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Colombia: Los retos del próximo presidente frente a la educación

Colombia/ 21 de noviembre de 2017/Fuente: http://lasillavacia.com

Durante la celebración del aniversario de la Fundación Empresarios por la Educación, La Silla habló con algunos de los asistentes sobre los retos de la educación en Colombia con miras a las elecciones presidenciales de 2018.

«Deberíamos hacer un manual del candidato sobre educación. El método de lloverle plata a los problemas no soluciona absolutamente nada.» Carlos Cavelier, Presidente de la Junta Directiva de la Fundación ExE

 

«La noción más poderosa que yo creo que existe de desarrollo es aquella que indica que la educación es lo que permite que los seres humanos en su diversidad hagan lo que valoran.» Antonio Celia, Presidente de Promigas

 

«El mundo está cambiando muy rápidamente y la educación debe ser dinámica para adaptarse a esos cambios.» Tatiana Orozco, Vicepresidenta de Asuntos Corporativos del Grupo Sura

 

«Un plan de gobierno debe tener respeto: no hay derecho que sigan vinculando en el ministerio gente que no tiene ni idea de educación, ni que el ministerio se haga el ciego frente a la corrupción que hay en el sector educativo.» Gonzalo Ordóñez, investigador y docente UIS

 

«Un candidato presidencial debe proponer una política sistémica de largo plazo: no solo para un gobierno de turno, sino una mirada estratégica para que la educación transforme realmente la vida de las personas.» Atilio Pizarro, jefe de planificación, gestión, monitoreo y evaluación de OREAL/UNESCO

 

«Educación, para mí, refleja unión, compromiso y educación.» Marcela Maduro, Coordinadora de Sustentabilidad de Natura Cosméticos

 

«La educación es lo que nos permite tener no solo el conocimiento, sino más bien las competencias para enfrentar un mundo cambiante como el de hoy.» David Bojanini, Presidente del Grupo Sura

 

«Debemos enfocarnos no solo en garantizar la cobertura, sino sobre todo la calidad, y especialmente el empoderamiento de las comunidades hacia su propio aprendizaje.» Esteban Ortiz, Director Ejecutivo de la Fundación Scarpetta Gnecco

 

«Al próximo presidente le recomendaría que siguiera apoyando la educación posgradual de los maestros y las políticas para que la gente de escasos recursos puedan acceder a la universidad de calidad.», Eduardo Escallón, Decano de la Facultad de Educación de la Universidad de los Andes

 

«Cuando los países toman la decisión de qué quieren hacer con sus sistemas educativos a largo plazo, todo comienza a ordenarse. Esa propuesta es la que nunca ha existido en las campañas presidenciales de Colombia.» Bernardo Toro, Director de la Fundación Avina

 

«En la vida moderna,  la educación es la esencia para la vida digna de un ciudadano.» Guillermo Trujillo, miembro de la Junta Directiva de la Fundación ExE

 

«Un programa de gobierno en materia de educación debe responder a las necesidades de cada región; debe tener un presupuesto claro y preciso.» Manuel Humberto, Director de Servicios Sociales COMFANDI

 Fuente de la Noticia:
http://lasillavacia.com/silla-llena/red-de-la-educacion/historia/los-retos-del-proximo-presidente-frente-la-educacion-63508
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El largo camino de la calidad educativa hasta el ODS-4 [1]

Venezuela / 19 de noviembre de 2017 / Autor: Luis Bonilla Molina / Fuente: Aporrea

Los prolegómenos

En la década de los ochenta del siglo veinte desembarca con fuerza el neoliberalismo. La globalización económica y la mundialización cultural son dos de sus expresiones concretas. Para realizar sus fines, el capital trasnacional necesita reordenar la arquitectura del poder y construir un modo único mundial de entender las dinámicas y procesos de gobernabilidad, lo cual pasa por cuestionar la utilidad y gobernabilidad de los sistemas, incluidos los escolares. En consecuencia plantean la crisis de los Estados nacionales como expresiones del déficit existente de eficacia[2] y legitimidad[3]. En realidad se trataba del emerger de una nueva generación de iniciativas privatizadoras, que cuestionando lo público abrían paso a la hegemonía discursiva y operativa de la gestión privada como paradigma gubernamental.

El neoliberalismo educativo constituye la expresión sectorial del nuevo paradigma de «gobernanza». Desde este lugar de enunciación construyen una narrativa que señala que en los sistemas escolares, la crisis de legitimidad es carencia de pertinencia[4] y la crisis de eficacia se muestra con problemas de calidad[5] educativa. Se impulsa un discurso educativo que desde el cosmopolitismo[6], la integración subregional, regional y mundial, plantea la necesidad de estandarizar procesos y resultados esperados. Esto replantea el papel del sistema de Naciones Unidas -y en el caso que nos interesa de la UNESCO[7]– como espacios para producir una acelerada normalización[8] de la teleología del campo educativo; ello implica renovadas formas de quiebre de las soberanías nacionales.

La neocolonización que impone el neoliberalismo educativo conlleva el desarrollo de sistemas de evaluación que tienden a la uniformidad, la construcción de imaginarios culturales que posibiliten la aceptación de los estándares educacionales que expresen esa nueva orientación y, la disolución progresiva de las autonomías conceptuales y operativas de los Ministerios de Educación nacionales. Como veremos, el trabajo de reingeniería educativa de los noventa del siglo XX y la primera década del siglo XXI allanan este camino.

Durante los noventa se inicia la construcción de la llamada cultura evaluativa[9], con el emerger de espacios como el LLECE[10] de la OREALC[11]-UNESCO. En un primer momento, no se trataba de acordar un modo único de medir el rendimiento asociado al discurso de la calidad educativa, sino que en todos los países y sistemas educativos se hablara de la necesidad de medir, de evaluar, los resultados de la acción escolar. Organismos económicos globales como el Banco Mundial (BM) o la Organización para el Desarrollo Económico (OCDE) y, regionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) fortalecen sus «equipos educativos» para apuntalar esta iniciativa. Se redoblan los condicionamientos para el acceso al financiamiento multilateral destinado a reformas educativas, exigiéndose cada vez más a los gobiernos el establecimiento de protocolos y decisiones que garantizaran la medición del rendimiento escolar –asociado cada vez más a la perspectiva unidimensional de calidad educativa- y el establecimiento de mecanismos institucionales periódicos de evaluación. Los organismos económicos globales y la banca multilateral desarrolla «experticias» sobre medición de la calidad educativa. En esta etapa lograron que todos habláramos de calidad educativa y la importancia o no de su medición; es decir construyeron hegemonía discursiva.

En un segundo momento, se trataba de construir redes de significados, dinámicas institucionales homologadas y asociación de la evaluación del rendimiento escolar con la toma de decisiones en políticas educativas. Nuevamente el LLECE-OREALC cumple un papel estelar en este sentido, mediante el desarrollo de las pruebas y evaluaciones conocidas como PERCE[12](1997), SERCE[13](2006) y TERCE[14](2013). Estos tres estudios regionales constituyen el más importante proceso de convergencia regional en América Latina y el Caribe respecto a la medición del rendimiento escolar fundamentalmente en las áreas de lectura y escritura, matemáticas y ciencias. Los decisores comienzan a utilizar sus resultados como argumentos -muchas veces maniqueos- orientadores de cambios o reformas educativas. Los medios de comunicación y buena parte de la academia presentan estos resultados como expresiones de la «calidad educativa» nacional en una u otra materia, que a su vez pueden ser comparados con los obtenidos por los restantes países de la región.

La cultura evaluativa se nutre y expande su hegemonía mediante la aceptación –con limitadas y contadas resistencias- de la evaluación del rendimiento escolar como el camino ideal para conocer y trabajar la calidad educativa. La evaluación de los aprendizajes se convierte en un indicador del estado del sistema educativo y su aparato escolar. Un segundo elemento que apuntala la cultura evaluativa lo constituye la aceptación de la estandarización de los conceptos, instrumentos, indicadores, parámetros y resultados esperados mediante la medición de un grupo de aprendizajes. Un tercer elemento de la cultura evaluativa lo constituyen las nociones de éxito y fracaso que subyacen al interior de las mediciones de aprendizajes y que se convierten en referentes que determinan políticas públicas en educación. Un cuarto elemento es la comparabilidad, que presupone la necesidad de identificar –y de ser posible asimilar- las prácticas que hacen posible los mejores logros, propios y de los otros.

La orientación de las políticas públicas como un tema supranacional

Este era un proceso que en los noventa del siglo XX tenia correlatos en los distintos campos de la gobernabilidad planetaria. En consecuencia se impulsan procesos de unificación de metas, en áreas como alimentación, fin de la pobreza, salud, igualdad de género, acceso al agua, energía sostenible, mundo laboral, desarrollo industrial, urbanismo, consumo responsable, medio ambiente, acceso a la justicia, crisis climática, entre otros. Ello lleva a plantear una agenda común global que aliente y oriente las políticas públicas nacionales, monitoreadas y supervisadas por Naciones Unidas.

En educación aún la dispersión de objetivos y propósitos aparece como una limitante para avanzar en la tarea de «alineación» de los sistemas escolares. Por ello, surge la necesidad de «consensuar» las metas, para que la educación marche en una misma orientación. El discurso de la Educación Para Todos (EPT) se convierte en el instrumento para alcanzar estos fines. EPT asume aspiraciones históricas de la humanidad, como un carril que alinea la locomotora educativa mundial. En ese sentido, la Conferencia Mundial de Jomtien (Tailandia,1990) marca la pauta, estableciendo diez objetivos[15] a escala internacional y un plan de acción[16] para cumplirlos construyendo un salto cualitativo en la normalización, estandarización, cultura evaluativa y la definición de los aprendizajes en determinadas áreas como el eje vertebrador de los sistemas escolares.

En el año 2000 Naciones Unidas lanza los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM)[17] que constituyen un salto cualitativo en la mundialización cultural, vinculada a la toma de decisiones de los gobiernos y la construcción de políticas públicas. Esta iniciativa se complementa con la Declaración de Dakar (2000)[18], estableciendo ambas como fecha final de evaluación de resultados esperados el año 2015. Dakar (2000) continua la senda que trabajara Jomtien (1990) una década atrás: la construcción de un discurso consensuado que oriente las políticas educativas en los cuatro puntos cardinales del planeta. El mundo, los Estados miembros de la ONU, asumen una perspectiva homologada del desarrollo que es la propia de la mundialización cultural.

Jomtien (1990) y Dakar(2000) desarrollan fundamentalmente la perspectiva de la educación inicial, básica y media. Sin embargo, la educación universitaria no escapa a esta dinámica. El proceso de normalización y estandarización del sector se redimensiona a partir de la reunión regional de la Habana sobre Educación Superior (1996) que sirve de pilar a la Conferencia Mundial de la Educación Superior (CMES, 1998). Ambas conferencias asumen como ejes orientadores de las políticas universitarias la calidad educativa y la pertinencia operativa. A esta cita regional le seguirían la II Conferencia Regional de Educación Superior realizada en Cartagena, Colombia (2008) y la II CMES,2008. En la actualidad se trabaja en la convocatoria y debates de la III CRES a realizarse en Córdoba, Argentina, en Junio de 2018, la cual trabaja entre otros temas la diversidad cultural, el papel de la ciencia y la innovación, el rol estratégico de ES en la región y por supuesto la calidad educativa. La cultura evaluativa en la educación superior se expresa en la proliferación e incorporación en la narrativa del sector de la estandarización de dinámicas y procesos, catalogados en los llamados ranking universitarios. La internacionalización constituye la síntesis discursiva de la mundialización cultural en la educación superior.

El Ministerio de Educación Planetario

En el proceso de neocolonización política, económica, educativa, tecnológica y cultural que impulsa el neoliberalismo como parte de la globalización económica y la mundialización cultural, a partir del año 2000, la OCDE decide auto asumirse de hecho, como el Ministerio Mundial de la Educación. En esa dirección, la OCDE inicia las pruebas del llamado Programme for International Student Assessment (PISA,2000-2017) que actualmente cubren a mas de sesenta países de los cinco continentes, y que se han convertido en el marco discursivo usado por los organismos económicos globales para referirse a la «calidad educativa». Otros organismos como el Banco Interamericano de desarrollo (BID) y más recientemente la Corporación Andina de Fomento (CAF) pugnan por convertirse en una especie de viceministerios regionales y sectoriales de la agenda educativa. El Banco Mundial (BM) pugna por ser el viceministerio regional de educación superior, como lo evidencia en su informe «Momento Decisivo: La educación superior en América Latina y el Caribe» (2017).

El formato deliberativo y parlamentario de la UNESCO comienza a ser un obstáculo para la agenda liberalizadora de la educación. El neoliberalismo prefiere orientar las políticas educativas al pulso propio de los mecanismos de financiamiento mundial y los condicionamientos para su acceso. Por ello, trasladan el centro de las decisiones en el sector a la llamada Banca de Desarrollo, generando un creciente caos organizacional en la UNESCO, para presentarla como un órgano incapaz de liderar las transformaciones educativas globales. La OCDE se coloca en el centro de las orientaciones para las reformas y cambios educativos.

De Incheon a Paris: la 39 Conferencia General de la UNESCO

En esta dinámica y proceso de más de tres décadas de construcción de una visión unificada de los énfasis de las políticas públicas y los mecanismos de evaluación de las mismas, se convocan a dos eventos separados pero complementarios: La Conferencia de la Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible (2015) y el Foro Mundial sobre la Educación (2015). Este último evento tiene la tarea de alinear esfuerzos para la normalización planetaria de un objetivo educativo. La Declaración de Incheon(2015) elaboraría un Plan de Acción para la realización del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número cuatro, que sería mejor conocido como el ODS-4 de los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)[19] aprobados por la ONU el 25 de septiembre del 2015.

Los días 12, 13 y 14 de Mayo de 2014 se celebró en Mascate, Omán la «Reunión Mundial sobre la Educación Para Todos», como balance de los actuado en EPT y de cara a los denominados nuevos Objetivos del Milenio 2015-2030 –finalmente Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS- la cual produjo una Declaración Final mejor conocida como «El Acuerdo de Mascate» (2014). Esta declaración contiene dieciséis numerales que apoyan el papel de UNESCO en los logros de EPT y de cara a los nuevos ODS. El numeral siete plantea que «la agenda de la educación para después de 2015 debe estar claramente definida, ser ambiciosa, transformadora, equilibrada y holística y formar parte integrante del marco más amplio del desarrollo internacional. Esta agenda debe tener una pertinencia universal y movilizar a todas las partes interesadas en todos los países. La educación debe constituir un objetivo independiente en la agenda para el desarrollo después de 2015 y enmarcarse en un objetivo global, con metas mundiales cuantificables e indicadores conexos. Además, la educación debe integrarse dentro de otros objetivos de desarrollo«. (Acuerdo de Mascate,2014). Lo sustantivo de esta reunión fue subrayar el papel de UNESCO en el seguimiento del ODS4.

En la ruta hacia Incheon destaca lo ocurrido en Octubre de 2014, en la reunión de Ministros de Educación de América Latina y el Caribe. Allí, varios de los representantes educativos le pidieron al señor Jorge Sequeira que les informara en que momento se había consensuado en la región, un concepto de calidad educativa. El director -para ese momento- de la OREALC-UNESCO señaló que no se había alcanzado ese propósito; solo se contaba con cinco dimensiones consensuadas que debería contener un concepto de calidad educativa regionalizado, las cuales habían sido acordadas años atrás en una reunión en Argentina. En consecuencia y en razón que las pruebas estandarizadas son presentadas como indicadoras del «nivel» de calidad educativa de los países, sería válido preguntarse ¿ustedes aceptarían una tesis o un trabajo que presente la medición de algo que no haya sido conceptualizado previamente? La Declaración de Lima (Octubre,2014) ratificó su compromiso con las políticas mundiales de EPT coordinadas por UNESCO y la construcción de un ODS educativo en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que sería aprobados en 2015, sin embargo el concepto difuso de calidad educativa sería un problema que acompañaría el camino hacia Incheon y posteriormente a Nueva York.

La cita de Incheon (2015) fue la constatación del giro economicista de la orientación de los sistemas escolares que imponía el neoliberalismo educativo. Los mayores protagonistas del Foro fueron los organismos económicos globales y las corporaciones. En este evento, el Director del Banco Mundial (BM) se atrevió a afirmar que en América Latina y el Caribe se había perdido la última década, al enfatizar en la ampliación de la cobertura, en detrimento de la calidad y la relación de los sistemas escolares con el mundo productivo; lo cual generó una respuesta enérgica de los representantes de los Estados miembros. Mientras voceros de la OCDE ocupaban los escenarios, los maestros y profesores eran los grandes ausentes de la gran cita mundial que definiría las metas para los próximos 15 años. Solo la representación de la Internacional de la Educación (IE) y la Campaña Mundial por el Derecho a la Educación (CMDE) tuvieron la oportunidad de expresar la voz de los ausentes y de las resistencias al modo único de entender la educación, propio del paradigma de la mercantilización educativa.

La propia mercantilización ha sufrido adaptaciones epocales. En el presente, esta tendencia del capital aparece impactada por la cuarta revolución industrial, generándose una creciente tentación a la virtualización educativa y la disolución de la escuela que conocimos, proceso que comienza a generar resistencias en distintas latitudes. De hecho, el neoliberalismo educativo ha venido generando de manera paralela en las últimas décadas (a) la despedagogización del hecho educativo, (b) la imposición de modas educativas fragmentadas (didácticas, evaluativas, gestión escolar, curriculares), (c) la destrucción progresiva de la carrera docente y la profesión docente, culpabilizando a los maestros de los problemas de calidad y pertinencia de los sistemas escolares, (d) la reconfiguración del plantel con la introducción tendenciosa de la noción de «ambientes de aprendizaje» como sustituto del aula, donde emerge peligrosamente el hogar con computadora y conexión a Internet como un espacio de aprendizaje. Elementos que hemos denunciado como constitutivos en el presente del riesgo de un Apagón Pedagógico Global.

Precisamente Incheon (2015) donde se acordó el 6% del PIB y por lo menos entre el 15% y el 20% del total del gasto público, como piso mínimo de inversión en educación, parecía a veces más un lugar para la promoción de la inversión en tecnología que un Foro Educativo Mundial. Claro está siendo el área de la innovación tecnológica uno de los sectores empresariales globales de mayor ganancia, al consensuarse un porcentaje común de la inversión estatal en educación, convertía a la educación en un segmento a disputar por parte del sector industrial tecnológico. Para que este acuerdo mundial de inversión en educación no fuera trasladado a políticas orientadas a mejorar las condiciones de trabajo y salariales de los docentes, el neoliberalismo impulsó el discurso que culpabiliza a los docentes de los problemas de calidad educativa, fundamentado en pruebas al magisterio.

El 21 de Mayo de 2015, representantes de los Estados miembros de la UNESCO firman la llamada «Declaración de Incheon», la cual contiene veinte numerales convergentes con la agenda de los ODS de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En el segmento «Hacia 2030: una nueva visión de la educación» se plantea que una educación transformadora se fundamenta en la inclusión, equidad e igualdad de género, comprometiéndose los firmantes con «la mejora de los resultados de aprendizaje… para lo cual es necesario fortalecer los insumos, los procesos y la evaluación de los resultados y los mecanismos para medir los progresos» (p.8,2015). La cultura evaluativa se consolida en este consenso mundial, que plantea además el compromiso de «promover oportunidades de aprendizaje de calidad …[para lo cual].. es importante que se ofrezcan vías de aprendizaje flexibles» (p.8,2015), abriendo con ello, una rendija a la virtualización educativa, pero ese es tema de otro artículo. En materia de «Aplicación de una Agenda Común» se establece que la «responsabilidad fundamental de aplicar con éxito esta agenda corresponde a los gobiernos» (p.9,2015) … para lo cual «resolvemos desarrollar sistemas nacionales de seguimiento y evaluación integrales a fin de producir datos sólidos para la formulación de políticas y la gestión de los sistemas educativos, así como para velar por la rendición de cuentas» (p.11,2015). La Declaración de Incheon (2015) se constituye en el soporte sustantivo para la aprobación del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número cuatro, mejor conocido como ODS-4 (Septiembre, 2015)

Ese mismo año se conocía la nueva «Estrategia de Educación de la UNESCO 2014-2021» (2015) basado en un contexto de educación cambiante y la agenda inclusiva de la EPT, en cuya propuesta post 2015 destaca como objetivo estratégico 1, el «desarrollar sistemas de educación que fomenten un aprendizaje de calidad e inclusivo a lo largo de toda la vida para todos»[20](p.37,2015). En el numeral 5 de este objetivo destaca positivamente la valoración que hace este organismo internacional de «abordar los asuntos relativos a los docentes y mejorar la calidad de la enseñanza» (p.45,2015), precisando que «para los sistemas de educación es un reto prestar la atención adecuada a los factores que afectan la eficacia y el desempeño docente, tales como las políticas de formación, contratación, implementación,, gestión, evaluación y desarrollo profesional … A menudo, el estatus profesional, el salario y las condiciones de trabajo son deficientes» (p.46,2015). En este sentido UNESCO vuelve a colocar su voz como un mecanismo para hacer sentir la opinión de los millones de docentes del mundo que han visto afectado sus ingresos, reconocimiento social y condiciones de trabajo en el periodo del neoliberalismo educativo, abriéndose a la posibilidad de recuperar su legitimidad en el magisterio. Están pendiente en este sentido, la actualización y ratificación de las convenciones aprobadas por los países miembros hace varias décadas, respecto a las condiciones de trabajo del personal docente. Esta orientación de la UNESCO, fuera de la orientación de los organismos económicos globales ratifica la personalidad propia del organismo internacional.

Pero al convertirse UNESCO en el organismo encargado de hacer seguimiento al ODS-4 se corre el riesgo que preste demasiada atención a las evaluaciones estandarizadas no como un complemento, sino como el mecanismo central para la valoración del cumplimiento de las metas. En el numeral 6 del instrumento normativo referido[21] se usa como referente central las pruebas internacionales (p.47,2015), además de adoptar como marco de la calidad educativa los aprendizajes valorados en estas pruebas estandarizadas. No se menciona el desarrollo integral de la personalidad ni la construcción de ciudadanía crítica como tareas centrales de sistemas educativos que se precien de ser de calidad.

El ODS-4 fue enunciado como una tarea internacional con el objetivo de Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos. Al ser presentado como el objetivo de la calidad educativa en la estrategia global de desarrollo para todos los países del mundo, en la práctica lo que ocurre es que se cierra un primer ciclo iniciado en los ochenta del siglo XX, cuando el neoliberalismo acusaba a los sistemas escolares de una crisis de calidad y pertinencia educativa y proponía a la calidad educativa como el epicentro de las reformas educacionales de nueva generación. Lo que pretendo subrayar es que la ruta hacia los ODS y el logro del ODS-4 evidencia la hegemonía actual del neoliberalismo educativo en la construcción de políticas educativas. El hecho que la visión de los organismos económicos globales (G8[22], FMI[23], BM, OCDE, BID) entienda la calidad limitada a determinados aprendizajes y la construcción de ciudadanía planetaria para la consolidación de la mundialización cultural, no niega que a nivel del ciudadano común y buena parte del magisterio internacional las calidades educativas[24] tengan una aspiración y concepción mucho más amplia. De hecho, desde la pedagogía radical de las resistencias hemos insistido que para los pueblos, los padres y los maestros(as) las calidades educativas vistas como resistencias y alternativas[25], se relacionan con el aprendizaje para la vida, el desarrollo integral de la personalidad y la felicidad, las capacidades para ejercer plenamente la ciudadanía crítica y las posibilidades de enfrentar el desafío laboral y de desarrollo profesional que se plantean con el desembarco de la cuarta revolución industrial. En consecuencia la calidad educativa emerge como un concepto y una práctica en disputa.

La UNESCO que se había sumado desde los noventa del siglo XX a la locomotora de la cultura evaluativa vinculada a la calidad educativa, tenía en la segunda década del siglo XXI serios problemas para desarrollar un discurso que mantuviera su perfil y acompañara la visión de la gobernanza económica mundial. En distintas etapas el organismo se vio social e intergubernamentalmente interpelado respecto a su posición en coyunturas cambiantes. No todo lo explicaba la Constitución de la UNESCO (1945), por ello debió preparar el texto conocido como «Aprender a ser, la educación del futuro» (Informe Faure, 1972), el cual se actualizó años después con el libro «La Educación Encierra un Tesoro» (1996) mejor conocido como el Informe Delors. El debate actual llevo a la Sra. Irina Bokova, anterior Directora General de la UNESCO, a convocar a un grupo de especialistas de diferentes continentes para que elaboraran un texto que planteara la visión epistémica y teleológica del organismo en el presente. El libro «Replantear la educación: ¿hacia un bien común mundial?» (2015) intento cumplir esta tarea, el problema fue que al no tener una lectura de procesos y sistémica de la dinámica actual su contenido resultó limitado y no resolvió el problema para el cual fue convocada su elaboración. En consecuencia la actualización paradigmática de la UNESCO es una tarea pendiente.

Para construir mecanismos y métodos consensuados de presentación de resultados en materia de metas del ODS4, la UNESCO-OREALC convocó a una reunión de Ministros de Educación de América Latina y el Caribe la cual se realizó en Buenos Aires, Argentina el 24 y 25 de Enero de 2017. Con un preámbulo de siete numerales, los acuerdos regionales expresados en doce numerales adicionales y una visión prospectiva de cinco numerales, se inicia la ruta consensuada para el cumplimiento de metas señalando que «es necesario abordar nuevos desafíos y temas emergentes que identifican la nueva agenda E2030, los que, de acuerdo con las realidades y prioridades de cada país, debemos asumir en su conjunto» (numeral 7, Declaración de Buenos Aires, 2017), para lo cual, «nos comprometemos a desarrollar políticas inclusivas con miras a la mejora de la calidad y la pertinencia de la educación que incidan en todos los actores del sistema educativo» (numeral 8, Declaración de Buenos Aires, 2017). Al final se acordó una hoja de ruta con (1) mecanismos de trabajo conjunto; (2) monitoreo y reporte; (3) políticas y estrategias; (4) sensibilización y comunicación; (5)financiamiento y gobernanza.

En ese contexto se convocó a la Trigésima novena Conferencia General de la UNESCO (Octubre-Noviembre,2017), que sería la primera cita global del organismo para dar seguimiento al ODS-4. Esta Conferencia fue la más «plana» de las citas convocadas en los últimos años por el organismo multilateral. Los debates sustantivos del presente le fueron esquivos, siendo peligrosamente sustituidos por discusiones respecto a aspectos administrativos y de gestión. Sin embargo, destacó en el sector de Educación el foro sobre «Rendición de cuentas en el ámbito de la Educación: cumplir nuestros compromisos» que fue precedido por la presentación del «Resumen del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2017-2018». En el formato del foro fue emblemático el papel de moderador cumplido por el aprendiz de «Ministro de Educación Planetario» el Sr. Andreas Schleicher (OCDE), quien dirigió el debate sobre los mecanismos de rendición de cuentas nacionales respecto a las metas del ODS-4. Solo el Ministro de Educación de Bolivia, el Sr. Roberto Aguilar cuestionó la denominación empresarial del foro mismo, pero ya nadie se opone al hecho que un representante del organismo económico mundial que se ha erigido en Ministerio de Educación Mundial, sea quien coordine la mesa donde los representantes de países soberanos conversan sobre los mecanismos de seguimiento al ODS-4. El GRULAC[26] representado por el Sr. Aguilar expresó la intención de la región de construir mecanismos compartidos, propios y contextualizados de seguimiento al ODS-4.

Pero veamos brevemente, sin polemizar, algunos elementos que contiene el Informe[27] que alimentó el debate de este Foro. El primero, es que centra en las «escuelas responsables» (p.17,2017) el tema de la calidad educativa, al señalar que «las escuelas y otros establecimientos de educación y capacitación, son formalmente responsables ante los gobiernos y de manera informal ante los padres y alumnos» (p.17, 2017) respecto a la calidad educativa. Esto desdibuja el papel del Estado como garante de la educación y abre paso a la dicotomía entre sociedad educadora versus Estado docente. Segundo, respecto a los «Docentes Responsables» (p.25,2017) señala que «la confianza de los profesores en su proceso de evaluación influye considerablemente en la eficacia de los métodos de rendición de cuentas» a lo cual agrega «la mayoría de los países evalúan a los profesores utilizando diversos métodos. Las observaciones en las aulas se utilizaron en las evaluaciones para el 96% de los docentes de los países más ricos que participaron el estudio TALIS[28] de 2013«. (p.26,2017). En este sentido, en la línea de construir cultura evaluativa, se da por sentado que la evaluación de los docentes es parte sustantiva de las tareas por una calidad educativa, así mismo, se asumen las pruebas estandarizadas y las encuestas supranacionales como indicadores del comportamiento de los sistemas escolares respecto a la calidad educativa. Tercero en «Padres y Estudiantes responsables» se señala que «la educación es un esfuerzo social compartido, los padres y los alumnos tienen también papeles importantes que desempeñar. Los padres son responsables de crear un ambiente hogareño estimulante, pero también de propiciar la asistencia a la escuela, el esfuerzo y el buen comportamiento de los hijos» (p.29, 2017). Compartiendo la necesidad de estimular un mayor involucramiento de los padres, planteo que en este aspecto se desconocen u ocultan el impacto de las desigualdades sociales en la prosecución escolar, desdibujando la responsabilidad del Estado. Esta tendencia se mantiene en los segmentos de «Organizaciones Internacionales Responsables» (p.31, 2017), «Agentes privados con animo de lucro y responsables» (p.34, 2017). Lo que quiero destacar es la carencia de la mirada humanista en la rendición de cuentas respecto al ODS-4 al desaparecer por completo la valoración de las tareas centrales de nuestros sistemas educativos: el desarrollo integral de la personalidad y la construcción de ciudadanía critica. Los números solos, vacíos y sin la fuerza del encuentro humano, empujan peligrosamente la educación al campo de la relación costos/resultados, es decir a la mercantilización.

2030 como horizonte

En este artículo he ratificado mi valoración crítica sobre la ruta que construyó el neoliberalismo educativo para llegar al ODS-4. Podemos cuestionar la globalización económica y la mundialización cultural, pero lo que no podemos negar es que ya son una realidad. Por ello, la importancia de conocer su proceso de instauración para poder construir resistencias y alternativas. Me cuento entre los que consideran que la UNESCO, sigue siendo un espacio privilegiado para la defensa de la educación como un derecho humano, pero este convencimiento no puede llevarnos a una lectura ingenua o despolitizada de la dinámica de gestión y construcción de discurso del organismo internacional. Al contrario, solo con una clara lectura de las dinámicas de UNESCO podemos rescatar su rol unificador de la esperanza educativa mundial.

Si bien el ODS-4 es una etapa en la ruta neoliberal de destrucción de la escuela moderna, considero que existen muchos elementos en su narrativa que pueden y deber ser valorados y defendidos. El ODS-4 no es una política cerrada, por el contrario esta en el centro de las disputas educativas del presente. Es urgente entrar al debate desde la perspectiva de la pedagogía radical de las resistencias, para garantizar que la esperanza que en su agenda tienen millones de maestros, profesores, estudiantes y comunidades pueda ser un hecho. Me cuento entre quienes trabajaremos desde una perspectiva crítica por alcanzar las metas positivas del ODS-4.

Lista de referencias

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Bonilla-Molina, Luis (2015) Calidad de la Educación: ideas para seguir transformando. Ediciones Fonacit. Caracas. Venezuela.

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Bonilla-Molina, Luis (2017). La salida de EEUU de la UNESCO desde la perspectiva de la crítica al Apagón Pedagógico Global (APG). Disponible en http://questiondigital.com/la-salida-de-eeuu-de-la-unesco-desde-la-perspectiva-de-la-critica-al-apagon-pedagogico-global-apg/

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UNESCO (2015) Educación 2030. Declaración de Incheon y Marco de Acción para la realización del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4. Ediciones UNESCO: Paris. Francia.

UNESCO (2015) Educación para la ciudadanía mundial. Temas y Objetivos de Aprendizaje. Ediciones UNESCO. Paris. Francia.

UNESCO (2017). América Latina y el Caribe hacia la implementación del ODS-4E2030. Educación 2030. UNESCO OREALC. Santiago de Chile. Chile.

UNESCO (2017) Resumen del Informe de seguimiento a la educación 2017-2018. Ediciones UNESCO. París. Francia.

UNESCO (2017) Educación para los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Objetivos de Aprendizaje. Educación 2030. Ediciones UNESCO: Paris. Francia.

UNESCO (2017) Guía para asegurar la inclusión y la equidad en educación. Paris. Francia.


[1] Escrito a solicitud, para la revista de Educación de la Universidad Nacional de Educación (UNAE) de Ecuador.

[2] Desde esa perspectiva neoliberal las instituciones «no sirven para lo que dicen servir». Los sistemas de salud no garantizan la salud, prevención y cura de enfermedades, las escuelas no sirven para el desarrollo integral de la personalidad, la construcción de ciudadanía ni para el desarrollo laboral, entre otras. Se colocan en tela de juicio todas las instituciones públicas.

[3] Se cuestiona que las instituciones no expresan los deseos, anhelos y necesidades de la gente y las mayorías ciudadanas están ajenas a los procesos de toma de decisión en las instituciones públicas.

[4] En cada uno de los componentes pedagógicos: currículo, planeación, evaluación, didácticas, modelos de gestión.

[5] Vista con una epistemología de productos, de resultados. Se enfatiza en el rendimiento escolar, en los resultados de los aprendizajes como la expresión de las bondades de la acción escolar o en su defecto, de su negación.

[6] Leer Popkewitz, Th (2009) El cosmopolitismo y la era de la reforma escolar. Ediciones Morata. Madrid. España

[7] Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura

[8] Entendida como la construcción de protocolos globales que orienten la actividad educativa y que sean no solo «consensuados» con los Estados sino acatados como referentes para la construcción de políticas públicas en educación.

[9] Es la aspiración a lograr que todos los procesos y resultados vinculados al rendimiento educativo y las dinámicas escolares, sea posible explicarlo a partir de resultados de las evaluaciones estandarizadas cuantitativas. y/o cuali-cuantitativas.

[10] Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad Educativa, creado en 1994 en la ciudad de Monterrey, México, con la participación de 15 países de la región

[11] Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe, ubicada en Santiago de Chile.

[12] Primer Estudio Regional Comparativo y Explicativo

[13] Segundo Estudio Regional Comparativo y Explicativo

[14] Tercer estudio Regional Comparativo y Explicativo

[15] 1) satisfacción de las necesidades básicas de aprendizaje; (2) perfilar la visión; (3) universalizar el acceso a la educación y fomentar la equidad; (4) concentrar la atención en el aprendizaje; (5) ampliar los medios y el alcance de la educación básica; (6) mejorar las condiciones de aprendizaje; (7) fortalecer la concertación de acciones; (8) desarrollar políticas de apoyo; (9) movilizar los recursos; (10) fortalecer la solidaridad internacional.

[16] El cual establece en su introducción que «los países y los grupos de países, así como las organizaciones internacionales, regionales y nacionales, podrán recurrir al Marco de Acción para elaborar sus propios planes de acción y programas de acuerdo con sus objetivos y su mandato y con los sectores que representan».

[17] (1) erradicar la pobreza extrema y el hambre; (2) lograr la enseñanza primaria universal; (3) promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer; (4) reducir la mortalidad infantil; (5) mejorar la salud materna; (6) combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades; (7) garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y (8) fomentar una asociación mundial para el desarrollo.

[18] Cuyos objetivos son: (1) Extender y mejorar la protección y educación integrales de la primera infancia, especialmente para los niños más vulnerables y desfavorecidos; (2) Velar por que antes del año 2015 todos los niños, y sobre todo las niñas y los niños que se encuentran en situaciones difíciles y los pertenecientes a minorías étnicas, tengan acceso a una enseñanza primaria gratuita y obligatoria de buena calidad y la terminen; (3) Velar por que sean atendidas las necesidades de aprendizaje de todos los jóvenes y adultos mediante un acceso equitativo a un aprendizaje adecuado y programas de preparación para la vida activa; (4) Aumentar en 50% de aquí al año 2015 el número de adultos alfabetizados, en particular mujeres, y facilitar a todos los adultos un acceso equitativo a la educación básica y la educación permanente; (5) Suprimir las disparidades entre los géneros en la enseñanza primaria y secundaria de aquí al año 2005 y lograr antes de 2015 la igualdad entre los géneros en la educación, en particular garantizando a las niñas un acceso pleno y equitativo a una educación básica de buena calidad, así como un buen rendimiento

[19] (1) fin de la pobreza; (2) hambre cero; (3) salud y bienestar; (4) educación de calidad; (5) igualdad de género; (6) agua limpia y saneamiento: (7) energía asequible y no contaminante; (8) trabajo decente y crecimiento económico; (9) industria, innovación e infraestructura; (10) reducción de las desigualdades; (11) ciudades y comunidades sostenibles; (12) producción y consumos responsables; (13) acción por el clima; (14) vida submarina; (16) paz, justicia e instituciones sólidas, y; (17) alianzas para lograr los objetivos.

[20] El Objetivo 2: «empoderar a los educandos para que sean ciudadanos mundiales, creativos y responsables»; Objetivo 3: «definir la futura agenda de educación» (pp-52-58, 2015)

[21] UNESCO (2015). Estrategia de Educación de la UNESCO 2014-2021. Ediciones UNESCO. París. Francia

[22] El Grupo de los ocho países más poderosos del mundo esta integrado por Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Alemania, Reino Unido, Japón y Rusia. Muchas decisiones son tomadas en reuniones del G8 + China.

[23] Fondo Monetario Internacional

[24] En plural se centra en la aceptación y sinergia constructiva de las diversidades

[25] Muchas veces no consientes ni articuladas

[26] Grupo Latinoamericano y Caribeño de países miembros de la UNESCO

[27] UNESCO (2017) Informe de Seguimiento de a educación en el Mundo 2017-2018. Ediciones UNESCO. Paris. Francia

[28] En español: Encuesta Internacional sobre Docencia y Aprendizaje, otro mecanismo de evaluación que desarrolla el Ministerio de Educación Mundial, la OCDE.

 

Fuente del Artículo:

https://www.aporrea.org/educacion/a255352.html

 

Fuente de la Imagen:

http://onu.org.ve/ods-4/

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La última y nos vamos

Por: Manuel Gil Antón

No hay plazo que no se cumpla, y el miércoles con el que iniciaba noviembre, terminaban las siete sesiones del seminario: La reforma educativa: avances y desafíos, organizado por el INEE. Aunque el tema de la Formación de Docentes estaba previsto para el 20 de septiembre, el sismo del día 19 condujo a que se postergara.

Si en el caso del seminario del INEE la razón de la ubicación de esta dimensión (la formativa) al final del seminario fue la tragedia que ocasionó el temblor en muchos estados del país, para los gerentes educativos de hoy colocar, hasta el mero ocaso, el asunto de la formación de los profesores no derivó de ningún sismo, sino que muestra, de manera nítida, cómo esta reforma educativa puso al final lo que era principal y debió ser al principio: la reflexión, a fondo, del sistema de formación de docentes, tanto la inicial como la continua.

Aunque se diga que el orden de los factores no altera al producto, o que en política se hace primero lo que se puede, no lo que se debe (ambas consideraciones sostenidas, una, por el presidente del INEE y la segunda por el subsecretario de Educación Media de la SEP), la centralidad que tiene, en cualquier proyecto si es en serio reforma educativa, la revisión del sistema de formación docente es indudable. Lo dejaron al final y por no dejar: el de atrás paga…

El mundo al revés: está por terminar el sexenio y el así llamado, pero no correctamente, Nuevo Modelo Educativo se está piloteando apenas, para que en 2018 inicie en algunos grados de la educación básica y media. Menuda demora. Pero lo más incongruente es que tanto el nuevo modelo de formación inicial docente, así como una estrategia para hacer posible una formación durante el servicio que sea relevante, están elaborándose.

Primero, evaluar. Mucho después, dizque consultar para tener un Modelo educativo para el siglo XXI y luego, lo que sigue después de después, planear – de volada y para que no digan – una reforma a los procedimientos formativos de los profesores (del futuro, en tratándose de las Normales) y los actuales, si el tema es la actualización de los millones que ahora están en servicio.

Ya se ha dicho: primero, el pavimento; luego el drenaje… pero, en este caso, sucede algo peor: ya puesto pavimento y drenaje, socavón de por medio, se considera necesario ¡iniciar la reflexión sobre el rumbo de la carretera! Peor, imposible: ese es el saldo, en síntesis, de lo que ha ocurrido: por eso la reforma luce bien en los discursos y en los anuncios de la televisión, pero no ha llegado, ni por su diseño llegará, a las escuelas y salones. “Árbol que crece torcido…” 

Enseñando el Padrenuestro al Señor Cura

Desde mi punto de vista, la sesión se puede resumir en una escena digna del teatro del absurdo. El subsecretario de Educación Superior, Dr. Salvador Jara Guerrero, en una de sus intervenciones finales, decía – entusiasta – dirigiéndose a Sylvia Schmelkes y a Graciela Cordero, las comentaristas de las ponencias de la SEP: “De veras. Yo las invito: vayan a las Normales. Hay algunas muy bonitas y muy buenas. No sólo conozcan las universidades o los tecnológicos, anímense a ir a las escuelas Normales”.

Sé que es una interpretación y me hago cargo de ello, pero al escuchar al señor Jara decir eso, miré los ojos de ellas. No podían creer lo que oían, pienso yo. A pesar de ser muy educadas, advertí un gesto propio de quien recibe una lección de quien no sabe nada, precisamente sobre temas en los que ambas son expertas: azoro.

El espectral Doctor Jara, (conocido por haber sido gobernador sustituto de Fausto Vallejo en Michoacán, antes rector de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y, sobre todo, por ser extraordinario amigo de sus amigos, a los que – faltando unos minutos para terminar su puesto de gobernador sustituto – distribuyó, manirroto, decenas de Notarías Públicas, pero no por haber hecho algo, poco siquiera, en favor de la educación superior en el país durante su encomienda) cometía uno de los gazapos propios de la ignorancia vestida de traje funcionarial: estaba, como dice el refrán: “enseñando el Padrenuestro al Señor Cura”. Daba noticia a dos expertas de lo que, en su persona y conocimiento, sí era una novedad: hay Normales, su calidad es variable, son bonitas, “tiene hasta un museo de ciencias una de ellas”. Nunca mejor dicho: qué pena ajena cuando le toca a uno, cronista, ver cómo se hace el ridículo hasta el fondo.

Nunca hay confundir lo que es nuevo para nuestra experiencia, de lo que es nuevo para todos, sobre todo para quienes se han dedicado, a diferencia de él, a estudiar el sistema educativo mexicano. Y por no dejar: ¿sabrá el subsecretario Jara que, en el primer piso del edificio principal de la Normal Rural de Tiripetío, coordinados por una maestra extraordinaria, los estudiantes montaron un museo de ciencias para los niños de las escuelas primarias del estado, elaborando los objetos con materiales de deshecho? ¿Sabrá don Salvador que, precisamente, eso fue lo que en primer lugar destruyeron los militares cuando invadieron esa escuela en una de tantas represiones?

Todos los días, grupos de alumnos de distintas escuelas de la zona, iban a aprender jugando a ese museo extraordinario, y los monitores (los que guiaban a los chiquillos por los vericuetos de la voz como onda que se transmite a través de varios trozos de PVC, rotos, unidos con el pegamento de la creatividad) eran estudiantes de esa Normal. Una bicicleta oxidada, pero funcional, al pedalear encendía un foquito en una casa de cartón y una muchacha, normalista, les ayudaba a entender entre risas y asombro.

Me tocó, un día, soltar, al mismo tiempo, unas bolas de madera en tablas con distintas formas e igual pendiente: la pregunta previa era si llegarían al mismo tiempo. Lo que respondí no fue cierto, y un estudiante me explicó por qué, muerto de risa sin un ápice de burla. Eso, ese espacio, esa maravilla la destrozó, me contaron, a culatazos el ejército. Les importó más, me dijo la maestra – ya entrada en el trabajo de reconstrucción de los objetos – romper nuestras cosas que nuestras caras. Aunque luego le siguieron con las segundas…

No han hecho más que planes de lo que harían si pudieran hacerlo

A lo largo de la exposición de Javier Treviño y de Salvador Jara, advierto que hablan de lo que harán, o están a punto de hacer o dar a conocer.

Jara arranca diciendo que ya se están tomando en cuenta a las Normales como instituciones de Educación Superior, y que todo ha sido consultado. Hay algo, sin embargo, que puede encerrar un grave peligro para todo el sistema de formación de docentes: que la evaluación se convierta en la orientadora del nuevo currículum.

En otras palabras, que el nuevo plan y los próximos programas de estudio de las normales, ajusten las características del egreso de estas escuelas a las necesidades que derivan del perfil de ingreso del Servicio Profesional Docente, mismo que es el que – a través de directrices, parámetros y demás instrumentos que el INEE propone – el CENEVAL convierte en examen y la SEP aplica.

¿Le parecería a usted correcto que el objetivo central de la formación normalista fuera preparar a sus estudiantes para que pasaran el examen de ingreso del Servicio Profesional Docente? ¿Qué el proyecto formativo de un sistema de la importancia de las normales, que prepara a “los que tienen el dominio pedagógico del contenido a enseñar”, como nos enseñó Andoni Garritz, se reduzca a producir idóneos, capaces de advertir a tiempo lo que necesitan hacer para ser satisfactorios o destacados? ¿La formación de docentes al servicio del mecanismo de control laboral, mediante una evaluación lejana y ajena a las actividades cotidianas en las aulas?  Pues es eso mismo lo que propuso. Esta gráfica es impecable en su estrechez de miras:

Puestas así las cosas, nos informa que hay avances en el rediseño curricular:

Es de llamar la atención que se proponga la “inmersión” en prácticas profesionales desde el primer semestre, cuando la evaluación no se acerca a la práctica profesional del docente, sino que le pide que haga una simulación – una planeación pedagógica argumentada – que debe cumplir con lo que indican los libros, no con la compleja realidad de la actividad en el aula. Pero bueno, ya van las cosas marchando: ajustamos formación a examinación, de tal manera que la mejor Normal es la que tenga el mejor porcentaje de idóneos entre sus egresados.

Buena parte de la intervención del Dr. Jara consiste en fundamentar su idea central: si las Normales se van a tomar, ahora sí, en serio, como Instituciones de Educación Superior, entonces hay que aplicarles los programas que se han echado a andar, durante décadas y sin crítica, en las otras Instituciones de Educación Superior no normalistas: harán investigación, tendrán cuerpos académicos, se definirán los términos de ingreso, promoción y otorgamiento de estímulos (OJO: no se dice permanencia, como en el caso del magisterio) del personal académico de las normales, que ya está “aprobado por la Comisión Asesora Plural el 2 de octubre” y se fomentará el arte y la cultura.

Entre enero 2016 y agosto 2018, anuncia, se ha hecho y hará toda una maravilla (omite que eso no se hizo entre diciembre de 2012 y diciembre de 2015): la siguiente ilustración no tiene desperdicio. Muestra como, en un Power Point todo queda rechinando de lindo:

Entre enero 2016 y mayo 2017 (17 meses) se hizo un diagnóstico… ¿Quién? ¿Quiénes?

Entre mayo y octubre de 2017 (5 meses) se definieron los perfiles y las mallas curriculares… ¿Quién? ¿Quiénes?

Entre octubre y noviembre de 2017 (1 mes) se organizaron equipos de trabajo interinstitucional e interdisciplinario… ¿Quién? ¿Quiénes?

Entre este octubre del 2017 y hasta mayo de 2018 (7 meses) se diseñarán los cursos de las licenciaturas… ¿Quiénes?

En 60 días, junio y julio de 2018, (2 meses) habrá ¡Habilitación docente en las nuevas mallas curriculares! ¿En serio?

Porque en agosto de 2018: ¡se implementarán las mallas curriculares en los primeros semestres!

Ah: no perdamos de vista que la Estrategia Nacional de inglés arranca en febrero de 2018…

La ruta crítica está clara, y está claro que es crítica la ruta pues, no más para comentar un par de cosas, en 2 meses los profesores de las normales actualmente en servicio van a ser “habilitados” en las nuevas mallas, y la formación de los nuevos profesores, expertos en evaluaciones de idoneidad, iniciará en el segundo semestre del 2018… es decir, los profesores formados ya en el ajuste entre el nuevo modelo educativo, el nuevo modelo de evaluación y el nuevo modelo de las normales, van a egresar en 2022. ¿Y mientras?

La cosa es calmada: cursos en línea

Como se empezó por el final, y los nuevos profesores serán formados en el futuro para una reforma educativa que arrancó 10 años antes (¡!¡!¡!¡!), es preciso hacer algo. Y ese algo, toma la palabra el subsecretario Treviño, es: La Formación Continua.

Y de nuevo, todo se engarza: se prepara a los docentes para que superen las trabas que impone el Servicio Profesional Docente:

Tanto en la formación inicial, como en la continua, la orientación es lograr maestros y directivos idóneos… ¿cómo se sabe si son idóneos? Pues si así lo dice la examinación. Y esto es lo que cada rato anoto en mi cuaderno:

Como la evaluación es el eje de esta reforma – a pesar de lo que digan sus autores, es la evaluación la que está al centro de todo: no la escuela, ni el niño, ni nada más que la evaluación como un dios – su centralidad es tan masiva que de ella deriva la estabilidad en el empleo, la formación inicial, la formación continua, la calificación del desempeño… ergo, carrera docente, programas de formación y la promoción se han de ajustar a lo que la batería de exámenes exija, con independencia de lo que realmente suceda en las aulas, las escuelas, las Normales, el aprendizaje o los ambientes comunitarios. El triunfo de la evaluación como medio, transformado en fin, es el destrozo de todo proyecto educativo.

Se cumple la vieja Ley: cuando una métrica es de tal magnitud en sus consecuencias, sucederán dos cosas: más se cumplirá y, a la vez, más se simulará (y sus efectos serán nimios)

Y, además, todo ha de hacerse lo más pronto posible:

Tanto en la formación inicial, como en la continua, la orientación es lograr maestros y directivos idóneos… ¿cómo se sabe si son idóneos? Pues si así lo dice la examinación. Y esto es lo que cada rato anoto en mi cuaderno:

Como la evaluación es el eje de esta reforma – a pesar de lo que digan sus autores, es la evaluación la que está al centro de todo: no la escuela, ni el niño, ni nada más que la evaluación como un dios – su centralidad es tan masiva que de ella deriva la estabilidad en el empleo, la formación inicial, la formación continua, la calificación del desempeño… ergo, carrera docente, programas de formación y la promoción se han de ajustar a lo que la batería de exámenes exija, con independencia de lo que realmente suceda en las aulas, las escuelas, las Normales, el aprendizaje o los ambientes comunitarios. El triunfo de la evaluación como medio, transformado en fin, es el destrozo de todo proyecto educativo.

Se cumple la vieja Ley: cuando una métrica es de tal magnitud en sus consecuencias, sucederán dos cosas: más se cumplirá y, a la vez, más se simulará (y sus efectos serán nimios)

Y, además, todo ha de hacerse lo más pronto posible:

¿Cómo le hacemos? Pues con cursos en línea, y con cuentas grandes: ¿Qué es medio millón de profesores en formación continua? La meta de 2017… Al parecer, si se toma un curso, todo cambia, si todo cambia, la reforma avanza, y la reforma avanza porque medio millón de personas ya tomaron un curso que todo lo cambia…

Las otras miradas

Luego de la séptima vez que los funcionarios de la SEP indican que todo va bien, que se va por la ruta correcta, que esta reforma es, como dijo Otto Granados el primer día, una reforma estructural de hondo calado, Graciela Cordero, con mesura, indica varias cosas que no se han tomado en cuenta:

1.- La afirmación que “cualquiera puede enseñar” ha causado mucho daño, pues implica desconocer la especificidad de del oficio.

2.- Hay otras razones, sin duda, pero la caída en la matrícula de las escuelas Normales es notable: nos muestra datos para Baja California:

3.- 2016 fue el año más caótico en formación continua: todo en línea, todo orientado a la evaluación: peligro, una cosa es evaluar lo que se enseña, y otra enseñar lo que se evaluará. Es la distinción entre formación y adiestramiento.

Hay muchas más ideas importantes en lo que presenta Graciela Cordero, pero tiene 10 minutos… Sugiero que a mi incapacidad de tomar notas se le sustituya con la mirada a esta sesión, y a esta parte, en el video que usted puede encontrar en la página del INEE.

Por su parte, Sylvia Schmelkes inicia su comentario enunciando las características que hacen de una profesión eso mismo: una profesión. Entre otras, que esté formada por especialistas en la materia de la que son profesionales; que tengan intereses comunes; que mantengan el monopolio, legítimo, del ejercicio de su saber experto; que generen sistemas de evaluación debido a que son los que saben lo que hay que saber y saber hacer; que tengan un código de ética y formen asociaciones.

¿Cuántas de ellas se cumplen en esta reforma? Sylvia afirma que muchos de estos factores les han sido negados al magisterio. Es un acierto de la Reforma, a su juicio, orientarse a la profesionalización, pero (esta es pregunta de quien redacta estas notas): ¿se puede profesionalizar a alguien desde afuera y desde arriba? ¿No contradice esto lo que de horizontal requiere la generación de una profesión?

Sylvia dice que se requieren asociaciones de maestros, organizaciones profesionales en que las maestras y sus colegas debatan sobre su especialidad… Además, anoto, la Consejera dice que, a su entender, toda reforma debe iniciar por la formación inicial, y este no fue el caso: ha habido mucha más evaluación que formación. Esto requiere ser modificado.

Expresa que, sin duda, hay un riesgo: que la formación continua se oriente a “pasar” el examen… ¿cuándo será realmente formación para el avance en el trabajo?

Igual que en el caso de Graciela, a la intervención de Sylvia estas notas no hacen justicia, y es que los funcionarios tienen una hora – y suelen pasarse – y pasan muchas diapositivas que puedo retratar con mi teléfono, y las comentaristas – Graciela sí trajo PP, pero tuvo que correr incluso en mostrarlas – mientras Sylvia leyó un texto.

Pero bueno, pueden verse los videos, y el Consejero Presidente anunció que, gracias a las gestiones de Carreño Carlón, de todo el seminario se hará un libro, así que pronto, o no tanto pero algún día, lo dicho quedará por escrito.

El hubiera no existe

Luego de los comentarios, Jara se lanza con la frase que da subtítulo a esta sección: miren ustedes, el hubiera no existe… Es escalofriante la frialdad que la incomprensión suscita en este funcionario. Todo está bien, ya verán. Es cosa de tiempo.

¿El hubiera no existe? Bueno, pero el “hubo” sí que ha existido, y los daños a la posibilidad y necesidad de un cambio en la educación, los trancazos al magisterio, al oficio, a su fama y especialidad son un hecho. ¿Todo hay que verlo para adelante? A mi juicio, no: la crítica a lo hecho es imprescindible. A menos que estemos de acuerdo que era necesaria una reforma, “haiga sido como haiga sido”…

Para el Dr. Jara ver par atrás es perder el tiempo. “Ya verán, en dos o tres meses vamos a transformar las Normales, las vamos a actualizar. Es un cambio cultural, y ya he ido a varias y hasta a unas rurales y todos están de acuerdo con el cambio… ya verán, yo se los digo… no sean pesimistas…”

Treviño tiene otro talante y tablas: “Hemos tomado nota de todas las críticas y las tendremos muy en cuenta”. Pero, insiste, todo está articulado, o se va a articular en el futuro…

Sylvia retoma la palabra para decir una verdad enorme: “Hemos hablado de formación inicial y de formación continua, pero no de lo que sucede en la media superior: en ese nivel (y en el superior, añado yo en mis notas) se entra a “dar clases” sin ninguna formación pedagógica. Sería necesario que las universidades tomaran en cuenta esto, y prepararan a sus egresados para la docencia si a eso se van a dedicar”

¿Y por qué no, pienso, al salir de la universidad, los que quieran dar clases en básica o media deban ir a una Normal a aprender, justo, lo que no saben, aunque – supuestamente – sepan mucho de lo que saben? Es decir, que aprendan, con sus colegas normalistas, el arte, el oficio, la extraordinaria tarea de generar ambientes en que el aprendizaje surja. Y la movilidad sea eso, un intercambio… Habrá, escribo, que pensarlo…

Graciela culmina con una reflexión: al final del sexenio se ha retomado el rumbo: la formación es más importante que la evaluación. Pero no fue así… y eso tendrá consecuencias. Sin la participación de los profesores, dice, la reforma no avanzará, y no han sido tomados en cuenta. Es muy necesario, remata, hacer una cosa sencilla pero vital: escuchar al magisterio.

Treviño dice que lo que se necesita es continuidad. Ha sido un ritornelo en este seminario: la reforma a lo mejor no está del todo bien, pero hay que darle continuidad… ¿continuidad? Continuidad simple es empecinamiento. Continuar pensando en la educación que se requiere es necesario, y si para ello, como dijo Rodolfo Ramírez en la primera sesión, es preciso reformar la reforma, o cambiarla… pues habrá que hacerlo.

Es el turno de Jara. Serán las palabras finales del seminario… “De veras. Yo las invito: vayan a las Normales. Hay algunas muy bonitas y muy buenas. No sólo conozcan las universidades o los tecnológicos, anímense a ir a las escuelas Normales”.

Contra la base por bolas, no hay defensa…

NOTA: con esta, terminan las crónicas. Procuraré darles una pulidita – sin quitarles sui característica de apuntes sobre la marcha – y las pondré en un archivo que luego compartiré para que puedan ser, en una de esas, consideradas en conjunto. Agradezco a quienes se han tomado un rato para leerlas. De veras.

Y puedo afirmar algo: Educación Futura fue el medio que estuvo ahí todas las sesiones. Ese es el papel del portal, ha sido una apuesta, un ensayo. Gracias, Erick, por tu paciencia, y gracias a los colegas del INEE que me facilitaron, las siete veces, esa etiqueta que, con mucho gusto, puse en mi camisa o saco: PRENSA.

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La última y nos vamos

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Recomendaciones para mejorar la educación básica

México / 5 de noviembre de 2017 / Autor: Rafael Rangel Sostmann / Fuente: Animal Político

Para que México aspire a tener una educación de clase mundial es necesario que la aspiración por mejorar esté por arriba de los intereses políticos de las personas que participan.

Hace días llegó a mis manos el reporte anual sobre la competitividad de los países emitido por el Foro Económico Mundial. Al entrar en detalle sobre los diferentes temas que cubre la encuesta realizada, se observa que, de los 138 países estudiados en el tema de la calidad en la educación primaria, México se encuentra en el lugar 114.

Por otra parte, los resultados de la OCDE muestran que México está en los últimos lugares en los exámenes estandarizados de matemáticas, redacción y lectura. Cada sexenio durante las últimas décadas se han implantado planes y reformas cuyo objetivo es mejorar la educación, específicamente la educación básica y media superior. Hemos logrado mejor la cobertura y eficiencia terminal sobre todo en el nivel básico, pero la calidad con la que se entrega la educación sigue baja y aparentemente estancada.

Es posible obtener recomendaciones de parte de la OCDE y estudiar las experiencias de países, ciudades y regiones que han tenido éxito en mejorar la calidad de su educación. Por ejemplo, Shanghái en China, Singapur y Corea del Sur, que son países y regiones que han tenido un gran desarrollo económico y educativo. En Europa los países de Finlandia y Polonia sobresalen entre otros muchos.

Al leer las reformas y planes que implementan los países para mejorar su educación básica, hay un elemento clave que es común en todas ellas. Este elemento se llama maestro. El maestro o maestra es quien más influye en la calidad de la educación impartida a los alumnos. Y para tener un impacto positivo en sus alumnos, y mejorar la calidad, el maestro debe tener una excelente preparación y sobre todo tener vocación para dedicarse a esta gran tarea.

Durante mis 25 años como Rector del Tecnológico de Monterrey tuve la fortuna de interactuar con maestros de enseñanza básica y media superior del sistema público, debido a que a través de la Universidad Virtual del Tec se impartían tanto programas de corta duración como maestrías para prepararlos. Estos profesores provenían de estados, pero especialmente del centro y sur del país. También es importante mencionar especialmente que los que estudiaban maestría estaban afiliados a diferentes sindicatos de maestros, como el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación ( SNTE ) y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) de Oaxaca. Y gracias a esto, tuve el privilegio de conversar con diferentes generaciones de maestros que habían terminado su postgrado. Entre otras cosas, de ellos aprendí que había líderes y autoridades estatales que aprovechaban su posición para su beneficio propio. También aprendí de ellos que había autoridades ejemplares y líderes comprometidos por mejorar las condiciones del magisterio y la calidad de la educación.

Tuve la oportunidad de visitar varios estados de la república para platicar e intercambiar ideas con los coordinadores y directores de educación de esas entidades. Lo que observé repetidamente es que los administradores y coordinadores de la educación tenían un perfil más político que académico. En otras palabras, estaban en el puesto por la influencia de un político en turno, y en general se dedicaban a promover su carrera política. También conocí a secretarios y funcionarios de primera, comprometidos con su país.

Creo que esta situación no ha cambiado gran cosa durante los últimos años.

¿Cuál es mi resumen de estas experiencias?

La educación de México es un mosaico de un grupo personas con un gran espíritu y muy comprometidas con el mejoramiento continuo de la educación, junto con otro gran grupo dentro de las diferentes dependencias de la SEP y dentro de los sindicatos que tiene poco interés en mejorar la calidad de la educación. Veo un sistema excesivamente centralizado con poca autonomía para los estados, los planteles escolares y los maestros. Veo con tristeza cómo muchos maestros tratan de hacer su mejor esfuerzo por enseñar sin los elementos más básicos en cuanto a infraestructura y materiales didácticos. Veo escuelas con falta de sanitarios, sus ventanas sin vidrios, con obvios problemas de goteras y sus paredes abandonadas. Veo al magisterio con una gran necesidad por prepararse en diferentes áreas relacionadas con la educación.

También veo que existe un gran mosaico de alumnos con diferentes realidades socioeconómicas, con diferentes orígenes geográficos, provenientes de diferentes zonas urbanas o rurales; veo diferentes subsistemas educativos con diferentes estándares y resultados en la preparación de los alumnos; veo a alumnos con grandes problemas económicos, sociales y de subsistencia; veo a muchos alumnos sin la esperanza de poder salir adelante. Todo esto influye en su rendimiento y aprendizaje. Cada región y subsistema educativo tienen diferentes realidades y condiciones. Por tanto, el maestro es el factor de cambio y transformación de sus alumnos, no solo en cuanto el aprendizaje de los contenidos, sino en mejorar muchas veces su autoestima.

¿Qué hacer para mejorar el sistema?

Mejorar el sistema educativo al nivel básico y medio superior es una tarea titánica que a veces se percibe como imposible. Es clara la importancia de tener mejores libros de texto, de tener mejores planes de estudio, de contar con materiales de apoyo didáctico, y de diseñar mejores pruebas estandarizadas que nos permitan comparar los avances a nivel nacional con los estándares internacionales. Es importante también aprender de las mejores prácticas de otros países que han tenido éxito en mejorar sustancialmente la calidad al nivel basico y medio superior. Todo esto y muchos otros aspectos tienen que seguir avanzando y es tarea de los expertos en educación. Yo en particular, dada mi experiencia, me enfocaré en dar recomendaciones básicas para mejorar la calidad el sistema educativo al nivel básico y medio superior.

El primer paso que está relacionado con el mejoramiento de la calidad tiene que ver con el mejoramiento de la calidad que ofrecen y el rediseño de los programas de las Normales Superiores. Su calidad y programas tiene que estar acreditados por organismos externos acreditados internacionalmente e independientes de ellas. Las Normales deben contar con profesores con credenciales internacionales. No tiene sentido estar evaluando a los maestros después de terminar sus estudios universitarios en las normales, si allí mismo no se les dio la preparación adecuada.

Los exámenes de evaluación al docente se deben de usar principalmente para diseñar e implementar sistemas de Capacitación y Desarrollo de los Docentes que tengan la calidad y rigor adecuado requerido. Todo docente que tenga el deseo de enseñar debe tener la posibilidad de desarrollarse y mejorar. Con este sistema, gran parte de los maestros que no tengan vocación se va a auto eliminar. Hay que ofrecer la oportunidad a todos y ofrecerles programas de calidad que les ayude a preparase mejor, no solo a cumplir con un requisito de cumplir con determinadas horas de capacitación como parte de su carrera magisterial.

Debe también existir un sistema en donde la trasparencia y la honestidad existan para otorgar las plazas de maestros y contratar personal de la SEP en sus diferentes dependencias con base en su capacidad, y no un sistema de otorgamiento de plazas basado en el influyentísimo de amigos, familiares o conocidos políticos.

En mi opinión, en este sexenio hemos logrado un gran avance en implantar la evaluación de los maestros, supervisores y directores de plantel. Sin embargo, es necesario que también exista el mismo rigor para seleccionar al personal especialmente en las dependencias de la SEP estatales. Ya existen requisitos para aspirar a un puesto por oposición, solamente hay que hacerlos trasparentes y funcionales.

México gasta el 5.2 % del PIB en educación, lo cual es comparable con el gasto de los otros países pertenecientes a la OCDE. Antes de aumentar el gasto en educación es necesario reducir las mermas de los recursos actuales. No obstante, cuando uno visita los planteles de muchas regiones se palpa que los recursos básicos no llegan a ellos. En general, se tiene que evaluar el gasto promedio por alumno a nivel nacional, y cuánto de ese gasto llega al plantel para el pago de los docentes, el mejoramiento de infraestructura, cuánto se queda en el “overhead”, y cuanto puede atribuirse al mal uso de los recursos. No es posible en muchos casos que el director del plantel tenga que solicitar aportaciones de los padres de familia para sostener lo más básico de su plantel.

Hay que contar con un sistema que provea información que sea confiable, robusta e independiente de los operadores. Si no tenemos información confiable de lo que sucede realmente en el sistema educativo, existen bajas probabilidades de mejorar la calidad. Para medir, hay que seleccionar pocas variables de gran influencia en el mejoramiento de la calidad, y darles un seguimiento continuo a través de los sexenios.

En México se ha abusado históricamente del centralismo y autoritarismo, tanto en el sector público como en el privado. Centralizar los sistemas trae beneficios iniciales en el uso de los recursos, pero su exceso contrarresta los beneficios del centralismo. Es necesario, por tanto, descentralizar no sólo la aplicación de los recursos financieros a los estados y planteles, sino también las decisiones académicas y de administración.

Las decisiones deben de compartirse entre la federación, los estados y los planteles. El maestro y el director de plantel deben tener la flexibilidad y la libertad tomar acciones de mejoramiento en su plantel, las cuales son relevantes para las condiciones y necesidades de sus alumnos. Si queremos que los maestros y directores sean creativos e innovadores, hay que darles la oportunidad de usar su inteligencia para mejorar el aprovechamiento de sus alumnos. Hay que empoderar a los directores y maestros para que, junto a su comunidad (maestros, alumnos, padres de familia y administrativos), hagan su propio programa de mejoramiento tomando en cuenta las grandes metas nacionales.

Los congresos de los Estados y los gobernadores tienen que asumir la gran responsabilidad de mejorar la calidad de la educación de su estado como una prioridad para el desarrollo del mismo. Esta falta de compromiso e intereses políticos de los actores muchas veces ha sido un factor que ha obstruido la descentralización del sistema educativo.

Es necesario también abrir espacios para que la sociedad civil participe en el mejoramiento de la calidad de la educación de una manera formal, en lo que comúnmente se llaman consejos cívicos de participación ciudadana. Se tiene que integrar y emitir leyes y reglamentos para que ellos puedan ser los “vigilantes” del avance y continuidad de los sistemas de mejoramiento de la calidad, a nivel federal, estatal y local (planteles o subsistemas). Si la sociedad civil no se involucra en vigilar los avances y continuidad de las reformas y planes educativos, las posibilidades de tener éxito son bajas. Por otro lado, las autoridades educativas tienen que dar los espacios para que la sociedad civil participe. Es necesario tener continuidad en las reformas y planes de mejoramiento que sean transexenales. No es lógico que cada sexenio se emprenda una nueva reforma por los nuevos funcionarios en turno; es más deseable mejorar la anterior sin destruirla. Para darle continuidad y seguimiento es necesaria la participación de la sociedad civil.

En conclusión, tiene que haber un sistema de calidad para preparar a los maestros, directores y supervisores; se debe contar con la transparencia para contratar a los mejores; el gasto en educación se debe reflejar en el plantel y en el aula; se debe contar con información confiable. Además, se deben seleccionar pocas variables pero que sean muy relevantes e importantes; se tiene que descentralizar el sistema educativo para dejar que los estados, el director del plantel y los maestros puedan proponer e implantar sus propios planes de mejoramiento, e involucrar a la sociedad civil para cuidar y supervisar el mejoramiento del sistema educativo al nivel básico y medio superior.

El lector se preguntará por qué nos es imposible implementar lo anterior y muchas otras acciones para mejorar la educación. Mi respuesta es muy sencilla: gran número de funcionarios de la SEP, en sus diferentes niveles, y un gran número de líderes sindicales, están más interesados en promover sus intereses y carrera política que en mejorar la educación.

Para que México aspire a tener una educación de clase mundial es necesario que la aspiración por mejorar esté por arriba de los intereses políticos de las personas que participan. No es un problema de recursos o de capacidades, es un problema de alinear los intereses de los participantes a los intereses de la sociedad.

Fuente del Artículo:

http://www.animalpolitico.com/blogueros-blog-invitado/2017/10/31/recomendaciones-mejorar-sistema-educacion-basica-y-media-superior/

Fuente de la Imagen:

http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/ideas-para-mejorar-el-sistema-educativo

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Gordon Porter: «La educación de calidad y la educación inclusiva son dos caras de la misma moneda

Canadá / 5 de noviembre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: Educaweb

El experto en educación inclusiva Gordon Porter explica cómo promover escuelas inclusivas, preludio de lo que tratará en el Congreso Internacional de orientación para la inclusión

Gordon L. Porter posee experiencia en educación inclusiva desde 1982. Actualmente ejerce como director de Inclusive Education Canada, una ONG comprometida con la calidad de la educación para todos los estudiantes. Ha ejercido como consultor en más de 40 países y actualmente es asesor político en Dubái. Ha participado en la redacción de políticas inclusivas en la provincia de New Brunswick y en el seguimiento de la Declaración de Salamanca sobre necesidades educativas especiales. Estará presente en el Congreso Internacional de orientación para la inclusión. Barcelona inclusiva,que se celebrará entre el 17 y el 19 de noviembre de este año. 

¿Cómo define la educación inclusiva?

La educación inclusiva significa que todos los estudiantes asisten y son bienvenidos en la escuela de su barrio. Aprenden, contribuyen y participan en todos los aspectos de la vida de la escuela en un entorno de aprendizaje común con sus compañeros. El enfoque de la escuela es implementar prácticas y apoyos para estudiantes y maestros. La escuela inclusiva es colaborativa e identifica áreas de mejora en la práctica escolar y en el aula.

¿Por qué es importante lograr una educación inclusiva?

El principio de inclusión en los sistemas educativos aparece reflejado ahora en los convenios internacionales y los tratados de derechos humanos. También es apoyado por iniciativas enfocadas en la mejora de la escuela y la efectividad de la formación. Creo que cada acción tomada para fortalecer la inclusión escolar contribuye a construir una escuela más efectiva para cada estudiante.

La educación inclusiva beneficia a todos los estudiantes. Les permite desarrollar fortalezas y dones individuales, con expectativas altas y apropiadas, y trabajar en objetivos individuales mientras participan en la vida de la clase con otros estudiantes. La inclusión fomenta una cultura escolar de respeto y pertenencia, y brinda oportunidades para aprender y aceptar las diferencias individuales, disminuyendo el impacto del acoso y la intimidación. Permite el desarrollo de la amistad con una amplia variedad de niños, cada uno con sus propias necesidades y habilidades individuales.

Finalmente, e igualmente importante, una escuela inclusiva ayuda a la comunidad a apreciar la diversidad y la inclusión y, por lo tanto, influye en un nivel más amplio.

¿Cómo era la situación en New Brunswick cuando se comenzó a implementar la inclusión?

Nuestra necesidad de cambiar y desarrollar un enfoque más sistémico para satisfacer las necesidades de nuestros estudiantes coincidió con una gran conmoción en la estructura legal de Canadá. En 1982, Canadá adoptó una Carta de Derechos y Libertades y, por primera vez, los derechos de igualdad fueron parte de nuestra constitución. Se necesitaron cambios importantes en nuestra ley de educación para garantizar que proporcionáramos educación de calidad a todos nuestros estudiantes, incluidos aquellos con discapacidades.

A principios de la década de 1980, el sistema educativo de New Brunswick no prestaba un gran apoyo a los estudiantes con problemas de aprendizaje. Hubo una serie de escuelas segregadas, muchas de ellas gestionadas por asociaciones de padres sin fines de lucro, así como varias instituciones administradas por el gobierno. Algunas comunidades tenían clases especiales en escuelas regulares. El distrito escolar o la autoridad educativa local donde trabajé cambiaron su política para lograr esto y varios años después, en 1986, la provincia de New Brunswick cambió la ley para hacer lo mismo.

Como director y administrador del sistema, pude ver la falta de apoyos y adaptaciones para los estudiantes con necesidades especiales. Nuestras escuelas tenían muy poca capacidad en lo que entonces se consideraba programas de «educación especial». Esto se debió en parte a que éramos un área rural sin tradición de servicios especializados. Era claramente un sistema «primitivo» en comparación con centros más urbanos con mayor población.

En muchos sentidos, este estado de desarrollo «primitivo» fue una ventaja. Significaba que teníamos menos cosas que cambiar cuando surgió la idea de «inclusión» y menos intereses arraigados para afrontar. Pudimos construir un sistema de apoyos diseñado para que funcionara la inclusión.

¿Cuál es el estado actual de inclusión en New Brunswick?

El esfuerzo para hacer que las escuelas sean inclusivas en New Brunswick ha tenido éxito. Hemos recibido un gran reconocimiento, tanto en Canadá como en otros países, así como de instituciones internacionales como la UNESCO (2014) y la Iniciativa Proyecto Zero (2016) con sede en Austria.

Sin embargo, es importante reconocer que no ha sido fácil. Durante los casi 30 años que hemos estado en este camino, ha habido cuatro revisiones principales del esfuerzo de educación inclusiva. Fui el investigador principal de la evaluación más reciente en 2012. La revisión requirió un año completo y el informe se tituló Strengthening Inclusion, Strengthening Schools (Fortaleciendo la inclusion, fortaleciendo las escuelas).

Conseguir que nuestras escuelas sean inclusivas puede ser un proceso de transformación si se hace de manera efectiva. Requiere un liderazgo de principios que opere desde una base de derechos humanos. También debe construir prácticas en la escuela y el aula que apoyen a los maestros para servir a todos los estudiantes, no solo a algunos de ellos. La educación de calidad y la educación inclusiva son dos caras de la misma moneda.

En general, ¿cree que las escuelas están preparadas para satisfacer las necesidades individuales de los estudiantes?

¡Sí! Las escuelas pueden ser inclusivas y cumplir con éxito las expectativas de los estudiantes, los padres y la comunidad. Lograr ese éxito depende invariablemente de los esfuerzos cooperativos de los padres, los líderes escolares y los maestros de apoyo. Los padres deben estar facultados para compartir su visión de futuro para sus hijos donde la participación en la comunidad, en el trabajo, en el ocio y en la ciudadanía sea una realidad. Esta visión no puede lograrse a través de la participación en clases segregadas o escuelas segregadas.

Pero, para que funcione, los maestros deben recibir apoyo para desarrollar prácticas nuevas y efectivas. Enseñar clases heterogéneas con estudiantes con necesidades diversas es una tarea compleja. Dado que la capacitación previa al servicio de los docentes en prácticas inclusivas a menudo es inadecuada, las administraciones educativas deben invertir en la capacitación del personal y la recapacitación con el foco puesto en las estrategias de la escuela y el aula.

¿Qué pasos deben seguirse para satisfacer las necesidades personales de los estudiantes y hacer que la inclusión sea un éxito?

Primero, debemos tener claro que nuestro objetivo es tener escuelas comunitarias inclusivas y efectivas, que estén comprometidas con la inclusión y puedan llevarla a cabo. Una vez que se establece ese objetivo, se necesita liderazgo a todos los niveles: los legisladores, la autoridad educativa local, la escuela y el aula. Son necesarios los siguientes siete pasos críticos:

  1. Un plan para la transición y el cambio, por lo menos de 3 a 5 años para hacerlo correctamente;
  2. Invertir en la capacitación de los maestros y líderes escolares existentes;
  3. Desarrollar fuertes apoyos para los maestros de aula;
  4. Crear modelos positivos de éxito: identificar aulas, escuelas y comunidades que hacen un buen trabajo y compartir su éxito y estrategias;
  5. Identificar un cuadro de líderes e innovadores en todos los niveles y ayudarlos a construir redes donde puedan compartir su conocimiento;
  6. Identificar y compartir las mejores prácticas de la investigación, así como las prácticas que surgen de la experiencia local;
  7. Reconocer que las innovaciones y los cambios que marcarán la diferencia requerirán recursos. Eso significa inversión en dinero y personas.

¿Qué se debe evitar al implementar la inclusión?

Debemos tener en cuenta que hacer que nuestras escuelas sean inclusivas no es un asunto de un día. Es un esfuerzo a largo plazo para desarrollar capacidades en nuestras escuelas y aulas. También es importante evitar pensar que la inclusión es un problema de educación especial. No lo es. Se trata del papel de las escuelas en una sociedad democrática en el siglo XXI.

También es importante evitar la idea de que crear una escuela inclusiva es una tarea individual. Se necesita un esfuerzo de cada miembro del equipo de la escuela para hacerlo realidad. Eso significa maestros, directores, padres y estudiantes. Y las escuelas individuales necesitan colaborar y compartir con otras escuelas. Mantener una escuela inclusiva es una tarea compleja, una de las más desafiantes pero gratificantes en educación.

¿Por dónde deberíamos comenzar? ¿Hay modelos internacionales para inspirarnos?

Una escuela inclusiva que atienda a todos los niños y niñas requiere inversiones y apoyos para tener éxito. Necesita docentes cualificados y efectivos, buenos apoyos para los maestros, apoyo para estudiantes individuales, inversiones que aseguren el acceso y el uso de la tecnología asistencial. Este es un desafío en New Brunswick y estoy seguro de que lo es en Catalunya.

Esto hace que sea aún más importante mantener a los estudiantes en el entorno de aprendizaje común en las escuelas de la comunidad y destinar todas las inversiones disponibles allí. Cuando sacamos a los estudiantes de la escuela y los enviamos a otro lugar, llevamos dinero con ellos. Esto disminuye los recursos disponibles para proporcionar educación de calidad. Si mantenemos a todos los estudiantes, podemos mantener el dinero allí e invertirlo en la construcción de escuelas inclusivas que mejoren nuestros esfuerzos para fortalecer la educación pública de calidad.

Dado que el sistema desarrollado en New Brunswick no se basó en una aproximación de educación especial o deficitaria, el camino de aprendizaje y el modelo que ofrece esta experiencia pueden y han sido utilizados en otros países. En este sentido, mi experiencia internacional me dice que al menos puede ser instructivo en el desarrollo de sistemas de educación inclusiva en muchos contextos diferentes. Esa es la vía que hemos seguido en New Brunswick desde 1986. Hemos recorrido un largo camino, pero continuamos nuestros esfuerzos. Se promulgó una nueva política en septiembre de 2013 y se completó un plan de acción de tres años para aumentar la capacidad en 2016. Pero el trabajo nunca termina. Nuevos desafíos y nuevas oportunidades están por venir.

Una última palabra: mi experiencia me dice que, al fortalecer la inclusión, de hecho podemos fortalecer nuestras escuelas.

Fuente de la Entrevista:

http://www.educaweb.com/noticia/2017/10/31/educacion-calidad-educacion-inclusiva-son-dos-caras-misma-moneda-15178/

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Puerto Rico: Educación estima que un 80% de las escuelas podrían abrir el lunes

Centroamérica/ Puerto Rico/ 04.11.2017/ Fuente: www.elnuevodia.com.

El Departamento de Educación (DE) y la Asociación de Maestros de Puerto Rico (AMPR) determinaron que a partir del próximo lunes las escuelas que hayan reiniciado clases y las que reanuden funciones oficiales ese día, se espera que sean un 80 por ciento en total, tendrán un horario entre las 07:30 a.m. y las 12:30 p.m. hasta que regrese el servicio de energía eléctrica.

Una vez regrese el servicio de energía eléctrica, al día siguiente tendrán el horario habitual entre las 8:00 de la mañana y las 3:00 p.m.

En las escuelas que no haya servicio eléctrico, habrá tres maestros que trabajarán hasta las 3:00 p.m. para hacerse cargo de los estudiantes cuyos padres, madres o encargados, no puedan buscarlos a las 12:30 p.m., según directrices dictadas hoy por el DE.

Esos tres maestros recibirán una remuneración especial por esta jornada parcial, asignados con fondos federales.

La expectativa de la secretaria de Educación, Julia Keleher, es que el próximo lunes el ochenta por ciento de las escuelas puedan reabrir.

Lo anterior, tomando en cuenta la opción ofrecida hoy por la titular del DE, de que los directores escolares cuyos planteles no han sido inspeccionados o certificados por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos y la compañía contratada, CSA, puedan comenzar labores.

Fuente de la noticia: https://www.elnuevodia.com/noticias/locales/nota/educacionestimaqueun80delasescuelaspodrianabrirellunes-2371306/

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Cerrar la brecha de género educativa.

Son 130 los millones de niñas que no van a la escuela en todo el mundo, aunque sabemos ya que invertir en su potencial es una apuesta segura para mejorarlo.

Por: Julia Gillard.

Aishetu Mahmoudu Hama, una joven de Níger, nunca estuvo segura de si podría terminar la escuela primaria. “Estudiar era difícil”, recuerda. “Nos sentábamos en el suelo, sobre una esterilla algunas veces, otras directamente sobre la tierra”. A pesar de los obstáculos, Aishetu perseveró, y ahora, a los 23 años, estudia en la universidad. Lo hace porque sabe que sin educación, sus únicas opciones serían probablemente cuidar animales, labrar la tierra, casarse y tener muchos hijos. Sencillamente, no tendría oportunidad de hacer otras cosas.

Hace unos días se celebró el Día Internacional de la Niña y Aishetu es prueba viviente de cómo la educación puede cambiar sus vidas y la de las personas de su entorno. Pero las dificultades que ella superó también nos recuerdan que todavía hay demasiadas para las que la educación sigue siendo inalcanzable. Hay un dato terrible: aunque la cantidad de niñas que no van a la escuela se redujo un 40% desde 2000, todavía son 130 millones. Esto ayuda a explicar por qué a las mujeres les cuesta más que a los hombres hallar trabajo significativo y bien remunerado, y por qué la proporción de mujeres en la fuerza laboral mundial sigue siendo menor a la de los hombres.

Para peor, incluso allí donde hubo un veloz progreso educativo de las niñas, esto no ha venido acompañado de mejoras similares en la situación laboral de las mujeres. Según un estudio publicado en 2015 por el Foro Económico Mundial, “pese a que hay más mujeres que hombres matriculadas en la universidad en 97 países, estas solo representan la mayoría de los trabajadores cualificados en 68 países y la mayoría de líderes en cuatro”.

Divergencias de género como estas son un importante problema generacional para las empresas, grandes o pequeñas, que en todo el mundo ya tienen problemas para hallar suficiente personal cualificado para sus cada vez más automatizados procesos de trabajo. El año pasado, la Comisión Internacional sobre la Financiación de Oportunidades para la Educación Mundial informó que casi el 40% de los empleadores tienen dificultades para encontrar trabajadores con las habilidades adecuadas.

Como las maestras que la inspiraron para aprender, Aishetu quiere ser un modelo de rol para otras chicas

Las empresas que invierten en países de menos ingresos también necesitan que los trabajadores estén sanos, algo en lo que la educación de las madres cuenta. Las madres educadas y sus familias tienden a tener mejor salud que las otras. De hecho, una investigación muestra que si todas las mujeres en edad de tener hijos terminaran la escuela secundaria, cada año se evitarían unas 350 000 muertes de niños de hasta cinco años.

De modo que las empresas que invierten en países en desarrollo y emergentes donde se concentra la mayoría de las niñas no escolarizadas tienen motivos para ayudarlas a obtener la educación que se merecen. Con mejoras en sus resultados educativos es probable que muchas más sigan las carreras técnicas de alto nivel que demanda el mercado laboral.

La proporción de las ayudas al desarrollo que se destina a educación se redujo en los últimos seis años

Para llevar a 130 millones de niñas más a la escuela, hay que superar una variedad de barreras persistentes. En muchos países, su educación no se considera importante, porque se espera que trabajen solamente en casa o en la granja familiar. El matrimonio infantil, el abuso sexual, la falta de instalaciones sanitarias para las menstruantes y las crisis humanitarias son solo algunos de los factores que hacen que terminar la escuela sea más difícil para ellas en comparación con los niños. A lo que se suman problemas como los aranceles y las dificultades de traslado, sobre todo en áreas remotas.

Incluso eliminando estos obstáculos culturales, políticos y geográficos, los países más ricos tendrán que comprometer muchos más recursos a la educación de las niñas en las economías en desarrollo que lo que ha sido hasta ahora. Aunque parezca mentira, la proporción de las ayudas al desarrollo que se destina a educación se redujo en los últimos seis años, y ahora es menor que en 2010. Los países donantes deben invertir esta tendencia lo antes posible.

En los últimos quince años, la Alianza Mundial para la Educación (AME) ha sido uno de los principales catalizadores de la educación de las niñas. Gracias a la financiación provista por la AME, entre 2002 y 2014 hubo 38 millones más inscritas en la escuela primaria en países en desarrollo.

Para continuar ese progreso, la AME está organizando con los gobiernos de Senegal y de Francia un congreso de donantes, que tendrá lugar el 8 de febrero de 2018 en Dakar. Llamamos a los donantes de todo el mundo a ayudarnos a alcanzar dos mil millones de dólares anuales en 2020. Con fondos suficientes, la AME podrá colaborar con la educación de 870 millones de niños en más de 80 países, y ayudar a los países en desarrollo a crear sistemas educativos que den a niñas como Aishetu la oportunidad de hacer realidad su potencial.

Las niñas y mujeres empoderadas por la educación pueden crear un mundo mejor (y ya lo están haciendo). Invertir en su potencial es una apuesta segura.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2017/10/23/planeta_futuro/1508775132_101591.html

Imagen: https://ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2017/10/23/planeta_futuro/1508775132_101591_1508775607_noticia_normal.jpg

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