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Sociedad del Conocimiento y Pensamiento Matemático

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

 

«¿Cómo podemos sobrevivir en este tipo de sociedad si no preparamos a las futuras generaciones a pensar en forma paralela o alternativa?»

 

En nuestro próximo libro sobre “Educación y Pensamiento Matemático”, (en colaboración con la Maestra Minerva Ramírez Meza), incluimos una sección de reflexiones sobre la transición clave que va del pensamiento lógico al pensamiento matemático (específicamente aritmético). Ahí afirmamos que esa transición se puede activar y comprender desde la educación preescolar y primaria, a través de actividades sencillas de aprendizaje.

En esta ocasión expondré algunas ideas en torno a la importancia de llevar a cabo este tipo de acciones pedagógicas y didácticas, en ese campo de formación (pensamiento matemático); se trata de acciones que provoquen cognitivamente a las y los estudiantes, desde la educación básica hasta la superior; así como a las y los docentes, y a las y los directivos escolares, para que se animen a repensar la educación matemática desde una perspectiva crítica, reflexiva y creativa.

El libro es el producto de más de 30 años de experiencias profesionales, como docentes y asesores técnicos, en la educación pública básica y superior. También, es una breve muestra del trabajo realizado tanto en los ámbitos de la formación profesional de maestras y maestros de Educación Básica, en servicio, como con estudiantes egresados de bachillerato que se incorporan, año con año, a estudiar los programas académicos, a nivel de Licenciatura, en la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Querétaro.

El conjunto de textos incorporados en el volumen es, así mismo, el resultado de dos y media décadas de nutritivas vivencias en el ámbito de la enseñanza y el aprendizaje activos con niñas y niños de Educación Preescolar y Primaria tanto en escuelas públicas como privadas del Estado de Querétaro.

La intención principal de la obra es, por lo anterior, ofrecer a las y los docentes, asesores técnicos y directivos escolares de ambos niveles educativos (de Preescolar y Primaria), entre otros profesionales de la educación, una serie de reflexiones, estrategias, propuestas e ideas teóricas y prácticas, en los planos psicopedagógicos y de planificación e intervención didácticas, con un sentido crítico, para entrar en acción y movilizar al pensamiento matemático, dentro del aula y fuera de ella.

Uno de los ejemplos de abordaje crítico expuesto en el libro, es el que se refiere a la incorporación y revisión de una diversidad de sistemas de numeración, que sean diferentes a la estructura y la lógica interna del sistema decimal, que es el sistema dominante.

Me refiero al sistema binario simple, que puede ser útil para introducir a las/los estudiantes de los grados iniciales de la educación formal para entender el sistema de numeración decimal pero, al mismo tiempo, para que conozcan otras alternativas, modelos o esquemas de cuantificación.

En algunos otros mensajes, que he escrito en redes sociales, argumenté que ese conocimiento (el sistema binario), también considerado como “alternativo”, se puede enseñar y aprender a las/los estudiantes desde la educación preescolar y primaria con la finalidad de enriquecer sus rutas cognitivas.

En el libro planteamos la siguiente pregunta: “Profesor@s de Preescolar y Primaria: ¿Han puesto en práctica alguna vez, con sus estudiantes, el ejercicio de transición del pensamiento lógico al pensamiento matemático (específicamente aritmético)? (a través del sistema binario o base 2).” Cabe mencionar que dicha práctica ha sido adaptada para estudiantes de tercero de preescolar y primeros años de primaria.

¿Por qué decimos que ese tipo de prácticas pueden representar un abordaje crítico y alternativo en el campo de formación llamado “pensamiento matemático”, desde los primeros años de la escolaridad? Porque, como lo dijera alguna vez Jorge León, profesor de telesecundaria en el estado de Veracruz: “El sistema de numeración decimal es dogmático y hegemónico”.

Eso es cierto. En las escuelas enseñamos ese sistema (decimal) como si fuera el único posible. Por eso, el sistema de numeración binario es alternativo o paralelo. Podría decirse, en otras palabras, que el sistema binario constituye otra manera cognitiva, teórica y práctica, de entender y procesar los sistemas de numeración. Cabe recordar, por cierto, que el sistema binario ha sido utilizado para desarrollar algunos lenguajes computacionales.

Algo similar se puede pensar y hacer en torno al sistema de medición del tiempo, que tiene como base y estructura al número 60 y sus múltiplos. No hay que olvidar que, en la vida cotidiana, utilizamos tanto el sistema decimal como el sexagesimal, a veces de manera automática o sin reflexionar sobre ellos.

Conversaciones en redes sociales

La profesora Irma Villalpando (@irma_vh) comentó lo siguiente acerca de lo dicho en torno al sistema decimal: “Hegemónico sí, pero no entiendo lo dogmático. Más bien es una convención impuesta, un instrumento simbólico inventado y aceptado para “operar” con la realidad ¿no? Y en efecto, no es el único y aprender otras formas amplía los esquemas cognitivos de comprensión (ya me vi piagetiana).”

Mi respuesta al respecto fue la siguiente: “(El profesor León) se refería a que se enseña (y aprende), el sistema decimal, como si fuera un dogma de fe, sin cuestionarlo, y no como un sistema razonado ni abierto a la crítica…”; a la deliberación exigente de la comunidad académica.

El profesor Israel Buitrón (@IsraelBuitronD ), del IPN, señaló: “Deberíamos incluso enseñar el (sistema) vigesimal, ya que en muchos pueblos originarios ese es su sistema base. El náhuatl, la lengua indígena con más hablantes en nuestro territorio, lo usa y es esencial en su cosmovisión.”

Se dice que hoy en día vivimos en una sociedad del conocimiento ¿Cómo podemos sobrevivir en este tipo de sociedad si no preparamos a las futuras generaciones a pensar en forma paralela o alternativa? En la misma dirección, me pregunto: ¿Cuáles son los cambios esenciales que se requieren, en tal sentido, en el currículo escolar de la educación básica, en general, y en el currículum del pensamiento matemático, en particular?

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Panamá: La educación como eje de cambio del modelo económico

La educación como eje de cambio del modelo económico

Por Enoch Adames M.

Por Enoch Adames M. *

Ante la ausencia de una visión de largo plazo, se ha impuesto una concepción de mercado extremadamente instrumental, que ha desprovisto al estudiante del concepto de cultura y de la formación humanista que toda educación conlleva.

El papel de la educación en Panamá, al igual que otros componentes institucionales críticos—ejemplo, Caja del Seguro Social—no puede hacerse sin una valoración reflexiva del modelo de desarrollo y de sociedad del cual forma parte. No es posible soslayar en un análisis comprensivo, al modelo que domina desde los años noventa en el orden mundial post guerra fría, y que se describe de manera sintética como “economía de mercado”.

Para los efectos históricos, es la expresión local del modelo neoliberal de mercado que se instala en el Panamá post invasión, y cuyo rasgo más estilizado es la de constituir un régimen de crecimiento sin desarrollo.

El modelo se inaugura en nuestro país con la privatización de todas las empresas estatales—palancas de desarrollo del régimen torrijista—; y si había alguna duda de qué se trataba este cambio a una economía de mercado, la acción ideológicamente orientada del segundo gobierno post invasión, despojará al estado de su principal instrumento de planificación: el Ministerio de Planificación y Política Económica es transformado en el Ministerio de Economía y Finanzas.

Las acciones de todos los ulteriores gobiernos profundizarán la lógica de mercado por medio de políticas neoliberales, hasta el sol de hoy. La pandemia hará visible el resultado de treinta años de política neoliberal, donde la economía panameña en el período 1997-2017 creció a tasas anuales promedio del 6%.

Treinta años después

Un informe del BID (2019), “La desigualdad de Panamá: su carácter territorial y el papel de la inversión pública”, caracteriza la desigualdad social en Panamá de asimétrica y combinada. El estudio manifiesta: “lo que diferencia a Panamá no es la desigualdad que existe al interior de cada provincia, sino las diferencias entre ellas.

Estos desequilibrios territoriales no solo son muy grandes, sino que, además, han ido en aumento”. Desde este eje de desigualdad, el Covid-19 puso en vitrina a una sociedad profundamente fracturada, en lo social y en lo regional.

 Antes del Covid-19, un poco más de los dos tercios de los empleados de la sociedad panameña— aproximadamente el 70% de la estructura salarial— tenían como límite superior    800; hacia abajo, el 51% de los empleados del país mantenían ingresos con un límite superior de hasta los 600 balboas; y más abajo, un 20% aproximadamente por debajo del salario mínimo, en la condición infrahumana. La pandemia ha profundizado esta estructura de desigualdad salarial, ahondando la exclusión económica y la marginación social.

 Para agosto del 2019, la precariedad laboral y el desempleo cubría a un total de 951,385 panameños, el 46.0 % de la PEA. Hoy, el número de trabajadores en condición de precariedad se podría elevar hasta el 60.0% de la PEA, afectando a cerca de 1.24 millones de trabajadores y trabajadoras (J. Jované).  Ser uno de los países mas desiguales de América Latina, es el resultado de este crecimiento económico sin desarrollo.

 Los niveles educativos en el mercado

 Las exigencias formativas educativas reflejan las distorsiones de una “economía transitista”, cuyas demandas organizativas (tipo de educación), comerciales (tipo de trabajo) y sociales (tipo de sociedad) especializan la economía en un modelo de concentración y exclusión.

  Las categorías empresariales con mayor proporción de universitarios pertenecen al sector terciario, esto es comercio y servicios: organizaciones y órganos extraterritoriales (100%), enseñanza (73%), intermediación financiera (70%), actividades de servicios sociales y de salud (55%), administración pública (49%) y actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (47%).

  En lo que se refiere al personal ocupado con mayor participación con nivel educativo de estudios secundario, comparten créditos actividades del sector terciario como productivas (sector secundario):  construcción (58%), comercio (57%), otras actividades comunitarias y de servicios (57%), hoteles y restaurantes (57%), transporte, almacenamiento y comunicaciones (55%), industria manufacturera (50%), hogares privados con servicio doméstico (49%) y explotación de minas y canteras (49%).

 Por último, las categorías que poseen una mayor participación de ocupados con un nivel primario de instrucción son: explotación de minas y canteras (40%), hogares privados con servicio doméstico (36%), construcción (25%), industria manufacturera (24%) y hoteles y restaurantes (19%) (2019 SENACYT, con base a datos de INEC)

 Por una sociedad del conocimiento

 La educación es una institución, tanto en su forma jurídica como cultural. La Constitución de la República (Capitulo 5° sobre la Educación) establece, entre muchas consideraciones, “el derecho a la educación y la responsabilidad de educarse” bajo la responsabilidad del Estado. Sin embargo, la educación pública es una institucionalidad sin proyecto. Su nula articulación a un proyecto nacional de largo plazo y su complacencia con las exigencias de la coyuntura y del mercado la han despojado de trascendencia.

 Ante la ausencia de una visión de largo plazo, se ha impuesto una concepción de mercado extremadamente instrumental, que ha desprovisto al estudiante del concepto de cultura y de la formación humanista que toda educación conlleva. Se ha enfatizado de mala manera “el hacer” y no el “saber hacer crítico reflexivo”.

La eficiencia histórico social de la educación, no dependerá tanto de las atribuciones formales que se le asigne, como de la articulación que se establecen entre ésta y el desarrollo del país. Una educación sin proyecto de sociedad es incapaz de producir técnicos y profesionales de calidad.

 Con todo, hay aceptación en el debate ciudadano que la educación y de los recursos humanos constituyen un tema prioritario de carácter nacional. También sobre la importancia del aspecto institucional de la educación y en ella, los necesarios acuerdos sociales y políticos orientados a producir dicho cambio institucional.

 Sin embargo, no queda claro en algunos sectores—especialmente aquellos abogan por una liberalización del “mercado profesional”—, que la transformación institucional en la educación solo adquiere trascendencia política y cultural, cuando ella crea valor agregado al trabajo y a las profesiones, en vínculo con una estrategia nacional de desarrollo; con una estrategia orientada hacia la construcción de una sociedad basada en el conocimiento.

  La educación como eje de transformación.

 La pertinencia estratégica de la educación, base de su transformación institucional, debe estar diseñada a satisfacer dos objetivos orientadores, ciudadanía integral y competitividad internacional (F. Fajnzylber).

 Primero, forjando una ciudadanía integral, definida en términos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: desarrollo humano integral, tanto en el mundo del trabajo como en la familia.  Este desarrollo social, cultural y político en relación con la cohesión social del país, se orientan con códigos de pertenencia, participación plural, sistemática, e información en el mundo de la política. Es decir, a través de una ciudadanía plena y participativa.

Segundo, la competitividad debe ser entendida como auténtica. Ella “es la principal fuente de mejora en los niveles de productividad laboral, aquella que permite una mayor inserción en los mercados internacionales de productos con elevado contenido tecnológico y significativo valor agregado local”.

Es lo que podríamos denominar articulación productiva a través de cadenas de valor. Concepción que asegura una inserción en el proceso de desarrollo regional y nacional, a partir de distintos niveles de desempeño de las fuerzas productivas.

Por último, la estrategia de desarrollo en una etapa de transformación productiva debe articular como idea-fuerza central el círculo virtuoso del desarrollo que articula en sinergia, “educación-progreso técnico-competitividad-equidad”.

* Sociólogo. Docente e Investigador de la Universidad de Panamá

Fuente de la Información: https://www.nodal.am/2020/11/panama-la-educacion-como-eje-de-cambio-del-modelo-economico-por-enoch-adames-m/

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COVID19 y Educación: Problemas y desafíos

COVID19 y Educación: Problemas y desafíos

En esta crisis de la pandemia COVID19, para la cual el sistema educativo público y privado no estaba preparado, las medidas de confinamiento y distanciamiento social nos obligaron a todos a experimentar diversas estrategias de educación a distancia. Las experiencias han sido diversas, entre lo absurdo y creativo

POR ÓSCAR PICARDO JOAO

Inicio una nueva etapa como columnista permanente en El Diario de Hoy; y no quisiera comenzar de otra manera… El campo educativo es mi pasión, y les presento esta reflexión esencial para dialogar sobre los problemas y desafíos de hacer educación en épocas de COVID19.

En el año 2001 publicamos el artículo para la Universitat Oberta de Catalunya titulado: “Pedagogía Informacional: Enseñar a aprender en la Sociedad del Conocimiento” (con 85,800 resultados en Google); se trataba de un llamado a preparar nuestras capacidades didácticas y pedagógicas e incorporar las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones en el proceso de enseñanza aprendizaje. El aporte teórico se basaba en las teorías del destacado sociólogo Manuel Castells Oliván, autor de la trilogía “La era de la Información” y actual Ministro de Universidades del gobierno español. En efecto, ya transcurrían 5 años de la aparición de internet en nuestras vidas y todo comenzaba a cambiar.

En nuestro Ministerio de Educación, para 1999, se comenzaron a diseñar tímidamente las primeras herramientas; en el marco del plan “Desafíos para el Nuevo Milenio” se incorporaron los “Centros de Recursos para el Aprendizaje” (CRA), pero los terremotos de 2001 cambiaron los planes. En 2004, cuando se presenta el “Plan Nacional y educativo 2021” aparecen las estrategias “Conéctate” (tecnología y conectividad), “Grado Digital” y Edunet. Luego en 2009 se diseña –o más bien se copia mal del Plan Ceibal y de OLPC One Laptop per Child- el plan “Un niño, una niña una computadora”; en el plan original se tenía planificado entregar 800,000 computadoras –lempitas-, no obstante, en 10 años apenas se entregaron 50 mil equipos, cuando la matrícula era de 1.3 millones de estudiantes.
A la fecha, según el informe del “Observatorio MINED 2018” sólo 1,521 centros escolares tienen conexión a internet, es decir el 34.53% (de 5,179 instituciones censadas); además, debemos recordar que sólo la mitad de la población tiene internet (dataportal.com) y el costo promedio mensual sería no menor a US$ 20. La brecha es enorme, y uno se pregunta ¿cómo las autoridades van a implementar estrategias de educación a distancia on line con éstas cifras?. Al filo de la industria 4.0 e ingresando a los escenarios de la economía digital observamos un despliegue inimaginable de desafíos: Internet de las cosas (IoT), Big Data, Inteligencia Artificial (IA), automatización, robótica, Nanotecnologías, el movimiento STEAM (Science, Technology, Engineering, Arts and Mathematics), Cloud Computing, realidad aumentada, 3D, etcétera; todo a una velocidad de los avances acelerada y con una amplitud y profundidad agresiva.

Nuestros niños (as) y docentes tienen capacidades similares a sus pares en el primer mundo; la diferencia fundamental de las brechas son las oportunidades de equipamiento y el modelo de enseñar; en efecto, en nuestro medio, los estudiantes “conocen, pero NO comprenden y aplican lo que saben” –todo es teórico y de pizarra-, mientras que en los países más desarrollados los sistemas educativos generan capacidades y aprendizajes basados en proyectos para solucionar problemas reales, aplicando lo que aprenden en el aula. La educación on line mediada por plataformas –Sakai, Blackboard, Moodle y hasta Teams, Zoom o Hangouts- es tan efectiva como la presencial; de hecho, inclusive, me comenta la profesora Ana María Ábrego –docente de arte del Liceo Francés- y Directora del Instituto de Investigación para el Aprendizaje (IIA), que permite descubrir nuevas capacidades e identidades de estudiantes; así, niños (as) que se sienten inhibidos por la presión grupal en el aula, cuando están aprendiendo en plataformas y más solitarios despliegan una mayor capacidad y creatividad: “Observo niños muy felices con la metodología virtual; sin estrés, implicados, motivados, cumpliendo objetivos, adquiriendo competencias, descubriéndose a sí mismos, revalorizándose, sonriendo y disfrutando”.

En esta crisis de la pandemia COVID19, para la cual el sistema educativo público y privado no estaba preparado, las medidas de confinamiento y distanciamiento social nos obligaron a todos a experimentar diversas estrategias de educación a distancia. Las experiencias han sido diversas, entre lo absurdo y creativo. Así, muchos niños sólo reciben listas interminables de actividades y tareas para hacer en casa, si ninguna mediación pedagógica, mientras que unos pocos usan plataformas de comunicación con acompañamiento virtual. No se escapa de esta crítica nadie, ni los colegios más prestigiosos; el COVID19 nos movió el tapete a todos; en efecto, una cosa es ser maestro en el aula y otra, tutor virtual.

Una educación a distancia efectiva mediada por internet necesita al menos: a) Un docente formado como tutor y alfabetizado tecnológicamente hablando; b) Un modelo educativo y pedagógico digital; c) Una planificación educativa diferente a la usual; d) Una plataforma educativa con foros, recursos digitales, materiales multimedia y transmedia y herramientas de evaluación digital; e) Ancho de banda de internet adecuado; f) Equipo PC o laptop, ¿cuántos estudiantes tienen esto?

A lo anterior le llamamos “Transformación Digital”, y no se trata de digitalizar documentos o utilizar tecnologías; es algo más complejo, se trata de una transformación institucional que supera e integra la educación on line, el uso de tecnologías o digitalizar procesos administrativos y académicos; es una nueva forma de conceptualizar y gerenciar las instituciones educativas para dar respuestas a los retos y desafíos de las transformaciones económicas, industriales y científicas.

Dadas las limitaciones actuales y los escenarios futuros el MINED debería diseñar una batería de estrategias plausibles en al menos cuatro líneas: 1) a nivel educativo, diseñar un modelo de educación alternativa con los ajustes curriculares y materiales necesarios, y decidir con cuál plataforma se va a trabajar; 2) a nivel de medios, además de internet, MOOCs (Massive Online Open Courses), canales de youtube, tutoriales y otras herramientas, incorporar TV Educativa y Radio para zonas sin cobertura; 3) a nivel de recursos humanos: dos cosas importantes: alfabetizar tecnológicamente hablando a todos los docentes (recuperen Grado Digital) y entregar laptop a los 46,277 docentes; y 4) a nivel de infraestructura tecnológica: negociar con las empresas de telefonía, con un trato de beneficio fiscal, para que doten de internet a las 5,179 escuelas de forma gratuita y con un ancho de banda adecuado.

COVID19 ha sido una buena oportunidad para demostrar la creatividad, las limitaciones y la improvisación. Ahora ya sabemos qué hacer…

Investigador educativo.

Fuente de la Información: https://www.elsalvador.com/opinion/editoriales/educacion-virtual/709079/2020/
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El papel de la práctica en la formación de profesionales de la educación

MARTÍNEZ MARTÍN, M.; CALDERÓN ALMENDROS, I. y VILLAMOR MANERO, P. (2019).

Resumen:
En la ponencia analizamos el componente práctico en la formación de profesionales de la educación destacando la centralidad de la práctica educativa como eje vertebrador de la formación y la complejidad de la articulación entre teoría y práctica, entre conocimiento teórico y práctica educativa y sus implicaciones y repercusiones en la formación de profesionales de la educación y en la innovación e investigación en educación.
Consideramos diferentes aspectos de la sociedad actual y los retos que plantean al ejercicio de las profesiones educativas y especialmente al de las profesiones docentes, destacando la relevancia de la formación en la práctica al permitir ésta un conocimiento más directo de la realidad compleja y diversa de la educación y de las prácticas emergentes con las que se aborda, así como construir conocimiento teórico y práctico sobre la práctica. Centramos nuestro análisis en el practicum y formulamos un conjunto de posibilidades y riesgos en relación con la formación inicial haciendo especial mención a la formación de docentes. Analizamos la realidad no siempre inclusiva de nuestras escuelas y espacios educativos y abordamos la paradoja que supone formar profesionales para un sistema educativo inclusivo en espacios educativos no siempre inclusivos.
Descargar en: El-papel-de-la-practica-en-la-formacion

Fuente: http://www.ignaciocalderon.uma.es/

Imagen tomada de: https://revistasaberes.com.ar/2019/05/la-formacion-en-la-practica/

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Las Piedras angulares para la promoción de sociedades del conocimiento inclusivas: acceso a la información y al conocimiento, libertad de expresión, privacidad y ética en la Internet global

ISBN: 978-92-3-300081-0
Recopilación: 123 p.
Idioma: español
Año de publicación: 2017
Tipo de licencia: CC BY-SA 3.0 IGO [5596]
Tipo de documento: libro
Reseña: La UNESCO ha trabajado con los Estados Miembros y otras partes interesadas, para analizar cuatro campos distintos, aunque interdependientes, de la política y de la práctica de Internet en el ámbito del mandato de la UNESCO, percibidos como centrales para alcanzar esta visión. Estos campos son: el acceso a la información y al conocimiento, libertad de expresión, privacidad y normas y comportamientos éticos en línea. El presente informe estima estos cuatro campos como las piedras angulares necesarias para construir una Internet global libre y confiable que posibilite Sociedades del Conocimiento inclusivas. La metáfora de “piedra angular” se refiere al elemento arquitectónico que se coloca en el centro de un arco para que las otras piedras permanezcan en el lugar. Dicha metáfora se utiliza para transmitir la importancia de esas cuatro dimensiones para la estructuración de una Internet global.
El marco referencial usado para investigar los cuatro campos clave en este informe fue el de Universalidad de Internet, que identifica cuatro principios normativos acordados por los Estados Miembros de la UNESCO. Los mismos son: los principios de los derechos humanos, la apertura, la accesibilidad y la participación multisectorial, resumidos con el acrónimo DAAP. El informe examina cada una de las cuatro piedras angulares de Internet y cuestiona si y cómo su desarrollo está alineado con los cuatro principios DAAP. Con base en todo esto, el informe identifica una serie de opciones para la UNESCO. En este estudio, las cuatro piedras angulares están definidas de forma amplia. El acceso a la información y al conocimiento engloba la visión del acceso universal, no sólo a Internet, sino también a la habilidad de buscar y recibir en línea conocimientos científicos, autóctonos y tradicionales, que sean abiertos; así como la posibilidad de producir contenido en todos los formatos. Esto requiere iniciativas a favor de la libertad de la información y la construcción de recursos de conocimiento abiertos y preservados, así como respeto por la diversidad cultural y lingüística que promueva contenido local en múltiples idiomas, oportunidades de educación de calidad para todos, incluyendo alfabetización y habilidades mediáticas nuevas, e inclusión social en línea.
Esto significa tratar de desigualdades de ingresos, habilidades, educación, género, edad, raza, etnia o accesibilidad para personas con discapacidad. La libertad de expresión implica la capacidad de expresar los propios puntos de vista en Internet, de modo seguro, lo que abarca desde el derecho de usuarios de Internet a la libertad de expresión en línea hasta la libertad de prensa y la seguridad de periodistas, blogueros y defensores de los derechos humanos, así como políticas que refuerzan el intercambio abierto de opiniones y el respeto por los derechos a la libre expresión en línea. La privacidad se refiere, de manera amplia, a las prácticas y políticas de Internet que respetan el derecho de los individuos a tener una expectativa razonable de poseer su espacio personal y a controlar el acceso a las informaciones personales. La privacidad debe ser protegida de manera conciliada con la promoción de la apertura y la transparencia, bien como reconociendo que la privacidad y su protección son la base de la libertad de la expresión y confianza en Internet y, por lo tanto, de su mayor uso para el desarrollo social y económico.
Finalmente, la ética considera si las normas, reglas y procedimientos que rigen el comportamiento en línea, como también el diseño de Internet y de los medios digitales afines, están basados en principios éticos, anclados en los derechos humanos y dirigidos a la protección de la dignidad y seguridad de individuos en el ciberespacio, mejorando la accesibilidad, apertura e inclusión en Internet. Por ejemplo, el uso de Internet debe ser sensible a consideraciones éticas, como la no discriminación debido al género, edad o discapacidad; además, debe ser moldado por la ética en vez de ser usado para justificar prácticas y políticas de forma retrospectiva, enfocando en la intencionalidad de las acciones, así como en los resultados de las políticas y prácticas de Internet.
Descargar en: https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000260737
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Aportes para el desarrollo del principio de pertinencia en los programas nacionales de formación en la educación universitaria en Venezuela.

Autoras: María de Lourdes Tovar Carpio

                   Ludmila Correa Chacón

INTRODUCCIÓN

A finales del siglo pasado las políticas de educación superior a nivel mundial insistieron en redefinir el vínculo de las universidades con la sociedad, tomando en consideración cada una de las actividades sustantivas que éstas realizan. De allí que se planteara la necesidad de establecer una relación mucho más estrecha entre la funcionalidad de las instituciones de educación universitaria y las necesidades socioproductivas específicas de cada país, orientando la producción y aplicación del conocimiento hacia las necesidades puntuales, es decir, se planteó la pertinencia de las universidades en el desarrollo (Martínez de Ita y otros, 2013:2).

“En la medida que evolucionaron, por un lado, la percepción y la teorización de una sociedad del conocimiento, y por otro la relevancia de las dimensiones local y regional, se planteó también una revaloración del papel que juegan las universidades en su entorno, considerándolas como un actor fundamental para el desarrollo de sus regiones.

En este contexto, las instituciones universitarias de América Latina iniciaron un conjunto de transformaciones que intentaban dar respuesta a las nuevas demandas sociales y económicas…” (Ibidem:3)

En este contexto, la planificación estratégica de la educación universitaria en las regiones se hace fundamental, y que las universidades se abran a las comunidades para cumplir una función social en sus regiones y lograr objetivos socioeconómicos determinados (CRES, 2008).

Así mismo, la expansión territorial de la educación universitaria, su presencia activa en las regiones es otro factor fundamental para que sea pertinente a las necesidades y potencialidades de los territorios. Para ello, la República Bolivariana de Venezuela, desde 2003 lleva a cabo el acercamiento de la universidad a las poblaciones a través de la municipalización y desde 2008 inicia la creación de programas de formación que cumplan, entre otros elementos, el principio de pertinencia como característica principal.

Desarrollar la oferta académica de la educación universitaria municipalizada a través del principio de pertinencia territorial representa un elemento fundamental para la planificación del sector universitario. El principio de pertinencia consiste en que la educación universitaria responda a las potencialidades y necesidades de la sociedad, a la planificación nacional, a la prospectiva de desarrollo científico, humanístico y tecnológico, y a la diversidad cultural. Para ello, las instituciones oficiales de educación universitaria deben articular su oferta académica (de pregrado y postgrado), de investigación y actividades de vinculación con la sociedad, a la demanda académica, a las necesidades de desarrollo local, regional y nacional, a la innovación y diversificación de profesiones, a las tendencias laborales locales, regionales y nacional, a las tendencias demográficas, a la vinculación con la estructura productiva actual y potencial de la región, y a las políticas nacionales de ciencia y tecnología.

Gracias a la Revolución Bolivariana, hoy en día la mayoría de los cupos en la educación universitaria son de instituciones públicas y debido a la creación de los Programas Nacionales de Formación (PNF) y los Programas Nacionales de Formación Avanzada (PNFA), el Estado venezolano diseña la formación que requiere cada sector para su desarrollo integral y le permite ubicarlos estratégicamente en el territorio, para la formación de profesionales y la generación de investigación pertinente.

Hasta ahora la ubicación de las carreras, de Programas Nacionales de Formación (PNF), los postgrados y Programas Nacionales de Formación Avanzada (PNFA) han respondido más a la demanda de las instituciones oficiales de educación universitaria (IEU) y a situaciones coyunturales; se han dado algunos pasos para una planificación más estratégica de las opciones de estudio, como lo es la creación de universidades politécnicas territoriales, pero es necesario dar un mayor salto que permita relacionar el pregrado y el postgrado con los planes de desarrollo regionales y a las potencialidades y necesidades locales.

El presente documento es un aporte para generar las bases para la realización de estudios y análisis que permitan determinar la oferta académica de acuerdo a su pertinencia territorial, es decir, que se desarrollen los principios de la creación de los PNF y PNFA en relación a su necesidad; estos estudios deberán mejorar la planificación, en aras de lograr el desarrollo equilibrado necesario y el firme avance hacia la sociedad contenida en la Constitución Nacional.

En la planificación de la educación universitaria, el principio de pertinencia expresa las siguientes aristas:

  • La pertinencia como parte fundamental en la creación tanto de un PNF como de un PNFA, siendo importante para dar la autorización de gestión de un programa a alguna Institución de Educación Universitaria (IEU), debido a que valora la totalidad de los aspectos necesarios y las características a considerar para la aprobación de los programas requeridos, en una región en particular.
  • Otra de las aristas es que permite determinar territorialmente qué opciones de estudio son necesarias para un espacio geográfico específico con el fin de coadyuvar en su desarrollo; a esto lo hemos denominado Pertinencia Territorial, la cual parte de la realización de estudios y análisis integrales de un espacio geográfico, como un estado, municipio o grupo de municipios, con el fin de determinar las necesidades de formación de pregrado y postgrado que tiene ese territorio.

Hay otros aspectos a considerar para determinar opciones de estudio necesarias y que no aparecerán como tales a partir de estudios y análisis de pertinencia, pero que son estratégicas para el desarrollo nacional de la sociedad, como puede ocurrir con algunas carreras o programas de las ciencias sociales, salud y humanidades. Estas opciones de estudio deben ser determinadas de otra forma y no a través de estudios y análisis de pertinencia territorial, que es el tema central del presente documento.

LOS PROGRAMAS NACIONALES DE FORMACIÓN

En el año 2003, la República Bolivariana de Venezuela, a través del entonces Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior[1] inicia una estrategia para universalizar la educación universitaria y para ello crea la Misión Sucre, la cual establece espacios de formación no convencional, llamadas Aldeas Universitarias, en todos los municipios del país. Con la firme intención de acercar a las comunidades este nivel educativo, se escogen una serie de instituciones de educación universitaria para desarrollar en esas Aldeas Universitarias programas de formación a nivel nacional.

Los programas que se desarrollan a nivel nacional a través de la Misión Sucre pasan a ser parte fundamental del desarrollo de la educación universitaria en el país. Por ello, en el año 2008, se formaliza la creación de los Programas Nacionales de Formación, bajo la premisa de que la estructura social en Venezuela estaba en un proceso de transformación económico y social incluyente, que debía garantizar el acceso masivo y acelerado al conocimiento para la universalización de la educación superior con pertinencia social, teniendo como objetivo fundamental el desarrollo humano integral, el fortalecimiento del poder popular, y el desarrollo nacional.

Para modificar estructuralmente la institucionalidad de la educación universitaria en Venezuela, en 2009 se crea la Misión Alma Mater, cuyo propósito es el impulso de la transformación de la educación universitaria, además de su articulación institucional y territorial en función del desarrollo nacional, buscando garantizar el derecho de todas y todos a una educación de calidad. Las misiones Sucre y Alma Mater se constituyen como un todo articulado que favorece el enraizamiento de la educación en todo el territorio nacional.

En el contexto del trabajo articulado de las dos misiones universitarias, en 2012 se crean unos nuevos lineamientos para la creación de los Programas Nacionales de Formación y a partir de ese momento se conceptualizan formalmente como “el proceso académico que tiene como propósito la realización de experiencias formativas, éticas, culturales, humanísticas, artísticas, sociocomunitarias, territoriales, socioproductivas, políticas, de innovación, científicas y tecnológicas creadas por iniciativa del Ejecutivo Nacional, a través del Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, que propicien el cambio de conciencia de las y los educandos para desarrollar y transformar conocimientos, saberes, saberes hacedores, modos de ser y convivir, para favorecer y afianzar sustantivamente a la sociedad, para ser gestionados en distintos espacios educativos del territorio nacional. Este proceso conduce a Certificaciones de Estudios, Títulos y Grados en áreas específicas del saber”.

Programas Nacionales de Formación: Pregrado

Los Programas Nacionales de Formación (PNF), como se ha mencionado se enmarcan en las Misiones Sucre y Alma Mater, y responderán a una vinculación con los lineamientos establecidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y los planes de la nación vigentes. Así mismo, los PNF deben impulsar el trabajo liberador y el desarrollo socioproductivo del país. Tendrán como principio común la “Dinamización transversal del currículo, a través de los proyectos implicadores. Garantizándose una genuina pertinencia, que potencia la vinculación integral e integradora con las comunidades y la profesionalidad a lo largo de todo el trayecto formativo (…)” (MPPEUCT, 2013:18).

El Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología tiene la potestad de autorizar la gestión de los PNF, previa verificación de algunas condiciones, entre las cuales está la pertinencia del programa con la vocación socioproductiva del territorio y con las necesidades y problemáticas a ser atendidas, en función de las políticas de desarrollo local, estadal o nacional.

Así mismo, para crear un Programa Nacional de Formación existen unos principios orientadores, tales como: compromiso, acción continua para el mejoramiento del desempeño estudiantil, diversidad e interculuralidad, democracia participativa y protagónica, calidad, pertinencia, formación integral, ejercicio del pensamiento crítico y creativo, educación a lo largo de toda la vida, vinculación con el Plan Nacional de Desarrollo, experimentalidad, universalización y cooperación internacional.

De igual forma es importante resaltar los elementos a considerar para la solicitud de creación de un PNF, como lo son: definición del PNF, justificación, principios, objetivos, perfil de egresos, programas o líneas e investigación, proyecto Sociointegrador, práctica profesional, malla curricular, programas sinópticos, requisitos de ingreso, requisitos de egreso y titulación, y validez (interna y externa).

Como principio orientador, la pertinencia se refiere a que la educación universitaria debe ser partícipe activa de la sociedad en el proceso de construcción del socialismo, y, por consiguiente, cultivar su compromiso con los procesos de transformación económica, social, política, cultural, técnica y educativa, tanto en los ámbitos locales y regionales como en el ámbito nacional; e igualmente, su orientación hacia la afirmación del interés público, la democracia participativa, el reconocimiento y valoración de la diversidad cultural, el equilibrio ecológico y de valores como la libertad, la tolerancia, la sensibilidad, la justicia, el respeto a los derechos humanos, la solidaridad y la cultura de la paz.

La pertinencia en el desarrollo de los PNF exige la participación popular, la acción cooperativa con actores sociales, la capacidad para el diálogo, la indagación permanente en los contextos de acción, el análisis y previsión de las necesidades de la sociedad, el acceso más amplio posible al conocimiento disponible y la participación en redes académicas y sociales de carácter local, regional, nacional y mundial.

La pertinencia para el diseño y desarrollo de los PNF supone:

  • La necesidad de desarrollar estrechos vínculos con las distintas expresiones del Poder Popular.
  • La atención a las demandas de la sociedad vinculadas con los programas de desarrollo económico, social, cultural, conforme a las prioridades locales, regionales o nacionales.
  • La generación de respuestas interdependientes adecuadas a los contextos de acción, en la comprensión de estos contextos como complejos, inciertos y dinámicos, caracterizados por la participación de actores con intereses y rasgos culturales diversos, lo que da lugar a demandas múltiples y a veces contradictorias.
  • El reconocimiento y la adecuación de las prácticas de la educación universitaria a la diversidad de los participantes en los procesos de formación, creación intelectual y vinculación social, a sus necesidades y potencialidades.
  • La generación de nuevo conocimiento y el aprovechamiento creativo del conocimiento existente para garantizar su impacto en las prácticas sociales, económicas, culturales y técnicas.
  • La identificación continua de las acciones y planos de la realidad social en las que la educación universitaria puede contribuir eficazmente, como parte del tejido social y desde su especificidad, sin perder de vista su rol crítico y el valor del conocimiento académico y de la creación cultural libre como partes sustantivas del patrimonio cultural con las cuales la educación universitaria tiene especiales compromisos.
  • La consideración de la dimensión planetaria que adquieren muchos de los temas contemporáneos que requieren la integración de acciones académicas de rango también planetario. (Ibidem)

Así mismo, la pertinencia para la creación y desarrollo de un Programa Nacional de Formación está contenida en su vinculación con el Plan Nacional de Desarrollo correspondiente a cada período gubernamental, el cual, basado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, debe apuntar a la construcción de una sociedad caracterizada por valores de igualdad, solidaridad, libertad y justicia, en el ejercicio de la democracia protagónica revolucionaria, el desarrollo de un nuevo modelo productivo, la suprema felicidad social, se trata de un estilo de desarrollo centrado en el ser humano, con una visión integral y sustentable. Ello implica una clara distancia con los programas y carreras basadas en modelos de desarrollo que sólo atienden al crecimiento económico, olvidando que en definitiva el objetivo de la economía es satisfacer las necesidades de la gente.

Programas Nacionales de Formación: Postgrado

El Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología (MPPEUCT), consideró necesario pensar nuevamente los modos de formular y gestionar las alternativas académicas de post-graduación (especializaciones, maestrías y doctorados), y racionalizar sus ofertas, especialmente las ofrecidas por las Instituciones de Educación Universitaria (IEU) oficiales (MPPEUCT, 2015).

“Diversas propuestas sobre educación avanzada desde la década de los noventa han sido puestas en discusión en el país, con el objetivo de ordenar y desarrollar un sistema de estudios para toda la vida, mediante acciones que garanticen el acceso al conocimiento, para lograr el desarrollo humano integral que contemple la consecución de múltiples propósitos, entre los que se cuenta la formación de profesionales para la ciencia, técnica y humanidades que estén en correspondencia con los planes de desarrollo nacional y el fortalecimiento del poder popular, y que, en consecuencia, no sean reproductores de modelos foráneos, colonizados”.

“A partir de estas premisas, la educación avanzada se define como la integración de todos aquellos momentos, formalizados o no, en los que las y los investigadores requieren concentrar sus esfuerzos para desarrollar, recrear o crear productos de investigación y/o innovación en el campo de actuación en el que se desempeñan. Estos momentos pueden responder a programas escolarizados de formación avanzada (especializaciones, maestrías, doctorados), estudios postdoctorales, la realización de trabajos para ascender en el escalafón universitario, el desarrollo de proyectos formativos para el trabajo corresponsable con el estudiantado, o bien, la resolución de problemas concretos a partir de la aplicación de métodos que permitan el fortalecimiento del sistema científico – técnico, tanto del investigador como del objeto y campo abordado en el proceso” (Ibidem:9-10).

Entre las premisas que orientan la creación de un PNFA está la pertinencia socio-académica, la cual establece que el proceso educativo debe guardar estrecha relación con las necesidades: locales, regionales y nacionales, vocaciones de los investigadores involucrados y otros actores y potencialidades de los contextos territoriales, organizaciones involucradas directa o indirectamente, en procura del conocimiento útil.

Para los efectos del desarrollo curricular de los PNFA, se han tomado en cuenta las siguientes características, las cuales viabilizan la conceptualización de estos programas: (i) socialmente pertinentes, (ii), desarrollo integrado, (iii) interinstitucionales en red, (iv) flexibles, (v) visión integral, (vi) potentes y dinámicos en lo teórico y metodológico, y (vii) divulgación permanente de saberes producidos.

La premisa que dice que los Programas Nacionales de Formación Avanzada (PNFA) sean socialmente pertinentes se refiere a que el grado de correspondencia entre el programa y las necesidades locales, regionales y/o nacionales, en términos tanto de su contribución al desarrollo económico, social y cultural del país, como de sus aportes con el Plan Nacional de Desarrollo, es lo que permite afirmar que un PNFA es socialmente pertinente. La pertinencia alude a los aspectos académicos propiamente dichos, que tienen que ver con los contenidos, prácticas docentes y de investigación; así como también a las relaciones que se pueden medir en el grado de resolución de problemas concretos en los territorios y su articulación con el fortalecimiento del poder popular y lo socioproductivo.

Como puede verse, la pertinencia forma parte determinante para la creación, desarrollo y autorización de gestión (ubicación) de un Programa Nacional de Formación, tanto de pregrado como de postgrado. Hasta el momento, la pertinencia para la creación de los programas se ha tomado en cuenta y ha sido fundamental; sin embargo, la pertinencia territorial no parece estar desarrollada lo suficiente como elemento a considerar para aprobar la gestión de los mismos, por ello se debe impulsar la realización de estudios y análisis que permitan determinar la ubicación estratégica en el territorio de cada programa, lo cual se constituye en factor fundamental para el logro del objetivo de contribuir con el desarrollo local, regional y nacional, desde este subsector educativo.

PERTINENCIA TERRITORIAL

En la búsqueda de consolidar una educación universitaria con compromiso social, que sea liberadora, que garantice la soberanía de nuestras naciones, la superación de la pobreza y comprometida con el desarrollo humano integral, basado en la participación protagónica de las comunidades, se hace necesario promover la territorialización de la educación universitaria, pero hacerlo a partir de las particularidades de cada espacio geográfico, lo cual determinaría, entre otros aspectos, las opciones de estudio que se desarrollen.

Para definir qué carreras y programas deben estar presentes en un determinado lugar se deben realizar estudios integrales que permitan conocer cada territorio y las opciones de estudio que necesita y análisis para reorganizar y reorientar la educación universitaria presente en un territorio en el presente y para el futuro; de esta forma la pertinencia territorial permitirá que la educación universitaria de un espacio determinado contribuya con el fortalecimiento de su desarrollo endógeno.

Estudios de Pertinencia Territorial

Los Estudios de Pertinencia Territorial de la educación universitaria tienen como objetivo determinar las opciones de estudio que deben estar presentes en un espacio geográfico para su desarrollo endógeno integral. Estos estudios deberán ser realizados por instancias locales, lideradas por la Unidad Territorial de cada estado, como instancias regionales adscritas el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, las cuales, en conjunto con las Instituciones de Educación Universitaria presentes en los territorios, deberán generar documentos que cuenten con una visión integral.

Para llevar a cabo estos estudios de pertinencia territorial se necesita contar con información que permita obtener una caracterización territorial del área a estudiar de manera interdisciplinaria, donde se refleje el conocimiento y la comprensión de la distribución de comunidades, la dinámica funcional y de emplazamiento demográfico en relación con el uso, vocación del suelo y potencialidades del entorno.

Para ellos, se deben tener claros algunos conceptos base para el desarrollo de los estudios de pertinencia territorial:

En este contexto, entendemos por espacio geográfico el ámbito físico-natural en el que se desenvuelve el ser humano con su medio ambiente natural y social en un momento histórico determinado. La expresión del espacio geográfico tiene componentes sociales, naturales, económicos, políticos. El territorio es un sistema, es decir, es un conjunto de lugares interconectados por redes y flujos horizontales donde se reúne la sociedad y el medio que ésta habita. El territorio se estudia tanto en sus relaciones entre sociedad y medio físico, como en sus características de organización económica, política, demográfica, espacio construido, medio físico que condiciona a la sociedad, entre otros aspectos.

Cabe destacar que para realizar un estudio de pertinencia territorial se debe delimitar el área a estudiar; tradicionalmente estos espacios responden a los límites político-administrativos, es decir, los estados y municipios. Sin embargo, a la hora de asociar una carrera o programa a una institución de educación universitaria particular se debe considerar el área de influencia de ésta, la cual es el radio de acción hasta donde tiene impacto e incidencia la institución que se encuentra emplazada en determinado territorio.

De acuerdo a lo anterior, los estudios de pertinencia territorial se harán sobre un territorio determinado (estado-municipio), los cuales deberán tener como resultado final las propuestas de opciones de estudio que deben existir en él de acuerdo a sus características, necesidades y potencialidades; dichas opciones de estudio deberán ser desarrolladas por instituciones de educación universitaria de acuerdo a su área de influencia y fortalezas académicas.

Principales Necesidades y Potencialidades del Territorio

Como parte fundamental de la realización de los Estudios de Pertinencia Territorial se deben conocer los problemas que tiene un territorio, así como todos aquellos elementos que con el debido trabajo podrán exponenciar el desarrollo local y regional. Estar al tanto de las principales necesidades y potencialidades del territorio es parte importante para determinar las opciones de estudio pertinentes a ese espacio geográfico, por lo que es imperativo conocer y analizar las características del mismo.

Elementos a considerar:

  • Delimitación del Área de Estudio: estado o municipio, límites, superficie.
  • Análisis Físico-Natural: las variables a analizar como mínimo deben ser el relieve, la vegetación, condiciones climáticas, la hidrografía, orografía, el suelo, la fauna, entre otros de interés para el área de estudio
  • Análisis Demográfico: se debe realizar estudio de la población, en función de su distribución por edad, sexo, densidad, entre otros de interés para el área.
  • Contexto Político: conocer las autoridades locales y gubernamentales.
  • Análisis del Contexto Social: se enfoca principalmente en el estudio del comportamiento de la población en su lugar de emplazamiento. En este aspecto se pretende analizar el desenvolvimiento de la población así como su forma de organización y vinculación en materia de salud, educación, cultura, servicios en redes, infraestructuras, transporte, vialidad, entre otros.
  • Análisis del Contexto Productivo: se deben considerar elementos mínimos como sectores económicos, sistemas de producción y comercialización, formas de organización productivas: Empresas de Producción Socialista (EPS), Cooperativas, UPS, entre otros.
  • Análisis de Planes de Desarrollo Local y Regional: evaluar los proyectos planificados y ejecutados por las instancias regionales, tales como planes de desarrollo local, endógeno, planificación rural y urbana, entre otros; organismos que intervienen; alcance de los proyectos en ejecución.

Todos los elementos anteriores permiten caracterizar las necesidades y potencialidades del estado y cada uno de sus municipios.

Caracterización de la Educación Universitaria en el Territorio

Otro aspecto fundamental a desarrollar en el Estudio de Pertinencia Territorial es conocer y entender en toda su amplitud y complejidad la educación universitaria que hace vida en un territorio, desde las universidades, hasta las opciones de estudio de pre y postgrado, pasando por los espacios de educación universitaria y las líneas de investigación que se realizan.

Esta caracterización de la educación universitaria tiene que ser desarrollada en los estados, en los territorios, para poder ser real y completa; no debe faltar un espacio de formación, laboratorio, carrera, programa o línea de investigación presente en la región, esté oficializada o no. El producto de esta sección del Estudio de Pertinencia Territorial podría ser un insumo fundamental para otros procesos desarrollados por el Ministerio y una de las principales razones por las que estos estudios deberán estar a la disposición de cualquier instancia interna del ente rector.

Los elementos contentivos de la caracterización de la educación universitaria son:

  1. Instituciones de Educación Universitaria: enunciar todas las universidades (especializadas, politécnicas territoriales y territoriales), instituciones y Aldeas universitarias, todos los espacios de formación universitaria presentes en el estado, tanto públicas como privadas, desagregadas por ubicación geográfica (municipio/comunidad).
  2. Carreras y Programas: enumerar todas las carreras, programas y postgrados desarrollados en el territorio, tanto públicos como privados, desagregados por institución que lo gestiona y por ubicación geográfica (municipio/comunidad).
  3. Líneas de investigación: es fundamental conocer las líneas e investigación que desarrollan las universidades en el estado, desagregadas por institución y ubicación.
  4. Matrícula: mencionar la matrícula por carrera, programa y postgrado, desagregadas ubicación.
  5. Personal docente: describir el total de personal docente por institución, desagregado por grado de instrucción (pregrado, maestría, doctorado, cursando postgrado), como elemento importante para contribuir con la planificación de la formación docente y las necesidades de postgrados.
  6. Delimitación del Área de Influencia de cada IEU: a partir de un análisis de la dinámica institucional de cada IEU y de su relación con la Misión Sucre y el entorno, de debe definir el área de influencia de cada una, con el fin de delimitar las opciones de estudio que debe tener para contribuir y comprometerse con el desarrollo de ese territorio definido.

Para profundizar los análisis estratégicos posteriores al Estudio, es necesario caracterizar y contar con algunos datos de educación básica, por lo tanto se deben levantar también los siguientes datos:

  • Matrícula de educación básica por modalidad educativa y ubicación. La matrícula de la educación técnica debe estar desagregada por tipo de escuela técnica.
  • Total de escuelas y liceos, desagregados por tipo. Es importante conocer cuántas escuelas técnicas hay y en dónde, así como el resto de los planteles educativos. Esta información debe estar desagregada por ubicación (estado/municipio/comunidad).

Opciones de Estudio Pertinentes

La finalización del Estudio de Pertinencia Territorial consiste en mencionar las opciones de estudio que deben estar presentes en el territorio, tanto de pregrado como de postrado. Estas opciones deben estar ubicadas a lo largo del territorio, es decir, debe decir en qué municipio o comunidad se deben desarrollar.

A la par de las opciones de estudio, se deben mencionar líneas de investigación estratégicas necesarias para el desarrollo integral del territorio.

Análisis de Pertinencia Territorial

Una vez realizado el Estudio de Pertinencia Territorial en las localidades, el Ministerio de beberá analizar toda la información recabada, cruzando los diferentes elementos presentes para repensar y reorganizar la educación universitaria en el estado. De este análisis debe resultar informes técnicos con propuestas sobre:

  • Apertura de nuevas opciones de estudio, tanto de pregrado como de postgrado, considerando las instituciones que lo gestionarían y la ubicación.
  • Cierre de carreras o programas, tanto de pregrado como de postgrado, tomando en cuenta la pertinencia y la demanda.
  • Apertura de nuevos espacios de formación en municipios o comunidades.
  • Cierre de espacios de formación en municipios o comunidades.
  • Posibles escenarios de vinculación, articulación y formulación de proyectos estructurantes entre las IEU y los organismos e instituciones presentes en el territorio.

Los Análisis de Pertinencia Territorial se presentarían a las instancias correspondientes de decisión, son propuestas desarrolladas en un contexto estratégico de planificación de la educación universitaria en los estados y sus municipios.

Los Análisis de Pertinencia Territorial, a diferencia de los Estudios, se realizan en el Ministerio y no en los estados porque toman en cuenta no sólo toda la información proveniente de los diferentes espacios del país, sino también otros aspectos de política nacional que se deben considerar. Sin embargo, las propuestas pudieran ser refrendadas por los estados y municipios.

Desarrollar el principio de pertinencia a través de los estudios y análisis de pertinencia territorial permitirá que la definición de las opciones de estudio contribuyan con las políticas de desarrollo que se propongan desde cualquier espacio. Por ello, la educación universitaria se debe concebir y ajustar a las realidades concretas y particulares de los espacios y territorios donde se emplaza, para así contribuir activamente en el proceso de fortalecimiento y desarrollo endógeno.

BIBLIOGRAFÍA

  • Declaración final de la Conferencia Regional de Educación Superior de América Latina y el Caribe – CRES. (2008). IESALC – UNESCO.
  • Martínez de Ita, María Eugenia y otros, Coordinadores. (2013). El Papel de la Universidad en el Desarrollo. CLACSO, Buenos Aires.
  • Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología. (2015). Programas Nacionales de Formación Avanzada. Caracas, Venezuela.
  • Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria. (2013). Lineamientos para el Desarrollo Curricular de los Programas Nacionales de Formación (Documento no Publicado). Despacho del Viceministro de Desarrollo Académico; Dirección General de Currículo y Programas Nacionales de Formación. Caracas, Venezuela.
  • Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria. (2009). Lineamientos Curriculares para los Programas Nacionales de Formación, versión 2.0. Despacho de la Viceministra de Desarrollo Académico; Dirección General de Currículo y Programas Nacionales de Formación. Caracas, Venezuela.
  • Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria. (2010). El Sentido de la Misión Sucre. Extracto de las palabra del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, durante la juramentación de los coordinadores regionales de la Misión Sucre, el 11 de octubre de 2003; Versión Taquigráfica. Fundación Misión Sucre. Caracas, Venezuela.
  • República Bolivariana de Venezuela, (2008). Decreto Nº 6.650, del 24 de marzo de 2008, mediante la cual se crea la Misión Alma Mater, publicada en Gaceta Oficial Nº 39.148, del 27 de marzo de 2007. Caracas, Venezuela.
  • República Bolivariana de Venezuela, (2008). Resolución Nº 2963, del 13 de mayo de 2008, por la cual se Regulan los Programas Nacionales de Formación en Educación Superior, publicada en Gaceta Oficial Nº 38.930, del 14 de mayo de 2008. Caracas, Venezuela.
  • República Bolivariana de Venezuela. (1970). Ley de Universidades. Gaceta Oficial Nº 1429, del 8 de septiembre de 1970. Caracas, Venezuela.
  • República Bolivariana de Venezuela. (2009). Constitución Nacional. Caracas, Venezuela.
  • República Bolivariana de Venezuela. (2009). Ley Orgánica de Educación. Gaceta Oficial Extraordinaria Nº 5929, del 15 de agosto de 2009. Caracas, Venezuela.
  • República Bolivariana de Venezuela. (2012). Resolución Nº 3072, del 2 de marzo de 2012, mediante la cual se establecen los Lineamientos Académicos para la creación, autorización y gestión, de los Programas Nacionales de Formación en el marco de la Misión Sucre y la Misión Alma Mater, publicada en Gaceta Oficial Nº 39.876, del 5 de marzo de 2012. Caracas, Venezuela.

[1] El Ministerio de Educación Superior se crea mediante Decreto Presidencial Nº 1.634, publicado en la Gaceta Oficial Nº 37.359 del 08 de enero de 2002. En 2010, de acuerdo al Decreto Nº 7.333, publicado en la Gaceta Oficial Nº 39.394 del 25 de marzo, cambia su denominación a Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria. A través del Decreto Nº 1.226, publicado en la Gaceta Oficial Nº 40.489, el 03 de septiembre de 2014 se crea el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología.

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¿Educamos para la ignorancia?

España / 2 de diciembre de 2018 / Autor: Salvador Rodríguez Ojaos / Fuente: El Blog de Salvaroj

«La ignorancia completamente consciente es el preludio de cada avance real de la ciencia.» James Clerk Maxwell

¿Estamos educando a nuestros alumnos y alumnas de forma que los hacemos ignorantes?

No, rotundamente no… si entendemos ignorante como algo negativo: Que carece de cultura o conocimiento(según la Real Academia de la Lengua, 2.ª acepción).

Pero sí que deberíamos estar educándolos como ignorantes según su 1.ª acepción en el diccionario de la RAE: Que ignora o desconoce algo. Como leí hace unos días en un artículo de La Vanguardia en la educación de nuestros jóvenes estamos pasando del «sé que esto es así, pero no sé por qué» al «no sé qué es, pero puedo averiguarlo».

Durante muchos años la educación se ha basado en el convencimiento de que se podía alcanzar el conocimiento. Pero en el mundo actual necesitamos una educación que se base en la posibilidad de adaptarnos constantemente a él, que nos dote de las herramientas que nos permitan alcanzarlo en un momento y en unas circunstancias concretas.

Y es que en la sociedad del conocimiento, no siempre este está al alcance de todo el mundo. Ni es cierto que todo este a un clic, ni que Internet sea el depósito de todo el saber de la humanidad. La única certeza de la sociedad del conocimiento es que la generación acelerada y continua de datos e información genera constantemente ignorancia, pues nadie es capaz de saberlo todo… ¡ni falta que hace!

Ante este estado permanente de ignorancia, la educación que damos a nuestros alumnos y alumnas debe ser asertiva, resiliente y proactiva, porque lo importante no es lo que sabemos sino lo que aún no sabemos. Ser conscientes de nuestra ausencia de un conocimiento es lo que nos permitirá alcanzarlo, siempre y cuando disponga de las destrezas y habilidades que me permitan hacerlo.

Y es que hay una gran diferencia entre ignorancia y estupidez, La ignorancia nos señala «lo que queda por hacer», la estupidez nos hace creer que podemos «alcanzar el conocimiento pleno». El conocimiento genera ignorancia… y este principio debe estar siempre presente en nuestra manera de educar.

La ignorancia que no nos podemos permitir en educación es aquella que no enseña a trabajar colaborando en equipo, que no saber enseñar a enfrentarse a nuevas situaciones, retos o desafíos, que no deja de castigar el error, que creer que el error es un fracaso y no un paso hacia el éxito.

Como dijo Karl Popper: «La verdadera ignorancia no es la ausencia de conocimiento, sino la negativa a adquirirlo«.

Fuente del Artículo:

http://www.salvarojeducacion.com/2018/11/educamos-para-la-ignorancia.html

ove/mahv

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