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Los retos de TikTok ponen en alerta a las familias

En TikTok podemos ver videos de bailes, jóvenes (y no tan jóvenes) haciendo play-back, trucos de magia, manualidades, recetas de cocina, tutoriales de belleza y un sinfín de actividades. Pero también, y cada vez más, de activismo social o político.

“Una Internet mejor comienza contigo: más conectados, más seguros”. Con ese lema se celebra el Día de Internet Segura 2021. Este año se nos pide a todos, niños y jóvenes, familias, docentes y centros escolares, así como a las empresas y responsables políticos, implicarnos en esta tarea.

A las plataformas se les solicita la creación de una Internet mejor, vigilando que haya un contenido positivo en sus canales y promoviendo servicios seguros para sus usuarios.

“Mantener a nuestra comunidad a salvo es nuestra mayor prioridad. Hemos llegado a un acuerdo con el Garante (de la protección de datos) y desde hoy vamos a tomar medidas adicionales para apoyar a nuestra comunidad en Italia. A partir del 9 de febrero, enviaremos de nuevo a cada usuario de Italia nuestro ‘age gate proccess’ (proceso de control de edad), y solo los usuarios mayores de 13 años podrán seguir utilizando la aplicación después de pasar este proceso. Además, estamos desarrollando un nuevo botón de ‘denunciar’ para permitir a los usuarios que reporten cuentas que puedan ser de menores de 13 años, que serán revisadas por nuestro equipo y eliminadas, en el caso de que sea necesario. No hay una línea de meta cuando se trata de proteger a nuestros usuarios, especialmente a los más jóvenes y nuestro trabajo en esta área tan importante no se detiene. Por ello, continuamos invirtiendo en las personas, los procesos y la tecnología que nos ayuda a mantener nuestra comunidad como un espacio seguro para la expresión positiva y creativa”. Alexandra Evans, Head of Child Safety de TikTok para Europa.

Foto de referencia de Tik Tok / AFP

Este es el comunicado que lanzaba la plataforma china TikTok tras la sentencia por el fallecimiento de la niña italiana de 10 años como consecuencia de uno de los retos virales, el #BlackOutChallenge.

¿Qué contenidos se publican en TikTok?

En TikTok podemos ver videos de bailes, jóvenes (y no tan jóvenes) haciendo play-backtrucos de magia, manualidades, recetas de cocina, tutoriales de belleza y un sinfín de actividades. Pero también, y cada vez más, de activismo social o político, educativos o sanitarios.

Por eso, tantas universidades, empresas o partidos políticos han visto la oportunidad de crear y publicar contenidos de una manera clara, sencilla y directa para su público objetivo: los adolescentes y jóvenes.

TikTok, como el resto de aplicaciones y redes sociales, es una plataforma cuyo objetivo principal es que los usuarios permanezcan el mayor tiempo posible en ella para poder rentabilizarla, ya sea a través de impactos de publicidad, con el registro de datos o de su comportamiento.

Su éxito se debe a la forma en la que, gracias a la inteligencia artificial y su algoritmo, recopila y aprovecha los datos de los usuarios para mejorar su experiencia. A medida que las marcas compiten por la atención de los usuarios, el contenido personalizado se ha convertido en lo más importante.

Un fenómeno viral

Pero desde hace algunos años se ha puesto de moda que personajes famosos, como influencers y youtubers, o cualquier individuo anónimo, se apunten a realizar un reto o challenge, ya sea por una causa benéfica o por simple diversión. Estas tendencias virales se comparten por mensajería instantánea o redes sociales y cada usuario aporta su versión personal del reto.

Los retos, bien diseñados y enfocados, pueden ayudar a conseguir ciertos objetivos, como concienciar sobre la necesidad de cuidar el medioambiente, luchar por los derechos de los más vulnerables, la igualdad de oportunidades, educación, etc. (con etiquetas como #TodosPorElClima, #TheRealChallenge y #DanceForChange…).

El problema surge cuando aparecen retos que ponen en peligro la salud o la integridad física de los usuarios, especialmente si son menores de edad. Algunos de los challenges más peligrosos se están difundiendo hoy día en TikTok, donde miles y miles de adolescentes se retan a realizar juegos peligrosos.

Y así es como se han viralizado en los últimos meses tras verse en la app el #BenadrylChallenge, el #KnockOutChallenge, el #SupergluelipsChallenge o el tristemente mediático por el fallecimiento de al menos dos menores #BlackOutChallenge.

Los menores en la plataforma

Según la Ley Orgánica 3/2018 de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales del 5 de diciembre, artículo 7.1 (LOPDGDD), en España se establece en 14 años la edad mínima para que un menor pueda ser gestor del tratamiento de sus datos personales –por ejemplo, teniendo perfil en redes sociales–.

En el caso de TikTok, la propia plataforma especifica en su política de privacidad que no está dirigida a niños menores de 13 años y, además, nos insta a denunciar a través de un formulario si creemos que tienen o recopilan datos personales sobre un niño menor de esa edad.

De hecho, la clasificación que tienen en los mercados de descargas, tanto iOS como Android, es de 12+ con el fin de que las familias sepan que no es una aplicación para menores de esta edad.

Pero ¿cómo se valida que el menor no miente cuando introduce su edad o que confirma tener el consentimiento paterno (obligatorio)? Pues, simplemente, la plataforma confía en la honestidad y madurez de todos los menores. Y este es el gran problema, la edad mínima de acceso y las plataformas: no hay un sistema de doble verificación eficaz.

Como publica en un estudio Statista, la presencia de niños más pequeños en redes sociales es una realidad, hay un 47,7 % de usuarios de 4 (sí, lo hemos escrito bien) a 15 años en Instagram y un 37,7 % en TikTok. Por eso es tan importante que las familias supervisen la actividad de los menores cuando utilizan sus tabletas o smartphones, ya sea a través de una herramienta de control parental o mediante las conversaciones familiares.

Aumentando las medidas de seguridad

Tras la batalla legal con EE UU y la sanción impuesta en 2019, la plataforma china introdujo una serie de medidas para limitar el acceso a contenidos inapropiados y a personas desconocidas por parte de los menores prohibiendo las bromas, el acoso en la red y los retos o challenges que pudieran provocar lesiones.

Además, de 13 a 16 años los niños utilizarán una versión restringida de TikTok con contenidos de acuerdo a su edad y con bloqueo de los mensajes privados entre usuarios. Sin embargo, el problema es que esto no es posible aplicarlo en las cuentas de todos aquellos menores que no pusieran su edad real al darse de alta.

Además, en noviembre ampliaron la función del Family Pairing, que permite vincular la cuenta de nuestro hijo o hija a la nuestra, para, de este modo, gestionar o controlar funciones como el tiempo que pasan conectados, quién puede ver su perfil, quién puede comentar sus vídeos, enviarles mensajes o ver los contenidos que le gustan.

Control de contenidos y privacidad

El pasado 13 de enero la plataforma china reforzó aún más la privacidad y la seguridad de sus usuarios más jóvenes:

  • “Todas aquellas cuentas pertenecientes a usuarios entre los 13 y los 15 años cambiarán su configuración automáticamente para que estas sean privadas por defecto” (aunque, como dijimos antes, imposible aplicar en las cuentas de todos aquellos menores que no pusieran su edad real al darse de alta).
  • “Los vídeos creados por menores de 16 años solo podrán ser comentados por Amigos o Nadie” (desaparece la opción de Todos).
  • “Las opciones de dúo y pegar solo estarán disponibles para mayores de 16 años”.
  • “La opción de permite la descarga de tus videos solo estará disponible en aquellos contenidos creados por usuarios mayores de 16 años”.
  • “La opción de recomienda tu cuenta a otros estará desactivada por defecto para aquellos usuarios que se encuentren entre los 13 y los 15 años”.

Estas nuevas actualizaciones se unen a los anteriores cambios, que incluían la imposibilidad de utilizar los mensajes directos y la realización de retransmisiones en directo por parte de usuarios menores de 16 años y las restricciones a la compra, envío y recepción de regalos virtuales para usuarios menores de 18 años.

Pero, aunque existan nuevas funciones para bloquear contenidos, mensajería o a usuarios, sin duda, la probabilidad de riesgos no desaparece. Los menores podrán seguir accediendo a retos de una manera u otra, ya sea a través de la plataforma o porque les llega enviados por sus amigos a través de WhatsApp. Supervisar su actividad en el móvil en edades tempranas es imprescindible.

Incluso puede ser una buena opción usar la aplicación en el móvil o tableta de los padres y madres para que los pequeños vean el contenido que les guste sin tener que crearse una cuenta (se puede descargar la app y visualizar vídeos y hashtags), si se considera que aún no es el momento para ello.

Educar es la mejor herramienta

El bloqueo de Italia de la plataforma ha abierto un profundo debate. Legalmente, los países europeos, incluido España, pueden solicitar esta medida de urgencia (proteger los datos de los menores, al no poder verificar la edad de sus usuarios) bajo el amparo del nuevo Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).

La opción no debería ser bloquear o prohibir las plataformas, ya que si no es esta, habrá otra. La mediación parental y la educación digital en casa es siempre la mejor fórmula para hacer que nuestros hijos hagan un uso seguro y saludable de la tecnología.

Por:

Laura Cuesta Cano

Responsable de Comunicación y Contenidos Digitales en Servicio PAD. Profesora, Universidad Camilo José Cela

Fuente: https://www.semana.com/tecnologia/articulo/los-retos-de-tiktok-ponen-en-alerta-a-las-familias/202155/

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Gran capacidad para convivir con virus letales

Por Dinorah García Romero 

Los partidos políticos de la República Dominicana se acostumbraron al virus de la corrupción; y encuentran razones diversas para justificar acciones detestables en todos los órdenes y niveles.

La República Dominicana desde que inició la pandemia COVID-19 ha entrado en un ambiente de angustia e incertidumbre cada vez más encendido. Se advierte una disposición y celeridad impresionantes para buscar soluciones que exterminen de una vez las raíces y los síntomas de un virus que llegó y parece que tiene como proyecto instalar su tienda en este país y en los restantes del mundo. Lo que resulta curioso es que todo se convierte en prioridad, en gestión inteligente y en vocación de servicio, si se trata de esta pandemia. Parece que su llegada repentina ha despertado el miedo y ha movido los ejes que controlan la estabilidad personal y también la social. Sin embargo, un virus antiguo y tan letal o más que la COVID-19 tiene cientos de años provocando muerte biológica, psicológica y educativa; además, ecológica, económica, social y política. Este virus es muy conocido; su nombre es corrupción, y, su apellido institucionalizada. Las decisiones y acciones para combatir la pandemia COVID-19 son efectivas, aunque parezca lo contrario. Sin embargo, las dirigidas a exterminar la corrupción son más lentas y contestadas; pues no todos los sectores están tan decididos a eliminar este virus. Prefieren continuar conviviendo con él, aunque le cueste la vida al pueblo. Casi todos los actores y sectores se han acomodado a los beneficios sin consecuencias que aporta este magno virus.

El Capítulo dominicano de Transparencia internacional, representado por Participación Ciudadana, informa en su nota de prensa del 28 de enero de 2021 que la República Dominicana mantiene en el Índice de Percepción de Corrupción de 2020 el mismo puntaje de 2019, 28 puntos sobre 100, ocupando el lugar 137 de un total de 180 países implicados. Se presenta, por tanto, como uno de los países más corruptos de América Latina y del conjunto de los países evaluados. Esta imagen del país tan precaria y deshonesta no puede dejarnos tranquilos; ha de activar todas las fuerzas capaces de extirpar la corrupción en la esfera personal, social y estatal. Se incrementan las voces que repudian la corrupción y que están dispuestas a luchar sin cansancio para que haya consecuencias; pero, todavía, incluyendo en sectores gubernamentales, hay resistencia a cambios sustantivos capaces de transformar la cultura de la corrupción en una cultura límpida y sin arrugas éticas. Sectores poderosos han aprendido a convivir con virus letales como la impunidad, la corrupción y la COVID-19. Pero ha llegado el tiempo de trabajar a fondo para que estos virus liberen la mentalidad y la práctica de los ciudadanos, de los funcionarios y de las instituciones. En la vida cotidiana la corrupción se vive y se observa con la mayor naturalidad. “Los de arriba lo hacen, yo lo puedo hacer también”. Esta expresión se escucha con frecuencia; y, además, sus resultados se palpan día tras día. En las instituciones, incontables veces, interesa llegar pronto, aunque se violenten las normas y principios institucionales. Este es un cauce acelerado de corrupción administrativa e institucional que deteriora la ética global del país.

Los partidos políticos de la República Dominicana se acostumbraron al virus de la corrupción; y encuentran razones diversas para justificar acciones detestables en todos los órdenes y niveles. Su ideario se transforma en antorcha corruptora en su ámbito interno y en el contexto social.

Ante la profundidad de este problema y el alcance de sus males, se percibe un movimiento ascendente decidido a revertir la estructura de corrupción que hay en nuestro país. El proceso es lento y complejo; para avanzar, hay que vencer poderes económicos, políticos, religiosos y de ciudadanos no organizados. Estos grupos están decididos a defender un modo de vida en el que la corrupción que impera tenga consecuencias. El problema de la corrupción no es solo culpa del partido en el gobierno; pero este es parte del problema, porque dentro del funcionariado y la membresía de su partido, hay quienes se identifican con los favores que ella ofrece. El sector educación, ya sea ámbito preuniversitario o educación superior, ha de afrontar con valentía y nitidez la corrupción que pueda estar construyendo un perfil y una cultura que refuerce la letalidad de este virus. Sin vacilación, hemos de auscultar las instituciones que representamos, en las que laboramos, para cortar de raíz actitudes, acciones y relaciones revestidas de legitimidad y acolchadas con una corrupción rampante, generadora de muerte desde todas sus perspectivas. La mafia italiana nos impresiona; la mafia cotidiana todavía deja tranquilos a muchos, en los hogares, en las organizaciones, en las iglesias, en los partidos políticos y en los cargos que ocupamos. De igual manera, continúa dejando en paz a sectores del gobierno, a Ministerios, a instituciones educativas, a sindicatos y a personas particulares. Urge disminuir la capacidad de convivencia con virus letales como la corrupción y la impunidad, hija de la anterior. Deshacernos de la corrupción precisa de otra educación familiar, escolar, universitaria y social. Unamos fuerzas para ello. Solo así, alcanzaremos salud integral y desarrollo nacional.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/gran-capacidad-para-convivir-con-virus-letales-8907704.html

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Libro (PDF): Nombrar lo Innombrable. Reconciliación desde las perspectivas de las víctimas

Reseña: CLACSO

Este texto es el testimonio del recorrido analítico realizado por un psicólogo y tres psicólogas de la Universidad Javeriana, en el marco de una intervención realizada por el Programa por la Paz- Cinep desde hace ya varios años. El territorio fue un inmenso campo de horror y dolor causado por la guerra en el Oriente Antioqueño. Esa guerra que ha dejado en toda Colombia miles de viudas y huérfanos, población civil gravemente afectada por la crueldad de quienes con un arma en la mano han perdido todo sentido de humanidad. Las autoras y el autor, con su corazón desgarrado, tuvieron el acierto de acercarse amorosamente al dolor hondo y permitirle comenzar a balbucear las palabras que finalmente fueron nombrando lo innombrable. Conversaciones que poco a poco exploraron en lo más profundo de la vida de estas mujeres, heridas en su corazón y en su alma, para hallar la visión que tienen del camino que han ido reencontrando para seguir viviendo la vida. Estos grupos luchan por recuperar la dignidad perdida por el odio y por superar el deseo de hacer justicia por mano propia frente a las graves y crueles ofensas recibidas. Levantarse de la postración ha hecho que tanto dolor se convierta en una propuesta que le impide a la muerte y a la tristeza tener la última palabra. Han proclamado que la vida y un camino real hacia la reconciliación, son posibles. Pero exigen, al mismo tiempo, que la sociedad, toda ella, y especialmente los ofensores y perpetradores, se responsabilicen de la destrucción y desestructuración de un tejido social del que todos y todas formamos parte.

 

Autor/a:                               Téllez Luque, Ana María –   Sánchez Benítez, Nathalie –   Tejada Bermúdez, Carolina –   Villa Gómez, Juan David – 
Editorial/Editor: Programa Por la Paz -CINEP
Año de publicación:  2007

 

País (es): Colombia
Idioma: Español
ISBN : 978-958-644-115-5
Descarga:   Libro (PDF): Nombrar lo Innombrable. Reconciliación desde las perspectivas de las víctimas
Fuente e imagen:

http://biblioteca.clacso.edu.ar/
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Pobreza, trabajo y escritura

Un muchacho de 14 años, Silvio Astier, se inicia en la literatura –al salir de la escuela- con los libros de bandoleros que le alquila un viejo zapatero andaluz.

La vida de Silvio, que transcurre en una zona empobrecida de Buenos Aires, se funde con los argumentos de sus primeras lecturas. Así, además de a los bandidos, el adolescente admira a personajes como Rocambole, aventurero alumbrado por el Vizconde de Ponson du Terrail en sus novelas del XIX; también tiene predilección por Baudelaire, Dostoievski y Baroja.

Aficionado a los inventos, logró fabricar un cañón. Y con otros dos camaradas, Enrique Irzubeta (“el falsificador”) y Lucio, organizan una sociedad de ladrones, el Club de los Caballeros de la Media Noche. Los tres rateros asaltaron la biblioteca de una escuela, de la que sustrajeron 27 tomos, pero un policía les sorprendió y la peripecia incluso salió en los periódicos.

Un contexto de penuria familiar y necesidad de dinero marcan la vida de Silvio Astier: los recursos sólo alcanzan para que estudie su hermana Lila. Estando en la edad de la lactancia, su madre –de magro cuerpo y miserables ropas- caminaba con la criatura en brazos y pedía limosna para mantenerlo (“de su boca hambrienta se quitaba el pan para mi boca”). El protagonista ha cumplido 15 años y, forzada porque el casero aumenta el alquiler, la familia muda de barrio, a un “siniestro caserón”.

Una tarde, mientras el joven se entrega a la lectura, su madre le espeta: “Tenés que trabajar, yo no te puedo mantener”; Silvio cuenta su reacción: “Rencor a sus palabras tercas, odio a la indiferencia del mundo, a la miseria acosadora de todos los días”. El primer trabajo es en la librería de don Gaetano, un viejo famélico que vive en un cuchitril, y que le ofrece un peso y medio, casa y comida por laborar sin horario.

Así comienza El juguete rabioso, primera novela del escritor argentino Roberto Arlt (1900-1942), publicada en abril por Ediciones Dyskolo. Este sello sin ánimo de lucro ha editado otras dos novelas del narrador, periodista y dramaturgo porteño: Los siete locos (1929) y Los lanzallamas (1931); otros títulos relevantes de Arlt son El amor brujo (1932), la colección de relatos El criador de gorilas (1941), piezas teatrales como La isla desierta (1937) y Saverio el cruel (1936) y los aguafuertes, una sección de artículos periodísticos que estrena en el periódico El Mundo en 1928.

Hijo de inmigrantes precarios –madre triestina y padre prusiano-, Roberto Arlt cursó hasta el tercer grado de primaria, fue autodidacta y –entre los 15 y 20 años- practicó diferentes oficios (dependientes de librería y mecánico entre otros); como consecuencia del maltrato paterno, abandonó el hogar familiar a los 16 años. El muchacho se acercaba a las librerías del barrio bonaerense de Flores –donde residía con su familia- y las tertulias literarias: hizo compatibles las vocaciones de escritor e inventor. “Tuve siempre que trabajar y en consecuencia soy un improvisado o advenedizo de la literatura”, reconocía en 1926 en el periódico Crítica.

Con una fuerte componente autobiográfica y escrito en primera persona, El juguete rabioso vio la luz en 1926, publicado por la editorial Latina; la intención de Arlt era titularlo La vida puerca, pero su amigo y novelista Ricardo Güiraldes le aconsejó que cambiara el propósito inicial. Un año antes publicó dos avances en la revista Proa. El volumen está dividido en cuatro capítulos: “Los ladrones”, “Los trabajos y los días”, “El juguete rabioso” y “Judas Iscariote”. Según el autor, “durante cuatro años El juguete rabioso fue rechazado por todas las editoriales”.

En el preámbulo a la edición de Espasa Calpe (1993), el novelista y ensayista Ricardo Piglia resalta la importancia de la lectura para Silvio Astier, siguiendo la pauta de Madame Bovary (confusión de vida y literatura); así, el texto de Arlt “narra el modo en que el héroe es devorado por el folletín; este muchacho de dieciséis años, que quiere ser ladrón, es un gran lector y el bovarismo es el secreto de su identidad. No le gusta la realidad y aspira a otro destino. Usa los libros como plan de acción y lee para aprender a vivir”. En El juguete rabioso son usuales las palabras en lunfardo (“pasen ché, les presento mi bulín”). Sobre el lenguaje y estilo del autor, en ocasiones “sobreactuado”, afirma Piglia: “Cuando Arlt confiesa que escribe mal, lo que hace es decir que escribe desde donde leyó, o mejor, desde donde pudo leer”.

El dinero reviste importancia en El juguete rabioso; Silvio Astier, Enrique y Lucio se deleitaban con “el dinero de los latrocinios, aquel dinero que tenía para nosotros un valor especial y hasta parecía hablarnos con expresivo lenguaje”; representa, de este modo, la antítesis del dinero abyecto que procede del trabajo penoso. Ricardo Piglia subraya esta idea en la obra de Arlt: “El dinero está puesto como causa y como efecto de la ficción (…); hacer dinero es salvarse”. También señala el valor de la pobreza: “Está en el origen de todo”.

La profesora de Literatura y autora del ensayo Roberto Arlt. Innovación y compromiso, Rita Gnutzmann, destaca el consenso en incluir la obra arltiana como parte del catálogo de autores referenciales en Argentina; A menudo, añade, se ha establecido la comparación con Borges: “El escritor marginal, anarco-revolucionario, semi-analfabeto e informal frente al burgués, integrado, estilista y de refinada cultura” (Roberto Arlt: un escritor actual, en Centro Virtual Cervantes).

En el artículo El juguete rabioso: del aprendizaje a la escritura (Revista de Literaturas Modernas, 2002), Gnutzmann subraya el estilo elaborado, el tono lírico de muchos fragmentos y el uso de metáforas (“me ceñía la frente un cilicio de nieve”); la especialista también observa en la novela el proceso de maduración de Silvio Astier; en el primer capítulo, “ataca el derecho a la propiedad y debe rendirse ante la fuerza coactiva de la policía. En el segundo debe aceptar la idea del trabajo, pero se rebela ante las humillaciones. En el tercero, lleno de ilusión por el nuevo trabajo y su capacidad de inventor, es expulsado e intenta suicidarse. En el cuarto, decide no ser juguete pasivo y toma las riendas mediante las traiciones y apuesta por el voluntario aislamiento de la sociedad”.

“Múltiples temas y episodios de sus cuentos y novelas vuelven explicable y casi fatal esta vocación paralela de inventor”, sostiene Julio Cortázar en el prefacio a las Obras completas de Roberto Arlt (Lohlé, 1981). Arlt fue alumno de la escuela mecánica de la armada. El personaje Silvio Astier ingresó, a los 16 años, como aprendiz en la Escuela Militar de Aviación; sin embargo, causó baja a los pocos días por orden del capitán Márquez, por la siguiente razón: “Aquí no necesitamos personas inteligentes, sino brutos para el trabajo”. Además, Cortázar defiende que la obra de Arlt tiene muy poco de “intelectual”; de hecho, “la escritura tiene en él una función de cauterio, de ácido revelador, de linterna mágica proyectando una tras otra las placas de la ciudad maldita y sus hombres y mujeres condenados a vivirla en un permanente merodeo de perros rechazados por porteras y propietarios”, asevera el autor de Rayuela.

Por otra parte Juan Carlos Onetti considera que Roberto Arlt escribió con genio y rabia sobre su infortunio; En el prólogo a la edición de Bruguera Alfaguara (1979), el escritor uruguayo cuenta la reacción que se produjo en Buenos Aires a la edición de El juguete rabioso: “Los intelectuales interrumpieron los dry martinis para encoger los hombros y rezongar piadosamente que Arlt no sabía escribir. No sabía, es cierto, y desdeñaba el idioma de los mandarines: pero sí dominaba la lengua y los problemas de millones de argentinos, incapaces de comentarlo en artículos literarios, capaces de comprenderlo y sentirlo como amigo que acude –hosco, silencioso o cínico- en la hora de la angustia”. Roberto Arlt, añade Onetti, no escribió tangos inmortales, pero seguro que leyó Humillados y ofendidos, la trágica novela social de Dostoievski.

Fuente: https://rebelion.org/pobreza-trabajo-y-escritura/

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“El aborto legal en Argentina vuelve más fácil la lucha en el resto de América Latina”

Pioneras en la lucha para legalizar la interrupción voluntaria del embarazo cuentan los obstáculos sorteados en más de tres décadas

El 8 de marzo de 1984, la feminista María Elena Oddone se manifestó con una enorme pancarta en la que podía leerse: “No a la maternidad, sí al placer”. Era la primera marcha por el Día internacional de la mujer tras el regreso de Argentina la democracia y en las calles comenzaba a reclamarse la despenalización del aborto. Ya entonces Oddone sostenía que “nadie tiene que explicarnos los tres pilares sobre los que se asienta la opresión femenina: maternidad, sexualidad y trabajo doméstico”. Pasaron más de tres décadas hasta que, el pasado 30 de diciembre, las mujeres conquistaron el derecho a decidir sobre sus cuerpos y sus proyectos de vida. Interrumpir un embarazo de forma segura ya no será más un privilegio para quienes puedan pagarlo sino que estará al alcance de todas las que lo necesiten.

Nina Brugo, histórica militante por el aborto legal, seguro y gratuito en Argentina, frente al Congreso argentino.
Nina Brugo, histórica militante por el aborto legal, seguro y gratuito en Argentina, frente al Congreso argentino.M. C. / M. C.

“Parecía que estábamos cabeza a cabeza y cada vez nos querían imponer más cosas, tenía mucho temor de que no saliera. Suplicábamos que saliese ni que fuese por un voto y al final yo gritaba ‘Nos sobran votos, nos sobran votos”, recuerda por teléfono la abogada y militante histórica Nina Brugo sobre la decisión del Senado argentino, que aprobó la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 por 38 votos a favor, 29 en contra y una abstención. Dos años antes, la misma cámara lo había rechazado por una diferencia de siete votos.

Argentina, pionera en el continente en leyes como el matrimonio igualitario —aprobado en 2010— y la identidad de género —2012— mantuvo en cambio durante 99 años la prohibición de abortar excepto en casos de violación y riesgo para la salud de la madre. ¿Por qué ese retraso? “El aborto legal mejora la vida de las mujeres y si a algo le tiene miedo el patriarcado es a fortalecer a las mujeres. Es luchar por nuestra autonomía y nuestra libertad sexual”, responde Brugo. Sostiene que el matrimonio igualitario no es disruptivo, incluye a las personas dentro de una institución y del orden social. En cambio, legalizar el aborto supone separar el placer del fin reproductivo, terminar con la idea de la mujer como incubadora.

Brugo comenzó a militar a favor del aborto legal hace 30 años y reivindica el trabajo realizado en los Encuentros nacionales de mujeres —celebrados de forma anual desde 1986, cada vez en alguna ciudad distinta— para concienciar sobre el problema de los abortos inseguros realizados en la clandestinidad. Más de 3.000 mujeres han fallecido en el país en los últimos 37 años por interrumpir sus embarazos en condiciones inseguras, con métodos como sondas, perchas o perejil, entre otros. Decenas de miles han tenido que ser hospitalizadas por complicaciones.

El símbolo del pañuelo verde

Fue en el Encuentro de mujeres de 2005 cuando se fundó la Campaña nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, que aglutina a más de 500 agrupaciones en toda Argentina. De esa unión salió el pañuelo verde, convertido en el símbolo de la lucha a favor de la legalización, primero en Argentina y después también en toda la región. En la campaña se fraguaron los proyectos legislativos que presentaron hasta ocho veces frente al Congreso y en el que se inspiró el Ejecutivo de Alberto Fernández para el borrador del texto que finalmente fue convertido en ley.

Su predecesora fue la Comisión por el Derecho al Aborto (CDA), fundada por la médica Dora Coledesky a finales de los ochenta, tras su regreso del exilio en Francia. El contacto con movimientos feministas en el extranjero y las vivencias fuera del país fueron claves para impulsar la lucha en Argentina, cuenta la socióloga y asesora de Fernández, Dora Barrancos. “Aborté dos veces en mi vida y en una de ellas casi morí. Fue en Brasil, durante el exilio, en condiciones espantosas, porque era un médico espantoso. Era mucho más ominosa la clandestinidad del aborto en Brasil que acá”, recuerda Barrancos, quien se declara “muy contenta” por la sanción de la ley. “Argentina es hoy un país un poco más justo, más igualitario y más digno. Queda atrás la página de la clandestinidad, de la estigmatización, la vergüenza y la muerte. En el momento en que se consagró la sanción de la ley estábamos todas en un derrame de emoción total y como ráfagas se venían a mis impresiones las miles de muertes evitables que hubo en este país”, cuenta.

Uno de los momentos más duros en la lucha por el aborto legal fueron los años noventa, bajo la presidencia de Carlos Menem, cuando a la oposición religiosa se le unió la gubernamental. El mandatario intentó limitar aún más este derecho al promover sin éxito su prohibición total en el país en la reforma de la Constitución. Pese a la derrota, en 1998 instauró el 25 de marzo como Día del niño nonato, una celebración encabezada por el entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, hoy Francisco. Ahora Menem, con 90 años, es el senador más veterano, pero no pudo votar en contra de la ley por estar internado en grave estado.

La ofensiva conservadora de los noventa no frenó la militancia feminista en manifestaciones, encuentros e incluso desde ámbitos como el musical: en 1997 los grupos punk Fun People y She devils lanzaron el disco ‘El aborto ilegal asesina mi libertad’. En su interior incluía un póster para ser fotocopiado y pegado en las calles del país. La presentación en la mítica sala Cemento se convirtió en un escándalo.

El quiebre de Ni Una Menos

La lucha por la legalización fue intensa, pero marginal durante décadas. El gran salto ocurrió en 2015, tras la irrupción del movimiento Ni Una Menos contra la violencia machista, que logró movilizar a cientos de miles de personas e imponer los derechos de las mujeres en la agenda política. “El activismo feminista existía, pero estaba muy disgregado. Con Ni Una Menos logramos unirnos en red las que veníamos de distintos lugares, nos dimos cuenta de que no estábamos solas y de todo lo que podríamos lograr si nos manteníamos unidas”, señala la comunicadora Ana Correa, una de las fundadoras. Desde entonces, la movilización en las calles ha sido masiva y constante. Las más jóvenes tomaron como bandera el aborto legal en una marea verde que logró su tratamiento legislativo por primera vez en 2018. Aunque fracasó su repercusión fue enorme: el aborto dejó de ser un tabú. Programas televisivos de mucha audiencia hablaron por primera vez del uso de pastillas para interrumpir un embarazo y de las redes de acompañamiento existentes para intentar minimizar los riesgos de quienes abortaban en la clandestinidad.

“En estos años los feminismos dejaron de ser conceptuales y se convirtieron en populares, hubo un derrame total. Ocurrió en Argentina, que es un ejemplo paradigmático, pero también en Chile, en México, en Uruguay y en otros países latinoamericanos. Y los feminismos acogieron también a las diversidades sexuales, se unieron para ganar derechos”, destaca Barrancos.

El avance feminista y la despenalización social provocó a su vez el endurecimiento del discurso religioso en contra. “El aborto era la última cantera de resistencia de la Iglesia y había hecho un abroquelamiento completo”, dice Barrancos. De las provincias del norte del país, las más religiosas, salieron gran parte de los votos negativos en el Senado.

“Tenemos la ley, pero no se acaba el trabajo porque hay que conseguir que se cumpla. Durante décadas la legislación de 1921 no se cumplió, hicieron todo lo posible para obstaculizarla”, advierte Brugo. Niñas de entre 10 y 12 años violadas que exigían abortar vieron cómo sus casos eran judicializados y pasaban las semanas sin que se cumpliese su voluntad. Ni siquiera ante el peligro de la vida de la madre estuvo siempre garantizado el derecho: en 2006, Ana María Acevedo, de 19 años, falleció después de que los médicos se negasen a aplicarle radioterapia contra el cáncer porque estaba embarazada. Su petición de interrumpir el embarazo para poderse curar también fue ignorada, pero sentó un precedente judicial: por primera vez la Corte Suprema condenó a los médicos por lesiones culposas e incumplimiento de los deberes de funcionario público al negarse a practicar un aborto legal.

La lucha por la implementación irá acompañada de esfuerzos por extender este derecho al resto del continente. “Hay una preocupación de los sectores más conservadores, por eso Bolsonaro salió enseguida con un tuit en contra. Pero estamos convencidas de que el efecto contagio será inevitable”, augura Correa. Brugo coincide: “Estamos conectadas al mundo. El aborto legal en Argentina vuelve más fácil la lucha de las compañeras en el resto de América Latina”.

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Sextorsión en Siria: mujeres jóvenes se apoyan entre sí en contra de la tortura sexual

La explotación sexual de las mujeres en Siria no es nada nuevo, pero ha aumentado a medida que los depredadores se aprovechan de las redes sociales y de una década de conflicto para perseguir a sus víctimas.

Como la mayoría de las chicas de su edad, Nour*, de 19 años, estaba cegada por el amor por su novio. Durante seis meses, sintió que estaba viviendo un cuento de hadas hasta que él le pidió fotos de desnudos.

«Al principio me negué. Pero después de múltiples peticiones y promesas de que nunca traicionaría mi confianza, cedí y le envié un par de fotos», dice.

Poco después empezó a pedir más. «Esta vez no eran solo fotos. Cuando le dejé claro que nunca aceptaré esto, empezó a amenazar con enviar las fotos a mi familia. Si mi familia descubre que envié esas fotos, me repudiarán», dice.

Los tabúes que prevalecen en la sociedad siria

En Siria, las relaciones sexuales prematrimoniales o cualquier otro acto de ese tipo son una fuente de desgracia y vergüenza, especialmente para las mujeres.

Nour no sabía qué hacer hasta que una amiga suya le habló de la iniciativa Gardenia** a finales de 2019.

La médica siria Zainab Alassi estableció Gardenia en 2017 como una iniciativa para empoderar a las mujeres mediante la sensibilización sobre cuestiones relacionadas con la mujer. En 2019, Gardenia puso en marcha la campaña «Es tu derecho» para alentar a las jóvenes que han sido objeto de explotación y acoso sexual a romper su silencio.

Alassi dice que los mensajes de una víctima de sextorsión la impulsaron a iniciar la campaña de Gardenia.Alassi dice que los mensajes de una víctima de sextorsión la impulsaron a iniciar la campaña de Gardenia.

Hasta la fecha, 1.100 mujeres sirias han presentado sus historias, según la campaña. Todos estos casos tenían una cosa en común: «miedo», dice Alassi, «miedo a los padres, miedo a la sociedad».

«Este es uno de los mayores retos de nuestra campaña también», añade.

Apoyo y asesoramiento a las víctimas

La campaña trata de ayudar a las víctimas de la sextorsión tanto a nivel jurídico como sociopsicológico y colabora con varios abogados para ofrecer consultas jurídicas gratuitas.

«Ayudamos a alrededor de 90% de los casos a presentar una demanda. En la mayoría de los casos, el acusado se echa para atrás una vez que sabe que se ha presentado una denuncia oficial a la policía», dice Alassi.

La organización Gardenia ha lanzado la campaña Es tu derecho.La organización Gardenia ha lanzado la campaña «Es tu derecho».

Según el derecho penal sirio, la extorsión se castiga con un máximo de dos años de prisión, además de una multa. Esta pena se duplica si el delito se comete en línea, de conformidad con las leyes que regulan la comunicación en línea y la lucha contra los delitos cibernéticos. Además, el material en línea que viole la privacidad es punible con una pena de prisión de uno a seis meses, además de una multa de entre 100.000 y 500.000 liras sirias (65 a unos 325 euros).

Después de obtener asesoramiento jurídico a través de la campaña, Nour se enfrentó a su exnovio y le dijo que lo llevaría a los tribunales si cumplía su amenaza. «Una vez que supo que yo iba en serio con la presentación de una demanda, se detuvo y desapareció de mi vida», apunta ella.

Las cicatrices mentales permanecen

Pero el efecto mental y emocional de la experiencia no desaparece así nada más. Por lo tanto, la campaña de Gardenia se centra en seguir trabajando con estas sobrevivientes a través de sesiones impartidas por una red de psicólogos y terapeutas voluntarios para ayudar a estas mujeres a volver a su vida normal.

Gardenia no es la única iniciativa no gubernamental en Damasco que está ayudando a las víctimas de la sextorsión de diferentes partes de Siria.

Bara Altrn, abogada, también ofrece asesoramiento jurídico a las mujeres que han sido objeto de amenazas sexuales en línea.

«Todo comenzó con un anuncio sobre las disposiciones legales que protegen a las mujeres contra la sextorsión en redes sociales hace dos años, después de observar varios casos que ocurrieron a personas de mi entorno», dice.

Después, las mujeres comenzaron a acercarse a ella pidiéndole ayuda y fue entonces cuando empezó a ofrecer consultas legales gratuitas a las víctimas, detalla.

El antiguo complejo de tribunales de Damasco en Al-Hamidiyah, donde los tribunales especiales para delitos electrónicos examinan las demandas por sextorsión.El antiguo complejo de tribunales de Damasco en Al-Hamidiyah, donde los tribunales especiales para delitos electrónicos examinan las demandas por sextorsión.

Altrn no lleva la cuenta de las mujeres que ayuda, pero dice que hay muchas. «Yo misma he presentado tres demandas en nombre de las víctimas. Hay otras que sé que han remitido el asunto a los tribunales después de consultarme, pero yo no era su abogada», señala. «Curiosamente, una vez que el caso llega a los tribunales, el acusado se echa atrás y trata de llegar a una solución fuera de los tribunales».

Altrn está de acuerdo en que el miedo a la reacción de sus padres es la principal preocupación de todas las jóvenes víctimas que la contactan.

Recuerda un incidente en el que una estudiante universitaria de la provincia de Homs se quitó la vida hace unos meses tras ser amenazada por su novio para que publicara fotos de ella desnuda.

«Lamentablemente, la sociedad siria culpa a la víctima de la sextorsión. Creen que ella es la que aceptó compartir estas fotos y, por lo tanto, se merece lo que le pase», lamenta Altrn.

Las redes sociales y el COVID-19 exacerban la situación

El acoso sexual y la sextorsión no son nuevos en la sociedad siria. Pero la expansión de las redes sociales y 10 años de conflicto han facilitado que los acosadores se dirijan a sus víctimas para obtener sexo, dinero o ambos.

El COVID-19 también ha empeorado las cosas, obligando a la gente a quedarse en casa y, por lo tanto, pasar más tiempo en línea, lo que ha llevado a un aumento de estos casos en redes.

Sham Alsahhar dice que a través de su campaña han sido capaces de cerrar varias cuentas de Facebook que tienen como objetivo a las mujeres.Sham Alsahhar dice que a través de su campaña han sido capaces de cerrar varias cuentas de Facebook que tienen como objetivo a las mujeres.

Sham Alsahhar, de 20 años de edad, se enfrentó varias veces al acoso sexual en redes, lo que la impulsó a ella y a tres de sus amigas a lanzar en septiembre el grupo «No al acoso sexual electrónico».

El objetivo principal del grupo es cerrar las cuentas de Facebook que acosan a las mujeres. El grupo lo hace pidiendo a sus miembros que denuncien estas cuentas.

«Nos encontramos con muchos casos en los que las cuentas de Facebook de mujeres jóvenes fueron hackeadas y las fotos privadas de ellas fueron publicadas en redes», dice Alsahhar, «tratamos de cerrar estas cuentas tan pronto como sea posible antes de que las fotos empiecen a circular».

Asimismo, destaca que tomar acciones legales contra el acosador lleva tiempo y «para el momento en que se presente una demanda, las fotos ya estarán en las redes sociales y el daño ya estará hecho».

Hasta ahora, el grupo, que actualmente tiene 2.400 miembros, ha cerrado con éxito docenas de cuentas de Facebook, dice Alsahhar. «También buscamos involucrar a los hombres jóvenes en la solución. Por lo tanto, nuestro grupo está abierto tanto a hombres como a mujeres y animamos a los miembros femeninos a añadir amigos y familiares masculinos al grupo».

*Nombre ficticio para proteger su identidad.

**Gardenia y las otras iniciativas mencionadas aquí son completamente independientes del gobierno, que no las apoya ni se opone a ellas, dada su naturaleza no política.

Este artículo fue escrito en colaboración con la red de medios Egab.

Fuente: https://www.dw.com/es/sextorsi%C3%B3n-en-siria-mujeres-j%C3%B3venes-se-apoyan-entre-s%C3%AD-en-contra-de-la-tortura-sexual/a-56115255

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Las películas de 2020

Lovers Rock lidera la lista con las películas destacadas en un año complicadísimo para el cine, con las salas cerradas, estrenos postergados y rodajes parados.

1. Lovers Rock

Aquí está el responsable de nuestro momento más maravilloso en el cine en 2020. La ambiciosa Small Axe (¿Es una serie? ¿Una suite de largometrajes? ¿Un postre, una cera para limpiar el piso? En serio, bajo todo punto de vista: hay que discutirlo sin parar) recuerda la vida negra y de la cultura de la diáspora caribeña en Gran Bretaña desde fines de los años sesenta hasta los ochenta. Cada capítulo se concentra en una historia diferente, desde el acoso policial al dueño de un restaurante y su clientela (Mangrove) hasta una denuncia mordaz del sistema de educación pública de la época de Thatcher (Education). Pero la segunda de las cinco películas, que se concentra en una fiesta en una casa, le saca varias cabezas al resto. Vemos a los disc jockeys armando el equipo de sonido y mujeres cocinando comida jamaiquina en un departamento del West London. Vemos a Martha (Amarah-Jae St. Aubyn) escapándose por la ventana para reunirse con su amiga y prepararse, a un joven llamado Franklyn (Michael Ward) coquetear con ella cuando llegan a la soirée y a varios patoteros y donjuanes pavonearse cuando suena la música reggae. Esta obra maestra de Steve McQueen es insuperable en el modo en que evoca un ambiente y canaliza un momento del pasado, usando el sonido y la visión de una manera sencillamente trascendental. Hace que sientas que estás ahí en esa pista de baile llena de gente, contoneándote y saltando, olvidándote de todo lo demás para entrar en un groove comunal. D.F.

2. American Utopia

David Byrne transformó un grandes éxitos en un espectáculo de teatro de revista artístico, y lo presentó en Broadway desde noviembre de 2019 hasta febrero de 2020. Si no pudiste verlo en vivo, no te preocupes: Spike Lee te cubre. Y como Jonathan Demme, aprovecha la oportunidad para trabajar con el ex líder de Talking Heads de manera colaborativa, en lugar de meramente documentarlo. Con cámaras arriba, abajo, al costado, en el backstage, y probablemente en todo el teatro con excepción de los baños, el director es tan parte de la producción como el cantante, los músicos con sus trajes grises sobre el escenario, o el show visual que ocurre a su alrededor. Que la versión filmada de American Utopia logre conservar la intimidad de la producción original es la prueba tanto de sus talentos como de la solidez de la presentación altamente conceptual de su creador. D.F.

3. Time

Luego de que su esposo fuera a la cárcel por robar un banco, Fox Rich empezó una suerte de diario en video en blanco y negro. Su hijo tenía cuatro años y ella estaba embarazada de mellizos. Durante las siguientes dos décadas, Rich crio sus hijos para que se transformaran en jóvenes destacados, se volvió una autora con gran éxito de ventas, dio conferencias sobre el arte de los libros de memorias y se estableció como una activista de la reforma del sistema penitenciario. También trabajó de manera incansable para liberar a su esposo de una sentencia de cadena perpetua. El documental de Garrett Bradley es un fluir de conciencia de la historia de una mujer, entre las cintas caseras de Rich y otras imágenes de archivo para ofrecer un plano íntimo e inimitable de los daños que causa la epidemia de las encarcelaciones masivas en la gente involucrada. Y cuando pensabas que las cosas no podían resonar más, la película transforma lo que podría haber sido un truco en el descubrimiento sublime de cómo se puede volver a capturar mágicamente lo que se creía perdido. Simplemente maravillosa. D.F.

4. Collective

El 30 de octubre de 2015, en un club de rock en Bucarest llamado Colectiv, 27 personas murieron y 180 resultaron heridas en un incendio. Hubo una reacción pública de repudio que causó protestas y un cambio en el gobierno de Rumania. Y luego un periodista de un periódico deportivo empezó a enterarse de que algunos de los dueños del club se estaban muriendo en el hospital. Junto a su equipo, decidió investigar un poco más y al poco tiempo explotó un enorme escándalo que involucraba poder, corrupción, mentiras y la mafia.

Sería una obra extraordinaria sin importar cuándo esté disponible en tu territorio (su recorrido por festivales del año pasado hizo que se creara una campaña de boca en boca antes de que se garantizara su distribución). Pero verla en 2020 fue ver el mundo del pasado de la manera más profunda. Es la historia de la incapacidad de un país para hacerse cargo de sus ciudadanos durante una crisis. La de un gobierno preocupado solo por su bolsillo y por mantenerse en el poder. Y la de un cuarto poder que es elogiado antes que señalado como el enemigo del pueblo. Es, en definitiva, una película cuyo título adquiere un sentido por completo diferente cuando llega su final. Esto solo funciona si estamos juntos, nos recuerda Collective. La unión hace a la fuerza. D.F.

5. Mank

Esta mirada de David Fincher a la historia detrás del guion de Citizen Kane no es ni una carta de amor ni una diatriba contra el viejo Hollywood; ni siquiera es un intento por «rescatar» la reputación de Herman J. Mankiewicz (un Gary Oldman perfecto que prácticamente emana olor a ginebra), quien es retratado como un alcohólico grosero que es su peor enemigo. Por suerte tampoco es una despedida a un tal O. Welles, el joven autor genio. Lo que ofreció el director de Zodiac es un respetuoso drama sobre navegar la delgada línea entre plantarse ante el poder y ser cómplice en los sistemas (los estudios, la clase, la política) que mantienen a la misma gente en el poder. Y si bien Mank termina ganando la guerra con su guion vengativo llamado America (spoiler: después le cambió el título), pierde cada una de las batallas en el camino. Es una película ingeniosa, audaz y estimulantemente retro. D.F.

6. Never Rarely Sometimes Always

El aborto es un derecho conquistado en Estados Unidos, pero los impedimentos prácticos y dispositivos de culpa con los que se choca Autumn (Sidney Flanigan) en Never Rarely Sometimes Always iluminan las formas en que el procedimiento todavía está sujeto a la clandestinidad, incluso siendo legal. La directora Eliza Hittman se ocupa de la logística con precisión quirúrgica: toma los pormenores que enfrenta Autumn -la solicitud de un turno, la necesidad económica, las noches no contempladas de hotel- como retazos de un mundo que a los cuerpos gestantes les reserva una hostilidad que se asume en la escena que titula a la película. En un plano fijo y sin cortes, Autumn responde un cuestionario sobre su historial sexual y, en el acto de verbalizar su dolor, la fachada comienza a agrietarse. Momento de inconmensurable verdad, para Flanigan en su debut actoral y para Hittman en su confirmación como sucesora de Bresson. B.A.

7. Dick Johnson Is Dead

O mejor dicho: Dick Johnson sucumbe poco a poco a la demencia. Así que Kirsten Johnson (Cameraperson) hace lo que haría toda hija buena: una película sobre él. Probablemente esta esté entre las películas más livianas y alegres sobre la muerte. También es una catarsis tanto para aquellos que están detrás de cámara como para el público. Cuanto más intenta Johnson inocularse contra el dolor de la muerte, a través de cada simulacro, más te convencés del amor y el afecto detrás de la celebración de una vida común. Uno se acerca a la película para ver a un viejo «acuchillado» en la yugular, pero se termina quedando para las simulaciones estilo Pierre et Gilles que incluyen bailarines tap, papel picado y un Cristo exasperado. D.F.

8. Las mil y una

Hay dos sentires que atraviesan Las mil y una de la directora correntina Clarisa Navas: el cuerpo adolescente en expansión y el discurrir del verano como plataforma de su despertar. El barrio obrero donde Iris (Sofía Cabrera) y Renata (Ana Carolina García) se enamoran les devuelve escenificados todos sus estados emocionales: es luminoso y cálido pero también marginal, con la mirada ajena y chismosa sobrevolando fuera de foco y de campo. Navas sigue a sus chicas con prolongados planos secuencia, su cámara deambulando con la languidez deseante de la juventud retratada. Porque Las mil y una es, ante todo, un coming of age. Lejos del miserabilismo que suele poblar estas historias de disidencia, Navas retrata la edad desde lo sensorial, con el énfasis puesto en texturas y silencios. B.A.

9. Planta permanente

Planta permanente, el primer largometraje en solitario de Ezequiel Radusky, es una obra de protesta que toma el microcosmos de una secretaría de obras públicas para armar una fábula inequívoca sobre neoliberalismo salvaje. El vínculo entre dos trabajadoras de limpieza, Lila (Liliana Juárez, laureada en el Festival de Mar del Plata) y Marcela (Rosario Bléfari, en su última y mejor interpretación), comienza a resquebrajarse cuando el cambio de gestión y la asunción de una nueva directora, que no es María Eugenia Vidal, traen consigo una serie de ajustes presupuestarios. Radusky las encuadra en planos generales que son, en su mayoría, tan estáticos y sobrios como el resto de sus vidas. Lila tiene el sueño modesto de abrir una cantina en el edificio, es su chance de sentir que tiene incidencia sobre algo. La persecución del deseo solo desemboca en una amistad corroída, y ese es el gran acierto de Radusky: jamás perder de vista, en el acto de comentario político, la emocionalidad de sus personajes. B.A.

https://youtu.be/a0wHJbmPi8o

10. Boys State

Hace décadas, una asociación de veteranos de guerra de Estados Unidos lleva adelante un programa de liderazgo llamado «Boys State», en el que jóvenes promesas son seleccionadas para simular una estructura de gobierno durante una semana. Los directores Jesse Moss y Amanda McBaine se insertaron en uno de estos boot camp políticos en Texas para ver de primera mano cómo se forma el semillero de la política moderna y cómo los Obama y los Trump del mañana replican las agonías y éxtasis del sistema bipartidista. Un documental convincente y a veces alarmante: esos jóvenes son el futuro y rezás para que el presente no haya cuajado sus ideologías ni les haya dado ninguna idea «brillante». D.F.

Textos por David Fear y Bartolomé Armentano.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/las-peliculas-2020-nid2556062

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