiento de promociones y el envío de los resultados puntuales, a los interesados, de las evaluaciones de desempeño.

Las preguntas que quedan sobre la mesa de los diputados federales y senadores, que fungirán como representantes de la sociedad en el Congreso de la Unión durante el siguiente periodo ordinario, a iniciar en septiembre próximo, son: ¿Qué modificaciones a las normas legales se prevén en el corto y mediano plazos en materia de educación para solucionar estas injusticias? ¿Hay planes para establecer un nuevo régimen de evaluaciones para docentes, directivos escolares y asesores técnicos con apego a la realidad educativa? De seguir adelante el plan de echar abajo la Reforma actual: ¿Están contemplados candados y sanciones dirigidos a las autoridades educativas, tanto del ámbito federal como estatal, a efecto de evitar estas aplicaciones sesgadas e irregulares de las normas?

Aparte de la necesidad de realizar modificaciones urgentes al marco legal de la educación en todo el país (no solo en lo que concierne a la evaluación de las figuras educativas), es conveniente que se ponga orden a los manejos irregulares que realizan las autoridades intermedias y superiores en las entidades federativas. Hacer un alto en el camino y crear nuevas condiciones para que los docentes, directivos y asesores sean respetados en sus derechos y obligaciones, son prioridades que deberá observar el próximo gobierno de la República, a partir de un nuevo marco legal.

Así mismo, es tiempo de valorar la pertinencia de crear un organismo autónomo que se dedique a revisar y resolver, de manera neutral, los procesos de evaluación a los que están y estarán sujetas las diferentes figuras escolares. Me refiero específicamente a la creación de una Defensoría de los Derechos de los Profesionales de la Educación.

Si en el ámbito federal los ciudadanos contamos con instituciones similares para defender derechos diversos en los ámbitos del consumo, la violencia, la discriminación, los conflictos fiscales y los servicios médicos, entre otros ¿por qué no habría de ser así para los educadores?

jcmqro3@yahoo.com

Fuente del Artículo:

https://www.sdpnoticias.com/nacional/2018/08/13/reforma-educativa-y-burocracia-problemas-y-soluciones

ove/mahv

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El problema de las “Competencias” en la Educación

México / 12 de agosto de 2018 / Autor: Juan Carlos Miranda Arroyo / Fuente: SDP Noticias

Este lunes, en que este gentil espacio publicó mi comentario titulado: “SEP: Discutir la noción de “Competencias Educativas” (SDP Noticias, 6 de agosto, 2018), recibí algunos comentarios interesantes en redes sociales sobre el contenido del texto, mismos que comparto y comento a continuación.

Ayer, entre otros, la doctora Laura Frade escribió, vía Twitter: “El autor del artículo cuenta con muchas imprecisiones teóricas, históricas y filosóficas sobre la noción de competencia y sobre el propio modelo educativo 2017 que las desdibuja. Aprendizaje clave NO es igual que competencia. Desde ahí el error en su interpretación.”

Esta fue mi contestación: “Gracias por su interés, doctora. Nunca, en el texto, afirmo que ´aprendizajes clave´ sea igual a ´competencia´. Esa confusión la genera el propio texto oficial (ver glosario del Modelo Educativo 2017). Sobre las imprecisiones, le sugiero lea mi texto del 2013.” (Me refería al ensayo publicado hace cinco años, que lleva por título: “La noción de “Competencias” en la Reforma de la Educación Básica en México (2009-2011): Limitaciones y alternativas”, donde expongo, entre otros aspectos, un recorrido histórico acerca de la evolución de ese concepto. (1)

No se trata de desdibujar nada. Más allá de las definiciones o categorías teóricas o filosóficas (que han sido abordadas a profundidad por diversos autores y para lo cual hay sus respectivos espacios de debate), considero que lo importante del comentario publicado el lunes, es resaltar la actitud crítica; es decir, el hecho de que los docentes, directivos y asesores de Educación Básica, durante sus jornadas de actualización y formación continua, justamente, estén dispuestos a discutir, analizar, ponderar o valorar los presupuestos teóricos, filosóficos, históricos y metodológicos que “hay detrás” de los ideas que fueron seleccionadas por los asesores de la SEP (2016 y 2017), y que han servido de base para dar soporte tanto al Modelo Educativo (vigente) como al formato para trazar el diseño del plan y los programas de la Educación Básica, aprobados oficialmente en México (con el enfoque “competencial”). Esto incluye el análisis de los documentos de gobierno que toman como fuente dichos materiales impresos (como las Guías).

Pienso que el problema de la noción o concepto de “competencias” en la educación, es un asunto que comprende, entre otras interpretaciones, dos tipos de miradas: La primera, que adopta una concepción integracionista, “…que observa a la totalidad del educando, no lo divide en partes, como tampoco divide al conocimiento en disciplinas”(misma concepción que propone y defiende la Doctora Frade); y la segunda, que sugiere una visión “fragmentaria” sobre las competencias (criticada con argumentos por la misma Dra. Frade, cuando se refiere al Modelo Educativo 2016), que consiste en una “visualización del aprendizaje como cambio estrictamente cognitivo, (que) descarta a las competencias como médula central de la educación…”. ¿Cuál es la diferencia entre una y otra mirada? Por lo que alcanzo a observar, al revisar un ensayo reciente de la propia Dra. Frade (2), ella defiende al modelo “integral” que sobre las “competencias” sustentaba al Acuerdo 592 de la SEP, en 2011. Y critica al enfoque “fragmentario” de la propuesta oficial actual (Modelo Educativo 2016-2017); ambas concepciones fueron adoptadas por diferentes equipos de asesores de la SEP, según la coyuntura generada en cada caso.

Quizá lo más interesante de toda esta cuestión, es observar cómo ha evolucionado este concepto (de “competencias” en la educación) durante los procesos de formulación, revisión y rediseño de los contenidos y métodos educativos en los diferentes contextos de las Reformas Educativas en México. A reserva de realizar un estudio socio histórico más detallado, sistemático y riguroso al respecto, lo que queda claro es que en la escena del diseño curricular mexicano, han tomado el “poder” o la “hegemonía” dos o más diferentes equipos de expertos o asesores, mismos que han estado, con sus diferentes versiones, matices y aproximaciones sobre este concepto, cerca o dentro del círculo más próximo, íntimo, de los diferentes titulares de la SEP.

Cabe recordar que entre 2009 y 2011, la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), jugó un papel central en la definición de las políticas públicas educativas de ese tiempo (sexenio de Felipe Calderón). La hegemonía de la dirección del SNTE concluyó, (al menos en la parte de la toma de decisiones educativas técnicas, no político-sindicales), en el año 2012-2013, cuando cambió el escenario político con el relevo en el gobierno y comenzó la gestión del presidente Peña Nieto.

Queda relativamente claro, entonces, que el problema de las “competencias” en la educación no solo es un asunto técnico, ni un campo únicamente de tensiones teóricas o metodológicas, sino también es un asunto social complejo, donde impera el conflicto entre sectores de la comunidad académica, y cuya deliberación queda en manos de la política o de la alta tecnoburocracia, pero no de los docentes en servicio, es decir, queda entre especialistas y expertos que están insertados en los diferentes grupos o espacios de decisión de las políticas públicas en la educación. En otras palabras, podría decirse que los círculos cerrados de las corporaciones académicas más influyentes (públicas y privadas), siempre han estado presentes en los espacios de disputa del poder y de la toma de decisiones sobre los asuntos de la educación pública. Por ello afirmo que, hasta el momento, éste ha sido un caldo que se ha cocinado “arriba”, no “abajo”.

Ojalá que los historiadores, sociólogos y antropólogos de la educación, así como los especialistas en Filosofía y Psicología Educativa, se den a la tarea de estudiar este fenómeno, y con ello desentrañen las dudas que surgen o puedan generarse acerca del por qué hay diferentes aproximaciones sobre el concepto de “competencias” en tan poco tiempo, pero no solo eso: también sobre otros conceptos importantes como el de los “aprendizajes”, la planificación de la “enseñanza”, así como sobre los distintos modelos “didácticos”, la evaluación educativa, los materiales o recursos y el papel de los sujetos en la educación, entre otros.

Punto y aparte para analizar y discutir, es el fenómeno que se ha generado a partir de la aparición del discurso del diseño curricular (desde 1990 a la fecha) basado en el desarrollo de “competencias”, sobre el cual se ha desarrollado, en países latinoamericanos sobre todo, un amplio mercado de consumo de conocimientos y tecnologías. Algunas universidades privadas (como la del Valle de México), ofrecen a la sociedad programas de posgrado (Maestría) “hiperespecializados” sobre el concepto de las “competencias en la educación” y sus derivaciones pedagógicas. También se han creado organizaciones de profesionales o asesores independientes que venden a los docentes y directivos de todos los niveles educativos, cualquier cantidad de cursos, talleres y diplomados, libros y demás materiales de estudio, con supuestas guías o estrategias para que los participantes dominen el concepto de “competencias” en la escuela.

Cada uno de los grupos de profesionales y especialistas de la educación tiene derecho a promover sus productos y servicios de la manera en que mejor le plazca o reditúe. Sobre ello no hay discusión. Lo que no se vale es hacer creer a los docentes, directivos y demás figuras educativas, que la verdad universal, única e indiscutible en la educación contemporánea, es el diseño curricular basado en el “desarrollo de competencias”. Ese es el problema de las “competencias” en la educación en México y en el mundo.

Vayamos a otra opinión. El doctor Alejandro Castro Santander me escribió lo siguiente: “…Me gusta cómo has encarado el tema de las competencias en educación. En Argentina venimos trabajando con ellas desde 1993. Y como dice Perrenoud, no entró en la práctica de los docentes, porque no fue aprendida en su escolaridad ni en la formación superior… siempre fue teoría, cuando el modelo llama a la acción.”

Así continúa el mensaje del doctor Castro Santander, especialista y líder académico en el tema de convivencia escolar en la Universidad Católica Argentina: “Personalmente, me gusta la síntesis del Informe Delors y los cuatro saberes (pilares), luego hablemos de las «habilidades» para el S.XXI  y la estrategia de las competencias (conocimientos puestos en acción) ¿Cuándo? Cuando la escuela que tenemos del S.XIX cambie, dando la oportunidad a la innovación con sentido… Mientras tanto, evito leer completos los trabajos que no le dan un lugar importante a las habilidades socioemocionales, al clima escolar, a la convivencia. Estos factores asociados a la calidad educativa hoy son ´prioridad educativa´ «. Completamente de acuerdo.

Agradezco a todos los maestros y las maestras, asesores y directivos que me han escrito para ampliar la discusión sobre estos temas. Estoy convencido en que ése es el único camino –la confrontación de ideas-, que nos permitirá sacar adelante a los nuevos y retadores proyectos educativos que vienen para la nación.

 

(1) Juan Carlos Miranda Arroyo (2013) “La noción de “Competencias” en la Reforma de la Educación Básica en México (2009-2011): Limitaciones y alternativas”. Rev. Iberoamericana de Educación, vol. 61, Núm. 4. OEI. (versión digital)

 

(2) Laura Frade Rubio. (2016) Críticas y propuestas a la propuesta de plan curricular del Modelo Educativo 2016.

http://www.calidadeducativa.com/articulos/Vol-09/Art-50-CrIticas-y-propuestas-a-la-propuesta-de-plan-curricular-del-Modelo-Educativo-2016.pdf

 

jcmqro3@yahoo.com

 

Fuente del Artículo:

https://www.sdpnoticias.com/nacional/2018/08/07/el-problema-de-las-competencias-en-la-educacion

ove/mahv

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México: Marchan a la SEP estudiantes rechazados de educación superior

América del norte/México/09 Agosto 2018/Fuente: Excelsior

Los jóvenes partieron de la casa de transición del presidente Electo, Andrés Manuel López Obrador hacia República de Brasil

Un grupo de jóvenes pertenecientes al Movimiento de Aspirantes Excluidos de la Educación Superior (MAES) marcharon desde la colonia Roma hasta las instalaciones de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en la colonia Centro para exigir mayores espacios para acceder a la UNAM y al IPN.

Los manifestantes se reunieron en el cruce que forman las calles de Chihuahua y Monterrey, donde se ubica la casa de transición del presidente electo Andrés Manuel López Obrador hacia República de Brasil.

Con mantas y cartulinas en las que se leía «luchamos por el acceso gratuito a la educación superior» los inconformes marcharon sobre uno de los carriles del Paseo de la Reforma.

En tanto que elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México (SSP) agilizaban la circulación en dirección a la Avenida Hidalgo y Juárez, en la delegación Cuauhtémoc.

Está mal que como estudiantes nos niegan el acceso a la educación y nos quieren imponer a través de un examen riguroso el que no podamos acceder al nivel de educación superior», apuntó Fernando, estudiante rechazado para ingresar a la licenciatura de Economía en la Máxima Casa de Estudios.

Al arribar a la sede de la SEP en la calle de República de Brasil hicieron un pronunciamiento para mejorar las condiciones de aquellos estudiantes que no accedieron a un lugar en universidades públicas.

Cabe destacar que el Instituto Politécnico Nacional (IPN) ofreció para éste nuevo ciclo escolar 2018-2019 solo 24 mil lugares en las 26 sedes de la institución mientras la UNAM solo albergará para el nuevo ciclo escolar 2018 de 12 mil 472 espacios.

A través de su cuenta de Twitter, el Orientador Vial de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) capitalina informó a los automovilistas sobre el bloqueo al tiempo que recomendó considerar como alternativa vial, República de Chile.

OVIAL_SSPCDMX@OVIALCDMX

cerrada la circulación en República de Brasil a la altura de Cuba, por manifestantes. República de Chile.

Fuente: https://www.excelsior.com.mx/comunidad/marchan-a-la-sep-estudiantes-rechazados-de-educacion-superior/1257379
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Directores comisionados: los grandes olvidados del sistema educativo

México / 5 de agosto de 2018 / Autor: Adolfo del Ángel Rodríguez / Fuente: Insurgencia Magisterial

En nuestro Sistema Educativo existe un caso al que no se le ha prestado la atención necesaria,  concerniente a los directores comisionados o encargados de los centros escolares, quienes –según “La educación obligatoria en México. Informe 2016” del INEE– constituyen más de la mitad de los directivos a nivel nacional, siendo docentes frente a grupo que no reciben ningún incentivo por realizar la doble tarea, además de que no les queda otra opción cuando se encuentran en escuelas unitarias.

Según el informe del INEE, es en las escuelas multigrado y en las de educación indígena es en donde más se da ese caso, según datos específicos de dicho documento, “esto es así en prácticamente todas las escuelas multigrado (99.1% de generales e indígenas); en las escuelas generales no multigrado y en las privadas, el porcentaje de directores con grupo es sensiblemente menor (15.7 y 10.4%, respectivamente)” (INEE, 2016: 75), ante lo que se debe considerar que el ejercicio de la doble función interfiere con el desempeño de ambas tareas, ya que cada una tiene sus propias demandas y se ejercen dentro de la misma jornada escolar.

En estos casos, se debe considerar además que las escuelas multigrado se encuentran lejos de las cabecera municipales en donde se encuentran ubicadas las supervisiones escolares y los ayuntamientos, por lo que para realizar gestiones, entregar documentación o asistir a reuniones convocadas por la autoridad inmediata, deben disponer de días laborales en los que los pequeños no asisten a clases, a lo que se suma que los docentes comisionados o encargados deben absorber los gastos de su bolsillo debido a que no existe compensación alguna por el servicio que ofrecen.

En el marco de la reforma educativa, al respecto se habla del Sistema Básico de Mejora Educativa, cuyas prioridades son a) impulsar la normalidad mínima; b) mejorar el aprendizaje y c) abatir el rezago educativo; asimismo, para concretar dichas prioridades, el Sistema estable tres condiciones generales: a) el fortalecimiento de los consejos técnicos escolares y de zona; b) el fortalecimiento de la supervisión escolar, y c) la descarga administrativa para la educación básica, siendo importante poner atención en la última condición, la cual ha quedado en letra muerta, pues el trabajo administrativo para los docentes sigue siendo el mismo, siendo aún los planteles escolares quienes se encargan de programas referidos a la salud, la nutrición y administración de recursos, además de programas sociales, por lo que la carga de trabajo en ese aspecto no parece que vaya a disminuir próximamente.

En su momento Aurelio Nuño, ex secretario de Educación Pública, en el marco de Escuelas al Centro hizo referencia a lo anterior mencionando que la descarga administrativa creando la figura de Subdirector Administrativo; sin embargo, dicha figura solo opera en escuelas completas con más de diez grupos escolares, por lo que las escuelas multigrado de nuevo no son contempladas y, además, en el caso de las escuelas completas habrá que esperar que se asignen las claves respectivas de acuerdo a los resultados de las evaluaciones para tal fin, por lo que el asunto permanece en las mismas condiciones.

Ante ese panorama, se hace necesario voltear hacia las escuelas multigrado y hacia las escuelas bilingües para considerar la creación de un programa de incentivos para quienes cumplen con la función de director comisionado a pesar de muchos impedimentos, como la distancia y la atención a los grupos, logran que sus centros de trabajo cumplan en tiempo y forma,  pues hay quienes llevan varios ciclos escolares cumpliendo administrativamente ante sus autoridades locales en el anonimato, siendo injusto que sean invisibles ante el Sistema Educativo cuando cumplen con las mismas funciones de un director con clave.

Fuente del Artículo:

http://insurgenciamagisterial.com/directores-comisionados-los-grandes-olvidados-del-sistema-educativo/

ove/mahv

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INEE y cancelación de la reforma educativa

México / 5 de agosto de 2018 / Autor: Hugo Aboites / Fuente: La Jornada

En la agenda legislativa que AMLO presentó a los legisladores electos se incluye la derogación de la reforma educativa, pero, al mismo tiempo, hay declaraciones –como las del próximo secretario de Educación, Moctezuma Barragán (expresadas en Adela Micha, El Financiero-Bloomberg, 11/07/2018)– que reducen el tema a sólo la cancelación de La Ley General del Servicio Profesional Docente (Lgspd); la que incluye el examen que puede llevar al despido o remoción del maestro. Una vez eliminada esa ley ya no habrá evaluación punitiva y, se piensa, puede crearse un clima sereno, favorable al desarrollo de lo que se considera fundamental: un nuevo proyecto de educación nacido del diálogo con maestros, comunidades, académicos y autoridades.

Se plantea, además, que en ese nuevo proyecto de educación no estaría ausente una evaluación a los maestros, pero claramente orientada no al despido, sino a la mejoría del aprendizaje de los niños y jóvenes. Y, precisamente por eso, se dice, ya hay conversaciones con los del INEE con el fin de ligar evaluación con capacitación y mejoramiento del magisterio.

El problema, sin embargo, es que la llamada evaluación punitiva no es un elemento aislado. La reforma, toda, es punitiva. Y, por eso, el INEE, tiene la misma orientación. Quienes diseñaron la reforma la blindaron para el futuro, por eso hasta lograron un absurdo: que la Constitución se ocupara de exámenes a los maestros y que viniera luego sustentada en un tupido entramado de leyes y disposiciones. Éstas crean lo que en ingeniería se conoce como un sistema redundante, donde si una pieza viene eliminada, el funcionamiento de la estructura sufre sólo daños mínimos. Así, aunque se suprima la Lgspd, por ley y por la modificación de 2012 a la Constitución, al INEE le corresponde asegurar que la evaluación esté orientada a decidir la permanencia del maestro como docente y también puede obligar a la autoridad a aplicarla en esos términos: en efecto dice la ley que “… corresponde al instituto definir los procesos de evaluación a que se refiere la Ley III. Expedir los lineamientos a los que se sujetarán las autoridades educativas para llevar a cabo las funciones de evaluación que les corresponden para el ingreso, la promoción, el reconocimiento y la permanencia en el servicio…” de los maestros (artículo 28). Lo que significa que si bien puede llegarse a un pacto de caballeros mediante el cual los directivos del INEE prometan hacer a un lado una evaluación excluyente, se mantiene incólume la atribución legal de vocación punitiva y en cualquier momento puede ser retomada. Sea porque lo decida él mismo (es autónomo), por la presión de organismos empresariales (como Coparmex) que se oponen a la abrogación de la reforma o porque un juez le ordene que cumpla con su mandato legal. Si se elimina la Lgspd, pero se dejan sin tocar las definiciones sobre evaluación y sus alcances en la llamada Ley del INEE (y en otras disposiciones), queda ahí pendiente y aplicable en cualquier momento del futuro las funciones de evaluación respecto de la permanencia de los maestros. Y ante esa amenaza real, el clima de la relación con el magisterio difícilmente mejorará.

Incluso en el caso de que haciendo caso omiso del INEE, la SEP o las autoridades locales decidieran ensayar otras alternativas de evaluación, legalmente tampoco pueden hacerlo porque se dotó al instituto de tal poder que los lineamientos que éste emita son obligatorios para la SEP y otras autoridades, y si no los acatan podrá ser sancionados: los lineamientos emitidos por el INEE en materia de evaluación serán obligatorios para las autoridades educativas, (y) su incumplimiento será sancionado… (artículo 49). Además, si la SEP, cualquier institución o gobierno aplica evaluaciones a maestros y éstas, a juicio del INEE, se desvían de sus lineamientos, carecerán de valor: los procesos de evaluación realizados por las autoridades educativas en contravención a los lineamientos emitidos por el instituto serán nulos. (artículo 49).

Todo esto significa que, si sólo desaparece la Lgspd y el resto queda intacto, el nuevo gobierno federal y locales difícilmente podrán llevar a cabo un proyecto educativo distinto, con una evaluación discordante del INEE. Y esto es grave, pues desde maestros hasta especialistas muchos consideramos indispensable una evaluación, aunque distinta: desde las escuelas, comunidades y maestros; desde las propias regiones; horizontal y orientada a mejorar la formación de los maestros y el aprendizaje de niños y jóvenes. Es decir, opuesta a la centralizada, autoritaria y punitiva idea de evaluación de la denominada Ley INEE y la Lgspd.

Precisamente porque la intención punitiva era tan fundamental en la reforma, la bien trabada y redundante construcción legal que hasta ayer fue su coraza, ahora es su mayor debilidad: para cancelarla no basta con suprimir una ley.

Fuente del Artículo:

http://www.jornada.com.mx/2018/07/21/opinion/015a2pol

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¿Por qué ha generado polémica la reforma educativa en México?

ove/mahv

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SEP: Las Maestras y los Maestros en el olvido

Autor: Juan Carlos Miranda Arroyo

Más de un millón de maestras y maestros de Educación Básica (Preescolar, Primaria y Secundaria) regresaron hoy, viernes 3 de agosto, a sus escuelas; volvieron serios y no tan contentos a sus centros de trabajo para preparar los espacios, materiales y recursos educativos con la intención de iniciar el ciclo escolar del olvido, porque no hay nada como para estar profesionalmente motivados.

“La buena noticias es que ya se van” (refiriéndose a las autoridades educativas federales), dicen los maestros y las maestras en las escuelas. Y es que, nada más ni nada menos, el ciclo que viene representa el fin de un periodo oscuro para el magisterio nacional (bueno, una parte del ciclo, de aquí al 30 de noviembre). Será este período escolar, 2018-2019, que comenzará este mismo mes, el último que arrancará, en su retirada pírrica, el gobierno de Enrique Peña Nieto. Y me refiero al olvido, no porque lo logrado durante estos últimos 6 años de gobierno y de vida educativa nacional, no haya servido para nada, sino porque éste ha sido el sexenio en el cual a las maestras y los maestros de la escuela pública del país se les marginó, se les señaló, acorraló y difamó. Quedaron olvidados.

Durante estos años, salvo honradas excepciones, los docentes fueron vejados, menospreciados, desatendidos y sometidos al rigor administrativo, burocrático, porque la nueva ley “definió” que sólo se recontrataría a los “buenos” maestros y directivos, a los “idóneos” según la norma; razón por la cual se les puso en situación de desventaja y se les colocó en el banquillo de los acusados como presuntos responsables del desastre educativo nacional de los últimos 18 años, es decir, de lo sucedido en las aulas durante los últimos tres sexenios, en términos de aprendizajes.

Considero, sin embargo, que lo que es en verdad para el olvido, es lo que les hicieron a los docentes y directivos, así como a los asesores técnicos, durante este tiempo con las evaluaciones educativas: Les impusieron no sólo un “esquema de examinación” de dudosa consistencia técnica, sino que les aventaron a los policías federales y estatales, y en algunos casos a las fuerzas del orden del ámbito municipal, para vigilar y presionar en las sedes de aplicación de las evaluaciones a los aspirantes a ingresar al servicio; a los docentes y directivos que aspiraban a una promoción, así como a los que simplemente fueron llamados al “paredón”, es decir, a las evaluaciones de desempeño. Algo nunca visto en la historia de la educación pública en México. En eso sí que rompió una marca el actual sexenio peñista, como eficiente aplicador de evaluaciones educativas “industrializadas”, con la ayuda del INEE y de un palo con un clavo atravesado. Millones y millones de pesos del erario gastados en la cimentación del más moderno de los patíbulos.

La coyuntura, sin embargo, da para nuevas interpretaciones. Pedro Miguel, articulista de La Jornada, ha dicho recientemente que lo sucedido el 1 de julio, en términos políticos, no fue sólo un día electoral histórico, sino que fue una insurrección ciudadana para cambiar al régimen. De manera específica y en términos de políticas educativas, podríamos decir que lo acontecido hace un mes en las urnas en México, fue como un referéndum ciudadano también, pero en el que los maestros, las maestras, directivos escolares, asesores técnicos, todas las figuras educativas, así como las de apoyo y sus familias, votaron en contra de las decisiones tomadas en materia educativa durante el sexenio que llega hoy a su fin.

Anoche que revisé el documento electrónico denominado «Aprendizajes Clave para la Educación Integral. Guía de la Semana Nacional de Actualización, 6 al 10 de agosto 2018«, constaté lo antes dicho. El discurso oficial de las autoridades federales de la Secretaría de Educación Pública (SEP), es rígido, no cambia: entre líneas, indica que a los maestros no se les consulta. Los docentes y directivos, que son los protagonistas de las prácticas educativas cotidianas, “están para obedecer”, porque a ellos se les deben de imponen los planes, los programas, las normas, los esquemas de pensamiento y de acción del trabajo educativo. Su papel, -dice ese discurso-, es el de “adoptantes” o “aplicadores”, “maquiladores” de la llamada “Reforma Educativa” y su “Modelo”, ya que su función no es la de fungir como actores activos del cambio en las formas ni en los contenidos de los aprendizajes escolares.

La Guía de referencia, publicada por la Subsecretaría de Educación Básica de la SEP, a través de la Dirección General de Desarrollo Curricular, la Dirección General de Materiales Educativos, y la Dirección General de Desarrollo de la Gestión Educativa, ha sido diseñada de manera centralizada por la SEP, como lo hace año con año la dependencia, con la finalidad de ofrecer un dispositivo de actualización dirigido al personal docente, directivo y de asesoría técnica que trabaja en la Educación Básica en todo el país, tanto en escuelas públicas como privadas. La magna operación consiste en dar continuidad a la centralización del llamado “Currículum Escolar único, obligatorio y nacional” renovado en 2017 (para Preescolar, Primaria y Secundaria), como parte esencial de esas políticas públicas propias de un modelo centralista adoptado en México desde la época de José Vasconcelos (1921). En la lógica del esquema “centralista”, las autoridades educativas estatales, según ese discurso oficial, son incapaces siquiera de redactar una cuartilla, mucho menos podrían diseñar un plan de capacitación y actualización para docentes y directivos. Como si los equipos técnicos estatales fueran menores de edad. Nada más falso.

La organización de las sesiones de actualización, que dura una semana (al parecer este año serán dos), se lleva a cabo a través de los equipos técnicos estatales y la estructura operativa de las supervisiones escolares (cada supervisión gobierna a un grupo de entre 8 y 12 escuelas), que funcionan como canales de transmisión de los contenidos y métodos educativos que impone el centro burocrático de la SEP (con base en la Ley General de Educación vigente). Las funciones y responsabilidades de coordinación de cada uno de los grupos de docentes durante el período de actualización, en cada escuela o zona, están a cargo de los supervisores, los directores de escuelas o los integrantes de los equipos de asesores técnicos adscritos a cada zona o sector escolar. Imaginen a toda una red de millones de maestros y maestras que trabajan, en serio, para la educación de los niños, las niñas y los jóvenes de forma simultánea en toda la nación.

A los maestros y a las maestras se les dan indicaciones para aplicar los programas federales. Eso es lo que se va a hacer, una vez más, a partir del próximo lunes. Es raro, por lo tanto, que los profesores y las profesoras sean invitados a formular preguntas como las siguientes: ¿Cuáles son los argumentos y los fundamentos de la actualización educativa y pedagógica que sugiere la SEP a las figuras educativas de todo el país en esta coyuntura 2018?  ¿Por qué? Porque eso ya está definido, ya está dado; ha sido resuelto con “absoluta eficiencia” por los equipos técnicos en los cónclaves de la SEP. ¿Llaman a reflexionar, a pensar el currículo escolar? No. Durante estas sesiones simplemente piden a los trabajadores de la educación que se sujeten a lo establecido desde el Centro, desde el ombligo del universo educativo que representa la SEP: “Organicen su ruta de mejora”, les ordenan. ¿Cuáles son los aspectos críticos, la consistencia técnica y las observaciones, desde la experiencia, que se podrían sugerir sobre los contenidos y métodos propuestos en el marco de la “Reforma Estructural a la Educación”? ¿Qué alternativas conceptuales y procedimentales (frente a un currículo diseñado desde la noción de “competencias” y de “aprendizajes clave”) se ponen a consideración de las figuras educativas durante este fin de sexenio e inicio del ciclo escolar? No, eso no lo vayan a preguntar, por favor, no vaya ser que se enojen las autoridades y luego llamen a la policía.

 

Esta semana de actualización docente, que iniciará la siguiente semana, será el adiós a un estilo de realización y ejercicio de las políticas públicas en educación en México (el “reformismo conservador”); una forma, un esquema y un contenido que prevalecieron durante los últimos 18 o quizá 24 años. Espero que sea el momento propicio para pensar y repensar en fórmulas diferentes de crear y hacer la cosa pública en el campo de la educación, a partir de este cruce de caminos que representará el nuevo gobierno 2018-2024. Será tiempo de pensar y actuar a favor de las necesidades educativas de los niños, las niñas, los jóvenes y sus familias, pero con su propia voz. Ojalá ésta sea la fecha en que quede en el olvido la época en que las maestras y los maestros mexicanos fueron llevados a evaluar a punta de cañón.

Pero para olvidar habrá, primero, que escucharlos; y luego, recuperar su experiencia, sus saberes, su creatividad, su confianza y su compromiso por la educación.

Fuente: https://www.sdpnoticias.com/nacional/2018/08/03/sep-las-maestras-y-los-maestros-en-el-olvido

 

 

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