Page 315 of 824
1 313 314 315 316 317 824

Honduras: Más de 16,000 docentes pelearán por 7,383 plazas

Honduras / 5 de noviembre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: El Heraldo

Al menos 16,000 profesores ya se han inscrito para participar en el concurso docente del próximo 20 de noviembre.

La viceministra de Asuntos Financieros y Administrativos de la Secretaría de Educación, Sandra Sánchez, informó que todos los registrados cumplen con los requisitos establecidos en ley.

“Nos damos cuenta de que tenemos bastantes licenciados con una formación alta y eso es importante para poder buscar la calidad educativa que necesitamos en los centros educativos”, expresó la funcionaria.

Los maestros están siendo atendidos en las oficinas de las direcciones departamentales a nivel nacional. La inscripción en línea finaliza hoy a la medianoche.

Los 16,000 maestros ya inscritos pelearán por una de las 7,383 plazas disponibles en el sistema educativo. El concurso se realizará el lunes 20 de noviembre y se espera que para el miércoles 22, los nombres de los maestros seleccionados sean dados a conocer.

Los que aprueben los exámenes serán nombrados este año para que el primer día de clases en 2018 estén en las aulas atendiendo a los alumnos. El nivel educativo que tiene mayor disponibilidad de puestos es media con más de 5,000 plazas.

Exonerados

Quienes adelantarán el proceso de nombramiento serán los profesores que por haber cumplido seis meses de trabajo, se exoneraron de realizar el concurso.

Antes de eso deben pasar por una etapa de convalidación, es decir culminar un trámite que está pendiente antes de la contratación. En este caso se les aplicará un examen de conocimiento sobre la legislación educativa del país.

En Honduras hay más de 8,000 maestros en esta condición, afirman los colegios magisteriales del país.
No obstante, son poco más de 1,000 los que se registraron para convalidarse, dijo Sánchez. Hace una semana, los docentes exonerados protestaron para que no se les dejara fuera del concurso y se dieron tomas en al menos cuatro departamentales.

Mientras, los colegios magisteriales y algunos miembros de la Junta Nacional de Selección comenzaron a cuestionar el desarrollo del proceso, alegando que no hay constancia en las reuniones de la misma, y piden una revisión al proceso.

Fuente de la Noticia:

http://www.elheraldo.hn/pais/1121442-466/m%C3%A1s-de-16000-docentes-pelear%C3%A1n-por-7383-plazas

Comparte este contenido:

Primaria insistirá con retrasar el ingreso a la escuela hasta los 6 años en Uruguay

América del Sur/ Uruguay/ 04.11.2017/ Fuente: www.elobservador.com.uy.

El Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) rechazó la idea del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) de implementar a partir de 2018 un cambio en la edad para ingresar en primer año de escuela, y establecer que los niños tengan seis años cumplidos.

La regla que existe hasta ahora indica que los niños pueden ingresar con una edad inferior si cumplen años dentro del plazo establecido hasta el 30 de abril, esto significa que si un niño tiene cinco años, pero cumple seis el 29 de abril, puede ingresar en primer año sin problema.

Según la propuesta de Primaria, para comenzar primer año escolar el niño debería tener 6 años cumplidos al 1 de enero del correspondiente año de ingreso.

Este planteamiento fue fundamentado en base a varias investigaciones. Una de ellas fue la del Departamento de Evaluación de Aprendizajes de ANEP, que tuvo como resultado que en 2015 repitió el 11% de los alumnos que habían ingresado a la escuela con seis años cumplidos, mientras el 19% era entre quienes entraron con cinco años. De estas cifras se desprende la idea de que el nivel madurativo de aquellos que no tienen la edad correspondiente al inicio de las clases, es menor.

Por parte del Codicen, se le solicitó al CEIP que presentara más elementos para el análisis del tema, ya que según explicó a El Observador el consejero de Codicen, Robert Silva, «hay que tener en cuenta otras cosas. Es un tema en el que se debe ser prudente».

Sin embargo, el consejero de Educación Inicial y Primaria, Héctor Florit, aseguró que continuarán investigando en el tema con el fin de que ese plan se pueda implementar a partir de 2019. «Tenemos todo un año por delante para poder avanzar», expresó.

Florit afirmó que este es «uno de los tantos factores» que creen que hay que atender. «Nadie desconoce que hay factores muy importantes, así como nadie desconoce que uno de ellos es la madurez, por eso creemos que estamos trabajando en todos los sentidos», afirmó el consejero.

Consultado sobre los efectos de aplazar la edad de egreso de los escolares, el consejero aseguró que «no es algo que afecte en absoluto» ya que en el caso de Finlandia, los niños ingresan a Primaria con siete años y aún así continúa siendo un sistema educativo modelo. En junio El Observador informó que Primaria y el Centro Interdisciplinario en Cognición para la Enseñanza y el Aprendizaje (Cicea) de la Universidad de la República firmaron un convenio de colaboración académica para investigar en ese sentido.

Por su parte, la consejera del Codicen, Elizabeth Ivaldi, aseguró a El Observador que pensar que la repetición se asocia con la edad es algo que «no se entiende» porque considera que se quiere poner a los niños un problema que «es de los adultos».

La consejera afirmó que «si hay niños que no llegan a la madurez hay que preguntarse qué pasa con la familia del niño y qué sucede con los planes de apoyo que tienen». Para Ivaldi, en el caso de que esto se aplique y no funcione, el sistema educativo va a sufrir lo que se llama «extra edad», que significa que los estudiantes tendrán más edad a la hora de graduarse.

La consejera aseguró que lo que está planteando Primaria, «es cortar por el lado más fino, que son los más pequeños» y agregó que «no puede ser que el objetivo para que no haya repeticiones sea este». Además, comentó que siempre hay niños mayores y menores, y que el que tiene que adaptarse para educarlos es el maestro o profesor, no el alumno. «La responsabilidad acá la tenemos los adultos, no los niños que ‘no maduraron'».

Ivaldi dijo que defenderá su postura porque siempre estará «del lado de los niños» y afirmó que esta propuesta viene desde lo estadístico y no desde lo pedagógico.

¿Seis años como requisito o no?

Según datos del Banco Mundial, en 122 países del mundo comienzan la escuela con seis años cumplidos, en 34 países empiezan con siete años y en 22 con cinco. En el documento presentado por Primaria se explica que todas las acciones realizadas no fueron suficientes para mejorar los desempeños de los niños en primer año. «Pensar en el ingreso de los niños a primer año con más edad cronológica (con seis años cumplidos), por lo tanto con mayor madurez, podría ser una alternativa válida para fortalecer las bases de su trayectoria posterior», aseguraron en el texto .

Fuente de la noticia: https://www.elobservador.com.uy/primaria-insistira-retrasar-el-ingreso-la-escuela-los-6-anos-n1138078

Comparte este contenido:

Uruguay: Burocracia y maestros enojados, una mezcla letal para la educación

América del Sur/Uruguay/ 04.11.2017 / Fuente: www.elobservador.com.uy.

Burocracia, malestar docente y escasa evaluación de los centros educativos. Estos son los tres principales problemas que encuentra el movimiento ciudadano Eduy21 en el sistema de enseñanza.
Bajo el liderazgo del el exsubsecretario de Educación, Fernando Filgueira, y del exdirector de Educación, Juan Pedro Mir, el grupo propone tres soluciones para lograr «un cambio educativo profundo y sustentable».
Para revertir la burocracia, Eduy21 considera que hay que darles mayor autonomía a las escuelas y liceos de todo el país. Por ese motivo, plantea generar cambios en la normativa para que los centros puedan tomar más decisiones.
Según el informe que presentó el grupo, actualmente hay una gobernanza «fuertemente centralizada» y los centros no pueden decidir qué hacer con sus recursos. El texto agrega que la asignación de los docentes también depende de un ente central y hay una «gran inequidad» en la distribución de las horas de los profesores y de los maestros.
Eduy21 propone, entonces, que se fortalezcan las escuelas y los liceos. El movimiento pide también que los centros educativos puedan tomar decisiones vinculadas a lo pedagógico, a su forma de organizarse y a la administración de sus recursos materiales.
Según afirman, estas medidas permitirían que los maestros, los profesores y los estudiantes se involucren más en el proceso educativo porque serían protagonistas del aprendizaje.
Para revertir el malestar docente, el movimiento propone que los centros no tengan más de 700 estudiantes y que la cantidad de personal se ajuste al número de alumnos.
El objetivo de Eduy21 es que se logre una atención especializada en las escuelas y los liceos de todo el país.
De acuerdo con el informe, el sistema actual obstaculiza los aprendizajes. «Los centros suelen ser demasiado grandes e impiden vínculos personalizados con los estudiantes», afirma el texto.
Además, se considera que existe una «gran dificultad» para conformar equipos de trabajo en las escuelas y en los liceos, porque existe una «elevada» rotación de personal.
Según el documento, el cambio constante en los funcionarios atenta contra el liderazgo de los directores entre los maestros y los profesores. Por ese motivo, proponen que el sistema logre que los docentes se queden mayor tiempo en un centro y generen «sentido de pertenencia».
Señalan que la estabilidad ayuda a que los maestros y los profesores planifiquen mejor, se organicen, gestionen y puedan autoevaluar su desempeño.
Asimismo, Eduy21 considera que los centros también deberían promover la participación de estudiantes y familias en el proceso educativo.
Por último, plantean que para revertir la escasa evaluación de los centros habría que implementar de forma gradual un sistema de rendición de cuentas.
El grupo considera que la evaluación actual de las escuelas y de los liceos es «desordenada y fragmentada». Según el informe, no hay una «cultura de rendición de cuentas» a la sociedad por parte de los centros educativos y de sus autoridades.
Eduy21 propone, entonces, que las instituciones den mayor visibilidad a sus procesos de trabajo, a sus logros y a sus dificultades. Consideran también que se deberían implementar auditorías períodicas que ayuden a evaluar las escuelas y los liceos.
El movimiento presentará el informe este lunes en el evento «Gestión de centros educativos». que tendrá lugar en la sede de la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU).

Fuente de la noticia: https://www.elobservador.com.uy/burocracia-y-maestros-enojados-una-mezcla-letal-la-educacion-n1138498

Comparte este contenido:

De temblores, socavones y otras educaciones en Morelos

Por: Pluma Invitada

¡Ya no puedo más!¡Ya estoy harta!!Ya me cansé que no le entiendo a la tarea!!Ya no puedo hacer esas cosas que me gustaban: dibujar, bailar, escribir canciones¡!Me la paso sentada todo el día haciendo tarea! ¡Esto ya no es divertido!¡Ya quiero regresar a la escuela!

Estas son palabras, que una estudiante publica en facebook, en el que se puede percibir su preocupación, su enojo, pero sobre todo su hartazgo con el giro de 180 grados que dio su vida tras el sismo del día 19 de septiembre. Debido, a la magnitud de 7.1 fallecieron personas, quedaron destruidas o dañadas muchas casas, y a su vez escuelas, sin poder otorgar servicio educativo desde hace más de un mes, y es que, a partir del mensaje de una niña de 12 años de nivel secundaria, surgen las siguientes preguntas: ¿qué está haciendo la SEP para atender las necesidades de infraestructura en cada uno de los planteles dañados tras el sismo?, ¿por qué están tardando en emitir un dictamen?, ¿por qué autoridades permiten que supervisores y directores obliguen e incluso amenacen – como se puede observar en diferentes vídeos en redes sociales-a trabajadores para presentarse a los planteles educativos que aún no han sido valorados por instancias correspondientes poniendo en peligro sus vidas?. ¿el SNTE sigue en campaña política o en defensa de los derechos de los trabajadores al servicio educativo, ante estas irregularidades? Pero una de las más importantes: ¿los niños realmente están aprendiendo a partir de actividades que los docentes envían a través de las redes sociales?

Para empezar a dar respuesta a las preguntas, le comentaré que en mi querido y bello estado de Morelos, jamas se sintió un temblor de tal magnitud, ni siquiera el del día 7, antes de media noche del mismo mes, pero lo más asombroso, es saber que por primera vez, somos epicentro de uno de ellos, lo que permite pensar que no será la única ocasión, situación que preocupa comenzando desde la familia, ya que no todas tenemos un plan de emergencia, a pesar de los frecuentes avisos de alerta  volcánica, estando tan cerca de “Don Goyo”.

Este acontecimiento, ha dejado ver la poca o nula preparación y preocupación de nuestras autoridades educativas, ¿por qué lo afirmo? Bueno, primero:  el Señor Nuño, ha preferido pagar una renta de miles de pesos para mudar oficinas de la SEP, mientras que muchas escuelas han tenido que impartir clases en las calles, terrenos baldíos o en las mismas escuelas dañadas, separando con tela los espacios simulando un salón. Segundo: el titular de la SEP ha emitido mensajes en los que no existe congruencia, como por ejemplo: “no deben trabajar sin un dictamen oficial”, “deben iniciar labores todas las escuelas a  partir del 6 de noviembre” – aún sin la entrega de un dictamen -, “el 100% de los daños será absorbido por el Gobierno Federal y Estatal y no los padres de familia”, mientras que la titular del la SEP en Morelos dice: “son bienvenidas las cuotas voluntarias de los padres de familia para iniciar la reparación de las escuelas”. ¿Quién los entiende?

Ante tales incongruencias entre autoridades, se torna una situación de aprovechamiento político, es decir,  se ha recibido ayuda internacional, la cual, aún no llega a manos de los afectados, un aprovechamiento económico, porque directores en busca de espacios para iniciar clases, han tenido que aceptar rentas exorbitantes que serán absorbidas por los padres y madres de familia y, aprovechamiento social, porque debido a la lentitud de las autoridades para entregar dictámenes, algunas  comunidades se han manifestado para exigir la apertura de las escuelas.

Hasta este momento, me queda claro que, si algunas escuelas están trabajando el día de hoy, no es con un “Dictamen de Seguridad Estructural”, por el contrario, los directores están atendiendo un oficio de “Reporte Técnico de Inmueble”, de las siguientes autoridades: Director de Planeación de los Programas de obra de INEIEM, Directora General del Instituto Estatal de Infraestructura Educativa y Director General de Obras Educativas de la Sria. de Obras Pública; a consecuencia de ésta acción me pregunto: ¿las escuelas reciben indicación del comité antes mencionado para iniciar labores?, ¿ha quedado desplazada la figura del Director General del Instituto de Educación Básica del Estado de Morelos? Y, ¿a partir de ahora a qué autoridad debemos dirigirnos? Que, por si fuera poco, el reporte técnico, indica a las escuelas, que solo acordonen el área que está dañada, o que los niños no corran por alguna falla que pueda presentar el inmueble.

Esta situación se complica y preocupa más, cuando el SNTE estatal, sabedor de las circunstancias con que inician labores las escuelas, no ha fijado ninguna postura hasta el día de hoy, seguramente le preocupan más las acciones políticas, que sindicales, como cada temporada en que se acercan las combativas campañas políticas.

Por lo que respecta, al mensaje de la estudiante de secundaria, algunas escuelas tomaron la iniciativa de abordar los contenidos del plan de estudio a través de las redes sociales, como: Facebook, WhatsApp, Blogs. La acción emprendida por muchos docentes, es de gran reconocimiento, porque no solo el sismo, ha movido la tierra, sino ha movido el pensamiento de muchos padres de familia, permitiéndole reconocer la gran importancia de la labor docente, puesto que, comentan la dificultad que tienen al enseñar un tema a su hijo, o el tiempo limitado que ofrecen para acompañarlo en la elaboración de sus tareas.

No obstante, las actividades planificadas por los maestros, no han sido realizadas por todos los estudiantes, ante esto, queda la duda si el tema se dará por visto o regresarán a clases retomando el contenido del mes de septiembre. Supongamos, que el docente tiene una lista de entrega de tareas, que han sido revisadas y valoradas conforme a los criterios que estableció, sin embargo, ¿qué probabilidad existe de saber si la evaluación que otorgarán al final del semestre, o el ciclo escolar demuestra el conocimiento del estudiante? Tomando en cuenta que, la observación es una de las herramientas más importantes del maestro para poder dar cuenta del aprendizaje del estudiante.

Por último, me permito plantear unas preguntas que deberán hacernos reflexionar y actuar: ¿el nivel de aprendizaje de esta generación de estudiantes, que no han asistido a clases por más de un mes, será igual al nivel de los del resto de país?, ¿qué alternativas de estudio está planteando la SEP?, por último, ¿el sismo, no fue suficiente para mover las ideas, de las autoridades, partidos políticos e incluso el mismo SNTE, que siempre buscan su propio beneficio y olvidan a la educación?

Fuente: http://www.educacionfutura.org/de-temblores-socavones-y-otras-educaciones-en-morelos/

Comparte este contenido:

Educación Comunitaria, la asignatura pendiente de la reforma educativa en Chile

Por: Meritxell Freixas Martorell

La educación comunitaria en Chile ha consolidado y promovido una gran diversidad de experiencias educativas basadas en la autogestión. Sin embargo –y pese a los esfuerzos del movimiento– no ha logrado convertirse en una opción educativa legitimada para competir con el sistema formal y ser parte de la Reforma Educativa impulsada por el actual gobierno.q

El pedagogo brasileño Paulo Freire escribía en el Chile de 1968 su obra Pedagogía del Oprimido, sobre la concienciación de las que él denomina “clases oprimidas” para liberarse de los “opresores” y transformar la realidad.

Desde entonces, su influencia marcó el impulso de la educación popular, comunitaria, alternativa, libre o autogestionaria –la denominación puede variar según los matices ideológicos del colectivo que la ponga en práctica– y adoptó un fuerte carácter político impulsado por movimientos de izquierda y comunidades cristianas de base.

En Latinoamérica las experiencias de educación comunitaria abarcan desde las 5.000 escuelas en los caracoles de Chiapas o las más de 1.000 escuelas rurales del Movimiento de los Sin Tierra (MST) en Brasil, hasta los cientos de jardines maternales y bachilleratos populares en el cono bonaerense argentino.

El reconocimiento a este tipo de prácticas desarrolladas en la región llegó en 1976 con la “recomendación relativa al desarrollo de la educación de adultos” de la Unesco. Luego, en 2009, en la Conferencia de Educación de Jóvenes y Adultos Confintea VI-Unesco, los países reconocieron a las organizaciones comunitarias como un socio clave en la provisión de aprendizajes y de educación.

En Chile, existen varias de estas experiencias destinadas a la educación no formal e informal para niños, niñas y adolescentes, jóvenes y adultos a lo largo del país; además de bibliotecas, radios, editoriales o centros culturales sin fines de lucro que desarrollan acciones educativas concretas para complementar y/o transformar, el sistema escolar actual.

Sus impulsores coinciden en subrayar el proceso de aprendizaje que las prácticas autogestionadas educativas entregan tanto al educador como al educando. Además, defienden las lógicas de trabajo “solidarias, antipatriarcales, anticoloniales y sanadoras de la autoestima”.

Bolivia, referente regional

Sin embargo, a pesar de sus impactos y beneficios, la educación popular sigue siendo una práctica fuertemente silenciada y obviada por el sistema educativo formal.

En palabras de Henry Renna, exmiembro de la Oficina Regional de Educación de la Unesco, “en América Latina la educación sigue encerrada en el sistema escolar, subvalorando los aprendizajes que nacen en espacios no formales e informales y obviando un conjunto importante de saberes que nacen de la misma existencia humana”.

Para el experto, la región tiene una asignatura pendiente con la promoción de “un sistema educativo ampliado que garantice de forma efectiva, de una parte, el derecho a una educación pública, gratuita y de calidad, y de la otra, la libre producción y apropiación de aprendizajes, sin condicionamientos temporales ni espaciales, socializando democráticamente todas las formas, las expresiones y los momentos del acto educativo”.

La reforma educativa aprobada en Bolivia en 2010 y, según la historiadora argentina Laura Efron, basada en los principios de la pluralidad, la preservación de las diversidades culturales y lingüísticas y la autogestión participativa de la comunidad o las propuestas que los zapatistas en México están trabajando para su candidatura presidencial de 2018, son los únicos ejemplos que, en opinión de Renna, hoy podrían ser referentes en América Latina, con propuestas impulsadas incluso desde el propio Estado. “Incorporan a las comunidades de base y los saberes de los pueblos indígenas y populares en su modelo educativo”, sostiene.

Al margen de la Reforma Educativa

En Chile, el ejemplo más claro del desinterés de la educación comunitaria es su exclusión de la Reforma Educativa que el ejecutivo de Michelle Bachelet ha impulsado en el país suramericano. Tras años de discusión, finalmente el texto sale adelante sin que el concepto de “educación comunitaria” haya despertado el más mínimo interés a los que quieren cambiar la educación en Chile. Prueba de ello es que el proyecto se está cerrando sin incluir una palabra sobre educación autogestionada o comunitaria en el texto.

El movimiento educativo es mayoritariamente crítico con las nuevas medidas que implantará el gobierno porque considera que no rompen con el modelo de la dictadura y la concepción de la educación como bien de consumo. Creen que silenciará el rol de la sociedad organizada y su capacidad para “autoemanciparse y autoeducarse”.

Durante los últimos años, las organizaciones sociales educativas han intentado juntarse para crear redes y debatir sobre estrategias conjuntas en varias ocasiones. Pero –por ahora– la percepción general en el si del movimiento es de poca cohesión y de acercamientos con pocos resultados en lo práctico.

Desde el movimiento atribuyen esta lejanía a la distancia con las demandas y reivindicaciones de los movimientos estudiantiles, y opinan que aún no se considera la educación comunitaria como una alternativa real y concreta.

En esa línea, Carlos Pizarro, coordinador de la organización La Otra Educación, unas de las que trabaja en el ámbito comunitario, apunta: “Las organizaciones estudiantiles se preocupan de la calidad y del financiamiento pero no del contenido de la educación”. Y añade: “No puede ser que luchemos y se gane la batalla para seguir reproduciendo aquello con lo que estamos en contra. En algún momento tenemos que dar el salto y avanzar mucho más.”

Tampoco Henry Renna observa el escenario actual con demasiado optimismo. Para él, Chile pasa por “el peor momento de las últimas dos décadas respecto al desarrollo de la autogestión educativa”.

El panorama no parece muy alentador para el movimiento ante la más que probable llegada de la derecha, liderada por el empresario Sebastián Piñera, a partir del próximo año. Mientras los propios movimientos sociales no empiecen a ver los espacios autogestionados como una alternativa educativa real y concreta, será prácticamente imposible que el cambio llegue desde arriba.

Ya lo decía la reconocida poeta y pedagoga chilena Gabriela Mistral: “Enseñar siempre; en el patio y en la calle como en el salón de clase”.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/10/30/educacion-comunitaria-la-asignatura-pendiente-de-la-reforma-educativa-en-chile/

Comparte este contenido:

En Canadá se educa en la idea de que no hay diferencias de raza o religión

América del norte/Canadá/04 Novirmbre 2017/Fuente: La voz de Galicia

El Woodroffe High School de Ottawa, en Canadá, tiene 860 alumnos de setenta nacionalidades diferentes y se hablan más de 57 lenguas. En ese centro acaba de vivir una experiencia muy enriquecedora María Teresa Corral, jefa del departamento de inglés del IES As Telleiras, de Narón, en el marco de una actividad de formación organizada por la Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria, consistente en itinerarios formativos para la mejora de la competencia lingüística y comunicativa en lengua extranjera. Su compañera de instituto Mercedes Rodríguez Calvo, también profesora de inglés, vivió la misma experiencia, pero en su caso en el Glebe Collegiate Institute, también en el distrito escolar de Ottawa.

Las docentes naronesas coinciden en señalar que el lema de todos los institutos de Canadá es la educación constante en valores de respeto y tolerancia. María Teresa pone el ejemplo del centro en el que estuvo en esta ocasión -fue su tercera experiencia en Canadá- en el que trabajó con profesores que impartían clases de alfabetización en inglés para alumnos recién llegados o que llevaban poco tiempo viviendo en ese país. «Casi todos ellos proceden de países con conflictos bélicos, por lo que su experiencia personal tiene que haber sido muy dura, y su objetivo principal es llegar a adquirir un conocimiento suficiente del idioma para acceder al mundo laboral», señala la docente. Añade que «en todo momento se les educa en la idea de que en Canadá no existen diferencias de raza o religión, independientemente de la procedencia de tu familia». Cita como una de las curiosidades el hecho de que al inicio de las actividades lectivas del día se escucha y se canta siempre el himno nacional, apostillando que «el respeto por las instituciones, la bandera y el himno son sagrados para ellos».

Destaca, asimismo, que los alumnos expresan libremente sus opiniones y no tienen reparo a la hora de intervenir en la clase y exponer trabajos o debates. «Trabajan de forma autónoma, normalmente en grupos de cuatro o cinco, buscando información para cualquier tarea, y el profesor es más un guía que un transmisor de conocimientos», manifiesta María Teresa, añadiendo que para obtener el título de secundaria tienen que realizar obligatoriamente 40 horas de servicio a la comunidad.

Por su parte, Mercedes Rodríguez Calvo, participó como observadora en el Glebe Collegiate Institute. Es uno de los más antiguos de Ottawa, ya que se fundó hace 90 años, cuenta con 1.450 alumnos y 115 profesores y goza de un gran prestigio a nivel nacional e internacional. También en esta caso llama la atención la mezcla cultural de etnia y de religiones, y sus instalaciones cuentan con una piscina interior climatizada, cuatro aulas de diseño, dos salas fitness y un auditorio de 1.190 plazas. En cuanto al sistema de enseñanza, Mercedes destaca la potenciación del trabajo en equipo y colaborativo. «A diferencia de nuestro sistema, el alumno es el protagonista de su educación y el profesor basa las clases en tareas, trabajando principalmente con proyectos», señala la docente naronesa. Otra diferencia notable es que los exámenes tienen un peso en la nota final de solo un 20 % y el curso se divide en dos semestres, en cada uno de los cuales solo se estudian cuatro asignaturas.

Fuente: https://www.lavozdegalicia.es/noticia/ferrol/naron/2017/11/01/canada-educa-idea-diferencias-raza-religion/0003_201711F1C12992.htm

Comparte este contenido:

¿Calificar o evaluar? A propósito del reciente debate en redes

Por: Julián de Zubiría

Los profesores dedicamos un tiempo inmenso a calificar, lo que no nos permite asumir responsablemente la tarea esencial de evaluar. El profesor Julián de Zubiría analiza esta tensión a partir del debate en redes que se dio a raíz de la respuesta de un niño mexicano a la pregunta de su docente de matemáticas.

La semana pasada, un trino de un padre de familia mexicano se viralizó en las redes, algo muy poco común en temas educativos. El problema se originó porque el profesor había señalado en un ejercicio colocado a niños pequeños que deberían indicar con cifras los “siguientes” números. De manera muy original, un niño de 7 años respondió una cifra siguiente a la que se señalaba en números, pero el profesor calificó como equivocada dicha respuesta. El padre, en cambio, sostenía que la respuesta de su hijo era correcta. El problema dividió a los tuiteros, ya que muchos estuvieron de acuerdo con el padre. En el debate terció la Real Academia de la Lengua en defensa del docente. Sin embargo, se puede plantear que, pedagógicamente, el debate está mal planteado.

Con frecuencia, los docentes dedicamos enorme tiempo a calificar trabajos y exámenes de nuestros estudiantes. El problema es que por estar tan obsesionados con la calificación, hemos terminado por descuidar lo esencial: la evaluación. Nos hemos dedicado a certificar los procesos de aprendizaje, cuando esa es la función menos importante de la evaluación a nivel escolar. Debido a ello, la relación que establecemos con estudiantes, y por lo tanto, con padres de familia, gira en torno a si “aprobaron” o “reprobaron” los exámenes, las asignaturas y los cursos. Este es un claro indicador del predominio que sigue teniendo el sistema educativo tradicional en Colombia y América Latina.

Desde el punto de vista pedagógico, la pregunta central es: ¿Para qué debemos evaluar en la escuela? La evaluación nos sirve fundamentalmente para dos grandes cosas: Para establecer cómo están los niños al iniciar un proceso educativo, en lo que se conoce como la evaluación diagnóstica; y para determinar en qué nivel del desarrollo se encuentra en un momento dado el estudiante, para saber cómo impulsarlo, en lo que se conoce como evaluación formativa. El fin de la escuela debería ser favorecer el desarrollo integral de los niños. Por tanto, la finalidad esencial de la evaluación debiera ser ayudar a determinar el nivel de desarrollo alcanzado por el estudiante, para jalonar su proceso educativo a partir de allí. Ninguna de estas dos funciones tiene que ver con el debate que se dio en las redes, ya que la escuela sigue obsesionada con la calificación y certificación de los aprendizajes, cuando hace mucho tiempo deberíamos haber relegado esa finalidad. Aun así, el peso de la tradición sigue siendo tan abrumador que seguimos debatiendo en torno a una pregunta equivocada: ¿Quién tenía la razón? ¿El profesor o el estudiante? ¿A quién, en últimas, había que certificar?

No usar pruebas diagnósticas sería análogo a que los arquitectos e ingenieros no realizaran estudios de suelos antes de levantar sus casas y puentes. Cualquier arquitecto que incumpliera este principio, sería despedido por irresponsable. Sin embargo, en la escuela tradicional, que sigue siendo bastante hegemónica en los colegios de América Latina, es poco frecuente que los maestros realicen evaluaciones diagnósticas al iniciar cada año y es todavía más raro que la realicen los docentes en las universidades. Allí la evaluación diagnóstica es casi inexistente, ya que, contrario a lo que se cree, en muchos aspectos sigue siendo el nivel del sistema educativo más tradicional de todos.

Las evaluaciones diagnósticas deberían realizarse no solo para conocer el nivel alcanzado de los estudiantes en los conceptos, procesos y competencias que se supone que ya deberían dominar, sino que, adicionalmente, deberían ayudarnos a determinar si los nuevos contenidos están muy por encima o muy por debajo de lo que podrían llegar a dominar los estudiantes, si contaran con la mediación adecuada. Pero si no se hacen las evaluaciones diagnósticas sobre las competencias previas, mucho menos sobre los contenidos por ser abordados, en lo que se conoce en educación como la determinación de la zona de desarrollo potencial.

Aun así, el papel fundamental de la evaluación debería ser formativo. Deberíamos determinar el nivel alcanzado por el estudiante en su desarrollo y estimar qué le falta para seguir avanzando. Deberíamos ayudar a precisar las dificultades del proceso hasta el momento desarrollado. La evaluación debería brindar la información necesaria para saber qué ajustes se deberían hacer al proceso por parte de los docentes, los padres y los estudiantes. En este sentido, todos deberíamos aprehender de ella.

Con seguridad, desde décadas atrás muchas innovaciones pedagógicas han explorado con evaluaciones centradas en el desarrollo, tal como se está haciendo actualmente en todos los colegios de Francia y Cataluña. Algo análogo está haciendo con rigor y responsabilidad el Icfes al evaluar competencias transversales para diversos grados y que no corresponden a asignaturas particulares, sino a procesos de carácter más general y estructural; por ello mismo, sus pruebas son más confiables para saber cómo van los procesos cognitivos y valorativos de los estudiantes colombianos en los diferentes momentos del proceso educativo. Pero, pese a estos avances, por lo general, las evaluaciones en los colegios y en las universidades siguen centradas en asignaturas y en conocimientos particulares y rutinarios, como vestigio de una escuela tradicional que se resiste a morir y de un paradigma que tiempo atrás deberíamos haber superado: El paradigma de la transmisión de la información.

Un docente preocupado por determinar el nivel de desarrollo alcanzado por su estudiante, no hubiera tachado la respuesta del alumno mexicano, sino que indagaría por qué la dio. Con seguridad, intentaría evaluar las estructuras profundas a nivel cognitivo, valorativo y comunicativo que subyacen a las respuestas de sus estudiantes. Necesariamente, elaboraría evaluaciones teniendo en cuenta el uso pedagógico que daría a sus resultados, involucrando diversas dimensiones y con adecuada retroalimentación para orientar el proceso de sus estudiantes.

En la universidad, el problema es aún más grave, ya que suele ser común que el docente entregue los resultados de exámenes y trabajos días antes de culminar el curso. Esas pruebas y esos trabajos carecen de cualquier valor, ya que, si el papel de la evaluación es estimar el nivel alcanzado –para determinar qué ajustes realizar–, cuando se entregan sus resultados, culminado el curso, dichas pruebas perdieron cualquier pertinencia pedagógica.

Esto es así, ya que, si hiciéramos una evaluación a un grupo de estudiantes y no brindamos ninguna retroalimentación de los aciertos y debilidades, y si, hipotéticamente, meses después volviéramos a hacer la misma prueba, los resultados serían exactamente iguales; es decir, que los estudiantes y el docente, no habrían aprehendido de la evaluación previamente realizada. En este caso, se perdió el tiempo, como suele pasar hoy en tantos procesos educativos desaprovechados para el desarrollo, por la inexplicable obsesión del sistema educativo en el aprendizaje.

Para terminar, si un docente no permite que sus estudiantes saquen calculadora, libros, cuadernos e internet es porque en sus evaluaciones los estudiantes no tienen que pensar. Y si la pregunta que hace en un examen se puede resolver directa y exactamente en Google, es porque tampoco fue diseñada para pensar, ya que Google no piensa.

Como puede verse, las evaluaciones rutinarias y tradicionales, que siguen dominando la educación colombiana, son una prueba más del peso que sigue manteniendo la educación tradicional en el país. Lo peor es que tenemos uno de los decretos más progresistas en materia de evaluación en el mundo (el decreto 1290 del año 2009), hasta tal punto que a los docentes europeos los asombra el saber que en Colombia podemos diseñar en cada institución libremente nuestro propio sistema de evaluación, pero que, por el peso abrumador de los enfoques tradicionales, la gran mayoría de evaluaciones en el aula sigue siendo informativa y fragmentada.

Tristemente, los profes, en pleno siglo XXI, seguimos dedicando excesivo tiempo a la calificación y muy poco a la evaluación. Por lo tanto, el debate en redes no lo perdió ni el niño ni el docente, sino la inaplazable revolución pedagógica que necesitamos en el país para centrar el trabajo de las escuelas en el desarrollo y no en el aprendizaje, como desafortunadamente ha sido la costumbre desde tiempos inmemoriales.  Algún día –y ojalá no esté muy lejano–, el énfasis de la educación será el de impulsar el desarrollo de los niños y jóvenes vinculados a dicho proceso. Uno de los requisitos para lograrlo es que comencemos a dedicar más tiempo a la evaluación y menos a la calificación.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/respuesta-viral-de-nino-mexicano-en-examen-de-matematicas/545593

Comparte este contenido:
Page 315 of 824
1 313 314 315 316 317 824